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Coaching-Nutricional

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Título: COACHING NUTRICIONAL
Autora: Ana Moreno
ana@anamoreno.com
© 2013, Ana Moreno.
<http://www.coachnutricional.com>
<http://www.anamoreno.com>
<http://www.lafuentedelgato.com>
Diseño de portada:
PROUN MEDIA S.L. - info@proun.es
Ilustraciones:
Ana Moreno - ana@anamoreno.com
Primera Edición impresa, Enero 2013
ISBN: 978-84-939479-3-4
Depósito Legal: M-40754-2012
Primera Edición digital, Enero 2013
Diseño, desarrollo y adaptación a libro electrónico:
Duento.com
Coaching Nutricional by Ana Moreno is licensed under a Crea ve Commons A ribu on-NoComercial-SinObraDerivada 3.0
Unported License.
mailto:ana@anamoreno.com
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COACHING NUTRICIONAL
«Todos piensan en cambiar el mundo, pero ¿quién piensa en
cambiarse a sí mismo?»
Ana Moreno
Índice
Érase una vez… El Hada Madrina de la Bella Durmiente
Qué es el Coaching Nutricional
Cómo se alimenta un flexivegetariano, un vegetariano y un crudivegano
¿Crees que eres capaz de conseguir lo que quieres?
Por qué algunas personas suben de peso cuando cambian a una alimentación vegetariana
Por qué comemos con ansiedad y cómo solucionarlo
Razones nutricionales
Razones psicológicas
Por qué las dietas no funcionan y que podemos hacer en lugar de hacer dieta
Determina tu objetivo nutricional
En qué consiste una dieta equilibrada
El equilibrio del ph de la sangre
Acidosis y alcalosis
Alimentos en cuya digestión se producen sustancias alcalinas
Otros remedios alcalinizantes
Alimentos vitales y alimentos desvitalizados
La soja, el trigo y el azúcar
Cómo saber si comemos más de lo que necesitamos
¿Cómo manejar los antojos?
La energía de los alimentos
Un organismo depurado física y emocionalmente
Cómo recuperar el control sobre nuestras elecciones dietéticas
Cómo afrontar con éxito los momentos de crisis emocional que nos llevan a comer cuando no
tenemos hambre
Cómo comer para evitar una recaída
Detectar el autosabotaje en el proceso de cambio
Solución al comer por soledad
Solución al comer por frustración
Cómo elegir lo que queremos sentir en cada momento
Perderse el proceso o disfrutar de él
Visualización para reconciliarse con uno mismo
Cómo cambiar un hábito
¿Por qué no consigo mi propósito?
Supera tus propios límites: Herramientas para desmontar los pensamientos que nos limitan
Cómo provocar recursos de cambio
Cómo me veo en mi vida con el objetivo cumplido
Cómo mantener lo logrado
Apéndices
ZUMOS DE VERDURAS Y FRUTAS
BATIDOS
RECURSOS
LUGARES DE REPOSO
FORMACIÓN
HOTEL RURAL VEGETARIANO Y CRUDIVEGANO
SOBRE LA AUTORA
Los libros de Ana Moreno
Dedicado a mi padre.
Estuvo mi padre muy enfermo, vamos, que casi no lo cuenta. Y tal y como son estas cosas, nos
pilló sin avisar. Así que, de pronto, mi madre y yo nos encontramos yendo a visitarle a la
Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, dejando nuestras vidas en stand by pero teniendo
que alimentarnos. A mí, sinceramente, me resultaba imposible planificar. Para colmo coincidió
que mi coche estaba en el taller para dos semanas y el hospital a 70 kms del pueblo donde yo
vivía. No sabíamos nada, sólo estábamos pendientes de cómo evolucionaría la salud de mi
padre.
Cuando mejoró y le pasaron a planta, nos dimos cuenta que llevábamos dos semanas
comiendo bastante mal. Desde luego en mi caso, una vocecilla interior me daba la alarma, pero
sentada en los bancos de hierro de la sala de espera de la UCI, casi mi única distracción y
recompensa era comer.
Elegía normalmente un zumo de frutas natural y una ensalada que vendían en una endecita
en el hall del hospital, en cuyo escaparate rezaba «comida sana para llevar». La ensalada,
quería parecer sana, pero sus ingredientes eran: lechuga iceberg, maíz de lata
(presumiblemente transgénico), zanahoria de lata, remolacha de lata, aceitunas y pepinillos de
lata y cebolla caramelizada.
No eran todos esos los ingredientes que llevaba mi ensalada, sino que podías elegir 3 de ellos.
Bueno, había más ingredientes: atún, huevo cocido, queso, pollo o jamón de york, pero yo de
estos últimos pasaba, dado que soy vegetariana.
Luego, a la susodicha ensalada, se le podía añadir una salsa de yogur, salsa césar, de queso azul
o de miel y mostaza. Yo pedía sal y aceite de oliva en lugar de dichas salsas, pero cualquier
parecido con la sal marina y el aceite de oliva de 1ª presión que consumo habitualmente, era
pura ficción. Como con esta ensaladita me moría de hambre, también a veces comía un bollo
de pan integral con semillas. Y de nuevo este pan integral con semillas no tenía nada que ver
con el pan integral con semillas que yo hago en casa. ¡Qué misterio!
Al mes de estar mi padre ingresado, yo había subido de peso y me encontraba
extremadamente cansada. Los zumos de frutas son una bomba de relojería para el páncreas, ya
que el azúcar de la fruta pasa directamente a sangre. De nuevo, nada que ver con mis opciones
habituales en casa, que son zumos de verduras con alguna fruta, pero no de fruta sola (salvo el
de granadas).
Tengo que reconocer que el ritual de comer, a veces sin hambre, me servía para distraerme y
para compensar mis sen mientos de miedo, preocupación, rabia e impotencia. Seguro que los
días que estuvo mi padre en la UCI, según iba mejorando, me hubieran servido las sugerencias
que doy en este libro. Ojalá llegue a tus manos para servirte a ti.
Muchas veces he tenido diges ones complejas incluso siendo vegetariana. Y me he dado
cuenta que siempre sucedía cuando comía en momentos en que no tenía que haber comido,
bien porque no tenía hambre, bien porque los alimentos de que disponía no eran los
adecuados o bien porque mi estado de ánimo no era sereno.
Por el contrario, cuando llevo una alimentación equilibrada y como lo que es sano, lo que a mi
cuerpo le sienta bien y además lo hago en su cantidad justa, me siento ligera, activa, contenta y
animada.
Eso no quiere decir que no me permita tomar de vez en cuando algún alimento más pesado o
beber alguna copa de vino; sin embargo, estas opciones son la excepción y no la regla.
Al cuerpo le gusta la ru na. Si tu ru na es comer sano, puedes salirte de la regla
ocasionalmente. No sé si tú y yo nos pareceremos un poquito. Si te sientes reflejado un poco
en lo que te cuento, este libro te ayudará mucho. Eso sí, para que te funcione, has de realizar
los ejercicios.
Aquí te dejo las ideas y los comportamientos que a mí me funcionan. No ene por qué ser lo
ideal para todo el mundo, pero te ofrezco tan simas sugerencias e instrucciones, que seguro
que encuentras las que te sirven a para equilibrarte. Es mi mayor deseo. Gracias por hacerlo
realidad.
Ana Moreno, Enero 2013. 
Érase una vez… El Hada Madrina de la Bella Durmiente
Hace 150 años, cuando la bella durmiente cayó en un profundo sueño, su hada madrina
personal decidió acompañarla y se durmió con ella. Como el hada madrina no recibió ningún
beso para despertar, siguió durmiendo hasta el s.XXI cuando, aburrida, decidió abrir los ojos.
Se encontró en un confortable hogar, la enorme casa de Teresa, la nieta de la bella durmiente,
que vivía sola. Teresa, pensando que el hada tendría mucha hambre atrasada, la invitó a comer
algo: «Querida hada, ve a la cocina y prepárate algo de comer». El hada quería esperar a comer
con ella, pero Teresa le indicó: «Que cada una coma lo que quiera y cuando quiera, reunirnos
es imposible, tengo un horario muy complicado».
El hada se dirigió a la cocina y se asustó al ver a unos hombrecillos muy pequeños me dos
dentro de una caja, hablándole muy alto y sin parar y eso que ella no les conocía. No encontró
avena para prepararse unas gachas, ni limones para una limonada fresquita… tampoco leña
para cocinar, ni la fresquera, ni una ventana. Abrió una alacena que despedía mucho frío y la
encontró repleta de envases hechos con extraños materiales que contenían cosas que no sabía
qué eran… Intentó preguntarle a Teresa, pero ésta, ceño fruncido, golpeaba con los dedos un
pequeñoapara to que tenía entre sus manos mientras exclamaba: «Espera hada, ahora no
puedo, que estoy cerrando una operación millonaria».
Estando así las cosas y con hambre atrasada de 150 años, el hada madrina decidió dormirse de
nuevo, esta vez hacia atrás y despertar a la vez que la bella durmiente.
Le contó sobre casas más grandes y familias más pequeñas, más comodidades pero menos
tiempo para disfrutarlas, más conocimientos pero menos sentido común, más información pero
menos comunicación, operaciones millonarias y relaciones pobres…
Ambas despertaron a la realidad del s. XXI. Y desde aquel momento, su misión fue crear
conciencia para que todos los humanos supieran que es posible desarrollarse evolucionando
antes que involucionando. Juntas crearon la primera Escuela de Cocina Vegetariana con
Coaching, el instrumento para alcanzar este desarrollo evolucionado en la manera de comer de
los seres humanos. En defini va, instaurar un cambio de hábitos. Desarrollo personal y
profesional unidos.
Cuando Ana Moreno nació, la bella durmiente y su hada madrina personal le encargaron que
continuara la misión que ellas habían iniciado.
Qué es el Coaching Nutricional
¿Cómo te relacionas con la comida? ¿Sientes que tus emociones controlan lo que comes? ¿Que
tú ya sabes lo que te conviene y que lo que necesitas es diseñar un plan para y ¡conseguir
seguirlo!? El coaching nutricional es la herramienta que necesitas para ello.
¿Aún no te sientes bien en tu cuerpo y no te relacionas de forma amigable con la comida? ¿Hay
cosas que te gustaría cambiar? ¿Te gustaría dejar de luchar con las ansias por comer, los
antojos de comida y con la alimentación emocional?
Para ello, no es suficiente con ir a ver un nutricionista, ni a un naturópata especializado en
dieta vegetariana. Necesitas la herramienta del coaching.
