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6 CAPÍTULO 1 Características generales de los virus Cecilia M. Galosi, Nadia A. Fuentealba Los virus pueden considerarse como un conjunto complejo de macromoléculas orgánicas (ácido nucleico y proteínas), ordenadas tridimensionalmente, que no pueden replicarse fuera de células vivas. Son considerados organizaciones biológicas que habitan la “entrevida”, un espacio incierto entre lo vivo y lo inerte. Las primeras características diferenciales de los virus con otros agentes fueron: el tamaño estimado por su capacidad de atravesar filtros con un tamaño de poro que retienen a las bacterias y su incapacidad para reproducirse en medios biológicos inertes (como lo son los medios para cultivos de bacterias), requiriendo de células para su propagación. Hoy en día, se sabe que estas características no alcanzan para diferenciar a los virus de otros agentes biológicos, ya que existen bacterias cuyo tamaño puede ser similar al de los virus más grandes como Chlamydia y Rickettsia, que también son parásitos intracelulares obligados. La organización y composición de las partículas virales ofrecen por sí características diferenciales importantes: Poseen un solo tipo de ácido nucleico: ADN o ARN. Tienen una estructura simple y estática. Su tamaño es relativamente pequeño con respecto al de otros agentes biológicos y oscila entre 20 y 400 nm (1 nanómetro = 10-9 m). No tienen sistema metabólico propio. Para su replicación dependen de la maquinaria enzimática de la célula hospedadora por lo que se los considera parásitos intracelulares estrictos. Además de su estructura tan simple y particular, el modo de replicación de los virus, tal vez, sea la característica que justifica que tengan un lugar propio en la escala biológica. A diferencia de lo que sucede con las células, en el momento de su multiplicación, los virus no aumentan de tamaño para su posterior división binaria, por el contrario, la partícula viral es
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