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1 FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES “TRABAJO SOCIAL Y SABER PRACTICO: UNA MIRADA DESDE LA COTIDIANEIDAD DE LA INTERVENCIÓN CON ADULTOS MAYORES EN MUNICIPIOS” SEMINARIO PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN TRABAJO SOCIAL Y AL TÍTULO DE ASISTENTE SOCIAL. INTEGRANTES: MERUANE NARANJO, MARGARITA FABIOLA. SALAZAR MARTINEZ, CONSUELO INÉS. DIRECTOR DE SEMINARIO: CECILIA AGUAYO CUEVAS. Santiago – Chile 1998. 2 INDICE Prólogo CAPÍTULO I : PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Planteamiento del Problema CAPÍTULO II : MARCO TEÓRICO. Primera parte: Trabajo Social e intervención profesional. 1. El Trabajo Social desde lo Profesional 1.1 La intervención profesional 1.2 Saber práctico 1.3 Los profesionales reflexivos 1.4 Trabajo Social y necesidades humanas: Una tensión entre la planificación y el arte 2. Trabajo Social y Disciplina: Hacia la construcción de modelos de intervención 6 8 9 13 14 16 28 36 41 44 46 3 Segunda parte: Gerontología. 1. Ser Adulto Mayor 1.1 Conflictos que afectan al Adulto Mayor a) La Sociedad Contemporánea y la valorización de lo productivo Versus el retiro laboral b) Ciencia versus la experiencia de vida del Adulto Mayor c) La familia nuclear versus la cooperación familiar d) Imagen del Adulto Mayor 1.2 Eventos que afectan la vida del Adulto mayor 2.Adulto Mayor, participación y pertenencia social 2.1 Trabajo Social, Adulto Mayor y participación CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO. I Fundamentos Metodológicos II Tipo de Investigación III Metodología Operativa 1. Investigación Bibliográfica 2. Entrevista semiestructurada 3. La Hermenéutica Colectiva IV Criterios de representatividad de la muestra a estudiar CAPÍTULO IV: ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN Introducción I Categoría: La experiencia Improvisación Creatividad 50 52 55 57 58 59 60 61 63 65 73 74 76 77 77 78 79 86 90 91 93 99 100 4 II Categoría: Valores del Trabajo Social 1. Definiendo el T.S. 2. Vocación 3. Elección del ámbito laboral 4. Valores y conflicto de valores en la intervención. 5. Desgaste profesional 6. Percepción A.M. - Vejez actual 7. Relación que se establece con los A.M. III Categoría: Quehacer 1. Acciones asistenciales 2. Fortalecimiento de las organizaciones de A.M. 3. Difusión de información sobre beneficios sociales 4. Talleres de desarrollo personal 5. Manualidades 6. Acciones recreativas y culturales 7. Actividades deportivas Habilidades Profesionales 1. Paciencia 2. Entusiasmo en la acción 3. Capacidad de escuchar 4. Saber interpretar 5. Honestidad y transparencia 6. Verbalización clara, lenta y modulada 7. Integralidad IV Categoría: Contexto de la intervención: El Municipio 1. Respecto de la lentitud (...) burocracia 2. Respecto del trabajo que le toca realizar al A.S. 3. La actoría del T.S. 4. Respecto del trabajo en equipo 5. Respecto de los recursos 103 103 105 107 109 112 114 119 125 128 130 133 133 135 135 136 137 139 141 142 143 144 145 145 147 147 149 150 151 151 5 6. El poder en la intervención con A.M. 7. Respecto de la asistencia 8. Respecto de los espacios para el T.S. con A.M. 9. Respecto de la participación 10. Respecto de los tiempos 11. Obstáculos relacionados con los propios A.M. Conclusiones CAPÍTULO V: PROPUESTA PARA EL TRABAJO SOCIAL. Elementos importantes para la construcción de un modelo de intervención con A.M. BIBLIOGRAFÍA ANEXOS 153 155 156 158 159 160 162 171 172 180 192 6 Prólogo La tesis de grado constituye la última etapa de un tiempo de formación y reflexión, que han tenido por finalidad construirnos como profesionales de la acción. A lo largo de esta formación hemos ido adquiriendo un cúmulo de conocimientos teóricos que nos han servido para la realización del presente estudio. Al optar por el trabajo social, optamos por las personas, y a lo largo de este conocer a las personas fuimos descubriendo al adulto mayor. Gracias a las experiencias que desarrollamos en las prácticas profesionales, pudimos valorar la inmensa riqueza que en ellos abunda, y sus potencialidades, que nos eran desconocidas, así como lo son a nivel social. En este descubrir a los viejos, nos planteamos la interrogante sobre los aportes del trabajo social en el mejoramiento de la calidad de vida de ellos. Observamos en las prácticas, que existía un aprendizaje respecto de la intervención profesional con este grupo etáreo, pero que este conocimiento no estaba escrito y permanecía como un saber particular de cada profesional. Por esta carencia de material escrito, y por el interés hacia este grupo, decidimos desarrollar este estudio, con el anhelo de aportar al quehacer disciplinario del trabajo social. El presente estudio valora el quehacer cotidiano de muchos profesionales, que están comprometidos con esta realidad y que nos han revelado generosamente sus experiencias, compartiendo el saber que han generado en la práctica. Lo que fundamenta la investigación es la generación de conocimiento a través de la intervención profesional de los trabajadores sociales. Gracias al aporte teórico de Donald Schön, se lograron desarrollar las ideas fundamentales que orientaron esta 7 tesis. La preocupación de ésta es revelar el saber práctico de los profesionales que intervienen con adultos mayores en municipios, con el fin de elaborar una propuesta para la futura generación de un modelo de intervención con adultos mayores. Se realizó una reflexión teórica respecto del trabajo social, de su intervención y del sujeto adulto mayor. Luego, por medio de entrevistas, se rescataron los discursos de los profesionales del área elegidos como muestra del estudio. A partir de ello se realizó una interpretación colectiva que permitió seleccionar elementos útiles para la futura generación de un modelo. Se establecieron categorías de análisis que surgieron de las hipótesis y sus variables, éstas son las siguientes: la experiencia, valores del trabajador social, quehacer profesional y el contexto de la intervención. Cada categoría se interrelaciona, siendo analizada en dos niveles. La tesis comprende cinco capítulos: Planteamiento del problema, Marco teórico, Marco metodológico, Análisis de la información y por último, Conclusión y Propuestas para el Trabajo Social. Esperamos que quienes lean el presente documento, encuentren elementos que puedan aportar al conocimiento de la temática, y genere un interés por este grupo etáreo y así contribuir a la intervención profesional en este ámbito. Para quienes realizamos el estudio, ha significado un enriquecimiento tanto a nivel teórico como experiencial. Creemos que ello ha generado en nosotros un mayor compromiso con las personas que viven esta etapa y nos ha procurado un saber que esperamos poder entregar. 8 CCaappii tt uull oo II PPll aanntt eeaammii eenntt oo ddeell PPrr oobbll eemmaa 9 Planteamiento Del Problema La presente investigación tiene por finalidad primordial conocer el saber práctico generado en la experiencia cotidiana de trabajo de Asistentes Sociales que intervienen con Adultos Mayores, en Municipios de la Región Metropolitana.Se parte de la premisa, en el actual estudio, de que las intervenciones profesionales de los Trabajadores Sociales1, generan un tipo de conocimiento que constituye su “saber práctico”. Ese saber práctico se quiere identificar y develar en este estudio. Al intervenir con Adultos Mayores, el profesional desarrolla habilidades, competencias y destrezas distintas de las que se desarrollan en la intervención con otros grupos etáreos, además de adquirir conocimiento sobre dicho grupo; ello lo complementa con su saber teórico respecto de la intervención profesional y de los Adultos Mayores, con sus características particulares como segmento poblacional. Todo ello mediatizado por valores del profesional que interviene y por las características propias del contexto cultural, social e institucional donde le toca trabajar. Se intenta, a través de la actual investigación, acercarse a este saber, con el fin último de poder realizar un aporte a la disciplina del Trabajo Social, respecto de la intervención con Adultos Mayores en Municipios. Creemos, y lo hacemos una premisa importante de la investigación, que el trabajador social no ha dado cuenta de los saberes que ha generado su intervención profesional, que no se han sistematizado las experiencias de intervención, ello quizás por falta de tiempo o espacios Institucionales para hacerlo2, por motivaciones personales de los profesionales o dificultades para comunicar los saberes recogidos en la práctica cotidiana. De ahí nace el interés de esta tesis por hacerlos explícitos. 1En todas las áreas, no solo la de los que intervienen con Adultos Mayores, el presente estudio lo centra en los Adultos Mayores por una cuestión de opción valórica fundada en la simpatía hacia dicho grupo etáreo 2 Puede ser que no esté considerado dentro de las prioridades o requerimientos institucionales. 