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1. INTRODUCCIÓN El término obsesión (del latín obsidere, que significa asediar, investir, bloquear) fue utilizado en su sentido actual por Wartburg en 1799 y difundido bastante después por Luys (1883) y Falret (1889)1. A lo largo de la historia las manifestaciones obsesivas han sido conceptualizadas de formas muy diversas. Por ejemplo, mientras que en la psiquiatría inglesa la patología obsesiva ha sido descrita en el entorno de la culpa y la melancolía, la psiquiatría francesa enfati- zó los aspectos de la duda, la incertidumbre y el bajo tono energético y, por su parte, la psiquiatría alemana puso el acento en el origen intelectual y cognitivo del trastorno, concediendo importancia básica a los pen- samientos irracionales. En el siglo XX, bajo la influen- cia de la teoría psicoanalítica, pasa a formar parte de las neurosis. En la actualidad el trastorno obsesivo- compulsivo (TOC) está incluido dentro del epígrafe de los trastornos neuróticos en la CIE-10 y dentro de los trastornos de ansiedad en el DSM-IV-TR, pero es previsible que en el futuro DSM-V abandone este epígrafe para constituir una categoría o grupo más específico2. 2. EPIDEMIOLOGÍA Aunque los estudios iniciales calculaban una preva- lencia a lo largo de la vida de alrededor del 0,5%, estudios más recientes sitúan esta cifra en 2-3%. La prevalencia anual se estima entre el 1,5-2%. Sin em- bargo, esta alta prevalencia en la población no suele reflejarse en una frecuencia equivalente de estos ca- sos en la consulta, probablemente porque las perso- nas afectas suelen intentar esconder la sintomatología como sugiere el dato de que el tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y la primera consulta se sitúa alrededor de siete-ocho años. Las mujeres tie- nen la misma probabilidad de padecer TOC que los varones, si bien estos últimos pueden tener un inicio más precoz. Los síntomas básicos han sido descritos en culturas muy diversas, aparte de la occidental, lo que apoya la validez como entidad clínica3. 3. ETIOPATOGENIA Las teorías psicodinámicas proponían que la neurosis obsesiva supondría un fallo en la etapa edípica con regre- sión al estadío sádico-anal. Sin embargo, estas teorías tienen más interés histórico que aplicación terapéutica y las hipótesis etiopatogénicas actuales están centra- das en modelos biológicos y cognitivo-conductuales. Neuroanatomía. Las teorías biológicas del TOC tienen su punto de partida en la década de los años 20 cuando la epidemia de encefalitis le- tárgica permitió observar casos cuyas secuelas eran superponibles a las manifestaciones obse- sivas. Esta hipótesis se refuerza por la frecuente presencia de síntomas obsesivos en patologías neurológicas con afectación de ganglios basa- Trastorno obsesivo- compulsivo Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 365 19/1/09 12:55:45 José Manuel Menchón y Julio Vallejo366 25 les, como en el síndrome de Gilles de La Tourette o casos de corea. Diversos estudios de neuroima- gen estructural y funcional sugieren la afectación de circuitos córtico-estriados, más específica- mente de circuitos órbitofrontal-estriado-talámico- corticales. Estos estudios han hallado cambios en volumen y una mayor actividad en regiones órbi- tofrontales, cingulado anterior y núcleo caudado4. Esta hiperactividad funcional se normaliza tras un tratamiento eficaz, tanto farmacológico como con terapia de conducta5. Es de interés señalar la asociación entre infecciones estreptocócicas en la infancia y subsiguientes síntomas obsesivos y tics (PANDAS, o paediatric autoimmune neu- ropsychiatric disorders associated with strepto- coccal infections), que sugiere la participación de factores autoinmunes que afectan a ganglios basales al menos en algunos casos de TOC6. Bioquímica. Las hipótesis bioquímicas del tras- torno obsesivo-compulsivo surgen con la obser- vación de la mejoría de la sintomatología con la clomipramina y la evidencia de su mayor eficacia en estos trastornos cuando es comparada con otros antidepresivos de una acción predominan- temente noradrenérgica como la nortriptilina o la desipramina. Otro tipo de estudios como son marcadores periféricos de serotonina o de esti- mulación farmacológica, aunque con resultados algo más variables, también sugieren la participa- ción de la neurotransmisión serotoninérgica en la fisiopatología del TOC7. No obstante, otros es- tudios sugieren la posible participación de otros sistemas de neurotransmisión como el sistema dopaminérgico y glutamatérgico. Genética. Los estudios familiares han hallado en su mayoría una mayor prevalencia de TOC entre los familiares de primer grado de los