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Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax, signología radiográfi ca, tomografía de tórax, ultrasonido torácico, resonancia magnética y gammagrafía INTRODUCCIÓN La radiografía simple de tórax es una de las principa- les herramientas en la investigación y tratamiento de las diversas enfermedades que afectan al tórax; es asi- mismo el estudio radiográfi co más frecuente, ya que más del 90% de estos trastornos pueden traducirse en imágenes radiológicas torácicas. Desde luego, la inter- pretación adecuada de una proyección depende de muchos factores, entre ellos la iluminación y las alte- raciones afectivas de la persona que valora. En conse- cuencia, siempre es importante conocer ciertas bases prácticas o la gran diversidad de imágenes posibles, complementadas con la tomografía computarizada y, en áreas donde ésta no está disponible, el ultrasonido torácico como complemento de la misma. En este capítulo se describen las generalidades anatómicas del tórax, los diferentes métodos de ima- gen para identifi car la enfermedad torácica y la semio- logía mediante imágenes para el diagnóstico. Antes de revisar los aspectos radiológicos es preci- so primero conocer las características técnicas de las placas radiográfi cas. CRITERIOS DE CALIDAD El paciente debe adoptar de manera rigurosa una po- sición frontal: los extremos internos de las clavículas deben estar a la misma distancia respecto de la línea formada por las apófi sis espinosas. La radiografía de tórax común se realiza en apnea y, de forma preferente, con la capacidad pulmonar to- tal (inspiración máxima). Se debe visualizar cuando menos el sexto arco costal anterior por encima de las cúpulas diafragmáticas. Los omóplatos deben proyec- tarse hacia fuera de los campos pulmonares. Para la penetración (kilovoltaje), la columna cervi- cal debe verse con claridad y la columna dorsal delinear- se por detrás del mediastino y perderse en el abdomen. En cuanto a la nitidez, no debe permitirse ningún tipo de movimiento y deben incluirse los vértices pulmona- res y los senos costofrénicos laterales completos. Como resultado de convertir un objeto tridimen- sional (el tórax) en una imagen bidimensional (la radio- grafía) se observa una superposición de las estructuras en el trayecto del haz de rayos X que interfi eren entre sí. En la imagen fi nal predomina la estructura anatómi- ca que posee mayor densidad, una propiedad que es inherente a la radiología convencional. El individuo se coloca en perfi l estricto cuando las líneas contiguas de los arcos costales posteriores guar- dan una distancia de 1 a 1.5 cm entre ellas. A menos que se reconozca una asimetría torácica, si los arcos costales posteriores se hallan superpuestos, el sujeto no se encuentra en perfi l estricto. La placa debe mos- trar los vértices pulmonares y los senos costofrénicos anterior y posterior completos. La radiografía de tórax de perfi l siempre es un complemento de la frontal, ya sea para localizar una imagen, buscar elementos semiológicos particulares o http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 33 visualizar de modo preciso algunas zonas; siempre que se obtiene una radiografía adicional aumenta la sensi- bilidad para diagnosticar afecciones. La radiografía lateral sirve para identifi car líquido en las cisuras o alteraciones del lóbulo medio o língula, de- linear el segmento anterior de los lóbulos superiores, y valorar diafragma, receso costofrénico posterior y divi- siones del mediastino (anterior, medio o posterior). ANATOMÍA RADIOLÓGICA DEL TÓRAX En la placa simple de tórax se identifi can las siguientes estructuras (fi gura 2-1A-D): ● Tejidos blandos (densidad de grasa): piel, tejido celular subcutáneo y mamas. ● Estructuras óseas (densidad de hueso): costillas, omóplato, clavículas, esternón. ● Cardiomediastino (densidad de agua): corazón, grandes vasos. ● Pulmón (densidad de aire): estructuras bronco- vasculares. CLASIFICACIÓN DE MEDIASTINO POR FELSON ● Mediastino anterior. ● Medistino medio. ● Mediastino posterior. RADIOLOGÍA SIMPLE DE TÓRAX TELERRADIOGRAFÍA DE TÓRAX El principal método de imagen para el estudio del tó- rax es la telerradiografía de tórax posteroanterior (tele de tórax PA; fi gura 2-2). Este estudio se toma con el paciente de pie, en inspiración profunda y apnea, a una distancia de 1.8 m, con el tórax en contacto con la placa y el haz centrado en la región interescapulovertebral, a nivel de la sexta vértebra torácica, con los hombros echados hacia de- lante y las manos en la cintura; la fi nalidad es que las escápulas no se proyecten en la sombra pulmonar. La distancia de 1.8 m y el plano posteroanterior (PA) impi- den la magnifi cación de la silueta cardiaca. En una placa obtenida de forma correcta deben visualizarse los vasos pulmonares a través de la silueta cardiaca, las estructuras mediastínicas y las vértebras. La radiografía lateral de tórax es el estudio com- plementario de la imagen posteroanterior y se toma como lateral izquierda (fi gura 2-3). INDICACIÓN PARA PLACA SIMPLE DE TÓRAX Las siguientes son las principales indicaciones para una placa simple de tórax: Figura 2―1A. Estructuras anatómicas en una radiografía posteroanterior de tórax. Aorta derecha Aurícula superior Vena cava pulmonar Arteria Músculo Piel http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)34 Figura 2―1B. Otras estructuras anatómicas en una radiografía posteroanterior de tórax. Figura 2―1C. Estructuras anatómicas en una radiografía lateral de tórax. Carina Vena ácigos Ángulo costodiafragmático Diafragma Tráquea Diafragma izquierdo Aorta Tráquea Diafragma http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 35 Figura 2―1D. Otras estructuras anatómicas en una radiografía lateral de tórax (clasifi cación del mediastino de Felson). Figura 2―2. Telerradiografía de tórax que delinea una imagen bien defi nida ovalada de un cáncer broncogénico. Figura 2―3. Radiografía lateral de tórax que confi rma la tumoración de localización posterior. Mediastino posterior Mediastino medio Mediastino anterior http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)36 1. Revisión. 2. Confi rmación de un diagnóstico clínico. 3. Valoración de la evolución o respuesta al trata- miento (fi gura 2-4). 4. Confi rmación de afecciones relacionadas con factores predisponentes. 5. Verifi cación de presencia de complicaciones y formulación de pronóstico. APICOGRAMA Esta imagen o proyección lordósica, cuya fi nalidad es valorar los ápices pulmonares, desplaza las clavículas para reconocer lesiones en la región apical (fi gura 2-5). TANGENCIAL DE TÓRAX Esta proyección es útil para valorar pequeños niveles hidroaéreos o neumotórax. RADIOGRAFÍA EN ESPIRACIÓN FORZADA Esta técnica se obtiene del mismo modo que la tele- rradiografía de tórax, pero en espiración forzada para determinar atrapamiento aéreo o neumotórax. TRAGO DE BARIO Se trata de un estudio contrastado que hace posible valorar el contorno esofágico y descartar alteraciones del hiato esofágico (fi gura 2-6). TÓRAX ÓSEO Este estudio se utiliza para visualizar las costillas y el esternón; por lo general se toma en dos proyecciones: anteroposterior y oblicua. Esto incrementa la sensibili- dad para el diagnóstico de fracturas (fi gura 2-7). Otra proyección útil en traumatismos de tórax es la lateral de esternón (fi gura 2-8). Las densidades radiográfi cas que se consideran son las siguientes: 1. Aire. 2. Grasa. 3. Agua. 4. Hueso. 5. Metal. RADIOGRAFÍA DIGITAL La radiografía digital o computarizada es mejor que la analógica convencional, dado que posee una ma- Figura 2―4. Paciente con tromboembolia pulmonar e imagen de joroba de Hampton basal derecha que desapareció después de un mes (meeting sign). http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 37 Figura 2―5. Telerradiografíade tórax que muestra una opacidad paratraqueal derecha y el apicograma confi rma una extensión del bocio intratorácico. Figura 2―6. Tránsito esofágico en el que se observa una dilatación esofágica con terminación en punta (fl echa) de la unión esofagogástrica indicativa de acalasia. