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SISTEMA TECNOLÓGICO Adaptado de FERRER Guillermo y BARRIENTOS Mario A. La tecnología ha dejado de considerarse un complemento material de la actividad humana para convertirse en un elemento central que caracteriza y condiciona la estructura económica de una región, ya que ella es la que define el tipo y cantidad de insumos o la cantidad de mano de obra y suele influir en el endeudamiento de las unidades de producción ya que demanda una importante inversión en bienes. La tecnología tiene tal impacto en la estructura socioproductiva que se relaciona directamente con el modelo de desarrollo que prevalece en la región. Como afirma Herrera (1978), el intercambio de tecnologías en el ámbito internacional posee un flujo unidireccional: Un grupo de pueblos que ha tenido su propio estilo de desarrollo (Europa, Estados Unidos y Japón) transfiere su tecnología hacia el resto del mundo sin, prácticamente, ninguna acción en sentido contrario. La adopción de estas tecnologías exógenas implica, también, adoptar la cultura en la cual ella fue generada, porque condiciona, entre otros aspectos, determinadas relaciones laborales y una concepción del ambiente, utilitarista en la mayoría de los casos. En el ámbito nacional, en general, y en el agropecuario, en particular, el nivel tecnológico depende de que los productores adopten las nuevas tecnologías ofrecidas en forma de productos o de ideas. Este proceso de generación, puesto a disposición, ajuste y adopción puede ser visualizado como un mercado: el mercado de tecnologías agropecuarias del país. En este trabajo nos proponemos abordar el mercado tecnológico, caracterizando tanto el proceso de generación y oferta, como el de la demanda que efectúan los distintos tipos de productores con el fin de responder una pregunta central ¿Cómo adaptamos tecnologías para que los productores dispongan de propuestas apropiadas para las distintas situaciones ambientales y sociales? La tecnología surge al enfocar determinados problemas técnico-sociales con una concepción científica y dentro de un cierto marco económico y sociocultural; está íntimamente vinculada con la ciencia y la complementariedad entre ambas se acrecienta cada vez más (Gay y Ferredas 1997). Gay y Ferredas (1997) definen tecnología como el resultado de relacionar la técnica con la ciencia y con la estructura económica y sociocultural a fin de solucionar problemas técnico-sociales concretos. Es decir que la tecnología proviene de analizar determinados problemas con que se enfrenta una sociedad determinada y buscar la solución relacionando la técnica, con la ciencia y con la estructura económica y sociocultural del medio. Para Grau (1995), la tecnología comprende los instrumentos y métodos para alcanzar objetivos concretos de producción, pero de producción en su sentido más amplio, no sólo bienes sino también servicios de tipo social, cultural e institucional. Bienes y servicios cuya producción requiere una combinación de técnicas y organización. Dicha organización (como secuencia de procedimientos adaptada al cumplimiento de ciertos objetivos) referida tanto a los seres humanos como a las máquinas, a los recursos a utilizar como a los elementos a producir, es el elemento esencial de lo tecnológico. Los métodos de organización constituyen el aspecto “estructural’ de la tecnología que, a su nivel más concreto, tratan de armonizar los procesos productivos: hombres y máquinas, afirma Grau (1995); y es el conocimiento quien permite, no sólo diseñar objetos (dispositivos y máquinas) sino también organizar a los hombres y las máquinas. Así concebida, la tecnología es una parte central de la estructura economico-social ya que condiciona el qué y el cómo hacer de los procesos productivos y organizativos de toda sociedad. Finalmente, siguiendo a Bunge (1980) diremos que la tecnología constituye hoy un campo de investigación, diseño y planificación que utiliza conocimientos científicos y empíricos y dispositivos y procedimientos, con el objetivo de concebir operaciones, diseñar artefactos o procedimientos y/o transformar o controlar dispositivos o procesos naturales. Podemos afirmar, entonces, que la tecnología se caracteriza por integrar distintas clases de conocimiento (empírico, científico), que provienen de diferentes fuentes (inventos, cambios, descubrimientos), a través de diversos procedimientos (desarrollo, adaptación, innovación, copia) organizados de alguna manera (diseño, planificación) para cumplir con objetivos económicos y sociales (valor de uso, valor de intercambio). Así vista, podemos afirmar junto a Grau (1995) que la tecnología –como campo de conocimientos que diseña artefactos y procesos y planifica su realización, operación y mantenimiento- puede considerarse como un sistema, es decir, una estructura compleja cuyas partes son interdependientes del tipo naturaleza- personas-procesos-sociedad. A la vez, no podemos dejar de destacar el carácter interdisciplinario que reviste la tecnología, dada la variedad de origen y naturaleza de los conocimientos que la integran, el trabajo en equipo que supone cualquier producto o proceso tecnológico tanto en las etapas de diseño como de ejecución y las condiciones reales en que se consume el producto tecnológico, ya sea un bien, un proceso o un servicio. 1. Clasificación de tecnologías Existen muchos criterios para clasificar las tecnologías; por ejemplo, considerando el consumo de energía que implica su implementación podemos dividirlas en duras (alta demanda de insumos y combustible) y blandas. Carballo (1984) clasifica a la tecnología agropecuaria en: mecánicas, químicas, biológicas y agronómicas, las que. A su vez, subdivide en: de manejo y organización. Para nuestros fines, sería conveniente tomar el planteo de Viglizzo (1994) que diferencia tecnologías de insumo (elementos que se compran) y tecnologías de proceso (conceptos/conocimientos que originan un determinado manejo), como vemos en el Cuadro 1. 2. La adopción tecnológica El nivel tecnológico de un país depende, básicamente, de que los productores adopten la tecnología disponible. Es decir, que existe una demanda de tecnología por parte de los productores que debe ser atendida por una oferta adecuada. Si existe desacuerdo entre la oferta y la demanda la adopción no se produce y como consecuencia no hay progreso tecnológico. Definimos adopción tecnológica, como la incorporación de una idea o producto a un determinado proceso productivo, por parte de un actor social determinado. El proceso de adopción es muy complejo de analizar. Destacamos a continuación que se diferencia un aspecto interno, que corresponde al productor y su unidad de producción, de otro externo que se relaciona con variables contextuales que, en forma directa o indirecta, influyen en dicho proceso. Principales variables que intervienen en el proceso de adopción tecnológica CARACTERÍSTICAS EXTERNAS: ENTORNO INNOVADOR Disponibilidad de Crédito Precios favorables Políticas de estímulo Política de Extensión Oferta tecnológica CARACTERÍSTICAS INTERNAS Dimensión del establecimiento Racionalidad del productor Conocimientos del productor Predisposición a la innovación 3. Oferta tecnológica La tecnología disponible es, en gran parte, el resultado del sistema científico/tecnológico del país. Si bien este sistema reconoció, históricamente, el rol hegemónico del Estado y, particularmente, del INTA, actualmente, se encuentra, en forma abrumadora, en manos de empresas privadas Es menos importante y difícil de reconocer, por su fragmentación, el aporte de las Universidades y otros centros de investigación, desconocimiento que se agrava si se lo refiere exclusivamente a la problemática tecnológica de productores familiares (Carballo, 1997). Analizando el proceso de generación - difusiónde tecnología en el sector agropecuario, podemos observar: 3.1.