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435 INFECCIONES URINARIAS INESPECÍFICAS Hasta en el 30% de las cistitis puede existir infección silente del parénquima renal, sobre todo si se trata de varones, mujeres embarazadas, menores de 5 años, ITU durante el último mes, duración superior a 7 días de los síntomas de una ITU, inmunodepresión, diabetes, insuficiencia renal, anomalía anatómica o funcional de la vía urinaria. [11] 4.3. ITU Recurrente Se define ITU recurrente (no complicada o complicada) como aquella en la que suceden 2 episodios de ITU no complicada en los últimos 6 meses o 3 urocultivos positivos en el año anterior [1]. Se considera recidiva si la nueva infección es por el mismo germen que el episodio anterior y reinfección si la nueva infección es causada por un germen diferente al del episodio anterior. La reinfección es más común que la recidiva, con mayor incidencia en los 3 meses subsecuentes a la infección primaria anterior. El riesgo de rein- fección en los próximos 6 meses es mayor si el primer episodio es causado por Escherichia coli [14]. Muchas mujeres sufren infecciones urinarias frecuentes. Alrededor del 20% de las mujeres jó- venes con una primera ITU tendrán una infec- ción recurrente. Las investigaciones sugieren que uno de los factores de las infecciones urinarias recurrentes puede ser la capacidad de las bacte- rias a adherirse a las células que recubren el tracto urinario [7]. El factor de riesgo más influyente para las ITU recurrentes en las mujeres jóvenes es la frecuencia de relaciones sexuales [15, 23] No existe una relación comprobada entre in- fecciones urinarias recurrentes y los patrones de micción antes o después del coito, la frecuencia de la micción, los patrones de limpieza, las du- chas vaginales, uso de ropa interior ajustada o re- tardar el hábito miccional [15], [16]. Un estudio caso-control de las mujeres pos- menopáusicas encontró que los factores mecáni- cos y fisiológicos que afectan al vaciamiento de la vejiga (incontinencia, cistocele, orina residual postmiccional) se asociaron fuertemente con in- fecciones urinarias recurrentes [17]. Los pasos clave en la evaluación del diagnós- tico de las infecciones urinarias recurrentes in- cluyen la confirmación de la presencia de una infección urinaria bacteriana, la investigación de los factores de riesgo del paciente y factores predisponentes para la infección complicada y la identificación de un organismo potencialmente causal. [18] En mujeres con ITU recurrente, sin condicio- nes médicas o anatómicas subyacentes, se reco- mienda realizar ecografía en casos de recurrencias no coitales, hematuria persistente asociada a ITU, pielonefritis aguda, alteración de la función renal o en mujeres gestantes. En general, en mujeres con ITU recurrente menores de 40 años y sin factores de riesgo, no es preciso realizar ecografía abdominal ni otros estudios urológicos [3, 14]. Pielonefritis Aguda Clínicamente se caracteriza por aparición de síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos, ma- lestar general, náuseas, vómitos y dolor en fosa renal, con puñopercusión positiva. En un 20% de los casos no aparecen síntomas de infección de vía urinaria baja (disuria, polaquiuria, urgencia miccional). Es frecuente encontrar una alteración leve de la función renal, por factores inflamato- rios o hemodinámicos, que suele revertir precoz- mente con el tratamiento, y elevación de los reac- tantes de fase aguda. La PNA puede evolucionar a bacteriemia (10-50%), sepsis grave y shock séptico, si bien esta evolución es más frecuente en las formas complicadas. Con un tratamiento antibiótico efectivo, la mejoría clínica aparece desde las primeras 24-48h y la completa remi- sión del cuadro clínico-analítico en unos 5 días. Cuando los síntomas no mejoren en los primeros días, se iniciará la búsqueda activa de complica- ciones (PNA focal o lobar, absceso renal, absceso perirrenal, PNA enfisematosa) o de alteraciones anatómicas o funcionales que estén agravando el cuadro clínico (PNA complicada: uropatía obs- tructiva, litiasis, inmunosupresión, etc.) [15, 16]. La pielonefritis aguda no complicada se ca- racteriza por fiebre, dolor en flanco, ausencia de historia o clínica evidente de anomalía urológica subyacente (investigada con pruebas complemen- tarias como la ecografía, radiología, entre otras) y en el laboratorio encontraremos ≥10WBC/mm3, ≥104 CFU/mL [10].
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