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Reseña argumentativa

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Reseña argumentativa: “Oír-ver-leer” 
 
Introducción 
 
Acercamiento a Gadamer. 
Hans-Georg Gadamer nace en Marburg, Alemania el 11 de febrero de 1900. Inicia 
sus estudios en filosofía en el año 1918 en Breslau y se traslada después a la 
universidad de Marburg. Posteriormente recibe clases de Heidegger, de quien adopto 
el interés por la pregunta sobre el Ser. Luego en sus posteriores años de estudio tiene 
un acercamiento mayor con la filosofía de Platón y Aristóteles de los cuales toma 
también importantes elementos para lo que posteriormente aparece en su obra. De 
platón toma principalmente la importancia del diálogo y la dialéctica para la 
comprensión. En cuanto a Aristóteles, defiende la tesis de que la filosofía proviene de 
la praxis (práctica humana), y que la hermenéutica es, esencialmente, la filosofía 
práctica. En la que es considerada su obra principal, Warheit und Methode (Verdad y 
método), Gadamer en su obra trata principalmente el tema de la filosofía 
hermenéutica. La hermenéutica se define brevemente como “el arte de la 
interpretación”. La filosofía hermenéutica se pregunta por el significado y sentido de 
la comprensión humana en general. En el desarrollo de su obra filosófica Gadamer 
aborda temas como el lenguaje, la comprensión, el tiempo, la historia, entre otros y 
llega a proponer un nuevo acercamiento a la hermenéutica. “Cuatro puntos enfocan 
claramente el significado y la originalidad de su hermenéutica: 1) la filosofía 
hermenéutica es, esencialmente, filosofía práctica, 2) la verdad no es reducible al 
método científico, 3) todo conocimiento está históricamente situado, y 4) toda 
comprensión refleja la ubicuidad del lenguaje”1. 
 
Pasos argumentativos “Oír-ver-leer” 
En el texto “Oír-ver-leer” Gadamer se propone abordar el tema de la estructura 
específica de la lectura, cómo ésta está ligada de alguna manera a la escritura y, la 
escritura, a su vez, está enlazada directamente con el lenguaje. Es allí donde entra el 
momento hermenéutico, el cuál requiere de la comprensión, y la comprensión 
requiere del oír, pero no el oír cómo el mero acto de percibir sonidos, sino oír como 
oír palabras, captar el lenguaje. Desde este punto entra al tema de la lectura con 
respecto al oír desde el punto de vista antropológico. Cómo a través de la historia, el 
hombre, gracias a su capacidad de oír, ha logrado desarrollar una forma de lenguaje 
hablado, y como este oír es el factor principal de la comprensión en la lectura, ya que 
no es el sólo ver lo escrito lo que le da sentido a la lectura, sino que es el poder 
transformar lo escrito en sonidos audibles para uno mismo lo que permite al hombre 
comprender lo que lee. En segundo lugar toma la relación entre ver-leer desde el 
 
1
Barthold. L.S. “Hans-Georg Gadamer” en: Internet Encyclopedia of Philosophy. Sept 28-2012. 
http://www.iep.utm.edu/gadamer/ 
 Four claims focus the significance and originality of his hermeneutics: 1) hermeneutic philosophy is 
fundamentally practical philosophy, 2) truth is not reducible to scientific method, 3) all knowing is 
historically situated, and 4) all understanding reflects the ubiquity of language. 
Con formato: Fuente: 10 pto
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http://www.iep.utm.edu/gadamer/
aspecto poetológico, y aquí introduce un nuevo concepto, la “intuición”, la cuál es la 
capacidad que se desarrolla a través de la lectura, es el enlace entre ver y leer, no 
siendo el ver en el aspecto óptico de la palabra, sino un ver a nivel interior, evocado a 
su vez por la fuerza creadora de la palabra poética. Es ésta, la palabra poética, la que 
debe crearse por sí misma una presencia, darse ella misma la fuerza para sostenerse 
en el texto. Es la intuición entonces un acto de comprensión que se sale del fluir 
regular del tiempo, permitiendo a través del poder evocador de la palabra poética 
llegar a un punto de comprensión global en el transcurso de la lectura. Finalmente 
llega a la conclusión de que es la palabra escrita la que le da la estabilidad al lenguaje 
hablado y, que a final de cuentas, toda experiencia humana es lectura. 
 