pro- bandos que en los de los controles. En conjunto, las cifras halladas en los estudios se sitúan alre- dedor del 3-12%, de familiares de primer grado afectos de TOC y del 8-31% si se incluyen los síntomas subclínicos. Los estudios en gemelos han hallado una concordancia mayor en geme- los monozigóticos, alrededor del 60%, que en dizigóticos los cuales se sitúan alrededor de un 30%. Diversos estudios acreditan la presencia de componentes genéticos en el TOC. Sin em- bargo, no se ha podido establecer ni el modo de transmisión ni los genes implicados. Aunque los estudios han examinado genes relacionados con el sistema serotoninérgico y dopaminérgi- co, principalmente, así como también otros ge- nes de otros sistemas de neurotransmisión o relacionados con la inmunidad, neurotrofinas o el desarrollo, los resultados hasta la actualidad son controvertidos o no han sido adecuadamen- te replicados por lo que no se ha identificado de forma clara un gen relacionado con el TOC2. Teorías conductistas. Se basan en teorías del aprendizaje. La ansiedad se asociaría a situacio- nes específicas, como ensuciarse, y el éxito en la reducción de la ansiedad, por ejemplo mediante el lavado, favorecería la posibilidad de desarrollar conductas compulsivas. La importancia de los modelos conductuales, no obstante, ha residido en la eficacia como técnicas de tratamiento. Modelos cognitivos. Existen diversas teorías cognitivas del TOC que se han agrupado en dos modelos teóricos: la teoría de la evaluación del riesgo y la de los procesos cognitivos. Estos úl- timos postulan un déficit en procesos cognitivos como la atención (dificultad en inhibir la aten- ción dirigida a información irrelevante), memoria (posibles dificultades o falta de confianza en el recuerdo de acciones realizadas anteriormente, sesgo en favor de la información relacionada con los temores obsesivos) y estructuración de la in- formación recibida (con tendencia a la hiperca- tegorización). No obstante, desde la perspectiva de tratamiento, se ha prestado mayor atención a los procesos relacionados con la evaluación del riesgo y la capacidad para afrontar la situación. Los síntomas obsesivos serían consecuencia del particular significado que los pacientes asignan a la aparición o contenido de pensamientos in- trusivos no deseados. Si el paciente interpreta estos pensamientos como indicativos de una mayor responsabilidad personal, generará ma- yor ansiedad o incomodidad personal y el inten- to de realizar conductas que los neutralicen3. Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 366 19/1/09 12:55:46 Trastorno obsesivo-compulsivo 367 25 4. CLÍNICA El trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por la presencia de obsesiones o compulsiones. En la tabla 1 se muestran algunas preguntas para el screening del TOC. Las obsesiones (tabla 2) son pensamientos, impulsos o imágenes mentales cuyas principales características son las siguientes: - vencia como extraños. Esta cualidad insólita, in- apropiada de las obsesiones se ha denominado ‘ego-distónica’. Escapan al control voluntario e in-Escapan al control voluntario e in- vaden progresivamente su actividad cognitiva de forma agobiante. conciencia de absurdo. El sujeto las reconoce como patológicas y procedentes de sí mismo, aunque se oponga a ellas. Sin embargo, en al- gunoscasos esta conciencia de enfermedad o insight no está presente. - tante, no es específica del obse sivo, sino que también puede darse en el marco de la patología obsesivoide. contenido desagradable o negativo y no son de la clase que el individuo esperaría tener. . La duda es un fenómeno muy específico de esta patología. Gran parte de los actos obsesivos son consecuencia de pen- samientos cuyo embrión es la duda. . El agobio psíquico que crean las obsesio nes ori- gina una intensa ansiedad que el paciente in- tenta conjurar a través de defensas de diversa índole (rituales), que configuran y complican la sintomatología inicial. El individuo intenta resis- tirse a los mismos o suprimir las obsesiones, lo que supone una lucha interna que genera gran ansiedad. persona, afectando a áreas personales, familia- res, sociales y laborales. Las compulsiones son conductas o actos mentales repetitivos que aparecen en respuesta a las obse- siones. Estas conductas o actos mentales que se realizan repetidamente constituyen rituales que no son placenteros ni útiles en sí mismos, pero que para el paciente tienen la función de prevenir o con- jurar hechos objetivamente improbables. A pesar de que generalmente el paciente lo reconoce como ab- surdo y carente de sentido, siente la necesidad de realizar estos actos y le parece imposible sustraerse