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Experiencias Sobrenaturales Con - Apostol Vincenzo Petrarca

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Testimonios reales de un Dios sobrenatural
 
By
Apostol Vincenzo Petrarca
 
 
 
Copyright © 2018
LDN Edizioni
www.lucedellenazioni.org
http://www.lucedellenazioni.org/
 
 
 
 
 
 
EXPERIENCIAS SOBRENATURALES CON DIOS
Testimonios reales de un Dios sobrenatural
Copyright © 2018 Apostol Vincenzo Petrarca
Todos los derechos estan reservados. Ninguna parte de este
libro puede reproducirse de ninguna manera ni transmitirse de
ninguna forma o medio, electrónico o mecánico, incluidas
fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de
información sin el permiso por escrito del autor.
Los pasaje de la Biblia han sido tomado de la version “Reina-
Valera 1995”
 
 
Dedicado a mi esposa
Mariapia, a mis hijos Gloria, Elias y
Sara, quienes siempre han estado
cerca de mí en todo momento; a
Saverio, mi padre natural que me
hizo el hombre que soy, al apóstol
Antonio Selma Pastor, mi padre
espiritual, quien me hizo el ministro
que soy y especialmente a Dios, mi
padre celestial, a quien le debo todo.
 
Gracias
PREFACIO
 
Conocì a Vincenzo hace más de cuatro años, y a través del
tiempo hemos podido pasar muchos momentos juntos, tanto en
España, como en Italia, he podido conocer su corazòn. Un
hombre ìntegro, un hombre de fe, un hombre que los principios de
la palabra de Dios estàn bien arraigados en su vida. Un hombre
que Dios ha usado, pero que lo va a utilizar sobremanera.
En éste libro narra muchas de sus historias y experiencias
a lo largo de su ministerio, còmo Dios lo ha usado en profecìas,
en discernimiento, en sanidad, en prodigios y milagros, pero es
mucho màs lo que Dios tiene para el.
Se està preprarando para que Dios lo lleve a una nuova
dimensiòn, natural y espiritual.
 
Sigue adeante, anhelando su presencia, su unciòn, su
poder.
Grandes cosas tiene el Señor para tu vida, familia y
ministerio. ¡Nunca te rindas! Come y bebe, porque largo camino
te resta.
Sabes que eres muy especial para mi, y para la pastora Titi,
también para las iglesias rey de reyes de la que formas parte y
enriqueces.
 
Pastor Antonio Selma
(pastor fundador de la 
Iglesia Rey de Reyes de Valencia - España)
 
INTRODUCCIÓN
 
La vida cristiana no es una vida de estudio o actividad
religiosa, sino la experiencia de un viaje continuo con una
persona especial.
Decidí escribir este libro para compartir algunas de las
experiencias sobrenaturales que he tenido en mi vida y ministerio
con la esperanza de que puedan ser una edificación para tu vida
y producir el deseo de buscar una relación más profunda con un
Dios que ha sido , es y seguirá siendo el Dios sobrenatural, el
Dios de lo imposible.
¿Qué ha hecho Dios tan increíble en mi vida? Da vuelta a la
página y comienza a descubrir.
Buena lectura
Apóstol y profeta Vincenzo Petrarca
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PREFACIO
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
SOBRE EL AUTOR
PARA CONTACTARNOS
¿ PUEDO SOLICITAR UN FAVOR ?
OTROS LIBROS DEL MISMO AUTOR (En Italiano)
 
CAPÍTULO 1
Viviendo los actos de los apóstoles
 
 
 
 
Estaba inmerso en la presencia de Dios. Una presencia tan
dulce y amorosa me envolvió mientras la adoración ascendía al
cielo, delante de Su trono. Pocas veces he sentido una presencia
tan fuerte y tangible del Espíritu Santo.
Me había olvidado de todo lo que estaba a mi alrededor. Ya
no estaba más en Puerto Ordaz, Venezuela en la iglesia Luz Para
La Naciones, estaba antes del trono de Dios.
Ya no sentía ni los cuarenta grados que hasta hace poco
me habían sofocado. Por otro lado, había pocas iglesias en
Venezuela que pudieran pagar un sistema de aire acondicionado.
La mayoría de las iglesias evangélicas que había visitado eran
edificios muy simples, con un techo hecho de chapa, sin ventanas
y equipados con algunos ventiladores. Una iglesia en particular,
en Cabimas, ni siquiera había la puerta del baño y una roca
concreta que sirvió como el suelo durante sólo tres cuartas
partes del lugar de culto.
Pero esto no era importante. Lo más importante fue que el
Espíritu Santo estuvo presente en ese lugar y en cada iglesia que
visité en ese viaje misionero a Venezuela. Se movió de una
manera tangible, con señales, milagros y prodigios
extraordinarios.
De pronto se detuvo el culto y mi amigo, el Apóstol Nicolas
Aguilera subió a la plataforma y me anunció a la iglesia: "El Señor
proféticamente dijo que nos enviaría a los apóstoles, nos dijo que
Guillermo Maldonado, Benny Hinn y muchos otros nos habrían
visitado, pero hoy estamos celebrando la fiesta de las primicias,
Dios nos ha enviado los primeros frutos de los Apóstoles, el
apóstol Vincenzo Petrarca ».
Nunca en mi vida habría esperado tal presentación, ni ver
mi nombre asociado con gigantes de la fe como el apóstol
Guillermo Maldonado o el evangelista televisivo Benny Hinn. Fue
la segunda vez que visité esa iglesia donde, como me dijeron
después, el apóstol Nicolás nunca permitió que nadie predicara
más allá de él o de los miembros de su familia.
 
Mi primer encuentro con este gran amigo y poderoso
servidor de Dios fue algo extraordinario, organizado por el único
capaz de hacer tales cosas: el Espíritu Santo.
Estaba a punto de partir para mi segundo viaje misionero a
Venezuela y durante varios días un pensamiento me dio vueltas
en la capesa: "hay que buscar una iglesia en Facebook llamada la
luz para las naciones en Venezuela". La cosa era extraña, pero la
idea, con el pasar de los días, se hizo más y más fuerte. Ya tenía
suficiente experiencia espiritual para entender que todo esto
provenía del Espíritu Santo y comencé mi búsqueda.
Inmediatamente apareció la página del centro de Cristiano Luz
para las Naciones, que "casualmente" estaba justo en la ciudad
de Puerto Ordaz, donde tenia que ir a ministrar. Inmediatamente
me di cuenta de que había encontrado lo que estaba buscando.
Envié un mensaje simple a través de Facebook con saludos y
subrayé que el nombre de su iglesia era el mismo que el nombre
en italiano del ministerio que había fundado. También mencioné
que estaba de viaje a Puerto Ordaz y San Félix para visitar
algunas iglesias. Inesperadamente, recibí una invitación rápida a
predicar. Era inusual que un pastor de una iglesia que no me
conocía personalmente, que no conocía mi doctrina y que no
tenía garantía de mi persona, me invitaba a predicar. Lo que no
sabía era que el ya me estaba esperando.
Cuando lo conocí por primera vez, quedé muy
impresionado. Él no era uno de esos apóstoles rígidos y
religiosos, sino una persona muy simple y tranquila. Parecía más
un niño feliz que tratar de parecer serio. Salió de un automóvil que
no era muy adecuado para un pastor. Era un automóvil deportivo
negro con detalles rebajados, detalles metálicos azules en las
llantas y en los espejos y pegatinas en estilo "need for speed".
Estaba vestido con un atuendo deportivo y una gorra de béisbol.
Él me llevó a su casa a almorzar y luego nos preparamos para la
adoración nocturna. Allí, en su oficina, antes del culto, sucedió
algo especial. El Espíritu Santo le habló proféticamente sobre
cosas que yo y las personas que estaban conmigo no podríamos
saber. Allí comenzó a llorar, tocado por la palabra de Dios.
El Espíritu Santo nuevamente estaba operando
sorprendentemente, dando instrucciones y confirmaciones a
través de personas que venían del otro lado del mundo. El Apostol
Nicolas confirmó todas las palabras de la profecía que había
recibido y dijo que estaba esperando esta confirmacion porque
Dios le había dicho que le iba a enviar, desde otro país, un
hombre con un corazón puro, y este hombre era yo.
Sin embargo, en ese momento, no importaba todo lo que
había sucedido el año anterior, había sido llamado a predicar a la
plataforma y la introducción que había hecho había creado una
gran expectativa en la iglesia. En realidad, no podía predicar
mucho, el problema no era el tamaño de la iglesia, que tenía
alrededor de 1500 personas, sino la unción espiritualque era tan
fuerte que me ponia dificil incluso hablar. Hubiera seguido
adorando al Señor, pero el momento había llegado, Dios quería
hacer algo.
La gente corrió para recibir de Dios y mientras la adoracion
estaba fluyendo, yo ministraba y la gente caía bajo la unción del
Espíritu Santo. De repente, el Espíritu Santo me dijo que quería
sanar a las personas sordas y que había que hacer una llamada
para todos aquellos que tenían problemas de audición.
Simplemente al imponer las manos y declarar la sanidad,
todos fueron sanados instantáneamente. Luego pasé, de acuerdo
con la guía del Espíritu Santo, a orar por otras enfermedades, y
todos fueron sanados. Finalmente oré por el coro.
El coro, unas cincuenta personas, se tomaron de las manos
y, cuando oré en el nombre de Jesús, todos cayeron bajo de la
unción del Espíritu Santo.
Fue algo de glorioso y excepcional. La gloria de Dios había
descendido entre nosotros y el Espíritu Santo estaba operando
increíbles milagros como en el libro de actos de los apóstoles.
Recuerdo haberle dicho al Señor: qué lindo sería si todas las
reuniones fueran así.
Pero, ¿cómo habia empezado todo en mi vida?
CAPÍTULO 2
Cómo conocí al Señor
 
 
 
 
 
