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Entrevista a la L ic . Anabel la Cazanave
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LeerNos - Revista Digital.
Agosto 2019, Primera Edición.
2019 © Todos los Derechos Reservados.
Publicado en Buenos Aires, Argentina.
Idea original: Lic. Cristel Analy Fabris.
leernos.revista@gmail.com
/leernos.revista | @leernos_revistadigital 
Licenciada Cristel Analy Fabris.
cristel.fabris@gmail.com
/lic.cristel.fabris | @lic.fabris 
Diseño Gráfico: Julieta Dara Cavalleri.
info@julietadara.com
www.julietadara.com
/julietadaradg | @julieta.dara
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- P S I C O LO G Í A -
De la representación-cosa 
freudiana y de por qué
el “sujeto del inconsciente”
de lacan no es freudiano.
Lic. Stefano Gissi.
- P S I C O P E DAG O G Í A -
Factores que desfavorecen 
la adquisición de la lectura y 
escritura en México.
por Edgar Morales Medina.
- P S I C O LO G Í A -
¿Nos justificamos
para no cambiar?
por Virginia Oms.
- P S I C O P E DAG O G Í A -
Mindfulness
Entrevista a
Anabella Cazanave.
por Lic. Cristel Analy Fabris.
- P S I C O P E DAG O G Í A -
Psicoanálisis y educación.
La apertura de un nuevo
conocimiento.
por César Augusto Sierra Varón.
- M E D I C I N A -
Enfrentando la muerte
(Confesiones de un cirujano)
por Carlos Anibal Ruffini.
- M E N C I Ó N E S P E C I A L -
Los necesarios cambios
en la concepción curricular
de la Psicología.
por Ester Daniel.
- P S I C O LO G Í A -
Las nuevas tecnologías de la 
información y comunicación 
(tics) en las familias mexicanas.
por José Miguel Cuevas Delgadillo.
- M E D I C I N A -
El Alemán.
porJuan Miguel Mella.
- P S I C O P E DAG O G Í A -
Sharenting y Pornografía
Infantil. “Alerta
para los padres”
por Romina Tarifa.
- N OTA E D I TO R I A L -
Entre la vida y la muerte:
la palabra.
por Lic. Cristel Analy Fabris. 
- P S I C O LO G Í A -
Hablar =
Padecer el símbolo
por Juan Pablo Moscardi.
mailto:leernos.revista%40gmail.com?subject=
http://facebook.com/leernos.revista/?__tn__=kC-R&eid=ARBbiPOZ_osjZk3SUiRw5ecj2cdGZM-ib-ayfdExZ7JiUA2z73B_PbsUXN_RSo7QBqui8576PT-FTeNd&hc_ref=ARTDN95658JXyJ_qHHsM5FBhgr6PGHJCfQo-KDOg-Lhr46p-o_eZEO0hn7KIogfkN0Y&fref=nf&__xts__[0]=68.ARAfveIHcz-sHngZU66i_ZIEbiF8Z8Xp4dsZXNzRaWrambF31s_j1b9iw5N-CjHVXJO-WrgXJRjBuHv44IiFKcQU91aHJan6rpJQykcJEiNZgq6JuW-p5-75MtVOYjW20c6TXpWG2OwVSDxFj2_hYc7_JBy1_Z_FvuKgZXWm0GZPao85XFV9hfHWpgIpC0VAghkkBOWKiMMhXPNMSZEU2jy68l0KefiDbu2b97GocObp0HEEwVJLP5LYthKDqdImTIy3zVo0TQSAh5_2n1Dh4uanWWfrfk3ZW55UttcwseYIYCbUp-Ye0s_HncQVJAIsrp-IDzcMrVkVCCw4IlvburxwzkqvYUHIP0adDw6IhQyREVA7xQ
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Revista Digital
E n t r e l a v i d a y 
l a m u e r t e :
L A PA L A B R A .
¿Alguna vez se detuvieron a pensar qué es una palabra, en términos tangibles 
y/o materiales?
Las palabras tienen múltiples finalidades, múltiples contextos, múltiples 
sentidos. Freud (1891) planteó: Desde el punto de vista psicológico, la “palabra” 
es la unidad funcional del lenguaje; es un concepto complejo constituido por 
elementos auditivos, visuales y clnestésicos.
Un diccionario es un elemento que se utiliza para buscar el significado 
comúnmente aceptado de las palabras. Se supone que, por ejemplo, una mesa es 
un mueble de cuatro patas que sirve para apoyar objetos, y comúnmente es usada 
para comer, estudiar, o simplemente tener cosas. Ahora, ¿podemos universalizar 
el concepto de palabra? 
En el mismo texto, “Las afasias”, Freud expresa: “La palabra; pues, es un concepto 
complejo, construido a partir de distintas impresiones; es decir, corresponde a un 
intrincado proceso de asociaciones en el cual intervienen elementos de origen 
visual, acústico y cinestésico. Sin embargo; la palabra adquiere su significado 
mediante su asociación con la “idea (concepto) del objeto”, o por menos esto es lo 
que sucede si consideramos exclusivamente los sustantivos. La idea, o concepto, 
del objeto es ella misma otro complejo de asociaciones integrado por las más 
diversas impresiones visuales, auditivas, táctiles, cinestésicas y otras. Según lo 
enseñado por la filosofía, la idea del objeto no contiene otra cosa; la apariencia 
de una “cosa”, cuyas “propiedades” nos son transmitidas por nuestros sentidos, 
se origina solamente del hecho de que al enumerar las impresiones sensoriales 
percibidas desde un objeto dejamos abierta la posibilidad de que se añada una larga 
serie de nuevas impresiones a la cadena de asociaciones difícilmente cerrable, 
mientras que el concepto de la palabra se nos aparece como algo 
que es cerrado, pero capaz de extensión”
Veamos la siguiente definición: 
“Etimológicamente, el término palabra deriva del latín parabŏla. 
Desde la lingüística, la palabra es una unidad léxica formada por un 
sonido o un conjunto de sonidos articulados, que se asocia a uno o 
varios sentidos, y que posee una categoría gramatical determinada. 
Asimismo, como palabra también se considera la representación 
gráfica, por medio de letras o signos, de dichos sonidos. Palabra 
también puede referirse a la facultad de hablar de una persona: “La 
palabra distingue al hombre de los otros animales”. Como palabra 
también se denomina la aptitud oratoria, de elocuencia y persuasión, 
de una persona: “Jacinto ha sido premiado con el don de la palabra”. 
Palabra es también es la promesa u oferta que hace una persona 
a otra: “Te doy mi palabra de que todo solucionará”. Y también se 
refiere al empeño que pone una persona en la verdad o confiabilidad 
de lo que dice o afirma: “Hoy en día nadie tiene palabra”. Por otro 
lado, palabra es el nombre que recibe el derecho o el turno de las 
personas para hablar o expresarse en asambleas, reuniones o juntas: 
“Tiene la palabra el ciudadano Rafael Gorostiza”.
Detengámonos en los siguientes puntos: 
1. “unidad léxica formada por un sonido o un conjunto de 
sonidos articulados, que se asocia a uno o varios sentidos, y 
que posee una categoría gramatical determinada”. 
Esto tiene una gravedad determinante en la actualidad. 
Muches niñes son diagnosticades con ciertas patologías 
del desarrollo o aprendizaje, por no poder pronunciar las 
palabras de la forma que se espera, en el momento que se 
espera. En la dificultad, miedo, y anticipación sobre lo que 
pueda pasar con el chico, se deriva a los espacios de psicología 
y psicopedagogía. A veces, los tiempos de subjetivación 
no son respetados: se espera que a determinado mes de 
determinado año, les niños ya sepan leer, ya sepan escribir. 
Si esto no sucede, se problematiza la situación del pequeñe, 
N OTA E D I TO R I A L por Lic. Cristel Analy Fabris
(Argentina)
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que suele ser apartade o aislade, en vez de encontrar una 
forma de poder integrarle (al mismo tiempo que los maestros 
se sorprenden de que les niñes reaccionen de múltiples 
formas, tales como pegar, gritar, o querer escaparse). Este 
tipo de medidas no ayudan a les pequeñes: son etiquetades 
y tratades de forma distinta, se traslada esto a sus padres 
también y se instala la idea de que “algo tienen que hacer 
porque es grave”. Comprender el tiempo de subjetivación de 
cada niñe y adolescente será la clave de los tratamientos. La 
escuela, los padres, y los diferentes espacios queatraviesan 
les más pequeñes, esperan ciertas conductas por parte de 
elles, y cuando no aparecen, o aparecen de una forma que no 
es la “normal”, entonces “hay que hacer algo”.
2. “Palabra también puede referirse a la facultad de hablar de 
una persona: “La palabra distingue al hombre de los otros 
animales”. 
¿En qué lugar deja esta descripción, a aquelles que no 
acceden al lenguaje? ¿Acaso quienes presentan dificultades 
en sus facultades lingüísticas no son seres humanos? ¿Por 
qué cuesta entender que hay multiplicidad de lenguajes y no 
una hegemonía del lenguaje oral y escrito?
3. Como palabra también se denomina la aptitud oratoria, de 
elocuencia y persuasión, de una persona: “Jacinto ha sido 
premiado con el don de la palabra”.
Esto remite pura y exclusivamente al “poder” que podemos 
otorgarle a las palabras, de poder llevar a cabo a través de las 
mismas, diferentes acciones, o convencer a otres de hacer 
algo que deseamos. Podríamos suponer que esto es lo que 
hacen aquelles que se dedican a la política, o quienes son 
representantes de algo que ha sido delegado anteriormente. 
4. Palabra es también es la promesa u oferta que hace una 
persona a otra: “Te doy mi palabra de que todo solucionará”.
Aquí ubicamos otro sentido de poder. Se coloca en las 
palabras un peso enorme, y de esta forma se vuelven las 
acciones ingenuas. ¿Cuántas veces observamos que lo dicho 
no se corresponde con lo hecho? ¿Cómo entendemos la 
responsabilidad que hay detrás de las palabras si no podemos 
reconocer esto en las acciones?
5. Y también se refiere al empeño que pone una persona en la 
verdad o confiabilidad de lo que dice o afirma: “Hoy en día 
nadie tiene palabra”.
