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1. INTRODUCCIÓN La neuropsicología es la ciencia que trata de enten- der la relación existente entre la estructura y la función del cerebro, por un lado, y los procesos cognitivos y la conducta manifiesta, por el otro. En una definición más amplia, es el “estudio de las relaciones cerebro- conducta y de las repercusiones del daño cerebral o de la enfermedad cerebral en las capacidades cog- nitivas, sensorio-motoras, emocionales y de adapta- ción del individuo” 1. Dentro de las neurociencias o ciencias del cerebro humano, la neurociencia cogni- tiva trata de establecer las bases cerebrales de las actividades mentales o funciones cognitivas superio- res. Para ello, integra conocimientos procedentes de la biología, la fisiología, la anatomía y, especialmente, de la psicología y la neurología. En su vertiente aplicada, la neuropsicología clínica se ocupa de identificar, diagnosticar y rehabilitar las alteraciones cognitivas, conductuales y emocionales derivadas de disfunciones cerebrales. La neuropsico- logía clásica tuvo una clara orientación conductista y se afanó por el estudio y la localización topográfica de lesiones circunscritas o focales. En la segunda mitad del siglo XIX, los trabajos de Broca y Wernic- ke sobre las afasias (síndrome neuropsicológico por antonomasia) establecieron por primera vez un sus- trato neuroanatómico para disfunciones cognitivas específicas. Esta visión localizacionista, que puede rastrearse hasta las propuestas de la frenología, encaja mejor en la neurología porque las funciones más elementales pueden localizarse de manera pre- cisa en el córtex cerebral. Por ello, tradicionalmente se han estudiado pacientes con “daño cerebral”, es decir, con traumatismos cráneo-encefálicos, ictus o tumores cerebrales. En cambio, las enfermedades psiquiátricas no se caracterizan por lesiones cerebrales focales y su psicopatología es la de las funciones cognitivas más complejas. Por ello, las alteraciones cognitivas han ocupado un lugar secundario en psiquiatría y, de he- cho, siguen excluidas de los criterios diagnósticos al uso. Posteriormente, dos hechos vienen a explicar la progresiva implantación de la neuropsicología en psiquiatría. Por un lado, la neuropsicología cognitiva trasladó el enfoque de la lesión a los déficit cogni- tivos, mediante el estudio del procesamiento de la información por el cerebro (la “caja negra” del con- ductismo). Por el otro, una serie de estudios compa- rativos entre pacientes con esquizofrenia y pacientes con daño cerebral, siguiendo la distinción que se hacía antaño entre trastornos funcionales y orgáni- cos, coincidieron en señalar a finales de la década de 1970 que los rendimientos neuropsicológicos de ambos grupos eran indistinguibles. Este dato, junto con los signos de atrofia cortical y dilatación ventri- cular detectados en los estudios pioneros de neuro- imagen, sentó las bases para considerar la esquizo- frenia como una enfermedad cerebral. Más recientemente, gracias a la confluencia de in- vestigadores de las ciencias básicas del cerebro y de la cognición, ha surgido el empeño de esclarecer Neuropsicología Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 195 19/1/09 12:54:32 Vicent Balanzá Martínez y Rafael Tabarés Seisdedos196 los mecanismos neurobiológicos y neuropsicológi- cos subyacentes a la formación de síntomas psico- patológicos concretos, como las alucinaciones. Esta vuelta de tuerca constituye el objetivo de una ciencia emergente conocida como neuropsiquiatría cogniti- va. Uno de los modelos teóricos más originales2 ha propuesto que prácticamente todos los síntomas po- sitivos y negativos de las psicosis pueden explicarse en términos de alteraciones específicas en el proce- samiento de la información. En definitiva, la relación cerebro (cuerpo)-mente (alma) constituye uno de los interrogantes clave de la humanidad, desde los filósofos griegos hasta la actualidad, pasando por el dualismo cartesiano. Seguramente el desafío más importante de la neu- rociencia cognitiva es entender los mecanismos ce- rebrales responsables de los niveles superiores de la actividad mental humana, como la conciencia de uno mismo, el pensamiento, los sentimientos, o cómo el ambiente configura el desarrollo cerebral (cerebro social)3. Esto significa comprender la mente como propiedad emergente del cerebro y, en último térmi- no, la naturaleza humana. Este capítulo ofrece una introducción o panorámica general sobre la neuropsicología y, en especial, de sus aplicaciones o utilidad para la psiquiatría. 