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Introducción a la Bioquímica John W. Baynes y Marek H. Dominiczak BIOQUÍMICA Y MEDICINA CLÍNICA Hemos llamado a este libro Bioquímica Médica porque se ocupa de los aspectos de la bioquímica relevantes para la medicina: explica el funcionamiento del organismo como un sistema quí mico y cómo funciona de forma deficiente durante los procesos patológicos. La bioquímica médica proporciona la base para entender la acción de fármacos nuevos, como los antidepresi vos, los empleados para tratar la diabetes, la hipertensión y la insuficiencia cardíaca, así como los hipolipemiantes. También ayuda a entender las aplicaciones clínicas de las proteínas re- combinantes, de los vectores virales y de las «ciencias ómicas», como proteómica, genómica y metabolómica. La bioquímica médica contribuye también a entender cómo influyen la dieta y el estilo de vida en nuestra salud y rendimiento, y la forma en que el organismo envejece. Describe cómo los sistemas celulares de señalización y de comunicación están relacionados con la respuesta al estrés endógeno y ambiental. También incorpora el enorme progreso que se ha realizado en años recientes sobre los conocimientos de la genética humana y lo relaciona con campos emergentes como la nutrigenómica y la farmacogenómica, con la esperanza de que constituyan una base para el desarro llo de tratamientos a medida para cada composición genética individual. La bioquímica se estudia para comprender la relación existente entre nutrición, metabolismo y genética con la salud y la enfermedad Por una parte, el organismo humano es un sistema metabólico integrado e independiente, sometido a un alto grado de con trol, y, por la otra, es un sistema abierto que se comunica con su entorno. A pesar de estas dos características aparentemente contradictorias, el organismo consigue mantener su homeos tasis interna durante décadas. Los seres humanos reponemos nuestro combustible (consumimos alimentos) y agua de manera regular y captamos oxígeno del aire inspirado para usarlo en el metabolismo oxidativo (que es, de hecho, una cadena de re acciones de combustión a baja temperatura). A continuación usamos la energía generada por el metabolismo para realizar trabajo y para mantener la temperatura corporal. Nos des hacemos (exhalamos o excretamos) el dióxido de carbono, el agua y los desechos del nitrógeno. La cantidad y la calidad de los alimentos que consumimos tienen un impacto importante sobre nuestra salud, como demuestra el hecho de que tanto la desnutrición, por una parte, como la obesidad y la diabetes, por la otra, son temas de salud pública importantes en todo el mundo en este momento. TODA LA BIOQUÍMICA EN DOS PÁGINAS Se suele decir que cualquier texto puede acortarse. Así pues, nos arriesgamos e intentamos condensar nuestro libro en menos de dos páginas. De este modo, intentamos dar al lector una pers pectiva general y crear un armazón para el estudio de los capítulos siguientes. Los términos destacados en negrita proporcionan una idea del contenido de los capítulos siguientes. Los principales componentes estructurales del cuerpo son las proteínas, los hidratos de carbono y los lípidos Las proteínas son los bloques de construcción y los catalizadores; como unidades estructurales, constituyen el armazón «arquitec tónico» de los tejidos; como enzimas, junto con moléculas cola boradoras (coenzimas y cofactores), catalizan las reacciones bioquímicas. Los lípidos, como el colesterol y los fosfolípidos, forman la columna vertebral de las membranas biológicas. Los hidratos de carbono y los lípidos, ya sean en forma de monómeros o de polímeros relativamente simples, constituyen nuestra fuente de energía principal. Pueden almacenarse en los tejidos en forma de glucógeno y triglicéridos. Sin embargo, los hidratos de carbono también pueden asociarse a proteínas y lípidos y formar estructuras complejas (glucoconjugados), cru ciales para los sistemas de señalización celular y para procesos como la adhesión celular y la inmunidad. Determinadas variables químicas como el pH, la presión de oxígeno y las concentraciones de iones inorgánicos y de moléculas am ortiguadoras definen el entorno homeostático en el que tiene lugar el metabolismo. Pequeños cambios en este entorno (p. ej., menos de dos décimas de una unidad del pH o el cambio de unos pocos grados en la temperatura corporal) pueden poner en peligro la vida. La sangre es el medio de transporte singular que participa en el intercambio de gases, energía, metabolitos e información entre los tejidos. El plasma sanguíneo es, asimismo, una «ventana» accesible al metabolismo y sirve como fuente de información clínica. Las membranas biológicas separan las vías metabólicas en diferentes compartimentos celulares. Su estructura impermeable al agua está salpicada de «puertas y entradas» (transportadores de membrana) y de «cerraduras» que aceptan numerosas llaves (hormonas, citocinas y otros receptores) y generan señales in- tracelulares. Desempeñan un papel crucial en el transp orte de iones y metabolitos y también en la transducción de se ñales de una célula a otra y dentro de la propia célula. El hecho de que la mayor parte de la energía del organismo se consuma para mantener los gradientes iónicos y de metabolitos a través de las membranas