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Broncoscopia
HISTORIA Y DESARROLLO DE LA 
BRONCOSCOPIA
A fi nales del siglo XIX, en 1897, Gustav Killian, padre 
de la broncoscopia, la aplicó por primera vez cuando 
utilizó un tubo rígido metálico, luz eléctrica y anes-
tesia local para remover un hueso de cerdo de la vía 
respiratoria de un granjero; ello dio inicio a una nue-
va era del intervencionismo bronquial. Los siguientes 
150 años se centraron en su desarrollo y el uso adi-
cional de la fl uoroscopia, braquiterapia y fabricación 
de laringoscopios y endoscopios, con mejoramiento 
tecnológico de iluminación, fuentes de luz y técnicas 
del procedimiento.
En 1966, Shigeto Ikeda presentó durante el 9° Con-
greso Internacional de Enfermedades del Tórax, celebra-
do en Copenhague, el prototipo del broncoscopio 
fl exible. Dos años después, Machita y Olympus lanzaron 
al mercado los broncoscopios fl exibles.
En los años posteriores, el desarrollo acelerado 
permitió a Dumon el uso del broncoscopio fl exible 
junto con el láser Nd-YAG y el enfoque terapéutico se 
consolidó como una división formal de la broncosco-
pia con fi nes específi cos en oncología, ya no sólo en la 
extracción de cuerpos extraños.
El desarrollo mundial de la microtecnología en los 
equipos de cómputo, microchips, tarjetas de video y 
cámaras se incluyó en los equipos de videobroncosco-
pia en 1987, lo cual hizo posible que el médico obtu-
viera imágenes fotográfi cas, videos y colores reales; así 
se creó la posibilidad médica de consultar imágenes y 
videos con colores reales, sin observar en todos los ca-
sos la lesión, tumor o características de la enfermedad 
del árbol bronquial de forma directa; en la actualidad, 
este procedimiento se logra en tiempo real e incluso a 
distancia de tal manera que el clínico toma decisiones 
sin estar presente en el estudio.
Hoy en día, la broncoscopia ha ganado tal desa-
rrollo que se requieren salas específicas de broncos-
copia diagnóstica y terapéutica, con características 
propias funcionales.
El giro de la broncoscopia dentro de la medicina 
especializada en enfermedades respiratorias exige en 
la actualidad adiestramiento y experiencia adicionales 
a la formación convencional del personal encargado 
de su práctica, lo que mejora los rendimientos diag-
nósticos, hace más efi cientes los procedimientos tera-
péuticos ya que se requiere criterio personalizado de 
acuerdo con el tipo de lesión e intervencionismo elegi-
do, implica costos al paciente o las instituciones y so-
bre todo reduce riesgos.
La apariencia anatómica del broncoscopio no es 
muy diferente desde la época de Ikeda. Las empresas 
fabricantes han introducido cambios y modifi caciones 
como características propias de la marca y los aspectos 
básicas anatómicos han permanecido invariables, en-
tre ellos frecuencia de uso de extremidad (95% dere-
cha), dominio de visión, disposición dextrógira de los 
componentes del broncoscopio, cámara a las 9:00, as-
piración a las 6:00 y canal de trabajo a las 3:00 (este 
último es el que suele cambiar casi siempre). Aunque el 
equipo puede utilizarse con ambas manos, la forma 
correcta de uso prefi ere la izquierda para manipulación 
del equipo y la derecha para manipulación de los ins-
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Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 3)60
trumentos. Al ser la mano derecha en los operadores 
diestros la extremidad con mayor entrenamiento en 
movimientos generales y fi nos, el broncoscopista 
puede emplear los instrumentos miniaturizados con 
precisión para la obtención de muestras o disposición 
anatómica de materiales, realizar disparos precisos y 
punciones, entre otros.
El broncoscopista debe ser experto en el conoci-
miento de la vía respiratoria común y periférica y sus 
variantes anatómicas. Asimismo, debe conocer las di-
ferentes características de las lesiones para la valora-
ción y descripción correctas, dos aspectos esenciales 
en las decisiones terapéuticas, incluidas las quirúrgicas. 
