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Resumen U4 (Bloque 2) - Historia RRII

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HISTO DE LAS RRII CONTEMPORÁNEAS
UNIDAD IV
Guerra de Crimea (1853-1856) y el cambio hacia el orden de Viena con eje en Londres-París (1856-1871)
Bibliografía:
- RENOUVIN: “Historia de las RRII” [tomo II] (páginas 93-102) (páginas 233-243) 
- POTEMKIN: “Historia de la Diplomacia” [tomo I] (páginas 415-424) (páginas 482-502)
Crisis Egipcias: 
1° Crisis Egipcia: (1832-1833)
Después de la paz de Adrianópolis, el zar se orientaba a la conservación de Turquía, evitando en Constantinopla la influencia extranjera hostil a Rusia. Cuando el bajá de Egipto, Mohamed Alí (vasallo muy poderoso), se subleva contra el sultán en 1832 y le declara la guerra, comienza a avanzar con su ejército, al mando de su hijo Ibrahim. El bajá tenía planes muy ambiciosos. El sultán Mohamed II se vio en una situación desesperada.
· Francia poseía en Egipto una influencia sólida. El gobierno francés pensó aprovecharse de tal situación para consolidar su política mediterránea y, por medio de un acuerdo con el bajá, hallar en Egipto un punto de apoyo contra UK. Pero no deseaba el hundimiento del Imperio Turco, cuyas consecuencias temía.
· UK quería mantener abierta la ruta de Suez, pero no creía que Egipto quisiera cerrarle el tránsito por el canal. Lo que UK temía era que Egipto se expanda tanto que su ruta hacia la India se vea amenazada. UK deseaba mantener el Imperio Otomano, porque establecía una barrera contra Rusia.
· A Rusia le interesaba la Turquía débil, y no quería que ésta cayera en manos de un Egipto poderoso. Nicolás I ofrece su ayuda armada con Ibrahim. 
La intervención rusa preocupa a Francia y UK: debían adoptar medidas enérgicas para salvar al sultán del bajá, o Constantinopla caería en manos del ejército ruso. Las escuadras inglesa y francesa anclaron en Egipto y consiguieron la firma de la paz entre el sultán y el bajá.
Sin embargo, el sultán sabía que Ibrahim no se detendría. Por lo tanto pidió apoyo a Rusia. Ambas firmaron el tratado de Unkiar-Skelessi (1833):
· Rusia y Turquía firmaban una alianza defensiva (por 8 años): se comprometían a consultarse respecto de todos los asuntos relativos a la seguridad y a ayudarse en caso de agresión.
· Una cláusula secreta estipulaba que, a cambio de la ayuda rusa al sultán, éste debía cerrar los estrechos a los barcos de guerra extranjeros cuando el Gobierno ruso lo pidiera. Con ellos quedaba garantizada la seguridad de Rusia en el Mar Negro. El sultán se convertía en “el portero de los estrechos”.
Esto es un golpe durísimo para la diplomacia de UK, la cual se limitó a una protesta diplomática, ya que no contaba ni con el apoyo de Francia (cuya política en España le inquietaba), ni con Austria (que prometió a Rusia, por la convención de Munchengratz no poner trabas a su política otomana). A pesar de que el tratado de Unkiar-Skelessi se daba por 8 años, hacia 1839 el tratado se quiebra. Era muy difícil que se mantenga.
2° Crisis Egipcia: (1837-1841) El bajá intenta reconquistar Siria. La perspectiva internacional cambia. Esta vez UK, para evitar la repetición de los acontecimientos de 1833, se constituyó en protectora de Turquía y quiso obligar al bajá de Egipto a que, no obstante su victoria, renunciara a Siria. La resistencia a la política inglesa se manifestó en Francia, cuyo gobierno apoyó a Egipto (a pesar del riesgo que esto implicaba), para aumentar allí su influencia. La prudencia era la característica del gobierno de Rusia. Su situación económica no era buena. Optó por dejar actuar a UK, alentarla incluso, pues así quebrantaría en Europa la entente franco-inglesa.
En 1841 se firma el Tratado de Paz entre Egipto y el Imperio Otomano, y el Tratado de Garantía Internacional en Londres, entre UK, Rusia, Prusia y Austria (dejando fuera a Francia, que apoyaba a Egipto). 
