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Morfologia y estructura bacteriana

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PARTE 1: MORFOLOGÍA BACTERIANA. 
 
La morfología se refiere a la forma que presenta una 
célula, en este caso, a la forma de los 
microorganismos. Esta morfología es altamente 
variada tanto en bacterias como en arqueas. Existen 
tres tipos fundamentales de microorganismos según 
su morfología: 
 Cocos. Forma esférica. 
 Bacilos. Forma cilíndrica alargada. 
 Cocobacilos. Morfología intermedia entre 
cocos y bacilos. 
Sin embargo, existen muchos otros como los espirilos 
o vibrios, con forma helicoidal, los bacilos 
ramificados, con extensiones, los comas, con forma 
de coma, los esporulados, que contienen esporas, y 
los pleomórficos, que no presentan una forma 
constante. 
 
En muchos procariotas las células se mantienen juntas 
después de la división celular, formando grupos, y 
este tipo de agrupaciones son en muchos casos característicos de los diferentes tipos de 
microorganismos. 
En los cocos, existen los siguientes tipos de 
agrupaciones: 
 Diplococos. Un coco se divide y ambos 
quedan agrupados en pareja. 
 Cocos en cadena. Las células se van 
dividiendo en un mismo plano y forman 
largas cadenas. 
 Tétradas. Las células se van dividiendo 
en tres planos formando cubos de ocho 
células agregadas. 
 Cluster o racimos. Las células se van 
dividiendo azarosamente en distintos 
planos, quedando agrupadas. 
En los bacilos, la agrupación más común es el 
estreptobacilo, que son bacilos unidos en una larga cadena. 
 
El tamaño de las células bacterianas es muy variable, siendo las dimensiones de un 
procariota medio de forma bacilar como Escherichia coli de 1x3 mm. Una célula 
eucariótica puede variar de 2 a 200 mm de diámetro, por lo que la mayoría de las 
procarióticas son comparativamente más pequeñas que las eucarióticas. 
Las células pequeñas tienen mayor superficie relativa disponible (cuando menor sea el 
radio, mayor relación habrá de superficie/volumen), y por este motivo las células 
procariotas pueden llevar a cabo interacciones con el medio más ventajosas. La ventaja 
principal es poder alcanzar un mayor tamaño de población. 
 
 
PARTE 2: ESTRUCTURA BACTERIANA. 
 
PARTE 2.1: ASPECTOS GENERALES DE LA CÉLULA PROCARIOTA. 
 
Una célula procariota típica se caracteriza por poseer los siguientes elementos: 
 Pared celular. Es la capa más externa; puede tener diversas estructuras 
asociadas (capas S, cápsulas, fimbrias, flagelos…) 
 Membrana citoplasmática. Capa fina situada bajo la pared celular cuya 
principal función es englobar el interior celular. 
 Citoplasma. Sustancia acuosa que rellena el interior celular y alberga al resto de 
estructuras en su seno, formada por múltiples elementos. 
 Nucleoide. Región discreta del citoplasma donde se localizan los cromosomas 
bacterianos; no se encuentra englobado por ningún tipo de membrana. 
 Ribosomas, endosporas y cuerpos de inclusión. 
 
PARTE 2.2: PARED CELULAR. 
 
La pared celular es una capa muy rígida que envuelve externamente a la mayoría de los 
microorganismos. Desempeña numerosas funciones: 
- Determinación morfológica (según su rigidez, permitirá o no cambios 
morfológicos). 
- Protección (frente a cambios en presión osmótica, sustancias peligrosas como 
antibióticos…) 
- Determinación de patogeneicidad (la patogeneicidad viene dada por diversos 
componentes de la pared celular). 
 
PARTE 2.1.1: PARED CELULAR EN BACTERIAS. 
 
Podemos hacer una distinción entre dos tipos de pared celular bacteriana localizados en 
dos clases diferentes de bacterias: las bacterias gram+ y las bacterias gram-. Esta 
distinción se lleva a cabo dependiendo de la diferente reacción de la bacteria a ciertos 
colorantes.: 
- De forma general, la pared celular de bacterias gram+ es más sencilla. Está 
formada fundamentalmente por peptidoglicanos que conforman una malla muy 
gruesa. 
- La capa de peptidoglicanos en bacterias gram- es mucho más fina. Además, esta 
pared celular presenta otra capa, la membrana externa, y un espacio 
periplásmico definido como el hueco existente entre la membrana plasmática y 
la medrana externa, el cual también puede existir en gram+, pero en este caso 
sería más pequeño y se definiría como el espacio existente entre la membrana 
plasmática y la pared celular. En ambos casos contiene al periplasma, de 
naturaleza proteica, que contendrá distintas proteínas en gram+ que en gram-. 
 
