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Reacciones adversas a los medicamentos

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Reacciones adversas
a los medicamentos
-
tituyen un problema nuevo para la medicina, es 
más, son antiguas como ella misma. En el código de 
Hamurabi (2200 años a.C) se menciona la existen-
cia de medicinas nocivas, y Sócrates (469-399 a.C) 
realiza una exposición de los síntomas que aparecen 
tras ingerir coniina, alcaloide que se encuentra en 
concentración en el jugo de la cicuta. A pesar de ello, 
conforme aparecen nuevos medicamentos y se de-
sarrolla la farmacología, su importancia no deja de 
incrementarse.
 Según la Organización Mundial de la Salud 
(OMS, 1972) en su definición, posteriormente mo-
reacción adversa de un fármaco cualquier respuesta 
nociva y no intencionada que se produzca en do-
sis que normalmente son utilizadas por el hombre 
para la profilaxis, diagnóstico o tratamiento de una 
enfermedad o para la modificación de las funciones 
fisiológicas. Es evidente que pueden emplearse otras 
definiciones de reacción adversa, y que existen otros 
problemas relacionados con los medicamentos que 
también son importantes (incumplimiento, autome-
dicación, prescripción inadecuada, etc.).
Conceptos generales
Todos los fármacos pueden en potencia causar efec-
tos nocivos. Algunos pueden ser detectados en los 
estudios preclínicos, pero otros, graves e infrecuentes, 
solo pueden llegar a descubrirse cuando el fármaco 
es utilizado por una población suficientemente gran-
tratamientos concomitantes y las enfermedades pue-
den hacer que pasen inadvertidas, bien porque no se 
manifiesten, bien porque no llaman la atención del 
médico. Existen pocos métodos específicos de labo-
ratorio o clínicos que permitan confirmar su exis-
tencia. Además, hay efectos adversos que pueden ser 
causados por numerosos factores no farmacológicos 
(genéticos, edad, enfermedades, etc.). Todo ello de-
termina que las reacciones adversas sean difíciles de 
detectar, clasificar y valorar, y que existan ciertas con-
fusiones con la terminología empleada. Con respecto 
a este último punto, pueden considerarse válidas las 
siguientes definiciones, sin menospreciar otras.
nocivos.
estudios preclínicos no es suficiente.
-
tarlas.
Tabla 1: Generalidades de las reacciones adversas
 Efecto secundario. Efecto que se produce por la 
acción primaria del fármaco; por ejemplo, el uso de 
antibióticos de amplio espectro destruye la flora in-
testinal normal y se puede producir una infección 
oportunista.
 Efecto colateral. Efecto que se produce debido a 
que forma parte de la acción farmacológica del me-
dicamento y suele manifestarse en otro órgano o sis-
tema; un ejemplo sería la sequedad de boca que se 
produce con los antidepresivos tricíclicos.
 Toxicidad. Efecto debido a la acción directa del 
fármaco que, en dosis elevadas, puede producir daño 
celular, como ocurre con la sobredosis de paraceta-
mol, e insuficiencia hepática. Todos los fármacos en 
términos prácticos son tóxicos en sobredosis, aunque 
en las dosis consideradas habituales pueden ser tam-
bién tóxicos en un paciente que padece una enferme-
dad hepática o renal. 
 Reacción alérgica. El fármaco o sus metabolitos 
adquieren carácter antigénico y provocan así una re-
acción de naturaleza inmunológica.
 Reacción idionsicrásica. Reacción determinada por 
factores genéticos que se caracteriza por una respues-
ta anormal de ciertos individuos frente a un fármaco. 
Sería el caso de individuos con déficit de colinestera-
za, enzima que hidroliza la succinilcolina, en los que 
se produce un incremento de la acción paralizante de 
aquella. 
 Intolerancia. Efecto que se produce como conse-
cuencia de la distinta susceptibilidad que poseen los 
individuos a los fármacos.
 Reacción adversa. Efecto grave o perjudicial que 
se produce en dosis consideradas habituales con fines 
terapéuticos, profilácticos o para el diagnóstico de 
una enfermedad, y que responde a la reducción de 
la dosis o a la retirada del fármaco y/o conlleva la no 
administración en un futuro.
Epidemiología
de detección de reacciones adversas a los medicamen-
tos (RAM) datan de los años sesenta, y Hurwitz fue 
uno de los pioneros. En sus estudios, las cifras de los 
ingresos hospitalarios por RAM son del 2,9%, y en el 
caso de los individuos ingresados ascienden al 9,3%. 
