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795 © E ls ev ie r. E s un a p ub lic ac ió n M A S S O N . Fo to co p ia r si n au to riz ac ió n es u n d el ito . Capítulo 64. Principios básicos de la reconstrucción en cirugía oncológica de cabeza y cuello Otros colgajos miocutáneos, como los del trape- cio y el dorsal ancho, son más dificultosos de obtener, y no presentan ninguna ventaja sobre el colgajo del pectoral mayor, por lo que no tienen prácticamente ninguna utilidad. El colgajo miocutáneo del esternocleidomastoideo tiene mala vascularización de la piel situada sobre el extre- mo inferior, por lo que no tiene ninguna aplicación actualmente con la piel incorporada. No obstante, puede utilizarse desprovisto de ella para la oblitera- ción de cavidades en el área temporal, como la resul- tante después de una resección lateral del temporal asociada o no a parotidectomía, o bien cubriendo el músculo con un injerto de piel para reconstruir pe- queños defectos cutáneos en la región preauricular o retroauricular. Hay que tener en cuenta que los vasos nutricios principales llegan desde la parte superior del músculo, por lo que el eje de rotación del colgajo se sitúa en la punta de la mastoides. El colgajo miocutáneo del platisma del cuello trans- porta piel de la parte inferior del cuello sobre un pe- dículo constituido por el platisma colli, con la ventaja de ser un colgajo de muy escaso grosor, lo que lo hace apto para cubrir defectos en el área faríngea. Por el contrario, presenta el problema de una vasculariza- ción del segmento cutáneo un tanto precaria, que hace que no sea totalmente fiable, siendo por otra parte indispensable conservar la arteria facial y que el paciente no haya sido irradiado previamente. Las in- dicaciones se limitan a la reconstrucción de defectos de tamaño pequeño-mediano en la región amigdali- na, a la reconstrucción de la pared lateral o posterior de la faringe en los tumores que requieran una farin- gectomía parcial y pueda respetarse la laringe y, con muchas reservas, a la reconstrucción parcial de la fa- ringe cuando tras una faringolaringectomía la muco- sa remanente sea insuficiente para permitir un paso adecuado de alimentos. Este colgajo presenta las ventajas indudables de que se obtiene de forma fácil en la misma área que se está interviniendo y permite un cierre directo. Si bien la isla de piel tiene un riesgo de necrosis total o parcial mayor que otros colgajos, en la pared posterior de la faringe, donde la alterna- tiva sería un colgajo libre antebraquial, si se produce la necrosis generalmente no condiciona un fallo re- constructivo ni complicaciones graves, ya que suele preservarse el músculo platisma, sobre el que se for- ma una neomucosa. Por el contrario, su uso en la re- construcción semicircular de la hipofaringe puede desembocar en graves complicaciones, con infección y faringostoma en caso de fracaso del colgajo, por lo que sólo se debe emplear en los casos en los que de forma imprevista se presente la eventualidad de un remanente mucoso insuficiente y no se esté en pose- sión de la formación quirúrgica necesaria para llevar a cabo una reconstrucción con un colgajo libre o, por lo menos, con un miocutáneo del pectoral mayor. Fig. 64-3. Colgajo libre osteocutáneo paraescapular. La flecha indica la osteosíntesis con barra de titanio tras la resección de la sínfisis mandibular. COLGAJOS LIBRES (figs. 64-3 a 64-7) Generalidades Cuando se trata de planificar una reconstrucción con un colgajo libre, o autotrasplante microvascula- rizado, en el área de la cabeza y el cuello, se debe te- ner en cuenta una serie de circunstancias. Es funda- mental el estado de los vasos receptores cervicales, su calibre y longitud. Las secuelas de cirugía previa, so- bre todo, y/o radioterapia previa, así como el tipo de colgajo requerido, influyen decisivamente en la se- lección de los vasos receptores. Condiciones del área receptora Durante la intervención, se procede en primer lu- gar a realizar la cirugía de exéresis tumoral y va- ciamientos ganglionares en los casos primarios, o a la extirpación de la recidiva o secuela poscirugía o ra- dioterapia en los casos secundarios. Las mayores di- ficultades se presentan en los pacientes con múltiples intervenciones e irradiados (con vaciamientos pre- vios), que pueden tener escasez de venas disponibles y zonas de fibrosis, y con alteraciones en el sentido del flujo. Sin embargo, la utilización de estos colgajos permite obtener cifras del 93% de supervivencia de los colgajos realizados, siendo la causa más importan- te de fracaso la trombosis venosa. Ello significa que el estado de las venas del cuello es determinante en el éxito de esta cirugía.