Peptidoglicanos de la pared celular de microorganismos. 
 
Los peptidoglicanos son polímeros de dos derivados de azúcar (N-Acetil glucosamina o 
NAG y ácido N-Acetil murámico o NAM) y aminoácidos; a todo el conglomerado se le 
denomina mureína. 
 
Los aminoácidos se unen al NAM y son variables según el tipo de bacteria. 
 
Existen enlaces transversales entre péptidos que dotan a la pared celular de gran rigidez. 
De estos enlaces hay dos tipos: 
 Directos. Unen el grupo carboxilo de un aminoácido de alanina con el grupo 
amino del ácido diaminopimélico (DAP). 
 Puentes peptídicos. Los aminoácidos se unen a través de un puente de cinco 
aminoácidos de glicina. 
 
Pared celular en 
gram+. 
 
Presentan una gruesa 
pared de 
peptidoglicanos con 
puentes peptídicos 
responsable de una gran 
rigidez que representa 
hasta el 90% de la 
pared celular. También 
presenta una 
proporción, aunque 
menor, de ácidos 
teicoicos (polímeros de 
glicerol orribitol unidos 
por enlaces fosfato) que 
se unen covalentemente a los 
peptidoglicanos, 
contribuyendo a la rigidez y 
estructuración de la bacteria. 
Por otro lado, son los 
responsables de la existencia 
de una carga negativa sobre 
la pared celular que permite 
el trasiego de iones. Algunos, 
además, se unen a los 
fosfolípidos de la membrana 
plasmática, formando ácidos 
lipoteicoicos. 
 
El espacio periplásmico 
contiene exoenzimas, 
encargadas de la degradación 
de componentes nutritivos 
para que éstos puedan pasar al citosol. 
 
Pared celular en gram-. 
 
La malla de peptidoglicanos en este caso es mucho más fina, puesto que sólo representa 
del 5-10% de la pared celular. No presenta ácidos teicoicos. 
Por otro lado, posee 
una capa externa (la 
membrana externa) 
compuesta por 
lipopolisacáridos 
(LPS) y algunas 
lipoproteínas 
(lipoproteína de 
Braun) que se unen 
covalentemente a la 
red de 
proteoglicanos. 
 
Los LPS son 
moléculas 
complejas 
constituidas por tres 
partes bien diferenciadas: 
- El lípido A está constituido por dos derivados de la glucosamina unidos a ácidos 
grasos. Esta región está inmersa en la membrana externa mientras que el resto 
del LPS sobresale de la superficie. 
- El polisacárido central o core, un conjunto de diversos azúcares. 
- Cadena O (o antígeno O), una cadena de polisacárido que se extiende hacia 
fuera. La composición varía según la cepa bacteriana. 
Importancia de los LPS: 
- Aportan carga negativa por su gran cantidad de azúcares a la superficie 
bacteriana, pudiendo atraer ésta diversas moléculas positivas. 
- Facilita la adhesión y proliferación bacteriana. 
- Impide que moléculas diversas (como antibióticos) penetren. 
- Protección frente a las defensas del huésped por el antígeno O: cuando la 
bacteria entra en un organismo, el antígeno desencadena una respuesta inmune 
en el huésped y se crean anticuerpos que le bloquean. Los antígenos O, sin 
embargo, pueden cambiar fácilmente su capacidad antigénica, y así funciona 
como un señuelo desviando al sistema inmune del huésped. Se crea así un nuevo 
antígeno para el cual el huésped no tiene ya respuesta inmediata. 
- El lípido A tiene un componente que funciona como endotoxina. 
 
Por otro lado, en la membrana externa existen unas proteínas denominadas porinas que 
actúan como canales de entrada y salida de sustancias hidrofílicas pequeñas. Existen dos 
tipos: 
- Porinas inespecíficas que forman canales rellenos de agua a través de los cuales 
se produce el trasiego indiscriminado de pequeñas sustancias. 
- Porinas específicas que contienen un sitiode unión específico para una o más 
sustancias. 
 
