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John F McArthur ST_Fe probada por fuego

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John F. McArthur
SERMONESTEMÁTICOS
LA FE PROBADA POR FUEGO
Desatando la verdad de
Dios, un versículo a la vez
___________________________________
Fe probada por fuego
Series por Tema 1 Pedro 3:13–17; 4:7–19
No es ningún secreto que los cristianos evangélicos de hoy
en día son blanco de hostilidad, odio y abuso. Desde la burla
en los medios de comunicación, hasta la promoción coercitiva
de estilos de vida y creencias sin Dios y un rechazo de la
verdad absoluta, el modelo es claro: el sistema del mundo es
agresivo en destrozar al cristiano - o al menos en forzarlo a
que se adapte a su modelo.
Entonces, ¿cómo debe usted responder cuando lo tratan mal
debido a su fe? ¿Debería ser un entorno cómodo y sin dolor el
objetivo del pueblo de Dios? ¿Qué dice el sufrimiento acerca
de su fe?
Encuentre cinco defensas para ayudarle a soportar el
sufrimiento y mantener la actitud correcta: únase a John
MacArthur por Fe probada por fuego.
Seguridades contra un mundo hostil
1 Pedro 3:13–17
¿Sería tan amable de abrir su Biblia en 1 Pedro capítulo 3?
Nuestro texto para esta noche son los versículos 13 al 17.
Primera de Pedro 3:13 al 17. Permítame leerle estos versículos
conforme llegamos a un pasaje nuevo en nuestro estudio: “¿Y
quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el
bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la
justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis
por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el
Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados
para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en
vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que
murmuran de vosotros como de malhechores, sean
avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en
Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la
voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.”
El título de este párrafo en particular, podríamos decir que es
Las Seguridades del Cristiano en un Mundo Hostil. Las
seguridades de un cristiano en un mundo hostil. Ahora, tan
sólo un poco de trasfondo para que entendamos qué es lo que
Pedro está diciendo aquí. Recuerde que el amado apóstol
Pedro ha estado dando algunas instrucciones claras, algunas
instrucciones cruciales, esenciales a los creyentes acerca de
cómo vivir en un mundo hostil.
Ellos, de hecho, aquellos a quienes él escribió esta carta,
estaban enfrentando persecución y gran dificultad. Ellos
estaban bajo prueba pesadas, de ser rechazados por la
sociedad en la que estaban. Estaban siendo rechazados de
manera tan severa que, en algunas ocasiones, estaban
enfrentando persecución hostil conforme él les escribe y
quiere darles una perspectiva acerca de esta persecución y
cómo enfrentarla. Realmente, le ha tomado todo este tiempo
hasta el capítulo 3, versículo 13, para llegar a su tema
principal. En cierta manera, de hecho, todo es preliminar hasta
este versículo 13 del capítulo 3. En cierta manera, es
preparatorio o introductorio.
Y comenzó, recordará, al identificar a los cristianos como los
elegidos de Dios, redimidos por Jesucristo y después,
apartados para vivir una vida santa en el medio de una
sociedad impía. De hecho, ese es el tema del capítulo 1:1
hasta el capítulo 2, versículo 10. Esa sección entera
básicamente identifica a los creyentes. Comienzan, en el
capítulo 1, versículo 1 como los elegidos. Ya para cuando
usted llega al capítulo 2, versículo 10, más bien versículo 9, él
está diciendo: “ustedes son linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis
las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz
admirable.”
Entonces, a lo largo del capítulo 1 y el capítulo 2, versículos 9
y 10, él está identificando al creyente como el elegido por Dios,
redimido por Jesucristo, apartado para vivir de manera santa
en el medio de una sociedad impía con el propósito de
alcanzar a esa sociedad con el Evangelio salvador.
Después, comenzando en el capítulo 2, versículo 11, él
comienza a discutir las relaciones que los cristianos deben
tener en esa sociedad. Él identifica a los cristianos en el
versículo 11 como extranjeros y peregrinos. Somos
extranjeros, somos peregrinos. Somos, por así decirlo, de otro
mundo. Únicamente estamos aquí de manera temporal en
este mundo. No somos residentes permanentes o ciudadanos
permanentes aquí.
Y entonces, tenemos la tarea difícil de estar en el mundo, pero
no ser del mundo, de ser los elegidos de Dios, redimidos por
Jesucristo, apartados para vivir de manera santa con el
propósito de evangelizar nuestra sociedad y reconocer, al
mismo tiempo, que realmente no pertenecemos a esta
sociedad. Tenemos, entonces, la difícil tarea de alcanzar a un
mundo que nos amenaza y alcanzarlos con el Evangelio de la
gracia salvadora. Debemos vivir de tal manera, como dice el
capítulo 2, versículo 12, para que, debido a nuestra vida, la
gente pueda venir a la salvación y, de esta manera, glorificar
a Dios en el día de la visitación. El día cuando enfrenten al
Señor será el día en el que glorifiquen al Señor, porque habrán
sido redimidos mediante el instrumento de la predicación del
Evangelio por cristianos fieles.
Entonces, en el capítulo 2, versículo 13, el apóstol comienza a
describir todas las relaciones humanas que son esenciales
para nosotros conforme intentamos alcanzar a este mundo
para Cristo. Él habla de nuestra relación con el gobierno. Él
habla de nuestra relación con la autoridad. Él habla de nuestra
relación con nuestro jefe en el capítulo 3, versículo 1. Él habla
de nuestra relación con nuestro conyugue, marido con mujer,
mujer con marido. Y a lo largo de toda esa sección todo es
evangelístico. Cómo debemos vivir como ciudadanos bajo el
gobierno con una meta evangelística en mente. Cómo
debemos vivir como empleados bajo un jefe con un propósito
evangelístico en mente y cómo debemos vivir como un
cristiano casado con un incrédulo con un propósito
evangelístico en mente. Después, llegando a los versículos 8
al 12, él habla de la actitud general con la que vivimos en el
mundo, la cual toca a toda persona con la que nos
encontramos.
Entonces, como dije hasta ahora, él en cierta manera ha
estado estableciendo un fundamento. Esto es lo que son y así
es como deben actuar en medio de una sociedad hostil. Ahora,
él va a decir, dado que ustedes viven de esta manera en una
sociedad hostil, aquí están sus seguridades cuanto esa
sociedad viene contra ustedes. Aquí está el propósito
alcanzado, armar a los elegidos con la actitud correcta
conforme enfrentan al mundo hostil. Cómo debemos confiar
en el poder de la justicia, triunfar sobre la hostilidad y triunfar
sobre el sufrimiento. Él quiere que tengamos, a pesar del
hecho de que somos extranjeros y peregrinos y a pesar del
hecho de que somos tratados con hostilidad y persecución, él
quiere que tengamos una causa para gozarnos de manera
confiada en lugar de alarmarnos o tener ansiedad.
Ahora, en el tiempo de Pedro, claro, fue diferente en ciertas
maneras de lo que es en nuestro tiempo. Hubo hostilidad
directa y algo de persecución directa contra los que eran de
Dios. Todavía existe eso en algunas partes del mundo, aunque
en nuestra propia nación no es tan abierto y agresivo como
podría hacer en algunos otros lugares, por lo menos, no
oficialmente.
Creo que hay una hostilidad que se está incrementando contra
el cristianismo. De hecho, hay una hostilidad que se está
incrementando contra el cristianismo en la población en
general. Lo puede ver en diferentes maneras. Se me entregó
este pequeño catálogo. Es uno de ese tipo de catálogos que
usted recibe en el correo, si usted recibe uno de ellos, poco
después, va a recibir todos ellos. Se llama La Vida Casual en
Estados Unidos. Es un catálogo de regalos distintivos y tiene
comederos para aves y también cosas para su gato y
computadoras pequeñas y rompecabezas y pequeños
barómetros y tasas para café y todo ese tipo de cosas que
usted espera aquí, marcos para las fotos de su bebé
y casas
para perro y demás. Y después, a la mitad hay un nuevo juego
bastante interesante que se presenta. Es ofrecido por un
precio de $25 y el nombre del juego es “Roba el Rebaño, el
juego del evangelista de televisión”. Es llamado el juego de
mesa de las señales de los tiempos. Usted juega con uno de
los evangelistas de la televisión. Todo el mundo en el juego es
un evangelista de la televisión que prefiere nuevas limusinas
en lugar del Antiguo Testamento, dice. Usted se esfuerza por
acumular una fortuna mientras que usted es cautivado por la
intriga, presiones de estrategia que mantiene a todo el mundo
en suspenso. Dos a ocho jugadores. La caja del juego incluye
400 millones, tarjetas del diablo, tarjetas de ángeles y tarjetas
de la voluntad de Dios. Treinta estaciones de televisión, 90
monedas para adquirir bienes, parques temáticos y jets
corporativos, etcétera. Este es el nuevo juego del evangelista
de la televisión. Roba al rebaño. Sarcástico, sí. Pero
mostrando una hostilidad en contra de los charlatanes del
cristianismo, obviamente.
Y en una sociedad en donde el cristianismo continúa
desacreditándose a sí mismo a gran escala, y en una sociedad
que tiene un secularismo floreciente, un materialismo
floreciente, un humanismo fluorescente, una sociedad que
está inclinada hacia la fornicación, una sociedad que ha hecho
de la homosexualidad nada más que un estilo de vida
alternativo, una sociedad que está ahogándose en la
pornografía, una sociedad que está profundamente inmersa
en que el hombre resuelva sus propios problemas como él
quiera resolverlos, siempre y cuando se sienta cómodo
consigo mismo, en esa sociedad usted tiene una hostilidad
que está emergiendo hacia la virtud definitiva del
cristianismo. Y yo creo que conforme vivimos nuestras vidas
en el futuro, quizás percibamos más y más de esta hostilidad,
si no a un nivel oficial gubernamental, a un nivel personal no
oficial, con toda certeza.
Este pasaje, entonces, habla a nosotros. Nos habla a todos
nosotros que vivimos una vida piadosa en medio de una
cultura impía para saber cómo debemos defendernos en
contra de las amenazas de ese mundo hostil. Cómo podemos
callar a los críticos. Cómo podemos hacer lo que el capítulo 2,
versículo 12 dijo, tener tal conducta que aquellos que nos
quieran calumniar tendrán que calumniarnos por algo bueno,
porque no pueden encontrar nada malo. ¿Cómo podemos vivir
de tal manera que podamos callar a nuestros críticos? ¿Que
podamos estar seguros en este ambiente hostil?