2. LAS FUNCIONES NEUROCOGNITIVAS La neurocognición puede definirse como la suma de las capacidades del cerebro humano para ad- quirir, procesar, integrar, almacenar y recuperar la información del entorno, haciéndolo de una manera adaptativa. Estos procesos mentales incluyen la per- cepción, la memoria, el aprendizaje, la atención, la vigilancia, la comprensión y la interpretación de di- cha información. Más recientemente se han incluido los aspectos emocionales, los procesos cognitivos o las operaciones mentales implicados en cómo pen- samos sobre nosotros mismos, otras personas, las situaciones sociales y las interacciones entre unos y otros (cognición social). Es decir, prácticamente todos los aspectos psicológicos. La evaluación neu- ropsicológica generalmente incluye las funciones po- tencialmente afectadas por trastornos neurológicos y psiquiátricos. De forma ideal, deberían evaluarse todos los aspectos psicológicos, más allá de lo pura- mente neurocognitivo, es decir, emocionales, socia- les, la personalidad y la adaptación al medio. Los distintos dominios y funciones cognitivas no son compartimentos estancos, sino que se relacionan entre sí. Seguidamente se realiza un sucinto repaso de las principales funciones cognitivas que suelen ser objeto de investigación en los trastornos psiquiá- tricos. De manera intencional, se han excluido el len- guaje y las habilidades visuoconstructivas (véase el capítulo sobre demencias) y la cognición social por considerar que no forma parte de la neuropsicología convencional. 2.1. MEMORIA Y APRENDIZAJE Es un conjunto complejo de procesos que registran, almacenan, consolidan y recuperan la información, así como reconocen la información previamente pre- sentada. Los modelos cognitivos actuales contem- plan la memoria como una función muy compleja. La memoria inmediata es la capacidad para retener in- formación on-line, generalmente durante unos pocos segundos. La memoria implícita o de procedimien- tos, que incluye la adquisición de habilidades per- ceptivo-motoras, opera a través de la conducta sin necesidad de experiencia consciente. En cambio, los contenidos de la memoria explícita o declarativa son directamente accesibles a la conciencia y consisten en información y conocimientos generales (memoria semántica) o de tipo autobiográfico (memoria epi- sódica). El material presentado puede ser verbal o visual. Típicamente, las tareas de recuerdo, como ge- nerar una lista de palabras o un dibujo, requieren un esfuerzo cognitivo mayor que las de reconocimiento, como decidir si una palabra o una imagen han sido presentadas o no con anterioridad. 2.2. LA ATENCIÓN Requisito necesario para el funcionamiento cognitivo general ya que se encarga de filtrar y seleccionar los estímulos que deben procesar otras tareas cogniti- Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 196 19/1/09 12:54:33 Neuropsicología 197 14 vas más complejas, como la memoria. En realidad es un concepto multidimensional que incluye: aten- ción focalizada (atender la información relevante), atención sostenida o vigilancia (mantener la atención en el tiempo), atención selectiva (ignorar estímulos distractores o irrelevantes), atención alternante (flexi- bilidad para cambiar de una tarea a otra) y atención dividida (realizar dos tareas diferentes de manera si- multánea, lo que indica la habilidad de trabajar en paralelo). 2.3. LAS FUNCIONES EJECUTIVAS Sonaquellas habilidades cognitivas superiores que nos permiten enfrentarnos a situaciones nuevas o complejas, controlar nuestra conducta y orientarla hacia nuestro objetivo. Incluye, entre otras, la reso- lución de problemas, la toma de decisiones, el razo- namiento abstracto, la comprobación de errores o la flexibilidad mental. En los últimos años, se ha abusa- do del término ejecutivo, que ha acabado convertido en una especie de paraguas y, por otro lado, se ha llegado a establecer una sinonimia entre funciones ejecutivas y (pre) frontales. Hay otras dos funciones que, siendo frontales, no son ejecutivas: la memoria de trabajo y la fluidez verbal. 2.4. LA MEMORIA OPERATIVA O DE TRABAJO Implica un proceso adicional de manipulación de la información retenida en la memoria inmediata para emitir una respuesta. Resulta vital para organizar los pensamientos y las acciones futuras en el contexto del pasado reciente. 2.5. LA FLUIDEZ VERBAL Permite generar el máximo número de palabras bajo consigna fonémica (empezar por una determinada le- tra) o semántica (pertenecer a una categoría). 2.6. LOS RENDIMIENTOS MOTORES Son el procedimiento más adecuado para valorar los problemas motores en los trastornos psiquiátri- cos. Se trata de una serie de tareas que evalúan la velocidad motora pura o de forma conjunta con la precisión. 2.7. LA INTELIGENCIA Puede considerarse una función cognitiva global. Sin embargo, la evaluación del cociente intelectual (CI) no es un método adecuado para estudiar funciones neurocognitivas concretas. 