Con la lectura de esta obra vas a definir claramente cuál es tu propio obje vo nutricional,
diseñar tu plan de acción personalizado para generar mo vación y compromiso duraderos,
lograr tus metas y mantener lo que has conseguido.
El proceso de coaching nutricional no sólo mejora tu relación con la comida, sino que supone
que toda tu vida cambie en la dirección que tú quieres. Para que por fin, seas el ar fice de tu
destino.
En mi experiencia personal y durante mi práctica profesional he podido comprobar que muchas
personas sufren comportamientos autodestruc vos a menudo relacionados con el consumo en
exceso. Muchos lo ocultan pero resulta ser una pandemia. Quienes no comen en exceso toman
pas llas, beben de más, hacen ejercicio de forma exagerada o arrojan su locura sobre sus seres
queridos.
Cuando la energía de las emociones queda atrapada en el cuerpo, la persona enferma de
múl ples maneras. Se trata de entender cuál es el origen del comportamiento autodestruc vo,
porque cuando uno toma consciencia ya no hay vuelta atrás.
Hemos de razonar que, según como en endas el concepto, ser civilizado puede presentarse de
muchas maneras incompa ble con ser humano. Por ejemplo cuando se elige la industria sobre
la sostenibilidad, la can dad sobre la calidad y la belleza exterior por encima de la salud. Hay
muchas razones por las que una persona puede entrar en el ciclo autodestruc vo de comer en
exceso: estrés, escapismo, adicción, hábito, depresión, desánimo, sen miento de vacío o de
soledad, aislamiento, presión social, trauma infantil… todos síntomas de un mundo enfermo.
Hace falta tomar consciencia de cuando el mundo civilizado sigue un paradigma de destrucción
de la vida. Y después cambiar a un paradigma generador de vida y vivir de acuerdo a él. Ya es
tiempo de amarnos a nosotros mismos.
La mayoría de las dietas se centran en lo sico, neutralizar valores en analí ca, bajar de peso,
etc. Con el coaching nutricional para flexivegetarianos, vegetarianos y crudiveganos, nos
adentraremos en el maravilloso mundo de los factores emocionales y espirituales que
contribuyen a nuestros patrones nutricionales. Nuestro obje vo es crear un cambio
extraordinario y duradero en tu vida.
Para ello lo que tú puedes conseguir con el proceso de coaching nutricional es:
– Entender la relación de tus emociones y la comida.
– Comprender qué mensajes te envía tu cuerpo y cómo darle respuesta.
– Desarrollar la fortaleza que necesitas para depurarte emocionalmente.
– Desactivar patrones nutricionales que ya no necesitas.
– Analizar tu propia historia nutricional y crear la versión óptima de ti mismo.
– Reconectarte con la autenticidad de tus emociones.
– Comer sin ansiedad y sin que te dominen los antojos.
– Confiar en tu intuición para elegir las mejores opciones nutricionales para ti.
– Aumentar tu nivel de energía, bienestar, equilibrio y felicidad.
– Llenar tu vida de ac vidades inspiradoras y de recursos que te mantendrán en el
camino.
– Encontrar el equilibrio entre el es lo de vida que quieres para y las elecciones
nutricionales de tu día a día.
– Conseguir una relación saludable con la comida para el resto de tu vida.
La idea de cambiar es muy atrac va, aunque no siempre es sencillo. Si de verdad quieres
cambiar, de ti depende que sea más fácil o más difícil.
Si estás muy atrapado en lo que otros piensen o digan sobre , será más complejo. Bajo la
forma de comer en exceso se encuentra la búsqueda de otra realidad menos dolorosa, si no te
gusta tu vida o algún aspecto de ella.
Cuando tu espíritu te está hablando, no le calles la boca llenándola con comida. En vez de eso,
escúchale. La comida siempre estará ahí, pero comerás lo que tu cuerpo de verdad necesite y
nunca más te hará falta usar la comida para escapar de tu realidad.
Cómo se alimenta un flexivegetariano, un vegetariano y un
crudivegano
Vegetarianizar nuestra dieta aporta beneficios casi inmediatos; tanto si se da el paso de
prescindir totalmente de la carne y de sus derivados, o si se opta por hacer reducciones
escalonadas, hasta el nivel en el que uno se sienta cómodo. Se dice que si solamente
dejáramos de consumir grasas saturadas (carnes, huevos y lácteos) un día a la semana,
reduciríamos su aporte en un 14% anual.
Hoy en día sabemos que si nuestra dieta se compone de proteínas de origen vegetal, podemos
reducir ácido úrico y colesterol, así como evitar la inges ón de los residuos nocivos que
con enen las carnes producidas industrialmente, como an bió cos y hormonas. Y que además
todas las proteínas que ingerimos, sean de origen animal o vegetal, se desdoblan en
aminoácidos igualmente eficaces, provengan de donde provengan. Sin embargo, si uno elimina
de su dieta los embu dos y la carne roja, y se infla a bollería industrial, hecha picamente con
grasas vegetales hidrogenadas, o a patatas fritas en aceites refinados y reu lizados, no habrá
avanzado mucho.
La dieta vegetariana debe contener un aporte adecuado de proteínas, hidratos de carbono,
grasas, fibra, vitaminas, minerales, oligoelementos y enzimas. Por eso es conveniente
informarse bien antes de dar el paso hacia el vegetarianismo. Siempre que sea posible, comer
alimentos biológicos, que provienen de semillas no manipuladas gené camente y que además
han sido producidos sin pes cidas ni fer lizantes ar ficiales, nos asegurará la calidad de los
productos que consumamos. Actualmente, debido a la creciente demanda, se puede observar
una equiparación de los precios de estos alimentos con respecto a los alimentos que no son
biológicos.
Recuerdo el primer día que me senté al volante de un coche, para aprender: Casi estrello a mi
padre y a mis dos hermanos que iban detrás; eso después de que conseguí arrancar a la sexta
vez que lo intenté.
Hoy en día, puedo conducir sin peligro, relajada, e ir hablando por el teléfono manos libres a la
vez. ¿A que tu también?
Podemos establecer una similitud con los primeros días de la vida vegetariana de una persona.
A conducir se aprende conduciendo. No vale con aprobar el psicotécnico. Una vez que uno se
sabe la teoría, debe llevarla a la prác ca. Y eso es lo que de verdad te va a enseñar, tu prác ca
diaria, como todo en la vida.
Si yafuiste vegetariano antes, y lo dejaste porque no te sen as seguro, porque te aburriste de
comer siempre lo mismo, o porque te quedaste embarazada y te entró miedo de no estar
alimentándote bien, por ejemplo, ¡enhorabuena!, ya tienes mucho camino recorrido.
Si es tu primera vez, ¡bien también!, después de leer este libro, empezarás con una buena
base. Pero recuerda, leer este libro y no llevarlo a la prác ca, no te dará ni de lejos, el mismo
resultado que pasar a la acción hoy mismo. Los errores son nuestros maestros.
Desde pequeños, nuestros mayores emplean la comida para recompensarnos por nuestros
méritos y para pacificarnos cuando estamos nerviosos o enfadados. Así, aprendemos a usar la
comida, especialmente los dulces como el chocolate, las galletas, la bollería, los pastelitos y las
tartas, para sen rnos mejor o anestesiar nuestro dolor. De mayores no es de extrañar que la
comida sea en muchos casos el centro de nuestra atención y siendo las emociones nuestro
sistema de navegación, podemos elegir enfocarnos en otro po de ac vidades, de forma que
logremos el equilibrio en nuestra manera de relacionarnos con la comida. Este no es otro que
la moderación, que nos empuja a un estado de serenidad.
Si la idea de la moderación te produce malestar o te desagrada, es muy probable que tengas
una cierta atadura a la comida. Siendo las emociones nuestra guía en la vida, es
extremadamente ú l observarlas y seguir nuestra intuición. Si antes de comer nos sen mos
ansiosos, durante frenéticos y después culpables… ¡Vaya! ¿Dónde está lo bueno?
Desde que nacemos estamos con nuamente recibiendo es mulos potencialmente adic vos, a
través de la comida, las compras, el ocio, la vida social… Si antes de comer conseguimos
conectarnos unos minutos con nosotros mismos y entrar en un estado de serenidad,
comeremos la can dad de comida apropiada. La industria normalmente añade productos
es mulantes adic vos a los alimentos, como sal, azúcar, almidones y cafeína, para mantener a
las personas volviendo a por más. Para serenarnos simplemente se trata de sentarnos un par
de minutos en un lugar tranquilo, respirar y prestar atención a lo que oímos, olemos, a la
temperatura que hace, a la vez que prestamos atención a cómo es nuestra respiración. Así de
sencillo. Si antes de comer te sientes tranquilo y en paz, cuando comas lo harás de manera
diferente, masticarás mejor y te saciarás antes.
Los humanos conectamos comida y estado de ánimo de manera habitual en nuestro día a día:
Comemos para celebrar, si nos sen mos mal, para recompensarnos algún logro conseguido,
por cumplir con el ofrecimiento que alguien nos hace… no parece que comamos para saciar el
ape to sico. Además, el estado de ánimo que tenemos cuando comemos afecta
completamente a la manera que tenemos de digerir y asimilar la comida.
Te invito a hacer una aproximación de forma honesta a la situación actual. Para después
encontrar nuevos hábitos nutri vos especialmente diseñados para . Hay muchas formas de
remodelar nuestra relación con la comida. Para mí, una alimentación básicamente vegetariana
representa la forma óp ma para la salud sica y emocional de los seres humanos. De todos es
conocido que incluir más can dad de verdura y fruta en la dieta resulta más saludable. No sólo
por los ingredientes introducidos en sí mismos, sino porque se man enen fuera muchos otros
que dejan de comerse o, al menos, se consumen en menor can dad, siendo desplazados por
los primeros, los saludables.
Cuando muchas personas comienzan a comer flexivegetariano, vegetariano o crudivegano,
enden a comer comida densa o realizar grandes mezclas. Normalmente esto responde a la
preocupación por una posible carencia nutricional. Según pasa el empo esto se ha de
normalizar. Se comienza a comer más ligero y menos can dad. Emocionalmente, significa que
va dejando de ser necesario compensarnos con comida pesada o alternar entre comer
vegetariano y comer omnívoro, o entre comer crudivegano o vegano cocinado.
¿Crees que eres capaz de conseguir lo que quieres?
Antes de comenzar el proceso de coaching vamos a generar la confianza de que somos capaces
de conseguir el objetivo nutricional que nos propongamos.