Bueno, Pedro nos va a dar una serie de principios aquí y me
gusta llamarlos ‘las seguridades del creyente en un mundo
hostil’. Debemos apoyarnos en ellos para asegurarnos. Para
minimizar la amenaza, para minimizar la posteridad. Son
nuestras defensas en contra de aquellos que quieren
atacarnos.
Número uno. Número uno, la llamaremos una pasión por la
bondad. Una pasión por la bondad. Ahora recuerde, Pedro ya
ha identificado quiénes somos. Él ya ha identificado cómo
debemos vivir en un mundo hostil. En general, debemos vivir
de manera evangelística. Y ahora, él explica de manera muy
específica cuáles son nuestras seguridades conforme
confrontamos a este mundo hostil. Seguridad número uno es
una pasión por la bondad, versículo 13. Una afirmación muy
básica. “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño si
vosotros seguís el bien?”
Ahora amados, ahí está la primera línea de defensa que
tenemos. Es muy difícil, Pedro está diciendo, es muy raro para
algunas personas, para la mayoría de la gente, tratar mal a
aquellos que son celosos por el bien. Inclusive un mundo
hostil es tardo en lastimar a la gente que hace el bien, que
buscan hacer el bien para la sociedad, que muestran
amabilidad, que son abnegados, que son amables,
misericordiosos, considerados, amorosos, preocupados por
otros. Muy difícil.
El mundo no tiene problema alguno atacando con gran
hostilidad a los charlatanes y a los impostores que roban de
las viudas y los huérfanos, que se enriquecen a expensas de
otras personas. Pero el mundo no está tan pronto en venir en
contra de aquellos que están haciendo el bien. Y creo que lo
que Pedro tiene en mente aquí es muy general, una vida
buena. Una vida benéfica. El tipo de vida que se caracteriza
por generosidad, abnegación, bondad, consideración hacia
otros. Eso es difícil de lastimar. Tiene una manera de detener
la mano de ellos.
Entonces, Pedro comienza al insistir que una de nuestras
seguridades en el medio de un ambiente hostil es un celo
apasionado por lo que es bueno. Y si esa es la virtud de la vida
de usted, ¿quién es aquel que os podrá hacer daño o que les
haga maldad, literalmente? Es una pregunta retórica. ¿Quién
está ahí para lastimarlos? La respuesta implícita es nadie o
muy pocos. Dice: “¿y quien es aquel que os podrá hacer
daño?” El verbo realmente traduce ‘si se convierten’. Si se
convierten en ‘zelotes por lo que es bueno’. En otras palabras,
si esa es su virtud, usted es un zelote para lo que es bueno.
Ahora, ¿qué significa la palabra zelote, zēlōtai? Bueno, es una
persona con una pasión. Es una persona con gran pasión para
alguna causa. Si usted estudia el trasfondo del Nuevo
Testamento, usted sabe que durante el tiempo del Nuevo
Testamento hubo un grupo de personas llamados los zelotes.
Eran los patriotas fanáticos en Israel y juraron liberar a Israel
del dominio extranjero a costa de sus propias vidas, si era
necesario. En otras palabras, estaban tan comprometidos con
la liberación de Israel del poder extranjero que, literalmente,
mataban, robaban, mentían, hacían trampa o inclusive
entregaban sus propias vidas. Así de devotos eran. Hubo uno
de ellos entre los Doce cuyo nombre fue Simón el zelote.
Entonces, fueron un partido político radical que estaba
dispuesto a entregar su vida. Los zelotes, en particular,
comenzaron en el tiempo de los macabeos, el cual estuvo
entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Ellos echaron mano
de la violencia, echaron mano de los asesinatos,
absolutamente cualquier cosa que pudieran hacer para
expresar su odio hacia extranjeros paganos.
Aparentemente, se convirtieron, se convirtieron, debería decir,
en una fuerza relativamente significativa en Palestina. En
Hechos 21:38 menciona: “¿No eres tú aquel egipcio que
levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto
los cuatro mil sicarios?” Esa bien podría ser una referencia a
los zelotes. Y entonces, por lo menos en esa referencia hubo
tanto como cuatro mil de ellos. Fueron hombres que estaban
preparados para tomar su vida y jugarse la vida, sacrificar la
comodidad, los bienes mundanos en el ardor del amor por su
nación.
Entonces, Pedro dice: “sean un zelote, nada más que sean un
zelote por lo que es bueno. Tengan una pasión tal por la
bondad, por la ternura, por la misericordia, por el amor, por la
filantropía que el mundo tenga mucha dificultad en
perseguirlos.” Sir John Sealy dijo en una ocasión: “ningún
corazón es puro que no es apasionado.” Y Pedro está diciendo
que deben ser apasionados por lo que es bueno y eso produce
una pureza de vida que es muy difícil de perseguir. Inclusive
el mundo tiene dificultades en hacer eso. Como dije, es fácil
para ellos perseguir a aquellos que hacen el mal, es difícil
perseguir a aquellos que hacen el bien.
¿Qué está diciendo Pedro? Enamórense de la bondad. Cuando
se convierte en su deleite, cuando se convierte en su gozo,
cuando se convierte en su meta, cuando las cosas
equivocadas pierden su atractivo, cuando las cosas
equivocadas pierden su poder para atraerlos y ustedes se
convierten en alguien que está consumido con hacer lo que
es bueno, al mundo le parecerá difícil perseguirlos, aunque el
mundo es hostil.
Ahora, ese simplemente es un principio general. Y Pedro no
nos va a dejar ahí. Esa simplemente es la primera seguridad
que él quiere presentar. Pero también debe ser señalado
rápidamente en el versículo 14, él dice: “Mas también si alguna
cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.”
Y la implicación aquí es que esta no es una promesa
garantizada de que, si
usted hace el bien, usted no será
perseguido. Simplemente, hace que sea más difícil que usted
sea perseguido. Debemos tener una pasión por hacer lo que
es bueno. Jesús tuvo esa pasión. Jesús hizo el bien y sólo el
bien. Él es nuestro modelo. Sin embargo, Jesús mismo
también en últimas fue matado por un mundo hostil.
Pero el punto que Pedro quiere que nosotros entendamos es
que nuestras vidas deben ser vividas en una manera que sea
lo opuesto al escándalo. Nunca debemos ser objeto de
escándalo. Debemos vivir las vidas que son impecables. Él no
está garantizando que nos sufriremos. Él simplemente está
diciendo que es muy difícil que el mundo actúe de esa manera
hacia nosotros si nuestras vidas son buenas. No tienen base
real para la persecución, no tienen base real para el ataque. Y
eso tiende a detener su mano un poco. Entonces, debemos
vivir vidas que son celosas por lo que es bueno, celosas por lo
que es honorable. Esa es nuestra primera seguridad.
Observe nuestra segunda. El versículo 14, el cual acabo de
leer un hace un momento nos la da. La segunda seguridad
que tenemos es una flexibilidad en el sufrimiento. No sólo una
pasión por lo que es bueno, sino una flexibilidad en el
sufrimiento. A pesar de la verdad general del versículo 13,
habrá ocasiones en las que aquellos que hacen el bien,
sufrirán. “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de
la justicia, bienaventurados sois.” Esas palabras ‘mas también
si’ también podrían ser traducidas ‘si acaso de manera en
opuesta a lo que se espera’.
Esto por cierto en el griego es una construcción pegada a un
verbo en el optativo, lo cual simplemente significa que es una
posibilidad subjetiva sin un tiempo definido. En otras
palabras, no hay certeza de cumplimiento, pero podría pasar.
Y eso es lo que está diciendo. Pero inclusive si acaso
sucediera que sufran por causa de la justicia, son
bienaventurados. Es bueno que Pedro mencione eso, porque
algunas de las personas a quienes él escribió pudieron haber
estado sufriendo por hacer el bien. También es verdad,
amados, y no nos gusta decirlo, pero es verdad que muchos
cristianos están sufriendo en manos del mundo. El problema
es que están sufriendo porque no hacen lo que está bien. Y
entonces, el mundo siente una mayor justificación. Y, por lo
tanto, una mayor libertad para su hostilidad.
Pero Pedro dice: ‘si algunos de ustedes, si acaso llegaran a
sufrir por causa de la justicia,’ eso significa una conducta
recta piadosa, no les sorprenda y no sean temerosos, son
bienaventurados. Observe el capítulo 4 por un momento,
versículo 12. Y encontramos una sección casi semejante aquí
que de nuevo nos recuerda que éste es un tema principal de
su carta. Primera de Pedro 4:12: “Amados, no os sorprendáis
del fuego de prueba que os ha sobrevenido.” En otras
palabras, no le sorprenda cuando viene, “como si alguna cosa
extraña os aconteciese”. En otras palabras, si algo que nunca
debe ocurrir, digo, no les sorprenda si sucede. “Sino gozaos
por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo,
para que también en la revelación de Su gloria os gocéis con
gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois
bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa
sobre vosotros.”
Versículo 15: “Así que, ninguno de vosotros padezca como
homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo
ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se
avergüence, sino glorifique a Dios por ello.” Y de nuevo, ahí
Pedro dice básicamente lo mismo. Ustedes sufrirán quizás
por hacer el bien. Acéptelo. El Espíritu de gloria y de Dios
reposará sobre ustedes. Dios tendrá un propósito en todo eso
si llegara a suceder. Puede suceder, de hecho, si usted regresa
al capítulo dos, versículo 21, usted inclusive lo considerará un
privilegio. Cristo también sufrió, dice, dejándonos ejemplo. El
cual no cometió pecado, ni se halló engaño en Su boca.
Mientras que le maldecían, no respondió con maldición.
Mientras que padecía, no amenazaba, sino que se
encomendaba a aquel que juzga justamente. En otras
palabras, hay un sentido en el que pueden identificarse con
los sufrimientos mismos de Cristo.
También pueden conocer lo que Pablo dice en Filipenses 3
que es la participación de Sus padecimientos. Entonces,
primer punto, estamos seguros si tenemos una pasión por la
bondad. Segundo punto, también debemos, en ocasiones,
tener una flexibilidad en el sufrimiento, si es que viene.
