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M en o r r a g ia . E n f o q ü e y m a n e jo 85 Luz Angela Torres F. • Luis Fernando Ramos G. La menorragia es definida como la pérdida total de sangre de más de 80 mi por día en ciclos menstruales regulares por 7 días o más, la cual puede estar asociada a expulsión de coágulos y a deficiencia de hierro (1), afectando al 30% de mujeres en edad reproductiva. La hemorragia uterina anormal (HUA) es un problema común en la consulta externa ginecológica estimándose al rededor de un 30% de ésta. Una vez remitida la paciente al ginecólogo el riesgo de intervención quirúrgica es elevado. De hecho, una en cinco de todas las mujeres en el Reino Uni do y una de tres en EE.UU. se les ha practicado histerecto mía antes de los 60 años, siendo la menorragia la principal causa, con un 50 a 70% de casos. Además de la mayor frecuencia de anemia crónica y disme norrea, se ha encontrado que las mujeres que padecen sínto mas menstruales generalmente tienen peores puntajes de cali dad de vida comparada con las que no los presentan e incluso conlleva implicaciones económicas por pérdida laboral, con un costo anual estimado de US $1.692 por mujer en EE.UU. (2). E v a lu a ció n c lín ic a d e la m e n o r r a g ia Un aspecto importante en el estudio de la hemorragia uteri na anormal es la diferenciación de otras patologías que pue den dar origen a pérdidas sanguíneas menstruales abun dantes y que deben ser descartadas antes de diagnosticarse menorragia, pues éste es un diagnóstico de exclusión final. En la tabla 1 se enlistan las causas más frecuentes de HUA, diferenciadas por ciclo vital. Considerando que el excesivo sangrado no responde a una lesión anatómica o enfermedad sistémica se hace impe riosa la elaboración de una excelente historia clínica, com pleto examen físico y la selección de exámenes para excluir otras patologías anatómicas, endocrinológicas o agentes exógenos que se manifiestan con menorragia. Característica mente en la anamnesis se encuentra que la paciente con me norragia usa un mayor número de toallas higiénicas por día, usa doble protección en las noches, aunque generalmente no consultan por este síntoma, y al examen físico no hay ha llazgos anormales. Lo que usualmente se encuentra es una disminución en los niveles de hemoglobina y hematocrito sin antecedentes de patologías asociadas a endocrinopatías, enfermedades inmunológicas familiares o trastornos en la coagulación, tales como enfermedad de Von Willebrand, la cual se presenta alrededor del 13 al 15% de mujeres con me norragia como primera manifestación de la enfermedad. El flujograma propuesto le permitirá orientar la consulta de su paciente con sospecha de menorragia (figura 1). Tabla 1. Causas más frecuentes de hemorragia uterina anormal, según ciclo vital. Adolescentes Edad reproductiva Premenopausia Anovulación Hormonas exógenas Miomatosis Hormonas exógenas Endocrinopatías (Hiper/ hipotiroidismo) Pólipos Coagulopatías Miomatosis, adenomiosis Hipertiroidismo Pólipos endometriales y cervicales Hiperplasia endometrial GINECOLOGÍA Y O BSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS T Figura 1. Flujograma para el estudio de paciente con sospecha de menorragia M a n e jo d e la m e n o r r a g ia Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento de la me norragia tiene como objetivos: 1. Establecer y mantener estabilidad hemodinámica en ca sos de hemorragia aguda profusa. 2. Corregir la anemia aguda o crónica. 3. Prevenir las recurrencias. 