Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
47 Rehabilitación cardíaca integral basada en el ejercicio Paul D. Thompson Perspectiva histórica, 1015 Efectos de la rehabilitación cardíaca y el ejercicio físico sobre la morbilidad y la m orta lidad en los pacientes cardíacos, 1016 Aspectos prácticos de los programas de rehabilitación cardíaca, 1018 O tros com ponentes de la rehabilitación cardíaca integral, 1019 C obertura del seguro, 1019 < 6 Retos actuales de la rehabilitación cardíaca, 1019 Futuro de la rehabilitación cardíaca, 1020 Bibliografía, 1020 PERSPECTIVA HISTÓRICA Hasta la década de los cincuenta, el tratamiento estándar del infarto de miocardio (IM) consistía en varias semanas de hospitalización, seguidas por meses de actividad física restringida. La rehabilitación cardíaca basada en el ejercicio se desarrolló para invertir la pérdida de la condición física producida por esta restricción de la actividad física. El ejercicio físico fue fundamental en este proceso y fue una de las pocas intervenciones que redujo la angina de pecho de esfuerzo en la época anterior a los fJ- bloqueantes y las intervenciones de revascularización coronaria.1 La duración menor de la hospitalización, junto con los fármacos y las intervenciones eficaces para el tratamiento de la isquemia de mio cardio, han cambiado los programas de rehabilitación cardíaca. El ejercicio físico sigue siendo importante, pero la formación y el aseso ramiento para mejorar el bienestar psicológico, reducir el consumo de cigarrillos, y aumentar el cumplimiento del tratamiento farmacológico y de la dieta son ahora componentes clave de los esfuerzos de rehabi litación.2 Las directrices de los Centers for Medicare & Medicaid Ser vices (CMS) de EE. UU. reflejan estos cambios y estipulan que «los programas de rehabilitación cardíaca deben ser integrales e... incluir una evaluación médica, un programa para modificar los factores de riesgo cardíaco... ejercicio prescrito, formación y asesoramiento».2 En consecuencia, los programas de rehabilitación cardíaca suelen deno m inarse ahora «programas de rehabilitación cardíaca/prevención secundaria».2 La American Heart Association (AHA) y la American College of Cardiology Foundation (ACCF) recomendaron programas de rehabilitación cardíaca integrales (indicación de clase I) para los pacientes que se han sometido a una angioplastia coronaria translumi nal percutánea (ACTP) o a un injerto de derivación arterial coronaria (IDAC), que han sufrido un síndrome coronario agudo, o que tienen angina de pecho estable o enfermedad vascular periférica.3 Esta reco mendación recibió el más alto nivel de evidencia (nivel A) para todos los trastornos excepto la angina (nivel B).3 Los CMS también conside ran la rehabilitación cardíaca integral «razonable y necesaria» para los pacientes después de la cirugía valvular y el trasplante de corazón o de corazón y pulmón.4 Propusieron utilizar la derivación a la rehabilitación cardíaca como una medida básica para el tratamiento de los pacientes con enfermedad coronaria y después de la cirugía cardíaca, a partir de enero de 2014, con repercusiones en el reembolso hospitalario en 2015.3 En consecuencia, es probable que el interés por la rehabilitación car díaca aumente en un futuro próximo. El ejercicio físico es fundamental en la mayoría de los programas de rehabilitación cardíaca/reducción del riesgo, porque aumenta la resistencia física y reduce la isquemia cardíaca y la angina de pecho inducidas por el ejercicio, pero incluso los programas sin un componente de entrenamiento físico pueden reducir los episodios cardíacos recurrentes. En un metaanáli sis de 63 estudios aleatorizados sobre la prevención secundaria en el que participaron 21.295 pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC), se observó una reducción del 15% de la mortalidad, pero la disminución de la mortalidad y del IM recurrente fueron similares en los programas que solo comprendían ejercicio; ejercicio y formación y asesoramiento sobre los fac tores de riesgo; y solamente formación y asesoramiento sobre los factores de riesgo6 (tabla 47-1). Puesto que la disminución de los factores de riesgo se analiza con detalle en otra parte (v. tam bién capítulos 42, 44 y 45), este capítulo se refiere específicamente a la práctica de ejercicio en el proceso de rehabilitación. P R IN C IP IO S B Á S IC O S D E L A F IS IO L O G ÍA D E L E JE R C IC IO Y D E L E N T R E N A M IE N T O 1 C o n s u m o m á x im o d e o x íg e n o El músculo esquelético contiene solo pequeñas cantidades de energía para su uso inmediato. Los ejercicios aeróbicos y de resistencia (ta b la 47-2) aumentan las necesidades de oxígeno del organismo para suministrar ener gía al músculo durante el ejercicio. La cantidad de energía utilizada durante el esfuerzo se mide indirectamente como la cantidad de 0 2 consumido (que se denomina consumo de oxígeno ventila torio [ \/o 2]). Al reorganizar la ecuación de Fick (gasto cardíaco [Q] = \/o 2/diferenc¡a de 0 2 arterial-venoso [A 0 2 A-V]), se demuestra que \/o 2 es el producto de Q y A 0 2 A-V. Por lo tanto, durante el ejercicio, las demandas metabólicas se cumplen mediante el aumento del aporte de 0 2 a través del aumento del Q, que, a su vez, es el producto de la frecuencia cardíaca (FC) y el volumen latido (VL), así como mediante el aumento de A 0 2 A-V. A 0 2 A-V aumenta durante el ejercicio por la redistribución del flu jo sanguíneo desde los tejidos que no se están ejercitando (como los riñones y el lecho esplácnico) hasta los músculos que están trabajando, aumentando la extracción de 0 2 en estos músculos, y por la hemoconcentración como consecuencia de las pérdidas de líquido plas mático en el espacio intersticial del músculo que está trabajando. El aumento de Q durante el ejercicio está muy relacionado con el aumento de v o 2, de tal forma que un aumento de 1 I provoca un aumento de aproximadamente 6 I de Q. La capacidad máxima para el ejercicio se mide como v o 2máx. (la cantidad máxima