Tenía alrededor de 8 años, la edad en que iba a recibir la
comunión por primera vez en la Iglesia Católica.
Vengo de una familia católica. Mi madre había crecido en un
convento de monjas y siempre había creído en Dios. Mi padre,
por otro lado, se declaraba ateo por las decepciones recibidas en
su familia por un tío sacerdote. A pesar de todo esto, nunca me
había impedido asistir a la Iglesia Católica.
Así que comencé a asistir al curso de preparación para la
primera comunión en la iglesia catolica de Santa María la Nova
en Aversa. El sacerdote, Don Vincenzo, era un hombre de unos
cincuenta años, con pelo blanco y gafas. Él fue uno de los
hombres de Dios que marcó mi vida de una manera especial. Su
enseñanza más preciosa fue sobre la oración. El siempre dicia
que no debemos orar recitando las oraciones escritas por otros,
sino que la oración era un diálogo con Dios. "Tenemos que
hablar con Jesús, como se habla con un amigo" era su frase
frecuente que me golpeó y quedó grabado para siempre en mi
corazón.
Entonces, todas las noches, me arrodillaba al lado de mi
cama y hablaba con Jesús "asi cómo se habla con un amigo".
Le dije a Jesús todo lo que estaba viviendo, lo que me había
sucedido durante el día, todas mis necesidades. Compartí todo
con él, como con un amigo. Lo mejor fue que una noche él me
respondió. Yo era solo un niño al lado de su cama, pero sentía un
gran amor por mi nuevo amigo y una noche oí la voz del Señor de
manera audible, diciéndome: "Vincenzo, tu me vas a servir".
En ese momento pensé que tal vez Jesús me estaba
llamando para ser sacerdote catolico, pero dentro de mí sentía
que este no era el camino que Dios había preparado para mí. A
pesar de esto, crecí siempre teniendo la certeza de que Dios
estaba cerca de mí y continuaba asistiendo a la iglesia católica
constantemente cada domingo.
Cuando escuchaba la palabra de Dios me sentia siempre
atraído de una manera increíble y cada vez que escuchaba al
sacerdote hablar sobre Jesús sentíba algo dentro de mí que me
hablaba y me involucraba en mi interior.
Los años pasan pero este amor por Dios no termina. Sin
embargo, a lo largo de los años, otros intereses han comenzado
a nacer y alrededor de la edad de diecisiete años, como muchos
otros muchachos, comencé a buscar novia. Un día, junto con un
amigo, entramos en una reunión de una asociación católica en
busca de novias y allí tuve un amor a primera vista.
Tan pronto como entré al salón contiguo a la iglesia, quedé
literalmente impresionado al ver a una hermosa chica que más
tarde se convertiría en mi esposa. Tan pronto como mis ojos se
cruzaron con los de ella, me di cuenta de que ella sería la mujer
de mi vida y que pasaríamos todo el resto de nuestra vida juntos.
El problema era que ella todavía no lo sabía. Tenía ojos profundos
y brillantes que expresaban una alegría y un amor que nunca
había visto antes. Estaba frito …
Hablando con ella me dijo que estaba asistiendo a un
movimiento carismático católico, la Renovación Carismática
Católica (RCC en Italia Rinnovamento nello Spirito RNS). En este
grupo pasavan cosas como en la iglesia primitiva: las personas
venian sanadas, los poseídos liberados y algunas personas
estaban recibiendo el derramamiento del Espíritu Santo, el hablar
en lenguas y el don del profezia.
Inmediatamente comencé a asistir a las reuniones y quedé
profundamente impresionado por la presencia tangible del Espíritu
Santo, las liberaciones, las sanidades y cómo se explicaba la
Biblia.
El leader de las reuniones nos explicaba con la Biblia que no
era bueno orar a las estatuas, porque era idolatría, que no se
debe orar a María, porque era sólo la madre de Jesús, que era
inútil hacer peregrinación a Lourdes porque era necesario buscar
a Dios en el corazón, que no debes recitar las oraciones escritas
por otras personas, sino hablar con Jesús porque Jesús era una
persona viviente con quien te puedes relacionar. En la práctica,
durante las reuniones recibimos la mayoría de las enseñanzas
que comúnmente se imparten en las iglesias evangélicas.
En ese momento comencé a leer la Biblia. En casa no tenía
biblias normales, sino solo una enorme biblia de exhibición que
estaba dividida en cuatro grandes volúmenes y estaba escrita en
un antiguo idioma italiano que no era fácil de entender. Pero a
pesar de esto todos los días abrí esa Biblia y leí tantos versículos
de la palabra de Dios porqué tenía hambre de la verdad.
Recuerdo que el primer libro que leí fue Génesis y el segundo fue
el Apocalipsis.
Al leer la Biblia comprendí que muchas cosas que
practicaba en la religión católica no estaban escritas en la palabra
de Dios, sino que eran solo el resultado de una religión humana.
Esto dio lugar a un fuerte deseo de conocer la verdad dentro de
mí. Cada vez que decidimos conocer la verdad, entonces Dios se
da a conocer, porque la verdad no es una, la verdad no es un
concepto, la verdad es una persona y su nombre es Jesús.
Todo esto fue en un momento difícil para mi familia. Mi
padre y mi madre estaban a punto de separarse y, de repente,
una tarde, apareció en casa un tío evangélico que no los había
visto en mucho tiempo. Mi tío Pasquale estaba caminando en su
automóvil cuando tuvo una visión espiritual. Mientras conducía,
vio la casa de mis padres y, en ese mismo instante, cambió la
dirección con su automóvil y vino a visitarnos. Entró a la casa,
nos saludó y se sentó a la mesa para tomar un café, contándonos
sobre la visión qua habia tenido y empezando a hablarnos sobre
Jesús. Él pensó que estaba allí para mis padres e insistió con
ellos en que necesitaban a Jesús, que Dios los llamaba, que
tenían que cambiar sus vidas y que Jesús quería ser su amigo.
En realidad, este discurso no estaba obteniendo mucho resultado
con mis padres, sin embargo, yo estaba sentado en el sofá que
estaba cerca de la mesa de la cocina y recibía cada palabra y
todo lo que se hablaba empezo a encender mi hambre de Dios.
Estaba realmente fascinado por la forma en que mi tiò
hablaba de Dios, el hecho de que Jesus era una persona con la
que te puedes relacionar, un amigo con que puedas tratar, una
persona viva y real. Cuando se fue, le dije que al día siguiente
quieria ir a su casa porque quería hablar màs de Jesús.
Al día siguiente fui a la casa de mi tío. La conocía muy bien,
era la casa de mi abuela. Había pasado allí, junto con mi familia,
muchos momentos hermosos y felices jugando con mis primos
cuando era solamente un niño. Al entrar a la casa, mi tía me hizo
sentar a la mesa de la cocina y hizo un buen café napolitano. Allí
comenzamos a hablar sobre muchas cosas que están escritas en
la Biblia. Cuanto más hablabamos, más paresia algo raro.
 Me dicia: "¿ sabes que no tienes que adorar las estatuas
porque son ídolos ?", y yo respondia: "sí, porque lo leí en la
Biblia". Luego me habló del hechode que aquellos que sirven al
Señor pueden casarse y de todas las doctrinas humanas que la
Iglesia Católica ha introducido. Pero ya sabía las cosas de las
que estaba hablando porque las habíamos estudiado en el grupo
carismático. Cuanto más hablábamos, más me miraba
extrañamente. Al final me pregunta: "¿Me estás bromeando ?
Prácticamente eres un evangélico", pero ya sabía estas cosas
porque ya estaba leyendo la Biblia. Luego me hizo la pregunta que
cambió mi vida: "¿Eres salvo?" Y yo respondí: "No, no soy salvo,
¿cómo puedo ser salvo?"
Luego abrió la Biblia en Romanos y me hizo leer el versículo
10 del capítulo 10:
Romanos 10:10 porque con el corazón se cree para justicia,
pero con la boca se confiesa para salvación.
Y entonces dije: "Yo creo con todo mi corazón y quiero
confesarlo con la boca, pero ¿cómo se hace?" Y en ese
momento mi tío me hizo orar por la salvación, esta maravillosa
oración en la que le pides a Jesús que ingrese tu corazón y en tu
vida.
Ese fue el momento más importante de mi vida. Cuando dije
"Amén" comencé a sentir un fuego que comenzó desde la cabeza
hasta los pies. Este fuego comenzó a arder dentro de mí y sentí
que Dios se estaba quitando todas las cosas que no eran buenas
y me estaba cambiando en otra persona. El fuego ardió y las
lágrimas cayeron sobre mi rostro, pero no pudia hablar y abrir los
ojos. Me quedé allí unos 15 minutos, en silencio con los ojos
cerrados, experimentando esa maravillosa presencia y recibiendo
el fuego de Dios en mi vida. Mientras estaba allí inmerso en la
presencia de Dios, comencé a hablar en un idioma que no sabía:
Dios me había llenado con el Espíritu Santo.
No puedo explicar exactamente lo que sucedió en ese
momento, solo sé que desde ese momento, ya no soy el mismo.
En un instante cambió todo dentro de mí. Cuando volví en mi, mi
tío me expliqué lo que había sucedido, habia nacído de nuevo y fui
bautizado con el Espíritu Santo. Recuerdo que me había vuelto
muy liviano, saliendo de esa casa, casi me parecía volar. En el
camino encontré un amigo y le conté lo que habia sucedido. Él me
tomó por loco, pero el cambio estaba obvio, no solo Dios me
cambié por dentro, mi cara era diferente. Él me dijo: "Vincenzo,
no sé lo que te pasó, pero ahora veo tu rostro con un gozo y una
luz diferente y estoy feliz por ti"
El cambio fue tan obvio que cuando volví a mi casa,
abriendo la puerta de entrada, los miembros de mi familia me
miraban inmóviles sin decir una palabra. Entonces mi padre me
dijo: "Vincenzo, ¿qué te pasó? Tienes una cara que brilla" Y
comencé a contar lo que me había sucedido.
A partir de ese momento, comencé a experimentar a Dios
de una manera real y diferente. A partir de ese momento
comencé a sentir a Dios y ver a Dios en todo lo que estaba
haciendo, orar y ver la respuesta instantánea de Dios. Esa
amistad que comenzó cuando era niño se convirtió en una
relación sobrenatural, porque Dios comenzó a ser real en mi vida.
Querido amigo, querido hermano, querido lector, lo que he
experimentado en mi vida es algo que también tu puedes
experimentar. No es una religión, es una relación. Jesús no
quiere ser solamente tu Dios, quiere ser tu amigo y caminar
contigo sobrenaturalmente todos los días. Si nunca has tenido
una experiencia con El, si realmente nunca la has sentido y
experimentado, quiero invitarte ahora mismo a cerrar los ojos
donde estás y de una manera muy simple hacer esta pequeña
oración:
"Jesús, realmente quiero conocerte, quiero experimentar
tu presencia y vivir el resto de mi vida contigo"
CAPÍTULO 3
Mi primer viaje misionero a Perú
 