El ejemplo aquí, no está elegido al azar. “Hoy en día…” 
es una frase escuchada frecuentemente. Todo está puesto 
en duda y es evaluado a través de diferentes sesgos que 
tenemos las personas. Mi punto de vista no es el mismo 
que el tuyo (¡qué problema es esto a veces!) La libertad que 
tiene el significado que puede tener una palabra permite que 
el cuestionamiento tenga rienda suelta, lo cual en muchas 
ocasiones puede desfavorecer la tolerancia que existe en la 
sociedad, en lo que respecta ideología, religión, espiritualidad, 
política, entre otros. 
6. Por otro lado, palabra es el nombre que recibe el derecho o el 
turno de las personas para hablar o expresarse en asambleas, 
reuniones o juntas: “Tiene la palabra el ciudadano Rafael 
Gorostiza”. 
El punto aquí es la posibilidad de expresarse. ¿Qué tan 
cierto es que todes tenemos la posibilidad de expresarnos? 
En términos prácticos, todes la tenemos. En la realidad, esto 
no sucede. Breuer (1881) con su método catártico, o “cura por 
la palabra” como lo definió la misma paciente de Breuer Anna 
O, dejaron el legado más característico el psicoanálisis: la 
Entre la vida y la muerte:
La palabra.
por Lic. Cristel Analy Fabris
(Argentina)
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atención en la escucha de lo que les pacientes tienen para decir. 
Poner en palabras no es una actividad fácil. A lo largo de los 
tratamientos, les pacientes atraviesan diferentes momentos: 
en un principio pueden mostrar ciertas dificultades para 
expresar lo que sienten (a veces estas dificultades duran 
muchos meses) y con el transcurrir del tiempo (gracias a la 
transferencia), logran poner en palabras lo que piensan, 
sientan y cuestionan. Hay quienes no tienen esta posibilidad, 
porque están apartades, olvidades: no tienen recursos (ni 
simbólicos ni económicos para poder hacerlo). 
Las palabras curan a medida que son formuladas y mencionadas. 
El alivio existe. Como también existe el vacío, el impedimiento, el 
“agujero negro”, el “no sé cómo decirlo pero lo siento”. Nuestra labor 
descansará en la premisa de poder maximizar la posibilidad de poner 
en palabras (de la forma que sea) los padecimientos, las alegrías, lo 
bueno y lo malo.
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Bibliografía:
 ~ Freud, S. (1893a). Algunas consideraciones con mi-
ras a un estudio comparativo de las parálisis motrices 
orgánicas e histéricas (1893 [1888-93]). En: Obras 
completas: Tomo I. 191-210. Argentina: Ediciones 
Amorrortu. 
 ~ Freud, S. (1893b). Estudios sobre la histeria (Breuer y 
Freud). En: Obras completas: Tomo II. 1-313. Argenti-
na: Ediciones Amorrortu. 
 ~ Freud, S. (1940 -41 [1892c]). (A) Carta a Josef Breu-
er. En: Obras completas: Tomo I. 183-185. Argentina: 
Ediciones Amorrortu.
 ~ Recurso Web: www.significados.com/palabra/
por Lic. Cristel Analy Fabris
(Argentina)
Entre la vida y la muerte:
La palabra.
Cristel Analy Fabris
Lic. en Psicología - MP: 1386
 Universidad del Salvador.
(Argentina)
HABLAR=
PADECER
EL SÍMBOLO
Todo vínculo humano es por definición intersubjetivo, y se construye a partir 
del símbolo, de la palabra. Quisiera transmitir entonces cómo el sufrimiento 
humano tiene su origen en (la influencia de) la palabra. 
Ante todo tenemos que formular que habitamos el Lenguaje, que existe 
previamente a nosotros: somos hablados antes de ser hablantes. Cualquier bebé 
recién nacido, y durante sus primeros años de vida necesita no sólo de los cuidados 
necesarios sino también de la palabra para poder sobrevivir. De lo contrario 
moriría, tal como lo demuestra la trágica experiencia conocida como marasmo: 
todos los bebés que recibieron atención de las enfermeras con la condición de que 
no se les hable, murieron en menos de un año. 
Para enunciar esto técnicamente desde el psicoanálisis, decimos que el 
cachorro humano nace con un cuerpo biológico que al ser atravesado por la 
P S I C O LO G Í A por Juan Pablo Moscardi
(Argentina)
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“Todos los seres humanos participan del Universo 
de los símbolos. Están incluidos en él y lo sufren, 
mucho más de lo que lo constituyen. Son mucho 
más sus soportes que sus agentes.”
Jacques Lacan. Seminario 1- clase 7/4/1954
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palabra del Otro, se convertirá en sujeto-del-lenguaje Y esto es de 
vital importancia porque dependiendo de cómo el niño sea hablado, 
de cómo le llegue la palabra a través de los avatares de la vida, 
determinará su posición subjetiva (neurosis, psicosis o perversión). Y 
también puede suceder que el niño no ingrese al Lenguaje, tal como 
nos muestra el Autismo; aunque no quiere decir que no se convierta 
en sujeto sino que es muy difícil determinarlo. Es una especie 
de a-estructura, y habiendo distintos cuadros de autismo, como 
rasgo común puede verse que tienen el cuerpo “caído”, no están 
erguidos. Desarrollaré en extensión esta idea –la construcción de la 
subjetividad- articulándola a algunos conceptos para dar cuenta de 
por qué el hecho de hablar trae aparejado el padecimiento en el ser 
humano.
No hay nada de “Natural” en el orden de lo humano. El creador 
de todo el Universo humano es el símbolo, el orden simbólico. A 
diferencia del animal que nace con un “saber fijo” al objeto -léase por 
obra y gracia del instinto- el bicho humano nace sin saber nada, su 
saber estará mediatizado a través de la palabra que le es donada por 
Otro, y así comenzará a conocer el mundo. 
Éste es el padecimiento constitutivo de todo ser humano ¿por 
qué digo esto? porque lo verificamos en todo nuestro desarrollo 
evolutivo. Aunque de evolutivo sólo tiene el nombre. Veremos luego 
que hay una barrera originaria, por decirlo así, en ese desarrollo, 
llamada represión. Es Urberdrängug de la que nos hablaba Freud. 
En la primera etapa, llamada fase Oral, el bebé llora necesita 
de alguien –la madre por ejemplo- que pueda descifrar qué pide a 
través del llanto. El pequeño no sabe qué es el hambre. Si la madre 
le da la teta, no hace más que significarle eso. Es decir entonces que 
cuando el bebé siente el displacer (por ejemploel hambre) pide lo 
placentero (la teta o el alimento). Sin embargo, cualquier madre nos 
puede contar que su bebé no para de llorar aunque no le duela nada, 
no esté enfermo, y aunque haya comido y dormido (“panza llena 
corazón contento”) ¿y por qué? Aquí tiro la primera baraja del asunto: porque 
hay algo del llanto, del dolor, del displacer, del pedido…que no se puede significar. 
El placer absoluto o la satisfacción completa no existe precisamente porque 
se interpone el muro-del-lenguaje- entre el Sujeto y el objeto de satisfacción o 
placer. Abro paréntesis: esto es la represión a la que me refería. Y nos acompaña 
durante todos los avatares de la vida. Aunque de distinta maneras. Incluso 
varía según la estructura o posición subjetiva frente a eso (neurosis, psicosis o 
perversión). Volveré luego sobre esta idea. Cierro paréntesis y sigo. Pensemos en 
la etapa siguiente del desarrollo evolutivo donde el niño puede pedir por sí mismo 
el objeto: comer, beber, ir al baño, etétera. Aquí también se le dirá al pequeño 
por ejemplo “cuando comemos, comemos. No jugamos con los chiches. No 
jugamos cuando comemos, ni comemos cuando jugamos”. O se le pide –ya que 
podrá hacer control de sus esfínteres- que avise cuando quiere ir al baño, que no 
se haga encima, que la caca, el desecho, es un objeto prohibido (eso no se toca). 
Vemos entonces cómo empezarán a marcarse los límites para comer, para ir al 
baño, es decir, hay una operatoria de la palabra con (el objeto de) la satisfacción. 
Sigmund Freud nombra a los niños como perversos polimorfos porque 
buscan todo el tiempo satisfacerse por completo (¡y a veces hasta no paran 
en esa búsqueda de satisfacción!). Esto lo podemos observar, por ejemplo, 
en algún kiosco, donde el niño querrá llevarse la mayor cantidad de golosinas. 
Pero la madre, el padre o quien ejerza esa función le dirá NO, que todas las 
golosinas no, sino algunas. Nuevamente aparece la Ley o la prohibición. ¿Por 
qué? Bueno porque como seres hablantes que somos, el paraíso está perdido 
para siempre cuando al ingresamos a la Cultura. En todas rige lo que conocemos 
como prohibición del Incesto. A este respecto, Freud nos dice en “El Malestar 
en la Cultura”. “¿Qué es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su 
conducta, como fin y propósito de su vida? ¿Qué es lo que exigen de ella, lo que 
en ella quieren alcanzar? No es difícil acertar con la respuesta: quieren alcanzar la 
dicha, conseguir la felicidad y mantenerla.”. Universo simbólico, lenguaje, palabras, 
padecimiento, satisfacción, placer/displacer, Ley, Cultura, Felicidad, Malestar. La 
felicidad personal de cada uno no se lleva muy bien con la Cultura, porque hay 
barreras-peajes-precios que pagar para alcanzar la satisfacción. O para decirlo 
de otro modo, para estar en la Cultura tenemos que aceptarnos padecientes y 
mortales. Y eso implica el hecho de hablar, de habitar el lenguaje. 
por Juan Pablo Moscardi
(Argentina)
Hablar = Padecer el símbolo.
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Bibliografía:
 ~ FREUD S.; El Malestar en la Cultura; Parte II; Obras Com-
pletas; Tomo XXI. Amorrortu, Bs. As., 1990, p.76.
 ~ LACAN J; El seminario 1, Paidós, pág 238.
por Juan Pablo Moscardi
(Argentina)
Hablar = Padecer el símbolo.
