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QUIMIOTERAPIA ANTIHELMINTICA

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QUIMIOTERAPIA ANTIHELMINTICA 
El desarrollo de nuevos antihelmínticos para el control del parasitismo en las 
diferentes especies domésticas ha sido el área donde la investigación 
farmacéutica ha experimentado la mayor expansión durante los últimos años. 
La era moderna de los fármacos antihelmínticos se inició en la década del 60 
con el descubrimiento del Tiabendazol, suceso que estimuló 
considerablemente la investigación en este campo en la búsqueda de drogas 
más potentes y de mayor espectro de actividad sobre los diferentes parásitos 
que afectan a los animales domésticos. 
Desde aquella época se han logrado grandes avances en el descubrimiento de 
drogas nematodicidas, fasciolicidas, cestodicidas y antiprotozoos, que poseen 
un espectro de actividad más amplio y un mayor margen de seguridad. No 
cabe duda que actualmente el médico veterinario dispone de un amplio 
arsenal de drogas muy selectivas, con un alto grado de eficacia con los cuales 
puede combatir los helmintos parásitos de tal modo de reducir las pérdidas 
económicas por menor producción y muerte de animales. Sin embargo, es 
fundamental que estos agentes sean utilizados correctamente de tal modo de 
obtener una adecuada respuesta clínica, además de reducir los probables 
riesgos de pérdida de eficacia y fracaso del tratamiento por uso inadecuado de 
estos medicamentos. De estos antecedentes se desprende la necesidad de 
conocer en forma cada vez más amplia la farmacología de este tipo de drogas 
de tal modo que sirvan de fundamento para el uso racional de los fármacos 
antihelmínticos. 
Selección de antihelmínticos: En el tratamiento de una enfermedad 
parasitaria se deberá considerar tanto las características del parásito, del 
huésped, el ambiente y el agente quimioterapéutico que se va a utilizar 
para seleccionar el antihelmíntico más adecuado. 
Factores dependientes del parásito. De entre los factores importantes a 
considerar se destacan: 
- Especie parasitaria - Ciclo evolutivo
- Estado parasitario (Adultos-inmaduros) - Características epidemiológicas.
- Presencia de huéspedes intermediarios - Resistencia a los antihelmínticos
 
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Factores dependientes del huésped: 
 
- Especie - Estado de salud 
- Edad - Nivel de inmunidad 
- Estado de nutrición - Resistencia genética 
 
Factores dependientes del antihelmíntico: 
 
Desde un punto de vista terapéutico, las principales características que debiera 
presentar un fármaco para ser considerado como un antihelmíntico ideal son: 
 
1.-Poseer un amplio espectro de actividad antiparasitaria, sobre todo debe 
demostrar una elevada eficacia tanto sobre formas adultas e inmaduras y en lo 
posible sobre estados larvarios inhibidos. También, su espectro de actividad 
debe relacionarse con la de presentar eficacia frente a parásitos de las 
diferentes especies domesticas presentes en una explotación ganadera. 
 
Se considera ideal que el antihelmíntico tenga un efecto parasiticida, es decir 
que debe producir la muerte del parásito. Una buena eficacia antihelmíntica 
significa que el antiparasitario es capaz de eliminar el 95 % de la población de 
parásitos del huésped. También es importante que la eficacia porcentual que 
tenga sobre estados inmaduros y larvarios sea tan buena como sobre formas 
adultas. Si se usan antihelmínticos efectivos sólo sobre formas adultas, será 
necesario efectuar administraciones repetidas para eliminar aquellos parásitos 
adultos que eran larvas en el primer tratamiento. Se estima que una eficacia 
de un 100% no es necesariamente lo más deseable, ya que esto elimina 
totalmente la fuente de estimulación antigénica, para crear anticuerpos contra 
parásitos, lo que debilita la resistencia adquirida del animal. 
 
2.- Amplio índice terapéutico: El antihelmíntico ideal no debe condicionar 
ningún tipo de daño al animal. Su fundamento se debe a que los tratamientos 
en masa de gran número de animales en que se usan equipos automáticos de 
dosificación, no permiten el calculo de dosis individuales y es necesario usar 
una dosis que equivalga al promedio del rebaño, lo que significa que los 
animales más pequeños o más débiles puedan recibir una sobredosis. 
 
Los fármacos antiparasitarios serán más seguros para el animal sí su 
mecanismo de acción afecta sólo sistemas bioquímicos propios del parásito y 
no del huésped. Esta es una de las razones del gran margen de seguridad de 
los antihelmínticos derivados de benzimidazoles. En algunos casos el 
 
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fármaco afecta reacciones enzimáticas similares en el parásito y el huésped, 
si esto ocurre es fácil que se produzcan efecto adversos en el animal. Un 
ejemplo de esta situación lo dan los antihelmínticos organofosforados que 
afectan tanto a las acetilcolinesterasas del parásito como las del huésped. 
 
