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ANÁLISIS LITERARIO “MATAR A UN RUISEÑOR” AUTORA: HARPER LEE INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA OBRA Leer este libro fue un gran reto para mí como adolescente, primero porque está clase de lectura creí era aburrida y enredada, pero en el proceso me encontré con un montón de aprendizajes y entendí que las lecturas no tienen edades y que esté trabajo tenía un enfoque trascendente, más allá de un análisis literario, me ayudo a comprender el significado de las discriminaciones y todos los caminos que han batallado los seres humanos a través de la historia. Aunque esta obra es muy estudiada en los colegios, gracias a su contexto social donde se expone la discriminación y los prejuicios raciales hacia las personas de raza negra a principios de siglo en los Estados Unidos; con significativas lecciones de vida sobre la moral, el bien y el mal, vistos desde la perspectiva de una niña pequeña, quien siente en carne propia las injusticias de una época oscura de la cultura reinante en un tranquilo pueblo de Alabama. Jamás había escuchado de ella y mucho menos pensé que fuera tan interesante, con un lenguaje universal, que traspasa épocas y que fácilmente se puede ubicar en nuestra actualidad, donde aunque el contexto es diferente en muchos sentidos y la lucha de alguna manera ha servido, aún existen actitudes de discriminación. Esta obra clásica es de llamativa lectura para los profesores de las aulas de clase, incluso en universidades, porque aunque en la ficción, trata temas sociales no solo que llaman la atención por el contexto histórico sino por lo significativos que han sido en la lucha humana, de ahí que leerlo se haya vuelto tan popular en las escuelas, y cuando habló de leer no me refiero a pasar nuestros ojos por sus páginas sino a entender desde la posición de la niña narradora todo lo que vive y siente y poder colocar en discusión. Esta obra fue escrita por Harper Lee durante un período demasiado duro por los conflictos de discriminación racial en su estado natal de Alabama. El sur 1 permanecía separado, y los afroamericanos estaban obligados a utilizar instalaciones diferentes a las que usaban los blancos, en casi todos los aspectos de la sociedad. En ese momento el Movimiento por los Derechos Humanos, “Civil Rights Movement”) había emprendido la batalla y tomado impulso cuando la activista Afroamericana Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús, en Montgomery, Alabama, en 1955. Luego de este valiente acto de rebeldía, Martin Luther King Jr. se convirtió en el cabecilla del movimiento, y la problemática comenzó a llamar la atención del resto del país. Es claro que uno de los temas principales de Matar un ruiseñor es la injusticia del racismo y la desigualdad en el sur de Estados Unidos, fue sumamente importante al momento de su publicación, y sigue siéndolo aún en esté siglo XXI tan adelantado en algunos aspectos, pero aún con conflictos discriminatorios que perjudican el entorno social. 2 TABLA DE CONTENIDO 1. ARGUMENTO 2. RESUMEN 3. ANÁLISIS LITERARIO 3.1 ESTRUCTURA 3.2 ESTILO 3.3 GÉNERO LITERARIO 3.4 TEMAS LITERARIOS 3.5 RECEPCIÓN DEL LIBRO 3.6 IMPACTO SOCIAL Y DESAFÍOS 4. RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS 5. FRASES DEL LIBRO 6. TRASFONDO BIOGRÁFICO 7. PERSONAJES 8. GLOSARIO 9. AUTORA 10. CONCLUSIONES 3 ARGUMENTO Scout Finch es una niña pequeña, que vive, juega y sueña junto con su hermano Jem, que aunque es un poco mayor que ella, todos los días sale a explorar con su hermanita y su amigo Dill, para entretenerse y hacer menos aburrido el verano. Ambos chicos son huérfanos, hace algunos años su madre murió y ahora los cuida su papá, un exitoso abogado, a quien todos conocen en el pueblo. En el tranquilo pueblo de Maycomb existen personajes interesantes que despiertan la curiosidad de los niños, como por ejemplo la casa de Bob Radley, que es siniestra y misteriosa, le pertenece a un vecino que tiene un comportamiento que según los niños da la impresión de que tiene mucho que ocultar. Este verano es diferente, ya que su padre Atticus acepta trabajar como abogado defensor en un caso controversial, donde un hombre negro es acusado de violar a una mujer blanca. Inmediatamente se habla de esta noticia en todo el pueblo, nadie se explica cómo un abogado respetable, buen padre de familia y habitante estrella del pueblo, va a aceptar defender a un negro. Este hecho hace evidentes los prejuicios que tiene la gente en el pueblo y Atticus comienza a percibir la negatividad y el odio por parte de sus vecinos, hacia él directamente y hacia su familia, pues sus hijos también comenzaron a escuchar insultos y sufrir atropellos en el pueblo, ya que sus vecinos blancos ven como una falta grave que haya aceptado el caso, pero no por la posibilidad de que sea culpable, sino porque es un hombre negro. El acusado se llama Tom Robinson y tiene frente a sí mismo un duro camino por recorrer; a pesar de ser completamente inocente de lo que se le acusa, debe enfrentar un juicio totalmente parcializado, donde absolutamente nadie cree que sea inocente, solo quieren hacer formal y legal su paso a la horca. 4 Atticus es un buen abogado, investigó el caso a fondo, reunió evidencia, armó sus alegatos y se embarcó en una odisea donde estando convencido de la inocencia de su cliente lo defendería hasta conseguir que el jurado lo absolviera de toda culpa, para Atticus es una meta personal y quiere hacer lo correcto y justo. Mientras se realiza el largo juicio, Atticus demuestra la inocencia de Robinson, y no solo eso, sino que deja al descubierto las mentiras de la supuesta víctima, llamada Mayela Ewell, quien junto a su padre, alcohólico y problemático, llamado Bob, han armado toda una red de intrigas que le quitarían la vida a una persona inocente. A pesar del excelente trabajo y las buenas intenciones de Atticus, el resultado del juicio es una condena para Robinson, quien en vista de que se ha perdido su última esperanza de salir absuelto, en un ataque de desesperación trata de escapar y lo hieren en el intento. Luego de estos hechos vienen las represalias por parte de las personas del pueblo contra Atticus, pues les ha tocado una fibra cuestionable que la mayoría de sus vecinos comparte, y es el racismo, tanto odio a las personas solo porque tienen un color de piel diferente, es vergonzoso y hasta grotesco. Entre tanto, Bob Ewell está ofendido porque su credibilidad quedó en entredicho durante el juicio, en el que se consideró la palabra de un negro de más peso que la suya, así que quiere vengarse por lo que él considera una humillación pública. Busca la manera de hacerlo y después de varios intentos fallidos con Atticus, trata de hacerle daño a los pequeños Jem y Scout. Con este incidente queda demostrada la poca calidad humana y el nivel de odio que tiene Bob Ewell dentro de sí, en su intento de herir a los niños, desata todo un incidente, pero sorpresivamente Jem y Scout recibieron la ayuda de Bob Radley, a pesar de todo lo que ellos pensaban de él por comportarse de manera diferente y solitaria, los defiende y en medio de la trifulca donde Ewell saca la peor parte y es herido de muerte. 5 En medio de la confusión no está claro quién lo ha herido, pero luego de reconstruir los hechos, se determina que el pobre Ewell es el culpable, ya que en su frenesí de odio, cayó sobre su propio cuchillo terminando él mismo con su miserable vida. Al final, la mayoría concuerda que enviar a un inocente a un juicio aunque se sabía que todos lo encontrarían culpable, por las ideas racistas y prejuicios inútiles, era como “Matar a un ruiseñor” , un pájaro hermoso, pequeño y dulce que no hace daño a nadie.RESUMEN Matar un Ruiseñor Matar un ruiseñor toma lugar en Maycomb, en el estado sureño de Alabama, durante la Gran Depresión de los 1920 y es narrada por el personaje principal, una pequeña de nombre Jean Louise “Scout” Finch. Su padre, Atticus Finch, es un abogado de grandes valores morales. A Scout, a su hermano Jem y a su amigo Dill les generan mucha intriga los rumores del pueblo sobre un hombre llamado Boo Radley, que vive en el vecindariovecindario, pero jamás abandona su hogar. La leyenda dice que una vez apuñaló a su padre en la pierna con una tijera, y se lo describe como casi un monstruo. Dill es de Mississippi pero pasa su verano en Maycomb, en una casa cerca de la de los Finch. Los niños quieren averiguar más sobre Boo y, durante un verano, componen una pequeña obra teatral que narra los sucesos de su vida según lo que ellos escucharon, y en la que actúan. Lentamente, los niños comienzan a acercarse a la casa de Radley, que se dice está estar embrujada. Intentan dejarle notas a Boo en su ventana con una caña de pescar, pero Atticus los atrapa y los regaña firmemente por burlarse de la vida de un pobre hombre pobre. Luego, los niños intentarán escaparse de casa por la noche y espiar a través de su ventana. El hermano de Boo, Nathan Radley, quien que también vive en la casa, cree escuchar un merodeador y dispara su arma. Los niños escapan corriendo, pero los pantalones de Jem quedan atorados enganchados en una cerca. Cuando regresa en la mitad de la a la media noche para recuperarlos, los encuentra prolijamente doblados, y con la rotura producto hecha de por la cerca ya había sido cosida. 