Los animales logrados, los animales salvajes, que no están 
domesticados- y las plantas son inmortales, no saben que van a 
morirse porque no hablan. La muerte es un hecho cultural. Oscar 
Massotta decía que “En toda tumba hay un espejo escondido”. 
Por esa razón, es que el bicho-humano sea el único que entierra a 
sus semejantes con las honras fúnebres…pensemos que no es lo 
mismo un muerto que un desaparecido. El símbolo nos nombra, 
nos reconoce…incluso muertos. La muerte es una ausencia 
incomprensible, porque es lo único que no tiene palabras. Ningún 
humano sabe qué es, y nadie volvió para contarnos qué es. Vemos 
cómo la palabra no logra decirlo todo, hay algo que está fuera de 
foco. Entendemos mejor por qué la represión hace entonces que la 
satisfacción quede enmarcada en la palabra, pero a su vez la palabra 
no puede decirlo todo. Como seres humanos no tenemos que buscar 
el sufrimiento, ya está presente en la vida misma. En el hecho de vivir 
en Cultura.
Juan Pablo Moscardi 
Estudiante de Psicología,
Universidad Nacional de La Plata.
(Argentina)
DE LA REPRESENTACIÓN-COSA 
FREUDIANA Y DE POR QUÉ EL 
“SUJETO DEL INCONSCIENTE” 
DE LACAN NO ES FREUDIANO 
P S I C O LO G Í A por Lic. Stefano Gissi
(Chile)
En el sitio web sobre psicoanálisis y cultura www.topia.com.ar se encuentra 
un artículo de Alejandro Vainer titulado “Efectos dogmáticos de Lacan en la 
Argentina”. Allí el autor describe que en los años 80’, en la escuela en la que él 
estudió psicología, existía un fuerte dogmatismo lacaniano (que, por lo demás, 
persiste hasta hoy en algunos lugares). Vainier critica este dogmatismo debido 
a que pone trabas al pensamiento crítico, coarta la creatividad intelectualmente 
fecunda, e incluso impide pensar la clínica y lo psíquico de modo flexible, desde 
distintos puntos de vista, iluminándolo con teorías distintas. 
Lo que señala Vainier coincide con mi experiencia en algunos cursos en la 
escuela en la que yo estudié psicología, en mi caso fue en Chile y durante los años 
2000 (en la escuela de psicología de la Universidad Alberto Hurtado). Me llamaba 
mucho la atención el dogmatismo, incluso fanatismo, de algunos profesores 
lacanianos, y el adoctrinamiento al que parecían querer someter a los estudiantes. 
Vainier relata que en su experiencia como estudiante en Argentina en los ’80: 
“Dos materias, Psicología Comprensiva y Psicología Psicoanalítica 
II, tenían una cursada de prácticos al menos extraña para ojos curiosos: 
a cada texto de un fenomenólogo, o psicoanalista no lacaniano-llamado 
socarronamente “posfreudiano”, como si fuera un insulto-, se lo hacía 
seguir por un texto de Lacan, que refutaba el texto anterior. Por supuesto, 
la elección dependía de que Lacan hubiera hablado en uno de sus 
Seminarios de cierto texto de Binswanger, Klein y Hartmann, por ej.
El objetivo del programa era transparente: la “posta” estaba en Lacan, 
y todos sus “antecesores” eran revisitados por él, para decir la palabra 
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De la representación-cosa
freudiana y de por qué el “sujeto del 
inconsciente” de lacan no es freudiano 
autorizada sobre ese tema. Así, el alumno iba tomando 
pleno conocimiento de los errores de esos “viejos” autores, y 
adonde debía enfocar su predilección teórica si tenía algo de 
sabiduría en sus venas.” (Vainier, 1997).
En mi experiencia, me llamaba mucho la atención el hecho de que 
un profesor lacaniano sostenía que la única interpretación correcta 
de Freud era la de Lacan. Toda la psicología no psicoanalítica era vulgar 
“psicología del yo” (es decir, tonta y superficial, pues no era “profunda” 
ya que no se ocupaba “verdaderamente” de lo inconsciente) y, 
además, todo el psicoanálisis no lacaniano era también “psicología 
del yo”. Esta posición me resultaba llamativa sobre todo porque 
aprendimos sobre cómo conceptualizaba Lacan el inconsciente, 
para él el inconsciente es ante todo discurso y lenguaje verbal… y 
esto es totalmente opuesto al modo en que Freud conceptualizaba 
el inconsciente. El asunto no es que no se pueda criticar a Freud, ni 
que Freud fuera infalible, sino que Lacan, que se suponía que era “el 
freudiano correcto”, el único que realmente entendió a Freud, tenía 
una teoría del inconsciente totalmente diferente a la del padre del 
psicoanálisis. Mientras para Freud el inconsciente es, ante todo, 
pulsión biológica, representación-cosa (imagen visual) y energía 
psíquica (monto de afecto1) y las palabras (el lenguaje verbal) solo 
existen a nivel del sistema (relativamente superficial) preconsciente-
consciencia, el objetivode la teoría de Lacan era, en sus propias 
palabras:
por Lic. Stefano Gissi
(Chile)
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“Que la vía abierta por Freud no tenga otro
sentido que el que yo reanudo: el inconsciente
es lenguaje, lo que ahora es admitido,
lo era ya para mí, como es sabido. ”
Lacan, 2003, p. 845
1 En la teoría de Freud el “afecto” es la experiencia consciente subjetiva de la “descarga” de la energía pulsional. El “monto de afecto”, en 
cambio, es la energía pulsional misma, que preexiste a nivel inconsciente pero no como objeto de experiencia subjetiva. 
2 Por ejemplo, en “Introducción al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud”, Escritos, Tomo 1, p. 364; en “De una 
cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”, Escritos, Tomo 2, p. 531; en “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el 
inconsciente freudiano”, Escritos, Tomo 2, p. 794, etc.
Para Lacan, el lenguaje es ante todo lenguaje verbal, discurso, y sostuvo 
muchas veces que “el inconsciente es el discurso del Otro”2. Esto es totalmente 
distinto, incluso opuesto, al modo en que Freud entendía el inconsciente. En la 
distinción freudiana entre proceso primario inconsciente y proceso secundario 
preconsciente-consciente es clarísimo que, en palabras de Freud en su artículo 
“Lo inconciente”:
“La representación consciente abarca la representación-cosa más 
la correspondiente representación-palabra, y la inconsciente es la 
representación-cosa sola. El sistema Inconsciente contiene las investiduras 
de cosa de los objetos, que son las investiduras de objeto primeras y más 
genuinas.” (Freud, 1992a, p. 198)
Freud nunca cambió de opinión respecto a esto. De este modo, si somos 
rigurosos en seguirle, el “inconsciente” de Lacan, el “sujeto del inconsciente” no es 
más que un “preconsciente”, un proceso secundario, una defensa intelectualista, 
y el psicoanálisis lacaniano no es realmente profundo.
La crítica a la tergiversación que hace Lacan del inconsciente freudiano está 
presente también en el psicoanálisis francés. En efecto, André Green, psicoanalista 
francés, que fue discípulo de Lacan y después se alejó de su pensamiento, señala 
que:
“Desde la distinción sostenida por Freud entre representación de 
palabra y representación de cosa, y después de que precisara que el 
inconsciente es el dominio de las representaciones de cosa, devino 
insostenible, para mí, pretender que el inconsciente estaba estructurado 
como un lenguaje (...). Concluí que el psicoanálisis era más cercano a la 
semiótica que a la lingüística.” (Green, citado en Martín-Montolíu, 2005)
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Revista Digital
Y también:
“Peirce nos permitió pensar sobre la relación entre 
lingüística y semiología, y nos ayudó a traspasar los límites 
dentro de los cuales Lacan nos había mantenido prisioneros 
y nos permitió expandir la reflexión para ir más allá del 
lenguaje como sistema de representación de la palabra hacia 
la semiología, incluyendo asimismo la representación de la 
cosa.” (Green, 2002 citado en Coelho Junior, 2016)
Paradójicamente, Lacan, y también sus seguidores, atribuyen a 
otras teorías, entre ellas (pero no solamente) la clásica “Psicología 
del Yo” fundada por psicoanalistas que huyeron del nazismo y se 
asentaron en Estados Unidos, un desconocimiento del inconsciente 
freudiano y una distorsión, que subvierte al psicoanálisis para 
ponerlo al servicio de la adaptación a la sociedad norteamericana. 
Sin embargo, vemos que el psicoanálisis de Lacan, mediante esta 
supuesta crítica política, realiza un juego de prestidigitación. No se 
trataba tanto de criticar la supuesta falta de fidelidad a Freud de 
otras escuelas teóricas del psicoanálisis como de fundar una especie 
de culto personal, una nueva secta que permitiera, basándose en 
la identificación narcisista a Lacan, reforzar el yo y la autoestima 
de los analistas lacanianos. Lacan intentó por todos los medios 
transformar el inconsciente freudiano en algo cultural, lingüístico-
verbal e intelectualista, pero en este movimiento la teoría lacaniana 
se convirtió en una ideología que “reprime” lo biológico, el cuerpo 
y lo visual-imaginativo3 así como lo emocional, llegando Lacan a 
sostener el absurdo de que “la biología freudiana no tiene nada que 
ver con la biología” (Lacan, 2008, p. 120) y a decir, en su seminario 
20, de manera desdeñosa, que “en cuanto uno comienza a hablar 
sobre el amor, desciende a la imbecilidad” (Lacan, citado en Evans, 
2007, p. 36). Más aún, en su artículo Palabras sobre la histeria, que 
forma parte de su seminario 24, Lacan afirma:
De la representación-cosa
freudiana y de por qué el “sujeto del 
inconsciente” de lacan no es freudiano 
por Lic. Stefano Gissi
(Chile)
3 Paradojalmente, todo lo vinculado a la imaginación es conceptualizado por el lacanismo como perteneciente al registro imaginario del 
yo, registro postulado en relación con la teoría lacaniana del estadio del espejo (de unificación de la imagen corporal, de yo=otro) y también, 
registro con frecuencia desdeñado en esa escuela teórica, desde Lacan mismo hasta hoy. Siempre las pretendidas críticas teóricas a otras 
escuelas en psicoanálisis y psicología suelen consistir en decir que son solo “psicologías de lo imaginario” y “del yo”. Pero se trata de un artificio, 
pues el concepto de “yo”, por lo demás, no es igual en Freud que en Lacan, ni es igual en Lacan que en la psicología del yo, o que en las teorías de 
relaciones objetales, la psicología del Self o cualquier otra escuela post-freudiana. En concreto, por ejemplo, la idea de yo=otro (imaginario, en 
oposición al “sujeto del inconsciente” estructurado como un lenguaje) del lacanismo contrasta con la teoría freudiana de las investiduras de las 
representaciones-cosa inconscientes de los objetos que, como ya he citado, son para Freud “las investiduras de objeto primeras y más genuinas”.