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)38 yor latitud de exposición, 10 a 100 veces más que la convencional. Esto posibilita un mejor contraste en la escala de grises de forma automática, lo cual permite mejorar la imagen con una baja exposición. Con esta modalidad es posible archivar las imágenes mediante diversos medios (CD, DVD, placa, papel) o enviarlas a través de internet. La radiología digital tiene dos sistemas principales basados en sistemas de estimulación de fósforo y sis- temas de estimulación de receptores de selenio. RADIOGRAFÍA DE FÓSFORO También se conoce como CR y con ella se pueden ob- tener radiografías de alta calidad portátiles. Es un mé- todo menos costoso que la radiografía digital directa (fi gura 2-9). Existen algunas variantes anatómicas normales, en cuanto a edad y sexo, que deben tomarse en consi- deración, por ejemplo el pectus excavatum. TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA La tomografía computarizada se ha convertido en el método de imagen de elección después de la proyec- ción torácica PA para el diagnóstico de enfermedad pulmonar. Este método ha logrado sustituir casi por completo a la tomografía lineal, broncoscopia y angio- grafía para diagnosticar tromboembolia pulmonar. La imagen por tomografía computarizada es una representación bidimensional de un corte seccional tri- dimensional. La imagen tomográfi ca se compone de múltiples imágenes (pixeles y voxeles). FACTORES TÉCNICOS Los factores técnicos que deben tomarse en cuenta en una tomografía computarizada son: grosor del corte, espacio del corte, campo de visión, algoritmo de re- construcción y factores de despliegue de imagen (ven- tana y nivel). La tomografía tiene la ventaja de cuantifi car las densidades de las estructuras visualizadas, las cuales se miden en unidades Hounsfi eld (HU) de -1 000 a 1 000 (cuadro 2-1). Las densidades HU en tórax son: Aire: -100 Pulmones: -750 Grasa: -100 a -10 Figura 2―7. Tórax óseo en el que se identifi can múltiples frac- turas costales consistentes con tórax inestable. Figura 2―8. Proyección lateral de esternón. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 39 Estructuras líquidas: -10 a 30 Partes blandas: 20 a 70 Cartílago: 60 a 150 Hueso: mas de 100 TIPOS Y ESTUDIOS TOMOGRÁFICOS Deben considerarse los siguientes: ● Tomografía simple. ● Tomografía computarizada de alta resolución. ● Angiotomografía. ● Reconstrucciones volumétricas. Tomografía simple Se realiza sin contraste intravenoso, no requiere ayu- no y está indicada en pacientes con alergia al me- dio de contraste o insufi ciencia renal (fi guras 2-10 y 2-11). Figura 2―9. A) Radiografía digital obtenida por CR en la cual se observa un catéter de Hickman en un paciente tratado por linfoma. B) Prominencia del hilio (fl echa) que sugiere persistencia de adenopatías. Cuadro 2―1. Diversas densidades identifi cadas en las unidades Hounsfi eld en las diferentes estructuras de la tomografía torácica Aire -100 Pulmones -750 Grasa -100 a -10 Estructuras líquidas -10 a 30 Partes blandas 20 a 70 Cartílago 60 a 150 Hueso más de 100 Figura 2―10. Tomografía computarizada simple a la altura de la bifurcación de la arteria pulmonar en la que se observa una imagen isodensa en mediastino anterior. A B http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)40 Tomografía computarizada de alta resolución Es el estudio de elección para valorar el intersticio pul- monar; se diferencia de la tomografía convencional o simple porque se realiza un algoritmo de reconstruc- ción alto. No es necesario el ayuno (fi gura 2-12). Angiotomografía Este estudio utiliza contraste intravenoso y requiere ayuno. Se inyecta el medio de contraste y se realizan reconstrucciones rápidas para valorar alteraciones vascu- lares, como tromboembolia pulmonar, o caracterizar el reforzamiento de algunas estructuras, por ejemplo tumores (fi gura 2-13). Reconstrucciones volumétricas Estas reconstrucciones hacen posible valorar las es- tructuras vasculares y óseas con gran exactitud, así como la vía respiratoria (fi guras 2-14 a 2-16). Indicaciones para tomografía Por lo general se consideran las siguientes: 1. Radiografía simple que no es concluyente para confi rmar el diagnóstico clínico. 2. Neumopatías intersticiales. 3. Tromboembolia pulmonar. Figura 2―11. Estudio anterior en fase contrastada del mismo paciente en el que se reconoce una tumoración del mediastino anterior reforzada con el medio de contraste en forma homogénea; es consistente con timoma. Figura 2―12. Tomografía computarizada de alta resolución a nivel del cayado aórtico en la que se observan imágenes hipodensas periféricas con pared muy delgada que corresponden a enfi sema buloso y paraseptal; asimismo, se identifi ca una dilatación traqueal consistente con traqueomegalia. Figura 2―13. Angiotomografía a nivel de las arterias pul- monares en la que se observa un defecto de llenado en la bifurcación que corresponde a un trombo cabalgado. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 41 Figura 2―16. Reconstrucción en 3D de la vasculatura pulmonar. Figura 2―15. Reconstrucción volumétrica en la que se observa una desección aórtica de tipo Stanford A. La fl echa muestra el nacimiento de la aorta ascendente ensanchada. Figura 2―14. Reconstrucciones en tercera dimensión (3D) del corazón en diversas posiciones. (Las imágenes no corresponden a proyecciones especifi cas usadas en la sala de hemodinámica, el radiólogo usa el soft word para colocar al corazón e posición necesaria para analizar las estructuras, como se ve en el pequeño cubo anexo a cada imagen en posición inferior derecha y se describen en seguida): A) Se observa tabique interventricular desde una posición rostral y la arteria descendente anterior. B) Se observa angulo obtuso del corazón y arteria circunfl eja. C) Se observa linea que divide ambas auriculas (surco de Sondergaard). D) Se observa vista superior con la base de la aorta y el nacimiento de ambas arterias coronarias. E) Se observa una imagen de la cara diafragmática. F) Se observa una visión superior donde se ve el nacimiento de la arteria coronaria izquierda y su inmediata división en descendente anterior y circunfl eja. A B C D E F http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)42 4. Estadifi cación de cáncer. 5. Valoración de la evolución del tratamiento. 6. Confi rmar o descartar complicaciones. 7. Guía para estudios intervencionistas. ESTUDIOS DE MEDICINA NUCLEAR Este estudio utiliza material radiactivo. Es de gran utili- dad para confi rmar la tromboembolia pulmonar y pro- duce áreas bien ventiladas y mal perfundidas (fi gura 2-17). Sirve para detectar lesiones osteoblásticas como metástasis óseas y tiene gran utilidad para valorar re- fl ujo gastroesofágico. RESONANCIA MAGNÉTICA Es un estudio que no utiliza radiación. Algunas de las contraindicaciones para su realización son presencia de marcapasos, cuerpos extraños intraoculares, bro- ches quirúrgicos metálicos y endoprótesis colocados de forma reciente. Entre las contraindicaciones relati- vas se encuentran la claustrofobia, aunque esto se ha atenuado con la aparición de resonancia abierta. Es una técnica más larga que la tomografía, dado que toma 30 a 90 min según sea las secuencias realizadas. No em- plea yodo como material de contraste sino gadolinio. Es de gran utilidad para valorar mediastino, corazón y estructuras vasculares, así como lesiones de pared. Su uso hace posible caracterizar el tejido y es multiplanar, es decir, se pueden efectuar cortes en cualquier ejedel organismo sin necesidad de movilizar al paciente (fi gu- ra 2-18 y 2-19). Figura 2―17. Gammagrama ventilatorio y perfusorio en el que se identifi can múltiples defectos de llenado en un paciente con tromboembolia pulmonar. Figura 2―18. Angiorresonancia en la que se observa una coar- tación aórtica descendente, la fl echa muestra aorta descendente con una reducción de su luz como un pico de lápiz. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 43 ULTRASONIDO El ultrasonido es un estudio no invasivo, no emite ra- diación, es portátil y su costo es bajo. Su gran utilidad reside en valorar lesiones de la pared torácica, lesiones pleurales como derrames, diafragma y lesiones sub- diafragmáticas, además de algunas alteraciones me- diastínicas (fi gura 2-20). Asimismo, muestra utilidad en la detección de trombosis venosa profunda, en el caso de tromboem- bolia pulmonar, y sirve como guía para procedimientos intervencionistas (toracocentesis, biopsias). ULTRASONIDO TORÁCICO: ASPECTOS RELEVANTES PARA EL NEUMÓLOGO En los últimos años, la tecnología del ultrasonido ha ganado aceptación en la práctica de la neumología. Además de servir como guía en procedimientos como toracocentesis o biopsias de lesiones parenquimatosas o pleurales, es útil en el diagnóstico de enfermedades pleurales y parenquimatosas. La ausencia de radiación, bajo costo, disponibilidad a la cabecera del paciente y tiempo invertido en la realización del ultrasonido son grandes ventajas de esta tecnología. Aspectos físicos y técnicos Cristales de cerámica localizados en el transductor ge- neran las imágenes ultrasonográfi cas; estos cristales reciben estimulación eléctrica para producir pulsos de ondas sonoras y las ondas, al chocar con los tejidos, son refl ejadas, refractadas, absorbida o dispersadas. Las ondas ecoicas que regresan de los tejidos estimulan a los cristales localizados en el transductor y producen un impulso eléctrico que se transforma en una imagen en la escala de grises. Cuando la onda sónica no se refl eja, la imagen es negra y se la denomina anecoica, como en el derrame pleural. El término isoecoico se emplea para Figura 2―19. TC del tórax a nivel de las arterias pulmonares en fase simple en la que se reconoce una imagen hipodensa, redondeada y bien defi nida en mediastino posterior, que en la resonancia magnética aparece hiperintensa en los cortes axial y sagital y que corresponde a un quiste de duplicación esofágico. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)44 referirse a las ondas de ultrasonido de amplitud compa- rable a la de los tejidos adyacentes, como riñones, bazo o hígado. Se usa la expresión hiperecoico cuando los ecos son más fuertes que los tejidos adyacentes, como en el caso del diafragma y la pleura. Hipoecoico signifi ca que los ecos son más débiles que el tejido adyacente. Si las ondas de sonido inciden en un objeto en movimiento como la sangre en un vaso sanguíneo la frecuencia cambia. Esta alteración de la onda sónica se conoce como efecto Doppler y se usa para determinar la velocidad del fl ujo sanguíneo y la dirección. Cuando se inspecciona un área con Doppler a color, el fl ujo o movimiento del tejido se muestran en colores. El color rojo indica que el fl ujo se dirige hacia el transductor y el color azul que el fl ujo se aleja de él. La sonda o transductor pueden ser lineales, conve- xos o microconvexos. Para estudiar con una visión am- plia las cavidades torácicas y abdominales y diafragma las sondas convexas son apropiadas. El transductor lineal se utiliza casi siempre para de- terminar con mayor detalle estructuras vasculares, ór- ganos superfi ciales o pleura. Para estructuras o lesiones con una ventana ultrasonográfi ca estrecha o espacios intercostales angostos, la sonda microconvexa propor- ciona mejores imágenes. Frecuencia. Los transductores de alta frecuencia (5 a 13 MHz) proveen una mejor resolución para es- tructuras superfi ciales como la pared torácica y la pleu- ra. Para una valoración más profunda (pulmón, corazón, mediastino y estructuras intraabdominales) se requie- ren transductores de baja frecuencia, por lo regular de 3.5 MHz. Modo. El modo B (bidimensional) convierte las ondas de sonido en imágenes anatómicas en la escala de grises en tiempo real. El modo M revela cambios temporales en los ecos y registra el movimiento de los tejidos en un plano contra el tiempo. La ultrasonografía Doppler posibilita visualizar las estructuras vasculares en las áreas analizadas. Hallazgos normales Las capas de piel, músculo y fascia de la pared torácica se proyectan como sombras lineales con ecogenicidad de tejidos blandos. Al colocar el transductor de forma perpendicular a las costillas, éstas se observan como estructuras ecogénicas que proyectan una sombra acústica prominente. Con la sonda de alta frecuencia, la pleura parietal y visceral puede delinearse como dos líneas brillantes, si bien ambas no miden más de 2 mm de grosor. El espacio entre las dos pleuras es 0.3 a 0.4 mm. En condiciones normales, la pleura visceral se des- liza sobre la parietal en el ciclo respiratorio; este fenó- meno reconocido en la ultrasonografía se conoce como deslizamiento pleural. Al usar el modo M se confi rma el deslizamiento pleural cuando se reconoce el “signo de la playa”. La pleura visceral que se mueve durante la res- piración semeja la arena y la pleura parietal inmóvil jun- to con la pared torácica el mar. Las más de las veces no es posible identifi car el tejido pulmonar con ultrasoni- do, pero la distorsión de las ondas sonoras por la pared torácica genera artefactos horizontales que aparecen como líneas horizontales paralelas, equidistantes una de otra por debajo de la pleura y disminuyen de inten- sidad conforme se alejan de la pleura. Estos artefactos de reverberación se denominan líneas A. En presencia de deslizamiento pleural, las líneas A se correlacionan con un patrón de aireación normal del pulmón. Existe otro tipo de artefactos de reverberación que se originan en la superfi cie pleural y se extienden de forma vertical y radiada en sentido distal; se conocen como líneas B o “colas de cometa” y pueden visualizarse en la pared la- teral o posterior en sujetos sanos, aunque se relacionan de manera más frecuente con afección pulmonar. El diafragma normal se delinea a través de los espacios intercostales bajos como una línea curva hiperecoica de 1 a 2 mm de grosor que se desplaza durante la inspiración. En ocasiones no es posible defi - nir el diafragma, pero sí el tejido pulmonar durante la inspiración profunda que se interpone con el campo sonográfi co; este fenómeno se designa como “signo de la cortina”. Derrame pleural El ultrasonido es más sensible que la exploración fí- sica o la radiografía de tórax para detectar derrame Figura 2―20. Ultrasonido de tórax en el que se observa un derrame pleural y consolidación pulmonar. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 45 pleural e identifi ca cantidades tan pequeñas como de 50 mL. También es posible determinar la cantidad del líquido, si se encuentra libre o loculado y en ocasio- nes puede inferir la causa. El líquido pleural se observa como un espacio anecoico entre la pared torácica y el pulmón. Cuando el derrame pleural es considerable, por ejemplo para ocasionar atelectasia compresiva del pulmón, este último puede observarse como una es- tructura hiperecoica similar a una lengua dentro del derrame (“signo de la medusa”). En el modo M es po- sible reconocer la pleura visceral moviéndose hacia la pared torácica durante la respiración y crea un patrón sinusoidal. En presencia de un hemidiafragma elevado en la radiografía de tórax es posible defi nir con el ul- trasonido si se trata de un derrame subpulmonar, una acumulación subfrénica o una parálisis diafragmática. Asimismo, en presencia de un “pulmón blanco”, la ul- trasonografía contribuyea determinar con rapidez si se trata de una lesión sólida, líquida o mixta. En un estudio realizado para determinar la utilidad del ultrasonido y defi nir la naturaleza del derrame pleural se describieron cuatro patrones: a) anecoico homogéneo, b) complejo no septado, con estructuras ecogénicas in- ternas, c) complejo septado o con bandas de fi brina y d) ecogénico homogéneo. Los hallazgos más importantes de este estudio señalaron que los trasudados siempre emiten un patrón anecoico homogéneo y que el resto de los patrones casi siempre corresponde a exudado. La pre- sencia de nódulos pleurales es absolutamente específi ca de exudados e indica malignidad. El engrosamiento pleu- ral (>3 mm) junto con lesiones parenquimatosas sugiere también exudados. El patrón ecogénico homogéneo co- rresponde por lo general a sangre o empiema. Derrames complejos, como paraneumónicos com- plicados, empiemas o hemotórax, se caracterizan por la presencia de estructuras ecogénicas puntiformes o en forma de banda que fl otan en el líquido y se mue- ven con los latidos cardiacos (“signo del plancton”). La tomografía de tórax con contraste no puede defi nir de manera tan detallada la presencia de tabiques o ban- das de fi brina como lo hace el ultrasonido. TORACOCENTESIS Y BIOPSIAS PLEURALES En la actualidad se recomienda el uso del ultrasonido para guiar todos los procedimientos pleurales. Esta re- comendación se dirige en especial a médicos en entre- namiento en quienes se ha observado que el uso del ultrasonido reduce las fallas (punciones secas) y com- plicaciones de la toracocentesis. La toracocentesis guiada con ultrasonido reduce el riesgo de neumotórax de 2.7 a 3.6%, en comparación con 5 a 18% sin él. Es recomendable que el marcaje del derrame se efectúe en la misma posición del paciente y el mismo lugar, justo antes de puncionar y, en condiciones idea- les, por el mismo médico. Dada la complejidad del paciente en la unidad de cuidados intensivos, cuando es necesario realizar una toracocentesis en este escenario se recomienda siem- pre recurrir al ultrasonido. El ultrasonido puede ayudar a guiar biopsias pleu- rales cerradas y ello incrementa la sensibilidad del pro- cedimiento hasta un 86% en la enfermedad maligna. Se han descrito complicaciones, como neumotórax, hemotórax y refl ejo vasovagal, en 5% de los casos cuando las biopsias se practican bajo guía ultrasono- gráfi ca. La biopsia pleural a ciegas se ha acompañado de complicaciones en 11% de los casos. ULTRASONIDO EN ENFERMEDADES PULMONARES Consolidación Las áreas consolidadas pueden observarse hipoecoicas o isoecoicas en relación con el hígado y de ahí el ter- mino de hepatización pulmonar (en ultrasonografía se expresa como “patrón tisular”). En ocasiones es posible identifi car dentro de la zona consolidada estructuras hiperecoicas redondeadas o elongadas que convergen al cambiar de orientación el transductor, lo cual corres- ponde a broncograma aéreo. Cuando estas estructu- ras se desplazan durante la respiración (broncograma aéreo dinámico) hacen posible diferenciar entre con- solidación o atelectasia de resorción (valor predictivo positivo para consolidación/neumonía de 95%). Otra característica ultrasonográfi ca de la consoli- dación relacionada con neumonía, pero infrecuente, es el broncograma aéreo fl uido; este signo se distingue por la presencia de estructuras tubulares anecoicas que semejan vasos sanguíneos, aunque al visualizarlas con Doppler a color no se reconoce fl ujo alguno. Por lo regular se relaciona con neumonía posobstructiva o presencia de moco abundante. Un estudio ha mostra- do que el ultrasonido torácico tiene un mejor desem- peño que la radiografía de tórax para diagnosticar neumonía en la sala de urgencias, con sensibilidad y especifi cidad de 99 y 95%, respectivamente, contra 67 y 85% de la radiografía de tórax. Otra investigación analizó la capacidad del ultrasonido para diagnosticar http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)46 neumonía, en relación con la tomografía torácica como método de referencia; el ultrasonido mostró una sensi- bilidad y especifi cidad de 90 y 98%, respectivamente. Al igual que en otros estudios de imagen, la observa- ción de consolidación en el ultrasonido no indica una enfermedad en particular y puede corresponder a neu- monía, síndrome de insufi ciencia respiratoria aguda, contusión pulmonar, embolismo pulmonar y adeno- carcinoma. El diagnóstico defi nitivo se establece por medios clínicos. Neumotórax Esta alteración es una de las más validadas con el ul- trasonido torácico. El neumotórax es casi siempre una situación urgente y por lo tanto su diagnóstico oportu- no es crucial, sobre todo en el paciente con ventilación mecánica. El ultrasonido de tórax permite descartar con rapidez neumotórax en la cabecera del paciente. En procedimientos que conllevan un riesgo de neumo- tórax, como toracocentesis, biopsias transbronquiales o colocación de accesos venosos centrales, cuando se realiza antes y después del procedimiento, permite es- tablecer o descartar el diagnóstico de neumotórax de forma oportuna. La presencia de deslizamiento pleural indica una interacción normal entre el pulmón y la pa- red torácica y su presencia descarta neumotórax con un valor predictivo negativo de 100%. La ausencia de deslizamiento pleural tiene una sensibilidad, especifi - cidad y valor predictivo positivo en el diagnóstico de neumotórax de 95, 91 y 87%, respectivamente. Algu- nas situaciones que difi cultan determinar este signo son el enfi sema subcutáneo y alteraciones con dis- tensibilidad pulmonar baja, como síndrome de insu- fi ciencia respiratoria aguda y fi brosis pulmonar en las que el deslizamiento pleural puede ser mínimo o nulo. Otros trastornos en los que puede ser difícil visualizar el deslizamiento pleural son grandes consolidaciones o atelectasias, enfi sema, pulmones hiperinsufl ados o adherencias pleurales. En el caso de enfermedades con escasa distensibilidad la presencia de líneas B descar- ta neumotórax. La ausencia de deslizamiento pleural y líneas B con presencia de líneas A es altamente su- gestiva de neumotórax. En modo M, cuando hay neu- motórax, se pierde el “signo de la playa” y en su lugar aparece el “signo de la estratósfera” o el “código de barras”. En este caso se diluye la imagen de la “arena”, debido a que se pierde la interacción de la pleura vis- ceral y en su lugar se observa la reverberación de la pared torácica. En algunos casos de neumotórax es po- sible reconocer una transición entre neumotórax y pul- món normal intermitente y en modo M ver en la misma pantalla “signo de la playa” y “código de barras”; a este fenómeno se lo conoce como “signo de lung point” y su presencia indica neumotórax con un 100% de es- pecifi cidad, si bien no se encuentra con frecuencia. En algunos estudios ya se ha demostrado la superioridad del ultrasonido de tórax sobre la radiografía torácica en el diagnóstico de neumotórax, con sensibilidad de 98 contra 79%. Síndrome alveolointersticial Este síndrome se defi ne por la presencia de tres o más colas de cometa (líneas B) . Estas últimas se originan casi siempre de la pleura visceral y guardan una distan- cia entre ellas de 7 mm o menos. Se asume que estos artefactos se originan de la interacción de líquido y aire en el tejido subpleural. En términos anatómicos co- rresponden a los tabiques interlobulillares (líneas B de Kerley ultrasonográfi cas) y en la tomografía de tórax representan tabiques engrosados o infi ltrado reticular o en vidrio despulido. La presencia de colas de cometa se relaciona con la presencia de edema pulmonar car- diogénico y no cardiogénico y otras alteraciones que afectan el intersticio pulmonar, como fi brosis pulmo- nar y tumores infi ltrativos. La detección del síndrome alveolointersticial es crucial en el paciente crítico y en un estudio ha demostrado ser superior que la explo- ración por un clínico y la radiografía de tórax,en las que la sensibilidad de estos estudios fue de 34 y 60%, respectivamente. El ultrasonido torácico tiene