6 Otros acontecimientos misteriosos les ocurren a los niños Finch. Un árbol cerca de la casa de Radley tiene un agujero en el que suelen dejarles pequeños regalos, como monedas, goma de mascar y figuras de un niño y una niña hechas de jabón y muy parecidas a Scout y Jem. Los niños no saben de dónde provienen esos regalos y cuando le dejan una nota al misterioso dador, se encuentran con que el hermano de Boo tapó el agujero con cemento. El invierno siguiente traejo frío y nieve fuera de lo común, y la casa de la señorita Maudie se incendiainciende. Mientras Jem y Scout, temblando, observan las llamas desde las cercanías de la casa de los Radley, alguien arropa a Scout con una manta sin que ella lo note. Solo cuando regresa a casa y Atticus le pregunta de quién es la manta, ella cae en la cuenta de que Boo Radley debe haberla tapado mientras estaba absorta observando a la señorita Maudie, su vecina favorita, y su casa en llamas. Atticus decide tomar el caso de un hombre negro llamado Tom Robinson, que fue acusado de violar a una joven blanca de origen muy pobre, Mayella Ewell. Ella era miembro de la famosa familia Ewell que pertenecía a la clase social de Maycomb a la que la gente se refería como “basura” (en el sentido de “basura blanca,” blancos “equivalantes” informalmente a negros en el sistema norteamericano de apartheid). La familia Finch enfrenta críticas fuertes críticas en el la ciudad extremadamente racista de Maycomb debido a la decisión de Atticus de defender a Tom. Sin embargo, Atticus insiste en continuar con el caso porque su conciencia no le dejaría hacer lo contrario. Sabe que Tom es inocente y también que casi no tiene chances de ser absuelto porque ningún jurado conformado por blancos le creería a un hombre afroamericano antes que a una mujer blanca. A pesar de esto, Atticus quiere revelarles la verdad a los habitantes de su pueblo, exponer su intolerancia y motivarlos a imaginar la posibilidad de la igualdad racial. Como Atticus defiende a un hombre afroamericano, Scout y Jem se encuentran envueltos en rumores y burlas, y les cuesta mantenerse tranquilos. En una reunión familiar por para celebrar la Navidad, Scout le da una paliza a su molesto familiar Francis cuando este acusa a Atticus de arruinar el apellido familiar por ser un “amante de negros”. Jem arranca algunas flores de los arbustos de una vecina después de que esta ésta se burlara de Atticus, y, como castigo, debe tiene que leerle en voz alta todos los días. Jem no se da cuenta sino hasta después de que ella muriera muere que él la estaba ayudando a superar su adicción a la morfina. Cuando Atticus les cuenta esto a Jem y a Scout, él toma a esta mujer como un ejemplo de verdadera valentía: la voluntad de seguir luchando incluso cuando sabes que no puedes ganar. El momento del juicio se acerca, y la hermana de Atticus, Alexandra, viene a quedarse con la familia. Ella es anticuada y formal, y quiere que Scout se ajuste al 7 modelo del ideal femenino sureño, a pesar de la resistencia de Scout. Dill huye de su hogar, donde su padre y su madre parecen no preocuparse por él, y se queda en Maycomb durante el verano del juicio a Tom. La noche antes del juicio, Tom es trasladado a la prisión del condado, y Atticus, temiendo un posible linchamiento, hace guardia en la puerta de la prisión toda la noche. Jem está preocupado por él, y los tres niños se escapan al pueblo para buscarlo. Un grupo de hombres llegan listos para atacar a Tom y amenazan a Atticus en el proceso. Al principio, Jem, Scout y Dill no participan, pero cuando Scout siente que su padre está en peligro serio, corre y comienza a hablarle a uno de los hombres, que es el padre de uno de sus compañeros de escuela. Su inocencia hace que los hombres cambien de idea y estos se marchan. El juicio enfrenta las pruebas de la familia Ewell, de raza blanca, contra las pruebas de Tom. Según los Ewells, Mayella le pidió a Tom que le hiciera algunas tareas mientras su padre no estaba, y Tom entró a su casa y la golpeó y la violó hasta que su padre apareció y lo espantó. La versión de Tom es que Mayella lo invitó a entrar, se abalanzó sobre él abrazándolo y comenzó a besarlo hasta que Tom intentó alejarla. Cuando Bob Ewell llegó, se encolerizó y la golpeó, mientras Tom huía asustado. Según el testimonio del sheriff, los moretones de Mayella estaban en el lado derecho de su rostro, lo que significa que probablemente fue golpeada por un zurdo. El brazo izquierdo de Tom Robinson cuelga casi enteramente inútil debido a un accidente que sufrió hace años, mientras que el señor Ewell firma su nombre con su mano izquierda. Dada la evidencia que está más allá de la duda razonable, Tom debería ser liberado; pero después de deliberar por horas, el jurado lo declara culpable. Scout, Jem y Dill se escabullen al tribunal para ver el juicio y se sientan en el balcón junto con la población afroamericana de Maycomb. No pueden creer el veredicto porque, para ellos, las pruebas beneficiaban claramente a Tom. A pesar del veredicto desafortunado, Atticus siente que el jurado tardó mucho tiempo en decidir. Normalmente, la decisión se tomaría en minutos porque en esa época, la palabra de un hombre afroamericano no valía nada, efectivamente. Atticus espera poder apelar el veredicto, pero Tom, lamentablemente, intenta escapar de la prisión (según los guardias) y es matado a tiros en el intento. A Jem le cuesta aceptar el resultado del juicio y siente que su confianza en la bondad y racionalidad de la humanidad ha sido traicionada. Mientras tanto, el señor Ewell amenaza a Atticus y a otras personas relacionadas con un juicio porque se siente humillado. Logra vengarse una noche cuando Jem y Scout vuelven caminando de la escuela a su casa una vez que ha concluida la obra de Noche de Brujas. Los sigue en la oscuridad, los intercepta e intenta matarlos con un gran cuchillo de cocina. Jem se quiebra el brazo, y Scout, que 8 usaba un minúsculo disfraz de jamón que le impedía ver qué le esta pasando, no pudo evitar el ataque. El elusivo Boo Radley apuñala al señor Ewell y salva a los niños. Finalmente, Scout tiene la oportunidad de conocer al tímido y nervioso Boo. Al final de la noche, elsheriff declara que el señor Ewell cayó sobre su propio cuchillo así que Boo, el héroe de la situación, no será juzgado por asesinato. Scout acompaña a Boo a su casa e imagina cómo él ha visto al pueblo y observado a Jem, a Dill y a ella a través de los años desde el interior de su hogar. Boo entra, cierra la puerta, y ella jamás lo vuelve a ver. 9 ANÁLISIS LITERARIO Uno de los elementos importantes que se deben tomar en cuenta a la hora de realizar un análisis de la obra “Matar un ruiseñor” es destacar quién es el narrador de la historia; en el presente es una mujer adulta que hace una remembranza de acontecimientos que sucedieron cuando era una niña, tenía 6 años de edad y pasaba largos y apacibles veranos en Alabama, es por esto que el relato tiene el punto de vista inocente de una pequeña. Ahora bien, esto convierte a Scout en un narrador omnisciente durante el desarrollo de la trama de “Matar a un ruiseñor” además de ser al mismo tiempo la protagonista de la historia, quien vivió en carne propia lo que sucedió en Maycomb. Generalmente, la autora emplea la primera persona del plural en el tiempo verbal del pasado cuando se quiere referir a su familia; en cambio usa la tercera persona, igualmente en pasado para referirse a los otros personajes, vecinos y amigos de la infancia. Cuando se refiere a sí misma, exponiendo sus ideas y pensamientos lo hace en primera persona. Estructura “Matar a un ruiseñor” tiene una estructura bien definida, donde la autora presenta la historia en dos partes que se unen perfectamente para contar el relato en su totalidad; en cada una de estas partes es donde encontramos los 31 capítulos de los cuales se compone la obra, inicialmente encontramos los 11 capítulos pertenecientes a la primera parte y luego los 20 restantes que corresponden a la segunda parte. Entre ambos bloques de capítulos existe una diferencia interesante, ya que en el comienzo de la novela los capítulos son más extensos, pues la autora se dedica a explicar el ambiente, ella describe los paisajes, las grandes casas, los extensos 10 campos donde principalmente se planta algodón y la quietud de un pueblo, que resultó tener la bestia del racismo latente en cada uno de sus ciudadanos. En esta parte también se dan a conocer las personalidades de los niños y de sus aventuras, quienes corriendo y jugando por el pueblo nos dan la opinión de primera mano sobre sus vecinos. En medio de estos interminables y calurosos veranos, donde el tiempo pasa lentamente, sus travesuras nos comienzan a abrir la visión personal de que en este pueblo nada es como parece. También hay una parte específicamente escrita para que conozcamos todo el panorama que se le presenta a Atticus, cuando decide tomar el caso y defender a Tom. Esto dio pie para que se mostraran las verdaderas intenciones de mucha gente y dejaran la hipocresía para dejar ver su lado más oscuro; digno de la sociedad racista y clasista que existía en ese entonces. En la segunda parte, los capítulos están escritos de manera diferente, ya que hacen la lectura más breve, ágil y fluida, dando más fuerza a los hechos y menos a las descripciones, donde rápidamente se van desencadenando los sucesos uno tras otro para captar totalmente la atención del lector enganchándolo de un capítulo al otro. “Matar a un ruiseñor” está escrito de manera que los hechos se presentan ordenados cronológicamente y existen elementos que hacen referencia a datos presentados en el capítulo anterior, logrando así poder concatenar perfectamente la trama, haciendo que el lector esté ansioso por el desenlace siguiente. A pesar de que al comienzo del libro el lector es rodeado de descripciones y elementos cargados de información pertinente, la lectura se agiliza a medida que avanza la historia, este tipo de inicio es necesario para lograr que el lector sepa verdaderamente el concepto de la obra. Pero esto se ve compensado en la segunda parte, donde la acción vertiginosa genera expectativas que llevan rápidamente al desenlace final. 