4 Esta manera lacaniana de entender el inconsciente, inspirada en parte en el concepto de “inconsciente” propuesto por Claude Lévi-
Strauss (1987) en su artículo “La eficacia simbólica”, tiene mucho más en común con ciertas teorías cognitivistas que con el inconsciente tal 
como Freud lo conceptualizó. A diferencia de para Freud, para Lacan el inconsciente no tiene significados (es decir, contenidos semánticos) sino 
solo funciones estructurales, los significados pertenecen al registro “imaginario” del yo y son ilusiones. De manera no tan distinta, Juan Ignacio 
Pozo sostiene sobre las teorías cognitivistas del “procesamiento de información”: 
“Fodor (1968) ha demostrado que no es posible reducir las explicaciones teleológicas a relaciones causa-efecto y con ello ha establecido 
la imposibilidad de que el procesamiento de información asuma la naturaleza intencional de la mente.
Al no admitir la intencionalidad, difícilmente puede el procesamiento de información asumir la subjetividad de los estados mentales. Esta 
subjetividad hace alusión a la existencia de “contenidos cualitativos” en la conciencia. Tales contenidos son intratables por el procesamiento 
de información, como ha demostrado el propio Fodor (…) De hecho, es dudoso que pueda ni siquiera dar cuenta de la existencia de “estados 
mentales”, dado que éstos tienen un carácter semántico y todos los procesos mentales postulados son exclusivamente sintácticos (Fodor, 1984) 
(…) En cualquier caso, el procesamiento de información considera irrelevantes los contenidos cualitativos porque, en último extremo, considera 
causalmente irrelevante la propia conciencia (Pozo,1997, pp. 48-49).
Por su parte, Piaget en su obra Estudios de psicología genética propone distinguir entre un “inconsciente afectivo”, el del psicoanálisis 
(freudiano) y un “inconsciente cognoscitivo” que él postula así:
“El  inconsciente cognoscitivo consiste, por ende, en un conjunto de estructuras y de funcionamientos ignorados por el sujeto salvo en 
sus resultados” (Piaget, 1997, p. 39). “El inconsciente cognoscitivono posee, en efecto, conceptos en tanto representación, y la idea misma de 
“representación inconsciente” me parece contradictoria aunque sea corriente” (Piaget, 1997, p. 46).
_
“Ese inconsciente en el cual Freud no comprendía 
estrictamente nada, son representaciones 
inconscientes. ¿Qué es lo que puede ser eso, 
representaciones inconscientes? Hay ahí una 
contradicción en los términos: unbewusste 
Vorstellungen. Yo he intentado explicar eso, fomentar 
eso para instituirlo al nivel de lo simbólico. Eso no tiene 
nada que ver con representaciones, este simbólico, 
son palabras y, en el límite, se puede concebir que 
unas palabras son inconscientes. No se cuenta incluso 
más que eso a montones: en el conjunto, ellas hablan 
sin saber absolutamente lo que dicen. En lo cual el 
inconsciente no tiene cuerpo más que de palabras.”
Lacan, 1976-77, p. 284
Para Freud no existe lenguaje verbal en el inconsciente en sentido estricto, 
las “representaciones-palabra”, el discurso, son propiedades relativamente 
superficiales de la psique, que pertenecen al proceso secundario del sistema 
preconsciente-consciencia. Es decir que la teoría freudiana del inconsciente no 
tiene absolutamente nada que ver con la idea lacaniana del inconsciente como 
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De la representación-cosa
freudiana y de por qué el “sujeto del 
inconsciente” de lacan no es freudiano 
por Lic. Stefano Gissi
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paciente con capacidad simbolizante. Vemos que es un instrumento sólo 
para las clases sociales media y alta. Ni aún durante las luchas populares de 
los sesenta y setenta, la psicoterapia se abrió a una concepción comunitaria, 
con técnicas grupales donde se pudiera incorporar el cuerpo y la emoción, 
para generar proyectos de acción (…) Luego sucede algo sorprendente, 
cuando la crisis  social genera la discontinuidad de las historias de vida 
y aparece el síndrome de despersonalización como esquizofrenización 
de la cultura, los profesionales de la salud mental, en vez de abrir los 
consultorios a la problemática de la violencia, la droga, las crisis, hacen 
el camino inverso y se terminan de encerrar en los consultorios, con 
terapias cada vez más ortodoxas.  Acá  es  donde  importamos  a Jacques 
Lacan y su teoría, donde la complejidad del lenguaje llega a ser totalmente 
hermética, donde se analiza sólo el discurso del paciente y se les termina 
por traspapelar la persona en su humanidad sufriente. 
Pensamos que esta evitación de la realidad, de la escuela lacaniana, 
que domina actualmente el campo de la psicoterapia, fue funcional 
en nuestro país por su capacidad de negar lo que sucedía. Durante la 
dictadura militar, contaminarse con lo real era muy peligroso, un paciente 
militante “quemaba”.” (Moffatt, 2007, p. 176)
5 En cambio, esta teoría estructuralista y sintáctica lacaniana tiene mucho en común con algunas teorías 
cognitivistas “descarnadas”, es decir, desvinculadas de la neurociencia, tales como la clásica “teoría sintáctica de la mente” 
de Stephen Stich y otras teorías computacionalistas e hiper-racionalistas que, por un lado, desconocen las dimensiones 
afectivas, del cuerpo y de la experiencia humana vivida (incluso consideran relevantes solamente los procesos sintácticos 
y no los semánticos o de significado) y, por otro lado, no se asientan en la neurobiología sino que, basándose en la distinción 
entre “software” y “hardware”, tienen un carácter puramente lógico, idealista y abstracto.
6 En la introducción a “El yo y el ello” Strachey explica también que el uso que Freud hace del concepto de “yo” a lo 
largo de su obra es ambiguo, oscilando entre utilizarlo a veces como sinónimo del self, es decir, del individuo total, y en 
otras ocasiones para referirse a la instancia específica del yo de la segunda tópica, en contraste con el ello y el superyó.
7 El análisis, que consiste en traer a la conciencia lo inconciente, se lleva a cabo, sostiene Freud, volviendo a enlazar 
lo inconciente con representaciones-palabra. De ahí que sea una talk cure, una “cura por la palabra”.
_
Bibliografía:
 ~ Coelho Junior, N. (2016). Los orígenes y destinos de 
la idea de terceridad en el psicoanálisis contemporá-
neo. The international journal of psychoanalysis (en 
español), 2:4, 1218-1246. DOI: 10.1080/2057410X
.2016.1351838
 ~ Evans, D. (2007). Diccionario introductorio de psi-
coanálisis lacaniano. Buenos Aires: Paidós.
 ~ Freud, S. (1992a). Obras completas. Volumen 14. 
Buenos Aires: Amorrortu.
 ~ Freud, S. (1992b). Obras completas. Volumen 19. 
Buenos Aires: Amorrortu.
 ~ Lacan, J. (2003). Escritos. México. Siglo XXI.
 ~ Lacan J. (2008). Seminario 2. El yo en la teoría de 
Freud y en la técnica psicoanalítica. Buenos Aires: 
Paidós.
 ~ Lacan, J. (1976-77). Seminario 24. L’insu que sait de 
l’unebévue s’aile à mourre, inédito.
 ~ Lévi-Strauss, C. (1987). Antropología estructural. 
Barcelona: Paidós.
 ~ Martín-Montolíu, J. (2005). Revista Francesa de 
Psicoanálisis. Tomo LXIX nº 3. Jun 2005. Monográfico 
sobre el tercero analítico. Aperturas psicoanalíticas. 
Recuperado de https://aperturas.org/articulo.php?ar-
ticulo=359&a=Revista-Francesa-de-Psicoanalisis-To-
mo-LXIX-no-3-Jun-2005-Monografico-sobre-el-terce-
ro-analitico.
 ~ Moffatt, A. (2007). Terapia de crisis. Buenos 
Aires: Bancavida.
 ~ Piaget, J. (1997). Estudios de psicología genéti-
ca. Buenos Aires: Emecé.
 ~ Pozo, J. I. (1997). Teorías cognitivas del aprendizaje. 
Madrid: Morata.
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Revista Digital
Stefano Gissi Díaz
Psicólogo clínico de adultos
y adolescentes.
Universidad Alberto Hurtado 
(Chile)
sintaxis, sujeto del lenguaje y “discurso del Otro”5. Lo señalado por 
Freud en su artículo “Lo inconciente” sobre que “la representación 
inconsciente es la representación-cosa sola” lo reafirma, por 
ejemplo, en “El yo y el ello” (Freud, 1992b)6, texto en la introducción 
del que James Strachey explica que las funciones que en su artículo 
“Lo inconsciente” Freud había atribuido al “sistema preconciente-
conciencia” como son el examen de realidad y la censura, son 
ahora, con la introducción de la segunda tópica (yo-ello-superyó), 
atribuidos al yo 7.Por tanto, no podemos sino concluir que el 
psicoanálisis lacaniano es “psicología del yo”. Hace pasar al yo y a la 
representación-palabra por el inconsciente. 
La utilización del concepto de “sujeto del inconsciente” tiene 
por fin reforzar el yo y el narcisismo de los lacanianos. El objetivo 
para los lacanianos más dogmáticos es engrandecer sus egos a 
través de su retórica y lenguaje rebuscado, para sentirse seguros 
de ser poseedores de “la verdad”. Estas personas han investido 
narcisísticamente a las palabras y a lo intelectual.
