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Actualidades Pedagógicas Actualidades Pedagógicas Volume 1 Number 64 Article 1 January 2014 Educación, fe y religión Educación, fe y religión Amparo Novoa Palacios actualidadespedagogicas@lasalle.edu.co Follow this and additional works at: https://ciencia.lasalle.edu.co/ap Citación recomendada Citación recomendada Novoa Palacios, A.. (2014). Educación, fe y religión. Actualidades Pedagógicas, (64), 9-12. doi:https://doi.org/10.19052/ap.3196 This Editorial is brought to you for free and open access by the Revistas científicas at Ciencia Unisalle. It has been accepted for inclusion in Actualidades Pedagógicas by an authorized editor of Ciencia Unisalle. For more information, please contact ciencia@lasalle.edu.co. https://ciencia.lasalle.edu.co/ap https://ciencia.lasalle.edu.co/ap/vol1 https://ciencia.lasalle.edu.co/ap/vol1/iss64 https://ciencia.lasalle.edu.co/ap/vol1/iss64/1 https://ciencia.lasalle.edu.co/ap?utm_source=ciencia.lasalle.edu.co%2Fap%2Fvol1%2Fiss64%2F1&utm_medium=PDF&utm_campaign=PDFCoverPages https://doi.org/10.19052/ap.3196 mailto:ciencia@lasalle.edu.co 9 Actual. Pedagog. ISSN 0120-1700. N.º 64. julio-diciembre del 2014, pp. 9-12 Editorial Educación, fe y religión En esta ocasión la revista Actualidades Pedagógicas ha puesto su mirada sobre el diálogo que ofrece la educación y los diversos procesos de fe que se van gestando en diferentes campos del saber. Si bien es cierto que a lo largo de los siglos a la religión se le ha atribuido un papel protagónico para generar guerras, es igual de cierto que en ella se ha encontrado el espacio vital para que la humanidad descubra valores y sentidos para la vida. Bajo este prisma se ubican los contenidos que el presente número ofrece. Los autores recorren diversos caminos los cuales sugieren reflexio- nes que invitan a pensar la fe a partir de pedagogías adecuadas a ella. En este sentido, se explicita la urgencia de brindar una formación pedagógica apropiada en el campo catequético, que tenga en cuenta la contextura de la recepción gnoseológica de las generaciones venideras. Para tal fin, se pro- pone la pedagogía de la pregunta, los hechos de la vida, la exposición activa, las entrevistas, los recursos de videos, la comunicación a través de las redes sociales, etc. No obstante, se hace inevitable acentuar en las pastorales de acompañamiento la importancia de la entrevista y el encuentro personal bajo la dimensión grupal y comunitaria. Desde esta misma perspectiva, se plantea la necesidad de profundizar en todo el proceso de iniciación cristiana y así poder superar las contradicciones actuales, que se evidencian en diferentes espacios, tales como: práctica sacra- mental, eclesiología, misionología, liturgia. Es urgente una renovación pro- funda que priorice una pedagogía de la iniciación, que favorezca la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, lo cual le permitirá al sujeto hacer rea- lidad su vinculación con el Misterio Pascual de forma auténtica. Para tal fin, se hace indispensable articular de modo sistemático la perspectiva creyente de ver la realidad, la asunción de criterios que provienen de la fe y de la razón para su discernimiento y valoración con sentido crítico y, en consecuencia, la proyección del actuar como discípulos misioneros de Jesucristo. Para el cumplimiento de dicha tarea, es importante tener presentes los sujetos de la dinámica catequística (catequista-catecúmeno) de perfil urbano. Act. pedagog 64.indd 9 19/11/14 2:52 p.m. Editorial Amparo Novoa Palacios 10 La cuestión de lo urbano aparece aquí como uno de los areópagos fren- te al desafío catequístico que invita a valorar siempre los espacios de diálogo entre fe, ciencia y medios de comunicación. Ello permitirá seguir pensando la catequesis en una época de cambio social y revolución educativa, en la cual se deberá tener en cuenta un paradigma neohumanista que provenga del aporte de la psicopedagogía. Así es como para continuar pensando los contenidos mayores de la pastoral y la educación, es oportuno acoger con sentido crítico los nuevos lenguajes, desafíos e