En cuanto al periplasma, se trata de una zona de consistencia gelatinosa con abundancia 
de proteínas. Destacan las enzimas hidrolíticas que participan en la degradación inicial 
de moléculas nutritivas y proteínas de unión involucradas en la respuesta quimiotáctica. 
 
 
PARTE 2.1.2: PARED CELULAR EN ARQUEAS. 
 
Existen notables diferencias con respecto a la pared celular en bacterias: 
- No presenta una malla de proteoglicanos. 
- Posee en su lugar otros heteropolisacáridos más complejos como la 
pseudomureína. En la pseudomureína, los enlaces transversales entre péptidos 
tienen lugar entre aminoácidos levógiros, el componente ácido N-
acetilmurámico no existe y lo sustituye el ácido N-acetilalosaminurónico y los 
enlaces glicosídicos que conectan los azúcares son de tipo β(1→3). 
 
PARTE 2.3: ESTRUCTURAS ASOCIADAS A LA PARED CELULAR. 
 
En algunos casos existen capas o estructuras adicionales en la pared celular de bacterias 
y arqueas; las principales son: 
 Cápsula. Capa de material organizado que cuesta eliminar en los procesos de 
extracción de paredes celulares por su estructura, adhesión y composición. 
 Capa mucosa. Conformada por material difuso poco organizado y fácil de 
extraer. 
 Glicocáliz o glicocálix. Red de polisacáridos distribuidos desde la superficie de 
la célula hacia el exterior; engloba a muchos tipos de cápsulas y capas mucosas 
porque éstas pueden componerse de polisacáridos. 
 Capa S. Estructura repetitiva y regular formada por glicoproteínas; es 
especialmente común en arqueas. En gram-, se asocia a distintas estructuras de 
la pared como la capa de lipopolisacáridos, y en gram+ aparece unida a la malla 
de peptidoglicanos. 
 
Funciones: 
- Protección frente a la fagocitosis, a los bacteriófagos y la desecación, ya que 
contienen una importante cantidad de agua. 
- Facilitan la movilidad en bacterias deslizantes. 
- Intervención en la formación de biofilms o biopelículas así como facilitación de 
la adhesión bacteriana. 
- Juegan un importante papel en la fijación de ciertos microorganismos patógenos 
a sus hospedadores. La penetración de microorganismos patógenos en el cuerpo 
del hospedador a través de rutas específicas obedece generalmente a 
interacciones entre componentes de la superficie celular externa y tejidos 
específicos del hospedador. Es evidente que las bacterias con cápsula resisten 
mejor a las células fagocíticas del sistema inmunitario. 
- En cuanto a capas S, se desconoce su función principal; sin embargo, dado que 
son el límite entre la célula y su entorno es probable que en las células que la 
poseen funcionen como una barrera de permeabilidad externa que permite el 
intercambio de sustancias pequeñas, excluyendo a las moléculas grandes. 
También podría proteger a la célula frente a fluctuaciones iónicas, de pH, de 
estrés osmótico… También ayuda a mantener la forma y la rigidez de la célula y 
la protege frente a mecanismos inmunitarios del hospedador en el caso de que 
sea patogénica. 
 
PARTE 2.4: MEMBRANA PLASMÁTICA. 
 
PARTE 2.4.1: MEMBRANA PLASMÁTICA EN BACTERIAS. 
 
La membrana plasmática es 
una envuelta que rodea a la 
célula definiendo sus límites 
y manteniendo las diferencias 
esenciales entre su contenido 
y el entorno. Se caracteriza 
por poseer una doble capa de 
naturaleza lipídica con 
proteínas e hidratos de 
carbono asociados. El 
modelo del mosaico fluido, 
propuesto en 1972 por S.J. 
Singer y G.Nicholson, sirvió 
para explicar dicha estructura; dice que los lípidos se disponen en una doble capa con 
sus zonas hidrofóbicas enfrentadas, la cual es muy dinámica y flexible, con proteínas 
asociadas y dispersas a modo de mosaico. 
La membrana citoplasmática actúa también como una barrera muy selectiva 
permitiendo que en el interior de la célula se concentren determinados metabolitos, y se 
excreten las sustancias de desecho. 
 