En otras palabras, tenemos que doblarnos con él, tenemos
que aceptarlo. Tenemos que reconocer que Dios está
trayéndolo o permitiéndolo para nuestra prueba, como el
capítulo 4, versículo 12 dice, para perfeccionarnos. Habrá
puntos en los que nuestra sociedad no tolerará inclusive una
vida buena. No tolerarán a un hombre justo, una mujer justa.
La presencia misma de virtud santa los irritará al punto en el
que tendrán que actuar de manera agresiva en contra de
usted. Pero, dice Pedro, cuando sufrimos por lo que es
correcto, somos bienaventurados. Literalmente, dice,
inclusive si sufren por causa de la justicia, bienaventurados.
Bienaventurados. Casi como una exclamación.
Ahora, ¿qué significa bienaventurados? No es tanto la idea de
feliz, no es tanto la idea de gozoso como es la idea de
privilegiado. ¿Muy bien? Privilegiado u honrado. ¿Se acuerda
en donde el texto dice de María “bendita eres tú entre las
mujeres”? No necesariamente significó feliz. De hecho, su
corazón fue traspasado con muchas tristezas. Pero significó
privilegiado y puede significar eso. Significó honrado, significó
que ella fue el objeto de favor divino y de gracia divina y de
bondad divina y de dispensación especial por parte de Dios
que le concedió a ella para hacer una tarea especial y disfrutar
de bondad especial de la mano de Dios. Y eso es exactamente
lo que significa aquí. Aún si sufren por causa de la justicia,
son privilegiados, son honrados. ¿Por qué? Porque usted
puede unirse, por así decirlo, con los sufrimientos de Cristo.
Usted puede participar en Sus sufrimientos como menciona
Filipenses 3:10.
Observe por un momento Mateo capítulo 5, porque quizás es
de esta enseñanza de nuestro Señor que Pedro basó su
entendimiento de este pensamiento en particular. En Mateo
5:10: “Bienaventurados los que padecen persecución por
causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os
persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos,” ahí está. ¿Por qué es usted privilegiado
y por qué es usted honrado? Porque entre más usted sufre,
mayor es la gloria y mayor la recompensa.
Entonces, su primera línea de defensa contra un mundo hostil
es un celo por la bondad. Una pasión por lo que es bueno. La
segunda es que cuando viene contra usted la hostilidad del
mundo, usted es flexible en el sufrimiento. Usted se defiende
a sí mismo simplemente al aceptar el sufrimiento como algo
que está dentro de los propósitos de Dios que hará que usted
sea un individuo privilegiado al sufrir de esa manera. Y de esta
manera, disfrute de la bendición eterna que Dios aparta para
aquellos que han sufrido de manera especial.
Y no voy a tomar el tiempo en esta noche, pero creo que las
grandes, grandes recompensas de la gloria serán dadas de
manera proporcional a los creyentes en base al sufrimiento
de ellos. Dios honrará a aquellos que sufren.
Entonces, usted es bendito, bienaventurado. Después, Pedro
cita de un pasaje del Antiguo Testamento. ¿Lo ve ahí en el
versículo 14? “Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos,
ni os conturbéis,” eso viene de Isaías 8:12 y 13. Permítame
leerle lo que Isaías 8:12 y 13 dice: “No llaméis conspiración a
todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis
lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos,
a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo.”
No deben temer lo que ellos temen.
Ahora, en esta porción en particular, el contexto de la cita de
Isaías es significativo. Acaz,
rey de Judá, enfrentó una crisis
debido a una invasión por parte del ejército asirio. Los reyes
de Israel y Siria querían que Acaz se uniera a ellos en una
alianza en contra de los asirios, pero Acaz se rehusó.
Entonces, debido a que él se rehusó, Israel y Siria amenazaron
con invadir a Judá. Tras bambalinas entonces, Acaz hizo una
alianza con Asiria. Y el profeta Isaías le advirtió en contra de
alianzas impías cinco días y lo instó a confiar en Dios
únicamente para la liberación. Y él le dice: “santificado a
Jehová de los ejércitos mismo, a Él sea vuestro temor y Él sea
vuestro miedo y no temáis lo que ellos temen.”
En otras palabras, rey de Judá, no temas a los asirios como
los sirios y el pueblo de Israel está temiendo el Reino del Norte.
No temas el temor de ellos. Teme al Señor. Y aparta al Señor.
Santifícalo. Esto está tras bambalinas en Isaías. Y aquí, Pedro
está citando eso. Y esencialmente está diciendo: no teman el
temor de ellos, o como es traducido en algunas traducciones,
no teman la intimidación de ellos. Podría significar el temor
que ellos están haciendo temer. En otras palabras, no teman
como ellos están temiendo o como otros están temiendo o no
teman la intimidación de aquellos que los hacen temer. De
cualquier manera, su significado es no teman, no tengan
miedo. Y después, él dice: “ni se conturben, no serán
sacudidos, no sean molestados”.
Ahora, este es un versículo simple con entendimiento simple.
Él dice esto: si la persecución viene en contra ustedes por
causa de la justicia, son honrados, son privilegiados y Dios
los recompensará en la eternidad. Entonces, no teman y no
estén turbados. Enfréntenla con valentía. Esta es una
flexibilidad en el sufrimiento. No hay razón por la que un
creyente deba pensar en cualquier otra manera.
John Bunyan, ustedes saben, cuando él estuvo encarcelado
en la cárcel de Bedford, él estuvo encarcelado debido a la
hostilidad de su sociedad. Nos hicieron que él predicara y
entonces, lo encerraron en la cárcel para que él no pudiera
tener el lugar público de la predicación. Y esto es lo que él
escribió entre muchas cosas, claro, lo que él escribió ahí. Y él
escribió estas palabras: “esta prisión es muy dulce para mí y
lo ha sido desde que vine aquí; y también lo sería si me
ahorcaran, si Tú aparecieras entonces.” En él lo considera un
privilegio sufrir y quizás inclusive morir porque lo llevaría a su
Señor. Y entonces, necesitamos que los cristianos tengan una
flexibilidad en el sufrimiento. ¿Qué significa eso? Aceptarlo
como una fuente de bendición y no hacer concesiones con el
mundo. No dar marcha atrás y no tratar de eliminarlo al
cambiar la teología que usted tiene.
Como usted sabe, Martín Lutero estuvo ante aquellos que lo
condenaban, el mundo hostil y religioso y él dijo: “no puedo
negar lo que he hecho y dicho. No puedo, no puedo.” Y muchos
cristianos han sido fieles y han perdido sus vidas, como usted
sabe. Creo que muchos más cristianos se han acobardado
frente a la hostilidad a lo largo de los años. Pero queremos ser
cristianos que son valientes, y con denuedo, y justos y celosos
por lo que es bueno y santo. Y si somos perseguidos, nos
regocijaremos en la gloria especial que Dios nos concede,
descansaremos en el Espíritu de gloria y en nuestro Dios y
tendremos por sumo gozo el sufrir por que el sufrió por
nosotros.
Ahora, esto también significa que usted no puede tener su
mente y corazón enfocados en las cosas terrenales. Si usted
está preocupado con las posesiones, y los placeres, y la
comodidad y la popularidad, entonces usted realmente va a
ser amenazado. Pero si el enfoque que usted tiene es el
correcto y usted entiende que Dios lo ha honrado a usted
mucho por el sufrimiento y que le dará un mayor peso de gloria
en el futuro, entonces, usted puede tener por sumo gozo
cuando se halle en diversas pruebas, como dijo Santiago.
Entonces, el mundo viene contra el cristiano. Su primera
seguridad es una pasión por la bondad, lo cual hace que sea
difícil para el mundo hacernos algo. Pero en caso de que lo
hagan, la segunda línea de defensa es una flexibilidad en el
sufrimiento porque, aunque podamos sufrir en manos de
ellos, nunca pueden tocar nuestro tesoro verdadero, nunca
pueden tocar nuestra relación con Dios y el hecho de que
sufrimos nos concede el espíritu de gloria y de Dios que
reposará sobre nosotros y un mayor peso de gloria en la
eternidad que está por venir.
Y ahora, una tercera. Una tercera seguridad en un mundo
hostil. Llamémosla un lugar para Cristo. Una pasión por
bondad, una flexibilidad en el sufrimiento y un lugar para
Cristo. Me encanta esto. Esto también es tomado de Isaías
8:13, como leí hace un momento: “sino santificad a Dios, el
Señor, en vuestros corazones.” Deténgase ahí. Santificad a
Dios, el Señor en vuestros corazones. En Isaías, la palabra
Dios es utilizada en lugar de Cristo. En algunas versiones, es
Cristo aquí. Y aquí, el Espíritu de Dios reemplaza la palabra
Dios con la palabra Cristo. Pero santificad a Cristo como
Señor en sus corazones es lo que dice. Es al Señor a quien
usted debe considerar como Santo. Es al Señor a quien usted
debe rendir respeto.
Ahora, ¿qué significa eso? Significa que sin importar lo que
usted enfrente, sin importar lo que lo ataque a usted, usted
afirma en su corazón que Cristo es Señor. Estamos de regreso
a lo que hablamos esta mañana. Usted está afirmando la
soberanía del Señor. Usted está afirmándola. Al único al que
realmente tengo que temer, al único al que realmente tengo
que tenerle miedo es al Señor. No me molesta lo que los
hombres me puedan hacer. Me molesta lo que Dios me pueda
hacer.
Esa es la intención de Isaías 8:12 y 13. Y esa es la intención
de Pedro aquí también. Santificar significa venerar, significa
adorar. Significa, por implicación, exaltar, significa magnificar,
darle el lugar primordial a. Usted está reconociendo la
majestad santa, soberana de Cristo. Usted está diciendo: es
el objeto de mi amor, Él es el objeto de mi lealtad, Él es aquel
con quien estoy comprometido. Él es el objeto de mi asombro,
Él es el objeto de mi reverencia, Él es el objeto de mi adoración.
Reconozco Su perfección, magnifico Su gloria, exalto Su
grandeza, honro al Cristo viviente como mi Señor y, por lo
tanto, me someto a mí mismo a Él y esto está en el plan de Él.
