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Glóbulos rojos, hematopoyesis y medicina transfusional GLÓBULOS ROJOS Mariano Duarte, Mario A. Dvorkin y Alfredo Kaminker El glóbulo rojo es un ejemplo de especialización celular Como ya se vió en el capitulo 9, el oxígeno dilui do en plasma es insuficiente para cubrir las deman das celulares, por eso es necesario disponer de un transportador de 0 2 , la hemoglobina (Hb). Su con centraci.ón en plasma es fundamental para mantener un contenido de 0 2 adecuado (véase fórmula de CaO 2 , cap. 9, intro ll2, anexo A). La Hb no se encuentra Libre en el plasma, sino encerrada dentro del eritrocito. Si uno tuviera que transportar muchas cosas en un auto, sacaría los asientos y los elementós sueltos del baúl para ga nar espacio. De la misma manera el GR se des prende de todo lo que puede, aun su propio núcleo, para dejarle espacio a la Hb. Por decirlo de alguna manera el GR es una membrana que encierra he moglobina. La clave del transporte de oxígeno por parte de la hemoglobina es el hierro del grupo hemo Hierro La mayor parte del Fe del organismo lo encontra mos en el hemo de la hemoglobina y la mioglobina. También se encuentra en fagocitos mononucleares y células de Kupfer como gránulos de hemosiderina formados a su vez por cúmulos de ferritina. Una pe queña cantidad se encuenta circulante en el plasma unida a la transferrina. Cada gramo de Hb posee 3,4 mg de hierro, por lo que en la sangre hay una reserva de unos 50 mg. Las pérdidas renales, por sudación y digestivas son me nores que un miligramo, por lo que en general el dé ficit de hierro se debe a pérdidas hemáticas extra corporales más que a problemas nutricionales. Sin embargo, en los niños pequeños y en las embaraza das la ingestión adicional de hierro es fundamental para cubrir las necesidades de síntesis de hemoglo bina y evitar el déficit de Fe que puede ocasionar anemia ferropénica. La absorción de Fe se estudia en el capitulo 33 pero podemos adelantar que la capacidad absorti va máxima por el tubo intestinal es de unos 3 a 4 mg/día. El hierro necesario para sintetizar la Hb nueva (unos 20 mg diarios) suele provenir de los glóbulos rojos que se destruyen en el sistema monocito-ma crofágico, para reciclarse mediante la ferritina de los macrófagos. En caso de hemólisis aumentada, el Fe2+ de los macrófagos también aumenta en la mis ma proporción, pero en caso de hemorragias exter nas, debe movilizarse desde las reservas. Si no se compensa la pérdida, se forman eritrocitos de me nor tamaño e hipocrómicos y con menor contenido de Hb dentro de ellos. Pruebas: para medir el estado del metabolismo del hierro se recurre a las siguientes pruebas: • Concentración plasmática de Fe2 • VN: 75 a 175 µg/dL (10 µg/dL menos en mujeres). • Concentración plasmática y saturación de la trans ferrina (TF) VN: 200 mg/dL, 20-50% de satura ción (la primera aumenta y la segunda disminuye cuando el Fe es bajo) • Hemosiderina en médula ósea (es una prueba se rnicuantitativa de las reservas) • Receptor para la TF (suele incrementarse en el déficit de Fe) • Ferritina sérica Junto con el hierro (Fe2•), elemento esencial de la hemoglobina, son fundamentales otros dos elementos nutricionales para la proliferación y la maduración de los eritrocitos: el ácido fólico y la vitamina B 12• Acido fólico y vitamina B 12 Participan en una serie de reacciones acopladas dentro de los procesos de síntesis de DNA. El ácido fólico se encuentra en verduras de hoja, frutas fres cas y secas (nueces), legumbres e hígado, y debe ser digerido por enzimas intestinales (desconjugación), ya que se encuentra en forma de poliglutamatos. Las reservas normales en los tejidos son de 5- 10 mg, mientras que los requerimientos diarios son de 50-100 µg, lo que deja unos tres meses de reser va en caso de déficit nutricional. Como el alcohol interfiere con el metabolismo de los eritrocitos, es te plazo puede acortarse- en los alcohólicos en los que los trastornos nutricionales son casi la regla. Otra causa menos frecuente de deficit de folatos es cualquier estado de mala absorción. En la mujer embarazada se recomienda una administración adi cional de folato debido a los requerimientos del fe to. Para confirmar el déficit puede determinarse el ácido fólico en sangre (2 a 10 µg/mL), aunque la de terminacion de su contenido eritrocitario es más precisa, (150 a 900 ng/mL), ya que no esta influen ciada por el aporte alimentario de los últimos días. La vitamina B 12 se encuentra en las proteínas ani males. Para su absorción (en el íleon terminal) se re quiere factor intrínseco (véase cap. 33). Una vez ab sorbida, la vitamina B 12 se transporta en sangre con la transcobalarnina II. Las reservas corporales se en cuentran sobre todo en el hígado, y suman unos 2 a 3 mg. Como los requerimientos diarios son de apenas 3 µg, el déficit nutricional (vegetarianos estrictos) o la falta de absorción de B 12 tardan varios años en pro- ducir manifestaciones. Una de las causas comunes de déficit de vitamina B 12 se relaciona con alteraciones del factor intrínseco como atrofia gástrica, anticuer pos anticélulas parietales o anti factor intrínseco (anemia perniciosa). La medición de la vitamina B 12 confirma el diagnóstico (150 a 950 pg/mL). La falta de folatos o de vitamina B12 produce alteración de la síntesis de DNA Esta alteración es responsable de una madura ción nuclear alterada en los precursores eritroides, leucocitos y megacariocitos. Como los eritrocitos tardan en dividirse se produce una asincronía de la maduración nucelocitoplasmática que genera célu las megaloblásticas, de las cuales algunas pocas pa san a la circulación (anemia megaloblástica) y las restantes sufren hemólisis intramedular ( eritropoye sis ineficaz). La falta de vitamina B 12 , además del trastorno hemático produce alteraciones tardías en el SNC debido a la participación de esa vitamina como coenzima esencial en el mantenimiento de los lípidos de membrana y en la formación de mielina. HEMOGLOBINA Es el elemento fundamental del eritrocito. La he moglobina es una proteína conjugada oligomérica sintetizada en los eritrocitos. Está formada por 2 pa res de cadenas peptídicas unidas entre sí por uniones covalentes, dos alfa y dos no-alfa (�, y o 8) (fig. 22- 1) En los adultos la estructura principal es la hemo globina A con dos pares a, y dos �- Una pequeña porción de la hemoglobina adulta posee cadenas del ta en lugar de beta (Hb A2). La Hb fetal presenta 2u- 2y. Cada cadena posee un bolsillo para el grupo prostético: el hemo (una protoporfirina ferrosa) que es el sitio de unión para el oxígeno (véase fig. 22-1). La estructura cuaternaria de la molécula de Hb es responsable del comportamiento para el transporte y la entrega de oxígeno a los tejidos: la unión cooperativa A pesar de su nombre de institución bancaria o sindicato la unión cooperativa es la propiedad que determina que en lugares de alta presión parcia] de oxígeno (como en los alvéolos) la afinidad de la he moglobina por el 0 2 sea mayor que en sitios donde la presión parcial es baja (como en los capilares ti sulares). Esto permite que se sature con facilidad en el pulmón y que entregue sin dificultades su 0 2 en los tejidos que lo necesitan, debido a que los grupos hemo se unen al 0 2 • oxidan al Fe2• y producen un cambio conformacional que facilitará la unión a los tres grupos hemo restantes (o bien a la inversa, co mo en el caso de los tejidos). El mecanismo bioquímico que justifica este com portamiento involucra 2 estados posibles de la mo lécula de Hb. La hemoglobina desoxioxigenada pre senta una unión electrostática firme entre las cade nas de la globina, lo que determina un estado tenso (T). La unión de una molécula de oxígeno a uno de los hemos rompe esas uniones electrostáticas; esto genera una conformación relajada (R), expone los sitios restantes y aumenta la afinidadpor el oxígeno unas 500 veces. Este comportamiento es el que de termina la conformación sigmoidea especial de la curva de disociación de la hemoglobina, a diferen cia de la de la mioglobina, que siempre presenta gran afinidad por el oxígeno (véase fig. 22-2). Fig. 22-2. A. Curva de disocia ción de la oxihemoglobina. B. Es tados tenso (f) y relajado ( R) de la estructura cuaternaria de la Hb. Sal Hb (%) A B n e :, u T Fig. 22-1. Estructura de la hemoglobina (Hb). Mioglobina Oxi Hb Acción cooperativa (mm Hg) Po2 R Sal. Hb (%) 50 27mm Hg i pH t Peo 2 1 Temperatura I 2,3 DPG Po2 (mm Hg) Fig. 22-3. Factores que determinan los desplazamientos ha cia derecha (p50 > 27 mm Hg) e izquierda (p50 < 27 mm Hg) de la curva de disociación de la oxil-lb. Regulación de la afinidad La hemoglobina es uno de los responsables prin cipales de la oferta distal o entrega de 0 2 , ya que el contenido arterial de éste depende sobre todo de su concentración y del porcentaje de saturación de aquella. La hcmogiobina puede adaptarse a diferen tes situaciones, lo que aumenta aun más su versati lidad. Esta adaptación se evidencia como desplaza mientos de la curva de disociación de la Hb, tanto a ia derecha como a la izquierda (fig 22-3). Una manera rápida de notar si la curva de satura ción está desplazada es mediante el estudio de la P 50 , que es el valor de Po 2 en el que la saturación de la Hb es del 50%. El valor normal de la P50 es de al rededor de 27 mm Hg, por lo que un aumento indi ca desplazamiento hacia la derecha, mientras que una P50 menor que 27 mm Hg expresa un desplaza miento hacia la izquierda (véase fig. 22-3). Desplazamiento hacia la derecha Esta situación se presenta ante un descenso del pH (efecto Bohr) y un aumento de la Paco 2 • Ambos Sal. Hb (%) A B Peo 2(mm Hg) Fig. 22-4. Desplazamientos de la curva de disociación de la oxihemoglobina y su influencia en el transporte de ga ses A. Efecto Bohr. En los tejidos la adición de C0 2 a la Hb reduce su afinidad, lo que incrementa la p50 y por lo tanto la descarga de 0 2 " B. Efecto Haldane: la carga de 0 2 en los pulmones reduce la afinidad para el C0 2 lo que desplaza la curva de éste hacia Ja derecha. Estos efectos optimizan el transporte de 0 2 y co r (Modificado de Hsia �- Respiratory function of hemoglobin. NEJM 1998; 338[4]L 239-247.) tienden a estabilizar la forma desoxigenada o T de la Hb y disminuir su afinidad por el 0 2 . Entonces la molécula se torna más difícil de cargar, pero cede con mayor facilidad el 0 2 (ahora requiere mayor P0 2 para lograr igual saturacion). Esto es ventajoso para los· tejidos que trabajan con regímenes bajos de 0 2 . Por otro lado, la oxigenación de la Hb en el ni vel pulmonar reduce la afinidad del C0 2 (efecto Haldane), lo que permite mayor.descarga de CO 2 en los capilares pulmonares y mayor carga en los capi lares tisulares. El efecto Bohr y el Haldane permi ten un transporte adecuado de 0 2 y CO 2 entre los pulmones y los tejidos (fig. 22-4). 