Los lípidos suponen alrededor del 50% de la masa de la membrana plasmática. Todos 
ellos son afipáticos o anfifílicos, esto es, con un extremo hidrofílico o polar que siente 
apetencia por el agua y otro hidrofóbico o no polar que rehuye del agua. Los lípidos de 
membrana más abundantes son: 
 Fosfolípidos. Constan de una cabeza polar y dos colas formadas por ácidos 
grasos apolares. Esta naturaleza anfipática es la que determina que estas 
moléculas formen espontáneamente bicapas lipídicas. Las moléculas hidrofílicas 
se disuelven en agua porque contienen grupos cargados o grupos no cargados 
pero que les permiten establecer interacciones electrostáticas o enlaces por 
puentes de hidrógeno favorables con las moléculas de agua; por el contrario, las 
moléculas hidrofóbicas son insolubles en agua, porque no presentan carga y no 
pueden formar interacciones energéticamente favorables con las moléculas de 
agua. Ahora bien, si estas moléculas hidrofóbicas son dispersadas en un medio 
acuoso, las moléculas de agua se reorganizan formando un entramado similar al 
del hielo, y dado que en estos entramados las moléculas de agua se encuentran 
más ordenadas que en agua circundante, su formación incrementa la energía 
libre. Sin embargo, este coste de energía libre se reduce si las moléculas 
hidrofóbicas se agregan entre sí, reduciendo al mínimo el número de moléculas 
de agua que se ven afectadas. 
 Esfingolípidos. Constan de largas cadenas hidrocarbonadas saturadas que 
pueden agregarse entre sí para formar microdominios lipídicos, perdiendo la 
libertad de fluidez de otros lípidos de membrana. Estos microdominios son 
ideales para la acomodación de ciertas proteínas de membrana. 
 Colesterol. Lípido derivado del ciclopentanoperhidrofenantreno que presenta 
grupos hidroxilo. El colesterol aparece orientando sus grupos hidroxilo 
próximos a las cabezas polares de los fosfolípidos; en esta posición, sus anillos 
hidrocarbonatos interactúan con las cadenas hidrocarbonadas de los mismos 
fosfolípidos, disminuyendo su movilidad, es decir, haciendo que la bicapa sea 
más rígida. 
 
Existen diferentes tipos de proteínas de membrana según su asociación a la bicapa: 
 Proteínas transmembrana. Atraviesan la bicapa lipídica, poseyendo un 
dominio citoplasmático y un dominio externo. Son anfipáticas, y sus regiones 
hidrofóbicas se sitúan en el interior de la bicapa interaccionando con las colas 
hidrofóbicas de los fosfolípidos; sus regiones hidrofílicas quedan expuestas al 
medio acuoso externo o del citoplasma. 
 Proteínas citosólicas. Localizadas bajo el citosol, se asocian a la hemicapa 
lipídica citosólica. 
 Proteínas externas. Se encuentran completamente expuestas en la superficie 
celular externa. 
 Proteínas periféricas. No atraviesan totalmente la bicapa lipídica y se 
encuentran ligeramente embutidas en ella. 
 
Se han identificado tres tipos de proteínas transportadoras: 
 Uniportadoras. Se encargan del transporte de un único soluto de un lado a otro 
de la membrana. 
 El resto actúan como transportadores acoplados en un proceso denominado 
cotransporte; la transferencia de un soluto depende estrictamente del transporte 
de otro. Así, las simportadoras llevan a cabo la transferencia simultánea de un 
segundo soluto en la misma dirección, mientras que las antiportadoras llevan a 
cabo la transferencia del segundo soluto en dirección contraria. 
El estrecho acoplamiento entre el transporte de dos solutos permite que estos 
transportadores utilicen la energía almacenada en el gradiente electroquímico de un 
soluto, típicamente un ion, para transportar el otro en contra de su gradiente. 
 
