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Analisis literario Matar a un ruiseñor

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ANÁLISIS LITERARIO “MATAR A UN RUISEÑOR” 
AUTORA: HARPER LEE 
 
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA OBRA 
 
Leer este libro fue un gran reto para mí como adolescente, primero porque está 
clase de lectura creí era aburrida y enredada, pero en el proceso me encontré con 
un montón de aprendizajes y entendí que las lecturas no tienen edades y que esté 
trabajo tenía un enfoque trascendente, más allá de un análisis literario, me ayudo 
a comprender el significado de las discriminaciones y todos los caminos que han 
batallado los seres humanos a través de la historia. 
 
Aunque esta obra es muy estudiada en los colegios, gracias a su contexto social 
donde se expone la discriminación y los prejuicios raciales hacia las personas de 
raza negra a principios de siglo en los Estados Unidos; con significativas lecciones 
de vida sobre la moral, el bien y el mal, vistos desde la perspectiva de una niña 
pequeña, quien siente en carne propia las injusticias de una época oscura de la 
cultura reinante en un tranquilo pueblo de Alabama. Jamás había escuchado de 
ella y mucho menos pensé que fuera tan interesante, con un lenguaje universal, 
que traspasa épocas y que fácilmente se puede ubicar en nuestra actualidad, donde 
aunque el contexto es diferente en muchos sentidos y la lucha de alguna manera 
ha servido, aún existen actitudes de discriminación. 
 
Esta obra clásica es de llamativa lectura para los profesores de las aulas de clase, 
incluso en universidades, porque aunque en la ficción, trata temas sociales no solo 
que llaman la atención por el contexto histórico sino por lo significativos que han 
sido en la lucha humana, de ahí que leerlo se haya vuelto tan popular en las 
escuelas, y cuando habló de leer no me refiero a pasar nuestros ojos por sus 
páginas sino a entender desde la posición de la niña narradora todo lo que vive y 
siente y poder colocar en discusión. 
 
Esta obra fue escrita por Harper Lee durante un período demasiado duro por los 
conflictos de discriminación racial en su estado natal de Alabama. El sur 
 
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permanecía separado, y los afroamericanos estaban obligados a utilizar 
instalaciones diferentes a las que usaban los blancos, en casi todos los aspectos 
de la sociedad. En ese momento el Movimiento por los Derechos Humanos, “Civil 
Rights Movement”) había emprendido la batalla y tomado impulso cuando la 
activista Afroamericana Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús, en 
Montgomery, Alabama, en 1955. Luego de este valiente acto de rebeldía, Martin 
Luther King Jr. se convirtió en el cabecilla del movimiento, y la problemática 
comenzó a llamar la atención del resto del país. Es claro que uno de los temas 
principales de Matar un ruiseñor es la injusticia del racismo y la desigualdad en el 
sur de Estados Unidos, fue sumamente importante al momento de su publicación, 
y sigue siéndolo aún en esté siglo XXI tan adelantado en algunos aspectos, pero 
aún con conflictos discriminatorios que perjudican el entorno social. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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TABLA DE CONTENIDO 
1. ARGUMENTO 
 
2. RESUMEN 
 
3. ANÁLISIS LITERARIO 
3.1 ESTRUCTURA 
3.2 ESTILO 
3.3 GÉNERO LITERARIO 
3.4 TEMAS LITERARIOS 
3.5 RECEPCIÓN DEL LIBRO 
3.6 IMPACTO SOCIAL Y DESAFÍOS 
 
4. RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS 
 
5. FRASES DEL LIBRO 
 
6. TRASFONDO BIOGRÁFICO 
 
7. PERSONAJES 
 
8. GLOSARIO 
 
9. AUTORA 
 
10. CONCLUSIONES 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ARGUMENTO 
Scout Finch es una niña pequeña, que vive, juega y sueña junto con su hermano 
Jem, que aunque es un poco mayor que ella, todos los días sale a explorar con su 
hermanita y su amigo Dill, para entretenerse y hacer menos aburrido el verano. 
Ambos chicos son huérfanos, hace algunos años su madre murió y ahora los cuida 
su papá, un exitoso abogado, a quien todos conocen en el pueblo. 
 
En el tranquilo pueblo de Maycomb existen personajes interesantes que despiertan 
la curiosidad de los niños, como por ejemplo la casa de Bob Radley, que es 
siniestra y misteriosa, le pertenece a un vecino que tiene un comportamiento que 
según los niños da la impresión de que tiene mucho que ocultar. 
 
Este verano es diferente, ya que su padre Atticus acepta trabajar como abogado 
defensor en un caso controversial, donde un hombre negro es acusado de violar a 
una mujer blanca. 
 
Inmediatamente se habla de esta noticia en todo el pueblo, nadie se explica cómo 
un abogado respetable, buen padre de familia y habitante estrella del pueblo, va a 
aceptar defender a un negro. 
 
Este hecho hace evidentes los prejuicios que tiene la gente en el pueblo y Atticus 
comienza a percibir la negatividad y el odio por parte de sus vecinos, hacia él 
directamente y hacia su familia, pues sus hijos también comenzaron a escuchar 
insultos y sufrir atropellos en el pueblo, ya que sus vecinos blancos ven como una 
falta grave que haya aceptado el caso, pero no por la posibilidad de que sea 
culpable, sino porque es un hombre negro. 
 
El acusado se llama Tom Robinson y tiene frente a sí mismo un duro camino por 
recorrer; a pesar de ser completamente inocente de lo que se le acusa, debe 
enfrentar un juicio totalmente parcializado, donde absolutamente nadie cree que 
sea inocente, solo quieren hacer formal y legal su paso a la horca. 
 
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Atticus es un buen abogado, investigó el caso a fondo, reunió evidencia, armó sus 
alegatos y se embarcó en una odisea donde estando convencido de la inocencia 
de su cliente lo defendería hasta conseguir que el jurado lo absolviera de toda 
culpa, para Atticus es una meta personal y quiere hacer lo correcto y justo. 
 
Mientras se realiza el largo juicio, Atticus demuestra la inocencia de Robinson, y 
no solo eso, sino que deja al descubierto las mentiras de la supuesta víctima, 
llamada Mayela Ewell, quien junto a su padre, alcohólico y problemático, llamado 
Bob, han armado toda una red de intrigas que le quitarían la vida a una persona 
inocente. 
 
A pesar del excelente trabajo y las buenas intenciones de Atticus, el resultado del 
juicio es una condena para Robinson, quien en vista de que se ha perdido su última 
esperanza de salir absuelto, en un ataque de desesperación trata de escapar y lo 
hieren en el intento. 
 
Luego de estos hechos vienen las represalias por parte de las personas del pueblo 
contra Atticus, pues les ha tocado una fibra cuestionable que la mayoría de sus 
vecinos comparte, y es el racismo, tanto odio a las personas solo porque tienen un 
color de piel diferente, es vergonzoso y hasta grotesco. 
 
Entre tanto, Bob Ewell está ofendido porque su credibilidad quedó en entredicho 
durante el juicio, en el que se consideró la palabra de un negro de más peso que la 
suya, así que quiere vengarse por lo que él considera una humillación pública. 
Busca la manera de hacerlo y después de varios intentos fallidos con Atticus, trata 
de hacerle daño a los pequeños Jem y Scout. 
 
Con este incidente queda demostrada la poca calidad humana y el nivel de odio 
que tiene Bob Ewell dentro de sí, en su intento de herir a los niños, desata todo un 
incidente, pero sorpresivamente Jem y Scout recibieron la ayuda de Bob Radley, a 
pesar de todo lo que ellos pensaban de él por comportarse de manera diferente y 
solitaria, los defiende y en medio de la trifulca donde Ewell saca la peor parte y es 
herido de muerte. 
 
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En medio de la confusión no está claro quién lo ha herido, pero luego de reconstruir 
los hechos, se determina que el pobre Ewell es el culpable, ya que en su frenesí de 
odio, cayó sobre su propio cuchillo terminando él mismo con su miserable vida. 
 
Al final, la mayoría concuerda que enviar a un inocente a un juicio aunque se sabía 
que todos lo encontrarían culpable, por las ideas racistas y prejuicios inútiles, era 
como “Matar a un ruiseñor” , un pájaro hermoso, pequeño y dulce que no hace 
daño a nadie.RESUMEN 
 
Matar un Ruiseñor Matar un ruiseñor toma lugar en Maycomb, en el estado sureño 
de Alabama, durante la Gran Depresión de los 1920 y es narrada por el personaje 
principal, una pequeña de nombre Jean Louise “Scout” Finch. Su padre, Atticus 
Finch, es un abogado de grandes valores morales. A Scout, a su hermano Jem y a 
su amigo Dill les generan mucha intriga los rumores del pueblo sobre un hombre 
llamado Boo Radley, que vive en el vecindariovecindario, pero jamás abandona su 
hogar. La leyenda dice que una vez apuñaló a su padre en la pierna con una tijera, 
y se lo describe como casi un monstruo. Dill es de Mississippi pero pasa su verano 
en Maycomb, en una casa cerca de la de los Finch. 
Los niños quieren averiguar más sobre Boo y, durante un verano, componen una 
pequeña obra teatral que narra los sucesos de su vida según lo que ellos 
escucharon, y en la que actúan. Lentamente, los niños comienzan a acercarse a la 
casa de Radley, que se dice está estar embrujada. Intentan dejarle notas a Boo en 
su ventana con una caña de pescar, pero Atticus los atrapa y los regaña firmemente 
por burlarse de la vida de un pobre hombre pobre. Luego, los niños intentarán 
escaparse de casa por la noche y espiar a través de su ventana. El hermano de 
Boo, Nathan Radley, quien que también vive en la casa, cree escuchar un 
merodeador y dispara su arma. Los niños escapan corriendo, pero los pantalones 
de Jem quedan atorados enganchados en una cerca. Cuando regresa en la mitad 
de la a la media noche para recuperarlos, los encuentra prolijamente doblados, y 
con la rotura producto hecha de por la cerca ya había sido cosida. 
 
