Logo Studenta

La hora de juego diagnostica

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
 
LA HORA DE JUEGO DIAGNÓSTICA. ASPECTOS METODOLÓGICOS Y 
CRITERIOS DE INTERPRETACIÓN. 
Psic. M. Natalia Gronda. 
 
INTRODUCCIÓN 
 Como ha sido ampliamente desarrollado desde diferentes líneas 
teóricas, el juego es una actividad espontánea, libre y placentera para el niño, 
que inicia en los primeros meses de vida y que representa un medio 
privilegiado para conocer su entorno y potenciar su desarrollo madurativo, así 
como para simbolizar su realidad, fantasías y conflictos (Freud, S. 1973, Klein, 
1967, 1971, Freud, A. 1984, 1991, Winnicott 1979, 1981, 1982). 
En este trabajo se hace referencia a la Hora de Juego con fines 
diagnósticos, como valioso recurso dentro del proceso de evaluación 
psicológica de niños pequeños. El objetivo del mismo es presentar las pautas 
de administración e interpretación de esta técnica de modo didáctico, para los 
alumnos que se desempeñan como practicantes en la Práctica Profesional 
Supervisada (PPS) en Evaluación y Diagnóstico Psicológico Infanto-juvenil de 
la Facultad de Psicología de la UNT. 
 
DEFINICIÓN Y OBJETIVOS 
 
La hora de juego diagnóstica constituye un recurso o instrumento técnico 
que utiliza el psicólogo dentro del proceso psicodiagnóstico con el fin de 
conocer la realidad del niño que traen a consulta (Efron, A, Fainberg, E., 
Kleiner, A. y Woscoboinik, P. 1974). 
La actividad lúdica es su forma de expresión propia, y si bien en esta 
situación se expresa sólo un segmento de su repertorio de conductas, se le 
ofrece al niño un contexto donde podrá manifestar sus preocupaciones, 
intereses, temores, deseos. Lo que deberá complementarse con la Entrevista 
inicial con Padres, el registro de la historia de vida del niño y otras técnicas 
diagnósticas (Reynoso, 1980). 
2 
 
Siguiendo a Efron y otros (1974), cada hora de juego diagnóstica 
significa una experiencia nueva, tanto para el entrevistador como para el 
entrevistado. Implica el establecimiento de un vínculo transferencial breve cuyo 
objetivo es el conocimiento y la comprensión del niño, y por eso se considera 
un instrumento esencial, especialmente en el primer encuentro con los más 
pequeños (en nuestra experiencia hasta los 8 años aproximadamente), dentro 
del proceso de evaluación psicológica. 
Para establecer en este punto la diferencia básica entre la hora de juego 
diagnóstica y la hora de juego terapéutica, habrá que señalar que la primera 
supone un proceso que tiene un comienzo, un desarrollo y fin en sí misma; 
opera como una unidad y se la debe interpretar como tal. Asimismo el rol del 
psicólogo es pasivo: es el niño quien debe dirigir la actividad, sólo se interviene 
si éste pide ayuda. 
La hora de juego terapéutica, en cambio, es un eslabón más de un 
amplio continuo en el que van surgiendo aspectos nuevos y modificaciones 
estructurales por intervención activa del terapeuta, quien hace intervenciones y 
observaciones. 
Se desarrollan entonces a continuación los aspectos formales y los 
criterios de interpretación de la Hora de Juego Diagnóstica. 
ASPECTOS FORMALES DE LA TÉCNICA 
1. El consultorio o sala de juego. 
El ambiente no debería ser demasiado pequeño, con mobiliario (una 
mesa, dos o tres sillas y pizarra) que permita la libertad de movimientos. Es 
recomendable que el piso y las paredes sean lavables. 
Varios autores (Efron 1974, Maganto y Cruz Sáez 1997) consideran 
conveniente brindar al niño la posibilidad de jugar con agua, si lo desea, 
permitiéndole tener un fácil acceso a la misma. 
Estas sugerencias apuntan a que el niño cuente con cierta libertad de 
movimientos y de acción, sin estar preocupado el entrevistador por la 
conservación del lugar, o tener que recurrir a una puesta de límites restrictiva 
en esta primera sesión (Maganto y Cruz Sáez 1997). 
3 
 