En 1841 la Convención de Londres establece, entre Turquía por un lado, y UK, Rusia, Prusia, Austria y Francia por el otro, un tratado relativo a los estrechos de Bósforo y los Dardanelos: quedaba estipulado que los estrechos permanecerían cerrados para los buques de guerra de todas las potencias mientras Turquía se mantuviese en paz. Si Turquía entraba en conflicto, podría brindarle la concesión de paso libre a los barcos de la potencia con la cual quisiera llegar a un acuerdo.
El desenlace del conflicto fue un triunfo diplomático inglés. Palmerston impidió el desarrollo del Imperio Egipcio, la expansión de la influencia francesa por el norte de África, y el hundimiento de Turquía, obteniendo al mismo tiempo la renuncia del Zar al tratado de Unkiar-Skelessi.
Rusia creía haber logrado abrir el camino para un acercamiento con UK. Además, Palmerston ese mismo año renuncia, y asume lord Aberdeen (tenía reputación de rusófilo). Nicolás I visita UK y se entrevista con Aberdeen. Le plantea que Turquía es un agonizante, que pronto morirá. Para hacer frente a las ambiciones francesas, a las cuales se debía temer, Rusia y UK debían negociar el reparto de Turquía. Constantinopla sería ciudad libre. Tras su retirada, Nicolás I se comprometía a mantener el statu quo en oriente, pero insistía en prontamente acordar el reparto turco. Los ingleses escucharon atentamente al zar, pero no aceptaron firmar ningún convenio todavía. De todos modos, el zar regresó a su país muy satisfecho.
En 1846 el gabinete inglés presenta su renuncia. Palmerston regresa como secretario de Estado de Asuntos Exteriores. Ahora iba a ser imposible para Nicolás I retomar las conversaciones con UK.
GUERRA DE CRIMEA
Negociaciones sobre el reparto de Turquía:
Cuando la revolución de 1848 fue aplastada, en los asuntos internacionales de Europa de nuevo pasó a primer plano la cuestión oriental. El conflicto era fruto de la lucha que por la dominación en el Cercano Oriente mantenían las grandes potencias. El gobierno zarista aspiraba a reforzar con éxitos exteriores el régimen reaccionario de la autocracia feudal y a consolidar la influencia rusa en Turquía. Las burguesía inglesa y francesa, a su vez, querían someter Turquía y todo el Cercano Oriente a su hegemonía política y económica. Cada uno de los rivales temía verse aventajado por el adversario.
Por su parte, UK no quería que Rusia se siga expandiendo, llegando a dominar los estrechos. UK quería mantener la integridad del Imperio Otomano para contener la expansión rusa, y asegurar su ruta hacia la India.
En 1852 Nicolás I retomó a la cuestión del “hombre enfermo”. Con esta política, el Zar tendía a provocar el hundimiento del Imperio turco. Prefería alcanzar tal resultado sin arriesgarse, obteniendo el amistoso asentimiento de una, al menos, de las grandes potencias, cuyos intereses eran opuestos a los suyos.
En 1853, el Zar se entrevistó con el embajador inglés Seymour. El Zar no hacía más que tantear el terreno, para conocer las intenciones de UK, hablando de la verosimilitud de un hundimiento del Imperio turco y aludiendo a la eventualidad de un reparto. Al iniciar estas conversaciones, el zar cometió 3 errores, al pensar que:
· Francia no participaría del conflicto por su debilidad interna;
· Austria no ofrecería la menor resistencia, en función de su pertenencia al Tratado de Munchengratz;
· UK aceptaría el proyecto del “hombre enfermo”.
El Zar se sentía tranquilo pensando que a la cabeza del gobierno inglés estaba en aquellos momentos el mismo lord Aberdeen que tan amablemente lo había escuchado en su visita a UK en 1844. Sin embargo, Londres se manifestó en contra de los planes rusos, aduciendo que no veía razón alguna para pensar que Turquía estaba próxima a derrumbarse.
Ese año Rusia envió a Constantinopla al embajador Menchikof, que exigió del Sultán una solución de la cuestión de los Santos Lugares y una convención que reconociese el protectorado religioso ruso sobre las poblaciones ortodoxas del Imperio turco. El embajador tenía como objetivo conseguir la firma de un “sened” (un tratado, con validez internacional) y no de un “firmad” (decreto interno, con menor validez). Contra esta tentativa, UK responde con la misión del embajador Stanford Canning, con el objetivo de hacer fracasarlos planes del zar.