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Otros acontecimientos misteriosos les ocurren a los niños Finch. Un árbol cerca 
de la casa de Radley tiene un agujero en el que suelen dejarles pequeños regalos, 
como monedas, goma de mascar y figuras de un niño y una niña hechas de jabón 
y muy parecidas a Scout y Jem. Los niños no saben de dónde provienen esos 
regalos y cuando le dejan una nota al misterioso dador, se encuentran con que el 
hermano de Boo tapó el agujero con cemento. El invierno siguiente traejo frío y 
nieve fuera de lo común, y la casa de la señorita Maudie se incendiainciende. 
Mientras Jem y Scout, temblando, observan las llamas desde las cercanías de la 
casa de los Radley, alguien arropa a Scout con una manta sin que ella lo note. Solo 
cuando regresa a casa y Atticus le pregunta de quién es la manta, ella cae en la 
cuenta de que Boo Radley debe haberla tapado mientras estaba absorta 
observando a la señorita Maudie, su vecina favorita, y su casa en llamas. 
Atticus decide tomar el caso de un hombre negro llamado Tom Robinson, que fue 
acusado de violar a una joven blanca de origen muy pobre, Mayella Ewell. Ella era 
miembro de la famosa familia Ewell que pertenecía a la clase social de Maycomb a 
la que la gente se refería como “basura” (en el sentido de “basura blanca,” blancos 
“equivalantes” informalmente a negros en el sistema norteamericano de 
apartheid). La familia Finch enfrenta críticas fuertes críticas en el la ciudad 
extremadamente racista de Maycomb debido a la decisión de Atticus de defender 
a Tom. Sin embargo, Atticus insiste en continuar con el caso porque su conciencia 
no le dejaría hacer lo contrario. Sabe que Tom es inocente y también que casi no 
tiene chances de ser absuelto porque ningún jurado conformado por blancos le 
creería a un hombre afroamericano antes que a una mujer blanca. A pesar de esto, 
Atticus quiere revelarles la verdad a los habitantes de su pueblo, exponer su 
intolerancia y motivarlos a imaginar la posibilidad de la igualdad racial. 
Como Atticus defiende a un hombre afroamericano, Scout y Jem se encuentran 
envueltos en rumores y burlas, y les cuesta mantenerse tranquilos. En una reunión 
familiar por para celebrar la Navidad, Scout le da una paliza a su molesto familiar 
Francis cuando este acusa a Atticus de arruinar el apellido familiar por ser un 
“amante de negros”. Jem arranca algunas flores de los arbustos de una vecina 
después de que esta ésta se burlara de Atticus, y, como castigo, debe tiene que 
leerle en voz alta todos los días. Jem no se da cuenta sino hasta después de que 
ella muriera muere que él la estaba ayudando a superar su adicción a la morfina. 
Cuando Atticus les cuenta esto a Jem y a Scout, él toma a esta mujer como un 
ejemplo de verdadera valentía: la voluntad de seguir luchando incluso cuando 
sabes que no puedes ganar. 
El momento del juicio se acerca, y la hermana de Atticus, Alexandra, viene a 
quedarse con la familia. Ella es anticuada y formal, y quiere que Scout se ajuste al 
 
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modelo del ideal femenino sureño, a pesar de la resistencia de Scout. Dill huye de 
su hogar, donde su padre y su madre parecen no preocuparse por él, y se queda 
en Maycomb durante el verano del juicio a Tom. La noche antes del juicio, Tom es 
trasladado a la prisión del condado, y Atticus, temiendo un posible linchamiento, 
hace guardia en la puerta de la prisión toda la noche. Jem está preocupado por él, 
y los tres niños se escapan al pueblo para buscarlo. Un grupo de hombres llegan 
listos para atacar a Tom y amenazan a Atticus en el proceso. Al principio, Jem, 
Scout y Dill no participan, pero cuando Scout siente que su padre está en peligro 
serio, corre y comienza a hablarle a uno de los hombres, que es el padre de uno de 
sus compañeros de escuela. Su inocencia hace que los hombres cambien de idea 
y estos se marchan. 
El juicio enfrenta las pruebas de la familia Ewell, de raza blanca, contra las pruebas 
de Tom. Según los Ewells, Mayella le pidió a Tom que le hiciera algunas tareas 
mientras su padre no estaba, y Tom entró a su casa y la golpeó y la violó hasta que 
su padre apareció y lo espantó. La versión de Tom es que Mayella lo invitó a entrar, 
se abalanzó sobre él abrazándolo y comenzó a besarlo hasta que Tom intentó 
alejarla. Cuando Bob Ewell llegó, se encolerizó y la golpeó, mientras Tom huía 
asustado. Según el testimonio del sheriff, los moretones de Mayella estaban en el 
lado derecho de su rostro, lo que significa que probablemente fue golpeada por un 
zurdo. El brazo izquierdo de Tom Robinson cuelga casi enteramente inútil debido 
a un accidente que sufrió hace años, mientras que el señor Ewell firma su nombre 
con su mano izquierda. Dada la evidencia que está más allá de la duda razonable, 
Tom debería ser liberado; pero después de deliberar por horas, el jurado lo declara 
culpable. Scout, Jem y Dill se escabullen al tribunal para ver el juicio y se sientan 
en el balcón junto con la población afroamericana de Maycomb. No pueden creer 
el veredicto porque, para ellos, las pruebas beneficiaban claramente a Tom. 
A pesar del veredicto desafortunado, Atticus siente que el jurado tardó mucho 
tiempo en decidir. Normalmente, la decisión se tomaría en minutos porque en esa 
época, la palabra de un hombre afroamericano no valía nada, efectivamente. 
Atticus espera poder apelar el veredicto, pero Tom, lamentablemente, intenta 
escapar de la prisión (según los guardias) y es matado a tiros en el intento. A Jem 
le cuesta aceptar el resultado del juicio y siente que su confianza en la bondad y 
racionalidad de la humanidad ha sido traicionada. 
Mientras tanto, el señor Ewell amenaza a Atticus y a otras personas relacionadas 
con un juicio porque se siente humillado. Logra vengarse una noche cuando Jem 
y Scout vuelven caminando de la escuela a su casa una vez que ha concluida la 
obra de Noche de Brujas. Los sigue en la oscuridad, los intercepta e intenta 
matarlos con un gran cuchillo de cocina. Jem se quiebra el brazo, y Scout, que 
 
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usaba un minúsculo disfraz de jamón que le impedía ver qué le esta pasando, no 
pudo evitar el ataque. El elusivo Boo Radley apuñala al señor Ewell y salva a los 
niños. Finalmente, Scout tiene la oportunidad de conocer al tímido y nervioso Boo. 
Al final de la noche, elsheriff declara que el señor Ewell cayó sobre su propio 
cuchillo así que Boo, el héroe de la situación, no será juzgado por asesinato. Scout 
acompaña a Boo a su casa e imagina cómo él ha visto al pueblo y observado a Jem, 
a Dill y a ella a través de los años desde el interior de su hogar. Boo entra, cierra la 
puerta, y ella jamás lo vuelve a ver. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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ANÁLISIS LITERARIO 
 
Uno de los elementos importantes que se deben tomar en cuenta a la hora de 
realizar un análisis de la obra “Matar un ruiseñor” es destacar quién es el narrador 
de la historia; en el presente es una mujer adulta que hace una remembranza de 
acontecimientos que sucedieron cuando era una niña, tenía 6 años de edad y 
pasaba largos y apacibles veranos en Alabama, es por esto que el relato tiene el 
punto de vista inocente de una pequeña. 
 
Ahora bien, esto convierte a Scout en un narrador omnisciente durante el 
desarrollo de la trama de “Matar a un ruiseñor” además de ser al mismo tiempo la 
protagonista de la historia, quien vivió en carne propia lo que sucedió en Maycomb. 
 
Generalmente, la autora emplea la primera persona del plural en el tiempo verbal 
del pasado cuando se quiere referir a su familia; en cambio usa la tercera persona, 
igualmente en pasado para referirse a los otros personajes, vecinos y amigos de la 
infancia. Cuando se refiere a sí misma, exponiendo sus ideas y pensamientos lo 
hace en primera persona. 
 
Estructura 
“Matar a un ruiseñor” tiene una estructura bien definida, donde la autora presenta 
la historia en dos partes que se unen perfectamente para contar el relato en su 
totalidad; en cada una de estas partes es donde encontramos los 31 capítulos de 
los cuales se compone la obra, inicialmente encontramos los 11 capítulos 
pertenecientes a la primera parte y luego los 20 restantes que corresponden a la 
segunda parte. 
 
Entre ambos bloques de capítulos existe una diferencia interesante, ya que en el 
comienzo de la novela los capítulos son más extensos, pues la autora se dedica a 
explicar el ambiente, ella describe los paisajes, las grandes casas, los extensos 
 
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campos donde principalmente se planta algodón y la quietud de un pueblo, que 
resultó tener la bestia del racismo latente en cada uno de sus ciudadanos. 
 
En esta parte también se dan a conocer las personalidades de los niños y de sus 
aventuras, quienes corriendo y jugando por el pueblo nos dan la opinión de primera 
mano sobre sus vecinos. En medio de estos interminables y calurosos veranos, 
donde el tiempo pasa lentamente, sus travesuras nos comienzan a abrir la visión 
personal de que en este pueblo nada es como parece. 
 
También hay una parte específicamente escrita para que conozcamos todo el 
panorama que se le presenta a Atticus, cuando decide tomar el caso y defender a 
Tom. Esto dio pie para que se mostraran las verdaderas intenciones de mucha 
gente y dejaran la hipocresía para dejar ver su lado más oscuro; digno de la 
sociedad racista y clasista que existía en ese entonces. 
 
En la segunda parte, los capítulos están escritos de manera diferente, ya que hacen 
la lectura más breve, ágil y fluida, dando más fuerza a los hechos y menos a las 
descripciones, donde rápidamente se van desencadenando los sucesos uno tras 
otro para captar totalmente la atención del lector enganchándolo de un capítulo al 
otro. 
 
“Matar a un ruiseñor” está escrito de manera que los hechos se presentan 
ordenados cronológicamente y existen elementos que hacen referencia a datos 
presentados en el capítulo anterior, logrando así poder concatenar perfectamente 
la trama, haciendo que el lector esté ansioso por el desenlace siguiente. 
 
A pesar de que al comienzo del libro el lector es rodeado de descripciones y 
elementos cargados de información pertinente, la lectura se agiliza a medida que 
avanza la historia, este tipo de inicio es necesario para lograr que el lector sepa 
verdaderamente el concepto de la obra. Pero esto se ve compensado en la segunda 
parte, donde la acción vertiginosa genera expectativas que llevan rápidamente al 
desenlace final. 
 
