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Anatomía humana (522)

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CORAZON 30
apéndice auricular, origina los ramos auriculares que se d istribuyen por las paredes 
del apéndice auricu lar y por la aurícu la misma. Em ite al mismo tiem po un ramo lla­
mado arteria del tabique in teraur icu la r , que se in troduce y distribuye en su p arte an ­
terior, terminando en pequeños ramúseulos subendocárdico.s.
Cuando la coronaria derecha alcanza el surco auricu loventricular, orig ina ramos a u ­
riculares y ramos ventriculares que se d istribuyen en las partes correspondientes, l 'n o de 
estos ramos es más grueso y m ás largo, recorre el borde derecho del corazón, d istribuyén­
dose en sus paredes y recibe el nombre de arter ia del borde derecho del corazón.
Al llegar al surco in terven tricu lar in ferio r, la coronaria derecha produce m últiples 
ramos ventriculares que se distribuyen po r los dos ventrículos y tam bién varios ramos per ­
forantes posteriores, que penetran en la porción posterior del tabique in terven tricular, 
cu cuyo espesor se anastomosan con la de la coronaria izquierda.
Las arterias coronarias se anastomosan en tre sí repetidas veces, ya por medio de 
sus ramos perforantes, al nivel del tabique in terven tricu lar, o bien a la a ltu ra de Jos 
surcos auriculoventricular e in terven tricu lar, m ediante sus ram as colaterales; o tam bién 
merced a sus ramos term inales, cerca de la p u n ta del corazón, en el surco in terven tricu lar 
inferior. Estas anastomosis son m ás abundantes en los individuos que padecen a rte ritis 
coronarias crónicas,
V E N A S D E L C O R A Z O N
Vena coronaria mayor y seno coronario. Se origina la vena coronaria m ayor al n i­
vel de la pu n ta del corazón, recorre el surco in terven tricu lar an te rio r hasta la base ven- 
tricúlar, donde se dirige a la izquierda sum ergida: en el surco auricu loventricu lar izquier­
do y luego, ya en la cara posteroinferior, aum enta bruscam ente de volumen, y origina una 
porción dilatada de tres a cuatro centrím etros de extensión que recibe el nom bre de seno 
coronario. Este seno presenta en su constitución anatóm ica una capa de fibras m uscula­
res estriadas semejantes a las fibras estriadas del miocardio. E l seno coronario desembo­
ca en la aurícula derecha por un orificio en el cual, como ya se ha indicado, existe un 
repliegue conocido con el nom bre de v á lvu la de Tebcsio.
En el lugar donde la vena coronaria se d ila ta para constitu ir el seno, se encuentra un 
repliegue inserto en la cara an terio r del tronco venoso, de tal m anera que el borde libre y 
cóncavo está dirigido hacia a trás ; este repliegue recibe el nom bre de v á lvu la de Vieussens, 
aunque, a causa de su misma disposición, es evidente que no desempeña el papel de vál­
vula, o, cuando menos, es una válvula insuficiente.
Afluentes colaterales. La vena coronaria m ayor recibe ramos venosos de la parte an ­
terior de los ventrículos derecho e izquierdo, otros procedentes del tabique in terven tricu lar. 
así como venas de la pared externa del ventrículo izquierdo y de la aurícu la izquierda. Be 
todas estas venas, existe una más gruesa que corre po r el bru de izquierdo del corazón, 
acompañando a la a rte ria de ese borde, y se llama vena del borde izquierdo.
E l seno coronario recibe tam bién la vena oblicua de la aurícu la izqu ierda o vena de 
Marskall, la cual desciende por la cara posterior de dicha aurícula, po r fuera de las venas 
pulmonares izquierdas.
La vena del ven tr ícu lo izqu ierdo cam ina por la parte m edia de la cara posterior de 
dicho ventrículo y va a desembocar en la extrem idad izquierda del seno coronario. A lgu­
nas veces, cuando el seno es corto, term ina en la vena coronaria mayor.
La vena in te rven tr ic u la r in fe r io r nace en la p u n ta del corazón, corre por el surco in ­
terventricular in ferio r y desemboca en la porción term inal del seno coronario.
La vena coronaria m en o r se origina en el borde derecho del corazón, se desliza po r el 
surco auriculoventricular derecho, siguiendo la a rte ria coronaria derecha y desemboca en 
la porción term inal del seno.
Es frecuente encontrar, en el desem bocadura de los afluentes del seno coronario, pe­
queñas válvulas ostiales que son funeionalm ente insuficientes, como la m encionada vál­
vula de Vieussens.

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