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1 
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES 
 
 
 
 
 
 
 
“TRABAJO SOCIAL Y SABER PRACTICO: 
 UNA MIRADA DESDE LA COTIDIANEIDAD DE LA 
INTERVENCIÓN CON ADULTOS MAYORES EN 
MUNICIPIOS” 
 
SEMINARIO PARA OPTAR AL GRADO DE 
LICENCIADO EN TRABAJO SOCIAL Y AL 
TÍTULO DE ASISTENTE SOCIAL. 
 
INTEGRANTES: 
 
MERUANE NARANJO, MARGARITA FABIOLA. 
SALAZAR MARTINEZ, CONSUELO INÉS. 
 
DIRECTOR DE SEMINARIO: 
CECILIA AGUAYO CUEVAS. 
 
Santiago – Chile 
1998. 
 2 
 
 
INDICE 
 
 
 
Prólogo 
 
 
CAPÍTULO I : PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. 
 
Planteamiento del Problema 
 
 
CAPÍTULO II : MARCO TEÓRICO. 
 
Primera parte: Trabajo Social e intervención profesional. 
 
1. El Trabajo Social desde lo Profesional 
1.1 La intervención profesional 
1.2 Saber práctico 
1.3 Los profesionales reflexivos 
1.4 Trabajo Social y necesidades humanas: 
 Una tensión entre la planificación y el arte 
 
2. Trabajo Social y Disciplina: Hacia la construcción de modelos de 
intervención 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
 
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16 
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46 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3 
Segunda parte: Gerontología. 
 
1. Ser Adulto Mayor 
1.1 Conflictos que afectan al Adulto Mayor 
a) La Sociedad Contemporánea y la valorización de lo productivo 
 Versus el retiro laboral 
b) Ciencia versus la experiencia de vida del Adulto Mayor 
c) La familia nuclear versus la cooperación familiar 
d) Imagen del Adulto Mayor 
 
1.2 Eventos que afectan la vida del Adulto mayor 
 
2.Adulto Mayor, participación y pertenencia social 
2.1 Trabajo Social, Adulto Mayor y participación 
 
 
CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO. 
 
I Fundamentos Metodológicos 
II Tipo de Investigación 
III Metodología Operativa 
1. Investigación Bibliográfica 
2. Entrevista semiestructurada 
3. La Hermenéutica Colectiva 
IV Criterios de representatividad de la muestra a estudiar 
 
 
CAPÍTULO IV: ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 
 
Introducción 
I Categoría: La experiencia 
 Improvisación 
 Creatividad 
 
 
50 
 
52 
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58 
59 
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90 
 
91 
93 
99 
100 
 
 
 4 
 
II Categoría: Valores del Trabajo Social 
1. Definiendo el T.S. 
2. Vocación 
3. Elección del ámbito laboral 
4. Valores y conflicto de valores en la intervención. 
5. Desgaste profesional 
6. Percepción A.M. - Vejez actual 
7. Relación que se establece con los A.M. 
 
 
III Categoría: Quehacer 
1. Acciones asistenciales 
2. Fortalecimiento de las organizaciones de A.M. 
3. Difusión de información sobre beneficios sociales 
4. Talleres de desarrollo personal 
5. Manualidades 
6. Acciones recreativas y culturales 
7. Actividades deportivas 
Habilidades Profesionales 
1. Paciencia 
2. Entusiasmo en la acción 
3. Capacidad de escuchar 
4. Saber interpretar 
5. Honestidad y transparencia 
6. Verbalización clara, lenta y modulada 
7. Integralidad 
 
 
IV Categoría: Contexto de la intervención: El Municipio 
1. Respecto de la lentitud (...) burocracia 
2. Respecto del trabajo que le toca realizar al A.S. 
3. La actoría del T.S. 
4. Respecto del trabajo en equipo 
5. Respecto de los recursos 
 
103 
103 
105 
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147 
147 
149 
150 
151 
151 
 5 
6. El poder en la intervención con A.M. 
7. Respecto de la asistencia 
8. Respecto de los espacios para el T.S. con A.M. 
9. Respecto de la participación 
10. Respecto de los tiempos 
11. Obstáculos relacionados con los propios A.M. 
 
 
Conclusiones 
 
 
CAPÍTULO V: PROPUESTA PARA EL TRABAJO 
 SOCIAL. 
 
Elementos importantes para la construcción de 
un modelo de intervención con A.M. 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
ANEXOS 
 
153 
155 
156 
158 
159 
160 
 
 
162 
 
 
171 
 
 
172 
 
 
 
180 
 
192 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 6 
Prólogo 
 
 
 La tesis de grado constituye la última etapa de un tiempo de formación y 
reflexión, que han tenido por finalidad construirnos como profesionales de la acción. 
A lo largo de esta formación hemos ido adquiriendo un cúmulo de conocimientos 
teóricos que nos han servido para la realización del presente estudio. 
 
 Al optar por el trabajo social, optamos por las personas, y a lo largo de este 
conocer a las personas fuimos descubriendo al adulto mayor. Gracias a las 
experiencias que desarrollamos en las prácticas profesionales, pudimos valorar la 
inmensa riqueza que en ellos abunda, y sus potencialidades, que nos eran 
desconocidas, así como lo son a nivel social. 
 
 En este descubrir a los viejos, nos planteamos la interrogante sobre los aportes 
del trabajo social en el mejoramiento de la calidad de vida de ellos. Observamos en 
las prácticas, que existía un aprendizaje respecto de la intervención profesional con 
este grupo etáreo, pero que este conocimiento no estaba escrito y permanecía como 
un saber particular de cada profesional. 
 
 Por esta carencia de material escrito, y por el interés hacia este grupo, 
decidimos desarrollar este estudio, con el anhelo de aportar al quehacer disciplinario 
del trabajo social. 
 
 El presente estudio valora el quehacer cotidiano de muchos profesionales, que 
están comprometidos con esta realidad y que nos han revelado generosamente sus 
experiencias, compartiendo el saber que han generado en la práctica. 
 
 Lo que fundamenta la investigación es la generación de conocimiento a través 
de la intervención profesional de los trabajadores sociales. Gracias al aporte teórico 
de Donald Schön, se lograron desarrollar las ideas fundamentales que orientaron esta 
 7 
tesis. La preocupación de ésta es revelar el saber práctico de los profesionales que 
intervienen con adultos mayores en municipios, con el fin de elaborar una propuesta 
para la futura generación de un modelo de intervención con adultos mayores. 
 
 Se realizó una reflexión teórica respecto del trabajo social, de su 
intervención y del sujeto adulto mayor. Luego, por medio de entrevistas, se rescataron 
los discursos de los profesionales del área elegidos como muestra del estudio. A partir 
de ello se realizó una interpretación colectiva que permitió seleccionar elementos 
útiles para la futura generación de un modelo. 
 
 Se establecieron categorías de análisis que surgieron de las hipótesis y sus 
variables, éstas son las siguientes: la experiencia, valores del trabajador social, 
quehacer profesional y el contexto de la intervención. Cada categoría se 
interrelaciona, siendo analizada en dos niveles. 
 
 La tesis comprende cinco capítulos: Planteamiento del problema, Marco 
teórico, Marco metodológico, Análisis de la información y por último, Conclusión y 
Propuestas para el Trabajo Social. 
 
 Esperamos que quienes lean el presente documento, encuentren elementos que 
puedan aportar al conocimiento de la temática, y genere un interés por este grupo 
etáreo y así contribuir a la intervención profesional en este ámbito. 
 
 Para quienes realizamos el estudio, ha significado un enriquecimiento tanto a 
nivel teórico como experiencial. Creemos que ello ha generado en nosotros un mayor 
compromiso con las personas que viven esta etapa y nos ha procurado un saber que 
esperamos poder entregar. 
 
 
 
 
 
 
 
 8 
 
 
 
 
 
 
 
CCaappii tt uull oo II 
 
PPll aanntt eeaammii eenntt oo ddeell 
PPrr oobbll eemmaa 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 9 
Planteamiento Del Problema 
 
 
La presente investigación tiene por finalidad primordial conocer el saber 
práctico generado en la experiencia cotidiana de trabajo de Asistentes Sociales que 
intervienen con Adultos Mayores, en Municipios de la Región Metropolitana.Se parte de la premisa, en el actual estudio, de que las intervenciones 
profesionales de los Trabajadores Sociales1, generan un tipo de conocimiento que 
constituye su “saber práctico”. Ese saber práctico se quiere identificar y develar en 
este estudio. 
 
Al intervenir con Adultos Mayores, el profesional desarrolla habilidades, 
competencias y destrezas distintas de las que se desarrollan en la intervención con 
otros grupos etáreos, además de adquirir conocimiento sobre dicho grupo; ello lo 
complementa con su saber teórico respecto de la intervención profesional y de los 
Adultos Mayores, con sus características particulares como segmento poblacional. 
Todo ello mediatizado por valores del profesional que interviene y por las 
características propias del contexto cultural, social e institucional donde le toca 
trabajar. Se intenta, a través de la actual investigación, acercarse a este saber, con el 
fin último de poder realizar un aporte a la disciplina del Trabajo Social, respecto de la 
intervención con Adultos Mayores en Municipios. 
 
Creemos, y lo hacemos una premisa importante de la investigación, que el 
trabajador social no ha dado cuenta de los saberes que ha generado su intervención 
profesional, que no se han sistematizado las experiencias de intervención, ello quizás 
por falta de tiempo o espacios Institucionales para hacerlo2, por motivaciones 
personales de los profesionales o dificultades para comunicar los saberes recogidos en 
la práctica cotidiana. De ahí nace el interés de esta tesis por hacerlos explícitos. 
 