 
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El libro “Matar a un ruiseñor” fue redactado en un lenguaje sencillo, sin palabras 
rebuscadas o complicadas figuras literarias que desvíen la atención del lector. En 
esta obra el aspecto emocional, la acción, el misterio y la inocencia, exponen la 
propia sensibilidad de la autora; quien logró completamente su objetivo: entregar 
al público un texto interesante que hace reflexionar a quien lo lee. 
 
En cuanto a los personajes del libro, podemos observar una evolución en todos y 
cada uno de ellos, los hechos relatados cambiaron muchas conciencias e hicieron 
transformaciones en la perspectiva sobre cómo se manejan las cosas, ya que 
algunas veces lo que piensa la mayoría no siempre es lo verdadero. 
 
La historia de “Matar a un ruiseñor” se desarrolla en un lugar creado por la mente 
de la autora, pero que tiene muchos elementos en común con las ciudades que se 
podían encontrar en esa época, en la parte sur de los Estados Unidos. 
 
Durante la historia los niños crecen, maduran y poco a poco van comprendiendo 
el comportamiento de sus semejantes, entendiendo lo bueno y lo malo de las 
costumbres presentes en los años de su infancia, donde se forma la sensibilidad 
hacia los temas sociales y la empatía hacia los demás. 
 
Estilo 
En las obras de literatura, el estilo de la escritura es lo que da la esencia al trabajo 
que presenta un escritor, es la forma de expresar las ideas que se han formado a 
partir de su fuente de inspiración, en un lenguaje característico propio y totalmente 
diferente para cada autor. 
 
Este estilo dependerá de diversos factores, como la época en que se quiere 
enmarcar la obra, la relación que se tendrá entre el lector y el texto a escribir, las 
normas que regirán el contexto, la identidad social y el efecto en el público. 
 
Fundamentalmente el estilo de escritura tiene que ver con la elección correcta de 
las palabras, la forma de estructurar las oraciones para lograr trasmitir el 
 
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significado del trabajo literario y crear el efecto que se quiere obtener con el trabajo 
literario. 
 
En cuanto al elemento de estilo que resulta más característico en la autora de 
“Matar a un ruiseñor” está la excelente narrativa, talento que de manera innata le 
imprime a todo texto que realiza. En una oportunidad la Revista Times se refirió al 
estilo presente en la narrativa de Lee como una brillantez táctil; con un especial 
talento para escribir relatos y contar sus magníficas historias. 
 
Especialmente es evidente su arte visual y su fluidez similar a la cinematografía, la 
cual hace que con sutileza, una escena vaya detrás de otra de manera simple y 
sutil, sin sobresaltos en dicha transición. 
 
Género literario 
Dada la estructura de su argumento, “Matar un ruiseñor” entra en la clasificación 
de novela gótica sureña, la cual ha sido escrita en el género narrativo pues para 
contar la historia el autor se vale de personajes protagónicos y secundarios, los 
cuales intervienen en el desarrollo de los acontecimientos por medio de diálogos, 
mientras el narrador, hace el trabajo de contar lo que sucede para colocar el hilo 
conductivo de la historia relatada. 
 
“Matar a un ruiseñor” también es considerada como un bildungsroman, el cual es 
un término en idioma Alemán que hace referencia al momento cuando a las 
personas reales o ficticias pasan de la inocencia de la infancia hacia la fase de 
madurez, son conocidas también como novelas de aprendizaje, por su contenido 
aleccionador. 
 
En este tipo de trabajos literarios, los temas, el ambiente y el contexto pueden ser 
diferentes, no obstante lo importante en este aspecto del análisis literario es la 
evolución de los personajes, donde se nota el crecimiento personal y las ideas, 
pensamientosy acciones que tienen son influenciados por el aprendizaje previo de 
lecciones que han ido aprendiendo en el transcurso del libro. 
 
 
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También existe un aspecto gótico en la novela que viene dado por las 
circunstancias y las características que muestra el personaje de Bob Radley; su 
deseo de estar aislado, su casa alejada, impenetrable y misteriosa, crean una 
atmósfera enigmática que hace volar la imaginación de los pequeños protagonistas 
de la historia. 
 
Pueden considerarse como góticas las características presentes en el juzgado de 
la ciudad de Maycomb, desde la arquitectura hasta el ambiente oscuro que rodea a 
un lugar que está marcado por la injusticia y la desigualdad social. 
 
Al igual que otras obras que se ambientan en la parte sur de Estados Unidos, como 
‘El guardián entre el Centeno’ y las ‘Aventuras de Huckleberry Finn’, el libro de 
Harper Lee contiene un elemento que se considera gótico, como son los 
enigmáticos forasteros, parte que está presente en el argumento de “Matar a un 
ruiseñor”. 
 
Desde la perspectiva de Scout, su padre Atticus es como un héroe, una persona 
con una calidad humana extraordinaria, protector y benévolo; una autoridad que 
tiene valores mucho más elevados que el resto de los habitantes del pueblo, ya que 
él se deja guiar por su consciencia, hace lo que debe hacer y se preocupa por lo 
que es correcto y justo, sin importarle las consecuencias que esto le pueda traer a 
él y a su familia, que son víctimas del ostracismo social. 
 
 
En este tipo de trabajos literarios, los temas, el ambiente y el contexto pueden ser 
diferentes, no obstante lo importante en este aspecto del análisis literario es la 
evolución de los personajes, donde se nota el crecimiento personal y las ideas, 
pensamientos y acciones que tienen son influenciados por el aprendizaje previo de 
lecciones que han ido aprendiendo en el transcurso del libro. 
 
También existe un aspecto gótico en la novela que viene dado por las 
circunstancias y las características que muestra el personaje de Bob Radley; su 
deseo de estar aislado, su casa alejada, impenetrable y misteriosa, crean una 
 
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atmósfera enigmática que hace volar la imaginación de los pequeños protagonistas 
de la historia. 
 
Pueden considerarse como góticas las características presentes en el juzgado de 
la ciudad de Maycomb, desde la arquitectura hasta el ambiente oscuro que rodea a 
un lugar que está marcado por la injusticia y la desigualdad social. 
 
Al igual que otras obras que se ambientan en la parte sur de Estados Unidos, como 
‘El guardián entre el Centeno’ y las ‘Aventuras de Huckleberry Finn’, el libro de 
Harper Lee contiene un elemento que se considera gótico, como son los 
enigmáticos forasteros, parte que está presente en el argumento de “Matar a un 
ruiseñor”. 
 
Desde la perspectiva de Scout, su padre Atticus es como un héroe, una persona 
con una calidad humana extraordinaria, protector y benévolo; una autoridad que 
tiene valores mucho más elevados que el resto de los habitantes del pueblo, ya que 
él se deja guiar por su consciencia, hace lo que debe hacer y se preocupa por lo 
que es correcto y justo, sin importarle las consecuencias que esto le pueda traer a 
él y a su familia, que son víctimas del ostracismo social. 
 
Para plasmar algunos tópicos difíciles como el alcoholismo, el incesto y la 
violencia racial y sexual, la autora se rige por presentar los hechos de manera 
puntual y como casos aislados, sin drama excesivo, exponiendo una sociedad real 
en la cual se pueden presentar este tipo de situaciones, debido a los rasgos de 
cada persona de manera individual, no dando la idea de que toda la colectividad se 
comporta de esta grotesca manera. 
 
Temas literarios 
El bien y el mal 
Matar un ruiseñor es una exploración de la moralidad humana y presenta una 
conversación sostenida respecto a la bondad o la maldad de las personas. Atticus, 
el padre de Scout y Jem, también tiene el papel de profesor para sus hijos y para 
su pueblo. Él cree que las personas suelen tener un poco de bondad y un poco de 
 
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maldad, pero que la bondad casi siempre gana. Él les enseña esto a sus hijos, pero 
también al pueblo, al trabajar como defensor de Tom Robinson, un hombre 
afroamericano inocente que es acusado de violar a una mujer blanca. En el pueblo 
racista de Maycomb, ubicado en el centro del sur de los Estados Unidos durante la 
época de la Depresión, esto es un enorme reto. A pesar del desafío de superar el 
racismo que ha calado tan hondo en este pueblo y de obligar a que las personas 
cambien su visión social, Atticus sigue luchando; y lo hace porque cree que un 
buen día, el bien derrotará a los males del racismo, y que la igualdad racial 
finalmente existirá. 
En el libro, Scout y Jem hacen la transición de la inocencia a la madurez típica en 
las novelas de aprendizaje. Jem es quien inicia este camino ya que es mayor que 
Scout, pero ambos niños pasan por esto. Al comienzo de la novela, ellos viven la 
vida de forma inocente y creen que todas las personas sean buenas, que todos 
comprendan y guarden los mismos valores que ellos y su padre. Durante el juicio 
a Tom Robinson, los niños se decepcionan con el jurado, compuesto por los 
habitantes de su pueblo, cuando éste condena a Tom Robinson, evidencia de cuya 
inocencia sobraba, tan solo porque él es afroamericano y su acusante es blanca. 
Darse cuenta de que el verdadero mal existe en su sociedad afecta profundamente 
a Jem. Él realmente creía que todas las personas eran buenas, pero después del 
juicio, debió reevaluar sus conocimientos de la naturaleza humana. El desafío de 
esta lucha le causa un gran dolor emocional mientras intenta aceptar las 
decepcionantes realidades de la desigualdad, del racismo y de la injusticia en 
general. A Scout también le cuesta aceptar estas cosas, pero incluso después del 
juicio, logra mantener su creencia en la bondad de la naturaleza humana. Al final 
de la novela, ambos niños deben enfrentar el verdadero mal cuando Bob Ewell 
intenta matarlos. El verdadero bien, representado por Boo Radley, los salva. En 
este conflicto final entre fuerzas opuestas, gana el bien. 
Educación 
Apenas comenzada la novela, Scout empieza su primer año en la escuela. El 
sistema educativo de Maycomb deja mucho que desear. Scout está más adelantada 
que el resto de sus compañeros porque Atticus la enseño a leer y escribir, y 
Calpurnia incluso le enseño a escribir en cursiva. Sin embargo, cuando su maestra 
se entera de esto, la castiga y le pide que no aprenda más nada en su hogar porque 
su padre no sabe cómo enseñarle correctamente. Este es el primer conflicto 
evidente entre la educación institucionalizada y la educación en el hogar. 
Atticus está visiblemente orgulloso del poderoso sentido de lo moral que imparte 
en sus hijos. Él realmente contesta cualquier pregunta que le hagan, y los alienta a 
 