En cuanto a los elementos de juego, para algunos autores (Efron y otros 
1974) deben estar expuestos sobre la mesa, al lado de la caja abierta, para 
evitar el incremento de la ansiedad. Sin embargo, si se presentan dentro de la 
caja, pero ésta permanece abierta, esta ansiedad también se evita. Se 
aconseja que no se realice ningún agrupamiento clasificatorio, pero sin 
sensación de amontonamiento caótico ni una cantidad excesiva de material, 
que distrae y confunde al entrevistado. 
2. Los materiales. 
En cuanto a los juguetes a incluir, hay dos modalidades que responden a 
diferentes marcos teóricos: 
 
a) Erikson (1972) y la escuela americana prefieren utilizar elementos 
estructurados o figurativos (teléfono, revolver, muñecos, etc.). 
Sostienen que los elementos deben responder y discriminar las 
distintas áreas de la problemática del niño. 
b) M. Klein (1971) y la escuela inglesa utilizan material 
inestructurado (piolín, aguja, papelitos, goma de pegar, tijera, 
retazos de tela), ya que consideran que un elemento muy 
determinado formalmente podría ejercer un efecto sugestivo en el 
niño, y con ello, limitar la proyección (piolín, aguja, papelitos, 
goma de pegar, tijera, retazos de tela). 
 
Efron y otros (1974) poseen un criterio intermedio, brindando al niño la 
posibilidad de elegir entre el material estructurado y el inestructurado. 
Considerando a ésta la mejor opción, se deberá incluir el siguiente material: 
- Hojas de papel 
- Lápiz negro y lápices de colores 
- Crayones 
- Tijera de punta redondeada 
- Plastilina 
- Goma de borrar 
- Sacapuntas 
4 
 
- Goma de pegar 
- Papel glasé 
- Hilo piolín 
- Muñecos (articulados y de distintos tamaños) 
- Familia de animales salvajes y domésticos 
- Autitos 
- Avioncitos 
- Tacitas con platitos 
- Cubos 
- Retazos de tela 
- Pelota chica 
Es importante que el material sea de buena calidad para evitar su fácil 
rotura o deterioro, situación que puede crear culpa en el niño. 
 
3. La Consigna. 
La consigna se da una vez que el niño ha entrado al consultorio, y el 
psicólogo debe manifestar en forma breve y en lenguaje comprensible una 
serie de informaciones que la configuran: 
- definición de roles 
- limitación de tiempo y espacio 
- material a utilizar 
- objetivos perseguidos 
Esto significa que se le aclara que el material que está sobre la mesa 
puede utilizarlo como desee, que observaremos su juego con el propósito de 
conocerlo y comprender sus dificultades para una ayuda posterior, todo esto en 
un tiempo determinado y en ese lugar. 
La siguiente constituye una propuesta de consigna; la edad y las 
características del niño, así como la patología relatada por los padres indicarán 
las variaciones en el lenguaje y el modo de expresarlo: “Puedes utilizar los 
juguetes que están dentro de la caja como quieras. Yo mientras observaré para 
conocerte y así poder ayudarte". 
5 
 
4. Rol del Psicólogo. 
El rol que cumple el psicólogo durante la hora de juego tiene dos 
vertientes: es un rol pasivo, en tanto funciona como observador, y al mismo 
tiempo activo en la medida en que su actitud atenta y abierta le permite la 
comprensión y formulación de hipótesis sobre la problemática del niño. Con 
este fin es útil registrar por escrito la observación: secuencias lúdicas, gestos, 
desplazamientos, dibujos, asociaciones verbales, etc. 
 Hay niños que solicitan la participación del entrevistador en sus juegos, 
con un rol complementario. En estos casos se puede actuar en función de lo 
que pide, no más allá de lo que él ha demandado, cuidando que sea el niño 
quien adjudique y caracterice el rol, quien ponga en juego sus fantasías, y no el 
psicólogo adelantándose a sus demandas. 
Toda participación del entrevistador tiene como objetivo crear las 
condiciones óptimas para que el niño pueda desarrollar su juego con la mayor 
espontaneidad posible, puesto que ésta, corno cualquier otra situación nueva, 
provoca ansiedad. La función específica del psicólogo consiste en observar, 
comprender y cooperar con el niño (Efron y otros, 1974). 
 