a ellos, con lo que se entabla una cierta lucha o re- sistencia a realizar el acto compulsivo aunque final- mente claudican. No es raro que el paciente apenas oponga ya resistencia a realizar el ritual cuando el trastorno es intenso o de larga evolución. Mientras que las obsesiones generan ansiedad, las compul- siones se realizan para intentar aliviar esta ansiedad, aunque el alivio es muy transitorio y sólo de forma in- mediata, y, por el contrario, suele tener un efecto de refuerzo y mantenimiento del trastorno. En clínica, obse siones y compulsiones suelen presentarse aso- ciadas, si bien un 20-30% de pa cientes padecen obsesiones puras sin compulsiones asociadas. Des- de la esencia misma del trastorno, las compulsiones sin obsesiones no serían posibles ya que el fenóme- Insólitas, intrusas, parásitas Reconocidas como propias Reiterativas y persistentes Contenido negativo, desagradable Atmósfera de duda Resistencia y ansiedad Interferencia con su funcionamiento normal TABLA 2. Características de las obsesiones ¿Ha tenido pensamientos que aparecen en su mente y que Vd. no querría que aparecieran? ¿Estos pensamientos le molestan? ¿Le es difícil controlarlos? ¿Tiene que hacer cosas repetidamente como lavarse las manos una y otra vez o comprobar numerosas veces la misma cosa? ¿Tiene que decir o pensar cosas como si fuera un ritual? TABLA 1. Preguntas para screening de TOC Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 367 19/1/09 12:55:46 José Manuel Menchón y Julio Vallejo368 25 no nuclear es la obsesión, pero excepcionalmente puede observarse. En relación a los contenidos de las obsesiones, la temática es muy amplia, aunque puede sintetizarse en subgrupos como los siguientes: van desde las ideas de contraste (p. ej., religio- sas con pensamientos sacrílegos y blasfemos en relación a personajes sacros) a las cavilaciones filosóficas, de contenido más o menos ló gico, pero siempre reiteradas y agobiantes. - crupulosidad moral y sentimientos de culpabili- dad. incluyen en este grupo to das las obsesiones centradas en la limpieza y la contaminación. Con frecuencia generan gran cantidad de ritua- les, como los lavados, a través de los cuales se elimina de forma muy transitoria el temor fóbico (a diferencia de las auténticas fobias en las que las conductas de evitación son razonablemente efi caces). Las obsesiones de contaminación, generalmente centradas en gérmenes, pero con posibilidad de otros estímulos fóbicos (tóxicos, etc.), son las más frecuentes en la patología ob- sesiva primaria. exteriores. Presagios catastróficos propios y aje nos no son raros y llevan al paciente a con- jurarlos con curiosas fórmulas mági cas (si hago, pienso o digo tal cosa, no ocurrirá determinado hecho). Son espe cialmente relevantes las fobias de impulsión en las que el paciente teme dañar a seres queridos por perder su propio control y actuar con un impulso irresistible. A diferencia de las fobias genuinas, la eliminación del objeto me- diador del acto agresivo (cuchillos, tijeras, etc.) no siempre tranquiliza al paciente, ya que la idea impulsiva emerge por encima de la realidad ob- jetiva y se instala de forma ator mentadora en la mente del enfermo. Gran parte de estos pacien- tes constituyen el grupo de comprobadores. perfeccionismo y or den que caracteriza la per- sonalidad obsesiva puede adquirir un carácter más dra mático cuando el sujeto, inmerso ya en un estado obsesivo, dedica gran parte de su tiempo a organizar, arreglar, programar, verificar ideas, etc., en aras de una necesidad patológi- ca de controlar el mundo exterior. las anteriores están las cuestiones de precisión o finalización, en las que el enfermo, con un afán permanente e inconcluso de perfeccionismo, se muestra siempre insatisfecho de sí mismo, a ni- vel de aspecto (que puede cristalizar en autén- ticas dismorfofobias), de afectos (dudas acerca de sus sentimientos hacia otras personas) o de capacidades intelectua les o laborales. - sidad de controlar el tiem po se expresa en oca- siones a través de un ansioso temor de olvidar hechos, per sonas, frases, películas, etc., que en algunos pacientes representa una imperiosa necesidad de anotar y recaptar todos aquellos datos que precisan recordar con exactitud. - tas acumuladoras en multitud de trastornos, incluyendo la anorexia nerviosa, los trastornos mentales orgánicos, los trastornos psicóticos, el trastorno obsesivo-compulsivo de la persona- lidad y el retraso mental, es una conducta que también puede aparecer en el TOC. En la tabla 3 se muestra la frecuencia de diferentes tipos de obsesiones y de compulsiones que se ha- lló en una muestra de 560 casos de TOC8. Se han realizado estudios