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tener mentes curiosas tanto como puedan cuando los trata como adultos y cuando 
los impulsa a crecer intelectual y moralmente. Por otro lado, la maestra de Scout 
tiene una idea muy específica de lo que los niños deberían aprender, incluso si el 
cronograma requiere que un niño se atrase. Por ejemplo: cuando en una clase le 
pide a Scout que escriba, y Scout escribe en cursiva, comienza a regañarla y le dice 
que no debe hacer eso hasta dentro de muchos años porque en la escuela esa 
materia se enseña años más tarde. Scout se siente frustrada de que su maestra no 
la comprenda y solo quiera estorbarla. 
Scout habla con Atticus preocupada por su educación, y él le ayuda a entender que 
ella debe educarse, aunque el proceso le parezca frustrante; y le garantiza que 
seguirá leyéndole y educándola en casa. Es evidente que Atticus comprende las 
fallas del sistema educativo, pero también sabe que sus hijos deben participar en 
este sistema para ser parte de la sociedad. Sin embargo,su enseñanza en el hogar, 
tanto moral como técnico, es más valiosa para los niños que podría serles 
cualquier lección escolar. Scout ve esto con más claridad cuando aprende sobre el 
Holocausto. Su maestra explica que dicha opresión de un grupo de personas jamás 
podría haber sucedido en Estados Unidos, y Scout queda atónita. Durante el juicio 
a Tom Robinson, escuchó a la señorita Gates fuera del tribunal cuando decía que 
—refiriéndose a la gente afroamericana— pensaba que era “hora de que alguien 
les diera una lección, se estaban desmadrando y a continuación se pensarían que 
podían casarse con nosotras”. Scout ve que estos dichos de la señorita Gates 
sobre los afroamericanos se contradicen claramente con sus dichos sobre la 
igualdad en Estados Unidos. 
Scout se educa principalmente en su hogar y no cree que la escuela sea muy útil. 
Al final de la novela, se da cuenta de que probablemente aprendió todo lo que había 
por aprender, excepto tal vez algebra. Claramente, Scout entiende que las 
experiencias de vida son las verdades maestras y que Atticus le ha enseñado cosas 
que la escuela jamás podrá. Es evidente que Lee expresa una falta de credibilidad 
en el sistema educativo institucionalizado y, algunos lectores interpretan la novela 
como una lección en cómo puede ser más perjudicial que beneficioso. Por lo 
menos, la educación que recibe Scout en casa es mejor por lejos que su 
experiencia escolar. 
Desigualdad social 
Además de lidiar con los conceptos del bien y el mal, Scout y Jem pasan mucho 
tiempo intentando comprender qué define y crea las clases sociales. Scout tiende 
a pensar que “las personas son solo personas”, mientras que Jem está convencido 
 
 17 
de que la posición social se relaciona con cuánto tiempo hace que los familiares y 
ancestros de uno hayan podido leer y escribir. 
Scout dilucida las clases sociales del pueblo de forma bastante clara durante su 
primer día de escuela cuando Walter Cunningham no tiene ni almuerzo, ni dinero 
con el cual comprárselo. Sus compañeros de clase le piden a Scout que le explique 
a la maestra nueva por qué Walter no acepta dinero para comprar su almuerzo, y 
ella le detalla la situación económica de Walter y de cómo intercambian bienes por 
servicios por necesidad. Scout y los otros niños tienen un entendimiento claro de 
las desigualdades sociales del pueblo, pero las ven como algo natural y 
permanente. La familia Finch se encuentra en un punto bastante alto de la jerarquía 
social, mientras que la familia Ewell se encuentra en el más bajo. Sin embargo, la 
jerarquía solo incluye a los blancos. Las personas afroamericanas de Maycomb 
están por debajo de todas las familias de blancos de Maycomb, incluidos los 
Ewells, a quien Atticus llama “basura”. 
Scout entiende esta estructura social, pero no entiende por qué es así. Cree que se 
debería tratar a todos por igual, sin importar a qué familia pertenecen. Por ejemplo: 
cuando quiere pasar más tiempo con Walter Cunningham, la tía Alexandra se opone 
a la sugerencia, hasta tal punto que le dice que ninguna mujer de la familia Finch 
debería juntarse con ningún Cunningham nunca. Scout se siente frustrada por esto 
ya que quiere ser libre y poder elegir quiénes sean sus amigos según su propia 
definición de lo que debe tener una persona para ser buena: la moralidad. 
El ruiseñor 
Cuando Scout y Jem reciben rifles de aire comprimido como regalos de Navidad, 
Atticus les dice que aunque preferiría que practicasen con latas, si deben dispararle 
a un ser vivo, jamás deben dispararle a un ruiseñor. Les explica que es un pecado 
matar un ruiseñor. Obviamente, esta es la escena que da nombre al libro, pero el 
tema se mantiene presente en todo el libro como motivo recurrente y tema central. 
La señorita Maudie les explica por qué Atticus tiene razón: los ruiseñores jamás 
dañan a nadie y no son ninguna peste. Lo único que hacen es cantar bellamente y 
vivir en paz, lejos de la violencia y dependencia de los otros animales. Por eso es 
un pecado matarlos. Los ruiseñores representan la verdadera bondad y pureza. 
Tom Robinson es un ejemplo de un “ruiseñor” humano. Él es acusado de violar y 
golpear a Mayella Ewell, pero es inocente. El pueblo comete el peor pecado al 
declararlo culpable y sentenciarlo a la muerte. En efecto, mataron un ruiseñor. Boo 
Radley es otro ejemplo de un “ruiseñor” humano. Pasó la mayor parte de su vida 
prisionero en su hogar porque a su padre se le fue la mano cuando lo castigó por 
una travesura. Boo Radley observa el mundo que lo rodea, sin dañar a nadie, y 
 
 18 
luego salva las vidas de Jem y Scout cuando Bob Ewell los ataca. El sheriff 
determina que la muerte de Ewell sea declarada como un accidente y así evitar que 
Boo vaya a juicio, viendo claramente que Boo lo haya matado para proteger a los 
niños. Atticus está de acuerdo y quiere asegurarse de que Scout entienda por qué 
en este caso mentir no está mal. Ella responde que entiende: que Boo vaya a juicio 
y sea puesto en la esfera pública sería como matar un ruiseñor. El ruiseñor 
representa la verdadera bondad e inocencia que debería protegerse a toda costa. 
Perspectiva 
En la novela, Atticus les pide a sus hijos que intenten ponerse en el lugar del otro 
para entender cómo ven el mundo esas personas. Cada vez que Scout no 
comprende a Jem, Atticus la empuja a entender cómo estará sintiendo él. Scout 
suele encontrar útil este consejo, y su intento por comprender las perspectivas de 
otras personas sobre la vida y el mundo profundiza su educación moral y 
entendimiento social, modelando la empatía para generaciones de lectores 
norteamericanos. 
Cuando la señora Dubose —la malvada anciana que vive en la otra calle de la 
familia Finch— insulta a Jem y a Scout mientras se dirigían al pueblo, Jem 
reacciona volviendo y cortando las flores de su jardín delantero. Su castigo es 
leerle a la señora Dubose todos los días durante un período de tiempo. Él se queja 
a Atticus de que ella sea una mujer horrible, pero Atticus les dice a Jem y a Scout 
que intenten comprender el punto de vista de la señora Dubose. Es una mujer 
mayor, muy arraigada a sus costumbres, y está completamente sola. Jem y Scout 
aceptan visitarla. Después de que muere la señora Dubose, Atticus les revela que, 
al leerle todos los días, la estaban ayudando a superar su adicción a la morfina. Él 
les explica que la señora Dubose intentaba volver a estar sobria, incluso al borde 
de la muerte. Por este motivo, para Atticus, ella era la mujer más valiente que 
conoció. Les explica esto a los niños para hacerles comprender el terrible dolor 
que sufría, y cómo su presencia la ayudó en ese proceso. Aunque ella pudo haber 
dicho cosas horribles (y las dice, en la novela), Atticus alienta a los niños a que 
intenten ver el mundo desde su perspectiva y que entiendan lo valiente y fuerte que 
ella fue por otra parte. 
Al final del libro, Scout acompaña a Boo Radley de regreso a su casa. Después de 
que Boo cierra la puerta, ella se da vuelta y ve el vecindario desde la perspectiva 
de Boo. Se imagina cómo él habrá visto todo lo que sucedió en los últimos años: 
ella y Jem pasando corriendo por su casa cuando iban y venían de la escuela; los 
juegos de Boo Radley que jugaba de niña; el incendio de la señorita Maudie; el 
incidente del perro con rabia; y, por último, el ataque de Bob Ewell. Al ponerse en 
 
 19 
el lugar de Boo, Scout gana un nuevo respeto por la vida de Boo, y entiende que 
su experiencia es tan válida como la de ella. Con este entendimiento, ella está 
agradecida. 
 
