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Filosofía de la educación

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Filosofía de la educación 
El trabajo que aquí se expone; se tratará sobre Filosofía de la educación. Aquí en 
adelante iremos explorando este tema que durante muchos años ha sido una 
problemática dentro y fuera de las instituciones. Se irá descubriendo varios 
conceptos que nos hará interpretar y comprender sobre dicho tema. Se dará un 
desarrollo para ver más allá y no pensar tal y como es, de cómo lo vivimos, como lo 
implementamos en nuestra vida cotidiana. Nosotros al escudriñar este breve tema 
nos daremos cuenta que parte de nuestra vida se reconocerá la importancia de 
nuestro trabajo aplicando estos métodos y poder ver crecimiento y darle sentido a 
lo que hacemos en nuestras vidas. 
En fin, para ir avanzando este interesante tema que ha despertado mi curiosidad y 
que también puede despertar la tuya también, es hacernos la siguiente pregunta: 
¿Qué es La Filosofía en la Educación? 
Cuando ingresé a esta carrera, o más bien, antes de ingresar sabía que existía la 
palabra Filosofía, y también con lo poco que aprendí su definición etimológica de lo 
nombrado, pero nunca en mi vida escuché o más o menos pensé en Filosofía de la 
Educación como tema a abordar en nuestra profesión o más bien, en nuestras vidas. 
Cursando 3er año de esta carrera me hice la pregunta “¿qué es?” y también “¿para 
qué sirve en mí vida?” No sé si esto te sonará algo común o algo extraño para ti 
pero esta pregunta me la hacía cada vez que cursaba la materia. 
Antes de definirlo con mis propias palabras voy mostrar definiciones de varios 
pensadores sobre Filosofía de la Educación: 
a) Según Platón definía a la Filosofía de la educación como “Una superación 
del hombre del sentido común”. Pongámoslo en otras palabras, transitar de 
lo aparente a lo verdadero, un verdadero conocimiento. 
b) Sócrates entendía que el primer paso para alcanzar conocimiento era salir 
de su misma ignorancia. Lo que me da a entender es que debemos salir de 
nuestra propia “sabiduría” y avanzar más allá del mundo que conocemos. 
c) Aristóteles por su parte nos hablaba que el hombre natural tenga libertad, sí, 
libre, en el sentido que el ser humano interactúe con otras personas en la 
sociedad se iría formando. 
Bien, ahora ya pudimos entender lo que estos varones pensaban sobre este 
tema. Después de leerlos a ellos me puse a pensar diciéndome: ¡Wow! Su 
definición es muy amplia para definirlo en pocas palabras ya que en el paso del 
tiempo la educación y la filosofía siguen evolucionando no se quedaron en el 
paso del tiempo, entonces, para llegar a definirlo diría que esta se centra en el 
nivel educativo de las instituciones; ya sea en una Iglesia, escuela, un hogar, 
etc. 
Sé que mi definición es muy pequeña con lo amplio que es, pero a medida que 
voy creciendo voy aprendiendo de ella y como se trabaja dentro de las 
instituciones. 
Ya dimos nuestra definición sobre la Filosofía de la Educación, pero vamos a 
este punto: ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su propósito? ¿Y por qué se debate 
mucho este tema en las instituciones? 
En realidad, la filosofía hace un cuestionamiento sobre el aprendizaje del sujeto, 
qué es lo que transmite, sus comportamientos, sus actitudes, su carácter. La 
filosofía evalúa a través de lo mencionado, mira ese resultado de lo que muestra 
el educador y el educando y, a la vez, sugiere qué medidas se deben optar para 
que el individuo pueda demostrar sus capacidades como un libre sujeto en esta 
sociedad. 
Ahora, pues ¿es necesario? 
La defiendo porque más allá de todo esto pude comprender de todo que vinimos 