 
 
 
 
¿Qué se siente al ver a Dios obrando milagros y sanidades
a través de tus oraciones y tus manos cuando, sin embargo,
usted mismo está enfermo? Esto es lo que experimenté en mi
primer viaje misionero a Sudamérica. Fue una experiencia que
moldeó profundamente mi vida y de la cual recibí una gran
enseñanza.
Estaba en Perú, en el 2008, con un grupo de pastores
italianos, incluido el apóstol Pablo Montecchi, para visitar algunas
iglesias en la ciudad de Lima. La ciudad de Lima es una gran
metrópolis, con muchas iglesias, algunas grandes, otras
pequeñas. La gente está muy frenética, abierta al evangelio y el
ambiente espiritual es muy diferente de Italia. Era suficiente
hablar de Jesús en las calles o en el restaurante para ver a las
personas tocadas por el Espíritu Santo llorar y entregar sus vidas
a Jesús. Los milagros ocurren de una manera mucho más simple
y natural de lo que estamos acostumbrados a ver en nuestras
iglesias en Italia.
Durante este viaje, fui invitado a predicar en una iglesia
Bautista. Fue la primera vez que tuve que predicar en una
realidad evangélica no pentecostal y tenía mucho miedo de
moverme con los dones espirituales que Dios me habia dado.
Desafortunadamente, a veces tenemos ideas preconcebidas
relacionadas con las enseñanzas que hemos recibido dentro de
nuestras denominaciones. Me habian dicho muchas cosas sobre
la iglesia Bautista que en realidad hoy, con la experiencia, me di
cuenta de que no eran asi.
Por esta razón, durante el culto, traté de moverme de una
manera un poco más "delicada" como una forma de respeto por
esa iglesia. Pero Dios tenía la intención de hablar proféticamente
a cada persona presente allí. Entonces, después de predicar,
hice un llamamiento a la gente para que viniera a recibir la oración
y comencé a orar y profetizar por cada creyente lo que Dios me
dijo.
Mientras estaba ministrando, le profeticé a una joven que
Dios habría respondido hoy a las oraciones que de muchos
tiempo estaba haciendo. Las lágrimas comenzaron a correr por
su rostro y comenzó a darle gloria a Dios. No sabía lo que iba a
suceder pronto. Al final del culto, ella me llamó y me mostró a una
anciana que estaba en una silla de ruedas. Esta era la oración
que ella había estado haciendo durante mucho tiempo: la sandad
de su madre.
Sin temor puse mis manos sobre esa mujer y la declare
sana y le ordené que se levantara en el nombre de Jesús. La
mujer comenzó a levantarse lentamente tocada por el Espíritu
Santo, llorando y glorificando al Señor: Dios la había sanado por
completo.
Esta experiencia ha moldeado profundamente mi vida, no
tanto por la sanidad, aunque fue la primera vez que vi a una mujer
que se levantaba de la silla de ruedas para mis oraciones, pero
porque yo mismo estaba enfermo.
Desde algunos días, tenia un problema con las muelas del
juicio. La muela del juicio había decidido salir justo durante mi
primer viaje misionero a Sudamérica. El dolor era terrible, fuerte y
constante, e incluso me impidedia dormir tranquilo. Algunos
hermanos, viendo mi sufrimiento, decidieron llevarme a un
dentista. El dentista me visitó y me dijo que necesitaba una
radiografía. Lo que no sabía era que en esas áreas aún no
existían los instrumentos que usamos aqui en Europa. Para hacer
la radiografía, me dejaron en una habitación muy pequeña y me
hicieron usar un chaleco de plomo. De la pared salió una tubería
de hierro que, a través de una máscara tenia que estar
posizionato cerca de mi boca. Fue algo impresionante por decir lo
menos, realmente estaba asustado por mi salud debido al efecto
de toda esta radiación.
Mirando la radiografía, el dentista me dijo que la muela del
juicio estaba sacando el diente que estaba a su lado y esto
causaba este tremendo dolor. El dentista continuó diciendo que
tenía que hacer una operación simple y quitar la muela del juicio.
En la palabra operación literalmente salté de la silla. Si por una
radiografía habían usado una camisa de plomo, ¿qué usarían
para la operación? Delante de mi mente estaban las imágenes de
caricaturas en las que, cuando se hace una operación médica, se
usa un martillo en la cabeza para anestesiar …
No parecía una buena idea y, dado que solo quedaban unos
pocos días a la vuelta en Italia, decidí tomar analgésicos y
esperar a que regresara a casa.
Pero todo el día estaba en oracion al Señor. Estaba un
poco enojado con El, no entendía cómo era posible, estaba
viendo tantos milagros, tantas sanidades,por primera vez vi a una
mujer que se levantaba de una silla de ruedas, pero yo seguíba
estando enfermo y la oracion para mi no tenian esito.
A medida que estos pensamientos seguían volviéndose en
mi mente, fuimos a buscar un grupo de misioneros
estadounidenses. Este grupo trabajaba en todos los países más
pobres del mundo excavando pozos de agua y trayendo médicos
y medicinas.
Cuando llegamos al sitio, había un campo de misión muy
bien organizado, con aproximadamente 50 personas, incluidos
médicos, asistentes, enfermeras, farmacéuticos y voluntarios.
Estos hermanos estaban en una estructura donde los enfermos
entraban y, después de una breve consulta, se enviaba los
necesitados al médico más adecuado para su caso. También
hician gafas personalizadas. Después de la visita, la gente saliba
de la extruttura y se dirigia a un escritorio donde había
farmacéuticos distribuyendo gratis las medicinas que
necesitaban.
Cuando salimos del lugar, noté algo muy extraño. Afuera
había dos filas: una fila donde las personas se acercaban para
recibir medicamentos y otra fila donde las personas se
acercaban para recibir oración por la sanidad. Lo impresionante
era que vi a personas con graves problemas de salud, lisiados,
cojos, enfermos graves, llegar y recibir la oración de un chico que
podría tener 15/16 años. Vi a un hombre que tenía un brazo
torcido sanarse al instante, una mujer coja que empezo a caminar
bien. Cada persona que recibió la oración fue sanada al instante,
así que decidí ponerme en la cola también.
Ya mientras estaba en la cola me di cuenta de que el dolor
había pasado, sin embargo, cuando llegué cerca de el chico y oró
por mí, la muela del juicio se enderezó y se salió de inmediato. El
problema fue resuelto de una forma sobrenatural. Le di las
gracias al chico con mi inglés escolar y me uní a los demás
pastores para contarle sobre mi experiencia. Saludamos a todos
y tomamos el autobús que nos llevaría a casa.
En el viaje de regreso, estaba hablando con Dios y le dije:
"Señor, ¿cómo es posible? Señor, ¿por qué no me has sanado
antes? ¿Qué pasa con mi oración? ¿Por qué tengo que ir allí
para recibir la oración de este muchacho?” La respuesta de
Dios fue muy simple, Dios me dico: "porque tiene que aprender
necesitas los unos a los otros"
 Esta experiencia me ha enseñado mucho sobre el
significado del cuerpo de Cristo y su interdependencia. No
podemos ser absolutamente independientes, nos necesitamos
unos a otros, esta es la belleza del cuerpo de Cristo. No podemos
tener todos los dones y todos los ministerios, Dios no nos hizo
Súper Santos perfectos y invencibles, sino que nos llamó para
ser siervos, servir y ser servidos, nos llamó a hacer un trabajo en
equipo. La iglesia es como una orquesta en la que cada
instrumento reproduce una melodía. Solo no somos nada, pero
juntos podemos interpretar una obra maestra. Dios ha dado
diferentes dones y diferentes ministerios, por nosotros mismos
no vamos a llegar a ningún lado, pero juntos vamos a llevar a los
creyentes a la perfecta estatura de Cristo:
Efesios 4:11-16 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud
de Cristo. 14 Así ya no seremos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error;
15 sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el
cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
¿Y tu, cómo estás sirviendo a Cristo? ¿Lo haces solo o
formas parte de un equipo en el que prestas servicio y eres
atendido? ¿Qué te extrañas que otros tienen ?
En el próximo capítulo hablaré sobre lo que me faltaba y
cómo recibí una paternidad espiritual que cambió positivamente
mi vida y mi ministerio.
CAPÍTULO 4
Paternidad
 
 
 
 
 
