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John F. McArthur SERMONESTEMÁTICOS LA FE PROBADA POR FUEGO Desatando la verdad de Dios, un versículo a la vez ___________________________________ Fe probada por fuego Series por Tema 1 Pedro 3:13–17; 4:7–19 No es ningún secreto que los cristianos evangélicos de hoy en día son blanco de hostilidad, odio y abuso. Desde la burla en los medios de comunicación, hasta la promoción coercitiva de estilos de vida y creencias sin Dios y un rechazo de la verdad absoluta, el modelo es claro: el sistema del mundo es agresivo en destrozar al cristiano - o al menos en forzarlo a que se adapte a su modelo. Entonces, ¿cómo debe usted responder cuando lo tratan mal debido a su fe? ¿Debería ser un entorno cómodo y sin dolor el objetivo del pueblo de Dios? ¿Qué dice el sufrimiento acerca de su fe? Encuentre cinco defensas para ayudarle a soportar el sufrimiento y mantener la actitud correcta: únase a John MacArthur por Fe probada por fuego. Seguridades contra un mundo hostil 1 Pedro 3:13–17 ¿Sería tan amable de abrir su Biblia en 1 Pedro capítulo 3? Nuestro texto para esta noche son los versículos 13 al 17. Primera de Pedro 3:13 al 17. Permítame leerle estos versículos conforme llegamos a un pasaje nuevo en nuestro estudio: “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.” El título de este párrafo en particular, podríamos decir que es Las Seguridades del Cristiano en un Mundo Hostil. Las seguridades de un cristiano en un mundo hostil. Ahora, tan sólo un poco de trasfondo para que entendamos qué es lo que Pedro está diciendo aquí. Recuerde que el amado apóstol Pedro ha estado dando algunas instrucciones claras, algunas instrucciones cruciales, esenciales a los creyentes acerca de cómo vivir en un mundo hostil. Ellos, de hecho, aquellos a quienes él escribió esta carta, estaban enfrentando persecución y gran dificultad. Ellos estaban bajo prueba pesadas, de ser rechazados por la sociedad en la que estaban. Estaban siendo rechazados de manera tan severa que, en algunas ocasiones, estaban enfrentando persecución hostil conforme él les escribe y quiere darles una perspectiva acerca de esta persecución y cómo enfrentarla. Realmente, le ha tomado todo este tiempo hasta el capítulo 3, versículo 13, para llegar a su tema principal. En cierta manera, de hecho, todo es preliminar hasta este versículo 13 del capítulo 3. En cierta manera, es preparatorio o introductorio. Y comenzó, recordará, al identificar a los cristianos como los elegidos de Dios, redimidos por Jesucristo y después, apartados para vivir una vida santa en el medio de una sociedad impía. De hecho, ese es el tema del capítulo 1:1 hasta el capítulo 2, versículo 10. Esa sección entera básicamente identifica a los creyentes. Comienzan, en el capítulo 1, versículo 1 como los elegidos. Ya para cuando usted llega al capítulo 2, versículo 10, más bien versículo 9, él está diciendo: “ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable.” Entonces, a lo largo del capítulo 1 y el capítulo 2, versículos 9 y 10, él está identificando al creyente como el elegido por Dios, redimido por Jesucristo, apartado para vivir de manera santa en el medio de una sociedad impía con el propósito de alcanzar a esa sociedad con el Evangelio salvador. Después, comenzando en el capítulo 2, versículo 11, él comienza a discutir las relaciones que los cristianos deben tener en esa sociedad. Él identifica a los cristianos en el versículo 11 como extranjeros y peregrinos. Somos extranjeros, somos peregrinos. Somos, por así decirlo, de otro mundo. Únicamente estamos aquí de manera temporal en este mundo. No somos residentes permanentes o ciudadanos permanentes aquí. Y entonces, tenemos la tarea difícil de estar en el mundo, pero no ser del mundo, de ser los elegidos de Dios, redimidos por Jesucristo, apartados para vivir de manera santa con el propósito de evangelizar nuestra sociedad y reconocer, al mismo tiempo, que realmente no pertenecemos a esta sociedad. Tenemos, entonces, la difícil tarea de alcanzar a un mundo que nos amenaza y alcanzarlos con el Evangelio de la gracia salvadora. Debemos vivir de tal manera, como dice el capítulo 2, versículo 12, para que, debido a nuestra vida, la gente pueda venir a la salvación y, de esta manera, glorificar a Dios en el día de la visitación. El día cuando enfrenten al Señor será el día en el que glorifiquen al Señor, porque habrán sido redimidos mediante el instrumento de la predicación del Evangelio por cristianos fieles. Entonces, en el capítulo 2, versículo 13, el apóstol comienza a describir todas las relaciones humanas que son esenciales para nosotros conforme intentamos alcanzar a este mundo para Cristo. Él habla de nuestra relación con el gobierno. Él habla de nuestra relación con la autoridad. Él habla de nuestra relación con nuestro jefe en el capítulo 3, versículo 1. Él habla de nuestra relación con nuestro conyugue, marido con mujer, mujer con marido. Y a lo largo de toda esa sección todo es evangelístico. Cómo debemos vivir como ciudadanos bajo el gobierno con una meta evangelística en mente. Cómo debemos vivir como empleados bajo un jefe con un propósito evangelístico en mente y cómo debemos vivir como un cristiano casado con un incrédulo con un propósito evangelístico en mente. Después, llegando a los versículos 8 al 12, él habla de la actitud general con la que vivimos en el mundo, la cual toca a toda persona con la que nos encontramos. Entonces, como dije hasta ahora, él en cierta manera ha estado estableciendo un fundamento. Esto es lo que son y así es como deben actuar en medio de una sociedad hostil. Ahora, él va a decir, dado que ustedes viven de esta manera en una sociedad hostil, aquí están sus seguridades cuanto esa sociedad viene contra ustedes. Aquí está el propósito alcanzado, armar a los elegidos con la actitud correcta conforme enfrentan al mundo hostil. Cómo debemos confiar en el poder de la justicia, triunfar sobre la hostilidad y triunfar sobre el sufrimiento. Él quiere que tengamos, a pesar del hecho de que somos extranjeros y peregrinos y a pesar del hecho de que somos tratados con hostilidad y persecución, él quiere que tengamos una causa para gozarnos de manera confiada en lugar de alarmarnos o tener ansiedad. Ahora, en el tiempo de Pedro, claro, fue diferente en ciertas maneras de lo que es en nuestro tiempo. Hubo hostilidad directa y algo de persecución directa contra los que eran de Dios. Todavía existe eso en algunas partes del mundo, aunque en nuestra propia nación no es tan abierto y agresivo como podría hacer en algunos otros lugares, por lo menos, no oficialmente. Creo que hay una hostilidad que se está incrementando contra el cristianismo. De hecho, hay una hostilidad que se está incrementando contra el cristianismo en la población en general. Lo puede ver en diferentes maneras. Se me entregó este pequeño catálogo. Es uno de ese tipo de catálogos que usted recibe en el correo, si usted recibe uno de ellos, poco después, va a recibir todos ellos. Se llama La Vida Casual en Estados Unidos. Es un catálogo de regalos distintivos y tiene comederos para aves y también cosas para su gato y computadoras pequeñas y rompecabezas y pequeños barómetros y tasas para café y todo ese tipo de cosas que usted espera aquí, marcos para las fotos de su bebé y casas para perro y demás. Y después, a la mitad hay un nuevo juego bastante interesante que se presenta. Es ofrecido por un precio de $25 y el nombre del juego es “Roba el Rebaño, el juego del evangelista de televisión”. Es llamado el juego de mesa de las señales de los tiempos. Usted juega con uno de los evangelistas de la televisión. Todo el mundo en el juego es un evangelista de la televisión que prefiere nuevas limusinas en lugar del Antiguo Testamento, dice. Usted se esfuerza por acumular una fortuna mientras que usted es cautivado por la intriga, presiones de estrategia que mantiene a todo el mundo en suspenso. Dos a ocho jugadores. La caja del juego incluye 400 millones, tarjetas del diablo, tarjetas de ángeles y tarjetas de la voluntad de Dios. Treinta estaciones de televisión, 90 monedas para adquirir bienes, parques temáticos y jets corporativos, etcétera. Este es el nuevo juego del evangelista de la televisión. Roba al rebaño. Sarcástico, sí. Pero mostrando una hostilidad en contra de los charlatanes del cristianismo, obviamente. Y en una sociedad en donde el cristianismo continúa desacreditándose a sí mismo a gran escala, y en una sociedad que tiene un secularismo floreciente, un materialismo floreciente, un humanismo fluorescente, una sociedad que está inclinada hacia la fornicación, una sociedad que ha hecho de la homosexualidad nada más que un estilo de vida alternativo, una sociedad que está ahogándose en la pornografía, una sociedad que está profundamente inmersa en que el hombre resuelva sus propios problemas como él quiera resolverlos, siempre y cuando se sienta cómodo consigo mismo, en esa sociedad usted tiene una hostilidad que está emergiendo hacia la virtud definitiva del cristianismo. Y yo creo que conforme vivimos nuestras vidas en el futuro, quizás percibamos más y más de esta hostilidad, si no a un nivel oficial gubernamental, a un nivel personal no oficial, con toda certeza. Este pasaje, entonces, habla a nosotros. Nos habla a todos nosotros que vivimos una vida piadosa en medio de una cultura impía para saber cómo debemos defendernos en contra de las amenazas de ese mundo hostil. Cómo podemos callar a los críticos. Cómo podemos hacer lo que el capítulo 2, versículo 12 dijo, tener tal conducta que aquellos que nos quieran calumniar tendrán que calumniarnos