2.8. INTELIGENCIA PREMÓRBIDA Para poder hablar propiamente de deterioro cogniti- vo es preciso determinar el nivel de funcionamiento cognitivo previo a la enfermedad, es decir, la inteli- gencia premórbida del sujeto. Como poquísimas ve- ces se dispone de evaluaciones previas para poder compararlas con el rendimiento actual, habitualmen- te debe recurrirse a realizar una estimación mediante diversos métodos, ninguno de los cuales es comple- tamente satisfactorio. La estimación cualitativa tiene en cuenta los logros educativos o profesionales al- canzados por un sujeto, lo que no está exento de sesgos. Por ello, es preferible hacer una estimación cuantitativa a partir de los rendimientos en tareas ver- bales que se supone son relativamente resistentes (“inteligencia cristalizada”) a los efectos de la dis- función cerebral o de la edad, como el vocabulario, la comprensión verbal o la información general. En nuestro medio suelen utilizarse los rendimientos ac- tuales en pruebas de vocabulario. En cualquier caso, el mejor método para confirmar un deterioro cogniti- vo progresivo es la realización de evaluaciones repe- tidas en el tiempo. La estimación de la inteligencia premórbida tiene también utilidad para el pronóstico, ya que establece unas expectativas de recuperación, y en el pareamiento con el grupo control en investi- gación. 3. LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA La evaluación neuropsicológica es un complejo pro- ceso que va más allá de la medición o “pasación” de tests. Históricamente, este proceso se ha realizado Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 197 19/1/09 12:54:33 Vicent Balanzá Martínez y Rafael Tabarés Seisdedos198 desde dos enfoques conceptualmente diferentes, el cuantitativo/psicométrico y el cualitativo/observacio- nal (tabla 1). Cada modelo presenta ventajas e incon- venientes, por lo que últimamente se va imponiendo el eclecticismo. La evaluación neuropsicológica de tipo psicométrico cuantifica los rendimientos de los sujetos por medio de una serie de instrumentos estandarizados, con pro- piedades psicométricas adecuadas: los tests o prue- bas neuropsicológicas. La estandarización permite determinar si existe un déficit o no, mediante la com- paración estadística de los rendimientos del sujeto evaluado con los de un grupo normativo de referencia constituido por sujetos de similares características de- mográficas, habitualmente edad, sexo y escolaridad. Resulta muy complicado, cuando no imposible, esta- blecer un protocolo estándar de evaluación para pa- cientes psiquiátricos. La selección de instrumentos dependerá, entre otros factores, de la finalidad, del tiempo disponible y de la gravedad del deterioro. Lo que se ofrece seguidamente es una clasificación de los instrumentos de evaluación neuropsicológica se- gún su complejidad. • Sin duda, la evaluación más sencilla y asequible para los clínicos es el llamado abordaje de cabecera, que puede realizarse mediante la exploración del estado mental. Ésta proporciona información sobre las funcio- nes básicas de orientación, memoria, atención, con- centración, pensamiento abstracto y lenguaje (véase el capítulo correspondiente). La principal diferencia es que la evaluación neuropsicológica formal permite cuantificar las funciones cognitivas superiores. Los llamados tests breves, de cribado o screening pueden aplicarse a pie de cama o en la consulta. Son rápidos (entre 5 y 20 minutos) y fáciles de administrar y puntuar. Resultan útiles como una primera aproximación, para discriminar entre una situación normal y otra patológica. En sentido estric- to, no son instrumentos diagnósticos. El prototipo en el campo del deterioro cognitivo es el Examen Cognoscitivo–Mini mental. Sin embargo, éste resul- ta demasiado sencillo para detectar las alteraciones neurocognitivas presentes en el resto de trastornos psiquiátricos. • Una segunda aproximación la constituyen las “baterías neuropsicológicas”, que pueden ser fijas o flexibles. Las baterías fijas aplican de modo rígido unos tests prefijados, con in- dependencia del motivo de consulta y de la psicopatología de cada paciente. Las más empleadas en nuestro medio son la clásica de Halstead-Reitan, el Test Barcelona–PIEN y el CAMCOG, que es la subescala cognoscitiva de la entrevista CAMDEX. Aportan una infor- mación muy detallada del funcionamiento cog- nitivo y son muy sensibles a la presencia de daño cerebral. Sin embargo, son difícilmente aplicables en la investigación práctica y sobre todo en la clínica, por su gran consumo de tiempo. En cambio, las baterías flexibles apli- can tests específicos a la carta, que se selec- cionan según los problemas de cada paciente, por