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89 negativamente la expresión de CMH tipo I, los macrófagos infectados expresan menos CMH tipo II y moléculas de co-estimulo lo que se traduce en una menor activación de linfocitos CD4 colaboradores. Igualmente se demostró que se produce un aumento en el número de linfocitos TCD8 citotóxicos, facilitando el control de la carga viral en células infectadas y produciendo diferentes citoquinas inhibitorias. Esta linfocitosis observada en realidad se produce porque disminuye el número de linfocitos TCD4+ por lo que se invierte la relación en la formula TCD4+/TCD8+. Además, de estas alteraciones en el número de linfocitos, se puede observar alteraciones en la expresión de diferentes citoquinas como las IL-2, IL8 y la IL 16 que modulan la quimiotaxis de células de la inmunidad innata y adaptativa que dependiendo de su localización producirán signos clínica acorde al tejido afectado. También se observó un aumento del factor de necrosis tumoral alfa (TNFα) que regula la expresión de la interleuquina IL-1 e IL-6, regulación de la actividad de los macrófagos y la expresión de moléculas de adhesión en las células endoteliales. Profilaxis y Control Los primeros estudios sobre la posible utilización de vacunas para el control de los retrovirus fueron elaborados a partir de virus inactivados provenientes de células infectadas con diferentes antígenos virales purificados. Avances significativos en el campo de la vacunación surgieron gracias al uso de tecnologías recombinantes, permitiendo la expresión de una gran variedad de proteínas virales en sistemas eucariotas y procariotas desarrollando más tarde vacunas sintéticas. Pese a los numerosos intentos llevados a cabo, no existen todavía vacunas comerciales para el control de las diferentes enfermedades. Otras estrategias utilizadas se consideraron, incluyendo aislamiento de animales infectados, inmunización pasiva con calostro, como así también vacunación con proteínas virales sintéticas y cepas atenuadas recombinantes. Hasta el momento, ninguno de estos métodos presenta óptima combinación de eficiencia, economía y seguridad. Por lo tanto, y debido a que los retrovirus pueden diseminarse por contacto directo entre animales enfermos y sanos, estrictos controles de manejo y sanitario podrían ser de gran ayuda para el control de las diferentes enfermedades. Estas medidas incluyen: Introducción de animales sanos a los rebaños o establecimiento. Necesidad imperiosa del uso de materiales descartables y/o estéril en toda maniobra veterinaria. Control de artrópodos hematófagos. No utilizar calostro en animales infectados por estos virus, sobre todo en las especies donde la transmisión de los anticuerpos se da vía mamaria. El calostro se caracteriza
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