- El Proceso tradicional de generación/difusión de tecnología. ¿Cómo es el proceso de generación de tecnología agropecuaria? La tecnología producida en los países centrales es, en la mayoría de las veces, adoptada con pocas modificaciones por los países dependientes o subdesarrollados. En este proceso, se puede destacar: - Existen ideologías y modelos institucionales de algunos países (centrales) que influyen, por una parte, sobre las concepciones de la sociedad de otros (en vías de desarrollo) y, por la otra, sobre el modelo de Estado que la rige. - El Estado es quien lleva adelante políticas económicas y tecnológicas que están estrechamente vinculadas al proceso de adopción tecnológica. - La política científica determina, a nivel público y privado, cuál será el sistema de generación (y más exactamente de adaptación) tecnológica para ofrecer en el mercado, -. Empresas transnacionales importan insumos complementando la oferta tecnológica. - La política económica sienta las bases sobre las cuales se formará una estructura económica, que, en lo que hace al sector agropecuario, fomentará o inhibirá, según sea el caso, el tipo de empresa o unidad de producción, que demandará un tipo específico de tecnología. Esta visión vertical de generación/difusión tecnológica (denominada top-down por algunos autores supone una concepción tradicional del proceso, que implica el pasaje del conocimiento desde los organismos de investigación, a los productores pasando por las instituciones de extensión. En detalle, el proceso se basa en los siguientes pasos: a) el investigador identifica posibles problemas de acuerdo, únicamente, con principios biológicos, observados por él mismo en las unidades experimentales; b) el investigador identifica soluciones y observa la posibilidad de aplicarlas a campo; c) en la Estación Experimental se da el desarrollo de tecnologías ; d) la información pasa al extensionista; e) el extensionista comunica la información al productor; f) el productor prueba la tecnología y puede; o no; adoptarla; Según esta concepción, el esquema debe retroalimentarse; esto es, que los extensionistas comuniquen a los investigadores las dificultades que ha tenido la tecnología propuesta, pero en la práctica difícilmente funciona así. Al respecto, un estudio realizado por Busch (1983), en EEUU, constituye un buen ejemplo: analizó el proceso de retroalimentación entre investigadores y extensionistas, para lo cual preguntó a 1.400 investigadores de las ciencias agropecuarias cuál era el criterio usado en la selección de problemas prioritarios que deberían ser abordados por los investigadores. Sobre 21 posibles respuestas, “disfrutar haciendo mi trabajo” ocupó el primer lugar, “importancia para la sociedad, según el investigador”, fue el segundo y “retroalimentación con el personal de extensión” estuvo en el lugar número veinte. El estudio concluye que la percepción de los investigadores sobre la importancia para la sociedad de los temas a investigar, está basada en lo que cree la comunidad científica que la sociedad necesita y que los mismos no están formulados a partir de observaciones sistemáticas de la realidad ni del aporte de los extensionistas. Este tipo de esquema de generación/difusión de tecnologías realiza un análisis muy parcial de la problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos, sólo la heterogeneidad ambiental por lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas desde el punto de vista social, orientadas, generalmente, a un empresario abstracto que opera según la teoría económica/administrativa, aumentando la rentabilidad de la empresa agropecuaria. Decimos que sólo en el mejor de los casos, considera la heterogeneidad ambiental, porque en muchos casos, tampoco esta heterogeneidad es tenida en cuenta ya que son las mismas propuestas tecnológicas las que contienen, intrínsecamente una concepción “uniformizante” del ambiente, como sucede con la actual propuesta de siembra directa utilizando semilla de soja transgénica: encontramos este cultivo, sin solución de continuidad, desde Buenos Aires hasta Salta (regiones pampeana, del espinal y chaqueña). 3.2.- Características de la tecnología en relación a la adopción Las características propias de una tecnología determinada influyen en su proceso de adopción. Rogers (1981) consideran las siguientes: Ventaja relativa: es el grado de superioridad percibido en la innovación respecto de la idea que supera. Esta ventaja se puede medir en términos económicos, sociales o simplemente por su conveniencia. Cuanto mayor sea la ventaja relativa que se percibe en una innovación, tanto más rápida será la tasa de adopción. EJEMPLOS: El paquete de producción de Soja se difundió rápidamente en los años ‘70 porque el cultivo resultaba muy rentable. El mismo cultivo, en su versión transgénica, constituye otro ejemplo ya que se difundió rápidamente en los últimos años, debido al menor costo y facilidad en el control de malezas. Compatibilidad: es el grado de consistencia percibido entre la innovación y los valores existentes, las experiencias anteriores y las necesidades de los productores. EJEMPLO: Productores ganaderos de superficies pequeñas y medianas necesitan incorporar el silo para mejorar la alimentación de sus rodeos, pero el equipo (corta-picadora, carros volcadores, etc.) les resulta muy caro y antieconómico. La tecnología organizacional resuelve el problema, a través de la creación de una asociación, y por lo tanto, constituye una tecnología compatible. Complejidad: grado de dificultad percibido en la comprensión y uso de una nueva idea. En general, cuando el esfuerzo adicional requerido por el receptor es pequeño, las ideas nuevas pueden adoptarse más rápidamente que las innovaciones, para cuya adopción se deben formar nuevas habilidades y comprensiones. Por ejemplo, es mucho más fácil que un productor que maneja el control integrado de plagas de insectos, incorpore el manejo integrado en malezas, que otro que nunca lo hizo. Otra forma relacionada de observar el tema de la complejidad es a nivel de sistemas productivos. En este sentido, un estudio realizado por Viglizzo (1986) compara la demanda intelectual entre tecnologías agrícolas y ganaderas, la que se sintetiza en la Figura 3. Una porción importante de la tecnología agrícola puede ser, y de hecho lo es, comprada o contratada a terceros que se ocupan de las labores más intensivas. La modernización de maquinarias ha permitido mecanizar, y por lo tanto estandarizar, la aplicación de técnicas que exigen, ahora, un menor tiempo y esfuerzo intelectual. Como vemos en la Figura 3 sólo las prácticas relativas a la siembra posee una demanda intelectual media, las otras son de baja demanda. En general, imponen un control focalizado en momentos clave de corta duración y luego, una observación de la evolución del cultivo. En cambio, el grado de esfuerzo y dedicación intelectual que exige un proceso ganadero es significativamente mayor. La sola conciliación a través del año de las ofertas y demandas forrajeras, con rodeos generalmente divididos en categorías con distintos requerimiento, exigen del productor una presupuestación no sólo inmediata de sus recursos forrajeros, sino también proyectada en el tiempo. El control de los requerimientos nutricionales, el manejo de las cargas y de las presiones de pastoreo, y la transferencia de forraje imponen, en sí mismas, una comprensión integrada del problema y un equilibrio en las decisiones. Experimentabilidad (divisibilidad): grado en el que puede ensayarse una propuesta tecnológica sobre base restringida. Aquellas innovaciones que pueden ensayarse por partes o a escala reducida, en general, son las de más rápida adopción frente a las ideas indivisibles.EJEMPLO: Probar si una especie de forraje o variedad se adapta bien a la zona o al campo específico en contraposición a implementar un sistema de rotación de potreros para la alimentación del rodeo. Observabilidad (comunicabilidad): grado de visibilidad de los resultados de una innovación. Cuanto más fácil sea, para un individuo, ver los resultados que trae aparejados la implementación de una innovación, tanto mayor será la probabilidad de que llegue a adoptarla. EJEMPLO: Control químico de plagas vs. control integrado. 