mediante análisis factorial para detectar asociaciones entre esta gran variedad de contenido y tipos de obsesiones-compulsiones que han dado resultados que, en general, son bastante similares. Una clasificación bastante aceptada es la agrupación de las obsesiones y compulsiones en las siguientes dimensiones: 1) obsesiones de con- taminación y compulsiones de limpieza; 2) obsesio- nes y compulsiones de recolección y acumulación; 3) obsesiones y compulsiones de simetría, orden, Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 368 19/1/09 12:55:47 Trastorno obsesivo-compulsivo 369 25 conteo y organización; 4) obsesiones sobre el daño debido a heridas, violencia, agresiones o desastres naturales y compulsiones relacionadas; 5) obsesio- nes y compulsiones sexuales y religiosas; y 6) mis- celánea de obsesiones y compulsiones9. Por otra parte, se discute si la presencia de algunas caracte- rísticas, como por ejemplo la ausencia de concien- cia de enfermedad, puede representar subgrupos específicos del TOC. La ausencia de conciencia de enfermedad se asocia a un peor pronóstico y es una especificación en el diagnóstico del DSM- IV-TR. Otras características en estudio que podrían corresponder a subgrupos son la presencia de tics y el inicio en la infancia. 5. CURSO El TOC suele aparecer en edades jóvenes. Con fre- cuencia se inicia de forma insidiosa en la adoles- cencia o a principios de la edad adulta, aunque no es raro que se inicie en la infancia. La edad media de inicio se puede situar alrededor de los 20 años. El 80% de los pacientes con TOC han presentado síntomas antes de los 35 años. El inicio suele ser insidioso y progresivo. Sin embar- go, también a veces se inicia de forma aguda, aun- que en estos casos suelen hallarse manifestaciones previas aunque sean de menor intensidad (como tendencia a las comprobaciones excesivas, orden exagerado, meticulosidad).El curso del TOC es habitualmente crónico con exa- cerbaciones de la sintomatología que a veces se re- lacionan con situaciones ambientales. Sin embargo, en algunos casos el curso es episódico, con perio- dos prácticamente asintomáticos durante las tempo- radas interepisódicas. Alrededor de un 50-70% de los pacientes con TOC presentan mejorías o incluso remisiones significativas de la sintomatología, mien- tras que un 5-10% presenta una evolución crónica con empeoramiento progresivo. El trastorno suele ocasionar un deterioro en el funcionamiento sociola- boral en aproximadamente el 50% de los pacientes. Inicialmente se consideraba que no era más frecuen- te el suicidio en los pacientes con TOC que en la población general, aunque estudios más recientes han hallado cifras más altas10. 6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Y RELACIÓN CON OTROS TRASTORNOS 6.1. IMPULSIONES EN PATOLOGÍA NEUROLÓGICA Las impulsiones (propias de la patología neurológica obsesivoide) representan una necesidad de acción imperiosa y muchas veces irresistible, que empuja al sujeto a actos irracionales, en ocasiones brutales y peligrosos, sin lucha contra este impulso por su parte, lo que supone una descarga pulsional directa. Por su parte, el acto compulsivo (propio del obsesi- vo) entraña un compromiso muy elaborado entre la defensa y la pulsión, por lo que ésta se neutraliza y se vuelve irreconocible, de forma que el impacto sobre la realidad es absolutamente anodino. El acto impulsivo, rápido, irreflexivo y en cortocircuito, típi- co de los pacientes con patología orgánico-cerebral, apenas tiene puntos de conexión con la compulsión obsesiva, que supone lucha interna entre la acción y la represión de ésta. TABLA 3. Síntomas obsesivos y compulsivos más comu- nes en una muestra de 560 pacientes8 SÍNTOMAS OBSESIVOS MÁS COMUNES Contaminación 50% Duda patológica 42% Preocupaciones somáticas 33% Necesidad de simetría 32% Pensamientos agresivos 31% Pensamientos sexuales 24% Obsesiones múltiples 72% SÍNTOMAS COMPULSIVOS MÁS COMUNES Comprobación 61% Limpieza / lavado 50% Recuento 36% Necesidad de preguntar o de confesarse 34% Simetría y precisión 28% Acumulación 18% Compulsiones múltiples 58% Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 369 19/1/09 12:55:47 José Manuel Menchón y Julio Vallejo370 6.2. IDEAS FIJAS Las ideas fijas están relacionadas con preocupa- ciones reales del sujeto, son intensas y constan- tes como las obsesivas pero, a diferencia de éstas, el sujeto no las vive como extrañas y patológicas. Otro término que se solapa con las ideas fijas, es el de la rumiación, que supone flujos de pensamiento, prolongados y generalmente improductivos, sobre un determinado tema, que no llevan a ninguna con- clusión satisfactoria, pues no se atienen a un dis- curso lógico. 