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Ventilación

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Ventilación 
En el siguiente capítulo nos ocuparemos de: 
• Movimientos ventilatorios
• Volúmenes y capacidades pulmonares
• Ventilación minuto y espacio muerto
• Espirometría y aplicaciones clínicas
En Ja introducción describimos la diferencia en­
tre respiración y ventilación. Tómese un momento 
para recordar estos conceptos. Antes de desarrollar 
► la composición del aire que movilizamos en la ven­
tilación y el proceso fisiológico de la respiración,
analizaremos el mecanismo por el cual el aparato
respiratorio desplaza un volumen de gas atmosféri­
co hacia el alvéolo, y viceversa.
MOVIMIENTOS VENTILATORIOS: 
INSPIRACIÓN Y ESPIRACIÓN 
Inspiración 
Los gases atmosféricos se desplazan 
como consecuencia de un gradiente 
de presión 
Imagínese que la_ atmósfera es una cavidad y el 
alvéolo, otra. Intentaremos desplazar un volumen 
de gas de una cavidad a otra mediante un circuito, 
la vía aérea·(véase fig. 7-lA). 
Los gasl:':s en el exterior están sometidos a la 
presión atmosférica que, en el nivel del mar es de 
760 mm Hg. En condiciones normales, cuando to­
dos los músculos del aparato respiratorio se en­
cuentran en reposo ( esto es, al final de la espiración 
pasiva, o punto de equilibrio del sistema respirato­
rio), la presión alveolar es igual a la atmosférica, es 
decir, también se encuentra a 760 mm Hg. Es co­
mún utilizar los 760 mm Hg como O (cero) de refe­
rencia. Por lo tanto, al final de la espiración pasiva, 
la presión en el nivel de la boca (es decir, en la ca­
vidad exterior o atmosférica) y la alveolar es igual, 
o sea, O (fig. 7-lA).
Para desplazar un volumen de aire hay que gene­
rar un gradiente de presión; es decir, mayor presión 
en un extremo del circuito ( el atmosférico) y menor 
en el otro extremo (el alveolar). 
Analicemos las opciones posibles para lograr 
esto. 
1. Aumentar la presión en la boca. Esto es posi­
ble, pero implica incrementar la presión de to­
dos los gases atmosféricos, cosa que el sistema
re�piratorio no puede hacer. La tecnología mé­
dica desarrolló aparatos denominados respira­
dores, que básicamente movilizan aire median­
te este mecanismo. Dado que ya definimos que
la presión atmosférica es homologable a O,
cualquier mecanismo que desplace un volum<?n
gaseoso generando presión en la boca por enci­
ma de este valor, se denomina ventilación a
presión positiva. El paciente conectado a un
respirador debe estar anestesiado y con un tubo
en la vía aérea, o sea, en una situación muy le­
jana a la fisiología normal (véase fig. 7-lB).
A 
Atmósfera 
Ol 
Q) N :, Ol 
CT o_ 
Q) (/) � Q) 
·- -o 
<( Q) 
Boca 
Paciente conectado a respirador 
B 
Presión 
positiva 
Alvéolo O 
ml Volumen oonienle VI 
1,500
� 
1.000 
500 
Ventilación a 
presión negativa (A) 
an H o Presión de apgnura 2 de la vía aérea 
b 
cm H2') Presión lntJapleural 
o 
.5 
1 
1 .,, 
.... 1 .,, 
..__ 
cm H10 Presión transmural 
Ventilación a 
presión positiva (B) 
ml Volumen corriente Vt 
15� 
10 
; ......_ 
.,, .... 
5 .... 
E 
1.500� 
1.000 cm Hp Prosióo do apertura 
de la vta aéfca 
500 10� 
. 5 
o 
"'\r�.,0 Proslónltansmmal 
10 ,,,., 
.,, .... 
5 .... 
