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SISTEMA TECNOLÓGICO 
 
Adaptado de FERRER Guillermo 
y BARRIENTOS Mario A. 
 
La tecnología ha dejado de considerarse un complemento material de la actividad humana para 
convertirse en un elemento central que caracteriza y condiciona la estructura económica de una región, ya 
que ella es la que define el tipo y cantidad de insumos o la cantidad de mano de obra y suele influir en el 
endeudamiento de las unidades de producción ya que demanda una importante inversión en bienes. 
La tecnología tiene tal impacto en la estructura socioproductiva que se relaciona directamente con el 
modelo de desarrollo que prevalece en la región. 
Como afirma Herrera (1978), el intercambio de tecnologías en el ámbito internacional posee un flujo 
unidireccional: Un grupo de pueblos que ha tenido su propio estilo de desarrollo (Europa, Estados Unidos 
y Japón) transfiere su tecnología hacia el resto del mundo sin, prácticamente, ninguna acción en sentido 
contrario. 
La adopción de estas tecnologías exógenas implica, también, adoptar la cultura en la cual ella fue 
generada, porque condiciona, entre otros aspectos, determinadas relaciones laborales y una concepción 
del ambiente, utilitarista en la mayoría de los casos. 
En el ámbito nacional, en general, y en el agropecuario, en particular, el nivel tecnológico depende de que 
los productores adopten las nuevas tecnologías ofrecidas en forma de productos o de ideas. Este proceso 
de generación, puesto a disposición, ajuste y adopción puede ser visualizado como un mercado: el 
mercado de tecnologías agropecuarias del país. 
En este trabajo nos proponemos abordar el mercado tecnológico, caracterizando tanto el proceso de 
generación y oferta, como el de la demanda que efectúan los distintos tipos de productores con el fin de 
responder una pregunta central 
 
¿Cómo adaptamos tecnologías para que los productores 
dispongan de propuestas apropiadas para las 
distintas situaciones ambientales y sociales? 
 
La tecnología surge al enfocar determinados problemas técnico-sociales con una concepción científica y 
dentro de un cierto marco económico y sociocultural; está íntimamente vinculada con la ciencia y la 
complementariedad entre ambas se acrecienta cada vez más (Gay y Ferredas 1997). 
 
Gay y Ferredas (1997) definen tecnología como el resultado de relacionar la técnica con la ciencia y con 
la estructura económica y sociocultural a fin de solucionar problemas técnico-sociales concretos. 
Es decir que la tecnología proviene de analizar determinados problemas con que se enfrenta una sociedad 
determinada y buscar la solución relacionando la técnica, con la ciencia y con la estructura económica y 
sociocultural del medio. 
Para Grau (1995), la tecnología comprende los instrumentos y métodos para alcanzar objetivos concretos 
de producción, pero de producción en su sentido más amplio, no sólo bienes sino también servicios de 
tipo social, cultural e institucional. Bienes y servicios cuya producción requiere una combinación de 
técnicas y organización. 
Dicha organización (como secuencia de procedimientos adaptada al cumplimiento de ciertos objetivos) 
referida tanto a los seres humanos como a las máquinas, a los recursos a utilizar como a los elementos a 
producir, es el elemento esencial de lo tecnológico. 
Los métodos de organización constituyen el aspecto “estructural’ de la tecnología que, a su nivel más 
concreto, tratan de armonizar los procesos productivos: hombres y máquinas, afirma Grau (1995); y es el 
conocimiento quien permite, no sólo diseñar objetos (dispositivos y máquinas) sino también organizar a 
los hombres y las máquinas. 
Así concebida, la tecnología es una parte central de la estructura economico-social ya que condiciona el 
qué y el cómo hacer de los procesos productivos y organizativos de toda sociedad. 
Finalmente, siguiendo a Bunge (1980) diremos que la tecnología constituye hoy un campo de 
investigación, diseño y planificación que utiliza conocimientos científicos y empíricos y dispositivos y 
procedimientos, con el objetivo de concebir operaciones, diseñar artefactos o procedimientos y/o 
transformar o controlar dispositivos o procesos naturales. 
 
Podemos afirmar, entonces, que la tecnología se caracteriza por integrar distintas clases de conocimiento 
(empírico, científico), que provienen de diferentes fuentes (inventos, cambios, descubrimientos), a través 
de diversos procedimientos (desarrollo, adaptación, innovación, copia) organizados de alguna manera 
(diseño, planificación) para cumplir con objetivos económicos y sociales (valor de uso, valor de 
intercambio). 
 
Así vista, podemos afirmar junto a Grau (1995) que la tecnología –como campo de conocimientos que 
diseña artefactos y procesos y planifica su realización, operación y mantenimiento- puede considerarse 
como un sistema, es decir, una estructura compleja cuyas partes son interdependientes del tipo naturaleza-
personas-procesos-sociedad. 
 
A la vez, no podemos dejar de destacar el carácter interdisciplinario que reviste la tecnología, dada la 
variedad de origen y naturaleza de los conocimientos que la integran, el trabajo en equipo que supone 
cualquier producto o proceso tecnológico tanto en las etapas de diseño como de ejecución y las 
condiciones reales en que se consume el producto tecnológico, ya sea un bien, un proceso o un servicio. 
 
 
1. Clasificación de tecnologías 
 
Existen muchos criterios para clasificar las tecnologías; por ejemplo, considerando el consumo de energía 
que implica su implementación podemos dividirlas en duras (alta demanda de insumos y combustible) y 
blandas. 
Carballo (1984) clasifica a la tecnología agropecuaria en: mecánicas, químicas, biológicas y agronómicas, 
las que. A su vez, subdivide en: de manejo y organización. Para nuestros fines, sería conveniente tomar el 
planteo de Viglizzo (1994) que diferencia tecnologías de insumo (elementos que se compran) y 
tecnologías de proceso (conceptos/conocimientos que originan un determinado manejo), como vemos en 
el Cuadro 1. 
2. La adopción tecnológica 
 
El nivel tecnológico de un país depende, básicamente, de que los productores adopten la tecnología 
disponible. Es decir, que existe una demanda de tecnología por parte de los productores que debe ser 
atendida por una oferta adecuada. Si existe desacuerdo entre la oferta y la demanda la adopción no se 
produce y como consecuencia no hay progreso tecnológico. 
Definimos adopción tecnológica, como la incorporación de una idea o producto a un determinado 
proceso productivo, por parte de un actor social determinado. 
 
El proceso de adopción es muy complejo de analizar. Destacamos a continuación que se diferencia un 
aspecto interno, que corresponde al productor y su unidad de producción, de otro externo que se relaciona 
con variables contextuales que, en forma directa o indirecta, influyen en dicho proceso. 
 
Principales variables que intervienen en el proceso de adopción tecnológica 
CARACTERÍSTICAS EXTERNAS: ENTORNO INNOVADOR 
Disponibilidad de Crédito 
Precios favorables 
Políticas de estímulo 
Política de Extensión 
Oferta tecnológica 
 
CARACTERÍSTICAS INTERNAS 
Dimensión del establecimiento 
Racionalidad del productor 
Conocimientos del productor 
Predisposición a la innovación 
 
 
3. Oferta tecnológica 
La tecnología disponible es, en gran parte, el resultado del sistema científico/tecnológico del país. Si bien 
este sistema reconoció, históricamente, el rol hegemónico del Estado y, particularmente, del INTA, 
actualmente, se encuentra, en forma abrumadora, en manos de empresas privadas 
Es menos importante y difícil de reconocer, por su fragmentación, el aporte de las Universidades y otros 
centros de investigación, desconocimiento que se agrava si se lo refiere exclusivamente a la problemática 
tecnológica de productores familiares (Carballo, 1997). 
 
Analizando el proceso de generación - difusiónde tecnología en el sector agropecuario, podemos 
observar: 
 
3.1.- El Proceso tradicional de generación/difusión de tecnología. 
 