2,3 DPG. Otro factor capaz de desplazar la curva hacia la derecha es un subproducto de la glucólisis del glóbulo rojo: el 2,3 di-fosfo-g.licerato (2,3DPG). El 2,3DPG estabiliza la forma reducida (T) de la he moglobina, lo que determina menor afinidad y por Jo tanto mayor cesión del 0 2 en el nivel tisular. El 2,3 DPG se produce como consecuencia de una desviación o shunt del proceso glucolítico, y el glóbulo rojo es la célula que lo concentra en mayor medida (5 mM, casi equimolar con la Hb ). Este fosfato funciona como un elemento de regu lación para la adaptación a situaciones de hipoxia, anemia y alteraciones ácido-base sostenidas (alca losis). El 2,3 DPG disminuye en los eritrocitos enveje cidos, en la acidosis, la hipofosfatemia y en casos de altas concentraciones de oxígeno. Temperatura: el aumento de la temperatura des plaza la curva hacia la derecha; así se facilita la des carga de 0 2 en los tejidos, lo que es en extremo útil si se sabe el efecto de la temperatura sobre el con sumo de 0 2 de los tejidos. La temperatura es un fac tor a considerar cuando se efectúan mediciones de gases en sangre. Como desplaza la curva de afini dad, cuando en el laboratorio se núden las muestras a temperatura corporal estándar (37ºC), los valores de Po 2 estimados pueden no reflejar los reales con exactitud. Desplazamiento hacia la izquierda La disminución de la temperatura, el ascenso del pH y la reducción de la síntesis del 2,3 DPG despla zan la curva hacia la izquierda, lo que hace decrecer el valor de P 50 (véase fig. 22-3). En estas condicio nes la Hb cede con dificultad el oxígeno y es más fáci I de cargar. � Importante: si bien los cambios de afinidad ill afectan toda la curva, su efecto es más noto rio sobre la paite media, donde pequeñas alteracio nes de Po 2 determinan grandes cambios de satura ción, Jo que permite que las células consigan más oxígeno al mismo precio. Metahemoglobinemia Es la hemoglobina oxidada al estado férrico, in capaz de reaccionar con el oxígeno. Se produce cuando la Hb entra en contacto con nitritos vasodi latadores (p. ej., nitroprusiato de Na+), por alteracio nes genéticas de la molécula de hemoglobina (he moglobina M) que facilitan el estado oxidado y por el déficit congénito de enzimas que reducen la me tahemoglobina (metahemoglobina reductasa depen diente del NADH). Como el color de la metahemo globina es más oscuro, el aumento entre un 10 y un 25% produce una coloración azulada de piel y mu cosas (cianosis). Si la concentración se incrementa aun más, comienzan a manifestarse síntomas que pueden llevar hasta la muerte del individuo en los casos graves (70% ). Otro de. los efectos de-la meta hemoglobinernia es afectar la afinidad al desplazar la curva hacia la izquierda, por lo que la hemoglo bina reducida libera menos oxígeno, lo que empeo ra el cuadro. Carboxihemoglobina ( el asesino silencioso) El monóxido de carbono (CO) es un gas que se produce en las combustiones incompletas. Es ino doro por completo, por lo que es imposible de reco nocer. La intoxicación aguda con CO es un flagelo que afecta a la gente que queda atrapada en los au tomóviles en medio de la nieve y permanece con el motor prendido y las ventanillas cerradas, así como en países menos avanzados como el nuestro, por el uso de braseros como medio de calefacción erl espa cios precarios y cerrados. La intoxicación crón�ca se observa en los fumadores (el cigarrillo es produc tor de CO), en los que se aprecia eritrocitosis por la alteración funcional de la hemoglobina, producto de la,carboxihemoglobina. El CO presenta una afinidad por la Hb 200 veces mayor que el 0 2 , por lo que en una parte de la Hb los hemos están ocupados por éste sin poder unirse al 0 2 . Por otro lado en algunas moléculas de Hb el CO ocupa un solo sitio, y deja tres Jjbres para el 0 2 • Lamentablemente, en este caso, la presencia de CO determina un desplazamiento de la curva hacia la izquierda, con lo que la Hb que queda no cede el 0 2 con facilidad y genera hipoxia tisular. En la intoxicación por CO, niveles de carboxihe moglobina del 5 al 10% producen dolor intenso de Defecto en la interacción vertical (deficiencia de anquirina, Banda 3 o espectrina) Eslerocitosis Defecto en la interacción horizontal c2_ O '° Fragmentación cabeza y trastornos neurológicos. Niveles mayores del 40% provocan coma y muerte. A diferencia de la metahemoglobina (color azu lado), la carboxihemoglobina es más roja que la oxihemoglobina, lo que confunde a los médicos que observan pacientes con déficit tisulares de 0 2 pero con una coloración rosada que aparenta normalidad. La alta afinidad del CO por la Hb hace que aun removida la causa, la carboxihemoglobina tarde en disociarse unas cuantas horas, lo que deja gran parte de la Hb inútil para el transporte de 0 2 • El tiem po puede acortarse si se ventila al paciente con 0 2 al I 00%, lo que al aumentar la Pao 2 facilitaría la car ga de 0 2 • Oxido nítrico: los sitios ferrosos del hemo son muy afines para el óxido nítrico (NO), de manera si milar a la del CO. Sin embargo, se describieron otros sitios de fijación del NO en la molécula de Hb. Fig. 22-5. Estructura del glóbulo rojo. Éstos aumentan su afinidad por el NO cuando el 0 2 se une al hemo. En los tejidos, la descarga de 0 2 desde la Hb reduce la afinidad de estos sitios de unión del NO descargando a los tejidos. Este mecanismo de transporte de NO por la hemoglobi na permite mayor liberación de NO en los tejidos durante situaciones de hipoxia, lo que produce di latación de los vasos y mejor extracción del 0 2 dis ponible (véase cap. 3). Los GR viven unos 120 días El envejecimiento de los globulos rojos provoca cambios en la membrana que alteran su capacidad para acomodarse y, al pasar por el sistema mono cito-macrófago, se eliminan de la circulación, se destruyen y su material se recicla. El hierro se se para y, como se indicó es transportado por la trans ferrina. Hematocrito: es la relación entre el volumen de glóbulos rojos con respecto a la sangre. Su valor normal en adultos varones es del 40,7 aJ 50,3%, y en mujeres del 36, l al 44,3% (véase figura). Como es una relación, su variación pue- de deberse a modificaciones ya sea en la canti dad de GR, de plasma o de ambos. Por ejemplo, la pérdida de GR y plasma (sangre entera) en la - misma proprocion no debería alterarlo. Si_ se pierde más plasma que GR (deshidratación) el Hto se eleva, y sucede lo contrario si de pierden más GR que plasma. El Hto se determina con fa cilidad y provee una medida rápida del volumen globular. Por ejemplo, en una hemorragia aguda, al perderse en la misma proporción glóbulos y plasma, el Hto al inicio no varía. Algunas horas después, la salida de líquido del espacio intres ticial y del intracleular al intravascular repone plasma pero no glóbulos, por lo que el hemato crito desciende. Hemoglobina: varones: 13,8 a 17 ,2 g/dL mujeres: 12,1 a 15,1 g/dL Hemoglobina corpuscular media: 26, 7 a 33,7 pg/célula Concentración de hemoglobina corpuscu lar media: 32,7 a 35,5 g/dL Destrucción intravascular Un 10% de los eritrocitos se destruye en el sis tema vascular, lo que produce liberación de Hb al plasma. Allí se desdobla en dímeros y el hemo se separa. Hay dos proteínas plasmáticas -la hapto globina y la hemopexina- destinadas a fijar los dí meros de la Hb, y el hemo tiene el fin de evitar su filtración por la orina. La presencia de Hb libre, la disminución de la haptoglobina y de la hemopexi na en plasma son indicadores de hemólisis intra vascular. Volumen corpuscular medio: mide el volu men promedio de los eritrocitos. Valor normal: 80,0- 97,6 fL � o o ---Plasma :=.