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d Al e m c a a c rb e o n n a o m ie en n t e o l h y í g sín ado tesi y s e d l e m l ú os s c h u id lo ratos John W. Baynes OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Tras leer este capítulo, el lector debe ser capaz de: ■ Describir la estructura del glucógeno. ■ Identificar los principales sitios del almacenamiento de glucógeno en el organismo y la función del glucógeno en estos tejidos. ■ Resumir las vías metabólicas de la síntesis y degradación del glucógeno. ■ Describir el mecanismo por el que se moviliza el glucógeno del hígado en respuesta al glucagón, en el músculo durante el ejercicio y en ambos tejidos en respuesta a la adrenalina. ■ Explicar el origen y las consecuencias de las enfermedades relacionadas con el almacenamiento del glucógeno en el hígado y el músculo. ■ Describir los mecanismos para la contrarregulación de la glucogenólisis y la glucogénesis en el hígado. ■ Resumir la vía de la gluconeogénesis, incluidos los sustratos, las enzimas únicas y los mecanismos reguladores. ■ Describir los papeles complementarios de la glucogenólisis y la gluconeogénesis en el mantenimiento de la concentración sanguínea de glucosa. INTRODUCCIÓN Los eritrocitos y el cerebro tienen una necesidad absoluta de glucosa sanguínea para el metabolismo energético. Estas células consumen aproximadamente el 80% de los 200 g de glucosa que con sume el organismo cada día. En el plasma y en el volumen de lí quido extracelular sólo hay unos 10 g de glucosa, de manera que el contenido de glucosa sanguínea debe rellenarse constantemente. De lo contrario, aparece hipoglucemia, que compromete a la fun ción cerebral dando lugar a confusión, desorientación y, posible mente, a un estado de coma de riesgo vital a concentraciones de glu cosa por debajo de 2,5 mmol/1 (45 mg/dl). Absorbemos glucosa de nuestro intestino sólo durante las 2-3 h siguientes a una comida que contenga hidratos de carbono, así que debe haber un mecanismo para mantener la glucosa en sangre entre las comidas. El glucógeno, un polisacárido de almacenamiento de la glucosa, es nuestra primera línea de defensa contra la disminución de la concentración de glucosa en sangre. Durante e inmediatamente después de una comida, la glucosa se convierte en glucógeno tanto en el hígado como en el músculo, un proceso conocido como glucogénesis. La concentración tisular de glucógeno es mayor en el hígado que en el músculo, pero debido a las masas relativas del músculo y del hígado, la mayoría del glucógeno del organismo se almacena en el músculo (tabla 13.1). La glucogenólisis y la gluconeogénesis hepática son necesarias para el mantenimiento de la concentración norm al de glucosa en sangre El glucógeno hepático se degrada gradualmente entre las comidas por la vía de la glucogenólisis, liberando glucosa para mantener su concentración en sangre. Sin embargo, las reservas totales de glucógeno en el hígado apenas son suficientes para mantener una concentración de glucosa en sangre en un ayuno de 1 2 h. Durante el sueño, cuando no estamos comiendo, hay un des plazamiento gradual de la glucogenólisis a una síntesis deenovo de la glucosa, también a través de una vía hepática conocida como gluconeogénesis (fig. 13 .1). La gluconeogénesis es esencial para la supervivencia en el ayuno o la inanición, cuando las reservas de glucógeno son mínimas. El hígado utiliza los aminoácidos de las proteínas musculares como precursores primarios de la glu cosa, pero también utiliza lactato de la glucólisis y el glicerol del catabolismo de la grasa. Los ácidos grasos, movilizados desde las reservas de triglicéridos del tejido adiposo, proporcionan la energía para la gluconeogénesis. El glucógeno se almacena en el músculo para usarse en el metabolismo energético El glucógeno del músculo no está disponible para el manteni miento de la glucosa en sangre. La glucosa obtenida de la sangre y del glucógeno se usa sólo para el metabolismo energético en el músculo, especialmente durante los episodios bruscos de actividad física. Aunque el músculo cardíaco y los músculos esqueléticos dependen sobre todo de las grasas como fuente de energía, un cierto metabolismo de glucosa es esencial para un metabolismo eficaz de las grasas en estos tejidos. Este capítulo describe las vías de la glucogénesis y la glucoge nólisis en el hígado y en el músculo, y la vía de la gluconeogénesis en el hígado. ESTRUCTURAC DELCGLUCÓGENO El glucógeno, un glucano sumamente ramificado, constituye la form a de almacenamiento de la glucosa en los tejidos El glucógeno es un polisacárido ramificado de glucosa. Contiene sólo dos tipos de enlaces glucosídicos, cadenas de residuos de glucosa con enlaces a 1—>4 con ramificaciones a l —>6 espaciadas cada 4-6 residuos, aproximadamente, a lo largo de la cadena a l —>4 (fig. 2). El glucógeno está estrechamente relacionado con el almidón, el polisacárido de almacenamiento de las plantas, Tabla 1 Distribución tisular de las reservas de energíaCde hidratos de carbono (adulto de 70 kg) Tejido Tipo Porcentaje de Cantidad masa tisular Calorías Hígado Glucógeno 75 g 3-5% 300 Músculo Glucógeno 250 g 0,5-1,0% 1.000 Sangre Glucosa 10 g — 40 y líquido extracelular — Procedente de la dieta 0 | 12:00 | 24:00 Desayuno Comida Cena Tiempo (24 h) Fig. 1CFuentes de glucosa sanguínea durante un día normal. EntreC lasC comidas,C laC glucosaC sanguíneaC procedeC principalmenteC delC glucógenoC hepático.C SegúnC laC frecuenciaC deC losC tentempiés,C laC glucogenólisisC yC laC gluconeogénesisC puedenC serC másC oC menosC activasCduranteCelCdía.CLasCúltimasChorasCdeClaCnocheCoCporClaC mañanaC temprano,C trasC elC agotamientoC deC unaC fracciónC importanteC delC glucógenoC hepático,C laC gluconeogénesisC esC laC principalCfuenteCdeClaCglucosaCsanguínea. Fig. 2 Esquema de la estructura del glucógeno. LaCfiguraCmuestraC lasC cadenasC a1-»4C yC unC puntoC deC ramificaciónC a1->6.C ElC glucógenoC seC almacenaC comoC gránulosC enC elC citoplasmaC delC hígadoCyCdelCmúsculo. pero el almidón consta de una mezcla de amilosa y amilopectina. El componente amilosa contiene sólo cadenas a l —>4 lineales; el componente amilopectina es una estructura más parecida al glucógeno pero con menos ramificaciones a l —>6, aproximada mente 1 por cada 12 residuos de glucosa con enlaces a 1—>4. La estructura macroscópica del glucógeno es de naturaleza den- drítica, expandiéndose desde una secuencia nuclear ligada a un residuo de tirosina en la proteína glucogenina y desarrollándose hasta una estructura final que se asemeja a la cabeza de una coliflor. Las enzimas del metabolismo del glucógeno están ligadas a la superficie de la partícula de glucógeno; numerosas moléculas terminales de glucosa en la superficie de la molécula proporcionan un acceso fácil para la liberación rápida de la glucosa a partir del polímero de glucógeno. GLUCOGÉNESIS HEPÁTICA A PARTIR DE LA GLUCOSA SANGUÍNEA La glucogénesis se activa en el hígado y en el músculo después de una comida El hígado es rico en el transportador de glucosa GLUT-2 de alta capacidad y baja afinidad (Km > 1 0 mmol/1), haciéndolo libre mente permeable a la glucosa suministrada en concentración elevada por la sangre de la vena porta durante y después de una comida (v. tabla 8.2). Asimismo, el hígado es abundante en gluco- cinasa, una enzima específica para la glucosa que éste convierte en glucosa 6-fosfato (Glc-6-P). La glucocinasa (GK) es inducible por el consumo continuado de una dieta rica en hidratos de car bono. Tiene una Km elevada de aproximadamente 5-7 mmol/1, de forma que su actividad está destinada a aumentar a medida que la glucosa portal se eleva por encima de los 5 mmol/1 (100 mg/dl) de la glucemia normal. A diferencia de la hexocinasa, la GK no es inhibida por la Glc-6-P, de manera que la concentración de Glc-6-P aumenta rápidamente en el hígado tras una comida rica en hidratos de carbono, forzando a la glucosa a entrar en todaslas vías importantes del metabolismo de la misma: la glucólisis, la vía de las pentosas fosfato y la glucogénesis (v. fig. 12.2). La glucosa se canaliza a glucógeno, proporcionando una reserva de hidratos de carbono para mantener la