Logo Studenta

Resumen U3 - PI

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

POLÍTICA INTERNACIONAL
UNIDAD III
LA FEDERACIÓN RUSA Y ASIA CENTRAL EN LA POSGUERRA FRÍA
INTRODUCCIÓN
Notas de clase:
Composición:
La URSS nació en 1922 y se derrumbó en 1991. Estuvo compuesta por 15 repúblicas:
· Federación Rusa
· UcraniaEuropeos
· Bielorrusia 
· Moldavia 
· Lituania Bálticos
· Letonia
· Estonia
· GeorgiaCaucásicos
· Armenia
· Azerbaiyán
· Turkmenistán
· KirguistánAsiáticos
· Uzbekistán 
· Kazajstán
· Tayikistán
Anillos de influencia:
1°) URSS
2°) Países de Europa central y oriental: Rep. Dem. Alemana, Checoslovaquia, Rumania, Polonia, Bulgaria, Hungría. Estos países pertenecían al Pacto de Varsovia.
3°) Albania, Mongolia, Vietnam, Laos, Cuba.
Fuerzas profundas (conjunto de rasgos persistentes de un E, que moldea su política exterior):
· Excepcionalismo: El pueblo ruso se considera excepcional, superior.
· Externalismo: Ante una crisis, el pueblo ruso considera que el problema viene desde el exterior.
· Extensión territorial: País más grande del mundo. Limita con 14 países. Un territorio tan grande los hace también muy vulnerables. Salida al mar está congelada la mayor parte del tiempo. No cuenta con fronteras naturales que la separe de otros E. Pertenece a Europa y Asia.
· Concentración de la autoridad política: Relacionado con la gran extensión territorial.
· Nacionalismo: Cobra relevancia en la pos GF. Es la 1° vez que se presenta la identidad rusa acotada a un solo E. Esta fuerza profunda se expresa de forma problemática.
· Religión: Fuerza de la Iglesia Ortodoxa como institución. También están presentes el judaísmo, islam y budismo ruso.
Atributos de poder:
· 1° reserva de gas natural del mundo. 1° exportador
· 8° reserva de petróleo. 2° exportador.
· 2° reserva de carbón.
· Su crecimiento promedio aumentó desde el 2000. Luego de la crisis del 2008 se recuperó rápidamente. En el 2010 hay una relativa desaceleración del crecimiento. A partir del 2014 pierde bastante poder.
· Su poder está directamente atado a los precios internacionales de sus exportaciones.
Gorbachov Política exterior: nueva mentalidad – 4 pilares:
· Nueva imagen: Diluir la imagen soviética como una amenaza. Disminuir los niveles de desconfianza, presentándose como un actor más prudente. Comienza a tener gestos conciliatorios en el CS de la ONU. Deja de hacer tanto veto (por ejemplo, apoya la intervención a Irak en el ’91). Esto le proporciona mayor legitimidad internacional.
· Diálogo y desarme: Instauró un mecanismo de diálogo con EEUU, llegando a la coexistencia pacífica. Sistema de cumbres presidenciales, con 2 criterios rectores:
· Sustituir el principio de superioridad en fuerza y arsenal por el de suficiencia razonable. Se pasa de un criterio ofensivo a uno defensivo. Se firma el STARK I.
· Promover la necesidad de realizar controles mutuos in situ, en los lugares donde se almacenan los armamentos.
Gorbachov instauró una moratoria unilateral para la realización de pruebas nucleares; redujo las tropas en Mongolia, en Europa Oriental; se retiró de Afganistán. Gorbachov ganó el premio nobel de la paz en 1990.
· Comercio internacional: Reconocer la existencia de una economía mundial única e indivisible, a la cual hay que sumarse. Esto se articula con las políticas tomadas en la Perestroika. Mayor libertad a las empresas, por ejemplo.
· Casa común europea: Hay continuidad geográfica entre Europa y la URSS. Reemplazar la cortina de hierro por un tejido de relaciones denso, convivencia armónica.
Derrumbe del régimen comunista en Europa del Este:
· Dificultades económicas, que empezaron en los ’70.
· Resurgimiento de los nacionalismos
· Consecuencias de la Perestroika: bloque conservador vs. aperturista.
Gorbachov promueve una política de no injerencia con los países del 2° anillo de influencia para que puedan resolver sus problemas. Esto llevó a la desintegración del bloque comunista.
1986-1988 primeras explosiones nacionalistas, empezando por Kazajstán.
1988 Independencia de los Bálticos
1990 Gorbachov promueve la “Ley sobre escisión”. Quiso presionar a las naciones de la URSS, amenazándolas con el petróleo. Pero esto empeoraba su imagen así que cambió de estratégica y propuso la ley sobre escisión. Establecía el método para escindirse de la URSS, pero este era totalmente perjudicial para las naciones.
Se crea un régimen presidencial. La URSS elije como presidente a Gorbachov. Rusia elige como presidente a Yeltsin. Comienza un enfrentamiento entre ambos.
1991
· Nuevo trato de unión para la URSS
· Yeltsin: electo por sufragio universal
· Gorbachov: acuerdo Novo-Ogarevo (queda trunco)
· Yeltsin: demandas pro rusas
· Gorbachov: golpe de E
· Yeltsin: reformas anti comunistas
· Gorbachov: continuidad de la URSS
· Declaración de los 11: intento de Gorbachov de preservar la URSS.
· Yeltsin: aumento el poder de Rusia
· Ucrania declara su independencia
Yeltsin conideraba insuficiente la profundidad de las medidas reformistas de Gorbachov. Frente al golpe de E, Yeltsin defiende a Gorbachov, porque el golpe lo hicieron los conservadores. Entonces logra frenar el golpe, con una clara campaña de búsqueda de apoyo internacional. El intento de golpe dura 2 días. La iniciativa de Yeltsin termina por desplazar de la escena a Gorbachov.
Tratado de Belovesh (8 de diciembre de 1991) Lo firman Rusia, Ucrania y Belarús. Se declara el fin de la URSS. El 25 de diciembre Gorbachov renunció a la presidencia.
Tratado de Minsk (1991) Creación de la CEI, firmado por 11 E, menos los bálticos y Georgia. Pero luego en 1993 Georgia ingresa.
Acuerdos de Lisboa (1992) 4 E se comprometen a cumplir con los términos del STARK de 1991.
1992 Rusia asume la deuda externa.
1993 Acuerdo de unión económica: queda trunco.
1995 Acuerdo de unión aduanera: entre Rusia y Bielorrusia. No tuvo trascendencia en el momento, pero sí hace algunos años, cuando algunos E de Asia se suman.
Hoy en día son 9 los E de la CEI:
· Ucrania se retiró en el contexto de disputa por Crimea. 
· Georgia se retiró en el contexto de la guerra de 2008. 
· Turmekistán se retiró en 2005.
Presidencia Boris Yeltsin (1991-1999)
Rusia Política exterior: atlantismo. El eje era la vinculación con EEUU. Rusia quería transformarse en una economía de mercado, por lo que debía vincularse con EEUU.
1992 Encuentro Yeltsin – Bush: Firma del compromiso para la firma del START II (1993). El objetivo de Yeltsin era conseguir financiamiento para pasar de una economía planificada a una de mercado.
La ayuda de EEUU recién llega cuando asume Clinton. Debate al interior de Rusia sobre la ayuda financiera: riesgo de estallido social. Clima complicado (’92-’93). Amplios sectores de la diligencia política rusa pensaban que la ayuda financiera formaba parte de un complot internacional contra Rusia.
Esto se da en un marco en el que la situación económica rusa no era buena. Las medidas aplicadas no habían tenido aún resultados positivos. Frente a este escenario, el sector financiero internacional reclama la aplicación de medidas financieras más drásticas y veloces en Rusia.
Resumen primeros años Yeltsin Crisis económica, tensiones en la burocracia rusa, acercamiento a EEUU.
Yeltsin intenta instaurar un modelo presidencialista, para tener una figura más fuerte y poder profundizar sus medidas. Pero el parlamento no lo acompaña. Destituye a Yeltsin, pero éste recupera el poder mediante la fuerza. Se convoca a elecciones y el pueblo apoya a Yeltsin.
1993 Elecciones legislativas. Triunfa el Partido Liberal Democrático, opositor a Yeltsin y al atlantismo. Comienza a licuarse el atlantismo. Indicios de esto:
· Aprobación de una doctrina militar en Rusia. Se regula la actuación de las fuerzas rusas de paz al interior de la CEI. Rusia marca la cancha, pone el ojo de su política exterior en los países de la ex URSS, y ya no en EEUU.
· Se publica un documento de gobierno en el cual se menciona a Rusia como una superpotencia euroasiática en crisis.
· Inicio del proceso de ampliación de la OTAN en 1994. Rep. Checa, Hungría y Polonia (el ingreso se concreta en 1999). Esto enoja a Rusia.
· Estallido de la guerra conChechenia en 1994. Esto genera la percepción de un gobierno ruso débil que no puede controlar su propio territorio.
1995 Nuevo perfil de inserción internacional. Se deja de lado el atlantismo, y ahora Moscú exige a occidente que le reconozca un predominio del poder en Eurasia. Hay determinadas cuestiones que occidente no puede desatender a la opinión rusa. Objetivos de la nueva política:
· Consolidar la CEI.
· Proteger a las minorías rusas dispersas en los otros países de la CEI.
· Seguir buscando apoyo internacional para las reformas que se estaban gestando. Pero el apoyo debía buscarse más allá de EEUU. Vínculos con China, Europa. 
1995 Acuerdo de Asociación y Cooperación entre Rusia y Europa.
1997 Consejo conjunto permanente entre Rusia y la OTAN (primer ámbito de consulta formal entre ambos).
1997 Asistencia de Rusia como socio al G7 (en 2002 Rusia será miembro pleno –G8).
1997 Admisión al Club de París.
1997 Alianza estratégica con China.
1999 Bombardeo de la OTAN a Kosovo. Repercusiones en la relación EEUU-Rusia.
1998 Crisis del Vodka. Fuerte devaluación del rublo. Durante los ’90, las reformas económicas produjeron que la economía rusa sea fuertemente especulativa. Existió un gran proceso de privatización, marcado por la corrupción.