hablando, por mi parte siento que la mayoría de las veces vivimos en un 
adoctrinamiento, sea político, religioso, etc. Tenemos una institución que nos 
prepara para qué? ¿Para seguir a alguien más? ¿Para solamente ser una 
herramienta? ¿Qué enseña el educador? Y ¿Qué practicará el educando una 
vez salga de su escuela o colegio? Yo pienso que somos seres libres y naturales 
que buscamos lo mejor para nuestras vidas, somos aquellos seres donde se le 
debe transmitir y recibir sabiduría y ciencia, pero ya desde hace mucho tiempo 
no se ve eso ¿por qué? Porque emitimos límites, solamente nos enseñan a ser 
esclavos y no libres. ¿Dónde está ese lugar donde se transmita el libre pensar, 
donde se enseñe autoridad y no autoritarismo? 
Si miramos nuestra realidad, puedo decir que el mundo ha avanzado, es sí es 
verdad, pero ¿en qué sentido? Por lo que yo veo avanzamos tecnológicamente, 
pero ¿qué hay de nosotros? ¿hemos evolucionado como lo hizo la tecnología? 
Al decir verdad me preocupa cómo nos hemos quedado a través de los años. 
Para eso está la Filosofía de la Educación, no para disciplinar sino para luchar, 
liberar, evitar y enseñar que este mundo en el que vivimos nos está destinado 
para esto, porque en realidad estamos muriendo en el sentido de nuestros 
pensamientos, solamente miramos y no reflexionamos. 
Está para romper esa barrera, para evolucionar, para reflexionar lo que se 
enseña, para darle sentido a nuestras vidas, abrir mentes, que yo cuestione del 
por qué es así, del para qué me sirve esto, como implementarlo, cómo dar mi 
idea y mi aporte ante las circunstancias de esta bella vida, esa filosofía que haga 
despertar mi curiosidad sobre el saber, el saber ser, y el saber hacer. 
“Propondremos, entonces, una filosofía interesada en transformar el mundo 
existente, para pensar de forma explícita y declarada las contribuciones del 
filosofar a una realidad que pide transformaciones a los gritos, no lo haremos 
para establecer un límite infranqueable, antes bien, procuraremos pensar ese 
campo y esas funciones propias desde una posición comprometida con abrir 
espacios para pensar posibles transformaciones de un estado de estado de 
cosas inquietante” (Walter O. Kohan, Filosofía de la Educación, 1998). 
“Transformar el mundo”, como lo dije antes, vivimos en un mundo paralizado, 
obstruido, que en ciertos casos se niega a evolucionar, a descubrir ese saber 
que se intenta formar, crear y aceptar nuevas ideas. Transformar al mundo hace 
más curioso y significativo ese saber, y de hacernos reflexionar y decirnos a 
nosotros mismos: “Para esto existo”, para ser un individuo con saberes 
productivos y no destructivos. 
En América Latina, si ver las dificultades, problemas, carencias, escasos 
recursos, ineficiencia productiva. Sufre ante los cambios globales en este 
mundo, ya sea, político, económico, religioso, etc. Mencionado anteriormente, 
esclavos de estas problemáticas. Pero ¿Qué se necesita para que América 
Latina tenga un nivel de vida más justo? ¿Debemos ser como los otros países 
fuera de nuestro continente, o ser mejores que ellos? La verdad, no se trata de 
ser mejores o iguales a ellos, sino que al decir que la Filosofía transforma, 
debemos ir más allá de obstrucción, no quedarnos plasmados y conformar este 
estilo de vida en el que vivimos. Si nuestra mente es rica en sabiduría por fuera 
todos seremos ricos sabiamente y materialmente, pero nuestro ego y, a la vez, 
dejarnos pisotear por el miedo al saber nos limita a transformarnos como 
sociedad. 
A continuación, haremos un resumen sobre filosofía de la educación y filosofar 
en la educación. 
D. Saviani nos brinda tres líneas paradigmáticas sobre la luz del campo de la 
