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Los perros sufren traumatismos en la cabeza con frecuencia debido a acciden-
tes o peleas. En estos casos, es importante la posición de los vasos subcutá-
neos. La reparación quirúrgica de heridas cutáneas es algo común, y no son 
infrecuentes las lesiones de los ojos, las orejas y la boca, incluida la lengua, 
que también puede sufrir quemaduras o electrocuciones. Los dientes también 
se dañan fácilmente debido a traumatismos, masticación excesiva o por cuer-
pos extraños. Estos cuerpos extraños pueden quedar atrapados en la lengua, 
las mejillas, el paladar blando o los dientes. Hay que recordar que los orifi cios 
orales y nasales proporcionan un acceso fácil a los microorganismos patóge-
nos o antígenos en exceso.
Las mucosas de la boca, los ojos, la lengua y la nariz son útiles para la 
exploración clínica del sistema cardiovascular. La palidez puede indicar ane-
mia, la cianosis (coloración azul) puede deberse a una mala oxigenación, y una 
coloración amarillenta indica ictericia. Existen varias causas, algunas de las 
cuales tienen su origen en el hígado, que incluyen trastornos tóxicos, neoplá-
sicos y metabólicos. También pueden observarse hemorragias (pequeñas o 
grandes) de cualquiera de los vasos y dentro de las mucosas; en especial, las 
asociadas a venenos para ratas. Puede tomarse el pulso en la arteria linguofa-
cial y también en la arteria profunda de la lengua (debajo de la punta).
La mayoría de los vasos sanguíneos grandes de la cabeza y los nervios 
están protegidos por la fascia profunda. Sin embargo, los nervios craneales V 
y VII inervan la cabeza. La distribución motora extensa del nervio facial (VII) 
a los músculos de la cabeza se opone a la distribución menos evidente de los 
nervios sensitivos procedentes del V par craneal, que inervan la piel de la 
cabeza. El par craneal VII se daña fácilmente sobre la superfi cie del músculo 
masetero, por lo que no es infrecuente la parálisis facial. Esto no afecta al 
párpado superior, que está inervado por ramas del nervio craneal III.
Los ojos son útiles en el diagnóstico clínico porque dan una impresión del 
estado de alerta y lucidez. Son un indicador principal del estado de salud 
cuando puede explorarse la retina. La presencia de la almohadilla de grasa 
orbitaria también es importante. Esta se deshidrata fácilmente, haciendo que 
se eleve el tercer párpado, lo que le da al ojo un aspecto de hundimiento. En 
los casos de inanición, cuando la almohadilla de grasa orbitaria se reduce aún 
más, queda expuesta una parte mayor del tercer párpado. El ojo está también 
protegido lateral y caudalmente por el ligamento orbitario, que lo mantiene 
en su posición. En algunas razas exoftálmicas, como los pequineses, el ojo 
puede «salirse de repente» y en ese caso puede «reducirse» o enuclearse (eli-
minarse). La eliminación del tercer párpado requiere ligar los nervios y los 
vasos sanguíneos y eliminar el globo ocular. Es importante la arteria óptica, 
que está unida a la parte posterior del ojo, y cuando se elimina el globo hay 
que tener cuidado para no tirar de ella demasiado fuerte porque puede lesio-
narse el quiasma óptico. En el ojo pueden realizarse varias intervenciones 
quirúrgicas, que incluyen la queratectomía superfi cial, que es la eliminación 
del estroma corneal anterior. La queratotomía radial y el desbridamiento se 
realizan con mucha frecuencia. Otros ejemplos de cirugía ocular son el entro-
pión, en el que los párpados superior e inferior pueden doblarse hacia el ojo 
y producir irritación. Se elimina tejido para que el párpado se doble hacia 
afuera. El trastorno opuesto, el ectropión, también se produce y se corrige 
acortando el borde inferior y sujetándolo con un colgajo de piel. Las distri-
quiasis (pelos extra que irritan la córnea) y los cilios ectópicos pueden corre-
girse eliminando parcialmente la placa tarsiana; básicamente, se elimina par-
te del párpado. En los casos en los que la córnea está dañada o ulcerada 
pueden utilizarse colgajos conjuntivales para cubrir la córnea y fomentar la 
cicatrización o bien utilizar lentes de contacto.
Cuando el ojo está muy seco (queratitis seca) puede trasplantarse el con-
ducto parotídeo. Este trastorno puede asociarse a enfermedades autoinmu-
nitarias y puede tratarse médicamente en muchos casos. Se abre a nivel del 
diente carnicero (4.º premolar superior) sobre una papila prominente. La 
abertura de la glándula salival cigomática es ligeramente posterior y está 
más cerca del borde de la encía. El conducto se disecciona hacia afuera y se 
trasplanta en el ángulo lateral superior del ojo o sobre el saco conjuntival 
inferior.
Estos conductos, que están conectados con las glándulas salivales, se blo-
quean (mucocele) a veces y las glándulas se vuelven quísticas. El complejo 
de la glándula sublingual/submandibular puede eliminarse intacto «comple-
to» ya que es difícil separarlos. Hay que tener cuidado para evitar la vena 
maxilar superfi cial dorsalmente y la vena linguofacial ventralmente. Pueden 
inyectarse colorantes radioopacos en la carúncula para determinar la per-
meabilidad. La glándula salival mandibular es una estructura importante; pue-
de palparse en el ángulo de la mandíbula y puede confundirse fácilmente con 
los ganglios linfáticos mandibulares.
El ganglio linfático parotídeo normalmente no es palpable en su posición, 
cerca del conducto auditivo cartilaginoso, pero puede lesionarse durante la 
cirugía auricular. Los ganglios linfáticos mandibulares son más grandes, más 
importantes y pueden identifi carse en los trastornos infecciosos o neoplási-
cos. Son palpables justo caudalmente al borde ventral y al ángulo de la man-
díbula. El tronco linguofacial y el conducto parotídeo discurren justo lateral-
mente a estos ganglios.
La articulación temporomandibular puede ser un foco de dolor en algunos 
perros y puede palparse frente a la base del oído. Puede sentirse cuando se 
abre y se cierra la boca con cuidado. Cuando se luxa puede ser necesario 
volver a colocarla bajo anestesia. Otros trastornos que afectan a la mandíbula 
incluyen fractura de la sínfi sis (que requiere unir los fragmentos con alambre 
de cerclaje) y en ocasiones fractura de las ramas de la mandíbula, que puede 
requerir corrección quirúrgica. Esto puede producirse de forma yatrógena en 
los perros jóvenes cuando se eliminan los dientes o los caninos inferiores 
temporales. También existe un trastorno específi co, la osteodistrofi a mandi-
bular craneal.
Los dientes pueden ser muy útiles para ayudar a estimar la edad de los 
perros, ya que las cavidades pulpares se estrechan al aumentar la edad. Puede 
 © 2010. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
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ser más habitual basarse en el nivel de formación de sarro, en el desgaste y en 
la salud general de la encía. Evidentemente, los dientes están muy asociados 
a la mandíbula y el maxilar. Puede producirse un absceso malar alrededor de 
la raíz del cuarto premolar superior (muela carnicera), que puede causar infl a-
mación de la cara debajo del ojo, y más adelante puede crearse una fístula 
hasta la piel. Requiere la eliminación para permitir el drenaje. Puede ser nece-
sario eliminar los dientes temporales persistentes, generalmente los caninos. 
Los dientes caninos del adulto tienen una raíz ancha, mayor que el alvéolo, y 
es necesario utilizar elevadores o eliminar la pared lateral del alvéolo para 
poder extraer el diente. Los dientes caninos superiores e inferiores tienen 
raíces extensas que llegan caudalmente hasta debajo de las raíces de los dos 
primeros premolares. La muela carnicera superior tiene tres raíces, es más 
difícil eliminarla y se daña fácilmente al masticar huesos, etc. Pueden afec-
tarle fácilmente los granulomas de la raíz o las fístulas. La odontología pro-
tésica también se realiza en los perros de muestra o en los perros policía. La 
amígdala puede infectarse. Generalmente, queda oculta por la mucosa de la 
cripta que la recubre,pero si se infecta sobresale de la cripta.
Puede ser necesaria la amigdalectomía (extirpación). El paladar puede pre-
sentar dos problemas principales. Uno es el paladar hendido, que es una ano-
malía congénita. Se hacen colgajos extra mediante incisiones y se une el 
paladar a las criptas amigdalinas. El paladar blando normalmente no se 
extiende más allá del límite caudal de las criptas amigdalinas y debe estar en 
contacto con la epiglotis, que discurre dorsal al paladar blando durante la 
respiración normal.
En las razas braquicéfalas, el paladar blando puede ser demasiado largo y 
es necesario cortarlo para adaptar su tamaño. Si se corta y se deja largo, el 
perro puede tener difi cultades para respirar (disnea) y se producirán sonidos 
respiratorios, pero si se corta demasiado los alimentos entran en la cavidad 
nasal durante la deglución. Puede colocarse una sonda endotraqueal desde la 
cavidad oral a la laringe y la tráquea, el paladar blando debe levantarse dor-
salmente para exponer la epiglotis y poder introducir la sonda en el aditus
laryngis.
Los oídos pueden ser la causa de muchos problemas clínicos; mordiscos, 
atrapamientos y hematomas. La infección del conducto auditivo externo (oti-
tis externa) es la molestia auditiva más frecuente. La infección del conducto 
auditivo interno puede producir parálisis facial. En los cánidos, la otitis media 
puede afectar a las fi bras nerviosas simpáticas que discurren a través del oído 
medio. Los hematomas auriculares requieren eliminar la sangre y suturar el 
colgajo a una matriz plana. Existen algunos métodos que incluyen suturas de 
colchonero y colocación de drenajes, pero en muchos de estos casos el pro-
blema se repite. Una considerable cantidad del trabajo veterinario se centra 
en los conductos auditivos obstruidos (demasiado pelo, demasiada cera, cuer-
pos extraños). El problema es que se trata de un conducto vertical que se 
llena, lo que proporciona un lecho excelente para los patógenos, y no puede 
limpiarse fácilmente. Esto empeora en las razas de pelo largo y con las orejas 
caídas, como los spaniels. Tiene que quitarse el pelo y limpiarse mediante 
otoscopia. En ocasiones, esto no es sufi ciente y debe realizarse la resección 
auricular, en la que se elimina la parte ventral del conducto auditivo exter-
no, lo que permite que aumenten la aireación y el drenaje abriéndose el 
conducto horizontal directamente a la piel. Esto sólo puede realizarse si el con-
ducto horizontal está en buen estado clínico.
