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A d h er en c ia s pélv ic a s . M a n e jo y pr ev en c ió n 65 Ja im e Saavedra S. Se sabe que las adherencias pélvicas juegan un papel impor tante en la infertilidad, y adicionalmente pueden conducir a complicaciones como la obstrucción intestinal y dolor pélvi co. Debido a que se ha reportado una incidencia entre el 55% al 95% de adherencias pos laparotomía (1), es de gran impor tancia para el cirujano ginecólogo desarrollar estrategias para reducir la formación y reformación de adherencias. Con relación a lo anterior, se han realizado grandes avan ces en la cirugía reproductiva, incluyendo el uso de la téc nica microquirúrgica, laparoscopia quirúrgica, y el uso de adyuvantes que previenen la formación de adherencias. En este capítulo presentamos nuestro conocimiento del de sarrollo de la patogénesis de la formación de las adherencias postoperatorias, las técnicas quirúrgicas y los adyuvantes usa dos rutinariamente en un intento de minimizar su formación. F is io p a t o l o g ía d e la f o r m a c ió n d e ADHERENCIAS Cicatrización peritoneal normal La formación de adherencias es una aberración del proceso normal de cicatrización peritoneal. Para entender y prevenir la formación de las adherencias es importante que conozca mos la fisiología del proceso de cicatrización normal. En respuesta a un daño del peritoneo, se produce una li beración de histamina, y quininas vasoactivas que conducen a un aumento de la permeabilidad capilar, con una salida subsiguiente de líquido serosanguinolento. Dentro de 3 hrs y frecuentemente dentro de 15 a 30 minutos, este fluido pro- teináceo se coagula, produciendo bandas de fibrina entre las superficies colindantes (2). Esta matriz de fibrina formada es infiltrada por monocitos, células plasmáticas, células po- limorfonucleares e histiocitos. La gran acumulación de fibrina es transitoria, siendo Usa da rápidamente como resultado de la actividad fibrinolítica endógena, ocurriendo esto dentro de las 72 horas de la inju ria. El área denuda de peritoneo es entonces re-epitelizada, completando la cicatrización en 4 semanas. La re-epitelializacion de la injuria peritoneal se inicia con la migración mesotelial dentro de la matriz de soporte peri toneal. Los sitios probables de mesotelio nuevo incluyen 1. Presencia de células mesenquimatosas primitivas en la periferia del defecto 2. A partir de las células mesenquimatosas primitivas se diferencian indirectamente en fibroblastos 3. Fibroblastos subperitoneales, los cuales a su vez se ori ginan de los diferenciados, permaneciendo en reposo en el tejido perivascular conectivo. Los grandes defectos peritoneales son reepitelizados tan rápido como los pequeños, ya que la reparación se inicia si multáneamente en múltiples sitios (2). Form ación de la adherencia La interrupción del equilibrio existente entre la acumula ción de fibrina y la fibrinólisis conduce a la persistencia de filamentos de fibrina, los cuales llegan a ser infiltrados por fibroblastos. Subsecuentemente se produce vascularización y crecimiento intracelular, creándose la adherencia (2). Los factores que interrumpen este equilibrio son aquellos que suprimen la actividad fibrinolítica o aquellos que con ducen a una acumulación excesiva de fibrina. La inh ib ición de la fib rinó lisis a m enudo resulta de la isquem ia tisu lar (2). La isquem ia tam bién puede in ducir la form ación de adherencias por estim u lación del crecim iento de vasos sanguíneos de un sitio no isqu é m ico a uno isquém ico. La isquemia puede resultar de un excesivo manipuleo de los tejidos, uso excesivo de suturas y apretamiento desmedi do de éstas, uso indiscriminado del cauterio, aplastamiento y despulimiento del peritoneo. Además, la desecación del tejido peritoneal durante procedimientos prolongados re sulta en una deshidratación celular produciendo una pérdi da de la membrana basal y acumulación de fibrina, lo cual también predispone al desarrollo de adherencias (2). La formación excesiva de coágulos de fibrina, lo cual la mayoría de las veces resulta de una reacción a un cuerpo extraño, también estimula el desarrollo de adherencias. En tre los cuerpos extraños más comunes se incluyen el talco de los guantes quirúrgicos, fragmentos de hilos de campos quirúrgicos y compresas. Sin embargo, bajo las condiciones quirúrgicas actuales, los cuerpos extraños en ausencia de le sión peritoneal no son causa frecuente de formación de ad GINECOLOGÍA Y O BSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T herencias y por tanto la inhibición de la fibrinólisis parece ser el mediador primario de la formación de adherencias. Se ha propuesto que la presencia de sangre intraperito- neal