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La muerte celular-estación terminal "Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su hora. Tiempo de nacer y tiempo de morir ... " La muerte es una parte importante de nuestras vidas La muerte celular es trascendente desde el punto de vista biológico. Millones de células mueren de manera constante para que nuestro organismo pue da mantener el estado estacionado que denomina mos homeostasis. La muerte es parte del ciclo vital. La renovación es fundamental para el cambio y el perfeccionamiento, y el cambio debe continuar. Eclesiastés: 3: 1 Hay dos formas de muerte celular "Si la muerte pisa mi huerto, quién firmará que he muerto de muene natural" Joan Manuel Serrat, Si la muerte pisa mi huerto Todos sabemos que las personas pueden morir de muerte violenta o natural. La segunda se asocia con la vejez y la despedida tranquila de este mundo, ca si como una vela que se apaga. Las células presentan estos dos tipos de muerte. En la primera, denominada necrosis, la destrucción de las membranas celulares determina la liberación de las enzimas lisosómicas al citoplasma. Como se sabe, esas enzimas son capaces de destruir todo componente celular. Es igual que tener un arsenal en una casa para protección y que ésta se incendie. En la necrosis la célula se destruye y libera al me dio todos estos componentes, sumados a los pro ductos del metabolismo. Todas estas sustancias de sencadenan una reacción inflamatoria con recluta miento del endotelio y los glóbulos blancos. Esto propaga el incendio a todo un barrio y, hasta a veces a todo el país. Por ejemplo, en el caso del síndrome de dificultad respiratoria del adulto, el daño del en dotelio pulmonar desencadena un virtual incendio endotelial generalizado. La liberación de materiales de la inflamación, como bradicininas, ka]icreínas, complemento activado y citocinas inicia respuestas protrombóticas que pueden ocasionar obstrucción del flujo sanguíneo e hipoxia, activación y agrega ción de glóbulos blancos y daño m.itocondrial. El re sultado es un síndrome de falla multiorgánica, don de los sistemas principales de mantenimiento ho meostático fallan y la muerte es el resultado casi co rriente. La segunda forma de muerte celular es la apop tosis. En ésta la célula procede· a un suicidio pro gramado, dirigido desde el núcleo (genes Bcl-2 y p53), en el que la célula fenece sin activación de cadenas enzimáticas que destruyan la membrana celular. La apoptosis es un proceso natural en nues tro organismo y es responsable de la eliminación, por ejemplo, de las células de la piel que unen nuestros dedos durante el desarrollo (cuya falla produce la sindactilia), de los orificios de nuestro organismo (cuya falla genera, por ejemplo, ano im perforado o coanas cerradas) y de la eliminación de linfocitos T programados contra nuestros tejidos, así como de la muerte celular programada en el sis tema nervioso entre otros. Apoptosis "Mais la vie ... " sépare ceux qui s'aiment, tout doucement, sans /aire de bruit ... " J. Prevert, Les feuilles mortes Si bien ya se trató en los capítulos 23, 41 y 44, daremos igual una reseña breve de este mecanis- mo que parece tener cada vez mayor importanci.:. en la fisiopatología de muchos trastornos, inclusi ve el de la isquemia coronaria y la falla multiorga- nica. En la apoptosis la célula se encoge y el com{X' nente nuclear se destruye. Luego le llega el tumo .::. los componentes citoplasmáticos, que se envueh·e;:; en vesículas. La membrana celular permanece in tacta, lo que previene que se liberen enzimas cito plasmáticas y alteren las células vecinas. Las Yesi culas con el resto de las organelas se liberan pan que los macrófagos las fagociten. El proceso puede dividirse en cuatro fases. u primera, llamada "deéisión" tiene cuatro mecaru mos básicos que la inician: • noxas que dañan el DNA nuclear (como las ra diaciones o los citostáticos) • activación de segundos mensajeros por parte