10 Debido a las experiencias de intervención con Adultos Mayores en nuestras prácticas profesionales, nace una preocupación respecto al tema de la vejez, pues a través de dichas prácticas profesionales se ha conocido la realidad actual de los Adultos Mayores, sus necesidades y demandas, sus particularidades, inquietudes y por sobretodo, la realidad alarmante del envejecimiento poblacional, que ya alcanza a un 10% de la población, y que se estima aumentaría considerablemente en los próximos 27 años (16% de la población). Por ello, se considera de vital importancia que el Trabajador Social verbalice sus aprendizajes respecto de la intervención profesional en el tema, con el fin de poder generar algunos lineamientos para futuros profesionales que se inicien en la intervención profesional en el área. Existe, en la sociedad contemporánea, una visión del Adulto Mayor que es errada, que lo denigra, lo hace ver inútil y sin nada que aportar al mundo moderno. Muchos Trabajadores Sociales encuentran, por eso, poco atractivo dedicarse al tema y lo desechan. Por otro lado, existe una tendencia a valorar mas a los grupos de edad que aún pueden ser una inversión que a la larga generará algún tipo de retribución social, mientras que los Adultos Mayores ya se encuentran en la etapa terminal de la vida, que solo constituirían un gasto social, no una inversión. Se evidencia así, una escasez de profesionales en este campo y una necesidad real de profesionales que se dediquen al tema. Si se piensa que en el año 2025 existirán más de tres millones de Adultos Mayores, se hace indispensable que la profesión del Trabajo Social desarrolle conocimientos respecto de la intervención con ellos, pues ésta es una de las profesiones que cotidianamente actúa y se mueve en el ámbito de las demandas, carencias y mejoramiento de la calidad de vida de las personas, y es justamente ese el ámbito de los Adultos Mayores, que por una especie de discriminación social por no ser productivos, han sido marginados del desarrollo, y empiezan a presentar demandas que ya han comenzado a preocupar a las autoridades en la formulación y aplicación de políticas sociales. No se debe olvidar que todos algún día seremos Adultos mayores, y en la medida que no se genere un cambio social3, todos llegaremos a ser tratados como actualmente estamos tratando a los Adultos Mayores. 11 TEMA DEL PROYECTO: La producción de conocimiento desde la intervención profesional del Trabajo Social con Adultos Mayores en el Municipio. PROBLEMA: � ¿Posibilita la experiencia de los Trabajadores Sociales que intervienen con Adultos Mayores, la generación de propuestas de intervención con dicho grupo etáreo?. � ¿Qué tipo de conocimiento han generado las experiencias de los Trabajadores Sociales que intervienen con Adultos Mayores desde el Municipio? OBJETIVOS GENERALES: • Conocer y analizar la intervención profesional que desarrollan los Trabajadores Sociales con Adultos Mayores desde el Municipio, en siete comunas de la Región Metropolitana. • Proponer elementos para la construcción de un modelo de intervención profesional con Adultos Mayores. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: � Describir y reflexionar el quehacer profesional de los Trabajadores Sociales con Adultos Mayores en el ámbito Municipal. � Identificar y elaborar los conceptos que permitan construir un modelo de intervención con Adultos Mayores. 3 No se debe olvidar que el Trabajador Social es un elemento clave en este tema, pues se autodefine como “promotor del cambio social” 12 HIPÓTESIS: • Desde el quehacer cotidiano (experiencia de los Trabajadores Sociales), es posible generar un tipo de conocimiento, que constituye su saber práctico. • A partir de las experiencias de los Trabajadores Sociales con Adultos Mayores en el ámbito Municipal, es posible dar cuenta de categorías para la construcción de un modelo de intervención con este grupo etáreo. � Variables : Independiente: La generación de conocimiento desde la practica. Categorías: a) Saber práctico. - La Experiencia – Aprendizajes. - Intuición – Improvisación – creatividad. b) Valores del Trabajador Social - Vocación: Elección del ámbito laboral - El Adulto Mayor: Percepción de los sujetos – relación que se establece. - Desgaste profesional Dependiente: Cómo los Trabajadores Sociales intervienen. Categorías: a) Quehacer: - Estrategias. - Competencias. - Habilidades. b) Contexto: El Municipio: - Conflictos. - Negociaciones. - Poder 13 CCaappii tt uull oo II II MMaarr cc oo TTeeóórr ii ccoo 14 Primera Parte Trabajo Social e Intervención Profesional El eje central del presente capítulo tiene por finalidad reflexionar sobre el concepto de intervención en el trabajo social, intentando así acercarse a una definición de la profesión. Se parte desde el supuesto que desde la intervención profesional se genera un tipo de conocimiento, el cual constituye el saber práctico de los profesionales. Este saber práctico es entendido “como una rigurosa forma de ejercicio de la inteligencia, que se interesa en la intervención profesional a partir de competencias que los profesionales muestran en situaciones de la práctica que resultan singulares e inciertas. Son precisamente estas competencias las que permiten darle sentido a los problemas, crear y experimentar nuevas estrategias de acción y reformulaciones del problema; aprender de sus errores e improvisar en medio de la acción con otras alternativas de estrategia para resolver el problema.”4 Este saber práctico, que seconstituye de los aprendizajes de la práctica, contiene representaciones sociales que modelan la intervención profesional de los trabajadores sociales, por tanto, no se puede hablar de un saber práctico individual, sino que colectivo, en el sentido de que la acción profesional contiene interpretaciones de la realidad social, adquiridas a través de varias experiencias, como la socialización. El saber práctico lleva impresa la marca, la huella, la impronta de representaciones sociales difundidas, que son posibles de conocer a través del relato individual de los trabajadores sociales. Comúnmente se piensa que el saber práctico es subjetivo, subjetivo en el sentido personal, individualista; sin embargo, si se afirma que las estructuras sociales se reproducen en la conciencia de los individuos5, se puede concluir que la acción profesional es traspasada por representaciones sociales colectivas, y que por lo tanto, el 4 Schön, D. En Mendoza, J. Y otros; 1997, pag. 26. 5 Molitor, Michel; 1990. 15 conocimiento que se genera en el quehacer cotidiano, pasa por la mediación entre las estructuras de conciencia (personales y subjetivas) y las estructuras sociales internalizadas inconscientemente por el trabajador social. El trabajador social actúa en la realidad con un cúmulo de conocimientos teóricos, los cuales fundamentan su hacer y lo validan, estos conocimientos son la base sobre la cual se construyen las posibles alternativas de acción en la práctica profesional, en donde la intuición y la improvisación, que conducen a la creatividad, facilitan la generación de nuevos saberes. Estos nuevos saberes, dentro de un proceso de reflexión teórico – práctico, enriquecen la intervención, permiten mejorar la calidad de vida de las personas con las que se trabaja, a la vez que entregan a la disciplina nuevos conocimientos, a través de modelos que posibilitan la reflexión o construcción teórica. El presente capítulo pretende profundizar acerca del trabajo social como profesión, que contiene el concepto de intervención profesional, la generación de saberes desde la práctica, la reflexión en y sobre la acción, pasando también por las tensiones que experimenta el trabajador social en el hacer, las cuales consideran conflictos de valores, de poder y necesidades, entre otras. También se pretende dar una mirada al trabajo social como disciplina, estableciendo para este estudio la importancia de los modelos como intermediarios necesarios entre la teoría y la práctica. 16 1. EL TRABAJO SOCIAL DESDE LO PROFESIONAL: En el presente capítulo, se intentará hacer una aproximación a lo que es el Trabajo Social en la actualidad. No existe acuerdo en una definición del Trabajo Social; existen variadas formas de concebirlo, cada una de ellas fuertemente cuestionada. Varias son las circunstancias que dificultan una clarificación conceptual de la disciplina: por un lado el trabajo social es todavía una profesión relativamente joven, de apenas un siglo de vida. En segundo lugar, como es común a otras disciplinas afines de las ciencias sociales, el campo de lo “social” es complejo e indefinido de por sí, a la vez que cambiante y dinámico. Desde su nacimiento, se ha escindido en numerosas especialidades según los diversos campos de su aplicación práctica, esto lo ha enriquecido, y a la vez ha dificultado la definición de sus límites. Otro obstáculo que se le une es la misma expresión “trabajo social” que no se usa en un sentido unívoco sino que se emplea con sentidos y alcances distintos: - En un sentido genérico amplio, como actividad transformadora de la realidad social. - En un sentido específico, una profesión concreta: la del trabajador social Al conocer la visión de variados autores, surge una primera clarificación que ayuda a identificar el Trabajo Social como una profesión. Al hablar de profesión se está aludiendo a un concepto ambiguo, pues consta de múltiples significados, sin embargo, se han logrado establecer en algunos estudios, ciertos criterios que iluminan la definición. Se define el Trabajo Social como profesión6 porque: a) Produce un impacto directo y profundo sobre la vida y los intereses más esenciales de las personas y sobre la marcha eficiente de la comunidad, rigiéndose para ello, por reglamentos especiales. b) Su desempeño envuelve la aplicación de conocimientos de tal nivel de complejidad que el dominio de ellos requiere capacidad y rigor intelectuales 6 Cfr. Gyarmati, Gabriel y Colaboradores, 1984. Pp. 33, 42, 43. 