Y para ello, comenzaré contándote una historia…
Hace menos de un mes, charlaba con alguien que ene un periódico local en una ciudad
española. Me contaba que le encantaría hacer radio a lo que yo asen a. Le dije que me
gustaría mucho presentar un programa de cocina y nutrición en la radio. Él me dijo que me
diera por sa sfecha por haber hecho un programa de cocina en la televisión, que «la cocina
era de tele, no de radio», por tanto mi idea era imposible. Seguimos charlando de otros
temas, pero en mi cabeza se formuló la pregunta: «Aunque no sé cómo se haría, ¿por qué
habría de ser imposible?». Después, sencillamente me olvidé del asunto.
En ese mismo instante, se fraguaba el proyecto gastroradio.com, algo que yo, y aquella
persona, desconocíamos. Gastroradio es la primera emisora gastronómica on line, en la que
comencé a presentar mi programa semanal «Coaching Nutricional» a los pocos días de
aquella conversación.
Un día recibí un email de una buena amiga. Ella me felicitaba por hacer un programa sobre
«Coaching Nutricional» en la radio. En su email me preguntaba «¿Cómo consigues que te
pasen estas cosas tan maravillosas?».
En mi cabeza, como en la tuya, existen una serie de pensamientos que damos por ciertos, las
llamadas creencias, que pueden ayudarte a conseguir todo lo que quieres en la vida. Una
creencia es un convencimiento permanente sobre el resultado de nuestras acciones. En mi
caso, yo tengo la creencia de que el Universo me concede todo lo que le pido si se lo pido como
a él le gusta. También tengo la creencia de que, si en mi trabajo desarrollo los valores que rigen
http://www.gastroradio.com
mi vida, que son la crea vidad y el servicio a los demás, entonces disfrutaré de lo que hago, mi
trabajo gustará a los demás y además obtendré reconocimiento por ello.
Estas son creencias potenciadoras. ¿Y tú? ¿Qué creencias potenciadoras tienes?
Las creencias potenciadoras son aquellas que nos ayudan a generar la confianza y la
tranquilidad suficientes como para tener la certeza de que todo lo que queremos en la vida se
nos va a conceder. Cuando el cerebro cree firmemente en algo, emite la vibración del logro, de
la consecución del obje vo. Por esta razón, comienzan a suceder sincronicidades y todo el
Universo se confabula para que tu propósito se cumpla.
Recibí una pe ción para realizar una entrevista en Gastroradio.com. Durante la entrevista,
surgió de manera espontánea la propuesta de hacer un programa en dicha radio. Más tarde
concretamos la idea por teléfono y la siguiente semana, comenzaba mi programa semanal
sobre «Coaching Nutricional».
En menos de un mes conseguía aquello que me habían dicho que era imposible. ¿Por qué?
Esto ocurrió por dos razones.
– La primera, por mi forma de pedírselo al Universo.
– La segunda, gracias a mi creencia potenciadora.
Te explicaré esto con detalle y ahora verás cómo lo conectamos con el coaching nutricional.
¿Cómo se lo pedí al Universo? Yo dije: «Me gustaría mucho presentar un programa de
cocina y nutrición en la radio», es decir, expresé un deseo con claridad. Después, en primer
lugar, no asumí la creencia limitante de aquella persona, que me dijo que la cocina no era
de radio y aunque no sabía cómo podría lograrlo, me pregunté «¿por qué habría de ser
imposible?». En segundo lugar, hice algo que al Universo le resulta imprescindible también:
Sencillamente, me olvidé del asunto.
Imagina que vas a un restaurante de gran lujo. El camarero llega y te da la carta. La abres y
ves que todas las páginas están en blanco.
—«¡Qué extraño!», exclamas, «¿es que no ofrecen nada?».
El camarero sonríe y dice: «La oferta es ilimitada, por eso dejamos nuestra carta en blanco,
para que cada comensal escriba en ella la comanda que desea».
http://www.Gastroradio.com
—«¡Oh, qué maravilla!, ¿de verdad que puedo pedir todo lo que se me antoje»,preguntas
tu.
—«Puedes pedir todo lo que desees. Te lo traeremos si lo que pides es de verdad el
autén co deseo de tu corazón, si enes confianza en que lo mereces y en que te lo vamos a
traer».
Entusiasmado, escribes en la carta lo que deseas, que puede ser «comer todo lo que quiera
y mantenerme en mi peso», o «digerir correctamente cualquier cosa que coma», o «comer
con moderación», o «lograr que mi cuerpo sea como yo quiero», o «comer verdura a
diario», o «comer la cantidad justa para sentirme bien»…
El camarero dijo que podías pedir aquello que quisieras, ¡todo es posible!
¿Qué le pedirías al camarero? Por favor, haz ahora tu petición.
Este es el primer ejercicio que te propongo. A lo largo de la lectura de esta obra encontrarás
muchos más. Es imprescindible que los hagas. El coaching es un proceso de transformación
activo que requiere tu implicación. Hazte con un caderno bonito y utilízalo para realizar los
ejercicios de coaching nutricional que te planteo.
Cuando ya hayas formulado tu petición, el camarero se llevará la comanda.
Ahora es importante que con es en el camarero. Sigue charlando con tu acompañante, disfruta
de tu copa de vino o del ambiente de ese precioso restaurante.
Imagina que te levantas y vas detrás del camarero, persiguiéndole por todas las mesas:
—«¡Camarero, camarero!, ¿oiga, tiene ya lo que le he pedido?
¿Qué mensaje estarías transmi endo al Universo? No parece que con es mucho en que te
traerán lo que has pedido ¿verdad?
¿Y si, mientras esperas, en lugar de disfrutar de dónde estás comienzas a repe rte
mentalmente… «no creo que me lo traigan, esto que he pedido en realidad no es para mi,
no voy a ser capaz de conseguirlo o, pero aún, no me lo merezco?»
Bien, pues eso es lo que hacemos cuando queremos comer mejor. Lo deseamos con todas
nuestras fuerzas, lo que emite una vibración de logro de objetivos ¡bien!. Sin embargo, después
pensamos que no, que va a ser imposible, que no lo vamos a lograr…
Imagina que pides «lograr que tu cuerpo sea como tú quieres», pero después piensas
«¿cómo voy a bajar esta barriga? Tendré que hacer dieta ¡y a mi las dietas me hacen estar
de muy mal humor! Justo ahora tengo mucho trabajo en la oficina y no puedo permi rme
estar débil, además mañana es mi cumpleaños y ¿¡cómo voy a no comerme la tarta de
chocolate de todos los años?!.»
¿Cómo crees que el Universo interpretará tu pedido?
Al día siguiente, en tu cumpleaños, te comes la tarta de chocolate y te dices, sin éndote un
año más viejo y con los mismos kilos de siempre… «¿ves?, ¡tú nunca conseguirás tener el
cuerpo que quieres!». Y así, se construye en la creencia limitante, que bloqueará que
logres tu objetivo.
¿Cómo hemos de pedir al Universo lo que queremos?
Por ejemplo, deseas con todas tus fuerzas «lograr que tu cuerpo sea como tú quieres» y
después piensas «aunque no sé cómo se haría, ¿por qué habría de ser imposible?».
Te acuerdas de que mañana es tu cumpleaños y piensas: «¡Qué buen día para cambiar mis
hábitos dietéticos!»
Después, recuerdas la tradicional tarta de chocolate y piensas: «En esta ocasión voy a
preparar un postre crudivegano».
Tu sabes que los postres crudiveganos son postres que no llevan azúcar, ni huevos, ni
lácteos, ni harinas, ni gluten… que están preparados en crudo y por lo tanto presentan
todos los nutrientes de los alimentos intactos, lo que hará que te sacies antes.
Y sigues pensando:
«Conozco a una coach nutricional, que se llama Ana Moreno, que ene publicados varios
libros con recetas crudiveganas, dulces y saladas. También ene colgados muchos videos en
youtube y ¡seguro que en alguno prepara una tarta de chocolate, voy a mirar!»
Llega tu cumpleaños, comes tu tarta de chocolate crudivegana que está exquisita.
Por la noche, ya en la cama, repasas mentalmente el día. ¡Lo has pasado genial! Te sientes
muy bien y ¡hasta notas que enes menos tripa! Has recibido muchos regalos de todo el
mundo. Entre ellos, un regalo muy, muy especial, el de la persona más importante de tu
vida. ¿Quién es esa persona? ¡Esa persona eres tú mismo! ¿Y cual fue tu regalo? Tu regalo
fue saber que tú puedes lograr que tu cuerpo sea ¡como tú quieras!
En este caso, ¿cómo crees que el Universo interpretará tu pedido?
El coaching no persigue una respuesta sino que te impulsa a una búsqueda que lleve a la
respuesta. Porque la solución está siempre dentro de . ¿De qué enes que desprenderte para
avanzar? ¿Cómo formulas tus peticiones al Universo?
Por qué algunas personas suben de peso cuando cambian a una
alimentación vegetariana
Algunas de las personas que cambian a una alimentación vegetariana, con sorpresa observan
que, si bien su alimentación parece que se ha vuelto más saludable, no obstante ellos han
aumentado de peso, lo que parece una contradicción.
Por la herencia de las famosas dietas de adelgazamiento de po hiper-proteico, se considera
que los hidratos de carbono son los responsables de este aumento de peso. Ciertamente en la
alimentación vegetariana, se consumen menos proteínas y más hidratos de carbono que en
una alimentación omnívora, sobre todo menos proteínas de origen animal. Pero esta no suele
ser la causa del aumento de peso.
Es bastante frecuente que cuando una persona se inicia en la dieta vegetariana, una dieta
vegetariana clásica con huevos y lácteos, aumente sin darse cuenta su consumo de grasas.
Aunque también habría que descartar un cambio de po hormonal o en el es lo de vida
(disminución de la ac vidad sica), vengo observando que las personas que se inician en la
dieta vegetariana ingieren más can dades de alimentos de las que necesitan. Con ellas, una
mayor can dad de grasas, que provienen fundamentalmente de los lácteos. También puede
suceder la sensación de hinchazón abdominal por el cambio intes nal que supone un aumento
en la ingesta de fibra, pero esto desaparece con el tiempo, cuando el organismo se habitúa.
Los nuevos vegetarianos que suben de peso, a menudo incorporan alimentos muy interesantes
en su dieta, pero el problema es que los mezclan y los ponen todos a la vez y en todas las
comidas, sobrecargando la alimentación. Por los mitos que existen relacionados con la
alimentación vegetariana, aún hoy en el siglo XXI, muchos nuevos vegetarianos enen miedo
de no ingerir todos los nutrientes que necesitan. En muchos casos se ene miedo a no ingerir
las proteínas necesarias, y se recurre al queso de forma habitual, con idea de suplir esta
carencia, que por otro lado, es inexistente.