por algo bueno, porque no pueden encontrar nada malo. ¿Cómo podemos vivir de tal manera que podamos callar a nuestros críticos? ¿Que podamos estar seguros en este ambiente hostil? Bueno, Pedro nos va a dar una serie de principios aquí y me gusta llamarlos ‘las seguridades del creyente en un mundo hostil’. Debemos apoyarnos en ellos para asegurarnos. Para minimizar la amenaza, para minimizar la posteridad. Son nuestras defensas en contra de aquellos que quieren atacarnos. Número uno. Número uno, la llamaremos una pasión por la bondad. Una pasión por la bondad. Ahora recuerde, Pedro ya ha identificado quiénes somos. Él ya ha identificado cómo debemos vivir en un mundo hostil. En general, debemos vivir de manera evangelística. Y ahora, él explica de manera muy específica cuáles son nuestras seguridades conforme confrontamos a este mundo hostil. Seguridad número uno es una pasión por la bondad, versículo 13. Una afirmación muy básica. “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño si vosotros seguís el bien?” Ahora amados, ahí está la primera línea de defensa que tenemos. Es muy difícil, Pedro está diciendo, es muy raro para algunas personas, para la mayoría de la gente, tratar mal a aquellos que son celosos por el bien. Inclusive un mundo hostil es tardo en lastimar a la gente que hace el bien, que buscan hacer el bien para la sociedad, que muestran amabilidad, que son abnegados, que son amables, misericordiosos, considerados, amorosos, preocupados por otros. Muy difícil. El mundo no tiene problema alguno atacando con gran hostilidad a los charlatanes y a los impostores que roban de las viudas y los huérfanos, que se enriquecen a expensas de otras personas. Pero el mundo no está tan pronto en venir en contra de aquellos que están haciendo el bien. Y creo que lo que Pedro tiene en mente aquí es muy general, una vida buena. Una vida benéfica. El tipo de vida que se caracteriza por generosidad, abnegación, bondad, consideración hacia otros. Eso es difícil de lastimar. Tiene una manera de detener la mano de ellos. Entonces, Pedro comienza al insistir que una de nuestras seguridades en el medio de un ambiente hostil es un celo apasionado por lo que es bueno. Y si esa es la virtud de la vida de usted, ¿quién es aquel que os podrá hacer daño o que les haga maldad, literalmente? Es una pregunta retórica. ¿Quién está ahí para lastimarlos? La respuesta implícita es nadie o muy pocos. Dice: “¿y quien es aquel que os podrá hacer daño?” El verbo realmente traduce ‘si se convierten’. Si se convierten en ‘zelotes por lo que es bueno’. En otras palabras, si esa es su virtud, usted es un zelote para lo que es bueno. Ahora, ¿qué significa la palabra zelote, zēlōtai? Bueno, es una persona con una pasión. Es una persona con gran pasión para alguna causa. Si usted estudia el trasfondo del Nuevo Testamento, usted sabe que durante el tiempo del Nuevo Testamento hubo un grupo de personas llamados los zelotes. Eran los patriotas fanáticos en Israel y juraron liberar a Israel del dominio extranjero a costa de sus propias vidas, si era necesario. En otras palabras, estaban tan comprometidos con la liberación de Israel del poder extranjero que, literalmente, mataban, robaban, mentían, hacían trampa o inclusive entregaban sus propias vidas. Así de devotos eran. Hubo uno de ellos entre los Doce cuyo nombre fue Simón el zelote. Entonces, fueron un partido político radical que estaba dispuesto a entregar su vida. Los zelotes, en particular, comenzaron en el tiempo de los macabeos, el cual estuvo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Ellos echaron mano de la violencia, echaron mano de los asesinatos, absolutamente cualquier cosa que pudieran hacer para expresar su odio hacia extranjeros paganos. Aparentemente, se convirtieron, se convirtieron, debería decir, en una fuerza relativamente significativa en Palestina. En Hechos 21:38 menciona: “¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?” Esa bien podría ser una referencia a los zelotes. Y entonces, por lo menos en esa referencia hubo tanto como cuatro mil de ellos. Fueron hombres que estaban preparados para tomar su vida y jugarse la vida, sacrificar la comodidad, los bienes mundanos en el ardor del amor por su nación. Entonces, Pedro dice: “sean un zelote, nada más que sean un zelote por lo que es bueno. Tengan una pasión tal por la bondad, por la ternura, por la misericordia, por el amor, por la filantropía que el mundo tenga mucha dificultad en perseguirlos.” Sir John Sealy dijo en una ocasión: “ningún corazón es puro que no es apasionado.” Y Pedro está diciendo que deben ser apasionados por lo que es bueno y eso produce una pureza de vida que es muy difícil de perseguir. Inclusive el mundo tiene dificultades en hacer eso. Como dije, es fácil para ellos perseguir a aquellos que hacen el mal, es difícil perseguir a aquellos que hacen el bien. ¿Qué está diciendo Pedro? Enamórense de la bondad. Cuando se convierte en su deleite, cuando se convierte en su gozo, cuando se convierte en su meta, cuando las cosas equivocadas pierden su atractivo, cuando las cosas equivocadas pierden su poder para atraerlos y ustedes se convierten en alguien que está consumido con hacer lo que es bueno, al mundo le parecerá difícil perseguirlos, aunque el mundo es hostil. Ahora, ese simplemente es un principio general. Y Pedro no nos va a dejar ahí. Esa simplemente es la primera seguridad que él quiere presentar. Pero también debe ser señalado rápidamente en el versículo 14, él dice: “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.” Y la implicación aquí es que esta no es una promesa garantizada de que, si usted hace el bien, usted no será perseguido. Simplemente, hace que sea más difícil que usted sea perseguido. Debemos tener una pasión por hacer lo que es bueno. Jesús tuvo esa pasión. Jesús hizo el bien y sólo el bien. Él es nuestro modelo. Sin embargo, Jesús mismo también en últimas fue matado por un mundo hostil. Pero el punto que Pedro quiere que nosotros entendamos es que nuestras vidas deben ser vividas en una manera que sea lo opuesto al escándalo. Nunca debemos ser objeto de escándalo. Debemos vivir las vidas que son impecables. Él no está garantizando que nos sufriremos. Él simplemente está diciendo que es muy difícil que el mundo actúe de esa manera hacia nosotros si nuestras vidas son buenas. No tienen base real para la persecución, no tienen base real para el ataque. Y eso tiende a detener su mano un poco. Entonces, debemos vivir vidas que son celosas por lo que es bueno, celosas por lo que es honorable. Esa es nuestra primera seguridad. Observe nuestra segunda. El versículo 14, el cual acabo de leer un hace un momento nos la da. La segunda seguridad que tenemos es una flexibilidad en el sufrimiento. No sólo una pasión por lo que es bueno, sino una flexibilidad en el sufrimiento. A pesar de la verdad general del versículo 13, habrá ocasiones en las que aquellos que hacen el bien, sufrirán. “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois.” Esas palabras ‘mas también si’ también podrían ser traducidas ‘si acaso de manera en opuesta a lo que se espera’. Esto por cierto en el griego es una construcción pegada a un verbo en el optativo, lo cual simplemente significa que es una posibilidad subjetiva sin un tiempo definido. En otras palabras, no hay certeza de cumplimiento, pero podría pasar. Y eso es lo que está diciendo. Pero inclusive si acaso sucediera que sufran por causa de la justicia, son bienaventurados. Es bueno que Pedro mencione eso, porque algunas de las personas a quienes él escribió pudieron haber estado sufriendo por hacer el bien. También es verdad, amados, y no nos gusta decirlo, pero es verdad que muchos cristianos están sufriendo en manos del mundo. El problema es que están sufriendo porque no hacen lo que está bien. Y entonces, el mundo siente una mayor justificación. Y, por lo tanto, una mayor libertad para su hostilidad. Pero Pedro dice: ‘si algunos de ustedes, si acaso llegaran a sufrir por causa de la justicia,’ eso significa una conducta recta piadosa, no les sorprenda y no sean temerosos, son bienaventurados. Observe el capítulo 4 por un momento, versículo 12. Y encontramos una sección casi semejante aquí que de nuevo nos recuerda que éste es un tema principal de su carta. Primera de Pedro 4:12: “Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido.” En otras palabras, no le sorprenda cuando viene, “como si alguna cosa extraña os aconteciese”. En otras palabras, si algo que nunca debe ocurrir, digo, no les sorprenda si sucede. “Sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de Su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros.” Versículo 15: “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.” Y de nuevo, ahí Pedro dice básicamente lo mismo. Ustedes sufrirán quizás por hacer el bien. Acéptelo. El Espíritu de gloria y de Dios reposará sobre ustedes. Dios tendrá un propósito en todo eso si llegara a suceder. Puede suceder, de hecho, si usted regresa al capítulo dos, versículo 21, usted inclusive lo considerará un privilegio. Cristo también sufrió, dice, dejándonos ejemplo. El cual no cometió pecado, ni se halló engaño en Su boca. Mientras que le maldecían, no respondió con maldición. Mientras que padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga justamente. En otras palabras, hay un sentido en el que pueden identificarse con los sufrimientos mismos de Cristo. También pueden conocer lo que Pablo dice en Filipenses 3 que es la participación de Sus padecimientos. Entonces, primer punto, estamos seguros si tenemos una pasión por la bondad. Segundo punto, también