11 El libro “Matar a un ruiseñor” fue redactado en un lenguaje sencillo, sin palabras rebuscadas o complicadas figuras literarias que desvíen la atención del lector. En esta obra el aspecto emocional, la acción, el misterio y la inocencia, exponen la propia sensibilidad de la autora; quien logró completamente su objetivo: entregar al público un texto interesante que hace reflexionar a quien lo lee. En cuanto a los personajes del libro, podemos observar una evolución en todos y cada uno de ellos, los hechos relatados cambiaron muchas conciencias e hicieron transformaciones en la perspectiva sobre cómo se manejan las cosas, ya que algunas veces lo que piensa la mayoría no siempre es lo verdadero. La historia de “Matar a un ruiseñor” se desarrolla en un lugar creado por la mente de la autora, pero que tiene muchos elementos en común con las ciudades que se podían encontrar en esa época, en la parte sur de los Estados Unidos. Durante la historia los niños crecen, maduran y poco a poco van comprendiendo el comportamiento de sus semejantes, entendiendo lo bueno y lo malo de las costumbres presentes en los años de su infancia, donde se forma la sensibilidad hacia los temas sociales y la empatía hacia los demás. Estilo En las obras de literatura, el estilo de la escritura es lo que da la esencia al trabajo que presenta un escritor, es la forma de expresar las ideas que se han formado a partir de su fuente de inspiración, en un lenguaje característico propio y totalmente diferente para cada autor. Este estilo dependerá de diversos factores, como la época en que se quiere enmarcar la obra, la relación que se tendrá entre el lector y el texto a escribir, las normas que regirán el contexto, la identidad social y el efecto en el público. Fundamentalmente el estilo de escritura tiene que ver con la elección correcta de las palabras, la forma de estructurar las oraciones para lograr trasmitir el 12 significado del trabajo literario y crear el efecto que se quiere obtener con el trabajo literario. En cuanto al elemento de estilo que resulta más característico en la autora de “Matar a un ruiseñor” está la excelente narrativa, talento que de manera innata le imprime a todo texto que realiza. En una oportunidad la Revista Times se refirió al estilo presente en la narrativa de Lee como una brillantez táctil; con un especial talento para escribir relatos y contar sus magníficas historias. Especialmente es evidente su arte visual y su fluidez similar a la cinematografía, la cual hace que con sutileza, una escena vaya detrás de otra de manera simple y sutil, sin sobresaltos en dicha transición. Género literario Dada la estructura de su argumento, “Matar un ruiseñor” entra en la clasificación de novela gótica sureña, la cual ha sido escrita en el género narrativo pues para contar la historia el autor se vale de personajes protagónicos y secundarios, los cuales intervienen en el desarrollo de los acontecimientos por medio de diálogos, mientras el narrador, hace el trabajo de contar lo que sucede para colocar el hilo conductivo de la historia relatada. “Matar a un ruiseñor” también es considerada como un bildungsroman, el cual es un término en idioma Alemán que hace referencia al momento cuando a las personas reales o ficticias pasan de la inocencia de la infancia hacia la fase de madurez, son conocidas también como novelas de aprendizaje, por su contenido aleccionador. En este tipo de trabajos literarios, los temas, el ambiente y el contexto pueden ser diferentes, no obstante lo importante en este aspecto del análisis literario es la evolución de los personajes, donde se nota el crecimiento personal y las ideas, pensamientosy acciones que tienen son influenciados por el aprendizaje previo de lecciones que han ido aprendiendo en el transcurso del libro. 13 También existe un aspecto gótico en la novela que viene dado por las circunstancias y las características que muestra el personaje de Bob Radley; su deseo de estar aislado, su casa alejada, impenetrable y misteriosa, crean una atmósfera enigmática que hace volar la imaginación de los pequeños protagonistas de la historia. Pueden considerarse como góticas las características presentes en el juzgado de la ciudad de Maycomb, desde la arquitectura hasta el ambiente oscuro que rodea a un lugar que está marcado por la injusticia y la desigualdad social. Al igual que otras obras que se ambientan en la parte sur de Estados Unidos, como ‘El guardián entre el Centeno’ y las ‘Aventuras de Huckleberry Finn’, el libro de Harper Lee contiene un elemento que se considera gótico, como son los enigmáticos forasteros, parte que está presente en el argumento de “Matar a un ruiseñor”. Desde la perspectiva de Scout, su padre Atticus es como un héroe, una persona con una calidad humana extraordinaria, protector y benévolo; una autoridad que tiene valores mucho más elevados que el resto de los habitantes del pueblo, ya que él se deja guiar por su consciencia, hace lo que debe hacer y se preocupa por lo que es correcto y justo, sin importarle las consecuencias que esto le pueda traer a él y a su familia, que son víctimas del ostracismo social. En este tipo de trabajos literarios, los temas, el ambiente y el contexto pueden ser diferentes, no obstante lo importante en este aspecto del análisis literario es la evolución de los personajes, donde se nota el crecimiento personal y las ideas, pensamientos y acciones que tienen son influenciados por el aprendizaje previo de lecciones que han ido aprendiendo en el transcurso del libro. También existe un aspecto gótico en la novela que viene dado por las circunstancias y las características que muestra el personaje de Bob Radley; su deseo de estar aislado, su casa alejada, impenetrable y misteriosa, crean una 14 atmósfera enigmática que hace volar la imaginación de los pequeños protagonistas de la historia. Pueden considerarse como góticas las características presentes en el juzgado de la ciudad de Maycomb, desde la arquitectura hasta el ambiente oscuro que rodea a un lugar que está marcado por la injusticia y la desigualdad social. Al igual que otras obras que se ambientan en la parte sur de Estados Unidos, como ‘El guardián entre el Centeno’ y las ‘Aventuras de Huckleberry Finn’, el libro de Harper Lee contiene un elemento que se considera gótico, como son los enigmáticos forasteros, parte que está presente en el argumento de “Matar a un ruiseñor”. Desde la perspectiva de Scout, su padre Atticus es como un héroe, una persona con una calidad humana extraordinaria, protector y benévolo; una autoridad que tiene valores mucho más elevados que el resto de los habitantes del pueblo, ya que él se deja guiar por su consciencia, hace lo que debe hacer y se preocupa por lo que es correcto y justo, sin importarle las consecuencias que esto le pueda traer a él y a su familia, que son víctimas del ostracismo social. Para plasmar algunos tópicos difíciles como el alcoholismo, el incesto y la violencia racial y sexual, la autora se rige por presentar los hechos de manera puntual y como casos aislados, sin drama excesivo, exponiendo una sociedad real en la cual se pueden presentar este tipo de situaciones, debido a los rasgos de cada persona de manera individual, no dando la idea de que toda la colectividad se comporta de esta grotesca manera. Temas literarios El bien y el mal Matar un ruiseñor es una exploración de la moralidad humana y presenta una conversación sostenida respecto a la bondad o la maldad de las personas. Atticus, el padre de Scout y Jem, también tiene el papel de profesor para sus hijos y para su pueblo. Él cree que las personas suelen tener un poco de bondad y un poco de 15 maldad, pero que la bondad casi siempre gana. Él les enseña esto a sus hijos, pero también al pueblo, al trabajar como defensor de Tom Robinson, un hombre afroamericano inocente que es acusado de violar a una mujer blanca. En el pueblo racista de Maycomb, ubicado en el centro del sur de los Estados Unidos durante la época de la Depresión, esto es un enorme reto. A pesar del desafío de superar el racismo que ha calado tan hondo en este pueblo y de obligar a que las personas cambien su visión social, Atticus sigue luchando; y lo hace porque cree que un buen día, el bien derrotará a los males del racismo, y que la igualdad racial finalmente existirá. En el libro, Scout y Jem hacen la transición de la inocencia a la madurez típica en las novelas de aprendizaje. Jem es quien inicia este camino ya que es mayor que Scout, pero ambos niños pasan por esto. Al comienzo de la novela, ellos viven la vida de forma inocente y creen que todas las personas sean buenas, que todos comprendan y guarden los mismos valores que ellos y su padre. Durante el juicio a Tom Robinson, los niños se decepcionan con el jurado, compuesto por los habitantes de su pueblo, cuando éste condena a Tom Robinson, evidencia de cuya inocencia sobraba, tan solo porque él es afroamericano y su acusante es blanca. Darse cuenta de que el verdadero mal existe en su sociedad afecta profundamente a Jem. Él realmente creía que todas las personas eran buenas, pero después del juicio, debió reevaluar sus conocimientos de la naturaleza humana. El desafío de esta lucha le causa un gran dolor emocional mientras intenta aceptar las decepcionantes realidades de la desigualdad, del racismo y de la injusticia en general. A Scout también le cuesta aceptar estas cosas, pero