Existen muchos otros procesos de transporte en membrana que precisan un consumo de 
energía que posibilite el trasiego de sustancias. La energía se utiliza para bombear el 
soluto en contra de su gradiente de concentración, y procede de compuestos fosforilados 
de alta energía como el ATP o del consumo de un gradiente preexistente de protones; 
los gradientesde iones se forman mediante reacciones celulares que liberan energía y 
pueden usarse como energía potencial que facilita el transporte de solutos en contra de 
sus gradientes de concentración. 
Hay fundamentalmente tres tipos de transporte dependientes de energía: 
 Translocación de grupo. Proceso en el que se transporta una sustancia a la vez 
que se modifica químicamente, casi siempre por fosforilación. 
 Procesos de transporte activo (transporte simple). La sustancia transportada 
puede acumularse en altas concentraciones en el interior celular sin sufrir 
modificación química; está dirigido por la fuerza motriz de electrones. 
 Bombas ABC. Poseen dos motivos de unión a ATP y permiten el importe y 
exporte de diversos solutos. 
 
Las funciones principales de la membrana plasmática son: 
- Albergar el contenido citoplásmico del microorganismo, separándolo del medio 
externo. 
- Actuar como una barrera permeable selectiva, permitiendo el paso de moléculas 
particulares hacia dentro o hacia fuera de la célula y evitando el desplazamiento 
de otras. Asimismo, facilita el transporte de sustancias que no pueden atravesar 
la bicapa lipídica empleando sistemas de transporte. 
- Evita la pérdida de componentes esenciales por exudación mientras permite este 
transporte de moléculas. 
- Sirve de lugar de desarrollo de diversos procesos metabólicos (fotosíntesis, 
síntesis de lípidos y de los constituyentes de la pared celular…) 
- Presenta moléculas receptoras que intervienen en la detección de sustancias 
químicas del medio externo para que el microorganismo pueda elaborar una 
respuesta frente a ella. 
 
PARTE 2.4.2: MEMRANA PLASMÁTICA EN ARQUEAS. 
 
Existen varias diferencias con respecto a la membrana plasmática de bacterias: 
- Presentan una única monocapa lipídica en lugar de la bicapa. Esta monocapa es 
más estable y resistente a la disgregación, lo cual cobra sentido teniendo en 
cuenta el tipo de ambientes extremos en los que habitan estos microorganismos. 
- Presentan unos lípidos únicos desde el punto de vista bioquímico, ya que 
presentan enlaces tipo éter responsables entre una molécula de glicerol y 
diversas cadenas hidrofóbicas. Estas cadenas no son ácidos grasos, sino que 
están formadas por unidades repetitivas de isopreno. 
 
PARTE 2.4.3: MEMBRANA PLASMÁTICA EN MICOPLASMAS. 
 
Los microplasmas son un tipo de bacterias que no presentan pared celular. Estos 
microorganismos se caracterizan por su gran capacidad de resistencia frente a la lisis 
osmótica, la cual está determinada parcialmente por la naturaleza de su membrana 
plasmática, más estable que en el resto de bacterias. 
 
Dicha membrana contiene esteroles, moléculas lipídicas muy rígidas y planas, que 
parecen ser la causa de su estabilidad. Algunos micoplasmas presentan también 
carotenoides u otros compuestos. Los esteroles de la membrana no son sintetizados por 
los micoplasmas, sino que necesitan disponer de ellos en el medio externo. 
 
Algunos micoplasmas, además, contienen lipogicanos, polisacáridos de cadena larga 
unidos a lípidos de membrana, similares a los lipopolisacáridos de las bacterias Gram-. 
Sirven para ayudar a estabilizar la membrana y facilitar la adherencia de los micplasmas 
a los receptores de superficie de las células animales. 
 
PARTE 2.5: APÉNDICES BACTERIANOS. 
 
PARTE 2.5.1: FLAGELOS Y MOVIMIENTO FLAGELAR. 
 
Los flagelos son unos apéndices motores que se extienden por fuera de la membrana 
plasmática y la pared celular. Se aprecian fácilmente a microscopía óptica a diferencia 
del resto de apéndices bacterianos. 
 
Su disposición en la célula es un carácter taxonómico: 
- Hay bacterias con el flagelo en distribución polar, esto es que o bien se sitúa en 
uno de los extremos (bacterias monotricas) o hay un flagelo en cada polo 
(bacterias anfitricas). 
- Por otro lado, hay bacterias en distribución flagelar lofotrica, cuando existe un 
penacho o agrupación de flagelos en uno o ambos polos de la célula (bacterias 
lofotricas). 
- Finalmente hay bacterias con distribución flagelar peritrica, si presentan toda su 
superficie externa cubierta de flagelos. 
 