lo que ahorran tiempo. • Por último, se dispone de una amplísima oferta de tests neurocopsicológicos para evaluar fun- MODELO PSICOMÉTRICO OBSERVACIONAL Administración de las pruebas Rígida (baterías fijas) Flexible “a la carta” Interpretación de los resultados Cuantitativa, por comparación con baremos Cualitativa, según experien- cia evaluador Énfasis Resultados ¿cuánto? Mecanismo ¿cómo? Sustentado en un modelo sobre el funcionamiento cerebral No Sí Validez interna Baja Alta Validez externa Alta Baja Especificidad Baja Alta Sensibilidad Alta Baja TABLA 1. Los dos modelos o enfoques tradicionales en neuropsicología Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 198 19/1/09 12:54:33 Neuropsicología 199 14 ciones cognitivas específicas, como la memoria o la atención. La mayoría de los tests de uso ha- bitual son de lápiz y papel. Sin embargo, en los últimos años se han ido desarrollando algunas baterías computerizadas, como la Cambridge Neuropsychological Test Automated Battery (CANTAB). Sin ánimo de ser exhaustivos, la ta- bla 2 recoge un listado de aquéllos de uso más habitual en psiquiatría. El lector interesado en una mayor profundización puede consultar ma- nuales especializados4,5 y otras referencias6. 4. APLICACIONES DE LA NEUROPSICO- LOGÍA EN PSIQUIATRÍA Los beneficios que la psiquiatría puede obtener de la neuropsicología alcanzan cinco ámbitos4,7 (tabla 3). a. Diagnóstico. El objetivo clásico de la neurop- sicología, la localización de la lesión, ha que- dado relegado gracias a la mayor precisión de las técnicas de imagen cerebral. Otra solicitud clásica consistía en discernir entre trastornos Diagnóstico Obtención de un perfil neuropsicológico, con funcio- nes conservadas y alteradas Diagnóstico diferencialMonitorizar la evolución en el tiempo Pronóstico Indicador del pronóstico funcional Evaluación ecológica Tratamiento Planificación e implementación de programas de rehabilitación neurocognitiva individualizados Valorar las repercusiones cognitivas de los distintos tratamientos Ayudar en la toma de decisiones clínicas relacionadas con necesidades Médico–legales Determinación de la capacidad civil Evaluación de competencias Investigación Genética: identificación de endofenotipos neurocog- nitivos Fisiopatológica: correlatos neurobiológicos TABLA 3. Aplicaciones de la neuropsicología en psiquiatría FUNCIONES COGNITIVAS INSTRUMENTOS Inteligencia general WAIS–IIIMatrices progresivas de Raven Estimación inteligencia premórbida Vocabulario WAIS–III Atención y velocidad psicomotora Trail Making Test, parte A Continuous performance test Clave de números WAIS–III Dígitos WAIS–III, en orden directo Memoria y aprendizaje Escala de memoria de Wechsler Test de aprendizaje verbal España–Complutense Test de retención visual de Benton Test de la figura compleja de Rey Funciones ejecutivas Test de Stroop Trail Making Test, parte B Wisconsin Card Sorting Test Memoria de trabajo WAIS–III, en orden inverso Fluidez verbal Test de animales FAS Habilidades motoras Finger Tapping Test Grooved Pegboard Test Capacidades visuoespaciales, visuoconstuctivas y visuoperceptivas Copia de la figura compleja de Rey Cubos WAIS–III Test de orientación de líneas de Benton TABLA 2. Instrumentos neuropsicológicos de mayor uso en psiquiatría en nuestro medio Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 199 19/1/09 12:54:34 Vicent Balanzá Martínez y Rafael Tabarés Seisdedos200 1 4 neurológicos (orgánicos) y psiquiátricos (fun- cionales). Afortunadamente, la manida petición “descartar organicidad” va pasando a la his- toria. Sin embargo, el diagnóstico diferencial sigue resultando muy útil, especialmente para el diagnóstico temprano de las demencias. Es muy importante poder determinar si un ancia- no con quejas de memoria presenta el inicio de una demencia, una depresión con manifes- taciones cognitivas o un trastorno específico de la memoria (véase más adelante). En este sentido, la evaluación longitudinal permite mo- nitorizar el deterioro o la mejoría de la función cognitiva en el tiempo. Hay que recordar que la evaluación neuropsicológica de forma aisla- da no permite establecer un diagnóstico, sino que necesariamente los resultados deben in- terpretarse de forma conjunta con otros datos clínicos y paraclínicos. b. Pronóstico. La neuroimagen no nos dice absolutamente nada sobre el funcionamiento diario de los pacientes. En cambio, la neurop- sicología puede ayudar al clínico a tomar de- cisiones sobre el pronóstico y el tratamiento. Resulta vital comprender el significado funcio- nal de los déficit cognitivos, es decir, el grado en que éstos repercuten en las áreas social, laboral, académica o familiar del funciona- miento cotidiano. Si los pacientes presentan