debemos, en ocasiones, tener una flexibilidad en el sufrimiento, si es que viene. En otras palabras, tenemos que doblarnos con él, tenemos que aceptarlo. Tenemos que reconocer que Dios está trayéndolo o permitiéndolo para nuestra prueba, como el capítulo 4, versículo 12 dice, para perfeccionarnos. Habrá puntos en los que nuestra sociedad no tolerará inclusive una vida buena. No tolerarán a un hombre justo, una mujer justa. La presencia misma de virtud santa los irritará al punto en el que tendrán que actuar de manera agresiva en contra de usted. Pero, dice Pedro, cuando sufrimos por lo que es correcto, somos bienaventurados. Literalmente, dice, inclusive si sufren por causa de la justicia, bienaventurados. Bienaventurados. Casi como una exclamación. Ahora, ¿qué significa bienaventurados? No es tanto la idea de feliz, no es tanto la idea de gozoso como es la idea de privilegiado. ¿Muy bien? Privilegiado u honrado. ¿Se acuerda en donde el texto dice de María “bendita eres tú entre las mujeres”? No necesariamente significó feliz. De hecho, su corazón fue traspasado con muchas tristezas. Pero significó privilegiado y puede significar eso. Significó honrado, significó que ella fue el objeto de favor divino y de gracia divina y de bondad divina y de dispensación especial por parte de Dios que le concedió a ella para hacer una tarea especial y disfrutar de bondad especial de la mano de Dios. Y eso es exactamente lo que significa aquí. Aún si sufren por causa de la justicia, son privilegiados, son honrados. ¿Por qué? Porque usted puede unirse, por así decirlo, con los sufrimientos de Cristo. Usted puede participar en Sus sufrimientos como menciona Filipenses 3:10. Observe por un momento Mateo capítulo 5, porque quizás es de esta enseñanza de nuestro Señor que Pedro basó su entendimiento de este pensamiento en particular. En Mateo 5:10: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos,” ahí está. ¿Por qué es usted privilegiado y por qué es usted honrado? Porque entre más usted sufre, mayor es la gloria y mayor la recompensa. Entonces, su primera línea de defensa contra un mundo hostil es un celo por la bondad. Una pasión por lo que es bueno. La segunda es que cuando viene contra usted la hostilidad del mundo, usted es flexible en el sufrimiento. Usted se defiende a sí mismo simplemente al aceptar el sufrimiento como algo que está dentro de los propósitos de Dios que hará que usted sea un individuo privilegiado al sufrir de esa manera. Y de esta manera, disfrute de la bendición eterna que Dios aparta para aquellos que han sufrido de manera especial. Y no voy a tomar el tiempo en esta noche, pero creo que las grandes, grandes recompensas de la gloria serán dadas de manera proporcional a los creyentes en base al sufrimiento de ellos. Dios honrará a aquellos que sufren. Entonces, usted es bendito, bienaventurado. Después, Pedro cita de un pasaje del Antiguo Testamento. ¿Lo ve ahí en el versículo 14? “Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,” eso viene de Isaías 8:12 y 13. Permítame leerle lo que Isaías 8:12 y 13 dice: “No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo.” No deben temer lo que ellos temen. Ahora, en esta porción en particular, el contexto de la cita de Isaías es significativo. Acaz, rey de Judá, enfrentó una crisis debido a una invasión por parte del ejército asirio. Los reyes de Israel y Siria querían que Acaz se uniera a ellos en una alianza en contra de los asirios, pero Acaz se rehusó. Entonces, debido a que él se rehusó, Israel y Siria amenazaron con invadir a Judá. Tras bambalinas entonces, Acaz hizo una alianza con Asiria. Y el profeta Isaías le advirtió en contra de alianzas impías cinco días y lo instó a confiar en Dios únicamente para la liberación. Y él le dice: “santificado a Jehová de los ejércitos mismo, a Él sea vuestro temor y Él sea vuestro miedo y no temáis lo que ellos temen.” En otras palabras, rey de Judá, no temas a los asirios como los sirios y el pueblo de Israel está temiendo el Reino del Norte. No temas el temor de ellos. Teme al Señor. Y aparta al Señor. Santifícalo. Esto está tras bambalinas en Isaías. Y aquí, Pedro está citando eso. Y esencialmente está diciendo: no teman el temor de ellos, o como es traducido en algunas traducciones, no teman la intimidación de ellos. Podría significar el temor que ellos están haciendo temer. En otras palabras, no teman como ellos están temiendo o como otros están temiendo o no teman la intimidación de aquellos que los hacen temer. De cualquier manera, su significado es no teman, no tengan miedo. Y después, él dice: “ni se conturben, no serán sacudidos, no sean molestados”. Ahora, este es un versículo simple con entendimiento simple. Él dice esto: si la persecución viene en contra ustedes por causa de la justicia, son honrados, son privilegiados y Dios los recompensará en la eternidad. Entonces, no teman y no estén turbados. Enfréntenla con valentía. Esta es una flexibilidad en el sufrimiento. No hay razón por la que un creyente deba pensar en cualquier otra manera. John Bunyan, ustedes saben, cuando él estuvo encarcelado en la cárcel de Bedford, él estuvo encarcelado debido a la hostilidad de su sociedad. Nos hicieron que él predicara y entonces, lo encerraron en la cárcel para que él no pudiera tener el lugar público de la predicación. Y esto es lo que él escribió entre muchas cosas, claro, lo que él escribió ahí. Y él escribió estas palabras: “esta prisión es muy dulce para mí y lo ha sido desde que vine aquí; y también lo sería si me ahorcaran, si Tú aparecieras entonces.” En él lo considera un privilegio sufrir y quizás inclusive morir porque lo llevaría a su Señor. Y entonces, necesitamos que los cristianos tengan una flexibilidad en el sufrimiento. ¿Qué significa eso? Aceptarlo como una fuente de bendición y no hacer concesiones con el mundo. No dar marcha atrás y no tratar de eliminarlo al cambiar la teología que usted tiene. Como usted sabe, Martín Lutero estuvo ante aquellos que lo condenaban, el mundo hostil y religioso y él dijo: “no puedo negar lo que he hecho y dicho. No puedo, no puedo.” Y muchos cristianos han sido fieles y han perdido sus vidas, como usted sabe. Creo que muchos más cristianos se han acobardado frente a la hostilidad a lo largo de los años. Pero queremos ser cristianos que son valientes, y con denuedo, y justos y celosos por lo que es bueno y santo. Y si somos perseguidos, nos regocijaremos en la gloria especial que Dios nos concede, descansaremos en el Espíritu de gloria y en nuestro Dios y tendremos por sumo gozo el sufrir por que el sufrió por nosotros. Ahora, esto también significa que usted no puede tener su mente y corazón enfocados en las cosas terrenales. Si usted está preocupado con las posesiones, y los placeres, y la comodidad y la popularidad, entonces usted realmente va a ser amenazado. Pero si el enfoque que usted tiene es el correcto y usted entiende que Dios lo ha honrado a usted mucho por el sufrimiento y que le dará un mayor peso de gloria en el futuro, entonces, usted puede tener por sumo gozo cuando se halle en diversas pruebas, como dijo Santiago. Entonces, el mundo viene contra el cristiano. Su primera seguridad es una pasión por la bondad, lo cual hace que sea difícil para el mundo hacernos algo. Pero en caso de que lo hagan, la segunda línea de defensa es una flexibilidad en el sufrimiento porque, aunque podamos sufrir en manos de ellos, nunca pueden tocar nuestro tesoro verdadero, nunca pueden tocar nuestra relación con Dios y el hecho de que sufrimos nos concede el espíritu de gloria y de Dios que reposará sobre nosotros y un mayor peso de gloria en la eternidad que está por venir. Y ahora, una tercera. Una tercera seguridad en un mundo hostil. Llamémosla un lugar para Cristo. Una pasión por bondad, una flexibilidad en el sufrimiento y un lugar para Cristo. Me encanta esto. Esto también es tomado de Isaías 8:13, como leí hace un momento: “sino santificad a Dios, el Señor, en vuestros corazones.” Deténgase ahí. Santificad a Dios, el Señor en vuestros corazones. En Isaías, la palabra Dios es utilizada en lugar de Cristo. En algunas versiones, es Cristo aquí. Y aquí, el Espíritu de Dios reemplaza la palabra Dios con la palabra Cristo. Pero santificad a Cristo como Señor en sus corazones es lo que dice. Es al Señor a quien usted debe considerar como Santo. Es al Señor a quien usted debe rendir respeto. Ahora, ¿qué significa eso? Significa que sin importar lo que usted enfrente, sin importar lo que lo ataque a usted, usted afirma en su corazón que Cristo es Señor. Estamos de regreso a lo que hablamos esta mañana. Usted está afirmando la soberanía del Señor. Usted está afirmándola. Al único al que realmente tengo que temer, al único al que realmente tengo que tenerle miedo es al Señor. No me molesta lo que los hombres me puedan hacer. Me molesta lo que Dios me pueda hacer. Esa es la intención de Isaías 8:12 y 13. Y esa es la intención de Pedro aquí también. Santificar significa venerar, significa adorar. Significa, por implicación, exaltar, significa magnificar, darle el lugar primordial a. Usted está reconociendo la majestad santa, soberana de Cristo. Usted está diciendo: es el objeto de mi amor, Él es el objeto de mi lealtad, Él es aquel con quien estoy comprometido. Él es el objeto de mi asombro, Él es el objeto de mi reverencia, Él es el objeto de mi adoración. Reconozco Su perfección, magnifico Su gloria, exalto Su grandeza, honro al Cristo viviente como mi Señor y, por lo tanto, me someto a mí mismo a Él y esto está en el plan de Él. Y no temeré, aceptaré lo que Él ha traído. Y lo agradaré a Él con sumisión leal. Esa