1 
Fig. 7-1. Mecanismos de la ventilación. A. Presión negativa: el descenso del diafragma produce disminución'de 
la presión intrapleural, que a su vez disminuye la intraalveolar. La presión subatmosférica en el alveólo produce 
el desplazamiento de aire desde la boca hacia éste. B. Presión positiva. La utilización de máscara y bolsa o un tu­
bo endotraqueal conectado a un respirador (como en la figura) producen desplazamiento de aire y generan pre­
sión positiva en el extremo exterior del tubo. 
2. Disminuir la presión en el alvéolo. Éste es el me­
canismo fisiológico de la ventilación (véase
fig. 7-1 A). De hecho, el movimiento inspirato­
rio es un proceso cuyo objetivo es generar pre­
sión negativa intraalveolar para desplazar aire.
Veamos cómo se realiza; las motoneuronas alfa 
estimulan la contracción del diafragma y de los 
músculos intercostales. Al contraerse el diafrag­
ma, éste pierde su forma acampanada y descien­
de alrededor de 1,5 cm. La contracción de los 
A B 
Cartílago Cartílago 
Espiración pasiva Espiración activa 
Fig. 7-2. Diferencias entre la espiración pasiva y la activa. 
músculos intercostales externos desplaza la pa­
rrilla costal hacia arriba y adelante. A medida 
que el volumen de la cavidad torácica aumenta, 
disminuye la presión y entonces un volumen de 
aire se desplaza hacia el alvéolo. Los cambios en 
las presiones intratorácicas traen aparejados fe­
nómenos en la perfusión pulmonar que trataremos 
más adelante. En el movimiento inspiratorio, el 
diafragma es responsable del desplazamiento de 
alredededor del 60 al 75% del volumen corrien-
te; en tanto que los músculos intercostales sólo 
aportan un 25 a un 40%. Este dato cobra relevan­
cia en las patologías que de alguna manera com­
prometen el diafragma y que pueden cursar con 
compromiso respiratorio sin que el pulmón sea 
el órgano afectado en primer término (p. ej., ci­
rugías gastrointestinales con gran distensión ab­
dominal). En las patologías en las que el diafrag­
ma está paralizado, en lugar de moverse hacia 
abajo, lo hace hacia arriba y a esto se lo llama 
movimiento paradójico. Si bien el grupo de mús­
culos accesorios constituido por el esternoclei­
domastoideo que levanta la porción superior del 
esternón y Tos escalenos que elevan las dos pri­
meras costillas tienen poca importancia en la 
inspiración normal, tanto en el ejercicio como en 
los cuadros con insuficiencia respiratoria severa 
pueden contraerse con vigorosidad. De hecho, la 
utilización de músculos accesorios (incluidos 
los de las alas nasales y los del cuello) es uno de 
los signos de diagnóstico clínico en el síndrome 
de dificultad respiratoria. Cuando el grupo de 
los músculos respiratorios se contrae y genera el 
gradiente de presión entre la boca y el alvéolo, 
el aire fluye. A medida que esto sucede la pre­
sión comienza a aumentar (secundario a la entra­
da del volumen de aire), hasta que la caja torácica 
deja de expandirse. En este punto la presión del 
alvéolo se iguala o se hace ligeramente positiva 
con respecto a la de la boca (es decir, a la pre­
sión atmosférica) y concluye el movimiento ins­
piratorio normal. 
Espiración 
Luego del movimiento inspiratorio comienza el 
espiratorio, que es pasivo dada la elasticidad de la 
caja torácica (es decir, tiende a volver a su punto de 
reposo una vez que se deformó). El aire que exhala-
6L 
o 
Volumen 
de reserva 
insp. 
