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Efectividad de hongos micorrizo-arbusculares nativos en suelos con diferentes usos agropecuarios

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©El (los) autor (es), Revista MVZ Córdoba 2019. Este artículo se distribuye bajo los términos de la licencia internacional Creative Commons 
Attribution 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/), que permite el uso sin restricciones, la distribución y la reproducción en 
cualquier medio, siempre que se otorgue el crédito apropiado al autor o autores originales y la fuente.
Como citar (Vancouver).
Martínez J, Osorio VN, Garrido PJ. Efectividad de hongos micorrizo-arbusculares nativos en suelos con diferentes usos agropecuarios. Rev MVZ Cordoba. 
2019; 24(2):7256-7261. DOI: https://doi.org/10.21897/rmvz.1703 
2019; 24(2):7256-7261. 
https://doi.org/10.21897/rmvz.1703
Revista MVZ Córdoba
Artículo de investigación
ISSNe: 1909-0544
Efectividad de hongos micorrizo-arbusculares nativos en 
suelos con diferentes usos agropecuarios
Judith Martínez A1* Ph.D; Nelson Osorio V2 Ph.D; Jeyson Garrido P1 Biól.
 
1Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), Grupo de investigación Raíces del Futuro, Cereté, Córdoba, 
Colombia. 
2Universidad Nacional de Colombia, Medellin, Antioquia, Colombia 
*Correspondence: jcmartinez@agrosavia.co
Recibido: Julio 2018; Aceptado: Marzo 2019; Publicado: Junio 2019.
RESUMEN
Objetivo. Determinar la efectividad de hongos micorrizo-arbusculares (HMA) de suelos con diferentes usos 
agropecuarios, en el valle medio del río Sinú, Colombia. Materiales y métodos. Bajo condiciones de invernadero se 
realizó el experimento, donde se utilizó como planta indicadora Leucaena leucocephala, la cual se sembró en materos 
con suelo de un Andisol (horizonte B) usado como sustrato. Este sustrato, se inoculó separadamente con muestras 
de siete suelos (horizonte Ap), como fuente de HMA, provenientes del Centro de Investigación Turipaná de Agrosavia. 
Como controles se incluyeron inoculación con HMA Glomus fasciculatum y uno no-inoculado El efecto de la inoculación 
micorrizal se evaluó mediante el monitoreo del contenido de P foliar en las plantas de L. leucocephala, en función del 
tiempo hasta 64 días cuando se determinó la masa seca de su parte aérea y la colonización micorrizal. Resultados. 
El crecimiento de L. leucocephala y el contenido de P foliar fue significativamente superior cuando el suelo se inoculó 
con G. fasciculatum, en comparación a aquel observado con los demás tratamientos. De igual forma, la colonización 
micorrizal fue muy alta en las raíces de L. leucocephala que crecieron en el suelo inoculado con G. fasciculatum e 
inferior en los otros tratamientos. Conclusiones. Los resultados indican que los HMA nativos de suelos con diferentes 
usos, provenientes del C.I Turipaná de Agrosavia, exhibieron bajo potencial para desarrollar simbiosis micorrizal, lo 
que limitó el crecimiento y la concentración de P foliar en la planta hospedera. 
Palabras clave: Fósforo, inoculación del suelo, Leucaena leucocephala, micorrizas arbusculares (Fuente: AGROVOC).
ABSTRACT
Objective. To determine the effectiveness of mycorrhizal-arbuscular fungi (AMF) of soils with different agricultural 
uses, in the middle valley of the Sinú river, Colombia . Materials and methods. The experiment was carried out 
under greenhouse conditions, where Leucaena leucocephala was used as the indicator plant, which was planted in 
masons with an Andisol soil (horizon B) used as a substrate. This substrate was inoculated separately with samples 
from seven soils (Ap horizon), as a source of AMF, from the Turipaná Research Center in Agrosavia. As controls we 
included inoculation with HMA Glomus fasciculatum and one non-inoculated one. The effect of mycorrhizal inoculation 
was evaluated by monitoring the foliar P content in L. leucocephala plants, as a function of time to 64 days, when the 
dry mass of its aerial part and mycorrhizal colonization was determined. Results. The growth of L. leucocephala and 
the foliar P content was significantly higher when the soil was inoculated with G. fasciculatum, in comparison to that 
observed with the other treatments. Likewise, mycorrhizal colonization was very high in the roots of L. leucocephala 
that grew in the soil inoculated with G. fasciculatum and lower in the other treatments. Conclusions. The results 
indicate that the native AMF of soils with different uses, from Turipaná, exhibited low potential to develop mycorrhizal 
symbiosis, which limited the growth and concentration of leaf P in the host plant.