es la idea. Esa es su tercera línea de defensa. Si vienen en contra de usted con hostilidad, aunque usted está haciendo bien y usted tiene que tener una flexibilidad en el sufrimiento, en el corazón de esta flexibilidad hay un lugar para Cristo. Y ese lugar es el lugar prioritario. Usted afirma que yo veneraré, yo adoraré, yo exaltaré a Cristo como Señor. Yo reconozco que debo darle a Él una obediencia leal con confianza sumisa porque esta hostilidad en contra de mí por parte de un mundo impío debe estar dentro de la voluntad de Él, de lo contrario, no estaría sucediendo. Es maravilloso vivir la vida de esa manera. Es como adornar la doctrina de Dios, como le dijo Pablo a Tito. Este es el cristiano quien, en su punto más profundo, en la parte más profunda de su ser está totalmente comprometido con la gran realidad de que Jesucristo es Señor y lo honraré como Señor inclusive en mis sufrimientos. Él es Señor sobre mí, el Señor inclusive en mi dificultad. La sumisión leal, con confianza le dará a usted valentía, denuedo, fortaleza frente a una sociedad hostil. Lo va a asegurar a usted y usted sentirá esa seguridad. Después, dice Pedro, hay otra seguridad. Versículo 15: “y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” Llamemos a la número cuatro una preparación para responder. Una preparación para responder. El versículo 15 simplemente dice que cuando somos atacados por un mundo hostil, debemos ser capaces de hacer una defensa. Ahora, podría parecer al principio, conforme usted ve este pasaje en particular que esta es una defensa formal. Cuando dice: “estando siempre preparados para presentar defensa,” usted toma la palabra defensa, apología, de la cual obtenemos una apologética o defensa de algo. Usted podría asumir que esta es una defensa formal en una corte en algún lugar. Y, por cierto, es utilizada así en 2 Timoteo 4:16. Pablo habla de su defensa formal en una situación de corte. También en Hechos 25:16. Pero usted tiene la misma palabra, apología utilizada en Filipenses 1:16, aparentemente en un sentido informal, simplemente teniendo la capacidad de dar una defensa a cualquiera que le pregunte a usted, no sólo un juez, un magistrado o gobernador gobernante o alguien sentado formalmente en juicio en contra de usted. Además, la palabra siempre indica que no es sólo mientras que usted está en algún juicio oficial, sino siempre. En toda situación. Usted debe estar listo para dar una defensa no sólo a un juez o magistrado, sino a todo el que os demande razón. Entonces, creo que esto es muy general aquí. Formal en una corte o juicio informal. Usted debe hacer una defensa, dar un discurso de defensa. ¿Y de qué es? Es una defensa a todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. ¿Qué es eso? Esto es muy simple, eso es la fe cristiana, la esperanza que hay en vosotros es la fe cristiana. Simplemente, es otra manera de identificar la fe cristiana. En otras palabras, usted debe tener la capacidad de dar una explicación racional y defensa del por qué usted es un cristiano. Eso es todo. Eso es todo. La fe cristiana o la esperanza cristiana realmente son sinónimas. Pedro ha estado hablando de nuestra esperanza. Capítulo 1, él dice: “siendo renacidos para una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos.” Y ahí, esa esperanza viva es equivalente a nuestra fe viviente o vivir nuestra vida cristiana. A Pedro le encanta la palabra esperanza, por cierto. Él la usa de nuevo en el capítulo 1, versículo 21. Él habla del hecho de que nuestra fe y esperanza están en Dios. Si tuviéramos tiempo, podríamos escarbar en mayor profundidad en este concepto de la esperanza cristiana como una definición de nuestra fe cristiana, pero es suficiente decir que, de hecho, eso es lo que es. Y si usted quiere algún trasfondo de eso, regrese a las notas de la cinta en el primer capítulo cuando explicamos una esperanza viva; y usted encontrará ahí que esa esperanza viva es una calidad de vida perpetua que es lo mismo que la vida eterna o la vida cristiana o la vida de fe. Entonces, él simplemente está diciendo: tengan la capacidad de defender su cristianismo. Tengan la capacidad de decirle a la gente por qué creen lo que creen. Entiendan por qué creen lo que creen y después, tengan la capacidad de expresarlo. Y después, él añade en el versículo 15: con mansedumbre y reverencia. Debe haber una ternura y una amabilidad o gracia en nuestro espíritu. La palabra mansedumbre es de hecho la palabra para mansedumbre o humildad. Poder bajo control es una manera en la que pensamos acerca de esta palabra. Y después, la palabra reverencia, de manera apropiada, es la palabra de hecho para temor. Es la palabra phobou de la cual obtenemos fobias. En otras palabras, reverencia, una reverencia saludable hacia Dios, un haber reverencia saludable por la verdad e inclusive una reverencia saludable hacia la persona a quien usted le habla, una muestra de gracia, amabilidad. Segunda de Timoteo 2 dice que no debemos contender, que no debemos ser contenciosos conforme presentamos la Verdad. Entonces, aquí hay otra línea de defensa, una muy elemental, una seguridad para nosotros. Y eso es que podemos de manera apropiada, cuidadosa, pensada, de manera clara, razonable, bíblica, darle a toda persona que nos pide una razón clara por la que somos cristianos. Eso es parte de nuestra seguridad. Usted pregunta en qué sentido. Le voy a decir en qué sentido. Usted no puede hacer eso de manera racional y usted no lo puede entender de manera completa y clara y expresarlo. Y si usted se mete en la hostilidad y persecución y en un ataque en contra de usted, ¿adivine quién se va desmoronar? Usted. Porque si usted no puede expresarlo de tal manera que sea entendido por alguien más, usted puede tener dificultad al recordarse a sí mismo la suficiente información como con para convencerse a sí mismo que usted verdaderamente es un cristiano. Y usted realmente puede caer en duda. Si usted no tiene el yelmo de la esperanza de la salvación, esos ataques del enemigo pueden ser bastante devastadores. Entonces, para ser eficaces en permanecer firmes contra un mundo hostil, debemos tener una pasión por la verdad, una flexibilidad en el sufrimiento, debemos tener un lugar para Cristo, el lugar prioritario, apartarlo a Él y, en lealtad, someternos a Su voluntad perfecta y santa en medio de este sufrimiento punto y debemos tener una preparación para responder no sólo por conocimiento, sino por valentía. Debemos ser prontos y estar dispuestos a darle a todo hombre que nos pide una razón por la esperanza que hay en nosotros y a hacerlo con una humildad amable, dulce, gentil, de gracia y un sentido de reverencia hacia el Dios, hacia la verdad e inclusive hacia la persona a quien le hablamos. Así es como enfrentamos la hostilidad. Un quinto principio. También debemos tener una conciencia pura. Una conciencia pura, versículo 16. “teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.” Teniendo una buena conciencia. La palabra “teniendo” significa mantener y literalmente es mantener o poseer una buena conciencia. ¿Qué significa eso? Eso significa que su conciencia no lo está acusando a usted. Su conciencia es un mecanismo que lo acusa o lo excusa a usted. Su conciencia es un instrumento que Dios ha plantado dentro de usted para actuar como una fuente de convicción o afirmación. Si usted tiene una buena conciencia, le estará diciendo a usted que todo está bien. Si usted tiene una conciencia mala, le estará recordando a usted que no todo está bien porque hay pecado en su vida. Y lo que Pedro está diciendo es que vivan con una conciencia limpia, una conciencia que no los condena, para que cuando ustedes enfrenten crítica, cuando enfrenten hostilidad, cuando enfrenten persecución, no sienten culpabilidad alguna. Como puede ver, si usted está viviendo una vida pecaminosa, si usted no es celoso por la bondad y si usted no es leal a Jesucristo y si usted no es como una de estas personas que ha representado de manera equivocada a Cristo y está viviendo una vida que calumnia a Cristo o trae menosprecio a Cristo y la persecución viene en contra de su cristianismo, usted va a sentir un peso muy pesado de culpabilidad porque realmente eso es lo que usted merece. Entonces, usted no tiene defensa en contra de eso. Pero si su conciencia está limpia, entonces usted no está ansioso, usted no está turbado. La gente siempre me dice: “sabes una cosa, te critican mucho.” Eso es verdad. “Y te atacan mucho.” Eso es verdad. Y ellos preguntan: “bueno, ¿cómo respondes a eso?” Y yo digo, mi primera respuesta siempre es igual: “veo a mi corazón para ver si la crítica es válida. Y si al ver mi corazón puedo decir que tengo una conciencia limpia, entonces, no tengo ansiedad porque no hay nada ahí que me está convenciendo de pecado. Y no me trae dolor, no me trae problemas, porque no puede producir culpabilidad alguna. Sí, por otro lado, soy acusado de hacer algo y de alguna manera soy perseguido por alguien y veo mi corazón y digo sí, sí, esa es una acusación válida. Entonces, la culpabilidad se incrementa dentro de mí y no tengo seguridad en contra de esa crítica.” Entonces, debo mantener una conciencia limpia, porque una conciencia contaminada no puede estar cómoda. Una conciencia contaminada no puede resistir el ataque de la hostilidad. Debemos mantener nuestra conciencia limpia. ¿Y cómo sucede eso? La conciencia simplemente responde a lo que sabe que es verdad en nosotros. Si la conciencia sabe que estamos en pecado, nos va a acusar. Si la conciencia sabe que estamos viviendo en obediencia, nos afirmará. Es esa pequeña voz en el interior, usted sabe, de la cual