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Necesidad de nuevas competencias en el docente de educación superior Rodolfo Peón Aguirre Centro de Tecnología Educativa (EDUCADIS) Universidad de Sonora Alejandro Ibarra NOVA Southeastern University Fischler Graduate School of Education and Human Service 12 de mayo del 2004 Introducción Los entornos de aprendizaje basados en el uso de las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) en educación superior se están convirtiendo cada vez más en un elemento clave para mejorar la calidad educativa. Son recursos que facilitan el acceso a otros sectores y posibilitan la educación para toda la vida. La incorporación de las TIC para crear entornos de aprendizaje, de carácter presencial, a distancia, o híbridos, favorecen que las estrategias de enseñanza-aprendizaje sean más flexibles, centradas en el aprendiz y promuevan el auto aprendizaje, la reflexión y el trabajo colaborativo (Peters, 2000; Beltrán, 2001; Cabero, Barroso y Roman, 2001). Los reportes de experiencias exitosas sobre el uso de las TIC en entornos de aprendizaje contribuyen a mejora de la calidad en educación superior y en algunos casos hasta en la reducción de costos (Twigg, 1999). Sin embargo, estos entornos plantean retos importantes a gobiernos, instituciones, profesores y estudiantes. En educación superior el reto para los profesores es aún mayor debido a que la mayoría han desempeñado tradicionalmente la función docente al margen de conocimientos de las teorías de aprendizaje, métodos y estrategias de enseñanza (Hernádez, 2003). En general, Los profesores de nivel universitario son especialistas de disciplinas diferentes al campo de la educación y en pocas oportunidades, sino es que nunca, han participado en programas de formación docente. En la docencia se reproducen patrones aprendidos durante la formación profesionista (Hernández, 2003). La “enseñanza” se realiza en base a sus propias experiencias de aprendizaje, a criterios personales sobre lo que es lo correcto o a la experiencia de alguien más de quien les gusta su estilo de enseñanza. La improvisación es una práctica común y pocas veces se reflexiona sobre la eficacia de estrategia o el método aplicado, De Pablo (Peón, 2002). El propósito de esta investigación documental, es la de identificar la situación actual de la función del docente universitario y la de cambio en el marco de las transformaciones que ha venido experimentando el mundo en los últimos diez años por el acelerado desarrollo tecnológico en la información y comunicaciones. Para tal efecto se revisan los documentos y propuestas internacionales así como aportaciones de investigadores en el campo de la tecnología educativa, particularmente en lo que se refiere a las habilidades y competencias necesarias para facilitar aprendizajes a través del Internet. Sus posibilidades y potencial a favor de la calidad de la formación universitaria. La función docente y su impacto en la calidad Con relación a la calidad en la educación, en el informe Delor (1996) para la UNESCO realizado por la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, se reconoce que el crecimiento de la población en edad escolar ha generado un fenómeno adverso a ésta. Los recursos financieros destinados a la educación han tenido un crecimiento inferior a la demanda; a la contratación masiva de profesores se ha realizado al margen de una formación pedagógica; la falta de recursos ha propiciado el deterioro de instalaciones y condiciones de trabajo; y el crecimiento exponencial de estudiantes, muchos de ellos con graves dificultades sociales o familiares, han puesto en evidencia la necesidad de competencias para las que los docentes no están preparados. El mencionado informe, destaca que “mejorar la calidad y la motivación de los docentes debe ser una prioridad de todos los países”. Algunas de las medidas que se proponen son: mejorar la selección y ampliar la base de contratación; articular las estrategias de desarrollo docente de instituciones de formación de profesores y universidades; desarrollar programas de formación continua; contratación de personal docente con formación pedagógica; control de rendimiento y superación del personal docente; apoyo administrativo para las actividades académicas; condiciones y percepciones salariales que compensen el