de receptores para corticosteroides o citocinas. (' falta de factores de crecimiento • enzimas que favorecen o prolongan las cascadas que producen la apoptosis • agentes que dañan la membrana pero sin produ cir necrosis (calor excesivo, radicales libres de� oxígeno, etc.) aunque pueden producirla con do- sis mayores o estímulos sostenidos ... En la segunda fase, o de ejecución, la actirn ción de los genes mortales se produce por la acti vación de receptores de membrana llamados re ceptores de muerte. Se reconocieron los sistemas del receptor de TNF y el receptor Fas. Éstos acti van una familia de proteasas de cisteína denomi nadas caspasas que median la destrucción de nu cJeoproteínas, del citoesqueleto y la separación de las células vecinas. LA MUERTE EN LOS SERES HUMANOS "/ don't want to achieve immortality trough my 11·or.t I want to achieve it trough not dying" Woody Aller: A pesar de estar compuesto de millones de célu las, nosotros nos reconocemos como una entida<! única. Nuestra vida es nuestra conciencia y nuestros sueños. Como ya se observó ambas funciones soo generadas por nuestro cerebro y por lo tanto nues� vida está enlazada con ellos. En la Argentina, como en la mayoría de los países desarrollados, excepto Japón, la pérdida irreversible de la función cerebral es la definición de muerte de las personas, aun cuando su corazón o sus pulmones sigan en funcio namiento apoyados por sostén artificial. Esta defini ción de muerte cerebral permite los trasplantes ca davéricos que prolongan la vida de miles de perso nas que de otra manera estarían condenadas a muer te en plazo breve. Memento mori "To die, to sleep. To sleep, perchance to dream ... " William Shakespeare, Hamlet, Act IJ Vivir no es fácil, pero tampoco lo es morir. Nuestro instinto nos aferra a la existencia. ¿Por qué nos resulta tan difícil aceptar la idea de morir? Los sabios orientales no albergan un lugar en su corazón para la muerte. Cuando les llega se van en paz, preparados para ese instante trascendente. Los occidentales tendemos más a dejarnos ganar por la angustia y el temor; temor por otro lado comprensible ante la sensación de pérdida tan abrumadora. Es común que los médicos veamos a la muerte co mo un fracaso de la medicina y evitemos participar en ella. Sin embargo, ayudar a bien morir es parte de nuestra función, y que el paciente vaya a morir no quiere decir que la medicina no pueda ayudarlo en esas circunstancias. Un ambiente tranquilo, la pre sencia de seres queridos, fármacos que disminuyan la disnea y el dolor, hipnóticos, nuestra presencia o la de un sacerdote hacen la diferencia. Por lo tanto, co mo médicos debemos estar preparados para ayudar a nuestros pacientes a irse en paz de este mundo. Rechazo, rabia, negociación, depresión y aceptación "No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra, ni a la nada". Miguel Hemández, Elegía En un trabajo ya clásico, la doctora Elisabeth Kubler-Ross enumeró las 5 fases que puede vi venciar un enfermo terminal con respecto a su muerte. Aunque son bien conocidos para los que lidian con enfermedades terminales, es muy co- mún que estos temas los ignore la mayoría de los demás especialistas. Yo creo que la muerte debe ría tener una presencia mayor en el currículum de Medicina y este tipo de lecturas, junto con otras ligadas al campo espiritual, podría ser de gran ayuda en el momento de asistir a la muerte de nuestros pacientes, y contrarrestar nuestra ten dencia a la huida. En un intento de unir las concepciones occiden tales con El Libro de los Muertos tibetano, Sogyal Rimponché en su libro, "El libro tibetano de la vida y de la muerte", escribe sobre algunas cuestiones del manejo del paciente moribundo que me parece interesante citar: "He descubierto que, como en todas las situacio nes graves de la vida, hay dos cosas que resultan útiles: el sentido común y elsentido del humor." "A veces quizá se sienta tentado a predicar a los moribundos o a darles su propia