Pablo habló con tanta frecuencia y decía: “mi conciencia está limpia, mi conciencia está limpia. Yo no he ofendido a nadie.” Es esa pequeña voz que dice: “tu vida está bien” o que dice: “tu vida está mal.” Y si la hostilidad viene y la persecución viene, y usted sabe que su vida está bien y usted sabe que es usted es fiel y ha apartado a Cristo en su vida como Señor y está siguiendo en sumisión leal a Él y usted está buscando lo que está bueno y usted está buscando la santidad para glorificarlo, sin importar qué hostilidad venga, hay paz y usted tiene una defensa en medio de un mundo hostil. Entonces, él dice: “si su conciencia está limpia, entonces en aquello en lo que son calumniados, no tendrán culpabilidad. Y aquellos que calumnian su buena conducta en Cristo, serán avergonzados porque será una acusación falsa.” Ésa es la idea. Es lo mismo que él dijo en el 2:12: “cuando los calumnien, asegúrense de que los calumnien por lo que es bueno.” Por cierto, esa palabra “murmuran” es una palabra griega interesante, katalaleō. Es una palabra onomatopéyica. Esto es que se oye como su significado. Es katalaleō, blablablá blablablá. La hemos visto en otras ocasiones. Es una palabra que habla de abuso verbal, calumnia verbal. La palabra ‘calumnian’ significa amenazar, abusar, insultar, maltratar. Y él dice: si llega a pasar que tienen una conciencia limpia, ustedes pueden decir está bien, la vergüenza es para ellos, no para mí, deben estar avergonzados si están acusando de manera falsa. Como usted puede ver, lo que hace que el mundo se sienta tan bueno en sí mismo y tan correcto en condenar al cristianismo es venir en contra de alguien que ha escandalizado la fe cristiana. Al mundo le encanta eso. Les encanta hacer esto porque les hace sentir justos, porque verdaderamente hay un escándalo ahí. Y cuando encuentran esto, llevan eso al máximo nivel, porque los hace sentir que ellos son buenos en sí mismos y les da una causa justa de condenar a un cristiano, o al que dice ser un cristiano. Por otro lado, Pedro dice que deben vivir de tal manera que cuando alguien hace eso, deben estar avergonzados de sí mismos, no ustedes. Entonces, ¿cuáles son nuestras defensas contra la hostilidad del mundo? Una pasión por la bondad, lo cual hace que sea difícil que ellos nos calumnien. Si ellos llegan a hacerlo, tenemos una flexibilidad en el sufrimiento, lo aceptamos como la voluntad del Señor y después, hay un lugar para Cristo, le damos el lugar prioritario. Y en medio de ese sufrimiento y hostilidad en lealtad amorosa a Él, continuamos en nuestra obediencia y en nuestra fidelidad a Él. Y después, estamos preparados para responder cuando tenemos que enfrentar a los que nos cuestionan. Podemos darles a todos los que nos piden, una razón clara del por qué somos cristianos; y después, mantenemos una conciencia pura. En otras palabras, mantenemos nuestra vida recta y por el Espíritu de Dios, nos mantenemos obedientes a la Palabra de Dios de tal manera que tenemos una conciencia pura. Y cuando somos calumniados, no nos sentimos avergonzados, sino que ellos se sienten avergonzados porque no tienen justificación para hacerlo. Quiero darle un último punto, versículo 17, también debemos tener una perspectiva en las opciones. Una perspectiva en las opciones. Versículo 17: “porque mejor es que padezcáis haciendo el bien si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.” Esas son las dos opciones que usted tiene. Más vale que usted tenga una perspectiva cerca de sus opciones. La opción número uno es: usted puede sufrir por hacer lo que es correcto, si Dios así lo quiere. Y usted puede ser bendecido en ese sufrimiento y ser recompensado eternamente. Opción número dos es: usted puede sufrir por lo que es malo. Usted decide. El meollo es que Dios quiere ambos. Él quiere que, si usted hace lo que es correcto, usted sufra para que usted sea fortalecido y para que Él sea glorificado. Y Él quiere que, si usted hace lo malo, usted sufra porque ésa es Su disciplina. Escoja su opción. Usted tiene una perspectiva las opciones, ¿no es cierto? Entonces, sabemos cómo enfrentar a un mundo hostil. El modelo para esto no es ningún otro que Cristo y Él se convierte en nuestra consideración conforme regresamos a este texto en dos semanas. Inclinémonos juntos en oración. Padre, ha sido bueno en esta noche simplemente pasar estos momentos en Tu Palabra. Y algunas veces, sentimos como que estamos oyendo un eco de Pablo en Filipenses conforme él también estaba enseñándole a los suyos a cómo vivir en un mundo hostil y experimentar gozo y experimentar bendición. Padre, Te damos gracias por lo que hemos aprendido de Pedro, esas cosas que nos aseguran contra las amenazas de este mundo hostil. Padre, ayúdanos a poder implementarlas en nuestras propias vidas, conforme nos sometemos fielmente a Tu Palabra y a Tu Espíritu. Y esto pedimos para la gloria de nuestro Salvador, Jesucristo. Amén. El deber del cristiano en un mundo hostil, 1ª Parte 1 Pedro 4:7a Primera de Pedro capítulo 4 es nuestro texto para el mensaje en esta noche. Primera de Pedro capítulo 4, versículos 7 al 11. Permítame leerlos como texto para lo que el Espíritu del Dios nos enseñará en esta noche. “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y, ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” A partir de este texto, quiero hablarle durante las siguientes dos semanas acerca del tema: el deber del cristiano en un mundo hostil. Y quiero comenzar simplemente al preparar el escenario un poco de la época en la que nos encontramos, particularmente con respecto a la Iglesia. La Iglesia en la actualidad está en una necesidad urgente de avivamiento espiritual. Y ese avivamiento espiritual únicamente puede ocurrir cuando nosotros como cristianos comencemos a cumplir con nuestro deber espiritual. Entonces, lo que Pedro está diciéndonos aquí es clave para el asunto entero de la vida cristiana. Si vamos a ser lo que debemos ser por el diseño de Dios en este mundo, entonces tenemos la obligación de alinearnos en obediencia a las verdades que nos son dadas en estos grandes versículos. La Iglesia necesita avivamiento; y vendrá cuando los cristianos tomen en serio su vida cristiana. Y sólo cuando la Iglesia es avivada y restaurada, el mundo comenzará realmente a darse cuenta de quiénes somos nosotros. Es interesante inclusive decir que la Iglesia necesita avivamiento en nuestra época porque parece como si no hace mucho tiempo atrás estuvimos experimentando un tipo de avivamiento. De hecho, esta condición desesperada de la Iglesia parece ser algo nueva. Si usted regresa para efectos de ilustración a la década de los años 70, usted recordará algo llamado el movimiento de Jesús. El movimiento de Jesús francamente fue testigo de un incremento sin precedentes en los evangélicos bíblicos conservadores. Fue en mi vida el mayor florecimiento de interés en la Biblia, el mayor florecimiento de interés en el evangelismo, estudio bíblico, discipulado, todas esas cosas que son parte del palpitar, de la médula de los evangélicos conservadores. Hubo una explosión de nuevas traducciones de la Biblia comenzando con la nueva versión americana. Y después, vino la Biblia viviente, la cual realmente no es una traducción, sino una paráfrasis. Y como resultado de eso, vino mucho interés en el estudio bíblico. La transmisión televisiva cristiana comenzó a explotar a nivel exponencial, mucho más allá de la imaginación de las mayores predicciones del futuro de la Iglesia. Junto con eso, vinieron las publicaciones cristianas y cada vez que volteábamos, había una nueva casa de publicaciones publicando nuevos materiales para la vida cristiana. Y después, vinieron las cintas y después, vino una inundación increíble, absolutamente increíble de música cristiana, proliferando al punto en el cual ya no tenemos nada que no sea cristiano y nunca podríamos terminar de oír lo que está disponible. Hubo una explosión tremenda en iglesias que creían la Biblia. Me acuerdo de la Iglesia más grande de la que yo supe, tenía mil quinientas personas. Y una Iglesia con mil quinients personas en la actualidad sería considerada una Iglesia de tamaño mediano. Las iglesias ahora inclusive están construyendo auditorios para poder alojar a cinco mil, seis mil, siete mil y hasta diez mil personas. Y todo esto como resultado de esta explosión floreciente que fue llamado el “movimiento de Jesús”. Y todos le dimos gracias a Dios por lo que parecía como un real avivamiento y quizás, en retrospectiva, al mirar atrás, lo evaluamos como tal. Pero francamente, conforme entramos a la década de los años 90, se vuelve más y más aparente que la tendencia prevaleciente en la Iglesia se ha apartado de esa época de avivamiento. Ya no hay lo que yo llamaría un movimiento de avivamiento en la Iglesia, un movimiento que floreció motivado por el Espíritu Santo. Lo que ahora ha sucedido es una especie de institucionalización popularizada de la Iglesia. En un editorial reciente de la revista Masterpiece, la cual espero que hayan recibido, escribí acerca de lo que se llama “cristianos pop o el cristianismo pop”, lo cual es lo que tenemos en la actualidad. Tenemos un tipo de cristianismo popularizado institucionalizado. Es una forma socialmente favorable del cristianismo y, de hecho, se está volviendo más y más aceptable a nivel social, conforme quita más y más cualquier mensaje ofensivo. Es sorprendente qué tan rápido este movimiento vino. Pero francamente, con una capacidad en los medios de comunicación masivos rápidos y de alta tecnología, cuestiono si algún movimiento durará mucho tiempo. Se mueven tan rápidamente debido a que la