Otra de las experiencias profundas que marcó
profundamente mi vida es en relación con el principio de la
paternidad.
Desafortunadamente, en el mundo cristiano he tenido tantas
decepciones por parte de personas a las que he mirado como
guías, como ejemplos. Aquellos que deberían haberme ayudado
como padres, en cambio trataron de cerrarme espiritualmente,
bloquearme, obstaculizarme y incluso manipularme. Estas malas
experiencias han producido en mí una profunda desconfianza
hacia las autoridades espirituales, no podía ver a nadie como
padre, veía a las autoridades como generales o como personas
que tienen un interés personal sobre tu vida.
Lamentablemente, veo esta historia que se repite en
muchas iglesias evangélicas. Todo esto se debe a la falta de
ministerios apostólicos o a que los apóstoles no ocupen la
posición espiritual de autoridad paterna. Esta posición es
ocupada abusivamente por los ministerios pastorales que, en
lugar de ayudar al desarrollo y crecimiento de otros ministerios,
los ven como una amenaza para su liderazgo.
Pero volvamos a nuestra historia. Tuve un gran sufrimiento
en mi corazón y fui muy terco en contra de todo lo que hablaba de
autoridad y paternidad. Las decepciones recibidas generaron en
mí una especie de rechazo hacia las autoridades. Esto hasta que
Dios me habló.
 Recuerdo que estaba en Sicilia, en Pachino, un pequeño
pueblo en la provincia de Siracusa, y estaba con el salmista
Ignazio Vitali. Tenía la misión de predicar en algunas iglesias del
sur de Sicilia y decidí llevar a Ignazio conmigo como profeta y
como adorador. Estábamos alojados en la casa de campo de
pastores amigos, Maurizio Morittu y Graziella Scala, y
aprovechamos los momentos de relajación para orar y adorar a
Dios.
Un día empezamos a adorar al Señor y bajò una presencia
maravillosa del Espíritu Santo. Mientras estábamos adorando,
sucedió algo sobrenatural: soy tomado en el espíritu y me
encuentro sobre las nubes con Jesús a mi lado. Sé que para
muchos que no han tenido este tipo de experiencia todo esto
puede parecer extraño, pero lo que estaba experimentando no
era ni un sueño ni una visión, mi cuerpo todavía estaba en la
cocina de la casa mientras mi espíritu estaba en otro lugar, sobre
las nubes.
Miro a mi alrededor y veo todas estas nubes y frente a
nosotros había un río que formaba una pequeña curva. En cierto
punto, veo a Jesús extender su mano hacia este río y señalar un
punto específico, justo en el medio de la curva. En el momento en
que lo señala, desde ese punto surge otro río que cruza las nubes
perpendicularmente y cae. Me acerco al borde de las nubes y
miro hacia abajo y veo la tierra desde arriba, especialmente la
costa y una ciudad con las palabras "Málaga". El agua cayó de
las nubes y formó una cascada que llegó a este lugar: "Málaga".
En este punto, la experiencia espiritual terminó y me
encontré de nuevo en la cocina de la casa de campo de mis
amigos pastores en adoración al Señor. Inmediatamente entendí
que Dios quería decirme algo y que este algo concernía a la
ciudad de Málaga, que, para ser honesto, ni siquiera sabía que
había una ciudad llamada Málaga y dónde estaba.
No entendí nada de lo que Dios me estaba diciendo, pero
sabía que había algo que ver con Málaga. Buscando en Internet
descubrí que Málaga era una ciudad situada en las costas de
España, en Andalucía, pero todavía no podía entender lo que
tenía que hacer con Málaga.
Sin embargo, esta experiencia fue una clara indicación del
Señor. Imagínense cuál fue mi sorpresa cuando, después de
unos días, leí en Facebook el mensaje privado de una hermana
que no conocía. El mensaje no era muy extenso, consistía en una
sola palabra: Málaga.
Al darme cuenta de que este mensaje provenía del EspírituSanto, contacté rápidamente a la hermana y le pregunté por qué
me escribiò este mensaje con esta palabra Málaga. La hermana
respondió que incluso si no nos conocíamos, Dios le había dicho
que tenía que ir a Málaga. Luego continuó diciéndome que no
tenía que preocuparme por nada porque Dios se iba a ocupar de
todo y que me haría entender la razón por la que tenía que ir a
Málaga una vez que llegaré allí. También ella conocía a una
hermana que tenía un Centro Cristiano intercomunitario donde se
acampaban en el verano las iglesias y iba ad hablar con la dueña
para ver si tenía la oportunidad de ospidarme.
Entonces, ahora ya había la confirmacion que tenía que ir a
Málaga y Dios también me había dado un lugar para dormir.
Todavía tenía que entender el propósito de mi viaje y la gente que
debía conocer. Después de unos días, las piezas restantes de
este rompecabezas también llegaron.
Seguíba ministrando en Sicilia cuando, durante un culto en
la Iglesia de la Palabra de la Fe en Siracusa, conocí al pastor
argentino Christian Gimenez del Ministerio MAI.
La reunión fue para él una respuesta a un profundo deseo
que solo Dios sabía. Después de la predicación, por orden del
Señor, hice una llamada adelante y comencé a profetizar sobre
las personas. Cuando comencé a orar por él, Dios me dijo que
tenia que ungirlo para el ministerio. Luego tomé la pequeña botella
de aceite que siempre llevo conmigo y comencé a ungir. Mi
intención era verter solo dos gotas de aceite, pero de repente se
quitó la tapa y todo el aceite de la botella cayó sobre su cabeza.
Al final del culto, fui a pedirle disculpas, porque no era mi
intención llenarle la cabeza con aceite, pero el me dijo que
durante años estaba orando para que un profeta le había ungido
la cabeza como había sucedido en ese momento. Algún tiempo
antes, de hecho, había sido consagrado al ministerio en su
denominación, pero solo habían orado sin haberlo ungido con
aceite y siempre había querido una unción de este tipo.
Este pastor comenzó a contarme acerca de su padre
espiritual y con insistencia me dijo que tenía que conocerlo.
Cuando me dijo la ciudad donde estaba su iglesia, entendì que no
había pasado nada por casualidad. La ciudad era Málaga.
Así que en este punto sabía a dónde ir, sabía dónde
alojarme y también sabía a quién debía conocer. Todo estaba listo
para algo que cambiaría mi vida.
Pasando los dias, también se establecieron contactos con
otros pastores en el área de Málaga, así que tuve una semana de
predicación organizada. Fueron benditos cultos en los que Dios
habló y bendijo a las iglesias, pero mi curiosidad creció a medida
que se acercaba el día en que debía conocer al Apóstol Alberto
Villanueva.
Cuando llegué a la iglesia, me dijeron que no había el
apóstol, sino que había un hijo espiritual suyo que era un profeta.
Las preguntas seguían creciendo, pero noté algo que nunca
había visto en una iglesia: todas las personas hablaban de su
Apóstol con amor, con estima y con alegría expresaban sus
sentimientos. Esta actitud es algo muy raro. En la mayoría de las
iglesias que he visitado, las personas hablan mal de sus pastores
y los critican. Aquí, sin embargo, las cosas eran exactamente lo
opuesto, todos hablaban de su padre espiritual bien y con una
alegría que brillaba en sus ojos. Era la primera vez que iba a una
iglesia donde todos, y los repito todos, amaban a su pastor y lo
honraban. El verdadero afecto por su pastor era visible.
Al final de la predicación, el profeta me llevò a una
habitación donde nos prepararon una cena. La gente nos recibió
con gran afecto y nos sirvió con un increíble honor y atención.
Mientras estabamos en la mesa, el profeta comenzó a hablar
sobre la paternidad, cuán importante era la paternidad en un
ministerio y cómo se relacionaba con el resultado de la vida de un
ministro. Escuché con un oído muy atento, evaluando todas esas
palabras. Como tenía una idea preconcebida sobre la autoridad y
la paternidad, no recibí inmediatamente esas palabras, pero las
escuché con atención, meditándolas.
A partir del día siguiente y en los meses siguientes
comencé a orar y a buscar el rostro de Dios para comprender
este concepto en profundidad. Dios comenzó a mostrarme cosas
y a darme revelaciones increíbles sobre la paternidad que
literalmente me sorprendió. Entendí lo que era el río que había y
me di cuenta de que necesitaba un padre espiritual.
A partir de ahí mi oración comenzó a cambiar: comencé a
pedir insistentemente a Dios que me diera un padre espiritual y
revelarme quién era el padre espiritual que me había dado.
Oré por varios meses hasta que, en el mes de mayo, Dios
me dijo que me iba a dar el padre espiritual a fin de mes.
Mayo fue un mes en que estaba predicando y ministrando
en la isla de Mallorca. Era un área que ya conocía, había varias
iglesias en las que ya había predicado, así que para mí ese viaje
fue un viaje de rutina. Pero esta ves algo diferente sucedió.
El pastor Félix de Arta había organizado un evento en su
iglesia y tenía como huésped a otro servidor de Dios, un pastor
que venía de Valencia. Había decidido alojarnos a los dos en la
misma casa, una casa que su empleador había puesto a
disposición para la ocasión. Allí conocí al apóstol Antonio Selma y
al pastor Titti. En el momento en que lo miré, el Espíritu Santo me
dijo: “el es tu padre espiritual”.
Al principio era un poco escéptico porque esperaba un
pastor de nivel internacional, uno de esos grandes nombres
conocidos de todos. De hecho, tenía muchos conocimientos y
puertas abiertas con muchos ministerios sudamericanos que me
habrían aceptado rapido en su ministerio. Estaba muy
sorprendido de lo que el Espíritu Santo me había dicho, pero
estoy acostumbrado a confiar en él.
Entonces, sin decir nada, tan pronto como tuve la
oportunidad, me senté con él y comenzamos a hablar. Hablando,
me di cuenta de que todo lo que tenía en mente, todo lo que tenia
en mi corazón, todo lo que Dios me estaba mostrando que debía
construir, él ya lo había hecho. Entonces mis proyectos no eran
imposibles, esta fue una confirmación de que él era la paternidad
que Dios había elegido para mí.
De regreso a casa, decidimos sentirnos periódicamente y
tengo que agradecer a Dios por cómo en estos años el Apóstol
Antonio Selma me ha ayudado a crecer y madurar, a construir y
edificar, a ser un mejor ministro. Le debo mucho a él, a su esposa
y a la iglesia Rey De Reyes de Valencia, este libro también está
dedicado a ellos.
Cuando no tienes una paternidad, trabajas duro sin ver
grandes resultados. Pero cuando Dios te da una paternidad,
trabajas poco y los resultados son tremendos. La paternidad ha
traído grandes cambios en mi vida y ministerio. El primero fue el
nacimiento sobrenatural de la iglesia de Parete y el local gratis
que Dios nos proveyó. Vale la pena contar la historia.
CAPÍTULO 5
Un local sobrenatural
 
 
 
 
 