Y no temeré, aceptaré lo que Él ha traído. Y lo agradaré a Él
con sumisión leal. Esa es la idea. Esa es su tercera línea de
defensa.
Si vienen en contra de usted con hostilidad, aunque usted está
haciendo bien y usted tiene que tener una flexibilidad en el
sufrimiento, en el corazón de esta flexibilidad hay un lugar
para Cristo. Y ese lugar es el lugar prioritario. Usted afirma
que yo veneraré, yo adoraré, yo exaltaré a Cristo como Señor.
Yo reconozco que debo darle a Él una obediencia leal con
confianza sumisa porque esta hostilidad en contra de mí por
parte de un mundo impío debe estar dentro de la voluntad de
Él, de lo contrario, no estaría sucediendo. Es maravilloso vivir
la vida de esa manera. Es como adornar la doctrina de Dios,
como le dijo Pablo a Tito. Este es el cristiano quien, en su
punto más profundo, en la parte más profunda de su ser está
totalmente comprometido con la gran realidad de que
Jesucristo es Señor y lo honraré como Señor inclusive en mis
sufrimientos. Él es Señor sobre mí, el Señor inclusive en mi
dificultad. La sumisión leal, con confianza le dará a usted
valentía, denuedo, fortaleza frente a una sociedad hostil. Lo
va a asegurar a usted y usted sentirá esa seguridad.
Después, dice Pedro, hay otra seguridad. Versículo 15: “y
estad siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande
razón de la esperanza que hay en vosotros.” Llamemos a la
número cuatro una preparación para responder. Una
preparación para responder. El versículo 15 simplemente dice
que cuando somos atacados por un mundo hostil, debemos
ser capaces de hacer una defensa.
Ahora, podría parecer al principio, conforme usted ve este
pasaje en particular que esta es una defensa
formal. Cuando
dice: “estando siempre preparados para presentar defensa,”
usted toma la palabra defensa, apología, de la cual obtenemos
una apologética o defensa de algo. Usted podría asumir que
esta es una defensa formal en una corte en algún lugar. Y, por
cierto, es utilizada así en 2 Timoteo 4:16. Pablo habla de su
defensa formal en una situación de corte. También en Hechos
25:16.
Pero usted tiene la misma palabra, apología utilizada en
Filipenses 1:16, aparentemente en un sentido informal,
simplemente teniendo la capacidad de dar una defensa a
cualquiera que le pregunte a usted, no sólo un juez, un
magistrado o gobernador gobernante o alguien sentado
formalmente en juicio en contra de usted. Además, la palabra
siempre indica que no es sólo mientras que usted está en
algún juicio oficial, sino siempre. En toda situación. Usted
debe estar listo para dar una defensa no sólo a un juez o
magistrado, sino a todo el que os demande razón.
Entonces, creo que esto es muy general aquí. Formal en una
corte o juicio informal. Usted debe hacer una defensa, dar un
discurso de defensa. ¿Y de qué es? Es una defensa a todo el
que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
¿Qué es eso? Esto es muy simple, eso es la fe cristiana, la
esperanza que hay en vosotros es la fe cristiana.
Simplemente, es otra manera de identificar la fe cristiana. En
otras palabras, usted debe tener la capacidad de dar una
explicación racional y defensa del por qué usted es un
cristiano. Eso es todo. Eso es todo. La fe cristiana o la
esperanza cristiana realmente son sinónimas.
Pedro ha estado hablando de nuestra esperanza. Capítulo 1,
él dice: “siendo renacidos para una esperanza viva mediante
la resurrección de Jesucristo de los muertos.” Y ahí, esa
esperanza viva es equivalente a nuestra fe viviente o vivir
nuestra vida cristiana. A Pedro le encanta la palabra
esperanza, por cierto.
Él la usa de nuevo en el capítulo 1, versículo 21. Él habla del
hecho de que nuestra fe y esperanza están en Dios. Si
tuviéramos tiempo, podríamos escarbar en mayor
profundidad en este concepto de la esperanza cristiana como
una definición de nuestra fe cristiana, pero es suficiente decir
que, de hecho, eso es lo que es. Y si usted quiere algún
trasfondo de eso, regrese a las notas de la cinta en el primer
capítulo cuando explicamos una esperanza viva; y usted
encontrará ahí que esa esperanza viva es una calidad de vida
perpetua que es lo mismo que la vida eterna o la vida cristiana
o la vida de fe.
Entonces, él simplemente está diciendo: tengan la capacidad
de defender su cristianismo. Tengan la capacidad de decirle
a la gente por qué creen lo que creen. Entiendan por qué creen
lo que creen y después, tengan la capacidad de expresarlo.
Y después, él añade en el versículo 15: con mansedumbre y
reverencia. Debe haber una ternura y una amabilidad o gracia
en nuestro espíritu. La palabra mansedumbre es de hecho la
palabra para mansedumbre o humildad. Poder bajo control es
una manera en la que pensamos acerca de esta palabra. Y
después, la palabra reverencia, de manera apropiada, es la
palabra de hecho para temor. Es la palabra phobou de la cual
obtenemos fobias. En otras palabras, reverencia, una
reverencia saludable hacia Dios, un haber reverencia
saludable por la verdad e inclusive una reverencia saludable
hacia la persona a quien usted le habla, una muestra de gracia,
amabilidad. Segunda de Timoteo 2 dice que no debemos
contender, que no debemos ser contenciosos conforme
presentamos la Verdad.
Entonces, aquí hay otra línea de defensa, una muy elemental,
una seguridad para nosotros. Y eso es que podemos de
manera apropiada, cuidadosa, pensada, de manera clara,
razonable, bíblica, darle a toda persona que nos pide una
razón clara por la que somos cristianos. Eso es parte de
nuestra seguridad.
Usted pregunta en qué sentido. Le voy a decir en qué sentido.
Usted no puede hacer eso de manera racional y usted no lo
puede entender de manera completa y clara y expresarlo. Y si
usted se mete en la hostilidad y persecución y en un ataque
en contra de usted, ¿adivine quién se va desmoronar? Usted.
Porque si usted no puede expresarlo de tal manera que sea
entendido por alguien más, usted puede tener dificultad al
recordarse a sí mismo la suficiente información como con
para convencerse a sí mismo que usted verdaderamente es
un cristiano. Y usted realmente puede caer en duda. Si usted
no tiene el yelmo de la esperanza de la salvación, esos
ataques del enemigo pueden ser bastante devastadores.
Entonces, para ser eficaces en permanecer firmes contra un
mundo hostil, debemos tener una pasión por la verdad, una
flexibilidad en el sufrimiento, debemos tener un lugar para
Cristo, el lugar prioritario, apartarlo a Él y, en lealtad,
someternos a Su voluntad perfecta y santa en medio de este
sufrimiento punto y debemos tener una preparación para
responder no sólo por conocimiento, sino por valentía.
Debemos ser prontos y estar dispuestos a darle a todo
hombre que nos pide una razón por la esperanza que hay en
nosotros y a hacerlo con una humildad amable, dulce, gentil,
de gracia y un sentido de reverencia hacia el Dios, hacia la
verdad e inclusive hacia la persona a quien le hablamos. Así
es como enfrentamos la hostilidad.
Un quinto principio. También debemos tener una conciencia
pura. Una conciencia pura, versículo 16. “teniendo buena
conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como
de malhechores, sean avergonzados los que calumnian
vuestra buena conducta en Cristo.” Teniendo una buena
conciencia. La palabra “teniendo” significa mantener y
literalmente es mantener o poseer una buena conciencia.
¿Qué significa eso? Eso significa que su conciencia no lo está
acusando a usted. Su conciencia es un mecanismo que lo
acusa o lo excusa a usted. Su conciencia es un instrumento
que Dios ha plantado dentro de usted para actuar como una
fuente de convicción o afirmación. Si usted tiene una buena
conciencia, le estará diciendo a usted que todo está bien. Si
usted tiene una conciencia mala, le estará recordando a usted
que no todo está bien porque hay pecado en su vida. Y lo que
Pedro está diciendo es que vivan con una conciencia limpia,
una conciencia que no los condena, para que cuando ustedes
enfrenten crítica, cuando enfrenten hostilidad, cuando
enfrenten persecución, no sienten culpabilidad alguna.
Como puede ver, si usted está viviendo una vida pecaminosa,
si usted no es celoso por la bondad y si usted no es leal a
Jesucristo y si usted no es como una de estas personas que
ha representado de manera equivocada a Cristo y está
viviendo una vida que calumnia a Cristo o trae menosprecio a
Cristo y la persecución viene en contra de su cristianismo,
usted va a sentir un peso muy pesado de culpabilidad porque
realmente eso es lo que usted merece.
Entonces, usted no tiene defensa en contra de eso. Pero si su
conciencia está limpia, entonces usted no está ansioso, usted
no está turbado.
La gente siempre me dice: “sabes una cosa, te critican
mucho.” Eso es verdad. “Y te atacan mucho.” Eso es verdad.
Y ellos preguntan: “bueno, ¿cómo respondes a eso?” Y yo
digo, mi primera respuesta siempre es igual: “veo a mi corazón
para ver si la crítica es válida. Y si al ver mi corazón puedo
decir que tengo una conciencia limpia, entonces, no tengo
ansiedad porque no hay nada ahí que me está convenciendo
de pecado. Y no me trae dolor, no me trae problemas, porque
no puede producir culpabilidad alguna. Sí, por otro lado, soy
acusado de hacer algo y de alguna manera soy perseguido
por alguien y veo mi corazón y digo sí, sí, esa es una acusación
válida. Entonces, la culpabilidad se incrementa dentro de mí
y no tengo seguridad en contra de esa crítica.” Entonces, debo
mantener una conciencia limpia, porque una conciencia
contaminada no puede estar cómoda. Una conciencia
contaminada no puede resistir el ataque de la hostilidad.
Debemos mantener nuestra conciencia limpia.
