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INSTRUMENTAL PREHISTÓRICO LÍTICO Y ÓSEO: MORFOLOGÍA, TÉCNICAS DE FABRICACIÓN Y USO 1. Introducción Hasta la aparición de la cerámica y la metalurgia, durante el Neolítico y Calcolítico respectivamente, los conjuntos líticos y óseos constituyen el referente fundamental de la cultura material. 2. La Cadena Operativa Es el conjunto de operaciones que concurren en la elaboración de un útil desde su diseño mental hasta su definitiva fabricación y uso, cerrándose con su abandono y desecho (cuadro 1). Intervienen por tanto, los siguientes componentes. 1. Geográficos: diferentes tipos de materias primas. 2. Tecnológicos: conocimientos, habilidad y experiencia del tallador,. 3. Económicos y funcionales: finalidad del útil. 4. Culturales: respeto a la tradición El estudio de las cadenas operativas pretende supone las deficiencias incorporando los componentes descritos mediante: a) Los remontajes: invertir el proceso, reconstruyendo el núcleo original de materia prima desde los restos de su talla (rotura) hallado en el yacimiento. b) La traceología: estudio de la funcionalidad de los útiles a través de las huellas microscópicas que su uso ha dejado en los mismos. c) La arqueología experimental: reconstrucción moderna del proceso de elaboración prehistórica, con idénticos materiales y medios. 2.1. El diseño mental del útil El proceso de evolución biológica, al liberar las extremidades superiores de la marcha y de la braquiación mediante el bipedismo, dotó a los homínidos de un tipo de mano con pulgar oponible a los demás dedos que le faculta para una habilidad manual de la que carecen los restantes seres vivos. Gracias a ello, el cerebro tuvo más áreas encargadas de regular las funciones de los dedos y experimentó un gran desarrollo. Esto constituye una de las características definitorias del género Homo; no sólo el fabricar para satisfacer determinadas necesidades, cosa que hacen algunas otras especies animales, sino el mejorarlas progresivamente desde el punto de vista técnico y funcional. El primer paso en la elaboración es el proceso mental. Esto exige un desarrollo anatómico, fisiológico y psicológico que se sabe que en el género humano lo alcanzó el Homo Habilis hace más de dos millones de años. En este diseño mental intervienen factores funcionales y culturales, así como la disponibilidad de ciertas materias primas. Se puede establecer una gradación: atributos, artefactos, tipos, conjuntos y culturas arqueológicas. Los atributos son las características o variables que aparecen más o menos frecuentemente (talla, retoque, pulimento, recortado, perforación…). Un artefacto o herramienta es un objeto que se ha modificado su estado natural mediante determinados atributos (bifaz o raspador). Tipo es el artefacto que reúne una serie de atributos bien definidos (bifanes cordiformes, raspadores carenados, hojas de laurel) Conjunto o industria es el total de las listas tipológicas previamente elaboradas (industria lítica u óseas musterienses, magdalenieneses) La industria sumado a todos los restos materiales conocidos se obtiene la cultura arqueológica o cultura material. 2.2. Las materias primas líticas Se han empleado tallas de todo tipo, y para mejorarlas, las comunidades humanas se han desplazado para proveerse, excavaron minas y se practicó el comercio de intercambio. El mineral más empleado es el sílex. Es una roca silícea. La cuarcita es también una roca silícea, sedimentaria, de granulometría mucho más gruesa que el sílex, aunque es de baja calidad. Otros materiales como el basalto o la obsidiana quedan restringidos a ámbitos más reducidos. A partir del Neolítico, algunas rocas han sido seleccionadas por su belleza, para útiles votivos, como las hachas de variscita. La materia prima, tal como la ofrece la naturaleza, se denomina nódulo. El exterior de este nódulo muestra rugosidades, alteraciones, pátina que le son característicos como resultado de la meteorización, denominándose a esta capa externa córtex y se represente en el dibujo arqueológico mediante sombreado de puntos. Si se prepara el nódulo, generalmente eliminando una parte del córtex, para poder obtener más subproductos como lascas, láminas, etc.