 
 
1En todas las áreas, no solo la de los que intervienen con Adultos Mayores, el presente estudio lo 
centra en los Adultos Mayores por una cuestión de opción valórica fundada en la simpatía hacia dicho 
grupo etáreo 
2 Puede ser que no esté considerado dentro de las prioridades o requerimientos institucionales. 
 10
Debido a las experiencias de intervención con Adultos Mayores en nuestras 
prácticas profesionales, nace una preocupación respecto al tema de la vejez, pues a 
través de dichas prácticas profesionales se ha conocido la realidad actual de los 
Adultos Mayores, sus necesidades y demandas, sus particularidades, inquietudes y 
por sobretodo, la realidad alarmante del envejecimiento poblacional, que ya alcanza 
a un 10% de la población, y que se estima aumentaría considerablemente en los 
próximos 27 años (16% de la población). Por ello, se considera de vital importancia 
que el Trabajador Social verbalice sus aprendizajes respecto de la intervención 
profesional en el tema, con el fin de poder generar algunos lineamientos para futuros 
profesionales que se inicien en la intervención profesional en el área. 
 
Existe, en la sociedad contemporánea, una visión del Adulto Mayor que es 
errada, que lo denigra, lo hace ver inútil y sin nada que aportar al mundo moderno. 
Muchos Trabajadores Sociales encuentran, por eso, poco atractivo dedicarse al tema y 
lo desechan. Por otro lado, existe una tendencia a valorar mas a los grupos de edad 
que aún pueden ser una inversión que a la larga generará algún tipo de retribución 
social, mientras que los Adultos Mayores ya se encuentran en la etapa terminal de la 
vida, que solo constituirían un gasto social, no una inversión. Se evidencia así, una 
escasez de profesionales en este campo y una necesidad real de profesionales que se 
dediquen al tema. Si se piensa que en el año 2025 existirán más de tres millones de 
Adultos Mayores, se hace indispensable que la profesión del Trabajo Social 
desarrolle conocimientos respecto de la intervención con ellos, pues ésta es una de 
las profesiones que cotidianamente actúa y se mueve en el ámbito de las demandas, 
carencias y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, y es justamente ese el 
ámbito de los Adultos Mayores, que por una especie de discriminación social por no 
ser productivos, han sido marginados del desarrollo, y empiezan a presentar 
demandas que ya han comenzado a preocupar a las autoridades en la formulación y 
aplicación de políticas sociales. 
 
No se debe olvidar que todos algún día seremos Adultos mayores, y en la 
medida que no se genere un cambio social3, todos llegaremos a ser tratados como 
actualmente estamos tratando a los Adultos Mayores. 
 
 
 11
 
TEMA DEL PROYECTO: 
 
La producción de conocimiento desde la intervención profesional del Trabajo Social 
con Adultos Mayores en el Municipio. 
 
 
PROBLEMA: 
 
� ¿Posibilita la experiencia de los Trabajadores Sociales que intervienen con 
Adultos Mayores, la generación de propuestas de intervención con dicho grupo 
etáreo?. 
� ¿Qué tipo de conocimiento han generado las experiencias de los Trabajadores 
Sociales que intervienen con Adultos Mayores desde el Municipio? 
 
 
OBJETIVOS GENERALES: 
 
• Conocer y analizar la intervención profesional que desarrollan los Trabajadores 
Sociales con Adultos Mayores desde el Municipio, en siete comunas de la Región 
Metropolitana. 
• Proponer elementos para la construcción de un modelo de intervención 
profesional con Adultos Mayores. 
 
 
OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 
 
� Describir y reflexionar el quehacer profesional de los Trabajadores Sociales con 
Adultos Mayores en el ámbito Municipal. 
� Identificar y elaborar los conceptos que permitan construir un modelo de 
intervención con Adultos Mayores. 
 
 
 
 
 
3 No se debe olvidar que el Trabajador Social es un elemento clave en este tema, pues se autodefine 
como “promotor del cambio social” 
 12
 
HIPÓTESIS: 
 
• Desde el quehacer cotidiano (experiencia de los Trabajadores Sociales), es 
posible generar un tipo de conocimiento, que constituye su saber práctico. 
• A partir de las experiencias de los Trabajadores Sociales con Adultos Mayores en 
el ámbito Municipal, es posible dar cuenta de categorías para la construcción de 
un modelo de intervención con este grupo etáreo. 
 
 
� Variables : 
Independiente: La generación de conocimiento desde la practica. 
 Categorías: 
a) Saber práctico. 
- La Experiencia – Aprendizajes. 
- Intuición – Improvisación – creatividad. 
b) Valores del Trabajador Social 
- Vocación: Elección del ámbito laboral 
- El Adulto Mayor: 
Percepción de los sujetos – relación que se establece. 
- Desgaste profesional 
 
Dependiente: Cómo los Trabajadores Sociales intervienen. 
 Categorías: a) Quehacer: 
- Estrategias. 
- Competencias. 
- Habilidades. 
b) Contexto: El Municipio: 
- Conflictos. 
- Negociaciones. 
- Poder 
 
 
 
 13
 
 
 
 
 
CCaappii tt uull oo II II 
 
MMaarr cc oo TTeeóórr ii ccoo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 14
Primera Parte 
 
Trabajo Social e Intervención 
Profesional 
 
 
 El eje central del presente capítulo tiene por finalidad reflexionar sobre el 
concepto de intervención en el trabajo social, intentando así acercarse a una definición 
de la profesión. 
 
 Se parte desde el supuesto que desde la intervención profesional se genera un 
tipo de conocimiento, el cual constituye el saber práctico de los profesionales. Este saber 
práctico es entendido “como una rigurosa forma de ejercicio de la inteligencia, que se 
interesa en la intervención profesional a partir de competencias que los profesionales 
muestran en situaciones de la práctica que resultan singulares e inciertas. Son 
precisamente estas competencias las que permiten darle sentido a los problemas, crear y 
experimentar nuevas estrategias de acción y reformulaciones del problema; aprender de 
sus errores e improvisar en medio de la acción con otras alternativas de estrategia para 
resolver el problema.”4 
 
 Este saber práctico, que seconstituye de los aprendizajes de la práctica, contiene 
representaciones sociales que modelan la intervención profesional de los trabajadores 
sociales, por tanto, no se puede hablar de un saber práctico individual, sino que 
colectivo, en el sentido de que la acción profesional contiene interpretaciones de la 
realidad social, adquiridas a través de varias experiencias, como la socialización. El 
saber práctico lleva impresa la marca, la huella, la impronta de representaciones sociales 
difundidas, que son posibles de conocer a través del relato individual de los trabajadores 
sociales. Comúnmente se piensa que el saber práctico es subjetivo, subjetivo en el 
sentido personal, individualista; sin embargo, si se afirma que las estructuras sociales 
se reproducen en la conciencia de los individuos5, se puede concluir que la acción 
profesional es traspasada por representaciones sociales colectivas, y que por lo tanto, el 
 
4 Schön, D. En Mendoza, J. Y otros; 1997, pag. 26. 
5 Molitor, Michel; 1990. 
 15
conocimiento que se genera en el quehacer cotidiano, pasa por la mediación entre las 
estructuras de conciencia (personales y subjetivas) y las estructuras sociales 
internalizadas inconscientemente por el trabajador social. 
 
 El trabajador social actúa en la realidad con un cúmulo de conocimientos 
teóricos, los cuales fundamentan su hacer y lo validan, estos conocimientos son la base 
sobre la cual se construyen las posibles alternativas de acción en la práctica profesional, 
en donde la intuición y la improvisación, que conducen a la creatividad, facilitan la 
generación de nuevos saberes. Estos nuevos saberes, dentro de un proceso de reflexión 
teórico – práctico, enriquecen la intervención, permiten mejorar la calidad de vida de las 
personas con las que se trabaja, a la vez que entregan a la disciplina nuevos 
conocimientos, a través de modelos que posibilitan la reflexión o construcción teórica. 
 
 El presente capítulo pretende profundizar acerca del trabajo social como 
profesión, que contiene el concepto de intervención profesional, la generación de 
saberes desde la práctica, la reflexión en y sobre la acción, pasando también por las 
tensiones que experimenta el trabajador social en el hacer, las cuales consideran 
conflictos de valores, de poder y necesidades, entre otras. También se pretende dar una 
mirada al trabajo social como disciplina, estableciendo para este estudio la importancia 
de los modelos como intermediarios necesarios entre la teoría y la práctica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 16
1. EL TRABAJO SOCIAL DESDE LO PROFESIONAL: 
 
En el presente capítulo, se intentará hacer una aproximación a lo que es el 
Trabajo Social en la actualidad. No existe acuerdo en una definición del Trabajo 
Social; existen variadas formas de concebirlo, cada una de ellas fuertemente 
cuestionada. 
 
