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225 TUBULOPATÍAS En el análisis de orina se evidencia un pH urinario superior a 5,5 a pesar de la acidosis sis- témica, hiato aniónico urinario es positivo y la excreción urinaria de acidez titulable y amonio es negativa. La concentración de amonio en la orina puede estimarse calculando una brecha aniónica en la orina o una brecha osmolal en la orina. Ade- más, hipercalciuria e hipocitraturia que aumen- tan el riesgo de nefrocalcinosis. Aumento de la secreción de prostaglandina E2 y aldosterona [2]. Pruebas de estímulo: Para valorar la capacidad de acidificación renal. • Prueba con estímulo combinado de bi- carbonato sódico y acetazolamida: Es la prueba más sencilla y la que mejor estudia la capacidad de acidificación distal. Se puede realizar también solo con bicarbonato o acetazolamida en ese caso la dosis es el doble. Consiste en administrar bi- carbonato vía oral a dosis de 2 mEq/ kg y aceta- zolamida 0.5g /1.73 m2, normalmente la pCO2 urinaria se eleva si existe una adecuada secreción distal de H+. Es importante que la concentración urinaria de bicarbonato sea superior a 80 mE- q/I para considerar la prueba válida. La pCO2 medida es superior a 70 mmHg, en condiciones normales [2]. Tratamiento El tratamiento consiste en compensar la pro- ducción endógena de H+ mediante la administra- ción de bicarbonato (sodio/potásico) y/o citrato potásico en cantidad suficiente. El objetivo de la terapia alcalina es lograr una concentración sérica normal de bicarbonato (22 a 24 mEq / L) [7, 15]. Los adultos o niños mayores requieren apro- ximadamente 1-3 mEq/ kg/día de bicarbonato. En lactantes o niños pequeños pueden requerir mayor dosis [7, 15]. En la RTA distal, la corrección de la acidosis disminuye la pérdida renal de potasio y la hipo- calemia, a menudo estabiliza o revierte la nefro- calcinosis, reduce la frecuencia de cálculos renales de calcio y puede mejorar la osteoporosis. Ade- más de normalizar el crecimiento en los niños [7, 15]. 6.2. Acidosis tubular renal proximal (Tipo II) La ATR proximal (ATR tipo II) está causada por un defecto tubular de la reabsorción del bi- carbonato, con mecanismos de acidificación dis- tal preservados. Se debe a una disminución del umbral renal normal de excreción del bicarbona- to (26 mEq/L adulto) [1, 2, 6, 14]. Tipos de ATR II y Manifestaciones Clínicas LA ATR II pueden ser primarias o secunda- ria y raramente es una entidad no asociada a otra anomalía tubular (Tabla 1) [1, 2, 6, 14]. Existe una forma de origen genético de he- rencia AR causada por mutaciones homocigotas en el gen SLC4A4, que codifica el transportador basolateral Na+-HCO3-, que también se expresa en la membrana corneal. Se observa con más fre- cuencia en asociación con una disfunción tubular proximal múltiple en el contexto un síndrome de Fanconi [1, 2, 6, 14]. Acidosis Tubular Renal Proximal Tipo II Primarias Secundarias – Esporádica (Transitoria) – Hereditaria: o Autosómica dominante (aislada). o Autosómica recesiva (Asociada anomalías ocula- res y retraso mental) – Asociada síndrome de Fanconi. – Enfermedades genéticas (Déficit de vitamina D, síndrome nefrótico, tetralogía de Fallot, trasplante renal, hiperparatiroidismo, síndro me de Leigh) – Fármacos y tóxicos (acetazolamida, tetraciclinas, valproato, etc.) Tabla 4. Tipos de Acidosis tubular renal proximal (Fuente: elaborado por Dra. Dª Gabriela del Pilar González Zhindón, Facultativo Especialista en Nefrología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Salamanca 37007, España).
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