Además, debe ser experto en el conocimiento anató-
mico de las estructuras mediastínicas circundantes, 
incluida desde luego la anatomía vascular y nódulos 
linfáticos y su relación con los puntos endobronquia-
les, cuya localización es en extremo importante para su 
invasión en caso de requerir biopsias transbronquiales 
por aspiración (BTBA) y ultrasonido endobronquial 
(USEB); su conocimiento evita complicaciones graves al 
paciente en el caso de usar, por ejemplo, láser Nd:YAG, 
braquiterapia o electrocoaguladores.
INDICACIONES, 
CONTRAINDICACIONES Y 
TIPOS DE BRONCOSCOPIOS
Hoy en día, los broncoscopios fl exibles y rígidos se eli-
gen de acuerdo con el entrenamiento y experiencia del 
broncoscopista; en el medio clínico, la disposición del 
equipo desempeña una función importante.
La broncoscopia diagnóstica representa el 95% 
de las indicaciones, por lo que la videobroncoscopia 
posee un papel preponderante. Con el advenimiento 
de los videobroncoscopios terapéuticos, con am-
plios canales de trabajo y diámetro externo reduci-
do, la broncoscopia fl exible ha desplazado a la rígida 
en Occidente en gran medida. Sin embargo, en paí-
ses como Alemania, la broncoscopia rígida es la más 
utilizada por las ventajas de contar con canales de 
trabajo extremadamente amplios, mejor control de 
la vía respiratoria, así como mejores muestreos de 
tejidos.
Ambos equipos tienen ventajas similares diagnós-
ticas y terapéuticas, dado que el desarrollo de equipos 
de broncoscopia y anestesia y fármacos ha posibilita-
do el uso de ambos casi con las mismas ventajas. Entre 
las desventajas de la broncoscopia rígida se encuen-
tran las siguientes: limitación de su empleo en perso-
nas con lesiones cervicales, imposibilidad por cualquier 
causa que impida la hiperextensión o movilidad del 
cuello, requerimiento obligado de anestesia general, 
factores todos que en la forma fl exible hacen posible 
su realización con la misma efi ciencia diagnóstica.
Dentro de las limitantes de la broncoscopia rígida 
deben mencionarse el calibre de la vía respiratoria des-
pués de la cuarta generación, la exploración y mues-
treo de lóbulos superiores, cuya observación ha sido 
posible con las lentes angulares fabricadas para visión 
de 45 y 90º, difi cultad para explorar la vía de traqueos-
tomía y la exploración por vía nasal.
Hoy en día está disponible equipo pediátrico de 
fi brobroncoscopia con canal de trabajo de 1.2 mm y 
diámetro externo de 3.6 mm, que son las medidas re-
gulares. Además, se cuenta con una versión de diáme-
tro externo de 2.2 mm, sin canal de trabajo, utilizada 
sólo para la exploración diagnóstica. La evolución tec-
nológica de la fi bra óptica ha diseñado en la actualidad 
equipos con diámetros externos < 5 mm que pueden 
utilizarse en niños de tres años en adelante, son equi-
pos ultradelgados y su uso se limita a la localización y 
diagnóstico de lesiones periféricas (son además más 
largos).
BRONCOSCOPIA DIAGNÓSTICA
Las indicaciones de la broncoscopia diagnóstica son 
múltiples (cuadro 3-1), si bien pueden resumirse como 
sigue:
1. Sospecha de cáncer pulmonar con lesiones cen-
trales.
2. Enfermedades pulmonares intersticiales; como
auxiliar en la práctica de lavado broncoalveolar.
3. Investigación en infi ltrados alveolares en pacien-
tes inmunodeprimidos.
4. Hemoptisis.
5. Tos.
6. Infecciones nosocomiales o neumonías relacio-
nadas con ventilación mecánica.
BRONCOSCOPIA TERAPÉUTICA
A la broncoscopia terapéutica debe siempre pre-
cederla una broncoscopia diagnóstica, ya sea en el 
mismo acto o en un segundo tiempo. Esto obliga al 
broncoscopista a planear el procedimiento con una 
correcta valoración clínica y radiológica previa; es 
posible la necesidad de aplicación de procedimientos 
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Broncoscopia 61
variados de manera emergente. La valoración inte-
gral implica entonces la elección de procedimientos 
terapéuticos específi cos en cada caso, que pueden 
variar: extracción de cuerpos extraños, dilatación tra-
queal o bronquial, colocación o retiro deendopróte-
sis, aplicación de láser terapéutico, electrocoagulación, 
crioterapia, braquiterapia, taponamiento bronquial, 
entre otros.