Varias son las circunstancias que dificultan una clarificación conceptual de la 
disciplina: por un lado el trabajo social es todavía una profesión relativamente joven, 
de apenas un siglo de vida. En segundo lugar, como es común a otras disciplinas 
afines de las ciencias sociales, el campo de lo “social” es complejo e indefinido de 
por sí, a la vez que cambiante y dinámico. Desde su nacimiento, se ha escindido en 
numerosas especialidades según los diversos campos de su aplicación práctica, esto 
lo ha enriquecido, y a la vez ha dificultado la definición de sus límites. Otro obstáculo 
que se le une es la misma expresión “trabajo social” que no se usa en un sentido 
unívoco sino que se emplea con sentidos y alcances distintos: 
- En un sentido genérico amplio, como actividad transformadora de la realidad 
social. 
- En un sentido específico, una profesión concreta: la del trabajador social 
 
Al conocer la visión de variados autores, surge una primera clarificación que 
ayuda a identificar el Trabajo Social como una profesión. Al hablar de profesión se 
está aludiendo a un concepto ambiguo, pues consta de múltiples significados, sin 
embargo, se han logrado establecer en algunos estudios, ciertos criterios que iluminan 
la definición. 
 
Se define el Trabajo Social como profesión6 porque: 
a) Produce un impacto directo y profundo sobre la vida y los intereses más 
esenciales de las personas y sobre la marcha eficiente de la comunidad, 
rigiéndose para ello, por reglamentos especiales. 
b) Su desempeño envuelve la aplicación de conocimientos de tal nivel de 
complejidad que el dominio de ellos requiere capacidad y rigor intelectuales 
 
6 Cfr. Gyarmati, Gabriel y Colaboradores, 1984. Pp. 33, 42, 43. 
 17
superiores. Ahora bien, no se puede desconocer el saber práctico que se genera a 
través de la experiencia y que constituye a un profesional. Este aspecto se 
retomará en el próximo ítem. 
c) Entre quienes se practica la ocupación y los sujetos de su atención se generan 
relaciones de una naturaleza especial y muy delicada, las que fácilmente podrían 
prestarse para abusos. Para evitarlo, es preciso que quienes ejerzan el trabajo, 
posean una vocación de servicio. 
 
Los Trabajadores Sociales requieren de un largo período de preparación, 
basado en un conjunto sistemático de conocimientos especializados, de firme 
fundamentación teórica. A lo largo de este período de preparación se les forma 
éticamente (código ético de la profesión). Está organizado corporativamente - 
Colegios y Asociaciones de profesionales - y su aprendizaje se hace en el ámbito 
académico, aunque existe un tipo de aprendizaje que se adquiere en la práctica. 
 
Se puede decir que el Trabajo Social produce un impacto directo y profundo 
sobre la vida de las personas con las cuales interactúa, pues su objetivo es el de 
transformar una realidad o situación determinada, que puede ser sentida como 
dolorosa, injusta, inquietante o insatisfactoria por quienes la viven. En conjunto con 
dichas personas, el Trabajador Social pretende producir un cambio, aunque no 
siempre se logre. 
 
Concordando con el segundo aspecto que define a un oficio como profesión, 
el trabajador social adquiere conocimientos que le son esenciales para intervenir con 
cierto grado de complejidad dado por la diversidad de áreas en las que se 
desenvuelve. Su centro de acción e interacción son las personas, el ser humano en 
sus distintos niveles, ello le exige un especial dominio de conocimientos y de 
destrezas, habilidades que le permitan comprenderlo con una perspectiva integral. 
 
 Estas habilidades se adquieren en la práctica, una serie de saberes, de los que 
muchas veces el profesional no alcanza a dar cuenta, pasando desapercibidos, pero 
que son parte importante y constituyente de su quehacer. Este “saber práctico” como 
lo denomina Donald Schön y sobre el cual se profundizará más adelante, implica un 
aprendizaje en cuanto al manejo del poder, los problemas éticos, los valores que 
 18
orientan la acción profesional, lo que forma parte de la vida cotidiana, 
competencias, conducción de conflictos. 
 
Se establece entonces que el trabajador social requiere internalizar un cúmulo 
mínimo de conocimiento sobre la realidad7, como guía para sus acciones, con el 
objeto de poder existir y moverse en su ámbito de acción. Tiene un saber específico, 
no trivial; un saber en continuo progreso al hilo de los cambios que se producen en la 
sociedad. 
 
Al ser consciente del carácter dinámico de la realidad, se plantea la exigencia 
de readecuar y generar formas de intervención, construir y co-construir mundos, 8 
volver a definir problemas en el contexto cultural en que se mueve el trabajador 
social. Esta situación fundamenta la pregunta del presente estudio, que busca rescatar 
esa construcción de problema, que el trabajador social hace frente a la temáticadel 
adulto mayor, los desafíos que este grupo presenta dentro de un proceso de cambio de 
perspectiva, de un enfoque cultural innovador en la visión del sujeto adulto mayor. 
 
Los adultos mayores y sus problemáticas son un ámbito de acción en el que el 
trabajador social ha desarrollado aprendizajes, pero no ha sistematizado ese 
conocimiento práctico que permitiría una intervención más eficaz si se logra develar 
y comunicar. 
 
El trabajador social interactúa con los sujetos y al relacionarse se produce un 
intercambio de mundos, de sentidos y significados que se le otorgan a la vida 
cotidiana, y que es necesario conocer para lograr comprenderlos y actuar en ellos. 
 
7 La realidad se comprenderá como el campo de interacciones, en el cual las personas se mueven, 
viven, sienten; experimentando alegrías, dolores y necesidad; en donde se presentan los conflictos de 
valores, los cuestionamientos; donde las personas construyen otorgando sentidos y significados; es la 
vida cotidiana con sus diversos ámbitos que van complejizando este espacio de construcción de 
mundo, que se va entretejiendo y al trabajador social se le permite comprender esta realidad, por 
medio del encuentro entre sujetos, por medio de la razón y por que es también parte de ésta. “Es la 
expresión de esquemas de percepción e interpretación construida por los sujetos que la componen, no 
puede ser reducida a mediaciones hechos y/o relaciones causales solamente.” Aguayo. 1996, Pp79. 
8 “El qué entiendes tú, el qué entiendo yo, el qué vamos a entender como problema.” La co-
construcción de problemas es reconocer que cada sujeto tiene una postura, una mirada de la realidad, 
cada cual con un lenguaje y que para comprender se tiene que dar un encuentro. Para ello es necesario 
desarrollar la empatía, la capacidad de mirar desde donde el otro está mirando y conocer su lenguaje, 
qué sentidos y significados otorga a la situación que se plantea, a la vida; implica reconocer en el otro 
su libertad, sus opciones, su cultura. Desde este enfoque, se puede decir, que el trabajo social se da en 
un constante diálogo que busca comprender, no en un sentido puramente intelectivo de descubrir las 
ideas por la razón sino de descubrirlas también con los sentidos, de estar abiertos al “ser del otro” 
como un “existente”, estás, eres, tienes una historia propia. 
 19
Schön9 hace un aporte interesante en este proceso de “intercambio de mundos”, 
como profesional práctico, que hace, que transforma y crea en la práctica, el 
trabajador social se encuentra en su quehacer con problemas que no son “estructuras 
bien organizadas”, más bien son situaciones poco definidas y desordenadas y para 
poder actuar debe construir un problema, definirlo dando origen a una problemática. 
Elige y denomina en lo que va a reparar, selecciona puntos de atención y les da 
coherencia. 
 
En este proceso de construcción de problemas, los sujetos le otorgan al 
trabajador social grados de poder y confianza, basado en los conocimientos que éste 
posee para producir cambio10, se espera de él su aporte para la resolución del 
problema. 
 
Cuando se habla de poder se alude a la facultad de las personas para hacer 
algo; tener fuerza, influencia para hacer, decidir, actuar11. 
 
El poder dice relación con la información y conocimientos que una persona 
maneja y en este sentido los profesionales, trabajadores sociales, asumen esta cuota 
de poder dada por el tipo de relación que establecen con las personas, Gyamarti 
plantea que “las profesiones lejos de ocupar una posición de mera dependencia, a 
menudo constituyen por sí mismas importantes centros de poder y compiten con otros 
grupos por controlar la acción del Estado (Estado como la expresión 
institucionalizada de todos los sectores que componen una sociedad: Industriales, 
legales, educacionales y políticos).” 12 El trabajo social al desarrollar su acción dentro 
de marcos institucionales, como el que ahora interesa conocer, el Municipio13. Se 
puede pensar que es más fácil controlar la acción del Estado y aquí aparece la 
pregunta ¿los profesionales están conscientes de este poder que les permite controlar 
algunas de las acciones del Estado o la realidad presenta otras dificultades?, ¿cuáles? 
 
 
9 Cfr. Schön, D. 1992. 
10Cambio: lucha de contrarios, conlleva a la transformación de una situación determinada. 
11 Cfr. Gyarmati, G. y colaboradores, 1984. 
12 Idem. P.111. 
13 Las Municipalidades “son corporaciones de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio 
propios, encargadas de la administración de cada Comuna o agrupación de Comunas que determine la 
Ley, destinadas a satisfacer las necesidades de la comunidad local y a asegurar su participación en el 
progreso económico, social y cultural de la Comuna.” Art. 1º de la Ley Nº 18.695, en Manual de 
Legislación Municipal, 1990. Pág. 9. 
 20
Todas las personas tienen poder explícita o implícitamente, cada uno tiene la 
facultad de construir, aunque no hay que desconocer, que en la realidad se van 
creando obstáculos para que otros no logren ejercer ese poder, restando posibilidades. 
 
El reconocer que se tiene poder, implica la pregunta por los valores, 
estableciéndose una reflexión ética14 para lograr un buen uso de éste. Esta pregunta 
forma parte del eje orientador de la investigación, ya que un profesional práctico 
considera y está atento a la pregunta por los valores en su actuar y “porque el ser 
moral es una de las características que acompaña de forma inevitable a cualquier 
persona.”15 ¿Qué situaciones conflictivas reconocen los asistentes sociales que surjan 
del mal manejo del poder? ¿Qué valores se ponen en juego en la intervención con 
adultos mayores al presentarse conflictos?. 
 
