Logo Studenta

Reporte de lectura Roma dulce hogar

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Roma dulce hogar
Reporte de lectura 
Roma dulce hogar es un libro escrito por Kimberly y Scott Hahn, ambos cristianos presbiterianos que cuentan su historia de conversión al catolicismo. 
Para empezar es necesario partir del hecho de que aunque el fin último de cristianos y católicos es el mismo (es decir su amor a Dios y ser en vida para él) ambas religiones tienen formas muy distintas de vivir su fe, en general esto responde al devenir histórico que las dos religiones han tenido como oposición la una de la otra desde sus orígenes, hasta llegar a nuestros días. 
El libro es un claro ejemplo de lo que sucede cuando salimos de nuestra zona de confort y nos cuestionamos sobre los preceptos que nos inculcaron desde la cuna y con los cuales crecimos sin detenernos a pensar cual era nuestra verdadera postura o juicio al respecto. 
Scott y Kimberly Hahn son una pareja norteamericana, que en un principio eran cristianos presbiterianos anticatólicos; Kimberly de familia dedicada a predicar la palabra de dios, hija de padre Pastor y hermanos pastores, su sueño de toda la vida era servir a Dios y ser la esposa de un pastor, Scott, de familia cristiana también, pero no tan comprometida como la de Kimberly, hijo de un joyero y una ama de casa, reforzó su fe por iniciativa propia y llegó a convertirse a temprana edad en un reconocido teólogo y pastor de la iglesia cristiana. 
Después de dicho planteamiento el libro desarrolla el viaje espiritual que recorrió este joven matrimonio al descubrir a través del cristianismo la fe católica, y cómo la segunda les ofrecía respuestas que la primera no tomaba en cuenta. 
En este reporte desarrollaré un pequeño análisis del personaje femenino de la historia, ya que es Kimberly quien me parece vivió la parte más humana de la conversión, al estar presente en su decisión cuestiones de género y por lo tanto los ideales correspondientes con esto dentro de la sociedad y el momento que le tocó vivir. 
Toda su vida creció rodeada de los valores e ideales cristianos, por lo tanto su sueño era crecer y convertirse en esposa de un pastor, de este modo dedicar su vida a Dios a través del apoyo que brindaría a su esposo y familia, me parece que desde el principio en este planteamiento queda clara una similitud muy marcada en ambas religiones: tanto el cristianismo como el catolicismo, designan a la mujer roles secundarios, en los cuales su función es apoyar y servir al hombre. 
Y así sucede a lo largo del relato de los Hahn, Scott y Kimberly se casan jóvenes, el primer acercamiento de manera casi inconsciente que tienen con la religión católica es a través del uso de los métodos anticonceptivos y el control de la natalidad, el cual en el libro es presentado como contracepción; después de investigar para una tarea escolar, Kimberly decide que es más coherente con la voluntad de Dios la postura católica respecto a los anticonceptivos, la cual prohíbe su uso y entiende las relaciones sexuales (en el libro expresadas como unión conyugal) como el acto máximo de amor entre los esposos, a través del cual surge vida nueva, como culminación del acto amoroso, entendida como un regalo de Dios. De manera racional, Kimberly si cuestiona la parte económica, emocional, social y todo lo que implica tener un hijo, más allá del amor que uno como padre puede darle y recibir de él, pero llega a la conclusión de que el plan de Dios está por encima de nuestra comodidad y conveniencia, así que de manera gradual y después de comentarlo con su esposo, dejan los métodos anticonceptivos y se entregan a la voluntad de Dios, entendiendo los hijos que él les quiera enviar como bendiciones y muestras de amor. 
Al poco tiempo, la pareja tiene tres hijos y algunos abortos, todo esto es interpretado por Kimberly como pruebas de amor de Dios, tanto pruebas dolorosas como bendiciones, sin embargo no es esta la prueba más grande que el personaje vive a través del relato. Acostumbrada a un nivel de vida cómodo, dedicada al hogar y a predicar su fe, Kimberly se ve en una especie de encrucijada cuando Scott, su esposo y padre de sus hijos, le plantea la posibilidad de convertirse al catolicismo, ya que de acuerdo a sus recientes investigaciones ha descubierto que es ahí donde se encuentran las respuestas a preguntas que no puede responder desde su postura como cristiano presbiteriano, para Kimberly esto significa una alta traición, no sólo a su fe, sino a su familia y por último pero no en menor importancia, a su sustento y nivel de vida, ya que al ser su esposo pastor y maestro en teología el ser cristiano es su modo de vida. 
Kimberly atraviesa una profunda crisis, no sólo religiosa sino emocional y existencial. Si toda su vida, su sueño fue ser la esposa de un pastor ¿qué pasará con ella cuando su esposo ya no sea pastor? ¿Quién será Kimberly ahora? Seguirá siendo madre, pero esos niños ¿qué religión profesaran? Esto es evidencia de que no sólo como mujer, sino como ser humano, Kimberly finco toda su existencia para orbitar alrededor de su esposo y al cambiar él de dirección, ella no supo qué hacer sigo misma. 
La autora describe este proceso como un periodo de depresión que duró alrededor de cinco años, durante los cuales su matrimonio estuvo en crisis total, ya que para ella era casi imposible comunicarse con su esposo, al sentirse traicionada y abandonada por él, pero aclara que jamás considero divorciarse, ella no lo justifica con una dependencia emocional y económica, sino como una muestra del amor de Dios que representaba la unión con su esposo.
Al final de cuentas, después de mucho sufrimiento, el personaje de Kimberly accede a “abrir su corazón” y cede por el bien de su familia y esposo, su primer paso es permitir que su tercera hija sea bautizada en la Iglesia católica y poco después durante pascua ella acepta el sacramento también. Describe su conversión como un proceso lento, difícil y doloroso, ya que una cosa es Dios y su hijo, pero hay elementos que para el catolicismo son muy importantes y el cristianismo rechaza, como es el caso de los santos y la virgen María, una vez más, poco a poco Kimberly se entrega a la oración, permite que Dios la guíe, y por el bien de su familia acepta por completo el catolicismo con todas sus implicaciones. 
No pongo en duda el amor de Kimberly por Dios o el llamado que pudo sentir hacia la religión católica, pero es muy fácil hacer una interpretación como la que aquí presento, partiendo de las anécdotas que ella misma describe en el libro. El personaje de Scott, siente el llamado a través del estudio y lo sigue sin importarle el dolor que causa a sus seres queridos, porque es Dios quien lo está llamando, Kimberly en cambio sede poco a poco, porque es la única alternativa que tiene por el bien de su matrimonio y el sano desarrollo espiritual de sus hijos, por quienes debe velar. 
En general el libro presenta una lectura sencilla, con una narrativa amena que va guiando al lector a través de cada capítulo, como si fuera un miembro más de la familia Hahn. 
Referencias 
Hahn, Kimberly y Hahn Scott. (2000). Roma dulce hogar: nuestro regreso al catolicismo. España. Rialp.

Continuar navegando