de oxígeno que un individuo puede transportar durante el ejercicio antes de estar lim itado por la fatiga o la disnea). Es una medida muy estable y reproducible de la capacidad para el ejercicio, y se expresa como un valor absoluto en litros por m inuto, o en relación con el peso corporal como mililitros por kilogramo por minuto. El máximo aumento de A 0 2 A-V se fija aproximadamente al 15-17% en volumen. Puesto que el ritmo de trabajo determina el ejercicio, que es el producto de Q y A 0 2 A-V, y puesto que A 0 2 A-V máxima es un valor relativamente fijo, es una medida indirecta de la capacidad máxima de la bomba cardíaca, o Q y VL máximos. C o n s u m o d e o x íg e n o d el m io c a rd io La demanda de 0 2 del miocardio (M o2) puede estimarse como el pro ducto de la FC y la presión arteria l sistólica (PAS), el llam ado doble producto. Aunque el ritm o de trabajo del ejercicio absoluto determina v o 2 y Q, el aumento de la FC y la PAS está determinado por la necesidad de V 0 2 durante el ejercicio como un porcentaje del v o 2máx. En consecuen cia, para cualquier nivel de ejercicio absoluto, un individuo con un mayor V0 2máx. utiliza menos capacidad máxima y tiene una respuesta de la FC y la PAS al ejercicio más baja. El punto clave es que la Mo2 no está determinada únicamente por el ritm o de trabajo del ejercicio externo, sino por el ritmo de trabajo en relación con la capacidad máxima para el ejercicio. U m b ra l v e n t ila t o r io El dióxido de carbono espirado ( VC02) también aumenta a medida que aumenta el ritm o de trabajo del ejercicio. Al principio, los aumentos del V 0 2 y el v c o 2 son paralelos durante el ejercicio, pero la tasa de espiración del C 02 aumenta más deprisa, y el acoplamiento de v o 2 y de \/co2 diverge en lo que se denomina el umbral ventilatorio (UV). Esta divergencia es el resultado del aumento de ácido láctico en la sangre, el tamponamiento de los iones H+ del áddo lácticopor bicarbonato, y la posterior espiración de más C02. El UV también se ha llamado «umbral anaeróbico» y OBLA (por «onset o f b lood lactate accumulation», comienzo de la acumulación de lactato en sangre). Como el C 0 2 estimula el impulso respiratorio, el UV también se asocia a un incremento no lineal de la frecuencia respiratoria y a disnea leve. El UV se produce aproximadamente al 50% del v o 2máx. en los individuos no entrenados, pero a niveles más altos del porcentaje del v o 2máx. en sujetos entrenados. El UV es una medida importante de la tolerancia al ejercicio, ya que representa el ritm o de trabajo constante máximo que se puede mantener durante el ejercicio submáximo. 2016. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos C a r d io l o g ía p r e v e n t iv a T A B L A 47-1 Dism inución de la mortalidad y del infarto de miocardio recurrente («nuevo») según las características del programa de rehabilitación cardíaca a los 12 meses CARACTERÍSTICA DEL PROGRAMA MORTALIDAD IC AL 95% IM NUEVO IC AL 95% Todos los programas -1 5 % - 6 a -3 3 % -17% - 6 a -2 6 % Solo ejercicio -2 8 % - 5 a -4 6 % -2 4 % +1 a -4 3 % Ejercicio y modificación de los FR -1 2 % +4 a -2 6 % -3 8 % - 3 a -5 6 % Solo modificación de los FR -1 3 % -1 a -2 4 % -1 4 % +3 a -2 8 % FR, factores de riesgo; IC, intervalo de confianza. Tomado de Clark AM, Hartling L, Vandermeer B, McAlister FA: Meta-analysis: Secon dary prevention programs for patients with coronary artery disease. Ann Intern Med 143:659, 2005. T A B L A 47 -2 Términos para describir el ejercicio Actividad física: cualquier movimiento del cuerpo Ejercicio: actividad física hasta el punto de sobrecarga y tensión Ejercicio aeróbico: ejercicio que sobrecarga principalmente el sistema de transporte de oxígeno y comprende actividades como caminar, correr, nadar y montar en bicicleta Ejercicio de resistencia: ejercicio que sobrecarga principalmente el sistema musculoesquelético y comprende el levantamiento de pesas Ejercicio de entrenamiento: ejercicio realizado de forma repetitiva para aumentar la capacidad de rendimiento del sistema cardiovascular (ejercicio aeróbico) o del sistema musculoesquelético (entrenamiento con ejercicios de resistencia) Tomado de Thompson PD: Exercise prescription and proscription for patients with coronary artery disease. Circulation 112:2354, 2005. Efectos de la en ferm edad cardíaca sobre el rend im ien to d u ran te el ejercicio El rendimiento durante el ejercicio puede ser normal para la edad y el sexo en los individuos con enfermedad cardíaca. Por otra parte, las enfermedades que limitan el VL máximo, deterioran la respuesta de la FC o causan isquemia de miocardio que produce síntomas limitantes o una disminución del aumento del VL, pueden reducir la capacidad para hacer ejercicio. Los fármacos que limitan la respuesta de la FC durante el ejercicio (como los p-bloqueantes) o las restricciones de la actividad física que producen un efecto de desentrenamiento también pueden contribuir a la disminución de la tolerancia al ejercicio en los pacientes cardíacos. Efecto del e n tren a m ie n to físico sobre el rend im ien to d u ran te el ejercicio El principal efecto de cualquier entrenamiento aeróbico o de resistencia es un aumento de la capacidad para hacer ejercicio. Con el entrenamiento de resistencia, la adaptación principal es el aumento de la fuerza y la resistencia de los músculos entrenados. El efecto principal de la práctica de ejercicio aeróbico es el aumento del v o 2máx. Este aumento de la capacidad máxima de ejercicio significa que cualquier ritmo de trabajo submáximo requiere un menor porcentaje de V0 2máx., lo que reduce la respuesta de la FC y la PAS y las necesidades de M o2. El entrenamiento de resistencia también aumenta el UV absoluto y el UV como un porcentaje del v o 2máx. Muchas adaptaciones contribuyen a mejorar la tolerancia al ejercicio después del entrenamiento, como el aumento del VL y el aumento de A 0 2 A-V. La magnitud del aumento del v o 2máx. durante el ejercicio de resis tencia depende de múltiples factores, como