La bulla timpánica se localiza medial a la apófi sis muscular de la mandí-
bula y el cuerno mayor del hueso hioides. Puede abordarse ventralmente para 
su drenaje. Hay que tener mucho cuidado para evitar lesionar las estructuras 
circundantes, que incluyen el nervio hipogloso, la arteria carótida interna y 
los vasos maxilares internos. Se eliminan los restos y el tejido secretor, así 
como cualquier tejido infl amado, y se limpia la zona. Puede eliminarse 
mediante osteotomía lateral o ventral de la bulla.
La última de las zonas clínicas principales es la de los orifi cios nasales y la 
cavidad nasal. La cavidad nasal puede infectarse o en ella pueden quedar atra-
pados cuerpos extraños. Aunque no es frecuente, en ocasiones se realiza para 
el tratamiento de trastornos como la aspergilosis nasal. La cavidad nasal puede 
examinarse mediante rinoscopia por si existen signos de obstrucción y también 
puede comprobarse la permeabilidad del conducto nasolagrimal. En los casos 
de secreción nasal purulenta persistente o cuando existen pólipos, es posible 
realizar la rinectomía (eliminación de los huesos de la concha) realizando una 
incisión en la línea media desde el seno frontal hasta el extremo rostral de los 
huesos nasales. Se realizan incisiones paralelas para eliminar el hueso central 
y después se eliminan los huesos conchales, se aplica hemostasia y se sutura 
la incisión cutánea sin los fragmentos óseos subyacentes.
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Conducto auditivo externo
Pabellón auricular
Hueso temporal, apófi sis mastoide
Situación de la articulación 
temporomandibular
Situación del nervio parotídeo
Mandíbula, apófi sis angular
Vértebra atlas (C1), ala (apófi sis transversa)
Vértebra axis (C2), apófi sis espinosa
Posición del nervio retrofaríngeo medio
Vértebras cervicales 2.ª y 3.ª, apófi sis 
transversas
Posición de la glándula salival mandibular
Posición de los nervios mandibulares
v. yugular externa en el surco yugular
Ligamento orbitario
Pelos táctiles supraorbitarios
Párpado superior
Borde orbitario
Párpado inferior
Mejilla
Agujero infraorbitario
Hueso incisivo
Plano nasal
Ventana nasal
Labio superior
Pelos táctiles del labio superior
Muela carnicera
Encía
Diente canino
Lengua
Labio inferior Mentón, con pelos táctiles Agujero mentoniano medio Mandíbula, borde ventral del cuerpo Pelos bucales táctiles Cartílago tiroides, laringe
Hueso frontal:
Apófi sis supraorbitaria Línea temporal Arco cigomático Cresta sagital externa Cartílago escutular Protuberancia occipital externa
1
2
3
4
5
6
7
8
9
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11
12
1314
15
16
17
18
19
20
21
22
Figura 2.1 Referencias superfi ciales de la cabeza:
vista lateral izquierda. En esta fi gura se señalan 
los detalles óseos principales que pueden palparse 
fácilmente y/o que son visibles en la superfi cie 
de la cabeza. Estos «puntos» se corresponden a 
los que se han coloreado de verde en los huesos 
que se ilustran en la fi gura 2.2. Otros detalles 
palpables incluyen el cartílago tiroideo, el ligamento 
orbitario, los músculos temporal y masetero y los 
ganglios linfáticos mandibulares. La posición de la 
articulación temporomandibular rostral a la base del 
cartílago auricular también puede palparse cuando 
se abre y se cierra la boca con cuidado. En las 
fi guras 2.55, 2.59 y 2.125 se muestra la superfi cie de 
la cabeza desde las vistas dorsal y ventral, y deben 
compararse con esta fi gura.
Figura 2.1A Regiones topográfi cas de la cabeza: vista lateral izquierda. En este dibujo se muestran 
las principales regiones topográfi cas en las que se subdivide la cabeza con fi nes descriptivos. Estas 
regiones se defi nen en función de los huesos o los tejidos blandos subyacentes. 1-4. Región craneal. 
1. Región frontal. 2. Región parietal. 3. Región temporal. 4. Región auricular. 5-16. Regiones faciales.
5-6. Regiones nasales. 5. Regiones nasales dorsal y lateral. 6. Región de la nariz. 7. Región oral. 8.
Región mentoniana. 9. Región orbitaria. 10. Región cigomática. 11. Región infraorbitaria. 12. Región
de la articulación temporomandibular. 13. Región masetérica. 14. Región bucal. 15. Región maxilar.
16. Región mandibular. 17-22. Regiones del cuello. 17. Región dorsal del cuello. 18. Región lateral
del cuello. 19. Región parotídea. 20. Región faríngea. 21-22. Regiones ventrales del cuello. 21. Región 
laríngea. 22. Región traqueal.
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Apófi sis intraparietal
Línea nucal
Cóndilo occipital
Apófi sis yugular
Vértebra atlas (C1):
Agujero vertebral lateral
Arco dorsal
Masa lateral
Agujero transverso
Vértebra axis (C2):
Cara articular craneal
Canal transverso
Apófi sis articular caudal
Segundo agujero intervertebral
Primer agujero intervertebral
Meato acústico externo
Aparato hioideo:
Timpanohioides
Estilohioides
Epihioides
Ceratohioides
Tirohioides (asta caudal)
Basihioides
Laringe:
Cartílago tiroides
Cartílago cricoides
Fosa para el saco lagrimal
Región de la cara
Crestas alveolares
Agujero infraorbitario
Muelas carniceras:
4.º premolar superior
1.er molar inferior
Abertura nasal ósea
Dientes caninos
Dientes incisivos
Sínfi sis mandibular
Agujeros mentonianos
Mandíbula, cuerpo
Órbita
Fosa pterigopalatina Fosa masetérica Articulación temporomandibular
Ligamento orbitario Apófi sis coronoides Región del cráneo Fosa temporal
Figura 2.2 Esqueleto de la cabeza: vista lateral izquierda. Los detalles óseos palpables que se muestran en la fi gura 2.1aparecen de color verde en este cráneo 
y en las primeras tres vértebras cervicales. En esta preparación esquelética faltan el aparato hioideo (los elementos que lo componen y su posición topográfi ca 
se muestran en las disecciones de la región faríngea: en vista lateral en las fi gs. 2.78-2.83; en vista medial en las fi gs. 2.93 y 2.94; y en vista ventral en las 
fi gs. 2.129-2.133), los cartílagos nasales (que se muestran en las fi gs. 2.99-2.106) y los cartílagos auriculares (que se muestran en las fi gs. 2.32 y 2.33, y en las 
fi gs. 2.61-2.67). Además de los «puntos» palpables inconfundibles, también pueden percibirse amplias áreas óseas a través de la musculatura que las recubre, 
especialmente en la región facial.
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Fosa mandibular
Agujero retroarticular
Meato acústico externo
Agujero mastoideo
Apófi sis mastoides
Agujero estilomastoideo
Agujero magno
Apófi sis yugular
Cóndilo occipital
Bulla timpánica
Apófi sis retroarticular
Hueso pterigoides
Rama de la mandíbula (porción 
vertical sin dientes):
Apófi sis coronoides
Cresta coronoidea
Apófi sis condílea (articular)
Incisura mandibular
Fosa masetérica
Apófi sis angular
Surco de la v. angular del ojo
Agujeros etmoidales
Cresta orbitaria ventral
Fosa para el saco lagrimal
Fosa pterigopalatina
Tuberosidad maxilar
Abertura nasal ósea
Agujero infraorbitario
1.º-3.º
Dientes incisivos
1.º-3.º
Sínfi sis mandibular
Agujeros mentonianos:
Rostral 
Medio
Caudal
Dientes caninos
Cuerpo de la mandíbula (porción horizontal con dientes)
Premolares Molares
Borde alveolar
Canal óptico Fisura orbitaria Agujero alar rostral Canal alar Agujero alar caudal Agujero oval
Figura 2.3 Cráneo después de eliminar el arco cigomático y de la desarticulación del maxilar inferior: vista lateral izquierda. El maxilar inferior 
(mandíbula) se ha desarticulado a la altura de la articulación temporomandibular y se ha desplazado ventralmente, y se ha eliminado el arco cigomático, abriendo 
lateralmente las fosas temporal y pterigopalatina. Se observa una serie de agujeros, cuya identifi cación proporciona información adicional para interpretar el 
recorrido de los nervios y los vasos sanguíneos en las disecciones detalladas. Obsérvese que en este ejemplar el tercer molar inferior está ausente.
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Cresta sagital externa
Arco cigomático
Protuberancia occipital externa
Cresta nucal
Articulación temporomandibular
Hueso temporal, apófi sis mastoides
Bulla timpánica
Nasofaringe
Paladar blando
Orofaringe
Epiglotis
Aparato hioideo:
Hueso tirohioides
Hueso epihioides
Hueso ceratohioides
Hueso basihioides
Cavidad del cráneo
Seno frontal
Mandíbula, apófi sis coronoides
Hueso etmoides:
Lámina cribosa
Laberinto etmoidal
Paladar duro
Cavidad nasal
Abertura nasal ósea
Dientes superiores:
Canino
Incisivos
Dientes inferiores:
Premolar
Molar
Mandíbula:
Cuerpo
Apófi sis angular
Meato acústico externo
Mandíbula:
Incisura
Apófi sis condílea
Apófi sis angular
Arco cigomático
Bulla timpánica
Hueso occipital, 
apófi sis yugular
Fosa mandibular
Apófi sis retroarticular
Figura 2.4 Radiografía de la cabeza: vista lateral izquierda. Las referencias que se señalan aquí son básicamente las que se palpan superfi cialmente. Además, se 
han incluido estructuras como la lámina cribosa, que defi ne internamente el límite entre las cavidades craneal y nasal. Los aspectos más detallados de la anatomía 
interna del cráneo se han excluido específi camente de la radiografía, y se tratarán desde un punto de vista osteológico más adelante.
Figura 2.5 Radiografía de la 
articulación temporomandibular:
vista lateral oblicua. Las radiografías 
laterales de la articulación de la 
mandíbula no son especialmente útiles 
debido a la extensa superposición de las 
estructuras. Pueden observarse alterando 
ligeramente el ángulo de visión cuando 
se proyecta dentro de la densidad aérea 
de la nasofaringe.