Volumen corriente 
Capacidad 
residual 
funcional 
Volumen residual 
Capacidad 
inspiratoria 
Capacidad 
vital 
Capacidad 
pulmonar 
total 
Fig. 7-3. Volúmenes pulmonares estáticos en una curva espirométrica. 
mos es djf e rente en composición y características al 
que inspiramos. Si bien entre el movimiento inspi­
ratorio y el espiratorio hay fracciones de segundos, 
es durante este intervalo que se produce un m_eca­
nismo complejo que se denomina difusión de ga­
ses en sangre, que analizaremos en otro capítulo 
(véase cap. 9 ). En algunas situaciones el movi­
miento espiratorio puede convertirse en activo, co­
mo en la hiperventilación o en el ejercicio. Los 
músculos importantes aquí son los de la pared ab­
dominal (rectos, oblicuos internos y externos, y 
transverso) que, al contraerse, producen aumento 
de la presión intraabdominal y desplazan el dia­
fragma hacia arriba, y los intercostales internos, 
que desplazan las costillas hacia adentro y hacia 
abajo (en oposición a los músculos intercostales 
externos), para disminuir de esta manera el volu­
men torácico. 
Durante la espiración pasiva la presión intrapleu­
ral es negativa (fig. 7-2 A). En cambio, en la espira­
ción activa la presión intrapleural se vuelve positiva 
(véase fig. 7-2B). 
VOLÚMENES Y CAPACIDADES 
La inspiración y la espiración permiten la movi­
lización del volumen gaseoso que puedevariar en 
función del tipo de movimiento ventilatorio y de las 
fuerzas elásticas pulmonares. La suma de distintos 
volúmenes define las capacidades pulmonares (véa­
se fig. 7-3). 
El volumen corriente (también llamado 
volumen tidal): es el volumen gaseoso 
movilizado en una inspiración y una 
espiración normales 
El valor de un adulto normal corresponde a unos 
500 mL, en tanto que en los niños es de alrededor 
de 5 a 7 mL/kg. 
La capacidad vital corresponde al volumen, 
de aire que se puede movilizar en una 
inspiración y una espiración máximas 
y forzadas ( esto significa que la espiración 
es activa) 
Observe la figura 7-3. ¿Qué volúmenes incluye la 
capacidad vital? 
Respuesta: volumen corriente, volumen de reser­
va inspiratorio, volumen de reserva espiratorio. 
Si uno se imaginara al pulmón como un cuerpo 
estático cuyos volúmenes pudieran fraccionarse, 
podríamos indicar que el volumen de reserva inspi-
ratorio corresponde al que se puede movilizar en 
una inspiración máxima y forzada por encima del 
volumen corriente. De la misma manera, el volu­
men de reserva espiratorio, es el que se puede mo­
vilizar en una espiración máxima y forzada por en­
cima del volumen corriente. 
La capacidad pulmonar total corresponde 
a la suma de volúmenes de gas que 
permanecen en el pulmón después 
de una inspiración máxima y forzada 
Describa qué volúmenes incluye. 
Respuesta: volumen de reserva inspiratorio, vo­
lumen corriente, volumen de reserva espiratorio, 
volumen residual. 
La capacidad residual funcional (CRF) 
corresponde a la suma de volúmenes 
que permanecen en el pulmón luego 
de una espiración normal 
Describa qué volúmenes incluye. 
Respuesta: volumen de reserva espiratorio, vo­
lumen residual. Nótese que el volumen residual es 
el que permanece en el pulmón luego de una espi­
ración máxima y forzada ( es decir, cuando utiliza 
los músculos espiratorios en forma activa para espi­
rar). En condiciones normales el volumen residual 
no se puede eliminar del pulmón. 
VENTILACIÓN MINUTOY ESPACIO 
MUERTO 
El volumen corriente que se moviliza 
con cada ventilación durante un 
minuto se denomina volumen minuto 
respiratorio 
Supongamos que el volumen corriente normal de 
un adulto sano corresponde a 500 mL y su frecuen­
cia respiratoria normal es de 15 ventilaciones por mi­
nuto. Entonces su volumen minuto respiratorio será: 
Volumen minuto respiratorio = volumen corriente 
' x frecuencia respiratoria 
500 mL X 15/min = 7.500 mL/min. 
Ahora, no todo lo inspirado llega al alvéolo y 
realiza hematosis. Unos 150 mL de aire se pierden 
en el llamado espacio muerto anatómico, es decir, 
la porción de la vía aérea en la que no se realiza in­
tercambio gaseoso. Entonces si uno quisiera cono­
cer el volumen de gas que efectivamente llega al al­
véolo en un minuto debería calcular la ventilación 
alveolar/minuto. 
