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CUARTA PARTE. Natalia Alperovich 5. PROYECCIONES 5.1 Necesidad del equipo interdisciplinario La definición del VIH-Sida como una problemática compleja del campo de la salud, así como la conceptualización del carácter singular y social del sujeto y del proceso salud- enfermedad – atención nos ubican en el padecimiento del sujeto desde un enfoque histórico y multidimensional, que nos lleva a preguntarnos por el tipo de abordaje necesario, es decir por el modelo de intervención. Las problemáticas complejas, por sus características establecen la necesidad de abordarlas con metodología de tipo interdisciplinaria, lo cual supone la constitución de equipos interdisciplinarios en los distintos niveles a intervenir. Es importante señalar que la mera reunión de un equipo de trabajo d profesionales de distintas disciplinas no constituye de por si un equipo interdisciplinario. La interdisciplinariedad es una forma de trabajo que parte de la formulación misma del problema y supone la posibilidad de una articulación entre las ciencias. La interdisciplina no postula la disolución de las disciplinas, si no por el contrario siguiendo los planteos de Rolando García sostiene que “Sólo un análisis epistemológico puede (…) mostrar la posibilidad de integrar los estudios disciplinarios en la práctica concreta de la investigación interdisciplinaria, respetando la especificidad del dominio de cada disciplina.”107 Sin embargo hay que tener en cuenta que cualquier intervención concebida desde un modelo de complejidad entra en contradicción con prácticas profesionales compartimentadas y con dispositivos institucionales diseñados sobre la base de una construcción disciplinaria fragmentada. El dispositivo institucional, es decir la organización hospitalaria, analizado en este trabajo corresponde a un nivel microsocial de intervención. Hemos visto como el proceso real de trabajo en el hospital corresponde a una práctica disciplinaria tradicional donde prevalece el enfoque médico, que es el que impone y modela las características y los tiempos de la acción. “El médico es el que decide las altas, los ingresos y los egresos. Ni le pregunta al psicólogo, ni al kinesiólogo, ni a nosotros. El médico decide que esta paciente se curó de la infección y la paciente se va. Y uno llega a la cama del paciente y el paciente no está. O está cuando debería haberse ido. Uno va a la cama del paciente y le dice:- 107 García R., (1991), op.cit. “Vos todavía acá ¿No era que te habían dado el alta? No porque el médico tal no me vió y entonces no le dió el alta.” “…en la sala 16 que es la de internación de mujeres no hay equipo, solo médico y los médicos llaman al psicólogo cuando está deprimida, al psiquiatra cuando está muy excitada, al asistente social cuando necesitan algo, pero a las musicoterepeutas...” -Entrevista a Virginia Tosto, MT- Así como las decisiones responden a jerarquías que se sustentan en la hegemonía de una disciplina sobre otra, las derivaciones ponen en manifiesto la división del trabajo que sostiene la fragmentación disciplinaria y funciona como una traba para el acercamiento entre las especialidades de cada servicio. Sin embargo a pesar de esta situación de “soledad” disciplinaria se dan ámbitos de convergencia, complementación y coordinación, así como una incipiente intención de articulación de los diversos dominios disciplinarios. “Con un grupo de psicólogos tenemos los teléfonos, pero es una interdisciplinaria así, no institucionalizada en absoluto. Nosotros trabajamos en el turno de la tarde en el hospital y eso también conspira contra la interdisciplina porque todo es a la mañana y a la mañana para nosotros sería casi imposible trabajar, por el ruido, por los instrumentos, por la voz, por las actividades que hacemos, entonces descubrimos que el momento más apropiado es por la tarde, por esto hace que no tengamos reuniones de equipo, además en esta sala no tienen reuniones de equipo, en otras salas se está armando, por ejemplo en la sala de tuberculosis multiresistente, que es donde están trabajando ahora las musicoterapeutas concurrentes.” -Entrevista a Virginia Tosto, MT- “…con estos psicólogos trabajamos, hablamos, nos encontramos, nos preguntamos como vas con tal paciente, que estás trabajando, que no, que te parece, mirá lo que hice, como lo vés, vos vas por esta línea, yo por esta. Pero es vía telefónica, desde la buena voluntad, no desde la institución.” -Entrevista a Virginia Tosto, MT- Sin duda, en esta experiencia singular de trabajo existe la voluntad de los profesionales de trabajar juntos y superar las contradicciones que surgen de la esencia de la organización del trabajo a través de instancias colectivas de coordinación y cooperación. Es decir, la posibilidad de establecer niveles de acuerdos que faciliten el camino de la creación de una voluntad común. Esta actividad de intercambio se realiza la más de las veces en espacios no destinados para tal fin o extrainstitucional, cabe señalar sin embargo que en algunas salas del hospital se realizan reuniones de equipo de los diversos profesionales que trabajan en ella, pero esta decisión queda en manos del jefe de la sala. “La interdisciplina acá pasa por escribir en la historia clínica, por ejemplo, me pasó con un paciente que estaba muy angustiado por un problema