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Anatomía humana (719)

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236 TRA TA DO D E A N ATO M IA HUM ANA
y de B urdach. Las ram as ascendentes derivadas de fib ras em anadas de los ganglios in ­
teriores ocupan en los cordones un plano medio, en tan to que las procedentes de ganglios 
superiores se colocan en situación tan to m ás externa cuanto los ganglios de donde deri­
van están situados m ás arriba . Como a m edida que ascienden se van añadiendo fibras a 
los cordones, se deduce que éstos serán m ás gruesos a rrib a que abajo.
No todas las fib ras radicu lares que in tegran el cordón posterior term inan en los n ú ­
cleos de Goll y de B urdach; precisam ente po r su recorrido se dividen d ichas fib ras en 
cortas, m edianas y largas. Las prim eras, después de m uy corto trayecto , se desvían hacia 
fuera y term inan po r arborizaciones en el asta posterior, a lrededor de las células gelatino­
sas. Las m edianas, después de recorrer seis a siete centím etros, pen etran p o r la p a r te in ­
te rna del cuerno posterior, y term inan po r arborizaeíones que se ponen en contacto con 
las prolongaciones protoplásm icas de las células de la columna de C larke cuyos cilindro- 
-e¿es--vnn--a-ortgH m r-^l-ba»-cerebcloso-tR rcctorÍjarfibi^^Tga5^*ird^TrTas;'áscíeñaéñ“tias^~' 
ta el bulbo p a ra te rm in a r en los núcleos de Goll y de B urdach.
Las fib ras endógenas del cordón posterior tienen su origen en células eordonales del 
cuerno posterior, cuyos cilindroejes una vez que lian penetrado en este cordón se dividen 
en un ram o ascendente y o tro descendente, ram as que después de u n corto recorrido pene­
tra n en el cuerno posterior donde te rm inan m ediante arborizaciones, sobre todo en la 
substancia gelatinosa y esponjosa, constituyendo fib ras de asociación long itud inal de t r a ­
yecto corto.
Las ram as ascendentes de las fib ras endógenas se condensan en u n haz, situado por 
delante de la extrem idad an te rio r del tab ique medio, que adopta u n a form a sem ilunar, 
cóneava hacia a trás. Se le h a dado el nom bre de zona cornucomisural de P. M ane o 
campo de W estphal. E ste haz se considera como el haz ven tra l del eordón posterior. Son 
fib ras de asociación.
Las fib ras endógenas de trayecto descendente constituyen un fascículo que va cam­
biando en su form a y situación en las d istin tas a ltu ras de la m édu la: así, en la m édula 
cervical y p a rte superior de la dorsal form an el fascículo en vírgula de SchuUzc; en la 
región dorsal in ferio r la cin ta periférica de líoch e; en la m édula lum bar el llamado 
centro oval de Fleschig y en el cono term inal el fascícido triangular medio. Son fib ras 
espinoespinales de asociación en tre d istin tos pisos m edulares, aunque tam bién parecen lle­
var algunas fib ras de origen radicu lar.
ELEM ENTO S D E SOSTEN DE LA M EDU LA
E n tre los elementos de sostén de la m édula espinal se encuentran las células epen- 
dimarias y las células neuróglicas.
Células ependimarias. Rodean al conducto del epéndimo; son células alargadas en 
sentido radial, de na turaleza epitelial y prov istas de dos prolongaciones. U na gruesa y 
corta se d irige hacia el conducto del epéndimo term inando en form a de pestaña v ib rá til; 
la o tra , delgada y larga , atraviesa el te jido m edular, term inando p o r dos o m ás ram i­
ficaciones en la superficie de este órgano. (F ig . 175). E n la p a r te an te rio r y posterior 
del conducto ependim ario estas células em iten sus prolongaciones del conducto del epén­
dimo al surco an te rio r o al surco medio posterior, donde constituyen el cono ependim a­
rio an terio r y el cono ependim ario posterior.
Células neuróglicas. Tienen éstas el mismo origen que las células ependim arias, di­
ferenciándose de ellas po r la pérd ida de sus prolongaciones prim itivas. Se las encuentra 
disem inadas tan to en la substancia blanea como en la substancia gris; en algunas regio­
nes se agrupan , como sucede con la neuroglia cortical o m arg inal que form a un a delgada 
capa de neuroglia que envuelve a la substancia blanca, quedando subyacentes a la p iam a­
dre. (Véase fig. 152.)
E n la substancia b lanca las células de neuroglia tienen form a estrellada, eon prolon­
gaciones de longitud variable, que se d irigen en todas direcciones; fo rm an verdaderas re ­
des o tabiques que se in troducen en tre los haces de fib ras eordonales.

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