Vent
i
lación alveolar/minuto = (volumen corriente -
espacio muerto) x frecuencia respiratoria 
Por ejemplo: (500 mL - 150 mL) x 15/min = 
5,250mL/min 
Es decir que si bien el volumen minuto respirato­
rio es de 7 .500 mL/min, el que efectivamente llega 
al alvéolo es de 5.250 mL/min. 
Además del espacio muerto anatómico existe el 
espacio muerto fisiológico, es decir, la fracción 
de volumen alveolar que no se recambia. Como 
veremos más adelante, la distribución de la venti­
lación alveolar es heterogénea: los alvéolos apica­
les están más expandidos pero movilizan menor 
volumen alveolar, ya que tienen menos distensibi­
lidad. La porción de volumen alveolar que no se 
recambia se denomina espacio muerto fisiológico; 
dado que no realiza intercambio gaseoso, es parte 
del volumen alveolar y existe en condiciones nor­
males. 
Ahora ¿por qué es importante entender el con­
cepto de espacio muerto? 
Caso clínico 
Analicemos un caso clínico: 
Ud. evalúa a Matilde Sastre de 15 años con an­
tecedentes de asma bronquial que cursa con una 
crisis de broncoespasmo. En el examen físico la 
paciente está lúcida, algo inquieta con ligera cia­
nosis peribucal. Su frecuencia respiratoria es de 
25/minuto. 
La enfermera le muestra un estado ácido base ar­
terial con el siguiente resultado (véase cap. 30): 
pH = 7,35; Pco
2 
50 mm Hg.; Po
2 
85 mm Hg; bi­
carbonato: 23 mg/dL; Exceso de Base= 3; SatOHb 
100%. 
Calcule el volumen minuto respiratorio de la pa­
ciente: 
Vol. min resp = 500 mL x 25/min =
12.500 mL/min 
Si el volumen minuto respiratorio está franca­
mente aumentado, ¿por qué la paciente está hiper­
cápnica? 
Respuesta: la eliminación de dióxido de catbono 
del organismo depende en parte de la ventilación al­
veolar (véase cap. 11). Si bien la taquipnea se pre­
senta como respuesta a los niveles elevados de CO
2
, 
el aumento de la frecuencia respiratoria se hace a 
expensas de la disminución del tiempo espiratorio. 
Es decir que esta paciente que tiene atrapamiento 
aéreo por obstrucción bronquial, y que utiliza el 
tiempo espiratorio para tratar de eliminar el volu­
men alveolar, ahora se encuentra más limitada, da­
do que la misma taquipnea le da menos tiempo pa­
ra eliminar ese volumen. Con el tiempo, y como 
consecuencia de este proceso, los alvéolos se sobre­
distenderán y una fracción del volumen alveolar 
más allá de la normal no realiza hematosis. 
Esto se observa en el cálculo de la ventilación al­
veolar minuto: 
Ventilación alveolar minuto: (500 - 300) x 25 = 
5.000 mL/min 
Es decir que al incrementarse el espacio muerto 
disminuye la ventilación alveolar minuto. 
Este ejemplo tiene fines docentes y asume que el 
volumen corriente no se modificó. Piense que a me­
dida que los alvéolos se distienden, el volumen co­
rriente movilizado será cada vez menor (piense en 
el esfuerzo que hay que hacer para inflar un globo 
que ya está lleno de aire). Un ejemplo más cercano 
a la realidad podría ser: 
Ventilación alveolar minuto: (400 - 200) x 25 = 
5.000 mL/min 
Como conclusión, interesa destacar que el volu­
men minuto respiratorio y la ventilación alveolar 
minuto no son sinónimos y que por encima de cier­
to rango de frecuencia respiratoria, según la patolo­
gía, la ventilación alveolar puede estar seriamente 
comprometida. El espacio muerto que produce tras­
tornos en la ventilación se denomina espacio muer­
to patológico. 