Me resulta simpá co que un vegetariano tenga que preocuparse por alimentarse bien y un
omnívoro no. Con núan exis endo muchas ficciones sobre la alimentación vegetariana. Parece
que hay que ser un experto en nutrición para poder alimentarse de vegetales y hacer
«malabarismos» para que nuestra salud no se resienta.
Pero no es verdad. Se puede ser vegetariano y sen rse relajado respecto a la alimentación. Y
esto se consigue estando bien informado y prac cando, igual que cuando se aprende a
conducir. Hay que saberse la teoría y luego llevarlo a la práctica personal de cada uno.
Para las personas que enfocamos la nutrición desde un punto de vista natural, los alimentos
verdaderamente valiosos no son los que con enen muchos nutrientes, sino los que se digieren
con facilidad, menos densos y más ricos en agua. Porque inges ón no significa absorción y la
absorción depende de una correcta digestión y metabolización de lo ingerido.
¿Cuál es el truco? Comer variado, pero no es necesario hacerlo en la misma comida, sino por
ejemplo, a lo largo de la semana; de hecho, las mezclas excesivas en la misma comida son las
que comprometen principalmente la digestión y el metabolismo.
Los alimentos vegetarianos puros, frescos y naturales, como las verduras de hoja verde o las
hortalizas, no sobrecargan nuestro sistema digestivo, y no nos desgastan.
Por otra parte, quiero mencionar que todos los nutrientes que se necesitan están en el reino
vegetal. El único nutriente que sólo se encuentra en productos animales es la B12. Si
ocasionalmente se toman huevosy/o lácteos o miel, ahí la tenemos. Un vegano estricto, que
nunca tome subproductos animales, puede tomar de vez en cuando un complejo de vitaminas
del grupo B (no sólo la B12 aislada, para favorecer su asimilación).
De lo que se trata es de seguir una alimentación variada, de este modo, nos beneficiaremos de
lo que aportan todos los alimentos vegetarianos. No es necesario aumentar las can dades, ni
tomar suplementos regularmente si se está sano, ni combinar aminoácidos en la misma
comida,… todo eso son mitos que se han ido superando a medida que el número de
vegetarianos ha ido en aumento y se conoce más sobre ello.
Es interesante conocer que ingredientes como el café, el té, el alcohol y el tabaco, actúan como
inhibidores de la absorción de otras sustancias que necesitamos para funcionar correctamente.
O que, por ejemplo, el hierro que procede de fuentes vegetales, se absorbe mejor en presencia
de vitamina C.
Los alimentos vegetales que con enen más calcio son el sésamo (se asimila especialmente bien
triturado, en forma de pasta de sésamo o tahini) y las algas. Además no llevan grasa saturada
ni proteína animal como la leche. La proteína animal o la leche, son sustancias acidificantes de
la sangre. Para alcalinizar la sangre acidificada, el cuerpo usaría sus reservas de calcio,
procedente de los dientes y los huesos, por eso beber leche de animales para evitar carencias
de calcio (osteoporosis), produce el efecto contrario. Aunque la leche es rica en calcio, también
es rica en proteína animal y ésta es la causa de que su ingesta exagerada produzca
descalcificación.
Una vegetariana embarazada o alguien vegetariano que esté pasando por una etapa de estrés
sico o mental, debe descansar más y comer alimentos lo más variados y frescos que pueda;
recurrir a la carne o tomar lácteos en exceso, al margen de sus connotaciones é cas, no es
necesario, es contraproducente.
El vegetariano que se refleje en esto y quiera bajar de peso, bastará con que haga pocas
mezclas de alimentos densos en sus comidas, con que minimice o elimine su consumo de
lácteos, y que aumente la can dad de verduras y hortalizas frescas; al fin y al cabo, lo que ha
elegido comer un vegetariano son, precisamente, vegetales.
Por qué comemos con ansiedad y cómo solucionarlo
A menudo, visitan mi consulta mujeres de mediana edad, muy preocupadas, relatando que
comen de forma compulsiva, a todas horas, alimentos que saben que no son buenos para ellas.
Se levantan a comer por la noche, picotean entre horas, por la calle, en el coche, en el autobús,
comen incluso 15 minutos después de haber terminado una comida principal. Estas personas
nunca están saciadas, siguen buscando más y más comida, hasta que acaban agotadas, con el
estómago hinchado y un sen miento de culpa y tristeza que las inmoviliza. Después, la ropa no
les cabe, duermen mal, las diges ones son pesadas y el humor muy nega vo. Esto no es
exclusivo de las mujeres, también les ocurre a muchos hombres.
Y ocurre por dos pos de razones bien diferenciadas: las psicológicas y las nutricionales. En el
próximo apartado explicaremos las nutricionales; las psicológicas, en el próximo.
Razones nutricionales
Existen dos grupos de nutrientes. Los macronutrientes son los que suministran la mayor parte
de la energía metabólica del organismo. Son las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono.
Los demás nutrientes, como las vitaminas y los minerales, son los micronutrientes. Éstos son
igual de necesarios que los macronutrientes, aunque en can dades menores. Por eso, mientras
una persona no obtenga los micronutrientes que necesita a través de la alimentación diaria,
seguirá ávida de comida, pues su organismo demandará más alimento para conseguirlos.
Actualmente, la alimentación suele ser bastante pobre en micronutrientes, pues para quien
más y quien menos, los alimentos que habitualmente estan presentes en la mesa son
alimentos desnaturalizados y desvitalizados, alimentos que han perdido sus propiedades y que
han sido tratados químicamente. Se nos presentan carentes de vitaminas y minerales
orgánicos.
Hay determinados alimentos que causan adicción, todos lo sabemos, como el café o el
chocolate. Pero más allá de estos alimentos adic vos ya conocidos, hay otros, que están
presentes en nuestro consumo diario y que son muy adic vos. Estos alimentos son el trigo, el
azúcar y los lácteos, además de los fritos y los salados; alimentos que además de ser adic vos
son nocivos para la salud.
¿Qué ocurre entonces? Cuando el organismo, ávido por saciar su sed de micronutrientes, sigue
demandando comida, los alimentos a los que recurre principalmente son aquellos a los que se
es adicto: café, cacao, trigo, azúcar, fritos y lácteos. Así, no es infrecuente que cuando una
persona coma compulsivamente elija pan de molde, pasta italiana, galletas, bollería, quesos,
helados, bombones, patatas fritas o frutos secos tostados o fritos… en lugar de comer
zanahorias, manzanas o brócoli, porque ni la zanahoria, ni las manzanas, ni el brócoli generan
adicción.
El cuerpo humano es muy sabio y cuando una persona sigue hábitos saludables, es habitual
que un día se levante por la mañana y piense: «me apetecen espinacas». Es el ins nto, que te
avisa de lo que necesitas (en este ejemplo posiblemente hierro o calcio); pero cuando una
persona no sigue hábitos saludables porque es adicta a alimentos nocivos, es caracterís co que
se levante por la mañana y antes de entrar en la ducha, vaya a la cocina a por dulces o pan
blanco. Es como el fumador o el alcohólico, que necesita su dosis.
¿Cuál es la solución? La misma que la del fumador o la del alcohólico.
Si el problema es grave, habrá que tomar una solución drás ca. Es lo mismo erradicar el hábito
de fumar para una persona que se fuma 5 cigarrillos al día, que para una que se fuma dos
paquetes. En ambos casos, la solución será eliminar completamente el tabaco. En el caso de la
comida, si eres una persona que de vez en cuando se excede algo con algunos alimentos, pero
no supone un problema para , te puede funcionar eliminar estos alimentos adic vos durante
las épocas en las que sientas ansiedad. Pero si en tu caso la compulsión por comer está
afectando de manera significa va a tu calidad de vida, deberás hacer caso del refrán que reza:
«A grandes males, grandes remedios» y eliminar estos alimentos completamente de tu dieta.
Esto puede sonar horroroso, sobre todo porque sen mos adicción por ellos. No es lo mismo
eliminar las zanahorias de la dieta, que no suele costar ningún esfuerzo, que eliminar el pan o
el azúcar.
¿Cómo se hace? Pues la fórmula mágica para eliminar un hábito perjudicial es sus tuirlo por
otro hábito, pero beneficioso.
Si tú quieres, puedes aprender a hacer:
– Dulces sin azúcar, lácteos o trigo.
– Pasta italiana y pan sin trigo, ni espelta, ni ningún otro cereal.
– Leche, queso, yogur y helados sin lácteos.
¿Quieres saber cómo?
¿Te gustaría saber preparar alimentos que poseen un alto valor nutricional y que saciarán la
sed de nutrientes de tu organismo, mejorando tu salud y tu bienestar vital?
Conociendo cómo preparar (de forma sencilla, rápida y económica) estos sus tutos, sólo enes
que an ciparte a los momentos de ansiedad y tener ya preparados tus sucedáneos saludables,
para echar mano de ellos y no de los alimentos nocivos y adictivos que te perjudican.
A muchas personas se nos ha educado de una forma determinada con relación a la comida. A
muchos se nos ha enseñado que no hay que dejar nada en el plato, en lugar de enseñarnos a
servirnos raciones pequeñas; también se nos ha enseñado a premiarnos con comida: cuando es
tu cumpleaños te regalan bombones; el chico que te quiere conquistar te invita a cenar; si te
portas bien, te preparan en casa tu plato preferido…
Si sientes que este es tu caso, para es especialmente importante sus tuir los alimentos
nocivos por los saludables, pero sin que pierdan su atractivo.
– ¿Cómo preparar dulces sin azúcar, lácteos o trigo?
– ¿Cómo preparar pasta italiana o pan sin trigo, ni espelta,ni ningún otro cereal?
– ¿Cómo preparar leche, queso, yogur y helados sin lácteos?
Si te apetece averiguarlo, puedes indagar en la lectura de mis libros: «Crudo en la nevera»,
«101 recetas crudiveganas para solucionarte la vida» y «Quesos crudiveganos y otros lácteos».
Tienes más información al final de esta obra, en el anexo correspondiente a «Los libros de Ana
Moreno».
A con nuación, te dejo 10 recomendaciones desde el punto de vista nutricional para mejorar
nuestra alimentación en este sentido:
1. Come lo que tu bisabuela pueda reconocer, es decir, alimentos en su estado más puro.
2. Evita productos que contengan más de 5 ingredientes, que sean impronunciables o
desconocidos.
