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Tratado de Otorrinolaringologia y Patologia Cervicofacial-783

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Capítulo 64. Principios básicos de la reconstrucción en cirugía oncológica de cabeza y cuello
Otros colgajos miocutáneos, como los del trape-
cio y el dorsal ancho, son más dificultosos de obtener, 
y no presentan ninguna ventaja sobre el colgajo del 
pectoral mayor, por lo que no tienen prácticamente 
ninguna utilidad. 
El colgajo miocutáneo del esternocleidomastoideo tiene 
mala vascularización de la piel situada sobre el extre-
mo inferior, por lo que no tiene ninguna aplicación 
actualmente con la piel incorporada. No obstante, 
puede utilizarse desprovisto de ella para la oblitera-
ción de cavidades en el área temporal, como la resul-
tante después de una resección lateral del temporal 
asociada o no a parotidectomía, o bien cubriendo el 
músculo con un injerto de piel para reconstruir pe-
queños defectos cutáneos en la región preauricular o 
retroauricular. Hay que tener en cuenta que los vasos 
nutricios principales llegan desde la parte superior 
del músculo, por lo que el eje de rotación del colgajo 
se sitúa en la punta de la mastoides.
El colgajo miocutáneo del platisma del cuello trans-
porta piel de la parte inferior del cuello sobre un pe-
dículo constituido por el platisma colli, con la ventaja 
de ser un colgajo de muy escaso grosor, lo que lo hace 
apto para cubrir defectos en el área faríngea. Por el 
contrario, presenta el problema de una vasculariza-
ción del segmento cutáneo un tanto precaria, que 
hace que no sea totalmente fiable, siendo por otra 
parte indispensable conservar la arteria facial y que el 
paciente no haya sido irradiado previamente. Las in-
dicaciones se limitan a la reconstrucción de defectos 
de tamaño pequeño-mediano en la región amigdali-
na, a la reconstrucción de la pared lateral o posterior 
de la faringe en los tumores que requieran una farin-
gectomía parcial y pueda respetarse la laringe y, con 
muchas reservas, a la reconstrucción parcial de la fa-
ringe cuando tras una faringolaringectomía la muco-
sa remanente sea insuficiente para permitir un paso 
adecuado de alimentos. Este colgajo presenta las 
ventajas indudables de que se obtiene de forma fácil 
en la misma área que se está interviniendo y permite 
un cierre directo. Si bien la isla de piel tiene un riesgo 
de necrosis total o parcial mayor que otros colgajos, 
en la pared posterior de la faringe, donde la alterna-
tiva sería un colgajo libre antebraquial, si se produce 
la necrosis generalmente no condiciona un fallo re-
constructivo ni complicaciones graves, ya que suele 
preservarse el músculo platisma, sobre el que se for-
ma una neomucosa. Por el contrario, su uso en la re-
construcción semicircular de la hipofaringe puede 
desembocar en graves complicaciones, con infección 
y faringostoma en caso de fracaso del colgajo, por lo 
que sólo se debe emplear en los casos en los que de 
forma imprevista se presente la eventualidad de un 
remanente mucoso insuficiente y no se esté en pose-
sión de la formación quirúrgica necesaria para llevar 
a cabo una reconstrucción con un colgajo libre o, por 
lo menos, con un miocutáneo del pectoral mayor. 
Fig. 64-3. Colgajo libre osteocutáneo paraescapular.
La flecha indica la osteosíntesis con barra de titanio tras 
la resección de la sínfisis mandibular.
COLGAJOS LIBRES (figs. 64-3 a 64-7)
Generalidades
Cuando se trata de planificar una reconstrucción 
con un colgajo libre, o autotrasplante microvascula-
rizado, en el área de la cabeza y el cuello, se debe te-
ner en cuenta una serie de circunstancias. Es funda-
mental el estado de los vasos receptores cervicales, su 
calibre y longitud. Las secuelas de cirugía previa, so-
bre todo, y/o radioterapia previa, así como el tipo de 
colgajo requerido, influyen decisivamente en la se-
lección de los vasos receptores. 
Condiciones del área receptora
Durante la intervención, se procede en primer lu-
gar a realizar la cirugía de exéresis tumoral y va-
ciamientos ganglionares en los casos primarios, o a la 
extirpación de la recidiva o secuela poscirugía o ra-
dioterapia en los casos secundarios. Las mayores di-
ficultades se presentan en los pacientes con múltiples 
intervenciones e irradiados (con vaciamientos pre-
vios), que pueden tener escasez de venas disponibles 
y zonas de fibrosis, y con alteraciones en el sentido 
del flujo. Sin embargo, la utilización de estos colgajos 
permite obtener cifras del 93% de supervivencia de 
los colgajos realizados, siendo la causa más importan-
te de fracaso la trombosis venosa. Ello significa que 
el estado de las venas del cuello es determinante en el 
éxito de esta cirugía.