COMPLICACIONES Y 
CONTRAINDICACIONES 
DE LA BRONCOSCOPIA
Como se ha mencionado ya, las complicaciones son 
dependientes de los factores siguientes:
1. Entrenamiento del endoscopista.
2. Entrenamiento de su equipo (personal).
3. Valoración integral del paciente.
4. Disponibilidad de equipo adecuado para el pro-
cedimiento a realizar que satisfaga las potencia-
les complicaciones particulares del caso.
5. Equipo anestésico (personal y material).
Tras observar los requisitos mencionados, la broncos-
copia reduce sus complicaciones en cuanto a morbi-
mortalidad hasta 1.1% y la mortalidad a 0.02%, según 
lo han demostrado estudios multicéntricos en el mun-
do entero desde hace al menos 30 años. En el Hospital 
de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, las 
últimas estadísticas disponibles señalan como las más 
frecuentes: desaturación (40%), tos incoercible (30%), 
ansiedad (20%), broncoespasmo/laringoespasmo (5%), 
sangrado > 50 mL (5%), en un promedio de 650 a 850 
broncoscopias anuales. Es imperativa la revisión de las 
condiciones del procedimiento en los cinco aspectos 
enlistados.
Las contraindicaciones absolutas de la bron-
coscopia son muy limitadas. En esencia incluyen 
adiestramiento insufi ciente del broncoscopista o su 
equipo de trabajo, inestabilidad cardiovascular, arrit-
mias cardiacas sin tratamiento o en evolución no 
controlada e hipoxemia grave que no se corrige con 
tratamiento o empeora durante la broncoscopia. En 
relación con la broncoscopia rígida, deben señalarse 
cuello inestable, columna cervical muy anquilosada y 
restricción grave de la movilidad de la unión tempo-
romandibular.
La diátesis hemorrágica no es una contraindica-
ción absoluta y es posible llevar a cabo procedimientos 
de inspección y lavados bronquiales o broncoalveola-
res diagnósticos; en cambio, no pueden practicarse 
tomas de muestras de tejido o efectuarse punciones y 
resecciones con láser mientras no se corrija la coagu-
lopatía.
Las contraindicaciones relativas incluyen disfun-
ción plaquetaria de origen renal, en la cual el grado de 
disfunción relacionado con el riesgo de sangrado no es 
claro. Una concentración de nitrógeno de urea >30 mg/
dL o creatinina >3 mg/dL es contraindicación para biop-
sias pulmonares transbronquiales. Como criterio aún 
aplicable en la actualidad, los pacientes con <50 000 
plaquetas deben recibir seis a 10 unidades de plaquetas 
antes de las biopsias transbronquiales.
Menos frecuentes, pero relacionadas con el pro-
cedimiento broncoscópico, son el traumatismo bu-
cofaríngeo o dental (en caso de broncoscopia rígida), 
infl amación, edema o rotura de la vía respiratoria, neu-
motórax (tras biopsia transbronquial), hemorragia en 
vía aérea, extensión de procesos infecciosos e infeccio-
nes cruzadas.
Cuadro 3―1. Indicaciones para realización de broncoscopia
Diagnóstica Terapéutica Seguimiento
Tos crónica
Estridor y sibilancia
Disfonía
Hemoptisis
Atelectasia
Infi ltrados pulmonares no diagnosticados
Tumores pulmonares
Lesiones endobronquiales
Linfadenopatía mediastínica
Tuberculosis
Infecciones broncopulmonares
Sospecha de neoplasia broncopulmonar
Extracción de cuerpos extraños
Tratamiento con láser
Crioterapia
Fototerapia
Braquiterapia
Dilatación de vía respiratoria
Colocación y retiro de endoprótesis
Desbridamiento
Colocación asistida de cánula endotraqueal
Intubación selectiva
Taponamiento bronquial
Drenaje endobronquial
Posterior a resección endobronquial
Cirugía de resección pulmonar
Trasplante pulmonar para vigilancia 
bronquial de sitio de anastomosis y 
respuesta a rechazo
Vigilancia posradioterapia
Traqueoplastía
Valoración de endoprótesis
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Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 3)62
APLICACIONES DE LA 
BRONCOSCOPIA
ESTUDIO DE LA TOS
Las indicaciones de la broncoscopia para estudio de la 
tos deben ser muy precisas:
1. Valoración clínica adecuada.
2. Falta de respuesta al tratamiento inicial apropiado.
3. Identifi cación fallida de lesiones parenquimato-
sas pulmonares o de vía respiratoria central en
una placa de tórax normal.