6.3. IDEAS SOBREVALORADAS Las ideas sobrevaloradas están relacionadas con la biografía, no son extrañas al yo y se caracterizan por una intensa carga afectiva subyacente. 6.4. FOBIAS Las fobias genuinas respecto a las obsesivas (como temores de contaminación), tienen un componente más ansioso que racional, son más influenciables, se centran en estímulos concretos, generan con- ductas más acordes con el temor, son circunscritas, se relacionan con frecuencia con crisis de angustia y propician conductas de evitación que son bas- tante eficaces, a diferencia de lo que ocurre en los pacientes obsesivos (tabla 4). 6.5. HIPOCONDRÍA En la hipocondría predomina una respuesta psicoló- gica a un temor real de enfermedad, que el pacien- te considera necesario propa gar, sometiéndose a reiterados exámenes y chequeos, mientras que los pacientes obsesivos vivencian su trastorno como un evento mental intruso al que se resisten viviéndo lo de forma íntima. En el caso de la hipocondría, el pacien- te experimenta sensaciones corporales anormales, en tanto que en el trastorno obsesivo, los temores hipocondríacos no generan sensa ciones físicas. La prevalencia de trastornos obsesivos en la hipocon- dría es probablemente elevada, aunque no extraor- dinariamente (alrededor del 8-10%) mientras que la prevalencia de hipocondría entre los trastornos obse- sivos es desconocida, si bien alrededor de un 50% de obsesivos tiene obsesiones que im plican temor a gérmenes, venenos, tóxicos o sustancias canceríge- nas, que gene ran múltiples compulsiones y rituales. 6.6. ESQUIZOFRENIA En ocasiones la esquizofrenia se inicia con una aparien- cia obsesiva. Generalmente el diagnóstico diferencial no suele plantear dificultades. Sin embargo, en algu- nos casos los pacientes con TOC no reconocen como absurdas sus obsesiones sino que las asumen como ego-sintónicas, lo que refleja una pérdida de insight y se puede plantear que estas obsesiones puedan tener TABLA 4. Diferencias entre fobias genuinas y fobias obsesivas FOBIAS GENUINAS FOBIAS OBSESIVAS Mayor ansiedad Más complejidad Componente ansioso Componente racional Accesibles Defensas sistematizadas Influenciabilidad Influenciabilidad escasa Conmutabilidad Perseveración Temores concretos Temores mágicos Conductas acordes con el temor Rituales independientes del temor Inicio con crisis de angustia Ausencia de crisis de angustia Circunscritas Invasivas Eficacia de la conducta de evitación Ineficacia de la conducta de evitación Buen pronóstico Pronóstico sombrío Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 370 19/1/09 12:55:48 Trastorno obsesivo-compulsivo 371 25 una cualidad psicótica. Por otro lado, se ha observado asimismo que pacientes con esquizofrenia presentan conductas repetitivas, de cariz obsesivoide. Las carac- terísticas que definen a las obsesiones permiten dife- renciarlas de otros fenómenos como las ideas deliran- tes. Las ideas delirantes se diferencian porque el sujeto no las reconoce como absurdas, sin sentido, sino que piensa que en verdad están ocurriendo y no las re- conoce como producidas por su propio pensamiento. 6.7. DEPRESIÓN Es muy frecuente que los pacientes con TOC presen- ten síntomas depresivos o que desarrollen un trastor- no depresivo. Se calcula que entre 60-80% de los pacientes con TOC desarrollarán a lo largo de su vida un trastorno depresivo mayor. Dado que los pacientes con diagnóstico primario de depresión también pue- den presentar síntomas obsesivos, en ocasiones es difícil establecer la diferencia entre un trastorno obse- sivo primario con síntomas depresivos asociados de un trastorno depresivo primario que presenta síntomas obsesivos como una manifestación más del trastorno. Ya se ha mencionado que la depresión suele apare- cer con frecuencia en el TOC y que también sínto- mas obsesivos pueden aparecer en las depresiones primarias. En ocasiones puede ser difícil establecer cuál es el diagnóstico primario. Las depresiones sue- len iniciarse más en la edad adulta y el curso de las mismas suele ser episódico a diferencia del TOC en que suele iniciarse en la infancia y el curso ser conti- nuo. Las preocupaciones en la depresión suelen ser congruentes con su estado de ánimo y el paciente las considera egosintónicas, no absurdas. Afortuna- damente, los tratamientos eficaces en el TOC (en general, antidepresivos de tipo serotoninérgico) son también eficaces en el tratamiento de la depresión. 