Los conflictos llevan a la necesidad de provocar cambios para restaurar el 
equilibrio perdido, aumentando las situaciones dolorosas que acompañan a las crisis 
por las resistencias naturales al cambio. 
 
Un elemento importante de considerar en la intervención del profesional es la 
influencia. “Influencia, no control, describe el impacto del trabajador social sobre 
la situación de los sujetos con los que interviene. Esta ha sido definida como el acto 
de producir un efecto en otra persona, grupo organización a través del ejercicio de 
una capacidad personal, institucional.16 
 
La influencia debe ser cuidada por el trabajador social, es poderosa, para que 
no se convierta en control y abuso manipulador, autoridad. Factores relativos a la 
poca experiencia profesional, a su personalidad, al poco tiempo y numeroso trabajo 
pueden hacer olvidar los valores profesionales17 Entenderemos por valores de la 
profesión: el respeto a la dignidad de la persona humana, el principio de 
 
14 Los conceptos ética y moral según Adela Cortina, se definirían como: “La ética es una parte de la 
filosofía que reflexiona sobre la moral, es un saber filosófico; también recibe el nombre de filosofía 
moral. La moral forma parte de la vida cotidiana de las sociedades y de los individuos. Las palabras 
“Ética” y “Moral” en sus respectivos orígenes griego (éthos) y latino (mos), significan prácticamente 
lo mismo: Carácter y costumbres. Ambas expresiones se refieren a un tipo de saber que nos 
orienta para forjarnos un buen carácter que nos permita enfrentar la vida con altura humana, 
que nos permita en suma ser justos y felices, para ser humanamente íntegros”. Cortina, Adela, 1996. 
Pp.15-16. 
15Idem. P.9. 
16 Cfr. Escartín, María José. 1992. P32. 
17 Los valores profesionales serán entendidos como los “principios generales, normas o pautas que 
orientan la práctica profesional, de contenido y aplicación universales”. Catalán, Hilda, 1971. 
 21
autodeterminación, el principiode individuación, el principio de aceptación, el 
principio de interrelación y el principio de justicia social, entre otros18. 
 
Si la influencia es bien utilizada puede fomentar la motivación de los sujetos 
para producir cambio, teniendo en cuenta las resistencias hacia éste. 
 
Como se ha dicho en la práctica se pueden observar abusos de poder, ya que 
existe en la intervención una constante tensión entre los “problemas contingentes y 
las acciones éticamente buenas.” Las acciones éticamente buenas son aquellas que 
fomentan la autonomía, el respeto a los individuos y la responsabilidad social 
entre otras. Este proceso de dirimir se constituye en la cotidianeidad de la 
intervención y plantea problemas que muchas veces alejan a los profesionales de una 
acción considerada éticamente buena. Este dirimir implica una sabiduría práctica 
que refiere a la “voluntad” (Aristóteles; 1984: 206) y a develar el carácter ético moral 
del accionar que el profesional forma día a día en su quehacer, que es su 
experiencia.19 
 
Una posible explicación de este alejamiento de parte de los profesionales de 
realizar acciones éticamente buenas, entre otras, es el desgaste laboral que no permite 
la reflexión. 
 
Este Desgaste laboral es entendido como un “estado emocional, un cansancio 
en el idealismo, energía y objetivos; obstáculo vital para la complacencia en el 
quehacer de trabajadores sociales y profesionales que se mueven el área del servicio, 
que laboran de manera intensa con individuos en dificultades20 
 
Una de las fuentes de desgaste es intentar alcanzar metas poco realistas, 
situación que se da a menudo en la profesión, se comienza con finalidades nobles, 
con grandes objetivos, que no pueden lograrse. Otras fuentes de frustraciones que 
llevan al desgaste, se orientan a la dificultad de medir los logros en las profesiones 
de servicios, las remuneraciones bajas que no compensan la cantidad de trabajo y 
la tensión que significan. Con frecuencia quienes ayudan encuentran señales de que 
no se les toma en cuenta. Es común que las instituciones carezcan de recursos y 
 
18 Ver anexos: principios para la acción del nuevo profesional. 
19 Cfr. Aguayo Cecilia: “La práctica profesional y la sistematización como producción de 
conocimientos: algunos desafíos actuales.” Doc. Cide, 1996. Pp.75-85. 
 22
que las personas con quienes se relacionan en la comunidad tiendan a sospechar y 
criticarlos. Aquí surge la pregunta por la credibilidad en la acción de los municipios 
en la actualidad, ¿existe credibilidad en esta institución, y si ésta es deficiente, 
dificulta la acción de los trabajadores sociales que actúan desde ahí? ¿Cómo resuelve 
el profesional esta tensión? 
 
En relación a la cuestión del poder constan estudios que establecen, como 
generador de desgaste, el insuficiente poder real de algunos profesionales que se ven 
limitados a realizar cientos de trámites y labores de escritorio, situación no ajena a la 
realidad cotidiana de los municipios, se ve restringido el acceso para desarrollar 
acciones más creativas y de mayor incidencia en la indigna vida de muchas personas. 
 
En la práctica, diversos factores pueden imposibilitar el grado de autonomía 
del actuar profesional. En el ámbito municipal, que es el área de acción que interesa 
conocer en el presente estudio, se reconocerán algunos de esos factores ¿cuán 
autónoma es la acción del trabajo social en el municipio?, ¿es reconocida la eficacia 
de su acción? ¿Es capaz, el propio trabajador social de valorar su hacer y dar cuenta 
de ella, y por tanto, de las implicancias morales de su accionar? Son interrogantes que 
surgen para esta investigación, nacidas de la percepción de que, muchas veces, el 
trabajador social se deja fuera de su propio análisis de acción, siendo un actor 
“sumergido en la inmensidad de los problemas a los que ataca”.21 
 
Como conclusión, el desgaste, la falta de reflexión sobre las acciones que se 
realizan, el no considerar en forma consciente el carácter ético moral del profesional 
en la intervención, según los autores tratados, se puede inferir que ello produce un 
debilitamiento en la calidad de ésta, repercutiendo estas limitantes en las personas de 
atención de los trabajadores sociales. 
 
El dedicarse a un oficio o la elección de éste refiere a la existencia en la 
persona de una especie de “atracción” que nace de ella hacia lo que desea dedicarse, 
esta atracción se define como vocación. La Vocación es la actitud de poner los 
conocimientos, posibilidades y creatividad con que se cuenta en lo que se hace para 
las personas, grupos y comunidades; considera que el profesional disfruta lo que hace 
 
20 Davidoff, Linda, 1989. Pp.480. 
21 Zúñiga,R.; 1996. P15. 
 23
y le gusta hacerlo porque tiene un sentido, una finalidad que constituyen en el caso 
del trabajo social, sus utopías: la justicia, igualdad, democracia, libertad. 
 
Ricardo Zúñiga plantea que una profesión es una “acción socialmente 
reconocida, que se justifica porque se basa en un conocimiento socialmente aceptado 
como válido, y en la eficacia reconocida de su acción. Las profesiones presentan 
formas de poder social, en las cuales un grupo afirma su contribución a una necesidad 
social reconocida por el conjunto de la colectividad, y frente a la cual afirma poseer 
un análisis y una acción que legitima la acción de sus miembros, y que les da el 
derecho a reivindicar un grado de autonomía de acción.”22 
 
Profundizando en esta idea que plantea Zúñiga, el trabajo social posee un 
saber y una práctica que obtiene un reconocimiento de la comunidad, es decir, los 
profesionales son reconocidos como expertos en la resolución de determinados 
problemas sociales, ya que el trabajo social “es una profesión que se ha desarrollado 
en respuesta a las necesidades sociales básicas de las personas y a los problemas 
de la sociedad.”23 
 
El tener un tipo de conocimiento, para responder a necesidades, es siempre 
otorgador de poder; el mayor o menor poder puede variar según la calidad y cantidad 
de “conocimiento y saber” 24 de la situación problema, de la posición del profesional 
en la institución, según sea crítica o no la situación en que se requiera de él. Ahora 
bien, el poder no sólo refiere a destrezas o a la posición en la organización, sino 
también al poder que distinguen los propios usuarios.25 
 
Suelen realizarse dos distinciones en el conjunto de saberes humanos y que 
para este estudio es vital desarrollar. La primera distinción alude al concepto de saber 
teórico, este saber “se preocupa por averiguar ante todo, qué son las cosas sin un 
 
22 Zúñiga, Ricardo”, 1990. P.21 
23 Cfr. Escartín, María José. 1992. P 10. 
24 Saber y conocimiento se distinguirán como dos conceptos diferentes que para la lengua inglesa no 
es posible hacer pues son tomados como sinónimos. “El vocablo conocer se refiere a situaciones 
objetivas y da lugar, si se sistematiza debidamente a la ciencia. Mientras que el Saber es mucho más 
amplio e impreciso, ya que puede referirse tanto a situaciones objetivas como subjetivas, tanto teóricas 
como prácticas. El Saber se relacionaría con la aprehensión o contacto con la realidad para 
probarla y discriminarla a partir de los sentidos, para quedar fijada en un sujeto, en forma no 
tan mental.” (Vasco, Carlos). A lo largo de este estudio se irán desarrollando estos dos conceptos en 
forma más precisa. Cfr. en Mendoza, J., 1997. Pp.31. 
 24
interés explícito por la acción.”26 La segunda, al de Saber práctico “aquí importa 
discernir qué se debe hacer, cómo se debe orientar la conducta.”27 Dentro delos 
saberes prácticos se establecen aquellos que “dirigen la acción para obtener un objeto 
o un producto concreto (arte y técnica) y los más ambiciosos que quieren enseñar a 
obrar bien, racionalmente en el conjunto de la vida entera como es el caso de la 
moral.”28 Sobre el saber práctico se volverá a profundizar más adelante. 
 