¿Y cómo sucede eso? La conciencia simplemente responde a
lo que sabe que es verdad en nosotros. Si la conciencia
sabe
que estamos en pecado, nos va a acusar. Si la conciencia
sabe que estamos viviendo en obediencia, nos afirmará. Es
esa pequeña voz en el interior, usted sabe, de la cual Pablo
habló con tanta frecuencia y decía: “mi conciencia está limpia,
mi conciencia está limpia. Yo no he ofendido a nadie.” Es esa
pequeña voz que dice: “tu vida está bien” o que dice: “tu vida
está mal.” Y si la hostilidad viene y la persecución viene, y
usted sabe que su vida está bien y usted sabe que es usted es
fiel y ha apartado a Cristo en su vida como Señor y está
siguiendo en sumisión leal a Él y usted está buscando lo que
está bueno y usted está buscando la santidad para
glorificarlo, sin importar qué hostilidad venga, hay paz y usted
tiene una defensa en medio de un mundo hostil.
Entonces, él dice: “si su conciencia está limpia, entonces en
aquello en lo que son calumniados, no tendrán culpabilidad.
Y aquellos que calumnian su buena conducta en Cristo, serán
avergonzados porque será una acusación falsa.” Ésa es la
idea. Es lo mismo que él dijo en el 2:12: “cuando los calumnien,
asegúrense de que los calumnien por lo que es bueno.”
Por cierto, esa palabra “murmuran” es una palabra griega
interesante, katalaleō. Es una palabra onomatopéyica. Esto
es que se oye como su significado. Es katalaleō, blablablá
blablablá. La hemos visto en otras ocasiones. Es una palabra
que habla de abuso verbal, calumnia verbal. La palabra
‘calumnian’ significa amenazar, abusar, insultar, maltratar. Y
él dice: si llega a pasar que tienen una conciencia limpia,
ustedes pueden decir está bien, la vergüenza es para ellos, no
para mí, deben estar avergonzados si están acusando de
manera falsa.
Como usted puede ver, lo que hace que el mundo se sienta tan
bueno en sí mismo y tan correcto en condenar al cristianismo
es venir en contra de alguien que ha escandalizado la fe
cristiana. Al mundo le encanta eso. Les encanta hacer esto
porque les hace sentir justos, porque verdaderamente hay un
escándalo ahí. Y cuando encuentran esto, llevan eso al
máximo nivel, porque los hace sentir que ellos son buenos en
sí mismos y les da una causa justa de condenar a un cristiano,
o al que dice ser un cristiano.
Por otro lado, Pedro dice que deben vivir de tal manera que
cuando alguien hace eso, deben estar avergonzados de sí
mismos, no ustedes. Entonces, ¿cuáles son nuestras
defensas contra la hostilidad del mundo? Una pasión por la
bondad, lo cual hace que sea difícil que ellos nos calumnien.
Si ellos llegan a hacerlo, tenemos una flexibilidad en el
sufrimiento, lo aceptamos como la voluntad del Señor y
después, hay un lugar para Cristo, le damos el lugar prioritario.
Y en medio de ese sufrimiento y hostilidad en lealtad amorosa
a Él, continuamos en nuestra obediencia y en nuestra fidelidad
a Él. Y después, estamos preparados para responder cuando
tenemos que enfrentar a los que nos cuestionan. Podemos
darles a todos los que nos piden, una razón clara del por qué
somos cristianos; y después, mantenemos una conciencia
pura.
En otras palabras, mantenemos nuestra vida recta y por el
Espíritu de Dios, nos mantenemos obedientes a la Palabra de
Dios de tal manera que tenemos una conciencia pura. Y
cuando somos calumniados, no nos sentimos avergonzados,
sino que ellos se sienten avergonzados porque no tienen
justificación para hacerlo.
Quiero darle un último punto, versículo 17, también debemos
tener una perspectiva en las opciones. Una perspectiva en las
opciones. Versículo 17: “porque mejor es que padezcáis
haciendo el bien si la voluntad de Dios así lo quiere, que
haciendo el mal.” Esas son las dos opciones que usted tiene.
Más vale que usted tenga una perspectiva cerca de sus
opciones.
La opción número uno es: usted puede sufrir por hacer lo que
es correcto, si Dios así lo quiere. Y usted puede ser bendecido
en ese sufrimiento y ser recompensado eternamente. Opción
número dos es: usted puede sufrir por lo que es malo. Usted
decide. El meollo es que Dios quiere ambos. Él quiere que, si
usted hace lo que es correcto, usted sufra para que usted sea
fortalecido y para que Él sea glorificado. Y Él quiere que, si
usted hace lo malo, usted sufra porque ésa es Su disciplina.
Escoja su opción. Usted tiene una perspectiva las opciones,
¿no es cierto?
Entonces, sabemos cómo enfrentar a un mundo hostil. El
modelo para esto no es ningún otro que Cristo y Él se convierte
en nuestra consideración conforme regresamos a este texto
en dos semanas. Inclinémonos juntos en oración.
Padre, ha sido bueno en esta noche simplemente pasar estos
momentos en Tu Palabra. Y algunas veces, sentimos como
que estamos oyendo un eco de Pablo en Filipenses conforme
él también estaba enseñándole a los suyos a cómo vivir en un
mundo hostil y experimentar gozo y experimentar bendición.
Padre, Te damos gracias por lo que hemos aprendido de
Pedro, esas cosas que nos aseguran contra las amenazas de
este mundo hostil. Padre, ayúdanos a poder implementarlas
en nuestras propias vidas, conforme nos sometemos
fielmente a Tu Palabra y a Tu Espíritu. Y esto pedimos para la
gloria de nuestro Salvador, Jesucristo. Amén.
El deber del cristiano en un mundo hostil,
1ª Parte
1 Pedro 4:7a
Primera de Pedro capítulo 4 es nuestro texto para el mensaje
en esta noche. Primera de Pedro capítulo 4, versículos 7 al 11.
Permítame leerlos como texto para lo que el Espíritu del Dios
nos enseñará en esta noche. “Mas el fin de todas las cosas se
acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y, ante todo,
tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá
multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin
murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de la
multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a
las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén.”
A partir de este texto, quiero hablarle durante las siguientes
dos semanas acerca del tema: el deber del cristiano en un
mundo hostil. Y quiero comenzar simplemente al preparar el
escenario un poco de la época en la que nos encontramos,
particularmente con respecto a la Iglesia. La Iglesia en la
actualidad está en una necesidad urgente de avivamiento
espiritual. Y ese avivamiento espiritual únicamente puede
ocurrir cuando nosotros como cristianos comencemos a
cumplir con nuestro deber espiritual.
Entonces, lo que Pedro está diciéndonos aquí es clave para el
asunto entero de la vida cristiana. Si vamos a ser lo que
debemos ser por el diseño de Dios en este mundo, entonces
tenemos la obligación de alinearnos en obediencia a las
verdades que nos son dadas en estos grandes versículos. La
Iglesia necesita avivamiento; y vendrá cuando los cristianos
tomen en serio su vida cristiana. Y sólo cuando la Iglesia es
avivada y restaurada, el mundo comenzará realmente a darse
cuenta de quiénes somos nosotros.
Es interesante inclusive decir que la Iglesia necesita
avivamiento en nuestra época porque parece como si no hace
mucho tiempo atrás estuvimos experimentando un tipo de
avivamiento. De hecho, esta condición desesperada de la
Iglesia parece ser algo nueva. Si usted regresa para efectos
de ilustración a la década de los años 70, usted recordará algo
llamado el movimiento de Jesús. El movimiento de Jesús
francamente fue testigo de un incremento sin precedentes en
los evangélicos bíblicos conservadores. Fue en mi vida el
mayor florecimiento de interés en la Biblia, el mayor
florecimiento de interés en el evangelismo, estudio bíblico,
discipulado, todas esas cosas que son parte del palpitar, de la
médula de los evangélicos conservadores.
Hubo una explosión de nuevas traducciones de la Biblia
comenzando con la nueva versión americana. Y después, vino
la Biblia viviente, la cual realmente no es una traducción, sino
una paráfrasis. Y como resultado de eso, vino mucho interés
en el estudio bíblico. La transmisión televisiva cristiana
comenzó a explotar a nivel exponencial, mucho más allá de la
imaginación de las mayores predicciones del futuro de la
Iglesia. Junto con eso, vinieron las publicaciones cristianas y
cada vez que volteábamos, había una nueva casa de
publicaciones publicando nuevos materiales para la vida
cristiana. Y después, vinieron las cintas y después, vino una
inundación increíble, absolutamente increíble de música
cristiana, proliferando al punto en el cual ya no tenemos nada
que no sea cristiano y nunca podríamos terminar de oír lo que
está disponible.
Hubo una explosión tremenda en iglesias que creían la Biblia.
Me acuerdo de la Iglesia más grande de la que yo supe, tenía
mil quinientas personas. Y una Iglesia con mil quinients
personas en la actualidad sería considerada una Iglesia de
tamaño mediano. Las iglesias ahora inclusive están
construyendo auditorios para poder alojar a cinco mil, seis
mil, siete mil y hasta diez mil personas. Y todo esto como
resultado de esta explosión floreciente que fue llamado el
“movimiento de Jesús”. Y todos le dimos gracias a Dios por
lo que parecía como un real avivamiento y quizás, en
retrospectiva, al mirar atrás, lo evaluamos como tal.
Pero francamente, conforme entramos a la década de los
años 90, se vuelve más y más aparente que la tendencia
prevaleciente en la Iglesia se ha apartado de esa época de
avivamiento. Ya no hay lo que yo llamaría un movimiento de
avivamiento en la Iglesia, un movimiento que floreció
motivado por el Espíritu Santo. Lo que ahora ha sucedido es
una especie de institucionalización popularizada de la Iglesia.
En un editorial reciente de la revista Masterpiece, la cual
espero que hayan recibido, escribí acerca de lo que se llama
“cristianos pop o el cristianismo pop”, lo cual es lo que
tenemos en la actualidad. Tenemos un tipo de cristianismo
popularizado institucionalizado. Es una forma socialmente
favorable del cristianismo y, de hecho, se está volviendo más
y más aceptable a nivel social, conforme quita más y más
cualquier mensaje ofensivo. Es sorprendente qué tan rápido
este movimiento vino. Pero francamente, con una capacidad
en los medios de comunicación masivos rápidos y de alta
tecnología, cuestiono si algún movimiento durará mucho
tiempo. Se mueven tan rápidamente debido a que la
comunicación se mueve tan rápido...