6.8. TICS MOTORES Es frecuente la presencia de antecedentes de tics mo- tores. Se calcula que entre un 20-30% de pacientes con TOC tienen o han tenido anteriormente historia de tics. Asimismo, es frecuente la presencia de Gilles de la Tourette en pacientes con TOC, entre un 5-7% (prevalencia en la población general: 1/2.500 perso- nas). Además, se ha descrito que entre los pacientes con Gilles de la Tourette tienen manifestaciones de TOC aproximadamente un 30-90% de los pacientes, dependiendo de la metodología empleada. 6.9. TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD También denominado trastorno anancástico de la per- sonalidad, los pacientes con este trastorno presentan características de personalidad en quedestacan la ex- cesiva preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control a expensas de la flexibilidad y eficiencia. Las características del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad se muestran en la tabla 5. Clásica- mente se ha considerado que podía haber una rela- ción entre estas características de personalidad y la aparición del TOC. Una diferencia importante entre ambos trastornos es que estas características sue- len ser egosintónicas con el sujeto, mientras que las obsesiones y compulsiones suelen ser considerados como egodistónicos por el paciente con TOC. Se ha calculado que alrededor de un 40-50% de pacientes con TOC pueden tener además un trastorno de per- sonalidad de tipo obsesivo compulsivo. En la actua- lidad se considera que la presencia de estos rasgos de personalidad, a pesar de la alta frecuencia en que aparecen en estos pacientes, no son un factor nece- sario ni suficiente para desarrollar un TOC. TABLA 5. Características de la personalidad obsesivo-compulsiva Excesiva preocupación por orden, organización, detalles, por lo que se pierde el objetivo principal de la actividad Perfeccionismo que interfiere con la ejecución de las tareas Dedicación excesiva al trabajo y a la productividad, con exclusión de actividades de ocio o sociales Escrupulosidad e inflexibilidad en aspectos de moralidad, ética, valores Incapacidad de desprenderse de objetos deteriorados o sin valor Reacio a delegar tareas o dificultad a trabajar en cooperación con otros si no se someten exactamente a su forma de hacer las cosas Reacio a gastar el dinero hasta extremos de avaricia Rigidez y obstinación Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 371 19/1/09 12:55:48 José Manuel Menchón y Julio Vallejo372 25 6.10. ESPECTRO OBSESIVO El concepto de trastornos del espectro obsesivo- compulsivo engloba un conjunto de trastornos mentales que incluye entre otros los trastornos por tics, trastornos del control de los impulsos como la tricotilomanía, la cleptomanía o el juego patológi- co, el trastorno dismórfico corporal, la hipocondría o los trastornos de la alimentación. Se asume que estos trastornos comparten algunas características con el TOC, tales como aspectos epidemiológicos (edad de inicio, historia familiar, curso clínico), pre- sentación clínica (pensamientos o comportamientos repetitivos) o respuesta a tratamiento (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina o terapia de conducta). Se ha propuesto que los trastornos se ubicarían en una dimensión que iría de un polo impulsivo (o apetencia por riesgo) a otro polo com- pulsivo (o aversión por el riesgo)12. 7. TRATAMIENTO Para el tratamiento del TOC se pueden utilizar téc- nicas de terapia cognitivo-conductual y estrategias psicofarmacológicas. Es frecuente que se utilicen de forma combinada ambos tipos de terapia y, en gene- ral, es lo aconsejable. En algunos casos de especial gravedad y con refractariedad a estos tratamientos anteriores se ha utilizado la psicocirugía3. 7.1. TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL Terapia de conducta: el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo mediante terapia de conducta utiliza fundamentalmente las técnicas combinadas de terapia de exposición y prevención de respuesta. El objetivo de la terapia de exposición es reducir la an- siedad mediante el fenómeno de habituación. La pre- vención de respuesta tiene como objetivo prevenir la realización de rituales, disminuyendo progresivamente su frecuencia. El procedimiento consiste en que el pa- ciente se exponga a las situaciones temidas de forma gradual y conseguir que se habitúe a la ansiedad, lo que llevará a una reducción de la misma. La preven- ción de respuesta consiste en que el paciente no rea- lice la conducta que utiliza para calmar la ansiedad. Las técnicas combinadas de terapia de exposición y prevención de respuesta son eficaces fundamental- mente en aquellos pacientes con conductas ritualistas, en particular si están presentes conductas de limpie- za o comprobación (y de forma más específica en los casos de limpieza), mientras que sus resultados son más variables en pacientes en los que predominan los