educación: 
1) Propone una educación marxista, existencial, utilitaria y funcional, histórica o 
contemporánea para brindar conocimientos al alumno. 
2) La otra posibilidad es que debe tener el docente es una postura diversa, no 
seguir una corriente sino tener todas las corrientes posibles. Debe ser plural, 
mostrando las principales corrientes de la filosofía contemporánea, con el 
propósito de “pasar” una materia externa a sus alumnos, que no debe ser 
singular. 
3) La tercera posibilidad nos habla de programa de estudios, desarrollados en 
forma de seminarios, calificándolo como tentativas inseguras y frustrantes. 
Al decir que la filosofíanos dice que busca el saber, y lo presentamos hacia 
nuestra existencia, hablamos de una actitud filosófica, es decir, esa duda que 
debe estar presente en las aulas, esa curiosidad, preguntarse qué es esto y 
aquello del por qué surgen las cosas, debe ser siempre una forma de vida, una 
herramienta, tener un cuestionamiento de dicho tema que se aborda en clases, 
si, debe estar presente, no solo en las escuelas sino también fuera de ella. Al 
tener una actitud filosófica estamos usando nuestras mentes, para que al término 
de cada clase le demos una significancia a lo enseñado y lo practicado. 
Por eso “La Filosofía de la Educación no solo no puede situarse fuera del campo 
de la Filosofía, tampoco puede situarse fuera del campo de la educación”. La 
Filosofía se relaciona con el aprendizaje y al mundo de la duda y el saber. No 
podemos separar a la educación de la Filosofía porque carece de sentido, no es 
como el agua y el aceite, es un complemento enriquecedor para nuestro ser, y 
al decir que no debe estar fuera del campo de la educación quiere decir que 
nuestras cuestiones, curiosidades, la duda y la práctica no está ni estará fuera 
de nuestro “SER”. Seriamos como un ser sin sentimientos, algo muerto, como 
un objeto o herramienta que está tirado sin uso y sin vida. En pocas palabras no 
podemos sacar a la Filosofía de la Educación porque es parte de ella, tampoco 
ignorarla en esta amplia y compleja educación. 
Al final comprendemos a la filosofía como una práctica teórica ¿por qué? ¿y para 
qué? A esto llegamos, analizamos la realidad de este mundo con su 
pensamiento global, negándose al avance docto, filósofo y sabio. Debe ser una 
práctica teórica, en el sentido de reconocer, poner en cuestión esos saberes que 
nos transmiten, evaluar valores y luchar con las prácticas dominantes, esa 
práctica que desafía lo excluyente, como ya mencionado, romper barreras que 
no nos permiten avanzar. Esto no se trata de cambiar al mundo, sino de 
mejorarlo, no ha estar estancados, sino aceptar lo que fue, lo que es y lo que 
será, para plantar un árbol y que ese árbol de buenos frutos y una semilla fuerte 
para las próximas generaciones. 
En conclusión, entendemos que la Filosofía de la Educación es tan importante 
tenerla presente en nuestras vidas, practicarla, enriquecerla y dejarse enriquecer 
para poder transmitir a nuestros alumnos para transformar este mundo tan 
dañado, vendar esas heridas que causaron esos pensamientos singulares y 
dominantes. Debemos diversificarlo sin ninguna dificultad ya que todo podemos 
hacerlo posible, sin ignorar aquellos que la fundaron, aquellos que la hicieron 
valer y lucharon para que todo esto sea susceptible y cobre vida en nosotros y 
para aquellos que nos escuchan. 
 
Referencias Bibliográficas 
Walter O. Kohan Educación e Filosofía, 12 (24) 91-121, jul./dez. 1998. 
 
https://www.youtube.com/watch?v=IjbksPDO0ec&t=56s Filosofía de la 
educación-Introducción 
 
 
https://www.youtube.com/watch?v=IjbksPDO0ec&t=56s

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