la edad del sujeto, la inten sidad y la duración del régimen de entrenamiento, factores genéticos, enfermedades subyacentes, y si en las pruebas y el entrenamiento se utilizan ejercicios similares. En general, en los sujetos jóvenes que han entrenado intensivamente, aumenta más la tolerancia al ejercicio. El V0 2máx. aum enta un promedio del 11 al 36% en los pacientes de rehabilitación cardíaca,7 aunque la respuesta varía según la gravedad de la enfermedad subyacente. Por ejemplo, los individuos con una dis minución notable de la función ventricular pueden lograr gran parte 1016 del aumento de su capacidad para el ejercicio por el aumento de A 0 2 A-V, m ientras que, en algunos pacientes cardíacos, el aumento del gasto cardíaco se ha documentado tras 12 meses de entrenamiento.1 Además de aumentar la capacidad máxima para el ejercicio, el ejercicio de resistencia, debido a sus efectos sobre el UV, aumenta la capacidad de resistencia. Este efecto es muy importante, porque el aumento de la capacidad de resistencia al ejercicio submáximo reduce la disnea a los ritmos de trabajo submáximos y facilita la realización de la mayoría de las tareas diarias. EFECTOS DE LA REHABILITACIÓN CARDÍACA Y EL EJERCICIO FÍSICO SOBRE LA MORBILIDAD Y LA MORTALIDAD EN LOS PACIENTES CARDÍACOS A ngina de pecho La mayoría de los pacientes con angina de pecho controlan sus síntomas con fármacos o los eliminan sometiéndose a una ACTP o a un IDAC. En consecuencia, y con raras excepciones,8 gran parte de la evidencia de que el ejercicio físico mejora la tolerancia al esfuerzo en pacientes con angina de pecho se obtuvo antes de 1990. El entrenamiento aumenta el tiempo de ejercicio hasta la aparición de la angina de pecho, o elimina la angina por completo, al menos por dos mecanismos. En primer lugar, como se ha analizado antes, el ejercicio aumenta el V0 2máx., lo que reduce la respuesta de la FC y la PAS al ejercicio submáximo. Esta disminución en el doble producto reduce los requisitos de M o2 y retrasa la aparición de la angina de pecho. En segundo lugar, el ejercicio mejora la función endotelial.9 Las arterias coronarias normales se dilatan con el ejercicio, mientras que las arterias coronarias ateroescleróticas suelen mostrar dis- función endotelial con el ejercicio, que se manifiesta por el fracaso para dilatarse o por la vasoconstricción. El ejercicio físico reduce la disfunción endotelial, que se mide en la angiografía coronaria cuantitativa durante la infusión del agonista endotelial acetilcolina.9 En algunos pacientes también se producen aumentos del producto de la velocidad por la presión en la aparición de la angina de pecho después de solo un corto período de ejercicio,1 lo que también indica una mejoría de la función endotelial (fig. 47-1). El ejercicio físico se utiliza principalmente en pacientes con angina de pecho que no son candidatos para intervenciones coronarias, pero, en un estudio clínico de 101 hombres de 70 años de edad o menos, se observó que la práctica de ejercicio es útil en otros pacientes con angina estable.8 Los sujetos se asignaron al azar para hacer ejercicio durante 1 año o para la ACTP. Fueron excluidos si la lesión no era adecuada para la ACTP o si tenían estenosis de alto grado de la arteria descendente anterior izquierda, m ás del 25% de estenosis principal izquierda, valvulopatía, fracción de eyección inferior al 40%, IM en un plazo de 2 meses, ACTP o IDAC en un plazo de 12 meses, o diabetes insulinodependiente. El ejercicio consistía en 2 semanas de hospitali zación, durante las cuales se realizaban seis sesiones diarias de 10 min al 70% de la FC máxima tolerada, seguidas por sesiones diarias de 20 min de ejercicio en una bicicleta estática en su casa, más una sesión semanal de 60 min supervisada. Cuarentay siete sujetos de cada grupo terminaron el estudio. El nivel de ejercicio hasta el inicio de la isquemia aumentó un 30% en los sujetos entrenados y un 20% en los sujetos sometidos a ACTP. Estas diferencias no fueron significativas, pero los aumentos de la capacidad máxima de ejercicio (20% frente a 0%) y del v o 2máx. (16% frente a 2%) fueron significativamente mayores en los sujetos que habían hecho ejercicio. La lesión diana potencial no cambió en los sujetos que habían hecho ejercicio, y solo el 15% de los sujetos sometidos a la ACTP mostraron reestenosis, que se define como el estrechamiento de la luz mayor del 50% en el lugar de la ACTP. Después de 1 año, el 88% de los sujetos sometidos a la ACTP frente a solo el 70% de los sujetos entrenados experimentaron un episodio cardiovascular mayor, como IM, accidente cerebrovascular, intervención de revascularización u hospitalización por angina (P = 0,023) (fig. 47-2). Este estudio es anterior al uso generalizado de endoprótesis (stents) liberadoras de fármacos, pero, aun asumiendo que no hay reestenosis intraendoprótesis, el grupo que hizo ejercicio también debería haber tenido una tasa de supervivencia sin episodios mayor (88% frente a 72%, P = 0,039). Los autores observaron que la angioplastia trata una lesión responsable, mientras que el ejercicio trata la disfunción endotelial a través del sistema vascular. Estos resultados no pueden generalizarse a todos los sujetos con angina estable, pero documentan que el entrenamiento puede ser adecuado para tratar a pacientes seleccionados con angina de pecho. El se vi er . Fo to co pi ar sin au to riz ac ió n es un de lit o. < O < O < f « 8Ü 5 LU i5 3 w- O LU cc 200 150 100 - 50 F C antes del entrenamiento, A paric ió n de nu eva a n g in a de pecho (con A F S C ) -A parición de nueva a ng ina de pecho (sin A F S C ) ** F C d esp u é s del entrenam iento -------- 1-------------r R e p o so 1 V Ó 2 litros de 0 2 /min FIG URA 47-1 Cambios de la tolerancia al ejercicio y la aparición de la angina de pecho con el ejercicio físico. La FC frente a la pendiente del Vo2 se desplaza de manera que cualquier ritmo de trabajo (Vo2) provoca una respuesta de la FC más lenta. La angina de pecho se retrasa, pero