CRITERIOS DE INTERPRETACIÓN 
Efron y otros (1974)proponen una guía de pautas para orientar el 
análisis, comparar diversos materiales dentro del proceso psicodiagnóstico y 
obtener inferencias generalizadoras. A continuación se consideran los ítems 
más importantes a los fines del diagnóstico y pronóstico, apuntando tanto a los 
aspectos emocionales como a los madurativos, a saber: 
1) Elección de juguetes y juegos 
2) Modalidad de juego 
3) Personificación 
4) Motricidad 
5) Creatividad 
6) Capacidad simbólica 
7) Tolerancia a la frustración 
8) Adecuación a la realidad 
 
6 
 
A continuación se desarrollaran dichos criterios, ejemplificados con 
fragmentos del caso Julia, de 7 años 2 meses de edad (nivel sociocultural 
medio bajo), a quien llevan a la consulta por comportamiento disfuncional en el 
hogar y en el aula (comportamiento caprichoso y oposicionista). Se trabajará 
sobre la Hora de Juego administrada por uno de los alumnos practicantes. 
 
1) Elección de juguetes y juegos 
De acuerdo con las características individuales, la modalidad de 
aproximación a los juguetes puede asumir estas formas: 
- de observación a distancia 
- dependiente (esperando las indicaciones del psicólogo) 
- evitativa 
- dubitativa 
- de irrupción brusca sobre los materiales 
- de irrupción caótica e impulsiva 
- de acercamiento, previo tiempo de reacción para estructurar el campo y luego 
desarrollar una actividad. 
 
En cuanto a este ítem, una vez dada la consigna, Julia se aproxima a la caja 
con actitud de entusiasmo hacia la actividad propuesta, demostrando interés en 
su contenido. Se trataría de una modalidad de aproximación de acercamiento, 
previo tiempo de reacción para luego desarrollar la actividad lúdica. 
 
Hay que tener en cuenta: 
- El tipo de juguete elegido para establecer el primer contacto (primer juguete 
elegido), si es acorde al momento evolutivo del niño y qué conflicto trata de 
vehiculizar. 
- El tipo de juego, es necesario ver si tiene principio, desarrollo y fin, si es 
una unidad coherente en sí misma y si los juegos organizados corresponden al 
estadio de desarrollo intelectual correspondiente a su edad cronológica. 
 
- El primer juguete elegido por Julia, fue una bandeja, tazas y platitos para dar 
de comer a un muñeco bebé. Tales elementos son representativos de la 
problemática manifiesta ya que la niña, según el discurso materno, “es muy 
caprichosa” y puede verse – entre otros ámbitos – a la hora de la comida. 
7 
 
Asimismo, según Piaget, la niña se encontraría en la etapa intuitiva, hacia el 
estadio lógico concreto, por lo tanto, el juguete elegido y lo verbalizado por ella 
corresponden al momento evolutivo. 
- El juego de la niña, presenta los 3 tiempos lógicos (un principio, un desarrollo 
y un fin). Luego de alimentar al bebé suma dos figuras de animales 
representando diferentes escenas de la vida familiar (luego de la comida, el 
baño y finalmente ir a dormir). 
 