comunicación se mueve tan rápido... Entonces, aquí estamos saliendo de la década de los 70 y llegando a la primera parte de la década de los 80. Es una época de avivamiento a una manera de pensar totalmente diferente en la Iglesia. Una época de vida centrada en uno mismo en la Iglesia, una época de psicología en la Iglesia, una época de cristianismo popularizado, una época de cristianismo que se ha vuelto pragmático, en donde las preguntas que se están haciendo son: ¿funciona?, ¿qué hará por mí?, ¿cuánto éxito producirá?, ¿cuánto dinero traerá?, en lugar de las cosas que honran el corazón de Dios. Y la Iglesia pop francamente está en todos lados. En donde es más evidente, me imagino, es en la televisión cristiana y, en segundo lugar, en la radio cristiana, en programas de celebridades y de entretenimiento de celebridades que han reemplazado la adoración. Y junto con ello, el orgullo ha reemplazado a la humildad y el éxito ha reemplazado a la excelencia, la inteligencia ha reemplazado a la virtud, y más y más. Los programas de radio cristianos en los que usted llama y también incluyen a cualquier invitado que usted pueda imaginarse con pocos comentarios acerca de que, si el invitado dijo lo correcto, lo incorrecto o es algo indiferente. Los programas cristianos, en donde tienen anfitriones que se sientan ahí con mucha gente que viene al escenario. Y los entrevistan, profesando cualquier tipo imaginable de situación que viene de Dios. Y el anfitrión no hace comentario alguno en cualquier cosa fuera de dar una plataforma a todo esto. La radio cristiana ha proliferado junto con la psicoterapia, reemplazando a la enseñanza bíblica como algo normal. Las iglesias locales se están convirtiendo rápidamente en zonas de comodidad. Country clubs cristianos, centros comunitarios con menos y menos impacto redentor y muy poca amenaza en contra del pecado. Y las tendencias de este tipo de cristianismo pop, creo yo, son más sutiles que el liberalismo teológico. El liberalismo teológico ataca a la Iglesia de frente. Es muy fácil verlo. Es muy fácil enfrentarlo. Pero la Iglesia pop profesa un compromiso de labios para afuera con la verdad mientras que, en silencio, la ataca. El cristianismo popular tiene una tendencia de hacer de la base de la fe algo diferente que la Palabra de Dios. La base de la fe ahora es la experiencia. La base de la fe es la emoción. La base de la fe es resolver problemas, es de nuevo la teología de la necesidad. El movimiento carismático ha guiado el movimiento con una nueva base de fe y eso es revelación privada, palabras privadas de Dios. Entendimiento privado, profecías privadas, visiones privadas y demás. La psicología secular, en cierta manera, ha sido cuasi santificada y ofrece una terapia de autoayuda que también refleja este alejamiento de la Palabra de Dios como la base para vivir la vida cristiana. El ministerio cristiano ha sido inundado de arriba hacia abajo con pragmatismo, con manipulación, con profesionalismo, con consumismo, todas esas cosas que indican menos que un cimiento bíblico para nuestra fe. Y a lo largo de esta idea, el enfoque del cristianismo pop y de la Iglesia pop, no sólo se ha alejado de la base bíblica de la fe, sino que se le ha alejado de la persona de Jesucristo. Eso necesita ser enfatizado. Algo o alguien más ocupado el centro, no Cristo. Es la celebridad, es el evangelista, es el proyecto. Es la campaña que busca levantar fondos, es el edificio nuevo, son los milagros, supuestamente. Es lo que se llaman sanidades y es todo y cualquier cosa menos que Jesucristo. Y tenemos un cristianismo popular que no está centrado en Cristo y no que está basado en la Biblia. Tiene una nueva base en su fe, tiene un nuevo objeto de afecto. Están enamorados de la celebridad, están enamorados del sistema. Están enamorados del edificio, de las instalaciones, del programa o lo que sea. Hay una especie de fe de fantasía no fijada en Cristo, sino una especie de fe nebulosa que quiere apegarse a los milagros, curaciones, sanidades, salud, riqueza, prosperidad, comodidad, ganancia personal. Y claro, en ese tipo de ambiente de creencia fácil, florece un Evangelio barato. Y tenemos que hacernos la pregunta en dónde está esa fe fuerte. En donde está esta fe centrada en Cristo que permanece firme y que se aferra a Dios en medio de las pruebas duras en lugar de ese emocionalismo frágil llamado fe que es poco más que un escapismo egoísta. Cristo ya no es el mensaje, aunque Él es nombrado de vez en cuando, el enfoque está en el hombre. El hombre es el mensaje y cómo el hombre puede resolver sus problemas y vivir en una vida más cómoda. Eso es lo que importa. El enfoque del cristiano pop de la Iglesia no está interesado en la segunda venida de Jesucristo, porque eso sería terminar su viaje que tanto están disfrutando en este tren pop en particular. De hecho, yo añadiría un tercer comentario y eso es que el enfoque de la Iglesia pop está en algo diferente de la santidad. Es la felicidad. Es la satisfacción. La búsqueda de la Iglesia en la actualidad, su base no es la Palabra de Dios. Su enfoque no está en Cristo. Y entonces, su meta no es la santidad. Su meta es la felicidad. Lo que a usted lo haga feliz, lo que a usted lo satisfaga es lo que usted busca. Y realmente, creo que todo esto está destrozando el corazón de la Iglesia. Piénselo. ¿Qué podría hacer Satanás para tratar de destruir a la Iglesia, que sería más eficaz que atacar la base de la fe, la cual es la Palabra de Dios, el objeto de la fe, el cual es Cristo, y la meta de la fe, la cual es la santidad? Todavía hablando de la fe, todavía hablando de Cristo, todavía hablando de la virtud, pero realmente atacando todo eso. Una nueva base de fe, mi experiencia. Un nuevo objeto de fe, mi héroe, mi programa, mi reino espiritual, lo que sea. Y una nueva meta en la vida, la felicidad, no la santidad. No podría haber una mejor estrategia. Esa es la estrategia de Satanás. Pero, ¿qué es lo que vamos a tener que hacer para traer avivamiento la Iglesia? ¿En dónde debe colocarse el enfoque? ¿Cómo debemos vivir como para no perder nuestro poder y para ser útiles para Dios? Pedro nos da la respuesta aquí en este texto. Y yo creo que lo que usted tiene aquí en estos pocos versículos, versículos 7 al 11 realmente es un principio para entender el genio inimaginable del Espíritu Santo de Dios. Sólo el Espíritu Santo, quien, en una economía de palabras, puede decir una eternidad de verdad. Y eso es lo que usted tiene aquí. Toda nuestra vida cristiana puede reducirse a estas afirmaciones en los versículos 7 al 11. Y le confieso que es algo muy difícil predicar a lo largo de esto sin quedarse aquí al resto de su vida, porque toda palabra en este pasaje en particular me provee un número infinito de tangentes posibles que lucharé mucho por evitar por causa de ser misericordioso con usted. Pero esta es una porción cargada de las Escrituras. De hecho, he estado estudiando personalmente y predicando esta porción en particular de las Escrituras probablemente durante 25 años; no aquí en Grace Community Church, porque nunca antes habíamos estudiado 1 Pedro fuera de una ocasión cuando vine por primera vez hace 21 años atrás, pero en muchos otros lugares, he regresado a este pasaje es debido a su enseñanza tan básica y tan importante. Nos da un resumen de todo lo que Pedro quiere decir acerca del deber de la vida cristiana en un mundo hostil. Ahora, permítame darle tan sólo una idea del trasfondo del texto conforme entramos al versículo 7. Recuerde que, en todo capítulo de esta epístola hasta aquí, el querido apóstol Pedro ha desafiado a los creyentes que están leyendo esta carta. Recuerde, están dispersos, son perseguidos, están siendo calumniados, están siendo abusados, son cristianos que están sufriendo. Están viviendo en un mundo muy difícil y hostil. Y en cada capítulo, él los ha llamado a enfocarse en la verdad, a enfocarse en el Señor Jesucristo y a enfocarse en la vida santa. En otras palabras, él les ha dicho: “asegúrense de mantener la base de su fe, la Palabra de Dios. Asegúrense de mantener el enfoque de su fe, la persona de Jesucristo. Y asegúrense de mantener la meta de su fe, la santidad. Sean piadosos, vivan esas vidas gozosas, puras, ejemplares, aunque deban sufrir en el proceso.” Y, de hecho, si vemos esta epístola desde ese punto de vista, podemos encontrar aquí varios motivos para vivir su vida cristiana en el sufrimiento. Él comienza, por ejemplo, al decir deben vivir la vida cristiana, aunque sufran, uno, debido a nuestra salvación preciada. Y desde el capítulo 1, versículo 1 hasta el capítulo 2, versículo 10, él habló acerca de nuestra salvación preciada. Nuestra salvación es tan preciada que debe demandar lo mejor de usted. Y después, en el segundo lugar, en el capítulo 2, versículo 11 hasta el capítulo 4, versículo 6, él dice que deben vivir una vida santa en medio del sufrimiento no sólo debido a su salvación preciada, sino debido a su situación presente. Y su situación presente es que son llamados a ser una comunidad que da testimonio. Sin importar cuán difícil sea. Y ahora, él llega a la tercera sección de la epístola y él dice: “deben continuar con su vida cristiana, enfocados en la Palabra, en Cristo y en la santidad, no sólo debido a su salvación preciada, su situación presente; sino también, en tercer lugar, debido a su segunda venida personal.” Deben vivir a la luz del regreso de Jesucristo y ese es su tema desde el capítulo 4, versículo 7 hasta el capítulo 5, versículo 11. Esa sección entera es dada a la luz de la segunda venida de Jesucristo. De hecho, él menciona la segunda venida, hace referencia a