17 superiores. Ahora bien, no se puede desconocer el saber práctico que se genera a través de la experiencia y que constituye a un profesional. Este aspecto se retomará en el próximo ítem. c) Entre quienes se practica la ocupación y los sujetos de su atención se generan relaciones de una naturaleza especial y muy delicada, las que fácilmente podrían prestarse para abusos. Para evitarlo, es preciso que quienes ejerzan el trabajo, posean una vocación de servicio. Los Trabajadores Sociales requieren de un largo período de preparación, basado en un conjunto sistemático de conocimientos especializados, de firme fundamentación teórica. A lo largo de este período de preparación se les forma éticamente (código ético de la profesión). Está organizado corporativamente - Colegios y Asociaciones de profesionales - y su aprendizaje se hace en el ámbito académico, aunque existe un tipo de aprendizaje que se adquiere en la práctica. Se puede decir que el Trabajo Social produce un impacto directo y profundo sobre la vida de las personas con las cuales interactúa, pues su objetivo es el de transformar una realidad o situación determinada, que puede ser sentida como dolorosa, injusta, inquietante o insatisfactoria por quienes la viven. En conjunto con dichas personas, el Trabajador Social pretende producir un cambio, aunque no siempre se logre. Concordando con el segundo aspecto que define a un oficio como profesión, el trabajador social adquiere conocimientos que le son esenciales para intervenir con cierto grado de complejidad dado por la diversidad de áreas en las que se desenvuelve. Su centro de acción e interacción son las personas, el ser humano en sus distintos niveles, ello le exige un especial dominio de conocimientos y de destrezas, habilidades que le permitan comprenderlo con una perspectiva integral. Estas habilidades se adquieren en la práctica, una serie de saberes, de los que muchas veces el profesional no alcanza a dar cuenta, pasando desapercibidos, pero que son parte importante y constituyente de su quehacer. Este “saber práctico” como lo denomina Donald Schön y sobre el cual se profundizará más adelante, implica un aprendizaje en cuanto al manejo del poder, los problemas éticos, los valores que 18 orientan la acción profesional, lo que forma parte de la vida cotidiana, competencias, conducción de conflictos. Se establece entonces que el trabajador social requiere internalizar un cúmulo mínimo de conocimiento sobre la realidad7, como guía para sus acciones, con el objeto de poder existir y moverse en su ámbito de acción. Tiene un saber específico, no trivial; un saber en continuo progreso al hilo de los cambios que se producen en la sociedad. Al ser consciente del carácter dinámico de la realidad, se plantea la exigencia de readecuar y generar formas de intervención, construir y co-construir mundos, 8 volver a definir problemas en el contexto cultural en que se mueve el trabajador social. Esta situación fundamenta la pregunta del presente estudio, que busca rescatar esa construcción de problema, que el trabajador social hace frente a la temáticadel adulto mayor, los desafíos que este grupo presenta dentro de un proceso de cambio de perspectiva, de un enfoque cultural innovador en la visión del sujeto adulto mayor. Los adultos mayores y sus problemáticas son un ámbito de acción en el que el trabajador social ha desarrollado aprendizajes, pero no ha sistematizado ese conocimiento práctico que permitiría una intervención más eficaz si se logra develar y comunicar. El trabajador social interactúa con los sujetos y al relacionarse se produce un intercambio de mundos, de sentidos y significados que se le otorgan a la vida cotidiana, y que es necesario conocer para lograr comprenderlos y actuar en ellos. 7 La realidad se comprenderá como el campo de interacciones, en el cual las personas se mueven, viven, sienten; experimentando alegrías, dolores y necesidad; en donde se presentan los conflictos de valores, los cuestionamientos; donde las personas construyen otorgando sentidos y significados; es la vida cotidiana con sus diversos ámbitos que van complejizando este espacio de construcción de mundo, que se va entretejiendo y al trabajador social se le permite comprender esta realidad, por medio del encuentro entre sujetos, por medio de la razón y por que es también parte de ésta. “Es la expresión de esquemas de percepción e interpretación construida por los sujetos que la componen, no puede ser reducida a mediaciones hechos y/o relaciones causales solamente.” Aguayo. 1996, Pp79. 8 “El qué entiendes tú, el qué entiendo yo, el qué vamos a entender como problema.” La co- construcción de problemas es reconocer que cada sujeto tiene una postura, una mirada de la realidad, cada cual con un lenguaje y que para comprender se tiene que dar un encuentro. Para ello es necesario desarrollar la empatía, la capacidad de mirar desde donde el otro está mirando y conocer su lenguaje, qué sentidos y significados otorga a la situación que se plantea, a la vida; implica reconocer en el otro su libertad, sus opciones, su cultura. Desde este enfoque, se puede decir, que el trabajo social se da en un constante diálogo que busca comprender, no en un sentido puramente intelectivo de descubrir las ideas por la razón sino de descubrirlas también con los sentidos, de estar abiertos al “ser del otro” como un “existente”, estás, eres, tienes una historia propia. 19 Schön9 hace un aporte interesante en este proceso de “intercambio de mundos”, como profesional práctico, que hace, que transforma y crea en la práctica, el trabajador social se encuentra en su quehacer con problemas que no son “estructuras bien organizadas”, más bien son situaciones poco definidas y desordenadas y para poder actuar debe construir un problema, definirlo dando origen a una problemática. Elige y denomina en lo que va a reparar, selecciona puntos de atención y les da coherencia. En este proceso de construcción de problemas, los sujetos le otorgan al trabajador social grados de poder y confianza, basado en los conocimientos que éste posee para producir cambio10, se espera de él su aporte para la resolución del problema. Cuando se habla de poder se alude a la facultad de las personas para hacer algo; tener fuerza, influencia para hacer, decidir, actuar11. El poder dice relación con la información y conocimientos que una persona maneja y en este sentido los profesionales, trabajadores sociales, asumen esta cuota de poder dada por el tipo de relación que establecen con las personas, Gyamarti plantea que “las profesiones lejos de ocupar una posición de mera dependencia, a menudo constituyen por sí mismas importantes centros de poder y compiten con otros grupos por controlar la acción del Estado (Estado como la expresión institucionalizada de todos los sectores que componen una sociedad: Industriales, legales, educacionales y políticos).” 12 El trabajo social al desarrollar su acción dentro de marcos institucionales, como el que ahora interesa conocer, el Municipio13. Se puede pensar que es más fácil controlar la acción del Estado y aquí aparece la pregunta ¿los profesionales están conscientes de este poder que les permite controlar algunas de las acciones del Estado o la realidad presenta otras dificultades?, ¿cuáles? 9 Cfr. Schön, D. 1992. 10Cambio: lucha de contrarios, conlleva a la transformación de una situación determinada. 11 Cfr. Gyarmati, G. y colaboradores, 1984. 12 Idem. P.111. 13 Las Municipalidades “son corporaciones de derecho público, con personalidad jurídica y patrimonio propios, encargadas de la administración de cada Comuna o agrupación de Comunas que determine la Ley, destinadas a satisfacer las necesidades de la comunidad local y a asegurar su participación en el progreso económico, social y cultural de la Comuna.” Art. 1º de la Ley Nº 18.695, en Manual de Legislación Municipal, 1990. Pág. 9. 