2) Modalidad del juego 
Es la forma en que el niño pone de manifiesto la capacidad simbólica. 
Cada uno estructura su juego de acuerdo con una modalidad que le es propia. 
Entre dichas modalidades podemos detectar: 
a) Plasticidad 
Se utilizan más materiales con mayor creatividad. Cuando el niño puede 
apelar a cierta riqueza de recursos yoicos para expresar distintas 
situaciones con un criterio económico, a través de la vía del menor 
esfuerzo, nos muestra plásticamente su mundo interno. Esta plasticidad 
puede manifestarse de distintas maneras: expresando la misma fantasía 
o defensa a través de distintos mediatizadores; varias fantasías con 
varios mediatizadores, o una gran riqueza interna por medio de pocos 
elementos que cumplen diversas funciones. 
La plasticidad se convertiría en labilidad patológica si el cambio fuera 
hasta tal, punto brusco y constante que los objetos no conservaran ni 
por un momento los atributos adjudicados. 
b) Rigidez 
Es utilizada frente a ansiedades muy primitivas para evitar la confusión. 
En este caso el niño se adhiere a mediatizadores en forma exclusiva y 
predominante para expresar la misma fantasía. Es un juego monótono y 
poco creativo. 
c) Estereotipia y perseveración 
Modalidad más patológica de funcionamiento yoico. En ella se 
manifiesta una desconexión con el mundo externo y la finalidad del 
juego es la descarga; se repite una y otra vez la misma conducta y no 
8 
 
hay fines comunicacionales. Este juego es típico de los niños psicóticos 
y con lesiones neurológicas. 
Julia utiliza varios mediatizadores para expresar sus fantasías, incluye a los 
animales en diferentes roles (padres del bebé), utiliza los elementos 
disponibles para escenificar su juego y finaliza la sesión realizando un dibujo 
con témperas de ella y su madre. Es decir, que se observa a lo largo de la 
sesión una modalidad de juego con plasticidad y creatividad. 
3) Personificación 
Aquí se considera la capacidad de asumir y adjudicar roles en forma 
dramática. La personificación posibilita la elaboración de situaciones 
traumáticas, el aprendizaje de roles sociales, la comprensión del rol del otro y 
el ajuste de su conducta en función de ello, lo cual favorece el proceso de 
socialización e individuación. 
El primer juego que desarrolla Julia está signado por la personificación, el lugar 
de los padres y su intención de hacer que ese bebé “caprichoso” (que 
representa el desajuste de su comportamiento) cumpla con las pautas y rutinas 
de la vida diaria. La fantasía subyacente estaría vinculada a la triangulación 
edípica y representa la conflictiva familiar, la separación no esclarecida de los 
padres y su identificación con la madre. 
4) Motricidad 
Se debe observar la adecuación de la motricidad del niño con la etapa 
evolutiva que atraviesa. En cada periodo hay pautas esperables que responden 
por un lado, al grado de maduración y desarrollo neurológico, y por otro, a 
factores psicológicos y ambientales. Se considera que el manejo adecuado de 
las posibilidades motoras permite el dominio de los objetos del mundo externo 
y la posibilidad de satisfacer sus necesidades con autonomía relativa, en tanto 
las dificultades provocan frustraciones e incrementan tensiones a nivel intra e 
interpersonal. 
Algunos aspectos que se deben registrar dentro de este indicador son: 
Desplazamiento geográfico. 
Posibilidad de encaje. 
Prensión y manejo. 
Alternancia de los miembros. 
9 
 
Lateralidad. 
Movimientos voluntarios e involuntarios. 
Movimientos bizarros. 
Ritmo del movimiento. 
Hiperkinesia. 
Hipokinesia. 
Ductilidad. 
Julia manifiesta adecuado equilibrio y control de su actividad corporal, con 
adecuado manejo del espacio, tanto del consultorio durante su juego, como del 
escritorio durante el dibujo. Asimismo, observando el gráfico de la niña, se 
infiere que la coordinación visomotora es adecuada a su edad, con 
predominancia lateral diestra. 
 