juega algún papel en la formación de las adherencias, actualmente su contribución no es clara. El volumen de sangre, tipo de producto sanguíneo utilizado, y la presen cia o ausencia de lesión peritoneal, se ha demostrado que influencian la formación de adherencias (2). La sangre libre en la cavidad peritoneal no conduce a la for mación de adherencias, excepto si hay isquemia tisular (3). Se cree que el mecanismo responsable por la reformación de adherencias después de una adhesiólisis quirúrgica es igual a la responsable de la nueva formación de adherencias después de daños peritoneales, sin embargo, no hay infor mación experimental que soporte esta teoría. No obstante, las investigaciones realizadas en modelos ani males y ensayos clínicos han demostrado que se es más propen so a reformación de adherencias que a la nueva formación. Esto puede resultar, en gran parte, por la gran cantidad de tejido dañado y por disminución de la actividad fibri- nolítica o por diferencias en la patogénesis de cicatrización y la formación de adherencias entre peritoneo previamente dañado y peritoneo no dañado (1). Potencialmente, estas di ferencias reflejan grados variables de isquemia tisular, con el tejido previamente dañado, el cual tiene menos capacidad fibrinolítica sobre el área traumatizada. P r in c ip io s d e m ic r o c ir u g ía y l a p a r o s c o p ia La técnica microquirúrgica fue aplicada inicialmente, para la realización de la cirugía pélvica reproductiva por Swo- lin en 1967 (1). Los principios quirúrgicos de laparoscopia son similares a los de la microcirugía ginecológica, y tienen como objetivo la prevención y reducción de la formación de adherencias pélvicas que pueden comprometer los resulta dos del procedimiento. Como en la cirugía pélvica realizada en laparotomía, una adecuada visualización y un buen acceso al área de interés es de primordial importancia. Cuando el procedimiento quirúrgico se realiza por laparoscopia, la posición de Tren delenburg y un adecuado neumoperitoneo, desplazan el intestino del campo quirúrgico y ayuda en una mejor visua lización. La técnica de múltiple perforación se realiza para manipular estructuras pélvicas e incrementar el acceso del cirujano a la patología. Instrumentos apropiados deben es tar disponibles y la asistencia quirúrgica debe estar ayuda da por video. La técnica quirúrgica debe ser lo menos trau mática posible. La hemostasia es necesaria, la cual se logra con una adecuada asistencia, visualización e instrumentos apropiados. La irrigación debe realizarse continuamente, para remover coágulos y desechos, y también para detectar cualquier sangrado persistente. El uso de adyuvantes en re ducción de adherencias también es posible. Adicionalmen te, la experiencia del cirujano juega un papel importante en el éxito de la laparoscopia. Una gran variedad de procedimientos realizados por el cirujano de reproducción en laparotomía, también se pue den realizar por laparoscopia. La laparoscopia tiene algunas ventajas indiscutibles sobre la laparotomía. Procedimientos realizados en laparoscopia están asociados con una disminución de la morbilidad en pacientes. Además, la mayoría de los pacientes son dados de alta el mismo día de la cirugíay regresan a sus activida des normales a los tres o cinco días, comparados con los tres o cinco días de hospitalización y las cuatro o seis semanas de convalecencia después de la laparotomía. El punto en controversia es la eficacia de los procedi mientos laparoscópicos versus laparotomía. Intuitivamen te, uno esperaría que una cirugía endoscópica fuera menos precisa que una microcirugía por laparotomía; esto quiere decir que hay un mayor riesgo de lesión a estructuras cer canas y que es más difícil alcanzar la hemostasia desde una distancia. Por otro lado, durante una cirugía laparoscópica, hay menos manipulación de tejido y menos posibilidades de contaminación por cuerpos extraños como hilos de com presas quirúrgicas y suturas. Además hay que agregar, que no ocurre desecación de tejido. Se han realizado estudios en animales para evaluar la for mación de adherencias después de cirugía tanto en laparoto mía como en laparoscopia. En ratas, se comparó la formación de adherencias subsecuentes, después de un trauma infligido al útero usando tijeras afiladas en laparoscopia y laparotomía, y no revelaron una diferencia significativa en la formación de adherencias poscirugía. Resultados similares se obtuvieron al usar un láser de CO., para causar daño en el cuerno uterino. Finalm ente, en un m odelo hecho en conejos, se eva luaron la form ación de adherencias después de la ciru gía conservadora en ovario, al cual se hizo una incisión en la superficie antim esentérica usando un m