4.- Demanda tecnológica La demanda tecnológica surge de los problemas socio-productivos de la sociedad o grupo humano específico. Se relaciona con el espacio interno del esquema de adopción presentado en la Figura 1, del cual se han tomado sus principales variables y se las ha relacionado, con los conceptos y temas que es necesario conocer para su comprensión. PRINCIPALES VARIABLES QUE INTERVIENEN EN LA DEMANDA TECNOLÓGICA Dimensiones del establecimiento Racionalidad de los productores TIPO SOCIAL Conocimientos Predisposición a la innovación PERCEPCIÓN DE LA COMPLEJIDAD DE LA TECNOLOGÍA Dimensiones del establecimiento. La cantidad de recursos del que dispone un productor para realizar una actividad implica necesidades tecnológicas diferentes de las de otro con una dotación distinta. Por ejemplo, un productor que posee poca tierra, poco capital y varios hijos adolescentes -esto es mucha mano de obra disponible-, necesita un tipo de tecnología que sea intensiva en los recursos que el más dispone (trabajo) y requiera menos capital. Racionalidad. La racionalidad económica de los productores no es siempre la de maximizar la rentabilidad o el beneficio. Los pequeños y medianos productores, muchas veces, priorizan seguridad alimentaria, mayor ingreso o mayor margen bruto, por ejemplo. No puede desconocerse, tampoco, que dentro del tipo de productor que por la dotación de recursos y racionalidad se considera empresario se observan importantes diferencias. Según Indarte (1982) ha existido la tendencia a simplificar el objetivo del empresario, con hipótesis de trabajo que proponen que el objetivo del productor es simple y único como, por ejemplo, el incremento de la producción o el resultado económico de su actividad. Sin embargo, parece que su objetivo puede ser mucho más complejo y, más aún, operar basado en múltiples aspectos entre los que se incluyen: forma de vida, seguridad, riesgos, tiempo libre y hasta gustos personales. Esto señala la importancia de poner mayor énfasis en los objetivos del productor y su sistema de producción en relación con la orientación y desarrollo de la generación y transferencia de tecnologías. Las dos variables consideradas se pueden incluir en un único concepto, el de “tipo social de productor”, ya que cada tipo social tendrá una demanda particular de tecnología. Considerando las innovaciones necesarias para pequeños productores, las mismas no pueden restringirse, exclusivamente, a la etapa de producción propiamente dicha. Coincidiendo con Lacki (1995) consideramos que se requiere introducir innovaciones tecnológicas, gerenciales y organizativas y, además, hacerlo en todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Según Carballo (1997), es posible encontrar solución a gran parte de los problemas técnico-productivos de los pequeños productores, apelando a conocimientos y tecnologías de bajo costo, limitados riesgos y a un uso más racional de los recursos que poseen. A medida que se supera esa primera instancia de adopción tecnológica comienzan a hacerse más complejas las demandas y a ser necesarios esfuerzos crecientes de investigación, experimentación, capacitación y organización. Conocimientos del productor: Los conocimientos generales y específicos de la producción que posea el productor es un elemento que influye en la adopción. Cuanto más conocimientos y capacidad intelectual tenga el productor, más sencillo le resultará apropiarse de una innovación. Predisposición a la innovación: Rogers (1981) propone que un individuo atraviesa cinco etapas antes de aceptar una innovación: a) conocimiento de la innovación b) persuación o formación de opinión c) decisión de adoptar o rechazar d) implementación e) confirmación En base a lo expuesto, introduce, como se observa en la Figura 4, la distribución normal para describir los distintos grupos que resultan, según los diferentes momentos en que adoptan la innovación. Así resultan 5 categorías. Categorías de adoptantes La primera, los "generadores o innovadores" que porcentualmente representan el 2,5%; luego los "primeros adoptantes", que incluyen el 13,5%; luego las dos categorías intermedias con un 34% de los individuos adoptantes c/u y que se denominan la "Mayoría Temprana" y la "MayoríaTardía"; por último, los que adoptan más tarde o quienes rechazan la adopción, los "rezagados". Según este autor, los innovadores se caracterizan por ser personas con más educación, más recursos, más cosmopolitas y con mayor exposición a las comunicaciones masivas. Como vemos, características positivas de personalidad son asociadas a los "innovadores" y características negativas a los "rezagados". El seguimiento de este modelo resultó en el empleo de las metodologías de extensión orientadas a persuadir al productor agropecuario de adoptar una nueva técnica; de aquí, el empleo de métodos audiovisuales, demostraciones y visitas a estaciones experimentales. Esta teoría fue muy criticada, porque le da un peso muy exagerado a las variables psicológicas de cada persona, y no consideraba, en el proceso de generación de tecnología la heterogeneidad ecológica y socio- económica de las unidades de producción, lo que, en muchos casos, daba como resultado que la misma no fuera apropiada a los sistemas reales de producción. La falta de conocimiento y entendimiento de todas las variables que afectan al sistema, dado que se asumía que la unidad de producción es estática, llevaba a afirmar que si el productor rechazaba una tecnología lo hacía por ignorancia o tradicionalismo, y que el único objetivo que guiaba su toma de decisiones era la maximización de los rendimientos. LA DEMANDA TECNOLÓGICA ES AMBIENTAL Y SOCIALMENTE HETEROGÉNEA 5.- Diagnóstico de la demanda tecnológica: Espacio tecnológico ¿Cómo podemos discernir si una tecnología es apropiada a la situación socioproductiva de un productor o grupo de productores? El proceso correcto debería comenzar diagnosticando primero la demanda, esto es estableciendo las características de la tecnología que se necesita, en función de las posibilidades y problemáticas de la gente, para, luego, buscar entre las tecnologías disponibles, la/s que cumple/n con las condiciones pre- establecidas (Figura 5). Elementos básicos a considerar en la demanda tecnológica Recursos de los productores Problemas socio-productivos Tecnología apropiada Amilcar Herrera (1978) llama a este proceso determinar el ESPACIO TECNOLÓGICO y lo conceptualiza de la siguiente manera: “es el conjunto de condiciones y restricciones que una tecnología debe satisfacer para responder a una necesidad”. El mismo autor propone una serie de pasos para llegar a determinar el espacio tecnológico y, con éste, las condiciones y restricciones que hacen que una tecnología sea apropiada o no. En definitiva, concluye que para la generación de tecnología, lo importante es que el proceso de estudio y la toma de decisiones sea de carácter endógeno. La tecnología puede ser local o importada, puede aplicarse tal como fue generada o con alguna/s modificacion/es, pero si se adecua al espacio tecnológico, proveerá una buena solución. 6.