ella en el versículo 7, la menciona específicamente en el versículo 13, la revelación de Su gloria, se vuelve a referir a ella en el versículo 4 del capítulo 5, la manifestación del Príncipe de los Pastores que traerá la corona incorruptible de gloria. Y entonces, él aquí está tomando a su Iglesia que está sufriendo y llevándolas desde una perspectiva de su salvación y una perspectiva de su situación a una perspectiva de la segunda venida. Estas tres secciones entonces presentan los motivos básicos por los cuales debemos vivir la vida cristiana: debido a la salvación preciada que Dios nos ha dado, debido a la situación presente en la que debemos ser testigos y debido a la segunda venida de Cristo personal que tenemos, en donde tendremos que responderle a Él por la vida que hemos vivido. En esta noche, entonces, llegamos a esa tercera sección. Ahora, quiero que observe que al decir que este es el corazón y tema de esta tercera sección, no significa que no han habido referencias previas a la venida de Cristo. Ese no sería el caso. Han habido referencias previas a la segunda venida de Cristo. De hecho, ahí atrás en el capítulo 1, él habló del hecho de que nos está esperando una herencia incorruptible, incontaminada, inmarcesible reservada en los cielos para vosotros. Y la implicación es que algún día Él va a venir para llevarnos ahí para recibir esta herencia maravillosa. Encontramos esto en el versículo 13 del capítulo 1, él dice: “ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios y fijen su esperanza completamente en la gracia que os será atraída en el apokalupsis, la revelación de Jesucristo.” Capítulo 2, versículo 12, él habla acerca del día de la visitación; esto es del día en el que los hombres se enfrentan a Dios. Entonces, hay un tiempo que está por venir, cuando Jesús vendrá y Pedro ya ha hecho referencia a eso. Y aquí, de nuevo, él lo hace el tema de esta sección final. Él nos está llamando a una vida santa en base a la inminencia de la venida de Jesucristo. Entonces, en esta sección, se unen dos cosas: debemos vivir una vida piadosa en el sufrimiento a la luz de la segunda venida. Esas dos cosas se unen. Si queremos cumplir con nuestro deber cristiano, debemos saber cuán preciada es nuestra salvación y cuáles son nuestros deberes que demostrarán nuestra gratitud por ello. Debemos saber que Él nos ha dejado en esta situación presente como extranjeros y peregrinos para llevar a hombres y a mujeres al conocimiento de Jesucristo y debemos vivir a la luz de la eternidad, la luz del cielo y la luz de Su pronta venida. Ahora, ¿cómo debemos vivir entonces? ¿Cuál es nuestro deber cristiano, conforme sufrimos en este mundo, buscando la santidad a la luz del regreso de Cristo? El primer punto viene en el versículo 7. Llamémoslo el incentivo. El incentivo. Después, veremos las instrucciones. Y finalmente, la intención será nuestro enfoque en la próxima semana. Pero por ahora, el incentivo. Versículo 7: “más el fin de todas las cosas se acerca.” Deténgase ahí. Ése es el incentivo. El fin de todas las cosas se acerca. Quiero que entienda, sobre cualquier otra cosa, esta afirmación. El término fin es la palabra griega telos, una palabra muy conocida para cualquier estudiante de la Biblia. Y cuando es traducida fin podría expresar la idea equivocada. Podría expresar la idea de cese. Podría expresar la idea de término. No significa ninguna de estas cosas. Nunca es usada de un fin temporal en todo el Nuevo Testamento. Nunca es usada de un fin cronológico como si simplemente algo se detuviera. Siempre tiene la idea de una consumación. Dicho de otra manera, tiene la idea de una meta que es alcanzada o un resultado que es alcanzado. O un propósito que es consumado. Tiene la idea de un cumplimiento, de un destino definitivo. No es sólo el fin de algo, es la culminación, la conclusión, el éxito, la meta. Entonces, él dice, la consumación de todas las cosas se acerca. Ahora, amados, eso tiene que referirse al regreso de Cristo. Si él hubiera dicho la consumación de sus problemas se acerca, podríamos decir: bueno, quizás se estaba refiriendo a algo temporal. O si él dijera la consumación de su persecución se acerca, podríamos haber asumido que quizás un tipo diferente de gobierno habría entrado en juego en sus vidas y los habría tratado de manera más amable. Pero él no dice eso. Él no dice la consumación de su dificultad, sus problemas, su situación. Él dice la consumación de todas las cosas. Y la consumación de todas las cosas apunta directamente a la segunda venida de Jesucristo. Debe referirse a eso. No puede referirse a algo menos que eso, porque eso y eso únicamente, es cuando todas las cosas son consumadas. Y eso nos lleva de regreso a 1 Pedro 1:5 de nuevo, en donde dice que somos guardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación que está lista para ser revelada en el tiempo postrero. Y después, en el versículo 7, él dice: “para que seamos hallados en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo.” Entonces, él tiene la revelación de Cristo, lo cual es otra manera de hablar de Su segunda venida conectada con los tiempos finales ahí en el capítulo 1. Y eso es a lo que se está refiriendo aquí. Cuando él dice ‘el fin de todas las cosas se acerca,’ él se está refiriendo a la consumación, el tiempo de gran recompensa en la venida de Jesucristo. Ahora, observe la palabra ahí, una muy simple pero que necesita nuestro entendimiento, se acerca. Esa es únicamente una palabra en el griego. Es la palabra acercarse. Podría ser leído de esta manera: “el fin de todas las cosas está a punto de llegar o de acercarse.” Es un tiempo perfecto y tiene la idea de un proceso consumado con una cercanía resultante. Y creo que se refiere a inminencia. Esto es la venida de Cristo es inminente. El siguiente acontecimiento. Podría suceder en cualquier momento. Está cerca. Pero está recordándoles entonces que deben vivir esperando la cercanía del regreso de Jesucristo. Podríamos decir que deben vivir con, aquí está la palabra, expectativa. Expectativa. ¿Se da cuenta de que cada generación desde ese entonces por lo tanto ha vivido con esa misma expectativa? Todos nosotros vivimos en la actualidad o deberíamos vivir en la expectativa de la venida de Jesucristo. No hacer eso es no ser una Iglesia fiel. Primera de Tesalonicenses fue escrita a una Iglesia fiel y usted recordará que él los felicitó porque estaban esperando a Jesucristo desde el cielo, 1 Tesalonicenses 1:10. Ahí estaban hace 2000 años atrás. Y en ese entonces, estaban esperando Jesucristo. Y esa espera crea una mentalidad del peregrino. Crea una mentalidad de extranjero. Crea un sentido de que yo soy un extranjero. Me recuerda que yo soy un ciudadano del cielo, simplemente, estoy esperando ser llevado ahí. Simplemente, estoy esperando que Cristo se aparezca, que llegue. Usted pregunta cómo es que ellos podían estar esperando en ese entonces y nosotros estamos esperando ahora. ¿Cuándo es que Él va a venir? Bueno, en Hechos 1:7, aquí están las palabras de Jesús, “no corresponde a vosotros los tiempos ni las sazones que el Padre ha fijado por Su propia autoridad.” El meollo, Dios no ha escogido decirnos cuándo es que Jesús vendrá. Él no ha estado dispuesto a hacer eso por razones obvias. Si supiéramos cuándo es que Jesús viene, quitaría uno de los motivos más importantes en la vida de la Iglesia. En otras palabras, nos volveríamos muy flojos si supiéramos que Él no va a regresar pronto y si supiéramos que Él va a venir pronto, estaríamos en pánico. Entonces, Él ha eliminado ambos puntos y nos tiene a todos viviendo en expectativa. Para mostrarle cuán secreto es este asunto, le recuerdo Mateo 24:36 en donde Jesús dijo: “pero de ese día y la hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo ni el Hijo, sino el Padre únicamente.” Dios sabe, Jesús, en Sus limitaciones, en la encarnación que Él se impuso a sí mismo, ni siquiera supo. Pedro le está diciendo a sus lectores: deben vivir con una expectativa constante como si Jesús fuera a venir en cualquier momento. Y les vuelvo a recordar, amados, que, aunque esa es una doctrina no popular en la actualidad, a la mayoría de la gente no le interesa, yo creo, de hecho, con todo mi corazón, que una de las razones contundentes por la que la gente quiere enseñar un rapto post tribulación es porque por lo menos les da mucha advertencia antes de que Jesús llegue aquí. Y les gustaría pensar que van a vivir a lo largo de todo ese tiempo. Quita esa presión de inminencia, de expectativa que nos llama a vivir a un nivel alto de responsabilidad. Después de todo, si voy a vivir la tribulación, hombre, ahora puedo vivir como quiera porque reconoceré la abominación desoladora a la mitad cuando sacrifiquen sobre el altar en el templo de Jerusalén. Eso estará en los periódicos. Sabré cuando estemos allí y sabré cuando los sellos sean rotos y todo eso comience a suceder y todas esas plagas terribles vengan sobre el mundo. Sabremos eso. Veré eso. Y cuando el mar se convierta en sangre, veré eso. Y podré ver todo eso; y entonces, podré saber exactamente dónde estoy y podré enfrentarlo cuando llegue allí. Eso quita cualquier responsabilidad que tengo que tratar con eso ahora. Como puede ver, usted quita la expectativa y usted quita la inminencia y usted alimenta al monstruo, en cierta manera. Y esa es la razón por la que ahora tiene que tomar su decisión, pero creo que esa es parte de la motivación de esta nueva ola de preocupación con el post tribulacionismo, lo cual significa que Jesús no vendrá sino hasta el final de la tribulación de siete años. Y podemos planear nuestro futuro en medio de