alteraciones cognitivas difícilmente van a al- canzar la recuperación funcional o llevar una vida autónoma. Por ejemplo, la memoria y el aprendizaje son necesarios para realizar nu- merosas tareas sociales y laborales, como: aprender nuevas tareas o recordar citas. Las funciones ejecutivas implican, por ejemplo, la capacidad de planificar el trabajo diario, prio- rizar actividades o resolver problemas. Los déficit atencionales pueden dificultar seguir una conversación, una película o inhibir con- ductas sociales inadecuadas. Precisamente, una de las principales razones del auge reciente del estudio neurocognitivo de enfermedades psiquiátricas graves es que las alteraciones neurocognitivas son uno de los mejores predictores del pronóstico funcional. Concretamente, los rendimientos en tareas atencionales, ejecutivas y de memoria verbal predicen aspectos del funcionamiento como la resolución de problemas, la adquisición de habilidades sociales y el funcionamiento en la comunidad de pacientes con esquizofrenia8 y algo similar sucede en el trastorno bipolar9. c. Tratamiento. El objetivo último de la eva- luación neuropsicológica es la rehabilitación neurocognitiva. Los programas deben ser in- dividualizados, para lo cual es imprescindible conocer las funciones alteradas y conservadas en cada paciente. También permite evaluar las repercusiones neurocognitivas, beneficiosas o perjudiciales, de diferentes tratamientos. En la práctica clínica, debería sopesarse el per- fil neurocognitivo de los distintos fármacos, tratando de seleccionar aquellos con mínima o nula repercusión. En este sentido, los in- vestigadores y la industria farmacéutica han sentado las bases para evaluar los nuevos psi- cofármacos desde el punto de vista neuropsi- cológico10. d. Médico–legal. La neuropsicología posibilita realizar evaluaciones periciales en casos de accidentes de circulación o simulación y ayu- da a determinar competencias, como la con- ducción de vehículos, el manejo de finanzas, la capacidad laboral o la capacidad civil. e. Investigación. Finalmente, la neuropsicolo- gía ha ayudado a conocer mejor el funciona- miento cerebral tanto normal como patológico. Ya se ha comentado que la neuropsiquiatría cognitiva trata de comprender la relación entre déficit cognitivos y síntomas concretos. Ade- más, gracias a la sofisticación de las técnicas de neuroimagen funcional, es posible tratar de correlacionar las alteraciones neurocogni- tivas con variables neurobiológicas y así pro- fundizar en la fisiopatología de los trastornos psiquiátricos. La tabla 4 recoge las relaciones obtenidas, mediante investigación neuropsi- cológica y de imagen cerebral, entre algunas manifestaciones clínicas características de los trastornos psicóticos, los procesos cognitivos Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 200 19/1/09 12:54:34 Neuropsicología 201 14 TABLA 5. Principales limitaciones de la investigación neuropsicológica en psiquiatría y las áreas cerebrales implicadas en la esqui- zofrenia y el trastorno bipolar. Por último, la in- vestigación de endofenotipos cognitivos pue- de ser útil para conocer las bases genéticas, moleculares y celulares de las enfermedades psiquiátricas. En resumen, el gran desarrollo de la neuroimagen favoreció que la neuropsicología perdiese su carác- ter eminentemente diagnóstico como herramienta localizadora y se reorientase hacia objetivos más prácticos y útiles, entre los que se encuentran la repercusión funcional de los déficit, la identificación de predictores de pronóstico y una mayor participa- ción en los cuidados, especialmente en la rehabili- tación de los déficit. 5. LIMITACIONES DE LA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA Existen diversos factores que pueden restar fiabili- dad a una evaluación neuropsicológica, unos gené- ricos de la neuropsicología y otros específicos de la evaluación de enfermedades psiquiátricas (tabla 5). Entre los primeros, sin duda el principal problema es MANIFESTACIONES CLÍNICAS PROCESOS COGNITIVOS ÁREAS CEREBRALES Alteraciones del humor Percepción de los afectos Cognición social Percepción y manejo de las emociones Amígdala Cingulado anterior Córtex orbitofrontal Alucinaciones verbales Circuito fonológico Automonitorización verbal Córtex parietal dominante Área motora suplementaria Circunvolución temporal superior Delirios Trastornos formales del pensamiento Trastornos de la memoria semántica Procesamiento semántico/razonamiento Circuitos frontotemporales Trastornos motores Apraxias Programas y subprogramas motores Córtex motor Área motora suplementaria Cingulado anterior Trastornos de la memoria Conducta desorganizada Memoria episódica o autobiográfica Lóbulo temporal medial Córtex prefrontal dorsolateral