3. Que la norma sea cocinar lo que comes, en lugar de abrir latas, paquetes o botes.
4. Compra mejor en el mercado que el supermercado. Mejor aun mercados ecológicos.
5. Basa la dieta en alimentos vegetales, especialmente verduras de hoja (así disminuirá la
cantidad de carne)
6. Adopta una dieta más tradicional y menos occidental.
7. Paga más y come menos, lo que significa que consumas productos de calidad.
8. Como mínimo, haz 2 comidas al día sentado a la mesa (el escritorio no es una mesa).
9. Come acompañado (y no precisamente de la TV).
10. Mastica cada bocado un mínimo de 25 veces.
Y si quieres aprender mejor a comer sano, apúntate a mis cursos Escuela de Cocina Vegetariana
con Coaching. Tienes más información en mi web www.coachnutricional.com y al final de esta
obra, en el anexo correspondiente a «Escuela de Cocina Vegetariana con Coaching». El coaching
no persigue una respuesta sino que te impulsa a una búsqueda que lleve a la respuesta.
Porque la solución está siempre dentro de . ¿De qué enes que desprenderte para avanzar?
¿Cómo satisfarías tú tus necesidades nutricionales?
Razones psicológicas
El comer emocional suele ser la consecuencia de la insa sfacción en mayor o menor grado con
uno mismo o con la propia vida. Algún aspecto de tu vida no funciona como tú quieres o hay
algo de que no te gusta. Es necesario hacerse un examen. A mí me sirve ponerme delante de
una hoja de papel en blanco, en mi precioso cuaderno de desarrollo personal y escribir arriba
en mayúsculas:
¿Por qué me siento así?
¿Qué me preocupa, por qué no estoy en equilibrio?
A menudo uno se siente insa sfecho y no sabe por qué. Es necesario parar y tomarse un
momento para la introspección, para estar a solas con uno mismo y encontrar las respuestas,
que brotan desde tu interior. Quizá te ayude escribir u lizando tu mano no dominante, aquella
que te conectará con tu parte más emocional.
Una de las causas de la alimentación emocional es relegar el uso de nuestros ins ntos o de
nuestra intuición a un segundo plano, aceptando los pensamientos que se nos ha enseñado a
tener. Cuando una y otra vez la voz del espíritu humano no es tenida en cuenta, ésta acaba
hablándonos de otra manera, como por ejemplo comer en exceso. Como desde pequeños
hemos recibido instrucciones de no decir lo que realmente pensamos o sen mos, el espíritu
acaba comunicándose con nosotros a través de nuestro cuerpo. Suprimir y acallar nuestras
emociones es involucionar y alejarse de la Verdad. Cuando no se escuchan las propias
http://www.coachnutricional.com
emociones, aparece hambre de uno mismo que se manifiesta en un ape to insaciable de
afecto, atención, dinero, comida, drogas, evasión, compras… porque nos hemos vuelto
extraños a nuestro propio ser… Aparece una ansiedad extrema que se vacía a través de la
rabia, el enfado, etc. Por eso hay personas que acaban padeciendo adicciones, enfermedades o
que incluso se suicidan.
Sen r ansiedad por comer puede ser enfocado de forma no dramá ca, es una piedra más en el
camino, nada anormal. El deseo poderoso por determinadas cosas en la vida, alimentos
incluidos, va y viene y uno es quien decide qué hacer con él. Nuestras necesidades compulsivas
no se eliminan por cambiar la dieta a flexivegetariana, vegetariana o crudivegana, pues son un
síntoma de una necesidad emocional no cubierta y no una causa en sí mismas.
Puede ocurrir que precisamente una de las razones psicológicas sea el descontento con la
propia imagen que se ene de uno mismo, sobre todo después de haber comido en exceso o
de alimentos de los que uno no querría haber comido. El arrepen miento sin creerse capaz de
mejorar. El sen rse atrapado, no ver salida, pensar que ya todo está perdido o caer en la auto-
indulgencia y el vic mismo. Además puede ser que se sumen otros problemas relacionados con
el exterior, como puede ser el no sen rse querido o valorado; trabajar en algo que a uno no le
gusta; sen rse cansado, débil o insano; tener malas relaciones con la familia, los vecinos, los
compañeros de trabajo, la pareja, los amigos…
Déjame que te cuente un cuento…
Hace mucho, mucho empo, los habitantes del país de SigolaCorriente no sabían dis nguir lo
que sen an con respecto a las cosas que hacían. Eran capaces de pegar a su hermano
pensando que aquello era correcto o de estar arrepen dísimos por haber estado ayudando a
sus vecinos. Las hadas se pasaban todo el día explicándoles qué era adecuado y qué no lo era.
¡Resultaba un trabajo tremendamente cansado y aburrido!.
Pero un hada muy crea va pensó en conver rse en almohada y, cada noche, cuando los
habitantes del país de SigolaCorriente se iban a dormir, les preguntaba:
—Cuéntame ¿qué has hecho hoy?
Cuando le contaban que habían sido domes cados, que no tenían ideas propias, que se sen an
atraídos por el ar ficio del lujo, del poder y del estatus, que no pensaban las cosas que hacían
y que tapaban lo que sen an comiendo… el hada almohada, comenzaba a hacer ruiditos
molestos y le salían bultos redondos e incómodos, de forma que a duras penas les dejaba
dormir. Pero si le contaban algo relacionado con valores como la lealtad, el liderazgo, la
intuición, la crea vidad…, el hada almohada ronroneaba, les daba las buenas noches y
terminaba tocando una dulce y suave música hasta el día siguiente.
En muy poco tiempo, los habitantes del país de SigolaCorriente aprendieron cómo hacer que su
almohada tocara música todos los días, y resolvieron cambiar el nombre de su país.
SigolaCorriente ya nunca más existió, había nacido el país de Creoenmi.
* * *
Una vez identificada la causa psicológica, sugiero seguir un proceso de coaching como el de esta
obra, que nos orientará y nos ayudará a ver que el mundo cambia cuando cambiamos nosotros
y que todos los problemas en esta vida, por muy graves que sean, enen solución. En lugar de
usar nuestra boca para acallar nuestras emociones, llenándola de comida para sedarnos,
puedes hacer un viaje interior para redescubrir tu voz. El coaching te muestra tu verdadera voz
interior y no una versión editada de mismo, que no aporta nada de valor. Por eso, la
hones dad es esencial de cara a la expresión y la evolución de la vida. Así es como se
expresarían los niños sin la interferencia de los adultos. Sin embargo son raros los que hablan
con hones dad sin importarles ser aceptados por la sociedad. Aunque cuando el espíritu ha
sido acallado durante demasiado empo, emerge la violencia contra uno mismo y el asalto se
perpetra con comida o abusando de otras sustancias, a través del vic mismo, intentando
controlar a los demás o a uno mismo…
El espíritu habla a través del dolor emocional. ¿Qué es lo que te dice? Te dice que revises con
hones dad qué aceptas de verdad para de todo lo que haces con el piloto automá co, sin
consciencia. Quizá te pide que hagas algunos cambios en la estructura de tu vida para dejar de
hacerte daño a mismo y a quienes amas. Es empo de dejar de ignorar la voz de tu espíritu
porque acallarlo tiene un precio muy elevado.
Si sólo quieres estar super bien todo el rato, tómate una pas lla de la felicidad. A través de lo
fácil no llegarás a tu verdadero ser. Hasta que no conozcas de dónde emana la verdadera
belleza, no te darás cuenta de que la búsqueda de la belleza superficial, en la que tanta energía
y empo se invierte, es comprar una bara ja de imitaciónde la belleza autén ca. ¿Cuánto
tiempo más puedes soportar así?
La mejor droga es el coraje y el mejor proyecto que puedes desarrollar es salvar tu espíritu. Sea
lo que sea lo que quieras hacer en esta vida, necesitas antes salvarte a mismo para así poder
iluminar las vidas de todos aquellos con los que entres en contacto.
Pregúntate, ¿qué es lo que de verdad desea mi ser más profundo? ¿Cómo cambiaría mi vida si
se lo doy? Si es tu verdadero deseo no te queda otra que perseguirlo, porque si lo ignoras y te
sigues llenando de lo que no deseas, te sen rás vacío y sin voz. Cuando te encuentres
siguiendo el patrón de comer en exceso toma consciencia de que es el síntoma de una guerra
interior con go mismo. Cuanto más nos aceptemos a nosotros mismos, más podremos
amarnos y amar a los demás. Recorreremos el camino desde la propia guerra, hacia el amor
propio. Aprender a amarse a uno mismo es conver rse en un ser humano completo que
comprende sus comportamientos y las emociones que hay detrás de ellos, en lugar de
ignorarlos. Ya es hora de escucharse.
Y ahora… ¿me permites que te cuente un cuento?
Había una vez un príncipe que quería casarse con una princesa, pero con una verdadera
princesa de sangre real. Viajó por todo el mundo buscando una, pero era muy di cil
encontrarla, mucho más di cil de lo que había supuesto. Las princesas abundaban, si, las había
rubias, pelirrojas, altas y más bajitas, pero no era sencillo averiguar si eran de sangre real.
Cada vez acababa descubriendo en ellas algo que le demostraba que en realidad no lo eran y
el príncipe volvía siempre a su país muy triste por no haber encontrado una verdadera
princesa real.
Pero una noche, estando en su cas llo, se desencadenó una terrible tormenta: llovía
muchísimo, los relámpagos iluminaban el cielo y los truenos sonaban muy fuerte. De pronto,
se oyó que alguien llamaba a la puerta:
—¡Toc, toc! ¡Abran por favor! ¡Estoy empapada!
—¿Quién es?, preguntó el rey.
—Soy la princesa del Reino de las Emociones, me he perdido en la oscuridad y no sé regresar a
mi palacio.
Le abrieron la puerta y se encontraron con una hermosa joven:
—Pero ¡Dios mío! ¡Qué aspecto tienes! ¡Vas a coger una pulmonía!
La lluvia chorreaba por sus ropas y cabellos. El agua salía de sus zapatos como si de una fuente
se tratase. Tenía frío y ritaba. En el cas llo le dieron ropa seca y la invitaron a cenar una
exquisita crema de verduras. Poco a poco entró en calor al lado de la chimenea. La joven era
realmente hermosa, pero ¿sería una princesa de verdad?
La reina, deseosa de casar a su hijo, pensó: «Ya sé lo que haré, colocaré un guisante debajo de
los muchos edredones y colchones que hay en la cama para ver si lo nota. Si no se da cuenta
no será una verdadera princesa. Así podremos demostrar su sensibilidad».