Una cosa que no conté en el capítulo anterior fue el
nacimiento sobrenatural de la iglesia de Parete, en la provincia de
Caserta. Antes de la paternidad, había varias personas que se
habían convertido para mi testimonio y mi predicación. Ellos eran,
sobre todo, parte de la familia, mis parientes y de mi esposa que
aceptaron a Jesús, fueron bautizados y comenzaron su viaje con
el Señor.
Este pequeño grupo se reunió inicialmente en un
apartamento en Aversa, pero luego nos mudamos, debido a
problemas con el propietario del apartamento, en el ático de mi
casa, en Parete. Durante mi ministerio de viaje, entre las diversas
visitas a iglesias en Italia y en el extranjero, junto con mi esposa,
trabajamos para el crecimiento de este pequeño grupo. El deseo
de hacer era mucho, el cuidado de las personas muy intenso,
pero a pesar de todo lo que podíamos hacer, no había
crecimiento, ni espiritual ni numérico. Hubo tantos esfuerzos,
pero poco resultado. Organizamos evangelizaciones, reuniones
de intercesión, oraciones, visitas, celdas, prácticamente hicimos
todo, miramos poco o nada.
En cierto momento, justo antes de mi viaje a Málaga,comenzaron una conducta desordenada de una hermana que me
llevó a aclarar algunas cosas. Siempre, junto con mi esposa,
hemos sido de la opinión de que, como pastores, tenemos el
deber de recordar e intentar corregir a las hermanas que están
bajo nuestra responsabilidad que están teniendo
comportamientos de escándalo o de malos testimonios. El
problema es que muchas veces se toleran situaciones para evitar
que las personas, molestadas decidan abandonar la iglesia. En lo
personal nunca he tenido estos problemas porque creo que la
iglesia es propiedad y responsabilidad de Jesús y que Dios
decide cuándo enviar un alma en la iglesia, sino también que es
responsabilidad de los pastores cuidar, exhortar y corregir el
rebaño. Así que hicimos una cita con su hermana para enfrentar
la situación. Durante nuestra charla aclaramos lo que dice la
Biblia y cuál debe ser su comportamiento y conducta, y también
que, por su propio bien, ella tenia que "cambiar", "cambiar" su
actitud, "cambiar" su carácter , "Cambiar" la mentalidad, en
resumen, un cambio radical. Ella ha pensado bien en "cambiar",
pero no en su carácter o actitud, ha decidido cambiar de iglesia...
Así que aclaramos las cosas en esta situación y nos fuimos
a Málaga. Pero la situación no era simple, la iglesia enfrentaba un
problema serio. Casi todos los miembros de esta célula eran
parte de la misma familia y, como buenos napolitanos, habrían
seguido la misma decisión de "cambio" de la hermana. Por esta
razón, sabía que, al regreso de mi viaje a Málaga, me quedaría
solo con un miembro del grupo. El problema era serio y la idea me
hizo sentir muy mal pero sabia que, pase lo que pase, Dios
estaba conmigo.
Entonces, cuando me fui a Málaga, sabía que a mi regreso
habría un punto de momento de cambio en el grupo. Así fue,
cuando regresé, el martes, todos se habían ido, excepto una
hermana. Sin embargo, recibí una lección muy importante sobre la
paternidad en Málaga y esto abrió una bendición inesperada. Lo
que durante años busqué con mucho sacrificio y con mucho
esfuerzo, comenzó a llegar rápido y sin esfuerzo. De hecho,
durante la misma semana, precisamente de martes a domingo,
unas 30 personas se convirtieron de manera sobrenatural. Sin
evangelizar, sin visitar, sin células, sin largas intercesiones,
oraciones o ayunos, solo porqué la revelación de un principio
espiritual había roto una maldición y abierto las puertas a la
bendición.
Lo bueno fue que estas 30 personas fueron directamente
tocadas por el Señor y las encontramos directamente en casa
nuestra. El Espíritu Santo los ha atraído a sus pie. Incluso
recuerdo a un testigo de Jehová que vino el jueves a tocar a mi
puerta. El era una de las personas a quienes ayudabamos con el
banco de alimento y que, desde que lo conocíamos, siempre
había estado en situaciones económicas mala unto con su
esposa y sus cinco hijos. Cuando lo encontré fuera de la puerta
de mi casa, no estaba particularmente entusiasmado,
sinceramente pensé que había venido a pedirme un préstamo. En
realidad, mientras tomábamos café, el me expliqué que las cosas
iban mucho mejor ahora, que él estaba trabajando y que todas
sus deudas prácticamente se habían resuelto. En ese momento
me puse muy curioso porque no entendía por qué había venido a
mi casa. Entonces terminó su historia diciéndome: "Ahora
necesito a Jesús, ¿quieres ayudarme a encontrar a Jesús?" Y
cuando comenzamos a hablar del Señor, él se conmovió
profundamente y mientras oré por él, Dios lo bautizó en el Espíritu
Santo. Este episodio es muy especial porque los testigos de
Jehová no creen en el bautismo del Espíritu Santo, pero este
hermano fue salvo en ese momento y en los días siguientes se
convirtió con toda su familia.
Este es solo un ejemplo de lo que sucedió en menos de una
semana. Nos encontramos de quidar a una persona a más de 30
personas con un grupo de niños. En ese momento, mi casa ya no
era lo suficientemente grande como para acomodar nuestras
reuniones.
En este punto necesitábamos un lugar de culto, pero lo que
buscábamos no era simple. Tenía que ser grande, tener más
habitaciones para acomodar el salón de culto, la escuela
dominical y el banco de alimento. También queríamos organizar
algunos días de comunión fraterna, así que necesitábamos una
cocina y soñamos con una barbacoa para hacer asados.
Además de todo esto, también estaba un problema económico:
no tenebamos suficiente dinero para alquilar un local.
Así que decidí tener una reunión con los hermanos que
venían al grupo para hablar sobre el hecho de que necesitábamos
alquilar un lugar para la iglesia.
La reunión fue corta pero muy intensa. Los hermanos
llegaron, se sentaron, pero cuando llegamos al punto y contamos
cuánto podríamos pagar económicamente, la suma que salió fue
de solo € 100 mensuales, de los cuales, es bueno aclarar, € 90
los ponia yo como Pastor …
Tal vez parezca una situación cómica, pero creo que esto
ocurre un poco en toda Italia. A la gente le gusta venir a la iglesia,
adorar al Señor, escuchar la palabra de Dios, pero cuando
hablamos de tener que hacer algo para la obra de Dios, entonces
realmente descubres a quién le importa la Iglesia. Mi viejo pastor
siempre dijo: “lo primero que tienes que convertirse es la
billetera”. Si eres un leader y quieres evaluar la autenticidad de
las personas a las que cuidas, te invito a comprobar su
disposición a dar para el trabajo de Dios, tendrás muchas
hermosas sorpresas …
Huelga decir que la cifra era insignificante, las rentas
promedio de un lugar pequeño en nuestra área son de alrededor
de € 500. Con € 500 sin embargo, puede tomar un pequeño lugar
donde solo se puede hacer el culto, no tiene espacio para la
escuela dominical, para un cocina, para un depósito dedicado al
Banco de Alimentos y para una cama en la que acoger a los
misioneros. Para un lugar que podría hacer todo lo que
necesitábamos, habría costado alrededor de 1400/1500 euros.
La situación era imposible. Recuerdo que un hermano
llamado Thomas me dijo estas palabras: "pastor, nosotros por
100 € nunca podremos encontrar un lugar como lo
necesitamos, es imposible". Yo lo miré directamente a los ojos y
le dije: "mira hermano, que si es de Dios, nos traerán las llaves
del local hasta la puerta de mi casa". El hermano me miró
sorprendido, pero no dijo nada.
Después de dos días, el milagro. De repente, alguno tocó el
timbre de mi casa. Al abrir la puerta, me encontré frente a una
dama de mediana edad que no conocía. Honestamente, pensé
que era una testigo de Jehová, pero al ver que estaba sola
rechacé esta idea. La miré cuidadosamente, no sabía lo que
quería y que nunca podría imaginar que era la respuesta de Dios.
Esta persona me preguntó si yo era Vincenzo Petrarca y me dije
que tenía que hablar conmigo, era de la alcadia de Parete. No la
conocía ni habia pedido nada al alcalde; sin embargo, solía ser
amable y, sin hacer demasiadas preguntas, la hice sentar.
Esta persona me dijo que había escuchado hablar de la
obra social que hacíamos en casa a través de la distribución del
banco de alimentos, la forma en que estábamos ayudando a los
pobres y dijo que el Ayuntamiento había recibido Villa confiscada
a la mafia, una casa que pertenecía a un jefe en el área. Habían
decidido dárnoslo para hacer la sede de nuestra asociación. En
ese momento le dije a esta señora que no podíamos pagar nada
por el alquiler, pero ella respondió que el lugar sería gratis, que ni
siquiera habríamos pagado electricidad y agua y, a partir del año
siguiente, si el municipio tenía fondos suficientes, también querían
ayudar financieramente nuestra asociación.
En ese momento comprendí que esta era la respuesta de
Dios y le dije a la señora que estábamos buscando un lugar para
hacer una iglesia evangélica y ella dijo que sí, que sería muy feliz
porque también era una creyente, que era una catolica jesuita.
Entonces, élla me dijo, ora, busca a Dios y ayuda a los demás,
aquí están las llaves de la casa.
Imagínese la alegría que experimentamos en ese momento,
toda la iglesia estaba feliz y alegree inmediatamente
comenzamos a poner las bases de la iglesia.
De esta experiencia aprendí dos cosas. La primera es que
debemos creer en Dios incluso si las circunstancias que nos
rodean parecen ser desfavorables. De hecho, cada día
descubrimos que Dios trabaja cuando algo es humanamente
imposible. Él convierte una realidad simple en algo irrealizable. Si
es Dios quien te llama a hacer algo, lo más probable es que
estará más allá de tu alcance y de tus posibilidades, pero Él te
proveerá todos los recursos necesarios de una manera
sobrenatural. ¿Por qué buscar ayuda humana si tenemos a Dios?
Isaias 31:1-3 ¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de
ayuda, confían en los caballos y ponen su esperanza en los
carros, porque son muchos, y en los jinetes, porque son valientes;
pero no miran al Santo de Israel ni buscan a Jehová! 2 Pero él
también es sabio, traerá el mal y no retirará sus palabras. Se
levantará, pues, contra la casa de los malignos y contra el auxilio
de los que hacen iniquidad. 3 Los egipcios son hombres y no
Dios; sus caballos, carne y no espíritu; de manera que al extender
Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado. Todos
ellos desfallecerán a una. 
Pero si no es Dios quien te llama a hacer algo, entonces
ciertamente puedes hacer un buen trabajo con tu propia fuerza.
No me malinterpretes, hacer algo por Dios es bueno y si tienes la
oportunidad de hacerlo y no lo haces, pecas (Santiago 4:17).
Pero en este caso, ¿cómo puedes darle gloria a Dios? Solo
tienes que felicitarte a te mismo porque has podido hacerlo. Dios,
por otro lado, adora hacer cosas que son sobrenaturales,
imposibles, para probar que Él es Dios. Él hizo lo mismo cuando
liberó al pueblo de Israel, endureció el corazón de Faraón para
dar gloria a Su nombre.
Exodo 14:4 Yo endureceré el corazón del faraón, para que los
siga; entonces seré glorificado en el faraón y en todo su ejército,
y sabrán los egipcios que yo soy Jehová.» Ellos lo hicieron así.
Lo segundo que aprendí es que no debemos escuchar a las
personas que nos rodean, sino solo lo que Dios nos ha dicho. El
problema no es que la gente sea mala o que el diablo la use, el
problema está en el nivel de la fe. Déjame explicarte mejor.
Cada uno de nosotros tiene un nivel de fe:
Romanos 12:6 Tenemos, pues, diferentes dones, según la
gracia que nos es dada: el que tiene el don de profecía, úselo
conforme a la medida de la fe;
Hay una proporción en la fe y podemos estar en un nivel de
fe que las personas que nos rodean aún no han alcanzado.
Cuando el hermano Thomas me dijo que era imposible encontrar
una habitación por el precio que necesitara la iglesia, no lo dijo
maliciosamente o porque un demonio lo estaba usando, lo dijo
porque era lo que creía posible, estaba en conforme con su nivel
de fe. Mi nivel de fe era más alto, así que para mí no solo era
posible sino también simple para Dios poder darnos no solo lo
que estábamos pidiendo sino mucho más, lo que realmente
sucedió.
Todo lo que recibes está relacionado con tu nivel de fe.
Dime el tamaño de tus solicitudes y te diré la dimensión de tu fe
A menudo, para explicar mejor este concepto, cuento la
historia de un pastor que conozco que vive en Sudamérica. Este
pastor, al comienzo de su ministerio, vivía en un apartamento
encima de una tienda que vendía pollo hecho ne el horno de
madera. Imagínese lo que debe ser escuchar todos los días,
durante varias horas al día, el olor del pollo a leña que entraba en
su casa. El pastor Ricardo testifica que estaba pasando por un
período en el que no tenía dinero y ni siquiera podía comprar
nada para comer. Mientras oraba, el olor del pollo a leña entraba
en su casa y lo hizo sentir aún más hambre y hambre de pollo.
Su oración era siempre la misma: "Señor, por favor déjame
tener al menos medio pollo". "Señor, por favor, que alguien me
lleve al menos medio pollo". "Señor, me encantaría comer pollo,
al menos medio pollo". Después de unas horas, Dios respondió
a la oración. Un hermano tocó la puerta y, sin saber nada de la
oración, le dio medio pollo. Sus palabras fueron: "Pastor, he
escuchado de parte de Dios de traerte esta media gallina".
Imagina la alegría del pastor cuando empiezo a comer el pollo,
alaba y agradece a Dios. De repente se detuvo a pensar y dijo:
"Señor, qué tonto fui ... Debería haber pedido un pollo entero o,
mejor aún, dos o tres pollos, para que puedas comer durante al
menos un par de días ... "
Y nosotros hoy? ¿Qué le estamos pidiendo a Dios?
¿estamos contentos con medio pollo, pollo entero, dos pollos? o
estamos pidiendo una fábrica de pollo? ¿Comemos migas que
caen de la mesa del rey o nos sentamos a comer todo lo que el
Padre ya ha puesto en su mesa?
Lucas 15:31 Él entonces le dijo: “Hijo, tú siempre estás conmigo
y todas mis cosas son tuyas.
También tuve una experiencia muy similar, no con pollos
pero con guitarras, la encontrarás en el próximo capítulo. Siempre
digo este episodio para enseñar que Dios también responde a
nuestras peticiones más pequeñas, cuando se hacen de la
manera correcta y con un propósito justo, respondiendo con los
detalles más pequeños.
 