síntomas de pensamiento y muestran pocos rituales. Respecto a la eficacia de estas técnicas, los estudios muestran mejoría en un 60-70% de pacientes al utili- zar estas técnicas, mientras que los pacientes resis- tentes constituyen un 20% y la tasa de abandonos es de otro 20% aproximadamente. Los estudios que han comparado la eficacia entre la terapia de conducta y el tratamiento farmacológico no muestran una eficacia superior de un abordaje respecto al otro. Los factores que se han asociado a un resultado pobre del tratamiento con terapia conductual han sido tras- torno esquizotípico de la personalidad, pobre o nula conciencia de enfermedad, depresión grave, manía, escaso cumplimiento y problemas familiares graves. Terapia cognitiva: en los últimos años ha aumen- tado el interés en explorar la posible utilidad de la terapia cognitiva en el tratamiento del TOC. La tera- pia cognitiva se ha orientado hacia la identificación y corrección de creencias erróneas. En la tabla 6 se muestran las principales características cognitivas en el TOC (Obsessive Compulsive Cognitions Working Group, 1997)13. La terapia cognitiva estaría encami- Excesivo sentido de la responsabilidad personal Sobrevaloración de la importancia de los pensamientos Excesiva importancia acerca del control de los propios pensamientos Sobreestimación en la evaluación del riesgo Intolerancia a la ambigüedad o incertidumbre Perfeccionismo TABLA 6. Características cognitivas en el TOC Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 372 19/1/09 12:55:48 Trastorno obsesivo-compulsivo 373 25 nada a cambiar las apreciaciones de responsabilidad y creencias del sujeto así como a no realizar las con- ductas de neutralización que en esencia constituyen rituales mentales encubiertos. Aunque la terapia de conducta por sí sola puede re- ducir la sobrevaloración del riesgo de situaciones que el sujeto antes consideraba peligrosas basándose en la experiencia adquirida durante la exposición, no está claro que la terapia de conducta de forma aislada co- rrija las cogniciones erróneas. Por ello, en la práctica clínica es frecuente que la terapia psicológica no se limite exclusivamente a las técnicas conductuales sino que se asocien técnicas cognitivas en el tratamiento del TOC14. 7.2. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Es muy frecuente que los pacientes con TOC presen- ten síntomas depresivos por lo que ha sido habitual utilizar antidepresivos en el tratamiento de estos pa- cientes15. Sin embargo, los antidepresivos que se han mostrado particularmente eficaces en el tratamiento del TOC son los inhibidores de la recaptación de se- rotonina (clomipramina e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Si bien los antidepresivos de acción serotoninérgica constituyen el tratamiento farmacológico estándar, la eficacia de estos en el TOC es variable y en muchos casos, entre el 30 y el 60% de pacientes, sólo se obtiene una respuesta parcial. Incluso en un 10% de casos no se obtiene ninguna mejoría. Los metaanálisis realizados muestran en general una mayor eficacia de la clomipramina en comparación con los inhibidores selectivos de la recaptación de seroto- nina, tanto en adultos como en niños. Sin embargo, dados los efectos secundarios de la clomipramina es frecuente que ésta no se utilice como fármaco de pri- mera elección sino que sean los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, los cuales poseen un mejor perfil de tolerabilidad y seguridad16. Aunque en pocas semanas de tratamiento puede ob- servarse alguna mejoría, se considera que la respues- ta antiobsesiva se puede retrasar más que lo habitual- mente esperado en el tratamiento para la depresión. Por ello, existe general acuerdo en que un ensayo de un fármaco no debería ser inferior a 10-12 semanas de tratamientocon dosis eficaces. La duración mínima del tratamiento farmacológico suele ser de al menos un año si el paciente se ha mantenido completamente asintomático. Sin embargo, dado el carácter cróni- co del trastorno y la tendencia a la reaparición de la sintomatología, no es infrecuente que el tratamiento se mantenga de forma indefinida. Las características evolutivas previas del trastorno, la intensidad clínica, el impacto funcional que ha supuesto el trastorno y la calidad de la respuesta al tratamiento, son los crite- rios por los que el clínico suele guiarse para decidir el tiempo de mantenimiento del tratamiento. Un porcentaje importante de pacientes (60-85%) se beneficiarán en algún grado del tratamiento con un in- hibidor de la recaptación de serotonina. Sin embargo, puede haber un porcentaje del 20-40% de casos en los que la respuesta sea muy limitada o