interlocutores. A partir de esta premisa, uno de los fenó- menos más relevantes de nuestra época y que ocupa un lugar preponderante es el fenómeno histórico y complejo de la secularización. Desde el ámbito de la teología pastoral, este fenómeno es multidimensional, pues adquiere carac- terísticas propias, al grado de presentarse como desafío y como oportunidad. La tarea primordial consiste en adentrarse en su origen histórico y analizar las formas culturales que adopta en el contexto latinoamericano, para confrontarlo críticamente con los elementos centrales de la reflexión teológica, y de este modo poner en correlación crítica el proceso de secula- rización con la teología pastoral y así poder reconfigurar la labor teológica pastoral. Uno de los principales efectos, con sus variadas consecuencias, ha sido el desplazamiento periférico de la influencia de la institución eclesial y su papel en la producción de sentido. Este desplazamiento ubica a la Iglesia como una institución más en el entramado social, y su acción pastoral como una voz más en medio de un concierto de ofertas para mejorar. Este despla- zamiento, que hace que pierda su centralidad y se ubique en una dimensión policéntrica, puede ser interpretado como una pérdida dolorosa de la exclu- sividad de la interpretación del mundo y del monopolio de la cosmovisión que por tantos años la Iglesia católica detentó. Para muchos, esta pérdida conduce a tiempos terminales, manifestados en descristianización y debili- tamiento institucional. Con respecto a la educación religiosa, los autores ofrecen diversos apor- tes a partir de sus competencias investigativas que permiten identificar los desafíos que el mundo actual presenta a esta disciplina. De este modo, se explicita la necesidad de abordar los contenidos de la enseñanza religiosa a partir del análisis de los blogs, Twitter, Facebook, buscando así levantar información sobre las cuestiones ligadas a la educación, específicamente a la educación de la enseñanza religiosa en internet, para ver los elementos de análisis que proporcionen oportunidades de nuevos conocimientos en Act. pedagog 64.indd 10 19/11/14 2:52 p.m. Actual. Pedagog. ISSN 0120-1700. N.º 64. julio-diciembre del 2014, pp. 9-12 Editorial 11 relación con los propósitos educativos en el campo de la educación religiosa. Enriquece en la diversidad esta postura, el aporte histórico sobre el modelo educativo de la propuesta política de la Regeneración (1886-1930). Esta oferta educativa se fundamenta en la visión católica, que propugna por una educación que forme “buenos cristianos y ciudadanos”, cimentados en los valores de la religión, el trabajo y la civilización. Por ello los rege- neradores dieron la educación a la Iglesia católica, y ella, por medio de las comunidades educativas religiosas, se encargó de la formación de la élite, la naciente clase media y trabajadora. Es allí donde entran a desempeñar un papel fundamental los salesianos, que por medio del método pedagógico preventivo educaron no con la represión y el castigo, sino con el respeto a la personalidad, la voluntad y libertad del educando. Es de reconocer que el aporte pedagógico y bíblico que actualmente se realiza a la educación religiosa, cada vez más adquiere relevancia, pues se logra descubrir una veta interesante que permite fundamentar epistémica y hermenéuticamente su quehacer a partir de miradas retrospectivas a las es- crituras, con una intencionalidad prospectiva al mundo actual y así descubrir claves de lectura que generan sentido a la práctica educativa y religiosa. En este sentido, los libros proféticos estudiados muestran cómo la pedagogía de Dios se encarna en gestos, lenguajes y símbolos humanos, a partir de los cuales hombres y mujeres pueden comprender que la Biblia es palabra de Dios, fuerza dinamizadora, gestora de nueva humanidady propuesta salvífi- ca para todas las épocas históricas. Estos elementos construyen nuevos aprendizajes que configuran un modelo pedagógico que debe tener en cuenta los contextos históricos, so- ciocomunitarios, culturales y religiosos. De igual manera, la reflexión que se ofrece a