20 Todas las personas tienen poder explícita o implícitamente, cada uno tiene la facultad de construir, aunque no hay que desconocer, que en la realidad se van creando obstáculos para que otros no logren ejercer ese poder, restando posibilidades. El reconocer que se tiene poder, implica la pregunta por los valores, estableciéndose una reflexión ética14 para lograr un buen uso de éste. Esta pregunta forma parte del eje orientador de la investigación, ya que un profesional práctico considera y está atento a la pregunta por los valores en su actuar y “porque el ser moral es una de las características que acompaña de forma inevitable a cualquier persona.”15 ¿Qué situaciones conflictivas reconocen los asistentes sociales que surjan del mal manejo del poder? ¿Qué valores se ponen en juego en la intervención con adultos mayores al presentarse conflictos?. Los conflictos llevan a la necesidad de provocar cambios para restaurar el equilibrio perdido, aumentando las situaciones dolorosas que acompañan a las crisis por las resistencias naturales al cambio. Un elemento importante de considerar en la intervención del profesional es la influencia. “Influencia, no control, describe el impacto del trabajador social sobre la situación de los sujetos con los que interviene. Esta ha sido definida como el acto de producir un efecto en otra persona, grupo organización a través del ejercicio de una capacidad personal, institucional.16 La influencia debe ser cuidada por el trabajador social, es poderosa, para que no se convierta en control y abuso manipulador, autoridad. Factores relativos a la poca experiencia profesional, a su personalidad, al poco tiempo y numeroso trabajo pueden hacer olvidar los valores profesionales17 Entenderemos por valores de la profesión: el respeto a la dignidad de la persona humana, el principio de 14 Los conceptos ética y moral según Adela Cortina, se definirían como: “La ética es una parte de la filosofía que reflexiona sobre la moral, es un saber filosófico; también recibe el nombre de filosofía moral. La moral forma parte de la vida cotidiana de las sociedades y de los individuos. Las palabras “Ética” y “Moral” en sus respectivos orígenes griego (éthos) y latino (mos), significan prácticamente lo mismo: Carácter y costumbres. Ambas expresiones se refieren a un tipo de saber que nos orienta para forjarnos un buen carácter que nos permita enfrentar la vida con altura humana, que nos permita en suma ser justos y felices, para ser humanamente íntegros”. Cortina, Adela, 1996. Pp.15-16. 15Idem. P.9. 16 Cfr. Escartín, María José. 1992. P32. 17 Los valores profesionales serán entendidos como los “principios generales, normas o pautas que orientan la práctica profesional, de contenido y aplicación universales”. Catalán, Hilda, 1971. 21 autodeterminación, el principiode individuación, el principio de aceptación, el principio de interrelación y el principio de justicia social, entre otros18. Si la influencia es bien utilizada puede fomentar la motivación de los sujetos para producir cambio, teniendo en cuenta las resistencias hacia éste. Como se ha dicho en la práctica se pueden observar abusos de poder, ya que existe en la intervención una constante tensión entre los “problemas contingentes y las acciones éticamente buenas.” Las acciones éticamente buenas son aquellas que fomentan la autonomía, el respeto a los individuos y la responsabilidad social entre otras. Este proceso de dirimir se constituye en la cotidianeidad de la intervención y plantea problemas que muchas veces alejan a los profesionales de una acción considerada éticamente buena. Este dirimir implica una sabiduría práctica que refiere a la “voluntad” (Aristóteles; 1984: 206) y a develar el carácter ético moral del accionar que el profesional forma día a día en su quehacer, que es su experiencia.19 Una posible explicación de este alejamiento de parte de los profesionales de realizar acciones éticamente buenas, entre otras, es el desgaste laboral que no permite la reflexión. Este Desgaste laboral es entendido como un “estado emocional, un cansancio en el idealismo, energía y objetivos; obstáculo vital para la complacencia en el quehacer de trabajadores sociales y profesionales que se mueven el área del servicio, que laboran de manera intensa con individuos en dificultades20 Una de las fuentes de desgaste es intentar alcanzar metas poco realistas, situación que se da a menudo en la profesión, se comienza con finalidades nobles, con grandes objetivos, que no pueden lograrse. Otras fuentes de frustraciones que llevan al desgaste, se orientan a la dificultad de medir los logros en las profesiones de servicios, las remuneraciones bajas que no compensan la cantidad de trabajo y la tensión que significan. Con frecuencia quienes ayudan encuentran señales de que no se les toma en cuenta. Es común que las instituciones carezcan de recursos y 18 Ver anexos: principios para la acción del nuevo profesional. 19 Cfr. Aguayo Cecilia: “La práctica profesional y la sistematización como producción de conocimientos: algunos desafíos actuales.” Doc. Cide, 1996. Pp.75-85. 22 que las personas con quienes se relacionan en la comunidad tiendan a sospechar y criticarlos. Aquí surge la pregunta por la credibilidad en la acción de los municipios en la actualidad, ¿existe credibilidad en esta institución, y si ésta es deficiente, dificulta la acción de los trabajadores sociales que actúan desde ahí? ¿Cómo resuelve el profesional esta tensión? En relación a la cuestión del poder constan estudios que establecen, como generador de desgaste, el insuficiente poder real de algunos profesionales que se ven limitados a realizar cientos de trámites y labores de escritorio, situación no ajena a la realidad cotidiana de los municipios, se ve restringido el acceso para desarrollar acciones más creativas y de mayor incidencia en la indigna vida de muchas personas. En la práctica, diversos factores pueden imposibilitar el grado de autonomía del actuar profesional. En el ámbito municipal, que es el área de acción que interesa conocer en el presente estudio, se reconocerán algunos de esos factores ¿cuán autónoma es la acción del trabajo social en el municipio?, ¿es reconocida la eficacia de su acción? ¿Es capaz, el propio trabajador social de valorar su hacer y dar cuenta de ella, y por tanto, de las implicancias morales de su accionar? Son interrogantes que surgen para esta investigación, nacidas de la percepción de que, muchas veces, el trabajador social se deja fuera de su propio análisis de acción, siendo un actor “sumergido en la inmensidad de los problemas a los que ataca”.21 Como conclusión, el desgaste, la falta de reflexión sobre las acciones que se realizan, el no considerar en forma consciente el carácter ético moral del profesional en la intervención, según los autores tratados, se puede inferir que ello produce un debilitamiento en la calidad de ésta, repercutiendo estas limitantes en las personas de atención de los trabajadores sociales. El dedicarse a un oficio o la elección de éste refiere a la existencia en la persona de una especie de “atracción” que nace de ella hacia lo que desea dedicarse, esta atracción se define como vocación. La Vocación es la actitud de poner los conocimientos, posibilidades y creatividad con que se cuenta en lo que se hace para las personas, grupos y comunidades; considera que el profesional disfruta lo que hace 20 Davidoff, Linda, 1989. Pp.480. 21 Zúñiga,R.; 1996. P15. 23 y le gusta hacerlo porque tiene un sentido, una finalidad que constituyen en el caso del trabajo social, sus utopías: la justicia, igualdad, democracia, libertad. Ricardo Zúñiga plantea que una profesión es una “acción socialmente reconocida, que se justifica porque se basa en un conocimiento socialmente aceptado como válido, y en la eficacia reconocida de su acción. Las profesiones presentan formas de poder social, en las cuales un grupo afirma su contribución a una necesidad social reconocida por el conjunto de la colectividad, y frente a la cual afirma poseer un análisis y una acción que legitima la acción de sus miembros, y que les da el derecho a reivindicar un grado de autonomía de acción.”22 Profundizando en esta idea que plantea Zúñiga, el trabajo social posee un saber y una práctica que obtiene un reconocimiento de la comunidad, es decir, los profesionales son reconocidos como expertos en la resolución de determinados problemas sociales, ya que el trabajo social “es una profesión que se ha desarrollado en respuesta a las necesidades sociales básicas de las personas y a los problemas de la sociedad.”23 El tener un tipo de conocimiento, para responder a necesidades, es siempre otorgador de poder; el mayor o menor poder puede variar según la calidad y cantidad de “conocimiento y saber” 24 de la situación problema, de la posición del profesional en la institución, según sea crítica o no la situación en que se requiera de él. Ahora bien, el poder no sólo refiere a destrezas o a la posición en la organización, sino también al poder que distinguen los propios usuarios.25 Suelen realizarse dos distinciones en el conjunto de saberes humanos y que para este estudio es vital desarrollar. La primera distinción alude al concepto de saber teórico, este saber “se preocupa por averiguar ante todo, qué son las cosas sin un 22 Zúñiga, Ricardo”, 1990. P.21 23 Cfr. Escartín, María José. 1992. P 10. 24 Saber y conocimiento se distinguirán como dos conceptos diferentes que para la lengua inglesa no es posible hacer pues son tomados como sinónimos. “El vocablo conocer se refiere a situaciones objetivas y da lugar, si se sistematiza debidamente a la ciencia. Mientras que el Saber es mucho más amplio e impreciso, ya que puede referirse tanto a situaciones objetivas como subjetivas, tanto teóricas como prácticas. El Saber se relacionaría con la aprehensión o contacto con la realidad para probarla y discriminarla a partir de los sentidos, para quedar fijada en un sujeto, en forma no tan mental.” (Vasco, Carlos). A lo largo de este estudio se irán desarrollando estos dos conceptos en forma más precisa. Cfr. en Mendoza, J., 1997. Pp.31. 