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A c n é e h ir sü t ism o . M a n e jo 64 María Isabel B arona El acné y el hirsütismo junto con la seborrea y la alopecia androgenética hacen parte de las manifestaciones hiperan- drogénicas que se presentan en la piel. Obedecen a niveles aumentados de testosterona libre o de los precursores de andrógenos, que en mujeres favorecen la conversión local a testosterona (T) o a andrógenos más potentes como la dehidrotestosterona (DHT), que a su vez conducen a un aumento de la actividad androgénica en el folículo pilosebáceo (1). En la piel y específicamente en la glándula sebácea se en cuentran las enzimas requeridas para la producción de estos andrógenos activos (figura 1). La respuesta a los niveles de andrógenos normales o au mentados es altamente variable de persona a persona, debi do en parte a la predisposición genética, a las diferencias en el metabolismo y a la actividad de los andrógenos mediados por receptores. La acción de los andrógenos respecto a la producción de sebo y a la duración de las etapas de crecimiento del pelo constituyen los mecanismos de acción para que se presenten las manifestaciones clínicas de acné e hirsütismo. A cné Es una enfermedad folicular, de origen m ultifactorial, cuya principal alteración es la im pactación y la conse cuente distensión de la unidad pilosebácea, las cuales ocurren por la hiperproliferación y alteración en la dife renciación y descam ación de los queratinocitos (2). Estos cam bios probablemente ocurren como una respuesta hipe- rreactiva de los queratinocitos folicu lares y sebocitos ante los andrógenos que adicionalmente ocasionan hiperplasia de la glándula sebácea y seborrea. vaina interna Glándula sebácea Figura í . GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T Otros factores, como la proliferación del propionibacterum Acnés, citoquinas y células inflamatorias también participan en la etiopatogenia del acné inflamatorio. H ir s u t is m o Corresponde al crecimiento excesivo de pelo en las mujeres, en áreas anatómicas donde los folículos pilosebáceos son más sensibles a los andrógenos tales como, la región inferior de la espalda, el esternón, hombros, glúteos y cara interna de los muslos (3). Los efectos que ejercen los andrógenos son opuestos en los folículos pilosos del cuero cabelludo comparados con los de la cara y el cuerpo (1), estimulan la transformación del vello a pelo terminal, y acortan la duración de la fase anágena, o crecimiento activo, del pelo del cuero cabelludo (tabla 1). Tabla 1. Acción de andrógenos en los folículos pilosos. Cuero cabelludo cuerpo Estimula cambio vello a pelo terminal. Aumentan producción sebo Aumentan queratinización Acorta fase anágena. Prolonga fase anágena___________________ Existiendo entonces, un punto en común en estas dos ma nifestaciones, hiperandrogénicas acné e hirsutismo, respecto a la acción de los andrógenos en el folículo pilosebáceo se considera en este capítulo el tratamiento hormonal que coin cidiría para ambas situaciones, puesto que los estrógenos ac tuarían como antagonistas de la acción de los andrógenos. Pruebas de laboratorio necesarias para el diagnóstico • Testosterona libre • DHEA-S • Relación LH/FSH si es elevada sugestiva de ovario po- liquístico. En casos ambiguos, 17-hidroxiprogesterona si está elevada es sugestiva de hiperplasia adrenal congénita. Terapia hormonal La terapia hormonal incluye: 1. Estrógenos 2. Antiandrógenos - bloqueadores de receptores andro- génicos 3. Agentes que disminuyen la producción endógena de andrógenos: • Ováricos • Suprarrenales 4. Agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). E s t r ó g e n o s Disminuyen la producción de sebo mediante varios meca nismos: • Inhibiendo la liberación de gonadotropina que conlleva a inhibir la producción de andrógenos ováricos o, esti mulando la síntesis hepática de la globulina transporta dora de hormonas sexuales (SHBG). • Se utilizan agentes que contengan dosis de 0,035- 0,05 Ug de etinil estradiol o sus ésteres, aunque en ocasiones algunas pacientes requieren dosis mayores. • Es importante conocer los riesgos que aunque raros, pue den presentarse como trombosis e hipertensión y evaluar los riesgos vs. beneficios antes de iniciar la terapia • Recordar el riesgo que pueden tener de producir cáncer endometrial cuando se utilizan solos, sin ninguna opo sición, como la adición de un progestágeno. A n t ia n d r ó g e n o s Todos contraindicados en el embarazo, incluyen: • A ceta to de c ip roteron a: actúa inhibiendo el receptor de andrógenos e inhibe la ovulación. Se combina en dosis 10-100 mg con estradiol: 35-50ng en contraceptivos ora les. Su uso está limitado a mujeres, puesto que produ cen feminización en los hombres. Se ha reportado una mejoría general en el 75-90% de los pacientes con acné tratados con este medicamento. • Espironolactona: bloquea el receptor de andrógenos e in hibe la 5 reductasa en dosis de 50-100mg, dos veces al día. Puede producir hipercalemia y se preferiría reservar para casos resistentes a la terapia convencional. Otros efectos colaterales son: irregularidades menstruales, hipersensibi- lidad mamaria, cefalea y fatiga, todos los cuales pueden minimizarse si se administra iniciando a dosis bajas, 25- 50mg diarios, e ir aumentando lentamente. • Flutam ida: bloquea el receptor