-+-+ Glóbulos blancos + plaquetas -1--+ 42% de glóbulos rojos Índices hematimétricos •M::f\MMta Fig. Hematocrito e índices hematirnétricos. MEMBRANA ERITROCITARIA Las proteínas de la membrana del eritrocito son responsables de la forma en disco bicóncavo (fig. 22-5). Esta forma responde a una necesidad física de proveer la mayor superficie de difusión para el oxígeno en el menor volumen posible. Además, la distensibilidad de la membrana per mite que el eritrocito circule por los capilares que poseen un diámetro menor que él; se deforma para adaptarse al pasaje estrecho sin sufrir daño alguno (para recuperar su forma al final del túnel) y resis- tir la rleforrnación mecánica que provoca el desqui librio osmótico. La estructura responsable de esa hazaña es una red de filamentos protéicos entrelazados entre sí y anclados a proteínas de membrana a través de mo léculas intermediarias. Los filamentos que componen un verdadero en rejado deformable que apoya sobre la cara interna de los fosfolípidos de membrana están formados por dos cadenas (a y B, con estructura de �-héli ce) de una proteína llamada espectrina. (Imaginen un colchón de resortes: los resortes representarían las fibras de espectrina y se unen a la tela que ro dea al colchón -membrana- por costuras de an claje.) La espectrina se une entre sí por medio de mole c1;1las de actina (interacción horizontal) y a proteínas estructurales de membrana a través de la anquirina y la proteína de la banda 4: 1 (interacción vertical) (véase fig. 22-5). Como se aprecia en la figura, la anquirina per mite el anclaje de la espectrina a una proteína de membrana llamada banda 3 (es un intercambiador CI-/HCO 3 -) y, mediante la proteína banda 4: 1, a las glucoforinas (en especial la C). Hay otras pro teínas, como la p55 y la aducina, que conforman otras _.piezas sueltas del rompecabezas que aún nos cuesta armar. La propiedad de adaptación del eritrocito se alte ra a medida que envejece y esta rigidez provoca atrapamiento en el nivel del bazo donde se produce la destrucción fisiológica (hemocatéresis). La alteración en la interacción de las proteínas estructurales entre sí produce cambios en la morfo logía del eritrocito. Los trastornos en la interacción vertical (véase fig. 22-5) producen un eritrocito de forma esférica y los de interacción horizontal pro ducen eritrocitos elipsoides. En la esferocitosis hereditaria la falta de unión de la anquirina a la espectrina determina la pérdida de la estructura fibrilar, por lo que el eritrocito queda con la forma de un globo o una esfera. Esto favore ce la bemocatéresis y la destrucción intravascular que llevan a la anemia (véase más adelante). Debi do a la desestructuración del sistema de enrejado los esferocitos además son más sensibles a los cambios de osmolalidad del medio y se destruyen con mayor facilidad (a pesar de ello, en esta enfermedad no se observa un aumento significativo de la hemólis.is in travascular). ANEMIAS Se define como anemia la disminución de la con centración de Hb de menos de 12 g/L en mujeres en edad fértil, menos de 13 g/L en adultos varones y de menos de 11 g/L en embarazadas. Las anemias pueden ser producto de una alteración en la producción de gló bulos rojos, un aumento en su destrucción o ambos Alteración en la producción 1. Hipoproliferación: la falta de hierro (hemorra gias, trastornos nutricionales), la falta de eri tropoyetina (insuficiencia renal crónica) o las alteraciones de las células precursoras por ra diaciones, tumores o fármacos alteran la pro ducción de hemoglobina, lo que provoca ane mia. La causa más común es el déficit de Fe2+ o una disminución de su disponibilidad, como en los casos de procesos infecciosos o inflama torios cró"nicos en los que los macrófagos no entregan el Fe2+ de la hemólisis a los precurso res eritroides. 2. Eritropoyesis no efectiva: se presenta en los es tados con alteraciones en la maduración de los glóbulos rojos, producto de una maduración nu clear alterada por falta de vitamina B 12 o ácido fólico, o por ausencia marcada de hierro y hemo globinopatías. Aumento de la destrucción O-Pérdida Las hemorragias y el aumento de la destrucción (hemólisis) que supera la capacidad de produc ción determina anemia. Dentro de estas últimas, las causas más frécuentes son los anticuerpos que favorecen la fagocitosis; las alteraciones en la membrana eritrocitaria (que la hacen menos resis tente a la deformación cuando transita por el ba zo) y la hemólisis intravascular que se produce por activación del complemento o por ruptura me cánica en los vasos, estrés oxidativo o productos bacterianos. Aproximación sistemática al estudio de las anemias (fig. 22-6) Una vez definida la anemia por los valores de Hb, dos análisis sencillos permiten aproximar el diagnóstico de la causa: 1. Volumen corpuscular medio: es un índice hema timétrico que mide el volumen de los eritrocitos. El valor normal (85 a 95 tL) categorizala anemia como normocítica. Una cifra mayor que 95 tL in dica macrocítosis y una menor que 85 fL, micro citosis. 2. Hemoglobina corpuscular media: es otro índice hematimétrico que mjde la concentración de Hb en el glóbulo rojo. Valores por debajo de 25 pg indican anemia hlpocrómica, mientras que valo res normales indican anemia normocrómica. La medición de reticulocitos permite distinguir las anemias regenerativas (> 120.000 ret/mm3) de las hiporregenativas ( < 120.000 ret/mm3). Analicemos algunos casos para practicar la siste mática: Caso 1: Tenemos a Bartolomé A. Goto, un señor de 50 años con un síndrome anémico (cansancio generali zado, palidez de piel y mucosas, y palpitaciones). La concentración de Hb es de 9g/L, con un volumen corpuscular medio (VCM) de 78 fL y una hemoglo bina corpuscular media (HCM) de 20 pg. ¿ Qué tipo de anemia presenta? Ante un cuadro de anemia microcítica e hlpocró mica debemos sospechar anemia por deficit de hie rro, para confirmarla solicitaremos los parámetros de metabolismo del hierro: concentración de hlerro en plasma, concentración y saturación de la transfe rrina y la ferritina sérica. La patente completa de una anemia ferropénica revela depósitos y saturación bajos, al igual que su· concentración en plasma, así como cifras de su proteína de transporte elevada, debido a la caren cia del metal. Es común que los reticulocitos no estén elevados (hiporregenerativa), porque la mé dula carece de uno de los sustratos vitales para la síntesis de la progenie roja. A los 7 a 10 días del tratamiento sustitutivo, puede detectarse el pico re ticulocitario. Hb I< 12g/L .___ __ _, < 13g/L 1 Hipocrómica I O I Microcítica CD TIBCI Saturación 1 Ferritina 1 Ferropéníca 1 TIBC.L Saturación .L Ferritina.L o t Hemoglobinopatía (Talasemia) HCM VCM Microcítica 11 Normocítica Cs.! @) <25pg <85fL 85·95fl jNormocrómica 1 @ j Normocítica Crónica simple 11 Macrocílica @5fL @) j Macrocítica 1 Hepatopatía Aplasia medular Síndromes mielodisplásicos Megaloblástica L_ ___ _J CD Hemolítica o pérdida aguda Fig. 22-6. Algoritmo para el diagnóstico de las anemias TIBC= Total Iron Binding Capacity, capacidad total de fijación de hierro, (equivalente a concentración de transfenina). (véase texto). El aumento del número de glóbulos rojos (en especial con incrementos del Hto por encima del 50%) produce un cambio importante en la viscocidad sanguínea. Si recuerdan la ley de Poiseulle (véanse cap. 16 y anexo A) verán que la viscocidad aumenta la resistencia en los va sos. En los casos serios la función cardiovascu lar se restringe y por lo tanto el DO 2 cae. Los síntomas son similares a los de la anemia, y pueden agregarse episodios de trombosis ( en especial cuando se asocia con trombocitosis) arterial y venosa. Los cambios de temperatura influyen sobre la viscocidad aparente de la sangre. La hipotermia Caso 2: Tomemos otro caso, como el de María de 34 años, en el 3°' trimestre de embarazo, que presenta una cifra de Hb de 8 g/L, un VCM de 108 fL y HCM de 30 pg. ¿Qué tipo de anemia le parece que presenta María y cuál podría ser la causa? La anemia por déficit de folatos es común en el 3e, trimestre del embarazo por el aumento de los re querimientos (debido al inquilino). Esto justifica la administración profiláctica de ácido fólico en las embarazadas (véase antes). La destrucción intravascular aumentada de gló bulos rojos produce un tipo de anemia denominada hemolítica. La patente que la caracteriza, además de la disminución de los glóbulos rojos, es el aumento de la bilirrubina indirecta, de la LDH (lacticodeshi drogenasa) y la disminución de las proteínas trans portadoras de la hemoglobina (haptoglobina) y del Fe2+ (hemopexina). � Importante: la anemia hemolítica presenta ill Hto: J, BI: Í LDH: Í Efectos de la anemia en la homeostasis Como recordarán la ya célebre oferta distal de 0 2 depende de factores hemodinámicos (el VM), respiratorios (el CaO 2 ) y sanguíneos (la concentra ción de Hb). En la anemia, la caída de la [Hb] de- aumenta la viscocidad sanguínea para un hema tocrito normal. Por ello durante la cirugía car díaca con circulación extracorpórea en la que el paciente se somete a hipotermia para disminuir el consumo de 0 2 de los tejidos (el flujo de la bomba de circulación extracorpórea es menor que el del corazón), es necesario descender el hematocrito mediante dilución de la sangre con solución de Ringer o fisiológica (véase cap. 25). En estos casos se lleva el hematocrito a valores de un 20%, con lo cual, si bien desciende su ca- pacidad de transporte de 0 2 al disminuir la vis- cocidad, mejora en gran medida la circulación, en especial en la microcirculación. termina un descenso del DO 2 • Si éste es importan te ([Hb] < 10 g/dL) y se establece en forma aguda, el paciente presenta síntomas de hipoxia (anémi ca): fatiga, dificultad respiratoria, taquicardia, pal pitaciones, dolor de cabeza, irritabilidad y mareos, como resultado del descenso de oferta de 0 2 . Se produce un esfuerzo compensatorio del sistema cardiovascular y respiratorio con aumento del volu men minuto cardíaco y respiratorio. En pacientes con trastornos coronarios isquémicos, la anemia aguda puede desencadenar un episodio coronario agudo, como angina o hasta infarto de miocardio. Si la pérdida es lenta, los mecanismos de adap tación del eritrocito (en especial mediante el 2,3 DPG) permiten una compensación de la escasez de Hb para lograr que el paciente tolere valores bajos de ésta sin la presencia de síntomas impor tantes.