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530 BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ Finalizada la parte vascular, hemos de realizar la anastomosis de la vía urinaria. La ureteroneo- cistostomía puede realizarse tanto con técnicas intra como extravesicales, pero siempre con ma- niobras antirreflujo. Describiremos las técnicas clásicas, de las cuales ha habido múltiples varia- ciones [13, 17]. Leadbetter y Politano describieron en 1958 la técnica de reimplante ureteral transvesical. Se procede a la apertura de todas las capas de la ve- jiga de manera longitudinal. Se realizan dos inci- siones paralelas separadas unos 2-3 cm sólo sobre la capa mucosa, y con tijeras curvas o con disec- tor se crea un túnel submucoso que une ambos orificios sin lesionar la mucosa [18]. Desde el exterior se abren el resto de las capas vesicales justo por encima del extremo superior del túnel, por donde se va a introducir el uréter distal. Una vez en la luz vesical, se pasará cuida- dosamente a través del túnel, recortando el uré- ter sobrante y espatulando su extremo para pro- ceder a la anastomosis con puntos sueltos con la mucosa vesical. Se coloca un catéter doble J tutor y se cierra la cistostomía según técnica ha- bitual [18]. La técnica extravesical fue descrita en 1961 por Lich [19] y en 1962 por Gregoir [20], de- sarrollando posteriormente una modificación el equipo de Taguchi. Se mantiene la vejiga a reple- ción, llenándola a través de la sonda con suero fisiológico. Se realiza una cistostomía atravesan- do la serosa y la capa muscular de la vejiga, pero respetando la capa mucosa, que se abomba. El extremo distal del uréter se espátula para realizar una anastomosis con sutura reabsorbible de 4-0 a la mucosa vesical tras la apertura de esta, dejando un catéter doble J tutor. Posteriormente, se cie- rran la capa muscular y adventicia por encima del uréter como técnica antirreflujo. El implante se realizará en la fosa iliaca iz- quierda en caso de trasplante simultáneo re- no-pancreático, en pacientes obesos y en aquellos que reciban su segundo trasplante. También pue- de ser de elección cuando los vasos del riñón sean cortos [19, 20]. 8.2. Implante renal ortotópico Esta técnica fue descrita en España por Gil-Vernet en 1978. En ella, el riñón se implanta en la fosa renal izquierda tras haber realizado nefrectomía del riñón nativo a través de una lumbotomía postero-lateral, en la que se preservan la pelvis renal y las venas nativas que serán utilizadas en el implante. El aporte arterial del injerto vendrá dado por la arteria esplénica, que será seccionada a la altura de su bifurcación y será extraperitonizada. La anastomosis urina- ria es pielo-piélica con catéter doble J y sutura reabsorbible [9]. Actualmente, esta técnica está en desuso de- bido a que supone una mayor dificultad y a que el implante heterotópico ha demostrado grandes resultados. El grupo de Gil-Vernet restringe esta técnica a 3 casos [9]: 1) Trombosis o agenesia de la cava. 2) Enfermedad ateromatosa aortoilíaca (esteno- sis o aneurisma). 3) Tercer trasplante (generalmente se intenta otro trasplante heterotópico con trasplantec- tomía del injerto previo). 9. INCLUSIÓN EN LISTA DE ESPERA DE TRASPLANTE RENAL Los pacientes en insuficiencia renal candida- tos a trasplante renal han de ser estudiados cau- telosamente por un equipo multidisciplinar in- tegrado por nefrólogos, urólogos, inmunólogos y anestesistas. Los receptores suelen ser personas con múltiples comorbilidades asociadas a su en- fermedad renal que van a ser sometidas a una cirugía abdominal con componente tanto vas- cular como urológico y que posteriormente van a presentar una inmunosupresión inducida por fármacos [11, 13]. La anamnesis urológica ha de estar dirigida a conocer antecedentes de litiasis, tumores, in- fecciones urinarias, malformaciones congénitas, cirugías abdominales previas, etc. También es importante saber si el paciente presenta diuresis residual o síntomas sugerentes de problemas obs- tructivos miccionales [11, 13]. La exploración física es especialmente im- portante en los pacientes con poliquistosis re- nal, ya que sus riñones pueden alcanzar un gran tamaño y llegar hasta el espacio pélvico, lo que dificultaría el implante renal por falta de espa- cio (frecuentemente requerirán una nefrectomía UROLOGÍA CAPÍTULO 17. TRASPLANTE RENAL. ASPECTOS QUIRÚRGICOS 9. INCLUSIÓN EN LISTA DE ESPERA DE TRASPLANTE RENAL
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