una sen- sibilidad para detectarlo de 85 a 98% y especifi cidad de 88 a 97%. Se ha demostrado que las imágenes en cola de cometa aparecen en el edema pulmonar antes que este sea clínicamente aparente y su presencia se correlaciona con grados elevados de péptido cerebral natriurético B (BNP). También puede suministrar un grado aproximado de edema pulmonar. En un estudio, una califi cación basada en líneas B se comparó con la presión pulmonar en cuña (PCP) y agua extravascular pulmonar (AEVP) y se observó una buena correlación (r = 0.60, p < 0.0001 para PCP y r = 0.42; p = 0.001 para AEVP). Estos hallazgos incrementan el potencial de usar el ultrasonido torácico en el control hemodi- námico del paciente crítico. Mediante las califi caciones de líneas B se ha demostrado la utilidad del ultrasoni- do en la valoración de la resolución de neumonía en relación con la ventilación mecánica, así como en la efectividad de maniobras de activación. Tromboembolia pulmonar Se conoce bien la utilidad del ultrasonido en el diag- nóstico de la enfermedad tromboembólica venosa, ya http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 47 sea en el diagnóstico de trombosis venosa profunda, detección de trombos en tránsito o valoración de su efecto sobre las cavidades cardiacas derechas. Los cambios observados con ultrasonido en el pulmón y la pleura por embolismo pulmonar se describieron hace 50 años, pero apenas se encuentran en las publica- ciones especializadas. El gammagrama de ventilación- perfusión y la tomografía de tórax multicorte son los estudios más utilizados para el diagnóstico de trom- boembolia pulmonar (TEP), pero hay un grupo de pa- cientes que no pueden tener acceso inmediato a estos estudios, sobre todo por estabilidad hemodinámica o tan sólo porque el estudio no está disponible. Otros pacientes tienen insufi ciencia renal o son mujeres em- barazadas o en lactancia, condiciones que contrain- dican la administración de contraste o la solicitud de gammagrafía. El ultrasonido torácico representa una opción para estos pacientes, entre otras razones por- que tiene rápida disponibilidad, no es necesario trans- portar al individuo y la exposición a radiación es nula. Las lesiones en el parénquima pulmonar se observan como áreas hipoecoicas en forma de cuña en la mayor parte de los casos, aunque también se pueden iden- tifi car lesiones poligonales o redondeadas adyacentes a la pleura. Estas alteraciones presentan una protuberancia convexa hacia la pleura y se mueven con la respiración. Cuando tales áreas se estudian con Doppler a color casi nunca muestran fl ujo sanguíneo, aunque en oca- siones se reconoce el vaso ocluido congestivo (“signo del vaso”). La afectación de la pleura adyacente se ma- nifi esta en la forma de ensanchamiento del espacio pleural sobre la lesión parenquimatosa (derrame pleu- ral focal). La sensibilidad y especifi cidad de estos ha- llazgos en el diagnóstico de TEP se ha notifi cado en dos estudios de 74 a 80% y 92 a 95%, respectivamente. Es conveniente señalar que el ultrasonido torácico sólo detecta las lesiones subpleurales y hay regiones que no pueden valorarse por las estructuras óseas. El eco- cardiograma transtorácico, o transesofágico en combi- nación con la valoración ultrasonográfi ca de las extremidades inferiores, incrementa la posibilidad de diagnosticar TEP. Valoración de la función diafragmática Como ya se ha señalado, por medio del ultrasonido es posible determinar grosor y movimiento diafrag- máticos. Es de interés del neumólogo este aspecto de la valoración ultrasonográfi ca. Enfermedades neu- romusculares que se acompañan de disfunción dia- fragmática pueden analizarse con este método. Se ha estudiado su uso para valorar a pacientes que se desconectan de la ventilación mecánica e individuos críticos con neuropatía/miopatía, además del segui- miento de personas con lesiones del frénico o dia- fragmáticas. En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el grosor del diafragma se correlaciona con la caminata de seis minutos y la medición de presión inspiratoria máxima. En pacientes con fi brosis quística que se han sometido a rehabilitación pulmonar, el incremento del grosor del diafragma se ha correlacionado con la me- joría funcional e incluso con cambios positivos psico- sociales. Biopsias transtorácicas Las biopsias guiadas con ultrasonido de tumores que protruyen sobre la pleura o invaden la pared torácica son seguras y con buena efi cacia diagnóstica en mé- dicos no radiólogos. Por lo general, los carcinomas pulmonares se observan como lesiones hipoecoicas, homogéneas, redondeadas o pleomórfi cas; cuando hay necrosis en la lesión ésta puede identifi carse con áreas anecoicas en su interior. Las lesiones se mueven con la respiración; si esto no sucede es probable la in- fi ltración de la pared torácica. La sensibilidad diagnós- tica mediante esta técnica para tomar biopsias es de 82 a 85%, con una frecuencia de neumotórax de 1.3 a 4%. Se ha publicado la experiencia de la punción guiada por ultrasonido en infi ltrados neumónicos en sujetos inmunodeprimidos y abscesos pulmonares con buena efi cacia diagnóstica y obtención de patógenos en 57 y 90% de los casos, respectivamente. Utilidad del ultrasonido en el tratamiento del síndrome de insufi ciencia respiratoria aguda El síndrome de insufi ciencia respiratoria aguda (SIRA) es una enfermedad identifi cada con frecuencia en el paciente crítico como complicación pulmonar de afec- ciones sistémicas o de origen pulmonar (se describe en un capítulo correspondiente). Una maniobra de ventilación mecánica que ha demostrado utilidad al cambiar el pronóstico de la enfermedad es el uso de la presión positiva al fi nal de la espiración (PEEP, posi- tive end expiratory pressure) y a ello se han agregado algunas otras medidas como la ventilación en posi- ción prona o las maniobras de activación alveolar. En esta última es de interés aplicar la presión necesaria para activar áreas de alveolos colapsados sin exceder la presión que lesione el parénquima pulmonar; en este punto, la referencia ultrasonográfi ca para guiar una maniobra de activación alveolar es una medida http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)48 que ha ganado un lugar importante y creciente en la última década. Los hallazgos ultrasonográfi cos en el SIRA se deben a la presencia de agua extravascular pulmonar (AEP), ya que el SIRA se considera un ede- ma pulmonar no cardiogénico. Esto produce un pa- trón ecogénico que consiste en un exceso de líneas B o colas de cometa que se incrementan en su número de manera directamente proporcional a la gravedad de la enfermedad, el depósito de AEP en el pulmón y la pérdida de la aireación. En algunos casos, la densi- dad del parénquima puede ser comparable con la del hígado y pueden aparecer áreas de consolidación o atelectasias, sobre todo en zonas declives conocidas como “áreas dependientes”. Se ha publicado un pun- taje de gravedad de la pérdida de la aireación basado en la cantidad de líneas B que se encuentran en la exploración y se recomienda una valoración sistemá- tica del tórax por áreas específi cas antes y después de incrementar la presión en la maniobra de activación. Algunas veces es un reto discernir entre edema agudo pulmonar no cardiogénico con SIRA, o mixto, es decir, SIRA pero con falla conjunta del ventrículo izquierdo. En este punto también se han propuesto datos ultra- sonográfi cos que puede diferenciar entre ambos y consisten sobre todo en que en el SIRA se encuentran con más frecuencia atelectasias, por lo cual el pulso pulmonar es más perceptible, el movimiento pleural está más disminuido y aparecen áreas pulmonares descritas como spared area. El ultrasonido juega un papel importante en la va- loración de pacientes con enfermedades respiratorias ymejora también las posibilidades diagnósticas y la seguridad en estudios diagnósticos. Con