se produce a la misma FC si no hay cambios del flujo sanguíneo coronario (FSC) (aparición de nueva angina [sin A FSC]). La angina de pecho se retrasa, pero se produce a una FC mayor si el FSC aumenta debido a la mejora de la función endotelial. (Reproducido a partir de Thompson PD: Exercise prescription and proscription for patients with coronary artery disease. Circulation 112:2354, 2005.) Efecto de la rehabilitac ión cardíaca sobre la m orb ilid ad y la m o rta lid ad en pacientes con en ferm edad a rte ria l coronaria En una revisión sistemática, se identificaron 47 estudios en los que 10.794 pacientes con IM, IDAC, ACTP o angina de pecho se asignaron aleatoriamente para la rehabilitación cardíaca basada en el ejercicio o para los cuidados habituales.10 La mortalidad total y la mortalidad cardiovascular fueron un 13 y un 26% menores, respectivamente, a los 12 meses o más de seguimiento, mientras que los ingresos hospitalarios fueron un 31% menores en el primer año del estudio (P < 0,05 para todos). El IM, el IDAC o la ACTP posteriores no disminuyeron. Como se ha mencionado antes, con diversos programas de prevención secundaria, que comprenden los que no tienen un componente de ejercicio,6 pueden obtenerse resultados similares, por lo que es probable que factores no relacionados con el ejercicio, como un mejor cumplimiento terapéutico, una estrecha supervisión por el personal de rehabilitación o el apoyo social, contribuyan a los beneficios de los programas de rehabilitación. Rehabilitación cardíaca en pacientes después de ia angioplastia coronaria translum inal percutánea Se han realizado pocos estudios grandes en los que se hayan analizado los efectos de la reha bilitación cardíaca basada en el ejercicio en los pacientes después de la ACTP. En un análisis retrospectivo de 2.395 pacientes después de la ACTP, se observó una disminución de alrede dor del 45% de la mortalidad (P < 0,001) en el 40% de los pacientes que participaron en la rehabilitación cardíaca.11 La rehabilitación no afectó al EM recurrente o a la revascularización posterior, pero la disminución de la mortali dad no fue diferente según el sexo, la edad o la urgencia de la ACTP, lo que indica que la rehabilitación cardíaca puede beneficiar a casi todos los pacientes después de la ACTP. Desa fortunadamente, el sesgo de la autoselección no puede eliminarse como una explicación para estos resultados, pero coincide con la cuestión abrumadora de que la rehabilitación cardíaca mejora los resultados clínicos. Rehabilitación cardíaca en la insuficiencia cardíaca H asta 2009, solo existía un metaanálisis que apoyara el beneficio del ejercicio en los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC) (v. también capí tulo 25).u El Heart Failure: A Controlled Trial Investigating Outcomes of Exercise Training (HF-ACTION) fue el primer estudio a gran escala realizado correctamente para analizar el efecto del ejercicio físico sobre los resultados cardiovasculares en pacientes con IC estable.13 En el HF-ACTION se asignaron aleatoriamente 2.331 pacientes con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) del 35% o menos a un grupo de entrenamiento con ejercicios o a un grupo de control. A los sujetos del grupo de entrenamiento se les animó a participar en 36 sesiones de ejercido supervisadas durante un período de 3 meses y después cambiaron a hacer ejerddo en casa, con el objetivo de entrenar cinco veces a la semana durante 40 min. La FC objetivo del entrenamiento era del 60 al 70% de la reserva de la FC máxima, calculada como la FC máxima menos la FC en reposo, multiplicada por 0,6 a 0,7, y añadida a la FC en reposo. La duradón media del seguimiento fue de 3,1 años, con un rango de 1 a 4 años. La mortalidad total (-4% , P = 0,7), la mortalidad cardiovascular o la hospitalización cardiovascular (-8% , P = 0,14), y la mortalidad cardiovas cular o la hospitalización por IC (-13% , P = 0,06) disminuyeron más de forma insignificante en el grupo de ejercido que en el grupo de control. Estos resultados volvieron a evaluarse después de ajustarse por factores de confusión preestablecidos, como la duradón basal del ejercido, la FEVI, un índice de depresión psicológica y los antecedentes de fibrilación o aleteo auricular. Después de este ajuste, la mortalidad total o la hospitalización (-11% , P = 0,03), la mortalidad cardiovascular o la hospitalización (-9% , P = 0,09), y la mortalidad cardiovascular o la hospitalizadón cardiovascular (-15% , P = 0,03) disminuyeron, lo que indica que el ejercicio físico tuvo efectos beneficiosos en los pacientes con IC (fig. 47-3). En el HF-ACTION no se obtuvieron resultados abrumadoramente positivos, pero es probable que el estudio subestimara los beneficios potenciales de la práctica de ejercicio en los pacientes con IC. En los resultados presentados se utilizó correctamente un análisis de intención para tratar, pero el grupo de ejercicio tuvo un mal cumplimiento. Solo 736 sujetos (60%) completaron las 36 sesiones de ejercicio supervisadas. Los investigadores intentaron mejorar el cumplimiento del ejercicio a largo plazo proporcionando cintas sin fin en casa o ciclos de ejercicios y monitores de la FC. También utilizaron diversas estrategias para mejorar el cumplim iento. A pesar de estos esfuerzos, el máximo aumentó solo un 4% en el grupo de entrenamiento. Este efecto fue inferior al aumento del 10% proyectado por los investigadores del estudio y estuvo muy por debajo del aumento del 17% observado en los pacientes con IC que realizaron el ejercicio en sesiones supervisadas.12 Por el contrario, en un estudio italiano en el que el cumplim iento delentrenamiento fue del 88% durante un período de estudio de 10 años, se demostraron los beneficios potenciales del ejercicio físico en pacientes con IC.14 En este estudio, se asignaron al azar 123 pacientes con IC clase N .