- Modelo participativo de generación tecnológica. Experimentación adaptativa. A partir de las numerosascríticas que se formularon al sistema “vertical” de generación-difusión de tecnologías, surgieron distintas propuestas que intentaban superar las limitaciones del mismo, centrando el proceso en los sistemas de producción y considerando la participación de los productores. La escuela Anglo-Sajona, desde el paradigma sistémico, y la Francesa, con una perspectiva más orientada al desarrollo, formularon, casi simultáneamente, los planteos conocidos como “Farmer System Research” (también conocido como de Investigación en Fincas),. y de “Investigación - Desarrollo”, respectivamente. En su planteo, la primer propuesta introduce el concepto de “dominios de recomendación, mientras que la segunda, el de "tipos" de productores; a la vez, ambas proponen un modelo de comunicación con el productor más personalizado En nuestro país la influencia Anglo-Sajona se visualiza en las interesantes experiencias de Experimentación Adaptativa que promueve el INTA, de la cual Fernandez Alsina (1984, 1987) se ha constituido en un entusiasta impulsor. Experiencias, vinculadas a la escuela Francesa, se desarrollan, por ejemplo, en el INTA Balcarce, a través del trabajo llevado a cabo por el equipo dirigido por el Dr. Cittadini (2000), quienes proponen trabajar relevando la demanda tecnológica de los sistemas reales de producción. Si bien estos esfuerzos generan importantes experiencias, no han alcanzado a modificar la general tendencia verticalista del sistema de generación de tecnologías. Conclusión Una tecnología resulta exitosa y eficiente en el ambiente sociocultural que fue creado, y por lo tanto, tenderá a generar estructuras socioeconómicas similares en las sociedades adoptantes. Si no hacemos el esfuerzo de adaptar la tecnología a la estructura socioeconómica, es esta la que se debe adaptar al patrón tecnológico impuesto, con el costo social que esto implica (Herrera, 1978). El esquema de generación/difusión de tecnologías de nuestro país realiza un análisis muy parcializado de la problemática de la producción. Considera, en el mejor de los casos, sólo la heterogeneidad ambiental, por lo cual las tecnologías resultantes son homogéneas desde el punto de vista social y orientadas, generalmente, a un empresario abstracto que busca maximizar la rentabilidad. Si bien se reconocen importantes esfuerzos por generar un sistema más participativo que considere las diferentes condiciones de los productores, no se ha logrado, aún, cambiar su característica principal. No existe un único tipo de tecnología apta para atender a una demanda, ya que la misma es heterogénea. Existen distintas soluciones tecnológicas según la priorización que se realice de los factores de la producción, de la relación con el ambiente y de las estrategias productivas, por lo tanto, la selección y/o adaptación de tecnologías debe considerar, indefectiblemente, tanto la heterogeneidad ambiental como la heterogeneidad social. Para esto, debe partirse de un análisis de los sistemas productivos que permita agruparlos en “tipos” o “dominios” con semejantes limitaciones y potencialidades, para los cuales una determinada tecnología puede resultar adecuada. En definitiva, para la generación o adaptación de tecnología, lo importante es que el proceso de estudio y la toma de decisiones sea endógeno. La tecnología puede ser local o importada, pero si se adecua bien al espacio tecnológico, proveerá una buena solución. En el complejo proceso de adopción o innovación tecnológica intervienen factores internos y externos, pero un elemento que resulta central es que el producto tecnológico, ya sea un insumo o un proceso, debe ser adecuado al problema y a su entorno. Sólo teniendo en cuenta esta premisa tendremos oportunidad de desenvolvernos, con éxito, como extensionistas. Bibliografía Bunge, M (1980) Ciencia y desarrollo. Edit. Siglo XX. Bs. As. Busch (1983) citado por Bonatti, R. (1992) Transferencia en sistemas de producción de carne bovina en el área de Villa Mercedes, San Luis. Tesis de Maestría. FAVE – Universidad Nacional del Litoral. Esperanza, Sta. Fe. Carballo, C. (1984) Evolución y Características del Agro argentino en la Actualidad. Documento de trabajo del CEPA. Bs. As. Carballo, C. (1997) Demandas tecnológicas resultantes de los principales programas Estatales para Pequeños Productores. Revista AADER 2º Serie, Nº 1. Bs. As. Cernuda, J.C. (1980) Tecnología apropiada y desarrollo comunitario en Haití. Desarrollo Rural en las Américas, Vol. X Nº 2. IICA. San José de Costa Rica Cittadini, R; Dedieu, B. Derail, L y Pérez, R (2000) Explotaciones agropecuarias, trabajo y tecnología. Ponencia en X World Congress of Rural Sociology. Río de Janeiro. Gay y Ferradas (1997) La Educación Tecnológica. CONICET. Bs. As. Grau, J. (1995) Tecnología y Educación. Edit. Fundec. Bs. As. Fernández Alsina, C. (1987) Experimentación adaptativa. Conceptos y objetivos. Serie de Experimentación Adaptativa. Documento de trabajo. INTA, Bs. As. Herrera, A. (1978) Desarrollo, Tecnología y Medio Ambiente. Ponencia en I Seminario Internacional sobre Tecnologías Adecuadas en Nutrición y Vivienda. Programa Naciones Unidas para el Medio Ambiente - PNUMA. México. Rogers E. (1981) La difusión de innovaciones en la sociedad rural latinoamericana, pp 33 –47, en Antman, C. y M. Fernandez (eds), comunicación y Desarrollo Rural. Viglizzo, E. 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A diferencia de otros paradigmas científicos donde los sujetos que forman parte de la realidad a investigar son considerados "objetos de estudio", limitando su participación a la mera función de ser "fuentes de información", en la IAP la gente adquiere un rol activo tanto en la transmisión, como en la producción misma de conocimientos. La participación de la que habla la IAP, entonces, no se define como simple movilización ni como un hecho externo instrumental al investigador, sino que se refiere a procesos activos y dinámicos de reflexión sobre el conjunto de procesos que condicionan la vida social de un colectivo. ¿Los productores que serán científicos? No necesariamente científicos. El acto de investigar es propio del ser humano aunque no siempre se trata de una actividad estimulada socialmente. La actitud de quien investiga no es justamente aquella que se promueve e impulsa desde las instituciones encargadas de "mostrarnos el mundo". Investigar significa problematizar la realidad poniendo en duda todo lo que creemos saber de ella, con el desafió intelectual de conocerla más profundamente. En un proceso IAP la comunidad adquiere capacidades investigativas que le permiten redescubrir su entorno y la complejidad que lo determina desde una mirada reflexiva, crítica y analítica. Entonces ¿Investigación científica o instrumento ideológico?Uno de los supuestos epistemológicos que asume la IAP es que desconoce la neutralidad de las ciencias sociales, no sólo por considerar que sus manifestaciones intelectuales repercuten en la vida material y simbólica de las sociedades, sino que también al asumir que el propio investigador se enfrenta ante la situación a investigar desde una valoración previa de la misma, partiendo de que él mismo, como sujeto social, se compromete ideológicamente con el “objeto de estudio”, su pasado, su presente y su futuro. El técnico-investigador interviene en la realidad no sólo porque su tarea científica requiere de problematizarla, sino que además, y como nota distintiva de la IAP, porque esta actitud cuestionadora debe ser también asumida por la propia gente como condición fundamental en el proceso de cambio. Partiendo de estas consideraciones, y en el marco de una práctica que pretende ser científica a la vez que transformadora, esta intervención no sólo es inevitable sino que también necesaria. ¡Somos los iluminados que le enseñamos a "ver" a la gente!!!? Definitivamente no. aunque esto no implica que se ignoren las distintas realidades de los actores que participan del proceso de investigación, reconociendo en la interacción que se establece diferencias de saberes y de conocimientos propias de la historia de cada uno, con sus posibilidades, sus restricciones y con toda la injusticia que en esto se manifiesta. Por lo general nos enfrentamos al mundo, lo describimos y opinamos acerca de él a partir de nuestra propia subjetividad, los valores y las ideas con las que nos manejamos cotidianamente. Esta manera de acercarnos a la realidad, que solemos denominarla como sentido común, tiene también la particularidad de percibir y expresar