En 1966 se inició un programa piloto de seguimien-
to y detección de reacciones adversas en pacientes 
hospitalizados, el Boston Collaborative Drug Survei-
llance Program. Era un programa de monitorización 
intensiva de reacciones adversas en el ámbito hospita-
lario iniciado en Estados Unidos, que posteriormente 
fue exportado a numerosos países. De esta manera se 
incrementó el conocimiento sobre los efectos adver-
sos de los fármacos y, en consecuencia, aparecieron 
numerosas publicaciones de gran interés. 
 Existe una gran variedad de enfoques para esti-
mar la incidencia de estos problemas en los distintos 
niveles asistenciales.
Notificación espontánea 
Desde el desastre de la talidomida en los años sesenta, 
se crearon centros nacionales encargados de recoger 
la información sobre los acontecimientos adversos 
por medicamentos. Estas agencias exhortan tanto a 
los médicos como a los profesionales sanitarios a que 
informen de cualquier sospecha de efecto adverso.
 En España es la Agencia Española del Medica-
mento, con los órganos competentes de las comu-
nidades Autónomas, a través del Sistema Español de 
Farmacovigilancia, la encargada de tratar con la in-
dustria farmacéutica los temas de farmacovigilancia. 
Además, es la encargada de transmitir a la European 
Agency for the Evaluation of Medicinal Products y a 
los estados miembro las sospechas de reacciones ad-
principales problemas de este sistema son: a) la infra-
comunicación, ya que dependen en gran medida de 
la motivación de los médicos, b) el desconocimiento 
del número de prescripciones, lo que conduce c) al 
desconocimiento del número real de acontecimien-
tos adversos. Aun así, este sistema ha contribuido 
de manera importante a la detección de reacciones 
adversas; como ejemplos cabe citar el halotano y la 
hepatitis o el piroxicam y la insuficiencia cardíaca.
 A diferencia del Sistema de Notificación Vo-
luntaria, la comunicación de revistas médicas no 
está estructurada, y durante muchos años ha sido 
la fuente fundamental para el conocimiento de las 
en la bibliografía puede estimular a otros médicos a 
comunicar sus experiencias, lo cual puede producir 
inconvenientes son que la comunicación puede retra-
sarse hasta lograr reunir varios casos, nuevamente no 
hay datos del consumo y no es posible determinar la 
incidencia de la reacción adversa.
Valoración de la causalidad
El organismo tiene un número limitado de formas 
de responder a las agresiones; así pues, las reacciones 
adversas se manifiestan de una forma clínicamente 
similar a otras patologías. Por lo tanto, cuando se 
evalúa un efecto adverso, existe una gran dificultad 
para establecer si hay una relación causal entre un 
episodio clínico y el fármaco sospechoso. Por este 
motivo puede encontrarse referencia a una gama de 
aproximaciones distintas a este problema, aunque 
ninguna ha alcanzado una aceptación unánime. 
 Entre las más utilizadas se encuentra el método de 
clínica. En primer lugar hay que diferenciar la reacción 
adversa de un envenenamiento accidental, intento de 
suicidio e incumplimiento. Posteriormente se pregun-
ta sobre el intervalo de aparición, si el acontecimiento 
es un efecto conocido del fármaco, si puede explicarse 
por otras enfermedades o medicamentos utilizados, si 
al suspenderse el tratamiento se experimentó mejoría 
y si con la readministración volvió a aparecer. Así pues, 
tras considerar todos estos parámetros, se plantean cin-
co posibles clasificaciones.
 Definitiva
temporal razonable con respecto a la administra-
ción del fármaco, se han determinado en los fluidos 
corporales o tejidos, y sigue un patrón de respuesta 
conocido para ese fármaco que se confirma con su 
suspensión y reaparece con la reexposición.
 Probable
respectoa la administración del fármaco, sigue un pa-
trón de respuesta conocido para ese fármaco, se con-
firma con su suspensión y no puede ser explicado por 
la situación clínica del paciente.
 Posible.
razonable con respecto a la administración del fármaco, 
sigue un patrón de respuesta conocido para ese fárma-
co aunque podría explicarse por la situación clínica del 
paciente o por otros fármacos administrados.
 Condicional
temporal razonable con respecto a la administración 
del fármaco, pero no sigue un patrón de respuesta 
conocido para ese fármaco y podría explicarse de ma-
nera razonable por el estado clínico del paciente. 
 Dudosa
criterios anteriores.
 Otro método de amplia difusión es el Naranjo y 
cols. (1981). En este caso, la causalidad se evalúa res-
pondiendo a 10 preguntas que se puntúan entre +2 
y -1, según que la respuesta sea afirmativa, negativa 
o desconocida.