esfuerzo y contexto en el que se desempeñe la tarea docente y por último, introducir medios tecnológicos que permitan crear puentes entre las comunidades marginadas y las desarrolladas para el flujo de información y desarrollo de conocimiento más equitativo. Sin embargo en el informe de Delor (1996) no se menciona nada respecto a la imposibilidad de que la infraestructura crezca al mismo ritmo del crecimiento de la demanda. En los últimos diez años este ha sido un elemento de gran preocupación par los gobiernos de las mayoría de los países y un indicador claro de que el sistema tradicional de ofrecer educación ha alcanzando su punto de agotamiento. Al respecto, en el apartado sobre “Funciones y Misiones de la Educación Superior” de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción de la UNESCO (1998), propone la diversificación como medio de reforzar la igualdad de oportunidades y dice que: 2 “La diversificación de los modelos de educación superior y de las modalidades y los criterios de contratación es indispensable para responder a la tendencia internacional de masificación de la demanda y a la vez para el acceso a distintos modos de enseñanza y ampliar el acceso a grupos públicos cada vez más diversos….” También en el documento de la UNESCO (1998) destaca la necesidad de métodos educativos innovadores que promuevan el pensamiento crítico y la creatividad, y al respecto dice que: “… deben formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos bien informados y profundamente motivados, provistos de un sentido crítico y capaces de analizar los problemas de la sociedad…” Para lograr esto, se propone el rediseño curricular utilizando métodos adecuados para ir más allá del mero dominio cognitivo de una disciplina. Se debe esperar que los nuevos métodos faciliten el acceso a estrategias de enseñanza- aprendizaje que propicien la adquisición de habilidades, competencias y actitudes positivas sobre: comunicación, análisis crítico y creativo, reflexión y el trabajo colaborativo multicultural UNESCO (1998). Estos nuevos métodos suponen recursos de información y materiales de aprendizaje diferentes. Con relación a esto en el documento de la UNESCO se dice que: “Los establecimientos de educación superior han de dar el ejemplo en materia de aprovechamiento de las ventajas y el potencial de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, velando por la calidad y mantenimiento de niveles elevados en las prácticas y resultados de la educación…” Sin embargo es difícil concebir la materialización de estas recomendaciones sin una participación activa del docente derivada de la toma de consciencia y de una actitud positiva y preactiva hacia el uso de las TIC. Desafortunadamente en el Documento de la UNESCO (1998) sólo se hace una mención sesgada de la del papel del docente, haciendo referencia al documento “Recomendaciones Relativas a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza superior” (UNESCO, 1997). En el documento, de la UNESCO (1997), en el apartado sobre los principios rectores, se plantea que: “Los progresos de la enseñanza superior, la formación académica y la investigación dependen en gran medida de la infraestructura de los recursos tanto humanos como materiales, y de las calificaciones y saberes del profesorado…así como de sus cualidades humanas, pedagógicas y profesionales…” 3 En este mismo documento se reconoce a la docencia como una profesión que requiere de un esfuerzo riguroso de estudio y de investigación durante toda la vida. Que las políticasinstitucionales deben asegurar el acceso a bibliotecas con recursos actualizados y amplios, a redes informáticas y a programas emitidos por satélite. Además, proporcionar un sistema abierto y equitativo de desarrollo profesional. Necesidad de una formación docente continua De acuerdo con cualquier transformación en busca de mejor calidad en la educación, independientemente del nivel educativo, debe incluir la mejora del profesorado no sólo en la especialidad disciplinar y en destrezas y habilidades docentes, sino también en otros aspectos, Cabero (1998). En relación a las competencias que los docentes promotores del cambio deben poseer, se identifican por una parte la comprensión de las diferentes variables relacionadas con las TIC, y por otra, el dominio conceptual y técnico del campo de la