glucemia durante el estado posterior a la absorción. El exceso de Glc-6-P en el hígado, por encima de lo necesario para rellenar las reservas de glucógeno, se deriva entonces a la glucólisis, en parte para la producción de energía, pero principalmente para la conversión en ácidos grasos y triglicéridos, que se exportan para su almacenamiento en el tejido adiposo. La glucosa que atraviesa el hígado causa un aumento en la concentración de glucosa en la sangre periférica tras comidas ricas en hidratos de carbono. Esta glucosa se utiliza en el músculo para la síntesis y almacenamiento del glucógeno y en el tejido adiposo como fuente de glicerol para la biosíntesis de triglicéridos. La vía de la glucogénesis a partir de la glucosa (fig. 13 .3A) consta de cuatro pasos: ■ Conversión de Glc-6-P en glucosa-1-fosfato (Glc-l-P) por la fosfoglucomutasa. ■ Activación de la Glc-l-P para formar el azúcar nucleotídico, uridina difosfato glucosa (UDP)-glucosa mediante la enzima UDP-glucosa pirofosforilasa. ■ Transferencia de glucosa desde la UDP-Glc al glucógeno en un enlace a l —>4 mediante la glucógeno sintasa, un miembro de la clase de enzimas conocida como glucosil transferasas. ■ Cuando la longitud de la cadena a 1 —>4 es mayor de 8 residuos, la enzima ramificante del glucógeno, una (NúcleoY ------ Glucógeno Redclaje © Glucógeno sintasa (enzima reguladora) 0 "i 0 0 0 N Difosfato de uridina glucosa (UDP-glucosa) © Q p T UDP-glucosa pirofosforilasa [ Glc-1 -0 ) ir* Al T X Fosfoglucomutasa (T^¿) © [ e¿e-® ] Glucocinasa | jG lc - 6 -P a s a ^ ^ O Glucosa Hígado P * Fig. 3 Vías de la glucogénesis (A) y de la glucogenólisis (B). transglucosilasa, transfiere parte de los azúcares de los enlaces a 1—>4 a una rama a l —>6, estableciendo el estadio para el alargamiento continuo de ambas cadenas en a 1 —>4 hasta que, a su vez, se hacen lo suficientemente largas para la transferencia por la enzima ramificante. La glucógeno sin tasa es la enzima reguladora de la gluco génesis, en lugar de la UDP-glucosa pirofosforilasa, porque la UDP-glucosa también se utiliza en la síntesis de otros azúcares, y como donante de glucosil para la síntesis de glucoproteínas, glucolípidos y proteoglucanos (caps. 27-29). El pirofosfato (PPi), el otro producto de la reacción de la pirofosforilasa, se hidroliza rápidamente a fosfato inorgánico mediante la pirofosfatasa; esta reacción aporta el empuje termodinámico para la biosíntesis de glucógeno. VIA DE LA GLUCOGENOLISIS HEPÁTICA La glucógeno fosforilasa hepática perm ite una liberación rápida de glucosa a la sangre durante la fase posterior a la absorción Lo mismo que ocurre con la mayoría de las vías metabólicas, se re quieren enzimas distintas, a veces en compartimentos subcelulares separados, para las vías directas e inversas. La vía de la glucoge nólisis (fig. 13.3B) comienza con la eliminación de los abundantes residuos externos de glucosa unidos mediante enlaces a l —>4 en el glucógeno. Esto se realiza, no mediante una hidrolasa, sino por la glucógeno fosforilasa, una enzima que utiliza el fosfato citosólico y libera glucosa del glucógeno en forma de Glc-l-P. La Glc-l-P se isomeriza por la fosfoglucomutasa a Glc-6-P, situándola al inicio de la vía glucolítica; la reacción de la fosforilasa, en efecto, se salta la necesidad de ATP en las reacciones de la hexocinasa o de la glucocinasa. En el hígado, la glucosa se libera a partir de la Glc-6-P por la glucosa-6-fosfatasa (Glc-6-Pasa) y la glucosa se incorpora a la sangre mediante el transportador GLUT-2. El paso limitante y regulador en la glucogenólisis está catalizado por la fosforilasa, la primera enzima de la vía. La fosforilasa es específica para los enlaces glucosídicos a l —>4; no puede escindir los enlaces a l —>6. Además, esta gran enzi ma no puede aproximarse eficazmente a los residuos ramificados de glucosa. Así, como se muestra en la figura 13.3B, la fosforilasa escinde los residuos externos de glucosa hasta que las ramas tienen una longitud de 3 o 4 residuos, y a continuación, la enzima desra mificante, que tiene actividad transglucosilasa y también glu- cosidasa, mueve un segmento corto de residuos de glucosa unidos a la rama a l —>6 al extremo de una cadena adyacente a l —>4, dejando un único residuo de glucosa en el punto de ramificación. A continuación, esta glucosa es eliminada por la actividad exo-1, 6-glucosidasa de la enzima desramificante permitiendo a la glucó geno fosforilasa proceder con la degradación de la cadena a l —>4 extendida hasta que se aproxima a otro punto de ramificación, estableciendo el estadio de repetición de las reacciones trans glucosilasa y glucosidasa. Aproximadamente el 90% de la glucosa se libera del glucógeno como Glc-l-P y, el resto, derivado de los residuos ramificados a 1 —>6 , como glucosa libre. CONCEPTOS CLÍNICOS ENFERMEDAD DE VON GIERKE GLUCOGENOSIS POR DÉFICIT DE GLC-6-PASA UnCbebéCdeCsexoCfemeninoCseCencontrabaCsiempreCdeCmalChumor,C irritable,CsudorosaCyCletárgica,CyCpedíaCalimentoCconCfrecuencia.CLaC exploraciónCfísicaCindicabaCabdomenCvoluminosoCsecundarioCaChe-C patomegalia.CLaCglucosaCsanguínea,CmedidaC1ChoraCdespuésCdeClaC alimentación,CeraCdeC3,5Cmmol/lC(70Cmg/dl);CvalorCnormalC<5Cmmol/lC (100Cmg/dl).CDespuésCdeC4Ch,CcuandoClaCniñaCestabaCirritableCyCsu dorosa,ClaCfrecuenciaCcardíacaChabíaCaumentadoC(pulsoC=C110)CyClaC glucosaCsanguíneaChabíaCdisminuidoCaC2Cmmol/lC(40Cmg/dl).CEstosC síntomasCseCcorrigieranCalCalimentarla.CUnaCbiopsiaChepáticaCmostrabaC unCdepósitoCmasivoCdeCpartículasCdeCglucógenoCenCelCcitosolChepático. Comentario.CEstaCniñaCnoCpuedeCmovilizarCelCglucógeno.CDadaClaC gravedadCdeClaChipoglucemia,CloCmásCprobableCesCqueClaCmutaciónC seaCenClaCGlc-6-PasaChepática,CnecesariaCparaClaCproducciónCdeCglu cosaCmedianteClaCglucogenólisisCyClaCgluconeogénesis.CElCtratamientoC consisteCenCalimentaciónCfrecuenteCconChidratosCdeCcarbonoCdeCdiges tiónClenta,CporCejemplo,CalmidónCsinCcocer,CyCalimentaciónCporCgoteoC nasogástricoCduranteClaCnoche. Tabla 2 Hormonas implicadas en el controlC de la glucogenólisis Hormona Fuente Iniciador Efecto sobre la glucogenólisis Glucagón Células a pancreáticas Hipoglucemia Activación rápida Adrenalina Médula suprarrenal Estrés agudo, hipoglucemia Activación rápida Cortisol Corteza suprarrenal Estrés crónico Activación crónica Insulina Células P pancreáticas Hiperglucemia Inhibición REGULACIÓN HORMONAL DE LA GLUCOGENÓLISIS HEPÁTICA La glucogenólisis y la glucogénesis son contrarreguladas por tres hormonas, insulina, glucagón y cortisol La glucogenólisis se activa en el hígado en respuesta a una deman da de glucosa en sangre, ya sea por su utilización durante el estadio posterior a la absorción o en la preparación para un incremento de la utilización de glucosa como respuesta al estrés. Existen tres activadores hormonales importantes de la glucogenólisis: el glu cagón, la adrenalina y el cortisol (tabla 13.2). El glucagón es una hormona peptídica (3 .500 Da) segregada por las células a del páncreas endocrino. Su función principal es activar la glucogenólisis hepática para mantener una glucemia normal (normoglucemia). El glucagón tiene una vida media corta en el plasma, aproximadamente de 5 minutos, como resultado de la unión al receptor, la filtración renal y la inactivación proteolítica en el hígado. Por tanto, la concentración plasmática de glucagón cambia rápidamente como respuesta a la necesidad de glucosa sanguínea. El glucagón en sangre aumenta entre comidas, dis minuye durante la ingesta y está crónicamente elevado durante el ayuno y con una dieta baja en hidratos de carbono (cap. 2 1 ). La glucogenólisis también se activa como respuesta al estrés agudoy crónico. El estrés puede ser: ■ Fisiológico, por ejemplo como respuesta al aumento de la utilización de la glucosa en sangre durante el ejercicio físico. ■ Patológico, por ejemplo como resultado de la pérdida de sangre (shock). CONCEPTOS CLÍNICOS ENFERMEDAD DE McARDLE: UNA GLUCOGENOSIS QUE REDUCE LA CAPACIDAD PARA EL EJERCICIO Un hombre de 30 años consultó a su médico por mialgias crónicas en brazos y piernas, y calambres durante el ejercicio. El paciente refería que siempre había tenido debilidad muscular y, por esta razón, nunca