¿Qué razón existía para que el Zar, a pesar de los obstáculos, se decidiera a ejercer tan directa presión sobre el Imperio Otomano? Nicolás I, después del papel que había desempeñado en la represión de los movimientos revolucionarios de 1848, creía en la preponderancia de la política rusa. No le desagradaba lanzar al mundo una especie de reto, erigiéndose en protector de la Cristiandad contra el Islam. Estaba convencido desde hacía tiempo de que Rusia debería expandirse hacia el sur, y de que la pantalla formada por el Imperio otomano tendría que desaparecer. En 2 ocasiones anteriores no pudo realizar aquel designio a causa de la gran magnitud de los riesgos. Y ahora creía que la empresa era factible, porque estimaba que podía desecharse el peligro de una coalición. Rusia consideraba improbable una colaboración franco-inglesa.
Pero, contrariamente a las previsiones del Zar, la política rusa se enfrentó con la resistencia conjunta de Francia y UK. No obstante la inestabilidad política inglesa, UK rehusó constantemente pensar en una disolución y un reparto del Imperio otomano. Los intereses económicos eran de importancia decisiva para tal firmeza. Los industriales ingleses estaban descontentos de la política aduanera proteccionista rusa. Por otra parte, el Imperio otomano se había convertido en un buen comprador de productos manufacturados ingleses y en un buen proveedor de cereales. 
La actitud del gobierno francés apoyaba la resistencia inglesa. En 1853 Napoleón III ofreció a UK un acuerdo contra Rusia. Su fin inmediato era ofrecer al gabinete británico el apoyo del ejército francés, proporcionarle el medio de derrotar a Rusia, borrando de esa forma las impresiones desfavorables causadas por el golpe de estado de Luis Bonaparte el 02/12/1851. Trataba inclusive de obtener con tal ocasión la alianza inglesa. Además, Napoleón III tenía necesidad de complicaciones en Oriente, aunque fuese con el pretexto de diferencias en torno a los “santos lugares”, para separar a UK y Austria de Rusia.
¿Por qué al formarse aquella entente franco-inglesa no renunció el Zar a sus proyectos? Sin duda, por una consideración de prestigio; pero también porque tenía la vaga esperanza de que la coalición franco-inglesa no se llevara a cabo. Y en realidad ni en Londres ni en París los gobiernos parecían todavía resueltos a llegar a la guerra. Sin embargo, la esperanza de disociar a Francia y UK resultó fallida.
La Guerra de Crimea:
En 1853 Nicolás I proclama la necesidad de defender a la Iglesia ortodoxa en Turquía y que al objeto de asegurar el cumplimiento por los turcos de los tratados anteriores con Rusia, infringidos por el sultán, se veía obligado a ocupar los principados del Danubio (Moldavia y Valaquia).
El sultán, impulsado por el apoyo de UK y Francia, le declara la guerra a Rusia. La flota turca es destruida por Rusia en la bahía de Sinope (1853). Así se iniciaron las hostilidades entre Turquía y Rusia, y en consecuencia, se produce la entrada en 1854 de la flota combinada anglo-francesa en el mar Negro, lo cual abrió el conflicto armado entre las grandes potencias. La flota tenía la orden de proteger los navíos y puertos turcos contra toda agresión de los rusos. El odio a Nicolás I era tan grande que en Inglaterra y Francia no podía en aquel momento haber una guerra más popular.
Las operaciones militares y navales tuvieron menos alcance en la guerra que la acción política. La dificultad principal con que se enfrentaban los franco-ingleses era la elección de un terreno de ataque eficaz. Finalmente se adoptó la solución de atacar la base naval de Sebastopol (1854-1855), en Crimea. Esto debido a que era preciso, para proteger al Imperio otomano, arrebatar a Rusia los medios de acción en el mar Negro. Pero las operaciones de sitio eran lentas y penosas y se dudaba de que la toma de Sebastopol bastase para obligar a los rusos a la paz.