partir de la visión panorámica del campo semántico del creer en el Evangelio de Juan, identifica pautas para la reflexión teológica, pero sobre todo para el ser y quehacer del cristiano del hoy. Es de resaltar que la educación en la fe es un ejercicio procesual que no puede darse por supuesto. Es una propuesta consciente que parte de la alegría de comunicar la propia experiencia con Jesús, con el Resucitado, que trans- forma desde lo profundo del ser humano y que se irradia en la actitud hacia la vida y el compromiso responsable con el otro. Quien vive la experiencia de amor como una experiencia encarnada es, y será siempre, constructor y acompañante de la comunidad que camina y que cree. Atendiendo siempre a las diversas tentativas humanas de resistir a todo régimen que pretenda Act. pedagog 64.indd 11 19/11/14 2:52 p.m. Editorial Amparo Novoa Palacios 12 pensado y había esc rito sobre el maestr o investig ador, el sa ber pedag ógico, la f ormación , la sistem atización. En ese marco , me parec ía que ten ía mucho que decir y, al mism o tiempo, que todo había sido ya dicho, debatido, reafi rmad o. Por otr o lado, de lo primer o que me acordé al recibir la invitación fue de M ichael Ap ple, a quie n había escu chado —v aya coinci dencia— justament e en Bogo tá (2006). Apple ne gaba al m aestro inv estigador, asignando a los inve stigadores la tarea d e ser la m ano que r elata lo qu e le pasa a l maestro. Apple, en un tono coloquial, había des tacado qu e los maes tros no te nían tiemp o ni para i r al baño y que la pro puesta de investigar era sumar le una car ga más, q ue no pod ían sobrel levar. Ant e esta pos tura, me asombró tanto el s ilencio de los maest ros que e staban es cuchando la confer encia, que eran muc hos, como mi propi o fervor p or plantea r que el ma estro esta ba en con diciones d e investig ar e inves tigarse, si n necesita r a un inv estigador que fuera el mediador entre él y la realida d. Tambié n, mi prop ia historia se hizo pr esente. Ha bía sido m aestra inv estigadora , aun antes de conoce r esa categ oría; simp lemente h abía sido a sí… La in vestigació n y la doc encia habí an estado unidas de sde mis p rimeros p asos. Desd e mis prim eras enseñar fu era real y tuviera qu e ver con la experie ncia de los estudiant es; desde e l principio disfruté e nseñando , me dediqu é a apren der antes que a en señar y tr ansité por otras dis ciplinas, a fi n de bu scar una visión má s amplia, m ás multid isciplinari a y, al mis mo tiemp o, vincula da con la experienc ia, la mía y la de lo s otros. E n mis prime ras clases de sociolo gía en la u niversidad , relaciona ba los tem as del pro grama co n hechos de la vida real, con u na películ a, con una novela, co n un texto de fi losof ía, con sit uaciones q ue había v ivido. Rec ordaba mi experienc ia como es tudiante a prendiend o la vida d e las abeja s, sin ente nder para qué y a p unto de sa lirme de l a carrera po r el sin se ntido. Eso me afi rm aba en ha cer otra c osa. Sin n inguna re ferencia te órica, hice enseñanz a refl exiva, poniendo sobre la m esa mi exp eriencia, b uscando q ue la expe riencia de los otros fuera el an cla para lo que estába mos traba jando, pro moviendo la constr ucción de conocimi ento del g rupo en su conjunto. Al mismo tiempo, ha cía investi gación so cial e inte ntaba com partir en las clases lo que est aba viend o en los p royectos e n los que es taba traba jando. A p oco andar , descubrí la investi gación crí tica, impu lsada por la vergüen za que me embargab a después de mis in cursiones por la inv estigación tradicion alpensado y había es crito sobr e el maest ro investigad or, el sabe r pedagóg ico, la form ación, la s istematiza ción. En e se marco, me parecí a que tení a mucho que decir y, al mism o tiempo, que todo había sido ya dicho, debatido, reafi rm que me ac ordé al re cibir la in vitación f ue de Mic hael Appl e, a quien había esc uchado — vaya coin cidencia— justament e en Bogo tá (2006). Apple ne gaba al m aestro inv estigador, asignand o a los inv estigadore s la tarea de ser la man o que rela ta lo que l e pasa al m aestro. Ap ple, en