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65 perros infectados, el virus sobrevive por lo menos una hora a 37 ºC y tres horas a 20 ºC o 24 ºC (temperatura ambiente). La supervivencia del virus es mucho mayor a temperaturas frías, conservando la infectividad en el ambiente durante semanas a temperaturas entre 0 ºC y 4 ºC. En condiciones de laboratorio se mantiene infectivo durante varios años entre temperaturas de - 70º C o - 192 ºC (nitrógeno líquido). El virus es estable a pH entre 4,5 y 9,0. Al ser un virus envuelto es sensible al éter y cloroformo, soluciones de formalina diluida (0,5 %), fenol (0,75 %) y desinfectantes de amonio cuaternario (0,3 %). Mecanismo de replicación viral Las partículas virales reconocen las células hospedadoras mediante la interacción de la proteína de anclaje viral (H, HN o G), con distintos receptores celulares que varían dentro de la familia y de cada género. Los representantes del género Morbillivirus se unen principalmente a dos receptores presentes en dos linajes celulares: la CD46, una proteína cofactor de unión de complemento que inhibe la activación de complemento y la CD150 o SLAM (signal lymphocyte- activating molecule) un receptor de los linfocitos y células dendríticas, la cual participa en la activación de estas células. Sin embargo, también pueden unirse alternativamente a los receptores nectin-4 y glicosaminoglicanos (GAGs). Los Rubulavirus, Respirovirus y Avulavirus se unen a receptores celulares que contienen ácido siálico. En cambio los Henipavirus se unen a receptores ephrin B2 y ephrin B3 presentes en la membrana plasmática celular. Luego del reconocimiento del receptor en la membrana celular, la proteína de anclaje dispara una serie de cambios conformacionales sobre la proteína F en la cual la región hidrofóbica del péptido de fusión queda expuesta y se inserta en la membrana plasmática de la célula hospedadora induciendo la fusión de las membranas, permitiendo el ingreso del virus a la célula. Luego del ingreso, la polimerasa se asocia a la nucleocápside para la replicación y transcripción. A partir del ARN genómico se lleva a cabo la transcripción de los diversos genes virales. Una vez que existen componentes proteicos suficientes para formar viriones comienza la replicación, la cual consiste en la generación de copias de polaridad positiva a partir del ARN genómico, las cuales son denominadas antigenómicas y se utilizan como molde para la síntesis del ARN genómico. La partícula viral no necesita formarse para que se infecten otras células, ya que con la expresión de las glicoproteínas de envoltura se induce la fusión de la membrana de la célula hospedadora con células vecinas y de esta manera se transfiere la nucleocápside de una célula a otra sin exponerse al exterior de la célula (Figura 2). Esta fusión de membranas ocasiona el efecto citopático de los paramixovirus, el cual es representado por la formación de células gigantes multinucleadas llamadas sincicios.
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