El centrar la atención solo en objetos abstractos, es decir, 
en palabras y juegos de leguaje (que se refieren ante todo a otras 
palabras, nunca a cosas), tiene además una función política. De 
hecho, refiriéndose al psicoanálisis lacaniano y su rol durante la 
dictadura de derecha en Argentina, el psicólogo social Alfredo 
Moffatt asevera:
“Si ahora analizamos qué proceso histórico 
tuvo la psicoterapia en la Argentina, vemos que el 
psicoanálisis, es sinónimo de psicoterapia. Ser psicólogo es ser 
psicoanalista. La tarea de la cura debe ser individual, negando 
el cuerpo y analizando el pasado infantil. También se exige un 
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por Edgar Morales Medina
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FAC TO R E S Q U E 
D E S FAVO R E C E N L A 
A D Q U I S I C I Ó N D E L A 
L E C T U R A Y E S C R I T U R A 
E N M É X I C O
P S I C O P E DAG O G Í A
En México, algunos niños(as) inician su proceso alfabetizador, con escasas 
nociones sobre fonética, reconocimientos de letras y motricidad, que por alguna 
razón, la adquisición de dichas habilidades se vieron desfavorecidas. En este 
sentido la Secretaría de Educación Pública (SEP) (2013), menciona que cada año 
millones de niños y niñas en México comienzan su educación formaly tan sólo dos 
años después se detecta que muchos de ellos presentan dificultades en el proceso 
para la adquisición de la lectura y escritura. 
Por otra parte, la SEP (2000, p.8) afirma: “ actualmente cuatro de cada diez 
niños y niñas presentan dificultades en cuanto a las habilidades lectoras y de 
escritura”. Al inicio del capítulo dos, hace referencia a las complicaciones que se 
enfrentan los infantes en edad escolar para leer y escribir, por ejemplo: ingresan 
a la educación básica con nociones pobres sobre fonética, motricidad y grafías, 
en algunos casos no ingresan a preescolar y, en otros tantos, nunca han tenido 
un acercamiento con algún tipo de material gráfico y han recibido muy poca 
estimulación física. 
Pero ¿qué circunstancias están implícitas en esta problemática que presentan 
estos infantes? 
Los niños y niñas conforme se van desarrollando e interactuando con su 
entorno familiar y social van incorporando saberes, destrezas y costumbres que 
les permiten aprender de su contexto. Sin embargo, no siempre es así, ya que en 
dicho proceso intervienen diferentes factores que obstaculizan la apropiación de 
herramientas necesarias para su alfabetización.
En México, la persistente problemática económica de las últimas décadas ha 
desencadenado situaciones que agobian el desarrollo infantil en materia de salud 
y nutrición. Es bien conocida la importancia que tiene en los infantes una buena 
alimentación, pues de ella depende gran parte su desarrollo y su desempeño 
escolar, de no ser así, se verá afectada su salud y, por ende, su aprendizaje. 
En ese sentido, la desigualdad económica y la concentración industrial en 
zonas urbanas han desencadenado un considerable aumento de población en 
precarias condiciones de vida, afectando aquellas personas que por diferentes 
causas, tienen poco acceso a servicios institucionales y oportunidades de empleo, 
siendo las zonas rurales y conurbadas de las capitales las más afectadas por dicha 
situación. 
La población infantil en esos sectores requiere de los servicios básicos de 
salud, educación y nutrición, sin embargo, a pesar de no contar con ellos, su 
desarrollo, en algunos casos, se ve influenciado por los saberes empíricos que les 
son trasmitidos verbalmente, de esta manera su aprendizaje no se ve truncado 
por la negligente falta de atención institucional. 
Por otra parte, los acelerados procesos históricos han propiciado un cambio 
en las pautas culturales, sobre todo en el contexto familiar y su dinámica. 
La migración, la incorporación de la mujer al mundo laboral, los hogares 
monoparentales, son sólo algunas causas que afectan y resiente la población 
infantil en su modo de crianza. 
Por ello, no es extraño ver en los hogares mexicanos a cuidadores de infantes 
que a veces son niños(as) de diez años de edad o menos, que, por diversas causas, 
participan y se involucran en el cuidado de sus hermanos menores, asistiéndoles 
en las rutinas diarias de alimentación, aseo, juegos y enseñanza. 
También se puede ver dentro de estas nuevas concepciones familiares, la 
adjudicación del rol de cuidador en abuelos, parientes e incluso instituciones 
dedicadas al cuidado materno-infantil. Estas situaciones son cada vez más 
comunes en el contexto familiar mexicano urbano. 
Aunado a los factores citados están: la política, la negligencia adulta encargada 
de atención a la población infantil, la ignorancia en cuidados materno-infantil, 
la mortalidad, orfandad, morbilidad, entre otros. La mortalidad y la morbilidad 
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por Edgar Morales Medina
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F a c t o r e s q u e d e s f avo r e c e n l a 
a d q u i s i c i ó n d e l a l e c t u ra
y e s c r i t u ra e n M éx i c o
infantil son abordadas en el capítulo I, ya que también representan 
un obstáculo en los procesos de enseñanza-aprendizaje y muestran 
la realidad infantil mexicana en edades tempranas. 
Desde mi experiencia profesional pude constatar lo expuesto 
anteriormente y lo citado por la SEP (2013). Durante la práctica 
profesional realizada en una escuela pública de nivel básico 
(primaria) ubicada en una colonia de clase media-baja de la ciudad 
de México, pude observar a cuatro menores que cursaban el 4° y 
se encontraban en situación de rezago educativo, esto debido a que 
aún no consolidaban su alfabetización. 
Cabe señalar que los alumnos provenían de familias 
uniparentales, de abuelos cuidadores y madre trabajadora. Por 
otro lado, los infantes no presentaban alguna condición cognitiva o 
física que les impidiera la ejecución de dicho proceso, sin embargo, 
carecían de habilidades fonológicas y de motricidad, y poseían 
poco conocimiento del alfabeto (esto quizá por la poca atención y 
estimulación recibida en edades tempranas). 
De esta manera se puede evidenciar lo expuesto en párrafos 
anteriores y, por ello, es innegable la existencia de esos factores que 
obstaculizan el desarrollo infantil en diferentes ámbitos. 
Por lo tanto, la práctica de enseñanza de la lectura y escritura 
requiere del trabajo en conjunto, de los adultos cuidadores y los 
educadores. Los infantes ya deberían poseer cierto conocimiento 
sobre la lectura y escritura que se debió adquirir en el ambiente 
familiar. De esta manera, el núcleo familiar será el principal medio 
donde niños y niñas tengan su primer acercamiento a la lectura 
y escritura, a fin de que adquieran los elementos necesarios que 
posteriormente serán empleados en su alfabetización formal.
En ese sentido, el núcleo familiar es el principal proveedor 
habilidades y conocimientos del complejo aprendizaje de la lecto-
escritura. A pesar de las circunstancias adversas que rodean la vida 
cotidiana de las familias mexicanas, se deben crear alternativas 
que contribuyan a la estimulación y cuidado de la infancia a edades 
tempranas, puesto que es en ella donde se crean las bases para la estimulación 
de habilidades que los niños y niñas utilizarán para sus procesos de aprendizaje y 
por supuesto en la lectura y escritura.
_
Bibliografía:
 ~ Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). (2012). 
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, Resul-
tados Nacionales (ENSANUT). México: INSP.
 ~ Secretaría de Educación Pública (SEP). (2000). Un 
buen comienzo. México: SEP FCE.
 ~ Secretaría de Educación Pública (SEP). (2013). 
Modelo de Atención con Enfoque Integral. Educación 
Integral. México: SEP.
Edgar Morales Medina
Psicopedagogo.
Cédula profesional: 10815455 
Universidad Pedagógica Nacional 
(México)
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por Carina Oviedo
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D E H U M A N I Z A R
L A T E C N O LO G Í A
P S I C O LO G Í A
Un tema que despierta mi interés, es el uso de las nuevas tecnologías de la 
información y la comunicación (TICs) en el ámbito de la salud, en cuanto recurso 
disponible actualmente a nivel mundial. 
Al adentrarme en el tema, es inevitable llegar a la definición de telemedicina, 
y su historia, como punto de partida en el análisis del uso de la tecnología en salud, 
y en función del mismo, presento a continuación algunas cuestiones importantes 
a tener en cuenta.
Telemedicina es un concepto que surge con el desarrollo de la tecnología, 
y aparece como una forma de abordar las barreras geográficas aumentando y 
posibilitando de esta manera, la accesibilidad a la salud, especialmente en zonas 
rurales y países en desarrollo. Son muchas las definiciones que podemos encontrar 
y también los matices que éstas contienen. 
Telemedicina significa medicina a distancia (diagnóstico, tratamiento, 
seguimiento, etcétera), mediante recursos tecnológicos que optimizan la atención, 
ahorrando tiempo y costes y aumentando la accesibilidad. En esta misma línea, 
la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “Aportar servicios de 
salud, donde la distanciaes un factor crítico, por cualquier profesional de la salud, 
usando las nuevas tecnologías de la comunicación para el intercambio válido de 
información en el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades o 
lesiones, investigación y evaluación, y educación continuada de los proveedores de 
salud, todo con el interés de mejorar la salud de los individuos y sus comunidades”.
No obstante, y más allá de la definición o concepto que escojamos, está claro 
que, en un desarrollo asegurado de las tecnologías de la comunicación que va en 
aumento, ha existido un crecimiento exponencial en las últimas décadas en cuanto 
a su aplicación, y en cuanto también, a los recursos considerables que aporta. 
Su utilidad ha quedado bien demostrada en muchos ámbitos con importantes 
beneficios socioeconómicos para pacientes, familias, profesionales de la salud y 
sistemas de salud.
Las aplicaciones de la telemedicina que podemos citar son múltiples: 
• Procesos asistenciales: teleconsulta por videoconferencia, chat de texto, 
correo electrónico, etc.
• Seguimiento en la asistencia y continuidad: transmisión, información, 
historia clínica digital, etc.
• Información a usuarios: acceso a documentos, buscadores, web, 
consultoría electrónica, etc.
• Formación de profesionales: bases documentales, trabajos en grupo en el 
área de investigación, asistencia y formación, etc.