eso de manera muy fácil. Entonces, vamos a saber cuándo Él llegará. O por lo menos, estaremos bastante cerca de saberlo. Pero ese no es el mensaje de Pedro. El mensaje de Pedro es: oigan, eso está cerca. Y si usted regresa al versículo 5 de 1 Pedro 4, el cual estudiamos en nuestra última lección el último domingo por la noche, recordará que ahí dice que darán cuenta a aquel que está listo para juzgar a los vivos y a los muertos. Ahora, Dios ha encomendado todo juicio a Cristo. Cristo cuando venga juzgará a los vivos y a los muertos en Su segunda gran venida. Y entonces, Pedro está hablando de eso. Él dice en el versículo 5, Él está listo para venir. Y en el versículo 7, él dice: el fin de todas las cosas está muy cerca, es inminente. Es el siguiente en el calendario de Dios. Entonces, debemos vivir en la expectativa aquel que el que esta está por venir vendrá como el Juez de los vivos y los muertos y que eso está muy cercano. Ahora, el Nuevo Testamento está lleno de pasajes que tratan con esta expectativa. Permítame mostrarle algunos de ellos. Acompáñeme ahora con su Biblia y sígame a lo largo de una pequeña ruta comenzando en Romanos 13. Romanos capítulo 13, versículo 12, dice esto: la noche está casi acabada y el día se acerca. Y de nuevo, ese concepto de cercanía o inminencia. La noche está casi terminada y el día se acerca. Versículo 11, nos dice lo que eso tiene en mente. Él dice aquí: ahora, la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. Más vale que se despierte, usted está más cercano de la salvación completa que será de usted en el cielo de lo que usted estuvo cuando usted creyó. La noche casi se acaba. El día cuando Dios venga se acerca. Más vale que hagamos a un lado las obras de las tinieblas. Más vale que nos vistamos de las armas de la luz. Más vale que vivamos de manera apropiada, dice el versículo 13. Despójense, quítense toda lascivia, la embriaguez, la promiscuidad sexual, la sexualidad, las contiendas, los celos. Más vale que nos vistamos del Señor Jesucristo y que dejemos de estar haciendo provisión para la carne. ¿Por qué? Porque Él podría venir en cualquier momento. En 1 Corintios capítulo 7 versículo 29 dice: “pero esto digo hermanos, el tiempo se ha acortado, para que a partir de ahora aquellos que tienen esposas vivan como si no tuvieran ninguna. Y los que lloran, como si no llorasen. Y los que se regocijan, como si no se regocijasen. Y aquellos que se compran, como si no poseyesen. Y aquellos que usan del mundo, como si no usaran de manera plena del mundo porque la forma de este mundo está pasando y quiero que estén libres de preocupación. Estamos en un mundo que está muriendo, estamos avanzando rápidamente hacia la venida de Cristo,” dice Pablo. “Más vale que no se aferren a este mundo.” ¿Entendió eso? Sino que lo tengan en la mano de manera muy suelta. No se involucren mucho en esta vida, en sus emociones, en sus posesiones, en sus relaciones, en sus economías. No se involucren demasiado. Todo se está moviendo rápidamente hacia su fin. El tiempo ha sido acortado. La palabra tiempo aquí no es chronos, es kairos. La época atemporal, el tiempo fijado ha sido hecho más breve conforme esperamos la venida de Jesucristo. Ahora, alguien dice: “bueno, mira, todo el mundo está esperando y Él no viene. Digo, ¿cómo podemos creer que Él va a venir, pero Él nunca viene a nuestra vida?” Ése es el punto. El Señor nunca dijo cuándo vendría para que todo el mundo estuviera en espera. Y esos primeros cristianos creyeron que Jesús iba a venir en cualquier momento y claro que lo creerían debido a que el Señor no les dijo el tiempo y debido a que le dijo que Su venida estaba cercana y habiendo estado tan cerca en Su primera venida, habría sido fácil para ellos esperar que viniera inmediatamente. Dios no estaba engañándolos. Él simplemente estaba diciéndoles: necesitan vivir todo momento esperando la venida de Cristo y aferrándose a las cosas de esta vida de manera muy suelta. Muy suelta. Jesús podría venir en cualquier momento. Lo que podría parecer como un tiempo largo para nosotros, dos mil años, sabemos, no es un tiempo largo. Todos conocemos esa afirmación. Un día para el Señor son como mil años y mil años es como un día. Observe 1 Corintios capítulo 15, versículo 51. Y aquí, de nuevo, está este mismo tipo de expectativa de espera de la venida de Cristo. Él dice: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” En otras palabras, todo va a cambiar. Todo va a cambiar; va a cambiar en el abrir y cerrar de un ojo. ¿Qué es un abrir y cerrar de ojos? Ese no es un parpadeo, ese es el tiempo que toma para reflejar la luz de su pupila. Así de rápido va a cambiar. Y la idea aquí: este es un misterio, no ha sido revelado en el pasado, va a suceder repentinamente. La trompeta tocará instantáneamente y cuando esa trompeta toque, ya no estaremos. Y puede suceder en cualquier momento. En 1 Tesalonicenses capítulo 4 hay otro mensaje de la inminencia y de la expectativa en la que debemos vivir. Primera de Tesalonicenses capítulo 4, versículo 15 dice: “vendrá un gran acontecimiento.” Y dice: “les decimos esto por la Palabra del Señor.” En otras palabras, esto es la revelación del Señor mismo. “Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” Y el tono del lenguaje de Pablo a los tesalonicenses es el tono del mensaje de inminencia. Él no les está diciendo a esas personas que estén vivas en ese entonces o a esas personas que estén vivas cuando, él dice: nosotros, nosotros, nosotros, nosotros. Siempre. La responsabilidad de la Iglesia consiste en vivir a la luz del regreso de Cristo. En Santiago capítulo 5 y versículo 8, lo tiene otra vez. Santiago escribiéndole a los creyentes perseguidos que estaban enfrentando tiempos muy, muy difíciles, les dice en el versículo 7: “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor.” Bueno, ¿acaso el Señor iba a venir en su vida? Resulta que no vino. No obstante, vivieron con esa expectativa. Él dice en el versículo 8: “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor,” aquí está la misma idea, “se acerca.” Es inminente, es pronta. Eso siempre está en el corazón del creyente verdadero. Jesús viene y puede venir en cualquier momento. En Hebreos, capítulo 10, el escritor en el versículo 25 dice que no debemos dejar de congregarnos como en esta noche, no debemos dejar eso, debemos ser fieles a eso como es el hábito de algunos. Hay algunos que habitualmente no vienen. No debemos hacer eso. Debemos congregarnos para alentarnos unos a otros, ahora escuche esto, y mucho más conforme ven que el día se acerca. Ahora, si podían ver la inminencia de que, si ese día se acercaba, aquí estamos, 2000 años más tarde, ¿cuánto más cercanos estamos nosotros? Más vale que se estén congregando con los que son de Dios conforme ven que el día se acerca. Hebreos 12, lo llevo a un versículo, Hebreos 12, versículo 27: “Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.” El versículo anterior: “Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.” Dios había prometido a través del profeta Hageo que Él sacudiría a este mundo. Y aquí, el escritor de Hebreos nos recuerda que todavía está Dios por sacudir, la remoción de las cosas que pueden ser sacudidas. Esto es, este mundo material y el establecimiento de cosas que no pueden ser sacudidas. El Reino y la gloria eternas de Dios. Debemos vivir a la luz de eso como aquellos en el tiempo del Nuevo Testamento lo hicieron. Observe Apocalipsis, dos pasajes que le quiero presentar. Capítulo 1, versículo 3: “bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía. En otras palabras, quiere una bendición, aquí hay una, lea Apocalipsis. La gente dice: “Oh, me gustaría ser bendecido, realmente, me gustaría una bendición.” Muy bien, que hay una, lea Apocalipsis. “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas;” ¿por qué? “porque el tiempo,” ¿qué?, “está cerca.” De nuevo, siempre estaban viviendo a la luz de eso. Que Jesús podía venir en cualquier momento. ¿Qué tenemos al final del libro de Apocalipsis? Estas palabras, capítulo 22, versículo 20: “el que da testimonio de estas cosas dice: sí, Yo vengo pronto.” ¿Y cuál es la respuesta de Juan? “Amén, ven Señor Jesús.” Juan también vivió en la expectativa del regreso pronto de Jesucristo. Usted dice: “bueno, ¿acaso Jesús no debe regresar en los últimos días?” Eso es correcto. Pero, ¿sabe usted cuándo comenzaron los últimos días? Permítame ayudarle. Primera de Juan 2:18. Primera de Juan 2:18, “hijitos, esta es la última hora. Es la última hora y así como habéis oído que el anticristo viene, aunque ahora muchos anticristos se han levantado, por esto sabemos que esta es la última hora.” La última hora ya había comenzado cuando Juan escribió Primera de Juan. La última hora, ahora escuche con atención, comenzó con la primera venida de Jesucristo. Eso inició los últimos días. Esa es la razón por la que el apóstol Pablo al escribirle a Timoteo es tan explícito acerca de los últimos días. El Espíritu dice claramente que, en los postreros tiempos, algunos apostatarán de la fe, 1 Timoteo 4:1. Y esos postreros días ya habían venido. Y esa apostasía ya se estaba llevando a cabo. Y 2 Timoteo 3:1, lo cual se nos leyó esta mañana, también debe saber esto, que, en los postreros días, vendrán tiempos difíciles. Y esos fueron los últimos días. Y los tiempos difíciles ya habían venido sobre Timoteo. Como puede ver, los últimos días vinieron cuando el Mesías vino. Usted pregunta en qué sentido. Escuche con mucha atención y le voy a dar este pequeño panorama. Ellos habían visto en su vida, los judíos y la
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