- HEMATOPOYESIS Basilio Pertiné Las células circulantes de la sangre se forman en la médula ósea por medio de un proceso llamado hematopoyesis. Este proceso fisiológico es respon sable de la producción de l 0 1º eritrocitos y 108- 109 leucocitos por hora en estado de equilibrio; no obs tante, esta cantidad puede amplificarse en gran me dida si aumenta la demanda en situaciones específi cas de estrés. Esta inmensa cantidad de células circulantes des ciende de precursores que nacen de un pool más pe queño de progenitores, que a su vez nacen de un pool aun más pequeño de células madre pluripoten tes. Éstas están sobre todo en reposo o en estado de no división y tienen capacidad de autorrenovarse y, por lo tanto, de mantener su número. Las células madre pluripotentes (stem cells, célu las tronco) tienen la capacidad de diferenciarse ha cia los 10 tipos de células sanguíneas: • Eritrocitos • Plaquetas • Neutrófilos • Eosinófilos • Basófilos • Linfocitos B • Linfocitos T • Monocitos • Células NK • Células dendríticas Anatomía y microambiente de la médula ósea La médula ósea es un microambiente en el que las células madre pluripotentes pueden desarrollarse Los elementos celulares del microambiente están compuestos por Ja estroma, formada por las células endoteliales vasculares y reticulares que derivan del fibroblasto. Estas últimas forman la pared adventi cia de los sinusoides vasculares, y poseen extensio nes citoplasmáticas que crean un armazón en el que • se encuentran las células hematopoyéticas. Este ar- mazón puede demostrarse mediante tinción de reti culina de secciones de la médula ósea. Las células madre y progenitoras se apoyan so bre este armazón de fibroblastos, células endotelia les y macrófagos. Esta red fibroblastoide tiene dos funciones principales: • Proveer una red adhesiva donde se asienten las células en desarrollo. • Formar una matriz extracelular que produzca fac tores de crecimiento esenciales. Junto con los lin focitos T, estas células producen gran variedad de factores de crecimiento hematopoyético o citoci nas necesarias para la diferenciación, la prolife- ración y la supervivencia de las células madre he matopoyéticas. La circulación en la médula ósea comprende ar terias radiales y centrales que se ramifican en capilares corticales, siguen a la circulación sinusoidal y drenan a la vena central. La superficie luminal de lels sinusoides está tapi zada por células endoteliales con extensiones cito plasmáticas que se interdigitan, por lo que las célu las sanguíneas maduras deben abandonar la médu la ósea a través de aperturas en estas células endo teliales. Células madre hematopoyéticas El concepto que sostiene que la hematopoyesis se origina de células madre pluripotentes deriva de la observación de que los ratones pueden proteger se de los efectos letales de la irradiación corporal total si se preserva el bazo de ésta. Se demostró que este efecto protector es mediado por células, ya que la reinyección de células esplénicas producía una recuperación total de la bematopoyesis en los ani males irradiados. En consistencia con la hipótesis de la naturaleza clonal de la hematopoyesis y el concepto de que una célula madre pluripotente puede restablecer todo el sistema hematopoyético, se demostró que las célu las hematopoyéticas murinas podían encontrarse en el bazo de ratones irradiados luego de 1 O días de trasplantarse las células madre. Estas unidades for madoras de colonias del bazo UFC-B generaban co lonias que contenían precursores de eritrocitos, gra nulocitos, macrófagos y megacariocitos. ldentificaci6n de células progenitoras Las células madre hematopoyéticas pueden identificarse mediante pruebas diferentes Los factores que regulan la producción no se co nocen por completo pero incluyen una variedad de reguladores humorales y derivados de la estroma. Los precursores maduros y estadios más dife renciados de la hematopoyesis pueden reconocer se con el microscopio óptico, mientras que las cé- 1 ulas progenitoras y células madre no son distin guibles mediante técnicas ópticas, por lo que de- ben utilizarse pruebas funcionales o técnicas de identificación de antígenos de superficie para de tectar su presencia. Las células progenitoras forman colonfas de cé lulas maduras de diferentes líneas si se las inmovi liza: en un medio semisólido, como la metilcelulosa o el agar, y se las estimula con factores de creci miento. Se las suele conocer como células formadoras de colonias (CFC) o unidades formadoras de colenias (UFC). Antígenos de superficie celular Las características de la superficie celular se uti lizaron para purificar o definir poblaciones de célu las entre las que se incluyen células madre y proge nitoras. Los antígenos usados con más frecuencia son el CD34, expresado en las células madre hema topoyéticas y el CD38, expresado en precursores más maduros pero no en células madre. Las células hematopoyéticas más primitivas son CD34+ y CD38- Sin embargo, las células CD34+ constituyen entre el 2 y el 5% de las células nucleadas de la médula ósea, mientras que las células madre son mucho más raras (1/20.000 células de la medula ósea). Por: lo tanto, la presencia de células CD34+ es só lo un indicador indirecto de la presencia de células madre. Regulación de las células madre Los elementos formes de la sangre se reemplazan de manera permanente para mantener un número constante de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. El- número de células de cada serie se mantiene dentro de un rango estrecho en un adulto fisiológi camente sano. Los mecanismos reguladores no se conocen por completo, pero las evidencias permiten enunciar algunos principios fundamentales: • Uria sola célula madre pluripotente es capaz de originar varios- progenitores comprometidos con una linea celular, que a su vez darán origen a cé lulas maduras por proliferación clonal. • La célula madre es capaz de autorrenovarse, pe ro esta capacidad no es ilimitada. • Las células progenitoras son capaces de respon der a estímulos humorales o a reguladores de la estroma medular, algunos de los cuales se produ cen en respuesta a un nivel determinado de célu las circulantes en sangre periférica. • En este tipo de respuesta las células progenitoras proliferan y se diferencian para formar una célu la sanguínea reconocible. • La diferenciación hematopoyética requiere un microambiente adecuado, que en los seres huma nos está confinado a la médula ósea. Los proge nitores pueden existir fúera de la médula, pero en estado fisiológico no se diferencian en sitios ex tramedulares. Un número significativo de células madre y progenitores puede encontrarse en el cordón umbilical, que puede usarse como fuente de células madre para trasplante. Usos terapéuticos de las células madre Los usos terapéuticos más frecuentes de las célu las madre son: • Trasplante de células madre de un donante (alo trasplante) en pacientes con falla medular o en fermedad genética. • Trasplante de células madre propias (autotras plante), que permite la reconstitución de la hema topoyesis en pacientes que reciben quimioterapia o radioterapia. • Inserción de copias genéticas normales en célu las madre defectuosas desde el pw1to de vista ge nético. ERITROPOYESIS La producción de eritrocitos es un proceso estrictamente regulado En estado de equilibrio se producen alrededor de 1010 glóbulos rojos por hora en la médula ósea para mantener un nivel adecuado de hemoglobina, pero esta producción puede aumentar con rapidez si se produce pérdida de sangre o hemólisis. La eritropoyesis comienza cuando un pequeño pool de células madre pluripotentes se diferencia a precursores comprometidos hacia la línea eritroide, La diferenciación eritroide procede de la estimulación de los progenitores en el siguiente orden madurativo Proeritoblastoo O-+O-+O-+O ,;r • . o Eritroblasto basófilo se UFC-GEMM BFU-E UFC-E ♦ SC: células madre UFC-GEMM: colonias multipotenciales BFU-E: burst forming u:iit erithoid (Unidad formadora eritroide rápida) UFC-E: unidad formadora de colonias eritroides o ♦ o ♦ o Eritroblasto policromatófilo Reticulocito Eritrocito maduro Precursores con identidad morfológica Fig. 22-7. Eritropoyesis. que se transforman en precursores eritroides más re conocibles, que culminan con la generación de eri trocitos maduros. Este proceso es modulado por dos tipos de molé culas: 1. Moléculas de adhesión celular que determinan las interacciones entre las células de la estroma y las hematopoyéticas, y son un requisito para que las células sean capaces de localizarse en nichos específicos de la médula ósea. 2. Factores de crecimiento: en mayor medida eritro poyetina, IL-3, GM-CSF (factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos) y Steel factor de (e-kit ligandq). Las células primitivas eritropoyéticas tienen re ceptores para estos tipos de moléculas, lo que per mite la ampliación del proceso de diferenciación. Progenitores eritroides En seres humanos el progenitor eritroide más primitivo es la BFU-E: burst forming unit-erithroid (Unidad formadora eritroide rápida) En respuesta a una combinación de eritropoyetina factor de Steel (SF), IL-3 y GM-CSF, las primeras di- visiones celulares forman subpoblaciones de unidades formadoras de colonias (UFC-E). Cada una de estas unidades forman una gran colonia de proeritroblastos, que se transforman en eritroblastos más maduros. Es te proceso lleva unas 2 semanas in vitro (fig. 22-7) En la médula ósea también se encuentran las UFC-E más maduras, que bajo la influencia de la eritropoyetina forman colonias pequeñas de eritro blastos en 7 días. Los precursores eritroides representan 1/3 de la población medular del adulto. Los proeritroblastos son las células más tempranas que pueden recono cerse con microscopio óptico. Estas células se divi den y maduran mediante de una serie de etapas que comprenden eritroblastos basófilos, policromatófi los y ortocromatófüos para terminar por dar el reti culocito. Este proceso implica reducción en el ta maño celular, condensación y expulsión del nócleo, así como acumulación de hemoglobina. En promedio, cada proeritroblastoforma