educación. Saber el “cómo” y “saber hacer”, Cebrián (Salinas, 2000). El principal cambio en el docente para desempeñar su papel en esquemas centrados en el estudiante, es una actitud de plena consciencia de los procesos de enseñanaza y aprendizaje. Debe dejar de ser la fuente del conocimiento, para convertirse en el guía facilitador de información, recursos y estrategias de aprendizaje. Debe ser gestor de fuentes de información y orientador de experiencias de aprendizaje con capacidad para: guiar a los estudiantes en la localización e interpretación de la información adecuada; promover y potenciar el aprendizaje autodirigido; crear entornos de aprendizaje ad hoc al estilo y ritmo de sus estudiantes; proporcionar tutoría individualizada e independiente del tiempo y espacio; brindar orientación en el uso de los recursos tecnológicos para que estos funcionen como un apoyo y no como un obstáculo, Capuart, Vitalia y Marín (1998) realiza un análisis muy amplio sobre las nuevas habilidades y características del profesor. Un perfil docente como el descrito, requiere de programas de capacitación y formación continua, además de la creación de infraestructuras de apoyo que faciliten y potencien el quehacer docente: bibliotecas en línea, redes de comunicación informática, centros de tecnología educativa y centros de autoacceso para estudiantes. El profesor del cambio debe ser un verdadero líder, manteniéndose al día sobre los avances de su disciplina y al mismo tiempo conocer sobre las innovaciones en los procesos de enseñanza-aprendizaje y sobre las posibilidades de las TIC, Salinas (2000). Sobre las implicaciones que tienen las TIC para el desarrollo de nuevas habilidades en los docentes, Salinas (2000) destaca tres ámbitos: a). Las TIC en el salón de clase tradicional, b). en las modalidades no convencionales (educación a distancia, en línea, hibridas y abierta) y c). en el uso doméstico de las TIC. 4 En el primer ámbito, Collins (Salinas, 2000) identifica ocho tendencias de cambio: 1. De la instrucción global a la instrucción individualizada 2. De la presentación magistral oral a la experiencia y la instrucción 3. De atender a los estudiantes destacados a poner atención a los menos aventajados 4. Del trabajo en el salón de clase a actividades fuera de este 5. De la evaluación basada en exámenes a la evaluación basada en productos, en el progreso y en el esfuerzo 6. De una estructura competitiva a una estructura cooperativa 7. De programas educativos homogéneos a la selección personal de contenidos 8. Del dominio del pensamiento verbal a la integración de este con lo visual. En segundo ámbito, Salinas (2000) destaca que el énfasis de los cambios está en las estrategias didácticas de los profesores, en los sistemas de comunicación y distribución y en el diseño de los materiales de aprendizaje. Esto implica que el profesor debe participar en mayor o menor medida, tanto en el diseño y producción de nuevos materiales, como en los sistemas mismos de información y distribución. Considera Salinas que el profesor debe conservar la responsabilidad del proceso global de la enseñanza-aprendizaje independientemente del entorno en que este se de y de los recursos que se apliquen. Esto obligadamente requiere que el docente adquiera nuevas competencia y desempeñe otras funciones adicionales. Por último, en el ámbito doméstico, Salinas (2000) destaca la necesidad de atender el creciente acceso en los hogares del uso del Internet, el cual se ha convertido en el principal contacto que tienen los jóvenes en edad escolar con la tecnología. Muchas veces en un grado superior al que podrían tener en la institución educativa y con niveles de destrezas en su uso que muchas veces están por encima de las pueda poseer el docente más experimentado. Sin embargo, esto no implica que se haga un uso adecuado para propósitos educativos. Es aquí, donde la función del docente juega un papel importante para empatar las cualidades de la tecnología con los métodos de aprendizaje. Chaupart (1998), en relación a los conocimientos, funciones y actitudes del docente para ambientes de aprendizaje en línea, plantea 26 aspectos, de los cuales son fundamentales los siguientes: 1. Uso de la computadora y manejo de programas básicos como Word, Excel, PowerPoint (el autor le adicionaría FrontPage.) 