3.- Facilidad de administración: La vía de administración de un 
antiparasitario, el volumen y el número de veces en que se debe administrar, 
determina cuan fácil o dificultosa es su utilización. 
 
4.- Estabilidad química: Los más aceptados son aquellos que no se inactivan 
fácilmente en sus envases y que estos no deben ser mantenidos en 
condiciones especiales de protección de luz o de refrigeración, para que no 
pierdan su actividad. 
 
MECANISMOS DE ACCION DE LOS ANTIHELMINTICOS. 
 
Las funciones que mantienen la vida del parásito están basadas 
principalmente en la mantención de un sitio de alimentación ventajoso y en 
utilizar el alimento ingerido para generar energía química necesaria para la 
realización de sus procesos vitales. Además, el parásito requiere de una 
adecuada coordinación muscular para mantenerse adherido al sitio de 
alimentación elegido. Por lo tanto, las bases farmacológicas del modo de 
acción de la mayoría de los antihelmínticos generalmente involucran la 
interferencia de las funciones del parásito relacionada con los siguientes 
procesos: 
 
a) Obtención de energía. 
b) Coordinación neuromuscular. 
c) Reproducción del parásito 
 
a) Procesos de obtención de energía: Los helmintos obtienen energía por la 
ingestión de hidratos de carbono (glucosa). Estos participan en un 
proceso de fermentación anaerobia cuyos productos finales son ácidos 
grasos orgánicos y alcoholes. Dicha energía es consumida por el parásito 
para desarrollar sus funciones de motilidad y reproducción. 
 
El modo de acción de algunos antihelmínticos, como por ejemplo los 
benzimidazoles, se manifiesta a través de la interferencia de procesos 
metabólicos tendientes a la obtención de energía, ya sea mediante la 
inhibición de reacciones enzimáticas, o bien interfiriendo directamente en 
el transporte de glucosa, procesos ambos que resultan de importancia vital 
 
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para la sobrevivencia del parásito. Por el hecho que la mayoría de los 
antihelmínticos que actúan a través de este mecanismo de acción 
requieren de un período de contacto prolongado para producir la 
eliminación o muerte del parásito, se requiere que los antihelmínticos 
tengan una prolongada permanencia en el organismo con el fin de que 
estos mantengan su acción hasta que las reservas de energía del parásito 
hayan sido completamente agotadas. 
 
a.1. Inhibidores de reacciones mitocondriales 
Benzimidazoles - Albendazol - Oxfendazol 
 - Cambendazol - Tiabendazol 
 - Fenbendazol 
 
Pro-benzimidazoles - Febantel 
 - Netobimin 
 
Imidazotiazoles - Levamizol 
 - Tetramizol 
 
Los benzimidazoles inhiben la enzima fumarato reductasa y así bloquean la 
formación metabólica de enlaces de alta energía (ATP) necesarios para la 
contracción muscular, los cuales están asociados con la reducción de 
fumarato a succinato en la mitocondria. 
 
a.2. Inhibidores del transporte de glucosa: Se ha demostrado que los 
benzimidazoles al ser ingeridos por los helmíntos parásitos son captados por 
las células del esófago e intestino, donde se unen a la proteína celular tubulina 
inhibiéndola. La tubulina es la sub-unidad funcional de los microtúbulos que 
realizan una gran variedad de funcionescelulares importantes tales como el 
movimiento de los cromosomas durante la división celular; el movimiento 
intracelular de nutrientes, además, proveen el esqueleto estructural de la 
célula. Los bencimidazoles se unen a la proteina tubulina e inhiben la 
polimorización de la misma para formar microtúbulos. Por lo tanto, presentan 
un efecto letal para huevos y larvas, un efecto tóxico para formas adultas y 
larvas en estado hipobiótico. Se ha observado por ejemplo que mebendazol y 
fenbendazol inducen la desaparición de los microtúbulos citoplasmáticos de 
las células tegumentarias e intestinales de céstodos y nemátodos, lo que 
posteriormente produce alteraciones en el revestimiento de las membranas 
seguido por una disminución en la digestión y absorción de nutrientes, 
principalmente la glucosa. 
 
