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1 Nefrología y urología (339)

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MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL APARATO URINARIO INFERIOR
(hernia inguinal en el 60% de los casos), hipos-
padias y microgenitosomía [30].
Como prueba de imagen la ecografía es útil en 
el caso de testículo intracanalicular. La presencia 
de adenopatías inguinales puede arrojar un resul-
tado falso positivo, que puede descartarse con el 
eco-Doppler color. Otras técnicas de localización 
son la TC y la RMN, indicadas en casos muy se-
leccionados [18, 28].
La exploración laparoscópica para identificar 
un testículo intrabdominal fue indicada en Espa-
ña por primera vez por Pedro Páramo [28].
Complicaciones
Las alteraciones histopatológicas que apare-
cen en el testículo criptorquídico y las compli-
caciones derivadas de esta situación justifican las 
principales indicaciones para su tratamiento. Las 
complicaciones más importantes son [28, 29]:
– Infertilidad. El 5% de los varones que con-
sultan por infertilidad presentan criptorquidia o 
la han tenido previamente.
– El testículo criptorquídico tiene inicialmen-
te una proporción normal de células germinales, 
y este patrón se va alterando progresivamente con 
el transcurso del tiempo de forma que a la edad 
de 2-3 años hasta el 25-40% de estos niños no 
tratados presentan una grave alteración de la es-
permatogénesis y serán infértiles. Ello sugiere la 
necesidad de un tratamiento precoz entre el pri-
mer y el segundo año de la vida. Peor pronóstico 
en cuanto a la fertilidad tiene las criptorquidias 
bilaterales y las localizaciones intraabdominales.
– Cáncer testicular. El riesgo de padecer cán-
cer testicular en los pacientes criptorquídicos se 
cifra en unas 20-46 veces superior al de la po-
blación normal. Es mayor el riesgo en las formas 
bilaterales y localización intrabdominal.
– Otras complicaciones: Mayor riesgo de tor-
sión por deficiente fijación del testículo a la bolsa 
y por la presencia de alteraciones anatómicas en-
tre el testículo y su mesenterio tal como la excesi-
va separación entre testículo y epidídimo con un 
mesorquio muy largo. El riesgo es del 5% al 10% 
y con más frecuencia en la pubertad. La hernia 
inguinal asociada es otra complicación.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento del testículo no 
descendido es situar al testículo en la bolsa escro-
tal para [28]:
– Mejorar la fertilidad.
– Mejorar la accesibilidad frente a la posibilidad 
de una patología neoplásica testicular.
– Corregir una posible hernia asociada.
– Evitar el trauma psicológico de «bolsa escrotal 
vacía».
– Reducir el riesgo de torsión y traumatismo del 
testículo.
Hay dos posibilidades: Tratamiento médico y 
tratamiento quirúrgico [18].
Tratamiento médico
Toma en consideración que la principal causa 
del testículo no descendido son alteraciones del 
eje hipotálamo-hipofiso-gonadal. El objetivo del 
tratamiento es inducir el descenso testicular y es-
timular la producción y maduración de las célu-
las germinales para lo cual se han utilizado varias 
hormonas y combinaciones de estas [30].
El tratamiento hormonal está especialmente 
indicado en la criptorquidia bilateral y para los 
testículos cercanos del escroto, así como para los 
testículos retráctiles que no acaban de fijarse al 
escroto. Las contraindicaciones son las ectopias 
testiculares, la hernia inguinal asociada, la cirugía 
previa en la región inguinal y la presencia de sig-
nos puberales. Los resultados son muy variables 
(10-20% de los casos) [30, 31].
Se han utilizado:
– Gonadotropina coriónica humana (HCG): 
1,5-3 UI por Kg vía intramuscular, tres veces por 
semana ó 500 UI semanalmente durante cinco 
semanas en los niños alrededor del año de vida. 
En los niños menores de 6 años se usan dosis de 
1500 UI con el mismo protocolo anterior [18, 
31].
– Hormona liberadora de gonadotropinas 
(GnRH). Se usa en aerosol nasal y puede com-
binarse con HCG. Dosis de 1,2mg/día dividido 
en 3 dosis, por 4 semanas. Tasa de éxito varía de 
9-60%. [18].
– Este tratamiento tiene como efectos secun-
darios el eritema y aumento de la pigmentación 
escrotal, inducción de vello púbico y crecimiento 
peniano [18].
Tratamiento quirúrgico
Debe realizarse en el año siguiente a los 6 me-
ses de edad. Puede constituir el tratamiento de 
elección debido a la escasa eficacia del tratamien-
to hormonal cuyos objetivos son [18, 29, 30]:

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