incluso después del juicio, logra mantener su creencia en la bondad de la naturaleza humana. Al final de la novela, ambos niños deben enfrentar el verdadero mal cuando Bob Ewell intenta matarlos. El verdadero bien, representado por Boo Radley, los salva. En este conflicto final entre fuerzas opuestas, gana el bien. Educación Apenas comenzada la novela, Scout empieza su primer año en la escuela. El sistema educativo de Maycomb deja mucho que desear. Scout está más adelantada que el resto de sus compañeros porque Atticus la enseño a leer y escribir, y Calpurnia incluso le enseño a escribir en cursiva. Sin embargo, cuando su maestra se entera de esto, la castiga y le pide que no aprenda más nada en su hogar porque su padre no sabe cómo enseñarle correctamente. Este es el primer conflicto evidente entre la educación institucionalizada y la educación en el hogar. Atticus está visiblemente orgulloso del poderoso sentido de lo moral que imparte en sus hijos. Él realmente contesta cualquier pregunta que le hagan, y los alienta a 16 tener mentes curiosas tanto como puedan cuando los trata como adultos y cuando los impulsa a crecer intelectual y moralmente. Por otro lado, la maestra de Scout tiene una idea muy específica de lo que los niños deberían aprender, incluso si el cronograma requiere que un niño se atrase. Por ejemplo: cuando en una clase le pide a Scout que escriba, y Scout escribe en cursiva, comienza a regañarla y le dice que no debe hacer eso hasta dentro de muchos años porque en la escuela esa materia se enseña años más tarde. Scout se siente frustrada de que su maestra no la comprenda y solo quiera estorbarla. Scout habla con Atticus preocupada por su educación, y él le ayuda a entender que ella debe educarse, aunque el proceso le parezca frustrante; y le garantiza que seguirá leyéndole y educándola en casa. Es evidente que Atticus comprende las fallas del sistema educativo, pero también sabe que sus hijos deben participar en este sistema para ser parte de la sociedad. Sin embargo,su enseñanza en el hogar, tanto moral como técnico, es más valiosa para los niños que podría serles cualquier lección escolar. Scout ve esto con más claridad cuando aprende sobre el Holocausto. Su maestra explica que dicha opresión de un grupo de personas jamás podría haber sucedido en Estados Unidos, y Scout queda atónita. Durante el juicio a Tom Robinson, escuchó a la señorita Gates fuera del tribunal cuando decía que —refiriéndose a la gente afroamericana— pensaba que era “hora de que alguien les diera una lección, se estaban desmadrando y a continuación se pensarían que podían casarse con nosotras”. Scout ve que estos dichos de la señorita Gates sobre los afroamericanos se contradicen claramente con sus dichos sobre la igualdad en Estados Unidos. Scout se educa principalmente en su hogar y no cree que la escuela sea muy útil. Al final de la novela, se da cuenta de que probablemente aprendió todo lo que había por aprender, excepto tal vez algebra. Claramente, Scout entiende que las experiencias de vida son las verdades maestras y que Atticus le ha enseñado cosas que la escuela jamás podrá. Es evidente que Lee expresa una falta de credibilidad en el sistema educativo institucionalizado y, algunos lectores interpretan la novela como una lección en cómo puede ser más perjudicial que beneficioso. Por lo menos, la educación que recibe Scout en casa es mejor por lejos que su experiencia escolar. Desigualdad social Además de lidiar con los conceptos del bien y el mal, Scout y Jem pasan mucho tiempo intentando comprender qué define y crea las clases sociales. Scout tiende a pensar que “las personas son solo personas”, mientras que Jem está convencido 17 de que la posición social se relaciona con cuánto tiempo hace que los familiares y ancestros de uno hayan podido leer y escribir. Scout dilucida las clases sociales del pueblo de forma bastante clara durante su primer día de escuela cuando Walter Cunningham no tiene ni almuerzo, ni dinero con el cual comprárselo. Sus compañeros de clase le piden a Scout que le explique a la maestra nueva por qué Walter no acepta dinero para comprar su almuerzo, y ella le detalla la situación económica de Walter y de cómo intercambian bienes por servicios por necesidad. Scout y los otros niños tienen un entendimiento claro de las desigualdades sociales del pueblo, pero las ven como algo natural y permanente. La familia Finch se encuentra en un punto bastante alto de la jerarquía social, mientras que la familia Ewell se encuentra en el más bajo. Sin embargo, la jerarquía solo incluye a los blancos. Las personas afroamericanas de Maycomb están por debajo de todas las familias de blancos de Maycomb, incluidos los Ewells, a quien Atticus llama “basura”. Scout entiende esta estructura social, pero no entiende por qué es así. Cree que se debería tratar a todos por igual, sin importar a qué familia pertenecen. Por ejemplo: cuando quiere pasar más tiempo con Walter Cunningham, la tía Alexandra se opone a la sugerencia, hasta tal punto que le dice que ninguna mujer de la familia Finch debería juntarse con ningún Cunningham nunca. Scout se siente frustrada por esto ya que quiere ser libre y poder elegir quiénes sean sus amigos según su propia definición de lo que debe tener una persona para ser buena: la moralidad. El ruiseñor Cuando Scout y Jem reciben rifles de aire comprimido como regalos de Navidad, Atticus les dice que aunque preferiría que practicasen con latas, si deben dispararle a un ser vivo, jamás deben dispararle a un ruiseñor. Les explica que es un pecado matar un ruiseñor. Obviamente, esta es la escena que da nombre al libro, pero el tema se mantiene presente en todo el libro como motivo recurrente y tema central. La señorita Maudie les explica por qué Atticus tiene razón: los ruiseñores jamás dañan a nadie y no son ninguna peste. Lo único que hacen es cantar bellamente y vivir en paz, lejos de la violencia y dependencia de los otros animales. Por eso es un pecado matarlos. Los ruiseñores representan la verdadera bondad y pureza. Tom Robinson es un ejemplo de un “ruiseñor” humano. Él es acusado de violar y golpear a Mayella Ewell, pero es inocente. El pueblo comete el peor pecado al declararlo culpable y sentenciarlo a la muerte. En efecto, mataron un ruiseñor. Boo Radley es otro ejemplo de un “ruiseñor” humano. Pasó la mayor parte de su vida prisionero en su hogar porque a su padre se le fue la mano cuando lo castigó por una travesura. Boo Radley observa el mundo que lo rodea, sin dañar a nadie, y 18 luego salva las vidas de Jem y Scout cuando Bob Ewell los ataca. El sheriff determina que la muerte de Ewell sea declarada como un accidente y así evitar que Boo vaya a juicio, viendo claramente que Boo lo haya matado para proteger a los niños. Atticus está de acuerdo y quiere asegurarse de que Scout entienda por qué en este caso mentir no está mal. Ella responde que entiende: que Boo vaya a juicio y sea puesto en la esfera pública sería como matar un ruiseñor. El ruiseñor representa la verdadera bondad e inocencia que debería protegerse a toda costa. Perspectiva En la novela, Atticus les pide a sus hijos que intenten ponerse en el lugar del otro para entender cómo ven el mundo esas personas. Cada vez que Scout no comprende a Jem, Atticus la empuja a entender cómo estará sintiendo él. Scout suele encontrar útil este consejo, y su intento por comprender las perspectivas de otras personas sobre la vida y el mundo profundiza su educación moral y entendimiento social, modelando la empatía para generaciones de lectores norteamericanos. Cuando la señora Dubose —la malvada anciana que vive en la otra calle de la familia Finch— insulta a Jem y a Scout mientras se dirigían al pueblo, Jem reacciona volviendo y cortando las flores de su jardín delantero. Su castigo es leerle a la señora Dubose todos los días durante un período de tiempo. Él se queja a Atticus de que ella sea una mujer horrible, pero Atticus les dice a Jem y a Scout que intenten comprender el punto de vista de la señora Dubose. Es una mujer mayor, muy arraigada a sus costumbres, y está completamente sola. Jem y Scout aceptan visitarla. Después de que muere la señora Dubose, Atticus les revela que, al leerle todos los días, la estaban ayudando a superar su adicción a la morfina. Él les explica que la señora Dubose intentaba volver a estar sobria, incluso al borde de la muerte. Por este motivo, para Atticus, ella era la mujer más valiente que conoció. Les explica esto a los niños para hacerles comprender el terrible dolor que sufría, y cómo su presencia la ayudó en ese proceso. Aunque ella pudo haber dicho cosas horribles (y las dice, en la novela), Atticus alienta a los niños a que intenten ver el mundo desde su perspectiva y que entiendan lo valiente y fuerte que ella fue por otra parte. Al final del libro, Scout acompaña a Boo Radley de regreso a su casa. Después de que Boo cierra la puerta, ella se da vuelta y ve el vecindario desde la perspectiva de Boo. Se imagina cómo él habrá visto todo lo que sucedió en los últimos años: ella y Jem pasando corriendo por su casa cuando iban y venían de la escuela; los juegos de Boo Radley que jugaba de niña; el incendio de la señorita Maudie; el incidente del perro con rabia; y, por último, el ataque de Bob Ewell. Al ponerse en 19 el lugar de Boo, Scout gana un nuevo respeto por la vida de Boo, y entiende que su experiencia es tan válida como la de ella. Con este entendimiento, ella está agradecida. Racismo Queda más que claro que el racismo es uno de los temas principales de la novela. Durante la época de la Depresión, los afroamericanos todavía eran en su