un tono colo quial, hab ía destaca do que los maestros no tenían tiempo n i para ir a l baño y q ue la prop uesta de i nvestigar era sumar le una car ga más, qu e no podía n sobrelleva r. Ante es ta postura , me asom bró tanto el silencio de los ma estros que estaban e scuchando la confe- rencia, qu e eran mu chos, com o mi prop io fervor p or plantea r que el m aestro est aba en con diciones d e investig ar e investig arse, sin n ecesitar a un investi gador que fuera el m ediador en tre él y la realidad. También, mi propia historia se hizo pres ente. Hab ía sido ma estra inve stigadora, aun antes de conoc er esa cat egoría; sim plemente había sido así… La investiga ción y la docencia habían es tado unid as desde mis prime ros pasos . Desde m is primeras clases periencia de los estu diantes; d esde el pri ncipio dis fruté ense ñando, me dediqué a aprender antes que a enseñar y transité p or otras d isciplinas, a fi n de b uscar una visión m vinculada con la ex periencia, la mía y la de los o tros. En m is primera s clases d e sociolog ía en la un iversidad, relacionab a los tema s del prog rama con hechos de la vida re al, con un a película , con una novela, co n un texto de fi losofí a, con situ aciones qu e había viv ido. Recor daba mi ex periencia como estu diante apr endiendo la vida de las abejas, sin enten der para q ué y a pun to de salir me de la c arrera por el sin sen tido. Eso m e afi rmaba en hacer otra cosa. Sin ningu na referen cia pensad o y había escrito so bre el mae stro inves tigador, el saber ped agógico, l a formación , la sistem atización. En ese m arco, me p arecía que tenía muc ho que de cir y, al m ismo tiem po, que to do había sido ya dicho, debatido, reafi rmad o. Por otr o lado, de lo primer o que me acordé al recibir la invitación fue de M ichael Ap ple, a qui en había escuchado —vaya c oincidenc ia— justa mente en Bogotá ( 2006). Ap ple negaba al maestro i nvestigad or, asigna ndo a los investigad ores la tar ea de ser l a mano qu e relata lo que le pas a al maestro . Apple, en un tono c oloquial, h abía desta cado que los maest ros no ten ían tiemp o ni para ir al baño y que la p ropuesta d e investig ar era sum arle una c arga más, que no po dían sobre llevar. An te esta po stura, me asombró t anto el sil enc propio fer vor por pl antear qu e el maest ro estaba en condic iones de in vestigar e investiga rse, sin ne cesitar a u n investigad or que fue ra el med iador entr e él y la r ealidad. T ambién, m i propia h istoria se hizo prese nte. Había sido maes tra invest igadora, a un antes d e conocer esa categ oría; simp lemente h abía sido a sí… La in vestigació n y la docen cia habían estado un idas desde mis prim eros pasos . Desde m is primera s buscando que lo qu e iba a en señar fuer a real y tu viera que ver con la experien cia de los estudiante s; desde e l principio disfruté e nseñando , me dediq ué a apren der antes que a ense ñar y tran sité por o tras discip linas, a fi n de buscar una visión más ampl ia, más mu ltidisciplin aria y, al m ismo tiem po, vincul adacon la experienc ia, la mía y la de los otros. En mis prim eras clase s de socio logía en l a universi dad, relac ionaba los temas de l program a condo así… La invest igación y la docenci a habían e stado unid as desde m is primero s pasos. D esde mis p rimeras clases de los estu diantes; d esde el pr incipio dis fruté ense ñando, me dediqué a aprender antes que a enseñar y transité disminuir su humanidad e incentivando a vivir en una actitud de perma- nente éxodo. Estimado lector/a: esperamos llegar con elementos nuevos a la labor que usted como docente realiza en el campo de la educación religiosa y catequé- tica. Deseamos que todos los trabajos que aquí generosamente se ofrecen, lo incentiven a revisar los contenidos, las metodologías y las prácticas educati- vas que actualmente implementa. Amparo Novoa Palacios Directora del Programa de Licenciatura en Educación Religiosa Editora invitada Act. pedagog 64.indd 12 19/11/14 2:52 p.m. Educación, fe y religión Citación recomendada tmp.1541024423.pdf.90f7Y
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