Y así lo hizo.
A la mañana siguiente, el príncipe preguntó a la joven:
—¿Qué tal has dormido, joven princesa?
—¡Oh! Terriblemente mal —contestó ella—. No he dormido en toda la noche. No
comprendo qué tenía la cama; Dios sabe lo que sería. Tengo el cuerpo lleno de cardenales.
¡Ha sido horrible!
—Entonces, ¡eres una verdadera princesa! Porque a pesar de los muchos colchones y
edredones, has sen do la moles a del guisante. ¡Sólo una verdadera princesa podría ser tan
sensible!
El príncipe se casó con ella porque estaba seguro de que era una verdadera princesa. Después
de tanto tiempo, al final encontró lo que quería.
* * *
¿Y tú, eres sensible a los cardenales de la vida? ¿Sabes si tratas de aliviarlos comiendo cuando
no tienes hambre?
El coaching no persigue una respuesta sino que te impulsa a una búsqueda que lleve a la
respuesta. Porque la solución está siempre dentro de . ¿De qué enes que desprenderte para
avanzar? ¿Por qué comes de más? ¿Qué vacío tratas de llenar? Rodéate de personas que te
apoyen en tu nuevo camino y no de aquellos que te devuelvan a tus patrones anteriores. Si
crees que la causa puede estar en el trabajo que haces, te sugiero la lectura de mi libro «Cómo
dedicarte a lo que te gusta y que te paguen por ello». Tienes más información al final de esta
obra, en el anexo correspondiente a «Los libros de Ana Moreno».
Por qué las dietas no funcionan y que podemos hacer en lugar de
hacer dieta
A menudo, visitan mi consulta personas que han seguido infinidad de dietas para adelgazar.
Muchas han sido dietas estándar, de revistas o del médico endrocrino, otras han sido dietas
personalizadas y a medida. En el medio plazo, da igual que sean de uno u otro po, las dietas
en general, no les dan el resultado deseado.
Esto ocurre porque las dietas no funcionan. La palabra dieta, significa «abstención total o
parcial de alimento», es decir, que la dieta se relaciona con la privación, la negación y la
escasez. ¿Se puede vivir así mucho tiempo?
Hay una ley natural que siempre se cumple que dice así: «A lo que te resistes, persiste». Si
adoptas esta nueva forma de alimentarte bajo la sensación de restricción o privación, sen rás
una rebeldía interior que te impulsará a volver a comer lo que te has prohibido. Esta es la
razón por la que muchas dietas no funcionan. Sin embargo, cuando nos aproximamos hacia
nuestro obje vo con el ánimo de hacer elecciones maravillosas y posi vas para nuestro nuevo
es lo de vida, si sen mos que no nos estamos negando nada, ¿por qué habríamos de tener
deseos por algo? Lo que comemos es lo que hemos elegido comer. Se trata de estudiar cual es
la mo vación que subyace a nuestras elecciones dieté cas y saber cómo dirigir nuestros actos
hacia donde queremos ir.
Las dietas no funcionan porque se centran en aspectos aislados de la nutrición, como en la
combinación de alimentos, la restricción de los hidratos o en contar calorías (!!), lo que supone
una visión fragmentada de la alimentación. Tampoco se comprende el proceso depura vo que
ocurre cuando se disminuye la ingesta. Podemos tener un sobrepeso importante y sen r que
necesitamos comer para obtener energía… lo que no ene ningún sen do. Se trata de una
adicción sica a la comida, igual que ya comentamos en el capítulo anterior, la necesidad de
nutrirnos correctamente al haber estado comiendo alimentos pobres en cuanto a nutrientes.
Solemos hacer dieta con la idea de conseguir un peso determinado o mejorar unos valores en
analí ca, para luego dejarlas. Pero la comida es para vivir, no para perder peso. De este modo
estaríamos tratando un síntoma y no la causa de lo que nos pasa. No se trata de seguir una
dieta en la que haga falta fuerza de voluntad, se trata de mantener mo vación y disposición al
cambio de hábitos que nosotros mismos hemos diseñado para nosotros, porque queremos,
porque comprendemos que nos son beneficiosos y porque disfrutamos con ellos.
Ahora mismo quedas liberado de la obligación de hacer dieta, si es lo que sientes que
necesitas. Para ello vamos a hacer un acto de psicomagia. La psicomagia consiste en la
realización de actos curativos que afectan directamente al inconsciente.
Psicomagia para liberarnos de hacer dieta
Haz una lista de las 10 cosas en las que no quieres caer nunca más. Pueden ser relaciones,
comportamientos o hábitos.
Por ejemplo, no quiero caer nunca más en:
– Decir que sí cuando quiero decir que no.
– Comer cuando no tengo hambre de comida.
– Beber café negro con azúcar según me levanto.
Después, ve a tu armario y selecciona 10 prendas de ves r que no uses y de las que te vendría
bien deshacerte. Tira una prenda al suelo con todas tus fuerzas para cada uno de los 10 ítems
de la lista, mientras lo repites en voz alta:
«¡No quiero caer nunca más en decir que si cuando quiero decir que no!» ¡Y ras la prenda con
fuerza al suelo!
Después recogerás la pila de ropa y la meterás en el cubo de la basura o —si te es posible—
puedes quemarla, imaginando con fuerza que con cada prenda que ras o quemas, te
desprendes de cada uno de los patrones de comportamiento en los que no quieres caer nunca
más, porque ya no te sirven. Ahora estás más próximo a amarte a mismo. Esta ceremonia te
preparará para los rápidos avances que seguirásincorporando a tu vida.
Después ve a la lista, cambia cada frase a posi vo y enúnciala en presente. Por ejemplo,
imagina la lista anterior, de esta manera quedaría así:
A partir de ahora:
– Digo que sí sólo cuando quiero decir que sí.
– Como cuando tengo hambre de comida.
– Tomaré zumo de verduras y frutas para desayunar.
Hazte tarje tas con estos slogans y colócalos en lugares visibles para tenerlos presentes. Para
incorporar cambios prácticos en tu vida, necesitas frases positivas y en presente.
¿Qué es lo que de verdad te hace feliz y llena tu vida de amor, luz y crea vidad? ¿Cuánta
energía le dedicas a todo esto?
* * *
Determina tu objetivo nutricional
Cuando envías amor y pensamientos sanadores a tu alrededor, tu vida emocional cambia
completamente. Para ello nos podemos ayudar de la lectura de libros inspiradores y de la
meditación o la oración. Por eso bendecir la comida o agradecer por ella a quien la ha
preparado, al Universo, a la Tierra, a Dios, a los alimentos, etc, hace que la energía del alimento
se modifique y que nuestra diges ón sea más liviana y beneficiosa. Hay varias frases que se
pueden recitar como una muy graciosa que decían mis sobrinos pequeños: «¡Que Dios bendiga
lo que va a entrar en nuestra barriga!». También puedes recitar interiormente invocaciones
como:
«Mi intención es que mi cuerpo aproveche óp mamente estos alimentos que voy a comer,
que me nutran, me equilibren y me hagan estar sano. Doy gracias por ellos y los recibo con
amor y felicidad».
Este po de frases, pensadas o recitadas con consciencia y sin endo lo que se dice, ayudan a
centrarse y conectarse con el Todo antes de comer. Frente a la consciencia de separación,
sabemos que todos estamos interconectados con Todo. No es extraño que pienses en alguien y
recibas un email suyo, una llamada o que incluso te lo encuentres por la calle. Nuestra energía
fluye en el Todo y las sincronicidades suceden.
La visión nutricional óptima de ti mismo
Para el siguiente ejercicio necesitas disponer de bastante empo para . Soy una fan absoluta
de los viajes en solitario durante un fin de semana o todo un puente. Concédete el regalo de
pasar de 2 a 4 días a solas con go mismo. Elige dónde y cuando quieres ir. ¿Te gusta el mar?
¿Norte o sur? ¿Prefieres un hotel rural en un pueblo de cuento cerca de la ciudad? ¿Un lugar
donde se sirva comida vegetariana? Te lo pregunto porque yo tengo uno. Se trata de «La
Fuente del Gato», un pequeño hotelito rural vegetariano a sólo 45 kms de Madrid, en el
pintoresco pueblo de Olmeda de las Fuentes, de sólo 200 habitantes… (Tienes más información
en www.lafuentedelgato.com). Aunque tengas hijos, trabajo y miles de fuegos que apagar, si tú
quieres, tú puedes. ¿Quieres concederte un par de días para solo, lejos de tu entorno
habitual? ¡Yo sé que si!
Es interesante salir de tu entorno habitual porque éste es un lugar en el que se man enen tus
patrones de comportamiento por inercia y comodidad. Cambiar algo implica adaptarse a lo
nuevo y adaptarse es incómodo, aunque sea para estar mejor. Si quieres cambiar tus patrones
de relación con la comida, te sen rás más mo vado al cambio si estás fuera de tu entorno
habitual. Por eso, te animo a salir de tu casa, para que te resulte más sencillo realizar estos
ejercicios y para que se oiga menos esa vocecilla maligna que te sabotea cuando quieres
cambiar. Este entorno habitual donde nos guarecemos del cambio y nos resulta cómodo se
conoce como la zona de confort o de comodidad; aunque muchos autores se refieren a ella
como la zona de dis-confort o de incomodidad, pues en realidad mientras estamos en ella
estamos sufriendo.
Haz ahora tus planes. ¿Qué fin de semana enes libre? Si no puedes esperar hasta ése fin de
semana, ¿qué tarde enes libre?, ¿qué mañana?, ¿en qué momento puedes estar dos o tres
horas a solas sin nada ni nadie que te moleste (teléfono móvil desconectado)?
Por favor, elige el momento y reserva la fecha en tu agenda. Puedes irte a una cafetería bonita
y tranquila que signifique para un oasis en medio de la ciudad o un banco en el parque o
cualquier lugar que te inspire y sea para ti especial. ¡Será un lugar que recordarás siempre!
Si aún no has comenzado el cambio de hábitos y tu obje vo es ser flexivegetariano,
vegetariano o crudivegano, empieza ya a aumentar la can dad de verdura en tu día a día en un
50%. Nota que este 50% ha de ser en peso, no en volumen, pues la verdura, pesa menos que la
carne, el pescado, los huevos o los lácteos, que son alimentos más densos y concentrados.