ESPIROMETRÍA Y APLICACIONES 
CLÍNICAS 
Los volúmenes y las capacidades pulmonares 
suelen estar alterados en diferentes patologías. Su 
medición es un elemento importante en el proceso 
diagnóstico de estos pacientes. A grandes rasgos, 
las enfermedades del pulmón se pueden clasificar 
en dos grandes grupos: restrictivas y obstructi­
vas. En las primeras el alvéolo pulmonar tiende a 
colapsarse sobre todo en la espiración (véase cap. 
8) dado que la �apacidad pulmonar total está dis­
minuida a expensas de la capacidad residual fun­
cional (es decir, del volumen dé reserva espiratorio
y del volumen residual). Recordemos que en con­
diciones normales, el volumen residual no se mo­
viliza en la espiración, aun cuando s� máxima y
forzada. Sin embargo, dado que este tipo de enfer­
medades tiende al colapso del alvéolo (véase sur­
factante), este volumen puede estar disminuido.
Las enfermedades restrictivas características son
el síndrome de distrés respiratorio agudo en adul­
tos y niños, y el déficit de surfactante en menores
de un mes (neonatos).
Las enfermedades obstructivas se caracterizan 
por el atrapamiento aéreo. La capacidad pulmo­
nar total (CPT) está alterada a expensas de la ca­
pacidad residual funcional (CRF), que en este ca­
so está aumentada, dado que el pulmón no puede 
eliminar el volumen espiratorio en una espiración 
normal. Las enfermedades más comunes con este 
patrón son el asma en los adultos y la bronquioli­
tis en los lactantes (pacientes menores de 12 me­
ses). 
La prueba diagnóstica para medir los volúmenes 
pulmonares que se pueden movilizar, más utilizada 
en la cünica es la espirometría. Nótese que, por 
ejemplo, en condiciones normales el volumen resi� 
düal no puede medirseen forma directa, dado que 
no se puede exhalar debiendo utilizar pruebas espe­
ciales como la plestimografía corporal. 
Para realizar una espirometría forzada se le so­
licita al paciente que inspire en forma máxima y 
profunda, y que retenga el aire unos segundos. Es 
decir que en este punto el pulmón se encuentra a 
capacidad pulmonar total. Luego se le pide que 
exhale el volumen de aire en forma forzada (es 
decir espiración activa) y máxima durante alrede­
dor de tres segundos en pacientes normales. El 
paciente exhala la capacidad vital forzada (es de­
cir todos los volúmenes excepto el residual, que, 
A 
e 
Q) 
2 
Tiempo (segundos) 
B 
Normal 
CVF 
3 
e 
:, 
Ol 
o 
·s
u:
25 50 75 
Volumen como porcentaje 
de la CVF 
100 
Cuadro 
obstructivo 
w 
e 
Q) 
:, 
g 
CVF 
2 3 
25 50 75 100 
Volumen como porcentaje 
Tiempo (segundos) de la CVF 
Cuadro 
restrictivo 
w 
-�
e 
Q) 
g 
CVF 
2 3 
Tiempo (segundos) 
o 
"O 
e 
:, 
Ol 
o 
·s
u:
25 50 75 100 
Volumen como porcentaje 
de la CVF 
Fig. 7-4. Curvas t[ujo-tiempo y flujo-volumen en cuadros normal, obstructivo y restrictivo. 
como mencionamos antes, no se puede movili­
zar). Se deben realizar al menos tres maniobras y 
la variabilidad debe ser inferior al 5%. El neumo­
tacógrafo refleja, en curvas, la relación flujo vs. 
volumen y el espirómetro, volumen vs. tiempo 
(véase fig. 7-4A y B). El primero es el más utili­
zado 
La autora le sugiere leer el capítulo de mecáni­
ca ventilatoria (cap. 8) para la mejor comprensión 
de los conceptos manejados en la siguiente sec­
ción. 