 En relación a la distinción realizada en el párrafo anterior, es que se reconoce 
que la intervención del trabajador social, no se lleva a cabo sólo en base a un 
conocimiento teórico sino también de su saber práctico que se adquiere haciendo, que 
nace desde la experiencia29. 
 
Por otro lado dar respuestas a una situación problema no es tarea exclusiva del 
Trabajo Social. La transformación “no es tarea o producto de un solo sujeto-actor. Es 
el resultado del esfuerzo y trabajo organizado de muchos actores cada uno con sus 
sentidos, intereses e identidad que le son propios. Esta interacción de actores puede 
ser disonante u armónica.”30 “El profesional no construye solo el problema ni la 
estrategia de intervención ya que constantemente requiere cotejar, corroborar y 
negociar con otros las conjeturas 31que de esa realidad se han elaborado.”32 
 
 
 
 
 
 
 
25Sería interesante rescatar en la presente investigación, el discurso de los adultos mayores respecto a 
la percepción que tienen de la acción de los trabajadores sociales. En la investigación no se responderá 
a esta interrogante ya que está fuera de los objetivos previamente planteados. 
26 Cfr. Cortina Adela, 1996. Pp 23. 
27 Idem. 
28 Idem. 
29Experiencia: (latín experientia) conocimiento que se adquiere gracias a la práctica y a la 
observación. Pequeño Larousse 1995. 
“Es un saberse a sí mismo.- La experiencia es algo que forma parte de la esencia histórica del hombre 
El hombre experimentado es siempre el más radicalmente no dogmático, que precisamente porque ha 
hecho tantas experiencias y ha aprendido de tanta experiencia está particularmente capacitado para 
volver hacer experiencias y aprender de ellas. No es un saber concluyente sino es esa apertura a la 
experiencia que es puesta en funcionamiento por la experiencia misma.” 
Gadamer Hans, 1993. Pp. 431-432. 
30 Cfr. Sánchez.D; Valdés X.; 1989. P.68. 
31 Entiéndase por conjeturas todas las construcciones que se hacen por medio del lenguaje, de manera 
de definir un problema. Cfr. Schön, D., 1989. 
32 Mendoza, J. y otros; 1997. Pp.49. 
 25
 
RECAPITULANDO: 
 
A pesar de la ambigüedad del concepto profesión se ha logrado admitir ciertos 
elementos que permiten definirlo. Una profesión requiere de un cúmulo de 
conocimientos de cierto nivel de complejidad, en este estudio se han distinguido dos 
tipos de conocimiento, que conceptualmente se definen: uno como conocimiento 
teórico, que se adquiere en el proceso de formación académica, y otro denominado 
saber práctico que es un tipo de aprendizaje dado por el hacer, en la experiencia. 
 
Las profesiones hablan de un conocimiento socialmente aceptado como 
válido, hay una acción reconocida dada por la eficacia de ésta. Representan poder 
social que nace del conocimiento que manejan los profesionales y el que les otorgan 
las personas con las que trabajan, los recursos que poseen por medio del marco 
institucional bajo el cual actúan. 
 
La acción profesional tiene un carácter ético moral, esta acción requiere ser 
guiada por un código ético, ya que existe en el proceso de intervención, un constante 
dirimir entre intereses del propio profesional, de la institución y de los que son sujetos 
de atención. 
 
Las profesiones hacen una contribución a las necesidades sociales al contar 
con un análisis que legitima su acción y que le otorga grados de autonomía. 
 
Un profesional del área social, en donde se da una constante interacción con 
las personas requiere tener vocación, que disfrute de lo que hace, ya que está 
expuesto a tensiones que se presentan en la compleja realidad y por ende, a sufrir 
desgaste en su quehacer. Para ello es importante mantener un continuo proceso 
reflexivo, que permita un aprendizaje facilitador para su acción. 
 
 Al hacer una aproximación a lo que es el trabajo social, queda claro que el 
trabajador social se mueve en el ámbito de lo humano, pues trabaja con personas, y 
todo lo que realiza afecta a la sociedad en su conjunto. Se mueve en la realidad de las 
fuerzas, potencialidades y de las demandas sociales33 y de las carencias, de la 
 
33 Sanchez y Valdez; 1989. P. 69. 
 26
pobreza, que va más allá de la tenencia y acceso a determinados objetivos físicos; 
una pobreza visualizada como una “frustrada experiencia humana, una 
deteriorada calidad de vida que afecta integralmente a quienes la viven y que, 
por lo tanto, tiene múltiples dimensiones”.34 
 
Esta calidad de vida es comprendida como “un concepto que se inserta en 
la dimensión cultural, en las vivencias de las personas, y se relaciona a las 
aspiraciones de los individuos respecto de sus condiciones de vida y la 
autopercepción que ellos tengan de dichas condiciones. Las personas atribuyen 
una significación a su calidad de vida, la que se expresa a través de la 
satisfacción e insatisfacción de sus expectativas, y se funda en valores que 
permiten al individuo priorizar sus necesidades, jerarquizarlas, y definir los 
satisfactores para cada una de ellas. Es un concepto esencialmente valorativo, 
que da cuenta de las percepciones que cada sujeto tiene acerca de su propia 
realidad, y supone un estado de conciencia. Por ello, cada persona atribuirá un 
significado distinto e interpretará de distinta manera su realidad cotidiana.”35 
 
El Trabajo Social opera para transformar desde una realidad concreta, 
compleja, dinámica y cambiante, conflictiva y multidimensional, nace como 
respuesta a las necesidades humanas, teniendo una intencionalidad que le da sentido a 
su acción. 
 
“En general las profesiones, y sobretodo aquellas que interactúan 
mayoritariamente y directamente con personas, deberían contribuir a la humanización 
de la sociedad,” 36el Trabajo Social es una de ellas, ya que busca mejorar la calidad de 
vida de las personas en un sentido amplio e integral. 
 
Algunos autores conciben el trabajo social en tanto profesión, como un modo 
de acción social, como el “arte37 de asistir” a los más necesitados; otros como una 
actividad que contribuye al funcionamiento social o como una actividad prestadora de 
recursos sociales. 
 
34 Sánchez y Valdés, 1989. P.69 
35 Cfr. Nájera Eusebio. Cátedra asignatura: “ Calidad de Vida”. Carrera de Trabajo Social, Niveles 700 
Año 1995. Universidad Católica Blas Cañas. 
36 Aylwin, Nidia, 1986. P.6. 
37 Arte : 
a) “método conjunto de reglas para hacer bien una cosa; conjunto de reglas de una profesión; 
habilidad, talento, destreza”. Pequeño Larousse Ilustrado, 1995. 
 27
 
María José Escartín define el Trabajo Social como “el proceso de ayuda por 
medio del cual el profesional –trabajador social- a través de técnicas y 
procedimientos propios, promueve los recursos de la comunidad y del individuo para 
ayudar a éste a superar conflictos derivados de su interrelación con el medio y con 
otros individuos.”38 
 
La profesión tiene una función y un propósito dentro de una sociedad 
fuertemente problematizada que busca el bienestar de las personas que viven en ella. 
 
Rescatando los distintos elementos que se han expuesto a lo largo de este 
primer ítem de análisis, se define una profesión como “aquel oficio o arte de 
aquellos profesionales, que frente a problemas y/o situaciones, buscan resolverlo 
y/o enfrentarlo construyendo propuestasde intervención a partir de sus 
aprendizajes39 culturales sociales e históricamente aprendidos. En este sentido la 
experiencia que constituye el aprendizaje del profesional práctico, es mediadora 
entre el bagaje disciplinario y las situaciones únicas de cada intervención, siendo 
a la vez semejante, pero diferente en cada caso”.40 
 
La separación que se hace entre Trabajo Social disciplinario y profesional va a 
estar dada por la relación que mantengan con la intervención social. Para la primera, 
la intervención social es su objeto de estudio y fuente de producción de conocimiento 
cuya acción está orientada al análisis del hacer. 
 
Para el Trabajo social como profesión, la intervención es asumida como 
medio para su quehacer: el mejoramiento de las condiciones de vida de personas, 
grupos y comunidades; pero también como generadora de un tipo de saber que no es 
científico, sino de orden práctico que enriquece la intervención del profesional. 
 
b) “Virtud, disposición y habilidad para hacer alguna cosa”. Diccionario de la Lengua Española, 1995. 
c) “Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o 
expresa el hombre lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando”. Diccionario de la 
Lengua Española, 1995. 
38 Escartín, María José, 1992. P.9 
39 Cfr. Warren, H; 1991 en Mendoza, J., 1997. P. 48. 
“Se entenderá por aprendizaje un proceso por el que se adquiere la capacidad de responder 
adecuadamente a una situación que puede o no haberse encontrado antes y que contempla la fijación 
de elementos en la memoria, de modo que pueda recordarse o reconocerse.” 
“El aprendizaje consiste en cambios relativamente persistentes en la posible conducta, en tanto que se 
deriven de la experiencia.” Cfr. Wilhelm y otros; 1979. 
 28
 
1.1 LA INTERVENCION PROFESIONAL 
 
Respecto al concepto de intervención, se hace necesario diferenciar la 
intervención profesional del trabajo social, de lo que es el concepto de intervención 
social. El trabajo social realiza intervención social con las características que a la 
profesión le son propias. 
 