CAPÍTULO 6
Un Dios sobrenatural también en los detalles
 
 
 
 
 
 
En este capítulo, quiero hablarte sobre cómo Dios me
respondió cuando oré para recibir una guitarra. Podría hablarte
sobre tantas cosas sobrenaturales que Dios ha hecho en mi vida,
pero he decidido hablar específicamente sobre este episodio
para mostrarte cómo Dios puede responder de manera precisa y
detallada a nuestras peticiones.
Debemos aprender que es mucho mejor que nuestras
oraciones sean precisas y detalladas para que, cuando llegue la
respuesta de Dios, puedan tener plena certeza de que fue Él
quien respondió a sus oraciones. ¿Necesitas un trabajo? no pida
a nadie sino presente ante Dios los detalles de tu trabajo, las
horas que desea trabajar y el salario que desea ganar. Estarás
realmente sorprendido cuando Dios responda tu oración en los
más pequeños detalles.
Lo mismo me pasó a mí. Me impresionó profundamente
cuando Dios me respondió de una manera tan precisa, más de lo
que había preguntado o imaginado.
Estaba al comienzo de la fe y estaba pasando por un
período económico muy, muy serio. Estos períodos son
importantes porque nos ayudan a experimentar la fidelidad y la
dependencia de Dios, y si enfrenta un momento difícil en tu
economía, te invito a orar y experimentar cómo Dios es fiel a Sus
promesas. Dios no es solo un Dios que espiritualmente te
bendice, sino que también es un Dios que te bendice
financieramente y te proveerá todo lo que necesitas.
Durante este tiempo, fui parte de la iglesia Nueva
Pentecostés en Aversa. La iglesia estaba organizada con una
iglesia madre principal en Aversa (CE) y muchas misiones de
iglesias pequeñas en los países alrededor del área. El anciano
Giovanni Sglavo me llamó aparte después de un culto dominical
porque había hablado con el pastor principal de la iglesia, el
pastor Remo Cristallo, quien le había dicho le había dicho de
hablar conmigo. Giovanni Sglavo era el responsable de la misión
de Licola (NA) y necesitaba que alguien se hiciera cargo de la
alabanza y la adoración de la misión.
Yo no tenía intención de ir porque ya venía de una
experiencia de alabanza y adoración y decidí, por razones
personales, no volver a tocar en la iglesia. Mi decisión, sin
embargo, no fue la decisión de Dios. Tomé un momento de
oración y Dios me ordenó de ir porque era Él quien me enviaba.
Rápidamente me puse a trabajar y vi los frutos. La iglesia
pronto se llenó de nuevas personas y la presencia de Dios
durante la alabanza y la adoración fue fuerte y tangible. Durante la
adoración, Dios obró y manifestó los dones de lenguas, los dones
de la profecía, las personas tuvieron visiones y fueron bautizados
con el Espíritu Santo. Dios estaba haciendo cosas increíbles y yo
estaba muy contento de ver lo que el Señor estaba haciendo.
El problema era que para tocar usaba una guitarra clásica
que no se podía conectar al sistema de audio. Traté de comprarun micrófono que se podia insertar en el agujero de la caja de
resonancia, pero el resultado no fue satisfactorio. Entonces
comencé a orar a Dios por una guitarra nueva. No hice muchos
ayunos y oraciones largas, solamente, mientras estaba en mi
tiempo devocional con Dios, hice una simple oración a Dios. Dije:
“Padre, me gustaría una guitarra acústica, equipada con un
amplificador para conectarla al sistema de audio. Una guitarra
con una caja estrecha y un hueco que le permite alcanzar
incluso las notas más altas. No importa el color, lo importante es
que se puede conectes al sistema para que el alabanza y la
adoración por ti sea lo mejor posible. En verdad, incluso si fuera
una guitarra de 12 cuerdas, no estaría mal, la guitarra de 12
cuerdas también me gusta”.
La guitarra de 12 cuerdas es una guitarra particular que
usaba la persona de quien aprendí a tocar. No es una guitarra
muy usada, pero el sonido que produce es muy armonioso y
completo. Me hubiera encantado tener una.
Esta fue mi oración que, a decir verdad, después de que lo
hice, casi la olvidé. Pasaron unos meses y un día estaba en
Inglaterra para visitar a un hermano italiano. El hermano Mario me
presentó a una pequeña comunidad italiana en Bedford, el pastor
era originario de Avellino. Esa fue la primera iglesia donde
predicé. Durante una semana, el Espíritu Santo me dijo todas las
mañanas que el domingo tendría que predicar. Incluso me dio el
pasaje de la Biblia y lo que debería haber dicho. Esto fue muy
extraño para mí, porque nunca había predicado, y además, el
pastor de la iglesia no me conocía en absoluto. Sin embargo,
como lo dijo el Espíritu Santo, el domingo el pastor me preguntó si
quería predicar. Fue increíble y emocionante. Pero las sorpresas
de ese viaje no habían terminado allí.
Al día siguiente, el hermano Davide, el hijo del pastor, nos
invitó a casa. Nos recibió en su hermosa casa de dos pisos y nos
hizo sentar en un sofá. Mientras hablábamos, me dijo que el
tocaba la guitarra y le pregunté si conocía alguna tienda donde
pudiera comprar una guitarra. Él me miró y me dijo que esperara
un momento. Subió las escaleras y, al cabo de un rato, bajó con
una hermosa guitarra. Era una Gibson amplificada, una caja
estrecha con un receso. Exactamente como lo quería. Él me la
hizo tocar y casi tuve miedo de tocarla por la hermosa que era.
Mientras escuchaba su hermoso sonido, le digo al hermano:
"Me gustaría una guitarra exactamente asi, ¿sabes dónde
puedo encontrarne una ?" Y él respondió: "tómala, es tuya, es
un regalo para ti". Imaginate la alegría de recibir como regalo, no
solo la guitarra de mis sueños, sino también una excelente marca
como Gibson. No podía creer a lo que oía. Tuve que pedir
confirmación cuatro, cinco veces, porque no podía creer lo que
estaba escuchando. Mi alegría fue enorme. El hermano Davide
explicó que no solo tocaba sino que también coleccionaba
guitarras y esta era su primera guitarra de coleccion. Una guitarra
especial de un Dios especial. Estaba agradecido a Dios y me
sentí amado y abrazado por Él. Después de unos días volví a
Italia tan feliz como un niño en una tienda de golosinas.
El domingo siguiente estaba en la iglesia adorando al Señor
y estaba lleno de alegría y acción de gracias por lo que había
hecho. Grité delante de Dios, incapaz de creer que él hubiera
respondido tan específicamente a mi oración. Pero no era todo.
Mientras estaba adorando, fui "perturbado" por un hermano.
Este "hermano" me dijo que tenía una guitarra en casa
desde hacía muchos años, una guitarra que no usaba ninguno y
que había pensado en dármela porque sabía que yo estaba
tocando para Dios. Había colocado la guitarra cerca de la puerta
de la iglesia. Cuando me doy vuelta para mirar la guitarra no podía
hablar: era una guitarra de 12 cuerdas. No podía creerlo. Dios
había escuchado y respondido de una forma increíblemente
detallada a mi oración.
Cuando traje la guitarra de un laudista, me explicó que este
modelo era una vieja guitarra Eko, una guitarra muy rara, una de
las pocas guitarras Eko construidas en Italia y que tenía un valor
económico muy alto. Qué maravilloso es cuando la mano de Dios
se mueve a tu favor para responder a las peticiones de una
oración.
Con esta historia, quiero transmitirles algo importante. No
se trata tanto de recibir una guitarra, dos guitarras o lo que sea,
sino de que cuando desarrolles una relación íntima con el Señor,
Dios te concederá los deseos de tu corazón.
Hay una diferencia entre comunión y intimidad. Déjame
explicarte. Puedes orar, leer la Biblia, escuchar sermones e ir a la
iglesia todos los días, pero si no tienes intimidad con el Espíritu
Santo, si no caminas con él, estás viviendo una sola religión,
nada más.
Romanos 8:14 Todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, son hijos de Dios,
Este versículo significa que si no eres guiado por el Espíritu
de Dios, no eres un hijo de Dios. Dios debe ser adorado en el
Espíritu y en verdad, con una relación espiritual y no formal. De
una manera muy simple, dime con quién caminas, quién te guia y
te diré de quién eres hijo. No podemos caminar sobre la base de
lo que vemos o sentimos, según nuestras emociones o nuestro
razonamiento. Si tengo un buen salario y buena salud, le doy la
gloria a Dios; de lo contrario, cuando hay problemas, no voy a la
iglesia. Muchos viven así. No vivo bien? No voy a la iglesia
¿Tengo un problema? No voy a la iglesia. Las cosas no salen
como deberían? No voy a la iglesia. Cuando esto pasa, estamos
viviendo una fe falsa, emocional o religiosa, pero no somos
guiados por el Espíritu Santo.
¿Cómo puedo vivir una relación real con el Espíritu Santo?
Seguramente no orando como si fuera una lista de compras.
Padre, quiero esto, este, etc. etcétera en el nombre de Jesús
Amén. Más que una oración, esta parece una carta a Santa
Claus …
¿Qué significa entonces adorar a Dios en espíritu y
verdad? ¿Qué significa tener comunión con él? Debemos
aprender a caminar con Dios, como hicieron Enoc, Noé,
Abraham y muchos otros. Caminaron con Dios, hablaron por
dentro de ellos con Dios y Él le respondió, tenían una amistad,
una relación, era una comunión en el Espíritu. Todavía puedo
escuchar las palabras de ese sacerdote de quien te dije en el
capítulo 2: "debemos hablar con Jesús, como hablamos con un
amigo".
Si comienzas a conocerlo y hacer amistad con él,
experimentarás muchas cosas sobrenaturales. Verás a Dios y
caminarás con él, porque Él está vivo, como yo y como tú. Y
cuando vives una relación especial con Él, incluso en los
momentos difíciles, Él te ayudará.
En el siguiente capítulo quiero hablarles acerca de cómo
trabajó Dios en lo que pudo haber sido el episodio y el momento
más difícil de mi vida.
 