4. Sospecha de lesiones traqueobronquiales o de
vía respiratoria superior.
SIBILANCIAS O ESTRIDOR
Por lo general, los procesos obstructivos del fl ujo aé-
reo, en los que la sospecha mayor sea la presencia de 
un cuerpo extraño, o bien los procesos infl amatorios 
(epiglotitis, laringitis, traqueítis), infi ltrativos con obs-
trucción parcial no visibles en la placa de tórax (tumores, 
papilomas, compresión extrínseca de la vía respirato-
ria) y degenerativos (estenosis posintubación, laringo-
malacia/traqueomalacia), no están justifi cados.
HEMOPTISIS
En el medio de los autores, las causas principales de 
hemoptisis son bronquiectasias, fases iniciales de pro-
cesos infecciosos parenquimatosos (hepatización roja), 
tuberculosis activa o inactiva con cavernas sangrantes 
por sobreinfección y carcinoma broncogénico, con ese 
orden de frecuencia. Sin embargo, cualquier proceso 
infl amatorio broncopulmonar puede, bajo ciertas con-
diciones, presentar sangrado durante su evolución. En 
el contexto de un paciente con hemoptisis y alteracio-
nes radiográfi cas evidentes, la indicación de la bron-
coscopia es prioritaria y debe realizarse cuanto antes. 
La intención esencial es visualizar el sitio de sangrado 
y planear un tratamiento local o auxiliar por invasión 
vascular o quirúrgica. En ocasiones es posible identifi -
car neoplasias, fi brina y malformaciones vasculares.
Algunas otras afecciones, en las que se ha referido 
en particular el uso de la broncoscopia diagnóstica, in-
cluyen derrame pleural, parálisis diafragmática y pará-
lisis de cuerdas vocales unilateral o bilateral. En estos 
padecimientos, la tecnología actual ha superado a la 
broncoscopia, por lo que dicho procedimiento ha caí-
do en desuso.
INFECCIONES BRONCOPULMONARES
Su principal indicación y objetivo es la obtención de 
material para cultivos y tinciones. Los lavados bron-
quial y broncoalveolar, cepillados, cultivos de biopsias 
y BTBA ganglionar para tinciones BAAR se han practi-
cado incluso mediante USEB con buenos resultados, si 
bien el diseño de tales instrumentos se ideó de modo 
inicial para cáncer. El lavado bronquial terapéutico tie-
ne utilidad en atelectasias y drenaje de abscesos pul-
monares; en estos últimos también se puede utilizar el 
drenaje mediante colocación de catéter dirigido para 
drenaje e instilación de antimicrobianos.
En el caso de infecciones por micobacterias, la 
broncoscopia puede mejorar el espectro diagnóstico 
en individuos con alta sospecha de infección tuberculosa 
y baciloscopias seriadas negativas en esputo espontáneo 
o inducido. Existen diferentes hallazgos broncoscópi-
cos que pueden ser consistentes con la infección tu-
berculosa: granulomas, úlceras o estenosis.
La broncoscopia y sus diferentes métodos de ob-
tención de especímenes para cultivo son útiles en la 
valoración y diagnóstico de los procesos infecciosos 
broncopulmonares. De igual modo, diferentes estu-
dios de biología molecular o marcadores pueden de-
tectarse en especímenes de lavado bronquial que hoy 
día constituyen herramientas esenciales, como la reac-
ción en cadena de la polimerasa (PCR) que es muy útil 
en el diagnóstico de la tuberculosis. La obtención de 
muestras para determinación de Pneumocystis jiroveci 
por medio de lavado broncoalveolar y BTB establece el 
diagnóstico en 98%, un procedimiento en el cual el la-
vado broncoalveolar juega el papel más importante y 
con menor posibilidad de causar complicaciones.