4. Ofrecer tratamiento médico o quirúrgico, según deseo reproductivo de la paciente. M a n e jo m é d ic o En los casos en las que la cuantificación de hemoglobina se encuentre entre 10 a 12 g/L se indicará suplemento con hie rro 60 mg diarios. Si está entre 7 y 10 g/L se debe adicionar manejo con terapia hormonal, recomendándose iniciar con anticonceptivos orales combinados monofásicos que conten gan 30 mcg de etinilestradiol, en toma clásica de un compri mido diario con cinco a siete días de descanso entre cajas. En la fase aguda se recomienda el siguiente esquema (3): iniciar 3 píldoras combinadas al día hasta que cese el sangra do, continuar con 2 píldoras al día por 5 días y finalizar con 1 píldora al día hasta completar 21 días. Luego de este régimen se producirá descamación endometrial homogénea y dismi nución del sangrado con respecto al ciclo anterior en un 89% de los casos. La paciente debe descansar 5-7 días para iniciar la toma usual del anticonceptivo combinado elegido. Pacientes con menorragia severa con hemoglobina menor o igual a 7g/L pueden presentar inestabilidad hemodiná mica requiriéndose hospitalizar, estabilizar hemodinámica- mente, preferiblemente con hemoderivados y cristaloides (Recomendación A. Nivel de evidencia I) (4), e iniciar es trógenos conjugados endovenosos pues estos últimos pro mueven el crecimiento rápido del endometrio, cubriendo la superficie denudada por proliferación del estroma endome trial, logrando suspender el sangrado en alrededor del 90% en las 3 primeras dosis. Los estrógenos conjugados se administran en dosis de 2,5 mg intravenoso cada 4 a 6 horas en las primeras 24 horas. Si la hemorragia uterina persiste a pesar de los estrógenos conjugados intravenosos se debe realizar curetaje uterino. Una vez controlado el sangrado se continúa con dosis de estrógeno conjugado de 1,25 mg/día vía oral por 21 a 25 días, acompañados en los últimos 10 días con un progestá geno oral (medroxiprogesterona 10 mg/día o progesterona natural micronizada 200 mg/día). Posterior al episodio agudo, y con el objetivo de preve nir las recurrencias, se continuará el progestágeno oral a la misma dosis del día 16 al 25 de cada ciclo, si no se desea anticoncepción o cuando los anticonceptivos orales están contraindicados con el siguiente esquema (3): • Acetato de medroxiprogesterona: 5-10 mg/día durante 5 a 10 días por mes. • Acetato de noretindrona: 2,5-10 mg/día durante 5 a 10 días por mes. • Progesterona micronizada: 200 mg/día durante 12 días por mes. Si por el contrario, se desea anticoncepción, se recomien dan anticonceptivos orales combinados monofásicos que contengan 20-30 mcg de etinilestradiol en régimen habitual de una tableta al día por 21 días con 5-7 días de descanso, por un período mínimo de 6 meses. Otra opción recomen dada por el Royal College of Obstetrics and Gynecologist es la inserción del sistema intrauterino con levonorgestrel (SIU con LNG, (Mirena®) el cual tiene una tasa de efectivi dad en menorragia de aproximadamente un 75% (Nivel de evidencia II Recomendación A) (4), con una reducción en el volumen del sangrado desde el primer mes, con una tasa de éxito de un 97%. Su eficacia se basa en la liberación local de 592 PARTE IV 8 5 / MENORRAGIA. EN FOQUE Y MANEJO levonorgestrel el cual suprime el crecimiento endometrial a través de mecanismos uterovasculares y moleculares que involucran especialmente la metaloproteasa-9. Comparado con los anticonceptivos orales combinados, progestágenos solos, aines y antifibrinolíticos, el SIU con LNG ha demos trado mayor eficacia y pocos efectos secundarios. (Nivel de evidencia II. Recomendación A) (7). La mujer con enfermedad de Von Willebrand debe ser manejada con desmopresina por vía intravenosa, en casos severos 0,3 mcg/kg diluidos en 50 cc de solución salina nor mal y administrados en 15 minutos o intranasal 2 a 3 veces al día (Nivel de evidencia II. Recomendación A). El trata miento produce un aumento en los niveles séricos de factor VIII; si persiste el sangrado se puede agregar un antifibri- nolítico (ácido tranexámico) el cual inhibe la