¿Cómo es el proceso de generación de tecnología agropecuaria? La tecnología producida en los países 
centrales es, en la mayoría de las veces, adoptada con pocas modificaciones por los países dependientes o 
subdesarrollados. En este proceso, se puede destacar: 
 
- Existen ideologías y modelos institucionales de algunos países (centrales) que influyen, por una parte, 
sobre las concepciones de la sociedad de otros (en vías de desarrollo) y, por la otra, sobre el modelo de 
Estado que la rige. 
- El Estado es quien lleva adelante políticas económicas y tecnológicas que están estrechamente 
vinculadas al proceso de adopción tecnológica. 
- La política científica determina, a nivel público y privado, cuál será el sistema de generación (y más 
exactamente de adaptación) tecnológica para ofrecer en el mercado, 
-. Empresas transnacionales importan insumos complementando la oferta tecnológica. 
- La política económica sienta las bases sobre las cuales se formará una estructura económica, que, en lo 
que hace al sector agropecuario, fomentará o inhibirá, según sea el caso, el tipo de empresa o unidad de 
producción, que demandará un tipo específico de tecnología. 
 
Esta visión vertical de generación/difusión tecnológica (denominada top-down por algunos autores 
supone una concepción tradicional del proceso, que implica el pasaje del conocimiento desde los 
organismos de investigación, a los productores pasando por las instituciones de extensión. En detalle, el 
proceso se basa en los siguientes pasos: 
a) el investigador identifica posibles problemas de acuerdo, únicamente, con principios 
biológicos, observados por él mismo en las unidades experimentales; 
b) el investigador identifica soluciones y observa la posibilidad de aplicarlas a campo; 
c) en la Estación Experimental se da el desarrollo de tecnologías ; 
d) la información pasa al extensionista; 
e) el extensionista comunica la información al productor; 
f) el productor prueba la tecnología y puede; o no; adoptarla; 
 
Según esta concepción, el esquema debe retroalimentarse; esto es, que los extensionistas comuniquen a 
los investigadores las dificultades que ha tenido la tecnología propuesta, pero en la práctica difícilmente 
funciona así. 
 
Al respecto, un estudio realizado por Busch (1983), en EEUU, constituye un buen ejemplo: analizó el 
proceso de retroalimentación entre investigadores y extensionistas, para lo cual preguntó a 1.400 
investigadores de las ciencias agropecuarias cuál era el criterio usado en la selección de problemas 
prioritarios que deberían ser abordados por los investigadores. 
Sobre 21 posibles respuestas, “disfrutar haciendo mi trabajo” ocupó el primer lugar, 
“importancia para la sociedad, según el investigador”, fue el segundo y “retroalimentación con 
el personal de extensión” estuvo en el lugar número veinte. 
El estudio concluye que la percepción de los investigadores sobre la importancia para la sociedad de los 
temas a investigar, está basada en lo que cree la comunidad científica que la sociedad necesita y que los 
mismos no están formulados a partir de observaciones sistemáticas de la realidad ni del aporte de los 
extensionistas. 
 
Este tipo de esquema de generación/difusión de tecnologías realiza un análisis muy parcial de la 
problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos, sólo la heterogeneidad ambiental por 
lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas desde el punto de vista social, orientadas, 
generalmente, a un empresario abstracto que opera según la teoría económica/administrativa, aumentando 
la rentabilidad de la empresa agropecuaria. 
Decimos que sólo en el mejor de los casos, considera la heterogeneidad ambiental, porque en muchos 
casos, tampoco esta heterogeneidad es tenida en cuenta ya que son las mismas propuestas tecnológicas las 
que contienen, intrínsecamente una concepción “uniformizante” del ambiente, como sucede con la actual 
propuesta de siembra directa utilizando semilla de soja transgénica: encontramos este cultivo, sin solución 
de continuidad, desde Buenos Aires hasta Salta (regiones pampeana, del espinal y chaqueña). 
 
3.2.- Características de la tecnología en relación a la adopción 
 
Las características propias de una tecnología determinada influyen en su proceso de adopción. Rogers 
(1981) consideran las siguientes: 
 
Ventaja relativa: es el grado de superioridad percibido en la innovación respecto de la idea que supera. 
Esta ventaja se puede medir en términos económicos, sociales o simplemente por su conveniencia. 
Cuanto mayor sea la ventaja relativa que se percibe en una innovación, tanto más rápida será la tasa de 
adopción. EJEMPLOS: El paquete de producción de Soja se difundió rápidamente en los años ‘70 porque 
el cultivo resultaba muy rentable. El mismo cultivo, en su versión transgénica, constituye otro ejemplo ya 
que se difundió rápidamente en los últimos años, debido al menor costo y facilidad en el control de 
malezas. 
Compatibilidad: es el grado de consistencia percibido entre la innovación y los valores existentes, las 
experiencias anteriores y las necesidades de los productores. 
 
 
EJEMPLO: 
Productores ganaderos de superficies pequeñas y medianas necesitan incorporar el 
silo para mejorar la alimentación de sus rodeos, pero el equipo (corta-picadora, carros 
volcadores, etc.) les resulta muy caro y antieconómico. 
La tecnología organizacional resuelve 
el problema, a través de la creación de una asociación, y por lo tanto, 
constituye una tecnología compatible. 
 
Complejidad: grado de dificultad percibido en la comprensión y uso de una nueva idea. En general, 
cuando el esfuerzo adicional requerido por el receptor es pequeño, las ideas nuevas pueden adoptarse más 
rápidamente que las innovaciones, para cuya adopción se deben formar nuevas habilidades y 
comprensiones. 
Por ejemplo, es mucho más fácil que un productor que maneja el control integrado de plagas de insectos, 
incorpore el manejo integrado en malezas, que otro que nunca lo hizo. 
Otra forma relacionada de observar el tema de la complejidad es a nivel de sistemas productivos. En este 
sentido, un estudio realizado por Viglizzo (1986) compara la demanda intelectual entre tecnologías 
agrícolas y ganaderas, la que se sintetiza en la Figura 3. 
Una porción importante de la tecnología agrícola puede ser, y de hecho lo es, comprada o contratada a 
terceros que se ocupan de las labores más intensivas. La modernización de maquinarias ha permitido 
mecanizar, y por lo tanto estandarizar, la aplicación de técnicas que exigen, ahora, un menor tiempo y 
esfuerzo intelectual. Como vemos en la Figura 3 sólo las prácticas relativas a la siembra posee una 
demanda intelectual media, las otras son de baja demanda. En general, imponen un control focalizado en 
momentos clave de corta duración y luego, una observación de la evolución del cultivo. 
 
En cambio, el grado de esfuerzo y dedicación intelectual que exige un proceso ganadero es 
significativamente mayor. La sola conciliación a través del año de las ofertas y demandas forrajeras, con 
rodeos generalmente divididos en categorías con distintos requerimiento, exigen del productor una 
presupuestación no sólo inmediata de sus recursos forrajeros, sino también proyectada en el tiempo. 
El control de los requerimientos nutricionales, el manejo de las cargas y de las presiones de pastoreo, y la 
transferencia de forraje imponen, en sí mismas, una comprensión integrada del problema y un equilibrio 
en las decisiones. 
 
Experimentabilidad (divisibilidad): grado en el que puede ensayarse una propuesta tecnológica sobre 
base restringida. Aquellas innovaciones que pueden ensayarse por partes o a escala reducida, en general, 
son las de más rápida adopción frente a las ideas indivisibles.EJEMPLO: Probar si una especie de forraje o variedad se adapta bien a la zona o al campo 
específico en contraposición a implementar un sistema de rotación de potreros para la 
alimentación del rodeo. 
Observabilidad (comunicabilidad): grado de visibilidad de los resultados de una innovación. Cuanto más 
fácil sea, para un individuo, ver los resultados que trae aparejados la implementación de una innovación, 
tanto mayor será la probabilidad de que llegue a adoptarla. 
 
EJEMPLO: Control químico de plagas vs. control integrado. 
 