totalmente externo a él y que la responsabilidad recaía sobre el equipo del hospital. Era una cuestión de quien le entregaba la medicación, si su provincia, si la capital, si el hospital. A todo esto el paciente estaba para el alta y no se podía ir porque si volvía a su provincia cortaba la medicación y si la cortaba iba a recaer. (…)En la historia clínica no decía nada sobre esto, entonces pongo paciente muy angustiado por una situación tal. Esto provoca una respuesta, o sea hay un profesional que lee esa historia y dice bueno a este otro profesional le está preocupando y entonces le contesto y lo ponen también en la historia clínica. Fue como una comunicación via historia clínica del paciente. (…) Pero debería ser más fluido el intercambio. Nosotros habíamos planeado reuniones con el jefe de la sala y los médicos que trabajan ahí y eventualmente enfermeros que nunca se concretó. (…) Todavía no ocurrió, pero no quiere decir que nunca ocurra, por ahí pase esto, era la idea, pero bueno mayormente trabajamos solas y la comunicación es a través de un enfermero que se sienta a charlar con nosotras y nos cuenta cosas que les pasaron a los pacientes. De esta forma nos da datos que no tenemos y nosotras le contamos lo que estamos trabajando.” -Carolina Vezco, concurrente – La posibilidad de intervenir la complejidad de la problemática VIH-Sida a través del trabajo de equipos interdisciplinarios está supeditada a los interrogantes que los profesionales que actúan en este campo se planteen. Esto supone cuestionar la práctica en varios sentidos: Con relación al objeto de intervención, reconociéndolo como no abordable desde el enfoque parcial de una sola disciplina. Este reconocimiento conlleva a la necesidad de establecer un marco epistémico compartido, entendiendo a este como una concepción general de los fenómenos que son objeto de investigación e intervención, es decir, “que fija normas basadas en sistemas de valores que orientan el tipo de preguntas que cada investigador va a traducir en términos de su propia disciplina.”108 Reconocer los límites del proceso real del trabajo tradicional, las formas de organización de la actividad. “Resulta necesario integrar el análisis del dispositivo 108 García R., op cit (1991) institucional en la acción práctica del trabajo, ya sea con los pares ya sea con los niveles jerárquicos superiores.”109 Tendiendo a labúsqueda de nuevas formas de organización del trabajo, formas colectivas, en equipo. Una reformulación critica de la relación del profesional con el conocimiento que soporta su práctica. Se trata si se quiere de pensar de una manera, en un proceso de reconceptualización al interior de cada disciplina. “Una posición crítica reconstructiva pasa no solo por la adquisición de conocimiento, sino por la apropiación, como camino constructivo del sujeto, y ello requiere peguntas epistemológicas y sociológicas previas.”110 Desde esta perspectiva la acción práctica del profesional estaría siempre ligada a la investigación, al desarrollo teórico, rompiendo con la fuerte disociación entre teoría y práctica que se origina en los ámbitos de formación académica y que perpetua el corte entre los que “piensan” y los que aplican “recetas” creadas por otros. Esto supone un profesional abierto al cambio y posicionado como sujeto productor de conocimiento, con la capacidad para interrogarse en forma permanente. Este enfoque hasta aquí desarrollado, nos lleva a pensar en la necesidad de formular un práctica profesional de nuevo tipo. Hemos analizado la práctica del equipo de musicoterpeutas que actúan en la problemática VIH-Sida y pudimos ubicar como a través de un proceso arduo y contradictorio pudieron realizar un movimiento que va desde los supuestos teóricos disciplinarios a la complejidad del campo de intervención y desde los obstáculos del proceso real de trabajo al diseño de un abordaje singular posible. Esto implica una nueva relación con el conocimiento a partir de interrogarse por el objeto de estudio interdisciplinario segmentado, recortado y su relación con la realidad del objeto a intervenir y ubicar la necesidad de definir un marco teórico de referencia y una concepción de sujeto. Lo que lleva a la construcción de su identidad profesional por el camino de la redefinición del rol y de la práctica del musicoterapeuta. Es en este sentido que consideramos a la práctica de dichos musicoterapeutas como de nuevo tipo en tanto que desarrolla una forma de trabajo en equipo, produciendo cuestionamientos teóricos y una experiencia de trabajo creativo al interior de la disciplina y busca niveles de acuerdos y procedimientos que apuntan a crear vínculos interdisciplinarios. La conceptualización del VIH-Sida y del padecimiento del sujeto afectado que el equipo sostiene, si bien es contradictoria, incorpora dimensiones tendientes a comprender la complejidad del fenómeno en que se interviene. 109 Bialakowsky Alberto, Notas Sobre Lo Social y La Cuestión Práctica Consejo de Profesionales, en Sociología, Boletín Informativo. Año 2 N°8, Set. 1999. 110 Bialakowsky, op.cit (1990) Por todo esto consideramos que dicha práctica se acerca, siguiendo el enfoque de Alberto Bialakowsky (1999) a la idea de una “práctica enriquecida tendiente a la interdisciplinariedad, la multidireccionalidad y la complejidad.”
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