activación del plasminógeno, evita el paso a plasmina y la fibrinólisis (8). Como alternativa no hormonal para el manejo médico de las pacientes con menorragia está el uso de antiinflamatorios no esteroideos AINES tipo naproxeno 250 a 500 mg, 2 veces al día por 7 días, iniciando el primer día de menstruación por 3 ciclos. Los AINES reducenla concentración endome trial de prostaglandinas con la consecuente reducción del sangrado menstrual por ciclo comparado con placebo en un 25 a 30% de los casos (5). El manejo con ácido tranexámico 500 mg a lgr/día ha reportado tasas de éxito de un 55% de las pacientes comparadas con placebo o AINES (6) (Nivel de evidencia II. Recomendación B), y aunque reduce la canti dad no disminuye los días de sangrado menstrual. En pacientes con presencia de miomatosis uterina se reco mienda utilizar los agonistas de la GnRH, los cuales llevan a una disminución del tamaño del útero y de los miomas en alrededor de 30 a 64% de las mujeres después de 3 a 6 meses de tratamiento, además se ha encontrado que dismi nuye la pérdida de sangre durante la miomectomía por vía abdominal o histeroscópica. (Nivel de evidencia III. Reco mendación C). No se recomienda el uso rutinario de danazol como tra tamiento de primera elección para menorragia debido a su costo y efectos secundarios de hipoestrogenismo, los cuales se presentan en al menos 40% de las mujeres tratadas (4). M a n e jo q u ir ú r g ic o El manejo quirúrgico de la paciente con menorragia se re serva a aquellas que, tras la utilización de terapia farmaco lógica, continúan con persistencia del sangrado abundante. La técnica a utilizar dependerá de la edad de la paciente, el deseo de preservar el útero y el deseo de fertilidad futura. Históricamente la histerectomía y el curetaje uterino han sido sólo la opción en paciente con menorragia, sin embar go, en la década pasada surgieron nuevas técnicas encami nadas a la preservación del útero (9). E l cu reta je uterino se debe realizar como medida inicial ante un sangrado severo que no responde a tratamiento médico farmacológico con estrógenos intravenoso; se espera una re ducción inmediata del sangrado tras su uso, pero el sangra do abundante suele presentarse en los siguientes períodos menstruales (4). L a a b la c ió n en d om etr ia l es la resección parcial o total del endometrio a través de distintos métodos (electrocoagula ción, láser, crioterapia, radiofrecuencia, microonda, entre otros). Las diferentes técnicas tienen una tasa de éxito en más del 90% en el primer año de la cirugía (9) (tabla 2). Tabla 2. Tasa de éxito de la ablación endometrial. Métodos de ablación endometrial (9) Tasa de éxito Balón térmico 96% Crioterapia 86% Electrocirugía 92% Energía de microondas 99% La ablación endometrial se indica en los siguientes casos (10): (Recomendación B) 1. Paridad satisfecha 2. No respuesta al tratamiento médico 3. Histeroscopia diagnóstica normal 4. Histerometría no mayor de 10 cms 5. Descartar patología maligna 6. Deseo de preservar el útero. Las siguientes son contraindicaciones de la ablación en dometrial: 1. Embarazo o deseo del mismo 2. Diagnóstico o sospecha de carcinoma endometrial 3. Enfermedad pélvica inflamatoria 4. Cesárea clásica previa o miomectomía 5. Malformaciones mullerianas uterinas 6. Infección del tracto urinario en el momento del trata miento. L a h isterectom ía no debe ser utilizada como primera lí nea para el manejo de la menorragia, se recomienda su uso cuando hay presencia de miomatosis uterina que no cede a manejo médico y/o quirúrgico, contraindicación de manejo médico, no deseo de fertilidad y fracaso en manejo médico y quirúrgico anteriormente expuesto (4). Se debe valorar la vía del abordaje quirúrgico teniendo en cuenta las siguien tes consideraciones: tamaño del útero, presencia de