Racismo 
Queda más que claro que el racismo es uno de los temas principales de la novela. 
Durante la época de la Depresión, los afroamericanos todavía eran en su mayoría 
miembros subyugados de la sociedad, particularmente en los estados que habían 
formado La Confederación en la guerra civil, que pudieron conservar un sistema 
de apartheid legaldespués de perder el sistema de esclavitud tras perder la guerra. 
No se les permitía juntarse con blancos en lugares públicos, como se ejemplificó 
no solo en la separación física entre razas que se ve en el tribunal durante la novela, 
sino también en las claramente distinguibles zonas del pueblo para blancos y 
negros. Aún más, casi no había matrimonios interraciales (¡eran directamente 
ilegales hasta después de fue escrita la novela un muchos estados sureños!), ni 
tampoco eran bien vistos en las situaciones donde parejas viajaban a otros estados 
para concretarlas. En muchos sentidos culturales y legales, las luchas para 
matrimonio igualitario para personas no-heterosexuales, para adopción entre-
racial, y para la documentación oficial para personas de género no-binario o no-
innato heredan mucho de la lucha para quitarle la institución de matrimonio todo 
contenido o condición racial en generaciones anteriores. 
En la novela, Scout explora las diferencias entre la gente afroamericana y la gente 
blanca. Ella y Jem acompañan a Calpurnia a la iglesia de su comunidad, y Scout 
disfruta sinceramente de la experiencia. Después, él le pide a Calpurnia si alguna 
vez pueda conocer su casa ya que jamás fue. Calpurnia acepta, pero la visita nunca 
se concreta, más que nada porque la tía Alexandra lo impide sin tener que dar 
explicaciones de por qué no sea aceptable. Jem, Scout y Dill también se sientan 
con los ciudadanos afroamericanos en el balcón del tribunal para observar el juicio. 
Además, Scout y Dill tienen una larga conversación con el señor Raymond, un 
hombre blanco casado con una mujer afroamericana y con hijos mestizos. El señor 
Raymond revela que simula ser un borracho al andar con una bolsa —que, en 
realidad, contiene una botella de Coca-Cola— para que la gente pueda justificarle 
el haberse casado con una mujer afroamericana. 
Tom Robinson es condenado por el solo hecho de ser afroamericano y su acusante 
de raza blanca. Las pruebas a su favor son tan poderosas que la raza es claramente 
el único factor determinante en la decisión del jurado. Atticus lucha contra el 
 
 20 
racismo, y otros habitantes del pueblo están de su lado, entre ellos la señorita 
Maudie y el juez Taylor. 
Jem y Scout también creen en la igualdad social, pero, naturalmente, están en la 
minoría. Cuando Atticus pierde el juicio, intenta que los niños entiendan que, 
aunque perdió, ayudó igual a que la causa antirracista avanzara, evidenciado por 
el rato largo que necesitó el jurado para sus deliberaciones. Normalmente, un juicio 
de ese tipo se decidiría casi inmediatamente. 
Valentía 
La valentía adopta muchas formas diferentes en Matar un ruiseñor. Atticus es 
valiente al defender a un hombre afroamericano de las críticas y de las amenazas 
de violencia. También lo es frente al peligro, tanto cuando mata al perro rabioso de 
un solo tiro, como cuando enfrenta al grupo de hombres fuera de la carcel. Atticus 
alienta a Scout a ser valiente y a no pelear con los que la critican a ella o a su 
familia. Para Atticus, rechazar la violencia es una de las formas más importantes 
de valentía. Los niños creen que son valientes cuando se acercan a la casa de los 
Radley, al principio del libro, pero luego entenderán que esta valentía no era 
verdadera y que, de hecho, era una tontería. Atticus toma a la señora Dubose como 
el mejor ejemplo de valentía porque que ella lucha contra su adicción a la morfina 
para poder liberarse de ella antes de morir, incluso cuando sabe que esto 
terminaría matándola. Atticus, que también lucha contra un poder más grande que 
él, les dice a los niños que deben tener mucho respeto por la señora Dubose. 
Finalmente, Bob Ewell representa el mejor ejemplo de cobardía porque miente en 
el tribunal para protegerse y recurre a atacar a los niños en la oscuridad para cobrar 
su venganza. 
La ley 
Atticus es un abogado, y el libro se centra en su defensa de Tom Robinson. Aunque 
Atticus pierde el juicio, cree firmemente que a pesar de las desigualdades sociales, 
todos los hombres son iguales en el tribunal. Incluye una mención de esta creencia 
en sus argumentos finales al jurado, y durante una discusión que luego tendrá con 
Jem y Scout respecto a la selección del jurado y el proceso del juicio, lo volverá a 
mencionar. 
Atticus cree que el progreso hacia la igualdad racial puede y debe hacerse en el 
tribunal. Además, aunque cree fervientemente en respetar la ley, Atticus 
comprende que a veces hay ciertas excepciones justificadas. Por ejemplo: a Bob 
Ewell se le permite cazar incluso fuera de temporada porque las autoridades del 
pueblo saben que si se lo fueran a impedir, sus niños morirían de hambre. Además, 
 
 21 
al fin de la novela, la ley haría que Boo Radley fuera llevado a juicio para determinar 
si mató a Bob Ewell en defensa propia o no. Sin embargo, Atticus comprende, así 
como también lo hacen Heck Tate y Scout, que Boo no debería ser forzado a vivir 
tanta exposición pública ni las críticas que implicaría el proceso mismo. Por lo 
tanto, es necesario hacer una excepción a la ley en este caso para proteger a Boo. 
Recepción del libro 
Para el momento de la publicación del libro, a los editores no les parecía que se 
podían obtener grandes ganancias, de hecho les preocupaba que ni siquiera se 
vendiera; pero como por arte de magia, apenas salió a la venta la respuesta del 
público fue positiva, logrando obtener aclamación y buenas críticas, y llevando a 
la autora a un estatus de celebridad. 
 
“Matar a un ruiseñor” es un libro que logro un éxito contundente, tuvo varias 
reimpresiones y estuvo ampliamente disponible para ser fácilmente adquirido por 
el público, comenzando su ola de éxito en el pueblo natal de Monroeville en 
Alabama. 
 
Las críticas que obtuvo el libro al poco tiempo de ser publicado fueron positivas e 
interesantes; entre todas las opiniones acerca del libro, destacamos que “The New 
Yorker” lo ha declarado como un libro excelente, sin pretensiones y 
completamente un éxito ingenioso. 
 
El Atlantic Monthly al referirse al libro, afirma que es una lectura agradable, muy 
bien escrita pero poco exigente, con lo cual es posible perder interés, también le 
dedicó unas líneas al aspecto presente en la naturaleza de la voz narrativa, ya que 
desde su perspectiva una niña de 6 años que tiene el estilo y la comprensión de un 
adulto instruido, es totalmente inverosímil. 
 
El Chicago Sunday Tribune expone que “Matar a un ruiseñor” es una novela de 
importancia contemporánea para todos los ciudadanos de Estados Unidos y tal vez 
del mundo entero. Un punto a favor para la escritora de la novela, es la posición 
imparcial desde donde se relatan los acontecimientos del libro, donde solo expone 
elementos de injusticia racial primordialmente 
 
 
 22 
 
 
 
Impacto social y desafíos 
Hay extensos análisis que han causado controversia desde su publicación en el 
año 1963. La polémica se ha desatado desde ese tiempo debido a los comentarios 
fuertes sobre el racismo en la parte sur de Estados Unidos; también contiene frases 
duras con blasfemias y expone los detalles de la supuesta violación de una chica 
que miente, producto del trauma del abuso que continuamente le propina su propio 
padre. 
 
Este ha sido un motivo de discusión, ya que algunos son partidarios de que el libro 
sea una lectura obligada en cada colegio y los puntos en contra que hemos 
comentado en el párrafo anterior, llevan al cuestionamiento de si es apropiada y 
recomendable su lectura en bibliotecas y salones de clase. 
 
En 1966 se reportó un incidente en Hanover (Virginia) el que se responsabilizaba al 
libro por la protesta desatada por padres de un instituto educativo, y dio pie para 
que fundamentalistas afirmaran que era algo totalmente inmoral que una novela 
tuviera una trama argumental basada en un hecho de violencia sexual. 
 
“Matar a un ruiseñor” abordó problemasfuertes y complicados desde todo punto 
de vista, la visión del trato racista en el pueblo de Maycomb, es criticada por no 
dejar un mensaje que condenara de manera igualmente dura a los involucrados en 
tal bajeza. El concepto sobre el racismo que tenía la mayoría cuando transcurría la 
década de los setenta presentó un cambio sustancial, haciendo que muchas de las 
mentes de las personas en la sociedad se dieran cuenta de lo equivocados que 
habían estado durante años. 
 
En este contexto se ha determinado que la percepción del libro “Matar a un 
ruiseñor” ha sido mayormente positiva, aunque si se divide por razas, la opinión 
es que deja mensajes positivos en los lectores blancos, pero no tiene tanta 
aceptación por parte de los negros. 
 
 23 
 
A pesar de que su popular tema está enfocado en la segregación y la injusticia 
racial, causa descontento entre algunos que los personajes negros no están 
desarrollados a todo su potencial. Aunado a los epítetos raciales que se pueden 
leer a lo largo del libro, muchos detractores dicen que sus personajes son 
demasiados estereotipados, y que no están ni siquiera un poco cerca de la realidad. 
 
En el libro se puede observar el trato que le da la autora a los personajes negros, 
por ejemplo las alusiones a las superstición, la excesiva pasividad, y 
específicamente en el personaje de Calpurnia, quien parece el retrato de una vida 
de esclavitud constante pero satisfactoria, lo cual es una muestra fehaciente de 
que el argumento del libro mantiene marginados a los personajes de color. 
 
Además en muchos de los diálogos que sostienen los personajes sobre el racismo, 
la autora usa la perspectiva de Scout para suavizar los hechos a los lectores y que 
estos permanezcan inocentes o no vean a profundidad el horror del racismo. La 
voz narrativa de Scout pone una especie de velo sobre los acontecimientos, para 
que el lector que se sienta identificado fije la posición que se acerca más a su 
percepción de la realidad. 
 
Así, según la posición que se tenga, lo que puede parecer fantástico para un lector, 
puede resultar ofensivo o denigrante para otro; de hecho a algunos estudiantes 
negros la novela les parece desmoralizante. 
 
Para finalizar podemos decir que la novela fue publicada en el momento justo, para 
contribuir con la lucha de las buenas personas del Sur de la nación y discernir 
sobre la tensión racial existente para la época. 
 
El movimiento que impulsa los derechos civiles fue relacionado directamente con 
la novela “Matar a un ruiseñor” de Harper Lee, creando una colaboración entre 
ambas influencias, que logró incrementar la aceptación de las mismas por parte 
del público. 
 
 
 24 
Existen estudios donde el libro y la biografía de Harper Lee se incluyen en escritos 
y análisis sobre el movimiento por los derechos civiles, uno de los líderes del 
movimiento llamado Andrew Young afirma que a pesar de que ni la autora ni la 
novela formaron parte de este movimiento, “Matar a un ruiseñor” se constituye 
como una manera eficaz para inspirar esperanza en medio de todo el caos 
originado por un movimiento considerado por muchos como transgresor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 25 
 
 
RECONOCIMIENTOS OBTENIDOS 
El éxito del libro “Matar a un ruiseñor” fue casi inmediato a su publicación, luego 
de la salida a la luz pública, la autora de la novela obtuvo un reconocimiento con 
gran popularidad. Los lectores enfocaron su atención en un texto novedoso, 
ingenioso e inteligente que contenía reflexiones de las que se podía comentar y 
discutir. 
 