UK y Francia no tardaron en percatarse de que existía el peligro de que la guerra fuese larga y ambas tenían razones poderosas para desear una lucha corta; Napoleón III temía el descontento de la opinión pública y de los círculos de negocios, tanto más cuanto que en el conflicto Francia no tenía intereses esenciales que defender. Y por otra parte, el gabinete inglés sabía que sin un ejército considerable no podría vencer, en caso de que Francia se retirase. En consecuencia, la preocupación constante de los dos gobiernos fue ampliar la coalición para que el gobierno ruso se sintiera gravemente amenazado y se decidiese a solicitar la paz.
¿Qué alianzas eran posibles? Si Suecia aceptase participar en la guerra, suministraría una eficaz base de operaciones; pero rechazó la solicitud de UK, pues era lo bastante prudente para comprometer su futuro adoptando partido contra Rusia. Por su parte, Piamonte Cerdeña podría ofrecer su concurso. Pero aquella alianza proporcionaría escasos efectivos. Los 2 grandes estados limítrofes con Rusia (Austria y Prusia) eran de importancia primordial. Únicamente con su ayuda podría efectuarse una invasión del territorio ruso. Los esfuerzos de Rusia para conseguir la neutralidad de las potencias centrales y los de UK y Francia para hacerlas entrar en el conflicto, tuvieron mayor importancia para la guerra que la Batalla de Sebastopol.
Pero la posición de las 2 potencias centrales era muy diferente, porque una de ella tenía intereses balcánicos y la otra no. Austria deseaba que se refrenase la política turca de Rusia, pues le habían parecido peligrosas las pretensiones de Menchikof y la voluntad de Rusia de sacar el máximo partido de su protectorado religioso sobre los ortodoxos. Aún le inquietaba más la ocupación rusa de los principados danubianos, ya que para su comercio exterior era necesaria la libertad de navegación en las bocas del Danubio. Pero creía necesario abstenerse de cuanto pudiera renovar desacuerdos y rencores. También temía proporcionar ocasión favorable para los adversarios alemanes e italianos de Austria si iniciaban una lucha contra Rusia. Por ende, Austria no deseaba abandonar su neutralidad. Prusia tampoco quería tomar partido.
Desde la declaración oficial de la guerra a Rusia por UK y Francia en 1854 hasta fines de 1855, la actividad diplomática de las grandes potencias se desarrolló principalmente en Viena. UK y Francia se esforzaban por obligar a Austria a intervenir contra Rusia. 
El proyecto de Palmerston: Palmerston, el alma del gabinete de Aberdeen, estimaba que la guerra podía debilitar a fondo a Rusia. A cambio de compensaciones territoriales, quería ganarse como aliados a Austria, Prusia y Suecia. Francia y UK necesitaban urgentemente nuevos aliados, cuanto más desesperada se hacía la heroica defensa Rusia en Sebastopol. Palmerston aseguraba que UK sería el mayor beneficiario de esta situación, y el que menos debería exponerse. Por su parte, Napoleón III no sentía el menor deseo ni de robustecer demasiado a UK ni de debilitar en exceso a Rusia. Por eso, en cuanto la victoria de los aliados quedó asegurada, el emperador francés se opuso al programa de Palmerston, quedando reducido a la nada.
Finalmente, en 1854, el gobierno austríaco aceptó la conclusión de un acuerdo con las potencias occidentales, para definir las bases de la paz. Son los 4 puntos de Viena:
· Los principados danubianos son puestos bajo el protectorado común de Francia, UK, Austria, Prusia y Rusia.
· Estas 5 potencias toman colectivamente bajo su protección a todos los súbditos cristianos del sultán.
· Las 5 potencias reciben en común la misión de vigilancia suprema y control sobre la desembocadura del Danubio.
· La Convención de los Estrechos de 1841 sería revisada en sentido evidentemente perjudicial para los intereses rusos.
Pero Francia y UK querían obtener más: el gobierno austríaco debería prometer, en caso de que el Zar no cediera, que se pondría de acuerdo con las potencias occidentales para imponer a Rusia los 4 puntos; de esta forma Austria aceptaría considerar una colaboración armada. La presión franco-inglesa sobre Austria erafuerte: o alianza o ruptura. Francisco José cedió ante la amenaza.