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Dientes incisivos superior e inferior
Dientes caninos superior e inferior
Premolares superior e inferior
Molar superior e inferior
Mandíbula, cuerpo
Seno frontal
Mandíbula, rama:
Apófi sis coronoides
Apófi sis condílea
Apófi sis angular
Hueso temporal, apófi sis mastoides
art. atlantooccipital
art. atlantoaxial
Mandíbula, sínfi sis
Tabique nasal
Cornetes óseos en la cavidad nasal
Seno frontal
Hueso etmoides, lámina cribiforme
Órbita
Arco cigomático
Cresta sagital externa
art. temporomandibular (de la mandíbula)
Cavidad del cráneo
Meato acústico externo
Protuberancia occipital externa
Cóndilo occipital
Primera vértebra cervical (atlas), ala
Segunda vértebra cervical (axis), diente
Apófi sis yugular
Nasofaringe
Paladar blando
Orofaringe
Epiglotis
Laringe:
Cartílago aritenoides
Cartílago tiroides
Cartílago cricoides
Esófago
Tráquea
Cartílagos traqueales
Bulla timpánica
Aparato hioideo:
Estilohioides
Epihioides
Tirohioides
Ceratohioides
Basihioides
Cartílago tiroides, 
«prominencia laríngea»
Figura 2.6 Radiografía de la cabeza: vista ventrodorsal. Como en la fi gura 2.4, sólo aparecen 
señalados los puntos de referencia más importantes. Merece especial atención la orientación 
transversal de las articulaciones temporomandibulares y la forma algo más estrecha del maxilar 
y del arco dental inferiores. Con el movimiento de la mandíbula, los dientes de la arcada dentaria 
inferior, especialmente el primer molar inferior, ejercen una acción cortante contra las superfi cies 
linguales de los dientes de la arcada superior.
Figura 2.7 Radiografía del aparato hioideo y de la laringe: vista lateral. Puesto que el elemento hioideo superior (timpanohioides) de cada lado es 
cartilaginoso, es radiotransparente. Sin embargo, los cartílagos laríngeos son sufi cientemente densos y presentan cierto nivel de calcifi cación, por lo que sus 
contornos son evidentes.
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Dientes incisivos superiores
Diente canino superior
Paladar blando
Arco palatogloso
Fosa tonsilar
Lengua
Diente canino inferior
Dientes incisivos inferiores
Philtrum
Plano nasal
Labio superior
Paladar duro con 
rugosidades palatinas 
transversales
Molares superiores
Comisura de los labios 
en el ángulo de la boca
3.er molar inferior
Labio inferior
Philtrum
Encía
Dientes inferiores: 
Incisivos 1.º y 3.º
Canino
Labio inferior, margen sin pelos
Pelos táctiles del labio inferior
Mentón
Plano nasal
Ventana nasal
Ala de la nariz
Pelos táctiles del labio superior
Dientes superiores: 
Incisivos 1.º-3.º 
Canino
Premolares 1.º-3.º 
Mucosa del vestíbulo oral
«Espacio de los premolares»
Espacio interdentario
Premolares superiores 1.º-3.º
Encía
Diente canino
Mentón con pelos táctiles
Lengua en el «espacio 
de los molares»
4.º premolar superior 
(muela sectorial)
Mucosa vestibular de los 
labios y la mejilla
Comisura de los labios en 
el ángulo de la boca
4.º premolar inferior
Figura 2.8 Referencias 
superfi ciales de la cabeza con 
la boca abierta: vista rostral. 
Con la boca cerrada, la lengua 
prácticamente llena la cavidad 
oral (v. también fi g. 2.143 de la 
sección transversal de la cabeza): 
con la boca abierta puede verse 
la mucosa que cubre la lengua 
y el paladar y recubre el interior 
de las mejillas. Obsérvese la 
longitud del paladar blando 
(v. también fi g. 2.87), que en 
las razas braquicéfalas puede 
interferir con el paso del aire 
hasta la laringe.
Figura 2.9 Referencias 
superfi ciales del hocico:
vista rostrolateral. Al 
descubrir los dientes, se 
muestra la oclusión entre 
los incisivos y los caninos. 
La longitud normalmente 
mayor del maxilar superior 
hace que los incisivos 
superiores muerdan sobre 
las superfi cies labiales de 
los inferiores. También se 
muestra la relación entre 
los dientes y los labios y los 
orifi cios nasales, la laxitud 
de los labios y las mejillas da 
lugar a un amplio vestíbulo 
oral. El ángulo de laboca se 
encuentra a nivel del tercer 
o cuarto molar, por lo que es
posible una amplia apertura
de la boca, mientras que el
carrillo es un área bastante
limitada.
Figura 2.10 Dientes:
vista lateral izquierda. La 
oclusión entre los dientes 
incisivos y caninos y el 
gran solapamiento entre las 
muelas carniceras contrasta 
con la falta de oclusión 
entre los premolares más 
rostrales en el «espacio de 
los premolares».
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Dientes de la arcada 
dentaria superior : 
1.er-2.º molares
1.er-4.º premolares
Diente canino
1.er-3.er incisivos
Dientes de la arcada 
dentaria inferior : 
1.er-3.er incisivos
Diente canino
1.er-4.º premolares
1.er-3.er premolares
Mandíbula, apófi sis coronoides
Arco cigomático
art. temporomandibular (de la 
mandíbula)
Mandíbula:
Rama
Cuerpo
a. alveolar inferior en el canal 
mandibular
Dientes permanentes
(tiempo aproximado de erupción)
Dientes incisivos
3-5 meses
 {1.º
{2.º
4-5 meses… 3.º
Diente canino
5-7 meses
Premolares
4-5 meses… 1.º
5-6 meses
 {2.º
{3.º
4-5 meses… 4.º
1.er molar
5-6 meses
Dientes temporales
(tiempo aproximado de erupción)
Dientes incisivos
1.º}
2.º}… 4-6 semanas
3.º}
Diente canino
3-5 semanas
Premolares
2.º}
3.º}… 5-6 semanas
4.º}
Mandíbula, cuerpo
Figura 2.11 Radiografía de los 
maxilares con los dientes permanentes:
vista lateral. La superposición de los 
maxilares superior e inferior en una vista 
lateral produce una imagen confusa de 
los arcos dentales (v. fi g. 2.4). Por este 
motivo se ha realizado una radiografía de 
la cabeza en sección sagital, en la que se 
observa la dentición permanente de un 
solo lado de cada maxilar. En el dibujo 
se señalan los dientes sectoriales (muelas 
carniceras): cuarto premolar inferior y 
primer molar inferior. La fórmula dental 
permanente es:
 3 1 4 2
2 (I C PM M ) = 42
 3 1 4 3 
Figura 2.12 Radiografía de los dientes temporales y permanentes del maxilar inferior: vista dorsoventral. En esta radiografía se muestran los dientes 
deciduos y permanentes en desarrollo. La fórmula dental temporal a los 2 meses de edad es:
La sustitución comienza aproximadamente a los 3 meses de edad, y se completa alrededor de los 7 meses, aunque existen algunas variaciones en cuanto a la 
erupción dentaria dependiendo de la raza y el tamaño. El primer premolar (claramente visible) no tiene un precursor deciduo y aparece entre los 4 y los 5 meses.
 3 1 3
2 (I C PM ) = 28
 3 1 3 
DONE 02 (009-106).indd 17 2/2/10 13:09:02
I2
I3
Diente canino
PM1
PM2
PM3
PM4
M1
I1
Sínfi sis 
mandibular
Cuerpo 
de la mandíbula
1.er incisivo 
maxilar derecho
Fisura palatina
Hueso vómer
M1
M2
Membrana periodontal 
del diente canino
Cornetes nasales
PM4
Cornetes etmoidales
Seno frontal
Placa cribiforme
Figura 2.13 Radiografía de la mandíbula: vista
intraoral ventrodorsal.
Figura 2.14 Radiografía de las cámaras 
maxilar y nasal: vista intraoral dorsoventral. En 
este dibujo se muestra un resumen de las raíces 
dentales, que forman un ángulo con respecto al 
haz de rayos X. Pueden verse las dos cámaras 
nasales sin superponerse.
DONE 02 (009-106).indd 18 2/2/10 13:09:03
2.º premolar 
mandibular 
temporal
Canino 
mandibular 
permanente 
formándose
1.er molar mandibular 
permanente 
en desarrollo
4.º premolar 
mandibular 
temporal
Incisivos 
maxilares 
temporales
Canino maxilar 
temporal
Sínfi sis 
mandibular
Canino 
mandibular 
permanente en 
erupción
Figura 2.15 Radiografía de la cabeza: vista lateral, perro dentalmente inmaduro. Puede 
observarse el desarrollo de los dientes permanentes dentro del maxilar y la mandíbula. Los 
dientes deciduos, incluyendo sus raíces, son delgados. Figura 2.16 Radiografía de la cabeza: vista 
ventrodorsal, perro dentalmente inmaduro. Los 
dientes permanentes se desarrollan medialmente a sus 
correspondientes deciduos y crecen lateralmente. En 
este perro joven puede apreciarse la sutura entre la 
apófi sis cigomática del hueso temporal y la apófi sis 
temporal del hueso cigomático.
DONE 02 (009-106).indd 19 2/2/10 13:09:04
Párpado superior
Esclerótica
Comisura medial de los párpados
Ángulo medial del ojo
Borde del tercer párpado
Párpado inferior
Iris } Visibles a través de la córnea
Pupila
Ángulo lateral del ojo
Comisura lateral de los párpados
Posición del punctum lagrimal
Carúncula lagrimal
Posición del punctum lagrimal
Conjuntiva palpebral
Luz refl ejada en la conjuntiva bulbar 
de la córnea
Borde del tercer párpado
Conjuntiva del tercer párpado
Fórnix del saco conjuntival
Hélix:
Borde medial (trágico)
Espina
Antehélix
Hélix:
Pilar lateral
Pilar medial
Incisura pretrágica (tragohelicina)
Trago
Incisura intertrágica
Hélix, escafa
Conducto auditivo
Antitrago
Hélix, borde lateral (antitrágico)
Saco cutáneo marginal
Antitrago:
Apófi sis lateral
Apófi sis medial
Figura 2.17 Referencias superfi ciales del ojo: vista lateral izquierda (1). El ojo se muestra con los párpados abiertos. El borde orbitario palpable se completa 
lateralmente por un ligamento orbitario, que une la apófi sis supraorbitaria con el arco cigomático (v. fi g. 2.39). Los perros tienen un campo de visión bastante 
amplio, de alrededor de 240°, y se produce un cierto grado de solapamiento entre los campos de los ojos izquierdo y derecho cuando el animal mira recto hacia 
delante.
Figura 2.18 Referencias superfi ciales del ojo: vista lateral izquierda (2). Se ha expuesto el tercer párpado mediante presión manual ejercida sobre los párpados. 
Este método consiste en presionar el glóbulo ocular ligeramente hacia el interior de la órbita comprimiendo la grasa infraorbitaria. Es importante la presencia 
de grasa normal orbitaria para sujetar fi rmemente el globo ocular contra las superfi cies internas de los párpados y para que protruya lo sufi ciente sobre el borde 
orbitario.