1999 Putin jefe de gobierno (6° jefe de gobierno en 16 meses). Putin llega al poder en la 2° guerra de Chechenia. Lidera esta guerra “antiterrorista”. Se presenta como una figura de orden y estabilidad, junto a un Yeltsin deteriorado.
Presidencia Vladimir Putin (2000-2008)
Economía: Modernización del sistema económico, alentando al sector privado, y a su vez, desarrollando el rol fuerte del E en el agro, industria, energía y defensa. Proyecto liberal de un E fuerte.
Concentración del poder. Control del E.
Política exterior de Putin: pragmática. Se profundizan las medidas de Yeltsin durante su 2° presidencia. Percepción de un SI multilateral. Convencimiento de que Rusia tiene un importante rol en este mundo multipolar.
Amenaza a la seguridad nacional: todo aquel que intente debilitar la influencia rusa en el extranjero cercano. Rusia adquiere un rol de gendarme, de defensa de las minorías rusas en los países de la ex URSS.
El ascenso de Rusia en el siglo XXI se da de la mano de los altos precios del petróleo y gas.
Relaciones con EEUU: Al comienzo de su presidencia, Putin tuvo una postura de confrontación con Clinton y Bush. EEUU viola el tratado ABM y el START II. Sin embargo, hay un viraje en la postura, a mediados del 2001. Diálogo con Bush y la UE.
11/S: Se consolida el viraje de Putin. Acercamiento con Bush. Putin ofrece ayuda. Coopera explícitamente con EEUU en la guerra contra el terrorismo. Abre su espacio aéreo para que pasen los aviones de EEUU. Algunos autores afirman que hizo esto para poder justificar su propia guerra contra el terrorismo checheno.
2002 Consejo OTAN-Rusia. Instancia de diálogo. Rusia consigue que se le reconozca el derecho de proteger su integridad territorial (busca seguir interviniendo en Chechenia).
EEUU apoya a Rusia en su ingreso a la OMC (lo que se concreta en 2012).
2° ampliación de la OTAN: 3 Bálticos, Rumania, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia. Esto molesta a Rusia, sobre todo los Bálticos, que antes eran de la URSS.
Desde el 2005, distintos E de Asia establecen vínculos con la OTAN.
Revolución de los colores: 2003 en Georgia; 2004 en Ucrania; 2005 en Kirguistán. En contra de los liderazgos dictatoriales pro rusos.
2008 Guerra de Georgia
Presidencia Dmitri Medvedev (2008-2012)
Llega al poder bajo el ala de Putin. Sus líneas de política exterior son las mismas que las de Putin, así como su percepción del SI.
Europa: Guerra del gas.
China: Cooperación estratégico militar. Fortalecimiento del vínculo comercial.
EEUU: “Reset policy”. START III 2010; Cumbre de Seguridad Nuclear 2010; ingreso a la OMC 2012; vuelta de cooperación Washington-Moscú en el caso Afgano.
Presidencia Vladimir Putin (2012-HOY)
Caso sirio. ISIS.
Preocupación por el proyecto de defensa por misiles de la OTAN
Pacto nuclear con Irán, firmado con G5+1 (países del CS + Alemania).
(wikipedia) Gazprom: Es la mayor compañía de Rusia, fundada en 1989 durante el periodo soviético, y controlada actualmente por el Estado ruso, aunque tiene un carácter privado. El valor de mercado de la corporación la convierte en una de las empresas más grande del mundo. Controla el 15% de las reservas mundiales de gas y una considerable cantidad de las de petróleo. Gazprom exporta gas natural a Europa pasando por gasoductos en países como Ucrania (donde posee dos oleoductos). El 60% del gas natural consumido en Austria proviene de Gazprom, el 35% en Alemania y el 20% en Francia. A varios otros países, como Estonia, Finlandia y Lituania les provee de la totalidad de su suministro de gas.
PARTE A: La década del 90
CALDERÓN, Emilse: “El gobierno de Mijail Gorbachov (1985-1991)” (2009)
La política exterior de la URSS, ejecutada por Gorbachov fue parte de un proyecto revolucionario materializado en la Perestroika y la Glasnot (a diferencia del caso chino, que con Deng Xiaoping se inició un proceso de modernización únicamente en lo económico, pero no en lo político).
Desde una perspectiva teórico el gobierno de Gorbachov apeló a un discurso interdependentista que evidenciaba un nuevo pensamiento soviético basado en un renovado europeísmo y la búsqueda de legitimidad internacional. Por otro lado, y desde una óptica situacional, la pérdida de la carrera armamentística con EEUU, los costos de la expansión imperial, la imposibilidad de mantener la enorme disparidad entre la superestructura militar y la infraestructura económica y los crecientes problemas internos de cohesión dada la dominación rusa sobre otras nacionalidades y etnias, constituían un escenario que mostraba la necesidad de un cambio de rumbo.
Con Gorbachov el patrón de inserción en el sistema internacional fue modificado en función del proyecto de reformas internas y la política exterior jugó un rol de complemento. Sin embargo y luego de que las propuestas del pilar económico de la Perestroika no se concretasen, la apatía de la sociedad civil no pudiese ser reencausada y que la nueva forma de centralización del sistema política no deviniese efectiva, la política exterior se convirtió en el sustento único de las transformaciones internas.
Con el inicio de la disolución del bloque de Europa Oriental y debido al privilegio por parte de Gorbachov de la política de no injerencia, la URSS comenzó a perder parte de su poder como conductor del bloque comunista, y el líder soviético a contar con menos apoyo dentro del Partido Comunista.
LA PERCEPCIÓN DEL SISTEMA INTERNACIONLA Y LA POLÍTICA EXTERIOR DE NUEVA MENTALIDAD
La mirada de Gorbachov respecto del SI determinó una política exterior radicalmente distinta a la sostenida hasta el momento, transparentando una Nueva Mentalidad. Su percepción del mundo recalcaba la creciente interdependencia de los estados en virtud del debido reconocimiento que debía hacerse de los intereses de todos ellos, asociado por Gorbachov al derecho de elegir el camino hacia el desarrollo social, debiéndose en consecuencia abstener tanto la URSS como EEUU de exportar o imponer sus modelos. Por otra parte, señalaba que los problemas mundiales, en especial los ligados al medio ambiente, la pobreza y los recursos naturales, empeoraban. A su vez, postulaba que, por un lado, la guerra nuclear era imposible de ganar siendo irrealizable la solución militar debido al alto riesgo de un suicidio colectivo mientras que, por otra parte, consideraba que los tiempos históricos estaban maduros para que se abandonasen políticas exteriores imperialistas y en su lugar primasen políticas de responsabilidad colectiva. Solo las relaciones de igualdad pueden subsistir y se necesita un equilibrio de intereses para que haya relaciones internacionales justas y normales.
Gorbachov admitía que la URSS y EEUU seguían teniendo diferencias en relación a los sistemas sociales, la forma de vida y la perspectiva ideológica y religiosa. Dichas diferenciasperdurarían en el tiempo aunque ello dejaría de implicar que ambas partes se batirían a duelo por ellas. La nueva mentalidad tenía dos principios:
1- La guerra nuclear no era un medio para un fin político, económico o ideológico. Se descartan las nociones tradicionales de guerra y paz.
2- La seguridad es indivisible, por lo cual habría seguridad para todos o para nadie, siendo la única base de aquella el reconocimiento de los intereses de todos y la igualdad en los asuntos internacionales.
EL ACCIONAR POLÍTICO INTERNACIONAL
Más allá de su retórica política, el gobierno de Gorbachov desarrolló una actividad internacional intensa cuyas pautas principales fueron:
1- Mantener vigente la justificación histórica de la política de defensa soviética, frente a las agresiones de occidente.
2- Procurar diluir la imagen de enemigo comunista de la percepción occidental, a través de un despliegue informativo y publicitario dirigido a que la opinión pública disminuyera sus niveles de desconfianza. Además se abandona la práctica sistemática del derecho de veto. La ONU es ahora para la URSS la vía de mayor legitimidad para influir en el SI.
3- Revitalizar el diálogo con EEUU y procurar avances en el desarme para llegar a una coexistencia pacífica. El gobierno soviético se pronuncia a favor de la reconversión de la industria bélica hacia actividades económicas civiles, se renuncia además al recurso del arma nuclear en primer término. Se acepta la necesidad de controles mutuos, se anuncia la reducción unilateral de tropas y arsenales en Europa Oriental. Todas estas decisiones tenían como objetivo final consolidar una relación más armónica con las potencias capitalistas y en buena medida se buscaba alcanzar un mecanismo permanente de negociaciones sobre desarme que se materializaría en las siguientes cumbres presidenciales: 1985 Ginebra, 1986 Reikiavik, 1987 Washington, 1988 Moscú, 1989 Malta.
4- Aceptar la existencia de una economía mundial única e indivisible con instituciones y reglas de inspiración capitalista. Creación de la comisión estatal económica exterior para dinamizar los vínculos con el mercado internacional. Autorización del contacto directo con el exterior a ministerios, organizaciones y empresas. Se fija como meta la de revertir la tendencia regresiva del predominio de la exportaciones de materias primas, mediante el aumento de la venta de productos industriales acabados y materias primas ya transformadas. Mientras que como meta de la importación se plantea el logro de la compra de productos de alta tecnología incorporada y de bienes de consumo que eran reclamados por la población. Se promueven relaciones con las instituciones comerciales y financieras más relevantes: GATT, FMI, Banco Mundial, CEE.
5- Trabajar en la idea de una casa común europea. El gobierno soviético creía que sobre la base de una común geografía e historia, los acuerdos de Helsinki y los avances sobre desarme, era posible y deseable avanzar en el desarme para la sustitución de la cortina de hierro por el tejido de una densa red de relaciones.