con mayor facilidad las cosas que las relaciones, los estados que los procesos, lo manifiesto que lo latente, del mismo modo que resulta más sencillo hablar de individuos e instituciones que indagar sobre las relaciones que mantienen entre si. Las ciencias sociales, por el contrario, necesitan de un acercamiento más objetivo ante esa realidad - "objetivarla"- de modo de poder delimitarla, reconocer los distintos aspectos y factores que la componen, para luego intentar relacionarlos. La función del investigador en relación a su intervención, a la vez que comprometida necesita entonces distanciarse de la realidad por la propia finalidad de poder problematizarla científicamente. Mediado por este distanciamiento, el investigador facilita al resto de los actores las herramientas de análisis que permitan poner en duda las certezas preexistentes que se tienen de la sociedad, incluso las del propio técnico investigador. En este sentido, podríamos decir que el conocimiento científico del que hablamos no es pertenencia ni de la gente común ni de un equipo técnico que llega al territorio a proponer o aceptar un proceso de investigación, sino que es una construcción que necesita de un proceso previo de objetivación de la realidad, utilizando todos los instrumentos de vigilancia metodológica y epistemológica para poder garantizarlo. La construcción del conocimiento científico como dialéctica del saber en una IAP, entonces, hablamos de objetivar la realidad en una dinámica de investigación que surge y se desarrolla como proceso en la complementariedad permanente de distintos saberes el saber técnico y el saber cotidiano En este sentido, podríamos referirnos a una construcción dialéctica del saber que, enmarcada en el proceso de investigación colectivo, genera como síntesis dinámica un nuevo conocimiento científico sobre una situación problemática determinada. Esta diferenciación entre distintos saberes de ningún modo pretende establecer jerarquías, y mucho menos basarse en descalificaciones. Sin embargo, si podemos decir que el conocimiento científico, el cual pretende ser construido, es una instancia superadora de los conocimientos preexistentes. En este proceso dialéctico, el concepto "investigar" se resignifica a partir de los nuevos sentidos que adquiere la práctica científica, y en ésta los roles de los actores que intervienen en la experiencia. En el marco de la IAP el proceso de investigar deja de ser un acto unidireccional para constituirse como concepto que define, ya no una acción en si misma, sino un proceso de reflexión y acción encaminado por actores que comparten, debaten y “extienden” al otro saberes particulares. Esto conforma un escenario complejo. Una herramienta de intervención. Una estrategia de trabajo. La IAP persigue un fin irrenunciable: “lograr una sociedad más justa donde no haya personas que sufran por no tener el modo de satisfacer las necesidades esenciales de la vida, una sociedad en la que todos gocen de las libertades básicas y de la dignidad humana.” Esta proposición de lo que “debería ser” es en definitiva la misión para la cual se crea el Programa Nacional para la pequeña agricultura familiar (PNPAF). Sin embargo, los problemas de la AF, similares a los de otros sectores que comparten las mismas condiciones estructurales, se presentan en un escenario complejo donde no sólo es necesario favorecer acciones transformadoras al interior de la dinámica propia de la Agricultura Familiar, sino que también impulsar y madurar procesos de cambio a otros niveles y en otros espacios de decisión. Un escenario complejo que, al mismo tiempo que determina las condiciones actuales de la AF, es donde también se definirá el rumbo de su futuro. La posibilidad del desarrollo de la pequeña agricultura familiar, en este contexto, no depende entonces exclusivamente de disponibilidad de tecnologías apropiadas, pero tampoco se limita a que los productores puedan reconocer críticamente el espacio, las estructuras y la dinámica social en la que interactúan. En este marco, si bien la IAP es parte fundamental, al mismo tiempo es constitutiva de una estrategia de trabajo más general y abarcativa donde incluimos otras acciones de intervención, de desarrollo, y de articulación. La generación de espacios de capacitación y formación, la estimulación y el aporte a procesos y experiencias de articulación entre instituciones, programas y organismos, tanto públicos como privados, la promoción de políticas públicas, el aporte institucional al fortalecimiento de organizaciones intermedias, cooperativas y asociaciones de productores, también forman parte de las acciones y los compromisos que se deben asumir para allanar el camino de los objetivos propuestos. Espacios y acciones donde las problemáticas de la AF se expresen, cobren sentido y visibilidad, y adquieran verdadera importancia en las agendas políticas y sociales. El protagonismo de la Agricultura familiar en un modelo de desarrollo participativo. Dentro de esta estrategia se asume como fundamental la participación en todos los espacios de discusión y generación de propuestas que aborden la problemática de la AF. (Reunión Especializada para la Agricultura Familiar-REAF, Programa Nacional de los Territorios, Foro Nacional de la AF, etc) Sin embargo, la presencia en estos espacios, debe ser entendida como acción práctica e instrumental, en cuanto a la finalidad de impulsar acciones concretas que contribuyan a la AF, pero también, y principalmente, como medio que permita incorporar nuevas miradas sobre modelos de desarrollo e intervención que favorezcan y estimulen procesos de transición hacia acciones más democráticas y participativas, con presencia del Estado en todos sus estamentos (gobierno, instituciones, sociedad civil, etc.) Se debe tener un proyecto de país donde se generen condiciones para que sectores como la agricultura familiar cobren un rol protagónico y activo en la definición de propuestas y construcción de políticas públicas integrales que favorezcan la inclusión social, y mejoras en las condiciones materialesde existencia. Un rol protagónico que en primera instancia debe ser asumido por los propios productores como un derecho posible de ser ejercido. Un protagonismo que a la luz de su olvido histórico necesita ser reinventado y reivindicado a partir de procesos que le den sentido y pertinencia. Y es aquí donde se manifiesta imprescindible la problematización de lo existente como realidad histórica, dinámica y posible de ser modificada, donde el enfoque y los métodos participativos de la IAP adquieren su magnitud trascendental. “Para comprometerse al cambio de algo uno debe conocer primeramente lo que existe, y después determinar si es bueno que exista. Y antes de decidirse a hacer algo respecto a un mal estado de cosas, uno debe estar convencido primero de que hay alguna posibilidad de cambiarlo realmente…” (Goran Therborn) DESARROLLO, TECNOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE Adaptado de Amílcar Herrera Para comenzar, quiero señalar que una de las cosas realmente sorprendentes que hemos vivido todos los que desde hace un cierto tiempo nos hemos interesado por este problema, es el enorme cambio que se ha producido en el mundo actual en la concepción misma de lo que representa la tecnología para la sociedad moderna. Para marcar esto, bastan dos citas muy breves. Una de ellas es cómo se definía tecnología hasta hace muy poco en la mayoría de los diccionarios y todavía en algunos de ellos. Dice simplemente: “ciencia de las artes mecánicas e industriales”. Es decir, algo que se refiere, en forma más o menos inofensiva, a la parte puramente material de la actividad humana. Podemos comparar esta definición con otra muy reciente dada por L. Winner en su libro Autonomous Technology, que dice: “tecnología en sus varias manifestaciones es una parte significativa del mundo humano. Sus estructuras, procesos y alteraciones entran, y se hacen parte, de las