Anatomía humana (837)

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PR O SE N C E FA L O 355
nicas al núcleo dorsal, y las sensitivas del ram o auricu lar posterior al núcleo sensitivo del 
trigémino.
V I A S S E N S O R IA I .H S
Las vías sensoriales com prenden las vías olfatorias, las vías gustativas , las vías óp­
ticas y las vías estatoacústicas.
V I A S O L F A T O R I A S
E stas tienen su origen en las células nerviosas de la p itu ita ria cuyos axones llevan 
los in flujos nerviosos a las células nú tra les constitutivas del bulbo olfatorio. Los cilindro- 
ejes de estas células unipolares constituyen el pedúnculo olfatorio, de form a prism ática 
triangular, que se halla colocado en el surco olfatorio de la cara in ferio r del lóbulo f ro n ­
tal. E l extremo posterior del pedúnculo, a la vez que se ensancha, se une a la substancia 
cerebral del lóbulo fron ta l, constituyendo el trígono olfatorio, que sé b ifu rca y form a el 
límite an terio r del espacio perforado anterior. Las ram as que lim itan este espacio son la 
raíz olfatoria interna, que se pierde en la extrem idad an te rio r de la circunvolución- del 
cuerpo calloso, y la raíz olfatoria externa . que en form a, de c in ta claram ente visible des­
aparece en la extrem idad an te rio r de la circunvolución, del hipocampo, en el uncus, cuya 
corteza form a el área piriform e, donde term inan los axones de las células nútrales.
% De las neuronas de la p a r te posterior d d área p irifo rm e y de las cercanías del es­
pacio perforado an te rio r se desprenden fib ras que van a la cara in te rn a del hemisferio. 
Las pequeñas neuronas que se congregan, a p a r ti r del uncus, en el borde de la hendidu­
ra de B ichat, fo rm an una c in ta irregu lar, denom inada cuerpo dentado, que al llegar al 
rodete del cuerno calloso lo bordea cam biando su nom bre p o r el de fasciola cinérea. Esta, 
a 'su vez, aborda el dorso del euerpo calloso, donde recibe el nom bre de indusio gris y más 
adelante rodea la rodilla del cuerpo calloso, donde se denom ina pedúnculo del cuerpo ca­
lloso. Finalm ente el pedúnculo se continúa con la em ta diagonal que cruza el espacio p e r­
forado an te rio r y se pierde en él. (Véase fig. 236.)
La porción del cuerpo dentado, vecina del uncus, posee g ran núm ero de pequeñas cé­
lulas que sirven, según algunos autores, como centro receptor de in flu jo s olfatorios, so­
bre todo en ciertos animales.
De las células del hipocampo em anan fib ras cuyo conjunto constituye una lám ina 
blanca denom inada cuerpo franjeado o fim bria. E ste cuerpo se continúa por a trá s con 
el p ila r posterior del trígono cerebral. P o r medio de dichas fib ras se pone en conexión 
un hipocampo con el del lado opuesto y con el subtálam o, pues u n a vez que constituyen 
el p ilar posterior del trígono, al llegar a la base de éste, se b ifurcan . Se orig inan así 
unas fib ras horizontales que van a perderse al hipocampo del lado opuesto como fibras 
comisurales, m ien tras o tras longitudinales corren po r los bordes del trígono y van a fo r­
mar el p ila r an terio r de éste nue desciende po r el extrem o an te rio r del tálam o, alcanza el 
piso del ventrículo medio y llega al tubérculo m am ilar donde te rm inan g ran núm ero de 
sus fibras. U na pequeña p a rte de éstas desciende por el pedúnculo cerebral y penetra en 
la protuberancia y el bulbo donde term ina en los núcleos bulboprotuberanciales, consti­
tuyendo así vías refle jas de la olfación. Las fib ras que se conectan con las células del 
tubérculo m am ilar transm iten las im presiones a través de los axones que de esas neuronas 
se desprenden y que ascienden form ando el fascículo denom inado haz mamilotalámico o 
de Vicq d ’Azyr. V an a te rm inar al núcleo an te rio r del tálam o óptico y de ahí em anan los 
cilindroejes que form an fib ras talam ocorticales y se d irigen a la corteza de la circunvo­
lución del cuerpo calloso o cíngulo.
Se cita tam bién como vía refle ja de la olfación a la cin ta sem icircular descrita 
antes, pero muchos autores niegan a ésta esa función.
V I A S G U S T A T I V A S
No existe propiam ente un nervio gustativo, pues la s im presiones gustativas son tra n s ­
mitidas por el nervio interm ediario de W risberg y po r el glosofaríngeo.