CÁNCER PULMONAR Y METASTÁSICO
Las indicaciones principales son tres: diagnóstico de 
lesiones centrales o periféricas y estadifi cación; de 
acuerdo con esto, la efi ciencia diagnóstica es casi ab-
soluta.
La obtención de muestras consiste en la toma de 
especímenes durante el mismo procedimiento, como 
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lavado, cepillado, biopsias con pinza, biopsias por as-
piración o biopsias transbronquiales de pulmón. La re-
lación de procedimientos tiene implicación de suma 
importancia en la efi ciencia diagnóstica. En conse-
cuencia, en lesiones centrales y visibles, la efi ciencia 
diagnóstica es mayor de 95%. Las lesiones periféricas 
no visibles implican una efi ciencia diagnóstica menor 
de 30% y en tales casos la broncoscopia es superada 
por otros procedimientos diagnósticos de elección 
como las punciones transtorácicas con tru-cut. En caso 
de intentar la broncoscopia, el lavado broncoalveolar 
para las lesiones periféricas posee límites de 4 a 68%, 
la BTB de 49 a 77% y el cepillado de 26 a 57%. Su com-
binación puede incrementar el diagnóstico hasta 66% 
si se agrega la BTBA a la lesión periférica o hay gan-
glios positivos. Sin embargo, el promedio no supera 
30% debido al uso común limitado de la BTBA por los 
broncoscopistas y no supera el 12% en los países desa-
rrollados; el principal motivo es la falta de entrena-
miento y equipo como principales factores.
El advenimiento de nuevos procedimientos bron-
coscópicos diagnósticos, como la TC-fl uoroscopia 
(efi ciencia diagnóstica hasta de 88%) y la navegación 
electromagnética, han incrementado en grado signi-
fi cativo la efi ciencia diagnóstica en tumores periféricos 
debido a que facilitan el posicionamiento tridimensio-
nal y por tanto la precisión de la toma del tumor o 
ganglio sometidos a obtención de muestras. Pese a 
ello, en tumores en los que la inmunohistoquímica tie-
ne una función crucial, el muestreo histológico limita-
do debe considerarse para la elección de un mejor 
procedimiento diagnóstico, con el único objetivo de 
optimizar el tamaño de la muestra y reducir complica-
ciones y tiempo diagnóstico.
El USEB radial, como procedimiento diagnóstico y 
de estadifi cación del cáncer pulmonar, ha mejorado la 
efi ciencia diagnóstica en el muestreo de tumores perifé-
ricos a través de la BTBA, la estadifi cación ganglionar 
mediastínica y la identifi cación real de invasión tumoral 
contra compresión. Además, permite observar las carac-
terísticas sonográfi cas de las lesiones que han mostrado 
correlacionarse con las características histológicas.
En fecha más reciente se desarrolló el USEB lineal 
con mejores benefi cios en el muestreo mediastínico 
ganglionar y sus resultados han sido excelentes. A pesar 
de la gran sensibilidad y especifi cidad de la BTBA-USEB, 
se ha informado una cifra de 20% de negativos falsos en 
los procedimientos considerados de mayor invasión, 
cuando la sospecha clínica e imagenológica lo justifi ca.
La broncoscopia por autofl uorescencia puede 
emplearse en la detección temprana de cáncer en vías 
respiratorias centrales, sobre todo en la detección en 
grupos de riesgo de las lesiones por metaplasia, displa-
sia o cáncer in situ. El método consiste en la aplicación 
intravenosa de sustancias derivadas de hematoporfi ri-
na que captan las células neoplásicas. Al exponerse la 
mucosa a un espectro de luz azul-violeta (longitud de 
onda conocida de 400 a 450 nanómetros), la mucosa 
normal adquiere fl uorescencia verde. La enfermedad 
submucosa progresa de normal a metaplasia, displasia 
y cáncer in situ (CIS), con la consecuente pérdida de la 
autofl uorescencia verde, y adopta una coloración café 
a rojiza. Algunos estudios han demostrado la identifi -
cación de lesiones premalignas y CIS hasta seis veces 
más en comparación con broncoscopia de luz blanca. 