4.- Demanda tecnológica 
 
La demanda tecnológica surge de los problemas socio-productivos de la sociedad o grupo humano 
específico. Se relaciona con el espacio interno del esquema de adopción presentado en la Figura 1, del 
cual se han tomado sus principales variables y se las ha relacionado, con los conceptos y temas que es 
necesario conocer para su comprensión. 
 
PRINCIPALES VARIABLES QUE INTERVIENEN EN LA DEMANDA TECNOLÓGICA 
 Dimensiones del establecimiento 
 Racionalidad de los productores 
 TIPO SOCIAL 
 Conocimientos 
 Predisposición a la innovación 
 PERCEPCIÓN DE LA COMPLEJIDAD DE LA TECNOLOGÍA 
 
 
Dimensiones del establecimiento. La cantidad de recursos del que dispone un productor para realizar una 
actividad implica necesidades tecnológicas diferentes de las de otro con una dotación distinta. Por 
ejemplo, un productor que posee poca tierra, poco capital y varios hijos adolescentes -esto es mucha 
mano de obra disponible-, necesita un tipo de tecnología que sea intensiva en los recursos que el más 
dispone (trabajo) y requiera menos capital. 
Racionalidad. La racionalidad económica de los productores no es siempre la de maximizar la 
rentabilidad o el beneficio. Los pequeños y medianos productores, muchas veces, priorizan seguridad 
alimentaria, mayor ingreso o mayor margen bruto, por ejemplo. 
No puede desconocerse, tampoco, que dentro del tipo de productor que por la dotación de recursos y 
racionalidad se considera empresario se observan importantes diferencias. Según Indarte (1982) ha 
existido la tendencia a simplificar el objetivo del empresario, con hipótesis de trabajo que proponen que el 
objetivo del productor es simple y único como, por ejemplo, el incremento de la producción o el resultado 
económico de su actividad. 
Sin embargo, parece que su objetivo puede ser mucho más complejo y, más aún, operar basado en 
múltiples aspectos entre los que se incluyen: forma de vida, seguridad, riesgos, tiempo libre y hasta gustos 
personales. Esto señala la importancia de poner mayor énfasis en los objetivos del productor y su sistema 
de producción en relación con la orientación y desarrollo de la generación y transferencia de tecnologías. 
 
Las dos variables consideradas se pueden incluir en un único concepto, 
el de “tipo social de productor”, 
ya que cada tipo social tendrá una demanda particular de tecnología. 
 
Considerando las innovaciones necesarias para pequeños productores, las mismas no pueden restringirse, 
exclusivamente, a la etapa de producción propiamente dicha. 
Coincidiendo con Lacki (1995) consideramos que se requiere introducir innovaciones tecnológicas, 
gerenciales y organizativas y, además, hacerlo en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. 
Según Carballo (1997), es posible encontrar solución a gran parte de los problemas técnico-productivos 
de los pequeños productores, apelando a conocimientos y tecnologías de bajo costo, limitados riesgos y a 
un uso más racional de los recursos que poseen. 
 
A medida que se supera esa primera instancia de adopción tecnológica comienzan a hacerse más 
complejas las demandas y a ser necesarios esfuerzos crecientes de investigación, experimentación, 
capacitación y organización. 
Conocimientos del productor: Los conocimientos generales y específicos de la producción que posea el 
productor es un elemento que influye en la adopción. Cuanto más conocimientos y capacidad intelectual 
tenga el productor, más sencillo le resultará apropiarse de una innovación. 
Predisposición a la innovación: Rogers (1981) propone que un individuo atraviesa cinco etapas antes de 
aceptar una innovación: 
a) conocimiento de la innovación 
b) persuación o formación de opinión 
c) decisión de adoptar o rechazar 
d) implementación 
e) confirmación 
 
En base a lo expuesto, introduce, como se observa en la Figura 4, la distribución normal para describir los 
distintos grupos que resultan, según los diferentes momentos en que adoptan la innovación. 
Así resultan 5 categorías. Categorías de adoptantes 
 
 
La primera, los "generadores o innovadores" que porcentualmente representan el 2,5%; 
luego los "primeros adoptantes", que incluyen el 13,5%; 
luego las dos categorías intermedias con un 34% de los individuos adoptantes c/u 
y que se denominan la "Mayoría Temprana" y la "MayoríaTardía"; 
por último, los que adoptan más tarde o quienes rechazan la adopción, los "rezagados". 
 
Según este autor, los innovadores se caracterizan por ser personas con más educación, más recursos, más 
cosmopolitas y con mayor exposición a las comunicaciones masivas. Como vemos, características 
positivas de personalidad son asociadas a los "innovadores" y características negativas a los "rezagados". 
 
El seguimiento de este modelo resultó en el empleo de las metodologías de extensión orientadas a 
persuadir al productor agropecuario de adoptar una nueva técnica; de aquí, el empleo de métodos 
audiovisuales, demostraciones y visitas a estaciones experimentales. 
 
Esta teoría fue muy criticada, porque le da un peso muy exagerado a las variables psicológicas de cada 
persona, y no consideraba, en el proceso de generación de tecnología la heterogeneidad ecológica y socio-
económica de las unidades de producción, lo que, en muchos casos, daba como resultado que la misma no 
fuera apropiada a los sistemas reales de producción. 
La falta de conocimiento y entendimiento de todas las variables que afectan al sistema, dado que se 
asumía que la unidad de producción es estática, llevaba a afirmar que si el productor rechazaba una 
tecnología lo hacía por ignorancia o tradicionalismo, y que el único objetivo que guiaba su toma de 
decisiones era la maximización de los rendimientos. 
 
LA DEMANDA TECNOLÓGICA ES AMBIENTAL Y SOCIALMENTE HETEROGÉNEA 
 
5.- Diagnóstico de la demanda tecnológica: Espacio tecnológico 
 
¿Cómo podemos discernir si una tecnología es apropiada a la situación 
socioproductiva de un productor o grupo de productores? 
 
El proceso correcto debería comenzar diagnosticando primero la demanda, esto es estableciendo las 
características de la tecnología que se necesita, en función de las posibilidades y problemáticas de la 
gente, para, luego, buscar entre las tecnologías disponibles, la/s que cumple/n con las condiciones pre-
establecidas (Figura 5). Elementos básicos a considerar en la demanda tecnológica 
Recursos de los productores 
Problemas socio-productivos 
Tecnología apropiada 
 
Amilcar Herrera (1978) llama a este proceso determinar el ESPACIO TECNOLÓGICO y lo 
conceptualiza de la siguiente manera: “es el conjunto de condiciones y restricciones que una tecnología 
debe satisfacer para responder a una necesidad”. 
 
El mismo autor propone una serie de pasos para llegar a determinar el espacio tecnológico y, con éste, las 
condiciones y restricciones que hacen que una tecnología sea apropiada o no. En definitiva, concluye que 
para la generación de tecnología, lo importante es que el proceso de estudio y la toma de decisiones sea 
de carácter endógeno. 
 
La tecnología puede ser local o importada, puede aplicarse tal como fue generada 
o con alguna/s modificacion/es, pero si se adecua al espacio tecnológico, 
proveerá una buena solución. 
 
 
 
6.- Modelo participativo de generación tecnológica. Experimentación adaptativa. 
 
A partir de las numerosascríticas que se formularon al sistema “vertical” de generación-difusión de 
tecnologías, surgieron distintas propuestas que intentaban superar las limitaciones del mismo, centrando 
el proceso en los sistemas de producción y considerando la participación de los productores. 
 
La escuela Anglo-Sajona, desde el paradigma sistémico, y la Francesa, 
con una perspectiva más orientada al desarrollo, 
formularon, casi simultáneamente, los planteos conocidos 
como “Farmer System Research” 
(también conocido como de Investigación en Fincas),. 
y de “Investigación - Desarrollo”, respectivamente. 
 