alrede dor de 8 reticulocitos, y el tiempo requerido para es te proceso es de unos 5 días. Anemia aguda En la anemia aguda, la duración del proceso de maduración puede acortarse hasta 1 día mediante el salteo de divisiones. Como consecuencia, las células resultantes son macrocíticas, ya que no tuvieron tiem- po suficiente para adquirir características adultas. El resultado de la eritropoyesis bajo condiciones de es trés es que pueden verse diferentes tipos de inclusio nes celulares que se reconocen en el microscopio: • Cuerpos de Pappenheimer (gránulos Fe2•). • Punteado basófilo (ribosomas). • Cuerpos de Heinz (inclusiones de hemoglobina). • Cuerpos de Howell-Jolly (remanentes nucleares). La regulación de la proliferación y la maduración de los progenitores eritroides depende de una inte racción entre una serie de factores de crecimiento. En los últimos años, el uso clínico de estos factores arrojó luz sobre su papel en la eritropoyesis. Eritropoyetina (EPO) La eritropoyetina es esencial para la madu ración de las células eritroides Su mayor efecto parece manifestarse en el nivel de las UFC-E durante la eritropoyesis del adulto. Las UFC-E no sobreviven in vitro en ausencia de eritropoyetina. La hormona también actúa sobre una población de BFU-E, que requiere eritropoyetina para su ma duración terminal. Una segunda población de BFU E, que se presume que es menos madura, puede so brevivir sin eritropoyetina si hay otros factores pre sentes, como IL-3 y GM-CSF. Como la eritropoyetina es crucial para la diferen ciación eritroide, los ratones con mutacfones homo cigotas para los genes de-eritropoyetina y receptores de eritropoyetina (EPO-R) forman BFU-E y UFC-E normalmente, pero éstos no pueden diferenciarse a eritrocitos maduros. Estas mutaciones EPO-/- y EPOR-/- son letales en el período embrionario debido a una falla de la eritropoyesis fetal. Sin embargo, la eritropoyesis en el nivel del saco amniótico se mantiene conservada en parte, lo que indica la presencia de una población de precursores eritroides independientes de la eritropoyetina. Factor de Steel (e-kit ligando) Por más de que el factor de Steel no tiene capa cidad formadora de colonjas, ejerce gran efecto si- nérgico sobre las BFU-E en presencia de eritropo yetina. El factor de Steel es crucial para el desarro llo normal de las UFC-E, ya que las cepas de rato nes que carecen de steel factor o su receptor e-kit producen anemia severa. IL-3 y GM-CSF Los receptores para IL-3 y GM-CSF tienen una cadena B en común. Ambas citocinas favorecen la eritropoyesis in vitro en presencia de eritropoyeti na. Las cadenas B interactúan de manera funcional y en forma física con e( EPO-R, lo que pone de manifiesto la acción sinérgica de la IL-3 y el GM CSF sobre la eritropoyesis dependiente de eritro poyetina. Insulina y factor similar a insulina 1 ( ILGF-1) Estos factores, distintos de los clásicos factores estimulantes de colonias, pueden regular en forma positiva, la eritropoyesis de manera directa o indi recta. La insulina o el ILGF-I actúan directamente sobre las UFC-E en presencia de eritropoyetina. Activina y factor de crecimiento del hepatocito Son proteínas que también actúan sobre la eritro poyesis, de manera indirecta sobre las UFC-E y BFU-E, pero su mecanismo fisiológico no se diluci da con claridad. Estrés y eritropoyesis La eritropoyesis está regulada en mayor medida por dos factores: 1. Nivel de oxihemoglobina 2. Nivel de oxígeno que reciben los tejidos La eritropoyetina media la respuesta a la deman da de oxígeno. Esta función se lleva a cabo median te la interacción con receptores específicos que se encuentran en la superficie de los progenitores eri troides y los eritroblastos. La hipoxfa produce un aumento transcripcional en la expresión del gen de eri tropoyetina. En condiciones normales las BFU-E no originan eritroblastos, excepto bajo condiciones de estrés por anemia severa, sino que se transforman UFC-E, los que se dividen y originan colonias de proeritroblas tos bajo la influencia de una concentración baja de eritropoyetina. La medula ósea de un ratón adulto contiene alre dedor de 500 UFC-E por cada 105 células nuclea das. En respuesta a la anemia, como ocurre en la he morragia o la hemóli�is, la prod�cción de reticulo citos proviene de un influjo rápido del comparti miento progenitor bajo la influencia de la eritropo yetina, lo que genera una expansión del pool de proeritroblastos. El estrés anémico no produce un aumento del rit mo mitótico de los precursores eritroides, sino que los cambios que pueden vers.e son los que se deta llan a continuación. Las BFU-E tardías y UFC-E, por la unión de eri tropoyetina a sus receptores se diferencian a proeri troblastos. En la medula ósea normal de ratón, la frecuencia de UFC-E aumenta de 500 por cada 105 células nucleadas a 1.000-2.000 por cada 105 célu las nucleadas en condiciones de hemorragia o he mólisis. Por el contrario, los ratones que reciben transfusiones muestran una reducción del 80-90% en el número de UFC-E. Se interrumpe la progresión ordenada de BFU-E a UFC-E y a proeritroblastos. El aumento de la eri tropoyetina permite o induce la diferenciación de progenitores inmaduros a proeritroblastos. En el mo no Rhesus, esta diferenciación prematura explica el aumento marcado del contenido de Hb F que se ob serva durante la eritropoyesis en situación de estrés. Por el contrario los progenitores en seres humanos tienen menos capacidad para generar eritroblastos capaces de sintetizar grandes cantidades de Hb F, por lo que la acumulación de estas células en la san gre periférica en respuesta a la anemia es pequeña. Regulación negativa En los seres humanos, algunas subpoblaciones de linfocitos con un fenotipo supresor pueden inhibir la actividad eritroide in vitro Este hallazgo es consistente con informes de pa cientes en los que la anemia o la granulocitopenia se asocia con la expansión de ciertas poblaciones de linfocitos T. En un trastorno raro llamado linfocito sis T con citopenia, la suspensión in vitro de la eri tropoyesis se correlaciona con la expansión de un clon de linfocitos T. El fenotipo de esta célula T su presora se describió en detalle. Esta célula es un lin focito granular grande que forma rosetas y es CD8+ (linfocito T supresor clásico). Esta célula T supreso ra puede estar involucrada en ciertos casos de ane mia aplásica y neutropenia sin una causa inmune subyacente. No se conoce con exactitud cómo interactúan es tas células T supresoras con los progenitores hema topoyéticos y qué antígenos de superficie son reco nocidos por las células supresoras. Sin embargo, se sabe que las células T supresoras inhiben la eritro poyesis mediante la producción de citocinas inhibi doras: Algunas linfocinas pueden inhibir la eritro poyesis por medio de una cascada compleja, por ejemplo, la producción de IL-2 que inhibe las BFU-E cuando estas células expresan receptores para la IL-2. MIELOPOYESIS Durante la hematopoyesis en estado de equili brio, la médula ósea produce entre 108 y 109 granu locitos y monocitos por hora para mantener su nú mero dentro de un rango estrecho. La producción puede incrementarse con rapidez en el contexto de infección o inflamación. La mielopoyesis comienza con la diferenciación de un pequeño pool de células madre pluripotentes hacia los progenitores mieloides más primitivos, que evolucionan hacia precursores más maduros que pueden reconocerse por microscopio óptico; por último emergen neutrófilos, eosinofilos, basófi los y monocitos. En el hombre· hay una célula madre pluripotente, denominada UFC-LM o unidad formadora de colo nias linfomieloides. Esta célula germinal pluripo tente da lugar a otra población comprometida hacia la diferenciación de 2 líneas: • Mieloide • Linfoide La célula madre mieloide, bajo la influencia del factor de Steel,IL-3 y GM-CSF da lugar a la uni dad formadora de colonias comprometida hacia la se plucipotente o � UFC-GEMM l 1 1 UFC-EO UFC-BA UFC-GM o o r� o , o UFC-G , UFC-M + - + o v o o o Mielo- Célula Mono- Mieloblasto Mieloblasto blasto dendrítica blasto eosinófilo basófilo neutrófilo mieloide � � �+ o o o o Neutrófilo Monocito Eosinófilo Basófilo Fig. 22-8. Granulopoyesis. formación de granulocitos, eritrocitos, monocitos y megacariocitos (UFC-GEMM) que puede identi ficarse con marcadores para CD34 y HLA-DR (fig. 22-8). Las UFC-GEMM se dividen en otras 3 unidades formadoras de colonias: • BFU-E, comprometida hacia la serie eritroide • UFC-MEG, hacia la serie megacariocítica, cuyo producto final es la plaqueta • UFC-GM, que también expresa CD34, HDL-DR y CD64, que origina la línea de granulocitos y monocitos Los factores de crecirrúento más importantes pa ra la diferenciación de UFC-GEMM son el factor de Steel, TL-3, IL-6 y GM-CSF. La célula madre mieloide, además de originar a la UFC-GEMM, también se divide hacia las llama das UFC-BASO y UFC-EO, comprometidas con la diferenciación de basófilos y eosinófilos, respecti vamente (véase cap 23). La linfopoyesis (fig. 22-9) se trata de manera ex haustiva en el capitulo 23. se pluripotente o � Célula madre linfoide restringida O. ,I \,, Pre B PreT l o � ! Célula dendrítica linfoide o o B virgen T virgen � � o o Plasmocito T activado Fig. 22-9. Linfopoyesis. TROMBOPOYESIS Las plaquetas no son células, sino fragmentos de megacariocitos, sus precursores, que tienen estructura celular El número de plaquetas en la circulación perifé rica, se mantiene en un rango relativamente cons tante, entre 150.000 y 400.000 por mm3 • Excepto algunos casos de destrucción periféri� ca (trauma, infección) la mayoría de los trastor nos cualitativos y cuantitativos de la función pla quetaria son consecuencia de algún error intrín seco que se produce dentro de la estructura del megacariocito. Las