En esta reseña se expone brevemente algunos de los conceptos tratados por Gadamer 
en el texto “Oír-ver-leer”. El tema gira principalmente en torno de “La hermenéutica 
del tiempo en el lectura”. ¿Cuál es el papel que juega el tiempo en todo esto? En 
primer lugar se explora la relación existente entre la comprensión y el oír, cómo estos 
enfrentan su posición con respecto a la lectura y la forma en la que el tiempo afecta a 
estos conceptos en cuanto a su continuidad en lenguaje. En segundo lugar, se mira el 
concepto de “intuición” con respecto al “ver” y cómo estos desarrollan su papel en 
una posición diferente en relación al tiempo, ya que estos se desenvuelven, en lo que, 
como tal, es el tiempo presente, el cuál se sale de la mera sucesión de eventos y, 
también la manera en que estos relacionan su atemporalidad con el lenguaje y la 
lectura. Por último se toma la diferenciación existente entre lenguaje y escritura, en 
cómo estos dos conceptos se mezclan con el tiempo y cuáles, a raíz de todo esto, son 
las interpretaciones que se le dan al tiempo en su relación con la lectura. 
 
 
Desarrollo 
 
La hermenéutica del tiempo en la lectura. 
 
1) El tiempo de la comprensión. 
La comprensión para Gadamer está vinculada a la capacidad del hombre de 
transformar lo leído en lenguaje audible. “Comprender lo que alguien dice es ponerse 
de acuerdo en la cosa, no ponerse en el lugar del otro y reproducir su vivencia”2. Es, 
entonces, el oír un factor fundamental para lograr comprender lo que se está leyendo, 
el oír como sentido interno, establecer un diálogo con el texto y llegar a un acuerdo 
con él. Pero, ¿de que manera afecta el tiempo esta comprensión? La comprensión, 
ligada al oír y, a su vez vista cómo diálogo, está intrínsecamente conectada con una 
estructura formal, la del lenguaje. La comprensión no llega como un momento de 
inspiración aleatorio, sino que, a medida que ese oír interior convierte los sonidos en 
lenguaje, el mensaje recibido toma forma a partir de las sucesiones de comprensión 
 
2 Gadamer. H-G. “El lenguaje como medio de la experiencia hermenéutica” (1975) en: Verdad y 
método I. Salamanca, Suígueme, 1999. p. 461 
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que se dan en el diálogo. Visto de esta manera, la comprensión hace su parte con 
respecto al tiempo como sucesión. Todo acto de compresión requiere del oír, requiere 
entablar una conversación, ya sea con uno mismo cuando se piensa, o con el texto que 
se esté leyendo, y ésta a su vez necesita de una línea temporal, donde estos actos de 
compresión se conectan sucesivamente para alcanzar el objetivo buscado, que es una 
compresión global del mensaje transmitido. Cuando a través de esta concatenación de 
comprensiones se llega a una comprensión universal del mensaje, se puede decir que 
se ha llegado al momento de intuición. Este concepto de intuición se trata con mayor 
profundidad en el paso siguiente de esta reseña. “El “comprender” las circunstancias 
y las estructuras de nuestro mundo, el comprendernos unos a otros en este mundo, 
presupone tanto la crítica e impugnación de lo anquilosado o lo enajenado como el 
reconocimiento o la defensa del orden establecido”3. Es entonces la comprensión, 
con respecto al tiempo, esa línea de sucesos, en donde cada pieza del rompecabezas 
lingüístico se toma por separado para con lo recibido antes, llegar a un presente, y 
éste, a su vez, actúa como causa, dejando el espacio para una sucesión de efectos. 
 
 
2) El momento de intuición. 
En cuanto a la relación ver-leer Gadamer expone un nuevo concepto, el de la 
intuición. Éste no es un sentido inherente al hombre, sino que se da en la medida en 
que el hombre ejercita su habilidad de lectura.La intuición es en cuanto al ver, la 
fuerza evocadora del lenguaje manifiesta en la palabra poética. Es esta palabra 
poética, la que le da a la palabra, una suerte de presente propio, le da la capacidad de 
defenderse por sí misma sobre el texto. Entonces, con respecto al tiempo, la intuición 
es esa suerte de tiempo presente, aquello que se sale del tiempo fisicalista de 
sucesión, para en el momento presente, fusionar tanto lo simultáneo como lo 
asimultáneo. El momento de intuición requiere de una sucesión de comprensiones, 
pero cuando llega es totalmente aleatorio, se da en cualquier momento, y permite al 
lector tener una comprensión global de lo leído. Es este tiempo aquel que tiene 
permanencia sólo por el momento en el que se lee, todo existe y todo tiene con ver 
con lo uno, así como lo uno tiene que ver con el todo, pero sólo se da esta ubicuidad 
durante el proceso de lectura, después esta globalidad queda en el olvido. El momento 
de intuición es aquél en el que de una manera inesperada, todos los puntos se enlazan 
a un punto específico, y este punto en particular permite conectar con todos los demás 
puntos, y es allí donde entra a formar parte la fuerza que debe tener la palabra 
poética, ya que es ésta la que se encarga de darle esa presencia propia a cada 
fragmento de lo leído. De esta manera, la intuición con respecto a la interpretación 
del tiempo, aquello que se sale del ciclo de continuidad de lo uno después de lo otro, 
y en donde se manifiesta la enigmática ubicuidad del lenguaje. 
 