Por otro lado, repasando un poco su historia, nos encontramos con el hecho 
de que el avance de las ciencias de la salud en los últimos años ha estado ligado 
con el avance en las tecnologías de comunicación, que han permitido sobrepasar 
situaciones adversas y hostiles como han sido los desastres naturales, epidemias 
o conflictos armados. 
La telemedicina ha nacido en medio de un contexto de planes de salud 
inconstantes, poco eficaces, asociados a baja cobertura en la población, lo que 
limita considerablemente el desarrollo de la sociedad.
Se desconoce con exactitud cuándo se empezó hablar de telemedicina; no 
obstante, se puede decir que surge aproximadamente desde 1960 y los trabajos 
realizados por Bashur y sus colegas en los años 70 son los más reconocidos.
Una de las primeras grandes ayudas de la telemedicina fue la televisión, la 
cual mediante su masificación, incentivó el desarrollo de circuitos cerrados de 
televisión y la comunicación vía video. En 1964, se realizó el primer enlace de video 
interactivo entre el instituto de psiquiatría de Nebraska en Omaha y el hospital 
estatal Norfolk y en 1967 se instaló el primer sistema completo de televisión 
interactiva entre paciente y médico en tiempo real, enlazando el aeropuerto de 
Boston´s Logan con el hospital general de Massachusetts. Durante este tiempo, 
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por Claudia Carina Oviedo
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E l d e s a f í o d e h u m a n i z a r
l a t e c n o l o g í a .
se demostró la perspectiva de un sistema que permitía el diagnóstico 
de patologías con un adecuado grado de precisión desde un área 
remota.
Además, los científicos de la NASA (National Aeronautics and 
Space Administration), después de 1964, establecieron el programa 
Space-Flight para monitorizar todos sus astronautas en el espacio y 
ser revisados por un médico en la tierra.
En una etapa posterior se implementaron programas de 
telemedicina como proyectos fuera del ámbito hospitalario, con el 
objetivo de comprobar la posibilidad de usar programas interactivos 
de telecomunicaciones para diagnosticar y tratar enfermedades en 
zonas distantes del médico. La gran mayoría de éstos se desarrollaron 
en áreas rurales donde no había cobertura de salud. 
Estos primeros ensayos pudieron demostrar que las 
telecomunicaciones tenían un gran valor en cuanto a reducir 
tiempos de traslado del personal médico, ya sea en el contexto del 
cuidado de pacientes crónicos, consultas, de emergencias médicas 
que requerían opinión de expertos, etc.
En 1993 se indexa como término MESH la palabra Telemedicine 
en medline. Desde ese momento, prácticamente se inicia una etapa 
de la telemedicina caracterizada por grandes avances, que se 
extiende hasta hoy. 
Queda por delante, el trabajo continuado en las áreas de 
investigación, capacitación y asistencia, respecto de la aplicación de 
las nuevas tecnologías en salud. 
Sin dudas, constituyen recursos que el avance de la sociedad 
en su conjunto coloca a nuestra disposición, y por esa razón, no 
podemos quedarnos en la resistencia del desconocimiento de los 
mismos, sino más bien estimo necesario el apropiarnos de ellos e 
incorporarlos a nuestra práctica profesional diaria, con un profundo 
sentido ético y responsable.
Humanizar la tecnología, considero que implica transitar un 
proceso de aprendizaje y de interrogantes que nos permitan esa apropiación 
comprometida con el otro y con uno mismo; realizar un recorrido en el que la 
inmensidad de los avances de la ciencia, nos hagan viable encontrar un lugar en 
el cual ubicarnos para desde allí, promover la salud y la buena calidad de vida, 
trabajar por y para ellas. 
No podemos negar que día a día las necesidades de los sujetos objeto de 
nuestra tarea cambian, y este hecho condiciona nuevas demandas y nuevas 
formas de plantearlas; por tanto, frente a una realidad dinámica y que evoluciona 
constantemente debemos, desde el ejercicio de nuestro rol profesional, pensar 
que los modos de dar respuesta deben modificarse también. Ese es el desafío de 
este nuevo tiempo. 
Claudia Carina Oviedo
Lic. en Piscología,
Universidad Nacional de Cordoba. 
(Argentina)
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Bibliografía:
 ~ Telemedicina, una herramienta también para el 
médico de familia-Telemedicine, also a tool for the Fa-
mily Doctor-Jose Antonio Prados Castillejo-Medicina 
de Familia y Comunitaria, Unidad de Gestión Clínica 
Lucano, Córdoba, España
 ~ La telemedicina: ¿ciencia o ficción?. J.L. Monteagu-
do, L. Serrano, C. Hernández Salvador Anales del Sist 
Sanit Navar, 28 (2005), págs. 309-323
 ~ Telemedicina: historia, aplicaciones y nuevas herra-
mientas en el aprendizaje. Edward A. Cáceres-Méndez, 
Sergio M. Castro-Díaz, Carlos Gómez-Restrepo, Juan 
Carlos Puyana. Marzo de 2011.
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por Virginia Oms
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 ¿NOS 
JUSTIFICAMOS 
PARA NO 
CAMBIAR?
Soy psicoanalista, y el último año dejé el continente para hacer 
mi doctorado en Italia. Esta experiencia me permitió relativizar mis 
puntos de vista, ampliar mis paradigmas y abrirme a conocer otras 
maneras de ver la psicología clínica. 
En uno de los cursos frecuentados, se aplicó la teoría de la 
disonancia cognitiva a las elecciones alimentarias. Esta teoría en 
particular, a pesar de ser parte de un paradigma bien distinto al que 
sostiene mi práctica clínica en general, me abrió los ojos, me hizo 
darle sentido. Lo particularmente interesante es saber qué sucede 
en nuestra mente al hacer un tipo de elección alimenticia u otra. 
Varias veces me cuestioné en mi carrera ¿Por qué a la gente le 
cuesta tanto cambiar? Y una vez que logran el cambio, ¿por qué no 
logran sostenerlo? Lógico que la teoría de las pulsiones Freudiana 
y el famoso Goce Lacaniano hasta el minuto, podían explicármelo 
de manera profunda y lógica. Pero decidí desafiar la “adherencia al 
dogma” y conocer otras maneras de explicar lo mismo, la experiencia 
humana, ya que lejos de complicar las cosas como muchos analistas 
sostienen, creo que enriquece los contenidos. 
Me propuse en este artículo contarles acerca de una secuencia 
de artículos leídos y trabajados sobre la “disonancia cognitiva” en el 
contexto de la alimentación y nutrición pero me parece un concepto 
bien práctico y aplicable a muchas situaciones de la vida, no solo en 
el terreno alimenticio. 
En el estudio “Cognitive Dissonance in food and Nutrition- A 
conceptual framework” (Org, A; Ferrer, L; Mei-YenChan,2016) se 
busca Comprender cómo la disonancia cognitiva puede influir en 
las actitudes relacionadas con la alimentación y la nutrición, tanto 
positiva como negativamente. pero, ¿qué es esta disonancia? La 
disonancia cognitiva es un  estado de malestar psicológico  que el 
individuo experimenta cuando hay incoherencia entre dos o más 
cogniciones (Festinger, 1957). Recordemos que por cogniciones 
entendemos cualquier creencia, opinión, actitud, percepción o 
conocimiento sobre personas, objetos, preguntas y situaciones. 
Cuando un individuo experimenta este estado de malestar, trata de 
reducirlo cambiando una o más de las cogniciones incoherentes y 
tenderá a cambiar aquellas que son menos resistentes al cambio (es 
decir, las más débiles). 
Pongamos un ejemplo: el famoso “el lunes comienzo la dieta”: 
llega el lunes y sales cansado, con hambre del trabajo y pasas delante 
de un seductor cartel exhibiendo una hamburguesa. Lógicamente 
esas hamburguesas te encantan, ya lo sabes porque las has comido 
antes (cognición número 1). La congnición número 2, te recuerda 
que te propusiste comer más sano porque quieres recuperar tu 
salud y tu peso. En este proceso de elegir la “cognición ganadora” y 
callar a la cognición más débil, intervienen dos aspectos: por un lado 
el cognitivo, la lucha intelectual entre estas dos ideas, y por otro lado 
el aspecto afectivo.
Quiero hacer hincapié en la importancia y la necesidad de la 
coherencia cognitiva (es decir, los vínculos lógicos entre los elementos 
cognitivos) en los individuos. La situación de inconsistencia/
consistencia cognitiva produce un estado psicológico de tensión 
y/o decepción, y es precisamente esto lo que lleva al individuo a 
cambiar actitudes para mitigarlo. Este estado psicológico de tensión 
e incomodidad representa la dimensión afectiva (Harmon-Jones, 
2002). 
¿Se han puesto a pensar que su insatisfacción en el trabajo, o en 
otros ámbitos de tu vida puede ser producto de una guerra interior 
de esta índole? Lógicamente no todas los pensamientos o creencias 
que tenemos sobre las cosas son de carácter consciente, y ahí es 
donde tenemos un buen desafío y es conocerlas. Al parecer, los 
paradigmas psicológicos que  dicen ser tan contradictorios no lo son 
después de todo, ¿verdad?.
_
Bibliografía:
 ~ S.J Ong Andy, J. Frewer Lynn, Mei-YenChan (2016). 
Cognitive Dissonance in food and Nutrition- A concep-
tual framework. Trends in Food Science & Technology 
(EU) Volume 59,  Pages 60-69.
 ~ Brock, T. C., & Balloun, J. L. (1967). Behavioral recep-
tivity to dissonant information. Journal of Personality 
and Social Psychology, 6, 413–428.
 ~ Baumeister, R. F. (1998). The self. In D. Gilbert, S. T. 
Fiske, & G. Lindzey (Eds.), Handbook of social psycholo-
gy (4th ed., pp. 680–740). Boston, MA: McGraw-Hill.
 ~ Freud, S. (1990). El yo y el ello (1923). Obras Com-
pletas, Vol. XIX, Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
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Virginia Oms
Lic. en Piscología,
Universidad del Salvador
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Realizamos la siguiente entrevista a Anabella 
Cazanave, quien va a introducirnos en una actividad 
particular y con mucha resonancia en el último 
tiempo: Mindfullness. 