EL PROCESO DE REFORMAS EN LA URSS: PERESTROIKA Y GLASNOT
Perestroika: Reestructuración. Conformada por dos ejes:
· Pilas económico: A partir de un diagnóstico de una economía ineficiente y burocratizada sustentada en factores extensivos, se plantearon reformas destinadas a promover la descentralización administrativa y la autogestión financiera de las empresas, el aprovechamiento de los factores económicos intensivos y la instauración gradual de mecanismos de mercado. En la práctica, ninguna reforma se concretó.
· Pilar político: Combate de la apatía de la sociedad civil a través de la propuesta de una gradual democratización del sistema. Reformulación de la relación estado-partido-sociedad, intentándose restaurar en la primera etapa los órganos supremos de poder y la introducción de un sistema electoral. En una segundo instancia, se procuró comenzar a utilizar un criterio más federal en las relaciones entre el poder central de la URSS y las naciones y etnias que la integraban, dándole una nueva forma a la centralización del sistema política que contemple el reconocimiento de las diferencias regionales.
Glasnot: Transparencia. Su objetivo era asignar a la sociedad civil un rol más participativo mediante el ejercicio de sus derechos y libertades. Transparencia informativa. Intento de los líderes de relacionarse con los ciudadanos de modo directo a través de los medios de comunicación, apareciendo Gorbachov como un dirigente moderno y ejerciendo un liderazgo personal y carismático.
EL DERRUMBE DEL RÉGIMEN COMUNISTA EN EUROPA DEL ESTE
Gorbachov creía que los problemas internos del bloque socialista comenzarían a encausarse al dejar mayores márgenes de autonomía a los países hermanos del este, los cuales padecían grandes dificultades económicas.
LA DISOLUCIÓN DE LA URSS
1986 Kazajstán: dirigentes comunistas locales se revelaron ante la intromisión de las autoridades centrales.
1987 Armenia y Azerbaiyán: enfrentamiento por cuestiones territoriales.
1989 Georgia: enfrentamiento con Osetia y Abjasia, las cuales reivindicaban mayor grado de autonomía.
Los intentos de pacificación de Gorbachov fueron en todos los casos en vano.
En los países Bálticos, por el contrario, la unidad y actuación pacífica fueron los rasgos distintivos de las reivindicaciones nacionalistas. Para 1988 habían triunfado por completo adquiriendo una hegemonía irreversible y en 1989 proclamaron su soberanía. Las reivindicaciones se extendieron a Moldavia.
En 1990 Gorbachov inició presiones de mayor contundencia frente a los movimientos internos de independencia, para lo cual disponía de la interrupción de los suministros de petróleo. Gorbachov promovió la aprobación de una ley concerniente a los casos presentes y futuros en que fuese intentada una escisión de la Unión. Dicha ley establecía un plazo de espera de 6 años antecedido por un referéndum que exigía ser aprobado con una mayoría de 2/3, y todo tipo de aprobaciones previas por parte de la URSS. Previamente Gorbachov había lanzado una nueva ofensiva reformista y la Duma (Congreso de los Diputados del Pueblo) votó a favor de una reforma constitucional que abolió el monopolio político del PCUS, instauró un sistema presidencialista y eligió al propio Gorbachov para el nuevo cargo de presidente de la URSS en 1990.
Sin embargo no fueron únicamente los problemas económicos y las presiones del desmembramiento territorial que se avecinaba los que sentaron la base para la desaparición de la URSS. Las elecciones presidenciales en Rusia jugaron un rol clave, con el triunfo de Boris Yeltsin. A diferencia de Gorbachov, su elección tenía un carácter netamente democrático.
Las presiones al interior de la URSS continuaron avanzando y en 1991 Gorbachov propuso un nuevo tratado de unión para su mantenimiento, aprobado por la Duma y ratificado en referéndum en nueve de las 15 repúblicas. Paralelamente, los países bálticos, en la “Revolución Cantada”, organizaban consultas electorales en sus territorios para reafirmar su voluntad de independencia. Gorbachov logró alcanzar el acuerdo de Novo-Ogarevo que proponía una nueva forma de estado federal. Yeltsin y la población rusa lo rechazaron, por lo que se puede decir que de cierta forma Rusia fue quien acabó con la URSS. Yeltsin había acumulado el suficiente poder político y habiendo legitimado su puesto como presidente mediante una elección directa, eligió el camino de la confrontación con Gorbachov y la estructura central de la URSS.
En 1991 ocurrió un golpe de E, que posteriormente se abortó, en el que se proclamaba la voluntad de poner fin a la anarquía en que se hundía la URSS. Planeado por los conservadores del aparato comunista, la KGB y algunos jefes militares, Gorbachov fue puesto bajo arresto cuando se encontraba en sus vacaciones anuales, en Crimea. La resistencia fue encabezada desde un primer momento por Yeltsin, quien desde el parlamento de Rusia en Moscú llamó a la desobediencia civil y a la huelga general. La creciente oposición popular,la adhesión de las otras repúblicas de la Unión, el rechazo internacional y la defección de algunas unidades militares, dividieron y paralizaron a los golpistas. 3 días después el golpe fue abortado.
La elección de Yeltsin testimonió la existencia de un sector radical, partidario y beneficiario de la Perestroika que quería transformar a Rusia en el bastión de las fuerzas democráticas para acelerar las reformas. Dado el golpe y con Gorbachov de vacaciones en Crimea, declarado incapaz de asumir sus funciones por motivos de salud, el momento decisivo tuvo lugar. Yeltsin suspendió al Partido Comunista y lo despojó de sus bienes, sustituyendo la legalidad de la URSS por la de Rusia. De regreso Gorbachov tuvo una influencia muy reducida aunque seguía contando con el apoyo de Occidente. Si bien Gorbachov tuvo un papel decisivo en el comienzo del fin del sistema soviético, ahora se encontraba desplazado por los acontecimientos y la iniciativa de Yeltsin.
La separación de los países bálticos fue reconocida por la URSS y a ella le siguió la de Georgia, Moldavia, Azerbaiyán, etc. hasta que Ucrania decidió no entrar en una organización federal que tuviera un sistema de dirección en forma de organismo común. Finalmente, el 8 de diciembre, Rusia, Ucrania y Bielorrusia deciden crear la CEI. Como E fundadores de la URSS, y firmantes del tratado de la Unión en 1922, suscribieron el documento que puso fin a la URSS como E y sujeto de DIP.
AGUILERA DE PRAT, Cesáreo: “Rusia y la CEI: ¿relaciones de política exterior o interior?” (1999)
LOS ORÍGENES DE LA CEI
La desintegración de la URSS en 1991 puso fin a un peculiar tipo de imperio y la superación del sistema comunista generalizará la dimensión étnica como principal referente de la identidad colectiva. A diferencia de los imperios tradicionales como el español, el inglés o el francés –que eran transoceánicos- el imperio ruso (zarista y soviético) fue una entidad geográfica contigua que se integró por anexiones territoriales sucesivas. En el caso ruso la nación no preexiste al imperio y su proceso de construcción fue uno solo en el que se confundieron ambos elementos. Las peculiaridades del imperio ruso formado por la agregación de periferias fronterizas al centro dificultan su pleno desmantelamiento. El fin de la URSS no ha supuesto la desaparición de su antiguo espacio, pues son multitud los vínculos existentes entre sus diferentes entidades. El espacio soviético estaba hecho de interdependencias y especializaciones regionales que de ningún modo se han podido superar. Por un lado, Rusia no podrá restablecer su viejo imperio tal como era, pero, por otro, es innegable su supremacía económica y militar. En este sentido, la Comunidad de Estados Independientes (CEI) ha sido un mecanismo de contención relativa de conflictos y de reequilibrio pactado entre las élites postsoviéticas.
Esta entidad nació en medio de una improvisación general a finales de 1991 para mantener ciertos lazos fundamentalmente entre Rusia y Ucrania junto con Asia Central. Para Rusia, en particular, se trató de evitar que la disolución de la URSS debilitara demasiado su papel internacional y para Ucrania esta fórmula debía permitir un acuerdo para el reparto de la herencia recibida. Sin embargo, la creación de la CEI no estuvo a la altura de los problemas planteados y, en su primera fase (1991-1993), apenas fue una mínima plataforma coordinadora de ciertas políticas.
Esta entidad fue poco más que un comité liquidador de la URSS, a la vez que un factor inevitable de contención de conflictos y mantenimiento de flujos económicos para evitar la miseria catastrófica de casi todas las Repúblicas. Tras la victoria de Yeltsin sobre el parlamento ruso en 1993 y el cambio de guardia en Ucrania, la CEI se vio reforzada. Además, las otras repúblicas tomaron conciencia de la necesidad de reforzar los lazos de cooperación tras el fracaso de las autarquías. Ellas constataron que sin Rusia no tienen posibilidades reales de mantener cierta independencia.
Al estar en condiciones de recuperar cierto protagonismo en 1993, Rusia pondrá condiciones para prestar ayuda, pues ya no mostrará estar interesada en conservar a cualquier precio el espacio exsoviético tal como había sido antaño. Dada su supremacía económica, las demás repúblicas de la CEI se vieron obligadas a ceder. Las repúblicas no rusas asumirán que sus dificultades proceden de haberse separado en demasía de Rusia.
NATURALEZA DE LA CEI
Los objetivos iniciales de la CEI fueron sobre todo económicos: coordinar las reformas, tomar el rublo como moneda de referencia, concordar la reducción del déficit y articular políticas comunes en aduana, fisco, liberalización de precios y gasto social.
La CEI debía ser simultáneamente una organización de coordinación política y de seguridad, así como una zona económica común. No es fácil definir la naturaleza de tal entidad pues nunca quedó claro si se limitaría a ser una plataforma flexible de cooperación –incluso transitoria- o una nueva estructura perdurable tendencialmente reintegracionista. Queda claro que la CEI no es ni un E, ni una formación supraestatal, sino una coordinadora de E soberanos en la que Rusia está en condiciones de imponer en general sus intereses.