androgénico y se utiliza en dosis de 250 mg dos veces al día. Es hepatotóxica, depen diendo de la edad y la dosis, de ahí la necesidad de con troles de la función hepática. En acné su utilización es muy limitada por los efectos colaterales que produce. Algunos autores la descartan en el tratamiento del hirsutismo. En hirsutismo las alternativas terapéuticas descritas como antiandrógenos, constituyen la mejor elección, alcanzando un rango de mejoría del 40-60% (5), mínimo por 6 meses. Sin embargo, se observan recaídas 1-2 años después de suspen der el tratamiento. No se recomienda ningún cambio farma cológico terapéutico antes de 6 meses (7). B l o q u e a d o r e s d e l o s a n d r ó g e n o s o v á r ic o s Anticonceptivos orales Inhiben la producción de andrógenos por los ovarios, supri miendo la gonadotropina. Los estrógenos son más común mente utilizados en combinación con progestinas en un anticonceptivo oral. Estas progestinas son preferiblemente las de segunda o tercera generación: drosperinona, noretin- drona, desogestrel, norgestimato, gestodene, siendo las de tercera generación las de más baja actividad androgénica. 442 PARTE IV 6 4 / ACNÉ E HIRSUT1SM0. MANEJO T Se considera que algunas progestinas tienen actividad androgénica intrínseca, lo cual podría agravar el acné, cuan do se utilizan solas, sin asociarse con estrógenos, tal es el caso de los parches de levonorgestrel o las ampollas de me- droxiprogesterona. Las dosis más bajas de estrógenos que se utilizan en los an ticonceptivos orales modernos reducen el riesgo de tromboe- mbolismo, y más si se combinan con las progestinas de terce ra generación, sin embargo, los otros efectos como la cefalea, el aumento de peso, el edema de las piernas, y el aumento en la sensibilidad mamaria persisten especialmente durante los primeros meses de terapia, y después desaparecen. La utilización de anticonceptivos orales, como tratamien to único durante 6 meses (6), y de acuerdo a la respuesta obtenida agregar un antiandrógeno, es una modalidad am pliamente recomendada. G l u c o c o r t i c o i d e s Bloquean la producción adrenal de andrógenos a dosis ba jas y están indicados en hiperplasia adrenal congénita de inicio tardío. Se utiliza prednisona a dosis de 2,5-5 mg, y dexametasona, con mayor potencial de supresión adrenal, en dosis de 0,25-0,75 m, una vez al día. El efecto en la reducción de la producción de andrógenos por los glucocorticoides puede monitorearse mediante eva luaciones periódicas de DHEA-S en suero. La combinación de glucocorticoides con estrógenoslogra una mayor reducción de los niveles de andrógenos plasmá ticos, aunque las dosis requeridas de estrógenos en estos ca sos son 80-100|ig, mucho más altas que las que se utilizan en los anticonceptivos orales. A g o n i s t a s d e l a h o r m o n a l i b e r a d o r a d e GONADOTROPINA (GnRH) Nafarelina, leuprolide y goserelina, todos agonistas de la GnRH, inhiben la producción de andrógenos ováricos por bloqueo cíclico de la liberación de FSH y LH de la glándula pituitaria. Sólo se administran por vía nasal o parenteral, aunque su uso es limitado por los costos y los efectos colate rales que producen, tales como: cefalea, síntomas menopáu- sicos y pérdida ósea. Se reservan entonces sólo para casos muy severos de hiperandrogenemia como hipertecosis ová rica, o a quienes no responden a la terapia con anticoncepti vos orales y/o antiandrógenos (7). T e r a p ia h o r m o n a l e n p a c ie n t e s c o n ANDRÓGENOS SÉR IC O S NORMALES Aunque en pacientes con acné hormonal, que clínicamente se manifiestan con lesiones inflamatorias, pápulas y pústu las, en la región mandibular y en el cuello, que se exacerban los días inmediatamente antes del período menstrual, los ni veles de andrógenos se encuentran elevados, con frecuencia los niveles séricos de andrógenos están dentro de los límites normales. En estos casos (4) debe iniciarse o continuar con los anticonceptivos orales, además de los antibióticos orales, si se considerara necesario utilizarlos. Si después de 3-6 meses no se observa mejoría con los anticonceptivos, debe considerar se la utilización de espironolactona, iniciando con una dosis baja, 25-50 mg 2 veces al día, e ir incrementando lentamente si no hay respuesta, teniendo en cuenta los efectos colaterales. R e f e r e n c i a s 1. Wiegratz I, Kuhl H. Managing cutaneous manifestations of hy- perandrogenic disorders: the role of oral contraceptives. Treat Endocrinol 2002; 1(6): 372-86. 2. James WD. Acne. New Engl J Med 2005; 35(2): 1463-72. 3. Barona MI. Indicaciones y contraindicaciones cutáneas de la anticoncepción hormonal. En: Cifuentes R. Anticoncepción en situaciones especiales. Aplicación clínica de las mejores eviden cias. Editorial Distribuna 2006. p. 391-402. 4. Gollnick H, Cunliffe W. Manejo del acné. Informe de la Alianza Global para mejorar los resultados del Acné. J Am Acad Der matol 2003; 49(1): 1-15. 5. Diane Thiboutot. Acne: Hormonal concepts and therapy. Clin in Dermatol 2004; 22: 419-428. 6. Katsambas AD, Stefanaki CA, Cunliffe WJ. Guidelines for trea ting Acne. Clin Dermatol 2004; 22: 439-44. 7. Martin KA, Chang RJ, Ehrmann DA, Ibanez L, et al. Evaluation and treatment of Hirsutism in premenopausal women. J Clin Endocr Metab 2007; 2437:1-66. GINECOLOGÍA 443
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