Prosopagnosia Reconocimiento y procesamiento facial Córtex occipital y temporal derecho Pobreza de lenguaje Trastornos formales del pensamiento Procesamiento léxico Producción de palabras Córtex temporal inferior izquierdo Córtex frontal inferior izquierdoDe la evaluación neuropsicológica Se dispone de muy pocos instrumentos normaliza- dos en población española Falta de univocidad entre los tests y la función neuro- cognitiva evaluada Necesidad de controlar variables genéricas que pueden afectar a los rendimientos* – Edad y sexo – Escolaridad e inteligencia premórbida – Dominancia manual – Fatiga y estados fisiológicos (hambre, sueño) – Influencia de las sustancias de abuso – Antecedentes de enfermedades neurológicas – Efecto de la práctica del test (sobre todo memoria) De las enfermedades psiquiátricas Control de aspectos específicos – Estado clínico – Motivación, interés y grado de colaboración – Dificultades de comprensión – Efecto de los psicofármacos Excepto en la esquizofrenia y las demencias, la mayoría de las evaluaciones son transversales * es necesario un adecuado control en toda evaluación neuropsicológica recomendable además en el caso específico de pa- cientes psiquiátricos Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 201 19/1/09 12:54:35 Vicent Balanzá Martínez y Rafael Tabarés Seisdedos202 14 que la inmensa mayoría de instrumentos han sido desarrollados en inglés y no están estandarizados en población española. En segundo lugar, no exis- ten tests puros ya que se precisa la participación e integración de diferentes procesos cognitivos para conseguir un rendimiento adecuado. Por ejemplo, en el Trail Making Test intervienen el control men- tal, el procesamiento visuo-motor, la memoria de trabajo y la ejecución motora. Por último, ningún test de manera aislada es capaz de discriminar ní- tidamente a los pacientes de los controles sanos, sino que los porcentajes de solapamiento son con- siderables. El caso particular de la evaluación de pacientes con enfermedades psiquiátricas supone la necesidad de controlar la influencia de otras variables, como el estado clínico, la motivación o los psicofárma- cos. La ansiedad y la depresión pueden interferir en los rendimientos en tareas de concentración, mientras que otros síntomas, como las alteracio- nes perceptivas o el enlentecimiento psicomotor, pueden repercutir negativamente. Además, la fal- ta de motivación, el desinterés y la inatención son problemas intrínsecos de algunas enfermedades, como la esquizofrenia, y pueden resultar difíciles de evaluar. Un aspecto especialmente interesante es la in- fluencia de los psicofármacos sobre la cognición. La aparición de los antipsicóticos atípicos favore- ció que se albergasen expectativas optimistas so- bre la posibilidad de mejorar la disfunción cogniti- va en la esquizofrenia. Actualmente la controversia sobre la obtención de mayores beneficios cogni- tivos con estos fármacos frente a los neurolépti- cos convencionales dista mucho de estar resuelta. Una serie de limitaciones metodológicas11 invitan a una mayor cautela en la interpretación de los re- sultados. La mejoría obtenida es de magnitud mo- desta y, además, en ningún estudio se ha podido demostrar una reversión de los déficit. En cuanto al litio, actualmente no está demostrado que perju- dique significativamente la función cognitiva, pero tampoco hay pruebas sobre efectos beneficiosos. Los efectos cognitivos de los antiepilépticos de primera generación, como carbamazepina y ácido valproico, son dosis-dependiente, aumentan con la politerapia y suelen revertir tras la retirada del fármaco. En cambio, los nuevos antiepilépticos parecen tener un perfil cognitivo más favorable. Entre los antidepresivos, los tricíclicos provocan una mayor afectación cognitiva que el resto, por- que sus efectos anticolinérgicos y antihistamínicos interfieren en tareas de memoria y psicomotoras. También los correctores antiparkinsonianos, espe- cialmente aquéllos con propiedades anticolinér- gicas, repercuten negativamente en los procesos de aprendizaje y memoria verbal. Finalmente, los efectos perjudiciales de las benzodiazepinas sobre tareas psicomotoras tienden a remitir conforme se desarrolla tolerancia a la sedación. En cambio, la interferencia sobre la memoria persiste a más largo plazo. Las benzodiazepinas provocan sobre todo una amnesia anterógrada (adquisición de nueva información) sin afectación de la memoria retró- grada. En resumen, prácticamente todos los psicofárma- cos de uso habitual en psiquiatría pueden influir de manera negativa en los rendimientos neurocog- nitivos. Uno de los aspectos más paradójicos es que pacientes y profesionales suelen infravalorar- los. Específicamente, los fármacos