Son muy numerosos los acuerdos de la CEI, así como los órganos establecidos. En la CEI no existe una organización militar integrada como la OTAN. El Tratado de seguridad colectiva de Tashkent (Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Tadzhikistán, Armenia) es ambiguo al respecto, pero ha permitido reconstruir la dirección militar rusa en toda la CEI y obtener el derecho a mantener 30 bases en las diversas repúblicas. Lo más significativo es la nueva doctrina militar rusa que confiere a sus fuerzas armadas misiones especiales de protección de los derechos de las minorías rusas en el “extranjero cercano” (donde hay 28 millones de rusos étnicos) y de vigilancia de las fronteras exteriores de la CEI por afectar a los intereses nacionales. Esta nueva doctrina ratifica el derecho de injerencia rusa en los países de la CEI con este doble argumento. En 1995 Yeltsin afirmó que la CEI debía adoptar una protección conjunta y eficaz de las fronteras comunes, dando a entender que Rusia podría considerar una amenaza para su seguridad que un E limítrofe ingrese en una alianza en la que aquella no estuviera presente.
Con respecto a la cuestión militar, el traslado del arsenal nuclear ucraniano a Rusia se completó en 1996, el reparto de la flota y el uso ruso de Sebastopol (en régimen de arriendo de las bases militares portuarias) se pactó a principios de 1997 y la población rusa de Crimea ha obtenido una amplia autonomía política.
LA NUEVA RUSIFICACIÓN DEL “EXTRANJERO CERCANO”
A diferencia de la URSS, Rusia ya no es una superpotencia mundial, pero sí regional. El retroceso internacional de Rusia ha permitido concentrar su esfuerzo exterior en la CEI. Tras la GF la cuestión de las amenazas exteriores ya no es central y la prioridad es la seguridad interior, de ahí que la CEI se haya convertido en su gran esfera de interés estratégico. La tutela de Rusia sobre el extranjero cercano se ha convertido en el máximo objetivo de la política exterior/interior para garantizar sus intereses geopolíticos y tal papel es unilateralmente asumido por la “especial responsabilidad” que aquella se autoatribuye sobre todo el conjunto de la CEI. Rusia se ve ahora rodeada de una nueva periferia que, sin embargo, es muy dependiente en los económico y militar de ella.
En suma, la concepción rusa de la CEI es reintegracionista, de ahí que conciba las fronteras de esta entidad como propias y naturales. Rusia considera la CEI fundamentalmente como un medio para restaurar su autoridad y liderazgo, y la función que se ha autoatribuido de garantizar la paz y la seguridad ha tenido la consecuencia de consolidar su papel de gendarme con derecho de injerencia. Ante Occidente, Rusia quiere dar la impresión de que ha renunciado a un trato imperial con relación a los países de la CEI, pero, en realidad, haido reconstruyendo lazos hegemónicos con todos ellos de modo bilateral y multilateral.
FAZ INSTITUTE: “Oso de constitución débil” (2000)
A 10 años del desmoronamiento de la URSS: la CEI y Rusia
Pocos días antes de que la URSS dejara de existir, 9 repúblicas soviéticas se unieron para fundar la CEI. Con ello pretendían garantizar una disolución sin traumas de la URSS y constituir un marco para una futura colaboración. 
La CEI: mera fachada
Si bien a lo largo de los últimos años se han creado numerosas instituciones y se han firmado diversos acuerdos multilaterales, en los ocho años de su existencia la CEI no ha pasado nunca de ser un marco sin contenido, mera fachada. Los E surgidos de las cenizas de la antigua URSS cuidaban mucho de ceder su recién adquirida independencia y temían el restablecimiento de la hegemonía rusa. Eran 2 los factores que servían de dique de contención a las fuerzas centrífugas: los problemas de seguridad, y las viejas dependencias económicas. Rusia no dudó en utilizar ambas para afianzar su influencia.
Doble papel de Rusia
En el aspecto económico, lo que sigue vinculando a algunas repúblicas de la CEI a su antigua metrópolis es el doble papel de Rusia como mercado de consumo y abastecedor de energía. Se escasa capacidad competitiva, la ausencia de vías de transporte y la falta de una moneda fuerte impidieron que los E de la CEI pudieran orientarse a corto plazo hacia otros mercados. Gracias a sus inmensos recursos naturales, Rusia, en cambio, sí pudo reducir su dependencia de la CEI.
Reformas insuficientes
Rusia siguió siendo el centro de gravedad de la CEI aunque sus reformas económicas apenas avanzaron. Se aplicó una política monetaria restrictiva acompañada de una liberalización gradual del comercio y de los precios, pero sin verdaderas reformas estructurales. A partir de 1995 el país empieza a cosechar los frutos de su política monetaria restrictiva: se ha logrado frenar las altas tasas de inflación y los tipos de cambio se han estabilizado; la economía, en cambio, sigue sin levantar cabeza.
La 1° ola de privatizaciones entre 1992 y 1994, con la que muchas empresas pasaron a manos de los obreros, dejó intactas las estructuras ineficaces. En una 2° fase, entre 1994 y 1996, en la que los bancos recibieron participación en las empresas a cambio de créditos al E, muchas compañías cayeron directamente en manos de especuladores que sólo pretendían sacar beneficio a corto plazo.
Las dificultades para acceder a créditos, debido a la inseguridad económica y política y a que no se había emprendido a tiempo una reforma bancaria, llevó a una descenso de las inversiones.
Grupos provenientes de la vieja nomenclatura soviética y de los beneficiarios de las privatizaciones crearon mafias que se hicieron con gran parte de los recursos del país en perjuicio del E y de amplios sectores de la población.
En el campo político, el enfrentamiento constante entre el presidente y el parlamento, de cuño conservador, ha obstaculizado las reformas. Si bien cabe decir que se logró estabilizar la evolución de los precios con una política de apoyo a los tipos de cambio que consumió importantes cantidad de divisas, las tasas de inflación siguiendo siendo relativamente altas y los productos rusos se tornaron cada vez más caros. La consecuencia fue que los mercados rusos se vieron inundados por una avalancha de bienes de consumo extranjeros.
Esto solo podía funcionar mientras las exportaciones rusas obtenían precios altos en los mercados internacionales. Sin embargo, cuando, a consecuencia de la crisis asiática, los precios comenzaron a bajar, sobrevino la crisis.
La crisis como oportunidad
En 1998 la falta de divisas obligó al banco central a anunciar que renunciaba a seguir manteniendo sus objetivos cambiarios. La paridad de la moneda rusa con respecto al dólar cayó en picado. Rusia tuvo que declararse insolvente y como consecuencia hubo desempleo creciente y masivo, descenso de los ingresos reales, cientos de bancos quebrados, etc.
Solo poco a poco se comenzó a ver el lado positivo de la crisis: la debilidad del rublo obligaba a corregir la tendencia a importar bienes de consumo y de equipo a cambio de materias primas. Nuevamente volvieron a ganas terreno los productos nacionales. Gracias a ello y a la drástica recuperación de los precios del crudo, Rusia pudo recobrar su solvencia.
PÉREZ LLANA, Carlos: “El regreso de la historia. La política internacional durante la post GF, 1989-1997” (1998)
LA POLÍTICA EXTERIOR EN LOS TIEMPOS DE BORIS YELTSIN
Las diferencias entre Gorbachov y Yeltsin se hicieron notorias luego de la elección de este último como presidente de Rusia, y cuando en 1990 el Congreso de los Diputados del Pueblo declaró que la soberanía de Rusia significaba la supremacía de las leyes de esa República por encima de la legislación de la URSS, la suerte de Gorbachov quedó echada. Dos centros de poder, los dos localizados en Moscú, compitieron. La secesión báltica opuso a ambos líderes y en esa pulseada Yeltsin, que nunca dejó de reivindicar su identidad reformista frente a los sectores conservadores del Partido, apoyó esas demandas, lo que significaba consagrar el derecho de secesión.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia se convirtió en el portavoz de una política exterior decididamente jugada a privilegiar las relaciones con occidente, aunque el eje estratégico sufrió algún cambio: del europeísmo de Gorbachov se pasó a concentrar todos los esfuerzos en las relaciones con EEUU. La economía era un caos y sólo la ayuda podía provenir de Washington. 
Esta política fue definida como atlantista. Supuso que Washington y sus aliados debían apoyar a Rusia a transformarse en una democracia de mercado. Para el atlantismo las relaciones con el oeste tenían un doble propósito: obtener apoyo para que los reformistas se impusieran sobre los conservadores, y reclamar a los EEUU el reconocimiento del status de gran potencia. Por esa razón, Rusia fue definida como “E continuador” de la ex URSS. La continuación resultaba favorable para los intereses rusos y Moscú de ese modo pretendió heredar todos los atributos geopolíticos que supo tener la URSS. No eran pocos los intereses en juego, desde la silla en el CS, hasta los locales de las embajadas diseminadas por el mundo, pasando por la semipresencia en las reuniones del G7 y la espinosa cuestión del pago de la deuda externa soviética.
En el trascurso de 1992 esta corriente de pensamiento sufrió las consecuencias del debate política interno y de las reformas económicas, esta vez encaradas decididamente por el presidente Yeltsin. El plan del economista Gaidar supuso una terapia de shock: se liberaron os precios y se encaró una política de privatizaciones. Este plan, que contó con el aval de Washington y del FMI, trajo aparejado la nostalgia por el viejo orden ya que los sectores beneficiados fueron escasos y los afectados numerosos. Así se consolidó la idea de que un complot internacional se había puesto en marcha dirigido a desindustrializar y desmilitarizar a Rusia. En este contexto, el atlantismo fue perdiendo apoyos en el seno del poder.
En 1993 tomó estado público un documento titulado “concepciones fundamentales de la política exterior rusa”, aprobado por Yeltsin. Rusia es definida como una gran superpotencia en crisis, de manera que la idea de preservar el status está muy presente, evocando el pasado soviético. El “atlantismo” está presentado en forma moderada y Rusia ya no es solamente definida en términos europeos sino que se rescata la idea geográfica de una potencia euroasiática. Los países que fueron parte de la URSS quedaron caracterizados como el “extranjero próximo”, y la CEI fue revalorizada.