mayoría miembros subyugados de la sociedad, particularmente en los estados que habían formado La Confederación en la guerra civil, que pudieron conservar un sistema de apartheid legaldespués de perder el sistema de esclavitud tras perder la guerra. No se les permitía juntarse con blancos en lugares públicos, como se ejemplificó no solo en la separación física entre razas que se ve en el tribunal durante la novela, sino también en las claramente distinguibles zonas del pueblo para blancos y negros. Aún más, casi no había matrimonios interraciales (¡eran directamente ilegales hasta después de fue escrita la novela un muchos estados sureños!), ni tampoco eran bien vistos en las situaciones donde parejas viajaban a otros estados para concretarlas. En muchos sentidos culturales y legales, las luchas para matrimonio igualitario para personas no-heterosexuales, para adopción entre- racial, y para la documentación oficial para personas de género no-binario o no- innato heredan mucho de la lucha para quitarle la institución de matrimonio todo contenido o condición racial en generaciones anteriores. En la novela, Scout explora las diferencias entre la gente afroamericana y la gente blanca. Ella y Jem acompañan a Calpurnia a la iglesia de su comunidad, y Scout disfruta sinceramente de la experiencia. Después, él le pide a Calpurnia si alguna vez pueda conocer su casa ya que jamás fue. Calpurnia acepta, pero la visita nunca se concreta, más que nada porque la tía Alexandra lo impide sin tener que dar explicaciones de por qué no sea aceptable. Jem, Scout y Dill también se sientan con los ciudadanos afroamericanos en el balcón del tribunal para observar el juicio. Además, Scout y Dill tienen una larga conversación con el señor Raymond, un hombre blanco casado con una mujer afroamericana y con hijos mestizos. El señor Raymond revela que simula ser un borracho al andar con una bolsa —que, en realidad, contiene una botella de Coca-Cola— para que la gente pueda justificarle el haberse casado con una mujer afroamericana. Tom Robinson es condenado por el solo hecho de ser afroamericano y su acusante de raza blanca. Las pruebas a su favor son tan poderosas que la raza es claramente el único factor determinante en la decisión del jurado. Atticus lucha contra el 20 racismo, y otros habitantes del pueblo están de su lado, entre ellos la señorita Maudie y el juez Taylor. Jem y Scout también creen en la igualdad social, pero, naturalmente, están en la minoría. Cuando Atticus pierde el juicio, intenta que los niños entiendan que, aunque perdió, ayudó igual a que la causa antirracista avanzara, evidenciado por el rato largo que necesitó el jurado para sus deliberaciones. Normalmente, un juicio de ese tipo se decidiría casi inmediatamente. Valentía La valentía adopta muchas formas diferentes en Matar un ruiseñor. Atticus es valiente al defender a un hombre afroamericano de las críticas y de las amenazas de violencia. También lo es frente al peligro, tanto cuando mata al perro rabioso de un solo tiro, como cuando enfrenta al grupo de hombres fuera de la carcel. Atticus alienta a Scout a ser valiente y a no pelear con los que la critican a ella o a su familia. Para Atticus, rechazar la violencia es una de las formas más importantes de valentía. Los niños creen que son valientes cuando se acercan a la casa de los Radley, al principio del libro, pero luego entenderán que esta valentía no era verdadera y que, de hecho, era una tontería. Atticus toma a la señora Dubose como el mejor ejemplo de valentía porque que ella lucha contra su adicción a la morfina para poder liberarse de ella antes de morir, incluso cuando sabe que esto terminaría matándola. Atticus, que también lucha contra un poder más grande que él, les dice a los niños que deben tener mucho respeto por la señora Dubose. Finalmente, Bob Ewell representa el mejor ejemplo de cobardía porque miente en el tribunal para protegerse y recurre a atacar a los niños en la oscuridad para cobrar su venganza. La ley Atticus es un abogado, y el libro se centra en su defensa de Tom Robinson. Aunque Atticus pierde el juicio, cree firmemente que a pesar de las desigualdades sociales, todos los hombres son iguales en el tribunal. Incluye una mención de esta creencia en sus argumentos finales al jurado, y durante una discusión que luego tendrá con Jem y Scout respecto a la selección del jurado y el proceso del juicio, lo volverá a mencionar. Atticus cree que el progreso hacia la igualdad racial puede y debe hacerse en el tribunal. Además, aunque cree fervientemente en respetar la ley, Atticus comprende que a veces hay ciertas excepciones justificadas. Por ejemplo: a Bob Ewell se le permite cazar incluso fuera de temporada porque las autoridades del pueblo saben que si se lo fueran a impedir, sus niños morirían de hambre. Además, 21 al fin de la novela, la ley haría que Boo Radley fuera llevado a juicio para determinar si mató a Bob Ewell en defensa propia o no. Sin embargo, Atticus comprende, así como también lo hacen Heck Tate y Scout, que Boo no debería ser forzado a vivir tanta exposición pública ni las críticas que implicaría el proceso mismo. Por lo tanto, es necesario hacer una excepción a la ley en este caso para proteger a Boo. Recepción del libro Para el momento de la publicación del libro, a los editores no les parecía que se podían obtener grandes ganancias, de hecho les preocupaba que ni siquiera se vendiera; pero como por arte de magia, apenas salió a la venta la respuesta del público fue positiva, logrando obtener aclamación y buenas críticas, y llevando a la autora a un estatus de celebridad. “Matar a un ruiseñor” es un libro que logro un éxito contundente, tuvo varias reimpresiones y estuvo ampliamente disponible para ser fácilmente adquirido por el público, comenzando su ola de éxito en el pueblo natal de Monroeville en Alabama. Las críticas que obtuvo el libro al poco tiempo de ser publicado fueron positivas e interesantes; entre todas las opiniones acerca del libro, destacamos que “The New Yorker” lo ha declarado como un libro excelente, sin pretensiones y completamente un éxito ingenioso. El Atlantic Monthly al referirse al libro, afirma que es una lectura agradable, muy bien escrita pero poco exigente, con lo cual es posible perder interés, también le dedicó unas líneas al aspecto presente en la naturaleza de la voz narrativa, ya que desde su perspectiva una niña de 6 años que tiene el estilo y la comprensión de un adulto instruido, es totalmente inverosímil. El Chicago Sunday Tribune expone que “Matar a un ruiseñor” es una novela de importancia contemporánea para todos los ciudadanos de Estados Unidos y tal vez del mundo entero. Un punto a favor para la escritora de la novela, es la posición imparcial desde donde se relatan los acontecimientos del libro, donde solo expone elementos de injusticia racial primordialmente 22 Impacto social y desafíos Hay extensos análisis que han causado controversia desde su publicación en el año 1963. La polémica se ha desatado desde ese tiempo debido a los comentarios fuertes sobre el racismo en la parte sur de Estados Unidos; también contiene frases duras con blasfemias y expone los detalles de la supuesta violación de una chica que miente, producto del trauma del abuso que continuamente le propina su propio padre. Este ha sido un motivo de discusión, ya que algunos son partidarios de que el libro sea una lectura obligada en cada colegio y los puntos en contra que hemos comentado en el párrafo anterior, llevan al cuestionamiento de si es apropiada y recomendable su lectura en bibliotecas y salones de clase. En 1966 se reportó un incidente en Hanover (Virginia) el que se responsabilizaba al libro por la protesta desatada por padres de un instituto educativo, y dio pie para que fundamentalistas afirmaran que era algo totalmente inmoral que una novela tuviera una trama argumental basada en un hecho de violencia sexual. “Matar a un ruiseñor” abordó problemasfuertes y complicados desde todo punto de vista, la visión del trato racista en el pueblo de Maycomb, es criticada por no dejar un mensaje que condenara de manera igualmente dura a los involucrados en tal bajeza. El concepto sobre el racismo que tenía la mayoría cuando transcurría la década de los setenta presentó un cambio sustancial, haciendo que muchas de las mentes de las personas en la sociedad se dieran cuenta de lo equivocados que habían estado durante años. En este contexto se ha determinado que la percepción del libro “Matar a un ruiseñor” ha sido mayormente positiva, aunque si se divide por razas, la opinión es que deja mensajes positivos en los lectores blancos, pero no tiene tanta aceptación por parte de los negros. 