icroelec- trodo. La form ación de adherencias no fue afectada por la unión realizada quirúrgicam ente (4). Estudios clínicos comparando laparoscopia y laparoto mía en minimizar la formación y reformación de adheren cias después de la cirugía son escasos. En conejos, Maier demostró que la laparotomía y no la la paroscopia estaban asociados con la formación de nuevas ad herencias (4). Diamond y sus colegas notaron adherencias en más de un 50% de mujeres a las que se les practicó microciru gía por laparotomía (1). En contraste, en un estudio diferente, Diamond reportó que el índice de la formación de adheren cias era sólo del 12% después de cirugía laparoscópica (1). Sin embargo, el índice de la reformación de adherencias ocurrió en algún grado en más del 90% de los pacientes, no presentándose diferencias significativas entre los pacientes tratados por laparotomía o tratados por laparoscopia (1). En ensayos clínicos aleatorios, en el tratamiento de embarazo ectópico, demostraron mediante una laparoscopia de segunda mirada que la formación de adherencias después de laparoto mía fue mayor al ser comparada con la laparoscopia (5). No se han encontrado diferencias en cuanto a tasas fertili dad al comparar los resultados de adhesiólisis por laparos copia versus laparotomía (6). Uno de los postulados de la técnica microquirúrgica "es la reaproximación precisa por planos de los tejidos" (1). Este principio ha sido recientemente cuestionado. Estudios en ratas y en humanos han demostrado que el cierre de la incisión de la laparotomía, sin sutura del peritoneo resulta en menor formación de adherencias (1). La reducción de las adherencias cuando el tejido no es re-aproximado puede estar relacionada a una disminu ción de la anoxia. h 446 PARTE IV 6 5 / ADHERENCIAS PÉLVICAS. MANEJO Y PREVENCIÓN T La laparoscopia quirúrgica está asociada a una necesi dad menor para aproximar los bordes peritoneales, lo cual puede jugar un factor importante en reducir las adherencias pélvicas posquirúrgicas. Datos recientes soportan la hipótesis que la incidencia y la severidad de la formación de adherencias se aumentan después de una aproximación de los bordes de la corteza ovárica o los de la incisión lineal en la trompa de Falopio luego de una salpingostomía para el manejo de un embara zo ectópico (7). Los resultados del uso de las diferentes fuentes de ener gía en la laparoscopia quirúrgica o en laparotomía, como son el láser de CO, y electrocauterio, han demostrado que no disminuyen la formación de adherencias (8-9). A d y u v a n tes pa ra r e d u c ir la f o r m a c ió n d e ADHERENCIAS A pesar de la estricta adherencia a los principios microqui- rúrgicos, tanto en laparotomía como en laparoscopia, la re formación o formación de nuevo de las adherencias son de común ocurrencia. Esta observación, y la necesidad de prevenir esta ocurren cia, han llevado a desarrollar adyuvantes para disminuir la formación de adherencias. Estos adyuvantes pueden actuar en uno o más estados de la formación de adherencias: a. Reducción de la respuesta inflamatoria inicial y subse cuente salida de material sanguinolento b. Inhibición de la formación de coágulo proveniente del exudado c. Estimulación de actividad fibrinolítica d. Separación mecánica de las superficies colindantes e in hibición de la proliferación de fibroblastos (2). A gentes antiinflam atorios Los corticosteroides se han usado en un intento de reducir la respuesta inflamatoria como respuesta a la lesión peritoneal. Se ha teorizado que estos agentes reducen la respuesta inflamatoria por disminución de la permeabilidad vascular estabilizando los lisosomas, inhibiendo la síntesis de la libe ración de histamina. Adicionalmente, se ha reportado que ellos inhiben la proliferación de fibroblastos, aunque evi dencias recientes no soportan estos hallazgos (2). Se conoce que las prostaglandinas juegan un papel im portante en la formación de adherencias. La instilación de prostaglandina F2alfa y E2 en la cavidad peritoneal aumenta la formación de adherencias en animales (2). Las drogas antiinflamatorias no esteroideas (AINES) han mostrado inhibir la biosíntesis de prostaglandinas, la agrega ción plaquetaria, la actividad secretoria, la migración y fago citosis de los leucocitos, y supresión de la actividad de los li sosomas (3). Muchos estudios en animales han mostrado una reducción en la formación de adherencias peritoneales con el uso de los AINES, incluyendo entre estos la oxifenbutazona, ibuprofeno y diclofenaco (2). Esta reducción en la formación de adherencias posquirúrgicas se ha observado tanto con la administración sistémica como intraperitoneal. Teóricamen te, los sitios desvascularizados en los cuales es más probable que