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1 Nefrología y urología (526)

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BÁRBARA YOLANDA PADILLA FERNÁNDEZ
Finalizada la parte vascular, hemos de realizar 
la anastomosis de la vía urinaria. La ureteroneo-
cistostomía puede realizarse tanto con técnicas 
intra como extravesicales, pero siempre con ma-
niobras antirreflujo. Describiremos las técnicas 
clásicas, de las cuales ha habido múltiples varia-
ciones [13, 17].
Leadbetter y Politano describieron en 1958 
la técnica de reimplante ureteral transvesical. Se 
procede a la apertura de todas las capas de la ve-
jiga de manera longitudinal. Se realizan dos inci-
siones paralelas separadas unos 2-3 cm sólo sobre 
la capa mucosa, y con tijeras curvas o con disec-
tor se crea un túnel submucoso que une ambos 
orificios sin lesionar la mucosa [18].
Desde el exterior se abren el resto de las capas 
vesicales justo por encima del extremo superior 
del túnel, por donde se va a introducir el uréter 
distal. Una vez en la luz vesical, se pasará cuida-
dosamente a través del túnel, recortando el uré-
ter sobrante y espatulando su extremo para pro-
ceder a la anastomosis con puntos sueltos con 
la mucosa vesical. Se coloca un catéter doble J 
tutor y se cierra la cistostomía según técnica ha-
bitual [18].
La técnica extravesical fue descrita en 1961 
por Lich [19] y en 1962 por Gregoir [20], de-
sarrollando posteriormente una modificación el 
equipo de Taguchi. Se mantiene la vejiga a reple-
ción, llenándola a través de la sonda con suero 
fisiológico. Se realiza una cistostomía atravesan-
do la serosa y la capa muscular de la vejiga, pero 
respetando la capa mucosa, que se abomba. El 
extremo distal del uréter se espátula para realizar 
una anastomosis con sutura reabsorbible de 4-0 a 
la mucosa vesical tras la apertura de esta, dejando 
un catéter doble J tutor. Posteriormente, se cie-
rran la capa muscular y adventicia por encima del 
uréter como técnica antirreflujo.
El implante se realizará en la fosa iliaca iz-
quierda en caso de trasplante simultáneo re-
no-pancreático, en pacientes obesos y en aquellos 
que reciban su segundo trasplante. También pue-
de ser de elección cuando los vasos del riñón sean 
cortos [19, 20].
8.2. Implante renal ortotópico
Esta técnica fue descrita en España por 
Gil-Vernet en 1978. En ella, el riñón se 
implanta en la fosa renal izquierda tras haber 
realizado nefrectomía del riñón nativo a través 
de una lumbotomía postero-lateral, en la que se 
preservan la pelvis renal y las venas nativas que 
serán utilizadas en el implante. El aporte arterial 
del injerto vendrá dado por la arteria esplénica, 
que será seccionada a la altura de su bifurcación 
y será extraperitonizada. La anastomosis urina-
ria es pielo-piélica con catéter doble J y sutura 
reabsorbible [9].
Actualmente, esta técnica está en desuso de-
bido a que supone una mayor dificultad y a que 
el implante heterotópico ha demostrado grandes 
resultados. El grupo de Gil-Vernet restringe esta 
técnica a 3 casos [9]:
1) Trombosis o agenesia de la cava.
2) Enfermedad ateromatosa aortoilíaca (esteno-
sis o aneurisma).
3) Tercer trasplante (generalmente se intenta 
otro trasplante heterotópico con trasplantec-
tomía del injerto previo).
9. INCLUSIÓN EN LISTA DE ESPERA DE 
TRASPLANTE RENAL
Los pacientes en insuficiencia renal candida-
tos a trasplante renal han de ser estudiados cau-
telosamente por un equipo multidisciplinar in-
tegrado por nefrólogos, urólogos, inmunólogos 
y anestesistas. Los receptores suelen ser personas 
con múltiples comorbilidades asociadas a su en-
fermedad renal que van a ser sometidas a una 
cirugía abdominal con componente tanto vas-
cular como urológico y que posteriormente van 
a presentar una inmunosupresión inducida por 
fármacos [11, 13].
La anamnesis urológica ha de estar dirigida 
a conocer antecedentes de litiasis, tumores, in-
fecciones urinarias, malformaciones congénitas, 
cirugías abdominales previas, etc. También es 
importante saber si el paciente presenta diuresis 
residual o síntomas sugerentes de problemas obs-
tructivos miccionales [11, 13].
La exploración física es especialmente im-
portante en los pacientes con poliquistosis re-
nal, ya que sus riñones pueden alcanzar un gran 
tamaño y llegar hasta el espacio pélvico, lo que 
dificultaría el implante renal por falta de espa-
cio (frecuentemente requerirán una nefrectomía 
	UROLOGÍA 
	CAPÍTULO 17. TRASPLANTE RENAL. ASPECTOS QUIRÚRGICOS
	9. INCLUSIÓN EN LISTA DE ESPERA DE TRASPLANTE RENAL

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