Figura 2.19 Referencias superfi ciales del oído: vista lateral izquierda. El hélix del pabellón auricular se ha levantado y está recto. Desde el orifi cio visible en 
la fotografía, el conducto auditivo se extiende hacia abajo casi verticalmente y luego gira hacia dentro y hacia delante formando un ángulo de 90° en dirección al 
tímpano (v. también fi g. 2.145 de la sección transversa de la cabeza). Por lo tanto, la tracción lateral del pabellón actúa enderezando el conducto.
DONE 02 (009-106).indd 20 2/2/10 13:09:05
1. Gran danés
2. Chihuahua
3. Yorkshire terrier
4. Bóxer
5. Bulldog
6. Basset hound
7. Collie
8. Dóberman pinscher
9. Pequinés
10. Sealyham terrier
11. Dachshund
Figura 2.20 Base esquelética de la variación de la conformación de 
la cabeza: vistas dorsal y lateral. La forma de la cabeza, y en especial la 
región facial, está determinada en gran medida por el cráneo. Dentro del 
espectro de conformación del cráneo, generalmente se reconocen tres amplias 
categorías: braquicéfala, mesaticéfala y dolicocéfala. La muestra de cráneos 
de esta ilustración ofrece ejemplos de las tres categorías: por ejemplo bulldog 
(braquicéfalo), basset hound (mesaticéfalo) y collie (dolicocéfalo). La porción 
facial del cráneo es más corta y ancha en las razas braquicéfalas, y más larga 
y estrecha en las dolicocéfalas. Estas categorías se refi eren específi camente al 
tipo de cabeza y no aportan ningún dato sobre el resto del cuerpo. Prueba de 
ello son las tres vistas laterales de la parte inferior de la página: braquicéfalo 
(pequinés), mesaticéfalo (dachshund) y dolicocéfalo (Sealyham terrier). 
Las vistas laterales muestran también la diferencia de altura existente entre 
el borde dorsal del cráneo y el de la cara. Aunque en planos prácticamente 
paralelos, el salto notable hacia abajo del nivel craneal al facial origina el 
ángulo nasofrontal o «stop». Las razas braquicéfalas, además de tener la cara 
corta y ancha, tienen un «stop» profundo y unos ojos orientados de forma 
muy evidente hacia delante. Además, la selección de razas ha producido 
cierta discordanciade la longitud entre los maxilares superior e inferior, de 
manera que una cara corta generalmente es prognática, con un maxilar inferior 
adelantado, mientras que una cara larga suele ir acompañada de un maxilar 
inferior braquignático, es decir, retraído. En la fotografía también puede 
apreciarse la enorme variedad de tamaños dentro de la especie, especialmente 
llamativa en los cráneos de chihuahua y gran danés, en la parte superior de la 
página. Debajo de ellos también se muestra la cabeza de una raza braquicéfala 
(bóxer).
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Seno frontal
Placa cribiforme
Arco cigomático
Protuberancia occipital externa
Cavidad craneal
Apófi sis angular de la mandíbula
Figura 2.21 Radiografía de la cabeza: vista lateral, raza dolicocéfala. La nariz es alargada y el «stop» es pequeño. El seno frontal está aplanado 
dorsoventralmente.
DONE 02 (009-106).indd 22 2/2/10 13:09:24
Hueso frontal
Cornetes etmoidales
Lámina cribiforme
Cavidad nasal
Diente canino maxilar
Paladar duro
Seno frontal
Cavidad craneal
Apófi sis coronoides de la mandíbula
Seno esfenoides
Nasofaringe
art. temporomandibular
Paladar blando
Ampolla timpánica
Apófi sis angular de la mandíbula
Orofaringe
Cuerpo de la mandíbula
Figura 2.22 Radiografía de la cabeza: vista lateral, raza mesaticéfala. La nariz y el cráneo ocupan porciones iguales de la calavera.
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Placa cribiforme
Cornetes etmoidales
Seno esfenoides
Cornetes nasales 
Mandíbulas curvadas
Bóveda craneal
Figura 2.23 Radiografía de la cabeza: vista lateral, raza braquicéfala. La nariz está notablemente acortada y el «stop» es pronunciado. El seno frontal está 
prácticamente ausente. El cráneo está abovedado y la mandíbula tiene un contorno convexo. Existe prognatismo mandibular.
DONE 02 (009-106).indd 24 2/2/10 13:09:26
m. frontal
n. auriculopalpebral (VII)
n. cigomático (max. V):
r. cigomático temporal
r. cigomático facial
a. palpebral superior lateral
m. elevador del ángulo medial del ojo
m. retractor del ángulo lateral del ojo
n. auriculotemporal (mand. V)
n. transverso de la cara
a. transversa de la cara
v. angular del ojo
m. orbicular del ojo
m. esfínter profundo del cuello, porción
palpebral
m. elevador nasolabial
v. dorsal de la nariz
m. platisma:
componente dorsal desde el rafe dorsal medio
componente lateral desde la piel
n. cervical II, r. dorsales
n. cervical II:
r. ventral, r. cutáneas
n. transverso del cuello
m. parotidoauricular
v. yugular externa
n. cervical III
r. ventral
m. esternocefálico
m. esternohioideo
m. esfínter profundo del cuello, parte intermedia
Cartílago nasal dorsolateral v. facial m. cigomático m. mentoniano m. geniohioideo m. milohioideov. labial superior
m. cigomático auricular
m. escutuloauricular
superfi cial dorsal m. interescutular v. auricular rostral Glándula salival parótida a. v. auricular caudal
Figura 2.24 Estructuras 
superfi ciales de la cabeza y el 
extremo craneal del cuello: vista 
lateral izquierda. Se ha retirado 
la piel, dejando sólo una pequeña 
porción en los labios, alrededor 
de la nariz y del ojo, y sobre 
la parte distal de la escafa del 
cartílago auricular. Puesto que el 
animal fue embalsamado con las 
mandíbulas abiertas y la cabeza 
ligeramente fl exionada hacia abajo 
sobre el cuello, se han conservado 
la grasa y las fascias de la cara 
inferior de la garganta como una 
masa comprimida y «embebida». 
En el proceso de separación de 
esta masa se retiraron las pocas y 
delicadas cintas transversales del 
músculo esfínter superfi cial del 
cuello (v. fi g. 3.6). Las estructuras 
superfi ciales de la cabeza se 
muestran también en vista dorsal 
en las fi guras 2.57 y 2.61, y en una 
vista ventral en la fi gura 2.125.
DONE 02 (009-106).indd 25 2/2/10 13:09:27
m. elevador nasolabial
m. esfínter profundo del cuello, 
porción palpebral
v. labial superior
v. facial
n. facial VII, 
r. bucal dorsal
m. buccinador, porción bucal
m. cigomático
m. orbicular de la boca (restos)
n. facial VII, 
r. bucal ventral
m. mentoniano
Mandíbula, cuerpo
m. retractor del ángulo lateral del ojo
m. interescutular
Cartílago auricular :
Espina del hélix
Trago
Antitrago
Concha
Escafa
Glándula salival parótida
m. cleidocervical, aponeurosis
v. maxilar
m. esternooccipital
m. esternomastoideo
m. cleidocervical
n. cervical II, r. ventral
n. cervical IV, r. dorsal
m. milohioideo m. esfínter profundo 
del cuello, parte 
intermedia
X m. parotídeo auricular v. yugular externa
Cartílago nasal dorsolateral v. dorsal de la nariz m. orbicular del ojo v. angular del ojo m. elevador del ángulo medial del ojo m. frontal
Figura 2.25 Estructuras 
superfi ciales de la cabeza 
después de separar 
el músculo platisma:
vista lateral izquierda. 
Las fi bras musculares 
del borde dorsal del 
platisma se encuentran 
entremezcladas con 
las del componente 
intermedio, de forma 
que la separación del 
platisma ha dejado una 
línea «desigual» sobre la 
superfi cie del elemento 
intermedio, en el área 
indicada como «X» 
en el dibujo. Es difícil 
eliminar completamente 
el músculo orbicular de 
la boca porque sus fi bras 
se entremezclan con las 
del elevador nasolabial. 
Por lo tanto, algunas de 
sus fi bras permanecen 
desordenadamente en su 
lugar entre las raíces y 
los folículos de los pelos 
táctiles sensitivos. El 
músculo mentoniano está 
infi ltrado de grasa y tejido 
fi broso en el mentón y por 
lo tanto es difícil defi nir 
sus límites.
DONE 02 (009-106).indd 26 2/2/10 13:09:32
n. auriculopalpebral (VII):
r. cigomática
r. palpebral
a. palpebral superior lateral
n. cigomático (max. V):
r. cigomático temporal
r. cigomático facial
Arco cigomático (hueso temporal)
Fascia masetérica
a. transversa de la cara
n. auriculotemporal (mand. V):
r. transversa de la cara
n. facial VII, 
r. bucal dorsal
a. angular de la boca
v. facial
Glándulas bucales ventrales
v. labial inferior
v. auricular rostral
m. del hélix
Incisura pretrágica
Incisura intertrágica
m. tragohelicino
n. cervical III, 
r. dorsal
m. cervicoauricular 
profundo mayor
m. oblicuo auricular, 
porción marginal
a. v. auricular caudal
v. temporal superfi cial
Conducto parotídeo
n. facial VII:
r. bucal ventral
r. del cuello
Glándula salival mandibular
n. transverso del cuello
v. linguofacial
g. mandibulares
m. cigomático auricular Cartílago escutular m. escutuloauricular superfi cial dorsal
a. submentoniana m. esternohioideo
Figura 2.26 Estructuras superfi ciales de las regiones temporal, auricular, 
parotídea y masetérica después de eliminar el músculo platisma: vista lateral 
izquierda. Esta imagen es una vista ampliada de parte de la disección que se 
muestra en la fi gura 2.25. La separación de la fascia superfi cial alrededor de la 
concha del cartílago auricular ha dejado a la vista la glándula salival parótida y la 
parte proximal del conducto. El nervio trigémino (V) se encarga de la inervación 
cutánea de la cabeza, algunas de sus ramas se muestran en esta disección (v. también 
fi g. 2.58). Sin embargo, muchas de sus ramifi caciones terminales se han eliminado 
inevitablemente en su recorrido junto con la piel y el músculo platisma, de forma que 
en el mejor de los casos sólo se han conservado intactos los fragmentos proximales 
de estos nervios.