ausente, es decir, que sean resistentes. En aquellos casos especialmente graves y resistentes de TOC se podrá llegar a plantear la psicocirugía, pero antes de optar por esta posibilidad se pueden intentar algunas estrategias farmacológicas, como sustitución por antidepresivos IMAOs, sustitución por otros anti- depresivos o combinación de clomipramina e inhibi- dores selectivos de la recaptación de serotonina (hay que tener en cuenta la potencial interacción entre la clomipramina y los inhibidores selectivos de la recap- tación de serotonina que puede llevar a un aumento de los niveles plasmáticos de clomipramina y su me- tabolito desmetilclomipramina). Como estrategias de potenciación se han utilizado diversas combinaciones con inhibidores de la recaptación de serotonina: an- tipsicóticos atípicos, litio, precursores de serotonina (5-hidroxi-triptófano), anticonvulsivantes, clonazepam o buspirona. 7.3. PSICOCIRUGÍA La psicocirugía ha sido considerada como un trata- miento útil en algunos casos de TOC refractario y de intensidad particularmente grave17. La aplicación de métodos estereotácticos ha permitido una ma- yor precisión de las lesiones realizadas y se realiza un estudio riguroso de los pacientes candidatos así Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 373 19/1/09 12:55:49 José Manuel Menchón y Julio Vallejo374 25 como un estrecho seguimiento posterior a la inter- vención. Los requisitos habitualmente exigidos para ser candidato a psicocirugía se recogen en la tabla 7. Antes de la psicocirugía se deben haber ensaya- do otros procedimientos terapéuticos. Las contrain- dicaciones relativas de la psicocirugía se exponen en la tabla 8. Las técnicas más utilizadas han sido la capsulotomía y la cingulotomía (menos utilizadas para el TOC: la tractotomía subcaudada y la leucotomía límbica). No hay pruebas claras de la superioridad de una técni- ca respecto a otra y la decisión de cuál emplear se basa en gran parte en la experiencia de cada centro. Se han descrito mejorías significativas en un 50% (25-75%, según los estudios) de los casos someti- dos a psicocirugía. La estimulación cerebral profunda es una técnica que está todavía en fase experimental pero ha sido eficaz en varios casos. Podría ser considerada como una alternativa a la psicocirugía. Los electrodos de estimulación se sitúan bilateralmente en la porción anterior de la cápsula interna. La gran ventaja de esta técnica es que es reversible dado que no se produce una lesión a diferencia de la psicocirugía. CRITERIOS DE INCLUSIÓN PARA LA PSICOCIRUGÍA Diagnóstico cierto de trastorno obsesivo-compulsivo, con criterios diagnósticos operativos (CIE-10 o DSM-IV) Duración de la enfermedad superior a cinco años El trastorno causa un subjetivo sufrimiento al paciente, que valora como invalidante El trastorno causa una objetivable reducción en la vida familiar, social o laboral, que se valora como invalidante Fracaso de los intentos terapéuticos previos, o bien, grave intolerancia de los efectos secundarios de los tratamientos, valorados según criterios de suficiencia terapéutica Presencia de un mal pronóstico, si no se realiza la intervención El paciente acepta y da el consentimiento informado El paciente acepta participar en el programa preoperatorio de evaluación El paciente acepta participar en el programa postoperatorio de rehabilitación El psiquiatra que remite al paciente acepta su responsabilidad en el manejo postoperatorio y a largo plazo de seguimiento del paciente TABLA 7. Criterios de inclusión para la psicocirugía en TOC TABLA 8. Contraindicaciones relativas para la psicocirugía en TOC Edad menor a 18 años o mayor a 65 años Presencia de otro diagnóstico del eje I que pueda complicar sustancialmente el tratamiento, o la capacidad de cumplimiento y seguimiento del tratamiento, o desencadenar graves efectos adversos (p. ej., bajo nivel intelectual, síndrome orgánico cerebral, trastorno delirante, alcoholismo, abuso de sustancias, intentos de suicidio) Presencia de un diagnóstico del eje II del cluster A (p. ej., trastorno paranoide de la personalidad) o del cluster B (como trastorno antisocial, límite o histriónico de la personalidad) que pueda constituir una contraindicación relativa. Un trastorno de personalidad del cluster C generalmente no constituye una contraindicación Presencia de un diagnóstico del eje III que suponga patología cerebral, como una atrofia cerebral moderada o marcada, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales o procedimientos neuroquirúrgicos previos que puedan producir complicaciones Manual Psiquiatri a 30-12-8 AG.indb 374 19/1/09 12:55:49
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