5) Creatividad 
Crear es unir o relacionar elementos dispersos en un elemento nuevo y 
distinto. Ello exige un yo plástico capaz abrirse a experiencias nuevas, 
tolerante a la inestructuración del campo. La creatividad es promotora del 
crecimiento y de la capacidad de aprendizaje. 
 
Si bien el juego de Julia no cuenta con gran variedad de elementos, se puede 
inferir su capacidad creativa durante la dramatización de las escenas con el 
bebé, y en el manejo de un elemento inestructurado como es la témpera, a 
partir del cual logra producir el dibujo que desea. 
6) Capacidad simbólica 
La capacidad simbólica es un indicador “de contenido” esencialmente y a 
nuestro criterio la piedad angular de la interpretación de la HJD (Contini, 1999). 
El juego es una forma de expresión de la capacidad simbólica y la vía de 
acceso a las fantasías inconscientes. El niño logra mediante el juego la 
emergencia de estas fantasías a través de objetos suficientemente alejados del 
conflicto primitivo y que cumplen el rol de mediatizadores. 
Medianteel análisis de la capacidad simbólica se va a poder estimar: 
a) el tipo y calidad del conflicto del niño. 
10 
 
b) la riqueza expresiva (Efron y otros, 1974, p. 212) en el sentido que el 
pequeño busca soportes materiales (significantes) que le permitan la 
expresión de sus fantasías y conflictos (significados). 
c) las posibilidades de simbolizar están determinadas en gran medida por el 
nivel de desarrollo cognitivo. A través de los símbolos que utiliza, evidencia 
el grado de discriminación y dominio que tiene de la realidad, lo que 
también está vinculado con la edad cronológica del examinado. 
 
La niña utiliza el juego de té para alimentar al bebé. Luego incluye 2 
animalitos de plástico y los ubica “juntos”. Le da de comer a uno de ellos (la 
cabra) junto con la bebé (que la representaría a ella misma). La bebé 
acaricia y abraza a la cabrita (su madre), probablemente por la “separación” 
de ese otro animalito (padre). Luego la bebé se quiere ir corriendo porque 
no se quería bañar (aquí escenifica algunas escenas de caprichos o malos 
comportamientos). Indica que “la cabrita” y “la bebé”, estaban lastimadas, 
así que se curaban mutuamente. Expresando inmediatamente que su 
madre la “cuida todas las mañanas” y que le arregló uno de sus juguetes 
mientras ella “cuida” a sus muñecos. 
Finalmente junta a los tres animales, los abraza fuertemente y los pone a 
dormir improvisando una cama. 
Luego realiza un dibujo con témperas, grafica a su madre y a ella. Pregunta 
si es posible que en un día, pueda haber sol y nubes a la vez; expresa que 
los colores oscuros le parecen feos, tristes; y que lo que más le gusta del 
dibujo es poder pintar y los colores lindos. El sol y las nubes, reflejarían su 
situación emocional, causada por la separación de sus padres y el intento 
de pintar algo “lindo”, un esfuerzo por transformar en lo contrario dicha 
situación. 
Julia logra claramente mediante el juego la expresión de su capacidad 
simbólica y la emergencia de sus fantasías inconscientes. 
7) Tolerancia a la frustración 
 Implica la posibilidad de aceptar la consigna con las limitaciones que 
ésta propone: la puesta de límites, la finalización de la tarea; y en el desarrollo 
del juego, la manera de enfrentarse con las dificultades inherentes a la 
actividad que se propone realizar. La excesiva tolerancia determinaría pobreza 
interna y falta de logros adecuados en el mundo externo; en el otro extremo, 
una absoluta intolerancia a la frustración y el afecto concomitante que ésta 
despierta, manifiesta un yo inmaduro que no puede postergar los deseos 
insatisfechos. 
11 
 
 
Julia acepta los límites impuestos al tiempo de la tarea y los señalamientos del 
examinador. Igualmente, cuando no encuentra algún elemento necesario para 
su juego o su dibujo, es capaz de sustituirlo por otro y continuar con la 
actividad. 
 
