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1 Nefrología y urología (419)

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INFECCIONES ESPECÍFICAS: TUBERCULOSIS Y BRUCELOSIS GENITOURINARIA
– Forma exudativo-caseosa cavitaria: Más fre-
cuente. Caseificación y tendencia a abrirse al 
cáliz y a la pelvis [9].
– Riñón mastic: Mástique (pasta de yeso): Cu-
ración natural de la TBC renal: TBC renal 
fibrocaseosa retráctil. Fase terminal: destruc-
ción de todo el riñón, pero los bacilos de 
Koch no han desaparecido [9].
– Pielitis caseosa: Poco frecuente, sin grandes 
focos destructivos del tejido renal, pero rápi-
damente progresiva, en especial con disemi-
nación hematógena y meningitis [9].
Fases de la lesión renal tuberculosa
– Folicular: Formación de granulomas tubercu-
loides [4, 6]
– Ulceropapilar: Paso desde la cortical a las pa-
pilas [4, 6]
– Ulcerocavernosa: Fusión de zonas de caseifi-
cación à destrucción del parénquima à pre-
cipitación de calcio à riñón mastic [4, 6]
– Estenosis infundibular, ureteropiélica o urete-
ral por cicatrización retráctil [4, 6].
– Ureteritis, cistitis, epididimitis, prostatitis [4, 
6].
1.3. Manisfestaciones clínicas
Aunque no existen signos patognomónicos de 
la afectación tuberculosa del aparato genitouri-
nario, es muy característica la aparición de piuria 
sin bacteriuria y con un pH urinario ácido (piuria 
estéril). También ha de incluirse en el diagnóstico 
diferencial de la hematuria de origen indetermi-
nado (aparece en un 10% como macroscópica y 
hasta en un 50% de los casos como microscópica) 
y de la fiebre de origen desconocido. Las manifes-
taciones genitales incluyen deferentes engrosados 
o arrosariados, epididimitis de repetición y prós-
tata micronodular en «tablero de ajedrez» [4, 5].
El riñón mastic: Se produce por cierre del 
uréter debido a la inflamación tuberculosa, con 
lo cual el material caseoso se acumula en la pel-
vis, en los cálices y cavidades del tejido renal y 
se transforma en un material espeso que tiene el 
aspecto de pasta de yeso [9].
La pielitis caseosa es poco frecuente. No se 
producen grandes focos destructivos del te-
jido renal, pero es rápidamente progresiva, 
especialmente con diseminación hematógena y 
meningitis [4, 6].
Formas clínicas
TBC renal: forma más común de la TB geni-
tourinaria (80%), y de los pacientes (6). Se ex-
presa como una pequeña lesión caseosa cortical 
con destrucción del tejido y generalmente se auto 
limita o puede evolucionar a las formas descritas 
en el apartado «Formas histológicas» de este ca-
pítulo [9].
TBC ureteral: Inicia con dilatación (secunda-
ria a inflamación de la unión uretero-vesical por 
uretritis o cistitis tuberculosa) y la apariencia irre-
gular del urotelio. Una vez avanzada la entidad 
se observa estenosis, acortamientos, defectos de 
relleno e incluso calcificaciones [9].
TBC vesical: en fases iniciales es indistingui-
ble de otras cistitis más en estadios avanzados se 
presenta pequeña, irregular y calcificada. Se debe 
realizar diagnóstico diferencial con esquistoso-
miasis, cambios actínicos o carcinoma calcificado 
[9].
TBC testicular: La afectación testicular suele 
ser el resultado de una invasión local del epidí-
dimo, siembra retrógrada del epidídimo, y rara-
mente por diseminación hematógena. La inferti-
lidad puede ser el resultado de obstrucción vasal 
bilateral. Al hallazgo físico podemos encontrar 
un reborde nodular del conducto vascular pero 
la orquitis y la inflamación testicular resultante 
puede ser difícil de diferenciar de otras lesiones 
masivas. La tuberculosis genital masculina gene-
ralmente se asocia con TB renal en 60 a 65% de 
los casos o con tuberculosis pulmonar en alrede-
dor del 34% de los casos [7].
Epididimitis tuberculosa: de los órganos ge-
nitales el epidídimo es el más frecuentemente 
afectado en 22-55%. Si bien puede manifestarse 
como una orquiepididimitis es más común que 
sólo se afecte el epidídimo. La clínica consiste en 
una masa escrotal que suele ser dolorosa (40-44% 
de los casos), presentarse en forma de absceso 
hasta en 50% de los casos o asociarse a hidro-
cele (10%). Es sugestivo el hallazgo de nódulos 
dolorosos o indoloros con o sin induración. Lo 
característico, aunque raro son senos con descar-
ga purulenta en la superficie posterior del escroto 
[6].

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