 
 
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a.3. Desacopladores de la fosforilación oxidativa. El desacoplamiento de la 
fosforilación oxidativa ha sido demostrada para una gran variedad de 
compuestos químicos pero especialmente es el modo de acción descrito para 
los fármacos fasciolicidas derivados de las salicilanilidas y de los 
nitrofenoles. A través de este mecanismo desconectan las reacciones 
mitocondriales responsables del transporte de electrones durante la 
generación de energía necesaria para la mantención del metabolismo y de la 
actividad muscular del parásito. Debido a que estos compuestos inhiben la 
fosforilación oxidativa de las células del huésped su margen de seguridad no 
es muy amplio, aunque sí lo suficientemente adecuado para utilizarlo en 
condiciones de campo en niveles de dosificación correctos. 
 
 
a.3. Desacopladores de la fosforilación oxidativa 
- Salicilanilidas - Oxiclozanida 
 - Rafoxanide 
 - Closantel 
 - Clioxanida 
 
- Nitrofenoles y Bifenoles -Nitroxinil 
 -Niclofolan 
 -Hexaclorofeno 
 
 
b. Coordinación neuromuscular. La actividad neuromuscular del parásito le 
permite mantenerse adosado a los tejidos del huésped de tal modo de 
permanecer en su sitio de alimentación necesario para la obtención de 
nutrientes. Los fármacos antihelmínticos que actúan interfiriendo la actividad 
neuromuscular del parásito lo pueden hacer a través de los siguientes 
mecanismos: 
 
1.- Inhibidores del metabolismo de la acetilcolina 
* Organofosforados - Triclorfon 
 - Diclorvos 
 - Coumafos 
2.- Agonistas colinérgicos 
*Imidazotiazoles *Pirimidinas 
- Levamisol - Morantel 
- Tetramisol - Pirantel 
 
 
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3.- Hiperpolarizantes neuromusculares. 
- Piperazina 
 
4.- Potenciadores de neurotrasmisores inhibitorios. 
 
Avermectinas Milbemicinas 
- Abamectina Doramectina Moxidectina 
-Ivermectina Eprinomectina 
 
b1.- Inhibidores del metabolismo de la acetilcolina. En el parásito la 
acetilcolina cumple las mismas funciones que en los animales superiores, 
principalmente de actuar como neurotransmisor en la sinapsis neuromuscular, 
facilitando con ello la mantención del tono muscular. De igual modo ella es 
metabolizada por la acción de las enzimas acetilcolinesterasas, previniendo 
con ello la excesiva estimulación muscular del parásito. 
 
Los organofosforados son fármacos capaces de unirse en forma irreversible a 
la acetilcolinesterasa impidiendo la inactivación de la acetilcolina, 
produciendo una estimulación constante provocada por un exceso de 
neurotrasmisor, desencadenando una parálisis espástica. En estas condiciones 
los parásitos gastrointestinales no son capaces de mantener su posición unido 
a la mucosa intestinal eliminándose a través de las heces. 
 
b2.- Agonistas colinérgicos (Parálisis espástica). Algunos fármacos como 
los derivados imidazotiazoles y sales de pirimidinas, afectan el sistema 
neuromuscular del parásito actuando como agonistas colinérgicos nicotínicos 
y estimulan la unión mioneural del parásito produciendo al igual que los 
organosfosforados una contracción muscular sostenida con parálisis espástica 
de los helmintos. 
 
b3.- Hiperpolarizantes musculares (parálisis flácida). Es el mecanismo de 
acción descrito para las sales de piperazina las cuales producen una 
hiperpolarización de las células musculares del verme, que resulta en un 
efecto similar al curare con una parálisis flácida y la expulsión del parásito del 
tracto gastrointestinal. 
 
b4.- Potenciadores de neurotransmisores inhibitorios (Parálisis flácida). 
Es el mecanismo de acción propuesto para los antihelmínticos derivados de 
las avermectinas. Se ha propuesto que la ivermectina actúa sobre los 
nemátodos y artrópodos susceptibles potenciando la liberación y la unión del 
Acido Gamma Animo Butírico (GABA) a su receptor en la sinapsis nerviosa 
 
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de los parásitos. El GABA, actuaría como neurotransmisor inhibitorio 
produciendo una hiperpolarización de la célula muscular del parásito 
induciendo una parálisis flácida de éste, facilitando su eliminación desde el 
sitio de unión en los tejidos del huésped. Este efecto hiperpolarizante se 
atribuye a un incremento en la permeabilidad de la célula nerviosa al ion cloro 
y posiblemente también al potasio. En el parásito el bloqueo del GABA se va 
a producir en la sinapsis existente entre el nervio ventral y los nervios 
motores, con una incoordinación y expulsión del parásito desde el huésped. 
 
c) Procesos de reproducción del parásito. La inhibición de producción de 
huevos en los helmintos constituye un aspecto importante de la actividad 
antihelmíntica de los benzimidazoles y de las fenotiazinas. En el caso de los 
benzimidazoles, esta actividad ovicida se manifiesta en menos de 24 horas 
después del tratamiento del huésped. Sin embargo, existen pocos antecedentes 
bioquímicos sobre la síntesis proteica en relación con el crecimiento y 
producción de huevos en los parásitos, es por ello que el mecanismo exacto 
de acción de los fármacos que afectan estos procesos del metabolismo 
parasitario aun no ha sido establecido.

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