Desde la perspectiva del trabajo social, Javier Corvalán41 desarrolla en forma 
clara el concepto, éste define la Intervención social como “la acción organizada de 
un conjunto de individuos frente a las problemáticas sociales no resueltas en la 
sociedad a partir de la dinámica de base.” 42 
 
La intervención43 es un hacer intencionado, tiene una meta definida, consta 
de un para qué del hacer, aquello que responde a la intención que guiará los 
procesos de acción, forman parte de un plan o proyecto que es elaborado y 
reformulado en el pensar en función de los conocimientos y saberes guías de su 
acción. 
 El hacer intencionado, entonces requiere de un saber y de un hacer, éstos 
conforman un mismo proceso. El primero dado por la formación académica y el 
segundo por el contexto de la práctica profesional. 
 
 
40 Aguayo C. Artículo: “La práctica profesional y la sistematización como producción de 
conocimientos: Algunos desafíos actuales.” 1996. Pp.75. 
41 Corvalán, J.; 1996. P.1. 
42 Corvalán J. Op.Cit. 1996. Pp.1: “ La dinámica de base es el funcionamiento capitalista en torno al 
sistema de mercado que determina cualitativa y cuantitativamente la producción de bienes y servicios 
y por otra parte, el derecho público y privado que regula tanto la apropiación legítima de tal 
producción por parte de los individuos como los conflictos de intereses de los mismos”. 
43 Según Corvalán, la intervención social es fruto de la modernidad y la posibilitan cuatro elementos: 
- El desarrollo del pensamiento crítico sobre la sociedad. 
- La democracia y su extensión, permitiendo la expresión de los desfavorecidos de la sociedad. 
- La revolución industrial: aumento de la productividad y producción en masa. 
- La secularización. 
 29
 Saber y hacer son funcionales y fusionales entre sí, Zúñiga realiza una síntesis 
diciendo: “es un hacer guiado por un pensar, es un pensar puesto al servicio del 
hacer.”44 
 
 Y el trabajo social consta de un saber y de un hacer, estableciendo esta 
relación entre ambos. Dado esto por la opción de un conjunto de conocimientos que 
guían su acción y reconociendo el dinamismo, complejidad y diversidad que presenta 
la práctica profesional, “reflexiona en y sobre su hacer”45 para que su acción sea 
una respuesta eficaz a cada situación problema. Porque si bien comparten rasgos que 
las hacen semejantes unas a otras, son siempre situaciones únicas, pues las personas 
que las vivencian son distintas, cada una con su historia personal, sus valores, 
costumbres y creencias, lo que da a la intervención un grado de complejidad mayor y 
por lo cual, el profesional construye posibles soluciones con los sujetos que acuden a 
él, este construir como se ha definido anteriormente es un trabajo de interpretación de 
los sentidos y significados, que se le otorgan a la vida, al problema, por lo tanto, 
ejercita su pensar y su hacer. 
 
 Al presentarse en la práctica situaciones únicas, el trabajador social se ve 
enfrentado a la incertidumbre , en donde no se sabe cómo actuar frente aquello que 
le es desconocido. Ante esto, el profesional, puede ejercitar su capacidad creadora a 
fuerza de un trabajo reflexivo, que da paso a la improvisación. El trabajador social, 
se aleja de la concepción de problemas predefinidos, antes de actuar, reflexiona y se 
sorprende a sí mismo. 
 
 Reflexionar es “pensar, pensar es nombrar, y con el nombrar se puede pasar 
al hacer. La planificación construye la acción anticipadamente en el pensarla.”46 
 
En la incertidumbre se entrecruzan conflictos de valores, lo cual indica que no 
existen soluciones meramente técnicas, ya que ante las situaciones problema convergen 
distintos actores, necesidades y expectativas que pueden entrar en contradicción 
produciéndose tensión entre lo valórico y lo instrumental. 
 
44 Zúñiga, R.1996.pp. 20. 
45 Para una definición referirse al punto 1.3 del presente capítulo de la tesis. 
46 Zúñiga, R. 1996.pp. 42. 
 30
 
Frente a esto Schön plantea la existencia de factores constituyentes de la práctica 
profesional, que requieren de habilidades y competencias del práctico ante la 
singularidad, la incertidumbre y los conflictos de valores. Estas habilidades que 
desarrolla el profesional serían la capacidad de negociación, la mediación, la 
coordinación y articulación eficiente de puntos de vista de conflicto. 
 
Esto hace pensar en la existencia de un tipo de saber de parte del profesional al 
que Donald Schön denominó saber práctico.47 
 
Corvalán plantea que esta acción organizada tiene a su base un principio de 
inaceptabilidad48 de las consecuencias que arrastra esta dinámica de base. El momento 
originador de una intervención es la consideración que hacen determinados actores 
sociales de una misma situación en términos de insostenible, injusta y/o poco 
satisfactoria para quienes la viven. Para el trabajo social esta situación inaceptable es un 
llamado a construir con los sujetos involucrados alternativas de solución. Se ponen en 
juego las utopías del trabajo social, el bienestar que se desea alcanzar para las personas y 
grupos, la sociedad que vivencia las problemáticas sociales. 
 
Corvalán distingue dos tipos de intervención social, una de carácter 
sociopolítica y otra de tipo asistencial caritativa. La diferencia entre ambos tipos de 
intervención está dada por los objetivos societales mayores, relacionados con el 
funcionamiento del modelo de desarrollo de una sociedad, se pueden situar como un 
apoyo o como unacrítica al mismo. El Estado realiza su intervención social 
sociopolítica a través de las políticas sociales y el trabajo social es quien las lleva a 
cabo. 
 
 
47 El saber práctico tiene su fuente en la Perspectiva Constructiva, que “entiende la práctica como 
construcción reflexiva.” El constructivismo es una corriente epistemológica que reflexiona sobre el 
proceso de conocer, investigando cómo creamos sentidos, cómo construimos realidades. Entre sus 
exponentes se encuentra Piaget y Warzlawick. El constructivismo llama a reflexionar no sobre el qué 
conocemos sino en el cómo conocemos, cómo comunicamos lo que conocemos. El conocimiento para 
esta corriente tiene relación con la experiencia, pero guardando relación con los modos culturales de 
organizar dicho conocimiento así un conocimiento válido sería una interacción entre “Algo” y “el 
Alguien” que lo interpreta.” Cfr. en Mendoza, J., 1997. pp. 20 
El saber práctico será profundizado en el número 1.2 del capítulo Nº1 de la tesis. 
48 Esto será tratado en el ítem de saber práctico con mayor detención. 
 31
¿Qué crítica realiza el trabajador al actual modelo de desarrollo? ¿qué visión 
de sociedad maneja éste en su quehacer? ¿cómo afecta al adulto mayor esta visión de 
sociedad? ¿qué acciones genera esta crítica, son coherentes estas acciones, aprueban o 
rechazan el actual modelo de desarrollo? ¿Qué visión de sociedad maneja el 
municipio, es acorde con la visión del profesional? ¿qué dificultades surgen? Estas 
son interrogantes que plantea la investigación, ya que no se puede desconocer que la 
intervención profesional está mediatizada por la forma particular de comprender la 
pobreza y el tipo de sociedad al que se aspira. 
 
El trabajo social ha sido la principal disciplina en la que el término 
intervención social se ha desarrollado. Para el Trabajo social, la intervención social 
es la acción de un profesional específico, su punto de partida es la noción de 
necesidad, sentida por individuos. 
 
En este sentido los proyectos que desarrolle el profesional no se pueden llevar 
a cabo si no incorporan las interpretaciones que otorgan a la pobreza los propios 
sujetos concernidos. 
 
La intervención, finalidad primordial de la práctica de los trabajadores 
sociales, es una acción en respuesta a los conflictos de necesidades. Debe considerar 
el conocimiento cotidiano de los sujetos y grupos sociales como principal campo de 
intervención; el trabajador social “no plantea soluciones lineales, más bien se juegan 
en ese campo las complejas relaciones simbólicas de la acción social.”49 
 
El concepto de intervención es la actividad del trabajador social que provoca 
cambios, aunque no siempre se logren. Es una acción específica del trabajador social 
en relación a los sistemas o procesos humanos para producir cambios. Es el qué 
hacer, pero también el cómo hacer, considerando los valores de los trabajadores 
sociales y la orientación de los sujetos con quienes trabaja. “La intervención es la 
acción guiada por el conocimiento, valores y habilidades del trabajador social 
hacia la consecuencia de metas específicas ”.50 
 
 
49 Aguayo, C.; 1996. Pp79. 
50 Escartín, María José, 1992. P 25. 
 32
 El objeto de la intervención es el cambio, siempre va orientada a una finalidad 
de cambio, es decir, con la intencionalidad de producir modificaciones en una 
realidad problema51. 
 
 El Cambio significa lucha de contrarios, lo que implica resistencias, miedos, 
conflictos, siempre están presentes frenando, obstaculizando el proceso. La lucha de 
contrarios es un fenómeno con el cual, el trabajador social se enfrenta para ayudar de 
manera efectiva a los sujetos. 
 