plaquetas carecen de núcleo y retículo endoplasmático rugoso, por lo que tie nen muy poca capacidad de alterar su estructura bioquímica. La megacariopoyesis se produce en más de un si tio dentro del organismo. Si bien el sitio primario de producción y desarrollo de los magacariocitos es la Fig. 22-10. Trombopo yesis. Diferenciación megacariocítica Similar a otras progenies los elementos comprometidos hacia esta línea son estimulados por factores de crecimiento temprano de menos especificidad como SF e IL3 y progresan a sus formas maduras a través de factores de crecimiento específicos. -------- TPO o-.o-.o-.o-.o-.o-.o SC UFC-GEMM BFU-Mk UFC-Mk Megacarioblasto Megacariocito Plaquetas TPO: trombopoyetina IL 11: interleucina 11 IL 11 BFU-Mk: unidad formadora de macrocolonias megacariocíticas CFU-Mk: unidad formadora de colonias megacariocíticas médula ósea, algunos precursores pueden circular en sangre periférica, lo que .sugiere que los lechos capilares pueden filtrar estas células, y si el mi croambiente es apropiado, los megacariocitos pue den desarrollarse en el tejido extramedular, en espe cial en el bazo y los pulmones, que contienen mega cariocitos y producen plaquetas. Biología de los megacariocitos La jerarquía celular de la megacariopoyesis pue de entenderse si el desarrollo megacariocítico se di vide en tres estadios: l . Células progenüoras 2. Megacariocitos inmaduros 3. Megacariocitos maduros I) Células progenitoras Son responsables por la expansión del número de megacariocitos y proliferan en respuesta a una serie de factores de crecimiento. Las células hematopo yéticas más primitivas son multipotenciales o toti potenciales, lo que da lugar a diferentes líneas celu lares sanguíneas. De allí nacen células progenitoras comprometidas con una línea celular, lo que origina una progenie determinada. Los estudios in vitro muestran que las células progenitoras megacariocíticas, al igual que en otras líneas celulares, pierden su potencial proliferativo a medida que se diferencian (fig. 22-10). La célula más primitiva capaz de detectarse es la formadora de colonias con alto potencial proliferativo megacariocítico (Mk-HPP-CFC) (megakaryocyte high-proliferative-potential colony-forming cell), que a diferencia de otras lineas celulares, forma colonias que pueden visualizarse en el nivel macroscópico. Los Mk-HPP-CFC producen colonias de unos pocos miles de megacariocitos. Para su prolifera ción requieren la señal mitogénica de la IL-3, y en forma simultánea la activación de la proteincinasa C y AMP cíclico. La BFU-Mk tiene alto potencial proliferativo; genera entre 500-600 megacariocitos por célula. Es tas células son las antecesoras de las unidades for madoras de colonias (UFC-MK). Las BFU-Mk re quieren IL-3, GM-CSF, IL-11, trombopoyetina y e kit ligando (factor de la célula madre). La etapa más diferenciada de las células progeni toras es la UFC-Mk. Esta célula tiene un potencial proliferativo más restringido; genera entre 4 y 32 megacariocitos. Este progenitor responde a varios factores de crecimiento (IL-3, GM-CSF) y también in�eractúa con correguladores como e-kit ligando y trombopoyetina. 2) Megacariocitos inmaduros Los promegacarioblastos (PMkB) son células transicionales entre las células progenitoras y los megacariocitos maduros. En general no pueden identificarse morfológica mente en la medula ósea, pero sí por la expresión de marcadores de membrana pJaquetarios, como pero- xidasa plaquetaria, glucoproteína IIb fila, factor de von Willebrand, etc. Los promegacarioblastos también tienen un po tencial proliferativo restringido. Por lo tanto son el estadio en el que los megacariocitos cesan su proli feración pero continúan adquiriendo DNA. Es decir, son endornitóticos, mecanismo por el cual adquie ren un núcleo poliploide. Los PMkB responden a gran variedad de factores de crecimiento. 3) Megacariocitos maduros Los megacariocitos se hallan en 3 estadios madu rativos definidos morfológicamente: • MEGACARIOBLASTO (estadio 1): relación nú cleo/citoplasmática alta, citoplasma basófilo que refleja la síntesis proteica. • PROMEGACARIOCITO (estadio 2): el volumen citoplasmático aumenta, al igual que el número de gránulos específicos plaquetarios. • MEGACARIOCITO MADURO (estadio 3): es el megacariocito más maduro, cuyos fragmentos constituyen las plaquetas. . Plaquetas El acontecimiento final en el desarrollo megaca riocítico es la liberación de plaquetas a la circula ción (véase cap. 23). Durante la maduración se pro duce una proliferación y una invaginación de la membrana plasmática, lo que genera el desarrollo de una red tubular llamada sistema de demarcación de membrana (demarcation membrane sistem -DMS-). El DMS divide el citoplasma del megaca riocito en diferentes campos, cada uno de los cua les origina una plaqueta. Regulación del desarrollo megacariocítico De los factores de crecimiento hematopoyéticos que afectan la proliferación megacariocítica, la IL- 3 es la rriás potente. Tiene la capacidad de estimular las células progenitoras, los megacariocitos inma duros y los maduros. Otra citocina que afecta el desarrollo megacario cítico es el GM-CSF, que estimula el desarrollo de BFU-Mk y UFC-Mk. IL-6, IL-1 ª y IL-11 no son específicos de la serie megacariocítica, pero pueden aumentar la actividad sobre los megacariocitos de otros factores, como IL-3. La trombopoyetina es producida por el hígado, riñones, médula ósea y bazo La existencia de trombopoyetina (TPO) como factor estimulador de la producción plaquetaria se propuso hace 40 años, pero la proteína se clonó en 1994. Los genes responsables de su producción se encuentran en el cromosoma 3. La administración de TPO produce un aumento del número de megacariocitos en la médula ósea y el bazo, un incremento en el tamañodel megacario cito y su contenido de DNA, y un aumento del nú mero de plaquetas en sangre periférica. El mecanismo regulador de la concentración de TPO es una retroalimentación negativa. En períodos de homeostasis, el número de plaquetas es normal, y la concentración de TPO se encuentra a niveles basales. Si se produce una caída del número de pla quetas (trombocitopenia) la reducción de la masa plaquetaria estimula la producción de TPO, con el aumento consecuente de su concentración. Por el contrario, durante un incremento del número de pla quetas (trombocitosis), el nivel de TPO se reduce. Es interesante destacar que un individuo que ten ga trombocitopenia por destrucción periférica de plaquetas (inmune), presentará un número normal o aumentado de megacariocitos en médula ósea, lo que se sensará como "normal", y en consecuencia la concentración de TPO será normal. En la figura 22-11 se observa una sinopsis del ár bol hematopoyético. MEDICINA TRANSFUSIONAL Si/vana Gamba HEMOCOMPONENTES Introducción La terapéutica transfusional está orientada a pro porcionar los elementos sanguíneos celulares, plas- se pluripotente o Célula madre linfoide � restringida O. UFC-GEMM ,-\¡,, 1 1 � 1 1 ' BFU-E BFU-Mk UFC-Eo UFC-Ba Pre B Pre T • o o UFC-GM o o o {1 ¡::>..,_ .! ! Célula dendrítica linfoide o o o UFC-E UFC-Mk UFC-G , UFC-M i i + , +- o o o � o o o o o Proeritro- Megacario- Mielo- Célula Mono- Mieloblasto Mieloblasto B virgen T virgen blasto blasto blasto dendrítica blasto eosinófilo basófilo ! ! neutrófilo mieloide + + + + +♦ 0000 0000 o o o o o o Eritrocitos Plaquetas Neutrófilo Monocito Eosinófilo Basófilo Plasmocito T activado Fig. 22-11. Resumen de la hematopoyesis. máticos o ambos, que requiere el paciente. Puede considerarse un trasplante de tejido de vida media corta y autolimitada, y debe considerarse un trata miento paliativo hasta resolver la causa del defecto. La terapéutica transfusional puede ser de gran valor para mantener o salvar una vida, y para permüir un tratamiento definitivo efectivo, pero su uso puede provocar efectos adversos, por lo que su indicación debe considerarse con mucho cuidado en función de la relación riesgo-beneficio. En el presente el avance tecnológico permite se parar los diferentes componentes de la sangre, frac cionarlos y conservarlos en envases estériles de plástico, lo que hizo posible el uso de modalidades terapéuticas en prácticamente todas las áreas de la medicina, que de otra manera no serían posibles. Sangre total La sangre total es la que se colecta de un solo do nante, voluntario y no remunerado (dado que estos últimos ofrecen mayor riesgo en cuanto a la preva- lencia de enfermedades infecciosas). Contiene alre dedor de 450 mL de sangre y 65 mL de solución an ticoagulante y conservadora, que permite un perío do de conservación que oscila entre los 21 y los 42 días. Estos límites máximos aseguran que el 70% de los hematíes aportados sobrevivirán a las 24 h de realizada la transfusión (viabilidad). Hace unos 30 años la sangre total era práctica mente el único producto transfundido, pero en la ac tualidad su uso está limitado a los procedimientos de exanguinotransf usión, sobre todo en neonatos y algunos casos de sangrado agudo profuso, aunque en éstos la transfusión de glóbulos rojos sedimenta dos es efectiva por igual y menos riesgosa (la vole mia puede mantenerse con soluciones cristaloides o coloides). En el presente, la sangre total como úni co recurso terapéutico traduce una conducta errónea que debe evitarse. Está contraindicada definitiva mente en los casos de anemia crónica, en los que el volumen de glóbulos rojos se halla disminuido pero el volumen plasmático se encuentra aumentado en forma compensatoria. En este caso el paciente no necesita plasma y puede desarrollar con facilidad insuficiencia cardíaca, de presentar poca reserva miocárdica. Esto es aun más frecuente en niños, an cianos y cuando hay daño renal o cardíaco previo. En un adulto de 70 kg la