receta espiri tual. Evite absolutamente ceder a esa tentación, sobre todo si sospecha que no es eso lo que desea el moribundo .. Nadie quiere ser "rescatado" con las creencias de otro. Recuerde que no es su tarea convertir a nadie a nada, sino ayudar a la perso na que tiene delante a ponerse en contacto con su propia fuerza, confianza, fe y espiritualidad, sea cual fue re." "Una persona a punto de morir necesita sobre todo que le demuestren un amor tan incondicional como sea posible, libre de toda expectativa." Es muy notable cómo son aplicables estos con ceptos a todas las situaciones médicas en general, además de la muerte. La orden de no reanimar "Hay veces en que el último latido del corazón de un paciente debería ser el último latido de su vida". Del manual del ACLS. La vida es mucho más que los parámetros bo meostáticos y una de las decisiones que uno debe aprender como médico es reconocer cuándo detener las prácticas médicas y dejar que el paciente parta en paz. Esto es una fuente de problemas éticos y le gales que varían según la legislación particular de cada país. En la Argentina la muerte cerebral es sinónimo de muerte clínica, lo que define la importancia de este sistema. Por lo tanto, cuando uno reanima a un paciente debe tener bien claro en qué condiciones está su cerebro. La decisión de suspender una reani mación o de no reanimar es un acto médico trascen dente. En ciertos países la legislación ayuda a tomar este tipo de decisiones; en otros queda librado al sentido común, la experiencia, el compromiso, el coraje de los que están a cargo del caso y de los fa miliares. La decisión de no reanimar no implica una urgencia; es un acto médico que debe consensuarse con la familia, el comité de ética y los jueces, de ser necesario. Si bien no podemos entrar aquí en un de bate sobre la moralidad de estos procedimientos, lo cierto es que cuanto más claro tengan los médicos estas cuestiones, menos problemas tendrá la fami lia, la sociedad y los legisladores para aceptarlos. Por lo tanto, es imperativo adoptar una doctrina cla ra y racional. Carpe diem " ... quam mínimum credula postero" Horacio "Life is what happens to you while you're busy making other plans" John Lennon, Beautiful boy Nuestra función como médicos es mejorar la ca lidad de vida de nuestros pacientes. La prevención todavía es la herramienta más poderosa con la que contamos. El asesoramiento, la educación y la pre disposición a escuchar y ayudar aún son las bases de nuestra profesión. En este sentido debemos en tender que la Fisiología es una ciencia fundamental para la práctica médica, pero en el fondo es nuestra formación humanística la que debe dirigir nuestras acciones. Meditemos bien sobre todo esto. Ni triste, ni solitario, ni final "Aunque camine en el valle de la sombra de la muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás con migo ... , Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento ... Salmo XXIII . .1 Casi todas las religiones coinciden en considerar a la muerte como una ¡ransición, una especie de e tación de transbordo a otro estado. Por lo tanto, tal vez debamos dejar de considerar a la Parca como enemiga. Como dice el Maestro Tsongkhapa: "Un amigo puede convertirse en enemigo y, de la mis ma manera, un enemigo puede convertirse en amigo·· Debemos estudiarla, tratar de comprender lo qu� representa. Es preciso aprender lo que el Ángel de la Muerte pueda enseñarnos para ayudar a alcanzar en los vivos el bien más preciado del género huma no: la felicidad. LECTURAS RECOMENDADAS Kam PC, Ferch N. Apoptosis: mechanisms and clinicaJ i.c- plications. Anaesthesia 2000; 55 (l l: 1081- J 093). Kubler Ross E. On death and dying, Collier. NY, 1970. La Santa Biblia (versión de Casiodoro de Reina) SBU, 19lf Lao Tsé, Tao Te King. Traducción Antonio Medrano. B,-. blioteca Fundamental, 1994. Rimpoché S. El libro tibetano de la vida y de la muene. L"=> no, 1994.
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