Keywords: Arbuscular mycorrhiza, Leucaena leucocephala, phosphorus, soil inoculation (Source: AGROVOC).
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/
https://doi.org/10.21897/rmvz.1703
mailto:jcmartinez%40agrosavia.co?subject=
https://orcid.org/0000-0003-0492-2486
mailto:nwosorio%40unal.edu.co?subject=
https://orcid.org/0000-0002-0654-1399
mailto:jfgarrido%40agrosavia.co?subject=
https://orcid.org/0000-0002-1405-1066
mailto:jcmartinez@agrosavia.co
7257
Rev MVZ Córdoba. 2019 Mayo/Agosto; 24(2):7256-7261
Martínez et al - Efectividad de hongos micorrizo-arbusculares
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación. Se estableció un experimento en el 
invernadero de la Universidad Nacional de Colombia, 
sede Medellín (6º15´N, 75º35´W y 1495 m de altitud). 
Muestras de suelo (horizonte B) de un Andisol se 
utilizaron para llenar materos a razón de 690 g/matero. 
El suelo fue secado al aire, tamizado a 4 mm, mezclado 
en proporción 1:1 con cuarzo, y esterilizado dos veces en 
autoclave a 120°C y 0.1 MPa durante una hora, con un 
periodo de 24 horas entre cada esterilización (8). El suelo 
tuvo un pH (1:1, agua) de 5.8 y se realizó una isoterma 
de adsorción de P (9) para determinar la cantidad de 
P requerida para obtener una concentración de P en la 
solución del suelo de 0.02 mg L-1; esta concentración se 
considera óptima para la actividad micorrizal (10). Al 
momento de la siembra, se aplicó P a razón de 588 mg 
kg-1, como fuente de P se utilizó KH2PO4. El sustrato 
presentó los siguientes resultados del análisis de suelos: 
materia orgánica 5.5% (Walkley & Black); P 22 mg kg-1 
(Bray II); Ca, Mg y K 5.2, 0.9 y 0.31 cmolc kg-1 (Acetato 
de amonio), respectivamente.
El suelo de los materos fue inoculado separadamente con 
30 g/matero de muestras de suelo superficial tomadas 
de los primeros 10 cm de profundidad (horizonte Ap) del 
Centro de Investigación Turipaná de Agrosavia (8°50’N, 
75°47’ W y 15 m de altitud) ubicado en el municipio 
de Cereté (Córdoba, Colombia). Los suelos estaban 
sometidos a diferentes usos y manejo así: (i) pradera 
degradada (Pd) con Dichanthium aristatum bajo ganadería 
intensiva por más de 15 años, (ii) sistema intensivo de 
maíz-algodón (MA) en alternancia, (iii) bosque secundario 
(Bs) de 14 años, (iv) pradera (Pr) en rotación de 
pasto D. aristatum y Panicum maximum, (v) sistema 
silvopastoril constituido por pasturas de D. aristatum y 
P. maximum con especies arbóreas (Pr+A), (vi) sistema 
silvopastoril constituido por pasturas de D. aristatum y P. 
maximum con especies arbóreas y arbustivas (Pr+A+a), 
(vii) sistema silvopastoril constituido por pasturas de 
D. aristatum y P. maximum con especies arbóreas, 
arbustivas y maderables (Pr+A+a+M). Como control 
positivo, se usó un inoculo crudo de Glomus fasciculatum 
(viii), de la colección del Laboratorio de Microbiología 
de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín; 
este inoculo contenía 40 propágulos infectivos (esporas, 
micelio extraradical y raíces colonizadas) por gramo, 
lo cual fue determinado por la técnica del número más 
probable (11). Adicionalmente, se incluyó como control 
negativo (ix) un tratamiento no-inoculado. 