… se obtendrá el núcleo que constituye la base inicial del proceso de obtención de útiles líticos. Este proceso tiene dos fases: talla y retoque. 2.3. El proceso de talla Consistía en trocear el núcleo, de forma más o menos dirigida, para obtener los subproductos (lascas, láminas y laminillas) sobre los que fabricar los útiles. También se puede alterar el núcleo para tallar una pieza en él mismo. Asó se obtienen útiles sobre núcleo, sobre lasca, sobre lamina o las industrias microlíticas. Existen diferentes tipos de núcleos. Se diferencian por su morfología o por la técnica empleada en su preparación. La talla se puede realizar por presión o por percusión. La talla por presión consiste en aplicar sobre el núcleo un compresor, generalmente de materia blanda como madera o hueso lo que permite obtener láminas o lascas delgadas. La talla por percusión se golpea el núcleo para que se desprenda del mismo las lascas o láminas. Por ello, del proceso de talla se puede obtener: a) Lascas. Fragmento desprendido al tallar un núcleo y que se diferencia de si son intencionadas o se producen de forma natural por el choque de piedras, pisoteo de animales, fatiga, etc. Son los siguientes: i. Punto de percusión. Lugar de presión o impacto que hace desprenderse la lasca del núcleo. ii. Cara dorsal. Parte superior, externa, de la lasca. Puede presentar restos de córtex o las líneas de fractura de la obtención de lascas anteriores. iii. Cara ventral. Cara interna o de lascado; es lisa, salvo irregularidades en la rotura de ondas, descamaciones o estrías. iv. Talón. Superficie proximal de la lasca donde se produce la percusión. Puede presentar córtez. Pueden ser en morfología: plana, apuntada, facetada, etc. Zona proximal es la que tiene más cerca. Y zona distal la más alejada. v. Bulbo. Engrosamiento de la lasca en las proximidades del talón, en cara ventral, como resultado de la fractura concoide. Tan pronunciado como violenta fue la percusión. vi. Ángulo de percusión o lascado. Es el que forma el talón y la cara ventral. Más abierto cuanto mayor es la violencia de la percusión, y por tanto con bulbo más pronunciado. b) Láminas. Son un tipo específico de lasca, con morfología foliácea, es decir, bordes paralelos y son al menos el doble de largas que de anchas. Suelen ser aristas más o menos paralelas en la cara dorsal. También se definen como hojas, y constituyen la industria leptolítica o realizada sobre láminas. c) Laminillas. Son láminas microlíticas que no superan los quince centímetros de longitud. Son la base de útiles microlíticos y que son engastadas en madera, hueso o asta para ser utilizadas. Existen algunos procesos específicos de talla. Como la talla levallois. Consiste en obtener lascas, láminas o puntas con una morfología específica, ya determinada en la talla previa al núcleo. Aparecen en el Achelense y tienen su más amplio desarrollo en algunos tipos de Musteriense, durante el Paleolítico medio. Tras este proceso para poder ser utilizados, la mayoría pasaban por el proceso del retoque. 2.4. El proceso del retoque Puede ser definido como el acabado de los útiles. Se modifican mediante percusión o precisión sobre lascas, láminas o laminillas. Se han dividido atendiendo a diversos criterios. Retoque simple. Sobre el borde de la pieza, embota parcialmente el fijo. Retoque plano. Se realiza mediante presión. Penetra en la superficie interior de la pieza. Es conocido como retoque solutrense por ser específico de este periodo del Paleolítico superior. Retoque abrupto. Destruye el filo embotado absolutamente al borde.(Borde abatido o dorso alto) Retoque sobreelevado. Es la sucesión en una misma zona de soporte, de varios retoques simples. (retoque escaleriforme y retoque escamoso) Los retoques de una misma cara dorsal son llamados retoques directos. Los que aparecen en la cara ventral, retoques inversos. Aparecen en todas las industrias prehistóricas. Aunque algunos son más característicos de determinados periodos. 3. Tipología y funcionalidad Los diferentes útiles (talla + retoque) reciben un nombre atendiendo a diferentes criterios. Normalmente según la función: raspadores, raederas, perforadores, hendedores, etc. Otras según la morfología: escotaduras, denticulados, láminas o laminillas de dorso, crecientes, etc. A veces por denominación toponímica, o cultural. 