Curvas de espirometría 
Curvas de flujo volumen 
El flujo es una medida de velocidad del aire, en 
este caso, a qué velocidad se exhala el volumen de 
aire pulmonar, y se mide en litros por segundo. Las 
curvas de medición en la espirometría pueden 
mostrar tanto el flujo de aire (es decir la relación 
entre el volumen de aire exhalado y el tiempo en 
que tarda en exhalarse (fig. 7-4A) o la relación en-
te el flujo de aire y el porcentaje de volumen de ai­
re espirado tanto en el movimiento inspiratorio co­
mo en el espiratorio (fig. 7-4B). La espirometría 
forzada se suele repetir luego de administrar bon­
codilatadores para evaluar la reactividad bron­
quial, debiendo aumentar los valores de CVF y 
VEF
1 
alrededor de un 10% y el FEF
25
_75, más del 
30% para considerarse significativa. 
Condición normal. El volumen de aire ex,pulsa­
do durante la maniobra se denomina capacidad 
vital forzada (CVF). Los individuos sanos son ca­
paces de espirar al menos el 75% de la CPT duran­
te el primer segundo; a esto se lo denomina volu­
men espiratorio forzado (VEF
1
) en el primer segun­
do. La relación entre el volumen espiratorio forza­
do en el primer segundo, VEF
1 
y la capacidad vital 
forzada (CVF) (VEF/CVF) debe ser mayor que 
0,75. Los determinantes principales de esta rela­
ción son el esfuerzo del paciente y la resistencia de 
las grandes vías aéreas. Para evaluar las vías aéreas 
más pequeñas, la medición se debe realizar a bajos 
volúmenes pulmonares, como el comprendido en­
tre el 25 y el 75% (FEF
25
_75) de la capacidad vital 
forzada. La limitación de esta técnica es que tiene 
mucha variabilidad alrededor de los valores norma­
les. Conviene recordar que una espirometría forza­
da anormal es patológica pero una normal no 
excluye la patología. 
Paciente con obstrucción anatómica de la 
gran vía aérea. Cuando hay obstrucción anatómi­
ca de la gran vía aérea, por ejemplo, la originada 
por la presencia de un tumor traqueal, se determi­
narán anormalidades en la curva flujo volumen 
tanto en la fase inspiratoria como en la espiratoria 
(fig. 7-5A). La obstrucción de la gran vía aérea 
puede ser fija o variable. En caso de ser fija, las 
anormalidades se presentan tanto en el tiempo ins­
piratorio como en el espiratorio casi en la misma 
magnitud. Las obstrucciones variables se produ­
cen cuando la luz de la tráquea no está ocluida por 
completo y, por lo tanto, la ubicación de la lesión 
implicará que la obstrucción se acentúe en alguno 
de los dos tiempos ventilatorios. Por ejemplo, en 
el caso de una obstrucción extratorácica variable 
(es decir, disminución parcial de la luz traqueal 
por alguna masa que comprime la vía aérea fuera 
de la cavidad torácica)·, la obstrucción se hará más 
pronunciada en el movimiento insp�atorio, dado 
que esta zona tiende a colapsarse en la inspiración 
ya que no está sometida a la presión 'intrapleural 
negativa que sí existe dentro del tórax: El flujo es­
piratorio presenta un patrón cercano al normal. Si 
la obstrucción parcial de gran vía aérea se encuen­
tra en una porción anatómica ntás baja, dentro de 
la cavidad torácica y sometida a las presiones in­
trapleurales, el trastorno se hará más evidente en 
la espiración (cuadro 7-1). 
Paciente con enfermedad obstructiva de la
pequeña vía aérea. Se trata de un individuo que, 
a diferencia del anterior, no tiene una obstrucción 
anatómica en un lugar definido de la gran vía aé­
rea, sino que tiene enfermedad de la pequeña vía 
aérea que se traduce en disminución del calibre 
(broncoconstricción). Dado que la localización 
anatómica de la vía aérea comprometida está ubi­
cada dentro del tórax, su mecánica está influida 
por el juego de presiones pleurales. Por lo tanto, 
la luz de los bronquios medianos y pequeños será 
menor en la espiración y en particular a volumen 
corriente mediano o pequeño. En la curva de flu­
jo volumen, se observará compromiso de la rama 
espiratoria, con una disminución pronunciada del 
flujo (véanse figs. 7-4 y 7-5C). Por otro lado, el 
volumen corriente será menor a expensas del au­
mento del volumen residual. 