En cada matero se sembraron tres semillas germinadas 
de Leucaena leucocephala, las cuales fueron previamente 
escarificadas con ácido sulfúrico por 30 minutos y lavadas 
seis veces con agua destilada. Ésta se empleó como 
planta indicadora por su muy alta dependencia micorrizal 
y rápido crecimiento (10). Los materos recibieron agua 
para mantener el suelo entre 50-60% de la máxima 
capacidad de retención deagua. Una vez por semana se 
aplicaron 25 cm3 de solución Hoagland libre de P (10). 
Efecto inoculación. Para evaluar el efecto de la 
inoculación micorrizal se monitoreó el contenido de P 
foliar en el cuarto pínulo de la hoja joven más desarrollada 
de las plantas de L. leucocephala (10) en función del 
tiempo (20, 31, 42, 53 y 64 días después de la siembra-
dds-). A los 64 dds, se determinó la masa seca de la 
parte aérea de las plantas de L. leucocephala luego de 
secar en estufa (60oC) durante 72 horas. 
INTRODUCCIÓN
La degradación de suelos afecta 3600 millones de hectáreas 
en el mundo, lo que constituye aproximadamente la 
cuarta parte de toda la tierra (1). Alrededor del 23% 
de la tierra cultivable en el mundo ha sido afectado por 
degradación; en consecuencia, se han disminuido los 
niveles de productividad. Cerca del 16% de las tierras 
degradadas se encuentran en América Latina, lo cual 
representa el tercer lugar después de Asia y África (2). En 
Colombia, la actividad productiva agropecuaria ha estado 
acompañada de procesos de deterioro del entorno natural, 
que afectan su sostenibilidad ambiental y económica. Los 
departamentos de la región Caribe están entre los más 
erosionados del país, la mayoría presentan cifras de 
degradación entre 78 y 100%, como consecuencia de 
circunstancias históricas, socioeconómicas y ambientales, 
tales como relieve, clima, viento, entre otras (3). 
En América Latina, Colombia es el país con más alto 
porcentaje de suelo dedicado a las pasturas para la 
producción ganadera (4). En la región Caribe, este 
sistema de producción ocupa el 51% de su territorio (5) 
y juega un papel importante en la economía del país, ya 
que representa cerca del 35% del hato nacional, aporta 
el 40% del volumen de leche fresca y el 38% de carne. 
Sin embargo, a pesar de la importancia que representa 
este renglón productivo en la economía nacional, su 
sector primario enfrenta limitantes que influyen en 
la competitividad y sostenibilidad de los indicadores 
productivos, particularmente lo relacionado con procesos 
de degradación de suelos y praderas. Esto se refleja en 
una baja eficiencia biológica y económica de los sistemas 
ganaderos, debido a la baja calidad nutricional y oferta 
de forraje durante la época seca del año. 
Dada la importancia de la ganadería en la economía 
de la región, se hace necesario la implementación de 
alternativas de manejo que permitan la conservación y/o 
recuperación de suelos. La sensibilidad de los indicadores 
biológicos del suelo permite observar los efectos de 
las prácticas de manejo en los sistemas, como una 
respuesta simultánea a cambios en las características 
físicas y químicas de este. Uno de estos indicadores es 
la formación de la asociación micorrizal entre hongos del 
suelo y sus plantas hospederas. 
La importancia de los hongos micorrízicos arbusculares 
(HMA) en la nutrición de gramíneas y leguminosas 
forrajeras, especialmente en la toma de fósforo, amonio 
y otros elementos poco móviles en el suelo, ha sido 
objeto de muchos estudios (6). El aumento del volumen 
de suelo explorado, gracias al gran número de finas hifas 
de HMA, parece ser, en gran parte, responsable de las 
considerables diferencias en supervivencia, velocidad de 
crecimiento y rendimientos entre plantas micorrizadas y 
no-micorrizadas, particularmente en suelos degradados. 