Fueron innumerables las entrevistas a personalidades para efectuar análisis del 
contenido literario del libro y del argumento de la obra, haciendo foros de discusión 
y debate en las escuelas y centros de capacitación de jóvenes sobre los temas 
tratados en el libro. 
 
En el año 1961, luego de llevar 41 semanas liderando la lista de los libros más 
vendidos para la época, logra obtener el Premio Pulitzer, sorprendiendo 
gratamente a su autora. 
 
Ese mismo año “Matar a un ruiseñor” resultó ganador del Premio a la Fraternidad 
de la National Conference of Cristians and Jews, para luego alzarse con el primer 
lugar en el Premio al Libro del año para la revista BestSellers. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 26 
 
 
FRASES DEL LIBRO 
 
“Maycomb era una población antigua, pero cuando yo la conocí también era una 
población fatigada. En los días lluviosos las calles se convertían en un barril rojizo; 
la hierba crecía en las aceras, y el edificio del juzgado parecía que iba a 
desplomarse sobre la plaza. En verano hacía mucho calor: los perros sufrían 
durante el día y las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas a 
la sofocante sombra de las encinas de la plaza. A las nueve de la mañana, los 
cuellos duros de los hombres perdían su tiesura. Las damas se bañaban antes del 
mediodía y después de la siesta de las tres, pero al atardecer estaban como 
blandos pastelillos recubiertos de sudor y talco”. 
 
Capítulo 1, página 11 
La descripción detallada pinta una imagen vívida del pueblo de Maycomb, lo que 
nos da alguna idea de los sentimientos de Scout sobre Maycomb. Además, el 
narrador nos da un marco para la historia y crea el clima para un pueblo tranquilo 
y algo aburrido, lo que establece las bases para el conflicto del juicio a Tom. 
 
“—Tu padre no sabe enseñar —concluyó—. Ahora puedes sentarte. Murmuré que 
lo sentía y me retiré meditando acerca de mi falta”. 
 
Capítulo 2, página 23 
La maestra de primer grado de Scout la hace sentir mal por ser capaz de leer, 
cuando Scout debería sentirse orgullosa de poder leer y escribir a tan temprana 
edad. Scout incluso pide disculpas y se refiere a su capacidad como un crimen. 
Esta conversación demuestra cuán cerradas eran las mentes de Maycomb. 
 
“—En primer lugar —dijo—, si aprendes una treta sencilla, Scout, convivirás mucho 
mejor con toda clase de gente. Uno no comprende de veras a una persona hasta 
 
 27 
que considera las cosas desde su punto de vista… —¿Cómo es eso? —…Hasta 
que se mete en el pellejo del otro y va por ahí como si fuera ese otro”. 
 
Capítulo 3, página 35 
Este fragmento ejemplifica el lazo especial entre Atticus y su hija, Scout. A lo largo 
de la novela, Scout aprende más de su padre que de cualquier otra persona. Atticus 
le enseña a Scout sobre las cosas importantes de la vida y sobre el mundo, algo 
que no aprende en la escuela. Scout escucha a Atticus con mucha atención. Ella lo 
respeta mucho y valora profundamente sus consejos. 
 
“En el límite de la finca de los Radley crecían dos encinas cuyas raíces se extendían 
hasta la orilla del camino, sobresaliendo del terreno. En uno de aquellos árboles 
había una cosa que me llamó la atención. De una cavidad nudosa del tronco, a la 
altura de mis ojos precisamente, salía una hoja de papel de estaño, que me hacía 
guiños a la luz del sol. Me puse de puntillas, miré otra vez, rápidamente, alrededor, 
metí la mano en el agujero y saqué dos pastillas de goma de mascar sin su 
envoltura exterior”. 
 
Capítulo 4, página 38 
Dejar regalos en el agujero es una de las primeras señales de que Boo Radley 
quiere ser amigable con los niños y de que se ha dado cuenta del interés que ellos 
sienten por él. Al dejarles inofensivos regalos sencillos y delicados, se vuelve 
evidente que Boo es una buena persona, algo que difiere de lo que Scout y Jem 
han asumido desde el comienzo de la novela. Scout no se da cuenta de que los 
regalos pueden provenir de Boo, aunque Jem sí lo sospecha. Más adelante, Scout 
entiende. 
 
“—Sí, esto era lo que hacían, ¿verdad? —¿Burlarnos? —No —dijo Atticus—, 
exponer su historia para que toda la vecindad se ría de él. Jem pareció crecerse un 
poco. —¡Yo no he dicho que hiciéramos tal cosa; yo no lo he dicho! Atticus sonrió 
de una manera seca. —Acabas de decírmelo—replicó—. Desde este mismo 
momento ponen fin a estas tonterías, todos y cada uno”. 
 
 
 28 
Capítulo 5, página 56 
Es realmente raro que Atticus sea tan severo con los niños. Aquí, con sus fuertes 
palabras, muestra que no deben burlarse de los Radley y que ellos no son mala 
gente. Esto crea una tensión implícita entre padre e hijos ya que los niños no están 
del todo convencidos. 
 
“Entonces vi la sombra. Era la sombra de un hombre que llevaba el sombrero 
puesto. Primero lo confundí con un árbol, pero apenas si soplaba el viento, y los 
troncos de los árboles no andan. El porche trasero estaba bañado por la luz de la 
luna, y la sombra, seca como una tostada, avanzó cruzando el porche en dirección 
a Jem. El segundo en verla fue Dill, que se cubrió la cara con las manos. Cuando la 
sombra cruzó el cuerpo de Jem, este la vio. Se llevó las manos a la cabeza y 
permaneció rígido”. 
 
Capítulo 6, página 60 
Los niños creen que el hombre en las sombras es Boo Radley y quedan petrificados 
del miedo. En el fragmento, el lector se da cuenta de qué tan asustados están los 
niños del hombre misterioso y con qué intensidad su presencia afectó sus vidas. 
 
“Como Atticus me había aconsejado en cierta ocasión, probé meterme en su pellejo 
y hacer como si fuera él: si hubiese ido sola a la casa de los Radley a las dos de la 
mañana, la tarde siguiente se habría efectuado mi entierro. En consecuencia, dejé 
en paz a Jem y procuré no fastidiarlo”. 
 
Capítulo 7, página 66 
Éste es uno de los tantos ejemplos donde Scout sigue los consejos de Atticus para 
resolver un conflicto en su vida. Claramente, Scout respeta tanto a su padre como 
a su hermano, y demuestra un gran nivel de madurez para ser tan joven. 
 
“—¿Dar las gracias? ¿A quién? —pregunté. —A Boo Radley. Estabas tan absorta 
contemplando el fuego que no te diste cuenta cuando él te abrigó con la manta. 
Sentí un nudo en el estómago al oír aquello. Jem se levantó y se acercó a mí.—¡Se 
 
 29 
escabulló fuera de la casa, dio un rodeo...se presentó allí sin hacer ruido y se volvió 
del mismo modo!” 
 
Capítulo 8, página 81 
Aunque Scout parece tener miedo al escuchar que Boo Radley estuvo a 
centímetros de ella, comienza a darse cuenta de que el hombre misterioso quiere 
protegerla y ser su amigo. Boo se gana la simpatía de Scout y del lector en este 
fragmento 
 
“—Has de aprender mucho, Jack —repuso Atticus. —Lo sé. Tu hija me ha dado la 
primera lección esta tarde. Dijo que yo no comprendía mucho a los niños y me 
explicó por qué. Tenía mucha razón. Me explicó cómo debí haberla tratado; oh 
querido, cómo lamento haberle dado una tunda”. 
 
Capítulo 9, página 96-7 
El tío Jack admite que Scout le dio una lección. Atticus le inculcó desde pequeña 
la sabiduría y la compasión, algo muy adelantado para su edad. Aquí, ella 
demuestra ser más sabia que el tío Jack, que es un adulto. Lo cierto es que Scout 
es muy parecida a Atticus: tiene principios morales muy fuertes y puede explicar 
las cosas de forma sencilla para que las personas puedan entender su perspectiva. 
 
“Atticus le dijo un día a Jem: —Preferiría que disparases contra botes vacíos en el 
patio trasero, pero sé que perseguirás a los pájaros. Mata todos los arrendajos 
azules que quieras, si puedes darles, pero recuerda que matar un ruiseñor es 
pecado. Aquella fue la única vez que le oí decir que esta o aquella acción fuese 
pecado, y pregunté a la señorita Maudie al respecto. —Tu padre tiene razón —me 
respondió—. Los ruiseñores solo se dedican a cantar para alegrarnos. No 
estropean los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen 
nada más que derramar su corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es 
pecado matar un ruiseñor”. 
 
Capítulo 10, página 99-100 
 
 30 
Además de hacer mención del título de la novela, este fragmento demuestra una 
vez más qué tan similares son Atticus y la señorita Maudie. Ambos están muy de 
acuerdo en que es pecado matar un ruiseñor, un animal que simboliza a Boo Radley 
y a Tom Robinson, dado que los ruiseñores no causan ningún daño y su 
comportamiento demuestra su “corazón puro”. 
 
“—¿Una dama? —Jem levantó la cabeza bruscamente— Después de todas las 
cosas que decía de ti, ¿una dama? —Lo era, aunque sus peculiares puntos de vista 
sobre las cosas eran muy diferentes de los míos… Hijo, ya te he dicho que de todos 
modos te habría mandado a que le leyeses. Quería que descubrieses lo que es la 
verdadera bravura, en vez de creer que la bravura la encarna un hombre con un 
arma en la mano. Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida de 
antemano, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final pase lo que pase.” 
 