En su planteo, la primer propuesta introduce el concepto de “dominios de recomendación, mientras que la 
segunda, el de "tipos" de productores; a la vez, ambas proponen un modelo de comunicación con el 
productor más personalizado 
 
En nuestro país la influencia Anglo-Sajona se visualiza en las interesantes experiencias de 
Experimentación Adaptativa que promueve el INTA, de la cual Fernandez Alsina (1984, 1987) se ha 
constituido en un entusiasta impulsor. 
Experiencias, vinculadas a la escuela Francesa, se desarrollan, por ejemplo, en el INTA Balcarce, a través 
del trabajo llevado a cabo por el equipo dirigido por el Dr. Cittadini (2000), quienes proponen trabajar 
relevando la demanda tecnológica de los sistemas reales de producción. 
 
Si bien estos esfuerzos generan importantes experiencias, no han alcanzado a modificar la general 
tendencia verticalista del sistema de generación de tecnologías. 
 
 
Conclusión 
 
Una tecnología resulta exitosa y eficiente en el ambiente sociocultural que fue creado, y por lo tanto, 
tenderá a generar estructuras socioeconómicas similares en las sociedades adoptantes. 
Si no hacemos el esfuerzo de adaptar la tecnología a la estructura socioeconómica, es esta la que se debe 
adaptar al patrón tecnológico impuesto, con el costo social que esto implica (Herrera, 1978). 
 
El esquema de generación/difusión de tecnologías de nuestro país realiza un análisis muy parcializado de 
la problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos, sólo la heterogeneidad ambiental, 
por lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas desde el punto de vista social y orientadas, 
generalmente, a un empresario abstracto que busca maximizar la rentabilidad. 
Si bien se reconocen importantes esfuerzos por generar un sistema más participativo que considere las 
diferentes condiciones de los productores, no se ha logrado, aún, cambiar su característica principal. 
No existe un único tipo de tecnología apta para atender a una demanda, ya que la misma es heterogénea. 
 
Existen distintas soluciones tecnológicas según la priorización que se realice de los factores de la 
producción, de la relación con el ambiente y de las estrategias productivas, por lo tanto, la selección y/o 
adaptación de tecnologías debe considerar, indefectiblemente, tanto la heterogeneidad ambiental como la 
heterogeneidad social. 
Para esto, debe partirse de un análisis de los sistemas productivos que permita agruparlos en “tipos” o 
“dominios” con semejantes limitaciones y potencialidades, para los cuales una determinada tecnología 
puede resultar adecuada. 
En definitiva, para la generación o adaptación de tecnología, lo importante es que el proceso de estudio y 
la toma de decisiones sea endógeno. 
La tecnología puede ser local o importada, pero si se adecua bien al espacio tecnológico, proveerá una 
buena solución. 
En el complejo proceso de adopción o innovación tecnológica intervienen factores internos y externos, 
pero un elemento que resulta central es que el producto tecnológico, ya sea un insumo o un proceso, debe 
ser adecuado al problema y a su entorno. 
 
Sólo teniendo en cuenta esta premisa tendremos oportunidad de desenvolvernos, 
con éxito, como extensionistas. 
 
 
Bibliografía 
 
Bunge, M (1980) Ciencia y desarrollo. Edit. Siglo XX. Bs. As. 
Busch (1983) citado por Bonatti, R. (1992) Transferencia en sistemas de producción de carne bovina en el área de Villa 
Mercedes, San Luis. Tesis de Maestría. FAVE – Universidad Nacional del Litoral. Esperanza, Sta. Fe. 
Carballo, C. (1984) Evolución y Características del Agro argentino en la Actualidad. Documento de trabajo del CEPA. Bs. As. 
Carballo, C. (1997) Demandas tecnológicas resultantes de los principales programas Estatales para Pequeños Productores. 
Revista AADER 2º Serie, Nº 1. Bs. As. 
Cernuda, J.C. (1980) Tecnología apropiada y desarrollo comunitario en Haití. Desarrollo Rural en las Américas, Vol. X Nº 2. 
IICA. San José de Costa Rica 
Cittadini, R; Dedieu, B. Derail, L y Pérez, R (2000) Explotaciones agropecuarias, trabajo y tecnología. Ponencia en X World 
Congress of Rural Sociology. Río de Janeiro. 
Gay y Ferradas (1997) La Educación Tecnológica. CONICET. Bs. As. 
Grau, J. (1995) Tecnología y Educación. Edit. Fundec. Bs. As. 
Fernández Alsina, C. (1987) Experimentación adaptativa. Conceptos y objetivos. Serie de Experimentación Adaptativa. 
Documento de trabajo. INTA, Bs. As. 
Herrera, A. (1978) Desarrollo, Tecnología y Medio Ambiente. Ponencia en I Seminario Internacional sobre Tecnologías 
Adecuadas en Nutrición y Vivienda. Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente - PNUMA. México. 
Rogers E. (1981) La difusión de innovaciones en la sociedad rural latinoamericana, pp 33 –47, en Antman, C. y M. Fernandez 
(eds), comunicación y Desarrollo Rural. 
Viglizzo, E. (1986) Investigación y generación de tecnología ganadera en la Argentina. Rev. Argentina de Producción Animal. 
Vol 5 Sup.2: 1-27. 
Viglizzo, E. (1994) El INTA frente al desafío del desarrollo agropecuario sustentable. Desarrollo Agropecuario Sustentable. 
INTA-INDEC. Bs. As. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA. LA INVESTIGACIÓN COMO PRÁCTICA 
SOCIAL TRANSFORMADORA. ¹ 
 
¹Adaptado de Boletín del Instituto de Investigación 
y Desarrollo Tecnológico 
 para la Pequeña Agricultura Familiar 
IPAF –Región NOA- del INTA. 
 
¿Qué es la Investigación-Acción-Participativa (IAP)? 
 
"…un estilo o enfoque de la investigación social que procura la participación real de la población 
involucrada en el proceso de objetivación de la realidad en estudio, con el doble objetivo de generar 
conocimiento colectivo sobre dicha realidad y de promover la modificación de las condiciones que 
afectan la vida cotidiana de los sectores populares…” 
(María Teresa Sirvent) 
 
¿Por qué hablamos de participación real? 
 
A diferencia de otros paradigmas científicos donde los sujetos que forman parte de la realidad a 
investigar son considerados "objetos de estudio", limitando su participación a la mera función de ser 
"fuentes de información", en la IAP la gente adquiere un rol activo tanto en la transmisión, como en 
la producción misma de conocimientos. 
La participación de la que habla la IAP, entonces, no se define como simple movilización ni como un 
hecho externo instrumental al investigador, sino que se refiere a procesos activos y dinámicos de 
reflexión sobre el conjunto de procesos que condicionan la vida social de un colectivo. 
 
¿Los productores que serán científicos? 
 
No necesariamente científicos. El acto de investigar es propio del ser humano aunque no siempre se trata 
de una actividad estimulada socialmente. 
La actitud de quien investiga no es justamente aquella que se promueve 
e impulsa desde las instituciones encargadas de "mostrarnos el mundo". 
Investigar significa problematizar la realidad poniendo en duda 
todo lo que creemos saber de ella, con el desafió intelectual de conocerla más profundamente. 
 
En un proceso IAP la comunidad adquiere capacidades investigativas que le permiten redescubrir su 
entorno y la complejidad que lo determina desde una mirada reflexiva, crítica y analítica. 
 
Entonces ¿Investigación científica o instrumento ideológico?Uno de los supuestos epistemológicos que asume la IAP es que desconoce la neutralidad de las ciencias 
sociales, no sólo por considerar que sus manifestaciones intelectuales repercuten en la vida material y 
simbólica de las sociedades, sino que también al asumir que el propio investigador se enfrenta ante la 
situación a investigar desde una valoración previa de la misma, partiendo de que él mismo, como sujeto 
social, se compromete ideológicamente con el “objeto de estudio”, su pasado, su presente y su futuro. 
 
El técnico-investigador interviene en la realidad no sólo porque su tarea científica requiere de 
problematizarla, sino que además, y como nota distintiva de la IAP, porque esta actitud cuestionadora 
debe ser también asumida por la propia gente como condición fundamental en el proceso de cambio. 
Partiendo de estas consideraciones, y en el marco de una práctica que pretende ser científica a la vez que 
transformadora, esta intervención no sólo es inevitable sino que también necesaria. 
 