2. Uso de navegadores, correo electrónico, listas de discusión, foros, y Chat. 3. Usar programas para elaborar materiales educativos 5 4. Conocer y aplicar los principios de interacción mediada con la tecnología. 5. Conocer la cualidades y limitaciones de los medios audiovisuales 6. Tener conocimientos sobre aspectos de propiedad intelectual A estos conocimientos y competencias el autor agregaría dos más: 1. Habilidades y destrezas en la gestión de actividades académicas 2. Conocimientos sobre técnicas y estrategias de evaluación de aprendizajes en línea. Por su parte Cervera (sin fecha) considera que el docente tiene que acostumbrarse a realizar sus actividades en entornos tecnológicos, ya que eventualmente podría estar involucrado en funciones para: 1. Realizar actividades académicas administrativas y de planeación para el desarrollo de acciones formativas presenciales, semipresenciales, a distancia y en línea 2. Diseñar, producir y evaluar contenidos y objetos de aprendizaje 3. Conocer las cualidades y características de los recursos tecnológicos para poder determinar su utilización más adecuada. 4. Formar y capacitar de otros docentes. La profesión docente como cualquier otra profesión, en la dinámica que nos plantea la era del conocimiento, requiere del permanente reciclado de habilidades y competencias. De aquí que el propio docente deba preocuparse y ocuparse de la actualización de sus recursos profesionales (Comisión de las Comunidades Europeas, 2000). El Internet en la concreción de aprendizajes en línea Desde la invención de la imprenta no se había producido un fenómeno social y tecnológico que tuviera un impacto tan trascendente y con tal velocidad de cambio en las comunicaciones que el que ha tenido el Internet. Este recurso ha transformado en un poco más de 10 años, no sólo la forma de comunicarnos sino la forma de hacer negocio, de vivir y por supuesto ha impactado a la educación. En este último terreno, con mayor intensidad se percibe el interés de profesores, estudiantes, administradores educativos y políticos por el uso de este recurso en las escuelas. Los reportes y publicaciones recientes en todo el mundo, así lo demuestran (Zhang, Niu y Jiang, 2002; Brigham, 2001; Paulsen, 2001; Kennedy, T., 2001; Marchessou, F. 2001; Cabero, Barroso y Roman, 2001; NCES, 2000) El uso del Internet y todos sus recursos asociados tales como: el World Wide Web (www), el correo electrónico, los foros en línea, el Chat, la videoconferencia y todos los que surjan, posibilitan el acceso a información e 6 interacciones con propósitos educativos en cualquier momento y en cualquier lugar. Las herramientas de navegación proporcionan a estudiantes y profesores acceso a una enorme cantidad de fuentes de información,que se generan y mantienen en cualquier lugar del mundo. Las interfaces gráficas facilitan la integración de diferentes elementos tales como textos, sonido, video, gráficos, animaciones, etc. En un estudio realizado por la Comisión de las Comunidades Europeas (2000), se realiza un análisis más detallado de estos recursos. Desde la perspectiva curricular: facilitan el seguimiento del rendimiento del estudiante; permiten la comunicación interpersonal; los contenidos de los cursos pueden complementarse con recursos disponibles en el web; facilitan la interacción alumno-alumno y profesor alumno; posibilitan el trabajo colaborativo; permiten con mayor eficiencia realizar la gestión y administración de las actividades académicas de los estudiantes; y facilitan la realización de los ejercicios de evaluación y auto evaluación (Beltrán, 2001 y Gallegos, 2001). ☺ En síntesis, el Internet facilita el ensamble de entornos de aprendizaje centrados en el que aprende, con estrategias y experiencias de aprendizaje fundamentados en el constructivismo. Peters (2000) realiza un análisis profundo de las posibilidades del aprendizaje a través de medios digitales desde una perspectiva pedagógica. Desde el punto de vista pedagógico los entornos de aprendizaje basados en el Internet facilitan: a) el seguimiento del aprovechamiento del estudiante; b) la comunicación interpersonal e individualizada; c) el aprendizaje colaborativo; d). la gestión académica; e) la realización de actividades acorde al estilo y ritmo del estudiante; f). el acceso expedito a contenidos e información; g). la retroalimentación inmediata; y