Entonces, aquí estamos saliendo de la década de los 70 y
llegando a la primera parte de la década de los 80. Es una
época de avivamiento a una manera de pensar totalmente
diferente en la Iglesia. Una época de vida centrada en uno
mismo en la Iglesia, una época de psicología en la Iglesia, una
época de cristianismo popularizado, una época de
cristianismo que se ha vuelto pragmático, en donde las
preguntas que se están haciendo son: ¿funciona?, ¿qué hará
por mí?, ¿cuánto éxito producirá?, ¿cuánto dinero traerá?, en
lugar de las cosas que honran el corazón de Dios.
Y la Iglesia pop francamente está en todos lados. En donde es
más evidente, me imagino, es en la televisión cristiana y, en
segundo lugar, en la radio cristiana, en programas de
celebridades y de entretenimiento de celebridades que han
reemplazado la adoración. Y junto con ello, el orgullo ha
reemplazado a la humildad y el éxito ha reemplazado a la
excelencia, la inteligencia ha reemplazado a la virtud, y más y
más. Los programas de radio cristianos en los que usted
llama y también incluyen a cualquier invitado que usted pueda
imaginarse con pocos comentarios acerca de que, si el
invitado dijo lo correcto, lo incorrecto o es algo indiferente.
Los programas cristianos, en donde tienen anfitriones que se
sientan ahí con mucha gente que viene al escenario. Y los
entrevistan, profesando cualquier tipo imaginable de situación
que viene de Dios. Y el anfitrión no hace comentario alguno
en cualquier cosa fuera de dar una plataforma a todo esto.
La radio cristiana ha proliferado junto con la psicoterapia,
reemplazando a la enseñanza bíblica como algo normal. Las
iglesias locales se están convirtiendo rápidamente en zonas
de comodidad. Country clubs cristianos, centros comunitarios
con menos y menos impacto redentor y muy poca amenaza
en contra del pecado. Y las tendencias de este tipo de
cristianismo pop, creo yo, son más sutiles que el liberalismo
teológico. El liberalismo teológico ataca a la Iglesia de frente.
Es muy fácil verlo. Es muy fácil enfrentarlo. Pero la Iglesia pop
profesa un compromiso de labios para afuera con la verdad
mientras que, en silencio, la ataca. El cristianismo popular
tiene una tendencia de hacer de la base de la fe algo diferente
que la Palabra de Dios. La base de la fe ahora es la
experiencia. La base de la fe es la emoción. La base de la fe
es resolver problemas, es de nuevo la teología de la necesidad.
El movimiento carismático ha guiado el movimiento con una
nueva base de fe y eso es revelación privada, palabras
privadas de Dios. Entendimiento privado, profecías privadas,
visiones privadas y demás.
La psicología secular, en cierta manera, ha sido cuasi
santificada y ofrece una terapia de autoayuda que también
refleja este alejamiento de la Palabra de Dios como la base
para vivir la vida cristiana. El ministerio cristiano ha sido
inundado de arriba hacia abajo con pragmatismo, con
manipulación, con profesionalismo, con consumismo, todas
esas cosas que indican menos que un cimiento bíblico para
nuestra fe.
Y a lo largo de esta idea, el enfoque del cristianismo pop y de
la Iglesia pop, no sólo se ha alejado de la base bíblica de la fe,
sino que se le ha alejado de la persona de Jesucristo. Eso
necesita ser enfatizado. Algo o alguien más ocupado el centro,
no Cristo. Es la celebridad, es el evangelista, es el proyecto. Es
la campaña que busca levantar fondos, es el edificio nuevo,
son los milagros, supuestamente. Es lo que se llaman
sanidades y es todo y cualquier cosa menos que Jesucristo.
Y tenemos un cristianismo popular que no está centrado en
Cristo y no que está basado en la Biblia. Tiene una nueva base
en su fe, tiene un nuevo objeto de afecto. Están enamorados
de la celebridad, están enamorados del sistema. Están
enamorados del edificio, de las instalaciones, del programa o
lo que sea. Hay una especie de fe de fantasía no fijada en
Cristo, sino una especie de fe nebulosa que quiere apegarse
a los milagros, curaciones, sanidades, salud, riqueza,
prosperidad, comodidad, ganancia personal.
Y claro, en ese tipo de ambiente de creencia fácil, florece un
Evangelio barato. Y tenemos que hacernos la pregunta en
dónde está esa fe fuerte. En donde está esta fe centrada en
Cristo que permanece firme y que se aferra a Dios en medio
de las pruebas duras en lugar de ese emocionalismo frágil
llamado fe que es poco más que un escapismo egoísta.
Cristo ya no es el mensaje, aunque Él es nombrado de vez en
cuando, el enfoque está en el hombre. El hombre es el mensaje
y cómo el hombre puede resolver sus problemas y vivir en una
vida más cómoda. Eso es lo que importa. El enfoque del
cristiano pop de la Iglesia no está interesado en la segunda
venida de Jesucristo, porque eso sería terminar su viaje que
tanto están disfrutando en este tren pop en particular.
De hecho, yo añadiría un tercer comentario y eso es que el
enfoque de la Iglesia pop está en algo diferente de la santidad.
Es la felicidad. Es la satisfacción. La búsqueda de la Iglesia en
la actualidad, su base no es la Palabra de Dios. Su enfoque no
está en Cristo. Y entonces, su meta no es la santidad. Su meta
es la felicidad. Lo que a usted lo haga feliz, lo que a usted lo
satisfaga es lo que usted busca. Y realmente, creo que todo
esto está destrozando el corazón de la Iglesia.
Piénselo. ¿Qué podría hacer Satanás para tratar de destruir a
la Iglesia, que sería más eficaz que atacar la base de la fe, la
cual es la Palabra de Dios, el objeto de la fe, el cual es Cristo,
y la meta de la fe, la cual es la santidad? Todavía hablando de
la fe, todavía hablando de Cristo, todavía hablando de la virtud,
pero realmente atacando todo eso. Una nueva base de fe, mi
experiencia. Un nuevo objeto de
fe, mi héroe, mi programa, mi
reino espiritual, lo que sea. Y una nueva meta en la vida, la
felicidad, no la santidad. No podría haber una mejor
estrategia. Esa es la estrategia de Satanás.
Pero, ¿qué es lo que vamos a tener que hacer para traer
avivamiento la Iglesia? ¿En dónde debe colocarse el enfoque?
¿Cómo debemos vivir como para no perder nuestro poder y
para ser útiles para Dios? Pedro nos da la respuesta aquí en
este texto. Y yo creo que lo que usted tiene aquí en estos
pocos versículos, versículos 7 al 11 realmente es un principio
para entender el genio inimaginable del Espíritu Santo de Dios.
Sólo el Espíritu Santo, quien, en una economía de palabras,
puede decir una eternidad de verdad. Y eso es lo que usted
tiene aquí. Toda nuestra vida cristiana puede reducirse a
estas afirmaciones en los versículos 7 al 11. Y le confieso que
es algo muy difícil predicar a lo largo de esto sin quedarse
aquí al resto de su vida, porque toda palabra en este pasaje
en particular me provee un número infinito de tangentes
posibles que lucharé mucho por evitar por causa de ser
misericordioso con usted.
Pero esta es una porción cargada de las Escrituras. De hecho,
he estado estudiando personalmente y predicando esta
porción en particular de las Escrituras probablemente durante
25 años; no aquí en Grace Community Church, porque nunca
antes habíamos estudiado 1 Pedro fuera de una ocasión
cuando vine por primera vez hace 21 años atrás, pero en
muchos otros lugares, he regresado a este pasaje es debido
a su enseñanza tan básica y tan importante. Nos da un
resumen de todo lo que Pedro quiere decir acerca del deber
de la vida cristiana en un mundo hostil.
Ahora, permítame darle tan sólo una idea del trasfondo del
texto conforme entramos al versículo 7. Recuerde que, en
todo capítulo de esta epístola hasta aquí, el querido apóstol
Pedro ha desafiado a los creyentes que están leyendo esta
carta. Recuerde, están dispersos, son perseguidos, están
siendo calumniados, están siendo abusados, son cristianos
que están sufriendo. Están viviendo en un mundo muy difícil
y hostil. Y en cada capítulo, él los ha llamado a enfocarse en
la verdad, a enfocarse en el Señor Jesucristo y a enfocarse en
la vida santa.
En otras palabras, él les ha dicho: “asegúrense de mantener la
base de su fe, la Palabra de Dios. Asegúrense de mantener el
enfoque de su fe, la persona de Jesucristo. Y asegúrense de
mantener la meta de su fe, la santidad. Sean piadosos, vivan
esas vidas gozosas, puras, ejemplares, aunque deban sufrir
en el proceso.” Y, de hecho, si vemos esta epístola desde ese
punto de vista, podemos encontrar aquí varios motivos para
vivir su vida cristiana en el sufrimiento.
Él comienza, por ejemplo, al decir deben vivir la vida cristiana,
aunque sufran, uno, debido a nuestra salvación preciada. Y
desde el capítulo 1, versículo 1 hasta el capítulo 2, versículo
10, él habló acerca de nuestra salvación preciada. Nuestra
salvación es tan preciada que debe demandar lo mejor de
usted.
Y después, en el segundo lugar, en el capítulo 2, versículo 11
hasta el capítulo 4, versículo 6, él dice que deben vivir una vida
santa en medio del sufrimiento no sólo debido a su salvación
preciada, sino debido a su situación presente. Y su situación
presente es que son llamados a ser una comunidad que da
testimonio. Sin importar cuán difícil sea.
Y ahora, él llega a la tercera sección de la epístola y él dice:
“deben continuar con su vida cristiana, enfocados en la
Palabra, en Cristo y en la santidad, no sólo debido a su
salvación preciada, su situación presente; sino también, en
tercer lugar, debido a su segunda venida personal.” Deben
vivir a la luz del regreso de Jesucristo y ese es su tema desde
el capítulo 4, versículo 7 hasta el capítulo 5, versículo 11. Esa
sección entera es dada a la luz de la segunda venida de
Jesucristo. De hecho, él menciona la segunda venida, hace
referencia a ella en el versículo 7, la menciona
específicamente en el versículo 13, la revelación de Su gloria,
se vuelve a referir a ella en el versículo 4 del capítulo 5, la
manifestación del Príncipe de los Pastores que traerá la
corona incorruptible de gloria.