· Para comprender este fenómeno, recordemos
que, en condiciones normales, durante la inspira� 
ción el volumen gaseoso ingresa de la boca al al­
véolo por gradiente de presión (O en la atmósfera, 
y negativa en el alvéolo) y durante la espiración se 
elimina todo el volumen con excepción de la ca­
pacidad residual funcional. Entonces, la presión 
en el alvéolo vuelve a O, para igualarse· con la de 
Cuadro 7-1. Obstrucción de la vía aérea 
Fija 
Extratorácica variable 
lntratorácica variable 
Compromiso de los flujos 
inspiratorio y espiratorio 
Compromiso del flujo 
inspiratorio 
Compromiso del flujo 
espiratorio 
 
A B e 
Vmáx 
IM' 50% 
50% 
1
�FIM50%
·�1 j FIM 50% 
CPT • VA CPT VA 
Fig. 7-5. Ejemplos de curvas flujo-volumen en patología obstructiva de la vía aérea. A. Obstrucción fija de la vía aé­
rea. B. Obstrucción extratorácica variable. C. Obstrucción intratorácica variable. Modificado de: Chervick. Disorders 
of the respiratory tract in children, ed 5 Philadelphia, W.B. Saunders Co. 1990: 147-154. 
la boca, y luego comienza una nueva inspiración, 
y se repite este ciclo en forma sucesiva cada vez 
que ventilamos. 
En el caso del paciente con obstrucción, dismi­
nuir el calibre de la vía aérea en la fase espiratoria 
provoca que al final de la espiración parte del vo­
lumen corriente quede atrapado en el alvéolo, y 
aumente de esta manera la capacidad residual fun­
cional a expensas del volumen residual. Como 
consecuencia, la presión en el alvéolo al final de la 
espiración no será igual a la atmosférica sino un po­
co mayor. Entonces el paciente deberá hacer un es­
fuerzo extra (por lo general mediante músculos que 
en condiciones normales no se usan en la fase ins­
píratoria, los accesorios) pará que la presión alveolar 
IJegue a O. En la medida en que el paciente pueda ge­
nerar suficiente presión intrapleural para compensar 
el aumento del volumen residual, el volumen co­
rriente se mantendrá cercano a lo normal. Sin em­
bargo, al agotarse en forma progresiva la fuerza 
muscular, el volumen corriente irf. en disminución. 
Es muy frecuente que el paciente obstruido espi­
re en forma prolongada y activa en un intento de es­
pirar el volumen corriente. La presión intrapleural 
positiva generada en la espiración activa incremen­
ta el colapso de la víaaérea en este tiempo ventila­
torio (véase compresión dinámica de la vía aérea) y 
acentúa la fase "esfuerzo independiente". (El pa­
ciente hace "fuerza" en la espiración para desplazar 
el volumen corriente a través de la vía aérea obs­
truida pero de manera simultánea genera presión 
intrapleural positiva, por lo que los bronquios se 
colapsan.) El gas exhalado en el primer segundo 
(volumen espiratorio forzado en el primer segun­
do VEF,) estará disminuido en relación con la ca­
pacidad vital forzada (CVF) para determinar un ín­
dice VEF/CVF menor que 0,75. 