h). la autoevaluación y evaluación de los aprendizajes (De Benito, 2000, Kozak, 2004). A los entornos basados en el uso del Internet se les refiere en la literatura con diferentes nombres: nuevos ambientes de aprendizaje (Salinas, 1997, Ferreiro, 1999), entornos virtuales (Kosak, 2003), enseñanza en línea, aprendizaje basado en web. Trabajar en estos nuevos ambientes de aprendizaje es una experiencia excitante y retadora tanto para los docentes como para los discentes. Sin embargo, la característica más importante de esta tecnología es la velocidad con que permanentemente están cambiando recursos, forma de uso, capacidad de comunicación, almacenamiento y manejo de información. Esto en contraposición al incremento de su potencial, las hace menos accesibles a quienes no poseen las habilidades y competencias suficientes para usarlas, situación en la que se encuentran un buen número de profesores de nivel universitario. Conclusiones El Internet con todas sus variantes y posibilidades es un recurso que nace en el ámbito científico-académico y que ha llegado a este para quedarse. Por lo tanto los profesionales del campo de la educación estamos obligados hacer de 7 este recurso nuestra herramienta más importante, conociendo sus limitaciones, bondades y posibilidades, así como desarrollar destrezas para utilizarlo con eficiencia y eficacia en nuestro quehacer docente. La exploración realizada, proporciona una panorámica, del estado en que se encuentran dos de los grandes aspectos que de alguna manera afectan la calidad de la educación superior: la formación docente y la incorporación de las TIC en los procesos de enseñanza aprendizaje. Estos aspectos, actualmente son objeto de intensos debates y estudios aunque en la literatura ya se reportan algunos resultados, estos no dejan te mostrar todavía grados de parcialidad y otros todavía son objeto de debates. El tema es multifacético, que requiere de análisis y reflexión de mayor alcance. En esta revisión se ha buscado sólo mostrar una panorámica de lo que se está realizando en el aspecto de la preparación del profesorado para contribuir a la mejora de la calidad de la educación superior e incrementar las posibilidades de incorporar las tecnologías de la información y comunicaciones. Referencias Barroso, J., O. (2003). Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación y la Formación del Profesorado Universitario. Universidad de Sevilla. Recuperado el 15 de febrero del 2004 de http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/publica0.htm. Beltrán, Ll, J.A. (2001) La Nueva Pedagogía a través del Internet. Educarred, recuperado el 7 de abril del 2003 de http://www.educarred.net/pdf/congreso- i/Ponenciabeltran.PDF Brigham, D. (2001). Converting Student Support Services To Online Delivery. International Rev. of Research in Open and Distance learning. Vol. 2 No. 2. Recuperado el 20 de febrero del 2002 de http://www.irrodl.org/content/v1.2/unisa.pdf Cabero, J., A., Barroso, J. A. y Román, P. G. (2001). Las influencias de las nn.tt en los entornos de formación: posibilidades, desafíos, retos y preocupaciones. Universidad de Sevilla. Recuperado el 15 de febrero del 2004 de http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/131.pdf Cervera G. (s.f.) El Profesor del siglo XXI: de transmisor de contenidos a guía del ciberespacio. Universidad Rovirai Virgili. Terragona. Recuperado el 15 de febrero del 2004 de http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/publica0.htm 8 Chaupart, J. M., Vitalia, M. B. y Marín, G. I. (1998). El tutor, el estudiante y su nuevo rol. Recuperad el 8 de mayo del 2003 de http://www.geocities.com/teleconferencias/tutorestudianteynuevorol.PDF Comisión de las Comunidades Europeas. (2000). Concebir la Educación del Futuro Promover la Innovación con las Nuevas tecnologías. Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo. Bruselas. Recuperado el 15 de febrero del 2004 de http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/red15.pdf De Benito, B.C. (2000, junio). Herramientas para la creación, distribución y gestión de cursos a través del Internet. Edutec. Rev. Electrónica de Tecnología Educativa, No. 12. Recuperado el 24 de agosto del 2003 de http://edutec.rediris.es/Revelec2/Revelec12/deBenito.html Delors, J. (1996). 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