Tanto si tu interés es comer flexivegetariano como vegetariano, pueden serte de ayuda mis
libros «Quiero ser vegetariano y no sé cómo», «Manual de supervivencia para vegetarianos
novatos» o «101 recetas vegetarianas para solucionarte la vida». Si tu deseo es comer vegano,
te puede ayudar «Manual de supervivencia para veganos novatos». Y si tu obje vo es comer
crudivegano, pueden resultarte de u lidad «Crudo en la nevera: Manual del crudivegano» y
«101 recetas crudiveganas para solucionarte la vida», además de seguir en internet el programa
de desintoxicación y pérdida de peso en 14 días «Programa 14», a través de una guía de
comidas y un video diario on line. Más información al final de esta obra, en el apartado
correspondiente a «Los libros de Ana Moreno».
http://www.lafuentedelgato.com
Si adoptas esta nueva forma de alimentarte bajo la sensación de restricción o privación,
sen rás una rebeldía interior que te impulsará a volver a comer lo que te has prohibido. Esta
es la razón por la que muchos cambios alimen cios no se man enen a largo plazo. Sin
embargo, cuando nos aproximamos hacia nuestro obje vo con el ánimo de hacer elecciones
maravillosas y posi vas para nuestro nuevo es lo de vida, si sen mos que no nos estamos
negando nada, ¿por qué habríamos de tener ansiedad por algo? Lo que comemos es lo que
hemos elegido comer. Se trata de estudiar cual es la mo vación que subyace a nuestras
elecciones y saber cómo dirigir nuestros actos hacia donde queremos ir.
Por eso, necesitamos saber es hacia donde queremos ir y para ello crearemos la visión óp ma
de nosotros mismos. Antes que eso, vamos a tomar consciencia de dónde estamos ahora.
Hazte con un cuaderno especial para realizar todos los ejercicios de este libro. Por favor no
sigas leyendo hasta que tengas el cuaderno y el empo necesario para hacer el siguiente
ejercicio. El cuaderno reunirá todos los ejercicios que realices y tu evolución hasta alcanzar el
obje vo. Conviene que no sean hojas sueltas para que puedas consultar de forma cronológica
todos tus avances a menudo. Búscate un cuaderno bonito, que sea especial para por alguna
razón y sobre todo, que no lo compartas con ninguna otra tarea.
Si de verdad quieres que este libro te sea ú l, por favor, evita seguir leyendo y pasar por
encima de los ejercicios. Los ejercicios de este libro son lo que te hará encontrar la solución.
Para ello no basta con leerlos sino que hay que realizarlos.
¿Tienes ya tu cuaderno especial personal a mano?
Si ya has decidido que hay cosas que quieres modificar, que —por ejemplo, quieres comer
vegetariano en un 50% o servirte can dades moderadas de alimento cada vez… —escríbelo con
tu mano no dominante en tu cuaderno especial personal.
Yo, (nombre y apellido), he decidido que quiero comer…. .
Crea tu propio es lo y forma de alimentarte, la que te va bien a . ¿Cómo quieres comer tú?
Responde esta pregunta u lizando frases en posi vo y en presente como «tomo zumo de
verduras y frutas para desayunar» o «si tomo ocasionalmente un pastel, me sacio con una
porción moderada» o «sólo digo que si a los alimentos que me sientan bien»… Escribe desde la
visión óp ma de mismo en vez que desde donde ves las cosas ahora. Siempre con tu mano
no dominante, escribe de corrido y sin pensar la respuesta que brote desde tu interior para tu
propio estilo y forma de alimentarte, considerando la visión ideal de ti mismo:
A con nuación, bajo el tulo de la visión hacia donde quieres ir, y siempre con tu mano no
dominanteen tu cuaderno especial personal, escribe de corrido y sin pensar la respuesta que
brote desde tu interior para las siguientes preguntas, considerando la visión ideal de ti mismo:
– ¿Cómo me siento físicamente?
– ¿Cómo es mi cuerpo?
– ¿Cómo me siento estando sano todo el tiempo?
– ¿Cómo me siento cuando me miro al espejo?
– ¿Cómo es mi nivel de energía?
– ¿Hago ejercicio?
– ¿Con qué frecuencia y dónde hago ejercicio?
– ¿Cómo me siento cuando hago deporte?
– ¿Con qué frecuencia hago estiramientos?
– ¿Cómo es mi forma de respirar?
– ¿Cómo es el are que respiro?
– ¿Cómo cuidas este adorable cuerpo?
– ¿Cómo me siento mentalmente?
– ¿En qué pensamientos positivos te centras cada día?
– ¿Cómo está tu autoestima y tu autoconfianza?
– ¿Cómo es tu claridad mental?
– ¿Cuán sencillo te resulta comunicar lo que sientes, quieres o piensas?
– ¿Cómo me siento la mayor parte del tiempo?
– ¿Cómo me manejo ante los desafíos de la vida?
– ¿Qué es lo que más me alegra?
– ¿Cómo manifiesto mi amor a los demás?
– ¿Cómo es la sensación de estar en equilibrio mental y emocional?
– ¿Qué es lo que te apasiona?
– ¿Cómo te sientes cuando sigues el verdadero deseo de tu corazón?
– ¿De qué forma te vas a motivar para continuar sintiéndote así de bien?
– ¿Cómo practicas el perdón y la compasión?
– ¿En qué momento te conectas con tu interior?
– ¿Cómo es esa conexión con tu intuición?
– ¿Qué tipo de sincronicidades ocurren en tu día a día?
– ¿De qué forma utilizas la abundancia que recibes en tu vida?
– ¿Cómo expresas amor y gratitud?
– ¿Qué bebidas tomas?
– ¿De dónde obtienes el agua que bebes?
– ¿Qué alimentos comes?
– ¿Qué recetas que te encantan te sueles preparar?
– ¿Cómo es tu cocina?
– ¿Cómo te sientes cuando comes?
– ¿De qué tamaño son las raciones que te preparas?
– ¿Cuántas veces comes al día?
– ¿A qué hora empiezas a comer y a qué hora acabas?
– ¿Cómo te sientes cuando comes con consciencia?
– ¿Cómo masticas la comida?
– ¿Dónde vivo?
– ¿Con quién vivo?
– ¿Cómo es mi casa?
– ¿Cómo son los muebles?
– ¿Cómo es mi relación con las personas con las que vivo?
– ¿Qué tal es el aire y el entorno natural que rodea mi casa?
– ¿Cómo son mis vecinos y cómo son mis relaciones con ellos?
– ¿Quiénes son mis amigos íntimos?
– ¿Cómo es tu trabajo ideal?
– ¿Qué es lo que te inspira?
– ¿Cuál es tu horario de trabajo?
– ¿Qué talentos estás desarrollando?
Por favor, no con núes leyendo si no has credo la visión óp ma de mismo. Crear tu visión
óptima es dar el paso más importante hacia la consecución de tu propósito.
Una vez creada la visión óp ma de mismo, puedes transcribirla al ordenador y escribirla con
claridad, ya que la has escrito con tu mano no dominante y probablemente no se en enda
bien. Al pasarla al ordenador u liza pogra as y colores diferentes para resaltar las palabras
que resuenen especialmente contigo.
Ahora ponle fecha e identifica una forma en que puedas cuantificar su grado de cumplimiento.
Por ejemplo, si uno de tus obje vos es «si tomo ocasionalmente un pastel, me sacio con una
porción moderada», puedes proponerte conseguirlo en un mes y la prueba de tu éxito personal
puede ser que el 80% de las veces que comas pastel, comas una porción moderada (si el 80% es
el porcentaje que te hace sentir que lo has conseguido).
¿Crees de verdad que puedes conseguir lo que te propongas? ¿Qué puede ocurrirte si te
conviertes en una persona sana, feliz, equilibrada, luminosa y llena de energía?
El coaching no persigue una respuesta sino que te impulsa a una búsqueda que lleve a la
respuesta. Porque la solución está siempre dentro de . ¿De qué enes que desprenderte para
avanzar?
¿Sabes ya cuáles son tus objetivos nutricionales?
En qué consiste una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada cons tuye una manera sencilla de alimentarse, si está basada en
ingredientes en su estado más natural posible y combinados correctamente entre sí.
A continuación, te propongo una dieta vegetariana tipo, más adelante una crudivegana.
Dieta vegetariana tipo
Al levantarse, en ayunas, tomar un buen vaso de agua filtrada con zumo de limón.
– Desayuno: Media hora más tarde, tomar una crema budwig, que consiste en hacer una
papilla con copos de avena, pasta de sésamo o tahini, semillas de lino y bien yogur o
leche vegetal. Se le añade una pieza de fruta de temporada troceada (escogiendo sólo
una variedad), pasas y nueces. Puedes endulzar con unas gotas de stevia. Con esto ya
no tendrás hambre hasta medio día.
– Media hora antes del almuerzo, puedes tomar un zumo vegetal o un caldo de miso o
de verduras con apio, col y cebolla.
– Almuerzo.
• Comienza por una pieza de fruta mientras preparas la comida.
• De primer plato, toma una ensalada de hortalizas variadas, aliñada con aceite de
oliva.
• Con nua con un plato de vegetales al vapor aliñados con aceite de oliva,
acompañados por un hidrato de carbono (patata, arroz integral, calabaza, maíz, una
legumbre o cualquier otro cereal: quínoa, avena, espelta…).
• Toma una infusión digestiva de menta, manzanilla, anís, hierba luisa, regaliz, poleo…
– A media tarde puedes tomar unas galletas integrales, frutas, una porción de bizcocho
integral o una rebanada de pan integral con algún paté vegetal.
– Cena.
• En verano, comienza por un gazpacho o sopa de tomate o ensalada de tomate. En
invierno, toma un caldo de verduras o sopa de vegetales.
• Con núa por una ensalada variada, más pequeña que la de a medio día, aliñada con
aceite de oliva y zumo de limón. Incluye una proteína acompañando a la ensalada,
que puede ser frutos secos, guisantes, huevos, queso de cabra, tempeh, setas o
champiñones. También pescado si se es flexivegetariano. También puede tomarse
kéfir o yogur.
• De postre se puede tomar piña natural o papaya.
• Toma una infusión de hierba Luisa, melisa, hinojo, manzanilla, poleo o regaliz.
Dieta crudivegana tipo
– Desayuno: Zumo de apio, pepino, limón, jengibre y manzana verde. Si se quiere se
puede aderezar con stevia.
– Almuerzo: 2 grandes vasos de un ba do hecho con (escoger uno de cada, e ir
alternando cada día):
• Semillas de cáñamo, semillas chia o tahini.
• Frutos rojos (fresones, arándanos, moras, frambuesas) o cítricos (mandarina, pomelo
-evitar naranja-).