23 A pesar de que su popular tema está enfocado en la segregación y la injusticia racial, causa descontento entre algunos que los personajes negros no están desarrollados a todo su potencial. Aunado a los epítetos raciales que se pueden leer a lo largo del libro, muchos detractores dicen que sus personajes son demasiados estereotipados, y que no están ni siquiera un poco cerca de la realidad. En el libro se puede observar el trato que le da la autora a los personajes negros, por ejemplo las alusiones a las superstición, la excesiva pasividad, y específicamente en el personaje de Calpurnia, quien parece el retrato de una vida de esclavitud constante pero satisfactoria, lo cual es una muestra fehaciente de que el argumento del libro mantiene marginados a los personajes de color. Además en muchos de los diálogos que sostienen los personajes sobre el racismo, la autora usa la perspectiva de Scout para suavizar los hechos a los lectores y que estos permanezcan inocentes o no vean a profundidad el horror del racismo. La voz narrativa de Scout pone una especie de velo sobre los acontecimientos, para que el lector que se sienta identificado fije la posición que se acerca más a su percepción de la realidad. Así, según la posición que se tenga, lo que puede parecer fantástico para un lector, puede resultar ofensivo o denigrante para otro; de hecho a algunos estudiantes negros la novela les parece desmoralizante. Para finalizar podemos decir que la novela fue publicada en el momento justo, para contribuir con la lucha de las buenas personas del Sur de la nación y discernir sobre la tensión racial existente para la época. El movimiento que impulsa los derechos civiles fue relacionado directamente con la novela “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee, creando una colaboración entre ambas influencias, que logró incrementar la aceptación de las mismas por parte del público. 24 Existen estudios donde el libro y la biografía de Harper Lee se incluyen en escritos y análisis sobre el movimiento por los derechos civiles, uno de los líderes del movimiento llamado Andrew Young afirma que a pesar de que ni la autora ni la novela formaron parte de este movimiento, “Matar a un ruiseñor” se constituye como una manera eficaz para inspirar esperanza en medio de todo el caos originado por un movimiento considerado por muchos como transgresor. 25 RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS El éxito del libro “Matar a un ruiseñor” fue casi inmediato a su publicación, luego de la salida a la luz pública, la autora de la novela obtuvo un reconocimiento con gran popularidad. Los lectores enfocaron su atención en un texto novedoso, ingenioso e inteligente que contenía reflexiones de las que se podía comentar y discutir. Fueron innumerables las entrevistas a personalidades para efectuar análisis del contenido literario del libro y del argumento de la obra, haciendo foros de discusión y debate en las escuelas y centros de capacitación de jóvenes sobre los temas tratados en el libro. En el año 1961, luego de llevar 41 semanas liderando la lista de los libros más vendidos para la época, logra obtener el Premio Pulitzer, sorprendiendo gratamente a su autora. Ese mismo año “Matar a un ruiseñor” resultó ganador del Premio a la Fraternidad de la National Conference of Cristians and Jews, para luego alzarse con el primer lugar en el Premio al Libro del año para la revista BestSellers. 26 FRASES DEL LIBRO “Maycomb era una población antigua, pero cuando yo la conocí también era una población fatigada. En los días lluviosos las calles se convertían en un barril rojizo; la hierba crecía en las aceras, y el edificio del juzgado parecía que iba a desplomarse sobre la plaza. En verano hacía mucho calor: los perros sufrían durante el día y las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas a la sofocante sombra de las encinas de la plaza. A las nueve de la mañana, los cuellos duros de los hombres perdían su tiesura. Las damas se bañaban antes del mediodía y después de la siesta de las tres, pero al atardecer estaban como blandos pastelillos recubiertos de sudor y talco”. Capítulo 1, página 11 La descripción detallada pinta una imagen vívida del pueblo de Maycomb, lo que nos da alguna idea de los sentimientos de Scout sobre Maycomb. Además, el narrador nos da un marco para la historia y crea el clima para un pueblo tranquilo y algo aburrido, lo que establece las bases para el conflicto del juicio a Tom. “—Tu padre no sabe enseñar —concluyó—. Ahora puedes sentarte. Murmuré que lo sentía y me retiré meditando acerca de mi falta”. Capítulo 2, página 23 La maestra de primer grado de Scout la hace sentir mal por ser capaz de leer, cuando Scout debería sentirse orgullosa de poder leer y escribir a tan temprana edad. Scout incluso pide disculpas y se refiere a su capacidad como un crimen. Esta conversación demuestra cuán cerradas eran las mentes de Maycomb. “—En primer lugar —dijo—, si aprendes una treta sencilla, Scout, convivirás mucho mejor con toda clase de gente. Uno no comprende de veras a una persona hasta 27 que considera las cosas desde su punto de vista… —¿Cómo es eso? —…Hasta que se mete en el pellejo del otro y va por ahí como si fuera ese otro”. Capítulo 3, página 35 Este fragmento ejemplifica el lazo especial entre Atticus y su hija, Scout. A lo largo de la novela, Scout aprende más de su padre que de cualquier otra persona. Atticus le enseña a Scout sobre las cosas importantes de la vida y sobre el mundo, algo que no aprende en la escuela. Scout escucha a Atticus con mucha atención. Ella lo respeta mucho y valora profundamente sus consejos. “En el límite de la finca de los Radley crecían dos encinas cuyas raíces se extendían hasta la orilla del camino, sobresaliendo del terreno. En uno de aquellos árboles había una cosa que me llamó la atención. De una cavidad nudosa del tronco, a la altura de mis ojos precisamente, salía una hoja de papel de estaño, que me hacía guiños a la luz del sol. Me puse de puntillas, miré otra vez, rápidamente, alrededor, metí la mano en el agujero y saqué dos pastillas de goma de mascar sin su envoltura exterior”. Capítulo 4, página 38 Dejar regalos en el agujero es una de las primeras señales de que Boo Radley quiere ser amigable con los niños y de que se ha dado cuenta del interés que ellos sienten por él. Al dejarles inofensivos regalos sencillos y delicados, se vuelve evidente que Boo es una buena persona, algo que difiere de lo que Scout y Jem han asumido desde el comienzo de la novela. Scout no se da cuenta de que los regalos pueden provenir de Boo, aunque Jem sí lo sospecha. Más adelante, Scout entiende. “—Sí, esto era lo que hacían, ¿verdad? —¿Burlarnos? —No —dijo Atticus—, exponer su historia para que toda la vecindad se ría de él. Jem pareció crecerse un poco. —¡Yo no he dicho que hiciéramos tal cosa; yo no lo he dicho! Atticus sonrió de una manera seca. —Acabas de decírmelo—replicó—. Desde este mismo momento ponen fin a estas tonterías, todos y cada uno”. 28 Capítulo 5, página 56 Es realmente raro que Atticus sea tan severo con los niños. Aquí, con sus fuertes palabras, muestra que no deben burlarse de los Radley y que ellos no son mala gente. Esto crea una tensión implícita entre padre e hijos ya que los niños no están del todo convencidos. “Entonces vi la sombra. Era la sombra de un hombre que llevaba el sombrero puesto. Primero lo confundí con un árbol, pero apenas si soplaba el viento, y los troncos de los árboles no andan. El porche trasero estaba bañado por la luz de la luna, y la sombra, seca como una tostada, avanzó cruzando el porche en dirección a Jem. El segundo en verla fue Dill, que se cubrió la cara con las manos. Cuando la sombra cruzó el cuerpo de Jem, este la vio. Se llevó las manos a la cabeza y permaneció rígido”. Capítulo 6, página 60 Los niños creen que el hombre en las sombras es Boo Radley y quedan petrificados del miedo. En el fragmento, el lector se da cuenta de qué tan asustados están los niños del hombre misterioso y con qué intensidad su presencia afectó sus vidas. “Como Atticus me había aconsejado en cierta ocasión, probé meterme en su pellejo y hacer como si fuera él: si hubiese ido sola a la casa de los Radley a las dos de la mañana, la tarde siguiente se habría efectuado mi entierro. En consecuencia, dejé en paz a Jem y procuré no fastidiarlo”. Capítulo 7, página 66 Éste es uno de los tantos ejemplos donde Scout sigue los consejos de Atticus para resolver un conflicto en su vida. Claramente, Scout respeta tanto a su padre como a su hermano, y demuestra un gran nivel de madurez para ser tan joven. “—¿Dar las gracias? ¿A quién? —pregunté. —A Boo Radley. Estabas tan absorta contemplando el fuego que no te diste cuenta cuando él te abrigó con la manta. Sentí un nudo en el estómago al oír aquello. Jem se levantó y se acercó a mí.—¡Se 29 escabulló fuera de la casa, dio un rodeo...se presentó allí sin hacer ruido y se volvió del mismo modo!” Capítulo 8, página 81 Aunque Scout parece tener miedo al escuchar que Boo Radley estuvo a centímetros de ella, comienza a darse cuenta de que el hombre misterioso quiere protegerla y ser su amigo. Boo se gana la simpatía de Scout y del lector en este fragmento “—Has de aprender mucho, Jack —repuso Atticus. —Lo sé. Tu hija me ha dado la primera lección esta tarde. Dijo que yo no comprendía mucho a los niños y me explicó por qué. Tenía mucha razón. Me explicó cómo debí haberla tratado; oh querido, cómo lamento haberle dado una tunda”. Capítulo 9, página 96-7 El tío Jack admite que Scout le dio una lección. Atticus le inculcó desde pequeña la sabiduría y la compasión, algo muy adelantado para su edad. Aquí, ella demuestra ser más sabia que el tío Jack, que es un adulto. Lo cierto es que Scout es muy parecida a Atticus: tiene principios morales muy fuertes y puede explicar las cosas de forma sencilla para que las personas puedan entender su perspectiva. “Atticus le dijo un día a Jem: —Preferiría que disparases contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguirás a los pájaros. Mata todos los arrendajos azules que quieras, si puedes darles, pero recuerda que matar un ruiseñor es pecado. Aquella fue la única vez que le oí decir que esta o aquella acción fuese pecado, y pregunté a la señorita Maudie al respecto. —Tu padre tiene razón —me respondió—. Los ruiseñores solo se dedican a cantar para alegrarnos. No estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor”. Capítulo 10, página 99-100 30 Además de hacer mención del título de la novela, este fragmento demuestra una vez más qué tan similares son Atticus y la señorita Maudie. Ambos están muy de acuerdo en que es pecado matar un ruiseñor, un animal que simboliza a Boo Radley y a Tom Robinson, dado que los ruiseñores no causan ningún daño y su comportamiento demuestra su “corazón puro”. “—¿Una dama? —Jem levantó la cabeza bruscamente— Después de todas las cosas que decía de ti, ¿una dama? —Lo era, aunque sus peculiares puntos de vista sobre las cosas eran muy diferentes de los míos… Hijo, ya te he dicho que de todos modos te habría mandado a que le leyeses. Quería que descubrieses lo que es la verdadera bravura, en vez de creer que la bravura la encarna un hombre con un arma en la mano. Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final pase lo que pase.” Capítulo 11, página 122-3 Aquí, Atticus les enseña a sus hijos el verdadero significado de heroísmo. La señora Dubose era una anciana más bien malhumorada y agresiva que vivía cerca. Ella hablaba en términos muy duros de Atticus, y, en un estallido de ira, Jem arrancó sus flores. Como castigo, tuvo que ir a leerle todos los días después de volver de la escuela. Sin saberlo, Jem la estaba ayudando a superar su adicción a la morfina. Atticus revela esto a los niños después de que ella muere, dejándoles evaluar la situación ellos mismos. Atticus trata a sus hijos como adultos y les muestra el significado de la verdadera valentía. Las últimas dos líneas de este fragmento sirven como una analogía al caso de Tom Robinson y muestran que Atticus sabe que no ganará, pero debe dar lo mejor de sí para buscar justicia. “No es necesario que uno explique todo lo que sabe. No es femenino… Y, en segundo lugar, a la gente no le gusta estar en compañía de una persona que sabe más que ellos. Les deprime. Hablando bien no ayudaría a ninguno; han de ser ellos mismos los que quieran aprender. Si no quieren, has de mantener la boca cerrada, o hablar su mismo idioma.”. Capítulo 12, página 136 31 Aquí, Calpurnia explica lo que ella entiende por diferentes tipos de personas. Ella habla el inglés oficial en la casa de los Finch, lo que prueba que sea educada y que le importe cómo es percibida. Por otro lado, también muestra que ella es respetuosa con la gente de su iglesia y de su comunidad al hablar como hablan ellos, en el dialecto de la comunidad. En este fragmento, Calpurnia también le explica a Scout lo que significa ser una dama. "Nunca comprendí porque le preocupaba tanto la herencia. Yo creía que eran personas excelentes aquellas que obraban lo mejor que sabían según su criterio, pero la tía Alexandra estaba convencida, y así lo decía, de que cuanto más tiempo hubiese estado asentada determinada familia en el mismo terreno tanto más distinguida y excelente era”. Capítulo 13, página 140 Aquí, Scout explica cuán diferente son los modos de ver el mundo que tienen ella y la tía Alexandra. Scout es mucho más joven, pero tiene una comprensión mucho más madura de la gente que la tía Alexandra, lo que demuestra un sentido agudo de la sabiduría. “—Eso es porque no puedes retener nada en tu cabecita, salvo un rato —dijo Jem— . Con la gente mayor es distinto, nosotros… Aquellos días su enervante superioridad se hacía insoportable. No quería hacer otra cosa que leer y marcharse por ahí solo”. Capítulo 14, página 148 Los sentimientos que unen a los niños Finch cambian a lo largo de la novela cuando Jem crece y las diferencias entre hermano y hermana se vuelven más explícitas. Scout entiende que Jem se siente superior a ella y ya no quiere jugar con ella. Está frustrada con los aires de superioridad de Jem y desea que pudieran volver a jugar y a hablar como solían hacerlo. “—¿Qué sucede? —pregunté. Atticus no dijo nada. Miré alrededor y levanté la vista hacia el señor Cunningham, cuyo rostro estaba igualmente impasible. Entonces 32 hizo una cosa curiosa: se puso en cuchillas y me cogió por los hombros. —Le diréque le envías recuerdos, damita —prometió. Luego se levantó de nuevo y agitó su enorme zapa. —¡Vámonos! —ordenó— En marcha, muchachos”. Capítulo 15, página 165 Esta conversación se da después de que Scout dispara en la potencialmente peligrosa turba de hombres fuera de la carcel. Scout sabe que algo anda mal y se acerca al único hombre que reconoce del grupo, el señor Cunningham. Ella hace lo que se le enseñó e intenta conectar con él al hablarle de su hijo, quien es compañero de escuela. Sin saberlo, Scout apela a la humanidad del hombre y lo obliga a darse cuenta de que debe actuar honrosamente y dejar a Atticus y Tom Robinson en paz. "Vaya, aquello arrojaba una luz distinta sobre las cosas: Atticus tenía que defender al negro, tanto si le gustaba como si no. Me pareció raro que no nos lo hubiese dicho, nos habría servido muchas veces para defenderle y defendernos. «Está obligado, por eso lo hace», habría significado menos peleas y menos alboroto”. Capítulo 16, página 175 Atticus quiso tomar el caso para que se hiciera justicia y nunca quiso que sus hijos creyeran que lo tomó solo porque tenía que hacerlo. Para Atticus, el caso se trataba de proteger los derechos humanos y quería que sus hijos entendieran que realmente le importaba. Scout no entiende de todo esto, pero la revelación le permite al lector ver a Atticus, otra vez, como un padre excelente. "El señor Ewell escribió en el reverso del sobre y levantó los ojos complacidos para ver que el juez lo estaba mirando fijamente, como si observase una gardenia aromática en plena floración, y para ver al señor Gilmer en su mesa, expectante. También el jurado lo observaba; uno de sus miembros se inclinaba hacia adelante con las manos sobre la balaustrada. —¿Tan interesante ha sido? —preguntó. — Usted es zurdo, señor Ewell —dijo el juez Taylor". Capítulo 17, página 190 33 Esta cita demuestra la inteligencia de Atticus y el primer punto débil importante en el testimonio de Bob Ewell. Atticus cree que el señor Ewell golpeó a Mayella, y no Tom, y demuestra que Ewell es zurdo en comparación con el brazo izquierdo discapacitado de Tom. Con esta revelación, el lector no puede confiar para nada en las palabras de Bob Ewell. “—Es una pregunta sencilla, señorita Mayella de modo que lo intentaré otra vez. ¿Recuerda si le pegó en la cara? —La voz de Atticus había perdido su acento agradable; ahora hablaba con tono profesional, árido e indiferente— ¿Recuerda si le pegó en la cara? —No recuerdo si me pegó. Quiero decir que sí lo recuerdo; me pegó”. Capítulo 18, página 198 El poco convincente testimonio de Mayella no hace más que aumentar la sospecha del lector sobre su testimonio. Según los testimonios del señor Tate y del señor Ewell, Mayella ciertamente había sido golpeada. Es extraño que la reacción de Mayella a la pregunta sea tan poco creíble si ella estuviera diciendo la verdad. “El señor Gilmer sonrió al jurado. —Por lo visto es usted un hombre muy bondadoso. ¿Hacía todo aquello sin pensar en cobrar ni un penique? —Sí, señor. Ella me daba mucha pena, ella parecía poner más empeño que todos los demás. — ¿A usted le daba pena ella, a usted le daba pena ella, eso ha dicho? —El señor Gilmer parecía no dar crédito a sus oídos”. Capítulo 19, página 210 Pareciera que el señor Gilmer piensa que es horrible que Tom Robinson, un campesino pobre y afroamericano, sienta pena por Mayella, una ciudadana blanca de Maycomb. Leyéndolo hoy, es razonable imaginar esa pena si tenemos en cuenta las condiciones en las que vivía, pero según los estándares raciales de esa época, la declaración de Tom causa algo de resentimiento por violar una supuesta división categórica entre el estatus de los blancos y el de los negros. 34 “La acusación no ha presentado la menor prueba médica de que el delito que se atribuye a Tom Robinson tuviera lugar jamás. En su lugar, se ha apoyado en las declaraciones de dos testigos cuyos testimonios no solo han quedado en grave entredicho al interrogarles la defensa, sino que ha sido absolutamente rechazado por el acusado. El acusado no es culpable, pero hay alguien en esta sala que sí lo es”. Capítulo 20, página 216 Los firmes argumentos finales de Atticus prueban qué tan buen abogado es. Atticus solo dice la verdad e intenta obligar a aquellos en la sala, incluidos sus hijos, a que evalúen los hechos y no la raza del acusado. Se necesitó mucha valentía para dar este discurso, pero, para Atticus, era absolutamente necesario. “—¿Señorita Jean Louise? Miré alrededor. Todos estaban de pie. Alrededor y en la galería de la pared de enfrente, los negros se ponían de pie. La voz del reverendo Syke sonaba tan distante como la del juez Taylor. —Señorita Jean Louise, póngase de pie. Pasa su padre.” Capítulo 21, página 225 Las personas en el balcón sienten un gran respeto por Atticus debido a todo el empeño que le puso al caso y a lo bien que defendió a Tom. Atticus trabajó para que la verdad saliera a la luz. Cuando el reverendo Sykes le pide a Scout que se ponga de pie, ella comprende lo mucho que significa el trabajo de su padre para él y para el resto de los que estaban sentados junto a ella en el balcón. “Dentro de casa, cuando la señorita Maudie quería explicar alguna cosa extensa solía extender los dedos sobre las rodillas y acomodarse la dentadura postiza. Ahora lo hizo, y nosotros aguardamos. —Quiero decirles solamente que en este mundo hay hombres que nacen para evitarnos los trabajos desagradables. Tu padre es uno de ellos”. Capítulo 22, página 229 35 La señorita Maudie intenta hacer que los niños entiendan la situación difícil del caso Tom Robinson. La señorita Maudie lo explica bien y les dice a los niños que aunque Atticus perdió, ganó al obligar a que el pueblo verdaderamente evalúe sus percepciones sobre la raza y la