estructuras, procesos y alteraciones de la conciencia humana, de la sociedad y de la política”. Así pues, hemos pasado, en muy poco tiempo relativamente, de ver la tecnología como se veía en el siglo XIX y aún antes, como simplemente un complemento de la parte material de la vida humana, a considerarla una parte central de la actividad social, que condiciona el “qué hacer” y “cómo hacer” de una sociedad. Para el hombre actual la tecnología es algo que sucede, algo externo a él, en lo cual tiene muy poca participación. Una de las consecuencias de esta visión de la tecnología, sobre todo en los países desarrollados, es la aparición de una corriente de pensamiento que cuestiona no solamente la tecnología, sino la ciencia en la cual ésta se basa, la hace responsable de todos los males sociales, ocurriendo que los fines y valores de la ciencia comienzan a ser cuestionados por sectores sociales cada vez más amplios. La trasferencia de tecnología. Esta ha existido a través de toda la historia. Las culturas, los pueblos intercambiaron siempre tecnología. Es un hecho que aparece desde el paleolítico. Pero, también por primera vez en la historia, nos encontramos ahora con una transferencia de tecnología que es unidireccional a escala mundial. Un grupo de pueblos que ha tenido su propio estilo de desarrollo -Europa, Estados Unidos, Japón- transfiere su tecnología hacia el resto del mundo, sin prácticamente ninguna acción en sentido inverso. Si se profundiza un poco más, se encuentra que esa recepción pasiva no sólo le sucede al mundo subdesarrollado; aun en el mundo desarrollado la tecnología también se crea en unos pocos centros, que son los que tienen capacidad económica y científica para generarla, y de allí se expande al resto de la sociedad. En la transferencia internacional de tecnología, un hecho que a veces se olvida es que, cuando se transfieren tecnologías, se están también transfiriendo formas culturales. Quiero citar aquí una frase de Amulya Reddy que me parece reveladora sobre este punto: “la tecnología se parece al material genético: lleva el código de la sociedad que la concibió y, dado un medio favorable, trata de reproducir esa sociedad”. Es otra de las cosas que tenemos claras ahora, que cuando importamos tecnología, importamos mucho más que tecnología, importamos formas culturales, modos de relación humana, etc. Podemos entonces preguntarnos: ¿por qué esa transferencia masiva de tecnología de Occidente hacia el Tercer Mundo ha tenido tanto éxito? ¿Porqué ha sido aceptada en forma indiscriminada como lo ha sido hasta ahora? Esa pregunta no hubiera tenido sentido hace relativamente pocos años. No hubiera tenido sentido porque la respuesta parecía obvia: simplemente porque es más eficiente, y además porque es La Tecnología, con mayúsculas, en esa concepción de que existe sólo una tecnología que es el resultado natural e inevitable de un cierto progreso científico. ¿Por qué tiene sentido ahora esa pregunta? Por varias razones: Primero, porque se ha tomado conciencia de que la tecnología dominante no es el resultado natural e inevitable del progreso científico. Sabemos perfectamente que de una cierta cantidad del conocimiento científico se pueden generar varios tipos de tecnología para resolver el mismo problema, y que la tecnología que se adopte es aquella que está de acuerdo con los valores de la sociedad que la produce. En segundo lugar, la pregunta tiene sentido porque también hemos tomado conciencia del efecto cultural de la transferencia de tecnología: es un hecho que precisamente esa introducción indiscriminada de tecnología está contribuyendo a obliterar o destruir gran parte de la rica herencia cultural de la humanidad. ¿Por qué, sin embargo, ha tenido tanto éxito esa transferencia masiva? La eficiencia no es un elemento suficiente para explicarlo. En primer lugar, no todas las tecnologías introducidas en países subdesarrollados son más eficientes que las que estaban siendo usadas; eso es muy claro en algunos casos, por ejemplo en las áreas rurales. Creo que también tenemos que dejar de lado la explicación de que se introducen porque los países subdesarrollados no tienen capacidad para sus propias soluciones. Muchos países subdesarrollados disponen de sistemas científicos que por lo menos tienen capacidad para modificar esas soluciones y, en algunos casos, para crear soluciones propias. Esa capacidad ha sido usada en muchísima menos medida de lo que es posible, de modo que esta explicación tampoco es convincente. Creo que hay otros elementos explicativos y, no pretendo hacer un análisis completo, quiero mencionar tres que me parecen fundamentales. En primer lugar, esas tecnologías representan toda una concepción de desarrollo, y esa concepción de desarrollo, que nace en los países industrializados, se “transfiere” luego a los países subdesarrollados. Tampoco es necesario hacer aquí un análisis del contenido fundamental de esa concepción del desarrollo, pero voy a señalar dos o tres puntos que me parecen importantes. Todos sabemos que esa posición consiste, esencialmente, en repetir el camino hecho en el pasado por los países ahora desarrollados, sin tener en cuenta que las actuales condiciones históricas, económicas y sociales son completamente distintas a las vigentes durante la Revolución Industrial y no pueden ser recreadas. Por lo tanto, aquellos elementos culturales que de alguna manera obstaculizan esa visión del desarrollo se supone que están condenadas a desaparecer. En otras palabras, las diferencias culturales se asimilan a etapas del desarrollo. Otro factor que me parece también esencial es que siempre un concepto de desarrollo o progreso va unido a una cierta concepción del hombre, y creo que otra de las cosas que se ha importado de Occidente es una cierta concepción del hombre. Este es un tema muy discutible, y no creo que todos ustedes estén de acuerdo con lo que voya decir, pero voy a referir muy brevemente a esa concepción operativa instrumentada esencialmente a través de la psicología, sirve a otro propósito: la alienación que produce en el hombre moderno una organización social cada vez más deshumanizada, se convierte simplemente en un problema de desajuste, y esa psicología ofrece el instrumental necesario para solucionarlo. El factor que explica esa transferencia unilateral de tecnología es el marco sociopolítico. No es necesario entrar en detalles, porque es el que mejor conocemos todos. Es la estructura del poder tanto a nivel nacional como a nivel internacional. En realidad, se trata de transferencia de tecnología de los países desarrollados a ciertos sectores sociales de los países subdesarrollados, lo que no es suficiente explicación, a no ser que tomemos en cuenta lo otro, es decir, la imposición, de alguna manera, de un modelo de desarrollo y de una concepción del hombre. Como parte de la reacción al proceso que tan rápidamente estamos revisando, aparece no hace mucho tiempo el concepto de tecnología apropiada, es decir, el concepto de que los países subdesarrollados deben generar tecnologías adecuadas a sus propios fines. Todas las tecnologías son apropiadas, la cuestión es apropiada para qué, este es el caso de un país subdesarrollado cuando quiere copiar el modelo occidental, las tecnologías occidentales son apropiadas. Que las consecuencias que traigan sean no deseables, al menos desde el punto de vista de ciertos sectores de la población, es otro problema, pero son apropiadas. Creo entonces que, a menos que el concepto de tecnología apropiada se ubique en el marco de un cierto esquema de desarrollo, carece de sentido. No se puede hablar de tecnologías apropiadas en sentido abstracto. El problema es: ¿cuál es ese concepto de desarrollo que puede ser el marco de referencia para lo que llamamos tecnologías apropiadas? Quiero referirme ahora brevemente a algunos de los elementos que estimo centrales en ese concepto de desarrollo que está surgiendo. El primero es que ese nuevo