¡Somos los iluminados que le enseñamos a "ver" a la gente!!!? 
Definitivamente no. aunque esto no implica que se ignoren las distintas realidades de los actores que 
participan del proceso de investigación, reconociendo en la interacción que se establece diferencias de 
saberes y de conocimientos propias de la historia de cada uno, con sus posibilidades, sus restricciones y 
con toda la injusticia que en esto se manifiesta. 
Por lo general nos enfrentamos al mundo, lo describimos y opinamos acerca de él a partir de nuestra 
propia subjetividad, los valores y las ideas con las que nos manejamos cotidianamente. Esta manera de 
acercarnos a la realidad, que solemos denominarla como sentido común, tiene también la 
particularidad de percibir y expresar con mayor facilidad las cosas que las relaciones, los estados que los 
procesos, lo manifiesto que lo latente, del mismo modo que resulta más sencillo hablar de individuos e 
instituciones que indagar sobre las relaciones que mantienen entre si. 
 
Las ciencias sociales, por el contrario, necesitan de un acercamiento más objetivo ante esa realidad -
"objetivarla"- de modo de poder delimitarla, reconocer los distintos aspectos y factores que la componen, 
para luego intentar relacionarlos. 
 
La función del investigador en relación a su intervención, a la vez que comprometida necesita entonces 
distanciarse de la realidad por la propia finalidad de poder problematizarla científicamente. 
Mediado por este distanciamiento, el investigador facilita al resto de los actores las herramientas de 
análisis que permitan poner en duda las certezas preexistentes que se tienen de la sociedad, incluso las del 
propio técnico investigador. 
En este sentido, podríamos decir que el conocimiento científico del que hablamos no es pertenencia ni de 
la gente común ni de un equipo técnico que llega al territorio a proponer o aceptar un proceso de 
investigación, sino que es una construcción que necesita de un proceso previo de objetivación de la 
realidad, utilizando todos los instrumentos de vigilancia metodológica y epistemológica para poder 
garantizarlo. 
La construcción del conocimiento científico como dialéctica del saber en una IAP, entonces, hablamos 
de objetivar la realidad en una dinámica de investigación que surge y se desarrolla como proceso en la 
complementariedad permanente de distintos saberes 
 
el saber técnico y el saber cotidiano 
 
En este sentido, podríamos referirnos a una construcción dialéctica del saber que, enmarcada en el 
proceso de investigación colectivo, genera como síntesis dinámica un nuevo conocimiento científico 
sobre una situación problemática determinada. 
Esta diferenciación entre distintos saberes de ningún modo pretende establecer jerarquías, y mucho menos 
basarse en descalificaciones. Sin embargo, si podemos decir que el conocimiento científico, el cual 
pretende ser construido, es una instancia superadora de los conocimientos preexistentes. 
En este proceso dialéctico, el concepto "investigar" se resignifica a partir de los nuevos sentidos que 
adquiere la práctica científica, y en ésta los roles de los actores que intervienen en la experiencia. 
 
En el marco de la IAP 
el proceso de investigar deja de ser un acto unidireccional 
para constituirse como concepto que define, ya no una acción en si misma, 
sino un proceso de reflexión y acción encaminado por actores 
que comparten, debaten y “extienden” al otro saberes particulares. 
 
Esto conforma un escenario complejo. Una herramienta de intervención. Una estrategia de trabajo. 
 
La IAP persigue un fin irrenunciable: “lograr una sociedad más justa donde no haya personas que sufran 
por no tener el modo de satisfacer las necesidades esenciales de la vida, una sociedad en la que todos 
gocen de las libertades básicas y de la dignidad humana.” Esta proposición de lo que “debería ser” es en 
definitiva la misión para la cual se crea el Programa Nacional para la pequeña agricultura familiar 
(PNPAF). 
Sin embargo, los problemas de la AF, similares a los de otros sectores que comparten las mismas 
condiciones estructurales, se presentan en un escenario complejo donde no sólo es necesario favorecer 
acciones transformadoras al interior de la dinámica propia de la Agricultura Familiar, sino que también 
impulsar y madurar procesos de cambio a otros niveles y en otros espacios de decisión. Un escenario 
complejo que, al mismo tiempo que determina las condiciones actuales de la AF, es donde también se 
definirá el rumbo de su futuro. 
 
La posibilidad del desarrollo de la pequeña agricultura familiar, en este contexto, no depende entonces 
exclusivamente de disponibilidad de tecnologías apropiadas, pero tampoco se limita a que los productores 
puedan reconocer críticamente el espacio, las estructuras y la dinámica social en la que interactúan. 
En este marco, si bien la IAP es parte fundamental, al mismo tiempo es constitutiva de una estrategia de 
trabajo más general y abarcativa donde incluimos otras acciones de intervención, de desarrollo, y de 
articulación. 
La generación de espacios de capacitación y formación, la estimulación y el aporte a procesos y 
experiencias de articulación entre instituciones, programas y organismos, tanto públicos como privados, 
la promoción de políticas públicas, el aporte institucional al fortalecimiento de organizaciones 
intermedias, cooperativas y asociaciones de productores, también forman parte de las acciones y los 
compromisos que se deben asumir para allanar el camino de los objetivos propuestos. 
Espacios y acciones donde las problemáticas de la AF se expresen, cobren sentido y visibilidad, y 
adquieran verdadera importancia en las agendas políticas y sociales. 
 
El protagonismo de la Agricultura familiar en un modelo de desarrollo participativo. 
 
Dentro de esta estrategia se asume como fundamental la participación en todos los espacios de discusión 
y generación de propuestas que aborden la problemática de la AF. (Reunión Especializada para la 
Agricultura Familiar-REAF, Programa Nacional de los Territorios, Foro Nacional de la AF, etc) 
 
Sin embargo, la presencia en estos espacios, debe ser entendida como acción práctica e instrumental, en 
cuanto a la finalidad de impulsar acciones concretas que contribuyan a la AF, pero también, y 
principalmente, como medio que permita incorporar nuevas miradas sobre modelos de desarrollo e 
intervención que favorezcan y estimulen procesos de transición hacia acciones más democráticas y 
participativas, con presencia del Estado en todos sus estamentos (gobierno, instituciones, sociedad civil, 
etc.) 
Se debe tener un proyecto de país donde se generen condiciones para que sectores como la agricultura 
familiar cobren un rol protagónico y activo en la definición de propuestas y construcción de políticas 
públicas integrales que favorezcan la inclusión social, y mejoras en las condiciones materialesde 
existencia. 
 
Un rol protagónico que en primera instancia debe ser asumido por los propios productores como un 
derecho posible de ser ejercido. Un protagonismo que a la luz de su olvido histórico necesita ser 
reinventado y reivindicado a partir de procesos que le den sentido y pertinencia. Y es aquí donde se 
manifiesta imprescindible la problematización de lo existente como realidad histórica, dinámica y posible 
de ser modificada, donde el enfoque y los métodos participativos de la IAP adquieren su magnitud 
trascendental. 
 
“Para comprometerse al cambio de algo uno debe conocer primeramente lo que 
existe, y después determinar si es bueno que exista. Y antes de decidirse a hacer 
algo respecto a un mal estado de cosas, uno debe estar convencido primero de que 
hay alguna posibilidad de cambiarlo realmente…” (Goran Therborn) 
 
DESARROLLO, TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE 
 
Adaptado de Amílcar Herrera 
 
Para comenzar, quiero señalar que una de las cosas realmente sorprendentes que hemos vivido todos los 
que desde hace un cierto tiempo nos hemos interesado por este problema, es el enorme cambio que se ha 
producido en el mundo actual en la concepción misma de lo que representa la tecnología para la 
sociedad moderna. Para marcar esto, bastan dos citas muy breves. Una de ellas es cómo se definía 
tecnología hasta hace muy poco en la mayoría de los diccionarios y todavía en algunos de ellos. 
 