CAPÍTULO 7
¿Dios resucita a los muertos hoy?
 
 
 
 
 
 
A menudo creemos que para resucitar a un hombre muerto
necesitamos tener una gran fe o ser un hombre súper santo, uno
de esos hombres de Dios que ora 25 horas al día y comete solo
siete pecados al día porque la Biblia dice que el mas justo peca
siete veces al día …
Antes de hacer esta experiencia, yo también pensaba que
las grandes obras de fe y los grandes milagros estaban
reservados para pocos elegidos. Recuerdo que un día me
asignaron para acompañar con la máquina el evangelista
Nissanka Weerappulige desde Caserta en Bari. El día anterior
habíamos tenido una conferencia de milagros donde el reverendo
Nissanka había orado y ministrado y había pasado muchas
sanidades. Estaba muy nervioso con la idea de tener que
recogerlo en el hotel. Lo imaginé orando de rodillas en su
habitación, recibiendo una especie una revelación extraordinaria
directamente de parte de Dios de una manera audible. En mi
mente vi toda la escena, con una luz que brillaba a su alrededor, la
gloria de Dios sobre el techo, los ángeles cantando y yo que lo
molesto tocando la puerta de su habitación. Sé que te hizo reír
con este episodio de mi vida, pero esto era realmente el miedo de
que yo estaba pasando por ese día, no quieria interrumpir un
momentoglorioso entre un servidor y Dios. En cambio, cuando
llegué al hotel, lo encontré sentado cómodamente tomando un
café con su esposa y leyendo el periódico. Qué extraño, pensé,
él es una persona normal también …
De hecho, cuando comienzas a experimentar sanidads y
los milagros que Dios hace a través de ti, te das cuenta de que
Dios no funciona gracias a tu súper-santidad, a las horas de
ayuno y oración, a tu perfección. De hecho, en verdad, cuanto
más vas adelante más se descubre que el único perfecto es El y
que tus debilidades y tus errores son tantos ... Eso no quiere
decir que la santidad no es importante, de hecho creo firmemente
en la santificación y el el mejorar a unos mismos, pero solo digo
que estas cosas son buenas para tu vida personal, no son
condiciones necesarias para que Dios te use con poder. Somos
sanados por sus heridas, no por nuestra perfección o
conocimiento bíblico. En el camino cristiano, he conocido a
muchas personas usadas por Dios, pero muy lejos de lo que
considero el estándar mínimo de santidad. De hecho, ser usado
por Dios no te garantiza que estás en la perfecta voluntad de
Dios:
Mateo 7:22-23 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23
Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí,
hacedores de maldad!” 
Pero esta era mi creencia en este momento, hasta que un
episodio no cambiò fundamentalmente mi mente. Desde
entonces, he entendido que Dios puede usar a quién quiere,
cómo quiere y cuándo quiere, incluso a usted que está leyendo
este libro.
En el 2004 estaba atravesando un período particularmente
difícil de mi vida. Recientemente decidí obedecer lo que Dios me
decía que hiciera: dejar la comunidad donde crecí. En verdad
estaba bien en esa iglesia pero Dios me mostró que quería
usarme de manera diferente y me habló con sueños, visiones y
profecías. La decisión fue muy dura y estaba llena de dudas. Mi
pregunta todos los días era siempre la misma: "Señor, ¿he
tomado la decisión correcta? ¿Realmente me estás
conduciendo o soy yo? ". En medio de mis dudas, recibí buenas
noticias, mi esposa tuvo un retraso en el ciclo, probablemente
estaba embarazada. La prueba de farmacia nos dio la
confirmación, ella estaba embarazada.
La alegría fue mucha pero, para estar seguros del
embarazo tuvimos, que hacer las análisis de sangre. Al día
siguiente, Mariapia fue a un laboratorio de análisis que
rápidamente nos dio la respuesta: llevaba alrededor de un mes y
medio. Qué bueno saber ser padre, fue una noticia maravillosa. 
Pero esta buena noticia fue interrumpida por un episodio
trágico. Mientras mi esposa regresaba del laboratorio de análisis
con la respuesta segura del embarazo, ella tuvo un accidente
grave. Un auto de la policía, un carro blindado de la policía, los
que se usan para hacer las escoltas, salieron a toda velocidad del
hospital en Aversa golpeando mi automóvil por completo. El auto
se destruyó por completo con el impacto y fue arrastrada por el
otro lado de la calzada. La principal preocupación, sin embargo,
fue para el niño. Así que corrimos a la clínica donde estaba el
ginecólogo que siguia a mi esposa y le hicieron una ecografía
urgente. De la ecografía resultó que el corazón del bebé se había
detenido, el bebé estaba clínicamente muerto.
Estos son verdaderamente los momentos más difíciles que
un hombre y una mujer de Dios pueden cruzar. Usted está
tomado por tantas dudas, por muchos miedos. El diablo atacó mi
mente tratando de hacerme sentir culpable. El pensamiento fijo
era que todo este mal venía sobre nosotros como un castigo de
Dios, pero sentí profundamente en mi espíritu que Dios tenía un
plan más grande. El médico, sin embargo, nos llamó y nos dijo que
lamentablemente no había nada que hacer y que teníamos que
prepararnos para hacer el raspado. El raspado es una operación
que se lleva a cabo para extraer el cuerpo del niño cuando está
muerto. En ese momento había tanta tristeza y tantas preguntas.
El sufrimiento fue tan grande, mi esposa estaba llorando y estaba
llena de dudas sobre las preguntas. Pero el pensamiento de un
plan de Dios siempre estuvo presente en lo más profundo de mi
espíritu y, a pesar de todo lo que experimentamos, nunca
perdimos la fe.
Entonces decidimos hacer algo, lo que todo cristiano debe
hacer en estos momentos, decidimos orar y poner todo en las
manos de Dios. No fue una oración muy larga ni fue acompañada
por ayunos o por la intercesión de toda la iglesia, no era una
oración en lenguas, era una oración muy simple: "Señor, si esto
viene de ti, se haga tu voluntad, pero si no viene de ti, te
suplicamos que nos devuelvas el niño". Fue una oración simple,
pero una oración que vino del profundo de nuestro corazón.
Al día siguiente, el médico estaba hablando de prepararse
para raspar, pero le pedimos que repitiera el examen de
ultrasonido. Los doctores nos miraron con una mirada un tanto
"extraña", pero casi para complacernos o probablemente por
respeto a nuestro dolor dijeron que sí. Ahora, mientras el
ultrasonido visitaba el estómago de mi esposa, me di cuenta de
que la cara del medico era extraña y perpleja, pero de repente el
médico se volvió y dijo: "el corazón late, todavía está vivo". Pero
el doctor fue sincero con nosotros y nos dijo que no hiciéramos
ninguna ilusión porque, como el corazón se había detenido, la
sangre no llegó al cerebro durante un tiempo, y por esto el niño
nacería con problemas mentales y problemas para hablar. Pero
mi respuesta fue rápida y muy clara: “no es posible que este niño
nazca con problemas, porque esta es la mano de Dios”.
De hecho, después del embarazo, nació mi primera hija, a
quien decidimos ponerle el nombre Gloria porque vimos la gloria
de Dios. Aunque los doctores nos dijeron que podría tener
problemas para hablar y pensar hoy estamos viendo a Gloria
crecer saludable y sobre todo muy inteligente. Élla no tiene
problemas para hablar, de hecho, él es demasiada comunicativa.
Ella vive como un testimonio de la gloria de Dios y de lo que Dios
puede hacer. Cada vez que estoy deprimido o en problemas, la
miro y pienso: si Dios hizo esto con ella, hará lo que necesitamos
hoy.
Amigo o amigo que está leyendo este libro, no sé cuál es el
problema que está atravesando ni la dificultad que tiene, pero
tengo ganas de decirle algo: pase lo que pase en tu vida, nunca
pierda la fe y la esperanza. Lo que estás atravesando no
proviene de Dios es una obra del diablo y en Jesús encuentras la
solución, puedes y debes luchar y luchar hasta el final y tú
ganarás, porque el que está en ti es más fuerte que el que está
en el mundo.
Si está experimentando batallas similares, la historia y el
testimonio de John G. Lake pueden ser un ejemplo y una
inspiración. El Pastor Lake, nació en 1870 en Ontario, Canadá y
en 1886 se mudó a Michigan, donde tuvo una infancia difícil y
vivió rodeado de enfermedades. Él mismo fue golpeado por una
enfermedad reumática que hizo que sus piernas se torcieran y
deformaran su cuerpo, pero se sanó milagrosamente y su cuerpo
se enderezó. En 1893 se casó con Jennie Stevens con quien
tuvo siete hijos. 5 años después de su matrimonio, a Jennie fue
diagnosticada tuberculosis y una enfermedad cardíaca incurable,
y pronto se convirtió en inválida. En este punto, estaba rodeado
de numerosas enfermedades y debilidades. Su hermano estaba
discapacitado, una hermana se estaba muriendo de cáncer de
mama y otra padecía una hemorragia grave. Y para empeorar las
cosas, su esposa pronto cayó enferma en condiciones
desesperadas. Luego vino el punto de inflexión en la vida de John
G. Lake. En este período de su vida, estaba serviendo como
pastor en la iglesia metodista, pero no veia soluciones a la
enfermedad de su esposa. Los amigos creyentes le aconsejaron
que se resignara a la "voluntad de Dios" con respecto a su
esposa, que ahora estaba muriendo.
Se dice que John Lake estaba agotado y enojado y que
estaba decidiendo dejar el ministerio y no predicar más. Enun
ataque de ira, decidió tirar la Biblia a la chimenea ardiente, pero
extrañamente la Biblia cayó al suelo y se abrió en Hechos 10:38 :
Hechos 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder
a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
con él.
De repente recibió una revelación: la enfermedad era del
demonio, no de Dios. Con una nueva fe en Dios, llamó a todos
sus amigos, diciéndoles que tenía la intención de orar por Jennie
a las 9:30 de la mañana siguiente y que Dios la habría sanada. A
la mañana siguiente, a las 9:30, puso sus manos sobre su
esposa, y ella se sanó al instante. Este evento comenzó uno de
los más grandes ministerios de sanidad de la historia. Se había
vuelto extremadamente rico a medida que estos eventos tomaban
lugar, pero el llamado de Dios fue tan fuerte en su vida que vendió
todo lo que poseía para servir a Dios. Gracias a sus oraciones,
millones de personas fueron sanadas y se acercaron al Señor
recibiendo la salvación en África y América.
Quando comprendi la grandezza Cuando comprendes la
grandeza del amor de Dios y su fidelidad, sus promesas y su
voluntad, todo comienza a cambiar a tu alrededor. Cambia tu fe, tu
forma de orar y actuar, tu nivel de vida natural y sobrenatural,
cambia las respuestas a tus oraciones.
No debemos cuestionar a Dios solo por los milagros
imposibles sino también por las cosas que necesitamos todos los
días.
Filipenses 4:6 Por nada estéis angustiados, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias.
En el próximo capítulo quiero hablarles sobre un episodio en
el que Dios respondió de manera sobrenatural a la necesidad de
mis hijos espirituales al recibir un automóvil. ¿Es posible que a
Dios también le importe esto?
 