La simbiosis efectiva entre gramíneas y HMA ha sido 
asociada con la recuperación de suelos degradados 
gracias a que la planta tiene una mejor nutrición por el 
acceso a un mayor volumen de suelo (7). 
Por lo anterior, esta investigación buscó determinar 
la efectividad de HMA de suelos con diferentes usos 
(bosque, cultivos transitorios de maíz y algodón, pradera 
degradada y sistemas silvopastoriles de diferente 
complejidad estructural) del departamento de Córdoba.
7258 Revista MVZ Córdoba • Volumen 24(2) Mayo - Agosto 2019
Colonización. La colonización micorrizal de las raíces de 
L. leucocephala, fue determinada luego de clarificarlas 
con KOH (10%) (12) y teñirlas con fucsina ácida (13) y 
luego determinar la extensión de la colonización mediante 
el método del intercepto de la cuadrícula (14).
Diseño experimental. Se utilizó un diseño experimental 
completamente al azar, los tratamientos consistieron en 
las inoculaciones separadas con siete muestras de los 
suelos descritos anteriormente, la inoculación con G. 
fasciculatum y el control no-inoculado, es decir nueve 
tratamientos. Cada tratamiento tuvo cuatro repeticiones, 
para un total de 36 unidades experimentales.
Los datos fueron sometidos a análisis de varianza y 
la comparación de medias se realizó con la prueba de 
mínima diferencia significativa (LSD), con un nivel de 
significancia (P) de 0.05. Los análisis se realizaron con 
el paquete estadístico SAS versión 8. 
RESULTADOS 
El contenido de P foliar en plantas de L. leucocephala fue 
significativamente superior cuando el suelo se inoculó 
con G. fasciculatum en comparación a aquel observado 
con los demás tratamientos (Figura 1). Los efectos 
favorables de la inoculación con este hongo micorrizal 
fueron detectados a partir del día 42 dds; este efecto 
se mantuvo hasta el final del periodo de evaluación (64 
dds) (Tabla 1). 
Tabla 1. Niveles de significancia de los análisis de varianza y 
coeficientes de variación (CV) para las variables bajo 
estudio.
Variable P20 P31 P42 P53 P64 MSA CM
p-value NS NS 0.01 0.0001 <0.0001 <0.0001 <0.0001
CV (%) 22.2 20.8 27.1 14.2 20.1 19.3 22.4
LSD 0.76 0.69 0.89 0.39 0.56 0.18 2.61
P20-64: contenido de P foliar en los días de muestreo; MSA: masa seca 
aérea; CM: colonización micorrizal.
En las dos primeras fechas de muestreo (20 y 31 dds), el 
contenido de P foliar no fue influenciado significativamente 
por la fuente de inóculo utilizada. La inoculación con las 
muestras de suelos no incrementó significativamente el 
contenido de P foliar con respecto al control no-inoculado 
en las diferentes fechas de muestreo (Figura 1).
El efecto de las fuentes de inóculo usadas también fue 
fácilmente observado en los registros de masa seca aérea 
de L. leucocephala (Figura 2) y corroboran los resultados 
anteriormente señalados. Las plantas de L. leucocephala 
que crecieron en suelo inoculado con G. fasciculatum 
exhibieron una masa seca aérea significativamente 
superior a la de los otros tratamientos (Tabla 1). Al 
inocular el suelo con las otras fuentes de inóculo no 
se incrementó la masa seca aérea por encima de la 
detectada con el tratamiento control (no-inoculado).
La colonización de raíces de L. leucocephala por HMA fue 
significativamente diferente en función a las fuentes de 
inóculo (Tabla 1, Figura 3). La colonización micorrizal fue 
muy alta en las raíces de L. leucocephala que crecieron 
en el suelo inoculado con G. fasciculatum (63%). En las 
raíces de plantas del control no-inoculado no se detectó 
colonización micorrizal. La colonización micorrizal de las 
raíces con los otros tratamientos fuentes de inóculo fue 
muy baja o nula (≤4%). 