DONE 02 (009-106).indd 27 2/2/10 13:09:35
Arco cigomático
v. dorsal de la nariz
Hueso nasal
Cartílago nasal dorsolateral
m. elevador del labio superior
m. elevador nasolabial
v. labial superior
v. facial
m. orbicular de la boca (restos)
m. cigomático
m. buccinador, porción bucal
Glándula bucal ventral
v. labial inferior
n. facial (VII), 
r. bucal ventral
a. mentoniana
m. milohioideo Mandíbula, cuerpo m. esternohioideo m. esternocefálico v. yugular externa
v. angular del ojo
m. orbicular 
del ojo
m. elevador del ángulo
medial del ojo
m. retractor del ángulo
lateral del ojo
a. palpebral superior 
lateral m. frontalm. interescutular
m. escutuloauricular, 
superfi cie dorsal
n. cigomático (max. V):
n. cigomático facial
n. cigomático temporal
Cartílago auricular :
Trago
Antitrago
Concha
Escafa
n. cervical III, r. dorsal
v. maxilar
v. linguofacial
n. cervical II, r. ventral
m. cleidocervical
m. parotidoauricular
Figura 2.27 Estructuras 
superfi ciales de la cabeza 
después de eliminar 
los músculos platisma 
y esfínter profundo 
del cuello: vista lateral 
izquierda. El componente 
intermedio del esfínter 
profundo del cuello 
y la parte nasofrontal 
del músculo elevador 
nasolabial se han retirado. 
La amplia distribución 
del nervio facial (VII) 
por la musculatura 
facial contrasta con la 
disposición menos extensa 
de las ramas sensitivas 
del nervio trigémino (V). 
Las ramifi caciones de los 
nervios cutáneos suelen 
retirarse junto con la piel. 
El amplio y pronunciado 
drenaje venoso en la fascia 
superfi cial contrasta a 
su vez con la limitada 
distribución de las arterias 
(v. también fi g. 2.127).
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v. auricular rostral
Cartílago escutular
m. tragohelicino
m. cigomático auricular
v. temporal superfi cial
n. facial (VII),
n. auriculopalpebral
v. transversa de la cara
a. transversa de la cara
n. auriculotemporal (mand. V):
r. transversa de la cara
r. comunicante
Fascia masetérica sobre el m. masetero
n. facial (VII), 
r. bucal dorsal
a. angular de la boca
m. buccinador, porción molar
n. milohioideo (mand. V)
n. facial (VII),
 r. bucal ventral
Hélix, espina Antehélix
Saco cutáneo marginal
m. del hélix
m. cervicoauricular profundo mayor
m. oblicuo auricular, porción marginal
a. v. n. auricular caudal
Glándula salival parótida
Conducto parotídeo
n. facial (VII):
r. bucal ventral
r. del cuello
n. cervical II, 
r. ventral:
n. auricular magno
n. transverso del cuello
Glándula salival mandibular
g. mandibulares
v. lingual
m. tirohioideo
Arco hioideo
m. digástrico
v. submentoniana
Figura 2.28 Estructuras superfi ciales de las regiones temporal, auricular, parotídea 
y masetérica después de retirar los músculos platisma y esfínter profundo del cuello:
vista lateral izquierda. Esta imagen es una vista detallada de la disección que se muestra en 
la fi gura 2.27. Al eliminar la parte media del esfínter profundo del cuello han quedado al 
descubierto los ganglios linfáticos mandibulares (v. también fi g. 2.127). Estos ganglios tienen 
un tamaño considerable si se comparan con el ganglio linfático parotídeo que se muestra 
en la fi gura 2.30. En los perros, los ganglios linfáticos generalmente son pocos y pequeños 
(en relación con el tamaño del cuerpo) y el tejido linfático suele ser poco llamativo. No se 
muestran los vasos linfáticos (además del conducto torácico: v. capítulo 5).
DONE 02 (009-106).indd 29 2/2/10 13:09:40
v. dorsal de la nariz
Cartílago nasal dorsolateral
v. lateral de la nariz
m. elevador del labio superior
n. infraorbitario (max. V)
a. lateral de la nariz
n. facial VII, 
r. bucal dorsal
v. labial superior
v. facial
m. orbicular de la boca (restos)
m. cigomático (restos)
m. buccinador, porción bucal
a. v. n. mentoniano medial
Glándulas bucales ventrales
m. frontal
m. interparietoescutular
Fascia temporal
m. escutuloauricular 
dorsal superfi cial
Fascia masetérica
Trago
Antitrago
n. facial VII
Glándula salival parótida (restos)
Glándula salival mandibular
m. esternomastoideo
m. esternooccipital
n. cervical II
r. ventral
m. cleidocervical
Mandíbula, cuerpo m. milohioideo g. mandibulares m. parotidoauricular v. yugular externa
v. angular del ojo Ligamento palpebral medial m. orbicular del ojo m. elevador del ángulo medial del ojo Fascia orbital m. retractor del ángulo medial del ojo
Figura 2.29 Nervios 
superfi ciales y vasos 
sanguíneos de la cabeza:
vista lateral izquierda. Se 
han retirado los músculos 
cigomático y cigomático 
auricular, parte del músculo 
parotidoauricular y el 
componente maxilar del 
músculo elevador nasolabial. 
Se ha conservado el 
extremo ventral del músculo 
parotidoauricular para dejar 
intacta la rama cervical del 
nervio facial (VII), que 
se conecta con el componente 
cervical transversal del 
nervio cervical II en su 
superfi cie. Se ha eliminado la 
glándula salival parótida «por 
etapas» hasta dejar sólo una 
pequeña parte, donde se origina 
el conducto.
DONE 02 (009-106).indd 30 2/2/10 13:09:43
 ©
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si
n 
au
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ac
ió
n 
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n 
de
lit
o.
Cartílago escutular
n. auriculopalpebral (VII), r. auricular rostral
n. auriculotemporal (mand. V), n. auricular rostral
a. v. auricular rostral
a. v. temporal superfi cial
n. auriculopalpebral (VII):
r. cigomática
r. palpebral
g. parotídeos
n. cigomático (max. V), r. cigomático facial
a. v. transversa de la cara
Arco cigomático
n. auriculotemporal (mand. V):
r. transversa de la cara
r. comunicante
n. facial VII:
r. bucal dorsal
r. bucal ventral
m. buccinador, porción molar
n. milohioideo (mand. V)
v. labial inferior
n. facial VII, r. bucal ventral
a. v. mentoniana caudal
Cartílago auricular :
Espinal del hélix
Pilar medial del hélix
Escafa
Incisura intertrágica
Concha
m. cervicoauricular profundo mayor
m. oblicuo auricular, porción marginal
a. v. n. auricular caudal
v. temporal superfi cial (seccionada)
n. facial VII
r. del cuello
Conducto parotídeo (seccionado)
n. cervical II, r. ventral:
n. auricular magno
n. transverso del cuello
v. maxilar
v. linguofacial
v. lingual
n. hipogloso XII
r. distal descendente
Arco hioideo
m. digástrico, vientre rostral
a. v. submentoniana
m. mentoniano
m. tragohelicino m. del hélix
Figura 2.30 Nervios superfi ciales y vasos sanguíneos de las regiones temporal, auricular, 
parotídea y masetérica después de separar los músculos faciales y las glándulas 
salivales parótidas: vista lateral izquierda. Esta fotografía es una imagen ampliada de parte de 
la disección que se muestra en la fi gura 2.29, pero se ha separado la glándula parótida, 
incluida la parte proximal de su conducto, y el elemento correspondiente de la vena temporal 
superfi cial que discurre por dentro del tejido de la glándula parótida. Los extremos cortados 
de la vena pueden verse cuando abandona la fascia temporal, dorsal al arco cigomático, justo 
antes de desembocar en la vena maxilar, en un punto caudoventral a la concha del cartílago 
auricular. El ganglio linfático parotídeo pequeño, ahora descubierto, oculta parcialmente 
la derivación comunicante que une la rama auriculotemporal del nervio trigémino (V) con la 
rama bucal dorsal del nervio facial (VII).
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v. angular del ojo
Hueso nasal
v. lateral de la nariz
v. dorsal de la nariz
Maxilar
Agujero infraorbitario
a. dorsal de la nariz
n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labiales superiores
a. lateral de la nariz
v. labial superior
v. facial
Conducto parotídeo
v. profunda de la cara
m. buccinador:
Porción molar
Porción bucal
Glándula bucal ventral
v. labial inferior
a. v. n. mentoniano medial
Agujero mentoniano
Mandíbula, cuerpo
v. transversa de la cara
a. v. temporal superfi cial
n. trigémino V
a. facial
n. facial VII
n. milohioideo (mand. V)
Glándula salival mandibular
v. maxilar
m. cleidocervical
n. cervical II
m. milohioideo
Arco cigomático
Fascia masetérica sobre 
el m. masetero Ligamento orbitario
Hueso frontal, apófi sis 
cigomática
a. palpebral
superior lateral
Fascia temporal sobre 
el m. temporal
m. digástrico m. esternohioideo v. lingual n. hipogloso XII, r. muscular v. linguofacial
Figura 2.31 Cartílagos 
auriculares y músculos 
temporal y masetero 
después de retirar los 
músculos faciales: vista 
lateral izquierda. Se han 
retirado los músculos 
faciales que quedaban 
junto con los ganglios 
linfáticos mandibular 
y parotídeo y las 
ramifi caciones terminales 
del nervio facial (VII). 
Ahora pueden verse las 
ramas infraorbitarias delnervio maxilar 
(trigémino V) que se 
extienden rostralmente 
desde el agujero 
infraorbitario hacia el 
hocico. Desplazando 
ligeramente la vena facial 
para alejarla del borde 
rostroventral del músculo 
masetero puede verse la 
vena profunda de la cara, 
la arteria facial y el nervio 
milohioideo cuando se 
extienden por la cara 
(v. también fi g. 2.98).
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Hélix:
Borde medial
(Borde trágico)
Espina
Pilar medial
Cartílago escutular
m. escutuloauricular 
superfi cial medio
m. del hélix
Antehélix
m. tragohelicino
m. mandibuloauricular
Incisura tragohelicina 
(pretrágica)
Incisura intertrágica
Hélix:
Antitrago
Trago
Borde lateral (borde antitrágico)
Vértice
m. oblicuo auricular 
(porción marginal)
Concha
Fascia temporal sobre el 
m. temporal
Hélix:
Borde medial
Espinal
Pilar lateral (seccionado)
Pilar medial
m. mandibuloauricular
Meato acústico externo
m. del hélix
Antehélix
Escafa
Antitrago:
Apófi sis medial
Apófi sis lateral
Conducto auditivo:
Porción vertical
Porción horizontal
n. auriculopalpebral VII
r. auricular rostral
Cartílago anular
n. auriculopalpebral (VII)
n. auriculotemporal 
(mand. V):
r. transversa de la cara
r. comunicante
a. transversa de la cara
n. facial VII, r. bucal dorsal
n. auriculotemporal 
(mand. V) 
n. auricular rostral
Aponeurosis 
del m. cleidocervical y del 
m. esternooccipital
Meato acústico externo
n. facial VII
a. v. n. auricular caudal
v. auricular profunda
v. temporal superfi cial 
(seccionada)
n. facial VII
r. bucal ventral
Conducto parotídeo
Figura 2.32 Cartílagos auricular y escutular después de retirar los músculos 
superfi ciales y la glándula salival parótida: vista lateral izquierda. Esta vista ampliada 
de la región auricular (fi g. 2.31) muestra los cartílagos escutular y auricular y algunos 
músculos auriculares intrínsecos.