En cuanto a la estructura del flagelo, en bacterias gram- consta de tres partes: 
 Filamento. Es la parte más larga del flagelo y consiste en un cilindro 
rígido y hueco constituido por la polimerización de subunidades 
proteicas de flagelina. 
 Cuerpo basal. Se encuentra embebido en la célula y es la zona más 
compleja del flagelo. Está consttiuido por cuatro anillos unidos por una 
varilla central. Los anillos externos L y P se asocian con las capas de 
polisacáridos y peptidoglicanos respectivamente, mientras que los anillos 
S y M internos conectan con el espacio periplásmico y la membrana 
plasmática. 
 Gancho. Es un segmento curvado y corto que une el filamento al cuerpo 
basal, dotando de flexibilidad a esta unión. Es ligeramente más ancho 
que el filamento y está formado por subunidades proteicas distintas. 
En bacterias gram+ la estructura flagelar es igual con la excepción de que el cuerpo 
basal consta sólo de dos anillos: uno interno en comunicación con la membrana 
plasmática y otro externo unido a la capa de peptidoglicanos. 
Finalmente cabe mencionar que hay bacterias que presentan vainas alrededor del flagelo 
En cuanto al flagelo de arqueas, éste es más delgado y fino, y está formado por distintos 
tipos de flagelina y al no presentar estos microorganismos membrana externa ni malla 
de peptidoglicano se sospecha que su estructura es distinta. 
 
 
A continuación tratamos la síntesis flagelar; en este proceso en bacterias intervienen una 
gran cantidad de genes que codifican las proteínas estructurales del aparato flagelar y 
llevan a cabo diversas funciones. Un flagelo no crece desde su base, sino por su punta. 
En primer lugar se sintetiza el anillo MS y se inserta en la membrana plasmática. Luego 
se sintetizan otras proteínas de anclaje junto con el gancho antes de que se inicie la 
formación del filamento. Las moléculas de flagelina sintetizadas por los ribosomas en el 
citoplasma pasan por el canal hueco del filamento hasta situarse por aposición en su 
extremo. En dicho extremo hay una proteína termina, la proteína cap, que ayuda a las 
moléculas de flagelina a distribuirse de manera organizada y correcta. 
Trataremos finalmente el movimiento flagelar. El flagelo actúa como una hélice que 
rota y permite el movimiento (la dirección en la que rota, horaria o antihoraria, 
determina dicho movimiento). El movimiento en bacterias peritricas es más lento que en 
monotricas. 
- Cuando los flagelos rotan en sentido antihorario, las bacterias peritricas se 
mueven hacia delante; si cambia de dirección, los flagelos se extienden y se 
produce la voltereta. Finalmente, los flagelos rotan en sentido horario ahora y la 
bacteria se mueve hacia atrás. 
- El movimiento en monotricas depende de si el flagelo es reversible (rotación 
antihoraria produce movimiento hacia delante y horaria hacia atrás) o 
unidireccional (la célula se desplaza hacia delante si el flagelo rota en sentido 
horario; la bacteria entonces puede parar y reorientarse, continuando hacia 
delante pero en otra dirección con el flagelo en rotación horaria). 
 
PARTE 2.5.2: FIMBRIAS Y PELOS. 
 
Las fimbrias y los pelos son apéndices bacterianos con una estructura similar a la ya 
estudiada en el flagelo, pero no intervienen en procesos de locomoción. 
- Las fimbrias son bastante más cortas que los flagelos e igualmente tienen una 
naturaleza proteica. No todas las bacterias presentan fimbrias y su función es 
desconocida, pero parece evidente que favorecen la fijación bacteriana a 
distintas superficies así como la formación de biofilms. 
- Los pelos son similares a las fimbrias, pero algo más largos y se presentan sólo 
uno o unos pocos sobre la superficie celular. Algunos de ellos llevan a cabo una 
movilidad denominada “a tirones” mediante la extensión y retracciónde los 
pelos. También facilitan el intercambio genético entre bacterias. 
PARTE 2.6: COMPONENTES CITOPLÁSMICOS. 
 
PARTE 2.6.1: CITOPLASMA. 
 