8) Adecuación a la realidad 
Muy vinculada a la tolerancia a la frustración, en un primer momento se 
manifiesta a través de la posibilidad de desprenderse de la madre y de actuar 
en forma acorde a su edad cronológica, demostrando la comprensión y 
aceptación de la consigna. 
 
Julia puede ingresar al consultorio sin su madre, comprende la consigna y 
ejecuta la acción de forma esperable. 
 
CONCLUSIONES 
Considerando a la Hora de Juego Diagnóstica como un recurso 
metodológico dentro del proceso de Evaluación Psicológica, que permite 
acceder al conocimiento de las fantasías y conflictos del examinado, se ha 
intentado reproducir una guía práctica para su administración e interpretación. 
La información obtenida a través de esta técnica es de inestimable valor 
en niños pequeños, ya que si bien han adquirido el lenguaje verbal, el juego es 
una vía privilegiada de expresión y de simbolización. Constituye un reto para el 
psicólogo evaluador descifrar la significación del juego y ello está vinculado a 
una sólida formación teórica. 
12 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
Contini de Gonzalez, N. (1999) “El juego como un recurso para la evaluación 
psicológica en niños”. Publicado en Karsvnie (comp.) El saber psicológico y sus 
prácticas. U.N.T. Facultad de Psicología y SI.PRO.SA. 
Efron, A, Fainberg, E., Kleiner, A. y Woscoboinik, P (1974) “La hora de juego 
diagnóstica” en Ocampo, M, García Arzeno, M. y Grassano de Piccolo, E., Las 
técnicas proyectivas y el proceso psicodiagnóstico. Buenos Aires: Nueva 
Visión. 
Erikson, E. (1972) “Juego y actualidad” en Piaget, J., Lorenz, K. y Erikson, E. Juego y 
desarrollo. Barcelona: Crítica Grijalbo. 
Freud, A. (1984) Neurosis y sintomatología en la infancia. Barcelona: Paidós. 1ª. 
Reimpresión en España. 
Freud, A. (1991) Normalidad y patología en la niñez. Barcelona: Paidós, 7ª. 
Reimpresión. 
Freud, S. (1973) “Más allá del principio del placer” en Obras Completas, Madrid: 
Biblioteca Nueva, Tomo III, 3ª edición. 
Klein, M. (1967) El psicoanálisis de niños. Buenos Aires: Hormé. 
Klein, M (1971) Desarrollos en psicoanálisis. Buenos Aires: Hormé. 
Maganto Mateo, C. y Cruz Sáez, S. (1997) “La técnica de juego en el psicodiagnóstico 
infantil” en Rodríguez Sutíl, C., Ortíz Quintana, P., Maganto Mateo, C., Jiménez 
Gómez, F., Hierro, M. D., Cruz Sáez, S., Bueno Belloch, M. y Avila Espada, A., 
Evaluación en Psicología Clínica II. Estrategias cualitativas. Salamanca: 
Amarú. 
Reynoso, R. (1980) Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: De 
Belgrano. 
Winnicott, D (1979) El proceso de maduración en el niño. Barcelona: Laia. 
Winnicott, D (1981) Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Barcelona: Laia. 
Winnicott, D. (1982) Realidad y juego. Barcelona: Gedisa. 
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Rodr%C3%ADguez%20Sut%C3%ADl,%20Carlos&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Ort%C3%ADz%20Quintana,%20Pilar&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Maganto%20Mateo,%20Carmen&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Jim%C3%A9nez%20G%C3%B3mez,%20Fernando&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Jim%C3%A9nez%20G%C3%B3mez,%20Fernando&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Hierro,%20Mar%C3%ADa%20Dolores&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Cruz%20S%C3%A1ez,%20Soledad&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Bueno%20Belloch,%20Marina&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca
http://200.14.86.24/ipac20/ipac.jsp?session=T42288W544H86.236804&profile=bder&uri=search=AL~!Avila%20Espada,%20Alejandro&ri=1&aspect=basic_search&menu=search&source=~!biblioteca

Continuar navegando