participó en deportes en la escuela, pero el problema no se hizo grave hasta que recientemente se inscribió en un programa de ejercicio para mejorar su salud. Asimismo, notó que el dolor generalmente desapa recía tras 15-30 minutos, y a continuación podía continuar su ejercicio sin molestias. Su concentración de glucosa sanguínea era normal durante el ejercicio, pero la creatina cinasa sérica (isoforma MM del músculo esquelético) estaba elevada, sugiriendo una lesión muscular. La glucosa en sangre disminuyó ligeramente durante 15 minutos de ejercicio, pero de forma inesperada también disminuyó el lactato sanguíneo, en vez de aumentar, incluso cuando estaba teniendo calambres musculares. Una biopsia indicó un nivel inusualmente elevado de glucógeno en el músculo, sugiriendo una glucogenosis (enfermedad por almacenamiento de glucógeno). Comentario. Este paciente tiene la enfermedad de McArdle, una de ficiencia infrecuente de la actividad fosforilasa en el músculo. La deficiencia enzimática real debe confirmarse mediante un análisis enzimático, ya que otras mutaciones también pueden afectar al metabolismo del glucógeno en el músculo. En los períodos iniciales de ejercicio intenso, el músculo obtiene la mayor parte de la energía mediante el metabolismo de la glucosa, procedente del glucógeno. Durante los calambres, que normalmente tienen lugar durante la deficiencia de oxígeno, gran parte del piruvato producido por la glucólisis se excreta a la sangre como lactato, lo que lleva a un au mento de la concentración de lactato sanguíneo. Sin embargo, en este caso el paciente padecía calambres y no excretaba lactato, lo que sugiere insuficiencia para movilizar el glucógeno muscular para producir glucosa. Su recuperación tras 15-30 minutos es resultado de la activación de la glucogenólisis hepática mediada por la adrenalina, que suministra glucosa a la sangre, superando la deficiencia de glu cogenólisis muscular. El tratamiento de la enfermedad de McArdle habitualmente supone evitar el ejercicio o, cuando es necesario, consumir hidratos de carbono antes del mismo. Por otra parte, la enfermedad cursa sin incidentes. Psicológico, por ejemplo como respuesta a amenazas agudas o crónicas. Independientemente de su origen, el estrés agudo desencadena una activación de la glucogenólisis a través de la acción de la adrenalina, una horm ona catecolam ínica, liberada desde la médula suprarrenal. Durante el ejercicio prolongado, tanto el glucagón como la adrenalina contribuyen a la estimulación de la glucogenólisis y al mantenimiento de la concentración de glucosa sanguínea. El aumento de las concentraciones sanguíneas de cortisol, una hormona esteroidea corticosuprarrenal, también induce glucoge nólisis. Las concentraciones del glucocorticoide cortisol varían en el plasma a lo largo del día, pero pueden estar crónicamente elevadas en situaciones continuas de estrés, incluido el estrés psicológico y ambiental (p. ej., frío). El glucagón sirve como modelo general para el mecanismo de acción de las hormonas que actúan mediante receptores de superficie celular. El cortisol, que actúa a nivel de la expresión génica, se comenta más adelante (caps. 35 y 39). MECANISMO DE ACCIÓN DEL GLUCAGÓN El glucagón activa la glucogenólisis durante el período posterior a la absorción El glucagón se une a un receptor de la membrana plasmática del hepatocito e inicia una cascada de reacciones que conducen a la movilización del glucógeno hepático (fig. 13.4) durante el estado posterior a la absorción. En el lado interno de la mem brana plasmática hay una clase de proteínas de transducción de señal conocidas como proteínas G que fijan guanosina trifos fato (GTP) y guanosina difosfato (GDP), nucleótidos análogos a ATP y ADP. El GDP está unido en situación de reposo. La unión del glucagón al receptor de la membrana plasmática estimula el intercambio de GDP por GTP en la proteína G y, a continuación, la proteína G sufre un cambio conformacional que da lugar a la disociación de su subunidad a, que después se une y activa la enzima de membrana plasmática, adenilato ciclasa. Esta enzima convierte el ATP citoplasmático en 3 ’, 5 ’-AMP cíclico (AMPc), un mensajero soluble que se describe como el «segun do mensajero» de la acción del glucagón (y de otras hormonas). El AMP cíclico se une a la enzima citoplasmática proteína ci nasa A (PKA) provocando la disociación de las subunidades inhibidoras (reguladoras) de las subunidades catalíticas de la enzima heterodimérica, liberando la inhibición de la PKA (v. caps. 21 y 40), que a continuación fosforila residuos de serina y treonina en proteínas diana y enzimas. La vía para la activación de la glucógeno fosforilasa (v. fig. 13.4) conlleva la fosforilación de numerosas moléculas de la fosforilasa cinasa por la PKA, que después fosforila y activa a muchas moléculas de la glucógeno fosforilasa. El efecto neto de estos pasos secuenciales, que se inician con la activación de muchas moléculas de adenilato ciclasa por proteínas G, es un sistema de «cascada de amplificación», similar a una serie de CONCEPTOS AVANZADOS PROTEÍNAS G Las proteínas G son proteínas de la membrana plasmática que fijan nucleótidos de guanosina y que están implicadas en la transducción de señales de una amplia variedad de hormonas (fig. 13.4; v. también cap. 39). En algunos casos estimulan (Gs) y en otros inhiben (Gi) las proteína cinasas y la fosforilación de proteínas. Las proteínas G están estrechamente asociadas con los receptores hormonales en las mem branas plasmáticas y constan de subunidades a , 0 y 7 . La subuni dad G« fija GDP en reposo. Tras la unión con la hormona (fijación), el receptor recluta las proteínas G, estimulando el intercambio de GDP por GTP en la subunidad G„. La unión de GTP da lugar a la liberación de las subunidades (3 y 7 . A continuación, la subunidad a queda libre para unirse a la adenilato ciclasa y activarla. La respuesta hormonal se amplifica tras la unión con el receptor, porque un único receptor puede activar numerosas subunidades a . La respuesta hormonal también se extingue en los receptores y las proteínas G mediante dos mecanismos: ■ La subunidad G„ tiene una actividad lenta guanosina trifosfato fosfatasa (GTPasa) que hidroliza el GTP, con una vida media es timada de minutos, de forma que se disocia gradualmente de la adenilato ciclasa y, por tanto, deja de activarla. ■ La fosforilación del receptor hormonal por la proteína cinasa A disminuye su afinidad para la hormona, un proceso descrito como desensibilización o resistencia hormonal. CONCEPTOS AVANZADOS LA PROTEÍNA CINASA A ES MUY SENSIBLE A PEQUEÑOS CAMBIOS EN LA CONCENTRACIÓN DE AMP CÍCLICO Como se ¡lustra en la figura 13.4, la PKA dependiente de AMPc es una enzima tetramérica con dos tipos diferentes de subunidades (R2C2): la subunidad catalítica C tiene actividad proteína cina sa y la subunidad R reguladora inhibe la actividad proteína cinasa. La subunidad R tiene una secuencia de aminoácidos que sería reconocida y fosforilada normalmente por la subunidad C, si no fuera porque esta secuencia en R contiene un residuo de alanina, en vez de un residuo serina o treonina. La unión de dos moléculas de AMPc a cada subunidad R da lugar a cambios conformacionales que conducen a la disociación de un dímero (AMPc2-R)2 de las subunidades C. A continuación, las subunidades C monoméricas activasproceden a fosforilar los residuos serina y treonina en las en zimas diana. La PKA no es una enzima alostérica típica, en cuanto a que la unión del efector alostérico (AMPc) causa la disociación de las subunidades; pero la activación completa de la PKA conlleva la unión cooperativa de cuatro moléculas de AMPc a dos subunida des R. La PKA se activa completamente a concentraciones submi- cromolares de AMPc, de forma que es exquisitamente sensible a los pequeños cambios en la actividad de la adenilato ciclasa en respuesta al glucagón. Hígado Fig. 4 Sistema de cascada de amplificación. MovilizaciónCdelCglucógenoChepáticoCporCelCglucagón.CUnaCcascadaCdeCreaccionesCamplificaC laC respuestaC hepáticaC aClaC fijaciónC delC glucagónC aC suC receptorC deC membranaC plasmática.CElC AMPcC seC conoceC comoC elC segundoC