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SANDÍA Criterios de selección general para la sandía: 1.- BUSCA EL PUNTO AMARILLO Para saber si una sandía está madura ha de tener una mancha de color amarillo pálido en la piel que indica que la han dejado en el suelo para que madurara al sol. Opta por ejemplares de forma uniforme 2.- EL COLOR, EL BRILLO Y EL PESO Tenemos que fijarnos en que el color de la piel de la sandía sea oscuro y no tenga brillo. Cuanto más oscura sea y menos manchas diferentes de verde presente la corteza, más madura estará y, por tanto, mejor sabor tendrá. Busca sandías con la cáscara firme, lisa, sin golpes ni magulladuras y que pesen bastante porque indicador de más azúcar, agua y sabor. 3.- UN TRUCO PARA SABER SI ESTÁ MADURA Acércate al oído la sandía y dale unos golpecitos ligeros con los nudillos. Si el sonido es hueco y seco, es señal de que se encuentra en su punto óptimo. No la compres si escuchas eco o el sonido es muy flojo porque eso significa que no está dulce. 4.- LA FRUTA, SIEMPRE DE TEMPORADA Respeta el momento de cada fruta y de la sandía, por supuesto, también. Porque si no, te arriesgas a que no tenga sabor, la textura sea diferente. La temporada de la sandía va de junio a septiembre. ¿Cómo conservar la sandía?: Sin abrir se conserva a temperatura ambiente, en un lugar fresco y sin luz, durante unos 8 días. Después de abierta es necesario cubrirla con papel film o aluminio y guardarla en la nevera unos 4 días y a una temperatura de 3 a 5ºC. Sácala unos minutos antes de consumirla para que no esté fría y tenga más sabor. Estado Higiénico: Para hacer un lavado de sandía, se debe llenar el fregadero de cocina limpio o un tazón grande con agua fría y añade 4 cucharadas de bicarbonato de sodio. Se remoja la sandía durante unos cinco minutos, enjuague con agua fría y seque. También se debe usar cuchillos limpios y superficies de corte, y asegúrese de haberse lavado las manos antes de preparar la sandía para comer. Equivalente: 2 Tajadas medianas de sandía = Equivalente de pieza de fruta Razones para consumir Sandía: La sandía es una de las frutas veraniegas por excelencia. Refresca y es altamente hidratante, pero, además, cuenta con un gran número de nutrientes muy beneficiosos para nuestra salud. Contiene vitamina C, vitamina A, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno. En concreto, su cantidad de licopeno y betacaroteno aumenta cuanto más madura está la sandía así que es preferible comerla bien madura para aprovechar al máximo sus propiedades. 1. Es buena para el corazón. Contiene citrulina, que se transforma en arginina. Estos aminoácidos ayudan a mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos, favorecen el flujo sanguíneo y contribuyen a una correcta función cardiovascular. 2. Ayuda a bajar de peso. Esta fruta es baja en grasa y calorías pero rica en nutrientes. Tan solo aporta 30 calorías por 100 gramos. Es una excelente solución para acabar con el “gusanillo” de media mañana y además es muy fácil de preparar para llevar al trabajo. 3. Es buena para los ojos. Como hemos dicho, la sandía es una gran fuente de betacarotenos, que en el organismo se convierte en vitamina A, excelente para prevenir la degeneración asociada con la edad. Asimismo, contiene vitamina C, antioxidante que reduce el riesgo de cataratas. 4. Reduce la inflamación. Su alto contenido de antioxidantes convierten la sandía en una fruta excelente para combatir la inflamación. Tomar un vaso de zumo de sandía diario podría reducir el riesgo de padecer enfermedades como la artritis, el asma o el cáncer de colon. 5. Sube los niveles de energía. Contiene vitamina B6 y magnesio, ambos contribuyen a que el cuerpo tenga energía durante todo el día. Valor nutricional:
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