Su principal desventaja es la baja especifi cidad y algu-
nos informes de identifi cación de 1/100 casos de CIS.
La imagen de banda estrecha es un procedimien-
to similar a la autofl uorescencia, sólo con la diferencia 
del cambio de longitud de onda de la luz por un dispo-
sitivo fi ltrante, que separa la longitud de onda en el 
espectro de 415 a 540 nm y fi ltra en colorimetría con 
excepción del azul y verde; en el procesador de luz del 
broncoscopio se instala un dispositivo para efectuar el 
cambio de banda, lo que le permite al ojo humano ob-
servar los cambios vasculares de la submucosa, en los 
cuales las características de redistribución vascular en 
forma de “arañas vasculares” (por desorganización de 
los vasos sanguíneos, angiogénesis y engrosamiento 
vascular) caracterizan a las lesiones sospechosas de 
malformaciones premalignas o CIS, con el mismo obje-
tivo de obtención de biopsias.
Procedimientos diagnósticos adicionales, como la 
tomografía de coherencia óptica y la imagen confocal, 
son de gran utilidad, pero aún no han logrado prescin-
dir de la toma de muestras de tejido para inmunohis-
toquímica.
BRONCOSCOPIA TERAPÉUTICA
Aunque muchas técnicas se han desarrollado con la 
broncoscopia fl exible, la broncoscopia rígida aún se 
prefi ere en muchas circunstancias. Ésta hace posible el 
control total de la vía respiratoria para su oxigenación, 
ventilación y al mismo tiempo el paso de múltiples dis-
positivos, incluidos catéteres grandes y gruesos de aspi-
ración, láser de argón plasma, fi bras de electrocauterio, 
microdesbridadores e instrumentos para realizar biopsias 
grandes. La técnica permite un relativo aislamiento uni-
lateral pulmonar, dilatación de estenosis y resección efi -
ciente de tumores centrales. Infortunadamente, sólo 4% 
de los broncoscopistas utiliza hoy en día este método.
Dentro de sus potenciales usos se encuentran los 
siguientes:
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Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 3)64
1. Diagnóstico y control de la hemoptisis masiva y
colocación de bloqueadores bronquiales.
2. Fístula broncopleural y neumotórax persistente.
La formación de una vía anómala que comunique
la vía aérea con la cavidad pleural puede causar
neumotórax de difícil control. La fuga aérea persis-
tente en la vía de menor resistencia (fístula) impide
la adecuada reexpansión pulmonar y se complica
con procesos infecciosos graves la cavidad pleural.
La broncoscopia posibilita identifi car, mediante la
aplicación de material de contraste (broncografía),
el segmento bronquial afectado y realizar inter-
venciones terapéuticas (taponamiento bronquial
con catéter vascular, esponja estéril, fi brina, coá-
gulo o inyección submucosa de etanol).
3. Cuerpos extraños en vía respiratoria. La presen-
tación es más frecuente en niños. La broncosco-
pia fl exible es útil para la extracción de cuerpos
extraños, aunque en esta afección la broncosco-
pia rígida tiene su principal aplicación.
4. Estenosis de la vía respiratoria. Existen diversas
causas de lesión estenótica en la vía respiratoria;
dentro de las principales fi guran las lesiones
posteriores a intubación traqueal prolongada,
lesiones traumáticas de la vía respiratoria, infec-
ciones (tuberculosis, escleroma respiratorio), en-
fermedades granulomatosas (granulomatosis de
Wegener, policondritis recidivante) y aquéllas re-
sultantes de tumoraciones o como secuela de su
tratamiento que pueden comprimir la vía res-
piratoria de manera intrínseca o extrínseca. La
estrechez secundaria puede ser signifi cativa y
comprometer la entrada y salida de aire en gra-
do considerable; la evolución suele ser lenta,
aunque algunos casos pueden hacerlo en sema-
nas y ocasionar compromiso vital.
La valoración endoscópica permite defi nir el grado de 
estenosis, clasifi cación (membranosa, fi brótica), mo-
dalidad (concéntrica, en reloj de arena, entre otros) y 
extensión (número de anillos afectados). Existen mé-
todos alternativos de valoración no invasiva como la 
broncoscopia virtual realizada por reconstrucción he-
licoidal tridimensional de la TC (tomografía compu-
tarizada). Las opciones terapéuticas son variadas y en 
ocasiones el tratamiento farmacológico, en el caso de 
escleroma respiratorio (Klebsiella escleromatis), mejora 
la estenosis de la vía respiratoria, al igual que la lesión 
endobronquial tuberculosa.