El interior celular se encuentra relleno por una complicada mezcla de sustancias 
denominada citoplasma. De naturaleza fundamentalmente acuosa, contiene en 
suspensión al resto de los componentes citoplásmicos. 
 
La matriz citoplásmica, a pesar de su aspecto homogéneo y de carecer de un verdadero 
citoesqueleto, presenta una gran organización dada por la localización de sus 
componentes proteicos. 
 
PARTE 2.6.2: RIBOSOMAS. 
 
Los ribosomas son pequeñas partículas compuestas por ácido ribonucleico (ARN) y 
proteínas asociadas. Son los lugares físicos del citoplasma donde tiene lugar la síntesis 
de proteínas. Pueden aparecer en la matriz citoplásmica a modo de partículas de 
pequeño tamaño o asociados a la membrana plasmática. 
 
Realmente son muy complejos, y cada ribosoma está formado por dos subunidades; en 
procariotas, las subunidades del ribosoma son la 30S y la 50S. 
 
PARTE 2.6.3: INCLUSIONES CITOPLÁSMICAS. 
 
Los cuerpos de inclusión son gránulos de material orgánico y/o inorgánico localizados 
en el citoplasma bacteriano visibles en la mayoría de los casos a microscopía óptica. 
Algunos se encuentran rodeados de membrana, como los carboxisomas o las vacuolas 
de gas, y otros no, como los gránulos de glucógeno o de cianoficina. 
En el caso de que presenten membrana, esta se caracteriza por ser muy fina y estar 
formada por lípidos anfipáticos que aíslan la inclusión del citoplasma propiamente 
dicho, pero que por tanto no presenta la estructura típica de membrana celular. 
La función de estas inclusiones es bastante variada en los distintos microorganismos en 
los que se encuentran presentes, pero la principal es almacenar energía o servir de 
almacén de reserva para la construcción de macromoléculas. 
 
Una bacteria típica suele presentar las siguientes inclusiones: 
 Gránulos de Poli b hidroxialcanoato (PHA) y/o Poli b hidroxibutírico 
(PHB). 
 Gránulos de glucógeno. 
 Gránulos de polifosfato o volutita. 
 Gránulos azufrados. 
 Vesículas de gas. Se presentan fundamentalmente en organismos procarióticos 
que flotan en medios acuosos y son las responsables de su flotabilidad; 
representan así una forma de motilidad que permite a las células flotar a 
diferentes alturas en respuesta a factores microambientales. 
 Gránulos de cianoficina. Están compuestos por grandes polipéptidos que 
contienen aproximadamente la misma cantidad de dos residuos aminoácidos: 
arginina y aspartato. Su función es servir de reserva microbiana de nitrógeno. 
 Magnetosomas. Son partículas intracelulares cristalinas formadas por 
magnetita, un mineral de hierro de fórmula Fe3O4. Estos cuerpos convierten a la 
célula en un dipolo magnético constantemente sometido a la influencia de 
cualquier campo magnético. Las bacterias que producen magnetosomas exhiben 
magnetotaxis, proceso en virtud del cual se orientan y migran siguiendo las 
líneas del campo magnético. 
 
PARTE 3: TACTISMOS. 
 
Los tactismos son movimientos que se dan en ciertos microorganismos como respuesta 
a señales externas. Existen diversos tipos: quimiotaxis, en respuesta a señales químicas; 
fototaxis, en respuesta a señales luminosas; osmotaxis, en respuesta a señales osmóticas; 
termotaxis, en respuesta a señales térmicas… 
 
Una de las más conocidas es sin duda la quimiotaxis. Para comprender cómo afecta este 
proceso a las bacterias, debemos centrarnos primero en el comportamiento de éstas en 
ausencia de sustancias quimiotácticas. En ausencia, se mueven al azar y realizan 
carreras mediante las cuales se desplazan hacia delante y tumbos mediante los cuales la 
célula se para y cambia de dirección, todo ello de forma azarosa. 
Sin embargo, en presencia de un gradiente de una sustancia quimiotáctica atrayente, el 
organismo va captando concentraciones más altas de la misma y las carreras son más 
frecuentes y los tumbos más escasos. En el caso de una sustancia quimiotáctica 
repelente, el proceso es igual pero a la inversa.

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