En el transcurso de 1993, mientras la economía mostraba síntomas de creciente desmadre, la política exterior fue parte del debate nacional. Al “atlantismo” y al “euroasiatismo” se le agregó un 3° interlocutor, el “nacionalismo neoimperialista”. En este último caso se trató de una escuela que, sin impulsar el retorno al totalitarismo, abogó por lareabsorción del viejo imperio y el rearme en el marco de una creciente intención de tomar distancias respecto de los EEUU.
En 1993 se produjo un enfrentamiento entre Yeltsin y otras líderes políticos. Los detractores buscaban cambios en el programa económico y revisión en la política exterior. La crisis explotó y Yeltsin atacó con fuerzas militares la sede del parlamento, logrando triunfar. La toma violenta del congreso constituyó un punto de inflexión. Las turbulencias políticas, en el medio de la apatía de la gente, arrastraron las tesis más pro libremercado y las ideas “atlantistas”. El ministro de Relaciones Exteriores, buscando capitalizar la victoria de Yeltsin, pretendió llevar agua para su molino. Insistió en la idea de un partnership entre Rusia y Occidente, aclarando que cada uno debía defender sus propios intereses. Para el ministro, occidente debía reconocerle a Rusia una responsabilidad en Euroasia ya que allí había un espacio geopolítico indivisible, a pesar de que convivían diferentes E.
Sin embargo, poco duró el espíritu de la victoria, y en las elecciones parlamentarias de 1993, los partidarios de Yeltsin perdieron, por lo que él se vio obligado a frenar las reformas económicas y rehacer el discurso externo.
En 1994 Yeltsin desautorizó el atlantismo. En el transcurso de 1995 la política exterior rusa fue adquiriendo un nuevo perfil sobre la base de una visión donde se pretende preservar los intereses del E ruso y las prerrogativas de Yeltsin. Se retornó a las viejas fuentes históricas de la política exterior rusa.
El “estatismo-presidencialista” se transformó en una opción externa opuesta a un imperialismo que no puede repetirse debido a la escasez de recursos y a un “atlantismo” que le hace perder a Rusia la identidad asiática, sin lograr ser reconocida como socia de los EEUU. Esta nuevo visión inspira una agenda cuyos ejes pasan por la consolidación de la CEI –que no necesariamente implica reconstruir el viejo imperio-, el logro de una estructura de balance de poder en el Asia, la protección a las minorías rusas diseminadas en los ex territorios soviéticos, la búsqueda de apoyo internacional para el proyecto de reformas, la preservación de una zona neutral en Europa Central y un diálogo con EEUU, donde Moscú tratará de hacer valer el capital que supone ser una potencia con altísima densidad nuclear. En la ONU, Rusia hizo jugar sus fichas diplomáticas y cuando lo estimó necesario discrepó abiertamente con EEUU. Rusia también apeló a China, con quien restableció un vínculo diplomático deteriorado.
En 1996 Yeltsin fue reelecto.
LA AMPLIACIÓN DE LA OTAN A LOS OJOS DE MOSCÚ
Mientras el atlantismo inspiró la política exterior, las preocupaciones centrales giraron en torno a cómo definir las relaciones con los EEUU y Europa, en el marco de una política de cooperación. Cuando comenzó a hablarse de la ampliación de la OTAN, hasta el mismo Yeltsin no puso reparos a las demandas de Varsovia, que reclamó el ingreso a la Alianza. Desde Gorbachov en adelante, Europa Central fue considerada en Moscú como una región perdida.
El para qué sirve la OTAN, lentamente, quedó instalado como cuestión. En los ’90, si se dio por cerrada la GF, era obvio que la OTAN debía ser repensada y así surgieron dos visiones elaboradas en función de la renovación atlántica:
· Opción minimalista: La OTAN debía quedar limitada a una especie de gran reserva de medios militares disponibles para el caso de incertidumbres y crisis siempre concebidas en un futuro incierto.
· Opción estructuralista: Consideró a la OTAN como el espacio institucional garante de la estabilidad política europea.
El minimalismo no ofrecía respuestas debido a que la permanencia de EEUU no quedaba asegurada y tampoco daba una solución a la cuestión de cómo adaptar la alianza a las nuevas condiciones estratégicas. La opción estructuralista es más ambiciosa y capta la atención de múltiples actores, al proclamar que sin enemigo el objetivo común consiste en transformar a la OTAN en garante de la estabilidad europea, lo que significa abarcar unas fronteras que necesariamente van más allá del tradicional territorio de cobertura.
De esta forma la cuestión de qué hacer con la alianza atlántica se fue definiendo en los hechos, y en ese camino EEUU renovó sus credenciales como actor europeo. Clinton afirmó en 1997 que la ampliación de la OTAN sería un tema de agenda euroamericana. Desarrolló la idea de que la OTAN resulta esencial para la estabilidad europea y su periferia. Estos cambios en Rusia fueron seguidos con atención.
El mayor argumento ruso antiampliación de la OTAN se basa en afirmar que la Alianza está inhabilitada para ampliarse debido a que este acto violaría los códigos sobre los cuales se habría acordado el fin de la GF. El Tratado de Washington de 1987 (sobre armas intermedias), los START I y II, la reunificación germana y la disolución del Pacto de Varsovia, constituirían capítulos de una misma historia. Desde este ángulo, Moscú habría concedido a EEUU este conjunto de acuerdos cuyo espíritu ahora sería violado. Desde la visión estructuralista de la OTAN se explica la alianza como garantía de estabilidad y en ese escenario Moscú nada debería temer porque no estaría planteada ninguna vocación agresiva.
Rusia, desde 1994, transformó el tema OTAN en un punto central de su agenda externa. El tema no quedará resuelto rápidamente y muchos puntos aún hoy quedan por resolver.
En la cumbre de la Organización de Cooperación y Seguridad Europea, celebrada en Lisboa (1996), Rusia insistió en que Ucrania y los bálticos no accedan a la OTAN, mientras que a título de compensaciones espera que se le reconozca un virtual derecho de injerencia en la CEI. Asimismo su diplomacia presiona para que los países que accedan a la OTAN se comprometan a no permitir el estacionamiento de armas nucleares y a establecer topes bajos en el número de sus fuerzas militares. En cierta forma buscó repetir lo que Gorbachov obtuvo de Alemania cuando negoció la reunificación.
 Finalmente la OTAN se amplió. Algunas concesiones Rusia logró en materia de no estacionamiento permanente de armas nucleares en los nuevos miembros y en la utilización que se haría de las ex bases soviéticas abandonadas cuando las tropas rusas dejaron Europa Central. Asimismo Moscú interpuso un veto parcial al no ser considerado el ingreso de los países bálticos. Rusia vivió una devaluación de su status diplomático en el continente europeo. La firma de un acuerdo OTAN-Rusia, si bien puede ser leída como algo simbólico, no deja de constituir un reconocimiento a Moscú del status de par, y esto puede explicarse en un contexto: EEUU tratan de restarle protagonismo al CS de la ONU y este nuevo espacio en alguna medida es un sustituto. También Rusia logró otro tipo de compensaciones y así en la cumbre de Denver, celebrada en 1997, virtualmente quedó consagrada la presencia de Rusia en el G7. Además, Rusia fue admitida en el Club de París, lo que representó el fin de la GF financiera.
LA COMUNIDAD DE ESTADOS INDEPENDIENTES
Cuando se disolvió la URSS en 1991, Rusia, Bielorrusia y Ucrania liquidaron el poder de Gorbachov. En la reunión de Minsk del 8 de diciembre, Yeltsin buscó acceder lo más rápidamente al Kremlin; en Ucrania el presidente seguramente pensó que en ese nuevo marco institucional era posible encarar un divorcio razonable con la ex URSS; y en Bielorrusia el presidente aplicó una vieja premisa: seguir a Rusia por sobre todas las cosas.
El 21 de diciembre de 1991 los presidente de 11 de las ex repúblicas soviéticas crearon la CEI.
Múltiples factores explican el advenimiento de esta estructura postsoviética de la cual no participaron de entrada los países bálticos, Georgia y Azerbaiyán, aunque luego estos dos últimos debieron claudicar ingresando a este nuevo espacio. Décadas de vivir en común de ninguna manera pueden ser olvidadas. La producción, el comercio, la infraestructura, las fuerzas de seguridad, etc., naturalmente inclinaron a estas naciones a reconstruir un espacio y una institucionalidad quecontuviera a este mosaico de naciones que conforman una geografía política insoslayable en cualquier lectura internacional.
· La clase dirigente del Asia ex soviética, no poseedora de reservas energéticas, buscó en la CEI petróleo y gas barato que pudieran ser pagados en base a trueque; asimismo sólo Rusia puede comprarle sus exportaciones y de la buena voluntad del Kremlin depende el pago de abultadas deudas remanentes de la ex URSS. Además, Turkmenistán y Uzbekistán comparten con Rusia el temor islámico, por lo que requieren de su protección. A cambio, Rusia reclama que los ductos atraviesen su su territorio para cobrar peaje y ejercer controles.
· Moldavia y Bielorrusia también son ruso-dependientes. 
· Ucrania configura un caso aparte debido a su masa geográfica, a su población, a la presencia de una minoría rusa no despreciable, a su riqueza agrícola potencial, a la importancia que su infraestructura física tiene para los intercambios comerciales de Rusia, a la dependencia energética respecto de Rusia y, por último, a que es un país cuya industria en un 60% es pesada y casi exclusivamente ligada a la industria militar.
· Armenia apostó a la CEI debido a sus conflictos con Azerbaiyán. En cambio, Georgia y Azerbaiyán buscaron evitar el ingreso a la CEI, pero gracias a las inteligentes operaciones de Moscú, sin duda desestabilizadoras, finalmente ambos decidieron ingresar.
El ocaso del atlantismo se desarrolló paralelamente a la revalorización del “extranjero próximo”. En la medida que Rusia fue percibiendo que su status internacional resultaba ser inversamente proporcional a su crisis económica, la CEI pasó a ocupar un lugar destacado en la política exterior. En 1995 Yeltsin lanza el “Plan estratégico concerniente a las relaciones entre Rusia y los países de la CEI”, en donde postula que la CEI es una zona de interés vital para Rusia y un factor esencial para su integración en las estructuras políticas y económicas mundiales.