° de p a cientes con riesgo G rup o de la IC P 50 G rup o del e jercicio f ís ic o 51 4 1 48 S E G U IM IE N T O (m eses) 35 45 FIG URA 4 7-2 Supervivencia sin episodios en 101 pacientes cuidadosamente seleccionados, con angina de pecho estable, asignados aleatoriamente para una intervención coronaria percutánea (ACTP/endoprótesis) o para realizar ejercicio físico durante 1 año. Los números de la parte inferior indican los pacientes libres de episodios. La supervivencia sin episodios fue significativamente mejor en el grupo del ejercicio físico (88% frente a 70%, P = 0,02 mediante la prueba de rangos logarítmicos). (Reproducido a partir de Hambrecht R, Walther C, Mobius-Winkler S, et al: Percutaneous coronary angioplasty compared with exercise training in patients with stable coronary artery disease: A randomized trial. Circulation 109:1371, 2004.) R e h a b ilita c ió n card íaca in te g ra l b a sad a en el e je rc ic io C a r d io l o g ía p r e v e n t iv a 0,8 A Ñ O S D E S D E L A A S IG N A C IÓ N A L E A T O R IA N.° de pacientes en riesgo Cuidados 1.172 651 337 146 habituales Ejercicio 1.159 656 352 167 FIGURA 47-3 Mortalidad por cualquier causa u hospitalización por cualquier causa < el HF-ACTION. La tasa de riesgo no se redujo en los datos no ajustados, pero fue estadís ticamente significativa cuando se ajustó para la duración del ejercicio de referencia, la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, la escala Beck Depression Inventory II, los antecedentes de fibrilación o aleteo auricular, y la causa de la IC. (Reproducido a partir de O'Connor CM, Whellan DJ, Lee KL, etal: Efficacy and safety o f exercise training in patients with chronic heart failure: HF-ACTION randomized controlled trial. JAMA 301:1439,2009.) F R A C C IÓ N D E E Y E C C IÓ N D E L V E N T R ÍC U L O IZ Q U IE R D O (% ) 2 5 - 2 0 H-------- 1---------1---------1-------- 1-------- 1---------1---------1---------1---------1---------1---------1 Entrada 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 T IE M P O (años) FIG URA 4 7 -4 FEVI en los pacientes con IC que realizaron ejercicio físico (círculos sólidos) y que no realizaron ejercicio físico (círculos vacíos) a través del tiempo. Los cambios de la FEVI fueron diferentes entre los grupos a lo largo del tiempo, pero no hasta 5 años después de empezar a practicar ejercicio. (Reproducido a partir de Belardinelli R, Georgiou D, Cianci G, Purcaro A: 10-year exercise training in chronic heart failure: A randomized controlled trial. J Am Coll Cardiol 60:1521, 2012.) II o III según la New York Heart Association y una fracción de eyección inferior al 40% en un grupo de ejercicio físico formal o en un grupo de control sin ejercicio formal. El grupo de ejercicio entrenó hasta el 60% de su v o 2 máximo durante 2 meses, y al 70% a partir de entonces. Las sesiones de ejercicio se realizaban dos veces a la semana, y se animaba a los participantes a realizar una tercera sesión por su cuenta. La mayor parte del entrenamiento se realizaba en un «club cardíaco», que también fomentaba estilos de vida saludables. El v o 2 aumentó un 14,7% en el grupo de entrenamiento con ejercicios y disminuyó un 2,5% en el grupo de control después de 1 año. A los 10 años, el v o 2 máximo era un 21,8% mayor en el grupo de entrenamiento. Sorprendente mente, la fracción de eyección aumentó solo en el grupo de entrenamiento con ejercicios, y esta diferencia apareció solo a los 5 años del estudio (fig . 47-4). En los sujetos del grupo de entrenamiento se produjeron 12 episodios cardíacos, y 35 en los sujetos del grupo de control, una disminución del 45% (IC al 95% , disminución del -2 8 al -7 4 % ; P < 0,001) (fig . 47-5). Del mismo modo, se produjeron cuatro muertes en el grupo de entrenamiento y 10 muertes en el grupo de control, una disminución del 32% (IC, disminución del -2 8 al -7 0 % ). Estos resultados indican que el entrenamiento prolongado puede afectar mucho a los resultados clínicos en los pacientes con IC, si el cumplimiento es adecuado. ASPECTOS PRÁCTICOS DE LOS PROGRAMAS DE REHABILITACIÓN CARDÍACA 100 £ 80 (/> < O z UJ > > 60 - 40 - 20 Rango logarítmico = 7,2 P < 0,001 Entrada — i— 20 40 — i— 60 i— 80 100 T IE M P O (m ese s) N.° de pacientes en riesgo Entrenados 2 No entrenados 6 120 FIGURA 4 7 -5 Supervivencia sin episodios de los pacientes con IC que realizaron ejercicio físico y que no lo realizaron. (Reproducido a partir de Belardinelli R, Georgiou D, Cianci G, Purcaro A: 10-year exercise training in chronic heart failure: A randomized controlled trial. JAm Coll Cardiol 60:1521, 2012.) Estructura del program a Los programas de rehabilitación cardíaca se dividen en tres fases basadas en el estado clínico del paciente. La fase 1 se refiere a los programas que se realizan durante la hospitalización y que comienzan poco después del episodio cardíaco agudo o de la intervención. Estos programas son poco frecuentes en la actualidad, debido a la brevedad de la estancia en el hos pital en la mayoría de los casos, aunque algunos países europeos tienen programas de rehabilitación para pacientes hospitalizados que duran hasta varias semanas. Los programas de la fase 1 siguen siendo útiles para la movilización de pacientes ancianos después de episodios cardíacos com plicados, así como para muchos tipos de pacientes después de la cirugía cardíaca. En EE. UU., estos programas suelen dirigirlos los departamentos de fisioterapia o el personal de rehabilitación cardíaca dedicado. La fase 1 también es una forma excelente de presentar el concepto de rehabilitación cardíaca a los pacientes y de solicitar las derivaciones apropiadas. En EE. UU. no está disponible el reembolso independiente de los programas de fase 1, porque este servicio, si se proporciona, está incluido en los cargos 1018 por el episodio agudo. La fase 2 se refiere a los programas ambulatorios supervisados por médicos durante el período posterior al alta. Generalmente, en estos programas, los pacientes hacen ejercicio tres veces a la semana, durante un período de 3 a 4 meses, hasta un total de 36 sesiones. Otros abordajes de la rehabilitación cardíaca, como los programas domésticos autosuper- visados