Tiempo (Días)
10 20 30 40 50 60 70
C
on
te
ni
do
 d
e 
P 
fo
lia
r (
ug
.p
in
ul
o-
1 )
1
2
3
4
5
6
Pr+A 
Pr+A+a 
Pr+A+a+M 
Bs 
Control 
G. fasciculatum 
MA 
Pr 
Pd 
Figura 1. Contenido de P foliar en pínulos de leucaena en 
función de la inoculación con muestras de suelos bajo 
diferentes uso y manejo provenientes del valle medio 
del Sinú a través del tiempo de muestreo. Los datos 
de las dos primeras fechas no presentaron diferencias 
en función de los tratamientos. Las barras representan 
la diferencia mínima significativa (LSD) para p=0.05 
entre medias.
 
0
0,4
0,8
1,2
1,6
Control Pd MA Bs Pr Pr+A Pr+A+a Pr+A+a+M G.fasciculatum
M
as
a 
se
ca
 (g
/p
la
nt
a)
bc
c
bcbcbcbc
b b
a
Figura 2. Masa seca aérea de leucaena en función de la 
inoculación con muestras de suelos bajo diferentes 
uso y manejo provenientes del valle medio del Sinú.
0
10
20
30
40
50
60
70
Control Pd MA Bs Pr Pr+A Pr+A+a Pr+A+a+M G.fasciculatumCo
lo
ni
za
ci
ón
 m
ic
or
riz
al
 (%
)
c
b
c cccc
b
a
Figura 3. Colonización micorrizal de raíces de leucaena en 
función de la inoculación con muestras de suelos bajo 
diferentes uso y manejo provenientes del valle medio 
del Sinú.
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Martínez et al - Efectividad de hongos micorrizo-arbusculares
DISCUSIÓN
Los resultados no soportan la hipótesis de que la 
efectividad de HMA de los suelos está en función del tipo 
de cobertura y manejo del suelo y que puede cambiar 
de acuerdo al grado de complejidad de los sistemas 
donde los hongos están presentes. Los suelos usados 
como fuente de inóculo micorrizal exhibieron una baja 
efectividad micorrizal y no superaron al control no-
inoculado. Esta baja efectividad micorrizal se puede deber 
a las condiciones físico-químicas de los suelos estudiados. 
Su fracción fina está dominada por arcillas del tipo 2:1, 
las cuales exhiben una alta capacidad de expansión y 
contracción según sea el nivel de humedad del suelo, y 
dada la marcada estacionalidad del periodo de lluvias y 
sequía esto se constituye en un factor importante en la 
dinámica física de estos suelos (15,16,17,18). 
Durante la época lluviosa cuando la arcilla está expandida 
se puede limitar la circulación de oxígeno en el suelo, lo 
cual afecta los HMA que son aeróbicos. Por otra parte, 
durante la época seca la contracción del material podría 
generar estrangulamiento de raíces de las plantas 
y eventualmente ruptura de las hifas de los hongos 
micorrizales. Varios autores (19,20,21,22,23) han 
reportado que al disturbar mecánicamente el suelo las 
hifas de HMA se rompen y, en consecuencia, se reduce su 
viabilidad e infectividad. De igual manera, los suelos que 
fueron fuente de inóculo micorrizal están expuestos en 
mayor o menor grado a inundaciones periódicas y pueden 
permanecer saturados hasta por tres meses consecutivos 
al año. Tales condiciones anaeróbicas restringen el 
acceso de estos hongos al oxígeno, lo cual obviamente 
es desfavorable para su desarrollo (16). 
Pruebas posteriores permitieron determinar que el 
número de esporas de HMA fue muy bajo en las muestras 
de suelo (11 a 22 esporas/g) usadas como fuente de 
inóculo micorrizal (Tabla 2), valores inferiores a los 
reportados por en estudios realizados en praderas de 
Bothriochloa pertusa (L) A. Camus de fincas ganaderas 
del municipio de Corozal en el departamento de Sucre, 
con registros de 15–60 esporas/g (24). Se puede inferir 
que las esporas presentes en los suelos usados como 
fuente de inóculo micorrizal hayan perdido su viabilidad 
y no sean capaces de formar la asociación micorrizal. 