24 interés explícito por la acción.”26 La segunda, al de Saber práctico “aquí importa discernir qué se debe hacer, cómo se debe orientar la conducta.”27 Dentro delos saberes prácticos se establecen aquellos que “dirigen la acción para obtener un objeto o un producto concreto (arte y técnica) y los más ambiciosos que quieren enseñar a obrar bien, racionalmente en el conjunto de la vida entera como es el caso de la moral.”28 Sobre el saber práctico se volverá a profundizar más adelante. En relación a la distinción realizada en el párrafo anterior, es que se reconoce que la intervención del trabajador social, no se lleva a cabo sólo en base a un conocimiento teórico sino también de su saber práctico que se adquiere haciendo, que nace desde la experiencia29. Por otro lado dar respuestas a una situación problema no es tarea exclusiva del Trabajo Social. La transformación “no es tarea o producto de un solo sujeto-actor. Es el resultado del esfuerzo y trabajo organizado de muchos actores cada uno con sus sentidos, intereses e identidad que le son propios. Esta interacción de actores puede ser disonante u armónica.”30 “El profesional no construye solo el problema ni la estrategia de intervención ya que constantemente requiere cotejar, corroborar y negociar con otros las conjeturas 31que de esa realidad se han elaborado.”32 25Sería interesante rescatar en la presente investigación, el discurso de los adultos mayores respecto a la percepción que tienen de la acción de los trabajadores sociales. En la investigación no se responderá a esta interrogante ya que está fuera de los objetivos previamente planteados. 26 Cfr. Cortina Adela, 1996. Pp 23. 27 Idem. 28 Idem. 29Experiencia: (latín experientia) conocimiento que se adquiere gracias a la práctica y a la observación. Pequeño Larousse 1995. “Es un saberse a sí mismo.- La experiencia es algo que forma parte de la esencia histórica del hombre El hombre experimentado es siempre el más radicalmente no dogmático, que precisamente porque ha hecho tantas experiencias y ha aprendido de tanta experiencia está particularmente capacitado para volver hacer experiencias y aprender de ellas. No es un saber concluyente sino es esa apertura a la experiencia que es puesta en funcionamiento por la experiencia misma.” Gadamer Hans, 1993. Pp. 431-432. 30 Cfr. Sánchez.D; Valdés X.; 1989. P.68. 31 Entiéndase por conjeturas todas las construcciones que se hacen por medio del lenguaje, de manera de definir un problema. Cfr. Schön, D., 1989. 32 Mendoza, J. y otros; 1997. Pp.49. 25 RECAPITULANDO: A pesar de la ambigüedad del concepto profesión se ha logrado admitir ciertos elementos que permiten definirlo. Una profesión requiere de un cúmulo de conocimientos de cierto nivel de complejidad, en este estudio se han distinguido dos tipos de conocimiento, que conceptualmente se definen: uno como conocimiento teórico, que se adquiere en el proceso de formación académica, y otro denominado saber práctico que es un tipo de aprendizaje dado por el hacer, en la experiencia. Las profesiones hablan de un conocimiento socialmente aceptado como válido, hay una acción reconocida dada por la eficacia de ésta. Representan poder social que nace del conocimiento que manejan los profesionales y el que les otorgan las personas con las que trabajan, los recursos que poseen por medio del marco institucional bajo el cual actúan. La acción profesional tiene un carácter ético moral, esta acción requiere ser guiada por un código ético, ya que existe en el proceso de intervención, un constante dirimir entre intereses del propio profesional, de la institución y de los que son sujetos de atención. Las profesiones hacen una contribución a las necesidades sociales al contar con un análisis que legitima su acción y que le otorga grados de autonomía. Un profesional del área social, en donde se da una constante interacción con las personas requiere tener vocación, que disfrute de lo que hace, ya que está expuesto a tensiones que se presentan en la compleja realidad y por ende, a sufrir desgaste en su quehacer. Para ello es importante mantener un continuo proceso reflexivo, que permita un aprendizaje facilitador para su acción. Al hacer una aproximación a lo que es el trabajo social, queda claro que el trabajador social se mueve en el ámbito de lo humano, pues trabaja con personas, y todo lo que realiza afecta a la sociedad en su conjunto. Se mueve en la realidad de las fuerzas, potencialidades y de las demandas sociales33 y de las carencias, de la 33 Sanchez y Valdez; 1989. P. 69. 26 pobreza, que va más allá de la tenencia y acceso a determinados objetivos físicos; una pobreza visualizada como una “frustrada experiencia humana, una deteriorada calidad de vida que afecta integralmente a quienes la viven y que, por lo tanto, tiene múltiples dimensiones”.34 Esta calidad de vida es comprendida como “un concepto que se inserta en la dimensión cultural, en las vivencias de las personas, y se relaciona a las aspiraciones de los individuos respecto de sus condiciones de vida y la autopercepción que ellos tengan de dichas condiciones. Las personas atribuyen una significación a su calidad de vida, la que se expresa a través de la satisfacción e insatisfacción de sus expectativas, y se funda en valores que permiten al individuo priorizar sus necesidades, jerarquizarlas, y definir los satisfactores para cada una de ellas. Es un concepto esencialmente valorativo, que da cuenta de las percepciones que cada sujeto tiene acerca de su propia realidad, y supone un estado de conciencia. Por ello, cada persona atribuirá un significado distinto e interpretará de distinta manera su realidad cotidiana.”35 El Trabajo Social opera para transformar desde una realidad concreta, compleja, dinámica y cambiante, conflictiva y multidimensional, nace como respuesta a las necesidades humanas, teniendo una intencionalidad que le da sentido a su acción. “En general las profesiones, y sobretodo aquellas que interactúan mayoritariamente y directamente con personas, deberían contribuir a la humanización de la sociedad,” 36el Trabajo Social es una de ellas, ya que busca mejorar la calidad de vida de las personas en un sentido amplio e integral. Algunos autores conciben el trabajo social en tanto profesión, como un modo de acción social, como el “arte37 de asistir” a los más necesitados; otros como una actividad que contribuye al funcionamiento social o como una actividad prestadora de recursos sociales. 34 Sánchez y Valdés, 1989. P.69 35 Cfr. Nájera Eusebio. Cátedra asignatura: “ Calidad de Vida”. Carrera de Trabajo Social, Niveles 700 Año 1995. Universidad Católica Blas Cañas. 36 Aylwin, Nidia, 1986. P.6. 37 Arte : a) “método conjunto de reglas para hacer bien una cosa; conjunto de reglas de una profesión; habilidad, talento, destreza”. Pequeño Larousse Ilustrado, 1995. 27 María José Escartín define el Trabajo Social como “el proceso de ayuda por medio del cual el profesional –trabajador social- a través de técnicas y procedimientos propios, promueve los recursos de la comunidad y del individuo para ayudar a éste a superar conflictos derivados de su interrelación con el medio y con otros individuos.”38 La profesión tiene una función y un propósito dentro de una sociedad fuertemente problematizada que busca el bienestar de las personas que viven en ella. Rescatando los distintos elementos que se han expuesto a lo largo de este primer ítem de análisis, se define una profesión como “aquel oficio o arte de aquellos profesionales, que frente a problemas y/o situaciones, buscan resolverlo y/o enfrentarlo construyendo propuestasde intervención a partir de sus aprendizajes39 culturales sociales e históricamente aprendidos. En este sentido la experiencia que constituye el aprendizaje del profesional práctico, es mediadora entre el bagaje disciplinario y las situaciones únicas de cada intervención, siendo a la vez semejante, pero diferente en cada caso”.40 La separación que se hace entre Trabajo Social disciplinario y profesional va a estar dada por la relación que mantengan con la intervención social. Para la primera, la intervención social es su objeto de estudio y fuente de producción de conocimiento cuya acción está orientada al análisis del hacer. Para el Trabajo social como profesión, la intervención es asumida como medio para su quehacer: el mejoramiento de las condiciones de vida de personas, grupos y comunidades; pero también como generadora de un tipo de saber que no es científico, sino de orden práctico que enriquece la intervención del profesional. b) “Virtud, disposición y habilidad para hacer alguna cosa”. Diccionario de la Lengua Española, 1995. c) “Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o expresa el hombre lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando”. Diccionario de la Lengua Española, 1995. 38 Escartín, María José, 1992. P.9 39 Cfr. Warren, H; 1991 en Mendoza, J., 1997. P. 48. “Se entenderá por aprendizaje un proceso por el que se adquiere la capacidad de responder adecuadamente a una situación que puede o no haberse encontrado antes y que contempla la fijación de elementos en la memoria, de modo que pueda recordarse o reconocerse.” “El aprendizaje consiste en cambios relativamente persistentes en la posible conducta, en tanto que se deriven de la experiencia.” Cfr. Wilhelm y otros; 1979. 