 
 
 
3 Gadamer. H-G. “Lenguaje y comprensión” (1986) en: Verdad y método II. Salamanca, Sígueme, 
1998. p. 185. 
 
 
 
3) El lenguaje manifiesto a través de la escritura. 
En cuanto al lenguaje Gadamer dice: “El lenguaje es el medio en el que se realiza el 
acuerdo de los interlocutores y el consenso sobre la cosa”4. En esta medida, el 
lenguaje es eso que usa el hombre para darle forma y lograr comprender todo lo que 
lo rodea. Todo aquello que está sujeto a interpretación es lenguaje. Pero como tal, y 
refiriéndose al lenguaje hablado en sí, éste tiene sus limitantes. Las meras palabras no 
logran dar una completa explicación a la experiencia humana y, como tal, el lenguaje 
requiere estar en constante evolución, necesita ampliarse y modificarse cada vez más 
para así acercarse un poco más a la realidad humana. Además, por sí solo, el lenguaje 
hablado suele perder su forma e irse degenerando con el tiempo, y es allí donde llega 
a ejercer su papel la escritura. La escritura, con respecto al lenguaje, actúa como su 
parte física, es el aspecto que le da una estabilidad y continuidad al acto de hablar. 
“En la escritura el lenguaje accede a su verdadera espiritualidad, pues la conciencia 
comprensiva llega frente a la tradición escrita a su plena soberanía”5. Es entonces la 
escritura, con respecto al tiempo, aquel ente físico, sujeto a la continuidad de lo uno 
después de lo otro, y que a través de su estructura de signos, toma vida en el lenguaje, 
el cuál a través de su presencia ubicua, dota a estos símbolos de significado y les da 
un sentido y sonido, pasándolos a un plano hermenéutico en donde quedan sujetos a 
la interpretación. “El lenguaje es así el verdadero centro del ser humano si se 
contempla en el ámbito que sólo él llena: el ámbito de la convivencia humana, el 
ámbito del entendimiento, del consenso siempre mayor, que es tan imprescindible 
para la vida humana como el aire que respiramos. El hombre es realmente, como dijo 
Aristóteles, el ser dotado de lenguaje. Todo lo humano debemos hacerlo pasar por el 
lenguaje”6. Si se tiene esto presente, entonces se puede observar que la escritura no 
puede existir sin el lenguaje, pero el lenguaje, siendo de alguna forma una entidad 
espiritual, con una presencia indefinida y ubicua, no requiere de la escritura para su 
existencia, pero hace uso de la fuerza de ésta para adquirir una forma que le permita 
manifestarse físicamente y que le permita estabilizarse en el campo de la continuidad. 
Ya con estos concepto aclarados, se puede observar que, con respecto al tiempo, hay 
dos posibles interpretaciones: aquel tiempo de continuidad, en donde lo uno va 
seguido de lo otro, un antes y un después; y el tiempo como presencia, en donde todo 
lo que existe es este momento del presente, en el cual no hay una sucesión, sino que 
todo confluye simultáneamente para crear la comprensión actual. Visto así el tiempo 
se interpreta de diversas maneras por medio del lenguaje, en cuanto a la comprensión 
y la escritura, se puede interpretar de la manera física, el tiempo como sucesión, el 
cual requiere de un pasado para llegar a un futuro, el aspecto continuo y lineal del 
 
4 Gadamer. H-G. “El lenguaje como medio de la experiencia hermenéutica” (1975) en: Verdad y 
método I. Salamanca, Sígueme, 1999. p. 462. 
5 (Ibid) p. 470 
6 Gadamer. H-G “Hombre y lenguaje” (1986) en: Verdad y método II. Salamanca, Sígueme, 1998. p. 
152. 
tiempo, en cuanto a la intuición, se aprecia que en ésta el tiempo hace el papel de 
presente, en donde no es necesaria una línea de sucesos, sino que en cada momento 
del presente esta implícito el contenido de todo el tiempo, pero en cuanto al lenguaje, 
el concepto va más lejos, ya que en él no solo se aprecia el momento del presente, 
sino que también toma parte en el aspecto sucesivo, donde el lenguaje, por medio de 
su enigmática ubicuidad, toma lugar en todas las manifestaciones del tiempo. 
 
 
Conclusión. 
 