transfusión de 1 U de sangre total produce un incremento de alrededor de 1 a 1,5 g/dL en la hemoglobina (Hb) y del 3 al 5% de hematocrito (Hto). Esto se hace evidente 48 a 72 h después de la transfusión, una vez que el volumen sanguíneo se reajusta. Este aumento pue de variar según el peso y el volumen circulante del receptor. Todos los pacientes en los que se indica sangre entera deben recibir sangre isogrupo en el sistema ABO (véase más adelante grupos sanguíneos). Los Rho(D) positivos podrán recibir sangre total Rho(D) positivo o negativo. Los Rbo(D) negativos deberán recibir sangre total Rho(D) negativo, excepto en cir cunstancias justificadas (emergencias) y siempre que no presenten sensibilización previa. Glóbulos rojos sedimentados El paquete globular tiene un volumen aproxima do de 250 a 300 mL y contiene todos los glóbulos rojos de 1 U de sangre, pero sólo una pequeña frac ción de plasma (Hto del 80% ), así como plaquetas y glóbulos blancos en pequeña cantidad y sin efecto terapéutico. Debe mantenerse en refrigeración a 4 ± 2ºC por los mismos períodos que la sangre total (21 a 42 días), siempre que se hayan separado en circui to cerrado, mediante el empleo de bolsas múltiples. No deben permanecer fuera del refrigerador más de 6 h. En general casi nunca requiere calentamiento para transfundirse y esto no debe hacerse, excepto en un incubador específico a 37ºC. La transfusión de glóbulos rojos sedimentados está indicada para incrementar la masa eritrocitaria en un paciente en el que se requiere aumentar su ca pacidad de transporte de oxígeno (por síndrome anémico) y en el que no se espera que responda pronto a otra terapéutica específica. Este tipo de transfusión está contraindicada si el individuo no tiene manifestaciones clínicas o sfndrome anémico (anemia compensada), como en algunos casos de anemia por insuficiencia renal crónica o en anemias carenciales por deficiencia de hierro, ácido fólico o vitamina B 12, a menos que haya datos de descom pensación o en urgencias para aumentar la capaci dad de transporte de oxígeno, como en urgencias quirúrgicas y parto inminente. No hay una cifra o nivel "crítico" de Hb o Hto que indique la necesidad de transfundir glóbulos ro jos; ésta dependerá siempre de las condiciones clí nicas de cada paciente en particular. En otras pala bras, la concentración de hemoglobina y el hemato crito definen anemia, pero no la necesidad de trans fundir. Por muchos años se estableció en cirugía la cifra de 10 g de Hb como mínimo para llevar a ca bo una intervención electiva; sin embargo, en el pre sente se sabe que un sujeto con 8 g de Hb y un 25% de Hto bien tratado en el período transoperatorio, puede mantener un transporte de oxígeno y presen tar menos complicaciones posoperatorias. Los pa cientes con insuficiencia tenal crónica pueden tole rar perfectamente cifras de 5 a 7 g de Hb. Las transfusiones de glóbulos rojos sedimenta dos deberán ser ABO y Rh compatibles, pero no siempre ABO idénticas, como en el caso de la san gre total; esto es, un paciente de grupo A podrá re cibir con seguridad tanto GRS de grupo A como de grupo O. Plasma fresco congelado El PFC se prepara a partir de la sangre total; se lo separa de los glóbulos rojos por centrifugación en frío y se lo congela enseguida (antes de transcuni das 8 h de la extracción). De esta manera conserva la actividad de prácticamente todos los factores de la coagulación, incluso de los lábiles (V y VIIIC). Tiene un volumen aproximado de 200 a 250 mL, se almacena a una temperatura de -J 8ºC o inferior y posee una vigencia de 1 año. El descongelamiento del PFC debe ser rápido a una temperatura de 30 a 37ºC. Para ello se utiliza un baño termostatizado. Una vez descongelado, debe transfundirse de inme diato. El uso del PFC está indicado en el tratamiento de sangrado secundario a deficienciasde cualquiera de los factores de la coagulación, si no se dispone de concentrados específicos del factor deficiente. En estos casos es jndispensable administrar la can tidad de plasma necesaria para elevar el nivel del factor deficiente, lo necesario para mantener la he mostasia de acuerdo con la respuesta clínica. En condiciones normales se requiere menos del 50% de actividad de cualquier factor para lograr una hemostasia adecuada. El PFC está indicado también en la deficiencia de varios factores, como en las hepatopatías (véase cap. 33), el síndrome de desfibrinación o la coagu lación intravascular diseminada, sangrados por defi ciencia de vitamina K no detectada, toxicidad por cumarínicos o durante la reposición masiva de san gre (transfusión masiva). Su utilización también es necesaria en pacientes con trombosis o riesgo trombótico por deficiencias de inhibidores de la coagulación (proteína C y S, antitrombina m, etc.). Además se lo utiliza como lí quido de reemplazo en las plasmaféresis (púrpura . trombótica trombocitopénica, enfermedades autoin munes, etc.). El PFC no debe utilizarse como fuente de proteí na (albúmina) para aumentar el poder coloidosmó tico del plasma o como expansor del volumen plas mático si se dispone de albúmina liofilizada o en so lución. Debe ser ABO compatible con los glóbulos rojos del receptor. Crioprecipitados El crioprecipitado se obtiene por congelamiento del plasma fresco con menos de 6 h de extraído y descongelación lenta entre 1 y 6ºC. Este precipita do blanquecino, insoluble al frío, es una fracción plasmática rica en factor VIIIC, fibrinógeno, factor de von Willebrand, factor X1Il y fibronectina. Se conserva en congelación de -l 8ºC o inferior hasta 12 meses. Debe descongelarse a 37ºC antes de su aplicación y transfundirse, cuando sea posible, den tro de las 4 a 6 h siguientes. La utilidad principal del crioprecipitado es el tra tamiento de pacientes con hemofilia A, enfermedad de von Willebrand, hipofibrinogenemia o disfibri nogenemia, depleción de tibronectina (sepsis), etc (véase cap. 24). La dosis a transfundir y su frecuencia dependen del factor hemostático a reponer. En general la do sis varía de 1 a 2 U de crioprecipitados por cada 10 kg de peso corporal. Concentrado de plaquetas Los concentrados de plaquetas pueden obtenerse a partir de unidades convencionales de sangre de varios donantes, o bien por citaféresis de donante único (mediante aparatos especiales denominados separadores de células=aféresis). Este último, al li- mitar el número de donantes, reduce los riesgos de transmisión de enfermedades infecciosas y de aloin munización. Cada concentrado de plaquetas de varios donan tes contiene alrededor de 5,5 x 1010 plaquetas en un volumen de 50 a 70 mL de plasma. El concentrado de plaquetas obtenido por procedimiento de aféresis de un solo donante contiene como mínimo 3 x 1011 plaquetas en un volumen plasmático de 200 a 400-mL. Los concentrados de plaquetas deben almacenar se a 22ºC (± 2ºC) en agitación continua y conservan su viabilidad entre 3 y 5 días. Se recomienda que el paciente se evalúe para considerar aspectos clínicos más que cifras de labo ratorio. En general las transfusiones de plaquetas están indicadas en la prevención y el tratamiento de las hemorragias asociadas con trombocitopenia o trombocitopatía (defecto funcional). El uso de transfusiones de plaquetas preventivo o profiláctico en pacientes con trombocitopenia sin hemorragia es controversia!. Sujetos sin fiebre ni sangrado pue den tolerar cifras de 5.000-10.000/mm3, como los pacientes con anemia aplásica o mielodisplasias; sin embargo, en individuos con epistaxis (sangrado nasal) la cuenta mínima debe ser mayor que 40.000-45.000/mm3 y si se presenta un fenómeno quirúrgico, se recomienda que la cifra sea mayor que 70.000-80.000/mm3 • Una unidad de concentrado de plaquetas de va rios donantes eleva el recuento de plaquetas en 5.000-10.000/mm3 en un adulto de 70 kg; y una uni dad de concentrado de plaquetas de donante único eleva el recuento de plaquetas entre 30.000 y 60.000/mm3• La dosis estándar es administrar 1 U de plaque tas por cada 10 kg de peso corporal ( de varios do nantes) y 1 U de aféresis en plaquetas de donante único, Concentrado de granulocitos La utilidad principal se observa en pacientes con neutropenia intensa y un proceso infeccioso, donde a pesar del uso de antimicrobianos la morbilidad o la mortalidad por neutropenia son elevadas. Los granulocitos de 1 U de sangre son insuficien tes y poco útiles; deben usarse procedimientos de aféresis con un separador celular que en el lapso de 2 a 3 h permita obtener granulocitos suficientes del orden de 10 1º células. Los granulocitos deben utili zar e lo antes posible después de su extracción, pe ro pueden ser viables si se conservan sin agitar a 22ºC. hasta por 8 a 24 h. La indicación general es para neutropenia con cuantificación menor que 0,5 x 109/L ( 500 neutró filos por microlitro) en pacientes con sospecha de infección o infección confirmada, y donde no hu bo respuesta satisfactoria a anti microbianos en pacientes con probabilidades de recuperación de la médula ósea. Los mejores parámetros de efecti vidad de la transfusión de granulocitos son los da tos clínicos y la negatividad de los cultivos, más que un incremento en la cifra. La tipificación de histocompatibilidad entre donante y receptor es deseable, pero no es necesaria cuando el paciente no recibió transfusiones con anterioridad. Con la aparición de factores estimulantes de colonias de granulocitos (G-CSF) o de granulocitos y monoci tos (GM-CSF) que estimulan la granulocitopoye sis, la transfusión de granulocitos se usará cada vez menos. Concentrado de linfocitos Al igual que los granulocitos, se obtienen sólo por procedimientos de aféresis. Su infusión se utili za para la reconstitución de elementos inmunes lue go del trasplante de médula ósea. GRUPOS SANGUÍNEOS