Y entonces, él aquí está tomando a su Iglesia que está
sufriendo y llevándolas desde una perspectiva de su salvación
y una perspectiva de su situación a una perspectiva de la
segunda venida. Estas tres secciones entonces presentan los
motivos básicos por los cuales debemos vivir la vida cristiana:
debido a la salvación preciada que Dios nos ha dado, debido
a la situación presente en la que debemos ser testigos y
debido a la segunda venida de Cristo personal que tenemos,
en donde tendremos que responderle a Él por la vida que
hemos vivido. En esta noche, entonces, llegamos a esa tercera
sección.
Ahora, quiero que observe que al decir que este es el corazón
y tema de esta tercera sección, no significa que no han habido
referencias previas a la venida de Cristo. Ese no sería el caso.
Han habido referencias previas a la segunda venida de Cristo.
De hecho, ahí atrás en el capítulo 1, él habló del hecho de que
nos está esperando una herencia incorruptible,
incontaminada, inmarcesible reservada en los cielos para
vosotros. Y la implicación es que algún día Él va a venir para
llevarnos ahí para recibir esta herencia maravillosa.
Encontramos esto en el versículo 13 del capítulo 1, él dice:
“ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y fijen
su esperanza completamente en la gracia que os será atraída
en el apokalupsis, la revelación de Jesucristo.” Capítulo 2,
versículo 12, él habla acerca del día de la visitación; esto es
del día en el que los hombres se enfrentan a Dios.
Entonces, hay un tiempo que está por venir, cuando Jesús
vendrá y Pedro ya ha hecho referencia a eso. Y aquí, de nuevo,
él lo hace el tema de esta sección final. Él nos está llamando
a una vida santa en base a la inminencia de la venida de
Jesucristo.
Entonces, en esta sección, se unen dos cosas: debemos vivir
una vida piadosa en el sufrimiento a la luz de la segunda
venida. Esas dos cosas se unen. Si queremos cumplir con
nuestro deber cristiano, debemos saber cuán preciada es
nuestra salvación y cuáles son nuestros deberes que
demostrarán nuestra gratitud por ello. Debemos saber que Él
nos ha dejado en esta situación presente como extranjeros y
peregrinos para llevar a hombres y a mujeres al conocimiento
de Jesucristo y debemos vivir a la luz de la eternidad, la luz
del cielo y la luz de Su pronta venida.
Ahora, ¿cómo debemos vivir entonces? ¿Cuál es nuestro
deber cristiano, conforme sufrimos en este mundo, buscando
la santidad a la luz del regreso de Cristo? El primer punto viene
en el versículo 7. Llamémoslo el incentivo. El incentivo.
Después, veremos las instrucciones. Y finalmente, la intención
será nuestro enfoque en la próxima semana.
Pero por ahora, el incentivo. Versículo 7: “más el fin de todas
las cosas se acerca.” Deténgase ahí. Ése es el incentivo. El fin
de todas las cosas se acerca. Quiero que entienda, sobre
cualquier otra cosa, esta afirmación. El término fin es la
palabra griega telos, una palabra muy conocida para cualquier
estudiante de la Biblia. Y cuando es traducida fin podría
expresar la idea equivocada. Podría expresar la idea de cese.
Podría expresar la idea de término. No significa ninguna de
estas cosas. Nunca es usada de un fin temporal en todo el
Nuevo Testamento. Nunca es usada de un fin cronológico
como si simplemente algo se detuviera. Siempre tiene la idea
de una consumación.
Dicho de otra manera, tiene la idea de una meta que es
alcanzada o un resultado que es alcanzado. O un propósito
que es consumado. Tiene la idea de un cumplimiento, de un
destino definitivo. No es sólo el fin de algo, es la culminación,
la conclusión, el éxito, la meta. Entonces, él dice, la
consumación de todas las cosas se acerca.
Ahora, amados, eso tiene que referirse al regreso de Cristo. Si
él hubiera dicho la consumación de sus problemas se acerca,
podríamos decir: bueno, quizás se estaba refiriendo a algo
temporal. O si él
dijera la consumación de su persecución se
acerca, podríamos haber asumido que quizás un tipo diferente
de gobierno habría entrado en juego en sus vidas y los habría
tratado de manera más amable.
Pero él no dice eso. Él no dice la consumación de su dificultad,
sus problemas, su situación. Él dice la consumación de todas
las cosas. Y la consumación de todas las cosas apunta
directamente a la segunda venida de Jesucristo. Debe
referirse a eso. No puede referirse a algo menos que eso,
porque eso y eso únicamente, es cuando todas las cosas son
consumadas. Y eso nos lleva de regreso a 1 Pedro 1:5 de
nuevo, en donde dice que somos guardados por el poder de
Dios mediante la fe para una salvación que está lista para ser
revelada en el tiempo postrero. Y después, en el versículo 7, él
dice: “para que seamos hallados en alabanza, gloria y honra
en la revelación de Jesucristo.”
Entonces, él tiene la revelación de Cristo, lo cual es otra
manera de hablar de Su segunda venida conectada con los
tiempos finales ahí en el capítulo 1. Y eso es a lo que se está
refiriendo aquí. Cuando él dice ‘el fin de todas las cosas se
acerca,’ él se está refiriendo a la consumación, el tiempo de
gran recompensa en la venida de Jesucristo.
Ahora, observe la palabra ahí, una muy simple pero que
necesita nuestro entendimiento, se acerca. Esa es únicamente
una palabra en el griego. Es la palabra acercarse. Podría ser
leído de esta manera: “el fin de todas las cosas está a punto
de llegar o de acercarse.” Es un tiempo perfecto y tiene la idea
de un proceso consumado con una cercanía resultante. Y
creo que se refiere a inminencia. Esto es la venida de Cristo es
inminente. El siguiente acontecimiento. Podría suceder en
cualquier momento. Está cerca. Pero está recordándoles
entonces que deben vivir esperando la cercanía del regreso
de Jesucristo. Podríamos decir que deben vivir con, aquí está
la palabra, expectativa. Expectativa.
¿Se da cuenta de que cada generación desde ese entonces
por lo tanto ha vivido con esa misma expectativa? Todos
nosotros vivimos en la actualidad o deberíamos vivir en la
expectativa de la venida de Jesucristo. No hacer eso es no ser
una Iglesia fiel. Primera de Tesalonicenses fue escrita a una
Iglesia fiel y usted recordará que él los felicitó porque estaban
esperando a Jesucristo desde el cielo, 1 Tesalonicenses 1:10.
Ahí estaban hace 2000 años atrás. Y en ese entonces, estaban
esperando Jesucristo.
Y esa espera crea una mentalidad del peregrino. Crea una
mentalidad de extranjero. Crea un sentido de que yo soy un
extranjero. Me recuerda que yo soy un ciudadano del cielo,
simplemente, estoy esperando ser llevado ahí. Simplemente,
estoy esperando que Cristo se aparezca, que llegue. Usted
pregunta cómo es que ellos podían estar esperando en ese
entonces y nosotros estamos esperando ahora.
¿Cuándo es que Él va a venir? Bueno, en Hechos 1:7, aquí
están las palabras de Jesús, “no corresponde a vosotros los
tiempos ni las sazones que el Padre ha fijado por Su propia
autoridad.” El meollo, Dios no ha escogido decirnos cuándo
es que Jesús vendrá. Él no ha estado dispuesto a hacer eso
por razones obvias. Si supiéramos cuándo es que Jesús viene,
quitaría uno de los motivos más importantes en la vida de la
Iglesia. En otras palabras, nos volveríamos muy flojos si
supiéramos que Él no va a regresar pronto y si supiéramos
que Él va a venir pronto, estaríamos en pánico. Entonces, Él
ha eliminado ambos puntos y nos tiene a todos viviendo en
expectativa.
Para mostrarle cuán secreto es este asunto, le recuerdo Mateo
24:36 en donde Jesús dijo: “pero de ese día y la hora nadie
sabe, ni siquiera los ángeles del cielo ni el Hijo, sino el Padre
únicamente.” Dios sabe, Jesús, en Sus limitaciones, en la
encarnación que Él se impuso a sí mismo, ni siquiera supo.
Pedro le está diciendo a sus lectores: deben vivir con una
expectativa constante como si Jesús fuera a venir en
cualquier momento.
Y les vuelvo a recordar, amados, que, aunque esa es una
doctrina no popular en la actualidad, a la mayoría de la gente
no le interesa, yo creo, de hecho, con todo mi corazón, que una
de las razones contundentes por la que la gente quiere
enseñar un rapto post tribulación es porque por lo menos les
da mucha advertencia antes de que Jesús llegue aquí. Y les
gustaría pensar que van a vivir a lo largo de todo ese tiempo.
Quita esa presión de inminencia, de expectativa que nos llama
a vivir a un nivel alto de responsabilidad. Después de todo, si
voy a vivir la tribulación, hombre, ahora puedo vivir como
quiera porque reconoceré la abominación desoladora a la
mitad cuando sacrifiquen sobre el altar en el templo de
Jerusalén. Eso estará en los periódicos. Sabré cuando
estemos allí y sabré cuando los sellos sean rotos y todo eso
comience a suceder y todas esas plagas terribles vengan
sobre el mundo. Sabremos eso. Veré eso. Y cuando el mar se
convierta en sangre, veré eso. Y podré ver todo eso; y
entonces, podré saber exactamente dónde estoy y podré
enfrentarlo cuando llegue allí. Eso quita cualquier
responsabilidad que tengo que tratar con eso ahora.
Como puede ver, usted quita la expectativa y usted quita la
inminencia y usted alimenta al monstruo, en cierta manera. Y
esa es la razón por la que ahora tiene que tomar su decisión,
pero creo que esa es parte de la motivación de esta nueva ola
de preocupación con el post tribulacionismo, lo cual significa
que Jesús no vendrá sino hasta el final de la tribulación de
siete años. Y podemos planear nuestro futuro en medio de
eso de manera muy fácil. Entonces, vamos a saber cuándo Él
llegará. O por lo menos, estaremos bastante cerca de saberlo.