Capítulo 11, página 122-3 
Aquí, Atticus les enseña a sus hijos el verdadero significado de heroísmo. La 
señora Dubose era una anciana más bien malhumorada y agresiva que vivía cerca. 
Ella hablaba en términos muy duros de Atticus, y, en un estallido de ira, Jem 
arrancó sus flores. Como castigo, tuvo que ir a leerle todos los días después de 
volver de la escuela. Sin saberlo, Jem la estaba ayudando a superar su adicción a 
la morfina. Atticus revela esto a los niños después de que ella muere, dejándoles 
evaluar la situación ellos mismos. Atticus trata a sus hijos como adultos y les 
muestra el significado de la verdadera valentía. Las últimas dos líneas de este 
fragmento sirven como una analogía al caso de Tom Robinson y muestran que 
Atticus sabe que no ganará, pero debe dar lo mejor de sí para buscar justicia. 
 
“No es necesario que uno explique todo lo que sabe. No es femenino… Y, en 
segundo lugar, a la gente no le gusta estar en compañía de una persona que sabe 
más que ellos. Les deprime. Hablando bien no ayudaría a ninguno; han de ser ellos 
mismos los que quieran aprender. Si no quieren, has de mantener la boca cerrada, 
o hablar su mismo idioma.”. 
 
Capítulo 12, página 136 
 
 31 
Aquí, Calpurnia explica lo que ella entiende por diferentes tipos de personas. Ella 
habla el inglés oficial en la casa de los Finch, lo que prueba que sea educada y que 
le importe cómo es percibida. Por otro lado, también muestra que ella es 
respetuosa con la gente de su iglesia y de su comunidad al hablar como hablan 
ellos, en el dialecto de la comunidad. En este fragmento, Calpurnia también le 
explica a Scout lo que significa ser una dama. 
 
"Nunca comprendí porque le preocupaba tanto la herencia. Yo creía que eran 
personas excelentes aquellas que obraban lo mejor que sabían según su criterio, 
pero la tía Alexandra estaba convencida, y así lo decía, de que cuanto más tiempo 
hubiese estado asentada determinada familia en el mismo terreno tanto más 
distinguida y excelente era”. 
 
Capítulo 13, página 140 
Aquí, Scout explica cuán diferente son los modos de ver el mundo que tienen ella 
y la tía Alexandra. Scout es mucho más joven, pero tiene una comprensión mucho 
más madura de la gente que la tía Alexandra, lo que demuestra un sentido agudo 
de la sabiduría. 
 
“—Eso es porque no puedes retener nada en tu cabecita, salvo un rato —dijo Jem—
. Con la gente mayor es distinto, nosotros… Aquellos días su enervante 
superioridad se hacía insoportable. No quería hacer otra cosa que leer y marcharse 
por ahí solo”. 
 
Capítulo 14, página 148 
Los sentimientos que unen a los niños Finch cambian a lo largo de la novela 
cuando Jem crece y las diferencias entre hermano y hermana se vuelven más 
explícitas. Scout entiende que Jem se siente superior a ella y ya no quiere jugar 
con ella. Está frustrada con los aires de superioridad de Jem y desea que pudieran 
volver a jugar y a hablar como solían hacerlo. 
 
“—¿Qué sucede? —pregunté. Atticus no dijo nada. Miré alrededor y levanté la vista 
hacia el señor Cunningham, cuyo rostro estaba igualmente impasible. Entonces 
 
 32 
hizo una cosa curiosa: se puso en cuchillas y me cogió por los hombros. —Le diréque le envías recuerdos, damita —prometió. Luego se levantó de nuevo y agitó su 
enorme zapa. —¡Vámonos! —ordenó— En marcha, muchachos”. 
 
Capítulo 15, página 165 
Esta conversación se da después de que Scout dispara en la potencialmente 
peligrosa turba de hombres fuera de la carcel. Scout sabe que algo anda mal y se 
acerca al único hombre que reconoce del grupo, el señor Cunningham. Ella hace 
lo que se le enseñó e intenta conectar con él al hablarle de su hijo, quien es 
compañero de escuela. Sin saberlo, Scout apela a la humanidad del hombre y lo 
obliga a darse cuenta de que debe actuar honrosamente y dejar a Atticus y Tom 
Robinson en paz. 
 
"Vaya, aquello arrojaba una luz distinta sobre las cosas: Atticus tenía que defender 
al negro, tanto si le gustaba como si no. Me pareció raro que no nos lo hubiese 
dicho, nos habría servido muchas veces para defenderle y defendernos. «Está 
obligado, por eso lo hace», habría significado menos peleas y menos alboroto”. 
 
Capítulo 16, página 175 
Atticus quiso tomar el caso para que se hiciera justicia y nunca quiso que sus hijos 
creyeran que lo tomó solo porque tenía que hacerlo. Para Atticus, el caso se trataba 
de proteger los derechos humanos y quería que sus hijos entendieran que 
realmente le importaba. Scout no entiende de todo esto, pero la revelación le 
permite al lector ver a Atticus, otra vez, como un padre excelente. 
 
"El señor Ewell escribió en el reverso del sobre y levantó los ojos complacidos para 
ver que el juez lo estaba mirando fijamente, como si observase una gardenia 
aromática en plena floración, y para ver al señor Gilmer en su mesa, expectante. 
También el jurado lo observaba; uno de sus miembros se inclinaba hacia adelante 
con las manos sobre la balaustrada. —¿Tan interesante ha sido? —preguntó. —
Usted es zurdo, señor Ewell —dijo el juez Taylor". 
 
Capítulo 17, página 190 
 
 33 
Esta cita demuestra la inteligencia de Atticus y el primer punto débil importante en 
el testimonio de Bob Ewell. Atticus cree que el señor Ewell golpeó a Mayella, y no 
Tom, y demuestra que Ewell es zurdo en comparación con el brazo izquierdo 
discapacitado de Tom. Con esta revelación, el lector no puede confiar para nada en 
las palabras de Bob Ewell. 
 
“—Es una pregunta sencilla, señorita Mayella de modo que lo intentaré otra vez. 
¿Recuerda si le pegó en la cara? —La voz de Atticus había perdido su acento 
agradable; ahora hablaba con tono profesional, árido e indiferente— ¿Recuerda si 
le pegó en la cara? —No recuerdo si me pegó. Quiero decir que sí lo recuerdo; me 
pegó”. 
 
Capítulo 18, página 198 
El poco convincente testimonio de Mayella no hace más que aumentar la sospecha 
del lector sobre su testimonio. Según los testimonios del señor Tate y del señor 
Ewell, Mayella ciertamente había sido golpeada. Es extraño que la reacción de 
Mayella a la pregunta sea tan poco creíble si ella estuviera diciendo la verdad. 
 
“El señor Gilmer sonrió al jurado. —Por lo visto es usted un hombre muy 
bondadoso. ¿Hacía todo aquello sin pensar en cobrar ni un penique? —Sí, señor. 
Ella me daba mucha pena, ella parecía poner más empeño que todos los demás. —
¿A usted le daba pena ella, a usted le daba pena ella, eso ha dicho? —El señor 
Gilmer parecía no dar crédito a sus oídos”. 
 
Capítulo 19, página 210 
Pareciera que el señor Gilmer piensa que es horrible que Tom Robinson, un 
campesino pobre y afroamericano, sienta pena por Mayella, una ciudadana blanca 
de Maycomb. Leyéndolo hoy, es razonable imaginar esa pena si tenemos en cuenta 
las condiciones en las que vivía, pero según los estándares raciales de esa época, 
la declaración de Tom causa algo de resentimiento por violar una supuesta división 
categórica entre el estatus de los blancos y el de los negros. 
 
 
 34 
“La acusación no ha presentado la menor prueba médica de que el delito que se 
atribuye a Tom Robinson tuviera lugar jamás. En su lugar, se ha apoyado en las 
declaraciones de dos testigos cuyos testimonios no solo han quedado en grave 
entredicho al interrogarles la defensa, sino que ha sido absolutamente rechazado 
por el acusado. El acusado no es culpable, pero hay alguien en esta sala que sí lo 
es”. 
 
Capítulo 20, página 216 
Los firmes argumentos finales de Atticus prueban qué tan buen abogado es. 
Atticus solo dice la verdad e intenta obligar a aquellos en la sala, incluidos sus 
hijos, a que evalúen los hechos y no la raza del acusado. Se necesitó mucha 
valentía para dar este discurso, pero, para Atticus, era absolutamente necesario. 
 
“—¿Señorita Jean Louise? Miré alrededor. Todos estaban de pie. Alrededor y en la 
galería de la pared de enfrente, los negros se ponían de pie. La voz del reverendo 
Syke sonaba tan distante como la del juez Taylor. —Señorita Jean Louise, póngase 
de pie. Pasa su padre.” 
 
Capítulo 21, página 225 
Las personas en el balcón sienten un gran respeto por Atticus debido a todo el 
empeño que le puso al caso y a lo bien que defendió a Tom. Atticus trabajó para 
que la verdad saliera a la luz. Cuando el reverendo Sykes le pide a Scout que se 
ponga de pie, ella comprende lo mucho que significa el trabajo de su padre para él 
y para el resto de los que estaban sentados junto a ella en el balcón. 
 
“Dentro de casa, cuando la señorita Maudie quería explicar alguna cosa extensa 
solía extender los dedos sobre las rodillas y acomodarse la dentadura postiza. 
Ahora lo hizo, y nosotros aguardamos. —Quiero decirles solamente que en este 
mundo hay hombres que nacen para evitarnos los trabajos desagradables. Tu 
padre es uno de ellos”. 
 
Capítulo 22, página 229 
 
 35 
La señorita Maudie intenta hacer que los niños entiendan la situación difícil del 
caso Tom Robinson. La señorita Maudie lo explica bien y les dice a los niños que 
aunque Atticus perdió, ganó al obligar a que el pueblo verdaderamente evalúe sus 
percepciones sobre la raza y la igualdad. El jurado tomó mucho tiempo en llegar a 
un veredicto, y esto es solo una muestra de que Atticus logró hacer que los 
hombres del jurado evalúan sus ideas sobre la raza. Por lo tanto, aunque nada 
placentero, el trabajo de Atticus es de gran importancia y afectará el futuro de las 
relaciones raciales en Maycomb. 
 
“Scout, creo que empiezo a comprender una cosa. Creo que empiezo a comprender 
por qué Boo Radley ha estado encerrado en su casa todo este tiempo… Ha sido 
porque quiere estar allí dentro” 
 
Capítulo 23, página 242 
Jem está creciendo y se da cuenta de que el mito sobre Boo probablemente no es 
verdad. Jem también ha crecido angustiado por la falta de honor en la sociedad y 
se da cuenta de que Boo prefiere vivir solo antes que rodeado de hombres 
corruptos. 
 