mensajeroCdeClaCacciónCdelCglucagón.CLaCproteínaCcinasaCACactivaCindirectamenteCaClaCfosforilasaCaCtravésCdeClaCfosforílasaCcinasaCeC inactivaCdirectamenteClaCglucógenoCsintasa.CC, subunidadesCcatalíticas;CR,CsubunidadesCreguladorasC(inhibidoras). amplificadores de un equipo de radio o de estéreo, dando lugar a un aumento enorme en la potencia de la señal segundos des pués de la unión del glucagón a la membrana plasmática del hepatocito. La fosforilación de la fosforilasa activa la glucoge nólisis, lo que conlleva la producción de Glc-6-P en el hígado que, a continuación, se hidroliza hasta glucosa y se exporta a la sangre. Otra diana de la PKA es el inhibidor 1 , una proteína inhibidora de la fosfoproteína fosfatasa que se activa por fos forilación. El inhibidor 1 fosforilado inhibe las fosfatasas de las fosfoproteínas del citoplasma, que de otra manera revertirían la fosforilación de enzimas y finalizarían la respuesta al gluca gón (v. fig. 13.4). La glucogenólisis y la glucogénesis están contrarreguladas por la proteína cinasa A, que activa la fosforilasa e inhibe la glucógeno sintasa La glucogenólisis y la glucogénesis son vías opuestas. Teórica mente, la Glc-l-P producida por la fosforilasa podría activarse rápidamente a UDP-glucosa y reincorporarse al glucógeno. Para evitar este ciclo desaprovechado o fútil, la PKA también actúa directamente sobre la glucógeno sintasa, inactivando la enzima en este caso. Así, la activación de la fosforilasa (gluco genólisis) está coordinada con la inactivación de la glucógeno sintasa (glucogénesis). Otras vías biosintéticas hepáticas, in cluida la síntesis de proteínas, colesterol, ácidos grasos y tri glicéridos, así como la glucólisis, también están reguladas por la fosforilación de enzimas reguladoras cruciales, limitando por lo general las reacciones de biosíntesis y dirigiendo el meta bolismo del hígado en respuesta al glucagón hacia el suministro de glucosa a la sangre para mantener las funciones corporales vitales (v. cap. 2 1 ). Quizá tratando de equilibrar la cascada de fenómenos que amplifican la respuesta al glucagón, existen varios mecanis mos redundantes para asegurar un final rápido de la respuesta hormonal (tabla 13.3). Además de la lenta actividad GTPasa de la subunidad Ga, también existe una fosfodiesterasa en la célula que hidroliza el AMPc a AMP, permitiendo la reasociación de las subunidades inhibidoras y las catalíticas de la PKA, dis minuyendo su actividad proteína cinasa. También hay fosfatasas de fosfoproteínas que eliminan los grupos fosfato de las formas activas fosforiladas de la fosforilasa cinasa y de la fosforilasa. La disminución de la concentración de AMPc y de la actividad de la PKA también da lugar a una disminución de la fosforilación del inhibidor 1 , permitiendo un aumento de actividad de las fos fatasas de fosfoproteínas. Así, un conjunto de mecanismos actúa concertadamente para asegurar que la glucogenólisis hepática disminuya con rapidez como respuesta al aumento de glucosa sanguínea y a la disminución de la concentración sanguínea de glucagón después de una comida. Existen varias enfermedades genéticas autosómicas recesivas que afectan al metabolismo del glucógeno (tabla 13.4). Estas enfermedades, conocidas como glucogenosis (enfermeda des por almacenamiento del glucógeno), se caracterizan por la acumulación de gránulos de glucógeno en los tejidos que, finalmente, afectan a la función tisular. De forma predecible, las glucogenosis que afectan al metabolismo hepático se ca racterizan por hipoglucemia en ayunas y pueden poner en peligro la vida, mientras que los defectos en el metabolismo del Tabla 3 Varios mecanismos están implicados en laC finalización de la respuesta hormonal al glucagón Hidrólisis del GTP en la subunidad Ga Hidrólisis del AMPc por la fosfodiesterasa Actividad proteína fosfatasa Tabla 4 Clases principales de glucogenosis Tipo Nombre de la patología Deficiencia enzimática Consecuencias estructurales o clínicas I Von Gierke Glc-6-Pasa Hipoglucemia grave posterior a la absorción, acidosis láctica, hiperlipidemia II Pompe a-glucosidasa lisosomal Gránulos de glucógeno en los lisosomas III Cori Enzima desramificante Estructura de glucógeno alterada, hipoglucemia IV Andersen Enzima ramificante Estructura de glucógeno alterada V McArdle Fosforilasa del músculo Exceso de depósito de glucógeno en el músculo, calambres y fatiga inducidos por el ejercicio VI Hers Fosforilasa del hígado Hipoglucemia, no tan grave como en el tipo I glucógeno muscular se caracterizan por una fatiga muscular rápida durante el ejercicio. MOVILIZACIÓN DEL GLUCÓGENO HEPÁTICO POR LA ADRENALINA La adrenalina activa la glucogenólisis durante el estrés, aumentando la concentración de glucosa en sangre La adrenalina actúa a través de varios receptores distintos en di ferentes células. De éstos, los mejor estudiados son los recepto res a- y pJ-adrenérgicos, que reconocen diferentes características de la molécula de adrenalina, unen la adrenalina con distintas afinidades, actúan mediante mecanismos distintos y se inhiben por diferentes clases de fármacos. Durante la hipoglucemia grave, el glucagón y la adrenalina actúan conjuntamente para amplificar la respues ta glucogenolítica en el hígado. Sin embargo, incluso cuando la glucosa en sangre es normal, se libera adrenalina como respuesta a amenazas reales o percibidas, causando un aumento en la glucemia para apoyar la respuesta de «lucha o huida». La cafeína del café y la teofilina del té son inhibidores de la fosfodiesterasa y originan un aumento del AMPc hepático y de la glucosa sanguínea. Lo mis mo que la adrenalina, la cafeína de unas pocas tazas de café fuerte también puede hacer que estemos alerta, reactivos y agresivos. Fosfolipasa C (PLC) Fosforilasa cinasa Proteina cinasa dependiente de Ca2+-calmodulina O II 0 CHo-O-C-R II I R-C-O-CH + I CH,OH Fig. 5 Mecanismo de activación de la glucogenólisis en el hígado a través del receptor a-adrenérgico. ElCdiacilglicerolC(DAG)CyCelC inositolCtrifosfatoC(IP3)CsonCsegundosCmensajerosCqueCmedianClaCrespuestaCa-adrenérgica.CPIP2,CfosfatidilinositolCbisfosfatoC(v.CtambiénC cap.C40). La acción de la adrenalina sobre la glucogenólisis hepática se realiza a través de dos vías: una de ellas, mediante el receptor (3-adrenérgico de la adrenalina, es similar a la del glucagón, e im plica a un receptor específico de adrenalina en la membrana plas mática, a las proteínas G y al AMPc. La respuesta de la adrenalina aumenta el efecto del glucagón durante la hipoglucemia grave (estrés metabólico) y también explica en parte el ritmo cardíaco rápido, la sudoración, los temblores y la ansiedad asociados con la hipoglucemia. La adrenalina también actúa simultáneamente a través de un receptor a-adrenérgico, pero mediante un mecanis mo diferente. La unión con los receptores a también implica a las proteínas G, elementos comunes en la transducción de señal de las hormonas, pero en este caso la proteína G es específica para la activación de una isoenzima de membrana de la fosfolipa sa C (PLC), que es específicapara la escisión de un fosfolípido de membrana, el fosfatidil inositol bisfosfato (PIP2) (fig- 13.5). Ambos productos de la acción de la PLC, el diacilglicerol (DAG) y el inositol trisfosfato (IP3), actúan como segundos mensajeros de la acción de la adrenalina. El DAG activa la proteína cina sa C (PKC) que, como la PKA, inicia la fosforilación de residuos de serina y treonina en proteínas diana. El IP3 promueve el trans porte de Ca2+ en el citosol. A continuación, el Ca2+ se une a la proteína calmodulina del citoplasma, que se fija a la fosforilasa cinasa y la activa, provocando la fosforilación, independiente del AMPc, y la activación de la fosforilasa. Una proteína cinasa dependiente de Ca2+-calmodulina y otras enzimas también se ac tivan, ya sea por fosforilación o por la asociación con el comple jo Ca2+-calmodulina (fig. 13.5). Así, el estrés activa un abanico de vías metabólicas, especialmente las implicadas en la movilización de las reservas de energía. ^ T 3 ( Glc-ME) ) ( Fru-6-0 ) - | ® PFK"1 ( Fru-1,6-BP ) ^Ciclo de los ácidos tricarboxílicos) ^ ■■ Metabolismo de las grasas Fig. 6 Regulación de