miomas, movilidad y descenso del útero, historia de cirugía previa. L a em bo lizac ión de arteria uterina (EAU) es un procedi miento realizado la mayoría de las veces por los radiólogos; es controvertida su utilidad actual en el manejo de la mio matosis uterina cuando no se quiere llevar a la paciente a una miomectomía. Un ensayo multicéntrico (Howard et al, 2006) con 500 pacientes a quienes se les realizó EAU tuvo como resultado una reducción a los 3 meses aproximada mente en el 42% de los miomas y de la menorragia (9). R e s u m e n d e la e v id e n c ia en m e n o r r a g ia A continuación se dan las recomendaciones basadas en la evidencia científica hasta ahora conocida en el enfoque y manejo de la paciente con menorragia: GINECOLOGÍA 593 GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA BASADAS EN LAS NUEVAS EVIDENCIAS 1. Después de realizar un examen físico minucioso y des cartar causas orgánicas de menorragia se recomienda realizar pruebas de función tiroidea si hay sospecha de endocrinopatía (grado de recomendación B). 2. Se debe realizar biopsia endometrial a toda mujer igual o mayor de 35 años con hemorragia uterina anormal (Recomendación B). 3. Se debe tomar biopsia endometrial a toda mujer con expo sición prolongada de estrógenos independientemente de la edad con episodio de menorragia (Recomendación C). 4. Se considera a la ecografía transvaginal y la histeroso nografía como método de primera elección en mujeres premenopáusicas con menorragia (Recomendación C). 5. Se debe ofrecer anticonceptivos orales combinados o progestinas para la regulación del ciclo menstrual luego de descartar causas sistémicas, estructurales y contrain dicaciones de ellos (Recomendación B). 6. Se debe ofrecer anticonceptivos orales y progestinas para la disminución del sagrado (Recomendación B). 7. Se recomienda el uso de AINES y antifibrinolíticos como terapia coadyuvante en menorragia una vez co nocida su causa (Recomendación B). 8. Los estrógenos conjugados son la terapia farmacológica inicial y de elección ante una hemorragia uterina anor mal aguda severa (Recomendación A). R e f e r e n c ia s 1. Ihab El-Hemaidi, Amer Gharaibeh, Hassan Shehata. Menorrha gia and bleeding disorders; Current Opinion in Obstetrics and Gynecology 2007; 19: 513-520. 2. Manisha Palep-Singh. Epidemiology of abnormal uterine bleed ing; Best Practice & Research Clinical Obstetrics and Gynaecol ogy 2007; 21(6): 887-890. 3. Munro MG, Mainor N, Basu R, et al. Oral medroxyprogesterone acetate and combination oral contraceptives for acute uterine bleed ing: a randomized controlled trial. Obstet Gynecol 2006; 108:924. 4. National institute for health and clinical excellence, heavy ute rine bleeding, Guidelines N° 44,2007. 5. Roy SN, Bhattacharya S. Benefits and risks of pharmacological agents used for the treatment of menorrhagia. Drug Saf 2004; 27: 75-90. 6. Lethaby A, Farquha, C, Cooke I. Antifibrinolytics for heavy menstrual bleeding (Cochrane Review). Cochrane Database Syst Rev 2000; 4:CD000249. 7. Lethaby AE, Cooke I, Rees M. Progesterone or progestogen- releasing intrauterine systems for heavy menstrual bleeding. Cochrane Database Syst Rev 2005; CD002126. 8. Rezan A Kadir, Andrea S Lukes, Peter A. Kouides, Herve Fer nandez, Jenny Goudemand. Management of excessive mens trual bleeding in women with hemostatic disorders. Fertility and Sterility 2005; 84(5): 1352-1359. 9. Howard T. Sharp. Assessment of New Technology in the Treat ment of Idiopathic Menorrhagia and Uterine Leiomyomata. Clinical expert series. ACOG 2006; 108: 990-1003. 10. The Practice Committee of the American Society for Reproduc tive Medicine. Indications and options for endometrial abla tion; Fertility and Sterility 2006; 86 (Suppl 4). 594 PARTE IV
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