La lesión posterior a intubación mejora con la ad-
ministración de esteroides, si bien la mayoría requiere 
algún procedimiento invasivopara su corrección: dila-
tación traqueal endoscópica (con dilatadores rígidos o 
catéteres con globo de dilatación y control de presión), 
resección con láser o resolución quirúrgica. Lesiones 
de gran extensión (cuatro anillos traqueales o más) no 
son casi nunca elegibles para tratamiento quirúrgico. 
Cuando las medidas quirúrgicas no están indicadas, se 
puede recurrir a la aplicación de endoprótesis.
Existen diferentes tipos de endoprótesis, la mayor 
parte diseñada para aplicación en vía respiratoria cen-
tral; están disponibles los dispositivos de metal recu-
biertos con material siliconado y nitinol anérgico y 
pueden someterse a dilatación; en la actualidad son los 
indicados por su durabilidad, resistencia, comporta-
miento dinámico con el movimiento de la vía respira-
toria, menor desplazamiento y menor recurrencia de 
estenosis por neoformación de tejido de granulación a 
través de éste. Su aplicación, manipulación y remoción 
requiere casi siempre broncoscopia rígida. Se han utili-
zado también para enfermedad benigna, como tra-
queobroncomalacia y fístulas traqueoesofágicas.
Coagulación con láser de argón plasma: emplea 
gas argón ionizado y es un método que produce cam-
bios en la mucosa bronquial sin tener contacto directo 
por mecanismo de coagulación y hemostasia. Debido a 
que el plasma se coloca en la fuente de tierra más cerca-
na, tiene la capacidad de tratar lesiones laterales a la son-
da. La profundidad de penetración es de 2 a 3 mm, con 
el consecuente riesgo de perforación de la vía respirato-
ria, que es mucho menor cuando se compara con el láser. 
Al utilizar fl ujos bajos tanto como sea posible reduce la 
posibilidad de crear embolismos por gas argón.
Láser: el usado con más frecuencia en la vía respira-
torias inferior es el Nd:YAG. La destrucción por vaporiza-
ción tisular es su principio de permeabilización. Su 
capacidad de penetración es hasta de 10 mm, por lo que 
las posibilidades de complicaciones son mucho mayores 
respecto de cualquier procedimiento de permeabiliza-
ción; se han notifi cado neumotórax, neumomediastino y 
daño vascular. Deben utilizarlo sólo broncoscopistas ex-
perimentados. A pesar de los riesgos, en manos exper-
tas tiene gran seguridad con complicaciones <1% y 
éxito de resección >90% en lesiones seleccionadas.
Crioterapia: bajo la liberación de óxido nitroso o 
bióxido de carbono a través de una criosonda a -89ºC, 
su uso se limita de manera exclusiva a la extracción de 
cuerpos extraños orgánicos con gran contenido líqui-
do y la resección tumoral que requiere procedimientos 
repetidos broncoscópicos para remoción de material 
necrótico.
Electrocauterio: se emplea una sonda que trans-
fi ere alta frecuencia de corriente eléctrica para generar 
calor con intensidad de corte, vaporización o coagula-
ción de tejidos dependiente del poder usado. El efecto 
es similar al del tratamiento con láser y por tanto los 
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Broncoscopia 65
riesgos de perforar la vía respiratoria son equiparables. 
Se pueden utilizar sondas con punta roma, electro-
bisturíes para corte de mucosa y canastillas para re-
sección de lesiones pediculadas sin alterar la mucosa 
circundante.
Tratamiento fotodinámico: consiste en la inyec-
ción intravenosa de un agente fotosensibilizador; el 
fármaco lo absorben las células y se activa con un láser 
no térmico que produce una reacción fototóxica, con la 
muerte celular consecuente. Las células tumorales re-
tienen mayor tiempo el agente fotosensibilizador en su 
interior, por lo que el resultado se valora hasta después 
de 48 h de su aplicación. Se han notifi cado casos de 
curación en CIS y buenos resultados en aquellos pa-
cientes no elegibles para cirugía por comorbilidades.