Los objetivos rusos son de alcanzar la mayor hegemonía posible con los menores costos, proteger a las minorías rusas, frenar las ambiciones de algunas potencias medianas y vecinas (Turquía e Irán), evitar situaciones de caos, acceder a mercados y recursos, y fijar las fronteras externas de Rusia en los bordes de la CEI.
Las relaciones entre Rusia y Ucrania superan el marco de la CEI. Con una capacidad científico-tecnológica insoslayable, este país eslavo fue, sin duda, el gran socio de Rusia en la URSS y no en vano Kruschev le donó Crimea en los ’50 (aunque más adelante el parlamento ruso desconoció esto). Pero lo que ayer fue virtud, a partir de la disolución de la URSS se transformó en problema ya que Ucrania es ruso-dependiente pues depende de su petróleo, de su gas, es deudora y su industria vive gracias a los insumos y compras rusas. Ucrania se comprometió a devolver a Rusia las armas, y ratificó el START I y el Tratado de No Proliferación. 
NUEVOS ESPACIOS Y PROTAGONISTAS EN TORNO A LA CEI
La CEI adquiere para Rusia relevancia no sólo porque en el espacio postsoviético ella puede reconstruir parte del poder perdido, sino que también Moscú debe evitar que surjan otros polo de atracción geopolítica.
El caso de Turquía es paradigmático. Fue una pieza clave durante los años de la GF, ya que el flanco sur de la OTAN básicamente se apoyó en la alianza estrecha entre Ankara y Washington; en cambio, la relación Turquía-Europa fue más compleja debido a que Bruselas siempre trató de retardar el ingreso turco a la UE.
Terminada la GF y reconfirmada la importancia estratégica de Turquía, y luego de la Guerra del Golfo, la clase dirigente turca apostó fuertemente a proyectar el modelo turco hacia el mundo ex soviético. Turquía presentó sus ambiciones como única alternativa a los proyectos de expansión iraníes en esas mismas repúblicas. Las autoridades turcas comenzaron a viajar por la región ofreciendo créditos de exportación, becas para estudiantes que quisieran terminar sus estudios, se abrieron embajadas, se establecieron vuelos comerciales y las emisiones de radio y TV turcas fueron financiadas como instrumentos de penetración cultural.
Turquía es un país clave. Limita con Rusia, controla los recursos hídricos de Irán y Siria, está en condiciones de expandirse en la CEI pudiendo convertirse en un país de tránsito de las riquezas energéticas del Asia y es un país de la OTAN que no puede ser abandonado. El sueño de un mundo turco en Asia Central está lejos de realizarse ya que los recursos necesarios no están al alcance de Turquía.
Algo similar sucede con Irán. Hasta los finales de la década de los ’80, la diplomacia iraní se concentró en exportar el modelo de revolución islámica, aunque los logros fueron escasos. Virtualmente se aisló ya que no encontró eco en el mundo musulmán. A nivel estadual encontró más rechazos que apoyos. En cambio, en la esfera no estadual, registró algunos triunfos, en los movimientos religiosos localizados en el Líbano, en Argelia y en algún país del Golfo. A principios de los ’90 este patrón de inserción internacional fue revisado debido a que la desaparición de la URSS cambió los datos geopolíticos, y la Guerra del Golfo, si bien dejó al enemigo iraquí postrado, implicó el triunfo y la presencia de EEUU en toda la región. El aislamiento llevó a privilegiar el rearme que tiene más que ver con la soledad que con una estrategia expansiva.
Irán es consideramos en la CEI como un socio portador de problemas, en la medida que el fundamentalismo es desestabilizante para los regímenes conservadores que deben administrar el shock de la crisis comunista. Además la diplomacia americana, presente en muchos de estos países, neutraliza los intentos iraníes.
En conclusión, para la política exterior rusa la CEI ha pasado a ser prioritaria. Rusia advirtió que el atlantismo no le alcanzaba para mantener su status; además, esta escuela perdió apoyos con el correr de las reformas económicas, de manera que la única alternativa diplomática disponible para la diplomacia de Yeltsin era ir al encuentro de los viejos socios apostando que una vez pasada la euforia independentista el realismo iba a aconsejar enfocar hacia Moscú.
SÁNCHEZ RIVERA, Lorenzo: “Una evaluación acerca de los conflictos interétnicos en la CEI” (1993)
Las profundas transformaciones que han tenido lugar en los últimos años a raíz de la Perestroika, abrieron la caja de Pandora de antiguos agravios y añejas reivindicaciones, todos ellos íntimamente ligados con factores socioeconómicos, políticos e ideológico-culturales. El problema de las nacionalidades es una de las formas de expresión del enfrentamiento político entre las fuerzas y organizaciones sociales de todo el espectro ideológico de la ex URSS.
La Rusia zarista era uno de los imperios más extensos del mundo. Rusia conservó el control de un territorio compacto dentro del cual las nacionalidades y minorías étnicas fueron mantenidas bajo el dominio de un E autoritario y represivo.
Antes de la desaparición de la URSS, existían 76 puntos conflictivos en su territorio. El origen de los mismos se encontraban en la interrelación de factores tales como el cambio de fronteras, el establecimiento voluntario o forzado de determinados grupos étnicos en espacios territoriales dados, los cambios en los estatus de autonomía y la pertenencia estatal-territorial, la pretendida o real unidad histórica, étnica y económica de pueblos o nacionalidades y el renacimiento o aplastamiento de la conciencia nacional de estos agrupamientos.
A estos elementos se añade el agravamiento de los problemas nacionales a últimas fechas debido, entre otros factores, a la crisis económica que registraba la URSS, a la ausencia de una legislación aceptada por todos, a la inestabilidad y a la confrontación política, todo lo cual se expresa en las contradicciones nacionales étnicas.
Los principales conflictos son:
CONFLICTO DEL DNIESTR (MOLDOVA):
El actual conflicto interétnico en la región moldova del Dniestr, proclamada en 1990 por la minoría eslava local como la República Socialista Soviéticadel Dniestr, ha generado gran incertidumbre en el gobierno de Moldova. Económicamente, el Dniestr es fundamental para Moldova. La mayor parte de la población de la población de Moldova es rumana, pero casi no hay rumanos en el Dniestr. La crisis del Dniestr es una consecuencia directa de la aspiración de la nación rumana a su unificación, ya que el Dniestr no quiere ser parte de este proceso.
CONFLICTO EN NAGORNO-KARABAJ:
En 1915, durante el Imperio Otomano, los armenios que vivían en los límites de Turquía y Armenia fueron expulsados hacia el desierto por los turcos; se estima que en ese entonces murieron miles de armenios por hambre o asesinados. Los azeríes que son “primos étnicos” de los turcos mantienen una antigua rivalidad con los armenios. En 1923, después de haberse impuesto en la región el poder soviético, los bolcheviques otorgaron el control de Karabaj a los azeríes para quienes la única solución al conflicto radica en expulsar de Karabaj a todos los armenios.
En 1988 el movimiento armenio para liberar Karabaj del control azerí se hizo abiertamente frontal. Los representantes armenios insisten en ser considerados dentro del gobierno de Karabaj. Mientras tanto, Azerbaiján niega todo reconocimiento a los líderes armenios y a sus demandas independentistas. Este conflicto afectó seriamente el curso de las relaciones entre Armenia y Azebaiján.
CUESTIÓN DE CRIMEA:
En 1954 Crimea fue transferida de Rusia a Ucrania como un regalo de Kruschev, en ocasión de la conmemoración del 300 aniversario de la “Unión Fraternal” de los pueblos ucraniano y ruso. Hoy en día, Ucrania rechaza categóricamente cualquier tipo de pretensiones territoriales de Rusia sobre Crimea, argumentando que la cesión de éste fue una decisión tomada por el Soviet Supremo de la ex URSS.
Para Kiev, controlar Crimea, y particularmente el puerto de Sebastopol, significa mantener una fuerte presencia en una de las 3 flotas estratégicas del ex Ejército Rojo (las 2 restante se ubican en el Báltico y en el Pacífico). Se trata de una armada de más de 100 navíos de guerra.
Moscú sabe bien que si conserva la disputada península mantiene atada a su esfera de influencia a Ucrania con lo que se libraría de un vecino militarmente peligroso en caso de hostilidades.
CÁUCASO NORTE:
Los esfuerzos pacificadores de Rusia en el Cáucaso Norte han arrojado escasos resultados debido a la complejidad del área, en la que existen encontrados intereses étnicos, nacionales, religiosos y culturales. Políticamente, el Cáucaso Norte es la región más frágil de Rusia debido a las tendencias autonomistas y separatistas y al apreciable resurgimiento del nacionalismo en la zona, que es abanderado por la Confederación de Pueblos del Cáucaso –organización multinacional declarada ilegal por las autoridades rusas- que promueve un boicot al Tratado de la Federación firmado en marzo de 1992 y cuestiona la incorporación de las repúblicas autónomas del Cáucaso a Rusia.
· Checheno-Ingushetia: La ruptura de los nexos institucionales entre la administración central y las repúblicas autónomas ha creado una crisis de poder. El problema tiene su origen en el momento en que Moscú declaró el estado de emergencia en Osetia del Norte Ingushetia, y decidió que el ejército ruso actuara como fuerza de interposición entre las dos nacionalidades en este conflicto étnico-territorial.
Dado que hasta entonces la frontera checheno-ingushe no se encontraba formalmente demarcada, el desplazamiento de las tropas rusas provocó la airada protesta de Chechenia, después de haber penetrado territorio que Chechenia considera históricamente propio. Las autoridades chechenas tomarían la incursión de las fuerzas rusas como una provocación y señalaron que Moscú pudo haberse abstenido de incursionar en esas áreas.