simples, los programas domésticos supervisados por personal de enfermería que hace visitas a domicilio, y los programas domésticos con monitorización electrocardiográfica (ECG) telefónica, se han analizado en entornos de investigación y se han comparado favorablemente con programas estándar realizados en instituciones.15 La mayoría de las com pañías de seguros no cubren los programas alternativos, pero es necesario desarrollarlos, porque muchos pacientes no pueden asistir a los programas estándar que se realizan en los centros sanitarios.15 La fase 3 se refiere a los programas de mantenimiento sin seguimiento ECG. Los proporcionan los mismos centros que ofrecen los programas de la fase 2, pero, como los programas de la fase 3 no suelen incluir supervisión médica, también pueden proporcionarlos los clubes de salud y los gimnasios. Generalmente, los seguros médicos no cubren estos programas en EE. UU. El se vi er . F ot oc op ia r sin au to riz ac ió n es un de lit o. C obertura del personal El programa de rehabilitación cardíaca estándar cuenta con un director médico, un miembro del personal de enfermería, y otros miembros del personal de enfermería o personas con formación en fisiología del ejercicio que diseñan los ejercicios y los programas educativos, y supervisan las sesiones de entrenamiento. En EE. UU., para tener derecho al reembolso de Medicare, los programas de rehabilitación cardíaca de la fase 2 deben tener un directormédico. Esta persona debe revisar y aprobar un plan de tratamiento para cada paciente cada 30 días.16 Además, un médico supervisor debe estar disponible inmediatamente durante las sesiones de rehabilitación, y los pacientes deben tener un trazado ECG interpretado y montado en la gráfica en cada sesión. La definición del término «dis ponible inmediatamente» está abierta a interpretación, pero, en general, significa estar en la instalación y disponible en unos instantes para cual quier urgencia. Todo el personal de rehabilitación cardíaca debe tener formación en soporte vital cardíaco avanzado. Un miembro del personal de enfermería debe estar disponible durante las sesiones de rehabilitación con ejercicio para manejar las urgencias y administrar los fármacos. Las recomendaciones sobre el personal son un miembro del personal por cada cinco participantes durante los programas de la fase 2, y un miembro del personal por cada 10 a 15 participantes durante las sesiones de la fase 3. Diseño y adm in istrac ión del program a de ejercicio físico Los pacientes que se derivan a la rehabilitación cardíaca deben someterse a una prueba de esfuerzo limitada por los síntomas antes de entrar en el programa, para identificar y evaluar todos los síntomas importantes, la isquemia o las arritmias que pueden requerir otras intervenciones antes de la práctica del ejercicio. La prueba de esfuerzo también establece la capacidad de referencia para hacer ejercicio y determina la FC máxima para preparar una prescripción de ejercicios de entrenamiento. General mente, las pruebas se realizan cuando los pacientes están tomando sus fármacos habituales para imitar la respuesta probable de la FC que se producirá durante el entrenamiento. Una sesión de entrenamiento típica para los pacientes de rehabilitación cardíaca consta de 5 min de calentamiento, seguido de al menos 20 min de ejercicio aeróbico y de 5 a 15 min de enfriamiento. La sesión de calentamiento consiste en estiramientos y ejercicios de calistenia ligeros. También deben realizarse algunos ejercicios de resistencia utilizando pesas ligeras o máquinas de ejercicio, a menudo después de la sesión aeróbica y como parte de un período de enfriamiento prolongado. Con ejercicios como los curls de bíceps, las extensiones de tríceps, el press militar (para los pacientes sin problemas en el hombro), el encogimiento de hombros, las flexiones con las rodillas dobladas, los «abdominales» con las rodillas dobladas y las sentadillas, se trabajan la mayoría de los grupos musculares principales y aumenta la capacidad de los pacientes para realizar las tareas domésticas y laborales, como levantar y cargar. El componente de ejercicio aeróbico se realiza generalmente al 60-70% del V0 2máx., que corresponde aproximadamente al 70-80% de la FC máxima. Algunos pacientes necesitan intensidades de entrenamiento inferiores. Aunque la norma es practicar ejercicio durante 20 min, períodos más cortos también son beneficiosos, y es casi seguro que sesiones más largas proporcionan más beneficios. La mayoría de los programas de reha bilitación cardíaca recomiendan otras actividades, como trabajar en el jardín y caminar, los días que los pacientes no asisten a las sesiones supervisadas. Las pruebas de esfuerzo antes de iniciar la rehabilitación cardíaca son útiles, pero no se realizan a todos los pacientes (especialmente los que han sufrido un IM reciente). Los pacientes que no se someten a la prueba de esfuerzo antes de comenzar un programa pueden hacer ejercicio a una FC 20 latidos más rápida que su valor en reposo. Otro enfoque consiste en que los pacientes hagan ejercicio hasta su FC en reposo, más un porcentaje adicional especificado de su FC en reposo. Por ejemplo, durante el primer mes, un paciente podría hacer ejercicio hasta su FC en reposo más el 20-30% de su FC en reposo; en el segundo mes, hasta su FC en reposo más el 20-40% de su FC en reposo; y en el tercer mes, hasta su FC en reposo más el 20-50% de su FC en reposo. Como alternativa, estos pacientes pueden hacer ejercicio hasta el punto de disnea leve y mantener ese nivel durante la sesión de entrenamiento. Como se ha mencionado antes, el inicio de la disnea se aproxima al UV y es una intensidad adecuada para un estímulo de entrenamiento. Por último, los pacientes pueden entrenarse hasta un nivel «un poco difícil» utilizando escalas numéricas diseñadas para estimar la intensidad del esfuerzo, como © la Borg Scale of Perceived Exertion modificada. Ejercicio sin supervisión Muchos pacientes no pueden asistir a las sesiones