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Anatomía humana (1332)

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APARATO BEXITAL DE LA MUJER 339
mamas. En todas ollas so presenta más o menos rugoso el pezón, debido a los surcos 
y a las papilas que presenta en su superficie; en su vérfieo se observan de diez a veinte 
orificios, por donde desembocan los conductos galactóforos.
La circunferencia de la mama en su parte superior no es mareada, pues la piel de la 
glándula se continúa con la piel de la región ini'raelavieular; no así en su porción infe­
rior, donde forma el surco submamario.
Constitución anatómica. Se distinguen en la mama, la glándula mamaria propia­
mente dicha, su envoltura cutánea y su envoltura celuloadiposa.
La g l á n d u la m am ar ia propiamente dicha, tiene la forma de un disco aplanado de 
delante atrás y ofrece para su descripción una cara posterior plana que la pone en re­
lación con las aponeurosis mencionadas. Una cara an te r io r a n f r ac tuo sa cubierta por te­
jido conjuntivo premamario y por tejido celuloudiposo muy desarrollado que la separa
Aréola M a m a
F ig . 3 1 3 . G lá n d u la m a m a r ia e n l a m u j e r .
de la piel. Una c i rcun ferenc ia que presenta una prolongación superior o clavicular , otra 
inferior o epigástr ica, una interna o es ternal y otra axi lar , siendo esta última la más des­
arrollada y más frecuente.
Anatómicamente la glándula está formada por acinos secretores, conductos excretores y 
tejido conjuntivo intersticial, siendo en total una glándula tuboacinosa.
Los acinos secretores se componen de una capa principal de células prismáticas bajas, 
cuyo papel se manifiesta durante la actividad glandular, y una capa de células irregu­
larmente cúbicas, situadas por fuera de las anteriores; ambas descansan en una membra­
na propia.
Los conductos excretores se inician en los conduc tos in tra lobu lares y están constituidos 
por una membrana propia que se continúa con la membrana de los acinos glandulares, 
un epitelio de células prismáticas y gran cantidad de células de Boíl que favorecen la 
expulsión de los productos de secreción.
Los conductos intralobulares van a desembocar a los conductos interlobulares que 
presentan pliegues longitudinales y están constituidos por un epitelio de células pris­
máticas y una capa de células mioepiteliales; descansan en una membrana propia bastan­
te gruesa.
Los conductos interlobulares, que pertenecen a un mismo lobulillo glandular, desembo­
can en un conducto galactóforo de forma cilindrica, con pliegues longitudinales más marca­
dos y desprovistos de válvulas. Este conducto se halla tapizado por un epitelio prismático

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