A raíz de este problema, Chechenia apresuró la delimitación de sus fronteras, acordando con Ingushetia en 1992, reconocer como válidos los límites que habían existido hasta 1934; año en que Stalin decidió su fusión en una sola entidad: Chechenia-Ingushetia (república que volvería a dividirse a finales de 1991, cuando Chechenia se separó de la Federación Rusa e Ingushetia prefirió permanecer en ella).
· Ingushetia-Osetia del Norte: El conflicto entre Ingushetia y Osetia del Norte tiene su antecedente en la época de Stalin (alrededor de los años 30), quien ordena la deportación interna de los ingushes y transfiere parte de las tierras dejadas por estos a Osetia del Norte. En la actualidad, los ingushes reclaman la restitución de la región, y han llegado al extremo de enfrentarse contra los osetios.
Al considerar este conflicto, Rusia ha reaccionado de manera similar ya que ha ordenado el desplazamiento de efectivos rusos, cuya consigna es la suspensión de la lucha entre las partes beligerantes. Si Rusia no interviene, el conflicto se podría extender fácilmente. Osetia del Norte recibiría el apoyo de Osetia del Sur (situada en Georgia), mientras que Ingushetia contaría con el respaldo de otras repúblicas autónomas caucásicas musulmanas, si consideramos que la mayor parte de la población ingushe es musulmana.
· Conflicto en Tatarstán: Es la única república en legitimar su vocación independentista a través de un referéndum. A pesar de que el Tribunal Constitucional de Rusia calificó de ilegal la celebración del plebiscito en Tatarstán. El triunfo del “sí” se debe a que parte de la población cree en el mito de que un Tatarstán independiente podría ser otro Kuwait, al depositar sus esperanzas en el petróleo.
Tanto la cuestión de Checheno-Ingushetia como la de Tatarstán (repúblicas autónomas que se rehusaron a firmar el “Tratado Federal”), mantienen latente el peligro de la desintegración rusa.
· Conflicto de Osetia del Sur (Georgia): La situación en Osetia del Sur, ubicada en Georgia, enfrente los intereses de carácter territorial entre ésta y Rusia. Es decir, al problema étnico en Osetia del Sur se anteponen las pretensiones geopolíticas de ambos países por definir su presencia política en la región del Cáucaso del Norte, considerando que Rusia ha amenazado con intervenir directamente en esa zona.
· La cuestión de Abjasia (Georgia): Choque entre la aspiración abjasia de soberanía y negativa georgiana a reconocerla. A consecuencia de ello se han producido serios enfrentamientos armados.
ASIA CENTRAL:
En la región de Asia Central predominan los problemas derivados de las migraciones de millones de personas realizadas durante los siglos XIX y XX en el área. Durante los últimos años esta zona ha sido escenario de enfrentamientos, provocados por reclamaciones territoriales, demarcaciones de fronteras en la época soviética, migraciones masivas forzadas decididas arbitrariamente por Stalin y una composición étnico-nacional de la población.
· Tayikistán: Es el punto vulnerable de la CEI en Asia Central. Un país de fronteras caprichosas, dividido por el tribalismo, las diferencias étnicas, económico-regionales e ideológicas. Además, es un codiciado sujeto en la lucha por la influencia regional, en la que destaca el perturbador caso de Afganistán. Tayikistán también constituye un foco de preocupación de sus vecinos de la CEI, incluyendo Rusia, dado que un conflicto sin control, con certeza les afectaría, quizá hasta el grado de provocar enfrentamientos internacionales. 
COMENTARIOS FINALES:
Los principales conflictos étnicos que se presentan en los que fuera el vasto imperio zarista y luego soviético, poseen un elemento que prima sobre todos: el principio de autodeterminación de los pueblos. Lejos de que los movimientos nacionalistas logren la aplicabilidad de este principio por medios pacíficos, lo que prevalece es la imposición de las armas sobre la negociación política, el movimiento de ejércitos nacionales por la consecución de un objetivo territorial o un fin religioso.
ZUBELZÚ, Graciela: “El gobierno de Mijail Gorbachov (1985-1991) La Comunidad de Estados Independientes: avances y retrocesos en el difícil camino hacia la integración” (1995)
CONSIDERACIONES PRELIMINARES
El desmembramiento formal dela URSS en 1991, abrió un proceso confuso y contradictorio, como consecuencia de la presencia simultánea de fuerzas centrípetas y centrífugas. Un proceso diferente que los distancia del resto de las exrepúblicas, se consolida en los E bálticos. Estos han mantenido firmemente su oposición a cualquier tipo de relación especial con el área pos-soviética. Estonia, Letonia y Lituania, convencidas de la necesidad de insertarse en espacios más amplios que trasciendan y potencien el estado-nación, privilegian sus vínculos con los E de la cuenca del Mar Báltico y con algunos países europeos.
RUSIA Y UCRANIA. 2 VISIONES DIFERENTES SOBRE LA CEI
La relación ruso-ucraniana resulta clave en el proceso de construcción de la CEI. Esta nace, en parte, como una respuesta reactiva liderada por Rusia, al referéndum ucraniano del 1 de diciembre de 1991, que avaló la declaración de independencia de dicho país. Ni las declaraciones de independencia bálticas, ni la de Georgia habrían podido liquidar los esfuerzos que hacía en aquel momento Gorbachov para detener las fuerzas centrífugas que desgarraban a la URSS. Este hecho político, también obedeció a un acontecimiento previo de igual trascendencia: el golpe de agosto que terminó por debilitar al gobierno de Gorbachov.
Como consecuencia de la legitimación popular de la independencia de Ucrania, Yaltsin impulsa la creación de la Comunidad –inicialmente- de Estados Eslavos. El 8 de diciembre de 1991 se suscribe el Acuerdo de Minsk, dando origen a la Comunidad de Estados Independientes (CEI) integrada por Ucrania, Belarús y la Federación de Rusia. A partir de allí se hacen evidentes dos concepciones distintas respecto de la naturaleza que habría de tener la CEI:
· Rusia: Aspira a una comunidad dotada de instituciones comunes que tiendan a una integración creciente con el “extranjero cercano”. 
· Ucrania: La CEI constituiría un marco flexible y poroso, un mecanismo internacional de consultas multilaterales, que tiene como objetivo contribuir a la solución de problemas que surgieron después de la desintegración de la URSS. La CEI sería una estructura transitoria, destinada a asegurar un divorcio pacífico. Por ende, no debería conformar una construcción jurídica, ni tener existencia de acuerdo al derecho internacional. No debe poseer instituciones propias, ni tampoco poderes de consulta y recomendación. Ucrania se niega a ceder atribuciones soberanas a manos de una institución supranacional. 
La persistencia de ambas visiones se manifiesta reiteradamente a los largo de los 3 primeros años de la CEI. Ucrania ha resistido las presiones rusas para suscribir el Tratado de Seguridad Colectiva de la CEI liderado por Moscú, y es la única república que ha creado un importante ejército nacional.
CONFLICTOS ÉTNICOS, FUERZAS DE INTERPOSICIÓN, Y EL ROL DE RUSIA
La escalada de una serie de conflictos que combinan elementos políticos, con diferencias étnicas y religiosas, llevó a las repúblicas a buscar reiteradamente un mecanismo que evite su agravamiento y diseminación. En muchos casos, las partes involucradas han procurado internacionalizar el conflicto, esto es impulsar la intervención de organismos con la ONU. Simultáneamente Rusia intenta retomar el liderazgo en el “extranjero cercano”. Ante tal situación se esboza un proyecto que finalmente no cuaja –las “Fuerzas de intervención de la CEI”- y un sustituto diferente.
De las “Fuerzas de intervención de la CEI” a las “Fuerzas rusas de paz”
El proyecto original de 1992, preveía que las fuerzas de paz puestas a disposición de la CEI, en casos de necesidad, deberían estar formadas por unos 100 mil voluntarios, provenientes de las fuerzas armadas de las repúblicas miembros en proporción a su magnitud. Su función consistiría en hacer respetar las treguas entre las partes beligerantes. Ante cada conflicto en particular se designaría un comandante de las fuerzas de paz, a fin de supervisar la aplicación de ceses de fuego, separar las partes en conflicto, crear zonas desmilitarizadas y abrir corredores humanitarios. Esta iniciativa no pudo hacerse efectiva. Una vez más emergieron posiciones enfrentadas.
Abandonada ya la posibilidad de una instancia comunitaria, la Comandancia militar conjunta se disolvió en 1993. Basándose en mecanismos bilaterales, las unidades de interposición se desplegaron a partir de acuerdos entre Rusia y la república en la que se desarrollaba el conflicto. En un contexto de creciente protagonismo ruso, las “fuerzas de paz” se convirtieron en las “fuerzas rusas”.
Rusia actúan sólo a petición de las partes, unilateralmente y corriendo con todos los gastos. Aunque no rechaza una mayor participación de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) –limitada en la actualidad al envío de observadores- se niega a otorgarle un derecho automático de acceso a los procesos de paz.
La posición de las potencias occidentales es ambigua. Por un lado, manifiestan sus temores por el eventual detrimento de la soberanía de los E vecinos. Por otro, reconocen la inviabilidad de otras alternativas, como por ejemplo enviar tropas bajo bandera de la ONU o de la OSCE.
Frente a esto, la posición ucraniana vuelve a diferenciarse de la rusa y a definirse en términos coincidentes con las potencias occidentales. Ucrania afirma que las operaciones de mantenimiento de la paz en el territorio de la ex URSS deben ser conducidas por organizaciones internacionales como la OSCE y ONU, porque si se hacen en forma unilateral se transformarán en política de dominación.
EL ASIA CENTRAL: MÁS ALLÁ DEL FACTOR ISLÁMICO
La existencia de elementos comunes entre las 5 repúblicas pos soviéticas del Asia Central, resultan tan importantes como sus diferencias. Entre éstas se destacan la posesión de recursos (desde territoriales hasta energéticos), el grado de rusificación, su propia ubicación geográfica, y hasta su lengua. Sin embargo, el principal rasgo común, la religión islámica, se ha convertido en un elemento de preocupación de las elites gobernantes, ya sensibilizadas desde la revolución iraní. Dichas élites a las que difícilmente se puede calificar como democráticas, en general aceptan la protección rusa ante el avance de movimientos islámicos. Los intereses de EEUU en la región son similares a los de Rusia. Ambos quieren prevenir el avance del extremismo islámico.