Contanos brevemente sobre tu recorrido teórico y práctico
Soy licenciada y profesora en Psicología, Acompañante terapéutica. Nací en 
Bahía Blanca, una ciudad al sur de la provincia de Buenos Aires. Estudié en la 
Universidad del Salvador, me recibí en el año 2015. También soy acompañante 
terapéutica (AT), profesión que comencé a ejercer mientras cursaba mis estudios, 
con el objetivo de comenzar a construir un vínculo desde el cual pensar la salud 
o el bienestar en conjunto con familias, niñ@s y adolescentes. En el rol de AT me 
desempeñé, entre otros, en el Servicio Local de Protección y Promoción de los 
derechos del niñ@ y adolescentes en diversos dispositivos y equipos técnicos. 
Actualmente como psicóloga me dedico al ámbito clínico privado realizando 
psicoterapia y coordinando grupos vivenciales, trabajando con adolescentes 
y adultos desde la orientación Junguiana y participando en la asociación de 
sexología y sexualidad de Bahía Blanca. Soy curiosa por naturaleza y desde 
antes de recibirme realicé capacitaciones en diferentes corrientes teóricas de la 
psicología, entre ellas la terapia cognitiva comportamental. Creo que es importante 
tener conocimiento de diversas técnicas incluso de otras corrientes, siempre 
respetando el marco teórico desde el cual uno piensa al paciente, al hombre y 
a este en relación al mundo. Mi formación en la psicología analítica comenzó en 
2016, realizando un curso en mi ciudad y en 2018 realicé un postgrado con una 
fundación de Córdoba que recientemente finalicé, asimismo sigo mi formación 
con grupo de estudio y realizando capacitaciones en el centro transpersonal de 
Buenos Aires. 
¿Podrías describir un poco la psicología Junguiana? 
La psicología Junguiana o psicología analítica, nace de la mano del psiquiatra 
suizo Carl G. Jung (1875-1961). Para este autor la importancia de la terapia 
estaba puesta en aprender a dialogar con lo inconsciente, ya que allí reside según 
Jung una inteligencia autónoma que podría poner sus recursos y su sabiduría a 
nuestro servicio. Este dialogo puede propiciarse mediante diversas técnicas: 
mediante la función de la imaginación, técnica que se denomina IMAGINACIÓN 
ACTIVA, análisis de sueños, sand play o también mediante la mirada atenta a los 
hechos sincrónicos (concepto que desarrolló Jung junto con Pauli para designar 
la simultaneidad de dos hechos unidos de manera acausal). Cuanto más nos 
entrenemos y cultivemos en este arte de diálogo entre inconsciente y consciente, 
más fluida se hará la comunicación propiciando así mayor conocimiento de 
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nosotr@s mism@s y una personalidad más amplia con mayores 
recursos, mayor coherencia entre nuestro pensamiento, 
sentimientos y conductas. 
¿Cuál sería el objetivo de este tipo de terapia? 
El objetivo está puesto desde esta orientación en explorar lo 
ignorado de nosotros mismos. 
Desde la terapia junguiana mencionábamos, se busca un dialogo 
fluido con lo inconsciente, lo cual requiere autoconocimiento, así 
como la integración a la personalidad total de partes que no han 
sido validadas por la consciencia (aspectos en sombra para utilizar 
conceptos teóricos de la psicología analítica), requiere silencio: 
una mente que no divague distraída por sinfín de pensamientos 
e imágenes. Actualmente vivimos en un mundo que nos ofrece 
distracciones atractivas, seductoras, que nos desconecta de nuestros 
sentimientos, emociones, de nosotros mismos. Vivimos apurados, 
necesitamos divertirnos porque la propuesta de abrazar el silencio, 
paradójicamente nos parece ensordecedor, es un silencio ruidoso 
del que buscamos huir o escapar. Es allí donde nace la necesidad de 
implementar una técnica para volver a nosotr@s mism@s, poder 
observarnos estando en presencia con nuestro entorno también. 
¿Cómo lo relacionarías con tu experiencia personal?
Cuando comencé a ejercer como AT, hace ya 10 años, me acercó 
a diferentes y variadas realidades, me llevó a trabajar la aceptación 
y la empatía, no sólo de las diversas subjetividades sino también de 
los recursos tanto humanos como materiales con los que se cuenta 
o no. Se me hacía imperiosa la necesidad de desaprender (dejar, 
extraviar, olvidar o perder lo que había aprendido) muchas creencias 
que tenía. Actitudes estas que se logran desarrollar también con la 
práctica de mindfulness. Desde este lugar comencé a acercarme al 
concepto de meditación buscando en diversos centros la posibilidad 
de experimentarlo, a la vez queestudiaba su teoría desde el budismo 
o filosofías orientales como el taoísmo. Si bien el mindfulness es más amplio que 
la meditación, ya que se puede implementar a campos más bastos y a situaciones 
cotidianas diversas, y con bases científicas desde las neurociencias, este fue el 
primer acercamiento que tuve a la idea de implementar una técnica diferente 
a mi labor profesional y personal también. Años más tarde en sesión con mi 
psicóloga, analista junguiana de Buenos Aires, me ofrece amablemente practicar 
lo que se llamaba “Mindfulness”, puse el cuerpo a esta experiencia y comencé a 
investigar y estudiar sobre ella, técnica que encontré para trabajar en mi misma la 
aceptación, el maitri (que en lengua sagrada significa aceptación y amor propio). 
Es así como me encontré con esta técnica con más de 2500 años de historia en la 
práctica budista, la cual fue implementada en la década del 60 por el doctor Jon 
Kabat-Zinn, quién la introdujo como técnica de Reducción del Estrés Basada en 
la Atención Plena. 
Pregunto esto desde un total desconocimiento sobre la práctica, al menos 
no la he ejercido nunca, ¿Cómo la definirías? 
Mindfulness es una técnica psicológica que se encuadra dentro de las terapias 
de tercera generación (TTG). Es una técnica que permite trabajar en intervención 
en consultorio, de uso cotidiano en cada momento prestando atención plena 
a la actividad que realizamos, y como práctica formal en un momento del día 
determinado. 
Con mindfulness se busca que la mente se encuentre en momento presente 
y no divagando entre pasado y futuro, observando y viviendo la actividad que se 
está realizando con entera presencia, puede realizarse con diversas actividades 
no sólo en estado de la clásica meditación sentad@. 
¿Qué significa “Mindfulness”?
Mindfulness es una técnica que se utiliza en psicoterapia que traducido 
significa “ATENCION PLENA”, su objetivo es que quien practique dirija la atención 
con intención hacia los pensamientos y emociones sin juzgar, es decir permanecer 
como un observador atento. A fin de cuentas si quiero modificar algo de mi vida 
o de mi personalidad, ¿no debo primero observarlo, verlo?, puede que otros me 
digan que soy de una manera u otra pero si no observo directamente yo mis 
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pensamientos y mi ser en el mundo y con los demás, no voy a asimilar 
quien soy y qué sentido tiene lo que estoy haciendo. 
¿Puede practicarlo cualquier persona?
A diario me encuentro con comentarios tales como: la meditación 
no es lo mío, no me gusta, no me siento cómod@, necesito mayor 
actividad. Creyendo que es una actividad de quietud absoluta. La 
realidad es que mindfulness es un estado de la mente que consiste en 
estar atento al momento presente, observando sin juzgar. Por lo cual 
puede practicarlo cualquier persona, solo que debemos encontrar 
nuestra manera personal de realizarlo. Podemos practicarlo incluso 
en movimiento: prestando atención consciente a la caminata y al 
cuerpo en relación a esta caminata. Pueden implementarla niños, 
adolescentes y adultos favoreciendo el desarrollo de habilidades 
sociales y emocionales.
¿Cómo técnica psicoterapéutica que beneficios aporta?
Dentro de la práctica psicoterapéutica aporta notables beneficios 
en diversos cuadros psicopatológicos como son: burnout (estrés 
laboral), estrés, trastornos de ansiedad, fibromialgia, trastorno de la 
conducta alimentaria, entre otros y en situaciones que no se presenta 
ningún diagnóstico. No solo es aplicable a este tipo de situaciones 
sino también como una nueva manera de estar en el mundo, 
comprendiendo que la realidad como la vemos es una realidad leída, 
oída y sentida desde la propia subjetividad, particularidad de cada 
un@. Al comprender esto, entendemos que hay otras maneras de 
actuar y pensar y muchas veces lo hacemos desde una lógica sesgada. 
Implementar un estado mindfulness sería entrenar la atención y la 
observación para no actuar de manera automática y reactiva ante 
una determinada situación, como en “piloto automático” sino por 
lo contrario: comenzar a elegir conscientemente las actividades y 
pensamientos acerca del mundo. Esto favorece el autoconocimiento 
cambiando notablemente nuestra experiencia interna a través de 
la aceptación, que es en definitiva lo que buscamos en un proceso 
psicoterapéutico dando lugar a cambios cognitivos y conductuales 
importantes. Favorece también la integración neural, dando lugar a 
mayor atención, mayor y mejor regulación emocional y reducción del estrés. 
¿Podrías dar un ejemplo de esto último que decís: “salir del modo piloto 
automático y comenzar intencionalmente a dirigir nuestra conducta”?
Imaginemos que uno va caminando por un lugar un tanto a oscuras y se cruza 
con un trozo de cuerda en el piso, a través del cultivo de la actitud mindfulness 
podríamos dirigir nuestra atención hacia este evento y objeto y observar de 
que se trata, descubriendo que es una cuerda. En cambio “en piloto automático” 
juzgaríamos que se trata de una serpiente y actuaríamos muy distinto a la primera 
opción, desencadenando en nuestro organismo y psique un proceso bastante 
distinto también. Este es un buen ejemplo que leí en un libro y me parece que 
ilustra muy bien este estado. 
¿Tiene algunas dificultades?