base en ello se recomienda que los médicos en entrenamiento ten- gan una sólida formación con esta tecnología. Este es- tudio no invasivo, económico, que no emite radiación y que se puede realizar en la cabecera del paciente, debe usarse con más frecuencia en combinación con la información clínica, estudios de laboratorio y otras téc- nicas de imagen para proporcionar una mejor defi ni- ción diagnóstica y terapéutica a los pacientes. ESTUDIOS INVASIVOS La angiografía hemodinámica es un estudio que uti- liza rayos x con fl uoroscopia. Es de gran utilidad para el diagnóstico de tromboembolia pulmonar y malfor- maciones cardiovasculares, así como coronariopatías. También hace posible instituir tratamientos intravascu- lares para remover coágulos y practicar trombólisis y angioplastias (fi gura 2-21). TOMOGRAFÍA POR EMISIÓN DE POSITRONES CON TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA La tomografía por emisión de positrones con tomogra- fía computarizada (TEP-TC) es un método de imagen tomográfi ca funcional de medicina nuclear. Posee las siguientes propiedades: ● Proyecta una imagen funcional en un contexto anatómico. ● Carece de la capacidad de precisar una localiza- ción anatómica. ● Utiliza radionúclidos emisores de positrones, como la fl uorodesoxiglucosa (FDG). ● Es un método susceptible de cuantifi cación. ● Tiene valor de captación estandarizada (SUV, stan- dardized uptake value). ● Detecta marcadores biológicos. ● Los factores determinantes de positividad en la TEP son: – Mayor sensibilidad y especifi cidad que los métodos anatómicos (tamaño y densidad). – Grado de concentración de FDG. – Dependencia del grado de malignidad. Figura 2―21. Angiografía del mismo caso de la fi gura 2–15 en la que se observa una disección de aorta y se coloca un catéter. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 49 – Tamaño de la lesión. – Resolución aproxima de los equipos de TEP de 7 a 10 mm (fi gura 2-22 y cuadro 2-2). INTERPRETACIÓN DE LA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX En primer término deben considerarse algunas reco- mendaciones. ● Observar tantas radiografías de tórax como sea posible. ● Las placas anteriores tienen una gran importan- cia en la atención del paciente. Debe intentarse su consecución. Si la placa no está disponible es preciso localizar los informes o la historia clínica. ● Consultar al especialista en radiología en caso de alguna duda. Muchas veces esto evita la solicitud de estudios complementarios. ● Lo más difícil de detectar es lo que debe estar y no está. ● La interpretación más común de un estudio ra- diológico es “normal” o “variante normal”. La única forma de capacitarse consiste en observar muchas placas normales. ● No existe un método de observación universal de una radiografía de tórax. Cada observador desarro- Figura 2―22. TEP-TC de un paciente tratado por linfoma con derrame pleural; en la TC se identifi can adenopatías mediastínicas que en la TEP y la imagen de fusión son positivas para actividad neoplásica. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)50 lla su propia técnica; lo importante es llevar a cabo un análisis metódico y no excluir ninguna estructura. ● No pasar por alto los “puntos ciegos” de la radio- grafía: ápices, región retrocardiaca, área subdia- fragmática, hilios, entre otros. ● Una práctica muy útil consiste en explorar las dis- tintas regiones del tórax en forma bilateral y comparativa. Si el clínico no identifi ca lo que necesita en una placa, es posible que deba indicar alguna otra cosa. Apren- der a sugerir de forma correcta el próximo paso puede llevar mucho tiempo de entrenamiento. Se puede soli- citar, entre otros, lo siguiente: Diferente proyección: como se explicó ya, la mayor parte de los estudios radiológicos comunes consiste en dos placas perpendiculares entre sí ¿Por qué soli- citar otra proyección? ● Para evitar la superposición de estructuras. ● Para localizar una lesión. ● Porque algunas estructuras se reconocen en cier- tas proyecciones y no en otras (p. ej., los trazos de fractura). Diferente tiempo: es necesario insistir sobre la impor- tancia de poder consultar las placas anteriores. De- ben solicitarse placas y copias de historias clínicas a otras instituciones. Diferente grado de estrés: las placas con estrés son útiles para valorar las articulaciones. Por ejemplo: columna con fl exoextensión. Diferente contraste: agregar un medio de contraste es imprescindible cuando es necesario valorar vísce- ras huecas. Diferente método de imágenes: lo que no puede va- lorarse con un método se puede observar bien con otro. Algunas veces, diferentes métodos revelan nue- vos aspectos de una afección; otras veces son fuentes de confusión y dudas diagnósticas. Dado que no existe una clasifi cación del todo satisfac- toria de las imágenes radiológicas se emplea la guía siguiente para las descripciones. La base de la clasifi ca- ción es la densidad que presentan las imágenes, a las que puede dividirse en: a) radiopacas, b) radiolúcidas o radiotransparentes, y c) mixtas. IMÁGENES RADIOOPACAS Lineales: existe un patrón lineal básico en los campos pulmonares cuya distribución es esencialmente arbo- rescente. Es la representación radiológica de lo que se conoce como trama broncovascular. Las opacidades lineales anormales pueden variar desde una simple acentuación de este patrón normal hasta una imagen de marcado engrosamiento e irregularidad con ban- das, estriaciones, entre otros. Estas líneas pueden ser localizadas o difusas, variar en densidad y formar o no un patrón ramifi cado. En algunas enfermedades se advierte una transición entre opacidades lineales y miliares, pero los límites son imprecisos. Miliares: comprenden densidades < 3 mm de diáme- tro. Puede haber unas cuantas lesiones o muchas, individualizadas o agrupadas, distribuidas de mane- ra simétrica o asimétrica. Su tamaño y densidad pue- den ser uniformes o irregulares. Pueden ser nítidas o mal defi nidas. Este hallazgo es frecuente en la tuber- culosis. Nodulares: son lesiones bien o mal circunscritas, úni- cas o múltiples, localizadas o diseminadas. Su es- tructura puede ser homogénea o moteada, muy o poco densa. IMÁGENES RADIOLÚCIDAS Lineales: se observan bandas radiolúcidas en las bron- quiectasias, enfi sema subcutáneo y otras anomalías. Cuadro 2―2. Grado de captación de FDG de algunos tumores en la TEP Alto Medio Bajo Melanoma Infi ltrante de mama Mama lobular LNH, alto grado Tiroideo mal diferenciado Mucinoso Hodgkin Testículo Próstata Colon Páncreas Ovario CPNM Ovárico recurrente Tiroideo diferenciado Esófago LNH, bajo grado Vejiga Cabeza/cuello Bronquioalveolar Sarcoma, alto grado Renal CPNM: cáncer pulmonar no microcítico; LNH: linfoma no Hodgkin. FDG: fl uorodesoxiglucosa. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 51 Cavitarias o quísticas: se diferencian por el grosor de su pared. Su tamaño, número, distribución y estruc- tura son variables. Confi nadas a un segmento, un lóbulo o todo el pul- món: excepto por el caso de un tromboembolismo pulmonar sin infarto, este hallazgo se observa en los distintos tipos de enfi sema. El enfi sema obstructivo segmentario, si bien ocurre con carácter patológico, rara vez se puede demostrar en la radiografía. Limitantes: cuando están adyacentes a la pared torá- cica, mediastino o diafragma, estas lesiones pueden variar en forma y tamaño y mostrar o no niveles aire- líquido. EFECTOS DE LA LESIÓN SOBRE ÁREAS ADYACENTES Locales: una lesión puede comprimir, desplazar y elon- gar los vasos y bronquios contiguos. Generales: incluyen aumento o disminución del volu- men del hemitórax, desplazamiento del mediastino, ensanchamiento o estrechamiento de los espacios intercostales, elevación o depresión del diafragma y desplazamiento de las cisuras. Radioopacidades que limitancon la pared torácica: ● Derrame pleural. ● Tumor pleural. ● Engrosamiento pleural. ● Lesiones de la pared torácica: tumorales, infl ama- torias. Radioopacidades que limitan con el diafragma: ● Diafragma elevado: eventración, parálisis, afec- ción subdiafragmática. ● Herniación de víscera sólida. ● Contorno diafragmático anormal: líquido, tumor, tienda diafragmática, digitaciones. Radioopacidades que limitan con el mediastino: ● Tumores de los mediastinos anterior, medio y posterior. Radiolucideces que limitan con la pared torácica: ● Neumotórax. ● Hidroneumotórax. Radiolucideces que limitan con el mediastino: ● Neumomediastino. ● Herniación del pulmón. ● Herniación de víscera hueca. ● Abscesos. ● Quistes congénitos. ● Trastornos digestivos. Radiolucideces que limitan con el diafragma: ● Eventración o rotura del diafragma. ● Hernia de víscera hueca. ● Absceso subfrénico. Imágenes elementales Opacidad: proyección radiológica de una estructura que atenúa los rayos X con mayor efi cacia que los elementos próximos. Por lo regular, este término se utiliza para designar las acumulaciones pulmonares (líquidos, tejidos) cuya atenuación es mayor que la del pulmón normal. Trama: sombra producida por una combinación de es- tructuras pulmonares normales (vasos, bronquios, en- tre otros). Debe usarse con los califi cativos “pulmonar” o “broncovascular” para que sea un término aceptable. Infi ltrado: opacidad pulmonar mal defi nida que no des- plaza ni destruye la confi guración pulmonar. No se aconseja su empleo como término descriptivo: la pala- bra preferida es “opacidad” con los atributos corres- pondientes de localización, dimensiones y defi nición. Consolidación: opacidad pulmonar esencialmente homogénea que borra los vasos sanguíneos, no pro- duce pérdida de volumen y puede presentar o no broncograma aéreo (fi gura 2-23). Aspecto radiológico Lobar o segmentaria: neumonía, infarto. En parche: infección, aspiración, edema, neoplasia, re- acción alérgica, radiación, contusión, vasculitis, cola- genopatías. Figura 2―23. En la radiografía se observa una zona de con- solidación apical derecha con bordes irregulares y broncograma aéreo; los hallazgos son más evidentes en la tomografía de tórax con ventana para parénquima pulmonar. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)52 Similar a masa: infección, infarto, neoplasia, hemato- ma, radiación. Difusa: edema, infección, aspiración, hemorragia, sín- drome de sufrimiento respiratorio, neoplasia, hema- toma, proteinosis alveolar. Imagen acinar: grupo de opacidades nodulares mal defi nidas, parcialmente confl uentes, que en conjun- to producen una sombra difusa y no homogénea. Su uso es preferible al sinónimo “patrón alveolar”, que es impreciso (fi gura 2-24). Patrón en vidrio esmerilado: imagen pulmonar opa- ca y extendida, fi namente granular, que revela los detalles anatómicos normales. Línea: opacidad longitudinal < 2 mm de ancho. Banda: opacidad longitudinal de 2 a 5 mm de ancho. Causas: ● Engrosamiento pleural. ● Cicatrices fi brosas. ● Atelectasias laminares. Intersticio: no es visible por medios radiológicos, ex- cepto cuando una enfermedad (p. ej., edema) au- menta su volumen y densidad. Patrón nodular: es una acumulación de opacidades redondeadas independientes de tamaño uniforme y distribución generalizada. Patrón miliar: acumulación de opacidades redondea- das < 2 mm, de tamaño uniforme y distribución ge- neralizada. Sinónimos: micronodular, nodulillar. Patrón lineal: opacidades longitudinales de espesor uniforme. Patrón reticular: grupo de opacidades lineales que producen en conjunto el aspecto de una red. Propie- dades: fi no, mediano y grueso. Panal de abejas (reticular grueso): espacios aéreos de 5 a 10 mm de diámetro con paredes de 2 a 3 mm de espesor; este hallazgo implica la presencia de un estadio terminal. Patrón reticulonodular: grupo de opacidades nodu- lares y lineales de similar magnitud. Propiedades: fi no, mediano, grueso. Masa: lesión pulmonar o pleural aislada > 3 cm de diá- metro (fi gura 2-25). Causas: ● Carcinoma broncogénico. ● Quiste hidatídico. Figura 2―24. Imagen con patrón acinar. Obsérvese el grupo de opacidades nodulares mal defi nidas, parcialmente confl uentes, que producen en conjunto una sombra difusa y no homogénea. Su empleo es preferible al sinónimo “patrón alveolar”, que carece de precisión. Figura 2―25. Ejemplo de masa intratorácica. En el corte tomo- gráfi co a nivel del cayado aórtico se reconoce una tumoración de densidad cálcica y sólida que corresponde a un bocio intratorácico que sangró y se calcifi có. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 53 ● Hematoma. ● Metástasis. ● Conglomerado silicótico. ● Infarto. ● Absceso. ● Secuestro. ● Espurias. ● Tumor mediastínico (fi gura 2-26). Nódulo: lesión pulmonar o pleural de forma circular aproximada, aislada, con < 3 cm de diámetro. Causas: ● Granuloma (tuberculosis, inespecífi co). ● Carcinoma broncogénico. ● Metástasis. ● Quiste hidatídico. ● Adenoma, hamartoma. ● Espurio. Calcifi cación: opacidad calcifi cada que puede estar organizada (en cáscara de huevo, palomitas de maíz, laminar, entre otros). Fibrosis: aplicable a opacidades lineales, nodulares o estrelladas, bien defi nidas, relacionadas con pérdida de volumen del pulmón afectado y deformación de las estructuras vecinas, que no varía en meses o años. También se aplica a un patrón pulmonar difuso si existen signos de pérdida progresiva de volumen. Patrón fi brocalcifi cado: opacidades nodulares y li- neales bien defi nidas que contienen calcifi caciones. Aparecen en lóbulos superiores y representan lesio- nes granulomatosas antiguas. Tumor fantasma: es una sombra semejante a un tumor producida por una acumulación de líquido en una ci- sura, por lo regular la menor. Es frecuente en la insufi - ciencia cardiaca y desaparece con el tratamiento adecuado. Puede usarse este término a partir de ra- diografías seriadas o en el contexto clínico adecuado. Radiolucidez: área circunscrita con menor atenuación de los rayos X que las estructuras contiguas. Sinóni- mo: transparencia. Insufl ación: estado de expansión del pulmón. Propie- dades: sobreinsufl ado (o hiperinsufl ado), subinsufl a- do (o hipoinsufl ado). Ampolla/bulla: área radiolúcida delimitada y avascu- lar con una pared <1 mm de espesor. Cavidad/caverna: espacio radiolúcido con una pared >1 mm de espesor, de contorno irregular. Neumatocele: espacio de pared delgada relacionado con una neumonía aguda (las más de las veces esta- fi locócica) casi siempre transitorio. TÉRMINOS DESCRIPTIVOS ACEPTABLES Los más comunes son los siguientes: Circunscrito: que posee un borde visible por comple- to o casi en su totalidad. Coalescente: conjunto de opacidades que se unen para formar una opacidad única. Sinónimo: con- fl uente. Defi nido: carácter del borde de una sombra. Propieda- des: bien, mal, claramente, pobremente, entre otros. Figura 2―26. En el corte tomográfi co axial simple contrastado en reconstrucción coronal y axial se identifi ca un tumor de mediastino anterior de bordes irregulares que corresponde a timoma maligno. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)54 Difuso: extenso y continuo. Sinónimos: diseminado, generalizado. Homogéneo: de textura uniforme. Antónimo: no ho- mogéneo. Interfaz: límite entre sombras yuxtapuestas de distinta densidad. Sinónimos: borde, margen. Profusión: término útil para describir la cantidad de opacidades de cualquier tipo en una enfermedad difusa. Separado: circunscrito, aislado. Antónimo: coalescente. Signos radiológicos Pueden considerarse los siguientes: Signo de la silueta: cuando dos estructuras de igual densidad radiológica entran en contacto anatómico, la superfi cie de contacto entre ambas se borra. Nota: el signo de la silueta puede ser falso en una placa poco penetrada, en el pectus excavatumy en presen- cia de almohadillas grasas pericárdicas. Signo del broncograma aéreo: es la visualización del aire dentro de los bronquios intrapulmonares cuan- do el parénquima que los rodea está ocupado por una afección de densidad de agua. Signo cervicotorácico: si el contorno de una opaci- dad apical es visible por encima de las clavículas su localización es posterior. Signo toracoabdominal: si el contorno de una opaci- dad es visible por debajo del diafragma se debe a que está rodeado de aire y su localización es pulmonar. Signo del hilio oculto o la superposición hiliar: es útil para diferenciar una cardiomegalia de una masa del mediastino anterior. El agrandamiento cardiaco desplaza a los hilios hacia los lados; la masa medias- tínica se superpone a ellos. Signo de la bifurcación hiliar: se emplea para dife- renciar una masa hiliar de origen vascular de una ex- travascular. Si se observan vasos que se originan directamente del borde de la masa, ésta es de origen vascular. Si los vasos parecen originarse del interior del borde externo de la masa, ésta es extravascular (adenopatía, tumor, entre otros). Signo de la vela: opacidad triangular de tejido tímico que se proyecta hacia la derecha o la izquierda (y algunas veces en ambas direcciones) en el 5% de los lactantes. Signo de la onda tímica: ondulación o irregularidad del contorno del timo causada por la compresión costal anterior. Signo de la cola pleural: cuando una masa parenqui- matosa se sitúa cerca de la periferia del pulmón pue- de advertirse una sombra lineal que se extiende desde la masa hasta la pleura visceral, con tensión de ésta. Es un signo inespecífi co y no sirve para dife- renciar enfermedad benigna de maligna. Signos de lesión extrapleural: las lesiones extrapleu- rales muestran un borde convexo hacia el pulmón, contorno nítido, extremos afi lados y, en ocasiones, destrucción costal. Ciertas lesiones pleurales com- parten algunas de estas características, pero la pre- sencia de otras alteraciones pleurales en el hemitórax afectado (como engrosamiento o derrame) permite diferenciarlas. Signo del menisco de Damoiseau: en la fi gura 2-27 puede observarse este signo secundario a un derra- me pleural masivo derecho. Efecto de Mach: es un fenómeno óptico que infl uye en la visualización de las radiografías. Se produce cuando existen estructuras adyacentes de diferente contraste. Una de las dos debe ser esférica o cilín- drica. Se trata de un hecho fi siológico tal vez con- secutivo a la distribución desigual de los conos (visión central) y los bastones (visión periférica) en la retina. Banda de Mach negativa: se identifi ca una línea ne- gra en derredor de una estructura blanca (bordes cardiacos, aorta descendente). Banda de Mach positiva: se observa una línea blanca alrededor de una estructura oscura (borde de la trá- quea, línea paraespinal). Las bandas de Mach son imágenes virtuales: al tapar una de las superfi cies con un papel desaparece la línea. Figura 2―27. Un caso de derrame pleural con signo de Da- moiseau (fl echa). http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 55 IMAGEN EN PEDIATRÍA La neumonía en niños es una infección de la vía res- piratoria inferior con diferentes agentes etiológicos: virus, bacterias, micobacterias, micoplasma, hongos, protozoarios y helmintos. La causa es difícil de deter- minar y las manifestaciones radiológicas se superpo- nen y son difíciles de diferenciar por la multiplicidad de los hallazgos. La imagen tiene una función pobre para determi- nar los factores etiológicos y las enfermedades pre- existentes modifi can las manifestaciones al afectar la reacción infl amatoria. La neumonía viral es en extremo rara en la etapa neonatal por el aporte de anticuerpos maternos, por lo que las infecciones bacterianas adquiridas durante el trabajo de parto y el parto mismo son más probables como causa etiológica y el punto máximo de infeccio- nes virales se encuentra entre los dos meses y los dos años y a partir de esta edad y hasta los 18 años la ma- yor frecuencia es de origen bacteriano; los estudios de imagen utilizados para el diagnóstico son placa de tó- rax, ultrasonido y tomografía computarizada; en la ac- tualidad, la resonancia magnética no es un estudio sistemático. Las placas anteroposterior y lateral de tórax permi- ten reconocer opacidades lobares, segmentarias e in- tersticiales, nódulos, masas, atelectasias, acumulaciones pleurales, cavidades neumáticas, quistes, abscesos y cavernas. El ultrasonido hace posible detectar y cuantifi car acumulaciones y determinar la presencia de detritos o tabiques y sirve de guía para drenaje e identifi car acu- mulaciones residuales. La tomografía es más sensible para determinar al- teraciones no identifi cadas en placas radiográfi cas convencionales y valorar acumulaciones pleurales y parenquimatosas y también como guía de drenajes. El espectro de la neumonía incluye lo siguiente: ● Neumonía focal aguda. ● Neumonía intersticial aguda. ● Neumonía atípica. ● Neumonía de focos múltiples. ● Neumonía nodular o miliar. ● Neumonía por aspiración. ● Neumonía crónica o recurrente. ● Neumonía eosinofílica. ● Neumonía de paciente inmunodeprimido. ● Neumonía fulminante. Las complicaciones de la neumonía son: ● Lesiones pulmonares supurativas. ● Cavidades necróticas. ● Abscesos pulmonares. ● Neumatoceles. ● Fístulas broncopleurales. Las complicaciones de las neumonías crónicas son: ● Bronquiectasias. ● Cavernas. ● Bronquiolitis obliterante. ● Fibrosis pulmonar. Debe recordarse que la tomografía tiene un obje- tivo específico para el paciente, ya que existen fac- tores relacionados con la edad para la adquisición de imágenes de calidad; estos factores son los si- guientes: ● La radiación requerida no siempre se puede re- ducir a baja dosis para obtener el estudio. ● Requiere anestesia o sedación para la obtención de imágenes de calidad diagnóstica sin movi- miento, en inspiración prolongada. ● El corte topográfi co debe ser al menos de 0.6 mm con desplazamiento similar para evitar el in- cremento de ruido. ● La dosis baja disminuye la sensibilidad para iden- tifi car lesiones, sobre todo en enfermedades di- fusas intersticiales. Es importante en la valoración del tórax recordar las particularidades por edad, dado que en recién nacidos y lactantes la presencia del timo (fi gura 2-28) puede confundirse con consolidación o masa mediastínica y en escolares la sobredistensión puede interpretarse como Figura 2―28. Radiografía de tórax en un niño de tres meses de edad en la que se delinea la prominencia del timo. http://booksmedicos.org Diagnóstico y tratamiento en neumología (Capítulo 2)56 Figura 2―29. Radiografía de tórax de un paciente masculino de 30 años; el mediastino es más delgado y la aorta revela mayor desenrollamiento. Figura 2―30. Radiografía de tórax de una mujer de 30 años de edad en la que se observan las sombras de las mamas. Figura 2―31. Radiografía de tórax de un paciente femenino de 30 años de edad en la cual se reconoce la sombra de prótesis mamarias. Figura 2―32. Radiografía de tórax de un paciente masculino de 40 años. http://booksmedicos.org Métodos de imagen en tórax: radiografía de tórax... 57 atrapamiento aéreo; en consecuencia, deben identifi car- se signos radiológicos agregados y tener en cuenta siem- pre las particularidades de la edad (fi guras 2-29 a 2-34). Métodos de imagen torácicos y cardiovasculares Ballinger PW: Merrill. Atlas de posiciones radiográfi cas y pro- cedimientos radiológicos. 8va. ed. Harcourt Brace, 1997. Cano Valle F, Ibarra C, Morales Gómez J: Enfermedades respiratorias. Temas selectos. Elsevier, 2006. Collins J, Stern E: Chest radiology. The Essentials. 2nd ed. Lippincott Willliams, 2008. Frija J: Radiología del tórax. Masson, 1996. Gay SB: Radiology recall. 2nd ed. Lippincott Williams, 2008. Meschan I: Técnica radiológica, posiciones y correlación anatómica. 2ª ed. EditorialPanamericana, 1993. Millar WT: Diagnostic thoracic imaging. McGraw Hill, 2006. 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