la proteína cinasa A (PKA) en el músculo. ActivaciónCdeClaCglucogenólisisCyClaCglucólisisCenCelCmúsculoCduranteCelC ejercicio.CPFK-1,Cfosfofructocinasa-1C (compararCconCfig.C8-4). GLUCOGENÓLISIS MUSCULAR El músculo carece de receptor para el glucagón y de glucosa-6-fosfatasa, y retiene glucosa para el metabolismo energético, incluso durante la hipoglucemia La localización tisular de los receptores de una hormona es lo que confiere especificidad al tejido para la acción de la misma. De este modo, sólo los tejidos con receptores para el glucagón responden a éste. El músculo puede ser rico en glucógeno, incluso durante la hipoglucemia, pero carece del receptor para el glucagón y también de Glc-6-Pasa. Por tanto, el glucógeno del músculo no puede movilizarse para reponer la glucosa en sangre. La gluco genólisis del músculo se activa como respuesta a la adrenalina por medio del receptor (5-adrenérgico dependiente de AMPc, pero la glucosa se metaboliza mediante glucólisis para producir energía. Esto ocurre, no solamente durante las situaciones de «lucha o huida», sino también en respuesta a las demandas me tabólicas durante el ejercicio prolongado. Existen asimismo dos mecanismos importantes independientes de hormonas para la activación de la glucogenólisis en el músculo (fig. 13.6). En primer lugar, la entrada de Ca2+ al citoplasma del músculo en respuesta a la estimulación nerviosa activa la forma basal no fosforilada de la fosforilasa cinasa mediante la acción del complejo Ca2+- calmodulina. Esta activación de la fosforilasa independiente de hormonas proporciona la activación rápida de la glucogenólisis CONCEPTOS AVANZADOS LA INHIBICIÓN MÁXIMA DE LA GLUCÓGENO SINTASA SE CONSIGUE SÓLO A TRAVÉS DE LA ACCIÓN SECUENCIAL DE VARIAS CINASAS Cuando el glucagón y la adrenalina actúan sobre el hígado, la acti vación de la glucogenólisis y la inhibición de la glucogénesis están mediadas al menos por tres cinasas: la proteína cinasa A, la proteína cinasa C y la proteína cinasa activada por Ca2+-calmodulina. Estas tres proteína cinasas fosforilan los residuos clave de serina y treonina en las enzimas reguladoras. Estas y otras proteína cinasas actúan coor dinadamente en un proceso conocido como fosforilación secuencial o jerárquica, dando lugar a la fosforilación de hasta 9 residuos de aminoácidos de la glucógeno sintasa. La inhibición máxima de la glucógeno sintasa se consigue sólo mediante la actividad secuencial de varias cinasas. En algunos casos, ciertos residuos de serina o treonina deben fosforilarse en una secuencia específica por la acción cooperativa de diferentes cinasas, es decir, la fosforilación de un sitio por una enzima requiere la fosforilación previa de otro sitio por una enzima distinta. durante los episodios breves de ejercicio, incluso en ausencia de la acción de la adrenalina. Un segundo mecanismo de activación de la glucogenólisis muscular conlleva la activación alostérica directa de la fosforilasa por el AMP. El aumento del uso del ATP durante una activación rápida y explosiva del músculo da lugar a la acumulación rápida de ADP, que se convierte parcialmente en AMP mediante la acción de la enzima miocinasa (adenilato cinasa), que cataliza la reacción: 2 ADP ̂ ATP+ AMP El AMP activa las formas basal y fosforilada de la fosforilasa, aumentando la glucogenólisis en ausencia o en presencia de estímulo hormonal. El AMP también libera la inhibición de la fosfofructocinasa-1 (PFK-1) por el ATP (v. cap. 12), estimulando la utilización de glucosa mediante la glucólisis para la producción de energía. Los efectos estimuladores del Ca2+ y del AMP aseguran que el músculo pueda responder a sus necesidades de energía, incluso en ausencia de una señal hormonal. REGULACIÓN DE LA GLUCOGÉNESIS La insulina se opone a la acción del glucagón y estimula la gluconeogénesis La glucogénesis, y en general el almacenamiento de energía, tiene lugar durante y justo después de las comidas. La glucosa y otros hidratos de carbono, que penetran rápidamente en el hígado desde el intestino a través de la circulación portal, son captados de forma eficaz para fabricar glucógeno. El exceso de glucosa prosigue a la circulación periférica, donde es captada en el músculo y el tejido adiposo para las reservas de energía o su almacenamiento. Nor malmente comemos sentados y en reposo, no durante el ejercicio, de manera que las vías opuestas de utilización y almacenamiento frente a la movilización y utilización de la energía son funciones temporalmente compartimentadas en nuestras vidas. El almacenamiento de energía está bajo el control de la hormo na polipeptídica insulina, que se almacena en las células (3 de los islotes pancreáticos de Langerhans (cap. 21). La insulina se segrega a la sangre tras una comida, como respuesta a la con centración de glucosa en sangre. Sus funciones principales en el metabolismo de los hidratos de carbono son dos: primero, la insulina revierte las acciones del glucagón en la fosforilación de las proteínas, desconectando la glucógeno fosforilasa y activando la glucógeno sintasa, promoviendo el almacenamiento de glucosa; en segundo lugar, estimula la captación de la glucosa por los tejidos periféricos (músculo y tejido adiposo), facilitando la síntesis y el almacenamiento del glucógeno y los triglicéridos. La insulina también actúa en la expresión génica estimulando la síntesis de enzimas implicadas en el metabolismo de los hidratos de carbono y en el almacenamiento y conversión de la glucosa en triglicéridos. También actúa como hormona de crecimiento, estimulando el recambio proteico, tanto de síntesis como de degradación. La fosforilación de la tirosina en las proteínas, más que la fosforilación de la serina y la treonina, es un rasgo característico de la actividad de la insulina y del factor de crecimiento. Al unirse a su receptor transmembrana (fig. 13.7), la insulina estimula la agregación de los receptores y promueve la actividad tirosina cinasa en el dominio intracelular del receptor. El receptor de insulina autofosforila sus residuos de tirosina, aumentando su actividad tirosina cinasa y fosforilando los residuos de tirosina en otras proteínas efectoras intracelulares que, a su vez, activan otras vías secundarias. Entre éstas se encuentran las cinasas que fosforilan los residuos serina y treonina en las proteínas, pero en localizaciones diferentes y sobre proteínas distintas de las fosfori- ladas por la PKA y la PKC. La activación dependiente de insulina de la GTPasa, la fosfodiesterasa y las fosfatasas de fosfoproteínas también controla la acción del glucagón, que habitualmente está presente en altas concentraciones en la sangre a la hora de comer, es decir, horas después de la última comida. El hígado también parece responder directamente a la concen traciónde glucosa en la sangre, ya que la síntesis de glucógeno hepático aumenta tras una comida, incluso sin un estímulo hor monal. Así, el aumento en la glucogénesis hepática empieza más rápidamente que el aumento de la concentración de insulina en sangre, y la perfusión del hígado con soluciones de glucosa in vitro, en ausencia de insulina, también da lugar a la inhibición de la glucogenólisis y la activación de la glucogénesis. Esto parece que ocurre mediante la inhibición alostérica directa de la fosforilasa por la glucosa y por la estimulación secundaria de la actividad proteína fosfatasa. La mayoría de las células del cuerpo, si no todas, responden a la insulina de alguna manera, pero los lugares principales de la acción de la insulina, en cuanto a su cantidad, son los tejidos muscular y adiposo. Normalmente estos tejidos tienen concen traciones bajas de transportadores de glucosa en la superficie celular, restringiendo la entrada de glucosa, ya que dependen sobre todo de los lípidos para el metabolismo energético. En los tejidos muscular y adiposo, el receptor de insulina con actividad tirosina cinasa induce la movilización del transportador de glucosa GLUT-4 (v. tabla 8.2) desde las vacuolas intracelulares Insulina Dimerizadón del receptor y agregación Efectos antiglucagón: T GTPasa t Fosfodiesterasa T Fosfoproteína fosfatasa í Proteína tirosina cinasa Autofosforilación Fosforilación