de ejercicios supervisadas, pero hay que aconsejarles que realicen ejercicio para su beneficio cardiovas cular. A los pacientes sin problemas ortopédicos en las extremidades inferio res se les debe recomendar que caminen a paso ligero como su modalidad de entrenamiento. En general, a los pacientes que están en programas sin supervisión se les debe alentar a hacer ejercicio hasta que aparezca disnea leve, por las razones mencionadas antes. Este enfoque evita la necesidad de monitorizar el pulso. Muchos pacientes, o bien no pueden monitorizar con precisión su frecuencia cardíaca o se preocupan excesivamente por las irregularidades del pulso causadas por extrasístoles auriculares o ven triculares. A las personas que hacen ejercicio por su cuenta también se les puede aconsejar que juzguen la intensidad del ejercicio utilizando la «prueba del habla», que consiste en entrenar al ritmo más rápido que todavía permita tener una conversación cómoda. Este ritmo de trabajo corresponde al rango de entrenamiento recomendado para los pacientes cardíacos.1 OTROS COMPONENTES DE LA REHABILITACIÓN CARDÍACA INTEGRAL Medicare obliga al asesoramiento nutricional, psicológico y profesional, así como al tratamiento de los factores de riesgo, como los lípidos séricos, la presión arterial y el tabaquismo.17 Estos componentes de la prevención secundaria de la EAC tienen una importancia crítica. Abordar cuestiones como la presión arterial, el tratamiento de los lípidos y dejar de fumar suele requerir equilibrar las funciones del personal de rehabilitación cardíaca y el médico de atención primaria. Generalmente, el personal de rehabilitación cardíaca se centra en los aspectos del asesoramiento para el tratamiento de los factores de riesgo. También pueden interpretar los resultados de laboratorio y las instrucciones del médico, y actuar como mediadores entre los pacientes y los que les proporcionan los cuidados sanitarios primarios. Por ejemplo, en el caso de los lípidos, el personal de rehabilitación puede evaluar los resultados del médico e indicar que el paciente necesita un abordaje de tratamiento más intensivo para conseguir los objetivos del colesterol. Los programas difieren en la forma en que se ofrecen el asesoramiento y la formación. En muchos programas se utiliza el tiempo que pasa el paciente en la máquina de ejercicios para visitarle y enseñarle. En algunos programas simplemente se diseña material impreso que se pone a dis posición de los participantes. En otros programas se utilizan monitores de televisión y programas de vídeo comerciales o diseñados específicamente para dar consejos o enviar mensajes sobre la reducción de riesgos. En algu nos programas se han sustituido las sesiones de ejercicio por programas educativos. Pueden programarse actividades lectivas de manera creativa, además de las sesiones de ejercicio, que permiten a los participantes elegir los programas educativos que mejor se adapten a sus necesidades. COBERTURA DEL SEGURO Es importante que el seguro cubra las actividades de rehabilitación car díaca para que los pacientes puedan recibir estos servicios. En EE. UU.,17 Medicare ofrece el reembolso a los pacientes que tienen angina de pecho estable, han sufrido IM agudo o se han sometido a IDAC, reparación o sus titución de válvulas cardíacas, ACTP o trasplante de corazón o de corazón y pulmón en los12 meses anteriores. Muchas aseguradoras privadas siguen los procedimientos de reembolso de Medicare. La cobertura habitual es para un total de 36 sesiones de ejercicio, aunque Medicare ofrece cobertura hasta para 72 sesiones en algunos casos.15 Históricamente, Medicare no ha cubierto la rehabilitación cardíaca para la IC, pero ha propuesto iniciar esta cobertura, posiblemente en 2014. Los pacientes tendrán derecho si tienen una fracción de eyección inferior al 35% y síntomas a pesar de al menos 6 semanas de tratamiento médico adecuado.18 La cobertura de los seguros en otras partes del mundo varía mucho. RETOS ACTUALES DE LA REHABILITACIÓN CARDÍACA Actualmente, el principal problema de la rehabilitación cardíaca basada en el ejercicio es su subutüización. Solo del 14 al 35% de los que sobreviven a un IM y aproximadamente el 31% de los pacientes que se han sometido a una revascularización coronaria se derivan a programas de rehabilitación cardíaca.15 En las mujeres, los pacientes de edad avanzada y las minorías (los mismos grupos que tienen el mayor riesgo de episodios recurrentes), las tasas de derivación son especialmente bajas.15 El respaldo del médico de la rehabilitación cardíaca es uno de los factores predictivos más impor tantes de la participación.15 No está claro por qué los médicos no derivan habitualmente a los pacientes a la rehabilitación, aunque la subestimación 1019 R e h a b ilita c ió n card íaca in te g ra l b a sad a en el e je rc ic io C a r d io l o g ía p r e v e n t iv a de los beneficios del ejercicio por parte de los médicos, la ausencia de cono cimientos de los profesionales sanitarios sobre la práctica de ejercicio y la ausencia de defensores del ejercicio similares a los representantes farma céuticos pueden contribuir. La ausencia de un estudio clínico concluyente, realizado correctamente, también puede contribuir a la subutilización, y es posible que algunas mujeres no quieran participar en programas en los que predominan los hombres.15 Es probable que los médicos aumenten la derivación a la rehabilitación cardíaca cuando la derivación a este tipo de programas se convierte en una medida básica del desempeño hospitalario.3 Incluir la derivación automática a la rehabilitación cardíaca en series de órdenes estandarizadas para los pacientes cardíacos adecuados es una de las mejores maneras de aumentar las tasas de derivación. FUTURO DE LA REHABILITACIÓN CARDÍACA El uso de la rehabilitación cardíaca debería aumentar notablemente si Medicare aprobara la derivación como una medida básica para el tra tamiento de los pacientes con enfermedad coronaria y después de la cirugía cardíaca, como se