El cambio conlleva el concepto de contradicción, ambivalencia e 
interdependencia. Mirar la realidad indisolublemente ligado a un contrario: 
bueno/malo, salud/enfermedad. “Un juego de fuerzas aparentemente conflictivas, 
pero que permiten la armonía de la naturaleza.”.52 La coexistencia de sentimientos 
opuestos en las personas; las relaciones e influencias recíprocas entre las diversas 
partes de un conjunto. 
 
La actividad profesional de los Trabajadores Sociales consiste en “ayudar a las 
personas, grupos y comunidades a resolver problemas sociales que los afectan, a 
satisfacer las necesidades que vivencian. Desarrolla las capacidades que les permitan, 
mediante la utilización o la promoción de recursos adecuados, conseguir una mejora 
en la calidad y el bienestar social.” 53 
 
El trabajador social para alcanzar ese bienestar social puede moverse desde 
tres dimensiones distintas,54 la elección será determinada en menor o mayor grado 
por el marco institucional en el cual se esté inserto, por las características de los 
sujetos con los que se interaccione, los recursos, el tiempo, de la percepción que se 
tenga de los sujetos, (en especial con adultos mayores si el profesional piensa que son 
incapaces, esto repercutirá en su intervención. Estas opciones hay que reflexionarlas, 
 
51 El concepto de cambio puede ser contemplado desde dos perspectivas, coincidiendo con posturas 
tradicionales –conservadoras o radicales en el trabajo social: 
- Desde la primera perspectiva, cambio es igual a reforma. 
- Desde el segundo planteamiento, cambio supone transformación, es decir superación de lo 
existente. 
El producir cambio conlleva el conflicto de necesidades versus recursos, tensión permanente en la 
acción de la profesión. 
52 Cfr. Escartín, Mª José; 1992. P. 29. 
53 Sitja, María, 1988, p.47 
54 Sánchez D. Valdés X., 1989. P.72 
 33
sacarlas a la luz, se pueden descubrir prejuicios que dañen a las personas con las que 
se trabaje), entre otros elementos que constituyen el proceso de intervención. 
 
 El profesional puede actuar: 
 
- Desde la satisfacción de demandas, necesidades y problemas sociales, 
respondiendo lo mejor posible para la subsistencia de quienes recurren a él. 
 
La asistencialidad, dimensión fuertemente cuestionada en los actuales 
tiempos, pero que dentro del ámbito municipal aún está impuesto al quehacer del 
trabajador social y aún más cuando se trata de intervenir con adultos mayores. Sería 
útil preguntarse por el sentido de esta acción, su valor en este tiempo, cómo la definen 
los mismos trabajadores sociales y las tensiones que genera el cambio en la lógica de 
acción. 
 
- Desde la organización popular, promoviendo las organizaciones, contribuyendo 
al protagonismo popular o constitución de actores, con una lógica organizativa, 
política y gestionaria. 
 
La organización es una de las estrategias que promueve la actual Política 
Social para Adultos mayores, ¿cómo responde a las necesidades de los adultos 
mayores? ¿Qué cambios ha significado en su calidad de vida? ¿contribuye a su 
constitución como actor? ¿qué dificultades se presentan?. 
 
- Desde la educación social,55 implica un reconocimiento de la cultura popular como 
acervo de conocimiento. Alude a la capacidad y condición de sujeto de acción. 
Apunta al desarrollo de capacidades para tareas específicas, desarrollo de conciencia 
crítica. 
 
La mayoría de las intervenciones profesionales en municipalidades y otros 
marcos institucionales “buscan constituir a las personas, grupos y comunidades en 
actores responsables de su existencia y constructores de su propia historia... nuestro 
 
55 “El concepto de educación refiere a e-ducere, en ese sentido educación es igual a existencia que 
significa poner fuera, haber emergido del estado de potencia para ser realidad manifiesta; por esta 
razón Erich Fromm opone manipulación a educación , por cuanto este último es el acto de fe-esperanza 
productiva que tenemos en las potencialidades deotros, de nosotros mismo y de la humanidad.” 
Erich Fromm, “Psicoanálisis de la sociedad contemporánea”, 1957. 
 34
horizonte es la autonomía y autogestión individual y comunitaria”.56 Considerando la 
meta de esta dimensión, importaría preguntarse si los adultos mayores, actores que 
componen el proyecto educativo ¿se sienten reconocidos en sus intereses, necesidades 
y motivaciones? ¿cómo es el proceso de negociación entre los distintos intereses: de 
la institución, profesionales y sujetos, qué se privilegia? 
 
El proceso educativo exige una relación de comprensión mutua es ahí donde 
adquiere su sentido y logra su objetivo de formación de sujetos autónomos, ¿es capaz 
el profesional de “comprender”57 al adulto mayor y viceversa? ¿qué se comprende 
por proyecto educativo para el adulto mayor en los municipios? 
 
No se puede dejar de decir que cada actor está situado en contextos sociales e 
institucionales distintos, para el trabajador social el asumir su rol “depende de los 
modelos institucionales a los cuales está obligado a referirse, pero también a su 
manera de ser, de establecer relaciones con el mundo social.”58 
 
 Se ha señalado que uno de los ámbitos de la intervención profesional del 
trabajador social son las necesidades, a este respecto, se define necesidad como el 
“carácter de aquello que no se puede prescindir, cosas que son menester para la 
vida”59. Se entenderá así también por necesidades humanas, los requerimientos que 
presentan las personas para permanecer sanas en las esferas personal, interpersonal y 
ambiental.60. El concepto necesidad plantea los requerimientos físicos, psicológicos 
y sociales que un individuo requiere para alcanzar su bienestar social. Nidia Aylwin 
define necesidad humana básica, como “aquella necesidad esencial de cuya 
satisfacción depende que el ser humano pueda desarrollarse como persona y que toda 
sociedad tiene, por lo tanto, obligaciones de satisfacer”.61 
 
El trabajo social establece un proceso para resolver problemas, éste se expresa 
en el uso del conocimiento, valores y habilidades de los profesionales para trabajar 
con las personas. 
 
 
56 Aguayo, C.; 1997. P. 8 
57 Comprensión: “no es la apropiación interactiva de algo (descubro las ideas por la razón). Aquí la 
comprensión es acerca del ser, el otro como existente.” Uribe, L. “El Problema de la Comprensión en 
la Filosofía Contemporánea” Ciclo de charlas de Seminarios de Título. U. Católica Blas Cañas. 1997. 
58 Cfr. Postic en Aguayo; 1997. Pp.12. 
59 Pequeño Larousse Ilustrado, 1995. 
60 Gudynas, Eduardo, 1991. P. 262 
 35
 En el proceso de intervención se establecen relaciones con otros que deberían 
asegurar la dignidad, individualidad y autodeterminación de todos. Las personas 
deben ser tratadas con humanidad y justicia. 
 
La intervención no es posible comprenderla como una simple enumeración de 
lo que se hace y lo que se sabe, ambos conceptos forman parte de un mismo proceso. 
 
La intervención profesional no es un hacer alejado del pensar, la acción que 
realiza el Trabajador Social es reflejo de ese pensar, es reflejo de su ser persona: que 
involucra su historia, su experiencia, sus opciones valòricas, su ser moral. 
 
Difícilmente podría el ser humano actuar en forma dividida, actuando en forma 
aislada de sus afectos, valores, miedos, gustos, de su fe, entre otras cosas que conforman 
la vida humana. El profesional busca develar en el proceso de interacción con otros, 
cómo influyen todos estos elementos tanto exteriores como interiores en la intervención, 
sumándose a ello las reperesentaciones sociales (forma de concebir el mundo que está 
mediatizada por las estructuras sociales dominantes y que es transmitida a través de 
generaciones) que se encuentran en la conciencia de los profesionales y que constituyen 
los “modelos de representación” colectivos de los trabajadores sociales.62 
 
 Al intentar definir la intervención se estableció la articulación permanente entre 
el pensar y el hacer, por lo que se entenderá que toda intervención es un proceso 
intencionado. “La intencionalidad se atribuye a la síntesis que el profesional efectúa 
entre el cuerpo de conocimiento disciplinario, el oficio profesional y el saber adquirido 
de la experiencia: en correspondencia con las exigencias de la situación práctica.”63 
 
Este aspecto más subjetivo64 de la intervención, del que muy pocos profesionales 
hablan o escriben, es el que rescata el saber práctico. Los conflictos que se presentan en 
 
61 Cfr. Aylwin, N.; 1980. P.7 
62 Ver Hermenéutica colectiva en Capítulo III: Marco Metodológico. 
63 Mendoza, J y otros; 1997. Pp..37. 
64 Más subjetivo no quiere decir individualista, pues si bien la intervención profesional la realiza una 
persona, dicha intervención es mediatizada por las representaciones sociales que están presentes en 
las estructuras de conciencia de los profesionales y que orientan la intervención haciéndola social. 
 36
la práctica si bien pueden contar con una respuesta en la teoría, la mayoría quedan en 
interrogantes que se pueden resolver a base del experienciar. 
 
 
1.2 SABER PRÁCTICO 
 
Existe un tipo de saber65 que interesa conocer y clarificar, como se ha ido 
presentando a lo largo de este trabajo, se reconoce que el profesional genera un tipo de 
conocimiento desde la práctica. Este se le denomina saber práctico. 
 
El saber práctico, es aquel saber con que cuentan los profesionales prácticos66 
quienes desarrollan una “racionalidad cotidiana para enfrentar problemas o 
situaciones nuevas en base a aprendizajes sociales, culturales e históricamente 
aprendidos.”67 
 
“Es una rigurosa forma de ejercicio de la inteligencia que se interesa en la 
intervención profesional a partir de competencias que los profesionales muestran en 
situaciones de la práctica que resultan singulares e inciertas.”68 
 
Los profesionales dan sentido al problema, crean formas nuevas de acción, 
estrategias, reformulan problemas, aprenden de los errores, improvisan en medio de la 
acción con otras alternativas para resolver problemas. 
 