La consolidación de una nueva ruta de la droga, que nace en el límite entre Pakistán y Afganistán y atraviesa la permeable frontera tadjki, la conexión entre movimientos armados y narcotráfico, el aumento del consumo y la producción de drogas en las repúblicas pos soviéticas, constituyen elementos que complejizan aún más la situación en el Asia Central.
LA EVOLUCIÓN DE LA CEI: SUS DIFERENTES MOMENTOS. LA DIFICULTAD DE LOGRAR CONSENSOS
El seguimiento de su evolución puede hacerse a través de las cumbres de los Jefes de E, su frecuencia, contexto, resoluciones, presencias y ausencias. A pesar de lo difuso que resulta precisar un momento constitutivo o fundante, considero como tal al periodo que abarca las 3 cumbres de 1991, debido a los actos jurídicos que allí se establecieron. En esta etapa queda determinada la extinción formal de la URSS como sujeto de derecho internacional. A partir de aquel momento se suceden diversas cumbres de jefes de E, en las que se realizaron numerosas negociaciones tendientes a alcanzar principios de acuerdo en cuestiones de seguridad y económicas. El tema de seguridad y particularmente la dispersión del armamento nuclear, ocupó un rol central.
El área de cuestiones de seguridad
En 1992, en la Cumbre de Minsk, se acordó nombrar al Mariscal Shaposnikov como comandante en Jefe de las FFAA Unificadas de la CEI. Los E del Asia Central apoyaron esta propuesta rusa. Ucrania la aceptó pero considerándolo una etapa transitoria, hasta la conclusión de acuerdos definitivos. 
En la sensible cuestión del armamento nuclear, las repúblicas que lo poseían (Belarús, Kazajstán, Rusia y Ucrania) firmaron en 1992 un protocolo con los EEUU: el Acuerdo de Lisboa. En él se comprometena asumir todas las obligaciones como E sucesores de la URSS en conexión con el START I y a mantener el armamento nuclear bajo el control confiable y seguro de una autoridad unificada. A partir de la firma de este acuerdo, se inicia un periodo de fuertes presiones, particularmente sobre Ucrania, para que adhiera al Tratado de No Proliferación Nuclear de 1968. Finalmente el parlamento ucraniano aprobó la ley de adhesión en 1994.
En cuanto al armamento convencional, Rusia, apoyada por Kazajstán, deseaba mantener FFAA convencionales unificadas; mientras que Moldova, Azerbaiján y Ucrania se opusieron. Esta última posición es la que se impuso, iniciándose el desmembramiento del Ejército Rojo, a partir de la nacionalización de los equipos y armamentos de los regimientos ubicados fuera de Rusia. En 1992, Yeltsin firmó el decreto que creó el Ministerio de Defensa y las FFAA de Rusia. Esta repartición de fuerzas originó problemas adicionales. Por ejemplo, el desequilibrio favorable a Ucrania y Belarús que se beneficiaron con una parte muy superior del potencial militar.
Dentro del área temática de la seguridad, la Cumbre de Tashkent (1992) es el reflejo de las profundas divergencias entre las Repúblicas. Sólo 6 E firman un Tratado de Seguridad Colectiva, que siguiendo los modelos-tipo que estos tratados contempla, la abstención del uso o de la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones interestatales, no integrar uniones militares o tomar parte en cualquier otra unión de E, coordinar las acciones en caso de amenaza militar y prestar ayuda a cualquier participante del acuerdo objeto de la agresión, que será considerada una agresión contra todos. El único punto consensuado por todos los miembros de la CEI, fue un compromiso en respetar los acuerdos suscriptos por la ex URSS en materia de reducción de FFAA.
El área de cuestiones económicas
2 temas principales: deuda externa y política monetaria y financiera.
Respecto al reparto de la deuda, Rusia y Ucrania llegaron a un acuerdo (reunión de Jefes de Gobierno en Moscú 1992), por el que éste última aceptaba la figura de su responsabilidad colectiva en el reembolso de la deuda externa soviética y Rusia admitía que las cuestiones vinculadas a la misma sean supervisadas por un organismo que represente al conjunto de repúblicas y no sólo por el Banco de Rusia. Ucrania reconoce el 16.37% de la deuda, Rusia un 61.4%, y el resto es repartido entre las otras repúblicas.
Sin embargo, un acuerdo posterior modificó lo negociado. En 1994 se estableció que todas las deudas y los activos de la ex-URSS corresponden a Rusia. Por su parte, Ucrania, deberá pagar 800 millones de dólares para librarse de su parte de la deuda.
Con respecto a las políticas monetarias, cada república fue haciéndose cargo de las mismas, así como también, asumieron facultades en el área comercial y comenzaron a imponer aranceles al comercio interrepublicano. El acuerdo sobre la unión económica prevé los pasos clásicos de los procesos de integración que como el europeo, aspiran como etapa final alcanzar la unión económica, y por lo tanto comienza auspiciando como primera etapa una zona de libre comercio. Nuevamente Ucrania marcó distancia y sólo adhirió como miembro asociado.
Numerosas cuestiones dificultad el desarrollo de la CEI. A los conflictos étnicos y políticos al interior de algunas repúblicas, se suman indefiniciones o posiciones divergentes en torno al nivel de intensidad de la integración comunitaria y a las áreas de cuestiones que comprendería. Por otra parte, el deterioro de la situación económica dificulta la implementación de aquellos acuerdos que han logrado mayores niveles de consenso.
¿UNA ETAPA DE CONSOLIDACIÓN PARA LA CEI?
Otra etapa parece haberse iniciado a partir de la Cumbre de Moscú de 1993, que puede considerarse clave en un doble sentido. Georgia se incorporó a la CEI, buscando un apoyo extremo a su posición, en momentos que se ve jaqueada por una guerra civil y por la derrota sufrida a manos de los rebeldes abjasianos. En la Cumbre de Moscú también se produjo el reingreso de Azerbaiján a la CEI.
Esta nueva etapa de mayor acercamiento o cooperación se fortaleció en la siguiente cumbre en Turkemistán en 1993. Se resolvió el traslado del comando central de las fuerzas unificadas de la CEI al Consejo de Ministros de Defensa, cesando el Mariscal Shaposnikov en sus funciones. Este órgano de coordinación integrado por los Ministros de Defensa de las repúblicas miembros, comenzó a definir sus tareas. Por otra parte, los E miembros del Tratado de Seguridad Colectiva, han avanzado en la definición de sus objetivos, etapas, órganos y mecanismos. En 1995 el Tratado se amplió con la adhesión de Azerbaiján, Georgia y Belarús, contando con 9 miembros.
CONSIDERACIONES FINALES
Durante los 2 primeros años de existencia, la CEI constituyó un ámbito predominantemente destinado a concretar la secesión de las ex repúblicas soviéticas que procuró atenuar la multiplicación de conflictos y evitar un alto grafo de caos y anarquía.
Cuando un conjunto de obstáculos de muy variado origen, hizo que las repúblicas revaloricen y consideren desde una perspectiva diferente la posibilidad de recrear vínculos interrepublicanos, la CEI comenzó a modificar su propia razón de ser. Hoy, se la podría conceptualizar como una instancia de negociación y coordinación –que admite diversos grados de consenso según múltiples temas- entre 13 E, principalmente en las áreas de cuestiones económicas y de seguridad, derivada de una relación de interdependencia asimétrica.
PARTE B: Siglo XXI
CARDENAS, Emilio: “La política exterior de Vladimir Putin en Medio Oriente” (2016)
La economía rusa está en mal estado, como consecuencia de la fuerte caída de los precios internacionales del petróleo crudo y del gas natural. Pero esto no parece haber debilitado a Putin, cuya popularidad y liderazgo continúan intactos.
Putin ha capitalizado con éxito los resultados de su política exterior, particularmente en Crimea y Sebastopol; pero también en Medio Oriente, utilizándola para alimentar el nacionalismo en una nación que aún siente nostalgia por la pérdida de la preeminencia que tuviera en tiempos de la URSS.
En Medio Oriente, Rusia ha demostrado que sus FFAA están en un gran nivel de preparación y condiciones operativas y que su armamento está lejos de ser obsoleto. Hasta Israel está preocupado por el arsenal ruso, pensando en la pesadilla que supondría que éste caiga en manos de Irán o de sus aliados.
Putin ha desplegado una estrategia audaz, cuya tenaz implementación luce impecable. Su presencia militar en Siria ha sido determinante para la supervivencia del régimen de los Assad, también apoyado por Irán, que ahora opera contra los insurgentes.
Desde que la presencia militar rusa en Siria se materializara, la guerra civil de ese país parece haber cambiado de rumbo. Lo que lucía como un inevitable final amargo para el clan Assad, se ha transformado ahora en una situación de equilibrio. La permanencia en el poder de un régimen que no ha vacilado en usar armas químicas contra su propia pueblo ya no luce imposible. A pesar de los dichos de Obama, los días de los Assad, gracias a Rusia e Irán no parecen hoy estar “contados”.
Rusia apoya ahora abiertamente a los kurdos en Siria, cuyas fuerzas se han lucido en la lucha en tierra contra ISIS. Sin embargo, la aviación turca los ataca desde el aire, con reiteración y eficacia relativa. Lo hace para evitar que controlen el norte de Siria y, con ello, alimenten el separatismo de la importante población kurda en la propi Turquía. Todo esto ocurre mientras Irán (pese a sus desmentidos) también interviene en la guerra civil siria.
Las monarquías “sunnis”, en cambio, se limitan a actuar en el conflicto yemení, conteniendo allí a los aliados de Irán: los “Houthis”. Pero no están activas en Siria donde –más allá de las amenazas- sólo aportan dinero y armamentos a los insurgentes.
Occidente no enfrenta a Rusia. Se resigna a verla actuar. Y, sin opciones, la deja hacer.
CLAUDIN, Carmen: “Putin en Occidente

Continuar navegando