con propieda- des anticolinérgicas y las benzodiazepinas suelen interferir en tareas de memoria y psicomotoras. En la práctica clínica, determinar qué parte del déficit cognitivo se debe a los fármacos supone un verda- dero reto, especialmente en casos de politerapia. Además, razones éticas impiden evaluar neurop- sicológicamente a los pacientes sin medicación. Actualmente se piensa que los psicofármacos no explican todos los déficit cognitivos presentes en los trastornos psiquiátricos. Uno de los principales argumentos para ello es que los pacientes nunca medicados (naïve) presentan disfunciones simi- lares a las de aquéllos en tratamiento. Los tests neuropsicológicos, diseñados originalmente para estudiar enfermedades cerebrales focales, no son probablemente las mejores herramientas para identificar las disfunciones de las enfermedades psiquiátricas, que son de naturaleza sutil y difusa. Sin embargo, están bastante extendidos a nivel asistencial e investigador, por lo que el psiquiatra debe estar familiarizado con ellos. Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 202 19/1/09 12:54:35 Neuropsicología 203 14 6. NEUROCOGNICIÓN EN LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS GRAVES En general, la búsqueda de perfiles neurocognitivos específicos para cada enfermedad psiquiátrica ha resultado estéril. Ello se debe, en parte, a su gran heterogeneidad. Los déficit encontrados son cuali- tativamente similares, pero aparecen con diferente intensidad. Las enfermedades más estudiadas han sido las demencias y la esquizofrenia. Seguidamen- te se ofrece un resumen de los conocimientos ac- tuales (para una mayor información pueden consul- tarse otras referencias12,13). 6.1. SÍNDROME DEMENCIAL Las demencias se caracterizan por una afectación global del funcionamiento cognitivo (véase el capí- tulo correspondiente). Como el deterioro cognitivo es progresivo, es necesario disponer de una eva- luación basal y monitorizarlo en el tiempo. En este sentido, la evaluación neuropsicológica es un ele- mento clave para realizar el diagnóstico del síndro- me demencial y también para su diagnóstico dife- rencial con el envejecimiento normal, los trastornos cognitivos selectivos, el delirium y la seudodemen- cia depresiva (véase más adelante). 6.2. ESQUIZOFRENIA Los pacientes con esquizofrenia presentan, en comparación con los sujetos sanos, problemas en la realización de casi todos los tests neurop- sicológicos convencionales. Las funciones más ampliamente afectadas son las tareas ejecutivas y motoras, la memoria y la atención en sus distin- tas modalidades, las cuales destacan sobre una disfunción cognitiva generalizada. Las funciones relativamente preservadas en la esquizofrenia son los conocimientos verbales y el lenguaje en sus vertientes de comprensión y denominación. Ade- más de afectar a la mayoría de los pacientes, la intensidad de la disfunción cognitiva es igual o superior a la encontrada en algunos trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple. Por una serie de razones (tabla 6) constituye un rasgo pri- mario o esencial de la enfermedad14, de manera que actualmente se considera que la esquizofrenia es un trastorno complejo cuya expresión es esen- cialmente neurocognitiva15. 6.3. DEPRESIÓN UNIPOLAR La función cognitiva más afectada es la memoria decla- rativa, seguida de la fluidez verbal, la atención sostenida y la velocidad psicomotora, estando más conservadas la memoria semántica, la memoria de trabajo,el razona- miento conceptual y las habilidades visuo-perceptivas. En los trastornos afectivos, uno de los datos más con- sistentes es la disociación que se produce en memoria, estando alterada la explícita y conservada la implícita. Hasta fechas relativamente recientes se habían asumido las alteraciones neuropsicológicas como un mero epife- nómeno de la sintomatología depresiva, es decir, transi- torias y reversibles de forma paralela a la mejoría clínica. Hoy se sabe, sin embargo, que pueden persistir más allá de la remisión clínica16. La variabilidad de la afectación es mayor que en la esquizofrenia La aparición de tras- tornos cognitivos generalizados en pacientes deprimi- dos, especialmente ancianos, se conoce como seudo- demencia depresiva y plantear, por su intensidad, dudas diagnósticas con el síndrome demencial (tabla 7). Afectan de forma significativa a la mayoría de los pacientes Déficit más intensos en memoria, atención y funciones ejecutivas, sobre la base de una afectación cognitiva generalizada No son secundarios a los psicofármacos, la institucionalización o los síntomas, aunque pueden guardar cierta relación con los síntomas negativos Muy estables durante la evolución Presentes desde el primer episodio, incluso en etapas