Interesa para este estudio conocer las situaciones indeterminadas, inciertas, que 
presenta la intervención con adultos mayores, qué tipo de competencias muestran los 
trabajadores sociales en situaciones singulares. El profesional para lograr dar cuenta de 
este tipo de aprendizaje, debiera mantener un proceso reflexivo. La reflexión permite 
mantener el diálogo con elementos que constituyen una situación problema. 
 
65 Saber: “aprehensión de la realidad en relación a los sentidos, al pensar, a lo valórico y a las 
experiencias personales y aprendizajes sociales del profesional.” Cfr. En Mendoza, J. y otros; 1997. 
P.37. 
66 Schön.1982. 
67 Cfr. Aguayo C.; 1996. P.75 
 37
 
El profesional práctico adquiere una capacidad eminentemente “prudente”69 y 
ético política, es decir, dirimir entre posibles valores, comprendidos en su accionar; aún 
más la capacidad del saber práctico es desarrollar esta destreza que sólo la puede dar la 
experiencia. 
 
La experiencia la da la práctica, es el ejercicio del arte en un espacio 
determinado, la experiencia se da a lo largo de la historia que escribe cada sujeto en 
interacción con otros. La experiencia da un tipo de conocimiento que no se adquiere por 
medio de los libros. “Experimentar – experienciar, significa vivir y que se vive en y 
debido a un medio ambiente, no en un vacío, ahí donde hay experiencia hay un ser 
viviente.”70 La experiencia es un concepto que dice relación con la producción de 
conocimiento, se tiende a confundir con empirismo(uso exclusivo de la experiencia sin 
la teoría ni razonamiento). Connota dos rasgos según Bollnow71, uno es el aspecto 
negativo, algo que frena al ser humano a desarrollar la creatividad y el cambio. Y la 
experiencia que nunca se cierra sino que en abierta disposición receptiva se desarrolla 
de continuo y conduce hacia esa madurez superior del individuo que se denomina 
experimentado. La experiencia desarrolla en el profesional su capacidad creadora e 
inventiva. 
 
“La experiencia es la capacidad de ver y de actuar en las situaciones no 
familiares como si lo fueran lo que capacita para traer a colación aquella vivencia pasada 
como así también para reformular y re-adecuar las teorías técnicas y estrategias que 
están a la base del saber y conocimiento acumulado del profesional.”72 
 
 
68 Cfr. Mendoza.1997. P 48 
69 Cfr. Aguayo C.; 1996 P.77. Etimológicamente saber es análogo a prudencia (griego), Aristóteles 
(1984;206) plantea que: “Se aplica a todo lo que pueda ser distinto de lo que es; a todo lo 
contingente”. “El objeto principal es deliberar bien y no se reduce a la razón, a la relación medios a 
fines.” Prudencia es la capacidad de tomar decisiones, considerando el conjunto de su existencia. 
Sabiendo que la decisión de hoy tiene consecuencias para el futuro y para quienes le rodean. Cortina, 
A. 1996. 
70 Encuentro de Directores de Seminarios de Grado. Departamento de Trabajo Social. Universidad 
Católica Blas Cañas. 29 de Julio 1997. 
71 Bollnow: representante de la corriente de pensamiento fenomenológico, discípulo de Husserl. 
72 Cfr. en Mendoza, J.1997. P.58. 
 38
El saber práctico adquiere una estructura lógica a través del lenguaje, se 
podría decir que es una construcción social, en tanto implica la participación de más 
de un actor. 
 
“El saber práctico se expresa en forma espontánea a través de acciones, juicios 
y habilidades, que se saben como llevar a cabo, pero no se piensa acerca de ellas con 
anterioridad o mientras se realizan. 
 
Es un saber, al igual que las representaciones sociales, que se adquiere 
inconscientemente, y que así mismo puede ser transmitido. Es un saber que consiste 
en reglas o planes que alguna vez fueron internalizadas en la mente de la persona 
antes de actuar.”73 
 
Dentro de lo que es el saber práctico se presenta el concepto de saber en la 
acción éste se define como “los tipos de saberes que revelamos en nuestras acciones 
inteligentes ya sean observables al exterior o se trate de operaciones privadas. En 
ambos casos el saber está en la acción .”74 
 
El saber práctico implica denunciar las complejas relaciones de poder, 
manejar procesos de negociación, criterios que se usan para organizar recursos 
financieros, problemas éticos morales que enfrentan estas decisiones, develar criterios 
que hoy las instituciones utilizan para identificar la pobreza y las incongruencias con 
los sujetos que la viven. 
 
La intervención social, esta “búsqueda de mundos posibles”75, tiene una 
intencionalidad que está “ligada necesariamente a la opción ético y moral”76 de la 
acción creada. Lo ético y lo moral son aprendizajes sociales, que adquieren sentido en la 
interacción, constituyen parte importante de las representaciones sociales, las que 
conforman las estructuras de conciencia de los profesionales prácticos. 
 
 
73 Cfr. Schön, D; 1992. 
74 Schön, D; 1992. P 35. 
75 Aguayo C.; 1996. P.80. 
76 Idem. 
 39
Existe una justificación moral y práctica de la acción, aunque ésta, muchas 
veces parece quedar como dogma de fe, sin ser develada por medio de la reflexión del 
profesional. 
 
La intervención (que implica políticas, planes y proyectos sociales) requiere 
de una discusión no sólo centrada en los recursos asignados y requeridos o en los 
efectos reales sino que también debe encarar las implicancias morales. 
 
Lo moral como se ha definido en este estudio, es un tipo de saber racional 
que orienta la acción: “es un saber práctico, un saber para actuar, un saber social, 
que orienta el conjunto de la vida, consiguiendo sacar de ella lo más posible, para lo 
cual necesita saber ordenar inteligentemente las metas que persiguen.” 77 
 
Por lo tanto, si es un saber práctico, necesariamente está presente en el 
profesional, porque como persona que es, no deja ser un ser moral al ejercer su 
vocación, a la cual ha optado siendo coherente con la historia personal. Así bien, el 
ser moral no es restrictivo al individuo, sino a principios universales. 
 
El desconocer este ámbito del quehacer profesional implicaría un alto costo 
social, en especial para quienes son beneficiarios de esta acción, se traduciría este 
desconocimiento, en una perversión de la acción como lo es la 
instrumentalización. 
 
La instrumentalización de la acción es hacer que la realidad siempre se 
ajuste a los instrumentos, metodologías y enfoques teóricos, y no viveversa, no existe 
flexibilidad. El profesional pasa a ser un técnico experto, que sólo relaciona medios 
con fines específicos. 
 
 Así también la falta de reflexión sobre y en la acción conlleva hacia otro tipo 
de perversión de ésta, que se identifica como activismo; el activismo es “la 
disociación radical entre trabajo mental y trabajo físico”.78 
 
 
77 Cortina, A. 1996.P. 22. 
78 Cfr. en Mendoza. Op.Cit. 1997. P. 17. 
 40
Este tipo de perversiones de la acción tienen su origen en el legado que el 
proyecto global de la sociedad occidental denominó modernidad, ésta promovió la 
racionalidad instrumental, la sobrevaloracción del conocimiento científico. 
 
El Trabajo Social se ha visto influenciado por esta sobrevaloración del 
conocimiento científico dada su estrecho vínculo con las ciencias sociales. Dio origen 
esta insana relación, a la dicotomía teoría –práctica. “El Trabajo Social estableció 
con la teoría una relación de tipo reverencial, se le escucha, se le cita, pero se 
encuentran razones de orden práctico para liberarse de la responsabilidad de hacerla, 
las que ven desde la dificultad para escribir en forma coherente y organizada, hasta la 
falta de tiempo para dedicarse a la tarea.”79 
 
 
Cuando el Trabajo Social “se adhiere a una racionalidad de tipo instrumental 
de alguna forma, su intervención pierde contacto con la realidad y con los sectores 
que la componen y por lo tanto, con los componentes que orientan su acción: las 
utopías80 (democracia, libertad, felicidad), que le dan sentido al hacer del trabajo 
social.”81 
 
Es errado desconocer entonces el papel que tienen los valores en los procesos 
de transformación social, ya que son ellos los que permiten a los sujetos tomar control 
sobre sus existencias, adquirir una convicción profunda acerca de los sentidos y 
propósitos de aquellas y sobre todo actuar como seres humanos libres y moralmente 
autónomos.82 
 
Se advierte la complejidad de la intervención que realiza el trabajador social, 
los conflictos, tensiones, contradicciones, opciones que deben tomar en el proceso, 
muchas esas opciones son más bien de carácter valórico que técnico, lo que no facilita 
 
79 Zúñiga, R; 1990 Cfr. en Mendoza, J., 1997. P.36. 
80 Utopías: proyectos de sociedad, valores guías. Son un posible en relación al mundo actual .Es la 
expresión de los deseos de una realidad más perfecta, guían la acción. Es ese lugar que permite 
describir nuestras aspiraciones. 
81 Cfr. en Mendoza. Op. Cit. 1997. P. 43. 
82 No se puede desconocer que existen diversos obstáculos estructurales para el cambio social, que hay 
una gran carencia de conocimientos teóricos orientados hacia la producción,

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