concepto de desarrollo está centrado en los seres humanos es decir, en la idea de que el bienestar de las personas no puede ser un subproducto del crecimiento económico indiscriminado, sino la consecuencia de planes específicos con respecto a ese bienestar. Significa abandonar el famoso trickle down effect (efecto derrame) que es, en cierto modo, un insulto a la humanidad, ya que supone que las mayorías sólo se van a beneficiar cuando empiece a chorrear en el otro lado, utilizando el mismo símil físico de la teoría. El segundo punto es que ese desarrollo va a estar centrado en las necesidades básicas, definiendo como tales ese conjunto de necesidades que son esenciales para que todo ser humano se pueda incorporar en forma efectiva a su propia cultura. La satisfacción de esas necesidades constituye la precondición para llegar a una sociedad aceptable, en la cual tenga sentido hablar de libertad y realización personal. El tercer elemento es participación, un factor también fundamental, no sólo por razones de justicia, por las cuales la participación ha sido siempre defendida, sino además por el hecho de que si queremos crear nuevas sociedades -sociedades que se aparten de lo que se ha hecho hasta ahora-, se necesita toda la capacidad creativa de sus miembros. Y eso solamente se puede lograr con un grado muy alto de participación en todos los aspectos de la actividad social. Ahora bien, ¿Cuál es el mecanismo operativo de esa nueva concepción del desarrollo? Es lo que definimos como autodeterminación o self reliance como se conoce en inglés. No podemos aquí tratar en detalle ese concepto. Baste decir que no es autonomía, o autarquía es simplemente la capacidad de tomar decisiones en función de las propias necesidades y aspiraciones. Es muy interesante ver cómo ha sido recibido ese concepto por los países desarrollados. Ha sido tratado de utópico, romántico, soñador, etc. Sin embargo, en el fondo, es sólo tratar de hacer simplemente lo que los países desarrollados hacen ahora. En definitiva, eso es exactamente lo que significa autodeterminación. Ese es, muy esquemáticamente, el marco de referencia que está surgiendo. Se puede decir, y se ha dicho, que no es suficientemente claro, que no está suficientemente estructurado todavía como para constituir realmente un nuevo concepto de desarrollo. A mí no me preocupa mucho. No conozco caso alguno de cambio histórico que se haya hecho sobre planes perfectamente determinados antes. Alguien ha dicho hace poco, refiriéndose precisamente a estas aspiraciones de los países subdesarrollados, que es buena política basada en mala economía, en el sentido de que la viabilidad económica no ha sido bien estudiada. No conozco revolución alguna a la cual la hayan planeado los economistas antes de que tuviera lugar, sobretodo cuando el análisis económico se hace con base en la economía que precisamente se quiere cambiar. De manera que creo que lo que está sucediendo ahora ha sucedido siempre en la historia, hay un núcleo de ideas centrales que son suficientes para tener ya un marco de referencia sobre el que se puede actuar. Tecnologías Apropiadas Como sabemos, en esa abundante literatura a la cual me he referido, una de las cosas que figura en forma prominente son las recetas. Aquí estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo Víctor Urquidi hace poco: No se pueden dar recetas de este tipo. Decir, por ejemplo, que las tecnologías de los países subdesarrollados deben ser todas intensivas, o simples o intermedias no tiene sentido. Las características que una tecnología debe tener han de surgir del proceso mismo de creación. No pueden ser dadas por recetas a priori. El problema entonces es cómo generar esas tecnologías. Lo primero que tenemos que recordar es cómo se generan en el mundo actual, y en particular en el mundo desarrollado. Todos saben que la ciencia avanza basada en un cierto sistema de paradigmas que desarrolla hasta sus límites. No olvidemos, sin embargo, que la tecnología también se crea teniendo como marco de referencia un sistema de paradigmas. La diferencia es que los paradigmas que condicionan la creación de tecnología provienen de muchas disciplinas, o de muchas actividades humanas. Algunos son tecnológicos, otros son científicos, otros son socioeconómicos, otros son culturales, otros son psicosociales, etc. Pero existe un marco de referencia que está incorporando a los sistemas científicos de todo el mundo, y que condiciona el desarrollo d las tecnologías. Lo que importa tener en cuenta aquí es que ese sistema de paradigmas ha sido generado en occidente desde la Revolución Industrial y, por lo tanto, representa las características y los valores de esas sociedad. El problema actual es que ese marco de referencia se ha incorporado a todos los sistemas de creación científica del mundo, cualquiera sean sus características. Por esa razón, si se pone un tecnólogo en cualquier parte del mundo y se le da un problema, va a seguir el mismo camino para resolverlo. Y eso es independiente de sus opiniones políticas o sociales, en general. Depende de ese sistema de paradigmas, que raramente se explicita, pero que está incorporado a todos los sistemas de Ciencia y Tecnología. ¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación? No podemos repetir la experiencia histórica de los países desarrollados porque no podemos esperar un siglo para ello. Entonces creo que lo único que podemos hacer, lo fundamental, es tratar de desarrollar un sistema de investigación científica para producir tecnologías para nuestros países, que al mismo tiempo cree ese sistema de paradigmas y vaya formando su propio marco de referencia. Aquí quiero referirme, muy brevemente, y solo como una sugerencia,a como algo para dejar a discusión, a la metodología que estamos usando en un proyecto para generar tecnologías en áreas rurales, que está patrocinado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo y la Universidad de las Naciones Unidas. Aunque el proyecto se refiere a área rurales, creo que los principios básicos pueden aplicarse en forma general. Voy a describir rápidamente cuáles son las etapas o fases de la investigación que se requiere para definir lo que nosotros denominamos espacio tecnológico. Espacio tecnológico: está definido por el conjunto de condiciones y restricciones que una tecnología debe satisfacer para responder a una necesidad. En primer lugar, un estudio de las condiciones socioeconómicas del área de trabajo. Lo esencial en esta fase es el reconocimiento de que todo problema tecnológico está inmerso en una situación socipolítica, cultural, etcétera que lo condiciona en gran medida. Uno de los problemas típicos de nuestros países –por olvidar este principio elemental- es el hecho de que a veces se resuelve un problema tecnológico, cuando el problema de fondo no está en la cosa tecnológica, sino en algún elemento social, económico o político. De manera que lo que se trata de determinar es lo que llamamos la situación problemática, de la cual la parte tecnológica es simplemente una parte. Así, uno puede diferenciar problemas que no tienen una solución tecnológica de problemas que sí lo tienen y trabajar sobre ellos. A través de ese proceso se identifica cuáles son los problemas que realmente tienen componentes tecnológicos y cuya solución representa realmente un avance. Una vez definido el problema, la próxima etapa es determinar qué funciones debe llenar esa tecnología para resolverlo. Cuando se está haciendo investigación en un campo relativamente nuevo –y ese es el caso de las tecnologías apropiadas- lo fundamental consiste en hacerse las preguntas elementales. En el caso de la vivienda, por ejemplo, la primera pregunta es: ¿para qué sirve una vivienda? La respuesta parece obvia, y para nuestra concepción de habitantes de ciudades lo que un campesino necesita es Protección contra las lluvias, el frío, ciertas condiciones sanitarias, etc. Pero la vivienda es una cosa