Dice simplemente: “ciencia de las artes mecánicas e industriales”. Es 
decir, algo que se refiere, en forma más o menos inofensiva, a la parte puramente material 
de la actividad humana. 
Podemos comparar esta definición con otra muy reciente dada por 
L. Winner en su libro Autonomous Technology, que dice: 
“tecnología en sus varias manifestaciones es una parte significativa del mundo humano. 
Sus estructuras, procesos y alteraciones entran, y se hacen parte, de las estructuras, procesos y alteraciones de la 
conciencia humana, de la sociedad y de la política”. 
 
Así pues, hemos pasado, en muy poco tiempo relativamente, de ver la tecnología como se veía en el siglo 
XIX y aún antes, como simplemente un complemento de la parte material de la vida humana, a 
considerarla una parte central de la actividad social, 
 
que condiciona el “qué hacer” y “cómo hacer” de una sociedad. 
 
Para el hombre actual la tecnología es algo que sucede, algo externo a él, en lo cual tiene muy poca 
participación. Una de las consecuencias de esta visión de la tecnología, sobre todo en los países 
desarrollados, es la aparición de una corriente de pensamiento que cuestiona no solamente la tecnología, 
sino la ciencia en la cual ésta se basa, la hace responsable de todos los males sociales, ocurriendo que los 
fines y valores de la ciencia comienzan a ser cuestionados por sectores sociales cada vez más amplios. 
 
La trasferencia de tecnología. 
 
Esta ha existido a través de toda la historia. Las culturas, los pueblos intercambiaron siempre 
tecnología. Es un hecho que aparece desde el paleolítico. Pero, también por primera vez en la historia, 
nos encontramos ahora con una transferencia de tecnología que es unidireccional a escala mundial. 
 
Un grupo de pueblos que ha tenido su propio estilo de desarrollo -Europa, Estados Unidos, Japón- 
transfiere su tecnología hacia el resto del mundo, sin prácticamente ninguna acción en sentido inverso. 
Si se profundiza un poco más, se encuentra que esa recepción pasiva no sólo le sucede al mundo 
subdesarrollado; aun en el mundo desarrollado la tecnología también se crea en unos pocos centros, 
que son los que tienen capacidad económica y científica para generarla, y de allí se expande al resto de la 
sociedad. 
En la transferencia internacional de tecnología, un hecho que a veces se olvida es que, cuando se 
transfieren tecnologías, se están también transfiriendo formas culturales. Quiero citar aquí una frase 
de Amulya Reddy que me parece reveladora sobre este punto: 
 
“la tecnología se parece al material genético: lleva el código de la sociedad 
que la concibió y, dado un medio favorable, 
trata de reproducir esa sociedad”. 
 
Es otra de las cosas que tenemos claras ahora, que cuando importamos tecnología, importamos mucho 
más que tecnología, importamos formas culturales, modos de relación humana, etc. 
 
Podemos entonces preguntarnos: ¿por qué esa transferencia masiva de tecnología de 
Occidente hacia el Tercer Mundo ha tenido tanto éxito? ¿Porqué ha sido aceptada en forma 
indiscriminada como lo ha sido hasta ahora? 
 
Esa pregunta no hubiera tenido sentido hace relativamente pocos años. No hubiera tenido sentido porque 
la respuesta parecía obvia: simplemente porque es más eficiente, y además porque es La Tecnología, con 
mayúsculas, en esa concepción de que existe sólo una tecnología que es el resultado natural e inevitable 
de un cierto progreso científico. 
 
¿Por qué tiene sentido ahora esa pregunta? Por varias razones: Primero, porque se ha tomado 
conciencia de que la tecnología dominante no es el resultado natural e inevitable del progreso científico. 
Sabemos perfectamente que de una cierta cantidad del conocimiento científico se pueden generar varios 
tipos de tecnología para resolver el mismo problema, y que la tecnología que se adopte es aquella que está 
de acuerdo con los valores de la sociedad que la produce. 
 
En segundo lugar, la pregunta tiene sentido porque también hemos tomado conciencia del efecto cultural 
de la transferencia de tecnología: es un hecho que precisamente esa introducción indiscriminada de 
tecnología está contribuyendo a obliterar o destruir gran parte de la rica herencia cultural de la 
humanidad. 
¿Por qué, sin embargo, ha tenido tanto éxito esa transferencia masiva? 
 
La eficiencia no es un elemento suficiente para explicarlo. En primer lugar, no todas las tecnologías 
introducidas en países subdesarrollados son más eficientes que las que estaban siendo usadas; eso es muy 
claro en algunos casos, por ejemplo en las áreas rurales. 
 
Creo que también tenemos que dejar de lado la explicación de que se introducen porque los países 
subdesarrollados no tienen capacidad para sus propias soluciones. Muchos países subdesarrollados 
disponen de sistemas científicos que por lo menos tienen capacidad para modificar esas soluciones y, en 
algunos casos, para crear soluciones propias. 
 
Esa capacidad ha sido usada en muchísima menos medida de lo que es posible, de modo que esta 
explicación tampoco es convincente. 
 
Creo que hay otros elementos explicativos y, no pretendo hacer un análisis completo, quiero mencionar 
tres que me parecen fundamentales. 
 
En primer lugar, esas tecnologías representan toda una concepción de desarrollo, y esa concepción de 
desarrollo, que nace en los países industrializados, se “transfiere” luego a los países subdesarrollados. 
Tampoco es necesario hacer aquí un análisis del contenido fundamental de esa concepción del desarrollo, 
pero voy a señalar dos o tres puntos que me parecen importantes. Todos sabemos que esa posición 
consiste, esencialmente, en repetir el camino hecho en el pasado por los países ahora desarrollados, sin 
tener en cuenta que las actuales condiciones históricas, económicas y sociales son completamente 
distintas a las vigentes durante la Revolución Industrial y no pueden ser recreadas. 
 
Por lo tanto, aquellos elementos culturales que de alguna manera obstaculizan esa visión del desarrollo se 
supone que están condenadas a desaparecer. En otras palabras, las diferencias culturales se asimilan a 
etapas del desarrollo. 
Otro factor que me parece también esencial es que siempre un concepto de desarrollo o progreso va 
unido a una cierta concepción del hombre, y creo que otra de las cosas que se ha importado de Occidente 
es una cierta concepción del hombre. 
Este es un tema muy discutible, y no creo que todos ustedes estén de acuerdo con lo que voya decir, pero 
voy a referir muy brevemente a esa concepción operativa instrumentada esencialmente a través de la 
psicología, sirve a otro propósito: la alienación que produce en el hombre moderno una organización 
social cada vez más deshumanizada, se convierte simplemente en un problema de desajuste, y esa 
psicología ofrece el instrumental necesario para solucionarlo. 
 
El factor que explica esa transferencia unilateral de tecnología es el marco sociopolítico. No es necesario 
entrar en detalles, porque es el que mejor conocemos todos. Es la estructura del poder tanto a nivel 
nacional como a nivel internacional. En realidad, se trata de transferencia de tecnología de los países 
desarrollados a ciertos sectores sociales de los países subdesarrollados, lo que no es suficiente 
explicación, a no ser que tomemos en cuenta lo otro, es decir, la imposición, de alguna manera, de un 
modelo de desarrollo y de una concepción del hombre. 
 
Como parte de la reacción al proceso que tan rápidamente estamos revisando, aparece no hace mucho 
tiempo el concepto de tecnología apropiada, es decir, el concepto de que los países subdesarrollados 
deben generar tecnologías adecuadas a sus propios fines. 
Todas las tecnologías son apropiadas, la cuestión es apropiada para qué, este es el caso de un país 
subdesarrollado cuando quiere copiar el modelo occidental, las tecnologías occidentales son apropiadas. 
Que las consecuencias que traigan sean no deseables, al menos desde el punto de vista de ciertos sectores 
de la población, es otro problema, pero son apropiadas. 
 
Creo entonces que, a menos que el concepto de tecnología apropiada se ubique en el marco de un cierto 
esquema de desarrollo, carece de sentido. No se puede hablar de tecnologías apropiadas en sentido 
abstracto. 
 