Un aspecto importante de la espirometría de los 
pacientes obstructivos es que la mediana y en es­
pecial la pequeña vía aérea evidencian obstruc­
ción cuando la presión intrapleural es positiva, es 
decir, en espiración máxima y forzada. Ésta es 
una maniobra que debe realizar el paciente a pedi­
do del médico, lo que parece sencillo (aunque a 
veces tiene sus dificultades) en una persona adul­
ta, pero tiene algunos problemas fácilmente ima­
ginables en un niño de 2 años. Dado que este gru­
po de edad suele hacer en un consultorio más lo 
que le plazca que lo que indican padres y profe­
sionales, la medicina se ocupó de desarrollar téc­
nicas espirométricas especiales en niños peque­
ños. Se adormece al niño con algún anestésico 
suave, se le coloca una máscara alrededor de la· 
boca y la nariz para medir el volumen exhalado y 
se le coloca alrededor del tórax un manguito com­
presivo (también llamado jacket) inflable, con el 
que en la fase espiratoria se genera espiración má­
xima y forzada al inflarlo. 
Tanto las condiciones de medición como los 
va­lores normales en pediatría están especificados 
en la bibliografía. 
Paciente con enfermedad restrictiva. Los pro-
. cesos restrictivos (p. ej., insuficiencia cardíaca y 
fibrosis pulmonar, trastornos de la caja torácica o 
neuromusculares) afectan fundamentalmente la 
CVF con un VEF, y una relación VEF/CVF nor­
mal. Es decir que el flujo no se encuentra muy al­
terado sino que lo que más se modifica es el volu­
men que puede manejar el pulmón, o sea presenta 
disminuida la CPT (véase fig. 7-4). 
� Importante: los cuadros obstructivos pre­
ill sentan CVF normal o disrninuda, VEF, y 
VEF/CVF disminuidos y FEF
25
_75 muy disminuido. 
Los restrictivos: CVF disminuida con VEF
1 
y 
VEF/CVF normal. Los valores de la CVF del VEF
1 
y del FEF
25
_75 se expresan en mL o Useg y como 
porcentaje de un valor de referencia para edad, 
sexo, talla y peso. 
Pico flujo 
También llamado flujo espiratorio máximo co­
rresponde al flujo máximo en la espiración forzada. 
Se expresa en L/seg, se puede medir fácilmente con 
un aparato de bolsillo en el consultorio o en el ho­
gar y tiene menos variabilidad que otros parámetros 
ya que no dependen del esfuerzo del paciente. 
LECTURAS RECOMENDADAS 
Carrera Lamarca M y col. Pruebas funcionales respiratorias. 
Medicine 1997; 7(42):675-683. 
Kaufman CE, McKee PA. Essentials of Pathophysiology. 
Little, Brown 1996. 
Nunn JF. Nunn's Applied Respiratory Physiology. 41h ed. 
Butterworth-Heinemann 1993. 
Pfaff J, el al. Función pulmonar en lactantes y niños. The 
Pediatric Clinics of North America. Respiratory Medicine 
Vol. 41 :2. Saunders 1994. 
Respiratory Function Measurements in Infants, American 
Thoracic Society/European Respiratory Society. Am J 
Respir Crit Care lVed 1995, 151 :2058-2064. 
Silverlhorn DU. Human Physiology, an integrative ap­
proach. Prentice Hall. 1998. 
West JB. Respiratory Physiology, The essentials. 61h ed. Lip­
pincolt William & Wilkins 2000. 
Retrotraigámonos a nuestro primer encuen­
tro con Juan D., en el capítulo l. 
a. ¿ Qué tipo de ventilación utilizaba cuando
corría?, ¿a presión positiva o negativa?
b. ¿Qué tipo de ventilación se utiliza para ven­
tilarlo en la ambulancia y en la sala de cui­
dados intensivos?
c. ¿Qué volumen o volúmenes utilizaba Juan
antes, durante y después de la prueba atlética?
d. ¿Con qué volumen corriente ventilaría Ud.
a Juan si lo conecta a un respirador? En una
espirometría previa Juan D. presentaba una
CVF normal con un VEF
1 
J, y una relación
VEF/CVF de 0,70 (70%) y un FEF
25
_75 dis­
rninuido.
e. ¿Qué tipo de alteración presentaba Juan se­
gún su espirometría?
f. ¿Cuál podría ser un factor responsable de
este cuadro?

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