biológicas da una idea de la importancia de estos procesos. Además, las células de todo el organismo tienen una dependencia crítica de los potenciales de membrana para la transmisión nerviosa, la contracción muscular, el transporte de nutrientes y el mantenimiento del volumen celular. La energía liberada desde los nutrientes se distribuye en form a de trifosfato de adenosina La recuperación y utilización de energía en los sistemas biológicos se realiza a través de la fosforilación oxidativa, que tiene lugar en la mitocondria. Este proceso implica consumo de oxígeno, o respiración, mediante el cual el organismo utiliza la energía de los combustibles para generar un gradiente de protones a través de la membrana mitocondrial y capturar esta energía en forma de trifosfato de adenosina (ATP). Los bioquímicos llaman al ATP la «moneda corriente del metabolismo», ya que permite que la energía procedente del metabolismo energético sea utilizada para trabajo, transporte y biosíntesis. El metabolismo es un entramado sofisticado de procesos químicos Los hidratos de carbono y los lípidos constituyen nuestra prin cipal fuente de energía, pero nuestras necesidades nutricionales también incluyen aminoácidos (componentes de las proteínas), moléculas inorgánicas que contienen sodio, potasio y fósforo, y micronutrientes (vitaminas y oligoelementos). La glucosa se metaboliza a través de la glucólisis, una vía metabólica anaeró- bica (que no requiere oxígeno) universal para producir energía. La glucólisis transforma la glucosa en piruvato, y prepara así el me tabolismo oxidativo que tendrá lugar en la mitocondria. También genera metabolitos, que son el punto de partida para la síntesis de aminoácidos, proteínas, lípidos y ácidos nucleicos. La glucosa constituye el combustible más importante para nuestro cerebro; así pues, para nuestra supervivencia es esencial mantener una concentración sanguínea normal de glucosa. El aporte de glucosa está ligado al metabolismo del glucógeno, que es la forma de almacenamiento a corto plazo de la glucosa. La homeostasis de la glucosa está regulada mediante hormonas (principalmente insulina y glucagón, además de adrenalina y cortisol) que coordinan las actividades metabólicas entre células y órganos. El oxígeno es esencial para la producción de energía, pero también puede ser tóxico Durante el metabolismo aeróbico, el piruvato se transforma en acetil-coenzima A (acetil-CoA), que es el intermediario común en el metabolismo de los hidratos de carbono, los lípidos y los ami noácidos. El acetil-CoA entra en la maquinaria metabólica central de la célula, el ciclo de losácidos tricarboxílicos (ciclo ATC) en la mitocondria. El acetil-CoA se oxida a dióxido de carbono y reduce las importantes coenzimas nicotinamida-adenina-dinucleótido (NAD+) y flavina-adenina-dinucleótido (FAD). La reducción de estos nucleótidos captura la energía procedente de la oxidación de los combustibles. Estos nucleótidos son, a su vez, sustratos para la vía metabólica final, la fosforilación oxidativa, en la que los electrones transportados reducen el oxígeno molecular a través de una cadena de reacciones de transporte de electrones, aportando la energía necesaria para la síntesis del ATP. Aunque el oxígeno es esencial para el metabolismo, también puede ser causa de estrés oxidativo y de graves daños en los tejidos durante la inflamación. Para protegernos de los efectos más perjudiciales del oxígeno estamos dotados de poderosas defensas antioxidantes. El metabolismo mantiene un ciclo continuo entre los períodos de ayuno y posprandial La dirección de las principales vías del metabolismo de los hi dratos de carbono y los lípidos cambia en respuesta a la ingesta de alimentos. En el estado de alimentación, las vías metabólicas activas son la glucólisis, la síntesis de glucógeno, la lipo- génesis y la síntesis de proteínas, con lo que se rejuvenecen los tejidos y se almacena el exceso de combustible metabólico. En cambio, en el estado de ayuno, la dirección del metabolis mo se invierte: los depósitos de glucógeno y de lípidos se de gradan mediante glucogenólisis y lipólisis, proporcionando una corriente constante de su stratos p ara la producción de energía. A medida que van disminuyendo las reservas de glucógeno, van sacrificándose proteínas para producir glucosa a través de la gluconeogénesis, garantizando un suministro constante, mientras se enlentecen otros procesos de biosíntesis. Algunos cuadros frecuentes, como la diabetes, la obesidad y la ateroesclerosis, que constituyen en la actualidad problemas im portantes de salud pública, se deben al deterioro del metabolismo y el transporte de los combustibles. Los tejidos desempeñan funciones especializadas Estas funciones abarcan la contracción muscular, la conducción nerviosa, la formación de hueso, la vigilancia inmunitaria, la señalización hormonal, el mantenimiento del pH y del equilibrio hidroelectrolítico, y la desintoxicación de sustancias ajenas al organismo. La organización tisular y las comunicaciones interce lulares necesitan de compuestos especializados, como los gluco- conjugados (glucoproteínas, glucolípidos y proteoglucanos). Los recientes adelantos en nuestros conocimientos sobre los sistemas de señalización celular han mejorado nuestra perspectiva del crecim iento celular y de sus mecanismos