28 1.1 LA INTERVENCION PROFESIONAL Respecto al concepto de intervención, se hace necesario diferenciar la intervención profesional del trabajo social, de lo que es el concepto de intervención social. El trabajo social realiza intervención social con las características que a la profesión le son propias. Desde la perspectiva del trabajo social, Javier Corvalán41 desarrolla en forma clara el concepto, éste define la Intervención social como “la acción organizada de un conjunto de individuos frente a las problemáticas sociales no resueltas en la sociedad a partir de la dinámica de base.” 42 La intervención43 es un hacer intencionado, tiene una meta definida, consta de un para qué del hacer, aquello que responde a la intención que guiará los procesos de acción, forman parte de un plan o proyecto que es elaborado y reformulado en el pensar en función de los conocimientos y saberes guías de su acción. El hacer intencionado, entonces requiere de un saber y de un hacer, éstos conforman un mismo proceso. El primero dado por la formación académica y el segundo por el contexto de la práctica profesional. 40 Aguayo C. Artículo: “La práctica profesional y la sistematización como producción de conocimientos: Algunos desafíos actuales.” 1996. Pp.75. 41 Corvalán, J.; 1996. P.1. 42 Corvalán J. Op.Cit. 1996. Pp.1: “ La dinámica de base es el funcionamiento capitalista en torno al sistema de mercado que determina cualitativa y cuantitativamente la producción de bienes y servicios y por otra parte, el derecho público y privado que regula tanto la apropiación legítima de tal producción por parte de los individuos como los conflictos de intereses de los mismos”. 43 Según Corvalán, la intervención social es fruto de la modernidad y la posibilitan cuatro elementos: - El desarrollo del pensamiento crítico sobre la sociedad. - La democracia y su extensión, permitiendo la expresión de los desfavorecidos de la sociedad. - La revolución industrial: aumento de la productividad y producción en masa. - La secularización. 29 Saber y hacer son funcionales y fusionales entre sí, Zúñiga realiza una síntesis diciendo: “es un hacer guiado por un pensar, es un pensar puesto al servicio del hacer.”44 Y el trabajo social consta de un saber y de un hacer, estableciendo esta relación entre ambos. Dado esto por la opción de un conjunto de conocimientos que guían su acción y reconociendo el dinamismo, complejidad y diversidad que presenta la práctica profesional, “reflexiona en y sobre su hacer”45 para que su acción sea una respuesta eficaz a cada situación problema. Porque si bien comparten rasgos que las hacen semejantes unas a otras, son siempre situaciones únicas, pues las personas que las vivencian son distintas, cada una con su historia personal, sus valores, costumbres y creencias, lo que da a la intervención un grado de complejidad mayor y por lo cual, el profesional construye posibles soluciones con los sujetos que acuden a él, este construir como se ha definido anteriormente es un trabajo de interpretación de los sentidos y significados, que se le otorgan a la vida, al problema, por lo tanto, ejercita su pensar y su hacer. Al presentarse en la práctica situaciones únicas, el trabajador social se ve enfrentado a la incertidumbre , en donde no se sabe cómo actuar frente aquello que le es desconocido. Ante esto, el profesional, puede ejercitar su capacidad creadora a fuerza de un trabajo reflexivo, que da paso a la improvisación. El trabajador social, se aleja de la concepción de problemas predefinidos, antes de actuar, reflexiona y se sorprende a sí mismo. Reflexionar es “pensar, pensar es nombrar, y con el nombrar se puede pasar al hacer. La planificación construye la acción anticipadamente en el pensarla.”46 En la incertidumbre se entrecruzan conflictos de valores, lo cual indica que no existen soluciones meramente técnicas, ya que ante las situaciones problema convergen distintos actores, necesidades y expectativas que pueden entrar en contradicción produciéndose tensión entre lo valórico y lo instrumental. 44 Zúñiga, R.1996.pp. 20. 45 Para una definición referirse al punto 1.3 del presente capítulo de la tesis. 46 Zúñiga, R. 1996.pp. 42. 30 Frente a esto Schön plantea la existencia de factores constituyentes de la práctica profesional, que requieren de habilidades y competencias del práctico ante la singularidad, la incertidumbre y los conflictos de valores. Estas habilidades que desarrolla el profesional serían la capacidad de negociación, la mediación, la coordinación y articulación eficiente de puntos de vista de conflicto. Esto hace pensar en la existencia de un tipo de saber de parte del profesional al que Donald Schön denominó saber práctico.47 Corvalán plantea que esta acción organizada tiene a su base un principio de inaceptabilidad48 de las consecuencias que arrastra esta dinámica de base. El momento originador de una intervención es la consideración que hacen determinados actores sociales de una misma situación en términos de insostenible, injusta y/o poco satisfactoria para quienes la viven. Para el trabajo social esta situación inaceptable es un llamado a construir con los sujetos involucrados alternativas de solución. Se ponen en juego las utopías del trabajo social, el bienestar que se desea alcanzar para las personas y grupos, la sociedad que vivencia las problemáticas sociales. Corvalán distingue dos tipos de intervención social, una de carácter sociopolítica y otra de tipo asistencial caritativa. La diferencia entre ambos tipos de intervención está dada por los objetivos societales mayores, relacionados con el funcionamiento del modelo de desarrollo de una sociedad, se pueden situar como un apoyo o como unacrítica al mismo. El Estado realiza su intervención social sociopolítica a través de las políticas sociales y el trabajo social es quien las lleva a cabo. 47 El saber práctico tiene su fuente en la Perspectiva Constructiva, que “entiende la práctica como construcción reflexiva.” El constructivismo es una corriente epistemológica que reflexiona sobre el proceso de conocer, investigando cómo creamos sentidos, cómo construimos realidades. Entre sus exponentes se encuentra Piaget y Warzlawick. El constructivismo llama a reflexionar no sobre el qué conocemos sino en el cómo conocemos, cómo comunicamos lo que conocemos. El conocimiento para esta corriente tiene relación con la experiencia, pero guardando relación con los modos culturales de organizar dicho conocimiento así un conocimiento válido sería una interacción entre “Algo” y “el Alguien” que lo interpreta.” Cfr. en Mendoza, J., 1997. pp. 20 El saber práctico será profundizado en el número 1.2 del capítulo Nº1 de la tesis. 48 Esto será tratado en el ítem de saber práctico con mayor detención. 31 ¿Qué crítica realiza el trabajador al actual modelo de desarrollo? ¿qué visión de sociedad maneja éste en su quehacer? ¿cómo afecta al adulto mayor esta visión de sociedad? ¿qué acciones genera esta crítica, son coherentes estas acciones, aprueban o rechazan el actual modelo de desarrollo? ¿Qué visión de sociedad maneja el municipio, es acorde con la visión del profesional? ¿qué dificultades surgen? Estas son interrogantes que plantea la investigación, ya que no se puede desconocer que la intervención profesional está mediatizada por la forma particular de comprender la pobreza y el tipo de sociedad al que se aspira. El trabajo social ha sido la principal disciplina en la que el término intervención social se ha desarrollado. Para el Trabajo social, la intervención social es la acción de un profesional específico, su punto de partida es la noción de necesidad, sentida por individuos. En este sentido los proyectos que desarrolle el profesional no se pueden llevar a cabo si no incorporan las interpretaciones que otorgan a la pobreza los propios sujetos concernidos. La intervención, finalidad primordial de la práctica de los trabajadores sociales, es una acción en respuesta a los conflictos de necesidades. Debe considerar el conocimiento cotidiano de los sujetos y grupos sociales como principal campo de intervención; el trabajador social “no plantea soluciones lineales, más bien se juegan en ese campo las complejas relaciones simbólicas de la acción social.”49 El concepto de intervención es la actividad del trabajador social que provoca cambios, aunque no siempre se logren. Es una acción específica del trabajador social en relación a los sistemas o procesos humanos para producir cambios. Es el qué hacer, pero también el cómo hacer, considerando los valores de los trabajadores sociales y la orientación de los sujetos con quienes trabaja. “La intervención es la acción guiada por el conocimiento, valores y habilidades del trabajador social hacia la consecuencia de metas específicas ”.50 49 Aguayo, C.; 1996. Pp79. 50 Escartín, María José, 1992. P 25. 32 El objeto de la intervención es el cambio, siempre va orientada a una finalidad de cambio, es decir, con la intencionalidad de producir modificaciones en una realidad problema51. El Cambio significa lucha de contrarios, lo que implica resistencias, miedos, conflictos, siempre están presentes frenando, obstaculizando el proceso. La lucha de contrarios es un fenómeno con el cual, el trabajador social se enfrenta para ayudar de manera efectiva a los sujetos. El cambio conlleva el concepto de contradicción, ambivalencia e interdependencia. Mirar la realidad indisolublemente ligado a un contrario: bueno/malo, salud/enfermedad. “Un juego de fuerzas aparentemente conflictivas, pero que permiten la armonía de la naturaleza.”