Toda experiencia humana es lectura. 
Gadamer en el texto “Oír-ver-leer” plantea la situación de que el lenguaje, 
transmitido a través de la oralidad, no alcanza a expresar por completo la experiencia 
humana, y con el paso del tiempo, éste se degrada, degenera, y es allí donde tiene su 
papel la escritura, cómo entidad encargada de darle estabilidad y continuidad al 
lenguaje, dotándolo de una estructura, y nutriéndolo a su vez de nuevos elementos 
para darle nueva vitalidad. Esto además, deja abierta la conclusión de que toda 
experiencia humana es lectura, no sólo el acto de interpretar textos por medio del 
lenguaje, sino que cada situación trae consigo un lenguaje, y constantemente expone 
al hombre a situaciones que debe leer para poder comprenderlas y avanzar. La vida 
misma irradia lenguajes, y es tarea del hombre mismo el decidir qué aspectos lee y 
trae hacia sí, para enriquecer cada vez más los múltiples espacios que habita. 
 
¿Es acaso, el acto de interpretar, el darle una nueva forma a la idea transmitida 
para darle un aspecto diferente y expresarlo cómo lo vemos? 
El lenguaje, básicamente, es todo aquello que puede ser comprendido, pero para 
llegar a esta comprensión, el lenguaje está sujeto a la interpretación, y esta 
interpretación, a su vez, debe pasar por el filtro de prejuicios que tenga el intérprete a 
su haber. Esto quiere decir, que cada cosa expresada, se tiene que enfrentar a todo lo 
que se interpone entre quien lo expresa y quien lo interpreta, dando lugar a que la idea 
expresada en un principio, tome los matices incluidos en los prejuicios del intérprete, 
a causa de esta nueva comprensión, en donde los horizontes tanto del emisario, como 
del receptor, se fusionan, pero desde un punto de vista diferente, el del receptor.¿Es 
estos una malinterpretación?¿Es malinterpretar entender el sentido del mensaje 
recibido, pero expresarlo de una manera que se acople al propio entendimiento? Si se 
mira con mayor detenimiento, no es que el mensaje sea malinterpretado, sino que 
sencillamente está siendo interpretado desde otros parámetros, en donde tiene un 
papel importante la formación del individuo. Es así, que cada expresión lingüística 
evoca en cada ser una formación diferente, enriqueciendo, o quizá, empobreciendo, el 
mensaje transmitido por el interlocutor. 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía. 
 
• Borjes. J.L. “El idioma analítico de John Wilkins” en: Otras inquisiciones.Bogotá, El tiempo, 2001. pp. 95-98. 
• Borjes. J.L. “Nueva refutación del tiempo” en: Otras inquisiciones. Bogotá, El 
tiempo, 2001. pp. 153-168. 
• Ferrater Mora. J. Diccionario de filosofía. Buenos Aires, Sudamericana. 
• Gadamer. H-G. “El lenguaje como medio de la experiencia hermenéutica” 
(1975) en: Verdad y método I. Salamanca, Sígueme, 1999. pp. 461-486. 
• Gadamer. H-G. “Oír-ver-leer” (1984) en: Arte y verdad de la palabra. 
Barcelona, Paidós, 1993. pp. 69-81. 
• Gadamer. H-G. “Los límites del lenguaje” (1985) en: Arte y verdad de la 
palabra. Barcelona, Paidós, 1993. 
• Gadamer. H-G. “La música y el tiempo” (1988) en: Arte y verdad de la 
palabra. Barcelona, Paidós, 1993. 
• Gadamer. H-G “Sobre el círculo de la comprensión” (1959) en: Verdad y 
método II. Salamanca, Sígueme, 1998. pp. 63-70. 
• Gadamer. H-G “La continuidad de la historia y el instante de la existencia” 
(1965) en: Verdad y método II. Salamanca, Sígueme, 1998. pp. 133-144. 
• Gadamer. H-G “Hombre y lenguaje” (1965) en: Verdad y método II. 
Salamanca, Sígueme, 1998. pp. 145-152. 
• Gadamer. H-G “Semántica y hermenéutica” (1968) en: Verdad y método II. 
Salamanca, Sígueme, 1998. pp. 171-180. 
• Gadamer. H-G “Lenguaje y comprensión” (1970) en: Verdad y método II. 
Salamanca, Sígueme, 1998. pp. 181-194. 
• Barthold. L.S. “Hans-Georg Gadamer” en: Internet Encyclopedia of 
Philosophy. Sept 28-2012. http://www.iep.utm.edu/gadamer/ 
• Malpas, Jeff, "Hans-Georg Gadamer", The Stanford Encyclopedia of 
Philosophy (Summer 2009 Edition), Edward N. Zalta (ed.), URL = 
<http://plato.stanford.edu/archives/sum2009/entries/gadamer/>. 
 
 
 
 
 
 
 
http://www.iep.utm.edu/gadamer/

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