Figura 2.33 Cartílago auricular y conducto auditivo externo después de la resección 
de parte del cartílago auricular (trágico): vista lateral izquierda. El conducto auditivo 
se ha abierto para mostrar su fl exión en ángulo recto antes de alcanzar el meato acústico 
externo y la membrana timpánica (v. también secciones, fi gs. 2.145 y 2.146).
Figura 2.34 Regiones temporal, parotídea, auricular y masetérica y conducto 
auditivo externo después de separar el cartílago auricular: vista lateral izquierda. 
El nervio facial (VII) sale por el agujero estilomastoideo, caudal al meato (v. fi g. 2.3), 
y prácticamente lo rodea.
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Agujero infraorbitario
a. dorsal de la nariz
n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labiales superiores
a. lateral de la nariz
v. labial superior
v. infraorbitaria
v. facial
Conducto parotídeo (terminación)
m. buccinador, porción bucal
Agujero mentoniano medio
a. v. n. mentoniano medial
Agujero mentoniano caudal
Mandíbula, cuerpo
a. submentoniana m. milohioideo m. esternohioideo m. digástrico, vientre rostral n. cervical II, r. ventral
v. lateral de la narizv. lateral de la nariz
v. lateral de la nariz v. dorsal de la nariz v. malar v. angular del ojo Ligamento palpebral medial m. orbicular del ojo Ligamento orbitario
Glándula salival cigomática
Arco cigomático
Mandíbula, rama
art. temporomandibular
Meato acústico externo
n. facial VII
Aponeurosis de los m. esternooccipital 
y cleidocervical
Glándula salival sublingual
Glándula salival mandibular
m. esternooccipital
m. esternomastoideo
m. cleidocervical
Figura 2.35 Rama mandibular y músculo temporal después de retirar el músculo masetero y la fascia temporal: vista lateral izquierda (1). Al eliminar 
los cartílagos auricular y escutular se queda al descubierto la fuerte fascia temporal que después ha sido eliminada. Algunas áreas «desiguales» de la superfi cie 
del músculo temporal muestran el origen de numerosas fi bras en la cara interna de la propia fascia temporal. Al eliminar el músculo masetero se han recortado 
los componentes superfi ciales de los nervios trigémino (V) y facial (VII). Los muñones de estos nervios seccionados pueden verse por encima y por debajo 
de la arteria y la vena maxilares, lateralmente a la articulación temporomandibular.
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m. temporal
a. v. temporal profunda
a. palpebral superior lateral
Mandíbula:
Apófi sis coronoides
Apófi sis condílea
Cresta coronoidea
Glándula salival cigomática
v. profunda de la cara
Fascia bucofaríngea
n. mandibular (V):
n. bucal
n. milohioideo
m. buccinador, porción molar
a. v. facial
Glándula bucal ventral
v. submentoniana
Arco hioideo
a. v. temporal superfi cial
n. mandibular (V):
r. masetérica
r. auriculotemporal
Apófi sis mastoides
a. auricular caudal
r. occipital
v. auricular temporomandibular
a. v. maxilar
a. v. n. auricular caudal
v. auricular profunda
v. temporal superfi cial (seccionada)
Mandíbula:
Apófi sis angular
Fosa masetérica
Línea masetérica
Cresta condílea
v. maxilar
v. lingual
v. laríngea craneal
v. linguofacial
n. hipogloso XII
r. muscular
Figura 2.36 Rama mandibular y músculo temporal después de retirar el 
músculo masetero y la fascia temporal: vista lateral izquierda (2). Es una 
imagen ampliada de la disección de las regiones temporal y masetérica de la 
fi gura 2.35. Muestra la vena profunda de la cara cuando abandona la fosa 
pterigopalatina y se hunde en parte de su recorrido en la glándula salival 
cigomática. El nervio bucal procedente de la rama mandibular del nervio trigémino 
(V) aparece en la mejilla inmediatamente rostral a la apófi sis coronoides de la
rama mandibular. Caudalmente al meato acústico externo, los restos de los vasos
y los nervios auriculares caudales se han desplazado en sentido caudal después
de retirar el cartílago auricular. Estas estructuras se han desplegado sobre la
aponeurosis de los músculos cleidocervical y esternooccipital, en la región
del ala del atlas.
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Línea temporal
Hueso frontal, apófi sis cigomática
Arco cigomático
v. temporal profunda
Mandíbula, rama:
Apófi sis coronoides
Incisura mandibular
v. profunda de la cara
Fascia bucofaríngea
n. bucal (mand. V)
Rama mandibular, fosa masetérica
m. buccinador, porción molar
v. labial inferior
m. milohioideo (mand. V)
v. facial
v. submentoniana
Mandíbula, cuerpo
Cresta sagital externa
X
Protuberancia occipital externa
Línea nucal
n. masticatorio (mand. V), n. temporales 
profundos
temporal superfi cial (seccionada)
Apófi sis mastoides
Meato acústico externo
n. auriculotemporal (mand. V)
n. facial VII
v. maxilar
Mandíbula, apófi sis angular
Glándula salival sublingual
facial
Glándula salival mandibular
Arco hioideo
v. lingual
n. hipogloso XII, r. distal descendente
v. linguofacial
Figura 2.37 Fosa temporal y rama mandibular después de retirar los músculos 
temporal y masetero: vista lateral izquierda. La eliminación progresiva del 
músculo temporal ha dejado intactos su irrigación sanguínea y su inervación, que 
pueden verse a través de la incisura mandibular (v. también fi gs. 2.69 y 2.70). En el 
proceso de separación del músculo temporal se ha hecho evidente el aislamiento 
de las estructuras orbitales dentro de la periórbita: la fascia temporal se fusiona con el 
ligamento orbitario, mientras que el músculo temporal se dirige hacia la periórbita, pero 
no se inserta en ella (v. también fi g. 2.70). Por otra parte, la separación del músculo 
temporal desde el nervio y los vasos sanguíneos maxilares y el nervio bucal en la fosa 
pterigopalatina ventral ha sido inmediata (v. también fi g. 2.72). El agujero del cráneo 
que se abre en el punto señalado con una «X» se realizó para permitir la inserción 
de un gancho para sostener la cabeza después de embalsamar el cadáver.
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Plexo oftálmico
n. cigomático (max. V)
Periórbita
a. maxilar
n. maxilar (V)
Glándula salival cigomática
a. v. bucal
Conducto de la glándulacigomática
Conducto parotídeo
m. pterigoideos:
Medial
Lateral
n. bucal (mand. V)
Glándula bucal ventral
m. buccinador, porción bucal
n. milohioideo (mand. V)
Fosa temporal
a. temporal profunda rostral
n. temporal profundo (mand. V)
a. v. temporal profunda caudal
art. temporomandibular :
Fosa mandibular
Apófi sis condílea
n. auriculotemporal (mand. V)
m. pterigoideo lateral
m. digástrico, vientre caudal
Cresta condílea
Línea masetérica
a. facial
m. digástrico, vientre rostral
v. laríngea craneal
m. tirohioideo
Figura 2.38 Fosas temporal y pterigopalatina después de eliminar la apófi sis 
coronoides de la mandíbula: vista lateral izquierda. Se ha localizado y eliminado la 
apófi sis coronoides de la mandíbula abriendo la fosa pterigopalatina desde la superfi cie 
lateral. También se han retirado la grasa y las fascias que rodean la vena profunda de 
la cara y la glándula salival cigomática, así como la fascia bucofaríngea subyacente, 
rostral al músculo pterigoideo medial. También se ha retirado un fragmento corto de la 
vena facial cuando cruza la mandíbula, de forma que puede seguirse durante un corto 
trayecto caudal la mandíbula con su base muscular del músculo buccinador, por el 
interior de la rama mandibular.
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n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labiales superiores
a. lateral de la nariz
v. labial superior
v. infraorbitaria
v. facial
Conducto parotídeo
Molares 1.º-3.º
Lengua, dorso
Premolares 1.º-4.º
Diente canino
Diente incisivo
n. mentoniano rostral
Encía
Agujeros mentonianos Recorrido del canal mandibular 
por el interior 
del cuerpo de la mandíbula
Línea de unión 
de la encía con 
la mucosa vestibular
Mandíbula, cuerpo n. milohioideo (mand. V)
a. v. dorsal de la nariz v. lateral de la nariz v. angular del ojo Ligamento orbitario Hueso frontal, apófi sis cigomática
Hueso cigomático, apófi sis frontal
Periórbita
a. maxilar
Cresta sagital externa
Fosa temporal
Protuberancia occipital externa
a. v. temporal profunda
Apófi sis mastoides
art. temporomandibular
Meato acústico externo
a. v. maxilar
Situación del agujero mandibular 
en la cara medial de la mandíbula
a. facial
Figura 2.39 Maxilar inferior después de retirar el músculo masetero, la parte ventral de la mejilla y el labio inferior: vista lateral izquierda. El maxilar 
inferior (mandíbula) ha quedado al descubierto después de separar la parte inferior de la mejilla. Se ha efectuado un corte en sentido caudal desde el ángulo de la 
boca a nivel del músculo buccinador y la fascia bucal, hasta la rama mandibular, al mismo nivel en el que se había eliminado la apófi sis coronoides (v. fi g. 2.38). 
También se separaron por un lado el músculo buccinador de la mandíbula y por otro lado la mucosa bucal, por su línea de refl exión, desde la cara interna del labio 
y la mejilla hasta la mandíbula.
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v. profunda de la cara
Conducto glandular cigomático
m. pterigoideo medial
Glándula bucal ventral
(restos)
m. milohioideo (sección 
de su inserción en la mandíbula)
Línea de unión de la mucosa sublingual 
con la mucosa gingival
Mandíbula, cuerpo
(seccionado)
a. v. n. mentoniano medial
m. geniogloso
m. geniohioideo
a. submentoniana
a. sublingual v. submentoniana m. milohioideo m. digástrico, vientre rostral v. lingual a. v. facial
Maxilar Agujero infraorbitario
Ligamento palpebral 
medial m. orbicular del ojo v. angular del ojo
Glándula salival 
cigomática Plexo oftálmico
Arco cigomático
n. bucal (mand. V)
m. pterigoideo lateral
n. mandibular (trig. V): 
n. lingual
n. alveolar inferior
n. auriculotemporal
art. temporomandibular 
(fosa mandibular)
n. facial VII
m. pterigoideos seccionados en su inserción 
en la mandíbula
m. digástrico, vientre caudal
Glándula salival sublingual
a. v. alveolar inferior
n. milohioideo (mand. V)
Glándula salival mandibular
Figura 2.40 Fosa pterigopalatina y mandíbula inferior después de separar la mandíbula: vista lateral izquierda. Se ha eliminado la porción que quedaba de 
la mandíbula izquierda siguiendo estos pasos: se ha realizado un corte vertical con sierra en el cuerpo de la mandíbula, en un punto caudal al segundo premolar; 
se ha desarticulado la articulación temporomandibular; se han seccionado los músculos digástrico, pterigoideo medial y lateral, milohioideo, geniohioideo y 
geniogloso por sus inserciones; se han cortado el nervio y los vasos alveolares mandibulares a la altura de su entrada en el canal mandibular (v. fi g. 2.98); se ha 
seccionado la mucosa sublingual en el suelo de la boca, por su línea de refl exión hacia la cara interna de la mandíbula.