ERITROCITARIOS Los antígenos eritrocitarios son estructuras poli morfas residentes en proteínas, glucoproteínas y glucolípidos de la membrana de los hematíes (y en muchos casos, en otros tejidos del organismo). De hecho, sólo un número reducido de sistemas parece específico de la línea eritroide. Se heredan de mane ra independiente unos de otros de acuerdo con leyes mendelianas simples. A pesar de la importancia de estos antígenos en la medicina transfusional, su po sible papel biológico y funcional permaneció igno rado durante años. Los estudios bioquúnicos y moleculares efectua dos en la última década permitieron descubrir que su presencia en los hematíes no obedece con exclu sividad a causas inmunes. cuyo objetivo principal Cuadro 22-1. Sistemas de antígenos eritrocitarios ABO AyB Hh H Lewis Leª, Leb, Lec, Led , Le' MNS M,N,S, s, U Rh D, C, E, e, e, G, cw Kell K, k, Kp•, Kpb, Js•, Jsb Kidd Jkª, Jkb, Jk3 Duffy Fy•, Fyb, Fy3, Fy4, Fy5 Lutheran Luª, Lub Diego Diª, Dib Chido Ch• Rogers Rg" Colton Coª, Cob Otros parece ser limitar y, en ocasiones, complicar la práctica transfusional, sino que desempeñan un pa pel importante. Los antígenos eritrocitarios son marcadores presentes en diversas proteínas capaces de diferentes actividades en las que el polimorfismo no parece afectar la función. En el presente se describen 5 categorías funcio nales: • Moléculas transportadoras y canales • Receptores de membrana • Moléculas de adhesión • Enzimas • Proteínas estructurales Se descubrieron más de veinte sistemas de antí genos eritrocitarios con más de 600 variantes anti génicas sobre la membrana del hematíe (véase cua dro 22-1). En la práctica, su aplicación comprende: a) tipi ficación de donantes y receptores de transfusiones de hemocomponentes y trasplantes de órganos, b) prevención, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de la enfermedadhemolítica perinatal por aloanti cuerpos y c) caracterización de la hemóUsis (lisis del eritrocito) debido a autoanticuerpos o aloanti cuerpos. Sistema ABO El primer sistema de grupo sanguíneo que se descubrió y el más importante en medicina transfusional, es el ABO La determinación de la compatibilidad ABO en la sangre de donante y receptor es imprescindible pa ra evitar las reacciones hemolíticas postransfusiona les. Karl Landsteiner (premio Nobel de Medicina en 1930) publicó su descubrimiento del sistema - de grupo ABO en 1900 junto al desarrollo de procedi mientos de rutina para su tipificación. Landsteiner (vienés devenido neoyorkino) realizó suspensiones de glóbulos rojos de muestras de sangre propia y de algunos colegas, y los. enfrentó con los sueros. En algunas de estas mezclas observó aglutinación, en otras no; lo que le permitió analizar y concluir que existían 3 tipos de grupos sanguíneos, ahora deno minados A, B y O. Asimismo, advirtió que la presen cia o la ausencia de sólo dos antígenos, A y B, era suficiente para explicar la existencia de tres grupos y predijo la de un cuarto. También demostró que en el suero de todas las personas se encuentran anti cuerpos contra los antígenos ausentes en sus glóbu los rojos. Dos años después, dos discípulos de Landsteiner, von Decastello y Sturli, descubrieron el grupo AB. En el presente, el sistema de grupo sanguíneo ABO aún es el más significativo en medicina transfusional. Es el único que presenta anticuerpos recíprocos cons tantes y previsibles en el suero de la mayoría de las personas no expuestas a eritrocitos humanos. Antígenos y anticuerpof del sistema ABO A excepción de las células germinales la totali dad de las células del ser humano posee dos dota ciones de cromosomas similares, una de cada pro genitor. Se considera que los genes que controlan la e:,tructura de los antígenos de determinados siste mas de grupo sanguíneo ocupan los loci correspon dientes en un par de cromosomas similares (homó logos). Por ello, para todos los genes localizados en autosornas, un individuo podrá ser homocigoto (ambos genes iguales, p. ej., AA) o heterocigoto (ge nes diferentes, p. ej., AO). Los alelos comunes (A, B y O) se localizan en el locus ABO del cromosoma 9. Los genes A y B codi- fican las glucosiltransferasas que producen los antí genos A y B. El gen O no codifica enzima funcional alguna. El gen A sintetiza una enzima denominada N acetilgalactosarniltransferasa que agrega una N-ace tilgalactosamina a la cadena de oligosacáridos (sus tancia H); así se forma el antígeno A. El gen B sin tetiza la enzima galactosiltransferasa encargada de adicionar una galactosa a la cadena de oligosacári dos para formar el antígeno B. Como se indicó, el gen O no codifica enzima alguna, por Jo tanto, en la membrana eritrocitaria de· estos individuos sólo en contramos sustancia H. Las diferencias de la actividad celular A, B y H en lactantes y adultos p°';lrían relacionarse con la cantidad de ramificaciones presentes en las mem branas celulares a distintas edades. Se piensa que en los glóbulos rojos de los lactantes predominan los oligosacáridos lineales, con un solo extremo pa ra la fijación de los glúcidos H y más tarde A o B, o ambos. En cambio en los adultos, la proporción de oligosacáridos ramificados es elevada. Por lo tanto, a medida que pasa el tiempo, aumenta el nú mero de sitios antigénicos. Esto tiene implicancia en la práctica de tipificación del sistema ABO en las pruebas de aglutinación directa. Con frecuencia los anticuerpos reaccionan menos con los eritrocitos de los recién nacidos que con los del adulto. Aun que pueden encontrarse en los glóbulos rojos de embriones de 5-6 semanas, en el momento del na cimiento, los antígenos A y B no están desarrolla dos por completo, porque las estructuras oligosacá ridas ramificadas surgen de manera gradual. A los 2-4 años, la expresión de esos antígenos es comple ta y permanece más o menos constante durante to da la vida. Parece que en la mayoría de los casos hay una correspondencia simple entre genes y antígenos, de forma que si la persona hereda determinado gen, se podr� detectar el· antígeno correspondiente en sus hematíes. Es así que las 6 combinaciones posibles de genes (genotipos) en el sistema ABO darán lugar a los 4 grupos posibles (fenotipos): Fenotipos Genotipos AB AB A AA o AO B BB o BO o 00 Cuadro 22-2. Esquema de los grupos del sistema ABO con sus antígenos, anticuerpos y frecuencia en la Argentina (porcentaje) Grupo Antígeno Anticuerpo Free. en la Argentina A A B B AB A,B o Hay subgrupos ABO que son fenotipos que difie ren en la concentración de antígenos en los glóbulos rojos, son productos de glucotransferasas menos efectivas. Los subgrupos A son más comunes que los B. Los dos subgrupos A principales son A 1 y A i · Éstos pueden elaborar anticuerpos con los glóbulos rojos A 1 • Por lo general ocasionan dificultades en la tipificación del grupo sanguíneo, pero no generan reacciones transfusionales. Los anticuerpos del sistema ABO son regulares o naturales: son fríos, en mayor medida IgM, aun que también se advierten cantidades menores de lgG. Todo individuo que carece de un antígeno en su membrana eritrocitaria posee en su plasma un anticuerpo dirigido contra el antígeno ausente. En otras palabras, son anticuerpos que se hallan en el plasma de un individuo que nunca recibió transfu sión y tampoco gestó un feto que tuviera ese antí geno. Esta relación complementaria previsible permite efectuar la tipificación ABO en suero o glóbulos rojos. Una de las hipótesis que explica el desarrollo de estos anticuerpos se basa en que las configuraciones responsables de las especificida des A y B de la membrana eritrocitaria también existen en otras entidades biológicas en particular, las paredes bacterianas. La distribución de las bacterias es muy amplia y su presencia en la flora intestinal, el polvo, los alimentos y otros sustratos asegura la exposición constante de todas las per sonas a antígenos de tipo A o B. Los individuos inmunocompetentes reaccionan contra antígenos ambientales produciendo anticuerpos contra aque llos ausentes en el organismo. Así, las personas de grupo O y B sintetizan anticuerpos anti-A y las de grupo O y A, anti-B. Las del grupo AB, que exhi ben ambos antígenos, no generan anticuerpos (véase cuadro 22-2). Esta explicación "ambiental" de la emergencia de los anticuerpos anti-A y anti-B aún es presuntiva. anti-B 36,5 anti-A 9,6 3,0 anti-A y anti-B 50,9 En general, estos anticuerpos se detectan en el suero después de los primeros meses de vida. La síntesis de anticuerpos aumenta, hasta alcanzar los niveles del adulto a los 5-1 O años y declina en las etapas tardías de la vida. Pruebas para tipificación ABO Para la determinación del grupo sanguíneo del sistema ABO se utilizan dos pruebas: • La directa o eritrocitaria • La indirecta, inversa o serológica En la directa se utilizan anticuerpos anti-A y an ti-B (reactivos comerciales) para determinar la pre sencia o la ausencia de antígenos en los glóbulos ro jos a clasificar (fig. 22-12). En la serológica o inversa se utilizan glóbulos rojos A 1 y B como reactivos para detectar anti-A y anti-B en el suero del individuo. Estas pruebas se pueden realizar en portaobjetos, tubos y micro placas. Una reacción es positiva cuando se observa aglu tinación de los glóbulos rojos. Por ejemplo, un indi viduo de grupo A, al poseer en sus glóbulos rojos. antígeno A, aglutinará ante la presencia de IgM an ti-A presente en el reactivo específico. No así en la reacción donde se enfrenta con el anti-B. Es así que observamos en la prueba directa (véase fig. 22-12)': Suero anti-A Suero anti-B Grupo + aglutina -no aglutina A - no aglutina + aglutina B + aglutina + aglutina AB - no aglutina - no aglutina o A B Fig. 22-12. Prueba de compatibilidad directa. La
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