Braquiterapia: se refi ere a la aplicación endo-
bronquial de material radiactivo para lesiones malig-
nas que provocan obstrucción de vía respiratoria; el 
utilizado más a menudo es iridio. Se libera mediante 
un catéter a través del broncoscopio, en dosis bajas, 
medias o altas. El broncoscopista coloca el catéter y el 
radioterapeuta libera el material radiactivo en un me-
dio seguro. Sin embargo, los efectos secundarios por 
intolerancia al catéter, bronquitis por radiación, perfo-
ración de vía respiratoria y hemorragia limitan el pro-
cedimiento.
Termoplastía para asma: mediante una sonda en 
forma de canastilla diseñada para la transferencia de 
calor por energía eléctrica controlada (65ºC) se aplica 
de forma directa a la vía respiratoria a través del bron-
coscopio. El principio del procedimiento es la ablación 
por calor del músculo liso bronquial hipertrófi co en los 
pacientes con asma grave persistente que no respon-
den al tratamiento con esteroides y broncodilatadores 
y que persisten con síntomas diarios que limitan su ac-
tividad física y actividades diarias comunes. La aplica-
ción es progresiva por segmentos en todo el árbol 
bronquial, con excepción del lóbulo medio por su cer-
canía con el corazón. Se han identifi cado respuestas 
favorables en la disminución de las crisis, mejoría del 
fl ujo máximo y ascenso secuencial de asma grave per-
sistente a moderada, con mejoría objetiva de su cali-
dad de vida y consumo de fármacos.
Reducción broncoscópica de volumen pulmo-
nar: se utilizan dispositivos de tipo valvular de disposi-
ción bronquial o helicoidales que posibilitan un fl ujo 
de salida mayor que el de entrada en los sitios de ma-
yor daño pulmonar por enfi sema o torsión bronquial 
en los mismos sitios para reducir el espacio muerto por 
tejido enfi sematoso adyacente a tejido sano; esto per-
mite la expansión del tejido funcional y disminución 
volumétrica de espacio muerto, lo que reduce la escala 
de disnea y mejora la calidad de vida del paciente. Son 
dispositivos aún no aprobados para su uso y están 
confi nados a usos experimentales.
Sistema de navegación electromagnética: el sis-
tema de navegación electromagnética por broncosco-
pia es un procedimiento diagnóstico para localización y 
muestreo de lesiones periféricas. Consiste en llevar a 
cabo una broncoscopia diagnóstica convencional y una 
TAC de tórax helicoidal con reconstrucción tridimensio-
nal a broncoscopia virtual. La TAC se somete a localiza-
ción de la lesión periférica con un software propio con el 
objetivo de trazar la vía de localización endobronquial 
para su muestreo. El método utiliza tres tecnologías se-
paradas que se combinan para permitir la navegación: 
a) software de reconstrucción de la vía de acceso a la
lesión, b) broncoscopia virtual a partir de la TAC, c) ta-
blero electromagnético situado debajo del colchón del
tomógrafo a la altura del tórax en la mesa de broncos-
copia para ingresar a la lesión con una vía trazada con
anterioridad y con guía tipo GPS.
El campo generador que emite ondas electromag-
néticas de baja frecuencia, conectado con una compu-
tadora que contiene los datos de ruta, hace posible el 
avance por medio de un broncoscopio ultradelgado de 
la sonda que tiene en la punta metal para poder visua-
lizarse y dirigirse a través de la dicotomización bron-
quial sometida al campo magnético, que se avanza 
hasta la localización de la lesión. Una vez ubicada, se 
realiza el muestreo transbronquial con pinzas y aguja.
Las complicaciones más frecuentes son neumotó-
rax y sangrado leve. La utilidad diagnóstica oscila entre 
69 y 100%.
La ventaja de este procedimiento radica en la ob-
tención de muestras de nódulos periféricos con caracte-
rísticas poco defi nidas, que permiten optimizar el gasto 
por resección quirúrgica de nódulos potencialmente 
benignos con ahorro de gran cantidad de recursos; más 
aún, dado que es un procedimiento ambulatorio, redu-
ce riesgos y morbimortalidad quirúrgica innecesarios.
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