Los valores de colonización encontrados en este estudio 
fueron menores del 5%, esto explicaría la baja efectividad 
micorrizal detectada en esos suelos; estos resultados 
son contrastantes con los observados en praderas 
de D. aristatum en fincas de la zona costanera del 
departamento de Sucre, donde la colonización exhibió 
valores superiores al 20% (25), lo cual es atribuible a las 
diferencias entre ambientes y las características físico-
químicas de los suelos.
Los suelos evaluados, antes del establecimiento de los 
sistemas actuales de producción estuvieron bajo ganadería 
intensiva por no menos de 15 años (26). Dada las 
condiciones de deficiente drenaje interno y externo estos 
suelos fueron compactados (27). Se considera que en su 
momento las plantas de los sistemas silvopastoriles se 
establecieron porque el suelo químicamente es muy fértil 
y esto les permitió tolerar esas condiciones físico-químicas 
y atmosféricas en algunos periodos desfavorables (26). Las 
plantas de L. leucocephala tiene una muy alta dependencia 
de la asociación micorrizal para absorber P (10), esto es 
consistente con los resultados del presente estudio ya 
que al no haber suficiente inóculo micorrizal viable las 
plantas que dependen de los HMA pueden desaparecer del 
sistema, tal como ha ocurrido con L. leucocephala dentro 
de los sistemas silvopastoriles evaluados en este estudio. 
Adicionalmente, el análisis de la concentración de P 
soluble en el suelo (CaCl2 0.01M) permitió detectar que 
la disponibilidad de P en estos suelos es relativamente 
alta (Tabla 2) y está por encima del nivel óptimo (0.02 mg 
L-1) para la actividad micorrizal. Altas concentraciones de 
P en la solución del suelo pueden disminuir la actividad 
y colonización de HMA en los suelos (10,28).
Tabla 2. Número de esporas de HMA y concentración de P en 
la solución del suelo de muestras usadas como fuente 
de inóculo.
Suelo/Cobertura Esporas HMA* (# g-1)
Concentración de P en la 
solución** (mg L-1)
Pr+A 11 0.17
Pr+A+a 12 0.19
Pr+A+a+M 14 0.23
Bs 17 0.15
MA 13 0.11
Pr 20 0.35
Pd 22 0.13
G.fasciculatum 25 0.02
Control 0 0.02
* Método del tamizaje en húmedo
** 0.01 M CaCl2 y determinación por fosfomolibdato
El potencial simbiótico micorrizal de un suelo es el 
resultado del tipo de suelo, de las prácticas de uso 
y manejo del suelo (prácticas agrícolas, minería), 
condiciones fisco-químicas, ambientales, microbiológicas 
y por la presencia de especies vegetales que pueden 
favorecer o desfavorecer la asociación micorrizal 
(29,30,31,32). Los anteriores aspectos, permiten explicar 
el porqué de la baja efectividad simbiótica micorrizal 
de las poblaciones nativas en los suelos estudiados. 
Estos resultados son comparables a los obtenidos (33) 
al inocular un sustrato de crecimiento con muestras de 
suelos degradados (como fuente de inóculo) que exhibían 
un bajo número de propágulos micorrizales infectivos y 
no hubo una buena colonización micorrizal y, por ende, 
no encontraron un efecto benéfico sobre la absorción de 
P y el crecimiento vegetal de plantas de L. leucocephala.
En conclusión, los resultados indican que los HMA nativos 
de suelos con diferentes usos evaluados, exhibieron bajo 
potencial para desarrollar simbiosis micorrizal, lo que 
limitó el crecimiento y la concentración de P foliar en la 
planta hospedera. 
Conflicto de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés
Agradecimientos
Este trabajo fue realizado con el apoyo financiero del 
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural dentro 
del proyecto 2007O5209-866/1466, liderado por la 
Corporación Colombiana de investigación-Agrosavia. 
Las evaluaciones se realizaron en las instalaciones del 
Invernadero y del Laboratorio de Microbiología del Suelo 
de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
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	Control of Haematobia irritans and Stomoxys

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