Pero ese no es el mensaje de Pedro. El mensaje de Pedro es:
oigan, eso está cerca. Y si usted regresa al versículo 5 de 1
Pedro 4, el cual estudiamos en nuestra última lección el último
domingo por la noche, recordará que ahí dice que darán
cuenta a aquel que está listo para juzgar a los vivos y a los
muertos. Ahora, Dios ha encomendado todo juicio a Cristo.
Cristo cuando venga juzgará a los vivos y a los muertos en Su
segunda gran venida. Y entonces, Pedro está hablando de
eso. Él dice en el versículo 5, Él está listo para venir.
Y en el versículo 7, él dice: el fin de todas las cosas está muy
cerca, es inminente. Es el siguiente en el calendario de Dios.
Entonces, debemos vivir en la expectativa aquel que el que
esta está por venir vendrá como el Juez de los vivos y los
muertos y que eso está muy cercano.
Ahora, el Nuevo Testamento está lleno de pasajes que tratan
con esta expectativa. Permítame mostrarle algunos de ellos.
Acompáñeme ahora con su Biblia y sígame a lo largo de una
pequeña ruta comenzando en Romanos 13. Romanos capítulo
13, versículo 12, dice esto: la noche está casi acabada y el día
se acerca. Y de nuevo, ese concepto de cercanía o inminencia.
La noche está casi terminada y el día se acerca. Versículo 11,
nos dice lo que eso tiene en mente. Él dice aquí: ahora, la
salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos.
Más vale que se despierte, usted está más cercano de la
salvación completa que será de usted en el cielo de lo que
usted estuvo cuando usted creyó. La noche casi se acaba. El
día cuando Dios venga se acerca. Más vale que hagamos a un
lado las obras de las tinieblas. Más vale que nos vistamos de
las armas de la luz. Más vale que vivamos de manera
apropiada, dice el versículo 13. Despójense, quítense toda
lascivia, la embriaguez, la promiscuidad sexual, la sexualidad,
las contiendas, los celos. Más vale que nos vistamos del
Señor Jesucristo y que dejemos de estar haciendo provisión
para la carne. ¿Por qué? Porque Él podría venir en cualquier
momento.
En 1 Corintios capítulo 7 versículo 29 dice: “pero esto digo
hermanos, el tiempo se ha acortado, para que a partir de ahora
aquellos que tienen esposas vivan como si no tuvieran
ninguna. Y los que lloran, como si no llorasen. Y los que se
regocijan, como si no se regocijasen. Y aquellos que se
compran, como si no poseyesen. Y aquellos que usan del
mundo, como si no usaran de manera
plena del mundo porque
la forma de este mundo está pasando y quiero que estén libres
de preocupación.
Estamos en un mundo que está muriendo, estamos
avanzando rápidamente hacia la venida de Cristo,” dice Pablo.
“Más vale que no se aferren a este mundo.” ¿Entendió eso?
Sino que lo tengan en la mano de manera muy suelta. No se
involucren mucho en esta vida, en sus emociones, en sus
posesiones, en sus relaciones, en sus economías. No se
involucren demasiado. Todo se está moviendo rápidamente
hacia su fin. El tiempo ha sido acortado. La palabra tiempo
aquí no es chronos, es kairos. La época atemporal, el tiempo
fijado ha sido hecho más breve conforme esperamos la venida
de Jesucristo.
Ahora, alguien dice: “bueno, mira, todo el mundo está
esperando y Él no viene. Digo, ¿cómo podemos creer que Él va
a venir, pero Él nunca viene a nuestra vida?” Ése es el punto.
El Señor nunca dijo cuándo vendría para que todo el mundo
estuviera en espera. Y esos primeros cristianos creyeron que
Jesús iba a venir en cualquier momento y claro que lo creerían
debido a que el Señor no les dijo el tiempo y debido a que le
dijo que Su venida estaba cercana y habiendo estado tan
cerca en Su primera venida, habría sido fácil para ellos esperar
que viniera inmediatamente. Dios no estaba engañándolos. Él
simplemente estaba diciéndoles: necesitan vivir todo
momento esperando la venida de Cristo y aferrándose a las
cosas de esta vida de manera muy suelta. Muy suelta. Jesús
podría venir en cualquier momento. Lo que podría parecer
como un tiempo largo para nosotros, dos mil años, sabemos,
no es un tiempo largo. Todos conocemos esa afirmación. Un
día para el Señor son como mil años y mil años es como un
día.
Observe 1 Corintios capítulo 15, versículo 51. Y aquí, de nuevo,
está este mismo tipo de expectativa de espera de la venida de
Cristo. Él dice: “He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es
necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto
mortal se vista de inmortalidad.”
En otras palabras, todo va a cambiar. Todo va a cambiar; va
a cambiar en el abrir y cerrar de un ojo. ¿Qué es un abrir y
cerrar de ojos? Ese no es un parpadeo, ese es el tiempo que
toma para reflejar la luz de su pupila. Así de rápido va a
cambiar. Y la idea aquí: este es un misterio, no ha sido
revelado en el pasado, va a suceder repentinamente. La
trompeta tocará instantáneamente y cuando esa trompeta
toque, ya no estaremos. Y puede suceder en cualquier
momento.
En 1 Tesalonicenses capítulo 4 hay otro mensaje de la
inminencia y de la expectativa en la que debemos vivir.
Primera de Tesalonicenses capítulo 4, versículo 15 dice:
“vendrá un gran acontecimiento.” Y dice: “les decimos esto
por la Palabra del Señor.” En otras palabras, esto es la
revelación del Señor mismo. “Por lo cual os decimos esto en
palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los
que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”
Y el tono del lenguaje de Pablo a los tesalonicenses es el tono
del mensaje de inminencia. Él no les está diciendo a esas
personas que estén vivas en ese entonces o a esas personas
que estén vivas cuando, él dice: nosotros, nosotros, nosotros,
nosotros. Siempre. La responsabilidad de la Iglesia consiste
en vivir a la luz del regreso de Cristo.
En Santiago capítulo 5 y versículo 8, lo tiene otra vez. Santiago
escribiéndole a los creyentes perseguidos que estaban
enfrentando tiempos muy, muy difíciles, les dice en el
versículo 7: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la
venida del Señor.” Bueno, ¿acaso el Señor iba a venir en su
vida? Resulta que no vino. No obstante, vivieron con esa
expectativa. Él dice en el versículo 8: “Tened también vosotros
paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del
Señor,” aquí está la misma idea, “se acerca.” Es inminente, es
pronta. Eso siempre está en el corazón del creyente verdadero.
Jesús viene y puede venir en cualquier momento.
En Hebreos, capítulo 10, el escritor en el versículo 25 dice que
no debemos dejar de congregarnos como en esta noche, no
debemos dejar eso, debemos ser fieles a eso como es el
hábito de algunos. Hay algunos que habitualmente no vienen.
No debemos hacer eso. Debemos congregarnos para
alentarnos unos a otros, ahora escuche esto, y mucho más
conforme ven que el día se acerca.
Ahora, si podían ver la inminencia de que, si ese día se
acercaba, aquí estamos, 2000 años más tarde, ¿cuánto más
cercanos estamos nosotros? Más vale que se estén
congregando con los que son de Dios conforme ven que el día
se acerca. Hebreos 12, lo llevo a un versículo, Hebreos 12,
versículo 27: “Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de
las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las
inconmovibles.” El versículo anterior: “Aún una vez, y
conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.” Dios
había prometido a través del profeta Hageo que Él sacudiría
a este mundo. Y aquí, el escritor de Hebreos nos recuerda que
todavía está Dios por sacudir, la remoción de las cosas que
pueden ser sacudidas. Esto es, este mundo material y el
establecimiento de cosas que no pueden ser sacudidas. El
Reino y la gloria eternas de Dios.
Debemos vivir a la luz de eso como aquellos en el tiempo del
Nuevo Testamento lo hicieron. Observe Apocalipsis, dos
pasajes que le quiero presentar. Capítulo 1, versículo 3:
“bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la
profecía. En otras palabras, quiere una bendición, aquí hay
una, lea Apocalipsis. La gente dice: “Oh, me gustaría ser
bendecido, realmente, me gustaría una bendición.” Muy bien,
que hay una, lea Apocalipsis.
“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta
profecía, y guardan las cosas en ella escritas;” ¿por qué?
“porque el tiempo,” ¿qué?, “está cerca.” De nuevo, siempre
estaban viviendo a la luz de eso. Que Jesús podía venir en
cualquier momento. ¿Qué tenemos al final del libro de
Apocalipsis? Estas palabras, capítulo 22, versículo 20: “el que
da testimonio de estas cosas dice: sí, Yo vengo pronto.” ¿Y
cuál es la respuesta de Juan? “Amén, ven Señor Jesús.” Juan
también vivió en la expectativa del regreso pronto de
Jesucristo.
Usted dice: “bueno, ¿acaso Jesús no debe regresar en los
últimos días?” Eso es correcto. Pero, ¿sabe usted cuándo
comenzaron los últimos días? Permítame ayudarle. Primera
de Juan 2:18. Primera de Juan 2:18, “hijitos, esta es la última
hora. Es la última hora y así como habéis oído que el anticristo
viene, aunque ahora muchos anticristos se han levantado, por
esto sabemos que esta es la última hora.” La última hora ya
había comenzado cuando Juan escribió Primera de Juan. La
última hora, ahora escuche con atención, comenzó con la
primera venida de Jesucristo. Eso inició los últimos días. Esa
es la razón por la que el apóstol Pablo al escribirle a Timoteo
es tan explícito acerca de los últimos días. El Espíritu dice
claramente que, en los postreros tiempos, algunos
apostatarán de la fe, 1 Timoteo 4:1. Y esos postreros días ya
habían venido. Y esa apostasía ya se estaba llevando a cabo.
Y 2 Timoteo 3:1, lo cual se nos leyó esta mañana, también
debe saber esto, que, en los postreros días, vendrán tiempos
difíciles. Y esos fueron los últimos días. Y los tiempos difíciles
ya habían venido sobre Timoteo.
Como puede ver, los últimos días vinieron cuando el Mesías
vino. Usted pregunta en qué sentido.
Escuche con mucha atención y le voy a dar este pequeño
panorama. Ellos habían visto en su vida, los judíos y la

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