Hay que comprender y aceptar que esta técnica si bien es sumamente útil y 
más que una técnica se trata de una actitud y una filosofía de vida, no es la solución 
mágica a todos los problemas. Esta justamente resulta ser la mayor dificultad a la 
hora de acercarse a practicar mindfulness, al crearse falsas expectativas. Como 
toda técnica requiere práctica y cultivo constante, achicando cada vez más la 
brecha entre el automatismo mental que condiciona nuestra manera de observar 
y responder a la realidad y la mirada atenta sin juicio de esa observación. Una vez 
me paso estar practicando un ejercicio de mindfulness: escaneo corporal (llevar la 
respiración y la atención a cada parte del cuerpo) y notar que mi mandíbula estaba 
tensa a tal punto que me dolía y no me estaba dando cuenta, esta es una dificultad 
muy común cuando nos acercamos a la práctica mindfulness: la desconexión que 
tenemos con nuestro cuerpo. Por ello creo que es tan importante practicar la 
atención plena, para volver a escuchar-nos con total atención. 
¿
Cuáles son sus componentes fundamentales?
Jon Kabat-Zinn, autor más reconocido internacionalmente en mindfulness, 
señala que los componentes de la atención plena son: la autorregulación que 
es la observación directa de los acontecimientos y sentimientos sin juzgarlos 
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con actitud de lo que se denomina “mente de principiante” que es 
la capacidad de observar como si fuera la primera vez los diversos 
acontecimientos sin que intervengan las diversas creencias que 
tenemos. Orientación hacia la experiencia, es decir con curiosidad y 
estado de apertura mental acercarse a las diversas experiencias, con 
total aceptación. Este componente, el de la aceptación, no significa 
resignación pasiva de las situaciones, sino llegar a una actitud de 
ver las cosas tal como son, lo que se logra con paciencia y confianza 
comprendiendo que toda situación tiene un proceso y tiempo a la 
vez que necesitamos responsabilizarnos de nuestros pensamientos 
y conductas, asumiendo un compromiso con nosotros mismos. 
¿Cuál es el objetivo principal?
El objetivo último de la práctica de mindfulness siguiendo a 
Ruiz, M. Ángeles, Díaz Isabel y Villalobos Arabella (2017) “no es la 
eliminación de síntomas, sino el crecimiento y la transformación 
personal” es decir que se busca un cambio profundo, una ampliación 
de la personalidad integrando los diversoscomponentes de la 
misma, mayor confianza en su naturaleza interna para actuar en las 
diversas situaciones que se presenten en la vida, con mayor entereza 
posibilitando así el equilibrio y la flexibilidad en la psique y cuerpo. 
Evitando la “esclerosis de pensamiento”, la rigidez mental. 
Para terminar me gustaría dejarles un ejercicio para principiantes 
que se utiliza dentro del programa Reducción del Estrés basado 
en Mindfulness de Kabat-Zinn (1990): comer una pasa de uva con 
atención plena. Toma en tus manos unas cuatro o cinco pasas. Sentate 
cómodamente y míralas, como si nunca las hubieras visto. Deja que 
la curiosidad te invada, junto con todos los sentidos. Si viene algún 
pensamiento o narración en tu mente, simplemente déjalo pasar. 
Solo concentra la atención en la pasas y obsérvalas. Toma una de 
las pasas, sostenerla entre tus dedos, nota el contacto con tu mano. 
Observa su textura, su transparencia o no a través de la luz, tomate 
tú tiempo. No te sumerjas en el movimiento mental o en historias que 
te cuenta tu mente, si tu mente se aleja o se centra en otra cosa, no te 
esfuerces, simplemente volvé a concentrarte en la pasa poco a poco. 
Realiza esta experiencia con otras cualidades de la pasa, y con otros sentidos 
(escuchándola si hace algún ruido al frotarla, oliéndola experimentando si huele 
dulce, o suave, si es agradable o desagradable). Lleva ahora la pasa a la boca, sin 
introducirla. Presta atención que sucede con este proceso: quizá ya se forma 
saliva, atendé al interior de la boca, si la lengua se mueve o no. Tras un tiempo en 
esta experiencia, comenzá a saborearla, notando su textura y al proceso interno 
de la lengua al masticarla. Observa como desaparece el sabor y como se produce 
la acción de tragar, nota si queda algún sabor una vez que hayas masticado y 
tragado. Se consciente del momento presente y simplemente observa. 
¡Muchas gracias por ser tan clara, Anabella!
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Anabella Cazanave
Lic. en Psicología - M.P 1635,
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PSICOANÁLISIS Y 
EDUCACIÓN. La 
apertura de un nuevo 
conocimiento.
Son muchos los espacios a los que nos podemos remitir a la hora de estar 
hablando de Educación, desde el mismo hogar con nuestra familia hasta el 
escenario cerrado de las Instituciones Educativas; desde el momento de nuestro 
nacimiento hasta el momento en que llegue el fin de nuestra vida… Nunca dejamos 
de aprender. Este escenario trascendental llamado Educación, forma el proceso 
psicológico llamado aprendizaje, siendo éste a su vez el proceso al cual psicólogos, 
pedagogos, psiquiatras, médicos, fonoaudiólogos, terapeutas del lenguaje, etc., 
atacan con mucha frecuencia desde concepciones teóricas hasta aspectos 
prácticos, volcando sus miradas en muchas ocasiones hacia lo patológico, hacia las 
fallas, hacia lo que no consideran como “Normal” en el proceso de aprendizaje. Se 
forman frases - poco profundas en cuanto a la Razón – tales como: “es que el niño 
no aprende”, “la niña tiene problemas de aprendizaje”, “mi hijo está diagnosticada 
con TDAH”, “Lo tengo en terapia porque no aprende”, “va muy mal en el colegio”, 
“es que esos muchachos no aprenden nada”, “no estudian”, y muchas más. Pero nos 
hemos puesto a pensar: “¿qué es lo que se requiere para generar un buen proceso 
de aprendizaje en los seres humanos?
Es esta la pregunta que puede estar guiando el presente escrito que, aunque 
muy corto, pretende ser muy práctico frente a lo que desde el Psicoanálisis 
podemos estar aportando en el escenario educativo y frente al proceso directo de 
aprendizaje. Así mismo la pretensión será generar una apuesta crítica a los procesos 
pedagógicos que se mueven en la actualidad en colegios y Universidades, más allá 
de la presentación de exámenes, más allá del Narcisismo de los docentes al generar 
una actitud de orgullo frente al hecho de “yo sé lo que usted necesita saber”, más 
allá del ser posesivo con el conocimiento y no permitir que los estudiantes generen 
nuevos conocimientos, más allá de éstos exámenes, los cuales se transforman en 
instrumentos que solamente funcionan para que los estudiantes regurgiten lo 
visto en clase y un grave mecanismo de Poder. 
Los tiempos van cambiando y al mismo tiempo se supone que los procesos 
pedagógicos también, pero en la práctica no funciona así. Son pocas las personas 
que se atreven a romper esquemas, a proponer nuevas estrategias pedagógicas, 
a innovar; pero tienen que luchar fuertemente contra el sistema, el cual es tan 
cerrado que es muy difícil salir de allí y en ocasiones terminan volviendo a lo 
tradicional. Con esta pequeña crítica, centrémonos en el proceso de aprendizaje. 
El Diccionario de la Real Academia, nos dice que aprendizaje es la “acción y efecto 
de aprender algún arte, oficio u otra cosa”, también nos dice que “es la adquisición 
por la práctica de una conducta duradera”. Pero allí falta algo, lo psicológico, y no 
tanto desde el significado, sino desde el proceso: ¿qué es lo que se requiere para 
generar un buen proceso de aprendizaje en los seres humanos?
Desde la teoría psicoanalítica nos apoyaremos en varios autores, como por 
ejemplo Donald Winnicott, quien refiere que “se necesita un ambiente facilitador 
para el desarrollo”. Es así como esta idea se plasma también en el hecho de que 
para que exista un adecuado proceso de aprendizaje y adaptación al medio, se 
requiere de un ambiente facilitador que lo permita. Este aspecto no solamente 
nos remonta a la relación Mamá – bebé, sino que nos trae a la relación Docente 
– Estudiante. Es así como se requiere de un Docente (Madre) suficientemente 
bueno para que posibilite una buena integración psicológica y se permita un 
adecuado espacio para el aprendizaje. Con esta comparación relacional, podemos 
encontrar docentes de diferente tipo: por un lado, docentes suficientemente 
buenos capaces de interpretar las señales que los estudiantes nos envían, capaces 
de devolver contenidos buenos que generan integridad psíquica, capaces de 
convertir los aspectos malos y caóticos del aprendizaje (miedo, ansiedad, temor, 
pereza), en aspectos buenos y adecuados (motivación, interés, gusto, amor); y por 
otro lado, docentes que no son capaces ni siquiera de contener emocionalmente a 
sus estudiantes; que se convierten en figuras persecutorias dentro del psiquismo 
del joven estudiante a partir del temor (malinterpretado como respeto), que 
proyectan sus frustraciones en los muchachos que buscan aprender, pero que 
por encontrarse con tales figuras rechazan el aprendizaje, renuncian a ese legado 
del instinto epistemofílico. Docentes narcisistas, vengativos, que por el hecho de 
llegar a una clase y encontrar a 15 personas sentadas de un curso de 40, se hieren 
en su Narcisismo y reaccionan devolviendo contenidos malos, “saquen una hoja 
que les voy a hacer Quiz sorpresa”, para vengar - aniquilar con la nota la agresión 
a la cual sintió que fue víctima por parte de los estudiantes – “No vienen a mi 
P S I C O LO G Í A por César Augusto Sierra Varón
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por César Augusto Sierra Varón
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P s i c o a n á l i s i s y e d u c a c i ó n . 
L a a p e r t u ra d e u n n u e vo 
c o n o c i m i e n t o . 
clase, vagos!!!!”. Un Docente Narcisista no genera empatía con sus 
estudiantes. 
Este escrito no se debe convertir en un manual para el docente, 
sino que su objetivo es generar crítica frente al proceso educativo y 
generar una reflexión sobre lo que estamos haciendo como docentes 
(Madre) con nuestros estudiantes, para que aprendan. Debo 
mencionar el proceso psíquico del aprendizaje: En primera instancia 
se genera aprendizaje si prima mayor Tolerancia, esto permitirá que 
se encuentren Docentes – Madre

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