ocurran las adherencias, tienen menos posibilidad de re cibir los medicamentos administrados sistémicamente. La terapia con drogas, como los AINES, deben requerir del uso de un sistema de liberación local (2). Se ha demostrado que los agentes bloqueadores de los canales de calcio modulan los aspectos secuenciales del pro ceso de reparación peritoneal, tales como la disminución del daño celular, inhibiendo la liberación de sustancias vasoac- tivas como la histamina y prostaglandinas E y F, disminu yendo la exudación de plasma rico en fibrina como sustrato para la formación de coágulo, reduciendo la activación de los fagocitos, e inhibiendo la penetración de los fibroblastos en la matriz de fibrina. En estudios en animales, Steinleitner y col demostraron una reducción en la formación de las adherencias pélvicas después de la instilación intraabdominal poscirugía de dil- tiazen, nifedipina y verapamil (2). La administración intra muscular de estas drogas no está asociada con la reducción de adherencias. Anticoagulantes El uso de anticoagulantes, específicamente la heparina dada intraperitonealmente y sistémicamente, se ha asociado con una disminución en la formación de adherencias. Sin em bargo, la disrupción de la herida y la hemorragia ha preclui- do su uso de esta manera. En contraste, la irrigación perito neal con solución diluida de heparina, no ha demostrado ser efectiva en la prevención de adherencias. Terapia con antibióticos Los antibióticos sistémicos de amplio espectro son a menu do dados como profilaxis contra infecciones posquirúrgicas y subsiguiente formación de adherencias. Hay pocos datos que sustenten esta práctica, lo cual puede,en parte, ser el re sultado de la baja incidencia de infección posquirúrgica du rante los procedimientos. En contraste, la irrigación perito neal con soluciones conteniendo antibióticos se ha mostrado que incrementa la formación de adherencias. Por tanto, su uso intraabdominal no se recomienda. Separación m ecánica La separación mecánica de las estructuras pélvicas es otro de los mecanismos mediante el cual se puede reducir la for mación de adherencias. En esta clase de adyuvantes se incluye instilados abdo minales y barreras quirúrgicas. Los adyuvantes usados con más frecuencia para reducir la formación de adherencias son las soluciones cristaloides, administradas como un ins tilado al final del procedimiento quirúrgico. Se postula que la instilación de cristaloides disminuye la formación de adherencias mediante la separación de las su perficies peritoneales despulidas y por dilución de la fibrina y del exudado fibrinoso liberado de la superficie dañada. No obstante, se ha mostrado que los cristaloides son absor bidos de la cavidad peritoneal a una tasa aproximadamente de 35 ml/hr. Así que 200 mi de solución serían absorbidos en 6 hr, 5.000 ml de solución en 6 días. El proceso de repa ración peritoneal, precipitación de la fibrina y formación de las adherencias se extiende mas allá del tiempo en el cual se puede encontrar un volumen razonable de cristaloide. Con sideraciones teóricas de la dinámica de fluidos peritoneales sugiere que los cristaloides podrían no prevenir la forma GINECOLOGÍA 447 GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T ción de adherencias, sugestión que ha sido confirmada por investigaciones clínicas (2). Se usa comúnmente solución de dextrán-70 al 32% en sali na, como un instilado reductor de la formación de adheren cias. Se ha sugerido que el Hyskon® actúa como un agente osmótico que silicona la superficie despulida del peritoneo, produciendo una hidroflotación de la viscera pélvica. Adi cionalmente hay información que sugiere que esta solución tiene un efecto inmunosupresivo in vitro. Mucha de la literatura que evalúa la eficacia del dex trán-70 al 32% en anim ales demuestra que su uso está asociado con una dism inución en la form ación de adhe rencias (2), siendo más eficaz en prevenir la form ación de adherencias que en la reformación. Se han reportado complicaciones de su uso en humanos, incluyendo anafilaxia, efusión pleural, extravasación valvular, disfunción hepática. El Hiskon® se puede usar laparoscópica- mente. Se instilan 200 ml del cristaloide a través de la cánula de irrigación depositándolo en el fondo de saco de Douglas. El politetrafluroetileno (Gore-Tex®) es una barrera mecánica; se ha usado por muchos años en la cirugía vascular y cardio vascular. Es una sustancia no reactiva, no tóxica y antitrombo- génica (2). Cuando se formula como una membrana quirúrgica (0,1 mm de espesor y poros de un diámetro menor de 1 miera) ésta retarda la penetración de las células inflamatorias y fibro blastos, de este modo minimiza la formación de adherencias. Investigaciones