.52 La coexistencia de sentimientos opuestos en las personas; las relaciones e influencias recíprocas entre las diversas partes de un conjunto. La actividad profesional de los Trabajadores Sociales consiste en “ayudar a las personas, grupos y comunidades a resolver problemas sociales que los afectan, a satisfacer las necesidades que vivencian. Desarrolla las capacidades que les permitan, mediante la utilización o la promoción de recursos adecuados, conseguir una mejora en la calidad y el bienestar social.” 53 El trabajador social para alcanzar ese bienestar social puede moverse desde tres dimensiones distintas,54 la elección será determinada en menor o mayor grado por el marco institucional en el cual se esté inserto, por las características de los sujetos con los que se interaccione, los recursos, el tiempo, de la percepción que se tenga de los sujetos, (en especial con adultos mayores si el profesional piensa que son incapaces, esto repercutirá en su intervención. Estas opciones hay que reflexionarlas, 51 El concepto de cambio puede ser contemplado desde dos perspectivas, coincidiendo con posturas tradicionales –conservadoras o radicales en el trabajo social: - Desde la primera perspectiva, cambio es igual a reforma. - Desde el segundo planteamiento, cambio supone transformación, es decir superación de lo existente. El producir cambio conlleva el conflicto de necesidades versus recursos, tensión permanente en la acción de la profesión. 52 Cfr. Escartín, Mª José; 1992. P. 29. 53 Sitja, María, 1988, p.47 54 Sánchez D. Valdés X., 1989. P.72 33 sacarlas a la luz, se pueden descubrir prejuicios que dañen a las personas con las que se trabaje), entre otros elementos que constituyen el proceso de intervención. El profesional puede actuar: - Desde la satisfacción de demandas, necesidades y problemas sociales, respondiendo lo mejor posible para la subsistencia de quienes recurren a él. La asistencialidad, dimensión fuertemente cuestionada en los actuales tiempos, pero que dentro del ámbito municipal aún está impuesto al quehacer del trabajador social y aún más cuando se trata de intervenir con adultos mayores. Sería útil preguntarse por el sentido de esta acción, su valor en este tiempo, cómo la definen los mismos trabajadores sociales y las tensiones que genera el cambio en la lógica de acción. - Desde la organización popular, promoviendo las organizaciones, contribuyendo al protagonismo popular o constitución de actores, con una lógica organizativa, política y gestionaria. La organización es una de las estrategias que promueve la actual Política Social para Adultos mayores, ¿cómo responde a las necesidades de los adultos mayores? ¿Qué cambios ha significado en su calidad de vida? ¿contribuye a su constitución como actor? ¿qué dificultades se presentan?. - Desde la educación social,55 implica un reconocimiento de la cultura popular como acervo de conocimiento. Alude a la capacidad y condición de sujeto de acción. Apunta al desarrollo de capacidades para tareas específicas, desarrollo de conciencia crítica. La mayoría de las intervenciones profesionales en municipalidades y otros marcos institucionales “buscan constituir a las personas, grupos y comunidades en actores responsables de su existencia y constructores de su propia historia... nuestro 55 “El concepto de educación refiere a e-ducere, en ese sentido educación es igual a existencia que significa poner fuera, haber emergido del estado de potencia para ser realidad manifiesta; por esta razón Erich Fromm opone manipulación a educación , por cuanto este último es el acto de fe-esperanza productiva que tenemos en las potencialidades deotros, de nosotros mismo y de la humanidad.” Erich Fromm, “Psicoanálisis de la sociedad contemporánea”, 1957. 34 horizonte es la autonomía y autogestión individual y comunitaria”.56 Considerando la meta de esta dimensión, importaría preguntarse si los adultos mayores, actores que componen el proyecto educativo ¿se sienten reconocidos en sus intereses, necesidades y motivaciones? ¿cómo es el proceso de negociación entre los distintos intereses: de la institución, profesionales y sujetos, qué se privilegia? El proceso educativo exige una relación de comprensión mutua es ahí donde adquiere su sentido y logra su objetivo de formación de sujetos autónomos, ¿es capaz el profesional de “comprender”57 al adulto mayor y viceversa? ¿qué se comprende por proyecto educativo para el adulto mayor en los municipios? No se puede dejar de decir que cada actor está situado en contextos sociales e institucionales distintos, para el trabajador social el asumir su rol “depende de los modelos institucionales a los cuales está obligado a referirse, pero también a su manera de ser, de establecer relaciones con el mundo social.”58 Se ha señalado que uno de los ámbitos de la intervención profesional del trabajador social son las necesidades, a este respecto, se define necesidad como el “carácter de aquello que no se puede prescindir, cosas que son menester para la vida”59. Se entenderá así también por necesidades humanas, los requerimientos que presentan las personas para permanecer sanas en las esferas personal, interpersonal y ambiental.60. El concepto necesidad plantea los requerimientos físicos, psicológicos y sociales que un individuo requiere para alcanzar su bienestar social. Nidia Aylwin define necesidad humana básica, como “aquella necesidad esencial de cuya satisfacción depende que el ser humano pueda desarrollarse como persona y que toda sociedad tiene, por lo tanto, obligaciones de satisfacer”.61 El trabajo social establece un proceso para resolver problemas, éste se expresa en el uso del conocimiento, valores y habilidades de los profesionales para trabajar con las personas. 56 Aguayo, C.; 1997. P. 8 57 Comprensión: “no es la apropiación interactiva de algo (descubro las ideas por la razón). Aquí la comprensión es acerca del ser, el otro como existente.” Uribe, L. “El Problema de la Comprensión en la Filosofía Contemporánea” Ciclo de charlas de Seminarios de Título. U. Católica Blas Cañas. 1997. 58 Cfr. Postic en Aguayo; 1997. Pp.12. 59 Pequeño Larousse Ilustrado, 1995. 60 Gudynas, Eduardo, 1991. P. 262 35 En el proceso de intervención se establecen relaciones con otros que deberían asegurar la dignidad, individualidad y autodeterminación de todos. Las personas deben ser tratadas con humanidad y justicia. La intervención no es posible comprenderla como una simple enumeración de lo que se hace y lo que se sabe, ambos conceptos forman parte de un mismo proceso. La intervención profesional no es un hacer alejado del pensar, la acción que realiza el Trabajador Social es reflejo de ese pensar, es reflejo de su ser persona: que involucra su historia, su experiencia, sus opciones valòricas, su ser moral. Difícilmente podría el ser humano actuar en forma dividida, actuando en forma aislada de sus afectos, valores, miedos, gustos, de su fe, entre otras cosas que conforman la vida humana. El profesional busca develar en el proceso de interacción con otros, cómo influyen todos estos elementos tanto exteriores como interiores en la intervención, sumándose a ello las reperesentaciones sociales (forma de concebir el mundo que está mediatizada por las estructuras sociales dominantes y que es transmitida a través de generaciones) que se encuentran en la conciencia de los profesionales y que constituyen los “modelos de representación” colectivos de los trabajadores sociales.62 Al intentar definir la intervención se estableció la articulación permanente entre el pensar y el hacer, por lo que se entenderá que toda intervención es un proceso intencionado. “La intencionalidad se atribuye a la síntesis que el profesional efectúa entre el cuerpo de conocimiento disciplinario, el oficio profesional y el saber adquirido de la experiencia: en correspondencia con las exigencias de la situación práctica.”63 Este aspecto más subjetivo64 de la intervención, del que muy pocos profesionales hablan o escriben, es el que rescata el saber práctico. Los conflictos que se presentan en 61 Cfr. Aylwin, N.; 1980. P.7 62 Ver Hermenéutica colectiva en Capítulo III: Marco Metodológico. 63 Mendoza, J y otros; 1997. Pp..37. 64 Más subjetivo no quiere decir individualista, pues si bien la intervención profesional la realiza una persona, dicha intervención es mediatizada por las representaciones sociales que están presentes en las estructuras de conciencia de los profesionales y que orientan la intervención haciéndola social. 36 la práctica si bien pueden contar con una respuesta en la teoría, la mayoría quedan en interrogantes que se pueden resolver a base del experienciar. 