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75 GLOMERULONEFRITIS QUE CURSAN CON SÍNDROME NEFRÍTICO. GLOMERULONEFRITIS RÁPIDAMENTE PROGRESIVAS. GLOMERULONEFRITIS QUE CURSAN CON ALTERACIONES URINARIAS PERMANENTES como GN rápidamente progresiva. La proteinuria es habitualmente moderada, pero en un 5-10 % de los casos puede ser en rango nefrótico. La hematu- ria puede ser macro o microscópica con cilindros hemáticos en el sedimento urinario. Algunos pa- cientes presentan oliguria que se resolverá aproxi- madamente en una semana. La hematuria micros- cópica y la proteinuria pueden persistir durante varios meses después de la presentación aguda [3]. Diagnóstico Para el diagnóstico de GN postestreptocócica es importante documentar una infección previa por Streptococo realizando una anamnesis y una exploración física detalladas, así como objetivar la afectación renal. Si la infección es subclínica la presencia de títulos elevados de ASLO y los anticuerpos anti DNAasa B puede orientar el diagnóstico. Los niveles elevados de ASLO son más frecuentes en infecciones faríngeas mientras que los Ac anti-DNAasa B lo son en las infec- ciones cutáneas. Los ASLO son marcadores de infección, tanto presente como pasada, y no im- plican ni predicen la presencia de infección por una cepa nefritógena ni el diagnóstico de una glomerulonefritis postestreptocócica [3]. La hipocomplementemia está presente en casi todas las glomerulonefritis postestreptocóci- cas activas y también tiene utilidad diagnóstica. Predomina la activación de la vía alternativa del complemento con niveles descendidos de C3, aunque los niveles de C4 también pueden ser ba- jos. Los niveles de complemento mejoran en la fase de recuperación de la enfermedad y alcanzan niveles basales a las seis semanas del inicio de la enfermedad glomerular [3]. Histopatología Los pacientes con una presentación clásica y, sobre todo, los niños, no se someten a una biop- sia renal. Serían indicación de esta [4]: a. Presentación atípica. b. Glomerulonefritis rápidamente progresiva. c. Hematuria macroscópica persistente. d. HTA o síndrome nefrítico. e. Manifestaciones extrarrenales. f. Latencia corta. g. Hipocomplementemia mayor de seis semanas. h. Pacientes menores de dos años. En la microscopía óptica es típica la presencia de hipercelularidad glomerular difusa y global. En las fases precoces predomina el infiltrado por neutrófilos y la proporción de linfocitos y mo- nocitos se incrementará a medida que lo haga la celularidad mesangial y endocapilar. La membra- na basal presenta un grosor normal y no muestra duplicidad. La necrosis fibrinoide y las semilunas son infrecuentes, pero se detectarán si la presen- tación clínica es rápidamente progresiva. Son característicos los depósitos subepiteliales cono- cidos como «jorobas o humps». El grado de ne- crosis tubular aguda varía en función de la forma de presentación. El edema intersticial y la infla- mación son generalmente moderados. El infiltra- do inflamatorio crónico no es característico de la GNPS al igual que ocurre con la arteritis [3]. En IF se detectan depósitos granulares a nivel mesangial y en la pared capilar con predominio de C3. También se ven con frecuencia depósitos débiles de IgG, en algunos casos de IgM y más ra- ramente IgA. La microscopía electrónica muestra depósito mesangial y los característicos depósitos subepiteliales o «humps» [3]. Los depósitos subendoteliales aparecen de for- ma precoz y tienden a desaparecer a las seis sema- nas. La fase de recuperación muestra depósitos mesangiales y depósitos subepiteliales aislados. No existe correlación entre el grado de hematuria y proteinuria y la gravedad de los cambios glo- merulares [3]. Patogenia La gran mayoría de las glomerulonefritis pos- testreptocócicas se derivan de infecciones por Streptococo A, aunque también se han descrito casos por Streptococo C [1]. Es muy importante el papel que desempeñan los inmunocomplejos que se forman y se depo- sitan a nivel del glomérulo ya que activan las diferentes cascadas del complemento y la coagu- lación produciendo el daño glomerular De cual- quier forma, no todas las infecciones estreptocó- cicas van a producir daño glomerular a pesar de la formación de inmunocomplejos, así como tam- poco existe correlación entre el número de inmu- nocomplejos formados y la gravedad del daño. Por tanto, existen otros factores que determinan la predisposición y la gravedad de la enfermedad glomerular que tiene cada paciente [1]. El antígeno nefritógeno es un catión que tie- ne tendencia a atravesar la membrana basal glo- merular que tiene carga negativa dirigiéndose
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