de las proteínas efectoras Expresión génica • Represión de enzimas gluconeogénicas y catabólicas • Inducción de enzimas biosintéticas y anabólicas Reclutamiento de GLUT-4 a la membrana plasmática Internalizadón del receptor y degradadón; desensibilización Fig. 7 Mecanismos de acción de la insulina. EfectosCreguladoresC yCenCelCmúsculoC(v.CtambiénCcap.C21). a la superficie de la célula, aumentando el transporte de glucosa hacia el interior de la célula. A continuación se utiliza la glu cosa en el músculo para la síntesis de glucógeno, y en el tejido adiposo para producir gliceraldehído-3-fosfato, que se convierte a glicerol-3-fosfato para la síntesis de triglicéridos (cap. 16). La captación de glucosa por el músculo y por el tejido adiposo, es timulada por la insulina y mediada por el GLUT-4, es el principal mecanismo que limita el aumento de glucosa sanguínea después de una comida. GLUCONEOGÉNESIS La gluconeogénesis es necesaria para mantener la glucemia durante el ayuno y la inanición A diferencia de la glucogenólisis, que puede responder rápidamen te al estímulo hormonal, la gluconeogénesis es una respuesta más lenta que depende de cambios en la expresión génica y que alcanza una actividad máxima en un período de horas (v. fig. 13 .1); se con vierte en la fuente principal de nuestra concentración de glucosa en sangre aproximadamente a las 8 horas siguientes al estado posterior a la absorción (cap. 2 1). La gluconeogénesis requiere una fuente de energía para la biosíntesis y una fuente de carbonos para la formación del esqueleto de la molécula de glucosa. La energía es proporcionada por el metabolismo de los ácidos grasos liberados por el tejido adiposo. La estructura carbonada es suministrada por tres fuentes principales: la insulina sobre el metabolismo de los hidratos de carbono en el hígado CONCEPTOS CLÍNICOS NIÑO GRANDE NACIDO DE UNA MADRE DIABÉTICA Un bebé de sexo masculino nacido de una madre diabética mal controlada y crónicamente hiperglucémica era grande y regordete (macrosómico) al nacer (5 kg), aunque por lo demás parecía sano. Sin embargo, su estado se deterioró rápidamente, y 1 hora después mostraba todos los síntomas de hipoglucemia, similares al caso del bebé de sexo femenino nacido de una madre desnutrida. En este caso, la diferencia es que el niño estaba, obviamente, en el extremo del sobrepeso, en vez de delgado y desnutrido. Comentario. Este niño ha vivido en un ambiente hiperglucémico crónico durante el desarrollo uterino. Se ha adaptado al mismo con una producción endógena creciente de insulina, que tiene una activi dad parecida a la de la hormona del crecimiento, lo que le ha causado una macrosomía. Al nacer, cuando cesa el aporte de glucosa a través de la placenta, presenta una concentración normal de glucosa en sangre y un aporte sustancial a partir del glucógeno hepático. Sin embargo, la hiperinsulinemia crónica previa al nacimiento proba blemente ha reprimido las enzimas gluconeogénicas y esta concen tración elevada de insulina en sangre al nacer favorece la captación de glucosa por el músculo y por el tejido adiposo. En ausencia de la fuente materna de glucosa, la hipoglucemia inducida por la insulina origina una respuesta de estrés, que se corrige mediante la infusión de glucosa. Después de 1-2 días, su masa corporal proporcionaría buenas reservas para la síntesis de glucosa sanguínea a partir de las proteínas musculares. ■ El lactato producido en tejidos como los hematíes y el músculo. ■ Los aminoácidos derivados de las proteínas musculares. ■ El glicerol liberado a partir de los triglicéridos durante la lipólisis en el tejido adiposo. Entre éstos, la p ro te ín a m u scu lar es el p re cu rso r m ás im portante de la glucosa sanguínea durante el ayuno y la inanición, ya que la velocidad de la gluconeogénesis está limitada a menudo por la disponibilidad del sustrato, incluida la tasa de proteólisis en el músculo o, en algunos casos, la masa muscular. Durante el ayuno prolongado, la malnutrición o la inanición, perdemos masa adiposa y muscular. La grasa se utiliza para cubrir las necesidades generales de energía del organismo y como apoyo a la gluconeogénesis, mientras que la mayor parte de los aminoácidos de las proteínas se convierten en glucosa; también aumenta la excreción de nitrógeno en orina (urea). Gluconeogénesis a partir del lactato La gluconeogénesis usa lactato, aminoácidos y glicerol como sustratos para la síntesis de glucosa; los ácidos grasos proporcionan la energía Conceptualmente, la gluconeogénesis es lo opuesto a la glucólisis anaerobia, pero se lleva a cabo mediante una vía ligeramente diferente, en la que intervienen enzimas mitocondriales y citosó- licas (fig. 13.8) Durante la gluconeogénesis hepática, el lactato se vuelve a convertir en glucosa, utilizando en parte las mismas enzimas glucolíticas implicadas en la conversión de la glucosa a lactato. El ciclo del lactato en el que participan el hígado, los hematíes y el músculo, conocido como ciclo de Cori, se trata con detalle en el capítulo 21. En este punto nos centramos en la vía metabólica para la conversión de lactato a glucosa. Un problema muy importante en la reversión de la glucólisis es la superación de la irreversibilidad de las tres reacciones cinasa: la glucocinasa (GK), la fosfofructocinasa-1 (PFK-1) y la piruvato cinasa (PK). La cuarta cinasa en la glucólisis, la fosfoglicerato cinasa, cataliza una reacción de equilibrio, fácilmente reversible, en la que una reacción de fosforilación en el sustrato transfiere un acil fosfato de alta energía del 1,3-bisfosfoglicerato a un enlace pirofosfato de energía similar en el ATP. P ara solventar estas tres reaccio n es irrev er sibles, el hígado utiliza 4 enzim as ún icas: la piruvato carboxilasa (PC) en la mitocondria y la fosfoenolpiruvato carboxicinasa (PEPCK) en el citoplasm a p ara evitar la PK, la fru cto sa-1 ,6 -b isfo sfatasa (F ru -l,6 -B P a sa ) para no utilizar la PFK -1, y la G lc-6-Pasa p ara evitar la GK (v. fig. 13.8). La gluconeogénesis a partir del lactato implica, en primer lugar, su conversión a fosfoenolpiruvato (PEP), un proceso que requiere la inversión de dos equivalentes de ATP debido a la alta energía del enlace enol-fosfato en el PEP. En pri mer lugar, el lactato se convierte a piruvato mediante la lactato deshidrogenasa (LDH) y, a continuación, penetra en la mitocon dria, donde se convierte en oxaloacetato por la PC, utilizando biotina y ATP. El oxaloacetato se reduce a malato porla malato deshidrogenasa del ciclo de los ácidos tricarboxílicos (ATC), sale de la mitocondria y después se vuelve a oxidar a oxaloacetato por la malato deshidrogenasa del citosol. A continuación, el oxaloacetato citosólico se descarboxila por la PEPCK, utilizando GTP como cosustrato y produciendo PEP. La energía para la síntesis del PEP desde el oxaloacetato procede del GTP y de la descarboxilación del oxaloacetato. La glucólisis puede ahora retroceder desde PEP hasta que al canza la siguiente reacción irreversible, la PFK-1. Esta enzima se evita por una simple reacción de hidrólisis, catalizada por la Fru -l,6-BPasa sin producción de ATP, revirtiendo la reacción de la PFK-1 y produciendo Fru-6-P. De forma similar, la reacción catalizada por la GK se evita mediante la hidrólisis de la Glc-6-P por la Glc-6-Pasa, sin producción de ATP. A continuación se libera la glucosa libre en la sangre. La gluconeogénesis es bastante eficaz, de modo que el hígado puede fabricar un kilo de glucosa al día mediante la gluconeo génesis, y realmente lo hace en pacientes diabéticos hiperglucé- micos mal controlados. La producción normal de glucosa en ausencia de hidratos de carbono de la dieta es de unos 200 g/día, casi un cuarto de kilo de glucosa. La gluconeogénesis a par tir del piruvato es moderadamente cara, requiriendo un con sumo neto del equivalente de 4 moles de ATP por cada mol de piruvato convertido a glucosa, es decir, 2 moles de ATP en la reacción de la PC y 2 moles de GTP en la reacción de la PEPCK. El ATP y el GTP son suministrados por la oxidación de los ácidos grasos (cap. 15). Gluconeogénesis a partir de los aminoácidos y del glicerol La mayoría de los aminoácidos son glucogénicos (cap. 19), es decir, tras la desaminación su esqueleto carbonado puede convertirse en glucosa. La alanina y la glutam ina son los am inoácidos más im portantes exportados desde el mús culo para la gluconeogénesis. Sus concentraciones relativas en la sangre venosa del músculo exceden a sus concentraciones relativas en las proteínas musculares, indicando una reorgani zación considerable de los aminoácidos musculares para pro porcionar los sustratos gluconeogénicos. Como se comenta con detalle en el capítulo 19, la alanina se convierte directamente en piruvato mediante la alanina aminotransferasa (alanina transam inasa, ALT) y después la gluconeogénesis sigue como se ha descrito para el lactato. Otros aminoácidos son convertidos en intermediarios del ciclo de los ATC y después a malato para la gluconeogénesis. Por ejemplo, el aspartato se convierte en oxaloacetato mediante la aspartato aminotransferasa (aspar- tato transam inasa, AST) y el glutamato en a-cetoglutarato por la glutamato deshidrogenasa. Algunos aminoácidos gluco génicos se convierten mediante vías menos directas en alanina o intermediarios del ciclo de los ATC para la gluconeogénesis. Los grupos amino de estos aminoácidos se convierten en urea, mediante el ciclo de la urea en los hepatocitos y la urea se excreta en la orina (cap. 19). El glicerol entra en la gluconeogénesis a la altura de las triosas fosfato (v. fig.8). Después de la liberación del glicerol y de los ácidos grasos desde el tejido adiposo al plasma, el glicerol Glucosa Enzima única Enzima única Lactato Enzima única PEPCK CUERPOS CETÓNICOS (v. cap. 1 4 )^ -^CITRATO Glu/GIn Membrana mitocondrial interna Asp/Asn Ciclo ATC Torrente sanguíneo NADH + H+ ■ ( Fru-1,6-BP ~) ^ J NADH + H+ NAD+ ^ f DHAP 1 J ------- V m -------------- - v w ; ^ Glicerol-3-0J * ( Glicerol J j Alanina j f NADH + H+ ♦ V NADH + H+ NAD+ h M : Y í OAAc J NADH ' + H+ ^ O NAD+ y MDH í MALC Ácidos ' grasos Fig. 8 Vía de la gluconeogénesis. LaCgluconeogénesisCesCloCcontrarioCdeClaCglucólisis.CEnzimasCsingularesCsuperanClasCreaccionesCcinasaC irreversiblesCdeClaCglucólisis.CCompartimentos: c,Ccitoplasmático;Cm,Cmitocondrial;Cmmi,CmembranaCmitocondrialCinterna.CEnzimas: CS,CcitratoC sintasa;CFru-1,6-BPasa,Cfructosa-1,6-bísfosfatasa;CGAPDH,Cgliceraldehído-3-fosfatoCdeshidrogenasa;CGK,Cglucocinasa;CGlc-6-Pasa,Cglucosa-6-fosfatasa;C MDH,CmalatoCdeshidrogenasa;CPC,CpiruvatoCcarboxilasa;CPDH,CpiruvatoCdeshidrogenasa;CPGK,CfosfogliceratoCcinasa.CSustratos: 2,3-BPG,Cbisfosfogli-C cerato;CDHAP,CdihidroxiacetonaCfosfato;CFru-1,6-BP,Cfructosa-1,6-bisfosfato;CGlic-3-P,Cgliceraldehído-3-fosfato;CMAL,Cmalato;COAA,Coxaloacetato;C PEP,Cfosfoenolpiruvato;CPEPCK,CPEPCcarboxicinasa;CPir,Cpiruvato;C3-PG,C3-fosfoglicerato.CLíneas continuas:CactivaCduranteClaCgluconeogénesis.C Líneas discontinuas:CinactivaCduranteClaCgluconeogénesis. CONCEPTOS CLÍNICOS EL NIÑO NACIDO DE UNA MADRE DESNUTRIDA PUEDE TENER HIPOGLUCEMIA Una niña nació a las 39 semanas de embarazo de una madre joven desnutrida. La niña también estaba delgada y débil al nacer y, 1 hora después del nacimiento, mostraba signos de distrés, con frecuencias cardíaca y respiratoria rápidas. La glucosa sanguínea era de 3,5 mmol/l (63 mg/dl) al nacer, que disminuyó rápidamente a 1,5 mmol/l (27 mg/dl) al cabo de 1 hora, momento en el que empezó a no responder y a entrar en coma. Su situación mejoró de forma considerable con la inyección de una solución de glucosa seguida de una dieta rica en hidratos de carbono. Durante las siguientes 2 semanas mejoró gradualmente, antes de ser dada de alta. Comentario. Durante el desarrollo intrauterino, el feto obtiene la glucosa de forma exógena, a partir de la circulación placentaria. Sin embargo, tras el nacimiento, el bebé depende al principio de la movilización del glucógeno hepático y, después, de la gluconeo- génesis para mantener la glucosa sanguínea. Dado el estado de malnutrición de la madre, esta niña nació con reservas de glucógeno hepático muy escasas. Así, fue incapaz de mantener la homeosta sis posparto de la glucemia y enseguida entró en hipoglucemia, ini ciando una respuesta de estrés. Tras sobrevivir a la hipoglucemia transitoria, probablemente todavía carecía de la suficiente masa muscular para proporcionar un suministro adecuado de aminoácidos para la gluconeogénesis. La inyección de glucosa, seguida de una dieta rica en hidratos de carbono, pudo corregir estos defectos, pero podría no corregir el daño más grave por la malnutrición prolongada durante el desarrollo fetal. es captado por el hígado y fosforilado por la glicerol cinasa. Después de la acción de la glicerol-3-fosfato deshidrogenasa (v. fig. 9-7), el glicerol entra en la vía gluconeogénica como dihi droxiacetona fosfato. Sólo el componente glicerol de las grasas puede convertirse en glucosa. La incorporación del glicerol a la glucosa necesita sólo 2 moles ATP por cada mol de glucosa producido. ¡La glucosa no puede sintetizarse a partir de los ácidos grasos! Como se comenta en el capítulo 15, el metabolismo de los áci dos grasos supone su conversión en pasos de oxidación que generan la molécula de 2 carbonos acetil-CoA, que después se metaboliza en el ciclo ATC tras su condensación con el oxaloa- cetato para formar citrato. Aunque los carbonos del acetato están teóricamente disponibles para la gluconeogénesis por la conversión a malato, durante la vía desde el citrato a malato se eliminan dos moléculas de C02 en las reacciones de la isocitrato y a-cetoglutarato deshidrogenasa. Así, aunque en el ciclo de los ATC se produce energía, los 2 carbonos empleados en la gluconeogénesis a partir del acetil-CoA se pierden como CÜ2- Por esta razón, el acetil-CoA y, por tanto, las cadenas pares de ácidos grasos, no pueden servir como sustratos para la gluco neogénesis neta. Sin embargo, los ácidos grasos de cadena impar y de cadena ramificada, que forman propionil-CoA, pueden servir como precursores minoritarios de la gluconeogénesis. El propionil-CoA primero se carboxila a metilmalonil-CoA, que sufre reacciones catalizadas por una racemasa y una mutasa para formar succinil-CoA, un intermediario del ciclo de los ATC (v. cap. 15). El succinil-CoA se convierteen malato, sale de la mitocondria y se oxida a oxaloacetato. Tras la descarboxilación por la PEPCK, los 3 carbonos del propionato se conservan en el PEP y glucosa. Regulación de la gluconeogénesis La fructosa 2 ,6 bisfosfato contrarregula alostéricamente la glucólisis y la gluconeogénesis Lo mismo que el metabolismo del glucógeno en el hígado, la gluconeogénesis está regulada principalmente por mecanismos hormonales. En este caso, el proceso regulador supone la contra- rregulación de la glucólisis y la gluconeogénesis, en gran parte por la fosforilación/desfosforilación de las enzimas, bajo el control del glucagón y la insulina. El punto principal de control está en las enzimas reguladoras PFK-1 y Fru-1,6-BPasa que, en el hígado, son extremadamente sensibles al efector alostérico fru ctosa 2,6-bisfosfato (Fru -2,6-B P). La Fru-2,6-BP es un activador de la PFK-1 y un inhibidor de la Fru-1,6-BPasa, contrarregulan- do las dos vía opuestas. Como se muestra en la figura 13.9, la Fru-2,6-BP se sintetiza por una enzima bifuncional inusual, la fosfofructocinasa-2/fructosa-2,6-bisfosfatasa (PFK-2/ Fru-2,6-BPasa), que posee ambas actividades cinasa y fosfatasa. En el estado fosforilado, bajo la influencia del glucagón a través de la proteína cinasa A, esta enzima muestra actividad Fru-2,6- BPasa, que disminuye la concentración de Fru-2,6-BP. El des censo simultáneo de Fru-2,6-BP disminuye la estimulación de la glucólisis en la PFK-1 y libera la inhibición de la gluconeogénesis en la Fru-1,6-BPasa. De esta manera, la fosforilación, mediada por el glucagón, de PFK-2 /Fru-2,6-BP, pone al hepatocito en modo gluconeogénico. El aumento coordinado mediado alostéricamente de la Fru-1,6-BPasa y el descenso de la actividad PFK-1 asegura que la glucosa sintetizada por la gluconeogénesis no se consuma por la glucólisis en un ciclo fútil, sino que se libera a la sangre mediante la Glc-6-Pasa. De forma similar, cualquier flujo de glu cosa a partir de glucogenólisis, inducido también por el