Ningún método de causalidad ha alcanzado una
aceptación unánime, cuando en algunos estudios se 
ha intentado comparar los resultados empleando dis-
tintos métodos, lo cual lleva a seguir trabajando en 
esta área.
Clasificación de las reacciones adversas
efectos adversos son muy variadas, razón por la cual 
resulta muy difícil realizar una clasificación que 
abarque todos los posibles mecanismos productores. 
Una buena aproximación es la realizada por Rawlins 
y Thompson en 1977, adoptada posteriormente por 
varios autores, que clasifican las reacciones adversas 
en dos grandes grupos:
 Tipo A (augmented). Reacciones debidas a un 
efecto exagerado, pero en general esperado dentro del 
espectro de acciones del fármaco. Su intensidad suele 
relacionarse con la dosis administrada, siendo su tra-
tamiento, junto a medidas sintomáticas en los casos 
graves, el ajuste posológico correcto. Como ejemplos 
típicos pueden señalarse la hipoglucemia secundaria 
al uso de fármacos antidiabéticos, la somnolencia con 
las benzodiacepinas utilizadas como ansiolíticos, las 
hemorragias con los anticoagulantes, etc. Normal-
mente poseen una incidencia (alrededor del 80%) y 
una morbilidad elevadas, mientras que su mortalidad 
es relativamente baja.
 Tipo B (bizarre). Reacciones que no son previ-
sibles a partir del conocimiento de las acciones far-
macológicas del medicamento. No están relacionadas 
con la dosis administrada y se deben a ciertas carac-
terísticas que presenta el paciente. Aparecen en un 
bajo porcentaje de pacientes, pero cuando lo hacen 
se asocian con una alta mortalidad. Ejemplos de estas 
reacciones son las anafilácticas a la penicilina o los 
cuadros de hemólisis que aparecen en personas con 
déficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa, cuando 
reciben fármacos de características oxidantes (sulfa-
midas, primaquina, etc.).
 Posteriormente se sugirió que a esta clasificación 
debían añadirse dos tipos más:
¿existen informes previos concluyentes de esta reacción adversa?
¿apareció el efecto adverso después de que se administrara el fármaco 
sospechoso?
¿mejoró la reacción adversa tras la suspensión del fármaco o cuando se 
suministró el antagonista específico?
¿reapareció la reacción adversa cuando se readministró el fármaco?
¿hay causas alternativas que por sí mismas pudieran haber causado la 
reacción?
¿reapareció la reacción cuando se administró el placebo?
¿fueron detectadas concentraciones del fármaco en la sangre
(u otros fluidos) conocidas como tóxicas?
¿fue la reacción más intensa cuando se aumentó la dosis o menos intensa
cuando se disminuyó la dosis?
¿tuvo el paciente una reacción adversa al mismo fármaco o a otro similar en
alguna exposición anterior?
¿se confirmaron los efectos adversos por alguna evidencia objetiva?
Puntuación total
Causalidad: cierta: >9; probable: 5-8; posible: 1-4; dudosa: <1
Si No No se sabe 
1 0 0
2 -2 0
1 0 0
2 -1 0
2 -1 0
1 1 0
1 0 0
1 0 0
1 0 0 
1 0 0
 Tipo C (chronic). Reacciones debidas a una lar-
ga exposición al medicamento, incluyendo cambios 
adaptativos (tolerancia a fármacos) o la neuropatía 
por analgésicos, así como la insuficiencia corticosu-
prarrenal de rebote al suspender los corticoides.
 Tipo D (delayed). Son reacciones diferidas en el 
tiempo, entre las que se incluyen la cariogénesis y la 
teratogénesis.
Tipo A (augmented)
Causas farmacéuticas
Cantidad de medicamento
 Velocidad de liberación
Causas farmacocinéticas
 Absorción
 Distribución
 Eliminación
Causas farmacodinámicas
 Receptores
 Mecanismos homeostáticos
Tipo B (bizarre)
Causas farmacéuticas
Mecanismo inmunológico
Reacciones de tipo 1 o hipersensibilidad inme-
diata o anafiláctica
Reacciones de tipo 2 o citotóxicas
Reacciones de tipo 3 o por inmunocomplejos
Reacciones de tipo 4 o de hipersensibilidad 
diferida
Causas farmacodinámicas
 Genéticas
 Inmunológicas
Otras clases de reacciones
Tipo C (chronic)
Tipo D (delayed)
 Carcinogénesis
 Teratogénesis

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