clínicas demostraron que el uso de la membrana quirúrgica Gore-Tex® fue efectivo en reducir la formación de adherencias después de miomectomía (10) y en adhesiólisis formadas después de laparotomía y evaluadas posteriormente en una laparoscopia de segunda mirada (11). El uso del Gore-Tex®no deja de tener sus problemas: debe ser fijada con puntos de sutura, no se adhiere con facilidad a las superficies irregulares del peritoneo y es no absorbible, por tanto requiere ser removida en un segundo procedimien to quirúrgico, entre 2 ó 6 semanas del procedimiento inicial. La celulosa oxodizada regenerada, Interceed® (TC7), la cual exhibe propiedades bacteriostáticas, también actúa como una barrera mecánica. Ésta forma una masa gelatino sa a las horas de haberla colocado; y es metabolizada en glu cosa, ácido glucorónico y otros oligosacáridos en un período de tiempo corto (usualmente 4 días). Los resultados del uso del Interceed® en varios modelos animales son conflictivos (2,12). Estudios en modelos animales han demostrado que el adicionar solución de heparina desde la fábrica al Inter ceed®, se mejora sustancialmente su capacidad de prevenir la formación de adherencias. Se sabe que la presencia de sangre disminuye la efectividad del Interceed® en prevenir la formación de adherencias. Por tanto, se requiere una he mostasia meticulosa para maximizar su eficacia. A pesar de los resultados conflictivos obtenidos en m o delos anim ales, varios estudios clínicos randomizados han m ostrado la eficacia del Interceed® en prevenir la for m ación y reform ación de adherencias cuando se coloca en laparotomía (13,14). Se ha demostrado que el interceed diminuye la incidencia de adherencias después de una adhesiólisis ovárica, remo ción de un endometrioma, una ooforoplastia, o después de una cirugía tubárica reconstructiva (2,15). El Interceed® también se puede utilizar con facilidad en el momento de la laparoscopia, desafortunadamente no hay muchos datos acerca de su eficacia en reducir adherencias al ser utilizado por este método. L a p a r o s c o p ia d e s e g u n d a m ira d a Swolin introdujo la laparoscopia de segunda mirada para eva luar los resultados de ciertos procedimientos quirúrgicos (1). Las adherencias pos cirugía se encuentran comúnmente en el momento de una laparoscopia de segunda mirada (LSM); este procedimiento da la oportunidad de realizar una adhesiólisis. Debido a que las adherencias juegan un papel importante en infertilidad, la lisis de estas adherencias mejoran las tasas de embarazo (16,18). Swolin recomendó que la LSM se debe realizar a las 6 semanas de la cirugía inicial para permitir el tratamiento de las adherencias en formación (19). Las adherencias en contradas en laparoscopia entre 1 y 16 semanas después de cirugía son velamentosas y avasculares en comparación con aquellas encontradas después de este tiempo, las cuales son gruesas y vasculares (17). Cuando la LSM se realiza en form a muy temprana, me nos de 2 sem anas de la cirugía inicial, se ha observado un mayor sangrado del tejido de granulación cuando se realiza la adhesiólisis. R e su m e n Aparentemente hay una gran cantidad de sustancias que ayudan a reducir la formación de adherencias a disposición del cirujano especialista en cirugía reproductiva. Sin embargo, los resultados presentes en la literatura so bre la eficacia de estos productos son conflictivos, con una cantidad limitada de estudios realizados en humanos. Hay evidencias que sustentan que el uso de las membra nas quirúrgicas Gore-Tex® y Interceed® reducen la formación de adherencias en cirugía ginecológica por laparotomía. La información disponible acerca de su eficacia durante la cirugía laparoscópica es limitada. No obstante, el uso de estas sustancias adyuvantes no debe remplazar a la técnica quirúrgica meticulosa, la cual continúa siendo el método preventivo más importante de la formación de adherencias. h 448 PARTE IV 6 5 / ADHERENCIAS PÉLVICAS. MANEJO Y PREVENCIÓN T R e f e r e n c ia s 1. C. Nappi, A Di Spiezio Sardo, E Greco, M Gurda, S Bettochi, Bifulco. Prevention of Adhesions in Gynecological endoscopy. Human reproduction update, 2007; 1997: 644 el-644 e5. 2. Topas Tulandi, Abdulaziz Al-Shahran. Adhesion prevention in Gynecologic surgery. Current opinion in obstetrics and Gineco- logy 2005; 17: 395-398. 3. Di Zerega GS. The peritoneum and its response to surgical injury. En: Di Zerega GS, Malinak LR, Diamond MP, Linsky CB. Treat ment of Post Surgical Adhesions, Progress In Clinical and Biologi cal Research Vol. 358. New York: Wiley-Liss 1989. p. 1.11. 4. 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GINECOLOGÍA 449 ^ Botón29: Botón30:
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