En 1855 se firmó un tratado con Víctor Manual de Piamonte-Cerdeña, a través del cual este se comprometía a intervenir en la guerra de Crimea, y las 2 potencias occidentales se declararon dispuestas e interponer sus buenos oficios en favor de la política sarda en la cuestión italiana. UK y Francia esperaban un beneficios directo de aquel tratado: la ayuda de un cuerpo expedicionario sardo en el sitio de Sebastopol.
Finalmente el gobierno austríaco, al ver su Lombardía y Venecia amenazadas por el tratado firmado con Piamonte-Cerdeña, se decidió a aceptar la propuesta de UK y Francia, enviando un ultimátum a Rusia. Un mes más tarde, el nuevo Zar, Alejandro II, se resignó a aceptar los 4 puntos. Fue la amenaza armada de Austria lo que acabó con la resistencia rusa.
El fin de la guerra:
La derrota rusa tuvo importantes repercusiones en la cuestión otomana. Por el Tratado de París (1856):
· Rusia perdió las ventajas adquiridas, un siglo antes, por los tratados de Kainardji (protectorado sobre los ortodoxos) y Adrianópolis (preponderante influencia en los principados danubianos), ya que el tratado colocaba al Imperio turco bajo la garantía colectiva de las potencias signatarias. 
· Por una interpretación demasiado amplia de uno de los puntos de Viena (que se refería a la revisión de la Convención de 1841), el Congreso de París imponía a Rusia y a los demás estados ribereños la neutralización del mar Negro, es decir, la prohibición de tener en él flotas de guerras o fortificaciones militares. La neutralización del mar Negro fue un éxito de la política inglesa.
· El Imperio Otomano asiste a la convención con los beneficios del derecho público y del concierto europeo (deja de ser nación semi bárbara). Se reconoce su independencia e integridad; 
· En interés de Suecia decidió que Rusia no pudiera fortificar una de sus islas en el Báltico; 
· Conforme a los deseos austríacos, estableció la libertad de navegación en las bocas del Danubio bajo el control de una comisión internacional; 
· Evacuación de los territorios ocupados. Formación del Reino de Moldavia y el Reino de Valaquia; 
· Fijó las reglas de derecho marítimo en tiempo de guerra.
· Proporcionó ocasión a Cavour de tratar ante la opinión internacional dos aspectos de la cuestión italiana: la situación del estado pontificio y la del reino de las 2 Sicilias, consiguiendo así, un beneficio moral.
· Rusia renuncia a la protección de los cristianos ortodoxos. El sultán emite un firmad y las potencias garantizan colectivamente la protección de todos los cristianos.
Mientras UK obtenía ventajas efectivas inmediatas, Austria quedaba condenada a un aislamiento que la debilitaría, al abandonar, bajo la presión franco-inglesa, la política de acuerdo con Rusia que seguía desde 1833. Por otra, la derrota mostró al gobierno del Zar la necesidad de establecer reformas de gran alcance en la estructura administrativa. Mientras realizaba aquel esfuerzo de reajuste interior, el gobierno ruso se veía en la imposibilidad de comprometerse en una acción exterior de cierta amplitud. La política zarista no podía, pues, desempeñar en favor del statu quo el papel que tuvo en 1848 y 1849, y estaba obligada a observar únicamente los acontecimientos.
Este eclipse de Rusia y la ruptura del frente de las grandes monarquías conservadoras ofrecieron perspectivas favorables para la política revisionista de Napoleón III. Dentro del Orden de Viena, se inicia el Eje Londres-París (1856-1871).
Consecuencias:
· Fin del espíritu de Viena. Ahora prevalecen las disputas territoriales por sobre las luchas contra el liberalismo.
· Desintegración de la Alianza de Munchengratz.
· Rusia queda excluida de la zona del Mar Negro, no pudiendo continuar su expansión por allí. Ahora la expansión la hace por Asia central y oriental.
· Cambios al interior de Rusia: abolición de la servidumbre.
· Austria queda aislada.
· Primacía de Francia y UK por sobre Rusia.
· Supervivencia del Imperio Otomano.
· Napoleón III: Árbitro de Europa (Francia sale bien parada).
· 2 hechos novedosos: aparecen los corresponsales de guerra, y nace la enfermería moderna.
AGREGAR: TRATADO COBDEN-CHEVALIER

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