premórbidas Presentes también en los familiares sanos de los pacientes (endofenotipos cognitivos) Predicen el pronóstico funcional En la actualidad constituyen un objetivo terapéutico TABLA 6. Principales características del funcionamento cognitivo en la esquizofrenia Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 203 19/1/09 12:54:35 Vicent Balanzá Martínez y Rafael Tabarés Seisdedos204 6.4. TRASTORNO BIPOLAR Muchos pacientes con trastorno bipolar presentan quejas subjetivas sobre su capacidad para memori- zar, concentrarse o planificar, incluso cuando se con- sidera que están asintomáticos. La exploración del funcionamiento cognitivo en el trastorno bipolar es mucho más reciente y menos abundante que en la esquizofrenia, debido a la creencia de que las altera- ciones cognitivas sólo serían observables durante los episodios afectivos y que remitirían de forma paralela a la clínica, comportándose como marcadores de es- tado. Investigaciones más recientes han demostrado que los déficit son independientes del estado clínico y que persisten durante la eutimia17,18. En la tabla 8 aparecen las principales características de la cogni- ción en este trastorno. 7. CONCLUSIONES El desarrollo contemporáneo de la neurociencia y de la neurociencia cognitiva en particular está configu- rando un cambio de enfoque en la relación cerebro- mente de manera que ambos términos son insepara- bles, lo cual significa, por una parte, que las funciones de la mente desde las más simples a las más comple- jas son expresión de la actividad cerebral, es decir, tienen un soporte biológico. En consecuencia, las alteraciones del pensamiento, afectividad o conduc- ta que caracterizan a las enfermedades psiquiátricas, incluso las que están claramente relacionadas con factores sociales, aparecen cuando la actividad del SEUDODEMENCIA DEPRESIVA DEMENCIA Inicio y progresión clínica rápidos Inicio insidioso, progresión más lenta Las quejas cognitivas subjetivas son abundantes y detalladas El paciente se queja poco o nada, oculta sus fallos, los minimiza o no es consciente de ellos Predomina la apatía y las respuestas del tipo “no sé”/“no me acuerdo” El paciente trata de hacer las tareas, suele fallar y responde “casi” El déficit de memoria puede mejorar dando pistas (problema de recuperación) No suele mejorar: problema en el registro de la información Respuestas más lentas, pero puede acertar Respuestas más rápidas, pero más erróneas Orientación típicamente conservada Puede estar afectada Funciones corticales conservadas Afasia, apraxia y agnosia identificables en fases iniciales Fluctuaciones en los rendimientos Estabilidad de los déficit Potencialmente reversible con el tratamiento de la depresión Deterioro progresivo en el tiempo TABLA 7. Algunas pistas para el diagnóstico diferencial entre el síndrome demencial y la seudodemencia Las funciones cognitivas involucradas son las mismas que en la esquizofrenia La influencia de la sintomatología sobre la cognición es mayor que en la esquizofrenia Algunos déficit pueden ser reversibles con la mejoría clínica, pero otros persisten también durante la eutimia La disfunción persistente caracteriza sólo a un subgru- po de pacientes Los escasos estudios longitudinales no permiten esta- blecer el momento de aparición de los déficit, aunque se asume que lo hacen de forma tardía en la evolución Los rendimientos neurocognitivos, especialmente en memoria verbal y funciones ejecutivas, empeoran con las recaídas TABLA 8. Principales características del funcionamiento neurocognitivo en el trastorno bipolar Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 204 19/1/09 12:54:36 Neuropsicología 205 14 cerebro se encuentra modificada o alterada. Y, por otra parte, los fenómenos mentales también influyen en el cerebro como se demuestra por las interven- ciones psicoterapéuticas y los condicionantes am- bientales sobre la plasticidad cerebral. Están escla- reciendo cómo influyen los factores psicosociales en la expresión génica y de qué modo los tratamientos psicosociales modifican la actividad cerebral. Sin duda, todo esto recuerda el modelo biopsicosocial de Engel19. Sin embargo, continúa abierto el enigma principal formulado en tiempos de Descartes: “com- prender cómo la materia (cuerpo, cerebro, circuitos neuronales) puede hacerse inteligente, cómo puede emocionarse”. Las cosas no van a ser fáciles. Nunca lo han sido. 8. BIBLIOGRAFÍA 1. Vanderploeg RD. Clinician´s guide to neuropsychological assessment. 2ª ed. Hillsdale: Lawrence Erlbaum Associates; 2000. 2. Frith CD. La esquizofrenia. Un enfoque neuropsicológico cognitivo. Barcelona: Ariel Psicología; 1995. 3. Tabarés-Seisdedos R, Balanzá-Martínez V. 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