ha propuesto.5 Además, es probable que la capacidad de la rehabilitación cardíaca para reducir la mortalidad cardíaca y, posiblemente, los episodios cardíacos recurrentes sea un componente de cualquier intento de controlar los costos de la atención médica por las organizaciones responsables de la atención.15 Por otro lado, aunque los datos que apoyan los beneficios de la rehabilitación cardíaca son muy apreciados,3 carecen del apoyo de grandes estudios clínicos reali zados correctamente. Los metaanálisis tienen el problema del sesgo de la publicación en positivo y otras cuestiones, y muchos de los estudios evaluados en el metaanálisis disponible son anteriores al tratamiento médico e intervencionista intensivo actual para la enfermedad cardíaca. En consecuencia, los pagadores pueden limitar el reembolso de la reha bilitación cardíaca en el futuro para controlar los costos, aunque este resultado parece poco probable, dada la evaluación actual de Medicare de estos datos. Los esfuerzos para contener los costos también podrían dar lugar a un uso más amplio de los programas de rehabilitación cardíaca basados en el ejercicio y en la reducción de riesgos para mejorar la función endotelial y para tratar la angina de pecho y la EAC estable antes de proceder a intervenciones más costosas, como la ACTP y la IDAC. Este cambio parece imposible en el actual paradigma de pago por servicio, pero no lo es, dadas las comparaciones disponibles de las estrategias médicas frente a las invasivas para el tratamiento de la enfermedad coronaria estable, la fisiología de la respuesta al ejercicio físico y la evidencia de que el ejercicio disminuye los episodios cardiovasculares más que la ACTP en pacientes seleccionados con angina de pecho.8 AGRADECIMIENTOS El autor da las gracias al personal del Hartford Hospital Cardiac Rehabi litation Program, Hartford, Conn., por los años de formación que le han proporcionado, así como a Lucie Bohannon, MS, PT, y Meg Flaherty, RN, por su asesoramiento sobre los aspectos prácticos de la rehabilitación. B ib lio g ra fía 1. Thompson PD: Exercise prescription and proscription for patients with coronaiy artery disease, Circulation 112:2354,2005. 2. Thomas RJ, King M, Lui K et al: ACVPR/ACCF/AHA 2010 update: Performance measures on cardiac rehabilitation for referral to cardiac rehabilitation/secondary prevention services: A report of the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation and the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Performance Measures (Writing Committee to Develop Clinical Performance Measures for Cardiac Rehabilitation), Circulation 122:1342,2010. 3. Smith SC Jr, Benjamin EJ, Bonow RO, et al: AHA/ACCF secondary prevention and risk reduction therapy for patients with coronary and other atherosclerotic vascular disease: 2011 update: A guideline from the American Heart Association and American College of Cardiology Foundation, Circulation 124:2458,2011. 4. Decision Memo for Cardiac Rehab (CAG-00089R). Centers for Medicare & Medicaid Services (CMS) Manual 100-3 §20.10.2012. 5. CMS O P Final Rule 11-12.2012,881.6. Clark AM, Hartling L,Vandermeer B, McAlister FA: Meta-analysis: Secondary prevention programs for patients with coronary artery disease, Ann Intern Med 143:659,2005. 7. Leon AS, Franklin BA, Costa F, et al: Cardiac rehabilitation and secondary prevention of coronaiy heart disease: An American Heart Association scientific statement from the Council on Clinical Cardiology (Subcommittee on Exercise, Cardiac Rehabilitation, and Prevention) and the Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism (Subcommittee on Physical Activity), in collaboration with the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation, Circulation 111:369, 2005.8. Hambrecht R, Walther C, Mobius-Winkler S , et al: Percutaneous coronary angioplasty compared with exercise training in patients with stable coronary artery disease: A randomized trial, Circulation 109:1371,2004. 9. Gielen S, Schuler G, Adams V: Cardiovascular effects of exercise training: Molecular mechanisms, Circulation 122:1221,2010. 10. Heran BS, Chen JM , Ebrahim S et al. Exercise-based cardiac rehabilitation for coronary heart disease. Cochrane Database SystRev (7):C D 001800,2011. 11. Goel K, Lennon RJ, Tilbury RT, et al: Impact of cardiac rehabilitation on mortality and cardiovas cular events after percutaneous coronary intervention in the community, Circulation 2344,2011. 12. Sm art N, Marwick TH: Exercise training for patients with heart failure: A systematic review of factors that improve mortality and morbidity, A m JM ed 116:693,2004. 13. O'Connor CM, W hellan DJ, Lee KL, et al: Efficacy and safety of exercise training in patients with chronic heart failure: HF-ACTION randomized controlled trial, JAM A 301:1439,2009. 14. Belardinelli R, Georgiou D, Cianci G, Purcaro A: 10-year exercise training in chronic heart failure: A randomized controlled trial, JA m Coll Cardiol 60:1521,2012. 15. Balady GJ, Ades PA, Bittner VA, et al: Referral, enrollment, and delivery of cardiac rehabilitation/ secondary prevention programs at clinical centers and beyond: A presidential advisory from theAmerican Heart Association, Circulation 124:2951,2011. 16. K ingM , Bittner V, Josephson R, et al: Medical director responsibilities for outpatient cardiac rehabilitation/secondary prevention programs: 2012 update: A statement for health care profes sionals from the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation and the American Heart Association, Circulation 126:2535,2012. 17. Medicare Improvements for Patients and Providers Act of 2008.(http://www.gpo.gov/fdsys/ pkg/PLAW-110publ275/pdf/PLAW-110publ275.pdf). 18. Proposed Decision Memo for Cardiac Rehabilitation (CR) Programs— Chronic Heart Failure (CAG-00437N ). (http://www.cms.gov/medicare-coverage-database/details/nca-proposed- decision-memo.aspx?NCAId=270). 1020 http://www.gpo.gov/fdsys/ http://www.cms.gov/medicare-coverage-database/details/nca-proposed-
Compartir