1.2 SABER PRÁCTICO Existe un tipo de saber65 que interesa conocer y clarificar, como se ha ido presentando a lo largo de este trabajo, se reconoce que el profesional genera un tipo de conocimiento desde la práctica. Este se le denomina saber práctico. El saber práctico, es aquel saber con que cuentan los profesionales prácticos66 quienes desarrollan una “racionalidad cotidiana para enfrentar problemas o situaciones nuevas en base a aprendizajes sociales, culturales e históricamente aprendidos.”67 “Es una rigurosa forma de ejercicio de la inteligencia que se interesa en la intervención profesional a partir de competencias que los profesionales muestran en situaciones de la práctica que resultan singulares e inciertas.”68 Los profesionales dan sentido al problema, crean formas nuevas de acción, estrategias, reformulan problemas, aprenden de los errores, improvisan en medio de la acción con otras alternativas para resolver problemas. Interesa para este estudio conocer las situaciones indeterminadas, inciertas, que presenta la intervención con adultos mayores, qué tipo de competencias muestran los trabajadores sociales en situaciones singulares. El profesional para lograr dar cuenta de este tipo de aprendizaje, debiera mantener un proceso reflexivo. La reflexión permite mantener el diálogo con elementos que constituyen una situación problema. 65 Saber: “aprehensión de la realidad en relación a los sentidos, al pensar, a lo valórico y a las experiencias personales y aprendizajes sociales del profesional.” Cfr. En Mendoza, J. y otros; 1997. P.37. 66 Schön.1982. 67 Cfr. Aguayo C.; 1996. P.75 37 El profesional práctico adquiere una capacidad eminentemente “prudente”69 y ético política, es decir, dirimir entre posibles valores, comprendidos en su accionar; aún más la capacidad del saber práctico es desarrollar esta destreza que sólo la puede dar la experiencia. La experiencia la da la práctica, es el ejercicio del arte en un espacio determinado, la experiencia se da a lo largo de la historia que escribe cada sujeto en interacción con otros. La experiencia da un tipo de conocimiento que no se adquiere por medio de los libros. “Experimentar – experienciar, significa vivir y que se vive en y debido a un medio ambiente, no en un vacío, ahí donde hay experiencia hay un ser viviente.”70 La experiencia es un concepto que dice relación con la producción de conocimiento, se tiende a confundir con empirismo(uso exclusivo de la experiencia sin la teoría ni razonamiento). Connota dos rasgos según Bollnow71, uno es el aspecto negativo, algo que frena al ser humano a desarrollar la creatividad y el cambio. Y la experiencia que nunca se cierra sino que en abierta disposición receptiva se desarrolla de continuo y conduce hacia esa madurez superior del individuo que se denomina experimentado. La experiencia desarrolla en el profesional su capacidad creadora e inventiva. “La experiencia es la capacidad de ver y de actuar en las situaciones no familiares como si lo fueran lo que capacita para traer a colación aquella vivencia pasada como así también para reformular y re-adecuar las teorías técnicas y estrategias que están a la base del saber y conocimiento acumulado del profesional.”72 68 Cfr. Mendoza.1997. P 48 69 Cfr. Aguayo C.; 1996 P.77. Etimológicamente saber es análogo a prudencia (griego), Aristóteles (1984;206) plantea que: “Se aplica a todo lo que pueda ser distinto de lo que es; a todo lo contingente”. “El objeto principal es deliberar bien y no se reduce a la razón, a la relación medios a fines.” Prudencia es la capacidad de tomar decisiones, considerando el conjunto de su existencia. Sabiendo que la decisión de hoy tiene consecuencias para el futuro y para quienes le rodean. Cortina, A. 1996. 70 Encuentro de Directores de Seminarios de Grado. Departamento de Trabajo Social. Universidad Católica Blas Cañas. 29 de Julio 1997. 71 Bollnow: representante de la corriente de pensamiento fenomenológico, discípulo de Husserl. 72 Cfr. en Mendoza, J.1997. P.58. 38 El saber práctico adquiere una estructura lógica a través del lenguaje, se podría decir que es una construcción social, en tanto implica la participación de más de un actor. “El saber práctico se expresa en forma espontánea a través de acciones, juicios y habilidades, que se saben como llevar a cabo, pero no se piensa acerca de ellas con anterioridad o mientras se realizan. Es un saber, al igual que las representaciones sociales, que se adquiere inconscientemente, y que así mismo puede ser transmitido. Es un saber que consiste en reglas o planes que alguna vez fueron internalizadas en la mente de la persona antes de actuar.”73 Dentro de lo que es el saber práctico se presenta el concepto de saber en la acción éste se define como “los tipos de saberes que revelamos en nuestras acciones inteligentes ya sean observables al exterior o se trate de operaciones privadas. En ambos casos el saber está en la acción .”74 El saber práctico implica denunciar las complejas relaciones de poder, manejar procesos de negociación, criterios que se usan para organizar recursos financieros, problemas éticos morales que enfrentan estas decisiones, develar criterios que hoy las instituciones utilizan para identificar la pobreza y las incongruencias con los sujetos que la viven. La intervención social, esta “búsqueda de mundos posibles”75, tiene una intencionalidad que está “ligada necesariamente a la opción ético y moral”76 de la acción creada. Lo ético y lo moral son aprendizajes sociales, que adquieren sentido en la interacción, constituyen parte importante de las representaciones sociales, las que conforman las estructuras de conciencia de los profesionales prácticos. 73 Cfr. Schön, D; 1992. 74 Schön, D; 1992. P 35. 75 Aguayo C.; 1996. P.80. 76 Idem. 39 Existe una justificación moral y práctica de la acción, aunque ésta, muchas veces parece quedar como dogma de fe, sin ser develada por medio de la reflexión del profesional. La intervención (que implica políticas, planes y proyectos sociales) requiere de una discusión no sólo centrada en los recursos asignados y requeridos o en los efectos reales sino que también debe encarar las implicancias morales. Lo moral como se ha definido en este estudio, es un tipo de saber racional que orienta la acción: “es un saber práctico, un saber para actuar, un saber social, que orienta el conjunto de la vida, consiguiendo sacar de ella lo más posible, para lo cual necesita saber ordenar inteligentemente las metas que persiguen.” 77 Por lo tanto, si es un saber práctico, necesariamente está presente en el profesional, porque como persona que es, no deja ser un ser moral al ejercer su vocación, a la cual ha optado siendo coherente con la historia personal. Así bien, el ser moral no es restrictivo al individuo, sino a principios universales. El desconocer este ámbito del quehacer profesional implicaría un alto costo social, en especial para quienes son beneficiarios de esta acción, se traduciría este desconocimiento, en una perversión de la acción como lo es la instrumentalización. La instrumentalización de la acción es hacer que la realidad siempre se ajuste a los instrumentos, metodologías y enfoques teóricos, y no viveversa, no existe flexibilidad. El profesional pasa a ser un técnico experto, que sólo relaciona medios con fines específicos. Así también la falta de reflexión sobre y en la acción conlleva hacia otro tipo de perversión de ésta, que se identifica como activismo; el activismo es “la disociación radical entre trabajo mental y trabajo físico”.78 77 Cortina, A. 1996.P. 22. 78 Cfr. en Mendoza. Op.Cit. 1997. P. 17. 40 Este tipo de perversiones de la acción tienen su origen en el legado que el proyecto global de la sociedad occidental denominó modernidad, ésta promovió la racionalidad instrumental, la sobrevaloracción del conocimiento científico. El Trabajo Social se ha visto influenciado por esta sobrevaloración del conocimiento científico dada su estrecho vínculo con las ciencias sociales. Dio origen esta insana relación, a la dicotomía teoría –práctica. “El Trabajo Social estableció con la teoría una relación de tipo reverencial, se le escucha, se le cita, pero se encuentran razones de orden práctico para liberarse de la responsabilidad de hacerla, las que ven desde la dificultad para escribir en forma coherente y organizada, hasta la falta de tiempo para dedicarse a la tarea.”79 Cuando el Trabajo Social “se adhiere a una racionalidad de tipo instrumental de alguna forma, su intervención pierde contacto con la realidad y con los sectores que la componen y por lo tanto, con los componentes que orientan su acción: las utopías80 (democracia, libertad, felicidad), que le dan sentido al hacer del trabajo social.”81 Es errado desconocer entonces el papel que tienen los valores en los procesos de transformación social, ya que son ellos los que permiten a los sujetos tomar control sobre sus existencias, adquirir una convicción profunda acerca de los sentidos y propósitos de aquellas y sobre todo actuar como seres humanos libres y moralmente autónomos.82 Se advierte la complejidad de la intervención que realiza el trabajador social, los conflictos, tensiones, contradicciones, opciones que deben tomar en el proceso, muchas esas opciones son más bien de carácter valórico que técnico, lo que no facilita 79 Zúñiga, R; 1990 Cfr. en Mendoza, J., 1997. P.36. 80 Utopías: proyectos de sociedad, valores guías. Son un posible en relación al mundo actual .Es la expresión de los deseos de una realidad más perfecta, guían la acción. Es ese lugar que permite describir nuestras aspiraciones. 81 Cfr. en Mendoza. Op. Cit. 1997. P. 43. 82 No se puede desconocer que existen diversos obstáculos estructurales para el cambio social, que hay una gran carencia de conocimientos teóricos orientados hacia la producción,
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