igualdad. El jurado tomó mucho tiempo en llegar a un veredicto, y esto es solo una muestra de que Atticus logró hacer que los hombres del jurado evalúan sus ideas sobre la raza. Por lo tanto, aunque nada placentero, el trabajo de Atticus es de gran importancia y afectará el futuro de las relaciones raciales en Maycomb. “Scout, creo que empiezo a comprender una cosa. Creo que empiezo a comprender por qué Boo Radley ha estado encerrado en su casa todo este tiempo… Ha sido porque quiere estar allí dentro” Capítulo 23, página 242 Jem está creciendo y se da cuenta de que el mito sobre Boo probablemente no es verdad. Jem también ha crecido angustiado por la falta de honor en la sociedad y se da cuenta de que Boo prefiere vivir solo antes que rodeado de hombres corruptos. “—Tom ha muerto. La tía Alexandra se cubrió la boca con las manos. —Lo mataron a tiros —explicó Atticus—.Intentaba escaparse. Ocurrió durante un recreo. Dicen que echó a correr ciegamente hacia la valla y empezó a trepar por ella. Justo frente a ellos…” Capítulo 24, página 250 Tom Robinson jamás dañó a nadie, pero fue condenado y esperaba su apelación en una carcel local. Atticus cree que Tom odiaba estar encerrado por un crimen que no cometió y no podía imaginarse pasar por otro juicio. Atticus pensaba que la ansiedad que le causó la situación y lo inevitable de la batalla y del sufrimiento hicieron que Tom huyera. “—¿Por qué no puedo aplastarla? —pregunté a Jem. —Porque no te hace daño — respondió en la oscuridad pues había apagado la lamparita de noche”. 36 Capítulo 25, página 253 Aquí, Scout iba a "aplastar" una cochinilla cuando Jem la detuvo. En esto, puede verse que Jem desea proteger a cualquier ser indefenso. Él fue testigo de la humillación y de la muerte que sufrió el inocente Tom, y comenzó a entender que es un pecado aprovecharse de algo más débil que uno y querer destruirlo, al igual que es un pecado matar un ruiseñor. “Nos habían ocurridotantas cosas que Boo Radley era el menor de nuestros miedos. Atticus aseguraba que no veía que pudiese ocurrir nada más, que las cosas tenían la virtud de reencauzarse por sí mismas, y que cuando hubiera pasado el tiempo suficiente, la gente olvidaría que un día habían dedicado su atención a Tom Robinson”. Capítulo 26, página 258 Cuando Scout dice que “Boo Radley era el menor de nuestros miedos”, irónicamente está dando un indicio de su futura reaparición. “—No me gusta, Atticus, no me gusta nada —fue la conclusion de la tía Alexandra ante aquellos acontecimientos—.Ese hombre parece alimentar un odio permanente contra todos los relacionados con estos sucesos. Sé cómo suele saldar sus resentimientos la gente de su calaña, pero no comprendo por qué los tiene precisamente él; en el juicio se salió con la suya, ¿verdad?” Capítulo 27, página 266 Aquí, la tía Alexandra se refiere a Bob Ewell, que dijo públicamente que se vengaría de Atticus Finch después de que éste lo hiciera quedar como un idiota ante toda la sala del tribunal. Atticus cree que a Ewell solo le gusta sonar orgulloso y que jamás haría nada, pero la tía Alexandra está preocupada. Más adelante, se comprobará, por una vez, que Atticus se equivocó al respeto. 37 “Esta vez el otro no se detuvo. El suave suiss suiss siguió. Luego cesó. Ahora corría, corría hacia nosotros, y no con pasos de niño. —¡Corre, Scout! ¡Corre! — ordenó Jem. Di un largo paso y noté que me tambaleaba; sin poder mover los brazos, en la oscuridad no sabía mantener el equilibrio. —¡Jem, ayúdame! ¡Jem!” Capítulo 28, página 278 Este es un fragmento con mucho suspenso. Lee cuenta esta parte de la historia a través de indicios y pistas sutiles en lugar de dichos concretos. Por ejemplo: “y no con pasos de niño” (es un adulto el que los persigue). “Cuando le señalé, sus manos se deslizaron ligeramente, dejando un grasiento trazo de sudor en la pared, y hundió los pulgares en el cinturón. Un ligero y extraño espasmo le agitó, como si oyera unas uñas arañando la pizarra, pero cuando vio que yo le miraba con admiración la tensión desapareció lentamente de su rostro. Sus labios se entreabrieron en una tímida sonrisa; pero mis repentinas lágrimas difuminaron la imagen de nuestro vecino. —Hola, Boo —le dije”. Capítulo 29, página 287 Aquí, por primera vez, Scout y Boo interactúan directamente. Scout ya no le teme y trata a Boo como a un igual. Ella sabe que él les salvó la vida a ella y a Jem, y lo respeta por eso. El poder de este momento emociona a Scout hasta las lágrimas, pero, como siempre, se maneja con una madurez de alguien mayor a su edad. “—Scout,el señor Ewell cayó sobre su propio cuchillo. ¿Te suena verosímil? Por su aspecto, yo habría dicho que necesitaba que le animasen. Corrí hacia él y le abracé y le besé la mejilla con todas mis fuerzas. —Sí, señor, muy verosímil – aseguré para tranquilizarle–. El señor Tate tenía razón. Atticus se libró de mis brazos y me miró. —¿Qué quieres decir? —Mira, hubiera sido algo así como matar un ruiseñor”. Capítulo 30, página 293 38 Aquí, nuevamente, Lee nos muestra el fenomenal entendimiento de la vida que tiene Scout. Scout es bastante joven, y su padre no está seguro de que ella comprenda todo lo que se ha dicho. Sin embargo, ella lo sorprende y lo llena de orgullo al comparar al señor Arthur Radley (Boo) con un ruiseñor. Al igual que un ruiseñor, Boo jamás dañó a nadie; y sería un pecado llevarlo a juicio por la muerte del señor Bob Ewell, a quien mató protegiendo a Scout y a Jem. "Atticus tenía razón. Una vez nos dijo que uno no conoce de verdad a un hombre hasta que se pone en su pellejo y se mueve como si fuera él. El estar de pie, simplemente, en el porche de los Radley fue suficiente para mí”. Capítulo 31, 296 Estar en el porche de los Radley le permite a Scout finalmente ver el mundo como lo veía Boo. En los comienzos de la novela, ella sentía mucho miedo cada vez que pasaba por su casa. Ahora, mientras está de pie en el porche, se da cuenta de cuánto creció y cuánto aprendió. 39 TRASFONDO BIOGRÁFICO Constantemente la autora Harper Lee ha dejado claro que el libro “Matar a un ruiseñor” no es una obra autobiográfica; según ella se trata más bien de que se dedicó a escribir sobre lo que sabe, en lo que tiene experiencia y también se debe escribir la verdad. Sin embargo algunos biógrafos y críticos literarios, han establecido coincidencias entre la vida privada de la autora y los detalles descritos en su más célebre libro, de hecho la infancia de Harper Lee es casi exacta a la de Scout. Por ejemplo, el padre de la autora era un respetado abogado, muy similar al personaje principal de la novela Atticus Finch; en el año 1919 el progenitor de Harper Lee defendió ante la justicia a dos hombres negros sobre quienes pesaba una acusación de homicidio, lamentablemente el resultado del juicio fue devastador, ya que sus clientes fueron condenados a una muerte horrible. Este hecho marcó para siempre el futuro profesional del padre de Lee, quien nunca más trabajó en otro caso criminal. Además de las coincidencias antes descritas, también está el hecho de que Harper Lee había perdido a su madre; aunque la madre de Scout murió en una etapa muy temprana de su niñez, la madre de la autora murió de una enfermedad nerviosa cuando ella tenía 25 años de edad. 40 PERSONAJES Scout (Jean Louise Finch) Es la narradora y personaje principal. Comienza su historia cuando tiene seis años de edad. Una niña algo masculina y rebelde, Scout muestra un fuerte temperamento contra cualquiera que la desafíe, pero muy en el fondo cree en la bondad de la gente. Scout reacciona a los terribles acontecimientos del libro sin perder la esperanza en la humanidad. Jem (Jeremy Finch) El hermano mayor de Scout, de casi diez años de edad al comenzar la historia. Jem es más tranquilo y reservado que su hermana; es muy exigente con las personas y espera mucho de ellas. Cuando sus expectativas no se cumplen, a Jem le cuesta aceptar lo que siente. Dill (Charles Baker Harris) Un amigo de los niños Finch, apenas más grande de edad que Scout, algo bajo para su edad, tiene mucha imaginación y es muy aventurero. Él es quien inicia la primera expedición a la casa de los Radley y es el mejor amigo de Scout. Su situación familiar dista de lo ideal, y suele huir cuando se le presentan situaciones difíciles. Dill pasa los veranos con su tía, que vive en la casa continua a la de la familia Finch. Atticus Finch El padre de Scout y Jem. Atticus es un abogado muy correcto (con respeto a lo moral) que intenta ser justo con todos. A veces es demasiado optimista, pero su inquebrantable esperanza en la humanidad y su autoproclamado papel del “buenista” del pueblo lo mantienen a flote. La esposa de Atticus murió cuando Scout era muy pequeña, y él crio a sus hijos solo con la ayuda de Calpurnia, su ama de llaves y cocinera afroamericana. 41 Boo Radley Un solitario que jamás abandona su hogar. De niño, tuvo problemas con la policía y sus fervientemente religiosos y solitarios padres lo mantuvieron encerrado de ahí en adelante. Un prisionero en su propia casa, una vez apuñaló a su padre con una tijera y no se ha visto en público desde ese entonces. El pueblo creó la leyenda de que es un monstruo trastornado que deambula por las noches espiando a la gente a través de sus ventanas. En el libro, vive con su hermano, que es muy controlador. Tom Robinson Un hombre afroamericano que es acusado falsamente de violar a Mayella Ewell. Atticus acepta tomar su caso, aunque sabe que probablemente sea una causa perdida, tan solo para mostrarle a la comunidad blanca su propia degeneración moral. Calpurnia Una mujer afroamericana
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