3.1. Paleolítico inferior y medio Los principales útiles sobre núcleo son: - Cantos trabajados. Cantos rodados o los que se realiza un filo mediante levantamientos unifaciales (Choppers) o bifaciales (Chopping-tools) - Esferoides facetados o bolas poliédricas. - Bifaces. Útiles de talla bifacial (tallados por ambas caras), definidos como hachas de mano, que se clasifican según perfil y grosor. o Bifaces lanceolados (bordes convergentes rectilíneos) o Bifaces cordiformes (base y punta redondeada, con lados curvos y máxima anchura próxima a la base) o Bifaces amigdaloides (codiformes espesos y alargados) o Bifaces discoides (perfil más o menos circular) o Bifaces limandes (discoides alargados) o Bifaces minoquienses o Bifaces abbevillenses - Tiedros. Toscos Bifaces tallados sobre cantos rodados, con base globular cortical y presentan punta masiva de secci´pm triangular. - Hendedores. Hechos sobre núcleos o sobre grandes lascas. Los principales útiles sobre lascas son: Raederes. Retoques continuos sobre uno o más bordes, que pueden ser rectos, cóncavos o convexos. Puedeen ser simples y dobles y a su vez rectas, cóncavas o convexas. Además están el tipo Quina o Charentienses. Escotaduras. Muescas o entrantes profundos en los bordes de las lascas. Pueden retocarse en el interior. Denticulados. Sucesión de escotaduras. Puntas levallois. Lascas triangulares obtenidas mediantes técnica levallois. Puntas musterienses. Lascas triangulares con retoques simples en ambos bordes. Cuchillos de dorso. Lascas con filo cortante al que se opone otro embotado, artificial o natural. 3.2. Paleolítico superior Los principales útiles sobre lasca y sobre hoja son: Raspadores. Aunque aparecen con formas diversas, presentan siempre un frente curvo con retoques simples laminares. Buriles. Presentan una arista cortante que puede estar producida por uno o más golpes de buril. En el dibujo arqueológico se representa con tantas flechas como golpes de buril tienen. Perforadores. Punta claramente destacada mediante retoques en ambos bordes. Hay diferentes tipos de hojas: auriñacienses (retoque escamoso), autiñacienses estranguladas (con dos escotaduras retocadas opuestas), solutrenses (retoque plano, cubriente: hojas de laurel, de sauce, etc.) hojas retocadas en uno o ambos bordes, truncadas, etc. Diferentes tipos de puntas: retoque abrupto (puntas Chatelperron, de la Gravette, etc) retoque plano (puntas muesca o cara plana, solutrense), con muesca o pedénculo y aletas. Aparecen con frecuencia en el Paleolítico superior útiles microlíticos, sobre pequeñas lascas o sobre laminillas. Las más frecuentes sobre lascas o sobre laminillas, como las hojitas o laminillas de dorso. 3.3. Mesolítico Muchos útiles permaneces, pero la industria se caracteriza en esta nueva fase por el alto porcentaje de piezas microlíticas y geométricas. Suelen denominarse microlíticos a los útiles de menos de tres centímetros. Están los microburules, microraspadores, etc., o también los útiles realizados sobre soportes. Las piezas geométricas se definen por su perfil geométrico y suelen formar parte de otras estructuras, como cuchillos u hoces compuestos. Los más frecuentes son los segmentos de círculo o crecientes. A la vez, durante el Mesolítico, en algunas zonas, hay cierta tendencia a la elaboración de industrias macrolíticas talladas sobre cantos rodados. La pieza más característica es el pico asturiense: un canto rodado con base cortical globular, de lados cóncavos, en el que se talla un pico masivo. 4. El instrumental óseo Se reúnen todos aquellos útiles cuya materia prima de elaboración es orgánica, fabricados en hueso, asta o marfil. Su conservación es inferior a la piedra, y se han recuperado los enterrados en condiciones mínimamente favorables. Probablemente se crearon muchos utensilios en madera, corteza, cuerda, piel, pluma de ave, pero han desaparecido. Se ha recuperado solamente algunos en madera y claramente retocados por el hombre. Algunos se fechan en el Paleolítico inferior y son muy excepcionales. Son mucho más maleables y flexibles, por lo que fueron muy prácticos para añgunas actividades. Permiten el desarrollo de algunas técnicas difíciles en piedra, como el recortado, la perforación o la incisión; o la aparición de otras nuevas como el pulimento, y se pueden individualizar marcando