glucagón, es derivado a la sangre, y no a la glucólisis, por la inhibición de la PFK-1. La PK también se inhibe mediante la fosforilación por la pro teína cinasa A (PKA), proporcionando un lugar adicional para la inhibición de la glucólisis (fig. 13.9). Cuando la glucosa entra en el hígado después de una comida, la insulina media la desfosforilación de la PFK-2/Fru-2,6-BPasa, poniendo en marcha su actividad PFK-2. El aumento resultante en la Fru-2,6-BP activa la PFK-1 e inhibe la actividad Fru-1,6-BPasa. La gluconeogénesis se inhibe y la glucosa que penetra en el hígado se incorpora, a continuación, al glucógeno o es encaminada hacia la glucólisis para la lipogénesis. Así, el metabolismo del hígado des pués de una comida está enfocado a la síntesis y almacenamiento de las reservas energéticas de hidratos de carbono y lípidos, que ( Fru-2,6-BP )I Fru-; - ¡ T ^ ( Fru-1,6-BP ) 1 Molécula reguladora ( pEp ) Fig. 9 Regulación de la gluconeogénesis. LaC gluconeogénesisC estáCreguladaCporClasCconcentracionesChepáticasCdeCFru-2,6-BPCyC acetil-C CoA.CLaCparteC superiorCdelC diagramaCestáCcentradaCenClaC regulaciónC recíprocaCdeClaCFru-1,6-BPasaCyC laC fosfofructocinasa-1C (PFK-1)CporClaCFru-2,6-BP,CyClaCparteCinferiorCsobreClaCregulaciónC recíprocaC deC laC piruvatoC deshidrogenasaC (PDH)C yC laC piruvatoC carboxilasaC(PC)CporCelCacetil-CoA.COAA,Coxaloacetato. Tabla 5 Características generales de la acción hormonal Especificidad tisular, determinada por la distribución del receptor Pasos múltiples, cascada de amplificación Segundos mensajeros intracelulares Contrarregulación coordinada de vías opuestas Aumento y/o oposición por otras hormonas Diversos mecanismos de finalización de la respuesta La regulación hormonal del metabolismo de la glucosa ilustra losL principios fundamentales de la acción hormonal (v. cap. 39). más tarde se utilizarán, en el estado posterior a la absorción, para el mantenimiento de la homeostasis de la glucosa sanguínea y de los ácidos grasos. La gluconeogénesis también se regula en la mitocondria por el acetil-CoA. La entrada de ácidos grasos desde el tejido adiposo, estimulada por el glucagón para apoyar la gluco neogénesis (v. cap. 15), da lugar a un aumento del acetil-CoA hepático, que es un inhibidor de la piruvato deshidrogena sa (PDH) y un activador alostérico esencial de la PC (v. fig. 13.8). De esta manera, el metabolismo de las grasas inhibe la oxida ción del piruvato y favorece su uso para la gluconeogénesis en el hígado. En el músculo, durante el ayuno, la utilización de glucosa en el metabolismo energético está limitada por la baja concentración de GLUT-4 en las membranas plasmáticas (dada la concentración baja de insulina en el plasma) o por la inhibición de la PDH por el acetil-CoA. El metabolismo activo de las grasas y las concentraciones elevadas de acetil-CoA en el músculo favorecen la excreción de una fracción significativa de piruvato en forma de lactato, incluso en reposo. El esqueleto carbonado de la glucosa vuelve al hígado mediante el ciclo de Cori (cap. 21) y el reciclaje de piruvato a glucosa, en efecto, conserva la proteína muscular. Conversión de la fructosa y la galactosa en glucosa Como se comenta con detalle en el capítulo 2 7, la fructosa se me- taboliza casi exclusivamente en el hígado. Entra en la glucólisis a la altura de las triosas fosfato, sin utilizar la enzima reguladora PFK-1. Después de consumir zumos de frutas, bebidas isotónicas o alimentos con gran contenido de fructosa como el sirope de maíz, pueden forzarse grandes cantidades de piruvato al interior de la mitocondria para utilizarlas en el metabolismo energético o para la biosíntesis de las grasas. Durante el estado gluconeogéni- co, esta fructosa puede dirigirse también hacia Glc-6-P, suminis trando una fuente adecuada de glucosa sanguínea. La gluconeo génesis a partir de la galactosa es igualmente eficaz, ya que la Glc-l-P derivada de la galactosa-l-fosfato (cap. 2 7) se isomeriza fácilmente a Glc-6-P por la fosfoglucomutasa. La fructosa y la galactosa son buenas fuentes de glucosa, independientemente de la glucogenólisis y la gluconeogénesis. RESUMEN El glucógeno se almacena en dos tejidos del organismo por diferentes razones: en el hígado para mantener la homeostasis de la glucosa sanguínea a corto plazo, y en el músculo como fuente de energía. El metabolismo del glucógeno en estos tejidos responde rápidamente al control alostérico y al hormonal. En el hígado, el equilibrio entre glucogenólisis y glucogénesis está regulado por el equilibrio entre las concentraciones circulantes de glucagón e insulina, que controlan el estado de fosforilación de las enzimas. La fosforilación de las enzimas bajo la influencia del glucagón dirige la movilización del glucógeno y es la situación más frecuente en el hígado, por ejemplo, durante el sueño y entre comidas. Los aumentos en la insulina sanguínea durante y después de las comidas promueven la desfosforilación de las mismas enzimas, dando lugar a glucogénesis. La insulina también promueve la captación de glucosa en el músculo y el tejido adiposo para la síntesis de glucógeno y triglicéridos después de una comida. APRENDIZAJE ACTIVO 1. La inactivación de la glucogénesis en respuesta a la adrenalina ocurre en un paso único por la acción de la PKA sobre la glucógeno sintasa, mientras que la activación de la glucogenólisis implica una enzima intermedia, la fosforilato cinasa, que fosforila la fosforilasa. Discutir las ventajas metabólicas de la activación en dos pasos de la glucogenólisis. 2. Investigar el uso de inhibidores de la gluconeogénesis en el trata miento de la diabetes tipo 2. 3. La glucosa-6-fosfatasa es esencial para la producción de glucosa en el hígado, pero no es una enzima citosólica. Describir la actividad y localización subcelular de esta enzima y los estadios finales en la vía de producción de la glucosa hepática. ■ La adrenalinaaumenta la fosforilación de las enzimas hepáticas, posibilitando un aumento rápido de la glucogenólisis hepática y de la glucosa sanguínea ante las respuestas al estrés. ■ El músculo también responde a la adrenalina, pero no al glucagón; en este caso, la glucosa producida por la glucogenólisis se utiliza para el metabolismo energético muscular (lucha o huida). Además, la glucogenólisis muscular responde a las concentraciones intracelulares de Ca2+y de AMP, suministrando un mecanismo de acoplamiento de la glucogenólisis al consumo normal de energía durante el ejercicio. ■ La gluconeogénesis tiene lugar principalmente en el hígado y está diseñada para mantener la glucosa sanguínea durante el ayuno. Es esencial tras 12 horas de ayuno, cuando se ha consumido la mayoría del glucógeno hepático. ■ Los principales sustratos para la gluconeogénesis son el lactato, los aminoácidos y el glicerol; el metabolismo de los ácidos grasos proporciona la energía. El principal punto de control reside en la PFK-1, que se activa por el efector alostérico Fru-2,6-BP. ■ La síntesis de Fru-2,6-BP está bajo el control de la enzima bifuncional, PFK-2/Fru-2,6-BPasa, cuyas actividades cinasa y fosfatasa están reguladas por fosforilación/ desfosforilación, bajo el control hormonal de la insulina y del glucagón. Durante el ayuno y la gluconeogénesis activa, el glucagón media en la fosforilación y activación de la actividad fosfatasa de esta enzima, dando lugar a una disminución de la concentración de Fru-2,6-BP y a la disminución correspondiente de la glucólisis; la degradación de los hidratos de carbono se inhibe y las grasas se convierten en la principal fuente de energía durante el ayuno y la inanición. La oxidación del piruvato también se inhibe en la mitocondria por la inhibición de la PDH por el acetil-CoA, derivado del metabolismo de las grasas. Después de una comida, el descenso de la fosforilación de enzimas aumenta la actividad PFK-2; el aumento de concentración de Fru-2,6-BP activa la PFK-1 y la glucólisis, aportando piruvato, que se convierte a acetil-CoA para la lipogénesis. Las acciones de la insulina, el glucagón y la adrenalina ilustran muchos de los principios fundamentales de la acción hormonal (tabla 13.5).
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