CAPÍTULO 8
¿Puede Dios darte un auto?
 
 
 
 
Sí, si oras y crees, Dios también puede darte un auto. La
experiencia que quiero contarte en este capítulo puede
ayudarnos a comprender que no debemos pedirle a Dios solo
cosas espirituales sino también cosas materiales porque Dios
quiere que prosperemos en todo:
3 Juan 1:2 Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Un día estaba en casa de mis hijos espirituales, el apóstol
Naomi y el pastor Giovanni, quienes me contaron sobre el
problema que tenían. El problema era económico porque su
automóvil se había vuelto vieja y necesitaban comprar un auto
nueva, pero al no tener suficiente dinero, estaban buscando un
auto usada en buenas condiciones.
Mientras estaban hablando de toda esta situación en mi
corazón algo estaba subiendo. Comenzó a crecer un fuego
ardiente y la idea de que Dios puede resolver y responder a cada
situación. En un momento dije que esto no era bueno, le dije que
fuera a un concesionario de automóviles y que eligiera un auto
nuevo. No solo cualquier auto, un auto caro y muy equipado.
Tuvieron que obtener una cita y luego volver a mí y todos
hubiéramos orado juntos.
De hecho lo hicieron. Acudieron a un concesionario Kia y
eligieron un Kia Sportage, obviamente nuevo, pero lo eligieron con
accesorios que no era posible tener, eligieron un modelo pero con
los accesorios de otro modelo. Cuando regresaron, hicimos una
simple oración y le pedimos a Dios que provea este automóvil.
Fue el mes de junio.
Pasaron los meses y llegamos en septiembre.
Extrañamente, el Kia creó una edición especial limitada que
contenía todos los accesorios que se habían pedido en oración.
Solo unos pocos especímenes fueron producidos. El pastor
Gianni cuando vio la publicidad de la calle, decidió ir y pedir
información al concesionario, y resultó que, en toda Italia, solo
había disponible un automóvil del color que querían. En este
punto, tuvieron que actuar por fe.
 El automóvil costaba alrededor de € 23.500, que no tenían,
pero para pedir el coche se necesitaba un pago inicial de € 50.
Decidieron creer en Dios y reservar el automóvil por fe. De
hecho, por 50 € consiguieron el automóvil. En ese momento, la
compañía de automóviles vendia el automóvil con una oferta
especial en que debía dar la mitad del costo del automóvil
inmediatamente y el resto en febrero. Cuando volvieron a casa,
fueron atacados por dudas y comenzaron a orar y, de repente,
una llamada telefónica les llegó por parte de sus padres. Hasta
entonces, los padres nunca los habían ayudado económicamente
o les habían dado algo de herencia, por lo que la llamada
telefónica tiene algo de increíble. De hecho, los padres habían
vendido un terreno y decidieron donar el monto a sus hijos. Se
habrían donado exactamente € 23,500 de los cuales la mitad
inmediatamente, y la otra mitad en febrero porque habían
acordado con la persona que había comprado el terreno este
método de pago.
La sorpresa fue enorme. Ahora podrían pagar el automóvil y
beneficiarse de la bendición de Dios incluso en su vida natural.
Como dije al principio del capítulo, a menudo estamos
convencidos de que la bendición de Dios es solo una bendición
espiritual y que Dios no está interesado en nuestra vida natural.
Pero el Padre quiere que prosperemos en todo a medida que
nuestra alma prospera. El problema no es tener dinero sino el
amor por el dinero. El dinero en sí mismo no es un problema, al
contrario, es un instrumento que usamos todos los días para vivir
en esta sociedad. El amor por el dinero, la avaricia y su
acumulación con fines egoístas, por otro lado, es un problema.
Lucas 12:15-21 Y les dijo: —Mirad, guardaos de toda avaricia,
porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los
bienes que posee. 16 También les refirió una parábola, diciendo:
«La heredad de un hombre rico había producido mucho. 17 Y él
pensaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré, porque no tengo
donde guardar mis frutos?” 18 Y dijo: “Esto haré: derribaré mis
graneros y los edificaré más grandes, y allí guardaré todos mis
frutos y mis bienes; 19 y diré a mi alma: ‘Alma, muchos bienes
tienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y
regocíjate.’” 20 Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a
pedirte tu alma, y lo que has guardado, ¿de quién será?” 21 Así
es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios.»
 Aquí Jesús nos habla de avaricia y para hacerlo usa esta
parábola. El hombre ya era rico antes de la cosecha, después de
que la cosecha se hizo aún más rico, pero quería usar su riqueza
para ser flojo y derrochar este dinero en los placeres de esta
vida. Él deseaba acumular esos tesoros para sí mismo en lugar
de usar lo que había recibido para Dios. El problema no estaba en
las riquezas sino en su uso.
Nuestras tradiciones religiosas nos han hecho creer que
ser rico es pecado, pero Dios nos da riquezas y prosperidad en
el trabajo porque espera que usemos este dinero para apoyar a
quienes sirve el Señor con toda su vida como lo hicieron las
mujeres que siguiban a Jesús.
La Biblia nos dice que todos los grandes hombres de la fe
del pasado eran personas ricas. Abraham era rico, Isaac era
rico, Jacob era rico, y ninguno de los que Dios eligió en el Antiguo
Testamento era pobre. 
Jesús también era rico. El día de su nacimiento nació en un
pesebre, no porque no tenían dinero para poder pagar un hotel,
sino porque no había asientos disponibles. Ese día recibieron
oro, incienso y mirra como regalo. No eran regalos ordinarios
sino regalos preparados para un rey. Según los estudiosos, los
regalos para un rey tenían cantidades fijas, por lo que se cree
que alrededor de 40 cajas de oro, 40 cajas de incienso y 40 cajas
de mirra fueron donadas a Jesús. Era una cantidad económica
tan grande que tanto Jesús como su familia vivieron en
abundancia.
Desafortunadamente, el problema surge de una idea que
llevamos con nosotros desde la cultura helenística en la que se
cree que el material y lo espiritual es dos entidades opuestas y,
por lo tanto, para recibir más en lo espiritual hay que alejarse del
material. Esta filosofía causó el nacimiento de monasterios

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