mucho más compleja que eso. Es un elemento social, psicosocial, estético, etc. Como es bien sabido, algunos planes de vivienda han fracasado simplemente porque los campesinos no han querido habitarlas por razones que, cuando se estudian, son perfectamente racionales. Lo mismo puede decirse de tecnologías para satisfacer otras necesidades. El segundo paso es analizar las soluciones locales. Se basa en el principio, muy elemental, de que la gente tuvo que resolver sus problemas mucho antes de que los científicos nacieran, por lo menos los científicos en el sentido moderno. Más que las tecnologías, nos interesa el conocimiento local, que no es exactamente lo mismo, muchas veces se habla de aprovechar el conocimiento local en el sentido de aprovechar las tecnologías, es decir, lo que en inglés se llama hardware, el producto final de ese conocimiento. Nosotros creemos que es mucho más importante analizar cuáles son las ideas contenidas en esa tecnologías, porque el producto final puede no ser muy eficiente, debido simplemente a la falta de conocimiento científico para implementar en forma adecuada esa idea, que puede ser muy importante. Quiero dar un ejemplo: en gran parte de América Latina los campesinos preservan la carne cortándola de cierta manera y secándola al sol. El producto seguramente se puede mejorar mucho con estudios bacteriológicos, nutricionales, pero hay una idea central que se debe preservar, que es la utilización de la energía solar. El tercer paso consiste en estudiar los recursos naturales de la región, y aquí también con una pequeña modificación a lo que usualmente se hace, y es recordar que hablamos de “recursos naturales” es una contradicción en términos. Recursos es un término económico y la naturaleza no produce cosas económicas, la naturaleza produce simplemente cuerpos físicos. Esos cuerpos físicos en combinación con ciencia y tecnología se convierten en recursos. El criterio fundamental entonces es que cualquier cuerpo natural puede ser un recurso, dadas ciertas condiciones económicas y tecnológicas. A través de este proceso –que es mucho más detallado de lo que he descrito- se llega finalmente a definir el espacio tecnológico. Ahora bien, ¿qué es el espacio tecnológico? Es el conjunto de restricciones y condiciones que debe llenar una tecnología. ¿Cuál es la ventaja de esto? Si uno tiene definido un espacio tecnológico, eso significa que toda tecnología que entre dentro de ese espacio es apropiada, y al mismo tiempo hace que un conjunto posible de tecnologías sea coherente porque responde precisamente al mismo marco de referencia. En cuanto a las soluciones tecnológicas que entran en el marco de referencias mencionado, existen varias alternativas. La primera, que la tecnología ya exista, en ese caso se importa. La segunda, que exista pero deba ser modificada, lo cual se puede hacer también. Una tercera es que la solución puede salir de la combinación de elementos tecnológicos ya existentes pero combinados de diferente manera. Y finalmente, que haya que crearla. Lo que importa aquí es que en la generación de tecnologías, lo endógeno del proceso es el estudio y la toma de decisiones. La tecnología no tiene por qué ser necesariamente endógena, puede ser importada, si es adecuada. O digamos de otra manera, el proceso de transferencia de tecnología se convierte en parte del proceso de generación de tecnología. Por último, voy a hacer una breve consideración sobre el tema del medio ambiente. En el problema de la tecnología, el medio ambiente entra a través de dos canales fundamentales. El primero es cuáles son los elementos ambientales relevantes para la particular tecnología en la cual se está trabajando. El segundo, es el problema de los límites absolutos, u outer limits. En el caso del primero –la consideración de los elementos ambientales relacionados con una tecnología en particular- el proceso de investigación que acabo de describir los toma en cuenta. Cuando se hace el análisis de todos los elementos que hemos visto, entre ellos están, naturalmente, las condiciones ambientales. En el caso de los límites absolutos, el problema es su imprecisión. El hecho de que esos límites sean imprecisos implica que hay un cierto grado de riesgo que necesariamente se debe correr. Precisamente uno de los problemas de las posiciones extremistas es olvidar que toda actividad humana implica riesgo. Por lo tanto, la cuestión no es evitar todo riesgo, sino determinar cuál es el mínimo riesgo aceptable. La mayoría de los que estamos aquí venimos en avión. Cuando tomamos un avión hay un riesgo, incluso hay un riesgo medible. ¿Por qué lo tomamos, sin embargo? Simplemente hacemos una evaluación intuitiva de que el tiempo que ahorramos, etc. es más significativo que ese riesgo. En el caso de los límites absolutos creo que hay dos elementos que nos permiten estimar en cierta manera tal riesgo. El primero es que la población de la humanidad a principios del siglo que viene va a alcanzar los 10.000 millones de habitantes. Es obvio, dada la inercia de los sistemas demográficos, que eso es absolutamente inevitable, a menos que haya una exterminación masiva de parte de la humanidad, lo cual no parece probable. En segundo lugar, la aceptación de que esa humanidad, que necesariamente va a existir, tiene el absoluto derecho a tener sus necesidades básicas satisfechas. No me refiero a necesidades en el nivel de sobrevivencia, sino a necesidades básicas en el sentido de aquellas que le permitan incorporarse a su cultura en forma efectiva. Yo diría que eso da la medidadel riesgo aceptable. Puesto de otra manera: creo que el riesgo mínimo que se debe correr es aquel necesario para que toda esa cantidad de población que sabemos que va a venir, tenga ese mínimo de bienestar. Se puede decir, y se ha dicho, que esa definición es muy rígida, en el sentido de que aparentemente no permite mayor flexibilidad de maniobra. Creo que es aparentemente rígida por las siguientes razones: en las predicciones catastróficas que se han hecho en los últimos años, y en las que aparecen en todas las extrapolaciones, se analiza el comportamiento del sistema humanidad/medioambiente, o humanidad/biósfera, compuesto por dos subsitemas, el sistema humanidad y el sistema medio ambiente físico. En casi todas esas previsiones o extrapolaciones se considera que el sistema es invariante, es decir prácticamente no modificable. Como la biosfera -por lo menos a escala global- tampoco es modificable, se llega obviamente a un sistema global con muy pocos grados de libertad. si eso es cierto, las predicciones catastrofistas son probablemente correctas. La falacia del razonamiento, sin embargo consiste en el supuesto implícito de que el sistema humano no es modificable. Si modificamos la hipótesis, y admitimos que el sistema humano sí es modificable, en ese caso introducimos grados de libertad suficientes para evitar esa catástrofe. Tampoco podemos entrar en detalles aquí, pero quiero mencionar simplemente el trabajo hecho en nuestro modelo, en el cual hicimos un cálculo sobre qué pasaría si la distribución del ingreso actual en el mundo se hiciera uniforme, es decir, si hiciera realmente una distribución igualitaria del ingreso. El modelo muestra que, con una drástica redistribución del ingreso, se necesitarían entre cinco y diez veces menos recursos naturales para satisfacer las necesidades básicas de la humanidad que con la actual distribución del ingreso. Para finalizar, lo único que quiero destacar es, primero, que el concepto de tecnología está indisolublemente unido a una cierta concepción del desarrollo, y a menos que esa concepción sea explícita, el concepto carece de sentido. Y, segundo, que a menos que admitamos que la humanidad tiene capacidad potencial de cambio y que ese cambio es posible, tampoco tiene solución el problema actual, por mucho esfuerzo que hagamos en el cambio científico y tecnológico.
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