de reparación. Su declive, dependiente del tiempo, conduce al envejecimiento, y su fracaso condiciona la aparición de cuadros patológicos, como el cáncer. El genoma es la base de todo El genoma proporciona el mecanismo para la conservación y la transferencia de información genética mediante la regulación de la expresión de los genes constituyentes y su control de la síntesis de proteínas. La síntesis proteica está controlada por información codificada en el ácido desoxirribonucleico (ADN) y trans crita al ácido ribonucleico (ARN), que luego es traducida en péptidos que finalmente forman las m oléculas proteicas funcionales. El espectro de proteínas expresadas y el control de su expresión temporal durante el desarrollo, la adaptación y el envejecimiento son los responsables de nuestra estructura proteica. En los últimos años, la bioinformática, los estudios de asociación del genoma completo (Genome Wide Association Study, GWAS) y los adelantos en los conocimientos de epigenética han proporcionado perspectivas verdaderamente fascinantes sobre la complejidad de los entramados genéticos reguladores. Las aplicaciones de la tecnología del ADN recom binante han ( Fosfatidilinositol ~] (Esfingomielina) Elementos estructurales Sistema inmune Hormonas, factores del Factores de la Hemoglobina, mioglobina citocinas [coagulación! i Fig. 1 Bioquímica: todo en uno. Esta figura se ha diseñado para ofrecer una perspectiva general a vista de pájaro. Puede ser útil para estructurar el estudio o para repasar. Se recomienda al lector que la consulte mientras estudia los siguientes capítulos de este libro y para ver cómo gana pers pectiva en bioquímica. GABA, -y-aminobutirato; glicerol-3-P, glicerol-3-fosfato; CoA, coenzima A; ciclo ATC, ciclo de los ácidos tricarboxílicos; cit, citocromo; FP, flavoproteína; Q, coenzima Q10; ATP, adenosina-5'-trifosfato. revolucionado el trabajo de los laboratorios clínicos en la última década. La reciente capacidad de rastrear todo el genoma y el potencial de la proteóm ica y la metabolómica crean la opor tunidad de generar nuevas ideas sobre la dinámica del control génico de la síntesis proteica. Este capítulo se resume en la figura 1, en la que se imita el plano del metro de Londres (v. Lecturas recomendadas). Se reco mienda al lector que no se deje intimidar por los numerosos térmi nos nuevos y que consulte esta figura las veces que sea necesario cuando estudie los diferentes capítulos, lo que le servirá para com probar si progresa su comprensión de la bioquímica. QUE ES Y QUE NO ES ESTE LIBRO En la educación médica actual, los estudiantes dirigen su apren dizaje a la adquisición de conocimientos que constituyan un marco para el estudio a lo largo de toda su carrera. El estudio de la medicina poco a poco mediante especialidades muy delimitadas se considera menos valioso que un aprendizaje integrado, que permite ubicar los conocimientos adquiridos en un contexto más amplio. Esto es lo que intenta hacer este libro con la bioquímica. El lector debe tener en cuenta que Bioquímica Médica no es un libro que esté diseñado como un texto de revisión ni como un recurso para la preparación de exámenes de opción múltiple. Estas opciones se encuentran disponibles en nuestra página web. Este texto es una presentación orientada a los aspectos clí nicos de la bioquímica relevantes para la medicina, un recurso para su carrera clínica. Es más breve que muchos de los pesados tomos sobre nuestra disciplina y está orientado a la explicación de conceptos clave y relaciones cruciales, con la esperanza de que el estudiante los retenga en la memoria y pueda usarlos en su práctica clínica futura. Para abordar esta asignatura existen numerosos libros tanto para estudiantes como para médicos. En nuestra página web se puede acceder a otras obras, que permiten pasar rápidamente de los aspectos puramente bioquímicos de órganos y enfermedades a los conceptos relativos a su anatomía, fisiología, farmacología, bioquímica clínica y anatomía patológica. Bioquímica Médica con tiene además hipervínculos con otras fuentes de información, como directrices o asociaciones clínicas. Un libro de texto es una foto instantánea de unos conocimientos en continua expansión Lo que hace solamente unos años era pura teoría bioquímica, hoy forma parte del vocabulario de los médicos en las visitas de planta y en las conferencias de casos clínicos. Un médico (o un futuro médico) no aprende bioquímica para adquirir brillantez teórica, sino que lo hace para estar preparado para futuros adelantos en la práctica clínica. Hemos redactado Bioquímica Médica porque estamos convenci dos de que el conocimiento de la bioquímica mejora la práctica de la medicina. Algo que nos hemos planteado muchas veces durante la redacción de este libro ha sido lo siguiente: «¿Cómo podría esta porción de información mejorar su razonamiento clínico?» En el texto se relacionan constantemente las ciencias básicas con situaciones a las que normalmente se enfrenta un médico a la cabecera del paciente, en la consulta o al solicitar pruebas de los laboratorios clínicos, que es lo que en realidad hará al empezar a ejercer la medicina. Esperamos que los conceptos adquiridosen este texto le sirvan de ayuda y reviertan en beneficios para sus pacientes.
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