El problema es: ¿cuál es ese concepto de desarrollo que puede ser el marco de referencia 
para lo que llamamos tecnologías apropiadas? 
 
 
 
Quiero referirme ahora brevemente a algunos de los elementos que estimo centrales en ese 
concepto de desarrollo que está surgiendo. 
 
El primero es que ese nuevo concepto de desarrollo está centrado en los seres humanos es decir, en la 
idea de que el bienestar de las personas no puede ser un subproducto del crecimiento económico 
indiscriminado, sino la consecuencia de planes específicos con respecto a ese bienestar. 
 
Significa abandonar el famoso trickle down effect (efecto derrame) que es, en cierto modo, un insulto a 
la humanidad, ya que supone que las mayorías sólo se van a beneficiar cuando empiece a chorrear en el 
otro lado, utilizando el mismo símil físico de la teoría. 
 
El segundo punto es que ese desarrollo va a estar centrado en las necesidades básicas, definiendo como 
tales ese conjunto de necesidades que son esenciales para que todo ser humano se pueda incorporar en 
forma efectiva a su propia cultura. La satisfacción de esas necesidades constituye la precondición para 
llegar a una sociedad aceptable, en la cual tenga sentido hablar de libertad y realización personal. 
 
El tercer elemento es participación, un factor también fundamental, no sólo por razones de justicia, por 
las cuales la participación ha sido siempre defendida, sino además por el hecho de que si queremos crear 
nuevas sociedades -sociedades que se aparten de lo que se ha hecho hasta ahora-, se necesita toda la 
capacidad creativa de sus miembros. Y eso solamente se puede lograr con un grado muy alto de 
participación en todos los aspectos de la actividad social. 
 
Ahora bien, ¿Cuál es el mecanismo operativo de esa nueva concepción del desarrollo? Es lo que 
definimos como autodeterminación o self reliance como se conoce en inglés. No podemos aquí tratar 
en detalle ese concepto. 
Baste decir que no es autonomía, o autarquía 
es simplemente la capacidad de tomar decisiones 
en función de las propias necesidades y 
aspiraciones. 
 
Es muy interesante ver cómo ha sido recibido ese concepto por los países desarrollados. Ha sido tratado 
de utópico, romántico, soñador, etc. Sin embargo, en el fondo, es sólo tratar de hacer simplemente lo que 
los países desarrollados hacen ahora. 
 
En definitiva, eso es exactamente lo que significa autodeterminación. 
 
Ese es, muy esquemáticamente, el marco de referencia que está surgiendo. Se puede decir, y se ha dicho, 
que no es suficientemente claro, que no está suficientemente estructurado todavía como para constituir 
realmente un nuevo concepto de desarrollo. A mí no me preocupa mucho. No conozco caso alguno de 
cambio histórico que se haya hecho sobre planes perfectamente determinados antes. Alguien ha dicho 
hace poco, refiriéndose precisamente a estas aspiraciones de los países subdesarrollados, que es buena 
política basada en mala economía, en el sentido de que la viabilidad económica no ha sido bien estudiada. 
No conozco revolución alguna a la cual la hayan planeado los economistas antes de que tuviera lugar, 
sobretodo cuando el análisis económico se hace con base en la economía que precisamente se quiere 
cambiar. 
 
De manera que creo que lo que está sucediendo ahora 
ha sucedido siempre en la historia, hay un núcleo de ideas centrales 
que son suficientes para tener ya un marco de referencia 
sobre el que se puede actuar. 
 
 
 
Tecnologías Apropiadas 
 
Como sabemos, en esa abundante literatura a la cual me he referido, una de las cosas que figura en forma 
prominente son las recetas. Aquí estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo Víctor Urquidi hace poco: 
 
No se pueden dar recetas de este tipo. 
Decir, por ejemplo, que las tecnologías de los países subdesarrollados 
deben ser todas intensivas, o simples o intermedias no tiene sentido. 
 
Las características que una tecnología debe tener han de surgir del proceso mismo de creación. No pueden 
ser dadas por recetas a priori. 
El problema entonces es cómo generar esas tecnologías. Lo primero que tenemos que recordar es cómo 
se generan en el mundo actual, y en particular en el mundo desarrollado. 
 
Todos saben que la ciencia avanza basada en un cierto sistema de paradigmas que desarrolla hasta sus 
límites. No olvidemos, sin embargo, que la tecnología también se crea teniendo como marco de referencia 
un sistema de paradigmas. La diferencia es que los paradigmas que condicionan la creación de tecnología 
provienen de muchas disciplinas, o de muchas actividades humanas. Algunos son tecnológicos, otros son 
científicos, otros son socioeconómicos, otros son culturales, otros son psicosociales, etc. Pero existe un 
marco de referencia que está incorporando a los sistemas científicos de todo el mundo, y que condiciona 
el desarrollo d las tecnologías. 
 
Lo que importa tener en cuenta aquí es que ese sistema de paradigmas ha sido generado en occidente 
desde la Revolución Industrial y, por lo tanto, representa las características y los valores de esas sociedad. 
El problema actual es que ese marco de referencia se ha incorporado a todos los sistemas de creación 
científica del mundo, cualquiera sean sus características. Por esa razón, si se pone un tecnólogo en 
cualquier parte del mundo y se le da un problema, va a seguir el mismo camino para resolverlo. Y eso es 
independiente de sus opiniones políticas o sociales, en general. Depende de ese sistema de paradigmas, 
que raramente se explicita, pero que está incorporado a todos los sistemas de Ciencia y Tecnología. 
 
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación? No podemos repetir la experiencia histórica de los 
países desarrollados porque no podemos esperar un siglo para ello. Entonces creo que lo único que 
podemos hacer, lo fundamental, es tratar de desarrollar un sistema de investigación científica para 
producir tecnologías para nuestros países, que al mismo tiempo cree ese sistema de paradigmas y vaya 
formando su propio marco de referencia. 
 
Aquí quiero referirme, muy brevemente, y solo como una sugerencia,a como algo para dejar a discusión, 
a la metodología que estamos usando en un proyecto para generar tecnologías en áreas rurales, que está 
patrocinado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo y la Universidad de las 
Naciones Unidas. 
Aunque el proyecto se refiere a área rurales, creo que los principios básicos pueden aplicarse en forma 
general. Voy a describir rápidamente cuáles son las etapas o fases de la investigación que se requiere para 
definir lo que nosotros denominamos espacio tecnológico. 
 
Espacio tecnológico: está definido por el conjunto de condiciones y restricciones 
que una tecnología debe satisfacer para responder a una necesidad. 
 
En primer lugar, un estudio de las condiciones socioeconómicas del área de trabajo. Lo esencial en esta 
fase es el reconocimiento de que todo problema tecnológico está inmerso en una situación socipolítica, 
cultural, etcétera que lo condiciona en gran medida. Uno de los problemas típicos de nuestros países –por 
olvidar este principio elemental- es el hecho de que a veces se resuelve un problema tecnológico, cuando 
el problema de fondo no está en la cosa tecnológica, sino en algún elemento social, económico o político. 
De manera que lo que se trata de determinar es lo que llamamos la situación problemática, de la cual la 
parte tecnológica es simplemente una parte. Así, uno puede diferenciar problemas que no tienen una 
solución tecnológica de problemas que sí lo tienen y trabajar sobre ellos. A través de ese proceso se 
identifica cuáles son los problemas que realmente tienen componentes tecnológicos y cuya solución 
representa realmente un avance. 
 
Una vez definido el problema, la próxima etapa es determinar qué funciones debe llenar esa tecnología 
para resolverlo. Cuando se está haciendo investigación en un campo relativamente nuevo –y ese es el caso 
de las tecnologías apropiadas- lo fundamental consiste en hacerse las preguntas elementales. 
 