• Aderezar con especias como canela.
• Añadir agua al gusto.
• Añadir stevia idealmente, o sino sirope de ágave.
– A media tarde se pueden picar zanahorias, rabanitos, apio, pepino, endibias, pimiento
rojo. Si tienes mucha hambre le puedes untar tahini.
– Cena: Una enorme ensalada que lleve 1 aguacate y todas las hortalizas que quieras,
pero dando siempre prioridad a las hojas verdes como espinacas, rúcula, berros,
canónigos, mezclum, etc. Importante añadir germinados. Aliñar con zumo de limón y
stevia. O si no, una crema crudivegana, hecha con 1 aguacate o un puñado de
piñones/anacardos remojados/pipas de girasol remojadas, y las hortalizas que desees,
zumo de limón, aceite de oliva y sal marina o miso. Por encima poner un picadillo de
tomate, apio, pepino, zanahoria, pimiento, y germinados.
A pesar de llevar una dieta predominantemente vegana o incluso crudivegana, muchas
personas sufren de diges ones pesadas, flatulencias y putrefacciones intes nales. Una de las
causas que desencadenan estas alteraciones, es la mala combinación de alimentos ingeridos en
una misma comida. Si se mezclan proteínas con hidratos o varios pos de proteínas juntas, se
pueden producir estos síntomas.
Para saber mezclar correctamente los alimentos, primero hay que saber a qué grupo pertenece
cada uno.
– Proteínas. Semillas oleaginosas (cacahuetes, almendras, pistachos, nueces…), soja y
todos sus derivados como el tofu o el tempeh, guisantes secos, frijoles, alubias,
lentejas, garbanzos, yema de huevo, semillas de calabaza, de girasol, de lino, aguacate,
cacao, polen de abejas, levadura de cerveza, champiñón, setas, lácteos (leche, yogur,
kéfir, requesón, mantequilla, queso, nata). A este grupo pertenecerían también el
pescado o marisco que toman ocasionalmente los flexivegetarianos.
– Grasas. Todo po de aceites, aceitunas,aguacate, semillas oleaginosas (nueces,
almendras, cacahuetes, pistachos), mantequilla, nata, semillas de lino, girasol y
sésamo.
– Almidones (cereales y féculas). Trigo, avena, mijo, maíz, arroz integral, pan, pastas,
sémolas, centeno, cebada, patata, boniato, castaña, calabaza, bellota, chufa y plátano.
– Hortalizas medianamente almidonadas. Alcachofa, remolacha roja, guisantes ernos,
nabo, zanahoria, apio-nabo, judías verdes, chalota, coles de Bruselas y habas verdes.
– Hortalizas no amiláceas. Lechuga, apio, acedera, puerro, pimiento, rábano, endibia,
espinaca, pepino, calabacín, ajo, cebolla, berenjena, acelgas, or gas, alfalfa, repollo, col
lombarda, bulbo de hinojo, brócoli, diente de león, escarola, borraja y cardos.
– Azúcares. Miel, melaza, sirope, jarabe, azúcar blanco, fructosa, azúcar moreno y panela.
– Fruta dulce. Uva dulce, manzana dulce, plátano maduro, peras, melón, durazno,
ciruelas dulces y ciruela Claudia, dátil, higo, sandía y frutas desecadas.
– Fruta ácida. Limón, naranja, mandarina, pomelo, piña, granada, ciruela ácida, fresa,
madroño, mora de árbol y zarza, tomate, níspero, cidra, frambuesa, grosella, guinda,
membrillo, fresón, manzana ácida, cereza, tamarindo.
– Fruta semiácida. Manzana, granada, albaricoque, cereza, higo fresco, uva, arándano,
mango, pera, melocotón, ciruela, papaya, mora de zarza, chirimoya, higo chumbo,
guinda y naranja dulce.
Reglas de compatibilidad alimentaria
Una alimentación equilibrada, es aquella que se basa en una variedad suficiente de alimentos,
pero no en la misma comida, sino alternados en dis ntas tomas. Si durante la misma toma los
alimentos se mezclan correctamente, las diges ones se hacen más livianas y la persona se
siente más vital, más ágil, especialmente si es una persona que padece de estómago, hígado o
vesícula. En general, cuanto más sencilla sea una comida, más fácil será de digerir y se
aprovecharán mejor sus nutrientes, mediante un metabolismo óp mo de los mismos. Los
alimentos se asimilan y metabolizan correctamente cuando no se pudren en el intes no y sus
principios nutritivos no se degradan, convirtiéndose en toxinas.
Esta es la fórmula para que la persona se encuentre llena de energía, economizando en el
proceso de la diges ón. Además podrá digerir alimentos que antes no toleraba, desaparecen
alergias alimentarias y problemas de mala absorción intestinal.
Según decía Hipócrates,
«Existen alimentos que ingeridos juntos, se hacen la guerra entre sí por tener dis nto
tiempo de digestión.»
– No mezclar almidones y féculas con ácidos. Los ácidos inhiben y destruyen la secreción
de p alina, enzima encargada de digerir los almidones, por lo que la diges ón de estos
se ve alterada e incompleta, ocasionándose fermentaciones en el duodeno. Por ello no
se deben consumir almidones o féculas como trigo, arroz, patata, junto con frutas
ácidas como limón, piña o naranja; ni tampoco aliñarlos con limón o vinagre. Por
ejemplo, no se recomienda aliñar con limón una paella, pero sí el pescado.
– No comer juntos proteínas con hidratos. Dado que las proteínas son consumidas en un
medio ácido en el estómago mediante la acción del ácido clorhídrico; en cambio, los
hidratos, necesitan un medio alcalino para su diges ón. La diges ón de los hidratos
comienza en la boca con la secreción de la enzima p alina, pero una vez ingeridas las
proteínas, su diges ón comienza en el estómago con la secreción de enzima pepsina,
que ene la propiedad de inhibir la acción de la p alina, frenando la diges ón de los
hidratos de carbono. Es decir, no debemos comer huevos con patatas, ni queso con
pan.
– No mezclar proteínas con frutas dulces o azúcares. Las frutas dulces frescas (melón,
uva, caqui, chirimoya) o secas (dá les, pasas, higos, orejones) y los azúcares (miel,
siropes, jarabes), son de diges ón rápida y no permanecen en el estómago más de
media hora. Las proteínas en cambio, requieren varias horas para su diges ón. Por eso,
si se ingieren juntas proteínas con frutas dulces o azúcares, estos úl mos quedarán
retenidos en el estómago, produciendo fermentaciones anormales. No ocurre esto,
como excepción, en el caso del yogur o el kéfir, alimentos proteicos que ya se
encuentran fermentados y predigeridos, por lo que necesitan menos empo de
digestión.
– No mezclar grasas con frutas dulces o azúcares. Igual que las proteínas, las grasas
enen un empo de diges ón mayor que las frutas dulces o azúcares, por ello si se
ingieren juntos, las grasas provocarán una retención de los azúcares con
fermentaciones.
– No mezclar fruta muy ácida con fruta dulce. Por ejemplo limón, pomelo, nísperos o
naranjas, que son ácidos, con melón, chirimoya, pera,… que son dulces. Se recomienda
que, al desayunar, se ingiera fruta ácida; mientras que en la comida y cena, dulce.
– No combinar vegetales salados y amargos, con fruta muy dulce, porque enen dis nto
empo de diges ón, para evitar las fermentaciones (ajo, apio, cebolla, rábanos, perejil,
etc.). En cambio sí podrán consumirse junto a frutas ácidas poco azucaradas, como
kiwi, limón, piña o pomelo, en una ensalada, siempre que en la misma no esté
presente ningún almidón.
– No comer juntos dos hidratos dis ntos. Es una de las peores incompa bilidades que
podemos realizar: por ejemplo pan con patatas o plátano con arroz.
– No comer juntas dos proteínas dis ntas. La putrefacción intes nal que ocasiona la
mala diges ón de las proteínas es una de las mayores fuentes de toxemia orgánica.
Evitar combinaciones como, por ejemplo, huevo con queso o con salchichas, aunque
sean vegetales (de tofu).
¿Qué alimentos elegir?
Una dieta sin alcohol, cafeína, azúcar refinada y alimentos que contengan harina blanca, sal,
glutamato monosódico y sustancias para realzar el sabor, además de un suplemento con
algunas vitaminas y minerales, es decir una dieta más saludable, ene la consecuencia de que
las personas que la siguen dejan de darse atracones.
El coaching no persigue una respuesta sino que te impulsa a una búsqueda que lleve a la
respuesta. Porque la solución está siempre dentro de . ¿De qué enes que desprenderte para
avanzar?
¿Sabes ya en qué consiste una dieta equilibrada?
El equilibrio del ph de la sangre
Los alimentos que desequilibran y acidifican el ph de la sangre desmineralizan el organismo.
Sabemos si la sangre se encuentra en estado de acidosis cuando su ph es inferior a 7,2. En este
caso, el organismo reacciona con su sistema tampón para alcalinizar el ph, recurriendo a la
reserva alcalina de huesos, dientes, tejidos y humores. Dicho de un modo más sencillo, un
organismo acidificado presenta déficit de minerales alcalinos, como por ejemplo, calcio,
magnesio y potasio.
Acidosis y alcalosis
Las consecuencias de una acidosis son la desmineralización y eso se observa en la piel, que
aparece reseca, enrojecida y sensible; en la acumulación de sustancias tóxicas en forma de
depósitos en el organismo, por ejemplo cálculos biliares o urinarios; en los dolores de
ar culaciones y huesos; y en la disminución de las defensas, con consecuencias como
infecciones repetitivas y que tardan en curarse.
El proceso de metabolización de las proteínas animales, presentes en carnes, embu do,
pescado, huevos, leche y derivados, conlleva una serie de residuos metabólicos de índole ácida:
ácido úrico, ácido láctico y purinas.
El riñón se sobrecarga en su esfuerzo por eliminar los residuos de ácido úrico. El ácido úrico
también se elimina por la piel, de ahí el fuerte olor corporal de las personas que se alimentan
de forma muy carnívora, cuando los poros están correctamente desbloqueados y no taponados
con el uso de geles y cremas ar ficiales, en cuya elaboración están presentes ingredientes
derivados del petróleo.
Pero al acentuarse la acidificación del cuerpo y verse sobrecargados sus órganos emuntorios o
de eliminación, éstos pueden perder eficacia en su función. Así, el organismo que es muy sabio,
acumula los tóxicos en los tejidos, para eliminarlos de la sangre, previendo poderlos desechar
más adelante. Es como cuando

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