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v. dorsal de la nariz
n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labial superior
a. lateral de la nariz
v. labial superior
v. infraorbitaria
a. infraorbitaria
Conducto cigomático
Conducto parotídeo
m. pterigoideo:
Medial
Lateral
Glándula bucal ventral
Línea de unión de 
la mucosa sublingual 
a la mucosa gingival
a. v. n. mentoniano medial m. milohioideo (inserción mandibular seccionada) n. mandibular (trig. V):
n. milohioideo
n. alveolar inferior
n. lingual
Posición del agujero infraorbitario v. facial Canal infraorbitario n. infraorbitario (max. V) v. angular del ojo Ligamento orbitario Hueso frontal, apófi sis supraorbitaria
Hueso cigomático, apófi sis frontal
Glándula salival cigomática
Línea temporal
Cresta sagital externa
n. cigomático (max. V)
Periórbita
Plexo oftálmico (visible a través de la 
periórbita)
Fosa temporal
Arco cigomático
a. maxilar
n. bucal (mand. V)
n. temporal profundo (mand. V)
n. mandibular (trig. V)
a. v. temporal profunda
m. pterigoideos seccionados en su 
inserción mandibular
Glándula salival sublingual
a. v. alveolar inferior
Figura 2.41 Mandíbula superior y fosa pterigopalatina después de eliminar la pared del canal infraorbitario: vista lateral izquierda. El canal infraorbitario 
ha quedado abierto después de realizar cortes de sierra paralelos en el hueso maxilar, a partir de los límites dorsal y ventral del agujero infraorbitario. 
Caudalmente, los cortes de sierra pasan a través del hueso cigomático y abren la porción rostral de la fosa pterigopalatina por debajo de la órbita. El corte ventral 
también deja al descubierto las raíces de las muelas (PM4 y M1 superiores), mientras que el corte de sierra dorsal atraviesa la pared medial del canal, penetrando 
en el receso maxilar (v. también fi gs. 2.99, 2.100 y 2.141).
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Línea de refl exión de la mucosa oral 
hacia la lengua
Mucosa sublingual (retirada)
n. lingual (mand. V), n. sublingual
v. sublingual
m. geniogloso
m. geniohioideo
a. submentoniana
m. milohioideo
Conducto sublingual mayor
Conducto mandibular a. sublingual v. lingual n. hipogloso XII m. digástrico n. lingual (mand. V) a. v. facial
m. geniogloso m. estilogloso v. profunda de la cara Arco cigomático (seccionado) n. maxilar (V) a. bucal
a. temporal profunda rostral
Plexo pterigoideo
n. mandibular (V):
n. lingual
n. alveolar inferior
n. milohioideo
n. auriculotemporal
art. temporomandibular, fosa mandibular
v. articular temporomandibular
n. facial VII
a. v. maxilar
m. digástrico, vientre caudal
v. palatina
m. pterigoideo, inserción seccionada
n. lingual (mand. V) 
r. comunicante con ganglio mandibular
Glándula salival sublingual
Figura 2.42 Maxilar inferior: nervio lingual, glándulas y conductos salivales mandibulares y sublinguales: vista lateral izquierda. En esta fase, se ha 
eliminado el componente más fi no del músculo milohioideo, de orientación casi vertical. La mucosa del suelo de la boca, entre el borde gingival cortado y 
la lengua, incluye el pliegue sublingual de la mucosa. Para mostrar el nervio sublingual y los conductos salivales mayor y menor se ha retirado el pliegue de 
la mucosa y se ha fi jado sobre la superfi cie lateral de la lengua.Por otro lado, el corte de los extremos seccionados de los músculos pterigoideos ha dejado al 
descubierto la extensión total de la porción monostomática de la glándula salival sublingual.
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v. palpebral superior medial
m. frontal
n. auriculopalpebral (VII) 
r. cigomática
m. retractor del ángulo lateral de ojo
m. orbicular del ojo
m. cigomático
v. angular del ojo m. elevador del ángulo medial del ojo
m. elevador nasolabial v. facial
Párpados:
Superior
Tercero
Inferior
v. angular del ojo
Ángulo medial del ojo
Ligamento palpebral medial
Fascia orbitaria formando el septo orbitario
Periostio del borde orbitario Ángulo lateral del ojo Ligamento orbitario
Córnea Hueso frontal, apófi sis supraorbitaria
Hueso frontal, 
apófi sis supraorbitaria
m. elevador del párpado superior
Fascia orbitaria
Glándula lagrimal
Borde seccionado de la periórbita
Hueso cigomático, apófi sis frontal
v. profunda de la cara
n. maxilar (trig. V) a. maxilar
Periórbita
n. mandibular (trig. V):
n. bucal
n. temporal profundo
Figura 2.43 Estructuras superfi ciales del ojo y de la región orbitaria (1). Musculatura de los párpados: vista lateral izquierda. Se ha separado la piel y se ha 
limpiado la fascia superfi cial. Las ramas cutáneas del nervio trigémino (V) se han eliminado junto con la piel. Su posición aparece señalada con números: 1) rama 
frontal, y 2) rama infratroclear del nervio oftálmico; 3) rama cigomaticofacial, y 4) rama cigomaticotemporal del nervio maxilar.
Figura 2.44 Estructuras superfi ciales del ojo y la región orbitaria (2). Fascia orbitaria y ligamento orbitario: vista lateral izquierda. Los músculos 
superfi ciales se han retirado y se ha recortado el músculo orbicular para exponer el ligamento orbitario. Al separar el músculo elevador nasolabial ha quedado al 
descubierto la vena angular del ojo y el ligamento palpebral medial, que se fi jan en el ángulo medial del ojo.
Figura 2.45 Órbita y fosa temporal después de eliminar el músculo temporal y el ligamento orbitario: vista dorsolateral izquierda. Se han retirado los 
músculos temporal y masetero, exponiendo la periórbita que rodea y delimita el «contenido». También se ha retirado el ligamento orbitario, quedando así abierto 
dorsolateralmente el borde orbitario y mostrando el borde cortado de la periórbita, a la cual se une.
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n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labial superior
a. lateral de la nariz
v. labial superior
v. profunda de la cara
Conducto cigomático
Conducto parotídeo
m. pterigoideo medial
m. pterigoideo lateral
m. milohioideo (seccionado 
en su inserción mandibular)
Línea de unión de la mucosa 
sublingual con la mucosa gingival
Mandíbula, cuerpo (seccionado)
a. v. n. mentoniano medial
m. geniogloso
m. geniohioideo
a. submentoniana
m. milohioideo a. sublingual v. submentoniana m. digástrico, vientre rostral v. lingual v. facial
a. v. dorsal de la nariz v. infraorbitaria Situación del agujero infraorbitario a. infraorbitaria Canal infraorbitario
n. infraorbitario (max. V)
n. maxilar (trig. V)
a. maxilar
Fosa temporal
n. mandibular (trig. V)
Fosa mandibular
Meato acústico externo
a. v. maxilar
n. facial VII
a. facial
m. digástrico, vientre caudal
Glándula salival sublingual
n. mandibular (trig. V):
n. alveolar inferior (muñón)
n. lingual
n. milohioideo
Glándula salival mandibular
Figura 2.46 Maxilar superior, arteria y nervio maxilares y vena profunda de la cara después de abrir el canal infraorbitario: vista lateral izquierda. 
La fase de disección de la órbita que se ilustra en la fi gura 2.45 es una imagen ampliada de esta fase de la disección global de la cabeza. Después de separar el 
ligamento orbitario, la órbita se queda abierta dorsolateralmente a la fosa temporal y ventralmente a la fosa pterigopalatina (v. también fi g. 2.71 de esta misma 
fase en una vista dorsal). La glándula salival cigomática se ha eliminado, lo que es un procedimiento sencillo puesto que dicha estructura no se encuentra fi ja 
fi rmemente en su posición y no tiene una cápsula bien desarrollada. Así se ha despejado la fosa pterigopalatina alrededor de las ramas de la vena profunda de la 
cara.
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a. v. dorsal de la nariz
n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labial superior
v. labial superior
v. infraorbitaria
v. profunda de la cara
v. facial
n. lingual (mand. V)
n. sublingual
Conducto sublingual mayor
Conducto mandibular
a. v. sublingual
m. geniogloso
n. cigomático (max. V)
Plexo oftálmico 
(visible a través de la periórbita)
a. temporal profunda rostral
m. pterigoideo lateral
m. pterigoideo medial
Arco cigomático (superfi cie de corte)
Plexo pterigoideo
n. milohioideo (mand. V)
a. v. maxilar
a. facial
Glándula salival sublingual
Glándula salival mandibular
m. digástrico
m. cleidocervical
m. geniohioideo
a. v. lateral de la nariz a. infraorbitaria v. angular del ojo Conjuntiva bulbar Esclerótica Periórbita (corte en la base)
a. submentoniana m. milohioideo n. hipogloso XIIv. lingual
Figura 2.47 Maxilar superior, arteria y nervios maxilares y vena profunda de la cara después de eliminar el arco cigomático: vista lateral izquierda. 
La separación del músculo orbicular del ojo y del ligamento orbitario marca el comienzo de la disección profunda de la órbita mediante la «apertura» del saco 
periorbitario por su base. Al eliminar la glándula salival cigomática, que rodea la vena profunda de la cara en la fosa pterigopalatina, puede verse la periórbita y 
cómo la vaina fascial delimita el «contenido» orbitario. Dos de los principales vasos tributarios de la vena profunda de la cara aparecen intactos: una conexión 
anastomótica con la vena oftálmica ventral a través de la periórbita (v. fi g. 2.142) y una conexión con la vena temporal superfi cial.