En el caso de la vivienda, por ejemplo, la primera pregunta es: ¿para qué sirve una vivienda? La 
respuesta parece obvia, y para nuestra concepción de habitantes de ciudades lo que un campesino necesita 
es Protección contra las lluvias, el frío, ciertas condiciones sanitarias, etc. 
Pero la vivienda es una cosa mucho más compleja que eso. Es un elemento social, psicosocial, estético, 
etc. Como es bien sabido, algunos planes de vivienda han fracasado simplemente porque los campesinos 
no han querido habitarlas por razones que, cuando se estudian, son perfectamente racionales. 
 
Lo mismo puede decirse de tecnologías para satisfacer otras necesidades. 
 
El segundo paso es analizar las soluciones locales. Se basa en el principio, muy elemental, de que la 
gente tuvo que resolver sus problemas mucho antes de que los científicos nacieran, por lo menos los 
científicos en el sentido moderno. Más que las tecnologías, nos interesa el conocimiento local, que no es 
exactamente lo mismo, muchas veces se habla de aprovechar el conocimiento local en el sentido de 
aprovechar las tecnologías, es decir, lo que en inglés se llama hardware, el producto final de ese 
conocimiento. 
Nosotros creemos que es mucho más importante analizar cuáles son las ideas contenidas en esa 
tecnologías, porque el producto final puede no ser muy eficiente, debido simplemente a la falta de 
conocimiento científico para implementar en forma adecuada esa idea, que puede ser muy importante. 
 
Quiero dar un ejemplo: en gran parte de América Latina los campesinos preservan la carne 
cortándola de cierta manera y secándola al sol. El producto seguramente 
se puede mejorar mucho con estudios bacteriológicos, nutricionales, 
pero hay una idea central que se debe preservar, que es la utilización de la energía solar. 
 
El tercer paso consiste en estudiar los recursos naturales de la región, y aquí también con una pequeña 
modificación a lo que usualmente se hace, y es recordar que hablamos de “recursos naturales” es una 
contradicción en términos. Recursos es un término económico y la naturaleza no produce cosas 
económicas, la naturaleza produce simplemente cuerpos físicos. Esos cuerpos físicos en combinación con 
ciencia y tecnología se convierten en recursos. El criterio fundamental entonces es que cualquier cuerpo 
natural puede ser un recurso, dadas ciertas condiciones económicas y tecnológicas. 
 
A través de este proceso –que es mucho más detallado de lo que he descrito- se llega finalmente a definir 
el espacio tecnológico. Ahora bien, ¿qué es el espacio tecnológico? Es el conjunto de restricciones y 
condiciones que debe llenar una tecnología. ¿Cuál es la ventaja de esto? Si uno tiene definido un espacio 
tecnológico, eso significa que toda tecnología que entre dentro de ese espacio es apropiada, y al mismo 
tiempo hace que un conjunto posible de tecnologías sea coherente porque responde precisamente al 
mismo marco de referencia. 
 
En cuanto a las soluciones tecnológicas que entran en el marco de referencias mencionado, existen varias 
alternativas. La primera, que la tecnología ya exista, en ese caso se importa. La segunda, que exista pero 
deba ser modificada, lo cual se puede hacer también. Una tercera es que la solución puede salir de la 
combinación de elementos tecnológicos ya existentes pero combinados de diferente manera. Y 
finalmente, que haya que crearla. 
Lo que importa aquí es que en la generación de tecnologías, lo endógeno del proceso es el estudio y la 
toma de decisiones. La tecnología no tiene por qué ser necesariamente endógena, puede ser importada, si 
es adecuada. O digamos de otra manera, el proceso de transferencia de tecnología se convierte en parte 
del proceso de generación de tecnología. 
 
Por último, voy a hacer una breve consideración sobre el tema del medio ambiente. En el problema de 
la tecnología, el medio ambiente entra a través de dos canales fundamentales. 
El primero es cuáles son los elementos ambientales relevantes para la particular tecnología en la cual se 
está trabajando. El segundo, es el problema de los límites absolutos, u outer limits. 
 
En el caso del primero –la consideración de los elementos ambientales relacionados con una tecnología en 
particular- el proceso de investigación que acabo de describir los toma en cuenta. Cuando se hace el 
análisis de todos los elementos que hemos visto, entre ellos están, naturalmente, las condiciones 
ambientales. 
En el caso de los límites absolutos, el problema es su imprecisión. El hecho de que esos límites sean 
imprecisos implica que hay un cierto grado de riesgo que necesariamente se debe correr. Precisamente 
uno de los problemas de las posiciones extremistas es olvidar que toda actividad humana implica riesgo. 
 
Por lo tanto, la cuestión no es evitar todo riesgo, sino determinar cuál es el mínimo riesgo aceptable. La 
mayoría de los que estamos aquí venimos en avión. Cuando tomamos un avión hay un riesgo, incluso hay 
un riesgo medible. 
 
¿Por qué lo tomamos, sin embargo? Simplemente hacemos una evaluación intuitiva de que 
el tiempo que ahorramos, etc. es más significativo que ese riesgo. 
 
En el caso de los límites absolutos creo que hay dos elementos que nos permiten estimar en cierta manera 
tal riesgo. El primero es que la población de la humanidad a principios del siglo que viene va a alcanzar 
los 10.000 millones de habitantes. Es obvio, dada la inercia de los sistemas demográficos, que eso es 
absolutamente inevitable, a menos que haya una exterminación masiva de parte de la humanidad, lo cual 
no parece probable. 
 
En segundo lugar, la aceptación de que esa humanidad, que necesariamente va a existir, tiene el absoluto 
derecho a tener sus necesidades básicas satisfechas. No me refiero a necesidades en el nivel de 
sobrevivencia, sino a necesidades básicas en el sentido de aquellas que le permitan incorporarse a su 
cultura en forma efectiva. Yo diría que eso da la medidadel riesgo aceptable. Puesto de otra manera: creo 
que el riesgo mínimo que se debe correr es aquel necesario para que toda esa cantidad de población que 
sabemos que va a venir, tenga ese mínimo de bienestar. 
 
Se puede decir, y se ha dicho, que esa definición es muy rígida, en el sentido de que aparentemente no 
permite mayor flexibilidad de maniobra. Creo que es aparentemente rígida por las siguientes razones: en 
las predicciones catastróficas que se han hecho en los últimos años, y en las que aparecen en todas las 
extrapolaciones, se analiza el comportamiento del sistema humanidad/medioambiente, o 
humanidad/biósfera, compuesto por dos subsitemas, el sistema humanidad y el sistema medio ambiente 
físico. 
 
En casi todas esas previsiones o extrapolaciones se considera que el sistema es invariante, es decir 
prácticamente no modificable. Como la biosfera -por lo menos a escala global- tampoco es modificable, 
se llega obviamente a un sistema global con muy pocos grados de libertad. si eso es cierto, las 
predicciones catastrofistas son probablemente correctas. La falacia del razonamiento, sin embargo 
consiste en el supuesto implícito de que el sistema humano no es modificable. 
 
Si modificamos la hipótesis, y admitimos que el sistema humano sí es modificable, en ese caso 
introducimos grados de libertad suficientes para evitar esa catástrofe. Tampoco podemos entrar en 
detalles aquí, pero quiero mencionar simplemente el trabajo hecho en nuestro modelo, en el cual hicimos 
un cálculo sobre qué pasaría si la distribución del ingreso actual en el mundo se hiciera uniforme, es 
decir, si hiciera realmente una distribución igualitaria del ingreso. El modelo muestra que, con una 
drástica redistribución del ingreso, se necesitarían entre cinco y diez veces menos recursos naturales para 
satisfacer las necesidades básicas de la humanidad que con la actual distribución del ingreso. 
 
Para finalizar, lo único que quiero destacar es, primero, que el concepto de tecnología está 
indisolublemente unido a una cierta concepción del desarrollo, y a menos que esa concepción sea 
explícita, el concepto carece de sentido. Y, segundo, que a menos que admitamos que la humanidad 
tiene capacidad potencial de cambio y que ese cambio es posible, tampoco tiene solución el problema 
actual, por mucho esfuerzo que hagamos en el cambio científico y tecnológico.

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