“—Tom ha muerto. La tía Alexandra se cubrió la boca con las manos. —Lo mataron 
a tiros —explicó Atticus—.Intentaba escaparse. Ocurrió durante un recreo. Dicen 
que echó a correr ciegamente hacia la valla y empezó a trepar por ella. Justo frente 
a ellos…” 
 
Capítulo 24, página 250 
Tom Robinson jamás dañó a nadie, pero fue condenado y esperaba su apelación 
en una carcel local. Atticus cree que Tom odiaba estar encerrado por un crimen 
que no cometió y no podía imaginarse pasar por otro juicio. Atticus pensaba que 
la ansiedad que le causó la situación y lo inevitable de la batalla y del sufrimiento 
hicieron que Tom huyera. 
 
“—¿Por qué no puedo aplastarla? —pregunté a Jem. —Porque no te hace daño —
respondió en la oscuridad pues había apagado la lamparita de noche”. 
 
 36 
 
Capítulo 25, página 253 
Aquí, Scout iba a "aplastar" una cochinilla cuando Jem la detuvo. En esto, puede 
verse que Jem desea proteger a cualquier ser indefenso. Él fue testigo de la 
humillación y de la muerte que sufrió el inocente Tom, y comenzó a entender que 
es un pecado aprovecharse de algo más débil que uno y querer destruirlo, al igual 
que es un pecado matar un ruiseñor. 
 
“Nos habían ocurridotantas cosas que Boo Radley era el menor de nuestros 
miedos. Atticus aseguraba que no veía que pudiese ocurrir nada más, que las 
cosas tenían la virtud de reencauzarse por sí mismas, y que cuando hubiera pasado 
el tiempo suficiente, la gente olvidaría que un día habían dedicado su atención a 
Tom Robinson”. 
 
Capítulo 26, página 258 
Cuando Scout dice que “Boo Radley era el menor de nuestros miedos”, 
irónicamente está dando un indicio de su futura reaparición. 
 
“—No me gusta, Atticus, no me gusta nada —fue la conclusion de la tía Alexandra 
ante aquellos acontecimientos—.Ese hombre parece alimentar un odio permanente 
contra todos los relacionados con estos sucesos. Sé cómo suele saldar sus 
resentimientos la gente de su calaña, pero no comprendo por qué los tiene 
precisamente él; en el juicio se salió con la suya, ¿verdad?” 
 
Capítulo 27, página 266 
Aquí, la tía Alexandra se refiere a Bob Ewell, que dijo públicamente que se vengaría 
de Atticus Finch después de que éste lo hiciera quedar como un idiota ante toda la 
sala del tribunal. Atticus cree que a Ewell solo le gusta sonar orgulloso y que jamás 
haría nada, pero la tía Alexandra está preocupada. Más adelante, se comprobará, 
por una vez, que Atticus se equivocó al respeto. 
 
 
 37 
“Esta vez el otro no se detuvo. El suave suiss suiss siguió. Luego cesó. Ahora 
corría, corría hacia nosotros, y no con pasos de niño. —¡Corre, Scout! ¡Corre! —
ordenó Jem. Di un largo paso y noté que me tambaleaba; sin poder mover los 
brazos, en la oscuridad no sabía mantener el equilibrio. —¡Jem, ayúdame! ¡Jem!” 
 
Capítulo 28, página 278 
Este es un fragmento con mucho suspenso. Lee cuenta esta parte de la historia a 
través de indicios y pistas sutiles en lugar de dichos concretos. Por ejemplo: “y no 
con pasos de niño” (es un adulto el que los persigue). 
 
“Cuando le señalé, sus manos se deslizaron ligeramente, dejando un grasiento 
trazo de sudor en la pared, y hundió los pulgares en el cinturón. Un ligero y extraño 
espasmo le agitó, como si oyera unas uñas arañando la pizarra, pero cuando vio 
que yo le miraba con admiración la tensión desapareció lentamente de su rostro. 
Sus labios se entreabrieron en una tímida sonrisa; pero mis repentinas lágrimas 
difuminaron la imagen de nuestro vecino. —Hola, Boo —le dije”. 
 
Capítulo 29, página 287 
Aquí, por primera vez, Scout y Boo interactúan directamente. Scout ya no le teme 
y trata a Boo como a un igual. Ella sabe que él les salvó la vida a ella y a Jem, y lo 
respeta por eso. El poder de este momento emociona a Scout hasta las lágrimas, 
pero, como siempre, se maneja con una madurez de alguien mayor a su edad. 
 
“—Scout,el señor Ewell cayó sobre su propio cuchillo. ¿Te suena verosímil? Por 
su aspecto, yo habría dicho que necesitaba que le animasen. Corrí hacia él y le 
abracé y le besé la mejilla con todas mis fuerzas. —Sí, señor, muy verosímil –
aseguré para tranquilizarle–. El señor Tate tenía razón. Atticus se libró de mis 
brazos y me miró. —¿Qué quieres decir? —Mira, hubiera sido algo así como matar 
un ruiseñor”. 
 
Capítulo 30, página 293 
 
 38 
Aquí, nuevamente, Lee nos muestra el fenomenal entendimiento de la vida que 
tiene Scout. Scout es bastante joven, y su padre no está seguro de que ella 
comprenda todo lo que se ha dicho. Sin embargo, ella lo sorprende y lo llena de 
orgullo al comparar al señor Arthur Radley (Boo) con un ruiseñor. Al igual que un 
ruiseñor, Boo jamás dañó a nadie; y sería un pecado llevarlo a juicio por la muerte 
del señor Bob Ewell, a quien mató protegiendo a Scout y a Jem. 
 
"Atticus tenía razón. Una vez nos dijo que uno no conoce de verdad a un hombre 
hasta que se pone en su pellejo y se mueve como si fuera él. El estar de pie, 
simplemente, en el porche de los Radley fue suficiente para mí”. 
 
Capítulo 31, 296 
Estar en el porche de los Radley le permite a Scout finalmente ver el mundo como 
lo veía Boo. En los comienzos de la novela, ella sentía mucho miedo cada vez que 
pasaba por su casa. Ahora, mientras está de pie en el porche, se da cuenta de 
cuánto creció y cuánto aprendió. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 39 
TRASFONDO BIOGRÁFICO 
 
Constantemente la autora Harper Lee ha dejado claro que el libro “Matar a un 
ruiseñor” no es una obra autobiográfica; según ella se trata más bien de que se 
dedicó a escribir sobre lo que sabe, en lo que tiene experiencia y también se debe 
escribir la verdad. 
 
Sin embargo algunos biógrafos y críticos literarios, han establecido coincidencias 
entre la vida privada de la autora y los detalles descritos en su más célebre libro, 
de hecho la infancia de Harper Lee es casi exacta a la de Scout. 
 
Por ejemplo, el padre de la autora era un respetado abogado, muy similar al 
personaje principal de la novela Atticus Finch; en el año 1919 el progenitor de 
Harper Lee defendió ante la justicia a dos hombres negros sobre quienes pesaba 
una acusación de homicidio, lamentablemente el resultado del juicio fue 
devastador, ya que sus clientes fueron condenados a una muerte horrible. Este 
hecho marcó para siempre el futuro profesional del padre de Lee, quien nunca más 
trabajó en otro caso criminal. 
 
Además de las coincidencias antes descritas, también está el hecho de que Harper 
Lee había perdido a su madre; aunque la madre de Scout murió en una etapa muy 
temprana de su niñez, la madre de la autora murió de una enfermedad nerviosa 
cuando ella tenía 25 años de edad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 40 
PERSONAJES 
 
Scout (Jean Louise Finch) 
Es la narradora y personaje principal. Comienza su historia cuando tiene seis años 
de edad. Una niña algo masculina y rebelde, Scout muestra un fuerte temperamento 
contra cualquiera que la desafíe, pero muy en el fondo cree en la bondad de la 
gente. Scout reacciona a los terribles acontecimientos del libro sin perder la 
esperanza en la humanidad. 
 
Jem (Jeremy Finch) 
El hermano mayor de Scout, de casi diez años de edad al comenzar la historia. Jem 
es más tranquilo y reservado que su hermana; es muy exigente con las personas y 
espera mucho de ellas. Cuando sus expectativas no se cumplen, a Jem le cuesta 
aceptar lo que siente. 
 
Dill (Charles Baker Harris) 
Un amigo de los niños Finch, apenas más grande de edad que Scout, algo bajo para 
su edad, tiene mucha imaginación y es muy aventurero. Él es quien inicia la primera 
expedición a la casa de los Radley y es el mejor amigo de Scout. Su situación 
familiar dista de lo ideal, y suele huir cuando se le presentan situaciones difíciles. 
Dill pasa los veranos con su tía, que vive en la casa continua a la de la familia Finch. 
 
Atticus Finch 
El padre de Scout y Jem. Atticus es un abogado muy correcto (con respeto a lo 
moral) que intenta ser justo con todos. A veces es demasiado optimista, pero su 
inquebrantable esperanza en la humanidad y su autoproclamado papel del 
“buenista” del pueblo lo mantienen a flote. La esposa de Atticus murió cuando 
Scout era muy pequeña, y él crio a sus hijos solo con la ayuda de Calpurnia, su 
ama de llaves y cocinera afroamericana. 
 
 
 
 41 
Boo Radley 
Un solitario que jamás abandona su hogar. De niño, tuvo problemas con la policía 
y sus fervientemente religiosos y solitarios padres lo mantuvieron encerrado de ahí 
en adelante. Un prisionero en su propia casa, una vez apuñaló a su padre con una 
tijera y no se ha visto en público desde ese entonces. El pueblo creó la leyenda de 
que es un monstruo trastornado que deambula por las noches espiando a la gente 
a través de sus ventanas. En el libro, vive con su hermano, que es muy controlador. 
 
Tom Robinson 
Un hombre afroamericano que es acusado falsamente de violar a Mayella Ewell. 
Atticus acepta tomar su caso, aunque sabe que probablemente sea una causa 
perdida, tan solo para mostrarle a la comunidad blanca su propia degeneración 
moral. 
 
Calpurnia 
Una mujer afroamericana

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