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v. angular del ojo
Córnea
Tercer párpado
Borde orbitario
Arco cigomático, superfi cie de corte
m. pterigoideo medial
v. profunda de la cara
a. v. bucal
Hueso frontal, apófi sis supraorbitaria
m. elevador del párpado superior
Glándula lagrimal
Corte de la periórbita
a. temporal profunda rostral
n. maxilar (trig. V)
a. maxilar
n. temporal profundo (mand. V)
n. bucal (mand. V)
v. medial del párpado superior
Piel del párpado superior
Piel del párpado inferior
Glándula superfi cial del tercer párpado
Rama anastomótica 
de la v. temporal superfi cial
n. infraorbitario (max. V)
a. v. infraorbitaria
v. facial
a. palatina menor n. palatino menor
m. elevador del párpado superior
m. recto dorsal
m. recto lateral
Plexo oftálmico
m. recto ventral
m. cigomático (max. V)
a. oftálmica externa
Ganglio pterigopalatino
Plexo pterigohioideo, v. maxilar
m. elevador del párpado superior
Fórnix conjuntival
Conjuntiva bulbar
Línea de refl exión conjuntival
Esclerótica
m. oblicuo ventral
r. anastomótica de la v. oftálmica 
externa ventral
Raíces de las muelas 
en el canal infraorbitario
n. frontal (oft. V)
m. recto dorsal
m. recto lateral
n. cigomático (max. V):
n. cigomático temporal
n. cigomático facial
a. etmoidal externa
m. recto ventral
a. oftálmica externa
n. pterigopalatino (max. V)
Ganglio pterigopalatino
a. n. palatino mayor
Figura 2.48 Órbita y fosa pterigopalatina después de eliminar el arco cigomático:
vista lateral izquierda. Es una imagen ampliada de la órbita y de la fosa pterigopalatina de 
la fi gura 2.47. Se han suprimido las mitades laterales de los párpados superior e inferior 
y se ha retirado la conjuntiva palpebral. También se ha retirado el tabique orbitario de las 
superfi cies lateral y ventral del globo ocular.
Figura 2.49 Órbita y fosa pterigopalatina después de eliminar la periórbita: vista 
lateral izquierda. Se ha eliminado la periórbita de alrededor del contenido orbitario y 
se ha retirado parte de la grasa intraperiorbitaria desde el borde ventral de laórbita, 
exponiendo la glándula superfi cial del tercer párpado.
Figura 2.50 Órbita y fosa pterigopalatina después de eliminar el límite ventral del 
borde orbitario: vista lateral izquierda. Se han eliminado los restos del arco cigomático, 
así como el plexo venoso oftálmico y la grasa infi ltrada entre los músculos extrínsecos del 
globo ocular, ofreciendo una imagen más detallada del contenido orbitario.
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n. infraorbitario (max. V):
r. nasales externas
r. labiales superiores
Diente canino superior
Premolares 1.º-4.º
Línea de unión entre
 la mucosa del vestíbulo y la encía
Molares 1.º-2.º
n. lingual (mand. V)
n. sublingual
Conductos salivales
Superfi cie de corte de la mucosa sublingual
m. geniogloso
m. geniohioideo
m. milohioideo v. lingual n. hipogloso XII m. digástrico n. hipogloso XII, 
r. muscular
a. v. dorsal de la nariz Situación del agujero infraorbitario Canal infraorbitario n. infraorbitario (max. V) Glándula superfi cial del tercer párpado Glándula lagrimal
n. frontal (oft. V)
n. cigomático (max. V)
a. maxilar
m. pterigoideo medial
m. pterigoideo lateral
n. mandibular (V)
art. temporomandibular (superfi cie glenoidea)
a. v. maxilar
n. facial VII
a. carótida externa
Glándula salival sublingual
m. estilohioideo
m. esternomastoideo
m. esternooccipital
m. cleidocervical
v. facial
Figura 2.51 Maxilar superior, nervio y arteria maxilares después de separar la parte dorsal de la mejilla y del labio superior: vista lateral izquierda. La 
parte superior de la mejilla y el labio superior se han retirado parcialmente en sentido rostral hasta el primer premolar superior, de forma que quedan a la vista las 
ramifi caciones del componente maxilar del nervio trigémino (V) en el labio superior. La mucosa bucal que reviste el vestíbulo oral se ha resecado por su línea de 
refl exión desde la cara interna del labio y la mejilla hacia la superfi cie del maxilar. También se ha eliminado la parte que quedaba del arco cigomático por debajo 
de la órbita, así como de la periórbita, junto con el plexo oftálmico.
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Plexo oftálmico
m. oblicuo dorsal, tendón
m. retractor ocular
n. ciliar corto
r. anastomótica entre 
v. oftálmica externa ventral 
y v. profunda de la cara
n. infraorbitaria (max. V), 
r. alveolar superior
n. oculomotor III, r. ventral m. recto ventral
m. elevador del párpado superior 
(seccionado y refl ejado)
m. recto dorsal
a. etmoidal externa (seccionada)
n. frontal (oft. V)
n. troclear IV
n. oculomotor III, r. dorsal
a. oftálmica externa
n. motor ocular externo VI
m. recto lateral 
(seccionado y refl ejado)
v. angular del ojo
m. oblicuo dorsal (tendón)
n. óptico (II)
n. pterigopalatino
n. palatino mayor (max. V)
a. palatina menor
m. recto medial
n. nasociliar (oft. V)
m. recto dorsal (muñón)
n. oculomotor III, r. dorsal
n. motor ocular externo VI
a. maxilar
n. oculomotor III, r. ventral
n. maxilar (trig. V)
n. pterigopalatino (max. V)
Tróclea cartilaginosa
m. oblicuodorsal, tendón
a. oftálmica interna
n. ciliar corto
m. oblicuoventral
a. palatina mayor
Ganglio ciliar a. oftálmica externa, r. muscular ventral
v. oftálmica externa dorsal
r. anastomótica de la v. oftálmica 
externa ventral
n. oftálmico (trig. V):
n. infratroclear
n. etmoidal
r. anastomótica 
de la a. carótida interna
Hueso palatino
Figura 2.52 Contenido de la órbita y ganglio pteriogopalatino: vista lateral 
izquierda. Se han seccionado y retirado del globo ocular el músculo elevador 
del párpado superior y el músculo recto lateral. Se ha extraído un fragmento del 
nervio maxilar de la fosa pterigopalatina, dejando al descubierto el ganglio 
pterigopalatino y sus conexiones con las ramas pterigopalatina y palatina mayor 
del nervio maxilar (trigémino V).
Figura 2.53 Contenido orbitario: arteria oftálmica externa y nervio oculomotor: vista 
lateral izquierda. Se han extraído de la órbita el músculo recto dorsal, el elevador del párpado 
superior y dos porciones del músculo retractor del globo ocular. En la fosa pterigopalatina se 
han retirado la arteria y el nervio infraorbitarios, la vena profunda de la cara y la mayor parte 
del músculo pterigoideo medial.
Figura 2.54 Contenido orbitario: músculos oblicuos, nervios frontal y 
nasociliar: vista lateral izquierda. La rotación lateral del globo ocular ha dejado 
expuesta la lámina troclear cartilaginosa con el músculo oblicuo dorsal junto con 
su tendón asociado a ella y ha permitido separar parte del músculo recto medial. 
Al eliminar los fragmentos de los músculos recto dorsal y lateral y del retractor 
del globo ocular ha quedado a la vista el ganglio ciliar, un nervio ciliar corto y la 
arteria oftálmica externa que acompaña al nervio óptico (II).
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Pabellón auricular
m. temporal en la fosa 
temporal
Hueso cigomático, 
apófi sis frontal
Hueso frontal, 
apófi sis cigomática
Pelos táctiles 
del labio superior
Cresta sagital externa
Línea temporal
Arco cigomático
Ligando orbitario
Borde óseo orbitario
Agujero infraorbitario
Hueso incisivo alrededor de la abertura nasal ósea
Plano nasal
Protuberancia 
occipital externa
Cresta sagital externa
Línea temporal
Hueso frontal, 
apófi sis cigomática
Hueso frontal
Arco cigomático
Fosa frontal
Maxilar
Hueso nasal
Abertura nasal ósea
Línea nucal
Fosa temporal
Mandíbula:
Apófi sis coronoides
Cresta coronoides
Órbita
Fosa para el saco lagrimal
Agujero infraorbitario
Fisura palatina
Hueso incisivo
Figura 2.55 Referencias superfi ciales de la cabeza: vista dorsal. En la fotografía se aprecian las 
referencias óseas principales que pueden palparse fácilmente y/o son visibles en la superfi cie de 
la cabeza. Estos «puntos» coinciden con las zonas coloreadas sobre los huesos que se ilustran más 
abajo (fi g. 2.56). Compárense con las vistas superfi ciales lateral (fi g. 2.1) y ventral (fi g. 2.125).
Figura 2.56 Cráneo: vista dorsal. Las referencias óseas palpables que se muestran en la vista 
superfi cial anterior (fi g. 2.55) aparecen coloreadas en este cráneo. Además de los «puntos» 
palpables, también pueden percibirse zonas óseas amplias a través de la musculatura que la 
recubre.
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m. cervicoescutular
m. cervicoauricular superfi cial
m. interescutular
m. frontal
m. elevador del ángulo medial del ojo
m. orbicular del ojo
m. elevador nasolabial: 
Porción nasofrontal
Porción maxilar
Hueso nasal
Cartílago nasal dorsolateral
Cartílago auricular : 
Escafa
Espina del hélix
Antitrago
Trago
m. retractor del ángulo lateral del ojo
m. cigomático
1
2
v. labial superior
3
v. dorsal de la nariz
m. interparietoauricular
m. interparietoescutular
m. occipital
Cartílago escutular
Fascia temporal
a. palpebral superior lateral
Ligamento palpebral medial
m. elevador del labio superior
v. dorsal de la nariz
n. infraorbitario (max. V), 
r. nasales externas
m. escutuloauricular superfi cial accesorio
m. escutuloauricular superfi cial dorsal
v. auricular rostral
Incisura intertrágica
m. tragohelicino
n. auriculopalpebral (VII):
r. cigomática
r. palpebrales
n. cigomático (max. V), 
r. cigomático temporal
n. facial VII, r. bucal dorsal
a. lateral de la nariz
Figura 2.57 Estructuras superfi ciales de las regiones del cráneo y de la cara: vista 
dorsal (1). Se ha eliminado la piel de la cabeza, dejando una estrecha franja de piel en el labio, 
alrededor de la nariz y los ojos, y sobre la escafa del cartílago auricular. No se han identifi cado 
las derivaciones cutáneas de la rama oftálmica del nervio trigémino (V) sobre el dorso y la parte 
lateral del hocico. 1) Nervio frontal; 2) nervio infratroclear; 3) nervio nasal externo.
Figura 2.58 Referencias superfi ciales de las regiones del cráneo y de la cara: vista 
dorsal (2). Se han retirado los músculos interescutular y elevador nasolabial del lado izquierdo y se 
ha recortado el

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